Universidad Politécnica Salesiana
ANTROPOLOGÍA Y UNIVERSIDAD
4ta edición
Vicente Plasencia Llanos
Quito-Ecuador
2017
1
SUMARIO
Introducción
Parte I: APROXIMACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN DE ANTROPOLOGÍA Y
UNIVERSIDAD
1.
2.
3.
4.
Contexto en el que se presenta la relación Antropología y Universidad
Visión de Hombre que promueve el sistema
Visión de Universidad que promueve el sistema
Rol de la Universidad en el actual y complejo contexto
Parte II: VISIONES ANTROPOLÓGICAS EMERGENTES Y UNIVERSIDAD
1.
2.
3.
4.
Razones para hablar de visión de hombre en la Universidad
La Universidad como espacio de plurales comprensiones de hombre
El discurrir de las visiones de hombre en la Universidad
Visiones de hombre que discurren en el espacio universitario
Parte III:
VISIÓN DE HOMBRE EN CIERTAS COMPRENSIONES DE
UNIVERSIDAD
1.
2.
3.
4.
Comprensiones de Universidad y visión de Hombre
Visión de hombre desde la Universidad Latinoamericana
Desafíos para la Universidad latinoamericana
Desafíos para la Universidad ecuatoriana
Parte IV:
VISIÓN DE HOMBRE EN LA UNIVERSIDAD POLITÉCNICA
SALESIANA
1.
2.
3.
4.
Visión de hombre en la Carta de Navegación de la UPS
La centralidad de la persona del estudiante
El educador como acompañante y animador de los estudiantes
Hacia una antropológica del estudiante universitario
Conclusión
* Es un trabajo todavía no publicado como libro. Apareció por primera vez en el 2008 para el
Programa de Formación Humana de los docentes de la Universidad Politécnica SalesianaEcuador, hoy conocido como Curso de Desarrollo Humano (CDHU). Para evitarse problemas
legales, su utilización debe ser citada.
Quito, julio de 2017
2
INTRODUCCIÓN
Hablar de Antropología y Universidad no es una cuestión fácil, pues existen visiones y
visiones tanto de Hombre como de Universidad. En este contexto, empezaré por ubicar la
Antropología y, seguidamente, su relación con la Universidad.
El término antropología viene de dos raíces griegas: ánthropos = hombre y, logos = estudio, lo
cual significa: estudio de “el hombre” cuanto ser humano. Por eso cuando me refiera a la
categoría hombre lo haré estrictamente en este sentido.
Si bien la antropología como reflexión del hombre sobre el hombre es tan vieja y tan joven
como el hombre mismo, las primeras reflexiones antropológicas sistemáticas aparecen en la
modernidad con Blaise Pascal (1623-1662), Giovanni Battista Vico (1668-1744), Johann
Gottfried Herder (1744-1803), Immanuel Kant (1724-1804)1. En el siglo XVIII, es Kant
quien le da al hombre la categoría universal de <<sujeto>>; en 1770, el primer escrito
antropológico fue realizado por Herder y se titulaba “Sobre el origen del lenguaje”.
Existen varios enfoques científicos de estudio del ser humano, encontramos también varias
antropologías, así: antropología científica, antropología filosófica y antropología cultural2,
está también la antropología teológica. En este contexto están muchos otros enfoques de esta
ciencia, los mismos que dependen de las diferentes realidades y contextos y; todos esos
enfoques convergen en la búsqueda de respuesta a la pregunta ¿qué es el hombre?, la misma
que no revela sino la búsqueda de sentido y significado sobre la vida humana.
Puesto que existen varios enfoques de comprensión del hombre, para el diálogo
<<Antropología y Universidad>>, desde ya quiero precisar que, será la antropología de
horizonte filosófico-teológico el ángulo desde el cual intentaré desplegar una reflexión
universitaria, una reflexión inter-pluri-disciplinar sobre el hombre y su relación con la
Universidad y a la inversa.
Puesto que la antropología tiene como “leit motive” la pregunta ¿qué es el hombre?, tengo
que decir que ésta es una pregunta co-implicativa, como diría J. Moltmann “es una pregunta
corporativa”, lo que significa que en su respuesta se juega el Ser o no-Ser del individuo y de la
comunidad humana.
Además, la pregunta del hombre por el hombre es también una cuestión aporética, casi todas
sus respuestas en vez de acercar, más bien alejan, así el hombre se presenta como un misterio
para sí mismo. Y, es un misterio no porque se lo desconozca sino porque lo que se conoce de
él apenas es una parte y, ello por dos razones: la primera razón, porque para conocer-se el
hombre a sí mismo tendría que salir de sí y volver sobre sí, lo cual es posible pero no del todo
y; la segunda razón, porque cuanto <<ser-otro>>, es un ser a-estático, un ser siempre
deviniéndo-se y por ello siempre inconcluso, un pro-yecto.
Cf. “Antropología filosófica”, en FERRATER MORA J., Diccionario de Filosofía, T. I, A-D, Ariel S. A.,
Barcelona 1994, p. 185-188.
2
Cf. DE SAHAGÚN LUCAS JUAN (Dir.), Antropologías del siglo XX, Sígueme, Salamanca 1976, p. 11-14.
1
3
Así entonces, no existe antropología como ciencia acabada, sino como una ciencia siempre
en construcción, en realidad existe una antropo-génesis, esto es, un constante hacerse
hombre, una constante hominización, un constante devenir-se humano del hombre. Este
constante hacer-se humano es un desafío tanto del individuo como de la comunidad humana.
Esa incompletud del ser humano se fundamenta en la propia naturaleza, puesto que como diría
F. Nietzsche, “el hombre es un animal ‘cuyas cualidades no están aún fijadas’”; “es todavía el
animal no constituido definitivamente”. Así entonces, las mediaciones para que el hombre devenga ser humano no pueden ser sino el lenguaje, la cultura y dentro de ella, sobre todo, la
educación que en sí misma no puede ser sino una perso-génesis. Más como la educación tiene
sus mediaciones como las instituciones y los programas educativos, me pregunto, desde el
lugar de mi discurso, la geográfica universitaria, ¿es la Universidad una mediación del
devernir-se humano el hombre?
Ciertamente, una cosa me es clara: la Universidad cuanto evento nacido del espíritu humano
tiene que servir a la humanización del mundo y de la cultura así como también a la liberación
del hombre. En este contexto, ella tiene que re-significarse y, estar a la altura del espíritu y la
problemática social de los nuevos tiempos.
Si la Universidad es hija del espíritu humano, ella no puede sino co-responder a las
inquietudes de su inventor y del espacio en que se encontrare. Pero ¿a qué tipo de inquietudes
puede co-responder la Universidad? En mi pensar, la Universidad cuanto “Alma mater”,
está llamada a esclarecer la inquietud más primaria y última del hombre y de los hombres,
sobre todo, de los empobrecidos y excluidos de la civilización tecnológica y del mundo
globalizado: <<el sentido de la vida en el más pleno y amplio significado de la palabra.>>
Las respuestas a las necesidades de competitividad y profesionalizantes, son secundarias
aunque complementarias.
Si la Universidad tiene que responder también ella por <<el sentido de la vida en el más pleno
y amplio significado de la palabra>>, entonces ella tiene por sí misma un desafío
eminentemente social y ecológico, está llamada a dinamizar investigación, proyectos y
procesos de inteligenciación incluyente y respetuosa a favor de la Vida, no sólo de quienes
frecuentan sus espacios, sino sobre todo, de las sociedades a las que se debe cuanto institución
contextualizada así como de la vida misma del Planeta.
Desde este horizonte, me veo desafiado a establecer argumentos que ayuden a de-velar y a
robustecer universitariamente los nexos entre la Antropología como ciencia del hombre con la
Universidad como mediación de sentido.
Así, entonces, la antropología tendrá que decirle al hombre lo que ha de ser la Universidad y,
ésta, en cambio, tendrá que decirle a la antropología cómo ha de saber-se el hombre y qué
desafíos ha de encarar hoy en su proyecto de búsqueda de sentido contextualizado en el
mundo.
La Universidad se alimenta no sólo de la comprensión de hombre (antropología) que tengan
las sociedades y las culturas sino también de la comprensión científica de las realidades en
general y, ello, a través de sus funciones como la docencia, la investigación y la proyección
social; pero también, a la inversa; de la comprensión de hombre y de las realidades que se
4
promueve en la Universidad, las sociedades y las culturas se enriquecen sustancialmente.
Verdaderamente, la Universidad puede entonces cooperar al desarrollo integral tanto del sujeto
como de la sociedad, así como también del espacio ecológico al que ella se pertenece.
Desde esta perspectiva, el enfoque filosófico-teológico de la reflexión antropológica abre
puertas a la comprensión del <<hombre contextualizado>> social, económica, política,
cultural y ecológicamente y, ello porque al hombre no se lo comprende sino en las plurales
relaciones y acción históricas. Así, entonces, mi propuesta es hacer un camino de reflexión
crítico-dialéctico a partir del tema de “Antropología y Universidad” uno y plural, para luego
aterrizar en la reflexión desde la Universidad Politécnica Salesiana.
A partir de las reflexiones sobre la visión de hombre en la UPS, se abrirá otros horizontes de
comprensión y reflexión en frentes como: la dimensión trascendental del sujeto, la
espiritualidad humana y, el compromiso ético-político como una forma de hacerse humano del
sujeto.
Teniendo en cuenta estos horizontes, el programa a desarrollarse sobre Antropología y
Universidad, tendrá cuatro partes, a saber: a).- Aproximación y contextualización de
Antropología y Universidad; b).- Visiones antropológicas emergentes y Universidad; c).Visión de Hombre en ciertas comprensiones de Universidad y; d).- Visión de hombre en la
Universidad Politécnica Salesiana.
Vicente Plasencia Llanos
Quito, 2012
5
Parte I
APROXIMACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN
DE ANTROPOLOGÍA Y UNIVERSIDAD
Vicente Plasencia Llanos
Profesor de la Universidad Politécnica Salesiana
Quito-Ecuador, 2012
1. Contexto en el que se presenta la relación Antropología y Universidad
En Occidente, los grandes eventos que actualmente, no sólo en la teoría sino también en la
praxis, nos cambian las formas de comprender la realidad, así como también la forma de
comprendernos a nosotros mismos, son:
- La globalización que tiene como centro dinámico al capitalismo neoliberal que se ha hecho
fuerte gracias a la tecnología, pero también, que a la vez se ha mostrado débil hasta llegar a la
gran crisis la misma que se mostró en su agudeza en el 2007 y, de la cual aún no ha logrado
superarse y, que como se pronostica, volverán a generarse nuevas crisis.
- El emerger creciente de un capitalismo pos-neoliberal, animado por los países no alineados
o por los habitantes periféricos del planeta quienes, a partir de lo que ha significado el
capitalismo neoliberal cuanto ideología para la vida del ser humano y del Planeta, se han
constituido con fuerza en un movimiento plural de resistencia que rechaza un capital centrado
en el mercado y contra la vida.
- La emergente sociedad del conocimiento que superando a la sociedad de la información que
a su vez superaba a la sociedad industrial, busca, por sobre todo, interpretar los datos y los
hechos con el fin de que éstos sean aplicados contextualizadamente.
- La civilización y cultura tecnológicas que ya no sólo son formas mediadas de acercarnos a
la realidad sino la realidad misma del ser humano que ha hipotecado su capacidad creativa
para depender totalmente de la tecnología, con el consiguiente peligro de su propia autonegación cuanto sujeto.
- La emergente sociedad multicultural que rompe con las visiones nacionalistas o cerradas de
mundo, abriendo así las puertas de la aldea planetaria a los ciudadanos del mundo, lo cual de
uno u otro modo exige formas de convivencia consensadas en las que todos se sepan incluidos
y, a la vez, reconocidos como diferentes y plurales.
- La Posmodernidad que, grávida de todos los olvidos y desmanes de la modernidad y,
rompiendo con todos los universales de la historia, del saber y del conocimiento, postula la
pluralidad de visiones, de saberes y de conocimientos a partir de los plurales contextos.
6
De estos grandes eventos des-estructurantes surgen visiones de mundo que no revelan sino los
propios estilos de vida del hombre actual, así:3
• La visión mercadológica de mundo que va de la mano con la Globalización
económica y, que ha dado paso a la “metalización” del ser humano 4 o, a una actitud en
la que, como diría E. Fromm, el hombre no sólo que vende cosas sino que se vende a sí
mismo como cosa.5
• La visión tecno-cibernética de mundo que se corresponde con la civilización y cultura
tecnológicas y que promueve, además de la cultura del simulacro, la comprensión del
mundo como una gran máquina capaz de auto-organizarse e incluye también por
extensión al sujeto, a quien lo mira como un robot o una pieza más de ese sistema
maquinal llamado mundo.
• La visión <<netizada>> de mundo que ha borrado la noción de tiempo y espacio6
entre los seres humanos y, si bien es una magnífica oportunidad para que los sujetos se
relacionen “virtualmente”, es también una experiencia que aniquila la relación y el
encuentro “cara a cara”7 entre sujetos.
• La visión plural y partida del mundo que viene muy de la mano con la sociedad
multicultural y, que revela dos eventos: por una parte, que el mundo está constituido
por sociedades y pueblos plurales, cada uno con sus propias historias y proyectos de
vida y; por otra parte, que entre estos pueblos y sociedad plurales no existe un
desarrollo equitativo sino desigual lo cual refleja la injusticia presente en el planeta.
Todo esto como resultado de una praxis ético-política discriminante por parte de
ciertas regiones poderosas y súper-desarrolladas del mundo.
Todo este plural y diferenciado acontecer de realidades sociales, culturales, políticas,
económicas y tecnológicas hace de la vida de los hombres, así como de sus relaciones,
experiencias, asimismo, pluralmente <<otras>>.
En este variopinto entretejido de eventos y visiones, con sus potencialidades y debilidades, en
el que la vida humana en sí misma alcanza nuevas formas de existencia, de comprensión y de
significación, es necesario hacer un diálogo a voces para hacer posible la convergencia de
comprensiones y significados que las culturas y las ciencias puedan aportarnos para una recontextualización y una re-significación del propio ser humano y de sus instituciones
orientadoras de su vida.
3
Para una comprensión <<otra>>, véase ÁLVAREZ FREDDY y Otros, El arte de cambiar las personas que
cambian las cosas. El cambio contextual del ser humano desde su contexto cambiante, RED NUEVO
PARADIGMA, Quito 2005, p. 25-27.
4
MARÍAS JULIÁN, Mapa del mundo personal, Alianza, Madrid 1994, p. 69.
5
FROMM ERICH, La vida auténtica, Paidós, Barcelona 2007, p. 93-125.
6
Véase CASTELLS MANUEL, La era de la información: economía, sociedad y cultura. La sociedad red, vol.
I, Siglo XXI, México 2005.
7
LEVINAS EMMANUEL, Totalidad e infinito, Sígueme, Salamanca 2002, p. 222.
7
A partir del panorama contextual que he descrito, creo que se puede sostener que el mundo
demasiado complejo, frágil y cambiante es un desafío para que el hombre sea un hermeneuta
de los nuevos signos de los tiempos y, en este contexto, tanto el ser inteligente como la
Universidad tendrán que preguntarse no sólo por su identidad sino también por su teleología.
La Universidad, con privilegio y responsabilidad ético-política, está llamada re-significarse y a
proporcionar plurales respuestas de carácter científico a las múltiples inquietudes de carácter
social, económico, político y cultural del hombre y de los hombres en sus diferentes contextos.
2. Visión de Hombre que promueve el sistema
Cuando hablamos de sistema, nos referimos al sistema capitalista neo-liberal y todas sus
expresiones globalizadas que, querámoslo o no, se ha constituido en una realidad que ha
definido y define los estilos de vida de las sociedades en la parte occidental del planeta y con
miras a hacerlo extensivo en todo el globo.
El sistema capitalista neoliberal dinamizado por una tecnología muy avanzada y, con una
visión centrada en el mercado y en el capital, donde el instinto y la voluntad de poder son los
dínamos de su existir, entre otras cosas:
- promueve una cultura de mercado y de consumo plenos, un estilo de vida mucho más
fruitivo y lleno de grandes posibilidades de una vida de pleno empleo y disfrute de los
recursos. Desde una perspectiva psicológica freudiana, el sistema invita a hacer mucho más
énfasis en el principio de placer sin confrontarlo dialécticamente con el principio de realidad.
- suscita una visión de hombre ejecutivo, interesado en los negocios, más comprometido con
la empresa, con la industria, con la producción, muy tecnócrata. También, suscita, un hombre
anti-ecológico, consumista y, en el extremo, un hombre como objeto mercable. Sin embargo,
como no todos los hombres están embarcados en lo mismo, desde el reverso, desde la
resistencia, este mismo sistema, hace posible también un hombre más humano, más ecológico,
más fraterno y solidario, buscador de la Verdad y luchador por la justicia, un hombre con un
espíritu más intercultural, más crítico y propositivo a favor de la Vida.
Pero no se puede perder de vista el que el sistema explícitamente promueve la evolución de un
hombre, como diría H. Marcuse, “unidimensional”8, un ser humano desconocido para sí
mismo como sujeto de acción y de derechos puesto que la globalización que no es sino
estratégica masificación enmascarada, termina invisibilizándolo o excluyéndolo.
En un mundo administrado el hombre corre el riesgo de administrarse a sí mismo como cosa.
