Instituto de Administración Pública del
Estado de México
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Edición
© Revista IAPEM
Instituto de Administración Pública del
Estado de México, A.C.
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ISSN 1665-2088
Certificado de Licitud de Título Núm. 6714
Certificado de Licitud de Contenido
Núm. 6995
Certificado de Reserva de Derechos al uso
Exclusivo del Título:
04-2007-082814234900-102
Revista IAPEM. Impresa en Toluca, México,
(agosto 2008)
Los trabajos que aparecen en esta obra
son responsabilidad de los autores y no
necesariamente expresan el punto de vista
del Instituto de Administración Pública del
Estado de México, A.C.
Diseño Editorial: IAPEM
Fotografía de portada:
Héctor F. Cortés Mercado
El desenvolvimiento de las instituciones administrativas
Editorial
tiene como referente contextual el mundo de la
globalidad en las facetas de Estados nacionales
organizados en bloques regionales, la intensificación
de las relaciones integubernamentales, la dinámica
de la economía de mercado, los ciudadanos
activos y las sociedades contestatarias. Es, sin
duda, un mundo de alta complejidad que demanda
capacidades demostradas para que sea gobernado.
En este sentido, las instituciones administrativas son
generadoras de capacidades que deben aplicarse a
las tareas de dirección y coordinación para asegurar
la eficacia en la sociedad y en las economías abiertas
de mercado. Los retos de la globalidad se relacionan
con el rumbo que las instituciones son capaces de
producir, con objeto de que la vida comunitaria sea
más próspera y efectiva.
Los rendimientos de la vida productiva, así como
la distribución de los beneficios, son compromisos
importantes para dar paso a expectativas del desarrollo
en el corto, mediano y largo plazo. Esto significa que
las tareas de gobierno se desarrollan en el universo
de ventajas y restricciones que son parte medular en
la vida de los sistemas políticos y sociales. La certeza
de las ventajas comparativas no es un hecho dado,
sino que debe conseguirse a pesar de los obstáculos
que surgen de manera prevista e imprevista.
Las tareas de gobierno tienen ante sí horizontes
que se desarrollan en un marco de relaciones de
tensión y cooperación; contradicciones y acuerdos;
beneficios y carencias; este panorama indica que
gobernar en la actualidad es una tarea que no tiene
reglas fijas ni moldes idóneos, sino que las realidades
entendidas como problemas, no admiten una visión
totalizadora que permita asumir posturas invariables.
La realidad tangible es contrastante, motivo por el
cual no existen modelos de predicción que permitan
considerarla sobre bases son inamovibles. En
consecuencia, las tareas de gobierno se han de situar
en el centro de complejidades crecientes, las cuales
deben ser institucionalizadas por las organizaciones
administrativas,
entendidas
como
medios
del
quehacer gubernamental que se encargan de convertir
los problemas en soluciones.
El papel de las organizaciones administrativas es de
relevancia creciente, dado que son las que tienen a su
cargo la producción, diseño e implementación de las
capacidades de buen gobierno. En el tiempo actual,
la Administración pública desarrolla tareas intensas
sobre la base de la racionalidad técnica y política. Una
y otra responden a imperativos de orden económico,
político y social, que es necesario considerar en todo
momento para definir los tipos de respuesta que
deben adoptarse.
La racionalidad técnica y la racionalidad política son
medios importantes a considerar debido a que cada
una proporciona elementos de orden, congruencia y
eficacia para analizar problemas y definir soluciones.
No
hay
pues
dicotomía
entre
racionalidad
y
racionalidad política porque responden a la lógica del
poder gubernamental, el cual tiene su razón de ser en
la vida institucional del Estado.
La lógica del poder gubernamental tiene sustento
en la naturaleza técnica y política del Estado, lo cual
implica, que éste es una “obra de arte” que debe
mejorarse continuamente para que sus capacidades
de respuesta sean más eficaces. En este sentido,
el Estado es también una obra administrativa que
debe entenderse en la complejidad del mundo de la
racionalidad que le corresponde y que es fundamental
para diseñar respuestas y soluciones en razón de los
fines y medios que tiene a su alcance.
El Estado como obra administrativa es portador de
capacidades múltiples que tanto los políticos como
los servidores públicos aprovechan para llevar a cabo
la obra de gobierno. Para el político, el Estado es un
tipo de organización que tiene recursos, decisiones
y acciones que se han de aprovechar para dar
cumplimiento a las metas colectivas. Es el Estado,
la organización más sobresaliente de la vida pública,
dado que se encarga de impulsar el desarrollo de la
sociedad con base en la economía de mercado y las
políticas del bienestar. Para los servidores públicos,
el Estado es la institución que cumple las tareas
de orden general, atendiendo a la eficiencia y la
responsabilidad.
En este sentido, los servidores públicos son los
responsables directos de la administración de
la sociedad, porque se encargan de elaborar los
planes y políticas para dar cumplimiento con la
oferta de gobierno. Lo relacionado con la dirección,
la programación y el control, son funciones que
desarrollan para ordenar la acción del Estado sobre
la base de la congruencia entre medios y fines. La
tarea efectiva del Estado depende de los servidores
públicos, dado que tienen el compromiso de cumplir
los objetivos de las políticas públicas.
Así
pues,
la
obra
administrativa
del
Estado
corresponde tanto a los políticos electos como a
los servidores públicos; de ahí los esfuerzos por
mejorar su capacidad de respuesta en el mundo de
la pluralidad y la diversidad, que es el origen de las
políticas públicas que la sociedad necesita para su
mejor desarrollo.
En el tiempo de la globalidad y la transformación
democrática del poder, los Estados tienen que
ser más eficaces para que no sean rebasados
por las condiciones que imponen el mercado, la
política y la participación de los ciudadanos. Son
múltiples los retos que los Estados encaran para
asegurar su conservación y sobrevivencia. No hay
en consecuencia, margen para improvisaciones ni
para dilaciones; los cambios -apertura, competencia,
regionalización- que la globalidad impone obligan
a que las instituciones administrativas sean más
capaces en el diseño e implementación de las políticas
públicas. De los Estados depende que la eficacia
de la sociedad sea continua, lo cual implica que los
medios de administración, así como las políticas
gubernamentales, tengan incidencia positiva en los
diversos ámbitos del quehacer social y productivo.
La tesis de menos Estado y más sociedad debe
sustituirse por más calidad institucional del Estado
para que mejore la calidad de vida en la sociedad.
La calidad del Estado es al mismo tiempo la calidad
de la Administración pública, dado que ésta es la
organización que se responsabiliza de cumplir los
objetivos compartidos para favorecer un ambiente
de ventajas sustentadas en relaciones de equidad y
bienestar. El dilema innecesario entre más sociedad
y menos Estado, así como más mercado y menos
Administración pública debe reemplazarse; no hay
duda de que la tarea del Estado es imprescindible
para la sociedad y el mercado porque es el generador
de las reglas del juego que se requieren para
garantizar la certidumbre que los agentes productivos
demandan para ser eficientes; en consecuencia, las
acciones que la Administración pública desarrolla
son indispensables tanto para la sociedad como el
mercado debido a su relación de interdependencia.
En consecuencia, los rumbos de la globalidad exigen
de la cooperación eficiente del Estado y el mercado
y en ese contexto, las instituciones administrativas
cumplen con tareas de estímulo, promoción y
regulación para que los diversos agentes económicos,
políticos y sociales se desenvuelvan en un ámbito de
certidumbre y estabilidad.
El desarrollo de la sociedad y la conservación del
Estado necesitan de capacidades de dirección y
administración que sean efectivas para superar
restricciones y cumplir con los proyectos de vida
que han definido los distintos actores de la vida
comunitaria. En uno y otro caso, la capacidad de
dirección y administración es fundamental para
asegurar que los puntos vitales de la vida pública
sean cumplidos con eficiencia y responsabilidad. La
dirección de la sociedad así como la administración de
la economía, son tareas que necesitan apoyo de parte
de los políticos y los servidores públicos para que se
incentive la participación de los agentes sociales y
políticos en la construcción de las metas colectivas.
Las metas colectivas son importantes para definir la
agenda de los compromisos institucionales que deben
cumplirse con base en problemas y expectativas.
Las metas colectivas indican cómo el Estado y la
Administración se comprometen con lo público de la
sociedad y con los alcances que las políticas públicas
tienen en el mundo de las demandas que compiten
entre sí para conseguir atención y recursos desde el
poder público.
En este sentido, la Administración pública tiene
compromisos que se vinculan con las condiciones
de vida de la sociedad y con la consolidación del
Estado entendido como la organización política de
la sociedad. Los caminos de la vida pública tienen
como característica que hay problemas complejos
que demandan sapiencia y pragmatismo para que se
aborden con eficacia y oportunidad. En consecuencia,
la misión de la Administración pública es de gran
responsabilidad, tomando en cuenta que se relaciona
con los sectores y campos del quehacer público que
aportan bienes y servicios que son indispensables
para el desarrollo económico y las políticas del
bienestar.
Se analizan en el presente número temas relacionados
con la participación y corresponsabilidad de los
ciudadanos en las políticas públicas, los retos de la toma
de las decisiones en la definición e implementación
de las políticas públicas, la transformación de la
Administración y gestión públicas considerando
la nueva relación del Estado y la sociedad, la
importancia del gasto público basado en políticas
públicas, la relevancia de la política de transparencia
en el Estado de México, la relación asimétrica entre
globalidad, tecnología y sociedad y los desafíos de la
Administración pública en los gobiernos locales.
Contenido
Artículos
13
Participación y corresponsabilidad ciudadana en el
13
proceso de políticas públicas
Juan Antonio Enciso González
Un reto crucial para la Administración Pública en las
51
democracias de Latinoamérica. El proceso de toma de
decisiones para la definición e implementación de las
políticas públicas.
Javier Osornio
Las transformaciones de la Administración Pública y la
103
evaluación de la gestión pública
Sergio Esteban Martínez
Gasto público basado en políticas públicas ¿Hasta
137
dónde hemos avanzado en México?
Laura Sour
La administración de la pobreza en México
167
Gilberto Calderon Ortiz
Retos de la transparencia en el Estado de México
215
Rolando Barrera Zapata
Ambivalencia de fenómenos simultáneos o en sincronía:
245
Globalización, tecnología y sociedad.
Adriana E. Bazán Trousselle
La Administración Pública tradicional y los desafíos de
la globalización en el siglo XXI. Un acercamiento a los
gobiernos locales
Jesús Juan de Dios Gastélum Celaya
Ramón Francisco del Cid Navarro
263
Agenda Glocal
297
Ley de protección a la salud de los no fumadores en el
Distrito Federal
297
Numeralia
325
Inflación
325
Reseña de Libro
329
La trascendencia del Estado y la Administración Pública
en la esfera social y pública
329
Noé Pérez Bello
Criterios para colaborar en la Revista
IAPEM
335
Revistas de interés
341
Artículos
Abstract
El autor analiza la importancia de la participación y la
corresponsabilidad ciudadana en los asuntos públicos, con
base en un perfil más activo y organizado de la sociedad
contemporánea, con el objeto de superar las estructuras
centralizadas, verticales y burocráticas de autoridad, las
cuales limitan la iniciativa, capacidad y organización de los
ciudadanos en el diseño, cumplimiento y evaluación de las
políticas públicas, entendidas como el medio que permite
la
Participación y cooperación de la autoridad y los gobernados en la
corresponsabilidad ciudadana en el atención de los problemas colectivos, con el fin de articular
proceso de políticas públicas soluciones más efectivas y democráticas.
Juan Antonio Enciso González* Palabras
clave: Autoridad, ciudadanos, democracia,
políticas públicas y participación.
The author analyzes the importance of the participation
and the citizen joint responsibility in the public subject,
with base in a more active and organized profile of the
contemporary society, in order to surpass the centralized,
vertical and bureaucratic structures of authority, which limits
the initiative, capacity and organization of the citizens in
the design, fulfillment and evaluation of the public policies,
understood like the means that allow to the cooperation of
the authority and the governed ones in the attention of the
collective problems, with the purpose of to articulate more
effective and democratic solutions.
Key words Authority, citizens, public democracy, policies,
and participation.
*Candidato a Doctor en Política Pública por la
Escuela de Graduados en Administración Pública,
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de
Monterrey, Campus Monterrey.
13
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Introducción
A partir de su configuración, las sociedades modernas han mantenido
un ritmo evolutivo constante y en décadas recientes hasta vertiginoso.
La sociedad cada vez más consciente de su propio paradigma de
supervivencia, se ha venido (re)-organizando permanentemente para
enfrentar en forma simultánea dos frentes de batalla: uno, los retos que
implica sobrevivir a la lógica en ocasiones voraz de los mercados de
recursos, producción y consumo de bienes y servicios; y por otro lado,
los efectos y visicitudes de la actuación de la administración pública.
En décadas recientes la paciencia de la sociedad termina de culminar
por los impactos de las constantes crisis políticas y económicas, y si bien
aparentemente por mucho tiempo pareciera ajena y hasta indiferente,
la realidad es que lentamente pero con pasos firmes, termina exigiendo
una mayor participación en los espacios públicos en la definición de
su propio destino. Paralelamente, durante este periodo una serie de
fenómenos asociados con el concepto de globalización económica
han influenciado la estructura económica y social y la forma en que
la sociedad se organiza. Lo anterior ha obligado a la administración
pública a reaccionar a nuevas formas de gobernar, para permitir a su
vez, la incorporación de las demandas de la sociedad en la definición
de la estrategia nacional y en la forma de gobernar.
Durante este periodo, los estudiosos de la administración pública
primero y políticas públicas después han propuesto una amplia
variedad modelos teóricos explicativos de la lógica gubernamental, el
comportamiento organizacional, los mercados y recientemente el rol del
individuo y el ciudadano como participante de la actividad pública. De
esta forma se ha estudiado cómo las sociedades modernas han pasado
14
lentamente de un gobierno controlador con unas burocracias estáticas,
rígidas y verticales, hasta llegar otras más afortunadas. A un concepto
de gobierno participativo, con burocracias flexibles, y horizontales.
En este trabajo se pretende resaltar la importancia actual de la participación
y corresponsabilidad ciudadana (Uvalle 2005) en la configuración de lo
público. Sin pretender realizar un estudio del desarrollo de los estudios
de administración pública, se evalúa el rol del ciudadano desde su
propia perspectiva y de los gobiernos, durante algunos de los episodios
más relevantes del largo recorrido desde los estudios clásicos hasta las
aportaciones recientes de la nueva governanza. Es decir, la evolución
del paradigma de la administración pública y la burocracia de vertical a
horizontal y el rol del ciudadano dentro de la misma. Lo anterior como
base para proponer un modelo de participación y corresponsabilidad
ciudadana dentro de un proceso de política pública, señalando algunos
de los retos más importantes a los que se enfrenta, al plantearse dentro
de un Estado como el mexicano, donde todavía conviven elementos de
modernidad y pre-modernidad.
Visión del ciudadano y la sociedad
Dentro de la visión clásica del estudio de la administración pública, cuyo
centro de estudio era sobre todo la forma de organización pública y su
gestión, se gesta un paradigma que habría de marcar el curso de la
historia por al menos el siguiente siglo, es decir de la separación políticaadministración que eventualmente se referiría también al de cienciapractica o de normativo-empírico. Estos paradigmas influenciaron
indudablemente el debate académico y el actuar de la administración
pública de reflexión interna, sobre la definición de aspectos de la
eficiencia en el actuar de gubernamental y de la burocracia, sobre la
forma que deberían darse las organizaciones, pero que por muchos años
15
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
dejaron fuera del modelo al individuo como ciudadano, y a la sociedad
en general como un actor importante en el acontecer público.
Si bien dentro de la visión clásica se buscaba mejorar la eficiencia
organizativa por un lado, y por otro suponía una burocracia rígida y
racional con lo cual se debería asegurar una forma de organización que
implícitamente debería entregar y proveer servicios al ciudadano de
acuerdo a la norma establecida. En este modelo de estructura burocrática
se legitimaba el rol autoritario del gobierno, dado las fallas del mercado
y su obligación de intervenir en la prestación de bienes públicos. El
ciudadano es entonces un espectador, un votante, un cumplidor de las
leyes y normas. En este periodo, el ciudadano se ve así mismo ajeno a
la función gubernativa, es un sujeto pasivo, receptor de las decisiones
que emanan de la burocracia y el gobierno en general. Aunque se dan
grandes movimientos sociales, el gobierno es visto como el organizador
y promotor de la vida social.
Sin pretender realizar un recuento histórico de los movimientos
siguientes, cabe mencionar que las visiones que surgieron a partir de
la segunda mitad del siglo pasado, para incluir una amplia variedad de
temas como la economía política, la sociología, así como conceptos
como el del rol de las instituciones, la racionalidad y utilitarismo del
individuo, no incluyeron ampliamente a la sociedad y el ciudadano como
objeto de estudio y preocupación central de la administración pública.
Si bien los estudios de la administración pública ampliaron su campo
para incluir otros temas, mantuvieron el interés en el sector público y
su organización, y las relaciones entre la burocracia (su racionalidad y
comportamiento) y los políticos. Algunos estudios de la burocracia, como
los de Niskanen resaltaban más bien la relación de la burocracia con los
grupos de interés, pero mantenían el enfoque sobre el comportamiento
16
burocrático, más que en una visión ciudadanizada de la actividad pública.
La noción del individuo toma fuerza con los esquemas que resaltaban
la importancia del estudio de las instituciones como parte importante
de las democracias, ya que son estas las que determinan las relaciones
sociales y las relaciones organizacionales entre el Estado y la sociedad.
(Friedland y Alford 1999) Dentro de la visión institucional, el ciudadano
y su participación en la vida pública es vista desde la perspectiva de un
actor con funciones determinadas dentro de una organización racional.
Surgen numerosas conceptos y teorías para entender y explicar el rol
de individuo y las organizaciones.
Así la visión que naciera en la ultima parte del siglo XIX vería sus primeras
criticas fuertes hasta bien entrado el siguiente siglo, principalmente por
las aportaciones de Waldo y Simon. Si bien, estos autores cuestionan
los principios clásicos, sus críticas están enfocadas principalmente al
objeto y método de estudio, y no tanto a la visión gubernalista clásica.
Así por ejemplo, Simon propone una visión positivista y conductivista del
estudio de la burocracia y la organización pública, y de la importancia
de la eficiencia del trabajo de la misma (Carrillo). Resaltamos solamente
la visión neoclásica por considerar que con su conceptualización
del individuo y organización racional, y al insistir en la eficiencia de
la organización y en la toma de decisiones, se visualiza al individuo
como un mero ente “racional” y “económico”, y más que un ciudadano
participativo, es un centro de estudios empíricos. El individuo es alguien
que no enfrenta al mundo, ni trata entenderlo (Harmon y Mayer 1999),
mucho menos participar en actividades más allá de las que su interés
propio le dicta. En este sentido, dista de ser un ser participativo que se
interese por cuestiones comunes, actitud que necesaria para lograr
una participación dentro de la esfera pública.
17
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
A finales de la década de lo ochenta, impulsados por el agotamiento
del modelo de Estado benefactor aparecerían conceptos novedosos
y en cierta manera revolucionarios de administración pública, que
cuestionaban fuertemente el papel controlador y manipulador del
gobierno. Cuestionaban no solo su incapacidad para resolver toda
la problemática que económica y social, sino también su disposición
de rendir cuentas a la sociedad. Estos nuevos esquemas toman muy
diversas formas, al menos de estudio, y permiten por primera vez una
nueva visión del individuo, destacando su papel importante en la vida
pública. Mencionaremos brevemente algunos elementos de lo que se
conoce como la nueva administración pública y la gobernabilidad para
destacar principalmente los elementos de governanza, dentro de la cual
el individuo y el ciudadano invierte su rol pasivo para convertirse en un
socio, en un aliado del gobierno en la determinación y definición del la
actividad pública.
Dentro de estos conceptos se cuestiona fuertemente el actuar de los
gobiernos, más allá del área de estudio de la organización y las relaciones
burocráticas y políticas. Se cuestionan los resultados de. Se propone
entonces esquemas novedosos de prácticas y
estructuras, pero
sobre todo de visión dentro del sector público, para incluir elementos
normalmente asociados al sector privado (Peters 2004). Adicionalmente
se propone un nuevo esquema donde el sector público deja de ser el
único ente responsable de manejar y organizar la sociedad, se proponen
cambios en la estructura jerárquica de los gobiernos, y el en la forma de
rendición de cuentas. En una primera instancia, la nueva administración
pública sugiere no sólo una mayor autonomía técnica de las instituciones
de gobierno, sino inclusive la intervención de terceros en apoyo a la
función de prestación de servicios, así como una mayor eficiencia en la
18
rendición de cuentas. Aunque esta nueva perspectiva contemplaba una
mayor eficiencia gubernamental, todavía no apreciaba la apertura hacia
una mayor participación ciudadana.
El cambio de visión vendría con la aparición del concepto conocido
como nueva gobernanza, impulsado por una serie de reflexiones
de diversos autores, y por el hecho de que para estas fechas ya la
sociedad estaba bastante organizada,
y habían surgido numerosos
organismos ciudadanos, privados, e independientes del gobierno que
ya cuestionaban fuertemente el actuar de gobierno, y exigían una
mayor participación en los asuntos de carácter público.
