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Descentralizacion y Regionalizacion en el Peru

Han pasado ya 195 años desde que se declaró la Independencia del Perú. Han pasado ya casi dos siglos desde que nos liberamos del yugo español pero, ¿realmente nuestro país es una nación libre? Después de casi dos siglos de existencia como una República Democrática, todo parece indicar que las regiones del Perú son dependientes de la Capital, que el centralismo está ganando la batalla y que el sinónimo del Perú es Lima Metropolitana. Ante esto surge la pregunta: ¿Qué se puede hacer para revertir tal situación? Para ahondar en el tema, debemos fijar y delimitar los alcances que supone tanto la descentralización como la regionalización en el Perú. Según Chamané (1995) la descentralización es la " transferencia de funciones orgánicas, administrativas y políticas del poder central hacia instancias locales o regionales " (p.168). Por otro lado, Para Hillmann (2001) es el " Proceso de separación y reparto de funciones (anteriormente centralizadas), autoridades, influencias, relaciones de habitabilidad, etc. " (p.223). En lo personal, se entiende por descentralización a la política permanente que busca el desarrollo integral del país haciendo efectiva la participación de todos los gobiernos regionales sin concentrar el poder en el gobierno central y a la regionalización como el medio o instrumento para materializar la descentralización.

Han pasado ya 195 años desde que se declaró la Independencia del Perú. Han pasado ya casi dos siglos desde que nos liberamos del yugo español pero, ¿realmente nuestro país es una nación libre? Después de casi dos siglos de existencia como una República Democrática, todo parece indicar que las regiones del Perú son dependientes de la Capital, que el centralismo está ganando la batalla y que el sinónimo del Perú es Lima Metropolitana. Ante esto surge la pregunta: ¿Qué se puede hacer para revertir tal situación? Para ahondar en el tema, debemos fijar y delimitar los alcances que supone tanto la descentralización como la regionalización en el Perú. Según Chamané (1995) la descentralización es la “transferencia de funciones orgánicas, administrativas y políticas del poder central hacia instancias locales o regionales” (p.168). Por otro lado, Para Hillmann (2001) es el “Proceso de separación y reparto de funciones (anteriormente centralizadas), autoridades, influencias, relaciones de habitabilidad, etc.” (p.223). En lo personal, se entiende por descentralización a la política permanente que busca el desarrollo integral del país haciendo efectiva la participación de todos los gobiernos regionales sin concentrar el poder en el gobierno central y a la regionalización como el medio o instrumento para materializar la descentralización. Una vez establecido lo que es descentralización y regionalización, se debe responder a la pregunta formulada en el primer párrafo. El Estado conoce la respuesta, la descentralización y la regionalización son la clave, pero el problema no era hallar la solución, sino qué mecanismos y acciones se debían tomar para hacer efectivos ambos procesos. Solo hace faltar dar un vistazo por la línea del tiempo de la descentralización en el Perú. El precedente más importante que tenemos es el programa aprista sobre regionalización propuesto por Víctor Raúl Haya de la Torre y cuya propuesta más resaltante fue la reivindicación de las provincias mediante la descentralización. Luego, en 1947, el presidente Bustamante y Rivero dispuso que el Instituto Geográfico Militar (actualmente no existe) preparara un proyecto de redemarcación territorial del país. Posteriormente, se instauró toda una década de predominio militar, desde 1968 hasta 1979, en donde predominó el centralismo, típico rasgo de las dictaduras. Ya en 1984, durante el gobierno de Belaúnde Terry, se aprueba el Plan Nacional de Regionalización, proceso que se impulsó durante el primer gobierno de García con la promulgación de la Ley de Bases de la Regionalización (Ley N° 24650). El marco legal de entonces puso como límite la existencia de 12 regiones, lo que generó un problema en la integración de los departamentos y provincias contiguas en ellas. Con la llegada de Fujimori al poder, se deja en un segundo plano a la regionalización, la cual se caracterizó no solamente por sus deficiencias institucionales (imponer regiones que carecían de identidad clara, falta de equilibrio entre Ejecutivo y Legislativo regional, etc.), sino también por hallarse en el contexto de una profunda crisis económica, crisis de autoridad del Estado y la guerra interna. Esta breve narración de la historia de la descentralización del Perú ha servido para darnos cuenta, de que el proceso es muy lento y que por los errores cometidos en los gobiernos anteriores no se ha logrado la meta principal que es incluir a todas las regiones del Perú para lograr crecimiento sostenible. Nuestros gobernantes deben apuntar a la lucha de la corrupción, porque en tanto las autoridades de cualquier nivel, sea central, regional o municipal, se vean envueltas en problemas con la ley por diversos motivos, entorpecerán el progreso que se trata de conseguir con la descentralización y que supondrá un retroceso o, en todo caso, la condena de repetir nuevamente nuestra historia. El flamante Presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, advierte que se necesita un cambio radical que permita el acceso a las decisiones básicas y para ello propone la creación de un ministerio de apoyo a las regiones. Asimismo propone la creación de oficinas de Pro Inversión en cada capital regional, con conocimiento de las regiones y capacidad de control de los proyectos. Por último, afirma que combatirá la corrupción que es, en mi opinión, la madre del centralismo. Esperemos, pues, que en los próximos 5 años, el nuevo gobierno aplique todas las medidas necesarias para lograr el desarrollo integral del Perú y que cuando llegue el 28 de julio del 2021, podamos hacer una retrospección a los 200 años de vida Republicana de nuestra patria y podamos sentirnos orgullosos del Perú que hemos y seguimos forjando. REFERENCIAS Hillmann, K. (2001). Diccionario enciclopédico de sociología. Barcelona. Editorial Herder Chanamé, R. (1995). Diccionario jurídico moderno. Lima, San Marcos