En palabras de H. U. von Balthasar, “estamos en la era de la acción: el ser humano no sólo
administra su mundo, sino que se administra a sí mismo y hace de sí lo que quiere.” 9 Y en ese
hacer “de sí lo que quiere” corre el riego de ganarse o de perderse como ser humano.
8
9
MARCUSE HERBERT, El hombre unidimensional, Ariel, Barcelona 2005.
VON BALTHASAR H. U., Quién es cristiano, Sígueme, Salamanca 2000, p., 12-13.
8
Se trata pues, de un sistema que va de la mano de un antropocentrismo que considera al
hombre como el centro de todo y desde el cual se quiere explicar todo; un sistema que
mediado por el capital y la tecnología, enfrenta al hombre contra el hombre y al hombre contra
la naturaleza; un sistema cuyos estilos de vida, por una parte, dejan en entredicho o al servicio
del mercado al hombre y; por otra parte, amenazan con la destrucción de la naturaleza.
Este sistema, además de la tecnología y el antropocentrismo, tiene también como instrumentos
al Estado y a las instituciones educativas y sus currículos. En este contexto, también la
Universidad ha sido involucrada directa o indirectamente como mediadora de los procesos de
producción, ya sea como realizadora de investigaciones para el mercado y la industria o como
modeladora de individuos-tuerca del sistema.
Querámoslo o no, aún sabiendo lo genial que es el ser humano, la cultura y la civilización
mercadológica y tecnológica modernas centradas en un antropocentrismo sólo han hecho
posible la crisis del hombre y la crisis de la naturaleza, que se corresponden con una crisis
cultural. Asistimos, pues, a una triple crisis: la antropológica, la ecológica y la cultural.
3. Visión de Universidad que promueve el sistema
La Universidad es de naturaleza autónoma, supra-nacional y supra-estatal, por tanto, no
debería prestarse para los fines del Estado o fines del mercado o del sistema. La Universidad
que tiene como fin la Verdad promueve desde su Misión la crítica reflexiva, el saber, la
ciencia y la investigación a favor de la liberación y realización del ser humano, a favor de la
Vida en el más pleno sentido de la palabra.
Pero lo que acabo de decir no es del todo una realidad, puesto que la Universidad, negándose a
la visión de conjunto de los saberes, de la ciencia y de la investigación ha dado paso a las
especializaciones, volviéndose con ello un instrumental al servicio del mercado y del sistema.
Con la acumulación de saberes, ciertamente la ciencia se ve obligada a especializarse y, el
hombre que se dedica a la ciencia también, tal es así que “sólo es hoy hombre de ciencia el
especialista”10, pero más acá, esta situación ha sido instrumentalizada y direccionada de modo
perverso por ciertos grupos de poder político y económico con fines como la guerra, la
manipulación genética, etc.
Desde ese estrecho horizonte, la Universidad se ha visto obligada a promover carreras
profesionalizantes y, en consecuencia, saca al mercado profesionales sin visión amplia de la
realidad, proclives a ser también instrumentalizados. Su investigación está orientada por el
mercado que las más de las veces crea falsas necesidades de consumo, obviando de plano dar
respuesta a las verdaderas necesidades y problemas de los sujetos empobrecidos y excluidos.
La ciencia, que es también la Universidad, está siendo atrapada e instrumentalizada por las
élites.11 Detrás de ella están las políticas educativas impuestas por el Fondo Monetario
10
11
ORTEGA Y GASSET JOSÉ, Misión de la Universidad, Revista de Occidente, Madrid 1960, p. 166.
Véase HABERMAS JÜRGEN, Conocimiento e Interés, Taurus, Madrid 1986.
9
Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM)12 así como aquellas, también impuestas, por los
Programas de Intercambio y Desarrollo propiciados por el Grupo de los 8 (G8).
las tesis de la tecnocracia del Banco Mundial –que nuestros presidentes y Ministerios de
Educación, ‘los country managers del Banco Mundial’ han hecho suyos– consisten en colocar los
intereses del capital en el centro de las definiciones fundamentales de la investigación y de la
enseñanza en nuestros países. Se contribuye de esta suerte a la explotación mundial de la fuerza de
trabajo intelectual por medio de la subcontratación, de la cooptación y de la instrumentalización de
los investigadores y docentes del Sur. Este proceso acentúa la dependencia neocolonial y defrauda
la función social de creación de equidad y de reflexión prospectiva que nuestros pueblos esperan y
exigen de la Universidad.13
Así es como, a nivel de países de Centro como también de América Latina evoluciona una
Universidad desarrollista; ésta apoya a la política administrativa que “Considera la educación
en un primer momento como bien de consumo, [y] pasa luego a analizarse como bien de
producción, como inversión.”14
¿Cómo responde el proyecto desarrollista de la Universidad a los desafíos que… la situación
latinoamericana le plantea? En cuanto a la democratización, el planteo desarrollista opta por la
calidad frente a la cantidad; los mecanismos de selección hallan su lugar fundamental dentro de la
política universitaria; los contenidos de la enseñanza se expresan en una perspectiva cientificista,
aunque se moderniza la metodología docente de acuerdo a las modernas investigaciones sobre
pedagogía. La opción por la calidad en desmedro de la cantidad limita sustancialmente la eficacia
histórica el planteo, y lo ubica, en este aspecto, como proyecto de conservación singularmente
peligroso.15
Bajo estas condiciones, la Universidad centrada en una propuesta de ciencia e investigación
para desarrollar el potencial de la empresa y del mercado, ha terminado fracturando el saber y
el conocimiento, reduciendo al ser humano a instrumento útil del mercado y, potenciando en él
la avidez por el capital y la voracidad contra la naturaleza, le ha convertido en profesional del
mercado sin más horizonte que el que el mercado le pinte.
Así, pues, como todas las instituciones sociales, la Universidad está en crisis; en este
horizonte, pero mucho más cercano a nuestra realidad, el conflicto que ha generado la <<Ley
de educación superior>> a la Universidad ecuatoriana es un contundente ejemplo de ello.
Sin embargo, creo que ni el Estado ni el mercado son los llamados a reorientar la Universidad,
es más bien el pueblo, la sociedad, ciertamente, a través de sus instancias políticas las que
debe evaluarla o de lo contrario, la Universidad correría el peligro de ser intervenida en su
propia naturaleza por fuerzas partidistas que no harían sino pervertir su real naturaleza de ser
autónoma, liquidando con ello el potencial crítico y transformador de las estructuras sociales.
Pero, más allá de lo que he sostenido sobre el sistema paradójicamente promocionador y
negante del ser humano así como también dinamizante y a la vez instrumentalizante de la
Véase también SAXE-FERNÁNDEZ JOHN, “El Banco Mundial y la enseñanza superior en América Latina”,
en: Revista Universitas, UPS, Año 6, Nº 9, Ecuador 2007, p. 29-42.
13
Ibid., p. 41.
14
SECRETARIADOS LATINOAMERICANOS MIEC JECI, Iglesia y Universidad, MIEC, Uruguay 1968, p.
26. (la llave es mía).
15
Ibid., p. 27.
12
10
Universidad, debo reconocer que éste, despierta, también y a la vez, el malestar y la crítica deconstructiva y re-constructiva por parte de los llamados “Nuevos Movimientos Sociales”
(NMS)16 que buscan, desde las periferias y la exclusión, reivindicarse en su identitariedad,
sacándole provecho al sistema y generando alternativas más humanas y humanizantes. En este
plural malestar propositivo, nacen nuevos retos y desafíos en los que, otra vez, se encuentra en
la encrucijada la Universidad que se debe al pueblo y no a Estado o sistema alguno.
En este complejo contexto de crisis y prospectivas, la Universidad está llamada a actualizar su
identidad y trascendencia.
La pertinencia de la educación superior debe evaluarse en función de la adecuación entre lo que la
sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. Ello requiere normas éticas,
imparcialidad política, capacidad crítica y, al mismo tiempo, una mejor articulación con los
problemas de la sociedad y del mundo del trabajo, fundando las orientaciones a largo plazo en
objetivos y necesidades societales, comprendidos el respeto de las culturas y la protección del
medio ambiente.17
Así visto el panorama, la Universidad tiene que inflexionar reflexivamente para reivindicarse
y re-posicionarse como autónoma y liberadora, buscadora de la Verdad y a favor de la Vida.
Se hace necesario, para re-pensar la Universidad una <<Universidad reflexiva>>18.
4. Rol de la Universidad en el actual y complejo contexto
Ser Humano y Universidad se corresponden puesto que ella siendo creatividad del hombre no
puede sino estar al servicio de su genio, más como los dos sufren el embate de la crisis
enajenante del sistema y sus manifestaciones, cada quien, desde su naturaleza e historicidad
devinientes, ha de re-situarse en el mundo.
El hombre ha de esforzarse por comprender-se en su verdadero misterio, menos
ontologizado19, más descentrado y contextual. La Universidad ha de re-significarse en su
verdadera Identidad y Misión, apuntando a ser un evento humanizante y dador de sentido
pleno no sólo del hombre y de los hombres, sino, sobre todo, de los pueblos y de los hombres
empobrecidos y excluidos, de la historia y de las culturas, de la ciencia y de la técnica cuanto
aplicación de la ciencia, todo ello en el horizonte de la Vida.
La Universidad como el espacio de la Verdad –y la verdad remanda al ser humano y a lo
humano–, desde la funciones de Investigación, Docencia y Proyección Social, ha de responder
a los problemas y a las necesidades de los pueblos y hombres empobrecidos y excluidos. Si
quiere rescatarse como alma mater-madre nutricia, ha de nutrir o alimentar, precisamente, a
ZUBERO IMANOL, “Movimientos sociales y alternativas de sociedad”, en: ZAMORA JOSÉ A. (Coord.),
FORO “IGNACIO ELLACURÍA” SOLIDARIDAD Y CRISTIANISMO, Radicalizar la democracia, evd,
Estella 2001, p. 95-136.
17
RODRÍGUES MARCO, (Coord.), Perspectivas de la Educación Superior en el siglo XXI. Lecciones de la
Conferencia Mundial sobre Educación Superior, CRUE, Madrid 2001, p. 92, citado en: ORTEGA JOAQUÍN,
Universidades reflexivas: Una perspectiva filosófica, LAERTES, Barcelona 2005, p. 96-97.
18
ORTEGA JOAQUÍN, Universidades reflexivas: Una perspectiva filosófica, LAERTES, Barcelona 2005.
19
Con dicha expresión no niego lo ontológico del sujeto humano, pero quiero sugerir que lo ontológico no
constituya nunca una puerta cerrada a comprender-se el hombre como un ser-en-camino, in-concluso.
16
11
quienes más lo necesitan y, lo ha de hacer a través de proyectos científicos que apunten a un
desarrollo equitativo de los pueblos y de las gentes entre los que ella ha sido parida.
De una <<Universidad social y ecológicamente responsable>> se espera que:
➢ La función de Proyección Social sea la que ilumina su ser y su qué-hacer
universitarios. Así entonces, las investigaciones y las tesis de los estudiantes no
pueden responder a necesidades del mercado y sus ejecutivos así como tampoco han
de salir de la super-inteligencia del <<corpus docente>>, han de nacer de las
verdaderas y emergentes necesidades de los pueblos y sociedades, de los contextos
sociales en los que la Universidad está situada. Y, puesto que hoy existen
Universidades sin-lugar, virtuales, éstas también han de responder en sus
investigaciones a las necesidades de los no-lugares, de los no-lugares de los sin-lugar
en el mundo, de los empobrecidos y los excluidos.
➢ La función de Investigación sea una estrategia y una política integral y de categoría
científica que responda, mediada por las ciencias y las tecnologías, a las necesidades
de los pueblos y de los hombres excluidos. La investigación no puede ser manipulada
por grupos de poder para seguir empobreciendo a las mayorías, ha de ser un
instrumento de liberación, de emancipación de los negados del sistema y, ha de nacer
radicalmente de los problemas y de las necesidades sociales. Ha de estar
constantemente iluminada, motivada y relanzada científicamente por la función de
Proyección Social y tutoriada, ejecutada y evaluada por las comunidades académicas
constituidas en términos inter-pluri-disciplinarios.
➢ La función de Docencia sea una mediación de la inteligencia científica docente a
partir de las investigaciones nacidas de las necesidades de la sociedad en la que la
Universidad está contextualizada, sobre todo, de los pueblos y comunidades excluidas
del sistema. En este contexto, también la docencia ha de generar estrategias para estar
inserta en la problemática social y ha de estar orientada y dinamizada por la función
de Proyección Social. En este contexto, los docentes universitarios junto con los
estudiantes han de constituir-se en comunidades académicas de reflexión e
investigación inter-pluri-disciplinar con el fin de, mediados por las ciencias y las
tecnologías, realizar investigaciones integrales de los problemas sociales y, a la vez,
también responder con soluciones integrales y en perspectiva de la Vida a los mismos.
Así pues, la Universidad está llamada a ser social y ecológicamente responsable y, en este
horizonte, a responder científicamente a los emergentes problemas, a través de la investigación
y la docencia, partiendo del centro que lo dinamiza todo, la función social.
A continuación, expongo un gráfico en el que quiero hacer patente algunos elementos de la
edu-formación de los estudiantes en perspectiva universitaria:
➢ en el triángulo invertido, las funciones de la Universidad, donde la dialógica
Investigación-Docencia, están determinadas por la Realidad Social. Con una clara
intencionalidad señalo primero la Investigación y no la Docencia, porque es aquélla
(Investigación) la que ahonda su raíz en las situaciones sociales concretas, mientras
12
que ésta (Docencia) no hace sino provocar y colaborar de modo cualificado para que
ese diálogo se desarrolle en términos científicos integrales.
➢ en el mismo triángulo no invertido, se vindica también el rol protagónico del estudiante
en el aprendizaje y la construcción del conocimiento, quien cuanto investigador
necesariamente se ve orientado a hacia la proyección social asistido por el educadordocente experto en las ciencias y mediado por las tecnologías.
➢ en el triángulo de la base del gráfico, es la sociedad la que constantemente orienta la
investigación y, a la vez utiliza el producto de la investigación. Toda investigación
universitaria está orientada por las realidades sociales. No existe investigación que
surge del aula, surge de los campos de observación. Este es el camino dialéctica de la
praxis hacia la teoría y viceversa.
En el horizonte de responsabilidad social de la Universidad, son desafíos emergentes para la
misma, entre muchos otros, los siguientes frentes u horizontes de investigación y
profundización científica20:
➢ La construcción de una sociedad más equitativa, justa y democrática.
➢ La construcción de un Estado democrático y respetuoso de los Derechos Humanos.
➢ El fenómeno de la interculturalidad como manifestación de un mundo plural que exige
consensos económicos, éticos y políticos.
➢ La contingencia de las nuevas y emergentes culturas.
➢ Los nuevos lenguajes y simbólicas del ser humano como mediaciones de identidad,
exclusión y dominio.
➢ Las nuevas tecnologías y el impacto eco-humano.
20
Cf. KAKU MUCHIO, Vision of the future. The quantum revolution, BBC MMVII, Documental científico.
13
➢ La Genética y la Cibernética como eventos extructurantes de nuevos estilos de vida de
los sujetos y de las sociedades.
➢ El impacto de la acción y las decisiones humanas sobre la vida del ser humano y de la
naturaleza.
➢ La espiritualidad, las ciencias y la técnica.
➢ El frágil equilibrio de la vida.
➢ El futuro de la Vida en el Universo.
➢ La crisis ecológica y el futuro del ser humano.
➢ Los nuevos escenarios de las ciencias y las nuevas posibilidades de Vida.
➢ Los escenarios de un mundo futuro como consecuencia de los estilos de vida presentes.
➢ La proyección de escenarios alternativos al mercado y al capital.
➢ Los nuevos lenguajes que permiten construirnos como seres históricos descentrados y
contextualizados.
➢ El impacto de la sinergia de las revoluciones de la cuántica, la informática y la
biotecnología en la construcción de nuevas posibilidades de Vida.
➢ La ciencia y la técnica en la construcción de una civilización planetaria
➢ El impacto de la genética, la robótica, la información y la nanotecnología, en el
significado de la condición humana.
Estos y otros desafíos que aún no se encuentran mencionados constituyen frentes concretos
que la Universidad desde sus diferentes áreas del conocimiento tendría que abordarlos con el
fin de aportar científicamente en pro de la Vida del mundo y en el mundo.
14
Parte II
VISIONES ANTROPOLÓGICAS EMERGENTES
Y UNIVERSIDAD
Vicente Plasencia Llanos
Profesor de la Universidad Politécnica Salesiana
Quito-Ecuador, 2012
1. Razones para hablar de visión de hombre en la Universidad
Hombre y Universidad están íntimamente relacionados, como he sostenido, él como el genio
creador y, ella como la genialidad que a través del tiempo y el espacio le ubica y le orienta al
genio.
Si la Universidad se debe al hombre ella ha de estar al servicio del hombre y del mundo; su
servicio ha de explicitarse, por una parte, en el despertar del espíritu humano más descentrado
y contextualizado y, por otra parte, en la acción ética y política transformadora de las
estructuras sociales a favor de la Vida.
La Universidad como generadora de cultura, espacio del saber, de investigación y de ciencia,
areópago de la Verdad, no puede sino propiciar, desde su Identidad, entre otras cosas, el
desarrollo integral tanto del hombre como de cultura y, el desarrollo de una civilización
ecológica y planetaria.