Existe una amplia variedad de conceptos para definir los elementos de
la nueva gobernanza, señalamos algunas dimensiones y sus elementos
comparativos con el orden tradicional: (Knepper, Siren, Smith 2006)
Dimensión
Conceptualización
Tradicional
Conceptualización de la Nueva
Gobernanza
Estructura de
Gobierno
Organización
jerárquica
y
centralizada. Burocracia rígida.
Decentralizada, participación de redes. Organización
flexible y se pierde el limite entre lo público y privado.
Solución de
problemática
pública
Por programa bajo estrictas reglas,
normas y procedimientos;directa
responsabilidad del gobierno,
a través de una prestación de
servicios directa o indirecta.
Amplia gama de estructuras. Procesos y reglas
basados en aspectos comunitarios. Prestación de
servicios en forma indirecta.
Autoridad y
poder
Autoridad y poder recaen en la
línea y nivel burocrático. Enfoque
dominante, coercido, y de poder
político.
El poder y la autoridad depende de diversos factores
como geográficos, territoriales, limites nacionales e
internacionales. El conocimiento, la persuación, la
negociación y colaboración sustituyen el enfoque
dominante.
Responsabilidad
Centralizada,
jerárquica,
regulatoria, procedimental,
basada en procesos. Medida en
forma analítica de resultados de
programas.
La responsabilidad se dispersa y comparte. Se vuelve
horizontal. Los resultados se basan en cuanto al
beneficio de la comunidad.
(continúa)
19
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Dimensión
Conceptualización
Tradicional
Conceptualización de la Nueva
Gobernanza
Herramientas de
la acción pública
El gobierno como principal actor,
herramienta a utilizar de acuerdo
al programa, pero de acuerdo al
modelo burocrático.
Multiples actores, las herramientas se evalúan
tomando en cuenta factores políticos y sociales.
Habilidades del
Administrador
Público
Supe r vi so r, a dmi ni str a c i ó n
jerárquica,
habilidades
a dmi ni str a ti va s, pre pa r a c i ó n
de pre supue sto s, e f i c i e nc i a ,
l o g ro d e ob je t ivos.
Se requieren habilidades de facilitadores, y de
capacidad para coordinar redes y coaliciones.
Habilidad para negociar con múltiples actores e
intereses sociales, económicos y políticos. Habilidad
para prestar servicios y el logro de objetivos dentro de
una complicada estructura de redes y actividades.
Participación del
ciudadano
Pasivo, actor secundario, votante,
causante de impuestos y receptor
de servicios. No participa en la
actividad pública.
Participativo, informado, dispuesto a aceptar derechos
y reponsabilidades. Consciente de su importancia,
exigente y negociador.
(finaliza)
Dentro de este nuevo esquema, el gobierno admite su incapacidad
para resolver toda la problemática económica y social que demanda la
sociedad. La organización tradicionalmente jerárquica, y centralizada, se
flexibiliza y alienta la participación de redes de ciudadanos y organismos.
La burocracia rígida ahora se flexibiliza para convertirse en un actor
participativo, recupera su visión pública más que gubernamental, es un
aliado del ciudadano, y el político, si bien no necesariamente pierde el
control, se tiene que preocupar más por su propia legitimidad, pues la
rendición de cuentas toma una mayor dimensión Ante la problemática
pública, la sociedad participa tanto en la definición de la misma.
Cuando antiguamente se utilizaban programas estrictos, controles
presupuestarios bajo la directa responsabilidad del gobierno, ahora se
amplia la gama de posibles estructuras participativas, se flexibilizan y
amplían los criterios para incluir en la solución de las problemáticas
aspectos comunitarios. Se permite una mayor prestación de servicios
indirectamente, a través de organismos independientes.
La autoridad y el poder de estar relacionados al nivel y jerarquía
burocrática ahora depende de diversos factores como geográficos,
territoriales tanto nacionales como internacionales. El enfoque
20
dominante del sector público ahora se flexibiliza ante elementos como
persuasión, negociación y colaboración. La responsabilidad del gobierno
como actor principal se comparte. De la responsabilidad basada en
estrictos programas analíticos, ahora incluye elementos pensados en
la comunidad. Los programas se desarrollan con la colaboración de
múltiples factores políticos, económicos y sociales. Así, el esquema
normativo y procedimental rígido, da paso a un esquema negociado
de acuerdo al problema y programa a utilizar. El administrador público
debe desarrollar habilidades para facilitar y coordinar una amplia gama
de redes y coaliciones privadas y públicas. Se requiere capacidad de
negociación, y de visión y logro de objetivos dentro de una complicada
estructura participativa.
La participación privada se vuelve un elemento no solamente posible, sino
indispensable. Surgen actores y se profesionalizan las organizaciones
que ahora forman redes, donde se combinan elementos públicos y
privados para la definición y solución de problemáticas. Surgen nuevos
participantes, y la sociedad se convierte en el centro de la atención
pública. El gobierno es un elemento más del escenario social. Se vuelve
un coordinador, un facilitador, un socio, un participante relevante en el
proceso de solución de problemática. La sociedad es más participativa,
más informada, y más vigilante. (Peters 2004). El ciudadano ya no es
solo el votante de antaño, sino que ahora esta dispuesto a participar
mas activamente, admite sus derechos y obligaciones, es exigente y
negociador.
El enfoque de la gobernanza o nueva gobernanza surge dentro de
un marco democrático y como una exigencia de las sociedades
contemporáneas a las deficiencias del Estado desarrollador Ahora la
actuación del gobierno esta sujeta al escrutinio de una mayor cantidad de
21
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
actores políticos, económicos, y sociales y en este nuevo enfoque crece
la importancia de los diversos sectores de la sociedad (Aguilar 2006).
Sin embargo, es ahora importante resaltar que estas circunstancias no
implican que la solución de las problemáticas económicas y sociales sea
ahora más fácil y llevadera. Por el contrario, consideramos que si bien
la sociedad exige ahora una mayor participación y corresponsabilidad,
existen grandes retos compartidos que superar. Es decir, la gobernanza
es un concepto que para su total implementación exige también a la
sociedad su corresponsabilidad. Se distingue que la gobernanza
esta primeramente planteada para ser implementada en un Estado
democrático,
republicano,
moderno,
con
esquemas
normativos
claros, con mercados claros y funcionales. Requiere de mecanismos
de participación y romper con viejos vicios políticos, electorales y de
corrupción.
Ahora bien, es importante también señalar que la mera idea de la
gobernanza no es de ninguna manera la panacea para la resolución
automática de la problemática de un país. Sobre todo en aquellos, como
el nuestro en donde aun conviven elementos de un Estado moderno
con los de un estado premoderno. En donde hay muchas diferencias
socioeconómicas, culturales y territoriales. Donde han surgido grupos
de interés, quienes asociados históricamente con el gobierno han
privilegiado sus propias causas, y donde los mercados de bienes y
servicios.
Conviene destacar algunos aspectos coyunturales y estratégicos del
contexto político actual que inciden en la efectividad de toda actividad
que involucre los sectores público y privado en la administración, pues
se enfrentan a un entorno de lo más complicado y ambiguo. México
recientemente culminó un proceso que dio pauta a un cambio de
partido en el poder, con lo que muchos esperaban con ello fortalecer la
22
democracia. Sin embargo, a varios años de distancia, pareciera ser que
el proceso ha sido más lento y más complejo de lo que se esperaba.
Esta incipiente democracia, o como algunos la llaman “disfuncional”
ha sido utilizada más como bandera justificante de prácticamente todo
tipo de posturas ideológicas y partidistas, que como un elemento para
eficientar la administración pública. Adicionalmente para que
una
estructura democrática sea funcional, deben existir mecanismos de
control entre y hacia dentro de los órdenes de gobierno, agencias,
organismos independientes y demás participantes en la vida pública.
Sin embargo, la practica cotidiana de la democracia mexicana apenas se
podría considerar como a medias, ya que lejos de facilitar la eficiencia
y efectividad de la administración y en el proceso de políticas públicas,
las encarecen y obstaculizan. Aunque la Constitución Federal y la de
los estados establecen un sistema competencial para las facultades y
atribuciones específicas y concurrentes de la federación, los estados y
los municipios, la realidad es que en la práctica los poderes, así como
los partidos políticos tienen una agenda política que privilegia otros
intereses, que distan mucho de eficientar la administración pública.
Retos de la participación y corresponsabilidad
ciudadana
A continuación, se presentan una serie de reflexiones en cuanto a
la participación y corresponsabilidad de la ciudadanía desde una
perspectiva de gobernanza, principalmente al referirnos al estado
actual que combina elementos modernos y premodernos:
En el escenario donde se sucintan las relaciones entre la sociedad
y gobierno se presentan diversos tipos de dimensiones. Existe una
relación material, por medio de la cual los individuos buscan los
medios materiales para su subsistencia, por medio de una relación
23
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
política donde los ciudadanos buscan garantizar la cohesión social,
la generación de voluntad colectiva y el aseguramiento de garantías
individuales. (Pimentel 1997).
La sociedad actual esta consciente que es el momento de exigir un
mejor desempeño del gobierno el logro de sus objetivos; por tanto
esta dispuesta a participar en el logro de los mismos, ya sea en forma
individual o a través de organizaciones representativas. Bien, entonces
una premisa básica de la cual parte la presente reflexión es que
debemos entender que la participación y corresponsabilidad ciudadana
son un factor positivo para el logro de los objetivos del programa o
política pública donde participa. Es decir, la participación ciudadana
no debe ser un elemento que distorsione la efectividad y eficiencia de
los programas gubernamentales. Esto requiere de un gran esfuerzo
de la sociedad. Mucho se escrito sobre la problemática que enfrenta
el gobierno al lidiar con información asimétrica. Pues bien, ahora ese
reto se comparte con el individuo y los grupos representativos. Las
redes de participación de individuos y organizaciones deberán ser un
medio no solo de propagación de información, sino de validación de la
misa. El gobierno por su parte, deberá tener la capacidad de convocar
y asociar a los grupos que realmente puedan aportar un valor agregado
al programa o política pública. Aunque habrá muchos grupos con
interés sincero en participar en alguna parte del proceso de una política
pública, la realidad es que no todos tendrán la capacidad de aportar a
la eficiencia y efectividad de la misma. Por otro lado, la participación
de organizaciones de la sociedad, por ejemplo en la prestación de
servicios públicos o en la definición de una política pública, no debe
mermar la capacidad de toma de decisiones en general y en particular
del gobierno, al extenderse la cadena de actores que deberán tomar
decisiones sobre un tema en particular.
24
Dentro de un marco de gobernanza, el papel del ciudadano se amplia
para convertirse en actor importante y fundamental en las decisiones
y acciones de carácter público. La sociedad tendrá ahora no solo la
responsabilidad de elegir a sus representantes por la vía del voto, sino
que ahora también deberá dar un voto de confianza a aquellos a quien
cederá representatividad, ahora por medio de grupos de individuos
organizados. Ahora bien, esto implica un reto institucional importante,
porque si bien los representantes públicos están legitimados ya sea por
el voto o por el nombramiento oficial, la sociedad deberá ahora resolver
el como el como legitimar la participación de grupos en la actividad
pública. Acaso solo por la mera organización, auto nombramiento y
designación como representantes de una causa social, o por medio de
algún mecanismo de registro y asignación.
Han aparecido numerosas organizaciones que se hacen pasar por
representantes de un grupo determinado, y en realidad lejos de
privilegiar una causa social, en cambio defienden intereses personales,
muchas veces al margen de la ley. Acaso habrá que crear organismos
que vigilen a otros organismos, o las entidades públicas de contraloría,
podrán también vigilar a los organismos de la sociedad. Por otro lado,
es claro que toda institución y organización ciudadana, tiene en el fondo
la búsqueda de un interés particular; es decir, si bien desean apoyar
alguna causa ya sea de asistencia, definición de prioridades locales
en el diseño de programas públicos o algún otro fin, también deben
velar por intereses económicos y fiscales que permitan y prolonguen su
existencia. Por tanto, un aspecto importante a definir por la sociedad es
la forma que deberán legitimarse aquellas instituciones y organizaciones
privadas representativas, tanto ante la administración pública como
con el resto de la sociedad.
25
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Es importante definir también el espacio donde se dará la participación
y corresponsabilidad de la sociedad. Es decir, el individuo participa en
respuesta ante la ineficacia del gobierno, por un interés legítimo o por
una motivación en particular. Es decir, se debe tener muy claro por todos
los actores, aquello que los legitime a participar. Por ejemplo, podemos
legitimar la participación ciudadana que esta soportada por una
estructura partidista, y que sin embargo busca influenciar una política
social. Ahora bien, una vez que los actores estén definidos y cada uno
asuma sus roles, obligaciones y responsabilidades, en quien deberá
depositar la ciudadanía el liderazgo social. Acaso en el gobierno, a quien
precisamente la ciudadanía le esta exigiendo que vuelva a lo público, y
a quien le atribuye incapacidad de desempeño. Estarán dispuestos los
políticos a ceder el control a una o varias organizaciones. Habrá que
definir también otros espacios donde se llevara la acción ciudadana, por
ejemplo habrá de actuar en aquellos lugares donde falla el mercado, en
la prestación de bienes públicos, en la definición de la agenda pública o
en alguna parte del proceso de la política pública. Por otro lado, los tres
órdenes de gobiernos tienen competencias compartidas y concurrentes,
lo cual les permite el desarrollo de diversos programas, la elaboración
de políticas públicas y la prestación de diversos servicios. Donde cabe
la asociación se pueden establecer nexos paralelos con gobiernos
estatales y locales, que pueden ser de partidos distintos y privilegiar
agendas públicas diferentes. La sociedad deberá tener claro que la
participación y corresponsabilidad ciudadana deberá darse dentro de
un marco democrático. Se tendrá que ser muy cuidadoso que no se
generen incentivos perversos tanto de las organizaciones como del los
actores.
La forma de organización de los individuos en grupos puede ser muy
variada. Nos referiremos brevemente a las Organizaciones de la Sociedad
26
Civil (OSC), Organizaciones No gubernamentales (ONG) y las conocidas
como Redes Ciudadanas. Las OSC y las ONG incluyen diversos tipos de
entidades no gubernamentales, e independientes de partidos políticos
que representan algún tipo de interés social ya sea de un grupo o una
comunidad. No buscan fines de lucro ni asumir algún cargo político o
público. Pretenden participar en la gestión de algún asunto público,
actuar como interlocutores ante instituciones de gobierno, o participar
en alguna parte del proceso de política pública. Las formales están
registradas ante la autoridad y reconocidas con personalidad jurídica.
Los ámbitos de participación son tan amplios como el numero de
organizaciones, se pueden encontrar favoreciendo diversas causas,
como la lucha contra el cáncer, la protección de los niños, apoyo a
campesinos, apoyo a migrantes, lucha contra la violencia familiar,
protección de los derechos humanos, defensa de procesos electorales,
protección del medio ambiente y prevención de diversas enfermedades.
Pueden ofrecer servicios de gestión, asistenciales y técnicos, desarrollo
comunitario, defensa de afiliados, o de comunidades y barrios, defensa
de derechos humanos, investigación, y apoyo a pequeñas y medianas
empresas. La participación de estas organizaciones puede favorecer la
eficiencia gubernamental y el logro de objetivos de políticas públicas,
siempre y cuando exista una red de comunicación y relación clara
y definida institucionalmente. De forma que se logre que coincidan
intereses dispersos de los diversos grupos en la agenda pública. Exige
también que la organización tenga capacidad gerencial y conocimiento
del funcionamiento de la organización burocrática gubernamental, la
forma en que se asignan los recursos y los medios participativos.
Por su parte, las redes ciudadanas, se refiere a la organización de
individuos que participan en forma activa en la búsqueda de un objetivo
común. Se encuentran redes “formales”, es decir aquellas que están
relacionadas a alguna institución, o las “informales” que están vinculadas
27
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
algún movimiento ciudadano, social o político. Existe una amplia gama
de organización de redes ciudadanas. Pueden ser organizaciones de
barrios, lucha social, exigencia de buen gobierno, consulta o información.
Pueden ser creadas ex profeso para la resolución de un problema o la
realización de un proyecto. Por ejemplo, para la remodelación de un
parque o para denunciar lo que algunos consideran un fraude electoral.
Funcionan como fuentes de información y en el mejor de los casos de
dispersión de conocimiento. Estas redes, deberán ser incluyentes y asumir
una serie de compromisos hacia con la sociedad que pretenden servir.
En ese sentido, las redes de participación ciudadana, deben coadyuvar
a la democracia, tener claro la realidad económica y social tanto local
como regional. Deberán definir bien sus líneas de acción, sus métodos y
formas de representatividad. Ahora bien, con la expansión de las redes
ciudadanas, ya sea en su forma tradicional o las que recientemente han
aparecido en forma virtual, a través de espacios en Internet, y que se
vislumbra un gran crecimiento, se debe tener claro cómo canalizar el
creciente poder político que estas organizaciones logren obtener. Por
otro lado, muchas de estas redes ciudadanas, tenderán a establecer
nexos con similares de otros países, incrementando su capacidad de
gestión y de presión sobre los gobiernos. Esto implicara un reto mayor,
pues seguramente algunas tendrán intereses encontrados, y presionaran
al gobierno para incluir en la agenda pública, sus propias definiciones
y conceptos. Surgen también redes de ciudadanos que alzan la voz
fuerte, para exigir a sus gobiernos una mayor democracia política,
véase por ejemplo el caso de la red denominada: ATINA CHILE,1 desde
donde los ciudadanos pueden expresar su sentir sobre la actuación
de las autoridades locales, y exigen más compromiso de los partidos
http://www.atinachile.cl/content/view/84203/Redes_ciudadanas_se_entretejen_para_exigir_
cambios_legales_pro_democracia.html
1
28
políticos. Esta situación exige un reto mayor, pues nos lleva a analizar
como eslabonar y fusionar el interés del político, del funcionario, del
ciudadano y los de la red a la que pertenece.
Dado a la creciente importancia que los grupos organizados de la
sociedad han adquirido, se corre el riesgo de que si no existe una
verdadera representatividad e institucionalidad democrática, los
gobiernos y los políticos podrán verse tentados a buscar el favoritismo
de dichos grupos, orientar recursos para favorecer solo las demandas
que tendrán una mayor ganancia política, o en el peor de los casos a
rendir cuentas primordialmente a los grupos organizados.
La corresponsabilidad ciudadana debe generar valor agregado para
la sociedad, sino no tendría sentido su existencia. El esquema de
asociación deberá asegurar que el valor del esfuerzo conjunto es más
eficiente y efectivo que la sola participación del gobierno. El ciudadano
participante debe tener muy claro sus competencias y el límite de actuar.
Ahí donde empieza el interés por participar dentro del gobierno, ahí es
donde se termina el individuo. No debe tener un doble rol, una situación
como esta le restaría legitimidad y credibilidad. Por otro lado, una vez
que la sociedad identifique a los grupos organizados, que derecho tendrá
a exigir rendición de cuentas, y estos que responsabilidad tendrán hacia
con el resto de los grupos y de la sociedad y el gobierno.
Uno de los grandes retos de las sociedades actuales es el promover
que las prácticas modernas de gestión, permen en todos los ámbitos
de gobierno, especialmente a nivel municipal donde se encuentran los
problemas cotidianos. La sociedad en general tiene que permitir que
la consolidación de la democracia traiga consigo una mejor forma
de interpretación de los esquemas de gobernanza que permitan una
participación social efectiva (Ramos y Reyes 2005).
29
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Dentro del formato actual, ya existen diversas formas de participación
ciudadana. Desgraciadamente aún esta sujeta a la movilización del
gobierno en el poder. Se crean desde las oficinas gubernamentales una
variedad despachos de enlace ciudadano, encargados de realizar el
acercamiento con el ciudadanos y los grupos civiles. Encontramos una
amplia variedad de títulos de oficinas, tales como la Dirección General
de Enlace Social y Atención Ciudadana de la Secretaria de Desarrollo
Social, la Coordinación de enlace y fortalecimiento de la Sociedad Civil
de la Secretaria de Gobernación del Distrito Federal, o los más de 20
consejos ciudadanos creados por el gobierno del estado de Nuevo
León, los Centros de Servicios estatales y municipales, o las oficinas de
enlace de los gobiernos y entidades públicas. Mucho de los mecanismos
actuales de participación de la sociedad es por medio por medio de
convocatorias para asistir a forums y mesas de trabajo organizadas
por las oficinas de enlace para recabar información ciudadana, así
como llevar a cabo ejercicios de participación en presupuestos y
planes estratégicos, o en la definición de la prestación de servicios o la
construcción de un bien público.
Finalmente hay que destacar que si bien la participación ciudadana y la
corresponsabilidad son ya una realidad, hay que estar conscientes que
para que se de una verdadera gobernanza se requiere tanto un cambio
de cultura política de toda la sociedad, y sobre todo una transformación
institucional. Esta ultima deberá normar y legitimizar la participación
ciudadana. Deberá diseñarse de tal forma que no afecte la vida del
ciudadano.
