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Construcción y transgresión desde el sueño.

El proyecto Walpurgis Gara es el resultado de una investigación desde el arte sobre performatividad, performance y transformismo; durante estos cuatro años me auxilié de teorías feministas de la segunda ola y teoría queer para poder resolver las preguntas que en mi proyecto iban surgiendo sobre la esencia de los comportamientos e identidades de género. Sin embargo, dos preguntas se hicieron presentes casi al final de esta investigación: ¿qué pasa con mi cuerpo? ¿Altero, modifico o creo mi cuerpo? Lo primero que pensé, fue ver mi propuesta artística como una reapropiación de mi cuerpo desde principios hedonistas y artificiales:

Construcción y transgresión desde el sueño. Walpurgis Gara como presencia.12 Benjamín J. M. Martínez Castañeda Introducción. El proyecto Walpurgis Gara es el resultado de una investigación desde el arte sobre performatividad, performance y transformismo; durante estos cuatro años me auxilié de teorías feministas de la segunda ola y teoría queer para poder resolver las preguntas que en mi proyecto iban surgiendo sobre la esencia de los comportamientos e identidades de género. Sin embargo, dos preguntas se hicieron presentes casi al final de esta investigación: ¿qué pasa con mi cuerpo? ¿Altero, modifico o creo mi cuerpo? Lo primero que pensé, fue ver mi propuesta artística como una reapropiación de mi cuerpo desde principios hedonistas y artificiales: El cuerpo sexuado está entregado actualmente a una especie de destino artificial. Y este destino artificial es la transexualidad. Transexualidad. Transexual no en el sentido anatómico, sino en el sentido más general de travestido, de juego sobre la conmutación de los signos del sexo y, por oposición al juego anterior de la diferencia sexual, de juego de la indiferencia sexual, indiferenciación de los polos sexuales e indiferencia al sexo como goce. Lo sexual reposa sobre el goce, lo transexual reposa sobre el artificio, sea éste el de cambiar de sexo o el juego de los signos indumentarios, gestuales, característicos de los travestis. En todos los casos, operación quirúrgica o semiúrgica, signo u órgano, se trata de prótesis y, cuando como ahora el destino del cuerpo es volverse prótesis, resulta lógico que el modelo de la sexualidad sea la transexualidad y que ésta se convierta por doquier en el lugar de la seducción. 3 Así es como he entendido mi proyecto, mi transformación en Walpurgis Gara a partir de la exageración de los comportamientos sexuales; es una ruptura en escena de esas políticas de representación que me fueron asignadas por un sistema normativo. Bajo este 1 Ponencia dictada el 25 de febrero de 2016 durante el III Coloquio Internacional Arte, Espacio y Pensamiento del Seminario de Pensamiento en Español de la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM). 2 Para conocer más sobre Proyecto Walpurgis Grara visitar mi pagina de internet: https://benjaminmtzc.wordpress.com/ 3 J. Baudrillard, La transparencia del mal. Ensayo sobre los fenómenos extremos, p. 26. 1 ejercicio performático y las alteraciones plásticas de mi cuerpo, venían a mi mente estas preguntas: ¿Cuáles son los límites de la modificación? ¿Modificar es crear? ¿Cuáles son los límites de la creación? La primera respuesta que puedo arrojar: El arte y nada más que el arte. La actividad estética de la vida. Prometí distanciarme de los estudios de género en esta ocasión, por tal motivo en esta primera parte desarrollaré la idea de la actividad estética de la vida, a través de algunos parágrafos de Friedrich Nietzsche. Él muestra gran interés por los impulsos artísticos de la naturaleza como un anhelo de apariencia placentera: Esta apariencia, en la que estamos totalmente inmersos y en la que consistimos, estamos obligados a sentirla como el verdadero no ser, es decir, como un perpetuo devenir en el tiempo, el espacio y la causalidad, en otras palabras, como la realidad empírica. Hagamos abstracción por un momento de nuestra propia realidad, concibamos nuestra existencia empírica, así como la del mundo en general, como una representación del uno primordial en cada momento engendrada, entonces el sueño será para nosotros como la apariencia de la apariencia, y por tanto como una satisfacción aún más elevada del ansia originaria de apariencia. 