No voy a remontarme al Medio Evo para hablar de los orígenes de la Universidad, pero sí
quiero recordar, antes de presentar algunas visiones actuales de ella, que ésta nació como
necesidad de humanización del ser humano y, no como ha llegado a comprenderse hoy, un
instrumental del mercado y de la empresa.
En nuestros tiempos, existen muchas posturas y concepciones sobre lo que es la Universidad
y, sin embargo, todas, de alguna forma, –desde la cultura, la vida, la verdad, la ciencia, el
saber y la investigación– convergen en la humanización del ser humano y en la mediación de
la construcción de Vida plena. Veamos, a continuación, algunas comprensiones de
Universidad y la visión de ser humano que ellas albergan en su seno.
2. La Universidad como espacio de plurales comprensiones de hombre
Es imposible no pensar en las plurales y diferentes visiones de hombre que se entrecruzan por
la Universidad, éstas visiones no sólo que llegan desde fuera ya encarnadas en los estudiantes
y en los docentes sino que también se filtran en la misma Universidad a través de sus áreas del
conocimiento, de sus facultades, de sus carreras; se ciernen también a través de los saberes, del
conocimiento, de sus investigaciones; se cuelan también a través de sus mallas curriculares y
sus planes analíticos, pero como he sostenido, sobre todo, se hacen evidentes a través del
pensar y el discursar tanto de los estudiantes como del corpus docente.
15
Desde una perspectiva sistemática y científica los programas de estudios o currículos y las
asignaturas y sus contenidos son precisamente las mejores mediaciones para reforzar, perfilar
o generar diferentes tipos de hombre. No exclusivamente, pero también gracias a lo que se
hace en la Universidad cuando se dice que se educa, es posible encontrar estudiantes y
profesionales con los más variados perfiles antropológicos, por ejemplo:
➢
➢
➢
➢
➢
➢
➢
➢
➢
➢
➢
➢
➢
➢
comprometidos con la justicia, la solidaridad y el bien común.
constructores de paz y ecológicos.
egoicos y encerrados en su propio mundo, incapaces de alteridad.
éticos y responsables con el manejo de la ciencia y de la técnica.
individualistas y explotadores de los otros.
injustos, insolidarios y corruptos.
generadores de Vida en el más pleno y plural sentido de la palabra a través de las
ciencias, la técnica y la empresa.
constructores de mediaciones para mejorar la Vida de los empobrecidos y excluidos.
temeros y acomplejados ante los nuevos y emergentes desafíos.
creativos y con iniciativas para planificar y ejecutar proyectos y propuestas a favor de
la Vida.
visionarios y diseñadores de futuros económicos y políticos mejores.
generadores de nuevos conocimientos y saberes.
respetuosos de las culturas, de las lenguas y de las religiones de los otros.
administradores, auditores, psicólogos, pedagogos, literatos, escritores, sociólogos,
periodistas, comunicadores, antropólogos, filósofos, agrónomos, ingenieros, juristas,
médicos, políticos, físicos, técnicos y científicos con visión a favor de la Vida o contra
la Vida.
Pueden ser imaginados y de-velados muchos otros perfiles de ser humano que ha construido y
sigue construyendo la sociedad y sus mediaciones, entre aquéllas, como lo he sostenido,
también la Universidad.
Este discurrir, implícito o explícito, de plurales comprensiones de hombre en la Universidad es
muy normal y, sobre todo, es necesario, debido a su naturaleza y su carácter universalista y
dialógico.
Sin, embargo, esa normalidad no puede no ser asumida desde el horizonte crítico por la
comunidad educativa, sobre todo por el corpus docente, porque son precisamente ellos y ellas
que en comunión primero con la ciencia y sus últimos alcances han de de-velar las falacias
sobre la propia ciencia, la técnica, la economía, la política, la cultura y el saber, así como
también, las falacias sobre el propio hombre, las mismas que se encuentran ocultas detrás de
ciertos conocimientos, saberes, investigaciones, autores, disciplinas y textos.
El corpus docente universitario ha de tener una actitud y una acción epistémicas sobre los
saberes y ciencias que comparten con los estudiantes. De no ser así, dicho corpus no sería
coherente con la Universidad que, por un lado, en su raíz etimológica viene de Universitas,
esto es Universalidad y, por otro lado, apunta, en su finalidad, a la Verdad.
16
Si he sostenido que las mediaciones que transparentan las visiones antropológicas en la
Universidad, sobre todo, son los estudiantes y el corpus docente con su pensar y su discursar
así como también las ciencias y los saberes, los autores y sus textos, quiero precisar el modo
cómo discurren estas visiones en la Universidad a través de tales mediaciones.
3. El discurrir de las visiones de hombre en la Universidad
Puesto que en la Universidad se han fracturado o especializado los saberes a favor de las
profesionalizaciones que exige el mundo mercadologizado, resulta también muy fácil deducir
que el discurrir de las imágenes de hombre que desfilan por las aulas físicas y virtuales no
pueden ser menos que plurales y, más allá, éstas son, como he dicho, reforzadas o generadas
de modo sistemático y fundamentado.
Ese generar o reforzar de esas plurales imágenes de hombre se hace universitariamente posible
bajo muchas formas ordenadas, entre otras, señalo algunas, por ejemplo:
➢ a partir de las categorizaciones de las ciencias y sus intereses, así: las ciencias
empírico analíticas, las ciencias histórico hermenéuticas y las ciencias orientadas hacia
la crítica.21
En el ejercicio de las ciencias empírico-analíticas interviene un interés técnico del conocimiento; en
el ejercicio de las ciencias histórico-hermenéuticas interviene un interés práctico del conocimiento,
y en el ejercicio de las ciencias orientadas hacia la crítica interviene aquel interés emancipatorio
del conocimiento que ya, como vimos, subyacía inconfesadamente en la ontología tradicional. 22
➢ a partir de las categorizaciones de la ciencia y sus métodos, así: las ciencias positivas y
su método de la experimentación y la comprobación y; las ciencias humanas y su
método cualitativo.
➢ a partir de los modelos epistémicos originarios y derivados, así:
el naturalismo, el idealismo, el realismo, el humanismo, el materialismo, el esoterismo, el
trascendentalismo, el maniqueísmo, el dialectismo, el dicotomismo, los dualismos, los referenciales
o ausentes de la semiótica, el racionalismo, el escepticismo, el modelo crítico, el relativismo, el
empirismo, el positivismo, el experimentalismo, el biologicismo, el funcionalismo, el
estructuralismo, los moralismos, el economicismo, el sociologismo, el pragmatismo, el utilitarismo,
el psicologismo, el conductismo, el cibernetismo, el eclecticismo, el coherencismo, el
constructivismo.23
➢ a partir de los plurales modelos pedagógicos, así por ejemplo, entre otros: el modelo
tradicional represivo y bancario, el modelo preventivo, el modelo liberador y el modelo
holístico.
21
Véase HABERMAS JÜRGEN, Ciencia y técnica como ideología, Tecnos, Madrid 1984; pero sobre todo,
Conocimiento e Interés, o. c.
22
HABERMAS JÜRGEN, Ciencia y técnica como “ideología”, o. c., p. 168-169.
23
Cf., BARRERA MORALES MARCOS, Modelos epistémicos, Magisterio, Bogotá 2003.
17
➢ a partir de las teorías y paradigmas científicos que explican teóricamente las plurales
realidades y, que, sin embargo, son siempre re-significables, superables y cambiables,
precisamente porque son efímeros y, como diría K. Popper, “falsables”.
A partir de las ciencias técnicas es muy común comprender al ser humano como un mediador
y facilitador de la aplicación técnica de las ciencias. Aquí prima la técnica y su aplicación a
costa del ser humano, de la cultura y de la naturaleza. El sujeto pasa a ser comprendido como
un objeto, instrumental mecánico, sistema auto-referencial y no relacional. Los discursos de
los docentes y de los tecnócratas que se mueven en este medio, casi siempre y de modo
consciente o inconsciente rayan en el economicismo y el objetivismo objetualizante.
Consecuencia de ello es precisamente la cosificación del sujeto y la crisis ecológica.
A partir de las ciencias humanas, en cambio, se habla directamente acerca del ser humano, el
punto de partida y de llegada es el ser humano y, en este contexto, los discursos de los
educadores, así como de los autores que se leen o investigan presentan visiones de hombre que
bien pueden ser visiones parciales o fracturadas, así como también visiones integrales u
holísticas.
A partir de las ciencias hermenéuticas, bien se puede actualizar visiones que en el pasado
fueron y que en la actualidad vuelven a ser re-significadas; se puede también desenmascarar o
comprender, por ejemplo, ideologías, formas de pensar de los pueblos, cosmovisiones de las
culturas, comprensiones de hombre, eventos históricos, entre otros.
A partir de las ciencias positivas y teniendo como referencia que las ciencias naturales son
analizadas a partir de los métodos de la experimentación y comprobación solamente, se puede
sostener erróneamente que todo lo que no sea experimentable y comprobable no existe o es
digno de ser científico, eliminando así irresponsablemente las realidades espíritu humano,
espiritualidad y Dioses, en concreto la metafísica y, reduciendo con ello, a la vez, al ser
humano y a la misma naturaleza a mero objeto de experimentación y comprobación.
Asimismo, a partir de unas ciencias humanas fracturadas y parcializadas se puede, también,
discursar o presentar como verdades científicas ciertos postulados o pensares acientíficos,
cayendo en relativismos y subjetivismos, cerrando así las puertas a la interdisciplinaridad.
Como acabo de esbozar, las ciencias y sus paradigmas mediados por los discursos de los
expertos, de algún modo presentan, sostienen y avalan plurales comprensiones acerca del ser
humano, del mundo, la política, la cultura, la ciencia, etc., sin embargo, quiero dejar sostener
también que, ninguna de esas comprensiones son definitivas, todas son complementarias,
falsables y efímeras, por eso un científico o docente serio, ético, libre y responsable, no puede
dejar de presentar los saberes y conocimientos de modo inter-pluri-disciplinar.
A continuación, desbrozaré esas visiones de hombre que de modo sistemático discurren en la
Universidad a través de sus mediaciones y mediadores.
4. Visiones de hombre que discurren en el espacio universitario
Aquí me propongo presentar las más grandes visiones del hombre sobre su mismidad
constitutiva y que circulan por la Universidad como entidad Una y Plural; se trata de visiones
18
viejas y nuevas pero que siempre están presentes, como he sostenido, mediadas por la ciencia,
el saber, el pensar y el discurso de los estudiantes, el corpus docente y los expertos, así: las
visiones monistas, las visiones dualistas y la visión integral u holística del hombre.
Reivindico, estas visiones se refieren concretamente a la comprensión de la constitución
misma del hombre (del cómo está constituido), no sobre sus acciones que luego se
explicitarán como las consecuencias ético- políticas de tal o cual visión.
Visiones antropológicas insostenibles
SIMBOLOGÍA
= Cuerpo
= Espíritu
* El hombre es sólo cuerpo= visión monista.
* El hombre es cuerpo y espíritu= visión dualista.
por Vicente Plasencia Llanos
4.1. Visión monista del hombre
Esta visión sostiene que el hombre en su mismidad constitutiva es una sola realidad: la pura
materia. Sin embargo, la mayor parte de pensadores monistas, no niegan necesariamente la
parte espiritual, pero al no poder explicarla terminan fusionando y explicando todo a partir de
la mera materialidad o corporeidad; otros, en cambio, no niegan ni aseveran la dimensión
espiritual del hombre, pero asumen que éste (el hombre) es pura materia sin más.
En nuestros contextos, estas posturas monistas del hombre, perviven, de modo sistemático, por
ejemplo, en aquellos pensadores, científicos y profesionales de visiones deterministas,
materialistas, biologicistas, fisicalistas y mecanicistas que asumen, defienden y enseñan que
el hombre es sólo y exclusivamente cuerpo, materia, biológica; éstos pensadores, directa o
indirectamente niegan la trascendencia del hombre, condenándolo a la absoluta inmanencia.
4.1.1. Consecuencias etho-políticas de la visión monista
El considerar al hombre en su mismidad constitutiva sólo y nada más que materia, conlleva a
la reducción del mismo a mera biología y, en la práctica, a la cosificación y, con ello, a la
utilización de los seres humanos y a la experimentación con los mismos, como si fueran
objetos.
Esta perspectiva antropológica va de la mano con la visión de un mundo mercadologizado que
comprende al hombre y a la naturaleza como objetos de explotación ilimitada. Desde este
horizonte se puede comprender fácilmente, por una parte, el por qué del atropello a la dignidad
del ser humano tanto en ciertos laboratorios de biotecnología y biogenética como en clínicas
19
de aborto o en política o en economía y, por otra parte, el por qué de la explotación de la
naturaleza.
Estas visiones occidentales parcializadas de hombre que han vuelto o se mantienen con énfasis
en la modernidad y en la posmodernidad, son las que sustentan, por un lado, la crisis ecológica
y, por otro lado, los ensayos con la vida humana, así como el exclusivo culto a la corporalidad
sin considerar que el hombre es más que mera biológica, es también espíritu, sentimientos,
afectos y emociones, inteligencia e historicidad.
4.2. Visión dualista del hombre
Sobre la constitutividad del hombre, existen varias visiones dualistas24:
a).- La presentada por Platón quien considera que el hombre en su constitución misma es dos
realidades distintas: cuerpo y alma, y de las cuales el alma es la realidad más importante de
todas; esta forma de ver y de comprender al hombre llegó al mundo occidental y cristiano
gracias a la traducción e interpretación que de Platón hiciera Agustín de Hipona.
b).- La presentada por Descartes, quien con su “cogito, ergo sum” (“pienso, luego existo”)
comprende al alma y al cuerpo en teoría separados y en la práctica unidos como el timonero
(alma) a la barca (cuerpo).
c).- La presentada por Malebranche y Leibniz, quienes llevan a comprender el cuerpo y el
alma separados de forma radical sin lograr explicar el cómo de sus posturas.
De modo general, estas visiones dualistas sostienen que el hombre es: por un lado, cuerpo y;
por otro lado, espíritu, es decir un ser dual, partido en dos.
A partir de la comprensión de que el hombre, por un lado es cuerpo y, por otro lado, es espíritu y,
que de todo ello, el espíritu o el alma es lo más importante, muchos creyentes han llegado a
sostener, erróneamente, un estilo de vida que hace efectivo el eslogan: ‘hagamos lo que más nos
plazca con el cuerpo que es nuestro, que del espíritu ya se encargará Dios.’
4.2.1. Consecuencias etho-políticas de la visión dualista
El considerar al hombre en su mismidad constitutiva como un conjunto de dos realidades
diferentes, alma por un lado y cuerpo por otro lado, conlleva a asumir al sujeto como un ser
fraccionado y, más aún, muchas veces se ha llegado a primar una dimensión sobre la otra, así
por ejemplo: creer que el alma es superior al cuerpo y, como consecuencia, considerar al ser
humano como un ser que necesita comprender-se desencarnado del mundo.
Esta visión aplicada al mundo, hace comprender a éste como algo no necesario para realizarse
humana y socialmente, a tal punto que lo mejor que puede hacer el hombre es ignorarlo,
desentenderse y en el extremo, hasta huir de él.
El problema espíritu-cuerpo, si bien es un problema viejo, no ha desaparecido, hoy ha vuelto a
la mesa de discusión bajo el problema mente-cerebro, sin embargo, –sugiere Ruiz de la Peña–
24
Cf., GEVAERT J., El problema del hombre. Introducción a la antropología filosófica, Sígueme, Salamanca
2005, p. 69-75.
20
tendríamos que discutir, más que el problema ontológico (el ser del hombre) el problema
axiológico (el valor del hombre). Si el hombre es más (valor), es porque en sí mismo es más
(ser).25
Como diría el mismo Ruiz de la Peña, la cuestión del espíritu, guarda tras de sí y conlleva en
sí un problema ético y político: el hombre reducido a materia queda a merced de las leyes
físicas y nada más, es un hombre sin trascendencia, un hombre cuantificable, destructible y
experimentable igual que el mundo y las cosas.26
Si el hombre es sólo un mecanismo (<<todos somos miembros de la gran familia mecano>>) o un
organismo puramente biológico, es claro que estará sometido a una legalidad cuyo control se le
escapa: quedará atrapado por la inexorabilidad de las leyes físicas o de las pulsiones instintivas. 27
Frente a estas visiones, sostengo estas antropologías, además de presentar una visión
fracturada del hombre, son las que hoy se hacen más fuertes y emergentes debido a dos
fenómenos:
- La modernidad que tiene como ejes de su evolución, por una parte, a la razón que fue
instrumentalizada y más tarde suplantada por la tecnología, cosificando a la postre al ser
humano y, por otra parte, al capitalismo liberal, neoliberal y globalizado que se ha afianzado
procesualmente en el mundo occidental y que exalta unilateralmente el materialismo y la
materialización de la vida a través de la filosofía del poder y del tener.
- La posmodernidad que, sistemáticamente desde los 60s, como rechazo a los postulados
racionalistas de la modernidad, aparte de exaltar la vida en su plural manifestación, así como
también la fraternidad humana, propugna la senso-emotividad no pocas veces hasta el extremo
de la irracionalidad y, exalta entre otras realidades, la estética hasta derivar en un estetismo,
donde el culto al cuerpo no revela sino el fraccionamiento del Ser.