30
Políticas públicas y participacion ciudadana
Es importante destacar la política pública como un elemento
indispensable para eficientar la administración pública, y como uno de
los espacios donde la participación ciudadana tiene una enorme área
de oportunidad. A partir de su aparición en la literatura, el concepto
de políticas públicas ha dado pauta a un gran debate académico y
gubernamental. De ahí la relevancia de entender tanto en el gobierno
y como en la sociedad no solo el concepto, la profundidad y alcance
de las mismas, sino también el contexto político en las cuales serán
implementadas. Es decir, se podrán tener políticas que a la vista del
análisis deberían ser las adecuadas para el logro de sus objetivos, sin
embargo su eficiencia y efectividad esta en riesgo si tanto sociedad como
gobierno no logran tener un completo entendimiento y comunicación.
Al igual que con la participación del ciudadano en otros ámbitos
públicos, su aportación en algunas de las etapas de proceso de políticas
públicas deberá justificarse. Es decir, debemos partir nuevamente que
el ciudadano esta informado, y que la participación organizada deberá
aportar beneficios al proceso total.
El primer reto que enfrenta la participación ciudadana es entender que
la política pública no es un solo momento en el tiempo, sino que esta
compuesta por diversas etapas, y en las cuales puede participar por
diferentes medios y acciones:
31
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
a) Identificación y definición de los problemas a
resolver con la política pública
Esta es una etapa crucial de la política pública. En la sociedad existen
numerosas situaciones conflictivas, algunas afectan al conjunto de
los habitantes, pero otras en cambio a un grupo reducido. En este
sentido, la comunidad tiene que tener muy claro, que no todo hecho
puede ser considerado como un problema, y no todos los problemas
tienen necesariamente una solución por medio de una política pública.
En esta etapa de definición la sociedad podrá participar aportando
información, exponiendo sus puntos de vista y consideraciones. Deberá
tener conocimiento suficiente del tema, y capacidad de consenso. Esta
participación ciudadana es muy importante, pues acerca al gobierno a
identificar problemática real, cotidiana, la que viven en primera instancia
la sociedad. Esto permitirá una mayor vinculación entre gobierno
y sociedad. El gobierno deberá por su parte aceptar opiniones y
sugerencias, deberá canalizar el esfuerzo conjunto y servir de mediador
y coordinador. La sociedad en su conjunto deberá definir los canales
de participación, los cuales deben tener una metodología que permita
la recepción y análisis de información valiosa que permita una clara
identificación del problema. La definición final sobre el problema debe
ser aceptada por todos los grupos involucrados, y debe ser un problema
viable de resolver. Es muy importante que las reglas de participación
estén claras desde el principio para todos los grupos interesados, y ser
muy cuidadoso en cuanto a no confundir los efectos y las causas de un
problema.
b) La definición de la agenda pública
En esta etapa es cuando se definen aquellos problemas a los cuales
se pretende diseñar una política pública. Es un hecho que no todos
32
los problemas y sugerencias de la sociedad podrán ser incluidos.
Normalmente el gobierno, en todos sus órdenes e instituciones tiene
limitación de recursos económicos y materiales. La participación
ciudadana en esta etapa es muy importante, ya que es donde trataran
de ejercer una mayor fuerza los grupos que tengan un interés particular
en algún asunto. El reto del gobierno es tener la capacidad suficiente de
negociación para comprometer a todos los grupos participantes, aun
aquellos cuyas propuestas no fueron tomadas en cuenta. La agenda
pública será la que marcara las líneas de acción futuras, por lo que la
sociedad tiene que ser muy clara y persistente en llamar la atención para
incluir sus propuestas. En esta etapa de la política pública, se requiere
tener información valiosa, estratégica, confiable y técnica, dado que el
cabildeo de los grupos interesados es muy importante deben de preparar
argumentos lógicos y vendibles y metodologías.
Se requiere tomar en cuenta las capacidades de los participantes futuros
en el desarrollo e implmenteación de la política pública. Se deben
establecer claramente las argumentaciones del porqué es un problema,
y los medios al alcance del gobierno y sociedad para solucionarlo.
Así por ejemplo, aun cuando de acuerdo a datos de la Secretaria de
Desarrollo Social del Gobierno federal, el estado de Nuevo León es uno
con menor incidencia de pobreza alimentaría con 3.6 de la población, el
gobierno estatal se dio a la tarea de ubicar aquellos grupos que viven
en condiciones de pobreza con alta concentración en ciertas zonas del
Área Metropolitana de Monterrey y en el sur del Estado. De acuerdo
a estudios del Consejo de Desarrollo Social del gobierno estatal, en
el Área Metropolitana de Monterrey se tiene un incidencia del 15% de
pobreza patrimonial, ubicada en 53 polígonos específicos identificados
como de alta incidencia de pobreza. Como se puede observar en la
siguiente tabla, la ciudad de Monterrey aun concentra al menos 600,000
personas con algún grado de pobreza patrimonial, ubicadas dentro de
33
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
13 polígonos específicos que tienen incidencias de pobreza patrimonial
que va desde un 6.6 % hasta un 35.6% de la población.
Municio
No. de
Polígono
Número de
Colonias
Población
Total
Población
en pobreza
patrimonial
% de población
en pobreza
patrimonial
3,243,466
487,792
15
127
358,586
101,151
28.2
Área Metropolitana
de Monterrey
Monterrey, Escobedo
y San Nicolás
51
Monterrey
60
45
110,819
26,612
24
Monterrey
4
17
34,880
5,977
17.1
Monterrey
66
15
30,520
6,717
22
Monterrey
53
22
30,115
5,712
19
Monterrey y
Guadalupe
62
8
16,074
4,363
27.1
Monterrey
52
3
13,005
862
6.6
Monterrey y
Guadalupe
50
8
7,171
1,063
14.8
Monterrey
3
8
6,884
1,265
18.4
Monterrey
2
7
6,543
828
12.7
Monterrey
1
4
6,167
770
12.5
Monterrey
49
2
5,715
1,543
27
Monterrey
48
3
3,899
1,389
35.6
Fuente: Tercer Informe de Actividades 2006. Consejo de Desarrollo Social.
Es decir, para los grupos involucrados en el combate a la pobreza es
claro que se cuenta con información estadística confiable que ubica un
problema de concentración de pobreza dentro del área Metropolitana.
De esta información se han derivado las diferentes políticas estatales
de combate a este problema.
En el siguiente cuadro se presentan algunos de los principales actores
y sus intereses particulares para el problema señalado anteriormente:
34
Grupo
Tipo Interes
Habitantes de las colonias dentro de los polígonos
de pobreza
Mejorar su calidad de vida
Lideres de colonos
Legitimidad ante vecinos
Secretaría de Desarrollo Económico y Social
Municipal
Promover programas de empleo de capacitación
Consejo de Desarrollo Social Estatal
Coordinar esfuerzo en combate a la pobreza
Secretaría de Educación Estatal
Promover programas educativos
Secretaría de Salud
Promover programas de Salud
Secretaría de Desarrollo Económico y Social
Municipal
Coordinar esfuerzo en combate a la pobreza
Organizaciones civiles
Participar en el desarrollo comunitario
c) La formulación y diseño de la política pública
En esta etapa es donde define cuáles serán los cursos de acción y las
alternativas posibles de solución. Aquí también los grupos de ciudadanos
podrán participar como expertos en diferentes temas. Igualmente existirá
un debate importante sobre cuales deberán ser las mejores acciones
de acuerdo a los recursos y el tiempo. Aquí la sociedad debe ser muy
estricta porque los políticos trataran de marcar la pauta de acuerdo a
tiempos electorales y esto puede influir en el logro de los resultados. Así
mismo, se enfrentaran al problema de las competencias de los órdenes
de gobierno, pues dependiendo del problema será la competencia que
tendrá un gobierno o una institución para actuar. Así por ejemplo, los
municipios aun tienen muchas limitaciones para llevar a cabo políticas
públicas ambiciosas, tanto por el breve periodo de gobierno de tres años,
y por las competencias municipales, muy enfocadas a la prestación de
servicios públicos básicos.
En esta etapa es importante definir estrategias que involucren
situaciones que se pueden derivar posteriores a la implementación de
la política pública. Por ejemplo, la apertura comercial ha sido el eje de
la política comercial del gobierno federal mexicano. En este sentido
35
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
hay una iniciativa de liberar el cruce transfronterizo de una práctica
común de un servicio que ofrecen ciertos grupos coludidos con agentes
aduanales conocido como “transfer”, el cual consiste en que una caja de
trailer solo puede ser cruzada por equipo de transportación de ciertas
empresas localizadas en la frontera, y que están “autorizadas” mas que
por un mandato legal, por un mandato convencional, y el cual es rezago
de viejas practicas discrecionales. Así, la iniciativa que ha mandado el
gobierno federal es desregular oficialmente el cruce transfronterizo,
permitiendo que cualquier camión mexicano y norteamericano pueda
entregar carga
directamente del otro lado de la frontera. En este
esquema es importante que los grupos organizados representando
a los transportistas mexicanos y los de las empresas importadoras y
exportadoras participen en el diseño del esquema. Es decir, la idea es
buena en el sentido que agilizara las operaciones de comercio exterior, y
deberá disminuir el costo para los usuarios finales. Sin embargo, si esta
medida no va acompañada de esquemas en mejora a la infraestructura
de cruce de puentes no tendrá ningún impacto en la sociedad. Por
otro lado, las empresas transportistas deberán estar conscientes que
tendrán ahora la competencia de grupos transportistas extranjeros, los
cuales cuentan con varias ventajas. Por ejemplo, si bien el cruce de
fronteras se permitirá en ambos lados, los choferes de los dos países
deberán hablar el idioma del otro, y respetar las reglas de transporte y
carga. En este sentido, las empresas norteamericanas no tendrán ningún
problema, pues muchos de los choferes actuales son de ascendencia
mexicana, y por lo tanto ya hablan el idioma español. Por su parte,
seguramente los choferes mexicanos que hablen el idioma ingles son
escasos. Entonces en este aspecto, si este esquema no va acompañado
de un programa de capacitación y aprendizaje del idioma ingles para los
choferes mexicanos, las empresas mexicanas simplemente tendrán que
ceder el negocio a las empresas norteamericanas.
36
Adicionalmente, las empresas norteamericanas tienen acceso a tasas
de interés para la compra de unidades a niveles muy inferiores a los que
la banca mexicana ofrece. En este sentido, si la política de apertura no
va acompañada con esquemas de crédito preferencial de la banca de
desarrollo, en el largo plazo la industria transfronteriza esta destinada
pasar a manos de empresas extranjeras. Es decir, la buena intención
de acabar con un problema de competitividad que actualmente
afecta a las empresas transportistas, y a las empresas importadoras y
exportadoras, podría causar otro mas grave de perdida de capacidad
para las empresas transportistas nacionales. El ejemplo anterior muestra
cómo la participación de los grupos en la determinación de una agenda
pública es de vital importancia para la efectividad de la misma.
d) La implementación
En esta parte de la política pública los grupos participaran como
exigentes observadores de que las oficinas de gobierno responsables
de implementar las políticas públicas están actuando conforme a lo
establecido, siguiendo los criterios definidos y utilizando el presupuesto
en forma eficiente. Es posible la participación de grupos en la prestación
de servicios que se requerirán, por ejemplo estudios de ingeniería o
diseño de obras. La ciudadanía tiene que tener claro también, que la
burocracia tiene su propia lógica de tiempos y movimientos por lo cual
deberán ser muy cautelosos en sus indicaciones. En esta parte de la
política pública todavía existe un gran reto de transparencia y reporte
de cuentas, pues aunque ya existe el fundamento legal, no todos los
organismos públicos están al día en proveer la información financiera de
todos los proyectos en los que participa. Es aquí donde la ciudadanía
tiene que tener muy claro su corresponsabilidad ante la sociedad. Estos
37
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
grupos que han decidió participar, se han hecho acreedores a un mandato
social de la comunidad. Han aceptado el reto de representatividad que
se les confirió.
e) La evaluación del cumplimiento de los objetivos
trazados
En esta parte del proceso de política pública se evaluarán los
resultados. Se deberá ser capaz de explicar cuáles serían los beneficios
económicos, sociales, administrativos y políticos para la sociedad en
general. Los grupos ciudadanos deberán aportar para asegurar que se
mejorara la eficiencia y eficacia y en general la calidad del resultado
de los objetivos de la política pública. Para los grupos involucrados,
es importante distinguir entre la evaluación de la gestión de la política
pública y la evaluación de los resultados. Desgraciadamente conforme
avanza el ciclo de la política pública la capacidad de los actores ser va
reduciendo. En este sentido, la gobernanza requiere que la sociedad
participativa mantenga un alto grado de compromiso y cohesión, y no
se deje en manos del gobierno solamente las últimas etapas del ciclo.
El siguiente esquema muestra cómo estas cinco actividades dentro del
ciclo de política pública se traslapan para alcanzar los ámbitos públicos
y privados. Si bien el ciudadano tiene ahora la oportunidad de resaltar
sus intereses, es por medio de su participación en grupos organizados
donde tendrá un mayor impacto. Tanto los individuos particulares como
las organizaciones civiles (grupos sociales) tienen intereses particulares
que trataran de identificar como problemas y llevarlos a la agenda pública.
Por su parte el gobierno por su propia naturaleza todavía tiene una mayor
participación en el diseño e implementación y evaluación de las políticas
38
públicas. A menos que se den cambios institucionales que permitan una
mayor participaron y fiscalización de los grupos organizados dentro de
la estructura burocrática.
Gobierno
Implementación
Agenda
Evaluación
Problema
Intereses
Intereses
Grupos Sociales
Individuos
En la siguiente tabla: Incentivos y responsabilidades en el ciclo de la
política pública, se presenta un ejercicio ilustrativo para señalar algunos
de los incentivos y responsabilidad que tendrán tanto los individuos, los
ordenes de gobierno, las organizaciones ciudadanas y la sociedad en
general en el ciclo de la política pública.
39
Incentivos y Responsabilidades en el ciclo de la Política Pública
Identificación del Problema
Definición de Agenda Pública
Formulación y Diseño
Implementación
Evaluación
Identificación
de
problemática
Proporcionar
información
Incluir
problemática
propia
Participar en
la evaluación
y diagnostico
Incluir
problemática
propia
Participar en
el diseño de
la Política
Pública
Supervisar
Implementación
Supervisar
Cumplimiento
de objetivos
Evaluar y
Proponer
Organizaciones
Sociales
Participar en
el Desarrollo.
Incluir
problemática
del grupo.
Legitimarse
ante la
sociedad
Proporcionar
información.
Proporcionar
experiencia
Negación
de agendas
particulares
Participar en
la evaluación
y diagnostico
Negociación
de agendas
particulares
Participar en
el diseño de
la Política
Pública
Supervisar
Implementación
Supervisar
Cumplimiento
de objetivos
Evaluar y
Proponer
Por mandato
legal y
competencia.
Interes
político.
Legitimarse
ante la
sociedad
Identificación
de
problemática.
Analizar
propuestas
y coordinar
grupos.
Proveer
información
Interes
político.
Mandato legal
Coordinar
grupos.
Definir
agenda
Cumplimiento
de programas
Diseño de
Política
Pública
Federal
Cumplimiento
de promesas
de campaña.
Logros políticos
Coordinar
implementación
Cumplimiento
de objetivos.
Pasar
auditorias
Coordinar
resultados
Por mandato
legal y
competencia.
Interes
político.
Legitimarse
ante la
sociedad
Identificación
de
problemática.
Analizar
propuestas
y coordinar
grupos.
Proveer
información
Interes
político.
Mandato legal
Coordinar
grupos.
Definir
agenda
Cumplimiento
de programas
Diseño de
Política
Pública
Estatal
Cumplimiento
de promesas
de campaña.
Logros políticos
Coordinar
implementación
Cumplimiento
de objetivos.
Pasar
auditorias
Coordinar
resultados
Por mandato
legal y
competencia.
Interes
político.
Legitimarse
ante la
sociedad
Identificación
de
problemática.
Analizar
propuestas
y coordinar
grupos.
Proveer
información
Interes
político.
Mandato legal
Coordinar
grupos.
Definir
agenda
Cumplimiento
de programas
Diseño de
Política
Pública
Municipal
Cumplimiento
de promesas
de campaña.
Logros políticos
Coordinar
implementación
Cumplimiento
de objetivos.
Pasar
auditorias
Coordinar
resultados
Por mandato
legal.
Legitimarse
ante la
sociedad
Proponer
información
y datos.
Identificación
de
problemática
Interes
político.
Mandato legal
Participar en
la evaluación
y diagnostico
Cumplimiento
de programas
Participar en
el diseño de
la Política
Pública
Cumplimiento
de programas
Implementación
Cumplimiento
de objetivos.
Pasar
auditorias
Presentar
resultados
40
Individuo
Recibir
mejores
servicios
públicos
Solucionar
problemática
Administración
Pública Federal
Administración
Pública Estatal
Administración
Pública Municipal
Organismos
Públicos
Resto de la
Sociedad
Recibir
mejores
servicios
públicos
Recibir
mejores
servicios
públicos
Participar
Exigir
resultados
esperados
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Tabla 1
De acuerdo a este concepto, tanto los individuos, las organizaciones
civiles, los órdenes de gobierno, las organismos públicos y el resto de
la sociedad, tienen intereses durante el ciclo de la política pública. En la
medida que existan mecanismos participativos tendrán la iniciativa de
incluir sus intereses.
Así los individuos y sus organizaciones civiles tendrán un fuerte incentivo
en participar para no solo incluir sus propios problemas sino también
recibir en general mejores servicios públicos. Las organizaciones
igualmente no solo tendrán el incentivo de subir a la agenda pública
sus áreas de interés, sino que al igual deberán legitimarse ante sus
representados. Sin embargo, una vez que exista este esquema de
participación y corresponsabilidad ciudadana asumirán una serie de
responsabilidades de participación en el diseño, y evaluación de la
política pública, donde aportaran tiempo y conocimientos.
Los gobiernos por su parte, tendrán el incentivo de si cumplir con
su mandato legal de acuerdo al orden de gobierno y las facultades
competentes, tendrán un fuerte incentivo para legitimar el voto de los
ciudadanos. Tendrán el incentivo de acomodar el ciclo de políticas
públicas para coincidir con los tiempos electorales. Tendrán la
responsabilidad de coordinar el esfuerzo público y privado para el logro
eficiente y efectivo de la política pública.
41
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Reflexión final
Durante este largo proceso de consolidación democrática la sociedad
ha ido ganando espacios de participación y corresponsabilidad. Sin
embargo, el estado actual de la democracia aun requiere madurar para
que la sociedad y gobierno caminen juntos hacia la modernidad del
Estado. Grandes retos se vislumbran para la sociedad y gobierno en el
trabajar en forma asociativa a saber:
a) Fortalecimiento de la sociedad civil y mecanismos
de participación
Aunque los grupos civiles organizados se ha multiplicado durante las
ultimas décadas, para exigir un mejor desenvolvimiento del gobierno,
y así como una mayor participación. Sin embargo la gran mayoría de
los ciudadanos aparecen como pocos participativos en general. En
este sentido se debe hacer un esfuerzo nacional para fortalecer la
sociedad civil mediante mecanismos de democracia directa, incluyendo
referéndum, plebicistos, o mecanismos de iniciativa ciudadana, que
motiven al ciudadano a participar en forma más directa en los asuntos
públicos.
El ciudadano común, se acostumbro por años a tener una imagen
paternalista del gobierno y en muchos casos a evadir sus responsabilidades
de ciudadano participativo. En este sentido es necesario impulsar
una madurez en la cultura política. El ciudadano tiene que entender
la importancia del papel protagónico que le corresponde, y no solo a
demandar soluciones al gobierno. La indolencia y la apatía ciudadana se
debe combatir desde las aulas infantiles. Se debe cultivar un sentimiento
de responsabilidad en el destino público compartido.
42
b)
La
participación
asegure
una
mayor
y
corresponsabilidad
eficiencia
y
eficacia
que
en
la
administración pública y en el proceso de políticas
públicas
La problemática social y económica es cada vez más compleja.
La toma de decisiones involucra numerosos factores,
información
diversa y abundante. La asignación de recursos públicos a políticas y
programas esta a sujeta a cada vez mas escrutinio y evaluación. En
este sentido, la participación y corresponsabilidad ciudadana deben
ser un factor que fomente la eficiencia y eficacia de las decisiones.
La participación ciudadana no debe ser “comparsa” de movimientos
políticos, ni de factores que distorsionen los mercados. Para la solución
a los problemas no se puede estar descubriendo el hilo negro en cada
nueva administración federal, estatal y municipal, pero tampoco cada
vez que se forme una nueva organización ciudadana. Tanto gobierno
como sociedad deben de tener la habilidad de darle continuidad a
los programas actuales que han demostrado viabilidad, y en cambio
rechazar aquellos que no han aportado a la solución de la problemática
objetivo.
El ciudadano participante debe estar plenamente informado de su
realidad económica y social. La participación ciudadana debe de ser de
calidad, aunque incentivada para la solución de su propia problemática,
debe ser consciente de las prioridades nacionales. La corresponsabilidad
implica tener la capacidad de ceder y negociar. La sociedad no puede
asumir actitudes caprichosas, tratar de imponer en la agenda solamente
sus puntos de interés, ni intentar chantajear al gobierno. La sociedad
debe exigir al gobierno que la democracia implica desasociar los
objetivos de política de los ciclos electorales, pero también no legitimar
43
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
a los grupos representativos que pretendan obtener algún beneficio de
esta vieja practica clientelar. Los grupos de interés deben superar la
visión tradicionalista del paternalismo y obtención de prebendas.
c) Cambios institucionales y fortalecimiento del
federalismo
La democracia es un ente viviente y evolutivo, y sus instituciones debe
de adaptarse a este ritmo. En este sentido, las sociedades se deben
permitir una constante evaluación de su marco institucional para
promover los cambios legales y organizativos requeridos para dar una
mejor solución a las demandas y retos de la problemática económica y
social en turno. La revisión debe incluir los medios en que la ciudadanía
y sus organizaciones tengan acceso legal y formal al proceso de
definición y toma de decisiones.