4 Esa realidad empírica de la que se habla, no es otra cosa mas que el placer interior que produce la visión onírica; es decir, se trata de una visión en éxtasis de la que somos presos y nos obliga a respetar los límites del individuo. A esto Nietzsche lo llamó: bella apariencia del mundo onírico; 5 en este punto, el hombre como artista goza de la comprensión de todas las formas elementales de lo real generando así el conocimiento verdadero, pues éste es una visión plena de la belleza. Sin embargo, este arte apolíneo no me interesa del todo; arte que limita las emociones no merece ser pensado. Por otra parte, Nietzsche plantea el arte dionisiaco como ese arte que: “(…) descansa en el juego con la embriaguez, con el éxtasis. Dos 4 F. Nietzsche, El nacimiento de la tragedia, p. 77. Cf. F. Nietzsche, “Escritos preparatorios de <<El nacimiento de la tragedia>>”, en El nacimiento de la tragedia, p. 244. 5 2 poderes sobre todo son los que al ingenuo hombre natural lo elevan hasta el olvido de sí que es propio de la embriaguez, el instinto primaveral y la bebida narcótica”.6 Mas que arte, es una fiesta en la que el hombre entra en comunión con la naturaleza. El sueño y su conciencia creadora. María Zambrano dice que los sueños son un despertar en terrenos donde la conciencia no se aventura, es decir, fungen como mensajes clandestinos donde el ser toma lugar ante una realidad delimitada por un tiempo-espacio. El sueño es: “(…) el medio en que todo, todas las cosas, entendidas como realidades o irrealidades, están presentes”. 7 Así pues, el soñar es un estar <<representificando>>, esto es, trabajar con un pasado que no existe y donde el presente se da estando aquí. El sueño como despertar en el <<estar aquí>> es un proceso de creación que se da cuando la realidad se desvanece. El despertar es un renacer, un recrear desde el propio ser ante la realidad que se presenta de forma fragmentaria y relativa. Habrá que entender la realidad como: “(…) el lugar donde los seres se encuentran porque se descubren al entrar en él. El lugar que pone inexorablemente a los seres al descubierto”.8 Esto significa que la realidad se descubre al actuar en ella, y así el hombre se trasciende a sí mismo. A modo de reflexión. Es en este sentido en el que entiendo mi performance; Walpurgis Gara es la manifestación y la transformación de mi condición en el mundo, me convierto en otra cosa. Como acto sobrenatural mi imaginación la encarno en primera persona. Como performance, Walpurgis Gara me ha puesto no como artista, sino como obra de arte; en la que mi cuerpo se somete a la potencia (re)creadora de la naturaleza donde el instinto de vida y muerte se disputan por triunfar el uno sobre el otro. Bien se podría decir que los sueños son representaciones de historias que preguntan y estimulan la creación; así pues, 6 F. Nietzsche, “Escritos…”, en El nacimiento…, p. 246. María Zambrano, El sueño creador, p. 41. 8 Op. Cit., p. 51. 7 3 Walpurgis Gara es una toma de conciencia de mí mismo en primer lugar y posteriormente acciona sobre un conflicto. Esta acción performática es un despertar trascendente como base del sueño creador, es decir, una acción poética que se va mostrando como un despertar íntimo de la persona. 4 Bibliografía. BAUDRILLARD, Jean, La transparencia del mal. Ensayos sobre los fenómenos extremos. Traducción de Joaquín Jordá. Barcelona: Anagrama, 1991, 188 pp. NIETZSCHE, Friedrich, “Escritos preparatorios de <<El nacimiento de la tragedia>>”, en El nacimiento de la tragedia o Grecia y el pesimismo. Traducción de Andrés Sánchez Pascual. Madrid: Alianza, 2009, pp. 203-272. ____________________, El nacimiento de la tragedia. Traducción de Eduardo Knörr y Fermín Navascués. Madrid: EDAF, 2010, 229 pp. ZAMBRANO, María, Algunos lugares de la pintura. Madrid, Eutelequia, 2012, 274 pp. _________________, La destrucción de las formas. Bogotá:Universidad Nacional de Colombia, 2004, 23 pp. _________________, El sueño creador, Xalapa: Universidad Veracruzana, 2010, 164 pp. 5