Frente a estas tendencias afianzadoras de unas visiones parcializadas y fracturantes de la
constitución misma del hombre, éste tiene como desafío repensar su propia identidad tanto
como individuo y como comunidad humana, a menos que quiera claudicar en la búsqueda del
sentido de su existencia.
4.3. Visión integral del hombre
Frente a la visión monista y a las visiones dualistas de la constitución del hombre, planteo la
visión unitaria que sostiene que el hombre en su mismidad constitutiva es espíritu
corporeizado. El hombre es dos dimensiones integradas, así entonces se comprende como
espíritu encarnado.
La visión unitaria, al considerar al hombre una unidad total, comprende y acepta que aquél es
un ser que por sí mismo es más que todo cuanto existe en el universo, pero no por eso la
25
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Las nuevas antropologías, DERSA, Madrid 2000, p. 97. Del mismo autor,
véase también, Creación, gracia, salvación, Sal Terrae, Santander 1993, p. 56.
26
Idem., “Alma”, en MORENO VILLA MARIANO (Dtr.), Diccionario de pensamiento contemporáneo, San
Pablo, Madrid 1997, p. 59-60.
27
Ibid., p. 59.
21
cumbre del universo. Cuanto espíritu corporeizado no puede dejar de comprometerse en el
mundo y con el mundo, pero asimismo, tampoco puede dejar de ver más allá del mundo,
porque su realización si bien empieza en el mundo en el que se constituye y vive, finalmente,
no termina en el mundo de su experiencia cotidiana.
El hombre por ser lo que es, es un ser de trascendencia y su realización es un don y una
tarea; cuanto tarea, su realización está en el mundo y, cuanto don, su realización está más allá
del mundo pero no sin el mundo. El mundo como espacio y sus hermanos como referentes
personales, son la condición de la realización plena del ser humano, esto es, el hombre no se
salvará sin el mundo ni sin sus hermanos y hermanas.
En la unidad de cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, es una síntesis del
universo material, el cual alcanza por medio del hombre su más alta cima y lanza la voz para la
libre alabanza del Creador. No debe por tanto despreciar la vida corporal, sino que, por el
contrario, debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios que ha de
resucitar en el último día.28
Es esta visión unitaria la que subyace al modo de entender el origen y el fin del ser humano: todo el
hombre es creado por Dios; todo el hombre será salvado en su integridad corpóreo-espiritual
(resurrección), y no en la supervivencia fraccionaria de una de sus presuntas <<partes>>
(inmortalidad del alma sola). 29
Si en la visión monista el hombre en su constitución es sólo corporeidad, pura materia, con la
consecuencia etho-política de vivir una vida con una trascendencia limitada, reducida a la pura
inmanencia; si en las visiones dualistas, donde la constitución del hombre es dos realidades,
por un lado cuerpo y por otro lado espíritu y, de éstas se esperaba que el espíritu (alma para
otros) sea lo único que trascienda o se salve, a costa del alejamiento del mundo y, en el
extremo, del desprecio de la corporeidad; en la visión unitaria, que supera a las anteriores
incluyéndolas, es todo el hombre cuanto espíritu corporeizado o realidad psico-orgánica o
psico-física-social que se realiza y trasciende desde la relación, el lenguaje y la historicidad.
Esta visión integral que es propia de las filosofías humanistas y personalistas, coincide con la
visión judeo-cristiana que concibe que es todo el hombre el que se salva, reivindicamos, no sin
el mundo y no sin sus hermanos, puesto que el hombre es relación, esa relación en el horizonte
humanista, personalista y judeo-cristiano es siempre y radicalmente praxis liberadora.
Para complementar la comprensión de la constitutividad del hombre como espíritu
corporeizado es decisivo revisar mis aportes que co-responden a las siguientes cuestiones:
¿qué es el hombre? ¿quién es el hombre? ¿cómo es el hombre?30
28
CONCILIO VATICANO II, Constitución Gaudium et Spes, núm. 14, véase también núm. 15.
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Creación, gracia, salvación, o. c., p. 57.
30
Estos aportes asumen el desafío de comprender al ser humano como un evento espíritu corporeizado, persona
y capaz experiencia de libertad. Véanse las lecturas complementarias: ¿Qué es el hombre? ¿Quién es el
hombre? ¿Cómo es el hombre?
29
22
Visión integral del hombre
SIMBOLOGÍA
= Cuerpo
= Espíritu
* El hombre es espíritu corporeizado =
visión integral.
= Espíritu corporeizado
por Vicente Plasencia Llanos
4.3.1. Consecuencias etho-políticas de la visión integral
La comprensión de la constitutividad del hombre como espíritu corporeizado, primero que
nada es una superación de las visiones anteriores y, cuanto superación, no es que las anteriores
visiones quedan excluidas sino que al contrario, como lo he manifestado, aquéllas quedan
incluidas, transparentadas e integradas.
La visión del hombre como espíritu corporeizado permite saber-se al propio hombre como un
evento en tensión dialéctica entre lo que es y lo que no es, entre lo físico y lo metafísico y, ello
conlleva una praxis de compromiso ético-político para el sujeto cuanto individuo y cuanto
comunidad.
El hombre por ser espíritu corporeizado es un ser que se comprende como <<ser-en-el
mundo>> que mira más allá del mundo, como <<ser-histórico>> que mira más allá de la
historia, como <<ser-mortal>> que mira más allá de la muerte, como <<ser-sexuado>> que
mira más allá de la relación diferenciada y enriquecedora con los otros y, como <<sercomunicatividad>> que mira más allá del encuentro dialógico con los otros.
La comprensión integral del hombre permite al ser humano comprometer-se con el mundo
haciendo posible desde su historicidad otra historia, otro mundo posible, así como también
<<un ser humano otro>>, renovado, esto es lo que en términos cristianos llamamos <<hombre
nuevo>> que hace posible el <<cielo nuevo y la tierra nueva>>.
Esta visión integral del hombre, abre puertas a la comprensión y reflexión acerca de la praxis
contextualizada del hombre, surgiendo así otras y nuevas antropologías de las cuales haré un
pequeño esbozo.
4.3.2. Otros horizontes antropológicos a partir de la praxis contextualizada del hombre
A estas alturas de la reflexión, partiendo de la comprensión de cómo está hecho el hombre
(constitutividad), paso a trazar unos esbozos de otras antropologías que se infieren a partir de
la praxis del hombre. Abro, entonces, las puertas hacia una antropología aplicada.
Del supuesto antropológico que sostiene que el ser humano se realiza en la plural relación:
con el otro (su semejante), con lo otro (el mundo, lo infrahumano) y con lo Otro (Dios ó los
Dioses), se infiere la presencia de otras antropologías. Efectivamente, en la actualidad cada
23
vez más la antropología abre caminos hacia “la bioética, las implicaciones de las nuevas
técnicas de procreación médicamente asistida, las biotecnologías, la educación, la cultura de
empresa, la delincuencia, las sectas religiosas, etc.”31
A continuación aquellas perspectivas <<otras>> de la antropología:
a).- Una antropología de género: que hace posible unas reflexiones sobre la igualdad de
género, pero también abre puertas a otros temas como el de la ideología del género, temas que
en sí mismos no sólo conducen a una reflexión sino también a una praxis social. En este
contexto, si bien se hacen posibles las mismas oportunidades tanto para el hombre, para la
mujer y para el género trans, en el extremo ideologizado este buen propósito puede conducir
también a una competencia absurda.
b).- Una antropología de la pluriculturalidad: permite el reconocimiento de la propia cultura
así como el de las otras culturas, abriendo, con ello paso, a la relación, al diálogo y a la
integración entre culturas. Se hacen evidentes y efectivas las redes interculturales de escala
planetaria y se apunta hacia la construcción de una civilización asimismo planetaria.
c).- Una antropología urbana: que hace referencia a las poblaciones de las ciudades y sus
estilos de vida citadinos. En este contexto, se reconoce también los plurales rostros que
desfilan por las grandes ciudades enriqueciendo el desarrollo y la cultura de las mismas o en
su defecto, también engrosando las filas de los invisibilizados o excluidos. Asume fenómenos
sociales como el del reconocimiento de los diferentes, el desarraigo y la desterritorialización
del ser humano, la migración y la inmigración, la integración. Asimismo, aborda fenómenos
como los nuevos símbolos y lenguajes de las tribus urbanas y la praxis de los Derechos
Humanos.
d).- Una antropología de la economía: que asume la economía como una realidad
estructurante de los estilos de vida del hombre actual. En este contexto, el capital y el
mercado son ejes al derredor del cual gira la vida del hombre. Esto ha dado paso a un sujeto
centrado en la economía y a la crisis ecológica. Frente a ello, desde el reverso se plantea una
economía sostenible o sustentable, centrada en la persona, solidaria y de proyección social.
e).- Una antropología de la ciencia y de la tecnología: que presenta a la tecno-ciencia como
exaltación de la creatividad humana, pero también el peligro de la instrumentalización de la
misma contra el ser humano y la naturaleza. Asume el fenómeno de la tecnocracia como un
desafío a reflexionarse puesto que muchas de las veces el sujeto queda absorbido o invalidado
por el potencial y del poder de la tecnología y de la ciencia misma.
f).- Una antropología de la globalización: que busca develar las bondades y las falacias de la
globalización que enmascarada como globalización tecno-económica, globalización política y
globalización cultural al tiempo que promueve la integración planetaria de las sociedades
amenaza también no sólo con borrar del planeta las identidades de los diferentes sino más allá
con el empobrecimiento y la exclusión de las mayorías. En este contexto, se aborda el
crecimiento exponencial de las relaciones transfronterizas en el sentido económico financiero.
31
AUGÉ MARC-COLLEYN JEAN-PAUL, Qué es antropología, Paidós, Barcelona 2005, p. 78.
24
g).- Una antropología de la alteridad: que apunta a despertar en el sujeto la solidaridad y la
compasión por los excluidos y empobrecidos como una de las estrategias para hacer frente a
las visiones globalizadoras del mundo. En este contexto, “si acertamos a comprenderlo como
el ser en cuya dialógica, en cuyo ‘estar-dos-en-recíproca-presencia’ se realiza y se reconoce
cada vez en el encuentro del ‘uno’ con el ‘otro’.”32 Efectivamente, el encuentro que permite
reconocer al otro como diferente podría hacer posible una civilización pluricultural.
h).- Una antropología política:33 que busca explicar no sólo el funcionamiento de las
estructuras de Estado que están llamadas a hacer posible una vida buena sino, sobre todo, las
estructuras de empobrecimiento y exclusión de las mayorías. La negación del sujeto y la
destrucción de los ecosistemas, la participación de los ciudadanos y la praxis de sus derechos,
el surgir de Nuevos Movimientos Sociales sus propuestas y sus lenguajes democráticos.
i).- Una antropología emancipadora:34 que surge desde la resistencia y, que ante la
globalización aniquilante de identidades busca recuperar el pluralismo cultural y pluralismo
jurídico.
j).- Una antropología ecológica: que reconoce que en la crisis ecológica están acciones
antropogénicas que tienen que ser asumidas como desafíos y transformadas a favor de la Vida.
Asimismo, busca generar pautas tanto para la reflexión ética como para praxis moral de los
sujetos respecto de las relaciones para con la naturaleza y el medio ambiente en la perspectiva
de solidaridad para con el Planeta, así como también en la perspectiva de co-responsabilidad
intergeneracional.
k).- Una antropología del símbolo: que busca conocer y explicar los nuevos lenguajes y
nuevas simbólicas de las diferentes y plurales culturas emergentes, haciendo posible con ello
la visibilización de los invisibilizados y el diálogo de las identidades <<otras>>.
l).- Una antropología de la corporeidad: que hoy más que nunca, con la honda nuevaerista
(new age) busca re-significar el valor y significado del cuerpo, el mismo que en el medio evo
de la mano de Platón fue negado en el mundo occidental y, en la modernidad ha estado
también al servicio de la productividad. La corporeidad es ciertamente la dimensión humana
concreta cómo el hombre se asoma a la vida y, a la vez se relaciona. La corporeidad es
lenguaje plural (encuentro, des-encuentro, canto, danza, baile, estética, seducción, erotismo,
etc.) Formas cómo el sujeto se manifiesta y se realiza contextualizadamente en sus plurales
relaciones.35
ll).- Una antropología del sentido: que surge precisamente como respuesta al <<vacío
existencial>> (J. P. Sartre) en el que el sujeto entra ante, como diría K. Jaspers, las
32
BUBER MARTIN, ¿Qué es el hombre?, FEC, México 2005, 150-151. Véase también, LEVINAS
EMMANUEL, Totalidad e infinito, Sígueme, Salamanca 2002.
33
LUQUE ENRIQUE, Antropología política. Ensayos críticos, Ariel, Barcelona 1996.
34
VÁZQUEZ HÉCTOR, Antropología emancipadora, Derechos humanos y Pluriculturalidad, Homo Sapiens,
Rosario 2004.
35
Para profundizar este tema en perspectiva antropológica, sugiero ver: PLASENCIA VICENTE, “La
corporeidad del ser humano como la presencia desnuda de la persona”, en: Revista Utopía, Año 11, Nº 50,
Ecuador, mayo-junio 2007, p. 17-19.
25
“situaciones límite” tales como la muerte, la enfermedad, la falta de oportunidades para vivir
una vida digna y la exclusión. En este contexto el hombre “Es el ser que siempre decide lo
que es”36, “un ser responsable y capaz de descubrir el sentido concreto de su existencia”37
En este contexto de reflexión, puesto que no existe una única visión de hombre, propongo
establecer una crítica a la misma desde el siguiente texto de Michel Foucault en el que se
sostiene que:
A todos aquellos que quieren hablar aún del hombre, de su reino o de su liberación, a todos
aquellos que plantean aún preguntas sobre lo que es el hombre en su esencia, a todos aquellos que
quieren partir de él para tener acceso a la verdad, a todos aquellos que en cambio conducen de
nuevo todo conocimiento a las verdades del hombre mismo, a todos aquellos que no quieren
formalizar sin antropologizar, que no quieren mitologizar sin desmitificar, que no quieren pensar
sin pensar que es también el hombre el que piensa, a todas estas formas de reflexión torpes y
desviadas no se puede oponer otra cosa que una risa filosófica –es decir, en cierta forma
silenciosa–.38
36
FRANKL VIKTOR, El hombre en busca de sentido, Herder, Barcelona 2004, p. 110.
Ibid. Véase también, BARBOTIN EDMOND, ¿Sentido o sinsentido del hombre?, EUNSA, Pamplona 2002.
38
Citado en ORTEGA JOAQUÍN, Universidades reflexivas: Una perspectiva filosófica, o. c., p. 35.
37
26
Parte III
VISIÓN DE HOMBRE EN CIERTAS
COMPRENSIONES DE UNIVERSIDAD
Vicente Plasencia Llanos
Profesor de la Universidad Politécnica Salesiana
Quito-Ecuador, 2012
1. Comprensiones de Universidad y visión de Hombre
He elegido cinco comprensiones de Universidad, quizá las más significativas y muy actuales
y, lo que busco en ellas no es sino la comprensión de hombre que se cuela entre sus muros y
discursos. El trabajo de ver el perfil de hombre que se pinta en cada visión de Universidad no
está escrito en ninguna parte, he tenido que interpretarlo y, con ello no quiero sino abrir
panoramas sobre el evento Universidad y en ella, sobre el evento Hombre.
A modo de una contextualización, las comprensiones de Universidad que más adelante
veremos son:
➢ J. Ortega y Gasset nos presenta una Universidad europea, concretamente española, la
de Granada y, de los años 30s y 40s.
➢ K. Jaspers, en una situación de crisis de la Universidad alemana después de la Segunda
Guerra Mundial, se refiere concretamente a la de Heidelberg, la misma que se disponía
a re-abrirse. Corría el año de 1945.
➢ K. Wojtyla nos presenta una Universidad cristiana y católica que se ubica
temporalmente en la década de los 90s hasta nuestros días.
➢ J. Derrida nos presenta una Universidad, podemos pensarla europea y, más, francesa
por el lugar desde donde escribe, sin embargo y, por justicia, es mejor pensar sólo en el
sujeto Universidad occidental del tercer milenio. Sus escritos son del año 2002.
➢ I. Ellacuría nos presenta una Universidad muy nuestra, latinoamericana, la Universidad
Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) que busca la liberación del sujeto
empobrecido y de los pueblos empobrecidos, los mismos que no han dejado de estar
presentes y con más fuerza en nuestros días, puesto que el sistema en el que vivimos es
cada vez más exclusor de los habitantes de las periferias. Sus escritos corresponden a
los años 70s y 80s del siglo pasado.
Con esta mínima contextualización precisada acerca de los autores no pretendo sino compartir
el cómo –mis invitados a este diálogo– comprenden la Universidad y, en ella al ser humano.
El propósito es debatir sobre la relación Antropología y Universidad y poder enriquecer este
diálogo dialéctico.
27
1.1. Para José Ortega y Gasset
Para este pensador la Universidad “consiste, primero y por lo pronto, en la
enseñanza superior que debe recibir el hombre medio”39 En un segundo
momento, está convocada también a “hacer del hombre medio, ante todo,
un hombre culto –situarlo a la altura de los tiempos–. Por tanto, la función
primaria y central de la Universidad es la enseñanza de las grandes
disciplinas culturales.”40 En un tercer momento aquélla está llamada a
“hacer del hombre medio un buen profesional.”41
Junto al aprendizaje de la cultura, la Universidad le enseñará, por los procedimientos
intelectualmente más sobrios, inmediatos y eficaces, a ser un buen médico, un buen juez, un buen
profesor de Matemáticas o de Historia en un Instituto. Pero lo específico de la enseñanza
profesional no aparecerá claro mientras no discutamos el lema. 42
Y, en un cuarto momento, “la Universidad es inseparable de la ciencia y, por tanto, tiene que
ser también o además investigación científica”43.