Se deben establecer cambios los cambios institucionales y mecanismos
para fortalecer el federalismo, pues no existe aún una clara y justa forma
de control entre las decisiones que afectan el desarrollo de cada entidad
federativa, y los niveles donde se toman esas decisiones. Así por
ejemplo, mas allá de las competencias, desde el ejecutivo se diseñan
políticas públicas enfocadas a resolver diversas problemáticas de los
estados y municipios, sin tomar en cuenta las múltiples y diferentes
condiciones especificas de la cada región. Más aún, la compleja
interpretación de las propias constituciones estatales, de las leyes
generales, las secundarias, así como de los reglamentos y manuales
respectivos, dificulta aún más el diseño de las políticas públicas.
Si bien son los municipios quienes albergan a las familias e individuos que
enfrentan diariamente los retos de la realidad económica y social actual,
tradicionalmente se ha pensado que la tarea de plantear soluciones a
44
la problemática le corresponde a los gobiernos federal y estatal, y al
municipio se le ha considerado como un órgano más administrativo,
ajeno a la toma de decisiones de carácter estratégico.
En conclusión, aunque existen procesos democráticos, estos todavía
son incipientes y requieren de cambios institucionales y mecanismos
de participación para permitir la aparición de un Estado moderno.
La democracia participativa implica que sociedad y gobierno sean
creativos en el diseño de esquemas de gestión, donde el ciudadano se
involucre y se considere corresponsable en los asuntos públicos. Donde
participe en la definición de los temas de la agenda pública, en el diseño,
implementación y evaluación de las políticas públicas; donde pueda
participar en la deliberación de las leyes, programas y presupuestos,
en donde pueda aportar un valor agregado, y ser un elemento que
promueva la eficiencia y eficacia.
45
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
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Ciencias Políticas y Administración Pública, Universidad
Autónoma del Estado de México, pp. 335-376.
49
Abstract
El autor expone la necesidad de que las administraciones
públicas latinoamericanas recuperen capacidad de
respuesta en un mundo complejo e incierto, utilizando
para ello, estudios y decisiones estratégicas que permitan
diseñar alternativas eficaces para superar las crisis y los
retos, dando paso a una nueva agenda de desarrollo que
fortalezca los valores del bienestar, la equidad y la calidad
de vida, aprovechando la riqueza conceptual y aplicada del
Un reto crucial para la saber multiprofesional, el cual se organiza en disciplinas que
Administración Pública en las pueden interrelacionarse y aprovecharse para que la acción
democracias de Latinoamérica. de los gobiernos sea más efectiva en favor de la sociedad,
El proceso de toma de los gobernados y el desarrollo de las instituciones.
decisiones para la definición e
implementación de las políticas Palabras clave: Capacidades, conocimiento, decisión,
públicas estrategia y desarrollo.
Javier Osornio* The author sets out the need that the Latin American public
administrations recover capacity of answer in a complex and
uncertain world, using for it, studies and strategic decisions
that allow to design effective alternatives to surpass the
crises and the challenges, giving passage to a new agenda
of development that fortify the values of the well-being, the
fairness and the quality of life, being useful the conceptual
and applied wealth the professional knowledge, which
is organized in disciplines that can interrelate and take
advantage so that the action of the governments is more
effective in favor of the society, the governed ones and the
development the institutions.
* Candidato a Doctor en Política Pública por la
Escuela de Graduados en Administración Pública,
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de
Monterrey, Campus Monterrey.
Key words: Capacities, knowledge, decision, strategy and
development.
51
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Resumen
El tema que se analiza es la necesidad de emplear un enfoque
sistémico y transdisciplinario en el proceso de toma de decisiones de
la Administración Pública en los Gobiernos Latinoamericanos con el
fin poder definir mejor (de manera efectiva) las políticas públicas y su
implementación exitosa.
En una primera instancia se aborda de frente el aspecto del círculo
vicioso en términos de su desarrollo socioeconómico que experimentan
actualmente las Administraciones Públicas en Latinoamérica, por
aspectos de falta de capacidad en los tomadores de decisiones de
hacer frente a un entorno cambiante y de influencia global, así como la
reticencia expresada en el uso de formas tradicionales de llevar a cabo
el proceso de toma de decisiones para atacar sus problemas de forma
efectiva.
En un segundo momento, se discute la viabilidad del uso de la planeación
estratégica en conjunto con la prospectiva como una respuesta a la
materialización de un enfoque sistémico y transdisciplinario en la toma
de decisiones, la importancia del pensamiento de largo plazo para
los gobiernos y sus órganos de Administración Pública a la luz de la
influencia de la Nueva Gestión Pública y de la teoría neoclásica de las
organizaciones, que si bien hace importantes aportaciones en aras de la
eficiencia administrativa y en la definición de estrategias reconocemos
la necesidad de implementar la recomendación de la “teoría de alcance
medio” para minimizar la tendencia a la “gran teorización” y rescatar el
valor de las posturas de base empírica.
En un tercer momento se argumenta el valor de la transdisciplinariedad,
coludida con la sistematicidad del enfoque holístico para la toma de
52
decisiones y finalmente se aborda la recomendación de hacer uso de una
herramienta práctica denominada la Matriz de Marco Lógico, útil para la
organización y articulación de acciones para la implementación de los
programas que se derivan de las políticas públicas como expresión de
la toma de decisiones en la Administración Pública.
El mantenimiento del círculo vicioso en términos del desarrollo regional
por ende socioeconómico en América Latina tiene una fuerte relación
con la falta de una visión y un proyecto de futuro que le brinde sentido
a la acción colectiva de una sociedad fragmentada y profundamente
dividida, que se enfrenta a un contexto de cambio constante y global
para adaptar su modelo de desarrollo.
La persistencia del círculo vicioso que dificulta el cambio de la
estructura administrativa del Estado y promueve el estancamiento de
la productividad, debe entenderse desde un punto de vista político,
socioeconómico y cultural. Medina1 plantea que tal círculo vicioso esta
creado por la influencia de cuatro elementos que se retroalimentan a
sí mismos, a saber: el cortoplacismo, dado que se buscan resultados
inmediatos que no sirven para solucionar los problemas de fondo; los
excesos de la racionalidad individual, dado que cada sector y país busca
su propia alternativa; la falta de referentes comunes; y la ausencia de
proyectos colectivos e integradores.
Estos cuatro elementos inhiben la búsqueda de alternativas y
condicionan las políticas públicas y la toma de decisiones estratégicas
de los órganos de la Administración Pública (AP) de los gobiernos en
una dirección que tiende a agravar el estancamiento del círculo vicioso,
en lugar de contrarrestarlo.
Medina Vásquez (2003), Fundamentos conceptuales para la construcción de una visión
compartida de futuro con enfoque territorial, Instituto Latinoamericano de Planificación Económica
y Social (ILPES), Universidad del Valle, Cali, Colombia.
1
53
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Tres premisas podrían ayudar a entender el origen de este fenómeno:
• Existe un desfase entre el aumento de los desafíos del entorno en
los últimos años y la velocidad de respuesta. Los síntomas son el
azar, la inestabilidad y un cierto retroceso general en los indicadores
sociales. Pero en el fondo existe una brecha de capacidades
entre los tomadores de decisiones y responsables operativos
de la Administración Pública, producida por la elevación de los
estándares internacionales y el lento y poco distribuido crecimiento
de las capacidades regionales de respuesta.
• Escasa manifestación de la capacidad de innovación, de nuevos
modelos mentales y prácticas organizativas que fortalezcan las
instituciones.
• La situación objetiva, que de por si tiene muchos elementos graves y
ciertos de índole cuantitativo y tangible (déficit, carencias, brechas),
se agrava por la forma misma como se toman las decisiones, vale
decir, por aspectos culturales y socioeconómicos ligados a las
formas de como se concibe y opera el poder en la Administración
Pública. La crisis radica en los paradigmas de los legisladores y
funcionarios públicos que se revela formas de interactuar.
Para comprender lo que está pasando y mejorar nuestro desempeño en
el ámbito del complejo proceso de toma de decisiones de las actuales
AP, entendidas como actores de un sistema político donde se manifiesta
la política como elemento fundamental para el logro de objetivos que
derivan en un ordenamiento del sistema e incluso en la generación de
acuerdos entre los miembros del mismo y que dentro de la política, es
preciso reconocer que existen diferentes formas de poder que se basa en
los medios de que sirve el sujeto activo de la relación para condicionar el
comportamiento del sujeto pasivo. De tal modo podemos distinguir en un
sistema político tres clases de poder, que son el I) poder económico,
54
II) poder ideológico y III) poder político.2 Brevemente señalamos que el
primer tipo de poder como el que posee los medios de producción frente
al que no, de modo que el que posee los recursos económicos puede
condicionar el comportamiento del que se encuentra desprotegido,
mediante la promesa y entrega de una remuneración. El segundo tipo
de poder es la influencia de las ideas de las autoridades dentro de un
sistema político, este poder también genera un condicionamiento del
orden social donde se determinan los valores y conocimientos que
estimulan la cohesión e integración de la sociedad. El tercer tipo de poder
es el político, este es el poder coactivo del Estado. El poder coactivo,
es aquel al que recurre cualquier grupo social dominante, en última
instancia para defenderse de los ataques externos (medio ambiente) y
evitar la eliminación propia como consecuencia de la disgregación del
grupo.
Ahora bien queremos vincular las distinciones de las expresiones del
poder que aporta Bobbio para reconocer que si bien los organismos e
instituciones de las Administraciones Públicas de la región (Latinoamérica)
son los elementos clave del proceso de la toma de decisiones y
articuladores de las acciones específicas dentro de un sistema político,
deben procurar un balance -de responsabilidad ética en lo político- en
la forma y fondo del proceso en sí. Asumiendo por definición que son
el grupo de poder que cuenta con el poder económico, resulta la base
para proponer el desarrollo socioeconómico y en paralelo le otorga la
facultad de responder en sentido de Estado; con esto nos referimos
al término conceptual que determina las condiciones de identidad y
autonomía para los miembros de un grupo se distingue como mayoría.
Bobbio Norberto (2003) Teoría general de la Política. Editorial Trotta. España, Capítulo – III Política
y moral.
2
55
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
En la filosofía política moderna se plantean dos tipos de Estado; el Estado
absoluto y el Estado liberal, donde el primero tiende a extender y el
segundo a restringir su injerencia frente a la sociedad. Estos conceptos
revelan la relación de lo social en un proceso paulatinamente creciente
en el ámbito político, de modo que el fin de la política entendida en
su concepto amplio de “social”, deriva en que el fin de la política es
que una sociedad para cuya cohesión resulten necesarias relaciones
de dominio basadas en el uso de la fuerza. Lo cual denota una forma
de organización social que se rige por el uso del poder coactivo.3
Una expresión de poder que a la vez procure alcanzar lo que Bobbio
denomina como la “autonomía de la política”, que no es otra cosa más
que el reconocimiento del criterio con base en el cual se considera
buena o mala una acción política.
Una vez que concebimos una mayor influencia de la esfera de lo
social ante los procesos de toma de decisiones que en función de la
expresión de sus demandas e integrados bajo el poder coactivo que
asegura la forma de organización, debemos reconocer que se alude al
institucionalismo centrado en el actor, concepto aportado por Peters,
donde las instituciones son interpretadas como conjuntos de reglas
e incentivos que fijan condiciones para la racionalidad restringida y
establecen un espacio político dentro del cual pueden funcionar los
actores interdependientes. Esto sugiere que los procesos de toma de
decisiones de un sistema político son una expresión de los métodos
basados en la elección racional donde la maximización del beneficio es
la principal motivación de los individuos, de modo que tales individuos
Bobbio Norberto (2003) Teoría general de la Política. Editorial Trotta. España, Capítulo – III Política
y moral.
3
56
reconocen que sus objetivos personales pueden ser alcanzados
eficazmente a través de la acción institucional, sabiendo que su conducta
es moldeada por las instituciones.4
Ahora bien, lo anterior se menciona porque en la distinción de nuestra
segunda hipótesis sobre las causas del círculo vicioso en la toma
de decisiones de las Administraciones Públicas latinoamericanas,
donde se señala que existe una “escasa capacidad de innovación de
nuevos modelos mentales y prácticas organizativas que fortalezcan las
instituciones”, reconocemos que Peters brinda una noción de dirección
normativa, donde queda de manifiesto que uno de los mejores caminos
para el logro de objetivos colectivos incluyendo los personales, es
mediante la acción institucional, en otras palabras es lo que podemos
reconocer como acción colectiva que aprovecha el marco institucional
de la Administración Pública. Pero lo anterior los destacamos para
el conocimiento específico de los tomadores de decisiones de las
Administraciones Públicas de un sistema, ya que desde el momento
en que las instituciones son capaces de producir cierta predecibilidad
y regularidad de resultados que beneficia a todos los participantes de
una institución, esto esclarece la gama de decisiones que los actores
políticos pueden asumir en su organización.5
En consecuencia, para salir del círculo vicioso, es necesario respaldarse
en las instituciones y proponer entonces soluciones estructurales de
largo plazo, procesos sostenibles, aprendizaje social y acumular
capacidades y recursos en lugar de dispersarlos.
Peters B. Guy (2003) El nuevo institucionalismo. Teoría institucional en Ciencia Política. Gedisa
Editores, Barcelona, España.
5
Peters B. Guy (2003) El nuevo institucionalismo. Teoría institucional en Ciencia Política. Gedisa
Editores, Barcelona, España.
4
57
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Pero si las soluciones estructurales son complejas y la sostenibilidad es
un resultado incierto, ¿por dónde puede comenzar el cambio?
En respuesta al reto mencionado podemos mencionar que Simon
plantea que debemos poner atención que las leyes invariables más
simples que han explicado los fenómenos observados resultaron ser
las leyes dinámicas, las ecuaciones diferenciales, no las leyes estáticas,
es decir, la tarea consiste en hacer constar la posibilidad de que las
invariantes de la naturaleza del sistema observado no pretendan ser
invariantes absolutas, en el sentido de reglas sobre cómo es el mundo
– sino más bien relativas: relaciones entre el modo de ser del mundo
en un momento dado y en otro inmediatamente posterior. Es más,
Simon en esta lógica asegura que lo mismo da que queramos obtener
una explicación cuantitativa que una cualitativa, lo relevante es que
debemos decidir qué clase de invariables buscamos. Y nuestra elección
en el largo plazo, naturalmente no se regirá por nuestras preferencias
sino por nuestro éxito en el descubrimiento real de leyes invariables de
distinto tipo según sean los ámbitos de decisión.
Simon revela que la teoría dinámica que se busca abarcará
necesariamente todo el espectro de la actividad de toma de decisiones,
desde la dirección de la atención a un tópico específico, la consideración
de un plan y la elección – y no un solo segmento de este proceso.6
Complementario a la opinión y distinciones de Simon sobre el carácter
dinámico de la realidad, nosotros reconocemos que la supervivencia de
un sistema social se da y se intensifica a lo largo de la vida en la medida
en que ese sistema logra incrementar su capacidad de comprensión
Easton David (1997), Enfoques sobre Teoría Política, La investigación Política: el marco de la toma
de decisiones, Simon Herbert, Amorrortu, Buenos Aires.
6
58
del entorno, a medida que éste se torna cada vez más turbulento, esto
es, que se incrementa la cantidad, calidad e interdependencia de los
cambios tecnológicos y sociales. En este sentido, las Administraciones
Públicas de América Latina tiene que incrementar su nivel de aprendizaje
de acuerdo con el ritmo de evolución del entorno mundial, adaptación
creativa, constante y acumulativa.
Los gobiernos democráticos y los que se denominan federales en
América Latina están destinados a actuar en entornos cada vez más
veloces, intensivos en conocimiento, asimétricos, competitivos,
interdependientes e inciertos. Por tanto, el principio de la salida del
círculo vicioso implicaría incrementar el aprendizaje social para elevar el
nivel de las capacidades de respuesta. Pero también requeriría adquirir
nuevos comportamientos y modelos mentales, obviamente de parte de
los legisladores como hacedores de políticas públicas y los funcionarios
de los órganos de la Administración Pública como los responsables de
la implementación. De modo que se destaca la necesidad de evaluar
la forma como la región afronta aspectos como el desarrollo social, la
productividad y la innovación; y la forma de implementar un proyecto
pedagógico, teórico y práctico, para mantenerse en su entorno inestable
dentro del caos que genera la globalización.
Los legisladores y los funcionarios de primer nivel dentro de los órganos
de la Administración Pública en América Latina requieren fomentar la
capacidad para anticipar y resolver con éxito problemas complejos
en forma individual y colectiva, tomar decisiones estratégicas con
autonomía de pensamiento y responsabilizarse por los resultados en el
futuro. Con lo que estamos expresando entendemos que el resultado
de un proceso de toma de decisiones que se califique como eficiente
dentro del ámbito de la capacidad política es aquel que logra disminuir
la tensión que provocan al sistema político las demandas originadas
59
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
por problemáticas específicas de la sociedad, donde las autoridades y/o
funcionarios de la AP logran generar políticas de interés público, pero no
obstante, tiene que hallar modos de legitimar la experiencia en términos
políticos, es decir, significa justificar la política en función de normas de
imparcialidad, independencia y responsabilidad.7
Lo anterior revela el enfoque mismo de nuestra propuesta de adopción
de un modelo de toma de decisiones en base a la disciplina de la
prospectiva y del pensamiento estratégico, factores que pueden ser
de gran utilidad para construir alternativas a la crisis de sentido, de
orientación y significado en la cual se encuentra la región.
La prospectiva y el pensamiento estratégico, como herramientas
de construcción de futuro, son un medio idóneo para contribuir a la
concepción e implementación de una nueva agenda de desarrollo que
facilite la transición de América Latina a la sociedad y la economía del
conocimiento.8
La prospectiva que proponemos desde el foco de la Administración
Pública, es la que se define como un proceso de anticipación y exploración
de la opinión experta proveniente de redes de personas e instituciones
del gobierno, la empresa y las universidades, en forma estructurada,
interactiva y participativa, coordinada y sinérgica, para construir visiones
estratégicas de la sociedad y su papel en la competitividad y el desarrollo
de un país, territorio, sector económico, empresa o institución pública.9
Gamble, Andrew (2003) Política y destino. Siglo XXI Editores, España. Capítulo 6. La Política.
Boisier Sergio (2002), Sociedad del conocimiento, conocimiento social y gestión territorial,
Documento de trabajo N.5, Instituto de Desarrollo Regional, Fundación Universitaria, Sevilla,
España.
9
Gavigan, James, Scapolo, Fabiana, A comparison of national foresight exercises, Foresight, Vol
01, No. 06, December.
7
8
60
La prospectiva es una disciplina para el análisis de sistemas sociales,
que permite conocer mejor la situación presente, identificar tendencias
futuras y analizar el impacto del desarrollo económico, científicotecnológico y educacional en la sociedad. Con ello se facilita el
encuentro entre la oferta de conocimiento y capacidades de desarrollo
económico con las necesidades presentes y futuras de los mercados y
de la sociedad. A la par, los ejercicios movilizan a los diferentes actores
sociales para generar visiones compartidas de futuro, orientar políticas
de largo plazo y tomar decisiones estratégicas en el presente, dadas las
condiciones y las posibilidades locales, nacionales y globales.
La prospectiva se constituye así en un campo en plena evolución, de
intersección entre los estudios del futuro, el análisis de políticas públicas
y la planificación estratégica. Fundamentalmente busca aclarar las
prioridades gubernamentales y de la región, sector o cadena productiva
bajo estudio. Pero su propósito más amplio es promover un gran
cambio cultural, una mejor comunicación, una interacción más fuerte
y una más grande comprensión mutua entre los actores sociales para
pensar su futuro y tomar decisiones desde el presente. La prospectiva
ha evolucionado velozmente, sobre todo en Latinoamérica. Se nutre de
disciplinas de la economía, sociales, estadísticas y sobre todo de la
teoría de sistemas.
Ahora bien, cabe señalar que la planeación estratégica se convirtió en
una expresión generalizada a partir de los años setenta en Latinoamérica,
por lo general la estrategia se relaciona con la planeación; esto a primera
instancia parece un proceso lógico pues se debe entender la estrategia
como un plan de acción, que desde nuestro enfoque debe ser llevado
a cabo por los órganos de la Administración Pública, pero que debe
concebirse bajo la premisa de que si la planeación no se lleva a cabo
mediante el componente competitivo y triunfador que es propio de la
61
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
estrategia y sobre si se considera que basta con un plan de acción para
lograr las metas deseadas, sin poner atención a la correcta definición de
la problemática y del diseño de las actividades directivas conducentes
para los funcionarios de los órganos de la Administración Pública, el
proceso ya no resulta a priori ser tan lógico.