En esta compresión de Universidad del filósofo español, el hombre constituye el centro de
todo el quehacer universitario. La Universidad está convocada por su naturaleza a hacer del
hombre un ser humano culto y a hacer de él un hombre profesional, sin dejar de ser ella
misma, además de ello, ciencia. En este contexto, culturizar a un hombre no es llenarle de
conocimientos o de saberes exclusivamente sino sobre todo ayudarle a devenir-se humano, a
<<estar a la altura de los tiempos>>.
En su discurso se encuentra una evidente relación entre Antropología y Universidad; en esta
relación la Universidad es la que pone el toque humanizante sobre la naturaleza humana. La
clave en la reflexión orteguiana es la cultura del hombre medio y lo demás son consecuencias
o mediaciones de la misma.
1.2. Para Karl Jaspers
En el pensamiento de K. Jaspers la Universidad tiene espíritu científico
y, sólo gracias a aquél, ella a pesar de sus crisis está en la capacidad de
volver a ser. Se refiere a la Universidad que después de Aushwitz
(campos de concentración donde se asesinaron a 6 millones de judíos)
vuelve a comenzar, concretamente dice: “Gracias a que el espíritu
científico no pudo ser destruido todavía, puede hoy recomenzar en
seguida la Universidad.”44
Critica a una Universidad fraccionada por las especializaciones y, recuerda que “En su origen
era la Universidad realmente un Todo.”45, que en ella “Ciencia y humanidad se buscan
39
ORTEGA Y GASSET JOSÉ, Misión de la Universidad. Obras completas, Tomo IV, 1929-1933, Revista de
Occidente, Altamira S. A., Madrid 1957, p. 335.
40
Ibid.
41
Ibid.
42
Ibid.
43
Ibid., p. 336.
44
JASPERS KARL, Balance y perspectiva, (Discursos y ensayos), Revista de Occidente, S. A., Madrid, p. 103.
45
Ibid., p. 110.
28
mutuamente. […] Ciencia y humanidad están indisolublemente unidas”46 y, reconociendo
que en la Universidad se hace ciencia sin humanidad y humanidad sin ciencia, sostiene que
“Para que los dos pilares, ciencia y humanidad, vuelvan a su solidez, es necesaria toda la
Universidad. ”47
Para él la renovación de la Universidad pasa por la comunidad académica que es una
comunidad de vida espiritual: “Esta renovación únicamente puede producirse de hecho por
virtud del trabajo de los individuos, investigadores y estudiantes en la comunidad de su vida
espiritual.”48
En el pensamiento jasperiano la Universidad constituye la experiencia científica de un todo
bajo las características de comunicación y tensión espiritual; rechaza los fraccionamientos y;
reivindica la libertad de cátedra y la responsabilidad de docentes y estudiantes.
la imperecedera idea de Universidad, la idea de la enseñanza superior, la cual sirve al mismo
tiempo a la investigación y a la enseñanza como una unidad, exige la libertad de enseñar y de
aprender como condición para la independencia responsable de todos los docentes y estudiantes,
rechaza la simple práctica pedagógica y la especialización exclusivista y, por el contrario,
desarrolla la unidad de las ciencias en viva comunicación y espiritual pugna.49
Para el filósofo la Universidad marca un espíritu familiar sin dejar de ser científica y, sostiene
que ello es un desafío y reto de la comunidad universitaria. Piensa, sobre la renovación de la
Universidad que ésta…
se mostrará en el espíritu de casa… en la manera cómo en ella se trabaje y discuta científicamente.
Se mostrará en las publicaciones y en los libros didácticos que hacen visible tal espíritu hasta en su
tono. Esta renovación estriba exclusivamente en nosotros. 50
Sobre el hombre que es el dínamo de la transformación de la Universidad, sostiene que:
“Cada hombre individual es una infinitud. Ninguna concepción científica puede abarcarle y
concebirle en su totalidad. El hombre es siempre más de lo que él se conoce.”51
Y puesto que su postura es la de un filósofo creyente, sostiene que “No hay verdaderamente
imagen del hombre sin Dios. Es preciso que volvamos a conquistar la imagen del hombre”52.
Ello lo dice en un contexto después de Aushwitz cuando se tenía la certeza que el hombre se
había vuelto inhumano.
Como vemos, este pensador rescata la Universidad como un espacio y comunidad espiritual
donde el hombre como individuo y como comunidad académica es el protagonista, pero más
allá, sostiene que “pertenece a la ‘humanidad’ una imagen del hombre que, trascendiendo
46
Ibid., p. 109.
Ibid.
48
Ibid., p. 105.
49
Ibid.
50
Ibid., p. 105-106.
51
Ibid., p. 109
52
Ibid.
47
29
sobre lo cognoscible, representa lo que el hombre es y puede ser.”53 La clave de su reflexión
es la Universidad como espacio y experiencia espiritual donde la ciencia y la investigación
asumidas de modo integral cooperan al devenir-se humano del hombre.
1.3. Para Karol Wojtyla
Wojtyla, en el documento que escribió sobre la Universidad Católica,
sostiene que:
La Universidad “es una comunidad académica, que, de modo riguroso y
crítico, contribuye a la tutela y desarrollo de la dignidad humana y de la
herencia cultural mediante la investigación, la enseñanza y los diversos
servicios ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e
internacionales.” (UC. 12); tiene como objetivo garantizar la presencia
de lo cristiano en el mundo universitario (UC. 13) y; tiene como misión,
“la constante búsqueda de la verdad mediante la investigación, la
conservación y la comunicación del saber para el bien de la sociedad.”
(UC. 30)54
En esta comprensión, en primer plano está “la tutela y el desarrollo de la dignidad humana” y,
cuando se habla de dignidad y de desarrollo se ha de comprender, respectivamente, por una
parte, la condición de excelencia del ser humano y, por otra parte, y, complementariamente, el
crecimiento o desarrollo integral que, en palabras de Pablo VI, es desarrollo “de todos los
hombres y de todo el hombre”.
A la par y junto con el hombre está la tutela y el desarrollo de la cultura y, no puede ser de
otro modo, puesto que la cultura es la expresión de la identidad y la vida del propio serhumano cuanto individuo y, cuanto, comunidad humana.
Las mediaciones para lograr lo propio del ser humano, esto es, la cultura, el saber y la verdad
lo constituyen precisamente las funciones universitarias como “la investigación y la
enseñanza” que son las que de una manera científica hacen posible la Misión universitaria.
En el pensamiento de Wojtyla, la verdad es la meta que el ser humano por su naturaleza la
busca, la lucha y la espera. La verdad es el máximo valor que construye al ser humano y, es
vivida en la relación con el prójimo, con el mundo y con Dios. La verdad es el principio de la
libertad.
Así pues, el centro de los esfuerzos del evento Universidad no es sino el hombre; la relación
entre Antropología y Universidad es por demás clara, pero con un matiz específico, lo
cristiano, donde la clave es la verdad como objeto del ser humano.
1.4. Para Jacques Derrida
En el pensamiento derridiano “La Universidad hace profesión de la verdad. Declara, promete
un compromiso sin límite con la verdad.”55 Para él “esa inmensa cuestión de la verdad y de la
53
Ibid.
JUAN PABLO II, Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas, 15 de agosto, Roma 1990.
Véase también, PLASENCIA VICENTE, “Aportes del pensamiento de la iglesia al quehacer universitario”, en:
Revista Utopía, UPS, Año 12, Nº 55, Ecuador, marzo-abril de 2008, p. 24-29.
54
30
luz –Aufklärung, Enlightenment, Illuminismo, Ilustración, Iluminismo–
siempre ha estado vinculada con la del hombre.”56
El filósofo critica los procesos de mundialización que se están llevando
a partir de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional, pues,
para él “la red conceptual del hombre, lo propio del hombre, del derecho
del hombre, del crimen contra la humanidad del hombre, es la que
organiza semejante mundialización.”57. En su crítica, ve que esta
mundialización “quiere ser, por consiguiente, una humanización.”58, con
lo cual, ciertamente, no está de acuerdo, porque para él si se quiere reelaborar del concepto de
hombre se lo ha de hacer a partir de las nuevas Humanidades.
si el concepto del hombre parece a la vez indispensable y siempre problemático, entonces –éste
será uno de los motivos de mi hipótesis o, si lo prefieren, una de mis tesis en forma de profesión de
fe–, no se puede discutir ni reelaborar dicho concepto, como tal sin condición, sin presuposiciones,
más que en el espacio de unas nuevas Humanidades.59
En su pensar, el concepto de hombre al que estamos acostumbrados ha de ser rehecho desde
otra forma de comprender las Humanidades y, ello sólo es posible desde una Universidad sin
condiciones, una Universidad incondicional. Así entonces, sólo desde esta condición, –
refiriéndose a la Universidad– sostiene, “ésta debería seguir siendo un último lugar de
resistencia crítica –y más que crítica– frente a todos los poderes de apropiación dogmáticos e
injustos.”60
Ese principio de resistencia incondicional es un derecho que la universidad misma debería a la vez
reflejar, inventar y plantear, lo haga o no a través de las facultades de Derecho o en las nuevas
Humanidades capaces de trabajar sobre estas cuestiones de derecho –esto es, por qué no decirlo de
nuevo sin rodeos, de unas Humanidades capaces de hacerse cargo de las tareas de deconstrucción,
empezando por la historia y sus propios axiomas. 61
Para él la Universidad está llamada a ser crítica de todo aquello que hoy prevalece como
inamovible y determinado, es decir ha de ser de-constructiva, así:
La universidad debería, por lo tanto, ser también el lugar en el que nada está resguardado de ser
cuestionado, ni siquiera la figura actual y determinada de la democracia; ni siquiera tampoco la
idea tradicional de crítica, como crítica teórica, ni siquiera la autoridad de la forma <<cuestión>>,
del pensamiento como <<cuestionamiento>>. Por eso, he hablado sin demora y sin tapujos de
deconstrucción.62
Cuando el filósofo francés postula la Universidad como espacio de la Verdad, seguidamente,
sostiene que ésta es una cuestión que tiene que ver con el ser humano y, en este contexto,
55
DERRIDA JAQUES, La Universidad sin condición, MINIMA TROTTA, Madrid 2002, p. 10.
Ibid.
57
Ibid., p. 11.
58
Ibid.
59
Ibid.
60
Ibid., p. 12.
61
Ibid., p. 13.
62
Ibid., p. 14.
56
31
rechazando los dogmatismos, sostiene que el problemático concepto de <<ser humano>> ha
de ser reelaborado desde unas nuevas Humanidades. El concepto ser humano tiene que ser
constantemente de-construido, re-interpretado, des-mitificado y re-significado so pena de
petrificarse.
Se entiende por de-construcción la acción crítica de ir al fondo del problema, en este caso del
concepto hombre para ver cuánto de verdadero o falso se encuentra en el mismo y para desde
allí rehacer el verdadero concepto; este es un desafío que ha de jugarse el ser de una
Universidad sin condición no sólo respecto de su concepto sino respecto de la ciencia misma.
Pero más allá, lo que Derrida está esclareciendo es que el hombre no es un dato esclerotizado
ni un dogma del cual nada se puede cambiar, en su pensar, el hombre es un ser que se
construye constantemente, verdad de la cual las ciencias humanas tienen mucho que decir en
cada tiempo y espacio.
Se encara, pues, una cuestión sobre el concepto mismo de hombre y la situación de las
humanidades como las ciencias que manifiestan la humanidad del humano, ambos eventos
bajo la sospecha de no guardar coherencia. Nos encontramos, otra vez, bajo esa dialéctica
Antropología y Universidad, donde la clave es la verdad y, en principio la verdad del hombre.
1.5. Para Ignacio Ellacuría
Para el pensador latinoamericano la Universidad se ha de comprender como servicio al pueblo
puesto que ella se debe a él. En este horizonte, sostiene:
si la universidad se entiende como servicio al pueblo que le da ser, entonces ha de entenderse como
función estrictamente histórica. Su realización universitaria puede ser profundamente diversa en
situaciones dispares. Lo que en cada caso determine su historicidad será la situación histórica del
pueblo al que debe servir.63
La Universidad se la ha de comprender de manera
contextualizada, en nuestro caso, desde América Latina, donde
el empobrecimiento es consecuencia de situaciones estructurales
injustas, las mismas que hay que denunciarlas y, de las cuales
hay que liberarse.
Ella como servidora del pueblo, ha de procurar el desarrollo
integral, un desarrollo “‘que no se reduce al simple crecimiento
económico. Para ser auténtico debe ser integral, es decir,
promover a todos los hombres y a todo el hombre’ (Populorum
Progessio, 14).”64
La forma específica con la que la universidad debe ponerse al servicio inmediato de todos es
dirigiendo su atención, sus esfuerzos y su funcionamiento universitario al estudio de aquellas
estructuras que, por ser estructuras, condicionan para bien o para mal la vida de todos los
ciudadanos. Debe analizar críticamente y contribuir universitariamente a la denuncia y destrucción
de las injustas. Debe crear modelos nuevos para que la sociedad y Estado puedan ponerlas en
63
64
ELLACURÍA IGNACIO, Escritos universitarios, UCA Editores, San Salvador 1999, p. 20.
Ibid., p. 22.
32
marcha. Insustituible labor de la universidad es su servicio al país como un todo y a todos los
ciudadanos. De esta orientación se aprovecharán además los profesores y estudiantes al vivir en la
universidad, que al ser lo que debe ser, les ofrece una tarea crítica y creadora, sin las que no hay
formación universitaria.65
Para él, <<en síntesis>>, “La universidad debe ser, ciertamente, un laboratorio de la verdad.”
Esa verdad que devela las estructuras injustas y dinamiza en las víctimas del sistema la
construcción de la justicia.
En la comprensión del filósofo y teólogo centroamericano, la Universidad que es una
realidad al servicio del hombre ha de plantearse radical y científicamente la verdad del
hombre y, esa realidad del hombre tiene como punto de partida, concretamente del hombre
latinoamericano que es un hombre injusticiado y victimizado.
Nuevamente, encontramos la relación Antropología y Universidad, pero esta vez desde un
contexto específico, latinoamericano y, en clave liberadora. Tiene como fuerza de reflexión la
víctima del sistema y su liberación. La clave de su reflexión es la Universidad como evento
histórico al servicio liberador del pueblo.
2. Visión de hombre desde la Universidad Latinoamericana
Habiendo conseguido un panorama de ciertas visiones de hombre a partir de las concepciones
de Universidad que los pensadores elegidos han proporcionado, sobre todo, después de la
visión que I. Ellacuría tiene de la Universidad, quiero presentar un panorama más nuestro,
latinoamericano.
2.1. La Universidad Latinoamericana en una breve contextualización histórica
En la geografía latinoamericana la Universidad se instaló desde los tiempos de la colonia. La
Orden de los Dominicos fundó la Universidad de Santo Domingo en 153866 y la de San
Marcos (Universidad de Lima) en 155267; la Universidad de México fue fundada en 1553.
No voy a seguir toda la historia de la Universidad en América Latina, porque ese no es el
objeto de esta reflexión. En cambio, sí me interesa decir que ésta ha tenido, en su existir y
hasta nuestros días, diferentes rostros. En los 60s, Guzmán Carriquiry nos presenta cuatro
tipos de Universidad en Latinoamérica, así:68
- La Universidad Aristocrática que en los tiempos de la colonia se encargó de educar a los
hijos de las élites económicas y políticas. “La Universidad Aristocrática es reflejo y expresión
en los claustros de la esclerosis de una oligarquía de raigambre aristocrática, dueña del país,
aferrada a sus posiciones y privilegios.”69
65
Ibid., p. 22-23.
GARCÍA GUADILLA CARMEN, Conocimiento, educación superior en América Latina, CENDES, Caracas
1996, p. 58.
67
DUSSEL ENRIQUE, Historia de la Iglesia en América Latina. Coloniaje y liberación 1492-1983, EMN,
Madrid 1983, p. 109.
68
SECRETARIADOS LATINOAMERICANOS MIEC JECI, Iglesia y Universidad, MIEC, Uruguay 1968, p.
21-33.
69
Ibid., p. 73.
66
33
- La Universidad Liberal-Reformista nace de la mano de la onda de la Revolución Industrial
y como producto de la creciente urbanización, promueve una enseñanza técnica y, no deja de
ser un alcance de la misma Universidad Aristocrática.
- La Universidad Desarrollista co-responde a una nueva fase de la Revolución Industrial;
tiene como fin co-operar con la onda desarrollista propugnada por el Sistema Capitalista
Liberal y, como meta la formación de líderes para el cambio, la formación de técnicos y la
formación de investigadores.
- La Universidad Liberadora que “es más un postulado que una realidad”. Busca ser una
Universidad in situ, situada, contextualizada. Quiere ser una Universidad que ahonda sus
raíces en la plural historia latinoamericana para comprender-se a sí misma como una
Universidad histórica que co-responde a los reales problemas de los pueblos en donde ella se
sitúa y a los cuales se pertenece.