La expresión del binomio planeación y estrategia sólo puede
considerarse como una fórmula de éxito si se toma en cuenta los
resultados del ensamblaje de las acciones derivadas del plan, bajo una
perspectiva de largo plazo, que resulta ser muy distinta a la denominada
“planeación de corto plazo”, la cual era la más practicada en tal periodo
señalado (70´s), donde centra su atención en la solución de los problemas
dentro del funcionamiento de las organizaciones y que pretende mejorar
la eficiencia (técnica administrativa y por ende en lo socioeconómico)
de las operaciones de los órganos de la Administración Pública y su
personal y lograr los objetivos planteados para satisfacer la demanda
social de manera inmediata.10
Por este malentendido es que la planeación estratégica al concebirse
tradicionalmente como un ejercicio de corto plazo es lo que llevó
a un decaimiento de la práctica, ya que demostró no cumplir con
los objetivos de los futuros deseados que dieran a los gobiernos la
superioridad esperada frente a sus competidores, cuyas capacidades y
alcances debían ser estudiados de modo que se llegó a conceptualizar
Aguilar Villanueva Luis Fernando, Gobernanza y gestión pública, Fondo de Cultura Económica,
México, 2006.
10
62
que no era necesario, el plantearse horizontes de largo plazo11 donde
fuera posible revertir las deficiencias, construir las capacidades para
generar productos públicos (servicios) o situaciones de valor agregado
(por ejemplo: aseguramiento de las condiciones de infraestructura
productiva, incluyendo estímulos fiscales para la atracción de inversión
nacional y extranjera) que se lograrían con un proceso sostenido de
acciones innovadoras por un largo periodo de tiempo.
Definitivamente que sin la utilización de un modelo pertinente para el
diseño del proceso de toma de decisiones que generen las estrategias
en una planeación de largo plazo y los mecanismos de seguimiento
y control adecuados para su implementación en programas que se
instrumenten mediante proyectos específicos es natural que surjan las
dudas siguientes; ¿es posible prever futuros relevantes para los órganos
de la Administración Pública y estar en condiciones de controlarlos? ¿Es
un efecto real que la estrategia prima sobre la operación, considerando
que la alta dirección de los órganos de la Administración Pública
mantienen una distancia de las operaciones y sus agentes? Y finalmente
si, ¿la intención de aplicar una metodología escrupulosa de análisis es
condición suficiente para identificar las estrategias ganadoras, al grado
de prescindir del pensamiento emprendedor de los funcionarios públicos
Por pensamiento de largo plazo podemos entender que se trata de la función que se ocupa de
la formulación de la visión estratégica de un país, territorio o institución, es decir, de la elaboración
de una imagen estructurada del futuro en horizontes temporales de largo alcance (de diez o más
años hacia adelante), que propone y ordena sus grandes objetivos económicos, sociales, políticos,
culturales, científico-tecnológicos y ambientales. Es complementario al pensamiento estratégico
en la medida en que ambos buscan establecer los grandes lineamientos de desarrollo -no los
pequeños detalles, imposibles de verificar-. Implica así la identificación de una imagen-objetivo y
de las rutas para alcanzarla. Por tanto es un proceso dinámico y flexible que permite la modificación
de los planes como respuesta a las cambiantes circunstancias del entorno. (Osorio Vera Fco.
Javier, Propuesta de instrumentalización para la aplicación de Métodos Prospectivos -Análisis
Estructural y MACTOR- en Procesos Humanos, Tesis de Maestría, MPE, EGAP-Tecnológico de
Monterrey, Diciembre, 2006).
11
63
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
de la Administración Pública y dejar de lado las prácticas regulares que
la administración ha emprendido en el tiempo y que tangiblemente han
sido prácticas exitosas a la luz de una agenda reactiva, como es el caso
de muchos de los gobiernos subnacionales en Latinoamérica?12
En nuestra opinión los primeros dos cuestionamientos son el efecto de la
concepción errónea de la implementación de la planeación estratégica
sin la comprensión asertiva de la disciplina de la prospectiva moderna,
la cual sí es capaz de identificar futuros probables de largo plazo
mediante la correcta aplicación de los actuales métodos de análisis
estructural y funcional de los factores y actores clave de un sistema que
conforman el ambiente del contexto y la interrelación de ellos, donde se
logra identificar la denominada relación de causalidad en un ejercicio de
base probabilística conformado de información cuantitativa y cualitativa
(sobre todo esta última), que proviene de ejercicios participativos con
expertos de opinión en el tema abordado, en donde la medición de la
percepción y el cálculo de la ocurrencia de los eventos posibles son el
resultado del valor de la subjetividad13 contenida en la opinión de los
tomadores de decisiones.
Otro factor relevante es que la misma subjetividad mencionada se
convierte en el parámetro que toma en cuenta la línea discontinua
del tiempo evitando la errónea consideración de los pronósticos
tendenciales de las variables cuantitativas, basadas en series de
tiempo, donde para que los pronósticos fueran tendencias plausibles,
Aguilar Villanueva Luis Fernando, Gobernanza y gestión pública, Fondo de Cultura Económica,
México, 2006.
13
Subjetividad se entiende como la consideración de los resultados naturales de nuestra evolución
mental, a la vez individual y colectiva, destinados a la satisfacción normal de cualesquiera de
nuestras propias necesidades. (Le Moigne, Jean-Louis, Complejidad del sistema, en El desafío del
Siglo XXI. Unir los conocimientos, Madrid, 2000).
12
64
tendrían que manifestarse condiciones idénticas en su ocurrencia,
es decir, se requeriría que se manifestaran los mimos factores para
mantener el estatus quo. Esto lo mencionamos con énfasis para diluir
la errónea idea de que la prospectiva sugiere crear futuros posibles,
o como en la disciplina se denominan como los futuribles, basados
estrictamente en datos estacionales y tendenciales para eventos
económicos y sociales.
Cuando, se alude al futuro lo hacemos para estudiar las consecuencias
de la acción presente. Aun cuando el término largo plazo se refiere a un
horizonte temporal amplio, mayor a diez años generalmente; más que a
un horizonte indeterminado de un futuro indescifrable. Consideramos que
para el pensamiento de largo plazo no existe un divorcio entre un futuro
intangible y el presente y “las cosas concretas”. El futuro no está en el
más allá, sino que está aquí y ahora, es lo que se desprende de la acción
presente. Nosotros debemos considerar el futuro en términos positivos,
en el plano de la construcción de proyectos futuros. Por ejemplo se
puede pensar cuáles pueden ser los impactos y ventajas del proceso de
innovación en la Administración Pública y empresarial en conjunto, de la
reorientación de los sectores económicos que actualmente son el motor
de una región, u otros sectores que se manifiestan como estratégicos,
por ejemplo el sector educativo.
Pero, ¿para qué se piensa hacia el futuro? Debemos decir que
esencialmente para analizar y crear alternativas, para construir un
proyecto de futuro y enriquecer el presente con mejores decisiones.
Para este fin se trata de investigar los futuros posibles, de explorar
posibilidades. Pero también se pretende identificar dentro de este
grupo cuáles son los más verosímiles y realizables y explorar aquellos
que dentro de los probables son los preferibles.
65
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Los futuros posibles son todos aquellos que pueden acaecer, los
probables son una restricción del campo de los posibles y cuentan
con mayor potencial de realizarse, a partir de su confrontación con
los hechos, los datos, las percepciones calificadas de los decisores
y los expertos dentro de los órganos de la Administración Pública.
Por su parte los futuros deseables deberán contener los valores, las
expectativas y las aspiraciones de la sociedad y remitirse al deseo de
proyectarse hacia el encuentro del futuro, dentro de un contexto social
e histórico predeterminado de antemano.
De modo que pensar en el futuro significa trabajar y enfocarse en el
pensamiento de largo plazo, lo cual conduce y es útil para contribuir
a la formulación de la visión estratégica de un país, una región o una
institución pública, lo cual configura los grandes lineamientos y ejes
estructurales que enmarcan la definición de los objetivos sociales.
Un caso representativo es el de Francia (por cierto país cuna de la
prospectiva), donde las regiones por ley deben tener un contrato con
la nación. Para girar los recursos el Estado debe saber para donde va
la región, y la región debe identificar sus prioridades de gasto y darle
continuidad a los proyectos de mediano y largo plazo, que se estructuran
a través de un plan plurianual de inversiones y acciones (programas
– proyectos). Pero justo sucede el caso contrario en Latinoamérica,
donde se ha demostrado que la falta de claridad en la implantación de
la descentralización puede llevar al despilfarro o la ineficiencia en la
asignación de los escasos recursos disponibles.
La visión estratégica actúa como referente orientador para la
administración, facilita y racionaliza las disputas políticas alrededor
del presupuesto, y es un elemento vital de la democracia participativa
66
porque le permite a los ciudadanos dialogar con los gobernantes acerca
de la priorización de los objetivos del desarrollo a nivel económico,
social, cultural, ambiental, político, científico y tecnológico.
Por otra parte, el pensamiento a largo plazo implica la puesta en marcha
de un proceso dinámico y flexible para identificar los objetivos y para
perseverar por ellos a pesar del cambio del entorno. El pensamiento de
largo plazo involucra por tanto un significado normativo, dado que se
pretende establecer los fines de la administración, pero al mismo tiempo
implica la capacidad para modificar los planes, programas y proyectos
en curso para lograr tales objetivos, de acuerdo con las contingencias
del contexto regional.
También el pensamiento de largo plazo conlleva un análisis dinámico
de los cambios sociales. Dicho de otra manera, requiere del análisis
de los objetivos del desarrollo entendidos como blancos móviles hacia
los cuales la AP debe apuntar, e igualmente del establecimiento de las
rutas a través de las cuales podemos llegar a esos blancos. Además de
plantear el “deber ser” dentro de la visión de la Administración Pública,
se requiere la capacidad de adaptación para poder modificar en tiempo
real los supuestos y la combinación de recursos necesarios para obtener
el objetivo deseado. Esta capacidad es vital para escoger y realizar
grandes proyectos de desarrollo económico, educativo, energético
y ambiental, para llevar a cabo transformaciones institucionales y en
general para trazar los lineamientos básicos de la sociedad.
Justamente lo que la adecuada práctica de la prospectiva moderna
propone es la elaboración de escenarios que representan futuros
posibles y deseables como un marco de referencia para la acción
sin abusar de la práctica de racionalidad instrumental que pretenda
determinar las acciones idóneas para el logro de los futuribles. Para
67
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
ello es imprescindible partir de un adecuado método de análisis de la
problemática que parta de un sistema holístico14 y transdisciplinario que
ayude a entender el contexto y retos de los órganos de la Administración
Pública que le facilite la identificación de sus objetivos, la determinación
de una agenda propositiva (no reactiva) y los lineamientos fundamentales
de acción para su logro.
Ahora bien respecto al tercer cuestionamiento que nos planteamos
anteriormente, relativo a la utilización de una “metodología escrupulosa”
que resulte suficiente para identificar las estrategias ganadoras, y que
sustituya la capacidad de acción de los funcionarios públicos de la
Administración Pública para dejar de lado las prácticas que regularmente
se han calificado como exitosas a la luz de una agenda reactiva, es
obvio que no existe tal condición, más bien es en este punto donde
la planeación estratégica en la expresión de su componente operativo
debe de realizar un trabajo continuo por parte de la alta dirección de
supervisión y de libertad de maniobra en la implementación de medidas
correctivas de acuerdo al juicio y experiencia de los funcionarios de
la Administración Pública responsables de la implementación de los
programas y proyectos específicos que la política formulada sugiera.
Los órganos de la Administración Pública deben de manifestarse como
un ente flexible y con capacidad de reacción a los cambios que se
manifiestan en el medio ambiente, pero con la debida precaución de
no incurrir en prácticas irreflexivas que se llevan a cabo por costumbre
o bajo el paradigma de resistencia al cambio, lo cual obstaculiza
precisamente la expresión de la capacidad de innovación en procesos
de gestión, nuevos o mejorados que resulten sustanciales para el logro
de las metas trazadas.
Nota: Más adelante se explica la connotación usada del término holístico en base a la naturaleza
de la racionalidad limitada.
14
68
Ahora bien, pensamos que todos los componentes hasta ahora
mencionados son parte de la denominada Nueva Gestión Pública (NGP);
la cual en su filosofía sugiere una integración completa de conceptos
de la teoría económica que la Administración Pública aprovecha para
comprender la relación del Estado y las burocracias. También reconoce
que los funcionarios públicos manifiestan intereses personales15 en el
proceso mismo de toma de decisiones y que posiblemente no se alinean
con la misión de la organización de generar el bien común.16
En el enfoque de la NGP se propone el estudio de lo general a lo
particular, es decir, partiendo del reconocimiento y análisis de las
funciones del Estado hasta las funciones de los burócratas, donde
considera en el estudio la relación existente de los Congresos y la
burocracia en el contexto del proceso de la toma de decisiones en
el ámbito de la ciencia política. Para esto la escuela de elección
pública es la corriente que estudia las relaciones entre los órganos de
representación y las burocracias, la evaluación de su eficiencia y sobre
todo los procesos de toma de decisiones públicas, haciendo énfasis en
el concepto denominado en esta escuela como las “fallas de gobierno”,
éste concepto se refiere a la expresión de algún margen de error en la
respuesta que se genera para la satisfacción de las demandas públicas,
donde puede expresarse este error como una “sobreoferta o suboferta”
de servicios públicos.
Cabe mencionar que los autores de la NGP; Haro, García Gil y Ramírez, nos revelan que los
análisis económicos de la burocracia estudian el comportamiento oportunista de los funcionarios
públicos, pero igualmente gracias a tales estudios se han logrado distinguir propuestas de
incentivos que promuevan una práctica leal y eficiente.
16
Haro de Antonio, Gilberto García, José Ramón Gil y Edgar Ramírez, (2004), “Las fuentes
económicas de la gestión pública”. Sobre los aportes de la economía para el estudio de
las burocracias públicas” en Más allá de la reinvención del gobierno, David Arellano Gault
(coordinador), México, coedición Cámara de Diputados, LIX Legislatura, Centro de Investigación y
Docencia Económicas, Miguel Angel Porrúa.
15
69
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Complementariamente la escuela de elección pública destaca la
expresión de la problemática de eficiencia operativa que enfrentan
los organismos públicos como consecuencia de su tamaño como
organización y destaca el concepto de “la ineficiencia-x”, identifica
la temática del desempeño laboral de los funcionarios públicos y la
expresión de fallas en los mecanismos de control de gasto interno en
las burocracias.17
Utilizando entonces las distinciones anteriores, podemos centrarlas
como tópicos relevantes a nuestra reflexión sobre los efectos de un
mayor o menor proceso de toma de decisiones que enfrentan las
administraciones públicas, y que se dibuja como un reto enmarcado
por la complejidad. La NGP destaca la problemática ante la decisión
de la privatización de servicios públicos y la reducción del tamaño
del Estado, que para el contexto actual de Latinoamérica es aun una
propuesta retadora debido a la falta de capacidades de los gobiernos
nacionales y subnacionales que subrayan el mencionado círculo vicioso
que mantiene a la región en condiciones de subdesarrollo en general.
Debemos entender entonces que los procesos de toma de decisiones
en los Estados y por ende en sus órganos de la Administración Pública,
son cruciales para entender su realidad y pensamos que tales procesos
son responsables en una gran parte de la expresión de los efectos
del concepto de las fallas de gobierno, que como ya se mencionó se
refleja en una asimetría de expresión de resultados ante la sociedad,
por otra parte y en paralelo reconocemos que los procesos de toma
de decisiones en los órganos de la Administración Pública conlleva
a la expresión del concepto de la “ineficiencia-x”, donde como se
mencionó anteriormente, el control sobre los resultados del trabajo y
el uso eficiente de los recursos dependen de las alternativas de acción
17
(ídem.16).
70
identificadas por la dirección y la implementación exitosa de programas,
proyectos y los respectivos presupuestos internos, los Estados modernos
como se ejemplificó anteriormente en el caso de Francia, es entonces
imprescindible para la Administración Pública tener una noción clara del
plan de acción y rumbo de los gobiernos subnacionales para asignarles
entonces su partida presupuestaria, así como de la rendición de cuentas
de órganos de la Administración Pública; por lo tanto podemos afirmar
que el grado de eficacia y eficiencia logrado en los procesos de toma
de decisiones conllevan al logro de la reducción del tamaño de Estado,
generándose un círculo virtuoso desde la expresión de la privatización
de los servicios públicos hasta el papel del Estado como regulador y
distribuidor de los recursos para la sociedad gobernada, pero donde
la participación social es también un componente importante que debe
expresarse y formar parte en los procesos decisionales.
En la NGP se propone la intervención del Estado como corrector de
las fallas de mercado, de hecho se propone las teorías de fallas de
mercado como un elemento normativo en la economía moderna, se
menciona que su carácter es meramente normativo ya que se basa
en dos premisas: la primera y general habla de plantearse un modelo
de “mercado perfectamente competitivo”, para esto hace mención del
reconocimiento de restricciones tecnológicas y de información para
promover la competencia, generar las compensaciones por daños en
la toma de decisiones y para promover una sana acción colectiva, la
segunda premisa es que la intervención del Estado debe ser temporal,
sólo el tiempo necesario hasta lograr los equilibrios competitivos y bajo
un enfoque de transparencia en términos de rendición de cuentas.18
18
(ídem.16).
71
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Para que un Estado y sobre todo los existentes en Latinoamérica
sean capaces de dirigir sus esfuerzos hacia la visión que plantea el
paradigma de la NGP, proponemos que puede empezar con un “enfoque
de análisis de largo plazo, en un sentido normativo y que destaque las
estrategias generales mediante un sentido holístico y transdisciplinario
para la comprensión de su realidad”, vale señalar que nos referimos a
un enfoque sistémico, en el cual se debe considerar el efecto de las
“emergencias” como una constante.
Lo anterior lo encontramos congruente con el concepto de -sistema,
jerarquía y estructura- que la teoría neoclásica de las organizaciones
señala, resaltando estos conceptos como vehículo para que una
organización logre alcanzar un propósito. Se señala además que la
racionalidad humana ha sido el elemento fundamental para el proceso
de decisión, elección, ponderación, análisis y distinción de alternativas.
La corriente neoclásica revela las “teorías de conjunto decisorio”,
en este enfoque se considera que la racionalidad instrumental es el
elemento clave del proceso de la organización humana para desarrollar
la administración. Dentro de la teoría neoclásica de las organizaciones
se considera que el proceso de toma de decisiones es el principal
elemento para conocer el comportamiento de las organizaciones, ya
que la decisión en sí y bajo las condiciones en que se tome, representa
la unidad primaria de análisis dentro de la teoría para comprender
las organizaciones en términos de sus funciones y resultados. Las
organizaciones son el producto de la implementación de una serie de
decisiones que determinan y a la vez están determinadas por la estructura
de la organización, las relaciones jerárquicas y sus características
sistemáticas.19
Harmon M. Michael y Richard T. Mayer, (1999), Teoría de la organización para la administración
pública México, Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Políticas y Administración Pública y
Fondo de Cultura Económica.
19
72
Las teorías de conjunto decisorio enuncian cuatro características
(textual):20
1. La toma de decisiones, es el punto más importante de la
administración, de modo que la acción administrativa consiste
en las actividades que rodean a la toma de decisiones, como es
el análisis de la información, la ponderación de prioridades y la
comunicación de decisiones.
2. El modo central de operación de la administración es la
racionalidad instrumental, de modo que lo relevante es identificar
los medios adecuados para lograr el fin.
3. La eficiencia es la principal medida de la capacidad y la actividad
organizacional y administrativa.
4. En esta corriente se insiste en las funciones organizacionales
más que en los individuos y las funciones se relacionan con el
proceso de toma de decisiones.
La intensión de considerar en esta reflexión a las teorías y conceptos de
la teoría neoclásica en relación al conjunto decisorio es para provocar
la reflexión de considerarlos como términos normativos para poder
traducir en un plano tangible las ideas fuerza en acciones, las propuestas
globales a programas concretos, las estrategias macro a proyectos
específicos, con el objeto de convertir en realidad las políticas públicas
a través de los órganos de la Administración Pública.
Las cuatro teorías del conjunto decisorio prácticamente las podemos
entender como fases metodológicas de un proceso de toma de
decisiones e implementación de las acciones. Mencionamos fases
Harmon M. Michael y Richard T. Mayer (1999), Teoría de la organización para la administración
pública.
20
73
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
metodológicas entendidas como el proceso secuencial de acumulación
de conocimiento, y donde al conocimiento lo concebimos como un
proceso cognitivo basado en la subjetividad del analista experto.
Es importante tomar en cuenta la aportación de Robert K. Merton sobre
la “teoría de alcance medio”, donde la intención de la misma es mediar
el efecto entre los esfuerzos de “gran teorización” como señala el autor
y la insistencia del conductualismo en que las posturas teóricas tengan
una base empírica.21 Hasta este punto estamos de acuerdo con la
propuesta de Merton, ya que en el enfoque de análisis para el proceso
de toma de decisiones que recomendamos desde un enfoque “holístico
y transdisciplinario”, estamos pensando en un balance adecuado del
proceso de “análisis acotado a un contexto definido” para la toma
de decisiones, entre datos cuantitativos que sean contextualizados y
explicados a través de la información cualitativa que los participantes
aportan a través de su percepción de la realidad. Donde lo más
recomendable es que se logre expresar el sentido de la apropiación22 en
el proceso decisorio.