Esta Universidad es la que he querido presentarla, en breves rasgos, cuando he asumido, entre
las diferentes comprensiones, la comprensión de Universidad en I. Ellacuría, quien junto a
otros Jesuitas fundaron y promovieron la Universidad Centro Americana “José Simeón Cañas”
(UCA).
Si bien pueden considerarse como cuatro fases de nuestra Universidad Latinoamericana, los
distintos grados de desarrollo de nuestras Universidades Nacionales permiten tipificar a algunas de
ellas como aristocráticas aún; a otras –la mayoría– como liberal-reformista, unas pocas como
desarrollistas, esbozándose la Universidad liberadora como proyecto que en contadas ocasiones va
tomando cuerpo al impulso y por la lucha de fuerzas progresistas de la Universidad.70
Desde este horizonte, en mi pensar, en nuestros días y mayoritariamente, salvando las
excepciones, en América Latina todavía coexisten la Universidad Aristocrática, LiberalReformista y Desarrollista, las mismas que no hacen sino reproducir y fortificar el sistema
exclusor del ser humano y destructor de la naturaleza.
Si éstas son las visiones de Universidad que coexisten en América Latina, infiero que sus
proyectos educativos sólo fortifican el statu quo y, la visión de hombre que ellas promueven
no es sino la de un hombre atrincherado en su deseo de poder y de tener, un hombre
empecinado en las reformas que no apuntan sino una adecuación de la institución al sistema
imperante y, en consecuencia, no cooperan sino al empobrecimiento y a la exclusión de las
mayorías.
El hombre que “fabrican” la mayoría de nuestras universidades no puede ser diferente al que
el Sistema lo exige. Para salir de este círculo estático y, para que la Universidad
Latinoamericana sea patrocinadora del desarrollo de los sujetos y de los pueblos, es necesaria
una transformación de las estructuras pero más allá, una radical transformación en el pensar
del hombre latinoamericano.
70
Ibid.
34
3. Desafíos para la Universidad latinoamericana
Desde el horizonte que acabo de precisar brevemente, entre los tantos desafíos que se hacen
presentes a la Universidad latinoamericana, están:
➢ Acabar de parir una Universidad Latinoamericana, una Universidad Liberadora, una
Universidad <<Otra>>, socialmente comprometida en la lucha científica por la justicia,
la paz, la solidaridad, la ecología y la Vida.
Una Universidad social y ecológicamente responsable, que promueva científicamente la crítica
a las estructuras negantes de la vida tanto de la naturaleza como de los pueblos y rostros
latinoamericanos y, haga posible, a la vez, procesos de liberación y emancipación integrales y
en favor de la Vida en sus más plurales y diferentes manifestaciones.
➢ Develar las causas del empobrecimiento sistemático de los pueblos latinoamericanos.
Una Universidad comprometida con la causa de los empobrecidos y excluidos, que devele
científicamente las causas del empobrecimiento y exclusión sistemáticas y, que sea científica y
técnicamente mediadora de un desarrollo equitativo.
➢ Rescatar la identidad de los sujetos y de los pueblos latinoamericanos haciendo
posible, a la vez, el diálogo intercultural y planetario con otros pueblos.
Una Universidad que genere propuestas científicas en las que los pueblos y el hombre
latinoamericanos, en un mundo multicultural, se ubiquen frente a sí mismos, así como también
frente a los otros y establezcan un diálogo contextualizado que a la vez les permita
comprender-se hacia dentro y hacia fuera como auténticos y en relación dialógica con las otras
culturas del mundo, haciendo posible una civilización planetaria.
➢ Desarrollar un pensamiento hermenéutico contextualizado.
Una Universidad que devele de modo científico las nuevas formas colonizantes que
enmascaradas de globalización, neoliberalismo, ciencia, técnica, educación, religión y
desarrollo atentan contra la dignidad y la identidad del ser humano latinoamericano; que
promueva proyectos de lecturas críticas de las diferentes realidades, haciendo posible que el
hombre latinoamericano genere sus propias formas de pensar y de construir ciencia y saberes.
➢ Generar pensamiento propio.
Ante el predominio de epistemes eurocentradas, la Universidad está llamada a develar las
espistemes propias de las culturas y de los pueblos latinoamericanos con el fin de
enriquecerlas en el diálogo con las otras formas de hacer ciencia en el mundo, evitando con
ello la neo-colonización y propugnando el respeto a los diferentes saberes.
En este contexto, la comunidad académica de la Universidad latinoamericana, está llamada a
construir una Universidad situada histórico-culturalmente para que desde allí, con visión
crítica y científica, sea mediadora de un proyecto de desarrollo latinoamericano integral, un
35
proyecto pluriléctico (me refiero a un diálogo entre plurales voces) que parta del reconocimiento hacia la inclusión de los excluidos, con el fin de encarar los desafíos internos de
cara a los desafíos del mundo.
La Universidad de América Latina que sueño y quiero hacerla posible, está desafiada a ser una
Universidad <<otra>>, quizá Liberadora; una Universidad que desde su ser <<otro>> tenga
como matiz y como meta, en sus proyectos científicos, de investigación y de su proyección
social, la justicia, la solidaridad y la Vida.
4. Desafíos para la Universidad ecuatoriana
En este contexto de la Universidad Latinoamericana, quiero también hacer una breve reflexión
sobre la Universidad ecuatoriana. Para referencia contextual, en lo que más tarde, con las
luchas de la independencia, sería Ecuador, la Orden de los Agustinos fundó la primera
Universidad de Quito, la de San Fulgencio, en 1586; en 1622 se fundó la Universidad de San
Gregorio a cargo de los jesuitas; en 1786 surge la Universidad de Santo Tomás de Aquino a
cargo de los Dominicos; en 1826 se estableció la Universidad Central71 y, en 1946 la
Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Actualmente, según el CONEA, en el país existen 71 universidades72. Éstas han crecido en
número, sobre todo, a partir de los 80s y, una de las causas para este crecimiento constituye el
valor económico que ha cobrado el conocimiento para el sistema capitalista neoliberal, el cual
propugna voraces procesos de competitividad.73
En este contexto de “competencias”, al que nos arrastra el sistema, me hago las siguientes
preguntas: ¿cuáles son los rostros de nuestra Universidad? ¿Acaso no coexisten también en el
Ecuador la Universidad Aristocrática, la Liberal-reformista y la Desarrollista? ¿Qué visión de
hombre están plasmando las 71 universidades que están presentes en el Ecuador?
La Universidad ecuatoriana, a pesar de todo lo que ha representado y representa positivamente
en la cultura y el desarrollo del país, nos debe a los ecuatorianos, y cuéntese como desafíos,
entre otras cosas:
➢ una investigación que nos devele las verdaderas causas del creciente y sistemático
empobrecimiento y exclusión de las “clases” populares, trabajadoras, indígenas,
afrolatinas y mestizas.
➢ una explicación de su postura política silente frente a los gobiernos corruptos y
negantes de los derechos humanos.
➢ una co-operación clara y directa en un proyecto de un <<país otro>> donde la justicia
sea el dínamo de la política y la economía internas.
71
AYALA MORA ENRIQUE, Resumen de historia del Ecuador, CEN, Quito 2003, p. 136-138.
72
http://www.ecuadorinmediato.com/Noticias/news_user_view/conea_pide_cerrar_a_26_universidades_en_ecuado
r--116385
73
Cf., GARCÍA GUADILLA CARMEN, o. c., p. 44.
36
➢ la Universidad ecuatoriana está desafiada a ser social y ecológicamente responsable; a
promover una sociedad equitativa; a jugarse su identidad en los procesos de
construcción de país haciendo posible el reconocimiento y la inclusión de los
diferentes; a generar investigación y propuestas científicas a favor de la Vida.
➢ En este contexto, la docencia universitaria también está desafiada no sólo a ser
expertos en las ciencias y sus aplicaciones que tendría que ser radicalmente a favor de
la Vida, sobre todo de los empobrecidos y excluidos sino, también a generar
investigación desde los reales problemas sociales con el fin de romper con las
estructuras negantes de la Vida y hacer posible una sociedad más justa.
En las últimas décadas, la Universidad ecuatoriana ha sido, por un lado, muy eficiente para
promocionar-producir profesionales que luego han sido desempleados y, por otro lado, muy
débil para desenmascarar, a través de la investigación científica, las verdaderas causas de las
plurales y consecutivas crisis del país, así como del empobrecimiento sistemático de las clases
populares, afrolatinas e indígenas. Esta crítica no significa que la Universidad no haya hecho
investigación científica, en absoluto, ella ha hecho investigación en cantidad y en calidad, pero
en orden al desarrollo del sistema capitalista que enriquece a unos pocos y empobrece a las
masas. Es decir, sus proyectos de investigación no abordan las verdaderas necesidades de los
empobrecidos y excluidos, así como tampoco se co-responden con un proyecto-país que no
existe.74
La Universidad ecuatoriana también está en crisis, si no, no se entiende el por qué,
actualmente al Estado le interesa la acreditación de las universidades. Ciertamente existen
razones para pensar la crisis universitaria, así:
la universidad no prepara los recursos humanos requeridos por el desarrollo nacional; en que
quienes obtienen un título no están preparados para el ejercicio de sus profesiones… en que la
investigación científica carece de importancia, no tiene quién lo haga o le falta calidad y seriedad;
en su limitada vinculación con la problemática social y popular y en que el pensamiento y la
opinión de la universidad no cuentan en el debate nacional. 75
Se trata de una crisis de la cual aún no ha salido, es una “crisis de la universidad, sin cuya
solución no podrán superarse los obstáculos económicos, sociales, culturales y políticos que
actualmente traban el desarrollo del Ecuador.”76
Bien sé que no es justo generalizar y no es ético pensar que todas la Universidad sean iguales,
cada cual es cada cual, sin embargo, la realidad habla con contundencia: el país está lleno de
74
Para muestra, véase CONSEJO NACIONAL DE UNIVERSIDADES Y ESCUELAS POLITÉCNICAS, La
investigación en la universidad ecuatoriana, proyectos de investigación financiados por el CONUEP 1983-1986,
CONUEP, Quito 1987. ¿Cuántos proyectos apuntan a develar las verdaderas crisis del país? De los muchos,
muy pocos y, esos pocos, co-responden, sobre todo, a la Universidad Central y a la Pontificia Universidad
Católica del Ecuador.
75
HURTADO LARREA OSVALDO, Crisis y reforma de la Universidad Ecuatoriana, FESO, Quito 1992, p. 51.
Véase también PACHECO PRADO LUCAS, La Universidad ecuatoriana. Crisis académica y conflicto político,
ILDIS, Quito 1992.
76
Ibid., p. 9.
37
Universidades, de profesionales sin trabajo y, el país no tiene aún una salida a su crisis
económica y política, crisis que no es de ahora sino de siempre.
Ciertamente no vamos a echar toda la culpa a la Universidad porque ella es apenas una parte
de las instituciones mediadoras del equilibrio de la sociedad, pero no olvidemos que es la parte
más privilegiada para promover y llevar a cabo estos desafíos y de manera científica.
No es coincidencial que desde la educación se puede apuntar a la humanización del ser
humano, a la búsqueda de un desarrollo integral de los pueblos y a la construcción de la
verdad y de la justicia y, en ello la Universidad lo tendría que hacer con calidad y
científicamente, pero me temo que estoy pensando utópicamente cuando es evidente que en
nuestro país la educación, con algunas excepciones en los diferentes niveles e instituciones
educativas, se ha devaluado.
Si todas las universidades estuviesen, desde la vinculación social, la docencia y la
investigación, comprometidas ética y políticamente, histórica y socialmente con la
construcción de una sociedad más equitativa, justa y solidaria, el presente y el futuro del
Ecuador sería otro.
Pero como he dicho que no es justo ni ético generalizar, las contadas Universidades que
realmente están comprometidas ética y políticamente con el pueblo, están llamadas a seguir
abriendo brechas y generando propuestas incluyentes y co-operativas de cambio; están
convocadas a integrarse para potenciar y a hacer extensivos e intensivos programas de
reflexión así como proyectos investigativos conjuntos surgidos desde las reales necesidades
del país, sin perder el horizonte regional ni planetario.
Desde esta panorámica esbozada, sencillamente, el Ecuador necesita una Universidad
<<Otra>> y, para parir una Universidad <<Otra>>, comprometida con la ciencia, con la
cultura, con la justicia y con la vida, no se requiere necesariamente, aunque en caso extremo
sí, de la intervención de un Estado que a través de una ley centralista trate de negar la
autonomía universitaria, se necesita de un corpus docente “que tenga la valentía de
recuperar… las dimensiones de auténtica sabiduría y de verdad, incluso metafísica” 77; se
requiere de científicos comprometidos con la verdad, con la justicia y con la Vida.
El país requiere de una Universidad diferente, una Universidad social y ecológicamente
responsable, comprometida etho-políticamente desde los empobrecidos por un Ecuador
diferente, donde la justicia sea praxis y teoría cotidianas y, ese desafío es tuyo y mío, nuestro.
77
JUAN PABLO II, Enc. Fides et Ratio, Roma, 14 de septiembre 1998, núm. 106.
38
Parte IV
VISIÓN DE HOMBRE EN LA UNIVERSIDAD
POLITÉCNICA SALESIANA
Vicente Plasencia Llanos
Profesor de la Universidad Politécnica Salesiana
Ecuador, 2012
1. Visión de hombre en la Carta de Navegación de la UPS
La visión que de ser humano tiene la Universidad
Politécnicas Salesiana (UPS) está condensada, de alguna
manera, en su Carta de Navegación, sobre todo, en la parte
de la Identidad, la Misión y la Visión, así que paso a dar un
vistazo al hombre que se nos asoma a través de aquellas
ventanas de la casa.
1.1. Visión de hombre en la <<Identidad>>
En primera instancia, en los postulados de las Instituciones Salesianas de Educación Superior
(IUS) con claridad meridiana se dice que la Universidad “es una institución de Educación
Superior de inspiración cristiana, con carácter católico e índole salesiana.”78
Seguidamente, se explica que la inspiración cristiana “supone una visión del mundo y de la
persona enraizada y en sintonía con el Evangelio de Cristo, y una comunidad académica que
comparte y promueve esta visión”79. En este texto, son concluyentes, concretamente dos
elementos básicos:
- la relación vital mundo-hombre cuanto proyecto salvífico de Dios y,
- una comunidad que está de acuerdo con esta visión y, que desde su plural co-responsabilidad
la vive y la testimonia, por eso, es coherente el que se sostenga que una de sus principales
características de la Universidad Politécnica Salesiana cuanto Católica, constituye “el esfuerzo
institucional al servicio del pueblo de Dios y de la familia humana en su itinerario hacia aquel
objetivo trascendente que da sentido a la vida”80
Hablar de un objetivo trascendente sólo es posible cuando se comprende al ser humano como
un ser de trascendencia, es decir de un ser-pro-yecto, de un ser-inacabado, de un ser que se
encuentra en un constante devenir-se. Esta visión trascendente del hombre es defendida, sobre
todo, en las filosofías personalistas, humanistas y cristiana.
La UPS, abiertamente, comprende al ser humano como un ser de trascendencia y dialógico, un
ser que se realiza en las relaciones plurales con el otro (me refiero al ser humano), con lo otro
78
DIRECCIÓN GENERAL CONGREGACIÓN SALESIANA-ROMA, Identidad de las instituciones salesianas
de educación superior, Roma, 2003, p. 12-13.
79
Ibid., p. 12.
80
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA, Carta de Navegación, Ecuador 2009, p. 24.
39
(me refiero al mundo y a lo infra-humano) y, al Otro (me refiero a Dios o a los Dioses). La
Politécnica Salesiana comprende a un ser humano, por su naturaleza, trascendente y
relacional, capaz de establecer caminos de diálogo y encuentro entre Fe y Razón, que en otras
palabras viene a ser entre Religión y Ciencia y en ultimidad entre el Hombre y Dios.
Esta dialógica no se comprende si no es desde una visión humanista y cristiana tanto del
hombre como de las realidades que le circundan a éste. Dicha visión creyente de la realidad y
del ser humano no se encuentra en contradicción u oposición con otras visiones, no, sino en
diálogo franco con la cultura y la ciencia en el más pleno y amplio sentido de los términos.
En este contexto, sostiene para la Universidad como desafío, el de “propiciar el diálogo entre
Fe-Razón, unificar existencialmente en el trabajo intelectual, la búsqueda de la verdad y la
certeza de conocer la fuente de la verdad.”81 Ya me he referido a la dialéctica Fe-Razón, ahora
quiero referirme a la cuestión de la verdad y la fuente de la verdad.
Antropológicamente hablando, la verdad es una cuestión humana, por tanto, evento que revela
la hominización del hombre, pero más allá y, en la visión cristiana, la verdad es reflejo de la
única verdad que es Dios, por tanto, de la verdad humana, su fuente.
En la visión cristiana la verdad es la condición para ser libres, verdad y libertad constituyen no
solamente valores humanos sino también valores del Reino y, no revelan sino la dignidad la
entera creación, así como la del sujeto humano.
Se comprende por Reino, la construcción de un mundo más justo y, en este contexto, buscar la
verdad en términos cristianos, no es sino hacer posible que Dios se manifieste en el mundo y
en las realidades mundanas.
1.2. Visión de hombre en la <<Misión>>
En segunda instancia, en la <<Misión de la UPS>> se encuentran otros elementos de la
comprensión del ser humano, tales como: un ser-integral, comprometido ética y políticamente
con las realidades cotidianas y, desde ellas y, no sin ellas, tensando hacia la trascendencia.