(ídem 12).
La apropiación en la disciplina genera el efecto de una visión global, y ésta es necesaria para la
acción local, donde cada uno de los actores a su nivel debe poder comprender el sentido de sus
acciones, es decir, insertarlas en el proyecto más global en el cual participan. Y donde el éxito de
la política o proyecto de una empresa o institución que pasa por la apropiación es debido a su
transparencia y a la movilización colectiva.
Ahondando en lo anterior, tenemos entonces que el concepto de apropiación se refiere al
“involucramiento conciente” de los participantes en un proceso participativo de planeación la
identificación de una problemática y generación de soluciones que resulten pertinentes para el
grupo interesado. La intención del concepto es referirse a un sentido de propiedad respecto al
proceso y metodología utilizada para llevar a cabo en cada paso las actividades necesarias para
el logro de los objetivos de una sesión participativa. Nos interesa principalmente que se propicie
un involucramiento de los participantes respecto al proceso de generación de soluciones, estas
acciones están dirigidas sólo para la problemática específica del grupo y de nadie más. (Osorio
Vera Fco. Javier, Propuesta de instrumentalización para la aplicación de Métodos Prospectivos
-Análisis Estructural y MACTOR.
21
22
74
Un elemento crucial que buscamos en nuestro enfoque recomendado
para el proceso de toma decisiones, es la transdisciplinariedad, pero
ésta requiere de una concepción compleja del conocimiento, del mundo
y fundamentalmente de sí mismo como sujeto, del rigor, de la apertura
y tolerancia como características fundamentales de la actitud y visión
transdisciplinaria. El rigor en la argumentación que toma en cuenta toda
la información disponible es la mejor barrera contra la posible deriva.
La apertura implica la aceptación de lo desconocido, lo inesperado y lo
imprevisible. La tolerancia es el reconocimiento del derecho a las ideas
y verdades opuestas a las nuestras.23 La transdisciplinariedad no es una
abstracción idealista, sino que se materializa en el sujeto que la construye
como reflexión y la actualiza como práctica. La transdisciplinariedad
implica considerar en primer plano al “sujeto”.
Ahora bien, a través de los revelado mediante el concepto de la
transdisciplinariedad, nos obliga a poner nuestra atención en el concepto
de “sujeto”, donde Edgar Morin24 propone considerarlo desde las raíces
de la organización celular, enunciando una novedosa y provocativa
teoría de la subjetividad. Según el autor, el sujeto no es una sustancia,
una esencia o una forma. Se refiere a una cualidad de ser que emerge
de la auto-organización al mismo tiempo que el individuo viviente,
del que es inseparable. Y lo hace a partir de reconocer la capacidad
computante (unir, distinguir, disociar, combinar, permutar, identificar)
del ser unicelular, que le permite una primera y esencial distinción - sí;
no; no-sí, para permitir un proceso multidimensional; conocimiento /
organización / acción, imprescindible para la defensa de su vida. Esta
primera computación (egocéntrica y auto referente) constituye también
Morin Edgar, Nicolescu Basarb, Lima de Freitas, Definición redactada en el Congreso Internacional
sobre Transdisciplinariedad, Arrábida, Portugal, 06 Noviembre, 1994.
24
Morin, Edgar, El Método, Tomo II. La vida de la vida, Cátedra, Madrid, 1993.
23
75
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
la primera emergencia biológica del sujeto que Morin concibe. El mismo
autor refiere lo siguiente: “creo que se puede proponer una noción de
sujeto, no sólo objetiva, sino biológica…Tendremos que desechar las
concepciones degradadas para las que la subjetividad se reduce a la
contingencia, al humor, al estado de ánimo, al error.
Con la intención de incluir en nuestra reflexión relativa a un enfoque
de análisis holístico que favorezca el proceso de toma de decisiones,
hechas por “sujetos” desde la base de una organización, el mismo autor,
nos propone que: “la verdad humana trae consigo el error”. El orden
humano implica el desorden. Así, pues, cuestiona si los progresos de la
complejidad, de la invención, de la inteligencia y de la sociedad se han
producido a pesar, con o a causa del desorden. A lo anterior responde
que es a causa, con y a pesar de a un mismo tiempo, pues la buena
respuesta sólo puede ser compleja y contradictoria.25
Pero para avanzar en la noción de organización y su desarrollo a partir
de la teoría de sistemas y que incorpora una nueva comprensión de la
unidad compleja de elementos interrelacionados, Morin nos propone,
en esta concepción organizacional de la complejidad que se asocien
tres elementos distinguibles:
• La interacción, esto es, tipos y formas de unión entre elementos
o individuos, entre estos elementos/individuos y el todo.
• El sistema, se entiende como la unidad compleja del todo
interrelacionado, caracteres y propiedades fenoménicas.
• La organización, se entiende como la disposición de las partes
dentro, en y por un todo.
25
Morin, Edgar (1974), El Paradigma perdido, Cairos, Barcelona.
76
Lo anterior ayuda a distinguir que en un proceso decisional participativo,
transdisciplinario y holístico tenemos que cada hecho constituye un
acontecimiento, sabiéndose que cada circunstancia produce una serie
de nuevas situaciones, las cuales de alguna u otra manera influyen
sobre sí y sobre los otros, en el más amplio contexto. Este proceso
relacional, lo entendemos como la “holopraxis social”, la cual afecta el
“todo”, entendido como un universo acotado en sus posibilidades y crea
a su vez una comprensión novedosa en el campo de la investigación y
de la vida misma ya que si el sujeto trata de determinar sus propios
límites, la orientación holística conduce a aceptar que el lindero de
toda comprensión, vivencia y razón de ser, está en las interacciones de
cada evento, así como también en el sentido de trascendencia. En otras
palabras, la comprensión de los procesos, situaciones o contextos ha
de ocurrir desde nuestro universo definido, ya que en su dinamismo,
en las relaciones, en los eventos, surge una nueva sinergia, ocurren
nuevas relaciones y se generan nuevos acontecimientos. Repetimos
es nuestro universo acotado=todo, lo determinante, aun cuando este
reconocimiento no impide que se analice cada caso en particular, permite
hacer una análisis que es más provechoso cuando ocurre dentro de una
comprensión holística.26
¿El riesgo? confundir el todo con lo absoluto, queremos hacer énfasis
que este punto es el más crítico desde nuestro punto de vista propuesto,
ya que en una interpretación holista, lo absoluto expresa relaciones en
infinito. El todo, como absoluto, resulta imposible de ser aprehendido
pues de ocurrir así «ya no sería un todo». El todo lo asociamos entonces,
a las experiencias concretas de totalidad que mediante procesos
Holística; según la escuela voluntarista de la Prospectiva francesa, utiliza el término como
un proceso de reflexión incluyente pero acotado a un contexto de estudio en función de la
intencionalidad. (Godet, Michel, Creating Futures, Scenario Planning as a Strategic Management
Tool, Economica, London, 2004).
26
77
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
holísticos permiten comprensiones referenciales a otros holos, ante la
totalidad imposible de abarcar pero con posibilidades de ser entendido
progresivamente, a partir de los aspectos que lo expresan, en holos
de relación. Por eso, el “todo” en nuestra concepción es: interacción
constante; realización general con potencialidad ilimitada hacia la
trascendencia pretendida con efecto de una realización histórica; e
influenciada por el caos, entendido éste como plenitud de posibilidades;
dinamismo y optimismo. De ahí también que en holística dentro de
nuestro enfoque, los límites, más que puntos de llegada o barreras de
contenido, proponemos ser realidades a trascender, puntos a rebasar,
comprensiones a desarrollar.27
El proceso hacia la globalización, la comprensión integradora y el
desarrollo transdisciplinario, lo reconocemos como expresiones
del holismo. Las cosas en sí mismas integran una realidad por las
interacciones propias, por campos de acción que se entrecruzan.
La apreciación de un hecho cualquiera está dada por la aprehensión
holista de las distintas interacciones del objeto de estudio, por lo cual
se obtiene un mayor y mejor entendimiento del suceso.
Es la concatenación y la tendencia a rebasar estructuras y límites lo que
determina los eventos; es la relación profunda entre lo inminente y lo
trascendente lo determinante en el estudio y comprensión de los seres
como sujetos que forman parte de una sociedad; es la posibilidad de
establecer relaciones entre objetos, particularidades, ideas, eventos y
posibilidades lo que propicia la comprensión del “todo”.
CYTED, Discusión Final I Jornada Iberoamericana de Vigilancia y Prospectiva Tecnológica, Santa
Cruz De La Sierra, 31 Marzo–Abril 4, 2003.
27
78
El pensamiento holístico lo proponemos como una actitud abierta
a la historia, a los acontecimientos, a percibir contextos, ideas y
situaciones dentro de múltiples relaciones. El pensamiento aludido
debe ser relacional, es decir, estar en posibilidad de integrar
experiencias, relacionar conocimientos, vincular acciones, dimensiones,
interpretaciones, inferencias, con trasfondos de posibilidades abiertas.
Pero reconocemos que el pensamiento holístico es caótico: por ello
debe estar en permanente indagación, estar abierto a la comprensión,
estar orientado hacia variadas interpretaciones y dispuesto a apreciar
posibilidades, a percibir diferentes maneras de entender y de percibir
las cosas.
Por eso el pensamiento holístico conduce a percibir los eventos con
amplitud, con apertura, pues interpreta que la realidad es una y compleja,
incluso múltiple, es el aquí y el ahora pero tiene una correlación histórica
significativa: usando los eventos del pasado como experiencias a
considerar para inferir los eventos por venir dentro de nuestro contexto,
y esto es trascendente en el proceso de tomas de decisiones.
A luz de los conceptos anteriores sugeridos como elementos necesarios
en nuestro enfoque sugerido para desarrollar un proceso de análisis y
de toma de decisiones, cabe señalar que la política pública la definimos
exactamente como un proceso complejo de análisis para la definición
de decisiones orientadas a solucionar problemas públicos.
El análisis e implantación de las políticas públicas constituye una
herramienta para encarar los tres principales retos de las Administraciones
Públicas
de
los
gobiernos
democráticos
contemporáneos
Latinoamérica; comprender, comunicar y controlar.
79
en
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
• Comprender lo que pasa con los procesos sociales inducidos
por la acción pública para fundamentar de la manera más acertada
posible las acciones futuras.
• Comunicar para informar, explicar y establecer un diálogo
constructivo con la sociedad gobernada (clientes) para conseguir
el respaldo a sus acciones.
• Controlar las actividades que realizan para que los recursos
públicos y la acción colectiva sean empleados en forma
convergente hacia fines comunes.
De los tres retos anteriores, el más difícil de lograr en el mundo actual
es el de la comprensión. Es relevante observar que precisamente
acerca de que hoy en día, mientras el impacto directo o indirecto de las
decisiones sobre el futuro está creciendo en magnitud, en todo el mundo
la calidad de los procesos de toma de decisiones gubernamentales
parece disminuir en vez de mejorar. Según Dror, este hecho plantea “un
creciente déficit de capacidad, un abismo que se agranda y profundiza
entre las cualidades de los procesos de opción gubernamental, por un
lado, y los crecientes impactos de estas decisiones gubernamentales en
la configuración del futuro, por otro lado, bien sea que estos impactos
se produzcan intencionadamente o a través de consecuencias no
previstas”.28
En los órganos de la Administración Pública de Latinoamérica esta
brecha se manifiesta en varios factores críticos, como son: el insuficiente
sentido del interés público que se manifiesta en el despilfarro de recursos
públicos, la desconexión de los centros de pensamiento (thinktanks)
con el sistema de toma de decisiones de la Administración Pública,
28
Dror, Yehezkel, (1990), Enfrentando el futuro, Fondo de Cultura Económica, México.
80
la determinante influencia de los patrones mentales y las costumbres
organizacionales prevalecientes (cortoplacismo, reactividad, prácticas
clientelistas y poca disposición para compartir información), la relativa
baja profesionalización de los decisores al nivel nacional y territorial, la
baja calidad del pensamiento estratégico, y la real dificultad logística
y financiera para contrarrestar la evidente asimetría de capacidades
al nivel sectorial y territorial, donde existen unas regiones con niveles
interesantes de progreso mientras otras viven rezagos cada vez más
grandes frente a las mejores prácticas internacionales de gestión y
decisión pública.
Si esto es así, en consecuencia, para consolidar los procesos de
modernización del Estado es necesaria una mejora sustancial de la
capacidad de gobernar. De tal modo, se podría contribuir efectivamente
al cambio de las instituciones y las formas de gobierno para hacer
frente a las nuevas transformaciones globales. Por tanto, podemos
decir que una política pública así tendría por objetivo “contribuir a la
construcción de un proyecto colectivo de nación y de un pensamiento
de largo plazo que oriente la modernización del Estado, coordine las
políticas públicas nacionales y regionales y siente una base estratégica
para la evaluación de los planes, programas y proyectos que utilizan
los recursos públicos”.29 Esta política constituiría un mensaje claro para
exigir mayor responsabilidad de los dirigentes ante el preocupante
aumento de las brechas cognitivas, tecnológicas y sociales que trae
consigo la globalización. Por lo tanto estamos hablando de mejorar la
capacidad de gobernar. A pesar de la creciente importancia de otras
instituciones descentralizadas de la Administración Pública y procesos,
los gobiernos constituyen la principal estructura social legítimamente
Kliksberg, Bernardo, (1995), “El pensamiento gerencial en la década de los noventa”, en: El
pensamiento organizativo, Editorial Norma, Buenos Aires, 13 edición. Manual de Prospectiva y
decisión estratégica: bases teóricas e instrumentos para América Latina y el Caribe.
29
81
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
autorizada y capaz de tomar opciones colectivas fundamentales y
dotadas de autoridad. Esta afirmación no minimiza, en modo alguno, la
importancia de los mercados, de otros actores no gubernamentales ni
de la sociedad civil.
Un aspecto esencial en la construcción de un Estado moderno y
competente radica en mejorar la contribución de la prospectiva para
comprender y gestionar una amplia gama de transformaciones sociales
y tecnológicas. Se requiere asumir formas creativas de trabajo en red,
constituir un esquema de decisión estratégica en el sector público, abrir
y mejorar el nivel del debate público de los grandes asuntos colectivos,
promover espacios y metodologías de concertación activa y reforzar
las capacidades de acción y de adaptación a situaciones inestables,
inciertas o altamente conflictivas.
Emprender un propósito semejante implicaría mejorar las prácticas de
planificación y gestión de las organizaciones del Estado.
Una propuesta metodológica de gestión para promover y lograr esta
tarea, está en las funciones básicas de la planificación y en las hipótesis
que subyacen en la metodología del marco lógico30 para operacionalizar
las políticas públicas.
Siguiendo el ciclo de la hechura la política pública en las condiciones
reales de los Congresos y órganos de la Administración Pública
en Latinoamérica; las tareas de identificación, diseño, ejecución
y evaluación de políticas públicas se desarrollan sin un marco de
Marco Lógico, es un método desarrollado por el BID y BM para la preparación y evaluación
de proyectos, así como los procedimientos para la evaluación de resultados e impactos. (ILPES/
CEPAL Serie Manuales 42 “Metodología del marco lógico para la planificación, el seguimiento y la
evaluación de proyectos y programas”, Santiago, 2005).
30
82
planeamiento estratégico que permita ordenar y orientar las acciones
hacia el desarrollo integral de un país, región, municipio o institución.
Al no estar claros o explícitos los objetivos estratégicos o grandes
metas, la asignación de los recursos se determina discrecionalmente y
se orientan hacia distintas direcciones que no siempre pueden estar en
sintonía con las prioridades o necesidades básicas públicas.
Consideramos recomendable promover e institucionalizar cuatro
funciones básicas de planificación: I) ejercicio de análisis prospectivo,
II) coordinación, III) evaluación y IV) concertación estratégica.
Estas funciones, independientemente de la institucionalidad que
prevalezca en la región, permitirían definir una visión de futuro
compartida, facilitarían la formulación concertada de planes y políticas
multisectoriales, sectoriales o territoriales y apoyarían la gestión por
resultados para conocer los impactos y el cumplimiento de las políticas
y los programas y respaldarían una mayor participación, tanto pública
como privada, en el quehacer nacional, de manera descentralizada y
efectiva.31
Dentro del marco del planeamiento estratégico, subsiste una relación
de coordinación técnico funcional que es de vital importancia en la AP
para que las políticas y los programas cumplan con las metas para lo
cual fueron diseñadas. En esta relación, existen tres niveles básicos que
deben complementarse, retroalimentarse y coordinarse a fin de lograr
una dinámica coherente e integral de acciones y de esfuerzos.32
Wiesner, Garnier & Medina, Las funciones básicas de la planificación, Cuadernos del ILPES, No.
46. 2000.
32
Ortegón, Edgar; Pacheco, Juan Francisco, Roura, Horacio, Metodología general de identificación,
preparación y evaluación de proyectos de inversión pública, Instituto Latinoamericano y del Caribe
de Planificación Económica y Social, Área de Proyectos y Programación de Inversiones, Serie
Manuales No. 39, Santiago de Chile.2005.
31
83
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
En primer lugar, está el nivel estratégico asociado al nivel de alta dirección
donde se determina la imagen país, se detalla la visión, se identifican
las grandes prioridades de largo plazo del plan o estrategia de orden
macro, se identifican los objetivos, se marca el rumbo y la velocidad
hacia dónde y cómo se quiere llegar, se precisan los instrumentos
para lograr los objetivos y se pormenorizan los recursos con los que
se cuentan para alcanzar las metas. Por estas razones, la planeación
estratégica es el proceso que se sigue para determinar los objetivos de
la Administración Pública, y las estrategias que permitirán alcanzarlas,
en un proceso de gobernar y a la vez, como intrumento de cambio.
En segundo lugar, esta el nivel programático donde nuevamente el
rol de las instituciones de la Administración Pública es fundamental
para que las políticas de carácter multisectorial, multidimensional y
transversal estén en sintonía con los lineamientos estratégicos del nivel
central y puedan canalizar las grandes decisiones hacia los gobiernos
subnacionales. En este nivel meso, los programas de mediano plazo y
la programación presupuestaria plurianual juegan un rol fundamental de
coordinación y articulación.
También, este nivel cumple las funciones de vínculo entre la parte más
alta de la institucionalidad y los planos más bajos de la administración
pública. Es la conexión entre lo macro y lo micro, y entre la base y la
cúspide de las políticas públicas. Es el puente entre las regiones y los
sectores con los distintos órdenes del gobierno, que a través de su
estructura horizontal y vertical, se reparten y descienden las decisiones
del ejecutivo y se elevan las aspiraciones de la ciudadanía.
Por último, esta el nivel operativo de orden micro o local donde surgen
y se ejecutan los proyectos dentro de una dimensión de corto plazo
y donde el alcalde en su papel del principal y gerente de proyectos
84
tienen un protagonismo fundamental. Siendo este el escenario donde
la cercanía entre la ciudadanía y los problemas es mayor y también, el
nivel donde la planificación operativa debería materializar la eficiencia
y la equidad en el uso de los recursos escasos dentro de una gestión
participativa.
Esta tarea de articulación, crucial para alcanzar las metas del desarrollo
integral, considera cuatro premisas para funcionar; i) una sintonía
con las grandes orientaciones de orden nacional o regional, ii) un
financiamiento adecuado y oportuno, iii) un respaldo técnico y humano
de manera descentralizada y iv) un esfuerzo sistémico donde las reglas,
los principios, los recursos y las instituciones interactúan de manera
ordenada y por lo tanto, con visión global para que sea efectiva. Así,
es posible establecer un orden o coordinación tanto vertical como
horizontal entre el nivel estratégico, táctico y operacional y donde el
largo plazo de las metas estratégicas se articulen con el corto plazo de
los proyectos.
De igual manera, la función de coordinación de políticas públicas “para
el bien social”, involucra dimensiones de integración, coherencia y
gestión y supone examinar tres aspectos fundamentales:33
1. La fortaleza o debilidad institucional dentro de la Administración
Pública existente para llevar a cabo una política pública. El paso de
lo macro a lo micro encuentra en lo institucional el soporte o sustento
para que puedan ser llevados a cabo los objetivos propuestos. Por lo
institucional no sólo se entiende el aparato público o la infraestructura
Aguilar Villanueva Luis Fernando, Documento de trabajo, Apuntes del Curso Procesos Analíticos
de la Política Pública, ,Programa Doctoral en Política Pública, EGAP-ITESM, Agosto 12 – 17,
2007.
33
85
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
institucional-organizacional, sino también el conjunto de normas,
valores, principios, regulaciones y elementos de capital social (confianza,
tolerancia, asociatividad, redes y participación ciudadana).
2. El apoyo o compromiso político para diseñar y ejecutar las políticas
en cantidad, calidad y tiempo requeridas. Para ello, la programación de
inversiones y el respaldo presupuestario son expresiones fehacientes
de este compromiso.
3. Fallas de coordinación en la formulación, diseño e implementación
de las políticas públicas cuyos efectos negativos están relacionados
con la forma como se articulen las políticas para evitar tres tipos de
desequilibrios:
• Políticas sectoriales, regionales o locales efectivamente
menos prioritarias frente a la estrategia establecida que generan
desequilibrios transversales.
• Políticas sectoriales, regionales o locales de los gobiernos
subnacionales con reducida influencia o poder y que generan
desequilibrios verticales.