El postulado “honrados ciudadanos y buenos cristianos”82, no expresa sino la situación
concreta del ser humano como un ser dinámico y comprometido ética y políticamente con el
mundo y la transformación de sus estructuras sociales, económicas y culturales. Se hace
evidente un hombre trascendente que desde la realidad espacio-temporal tensiona desde su
cotidiano existir hacia lo trans-espacio-temporal.
Aparece así una visión trascendente del hombre83, la misma que permite comprender al
hombre, en la praxis, como co-gestor individual y comunitario de estructuras sociales,
políticas y económicas más humanas y humanizantes.
Desde este contexto, se comprende meridianamente su actuar etho-político como un
compromiso radical a favor de los empobrecidos y excluidos; actuar que tiene como punto de
81
Ibid., p. 23.
Ibid., p. 31.
83
Véase en la Parte II, el numeral 4.3. sobre la “Visión integral del hombre”, así como también la nota 10.
82
40
partida la dignidad del sujeto humano y, con ello, la crítica y el rechazo racional a las
estructuras irracionales, injustas y antihumanas. Esta praxis es la que desde América Latina la
comprendemos como praxis libradora y, desde Europa, en los pensadores críticos, la
comprenden como praxis emancipadora.
Se hace transparente un ser humano solidario, abierto a la “alteridad”84 de los diferentes,
especialmente de los empobrecidos y excluidos del sistema, capaz de generar desde sus
saberes, su profesión y su empresa, espacios, proyectos y experiencias a favor de la Vida.
Para confrontar lo dicho hasta el momento, ahí la <<Misión de la UPS>>:
La formación de honrados ciudadanos y buenos cristianos, con excelencia humana y académica. El
desafío de nuestra propuesta educativa liberadora es formar actores sociales y políticos con una
visión crítica de la realidad, socialmente responsables, con voluntad transformadora y dirigida de
manera preferencial a los pobres.85
1.3. Visión de hombre en la <<Visión>>
En tercera instancia, en la <<Visión de la UPS>> se reivindica un ser humano transformador
de las estructuras despersonalizantes así como generador de eventos a favor de la Vida; un
hombre que tiene como principio la verdad y como mediaciones estratégicas la docencia, la
investigación y la proyección social. Se revela un ser humano social e históricamente
comprometido con la realización de un <<mundo otro>> donde todos quepan y en términos de
justicia y dignidad.
Puntualmente, en la <<Visión>> se sostiene que, la Universidad:
inspirada en la fe cristiana, aspira constituirse en una institución educativa de referencia en la
búsqueda de la verdad, el desarrollo de la cultura, de la ciencia y tecnología, mediante la docencia,
investigación y vinculación con la colectividad, por lo que se compromete decididamente en la
construcción de una sociedad democrática, justa, equitativa, solidaria, con responsabilidad
ambiental, participativa y de paz.86
La <<Visión>>, deja al descubierto otros “aspectos”87 de lo que se propone como Universidad,
así pues, entre muchos otros, se busca hacer realidad una Universidad:
➢ “donde el educando sea el sujeto fundamental de su propia educación… donde el
estudiante pueda verdaderamente escoger lo que él quiere ser y no lo que nosotros
queremos que sea.”
➢ “donde el aprendizaje permita el desarrollo de los valores intrínsecos del ser humano.”
➢ “donde el estudiante tenga la posibilidad de confrontarse consigo mismo. Conocer sus
valores y también sus limitaciones.”
84
Cf., LEVINAS EMMANUEL, Totalidad e infinito, Sígueme, Salamanca 2002.
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA, Carta de Navegación, o. c., p. 31.
86
Ibid.
87
Para tener una visión completa, véase Ibid., p. 32-33.
85
41
➢ “Un espacio donde llegue a apreciar y valorar la necesidad de la relación con sus
semejantes, donde Dios y la Fe no entran en su vida por el estudio, sino por la
experiencia práctica del servicio al hermano.”
➢ “donde se eduque para el Ser y el Saber”; “donde se llegue al saber en forma crítica, y
el conocimiento esté ligado a la experiencia de vida.”; “donde la educación sea más
participativa y cooperativa.”; “Donde podamos aprender juntos para poder despertar la
necesidad de ser para el otro. La participación y la cooperación tienen que desterrar al
docente que lo sabe todo”.
➢ “donde la preocupación social, la situación real de nuestro pueblo marginado, prime
sobre toda opción y la lleve a buscar nuevos caminos de justicia y de solidaridad.”
Éstos y otros aspectos condensan la visión de un hombre diferente en su plural ser y existir.
Y, las mediaciones de las que se vale la UPS para responder a este ser humano diferentes y
plural como destinatario de su misión, son precisamente la <<Pedagogía del ambiente
comunitario>>, la <<Pedagogía de la mediación cultural>>, la <<Pedagogía del compromiso y
la implicación con la propia realidad cultural, social y eclesial>> y, la <<Pedagogía del
acompañamiento personal y grupal>>, las mismas que no revelan sino las dimensiones de su
Proyecto educativo-pastoral:
la <<Dimensión educativo-pastoral>>, la <<Dimensión
evangelizadora-catequética>>, la <<Dimensión vocacional>> y, la <<Dimensión
asociativa>>.88
Como se podrá evidenciar, tanto las pedagogías como las dimensiones de la propuesta
educativa de la UPS no revelan sino la visión de un hombre complejo llamado a realizarse a
partir de la relación.
1.4. Las antropologías que se encuentran en la UPS
En razón de la dimensión Politécnica de la Universidad Salesiana y, desde el enfoque
antropológico filosófico-teológico que me ha permitido develar el personalismo cristiano que
se encuentra en su Carta de Navegación, puedo también, develar y asegurar la presencia
dialógica de otras antropologías que se encuentran enriqueciendo la visión de ser humano
de la Universidad Politécnica Salesiana, así:
➢ Una antropología contextual que devela al hombre como <<ser-en-el-mundo>>
(Heidegger), comprometido, desde las ciencias y la técnica con la transformación de
las realidades mundanas y en búsqueda de una sociedad más justa.
➢ Una antropología de la historicidad que descubre al hombre como <<ser-histórico>>,
un ser que se realiza contextualizadamente desde su libertad y en las plurales
relaciones (con el otro, con lo otro y con el Otro) como un ser biográfico.
➢ Una antropología de la ciencia y de la técnica que le devela al ser humano como
<<ser-creativo>>, un ser llamado a generar ciencia, saberes y tecnologías, las mismas
que, aplicándolas responsablemente en diferentes circunstancias, le ayudarían a
88
Cf., Ibid., 26-29.
42
construir mejores escenarios de vida, tanto para sí mismo como individuo como para
los demás cuanto comunidad humana.
➢ Una antropología ético-política que revela al hombre como <<ser-etho-político>>, un
sujeto capaz de sentir-se solidario y de hacer-se responsable, desde su libertad, con el
sufrimiento y las necesidades de los empobrecidos y excluidos.
➢ Una antropología crítica que descubre al hombre como <<ser-inquieto>>, estudioso
de las realidades que lo circundan; un ser que inflexionando sobre los problemas
sociales, políticos, económicos y culturales busca respuestas científicas y técnicas a
favor de la Vida.
➢ Una antropología de la interculturalidad que le manifiesta al hombre como <<serintercultural>>, un ser capaz de alteridad y diálogo incluyente con los otros, los
diferentes y sus partners.
➢ Una antropología de la neurolingüística que le revela al hombre como <<serinteligente>>, no sólo capaz de leer y comprender los lenguajes de los otros, sino,
sobre todo, capaz de construir-se en el encuentro-dialógico con los diferentes.
➢ Una antropología de la vocación que le devela al hombre como <<ser-llamado>> a
realizarse, haciendo posible la realización de los otros, especialmente, de los
empobrecidos y de los excluidos.
➢ Una antropología de los afectos y de las emociones que le refiere al hombre, en
palabras de X. Zubiri, como “ser-sentiente” esto es, un ser afectivo, emocional y
sensitivo, en otras palabras, como un ser capaz de amar y de ser amado.
➢ Una antropología de la trascendencia que le descubre al hombre como <<sertrascendente>> o como diría J. Marías, “futurizo”; un ser plus que no busca el sentido
de su vida debajo de sus pies, sino como diría el mismo X. Zubiri, más allá desde la
<<aquidad>> en la <<allendidad.>>
En este entramado de visiones de hombre que conviven dialógicamente en la UPS, el rol del
corpus docente no es sino dinamizar un diálogo respetuoso, investigativo y científico.89
2. La centralidad de la persona del estudiante
En la visión del carisma y la pedagógica salesiana, el sujeto joven90 o la persona o el
destinatario constituye el centro de los desvelos del resto de la comunidad educativa y, ello se
Invito al lector a revisar un ensayo intitulado: “Supuestos antropológicos que dinamizarían una relación
educativa en la que el sujeto estudiante verdaderamente constituya el centro en la UPS”, de la autoría del
Profesor José Juncosa.
90
La categoría joven puede comprender desde diferentes ángulos, así: como condición biológica, como rasgo
psicológico y como estado vital de ánimo del sujeto. Desde esta perspectiva última, todo el que tenga cualidades
como la alegría, el entusiasmo y la jovialidad, tiene un espíritu joven.
89
43
inspira en “el espíritu y en la pedagogía salesiana, nacidos del Sistema Preventivo vivido por
Don Bosco en el Oratorio de Valdocco.”91
En este horizonte, la Universidad hace “una opción prioritaria por los jóvenes, sobre todo, los
de las clases populares”92. Parafraseando a Jon Sobrino, el/la joven empobrecido-a constituye
el lugar teológico de la propuesta educativa salesiana, sin embargo, en la UPS no todos los
destinatarios son jóvenes ni tampoco empobrecidos, por lo que, de aquí en adelante, en mi
reflexión, sólo me referiré a <<destinatarios>> o a <<estudiantes>>, sea cual fuere la
condición etaria de aquéllos.
Teniendo como clave de lectura la experiencia educativa de Don Bosco, la misma que se
sintetiza –o simplifica demasiado (el comentario es mío)– en el llamado Sistema Preventivo, la
UPS considera a sus destinatarios como el rostro de Dios que se hace manifiesto a la
comunidad educativa para ser educado integralmente, les ofrece un clima de familia donde
prevalecen los principios de religión, razón y amor (amorevolezza).93
El sistema preventivo, antes que un método, es una experiencia de caridad pastoral que nos dispone
a acoger a Dios en los estudiantes, convencidos de que en ellos Dios ofrece la gracia de
91
DIRECCIÓN GENERAL CONGREGACIÓN SALESIANA-ROMA, o. c., p. 13.
Ibid.
93
Ibid.
92
44
encontrarnos con Él, y nos llama al servicio en ellos, reconociendo su dignidad, renovando la
confianza en sus recursos de bien y educándoles para que lleguen a la plenitud de vida. 94
Desde este horizonte, sin rayar en el antropocentrismo que de por sí es negativo, sino más bien
haciendo énfasis en la <<solicitud por el otro>>, sin los destinatarios no existe ni el carisma
ni la misión de Don Bosco, así entonces, la Universidad es y debe ser radicalmente mediación
de la misión de Don Bosco. Y la misión de Don Bosco, lo dice él mismo, son “los jóvenes
pobres, abandonados y en peligro.”95 Aquellos son, entre algunos adultos, los jóvenes que
hoy se encuentran también en nuestros espacios universitarios.
Pero más allá de los jóvenes e incluyendo directa o indirectamente, sobre todo a los jóvenes
“pobres, abandonados y en peligro”, los destinarios de la UPS son tantos sujetos que sufren,
de uno u otro modo, nuevos peligros, nuevos abandonos y nuevas pobrezas, lo cual hace que
la propuesta de educación superior salesiana esté centrada en el destinatario cuanto respuesta
liberadora y dignificante del sujeto.
Si en la propuesta educativa salesiana el destinatario constituye el centro, la UPS y su
comunidad académica han de esforzarse por conocerlo cercanamente con el fin de
acompañarlo con excelencia académica en la construcción de sus sueños y esperanzas. Este
desafío conlleva a que se esboce una antropológica tanto del docente como del destinatario de
la institución, una cuestión que trataré de esbozar en lo que sigue de mi reflexión.
3. El educador como acompañante y animador de los estudiantes
Cada educador o educadora ha de ser un sujeto, como se sostiene, <<animador>> de los
destinatarios jóvenes o no jóvenes, esto es: ha de asistir, acompañar y co-laborar con el
estudiante universitario para que se promueva a sí mismo desde sus potencialidades puestas a
prueba en contextos concretos como la ciencia, la investigación, el estudio, la política, la
economía y la cultura, en definitiva para que sea el mismo estudiante el protagonista de sus
propias iniciativas, sueños y proyectos a favor de la vida.
El educador ha de ser <<maestro>> que enseña con la vida, es decir, ha de ser ejemplo de vida
y, ello es un desafío para que cada quien como educador se confronte consigo mismo y se
disponga a estar no sólo a la altura de la disciplina de la cual es experto-conocedor, sino que
más allá todavía, procure estar a la altura de los destinatarios para poder acompañarlos con
calidad académica y calidez familiar a los plurales y diferentes estudiantes destinatarios, esto
es, estar el docente a la altura de los tiempos. Estar a la altura de los tiempos en Ortega y
Gasset significa estar ubicado con inteligencia y creatividad en el preciso espacio-tiempo, en
pocas palabras, significa estar contextualizado.
Parafraseando a E. Viganó, los educadores salesianos han de estar en la capacidad de
establecer ese diálogo entre “Don Bosco y los tiempos” en medio de los destinatarios, desde
los destinatarios y con los destinatarios, desde el diálogo y el encuentro cotidiano en el que
median también y, no exclusivamente, las ciencias y las disciplinas.
94
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA, Carta de Navegación, o. c., p. 24.
PERAZA FERNANDO (Edtr.), Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales por San Juan Bosco
(edición crítica), CSR, Quito 2001, Núms. 44 y 65.
95
45
En este contexto quiero precisar parte del sueño del ex-Rector de la UPS, Luciano Bellini96,
para quien la Universidad ha de ser <<otra>>, diferente, científicamente salesiana:
Una Universidad donde los profesores amen el trabajo que realizan, donde no se consideren los
sabios, sino que se transformen en animadores de los jóvenes estudiantes. Que estimulen y hagan
apreciar el saber, de tal manera que la tarea de enseñanza-aprendizaje se vuelva una acción
agradable y no odiosa como lo es en muchas circunstancias. Debe ser un experto en el
conocimiento del corazón del joven, sabiendo que nada impuesto es aprovechado, sino todo debe
ser fruto de la razón y la bondad.97
Y, más allá todavía, con el nuevo giro pedagógico constructivista que la UPS presenta, en el
contexto de los nuevos tiempos y desafíos, el educador o el docente está desafiado a cambiar
de perspectiva: el docente no viene a enseñar sino a acompañar en el proceso de aprendizaje
del estudiante, viene a generar inquietud por el conocer y el saber en el estudiante.
No quiero hablar de un perfil de educador-educadora, no, pero es meridianamente claro que el
educador de la Politécnica Salesiana no es un educador como los demás; es un sujeto, una
persona modelo de vida para los destinatarios estudiantes; es un sujeto abierto a la ciencia, a
la investigación, a la justicia, a la paz y a la vida; dispuesto a romper viejos esquemas y
llegar al corazón y a los desafíos y retos de los estudiantes; es un sujeto con una inteligencia
inter-pluri-disciplinar, flexible y dinámico que acompaña y anima a los estudiantes a
zambullirse en el mar de las ciencias y a partir de la experiencia; es un sujeto jovial que
abajándose a la vida y a los intereses de los destinatarios les asiste en el proceso de
aprendizaje, despertando en ellos la erótica por la ciencia y la investigación.
Ahí entonces, de una forma condensada algunas de las características del perfil del sujetoeducador de la Universidad Politécnica Salesiana.
4. Hacia una antropológica del estudiante universitario
No creo haber visto aportes sobre una antropológica del estudiante universitario, sin embargo,
me atrevo, antes que nada, a sostener que, por antropológica del estudiante universitario
comprendo, sencillamente, una especie de semblanza sui generis del sujeto que ha optado por
ser partícipe de la propuesta educativa de una Institución de estudios superiores.
En primera instancia, en la Universidad no todos, como he sostenido, son jóvenes, de hecho
quienes estudian en la Universidad la mayoría son jóvenes pero también los hay adultos. En
circunstancias otras existen Universidades exclusivamente para adultos, especialmente
aquellas Universidades de especializaciones. En segunda instancia debo sostener que no
todos, como diría Ortega y Gasset, vienen con una <<necesidad auténtica>>98 de apropiarse
del saber o mejor todavía de construir saber, más bien, la mayoría se asoma a las ciencias y a
los saberes ya construidos con el fin “in genere, de <<saber>>, de instruirse”99, conocer algo
Véase BELLINI FEDOZZI LUCIANO, “Educar en la Universidad hoy”, en: Revista Universitas, Año VI, Nº
9, Ecuador 2007, p. 11-27.
97
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA, Carta de Navegación, diciembre 2004, p. 44. Véase también
Idem., Carta de Navegación, 2009, p. 32-33.