• Políticas sectoriales, regionales o locales de largo plazo
desarticuladas en el corto y mediano plazo.
La coordinación entre niveles funcionales de planificación y entre niveles
territoriales de planificación, subyace el mensaje de la coordinación
horizontal, vertical y transversal de las políticas públicas y de los
programas en las dimensiones sectoriales, intergubernamentales e
intertemporales.
Con base en lo anterior, el diseño de una estrategia de largo plazo o de
un escenario prospectivo eficaz debería tener en cuenta las anteriores
consideraciones sobre la coordinación de las políticas públicas para
86
garantizar su impacto y eficiencia. En resumen, para garantizar la calidad
de la función de coordinación de la política pública se deben corregir las
“fallas de coordinación” provenientes de la forma como se seleccionen
y utilicen los instrumentos frente a los objetivos, de la manera como se
corrijan los desequilibrios transversales, verticales e intertemporales y
de la manera cómo participen e intervengan los actores principales en
su diseño, ejecución y evaluación.
Paralelamente, conviene recordar que en el diseño de la política pública,
es importante evitar tres tipos de fallas o desequilibrios:
1. Fallas de intervención; ocasionadas por la gestión activa del Estado
mediante regulaciones, normas, impuestos, subsidios, aranceles
u otros que pueden interferir con el funcionamiento de las fuerzas
del mercado, creando distorsiones o discriminaciones que impiden
la correcta asignación de los recursos o afectan la conducta de los
individuos. También, por omisión al no crear los incentivos adecuados o
las condiciones necesarias. Este puede ser el caso de la innovación.
2. Fallas de mercado; pueden darse por cuatro razones:
• Primero, por razones de falta de competencia, debido a barreras
de entrada, falta de sustitutos del bien en cuestión o, por falta de
una escala elevada para ser económicamente viable.
• Segundo, debido a externalidades cuando la conducta de un
agente económico afecta a otros sin que quien la produzca se vea
afectado. Esto hace que el beneficio (costo) marginal social sea
diferente del beneficio (costo) marginal privado. Aquí el problema
radica en que las externalidades dan incentivos erróneos desde el
punto de vista social. En el caso de las externalidades positivas se
consumirán o producirán en una cantidad inferior a la socialmente
óptima. Caso contrario sucede con las externalidades negativas.
87
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
• Tercero, mercados incompletos cuando el mercado no
proporciona necesariamente todos los bienes para los cuales hay
demanda, aunque el costo de ofrecerlos sea menor que el precio
que están dispuestos a pagar los consumidores.
• Cuarto, fallas de información que lleva a una provisión
socialmente inadecuada de los bienes. Los participantes no
producen o consumen todo lo socialmente deseable.
3. Fallas de coordinación, Este tipo de fallas se presentan
fundamentalmente por falta de integración, coherencia y gestión de
las políticas públicas que dan origen a los tres tipos de desequilibrios
anteriormente mencionados. Fundamentalmente se dan por la falta de
coordinación vertical, horizontal o transversal entre el nivel estratégico,
el programático y el operativo de planificación en el diseño y ejecución
de las políticas y, por la forma como intervienen los agentes o se manejan
los instrumentos respecto a los objetivos del plan o la política.
Frente a dichas fallas y en la búsqueda de un eficaz proceso de
planificación, seguimiento y evaluación de las políticas, los programas
y los proyectos, la metodología del marco lógico, permite articular las
piezas y conceptos del sistema de planificación, facilita entrelazar los
pasos o etapas del ciclo de programación y presupuestación, otorga
respaldo a los vínculos entre el plan, los programas y los proyectos y
brinda cabida a la participación y coordinación desde el comienzo del
proceso. Es decir, responde a preguntas tales como: Cuál es la finalidad
del programa?; Qué impactos se esperan?; Qué efectos se alcanzarán?;
Cómo se producirán los bienes o servicios ?; Cuánto costará producir
los bienes o servicios?; Cómo vamos a medir los cambios?; Qué factores
pondrán en riesgo las metas? Las ideas básicas de dicha metodología
son las siguientes:
88
La Matriz de Marco Lógico (MML) se fundamenta en relaciones de
causa-efecto. Entre más estrechos sean los vínculos de causa-efecto
entre los objetivos y entre estos y las activades, mejor será el diseño del
proyecto o programa.
La variable independiente de la MML es la causa. La Variable
dependiente es el efecto. La variable interviniente es todo factor, hecho
o circunstancia que esta presente durante el proceso de ejecución del
programa. En este sentido podemos apreciar el carácter sistémico en el
proceso de análisis e identificación de las relaciones
La MML es una tabla o matriz de cuatro filas y cuatro columnas. En
las filas se colocan los objetivos llamados Fin (Objetivo de Desarrollo),
Propósito (Objetivo Principal), Componentes o Productos (Objetivos
Específicos) y Actividades (Acciones por cada Producto).
En la primera columna, llamada Resumen Narrativo, se registran los
objetivos y las actividades. En la segunda columna, se registran los
indicadores que permiten dar seguimiento al avance del proyecto y
evaluar los logros alcanzados. En la tercera columna, se registran los
Medios de Verificación o fuentes de información. En la cuarta columna,
se registran los Supuestos o riesgos para cada nivel de objetivos (los
cuáles son precisamente la expresión de la “variable interviniente” que
se manifiesta durante el proceso de ejecución del programa.
Estos supuestos son riesgos que comprometen el logro de un objetivo
de nivel superior. Los riesgos se registran como supuestos que tienen
que cumplirse para que se logre el objetivo de nivel superior.
89
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Para el Objetivo de Desarrollo (Fin), hablamos de indicadores de impacto
o contribución al objetivo nacional, es decir la postura del gobierno
central. Algunos autores los llaman de resultado final o de fin último
esperado con la entrega de los bienes y servicios. Para el Objetivo
Principal (Propósito), destacamos indicadores de efectos o cambios
en las condiciones de las personas, de las instituciones o del entorno
para el desarrollo. Para el Objetivo Específico (Producto), registramos
indicadores de resultados o metas.
Para las actividades se anotan indicadores de proceso, insumos o
costos del proyecto.
Los medios de verificación, son fuentes de información. Son la base
del Sistema de Monitoreo y Evaluación. Respecto a los supuestos, su
interpretación de abajo para arriba expresa factores externos, acciones,
decisiones o circunstancias que afectan el enlace Actividad-Resultado,
el enlace resultado-propósito, el enlace propósito-fin y a nivel de fin,
constituyen factores, acciones, decisiones o circunstancias que afectan
la sostenibilidad a largo plazo del proyecto.
Las relaciones de causa y efecto entre los distintos niveles de objetivos
o las relaciones entre actividades con resultados, de resultados con
propósitos y de propósitos con el fin, describen condiciones necesarias
para que los programas que se derivan del diseño de las políticas
públicas tengan una implementación exitosa.
Las relaciones de causa y efecto entre los objetivos y los supuestos
muestran la probabilidad o riesgo de que el programa sea exitoso. Así,
los supuestos son condiciones suficientes en la lógica de la MML.
90
Las relaciones de causa-efecto en la lógica descrita configuran hipótesis
que durante la ejecución del programa se pondrán a prueba, confirmar
o rechazar. Son hipótesis sobre el desarrollo.
Además de las anteriores características, la MML presupone que la
realización de las actividades logren unos productos, que la realización
de estos logren un propósito y el logro de este propósito contribuya a la
obtención del fin perseguido con la implementación del programa.
Conclusiones
Consideramos que el reto crucial de la administración pública de los
gobiernos contemporáneos en Latinoamérica es replanear el proceso
de toma de decisiones que actualmente ejecutan ya que por lo pronto lo
comprobable es que se ha dejado crecer una grande brecha entre lo que
los gobiernos en Latinoamérica han planteado como políticas para su
desarrollo socioeconómico y el efecto real causado en sus respectivas
sociedades. Es por esto que en el presente trabajo proponemos la
utilización de un enfoque de análisis sistémico y transdisciplinario a
fin de de mantener y/o mejorar la libertad, el bienestar y el desarrollo
humano y sostenible, ahora y en el futuro. Mediante este proceso de
reflexión se pretende saber, sobre la base de los hechos presentes,
cuáles son los futuros verdadera o verazmente posibles, cuáles son los
futuros más probables dadas las diversas condiciones (si se decide o
no emprender algunas acciones específicas), cuáles futuros alternativos
son los más deseables; y qué es lo que las personas individual y
colectivamente pueden hacer para alcanzar el futuro deseable y evitar
las consecuencias del futuro no deseable. Por tanto, su propósito no es
predecir eventos específicos en el futuro, sino reflexionar sobre el futuro,
91
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
comprender y crear alternativas contingentes a nuestras acciones y
accesibles a nuestras alternativas, para comprender mejor el rol que
podemos desempeñar en el presente.
Pensar de manera prospectiva es considerar que siempre existe la
posibilidad de cambio de las estructuras sociales, económicas y
tecnológicas y que las tendencias precedentes pueden cambiar en
direcciones insospechadas e inéditas en la historia.
Si bien las ciencias sociales y económicas plantean que las estructuras
están determinadas de antemano y que su variación es difícil y
compleja, la Prospectiva implica una visión voluntarista por que plantea
que los actores sociales tienen la capacidad de generar cambios a las
estructuras sociales. Esta es una idea fuerza de particular importancia
en el campo del desarrollo de las regiones. Porque si las condiciones
iniciales de un país no se pudieran cambiar, entonces tendríamos un
mundo siempre dominado por los mismos países e industrias; los países
subordinados se quedarían anclados para siempre en el subdesarrollo.
La decisión política es fundamental para el éxito de un estudio
prospectivo, porque supone “querer cambiar”. Si no hay voluntad de
cambio, no hay posibilidades efectivas de transformación social. La
realización de un ejercicio exitoso supone convocar a la mesa a los
actores sociales del desarrollo (el Estado, los sectores productivos, los
centros que generan conocimiento y la sociedad civil) para formular
varias alternativas o escenarios de futuro, escoger el mejor de ellos y
entre todos construirlo desde el presente.
Para poder construir una visión compartida de futuro se requiere contar
con la participación de un número amplio y diverso de actores sociales.
La generación de un país competitivo en la sociedad de conocimiento
92
exige la capacidad para generar acuerdos sobre una base fundamental de
propósitos y metas colectivas. Esto es, implica un estado de conciencia
sobre el hecho de que en la sociedad global nadie puede competir y
sobrevivir luchando por su lado. En un ejercicio prospectivo deben
identificarse los intereses de los actores sociales y las estructuras de
poder relacionadas. Las balanzas de poder y los juegos de actores son
los métodos que permiten establecer las alianzas y los conflictos entre
las instituciones y actores sociales involucrados. De esta forma puede
establecerse el perfil de afinidades y controversias, puntos de encuentro
y desencuentro que facilitan el logro de los consensos sociales.
La lectura de la realidad desde la prospectiva implica un proceso
de reconstrucción basada en el pensamiento sistémico. Esta es una
operación de inferencia, en la cual se plantean hipótesis razonadas, es
decir, rigurosas, sustentadas y verosímiles.
Para la prospectiva la realidad observable a primera vista en el momento
presente representa fragmentos de una situación pasada, provocada
por estructuras sociales y eventos determinados.
Detrás de los acontecimientos del presente existe un patrón que
organiza pautas de acción que le predeterminan. A su vez, este patrón
responde a una estructura que igualmente se encuentra ligada a un
determinado modelo mental. Por lo tanto, quien desee reconstruir la
realidad presente debe llegar “al fondo de la realidad” hasta descubrir
el modelo mental subyacente. Este es un proceso de tipo heurístico,
que exige la acumulación cuidadosa y organizada de información
relevante, de tipo cuantitativo y cualitativo mediante una metodología
validada. La idea central de la teoría general de sistemas plantea que los
fenómenos sociales, económicos, físicos y biológicos son sistémicos y
93
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
la metodología de sistemas es una buena herramienta disponible en el
método científico, para aumentar la comprensión aislada e interactiva
de estos fenómenos.
La metodología prospectiva funciona por aproximaciones sucesivas,
que parten de lo particular hacia lo general, pues las tendencias se
van identificando y su conocimiento se va afinando a medida que
existan insumos disponibles. Adicionalmente se consigue información
detallada para identificar las posibles consecuencias de las tendencias,
los eventos y los propósitos de los actores del desarrollo, de modo
que se puedan establecer sus interacciones y superposiciones. Por
esta razón, la observación de los cambios sociales y sus posibles
impactos es un proceso dinámico, cuyo análisis requiere una continua
retroalimentación. El pensamiento estratégico y prospectivo va más allá
de los ejercicios mecánicos de planeación estratégica, pues requiere de
un razonamiento lógico (coherente y argumentado), creativo, sintético,
integrador y critico. Este tipo de pensamiento interpreta agudamente la
realidad con base en una imaginación disciplinada que se diferencia de
la fantasía o imaginación infundada, o del realismo inmovilizador que es
característico del nihilismo o actitud según la cual no vale la pena hacer
nada inteligente acerca del futuro.
La visión que propone construir la prospectiva, es una clase de
imagen de futuro que cumple varias condiciones: ser estructurada,
transformadora y realizable. Por estructurada se entiende que esté
soportada por un enfoque conceptual, de modo que sea integral y
dibuje a 360 grados la realidad de una sociedad. Esto es, sea construida
a partir de perspectivas múltiples de la realidad, de modo que tenga en
cuenta aspectos multidimensionales, de tipo político, económico, social,
cultural, ambiental, tecnológico y organizacional. Por transformadora se
concibe que porte el cambio y empuje hacia la innovación a un país,
94
territorio, sector o institución. Nada más contradictorio que una visión
conservadora que amarre a la sociedad al status quo. Por realizable,
significa que sea alta su probabilidad de ocurrencia o su capacidad de
materializarse a través del tiempo.
Para la función pública una visión estratégica de futuro depende de la
calidad del debate público y prepara la creación de proyectos colectivos
como resultado del efecto de la apropiación. El debate público implica
la capacidad del gobierno para consultar las imágenes de futuro de
la población, contrastarles con hechos y datos que se compilados
del valor de la opinión subjetiva, y producir informes técnicos de alta
calidad. La visión estratégica surge del diálogo entre las propuestas
técnicas y políticas del gobierno con las imágenes de futuro de los
ciudadanos. Produce prioridades en los objetivos de desarrollo e
identifica las alternativas futuras para la sociedad. El proyecto colectivo
orienta y articula las líneas de acción de las instituciones, prioriza los
proyectos de desarrollo y establece los mecanismos para el seguimiento
y retroalimentación de la visión estratégica.
El tema del pensamiento estratégico es un ámbito de investigación
transdisciplinario, en el cual confluyen también las disciplinas
administrativas, filosóficas y psicológicas, las ciencias cognitivas y la
inteligencia artificial. Su propósito, conseguido a través de diferentes
metodologías y enfoques, es elaborar teorías y modelos para apoyar
a los individuos en el complejo proceso de toma de decisiones. El
pensamiento estratégico se enfoca en examinar la naturaleza, contexto,
proceso y factores determinantes de las decisiones estratégicas.
Existe una perspectiva que no cree en la racionalidad basada sobre
el cálculo económico y la perfecta transparencia informativa, que
asegura un supuesto equilibrio automático del mercado. Para este
95
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
nuevo enfoque el entorno es opaco debido a los fenómenos que
comporta el cambio técnico y social, dado que las organizaciones
de la Administración Pública son un sistema abierto que tiene una
relación fluida con el entorno. En esta medida el entorno manifiesta
discontinuidad de las tendencias, interrumpiendo los procesos de
aprendizaje; además contiene diversos centros de poder y control
independientes e interactuantes, que condicionan la variabilidad, más
allá de las expectativas de predictibilidad de los fines de un gobierno.
En esta perspectiva el agente económico se enfrenta a una racionalidad
limitada (Simon), que presenta dificultades interpretativas en torno
a la dinámica evolutiva que se manifiesta en el entorno, y expresa
indeterminación de los objetivos, de los criterios alternativos y
los órdenes de preferencia que deben guiar el comportamiento
organizativo. Las decisiones, por tanto, no responden meramente al
cálculo económico en búsqueda de una mejor decisión; en cambio son
consecuencia de la búsqueda de una opción satisfactoria, capaz de
responder a las expectativas de una pluralidad de actores internos y
externos a la empresa, cuyas relaciones y motivaciones a menudo solo
pueden decodificarse ex post de los eventos. La organización no tiene
entonces un comportamiento coherente y definitivo, por el contrario
manifiesta acciones débilmente ligadas a los objetivos (conflictos de
intereses), y enfrenta un entorno cuya dinámica ambiental crece en
variedad y variabilidad de las respuestas posibles.
Por tanto, Simon alude que “el comportamiento organizacional depende
fuertemente de la capacidad del sistema cognitivo y auto-organizativo,
para distinguir y afrontar niveles crecientes de complejidad. En este
enfoque, la incertidumbre se acepta entonces como una condición que
gravita normalmente sobre la empresa, por efecto de los fenómenos del
96
cambio, pero es posible encontrar patrones para manejarla con base en
los instrumentos administrativos de la planificación y la organización”.
Herbert Simon, desarrolla la noción de racionalidad limitada como
alternativa al racionalismo excesivo de la maximización de la utilidad,
inadecuada para rendir cuenta de la incertidumbre humana respecto al
futuro y de la interacción de los actores económicos en competencia
entre ellos. En particular Simon critica dos hipótesis: la existencia de
una función de utilidad y la maximización de la utilidad (racionalidad).
Vale decir, que los objetivos y motivaciones están dadas a priori, bajo
la forma de una función de utilidad que permite al individuo hacer
escogencias coherentes entre todas las combinaciones de bienes y
servicios, y que los agentes económicos escogen siempre, entre las
alternativas a su disposición, aquella que comporte la máxima utilidad.
En fin, Simon propone sustituir el “homo economicus” por una persona
que se comporta de manera realista, acorde con las formas indicadas
por los estudios empíricos en sociología, psicología y economía, plena
de emociones y pensamientos reales que regulan los eventos de su
mundo real.34
Por ende, señalamos que al contemplar la inminente necesidad de
implementar un enfoque sistémico y transdisciplinario en el proceso
de la toma de decisiones a nivel gubernamental, esto sería posible
mediante la utilización de la prospectiva como disciplina integradora
de los distintos enfoques y efectos exógenos y endógenos de una
organización, entendida esta como la Administración Pública de los
gobiernos en Latinoamérica, especialmente para poder comprender el
entorno global y desechar la falsa idea de la no necesidad de hacer
planeación de largo plazo.
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EGAP-Tecnológico de Monterrey, Diciembre, 2006.
Peters B. Guy, El nuevo institucionalismo. Teoría
institucional en Ciencia Política. Gedisa Editores,
Barcelona, España. 2003.
101
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Simon, Herbert. A. Administrative behavior: A study
of decision-making processes in administrative
organizations. Nueva York: The Free Press, 1997.
Wiesner, Garnier & Medina, Las funciones básicas de
la planificación, Cuadernos del ILPES, No. 46. 2000.
102
Abstract
El autor analiza las transformaciones de la Administración
pública contemporánea a partir de las nuevas relaciones
de vida que tienen la sociedad y el Estado, considerando el
aumento de la vida pública, la exigencia de los ciudadanos,
el desarrollo de la economía de mercado, la importancia de
tener mejores capacidades de gobierno y la proclama de
que las instituciones públicas sean más eficientes, a partir
de fortalecer los alcances de la gestión pública, la cual es
Las transformaciones de una herramienta que se relaciona de modo directo con las
la Administración Pública y la
capacidades de respuestas que se han de diseñar y aplicar
evaluación de la gestión pública
para que las políticas públicas tengan efecto positivo y
efectivo en la vida comunitaria.
Sergio Esteban Martínez* Palabras clave: Administración pública, Estado, gestión
pública, sociedad y transformaciones.
The author analyzes the transformations of the contemporary
Public Administration from the new relations of life that have
the society and the State, considering the increase of the
public life, the exigency of the citizens, the development
of the market economy, the importance of having better
capacities of government and the proclamation from which
the public institutions get more efficient, from fortifying the
reaches of the public management, which is a tool that is
related in a direct way to the capacities of answers that are
had to design and to apply so that the public policies have
positive and effective effect in the communitarian life.
Key words: Public Administration, State, public management,
society and transformations.
* Maestro en Administración Pública por la Facultad
de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad
Nacional Autónoma de México.
103
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Introducción
En el siglo XXI las transformaciones económicas y sociales continuarán:
la integración de los mercados, las nuevas tecnologías, y el impacto del
conocimiento en la actividad humana apuntan a la persistencia de un
mundo complejo.
Ante esta realidad, surgen preguntas sobre ¿Cómo mantener la
gobernabilidad en un mundo así?, ¿Qué formas de organización
requerirán los gobiernos para enfrentar los retos de forma local, nacional
y global?
El impacto de las antiguas formas de gobierno en el sector público,
en el privado y en la sociedad civil son ineficaces. Las nuevas formas
de gobierno deberán contar con un mayor número de participantes.
Las organizaciones jerárquicas tradicionales tendrán que ceder su
paso a aquellas que promuevan mayor responsabilidad en la toma de
decisiones, con talento innovador y creativo.