98 ORTEGA Y GASSET JOSÉ, Misión de la Universidad, Revista de Occidente, Madrid 1960, p. 105.
99 Ibid., p. 103.
96
46
más que le pueda servir para competir en el mundo de la producción, para sobrevivir, así pues,
no se puede, con el común de los estudiantes, hacer posible investigaciones científicas o
esperar de ellos el devenir-se científicos.
Pero ¿qué es ser estudiante y estudiar? Ser estudiante y, en ello coincido con Ortega y
Gasset, es ser un sujeto “a quien la vida le impone la necesidad de estudiar las ciencias, de las
cuales él no ha sentido inmediata, auténtica necesidad.”100 Estudiar viene a ser una necesidad
mediada y no auténtica, en el sentido de que el estudiante no estudia porque le interesa la
ciencia, sino que, al revés, le interesa estudiar porque en el sistema en el que vivimos, se
impone como necesidad, estudiar.
En este horizonte, “Estudiar y ser estudiante es siempre, y sobre todo hoy, una necesidad
inexorable del hombre. Tiene éste, quiera o no, que asimilarse el saber acumulado, so pena de
sucumbir individual o colectivamente.”101
Lo que acabo de asentir con Ortega y Gasset, es la tónica en general del estudiante que llega a
la Universidad y, quizá por eso dicho estudiante no trae preguntas e inquietudes como parte de
la erótica de la búsqueda del saber, sino que se limita a instruirse, a <<saber>> lo que de
alguna manera ya está dado.
Sin embargo, en el contexto de aquella tónica no generalizable, existen, también, estudiantes
que en realidad vienen con un deseo e interés por el saber y, son ellos los que de uno u otro
modo rompen con las categorías estudiante y estudiar. Son los que traen muchas preguntas
porque en realidad están ávidos de saber y de conocer, ellos con su actitud y su acción son los
que transforman la ciencia y los saberes dando paso a nuevas construcciones y aplicaciones.
el menesteroso de una ciencia, el que siente la profunda necesidad de la verdad se acercará
cautelosos al saber ya hecho, lleno de suspicacia, sometiéndolo a crítica; más bien con el prejuicio
de que no es verdad lo que el libro [o el autor o el científico o el profesor] sostiene; en suma,
precisamente porque necesita un saber con radical angustia pensará que no lo hay y procurará
deshacer el que se presenta como ya hecho. Hombres así son los que constantemente corrigen,
renuevan, recrean la ciencia. 102
Plurales son los rostros de estudiantes que llegan a la Universidad, sin embargo, si todos, de
una u otra forma, encontraran un incentivo en la Institución o en sus docentes, con certeza
empezarían a gustar de las ciencias y a generar conocimiento. En este contexto y, a partir de
la metodología constructiva del aprendizaje, así como el estudiante está invitado a cambiar de
perspectiva, esperándose de él que llegue a plantear-se preguntas en lugar de escuchar
respuestas, que sea el constructor de los nuevos planos del conocimiento, en cambio, el
educador está convocado a animar, a incentivar y a despertar en sus estudiantes la erótica por
el saber.
A continuación, en el intento de trazar un esbozo de algunas situaciones del sujeto que hace
opción por ser partícipe de la educación universitaria, presento el panorama complejo en el
100
Ibid.
Ibid., p. 112.
102
Ibid., p. 105.
101
47
que aquél suele encontrarse y, se trata de una situación hecha de eventos y características
múltiples como:
➢ el encontrarse en un trayecto concreto de la vida y, cuando digo vida me refiero no sólo
a la vida biológica, sino, sobre todo, a la vida como biográfica. Desde el horizonte
biológico, los estudiantes universitarios cuanto varones o mujeres u otra situación
sexual, cada quien está dispuesto a competir, a relacionarse a interactuar; asimismo,
desde el horizonte biográfico, cada quien es un universo diferente, sus vidas están
hechas de plurales constelaciones como la familiar, la social, la económica, la política,
la de las relaciones con sus amigos, así como también la de sus hobbies, sus sueños y
sus esperanzas.
➢ el saberse capaz de aportar, desde su identidad y sus capacidades, a la construcción de
una sociedad diferente.
➢ el estar en una plural tensión, ya sea por integrarse al mundo de la profesionalización
así como también laboral, o también por pertenecerse o integrarse a un grupo o
sociedad donde pueda ser reconocido.
➢ el hallarse en una situación de inquietud tensa puesto que la sociedad le presiona a ser
lo que el sistema prefiere y, a la vez, de despertar también un espíritu de resistencia
frente a las imposiciones externas con tal de defender con genialidad su propia
identidad y su personalidad.
➢ el saberse un sujeto con sentimientos, afectos, ideales, criterios, conocimientos, saberes
y pensamientos <<otros>> que no siempre son comprendidos por los otros, entre los
que se encuentran los mismos compañeros de estudio y sus educadores.
➢ el sentirse que lo poco o mucho que conoce, sabe o entiende, no puede expresarlo
porque le resulta difícil hacerlo en términos académicos, lo cual, de otro modo, le hace
verse también desafiado a estudiar y a conocer más.
➢ el comprenderse como un sujeto capaz de cambiar las estructuras de injustica a partir
de sus estudios y de su profesión.
➢ el saberse, esto por parte unos pocos, porque no se trata del común denominador, que
como estudiante universitario, no viene necesariamente a aprender una profesión, sino
que, por sobre todo, viene a desarrollar teorías que le permitan comprender y
transformar los fenómenos dignos de investigación.
Todo esto y mucho más es lo que significa ser estudiante universitario, condición plural y
compleja que ha de ser inteligenciada por los educadores universitarios. En este contexto, el
docente que haga tabula rasa de la situación concreta del estudiante tendrá desatinos y
encontronazos que no sólo rozarán en la cuestión académica, sino que debilitarán la vocación
del estudiante universitario.
48
Desde la perspectiva expuesta y para los educadores de la UPS, les recuerdo que los “jóvenes
pobres, abandonados y en peligro” de la experiencia educativa de Don Bosco, siguen siendo
destinatarios de la UPS, puesto que cuando se habla de pobres no se refiere sólo a la pobreza
económica que es muy importante y la más evidente, sino también a las otras pobrezas como
las afectivas, de relación, de pensamiento, de saberes, de conocimiento, de comunicación, de
espíritu, etc.; cuando se habla de abandonados, además del abandono de los hijos por sus
padres, se refiere, sobre todo, al abandono por parte del Estado, de la sociedad, de los
educadores, de las instituciones, de la empresa, etc., y; cuando se habla de en peligro, se
refiere a los plurales peligros como el de la droga, las enfermedades mortales como el VIH, de
ser negados y excluidos por parte del sistema económico globalizado, de no encontrar el
sentido de sus vidas, entre otros tantos peligros.103
Así pues, hablar de una antropológica del estudiante universitario es hablar de los diferentes
sujetos que han hecho una opción por prepararse universitariamente, donde cada quien se
asoma a la ciencia y a la investigación con sus propias y particulares identidades e
intencionalidades, con sus sueños, sus temores y sus esperanzas, con sus frustraciones y sus
ilusiones, con sus afectos encontrados y con sus mentes siempre lúcidas, con su espíritu
inquieto y su corazón amante. Hacia ellos-as es que estamos enviados los educadores y,
somos enviados para amarlos.
Esta caridad pastoral crea una relación educativa con el estudiante, especialmente con el pobre, que
es fruto de la convicción de que toda vida aún la más pobre, problemática y precaria, lleva en sí
misma, por la presencia misteriosa del espíritu, la fuerza de la liberación y la semilla de la
felicidad.104
Desde este horizonte y, más allá, el desafío de educar estudiante universitario, desafío que no
sólo es de la Universidad sino también de la sociedad humana en general, constituye un
verdadero reto que invita al docente a comprender al estudiante como un ser único y complejo
y, a descolgarse de sus alturas de pensamiento, de saber y conocimiento para caminar junto
con él en la búsqueda de las verdades.
Quiero precisar que, el descolgarse del educador universitario no puede significar
mediocrización de la educación universitaria o de la relación intersubjetiva, al contrario, la
educación ha de ser categóricamente universitaria y la relación cualificadamente humanizante,
donde la actitud sea amigable, respetuosa a tal punto de ser compañeros de camino por parte
del educador en referencia al estudiante universitario. Los educadores/las educadoras han de
hacer posible lo que Don Bosco hizo con sus muchachos: “que al estudiante no solamente se
le diga que se le ama, sino que él se sienta amado”.
A partir de estas pistas de una antropológica del estudiante se puede comprender con facilidad
el por qué la UPS se ha de constituir en:
103
SOCIEDAD DE SAN FRANCISCO DE SALES, XX Capítulo General Especial Salesiano, S.L., Roma, 20 de
diciembre de 1971, Núms. 45,46,47,48,49. Véase también, “Situación de la juventud”, en: XXIII Capítulo
General de la Sociedad de San Francisco de Sales. Educar a los jóvenes en la fe, CCS, Roma 1990, Núms.
46,47,48.
104
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA, Carta de Navegación, o. c., p. 24-25.
49
•
•
•
•
105
una opción prioritaria por los jóvenes, pero más allá, por las gentes de las
clases populares;
una relación integrada entre cultura, ciencia, técnica, educación y
evangelización, profesionalidad e integridad de vida (buenos cristianos y
honrados ciudadanos);
una experiencia comunitaria basada en la presencia, con espíritu de familia,
de los profesores y el personal de gestión entre, para y con los estudiantes;
un estilo académico y educativo de relaciones basado en el afecto
demostrado a los estudiantes y percibido por ellos (“amorevolezza”).105
Ibid., p. 25.
50
CONCLUSIÓN
El recorrido que he presentado a partir del eje temático Antropología y Universidad, tuvo
como punto de partida el complejo y entramado contexto en el que hoy buscamos validar no
sólo las plurales identidades de los invisibilizados del sistema, sino también, comprendernos a
nosotros mismos como sujetos, como personas que desde nuestros propios contextos y
realidades nos encontramos en constante construcción
En este horizonte, he planteado que la Universidad es también la entidad por eminencia que
está llamada a cooperar con la vida del sujeto humano, así como también con la vida de la
comunidad y de la naturaleza y, lo ha de hacer de modo científico. Quizá para nuestros
contextos, hace falta parir una Universidad <<otra>>, quizá una Universidad Liberadora, que
en definitiva es un desafío para toda la comunidad universitaria, así como también un desafío
para quienes estamos comprometidos ética y políticamente con los pueblos latinoamericanos.
La Universidad que es consecuencia de la creatividad del ser humano está desafiada, a través
de la Docencia, la Investigación y la Proyección social a ser responsable social y
ecológicamente con la vida de los excluidos y empobrecidos, ha de esforzarse con todas sus
fuerzas en la construcción de un hombre nuevo, un hombre capaz de transformar las
estructuras inhumanas hacia otras alternativas más justas y más humanas. Se trata de un
desafío que parte de lo contextual sin perder el horizonte global.
Este esfuerzo de reflexión dialógica sobre el Hombre desde el horizonte universitario y sobre
la Universidad desde el horizonte humano busca abrir caminos de encuentro, de investigación
y de compromiso relacional más personal y personalizante de los educadores con los
educandos sin que esta relación educativa deje de potenciar su carácter científico.
Como el lector o lectora lo habrá visualizado, el material aquí condensado no se trata sino de
una reflexión aún en camino, por lo que en realidad constituye un desafío a construirse una
sistematización mucho más profunda, científica e inter-disciplinar sobre Antropología y
Universidad, por parte de quienes hacemos la comunidad académica de la UPS.
51
BIBLIOGRAFÍA
- ÁLVAREZ FREDDY y Otros, El arte de cambiar las personas que cambian las cosas. El
cambio contextual del ser humano desde su contexto cambiante, RED NUEVO
PARADIGMA, Quito 2005.
- AUGÉ MARC-COLLEYN JEAN-PAUL, Qué es antropología, Paidós, Barcelona 2005.
- AYALA MORA ENRIQUE, Resumen de historia del Ecuador, CEN, Quito 2003.
- BARBOTIN EDMOND, ¿Sentido o sinsentido del hombre?, EUNSA, Pamplona 2002.
- BARRERA MORALES MARCOS, Modelos epistémicos, Magisterio, Bogotá 2003.
- BELLINI FEDOZZI LUCIANO, “Educar en la Universidad hoy”, en: UNIVERSIDAD
POLITÉCNICA SALESIANA DEL ECUADOR, Universitas, Año VI, Nº 9, Ecuador 2007.
- BUBER MARTIN, ¿Qué es el hombre?, FEC, México 2005.
- CASTELLS MANUEL, La era de la información: economía, sociedad y cultura. La
sociedad red, vol I, Siglo XXI, México 2005.
- DERRIDA JAQUES, La Universidad sin condición, MINIMA TROTTA, Madrid 2002.
- DIRECCIÓN GENERAL CONGREGACIÓN SALESIANA-ROMA, Identidad de las
instituciones salesianas de educación superior, Roma, 2003.
- DUSSEL ENRIQUE, Historia de la Iglesia en América Latina. Coloniaje y liberación
1492-1983, EMN, Madrid 1983.
- ELLACURÍA IGNACIO, Escritos universitarios, UCA Editores, San Salvador 1999.
- FRANKL VIKTOR, El hombre en busca de sentido, Herder, Barcelona 2004.
- FROMM ERICH, La vida auténtica, Paidós, Barcelona 2007.
- GEVAERT J., El problema del hombre. Introducción a la antropología filosófica, Sígueme,
Salamanca 2005.
- GARCÍA GUADILLA CARMEN, Conocimiento, educación superior en América Latina,
CENDES, Caracas 1996.
- HABERMAS JÜRGEN, Ciencia y técnica como ideología, Tecnos, Madrid 1984.
- HABERMAS JÜRGEN, Conocimiento e Interés, Taurus, Madrid 1986.
52
- HURTADO LARREA OSVALDO, Crisis y reforma de la Universidad Ecuatoriana, FESO,
Quito 1992.
- JASPERS KARL, Balance y perspectiva, (Discursos y ensayos), Revista de Occidente, S. A.,
Madrid.
- JUAN PABLO II, Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas, 15 de agosto,
Roma 1990.
- JUAN PABLO II,
Enc. Fides et Ratio, Roma, 14 de septiembre 1998.
- LEVINAS EMMANUEL, Totalidad e infinito, Sígueme, Salamanca 2002.
- LUQUE ENRIQUE, Antropología política. Ensayos críticos, Ariel, Barcelona 1996.
- MARCUSE HERBERT, El hombre unidimensional, Ariel, Barcelona 2005.
- MARÍAS JULIÁN, Mapa del mundo personal, Alianza, Madrid 1994.
- MORENO VILLA MARIANO (Dtr.), Diccionario de pensamiento contemporáneo, San
Pablo, Madrid 1997.
- ORTEGA Y GASSET JOSÉ, Misión de la Universidad. Obras completas, Tomo IV, 19291933, Revista de Occidente, Altamira S. A., Madrid 1957.
- ORTEGA Y GASSET JOSÉ, Misión de la Universidad, Revista de Occidente, Madrid 1960.
- ORTEGA JOAQUÍN, Universidades reflexivas: Una perspectiva filosófica, LAERTES,
Barcelona 2005.
- PACHECO PRADO LUCAS, La Universidad ecuatoriana. Crisis académica y conflicto
político, ILDIS, Quito 1992.
- PERAZA FERNANDO (Edtr.), Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales por San
Juan Bosco (edición crítica), CSR, Quito 2001.
- PLASENCIA VICENTE, Antropología Cristiana, UPS, Ecuador 2007.
- PLASENCIA VICENTE, “La corporeidad del ser humano como la presencia desnuda de la
persona”, en: Revista Utopía, UPS, Año 11, Nº 50, Ecuador, mayo-junio 2007.
- PLASENCIA VICENTE, “Aportes del pensamiento de la iglesia al quehacer universitario”,
en: Revista Utopía, UPS, Año 12, Nº 55, Ecuador, marzo-abril de 2008.
- RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Creación, gracia, salvación, Sal Terrae, Santander 1993.
- RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Las nuevas antropologías, DERSA, Madrid 2000.
53
- SAXE-FERNÁNDEZ JOHN, “El Banco Mundial y la enseñanza superior en América
Latina”, en: Revista Universitas, UPS, Año 6, Nº 9, Ecuador 2007.
- SOCIEDAD DE SAN FRANCISCO DE SALES, XX Capítulo General Especial Salesiano,
Roma, 20 de diciembre de 1971.
- SOCIEDAD DE SAN FRANCISCO DE SALES, XXIII Capítulo General de la Sociedad de
San Francisco de Sales. Educar a los jóvenes en la fe, CCS, Roma 1990.
- SECRETARIADOS LATINOAMERICANOS MIEC JECI, Iglesia y Universidad, MIEC,
Uruguay 1968.
- UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA, Carta de Navegación, diciembre 2004.
- UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA, Carta de Navegación, 2009.
- UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA, Universitas, Año VI, Nº 9, Ecuador 2007.
- VÁZQUEZ HÉCTOR, Antropología emancipadora, Derechos humanos y Pluriculturalidad,
Homo Sapiens, Rosario 2004.
- VATICANO II, Constitución Gaudium et Spes.
- VON BALTHASAR H. U., Quién es cristiano, Sígueme, Salamanca 2000.
- ZAMORA JOSÉ A. (Coord.), Foro “Ignacio Ellacuría” solidaridad y cristianismo,
Radicalizar la democracia, evd, Estella 2001.
54