Si bien es cierto que en la década anterior se cuestionó la participación
del Estado en el desarrollo económico, y de hecho algunos países
adoptaron una actitud “minimalista” en lo que a instituciones públicas
se refiere, actualmente se reconoce que lo importante no es la
intervención o no, sino la calidad de dichas intervenciones. Por ello, la
reforma de las instituciones se vuelve un asunto fundamental.1
Los gobernantes tendrán que explorar las oportunidades y riesgos
económicos, sociales y tecnológicos a los que tendrán que enfrentarse
en los próximos años, esbozando lo que debe hacerse para que la
Gobernance in the 21 st Century. France, Organization for Economic Cooperation and
Development, 2001.
1
104
sociedad aumente su capacidad de decisión para conducir su futuro
con mayor apertura, competitividad, flexibilidad, pero sobre todo con la
participación de los ciudadanos.
Es así como, los nuevos gobernantes desde una perspectiva crítica y
propositiva, tendrán la necesidad de analizar las reformas adoptadas
en diversos países, los resultados que se han obtenido y el camino que
falta por recorrer. Considerando una sociedad cambiante, compleja
y fragmentada; mayor fiscalización a las acciones públicas por parte
de los medios y la sociedad, y un impacto vertiginoso del desarrollo
tecnológico, sobre todo en materia de comunicaciones, los gobiernos
tienen sobre si presiones adicionales que los llevan a transformarse
para seguir sirviendo el interés general.
A. Cambio de paradigmas en la Administración
Pública
El debate sobre el Estado tiene importancia singular en momentos en
que las transformaciones de la sociedad contemporánea continúan
desarrollándose. El Estado es revisado, reformado y restructurado no
sólo para adaptarse a nuevos contextos, sino para que el patrón de su
racionalidad sea vigorizado y actualizado.
En este sentido, el Estado no se justifica a sí mismo, sino en razón
de su capacidad para lograr el bien público, el cual lo trasciende
independientemente de sus formas políticas y constitucionales. El
Estado cuida el aprovechamiento de las energías públicas y finca
en la política, el gobierno y la Administración Pública, la base de su
realización material.
105
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
De ahí que, las transformaciones del Estado tengan que ubicarse en
procesos históricos, tiempos políticos y realidades públicas, por lo que
el Estado no carece de contextos ni de horizonte temporal.
Su poder está influido y condicionado por factores endógenos y
exógenos donde confluyen la vida de otros Estados, los intercambios de
bienes, servicios y tecnologías y el irreversible progreso de la sociedad.
Consecuentemente su poder tiene que salvaguardarlo y ensancharlo
en un marco de competencia mundial correlacionado con realidades
nacionales complejas (Uvalle, 2001: 27).
a. Desarrollo de la vida estatal
El Estado moderno forjado en la cultura del renacimiento humanista del
siglo XVI se ha consolidado como una institución con capacidad para
pervivir en distintas etapas de la convivencia humana. Con los valores
de la cultura liberal del siglo XVIII, los cuales le dan forma constitucional,
el Estado es reconocido como base de la convivencia pública y como
medio para gobernar la esfera de la vida política.
El Estado al tomar en cuenta los principios e instituciones de la sociedad
civil, alienta el mercado, garantiza el papel de la opinión pública y
garantiza el goce de las libertades políticas. Como Estado respetuoso
del derecho y los preceptos constitucionales, da cabida a prácticas
parlamentarias, a la competencia política y la alternancia en el poder.
En este sentido, los compromisos políticos y sociales del Estado se
cumplen mediante capacidades de gobierno. En la medida en que
las necesidades de la sociedad se dilataban, en esa medida crecían
las tareas del Estado. De ahí que en la etapa del Estado de bienestar
durante el siglo XX, pero formado en Alemania durante los siglos XVIII
106
y XIX, se desenvuelve a través de una amplia y poderosa estructura
administrativa, donde la planeación y la programación se constituyen en
palancas clave de su realización.
La creación y expansión de diversos organismos gubernamentales
encargados de la administración del Estado, llegaron a configurar una
red de compromisos, atribuciones e instituciones para dar cumplimiento
al bienestar social. Tanto el gobierno y la Administración Pública jugaron
un papel importante para que la relación de los contrarios estuviese
regulada por instancias que contenían y desactivaban las tensiones
políticas.
b. Estado de bienestar
Es también, un Estado que funcionó con márgenes significativos de
autonomía y consiguió instituir relaciones de compromiso con los
sindicatos y los partidos políticos. Fue un Estado donde la economía
se politizó y donde los derechos sociales se extendieron más allá de los
recursos públicos disponibles. Su papel consistió en mitigar el conflicto
político dándole tratamiento administrativo con políticas de bienestar
social.
La eficacia del Estado de bienestar consiste en haber logrado tasas de
crecimiento económico acompañado de progreso social. De esta forma,
el conflicto político quedaba incorporado en lo fundamental al sistema
de instituciones que conforman al gobierno. Pero la eficacia política
del Estado de bienestar fue financiada en lo general con déficit fiscal,
el incremento de la deuda externa y el agotamiento de los recursos
públicos. No siempre se consideró el impacto de los costos en las
decisiones ni la disponibilidad sana de los propios recursos.
107
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Así, el apoyo de los Estados sociales, en la forma de Estados
asistenciales o de bienestar o en la forma de estados desarrolladores de
sus sociedades atrasadas, señala Aguilar Villanueva (Villanueva, 1999:
133), se debilitó en el terreno en el que había residido su fuerza, en la
administración. El desbordado crecimiento de las cuestiones sociales se
tradujo en un aumento del número, tamaño y ámbito de intervención de
las organizaciones, programas, proceso y personal del sector público.
Es posible contender gerencialmente con los grandes organismos
públicos, a través del reordenamiento en la organización, métodos
nuevos de trabajo, incorporación de tecnologías, lineamientos de
relaciones humanas y mecanismos más ágiles de control. Es decir, la
“reforma administrativa”, en la creencia de los años sesenta y setenta,
fue la estrategia idónea para no perder el control y dirigir el creciente
aparato del gobierno social. Sin embargo la inmanejabilidad del sector
público no residía tanto en su tamaño, sino en su inconexión y desorden,
por lo que las fórmulas de reforma administrativa se mostraran inviables
o insuficientes.
De igual manera, el renacimiento de la idea del “plan” (nacional de
gobierno), en los años setenta y principios de los ochenta, con toda
la diversidad jerarquizada de objetivos, metas, directrices, programas,
procesos, actores responsables y resultados previstos, fue el intento
más avanzado y optimista de poner orden en el aparato público y
racionalizar su comportamiento mediante la asignación justificada y
programada del gasto social mediante el control de su ejercicio.2
Cfr. Luis F, Aguilar Villanueva “Política pública y gobierno del Estado” en La Revista del Colegio,
Año II, Núm. 4, octubre de 1990, Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública,
A. C, pp. 233-255.
2
108
Así, la administración del bienestar fue el resultado de compromisos
que se institucionalizaron, sin considerar el valor de los costos fiscales
y la disponibilidad real de los mismos para dar cauce a los programas y
proyectos públicos.
La desproporción entre los compromisos y los recursos existentes
tienen como efecto el aumento de estructuras y órganos administrativos
que no se justifican, y en cambio, inciden de modo negativo en los
rendimientos de la vida social productiva. Las fallas de la administración
del bienestar se relacionan con la pérdida del cálculo (Majone, 1975:
425) institucional y financiero que orienta la disponibilidad real de los
recursos y los compromisos, que pueden acreditarse a través de un
sistema de respuestas organizadas que tienen a su cargo el propio
estado administrativo.
En consecuencia, la crisis administrativa del Estado de bienestar se
condensa en los siguientes puntos (Uvalle, 2003: 109): 1) la politización
corporativa y amplia del bienestar social; 2) el crecimiento de estructuras
y la operación de la administración; 3) el acrecentamiento de los
rendimientos decrecientes en las actividades públicas; 4) la pérdida de
legitimidad debido a la falta de resultados fiscales; 5) el retraso en las
capacidades de respuesta; 6) el desbordamiento de las actividades del
Estado en la sociedad; 7) la pérdida de fronteras entre lo privado y lo
público; 8) el aumento del conservadurismo en los procesos de gestión
pública y 9) la disminución de la calidad de vida ocasionada por el
deterioro financiero y procedimental del Estado.
109
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
c. Economía abierta y promoción social
El ocaso del Estado de bienestar es coincidente con los cambios
estructurales de la sociedad y la economía modernas. Desde finales
de los sesenta y la década de los setenta, el mundo ingresó a una
revolución tecnológica. Los sistemas de producción y combustión
industrial son remplazados por los microprocesadores, provocando con
ello cambios de fondo en las condiciones de la vida. Las economías
aceleran su apertura y los mercados rechazan las prácticas regulatorias
del Estado que no se justificaban. Los proteccionismos industriales
sucumben y con la potencia de las reconversiones, los sistemas de
producción ingresan a la fase tecnológica de microchips y software. El
efecto beneficioso de la automatización informática, la computadora y
las nuevas técnicas de decisión asumidas con la misma [han] originado
cambios en el trabajo administrativo, ejecutivo y profesional (Simon,
1992: IX).
Durante los años ochenta la vida estatal es objeto de reformas. No podía
continuar vigente la estatización de la economía y de las relaciones
políticas. Tampoco el uso discrecional de los recursos públicos.
Revisar los ámbitos de competencia de la sociedad y el Estado, conlleva
la adopción de políticas correctivas para rehabilitar los consensos
perdidos debido a la sobredilatación administrativa y a la intervención
incesante del Estado en la economía. Las reformas del Estado
para eliminar sus excesos se realizan con las políticas siguientes: 1)
privatización; 2) desregulación; 3) desburocratización; 4) aperturas
externas; 5) concesión de servicios públicos; y 6) liberalizaciones.3
Para analizar a detalle la reforma del Estado mexicano se pueden consultar a Pedro Aspe Armella,
El camino mexicano de la transformación económica. México: Fondo de Cultura Económica, 1993
y Juan Rebolledo Gout, La reforma del Estado en México. México: Fondo de Cultura Económica,
1992.
3
110
De este modo, el Estado administrador y propietario de la economía es
transformado en un Estado promotor. El nuevo perfil del Estado con su
acento promotor es consecuente con las economías abiertas, con el
reclamo ciudadano de no perder iniciativa ante el Estado y la necesidad
de que la economía sea un espacio público y no un lugar para favorecer
clientelas, camarillas, prebendas y acuerdos corporativos.
Lo ideal es que en el Estado promotor intervenga en la economía con
sentido estratégico, es decir, produciendo y distribuyendo los bienes y
servicios públicos indispensables para el desarrollo de la sociedad sin
asumir un papel sobredeterminante en el mercado.
El Estado promotor no renuncia a la búsqueda y el logro de bienestar
social. Por el contrario, para conseguirlo no emprende acciones
burocratizadas y en cambio sí alienta la participación de los grupos
de la sociedad. Esto significa que la sociedad puede participar con
su esfuerzo, recursos, organización y movilización armonizando con el
Estado sus capacidades e iniciativas. El bienestar social en el Estado
promotor tiene cobertura pública y no solamente administrativa y
gubernamental como sucedía en el Estado de bienestar.
Por consiguiente, la ciudadanización no es contraria al Estado ni atenta
contra la seguridad y la conservación de él. Es consecuente con el
orden institucional que al Estado le corresponde crear, vigilar y cumplir
de manera abstracta e impersonal. La ciudadanización es el reclamo
pacífico de los derechos que corresponden al espacio de la sociedad
y que son invocados para establecer los equilibrios dinámicos que
necesita la vida pública (Uvalle, 2003: 82).
111
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
d. La gestión pública en el Estado promotor
En tiempo de sociedades abiertas, de una mayor democratización del
poder, de auge ciudadano y del surgimiento de movimientos sociales,
la gestión pública tiene que trascender los laberintos del formalismo
bizantino, del ritualismo exacerbado y de los a prioris racionalistas. La
gestión pública tiene que caracterizarse por su aptitud para atender una
diversidad de públicos que demandan al gobierno bienes y servicios.
Se trata entonces, de un asunto de gobernabilidad.
La gobernabilidad se acredita por el conjunto de capacidades que
los Estados tienen para dirigir con inteligencia la convivencia de los
contrarios, para asegurar el cambio con estabilidad y por conseguir
un mejoramiento constante en las condiciones de vida de la sociedad.
Implica además que tanto la vida pública como la política se encuentran
regidas por valores, principios e instituciones que permiten atemperar
el conflicto social con el concurso de la negociación y la concertación.
e. La nueva forma de la Administración Pública
Los nuevos esquemas administrativos en la Administración Pública son
expuestos por Aguilar Villanueva:
Ofrecer información y cuentas al público ciudadano sobre los
asuntos públicos cruciales y sobre los actos de gobierno, incorporar
a la consulta a los ciudadanos como requisito en la definición de los
problemas públicos y en la construcción de las opciones de política,
facilitar el acceso de los ciudadanos a formas de colaboración con el
gobierno en el desarrollo de las políticas públicas sociales, contar los
ciudadanos con la posibilidad de recibir autorización del gobierno para
hacerse cargo de la atención de ciertas poblaciones y sustituirlo en
112
el tratamiento de ciertos temas y problemas, tener la oportunidad de
vigilar, controlar y evaluar la actuación administrativa del gobierno, son
todos esquemas administrativos nuevos y alternativos, más públicos
y más eficaces, que alteran el entramado habitual de las relaciones
entre gobierno y sociedad y que, con el fin de evitar distorsiones de
los fines públicos, implican formas de organización ciudadana que
suponen, promueven y exigen formas de colaboración, coordinación y
corresponsabilidad intrasocial.4
En la nueva Administración Pública (reivindicadora de la participación
ciudadana) la condición imperativa de la acción de gobierno y de los
grupos sociales es el sentido público.
Este es el punto clave. Tiene sentido reivindicar la participación
ciudadana en la nueva gestión y política pública, sólo si se espera, se
promueve o se prescribe que la participación controle predisposiciones
particularistas y tenga además la capacidad y la disposición de perseguir
fines públicos, de traducir o de condenar con honradez las múltiples
voces públicas y de operar con miras a lograr los resultados del mayor
beneficio general realmente posible. La respuesta se encuentra en el
principio de ciudadanía. Ciudadanía es fundamentalmente la especifica
calidad de ser miembro de una sociedad que se ha organizado como
Estado de leyes: leyes para garantizar y encauzar el ejercicio de las
libertades públicas y privadas, y leyes para limitar y controlar a los
poderes públicos y privados (Villanueva, 1999: 147). Y ciudadanía es
además -cosa que suele olvidarse- el derecho y debe (o la libre opción)
de involucrarse en la realización del bien de la república.
Aguilar Villanueva, Luis F (1999) “Coordinación social y Administración Pública” en Reforma del
Estado y Coordinación Social, en Norbert Lechner (et-al) (1999), México, Instituto de Investigaciones
Sociales y Plaza y Valdés, p. 146.
4
113
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
El republicanismo, como principio constitucional de orden político y
social, es lo que sustenta fundamentalmente la validez de reivindicar
la participación ciudadana en el centro de la acción del gobierno y de
llevarla a la práctica. Años de patrimonialismo, populismo, paternalismo,
clientelismo político de muchos estados sociales desarrolladores
y benefactores, han minado las actividades de libertad, dignidad y
responsabilidad de los ciudadanos y, sobre todo, han tergiversado
el propósito y modo de la participación ciudadana. Sin duda, las
condiciones inaceptables de vida de personas o sectores sociales
empujan justificadamente a levantar demandas, a reclamar, a quejarse
y exigir soluciones para situaciones de vida problemáticas e indigentes.
Pero participar en la acción administrativa de gobierno es algo más
que demandar y algo muy diverso al puro demandar particularista,
autorreferido, ajeno o indiferente a tomar en consideración los posibles
costos o daños que ocasionaría a los demás la satisfacción exclusivista
de las propias demandas. Participar ciudadanamente en sentido propio
consiste en actuar del lado de la oferta y no sólo de la demanda, en
actuar con sentido de lo público y no sólo de la ventaja privativa. En
estricto sentido, es un participar como ofrecer y corresponsabilizarse,
comprometerse con las cuestiones sociales, buscando construir
equilibrios entre la satisfacción de los intereses particulares y el
bienestar o la estabilidad del conjunto social al que se pertenece.
El nuevo enfoque y estilo de Administración Pública, justamente
por relacionar la renovación de su eficacia y naturaleza pública con
formas de participación ciudadana, exige, suscita y desarrolla formas
de integración social y política (Villanueva, 1999: 148). La finalidad
pública de la Administración Pública será más segura si incorpora el
sentir, pensar y proponer de su público ciudadano, es decir, integra los
resultados compartidos o de mayoría de la deliberación ciudadana, las
propuestas que se desprenden de las conversaciones y discusiones
114
que los ciudadanos han sostenido frente a sus problemas y que
plasman sus entendimientos, treguas e inconformidades. Los procesos
operativos de la Administración Pública serán más pertinentes y
efectivos si suman las formas de presencia y acción de los ciudadanos
que están comprometidos y ocupados con ciertos asuntos de alcance y
beneficio común, que ya forman parte de la agenda de gobierno o que
han sido desatendidos por el gobierno.
Las prácticas y formas de coordinación social que promueve, cataliza e
incorpora el nuevo enfoque de Administración Pública en sus procesos
y operaciones suelen ser las que integran el diálogo y la cooperación.
Las primeras logran equilibrios aceptables entre las partes mediante
un diálogo más o menos simétrico, más o menos racional, a lo largo
del ir y venir de la interlocución, mientras que las segundas logran
acoplamientos y entendimientos a través de las iniciativas cooperativas,
las concesiones reciprocas, la mutua ayuda y la solidaridad entre
los socios de una comunidad. El diálogo que ocurre incesantemente
entre múltiples individuos y grupos con posturas diversas sobre
sus vidas particulares y su vida asociada, a través del toma y daca
de afirmaciones y refutaciones, preguntas y aclaraciones, críticas y
concesiones, construye y perfila puntos de vista compartidos, deslinda
las áreas de las convergencias y los desacuerdos, y suele pactar treguas
y aplazar enfrentamientos con el fin de evitar efectos más nocivos para
las condiciones de la vida en común.
115
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
En resumen, las corrientes disciplinarias y profesionales contemporáneas
de la Administración Pública,5 con el propósito de restablecer y reactivar
lo público y lo efectivo de una Administración Pública que tuvo su
auge y caída en sintonía con el ciclo de vida del primer Estado social
industrial, cuestionan ahora con diversos argumentos su clausura
gubernamentalista y abren la administración a la intervención de los
ciudadanos, los cuales son entendidos gerencialmente como clientes,
usuarios y consumidores de los servicios públicos, o son entendidos
políticamente como miembros con pleno derecho de la república,
corresponsales de su autonomía, seguridad y prosperidad.
En este enfoque renovador, conceptual y práctico, la Administración
Pública, por promover y plasmar la participación ciudadana, promueve,
contempla y exige que los participantes expresen una ciudadanía
desarrollada y coherente que, en los hechos, manifiesta y realiza
concretamente formas de cooperación y coordinación entre los
miembros de una comunidad de vida.
La Administración Pública deja entonces ser un factor de orden desde
afuera de la sociedad y comienza a construir un nuevo mecanismo
que, en su
misma organización y operación, impulsa y sostiene
formas de coordinación social a través del diálogo y cooperación entre
ciudadanos. No toda la Administración Pública, por la complejidad y
La Nueva Gestión Pública, es una postura analítica y metodológica, que está siendo adoptada
como campo de estudio y práctica gubernamental en distintos países. Se trata de una propuesta
para transformar a fondo la organización y el funcionamiento de la Administración Pública
burocrática, a la cual se cuestiona por ser el origen de los contratiempos operativos que tiene el
Estado en la era de la globalidad. Su propuesta se centra en el mejoramiento de la productividad,
la rentabilidad, la calidad y la reducción de costos en las estructuras y procedimientos para
que los Estados contemporáneos no incurran en mayor déficit fiscal y en la multiplicación
del endeudamiento interno y externo. Cfr. Ricardo Uvalle Berrones (Coordinador) (2005), Perfil
contemporáneo de la Administración Pública, México, Instituto de Administración Pública del
Estado de México, A. C.
5
116
escala de sus asuntos, podrá ser participativa, pero en el terreno de las
múltiples dimensiones de la política social, la participación podrá ser no
sólo un criterio imperativo de operación sino un componente operativo
indispensable intrasocial (Villanueva, 1999: 148-149).
Desde el punto de vista de la subjetividad, el significado de una reforma
del Estado radica en el fortalecimiento del “capital social” (Villanueva,
1999: 148-149). La actual estrategia de modernización fomenta una
pérdida de esa acumulación de experiencias y conocimientos, de hábitos
de confianza y tolerancia que permiten a la sociedad acotar los riesgos
del desarrollo y ampliar el aprovechamiento de sus oportunidades. Un
vínculo social debilitado, empero, sin embargo, inhibe que la sociedad
humana asuma las incertidumbres propias de la libertad individual, el
Estado deberá vigorizar la sociabilidad cotidiana, ayudar a afianzar
las identidades colectivas y así asegurar las relaciones de confianza
indispensables para la cooperación social.
Hacerse cargo, y responsabilizarse del proceso de modernidad
tiene un ámbito privilegiado: la esfera pública. Reformar al Estado es
también reformar lo público, reforzar el ámbito de lo público. En la
medida en que esa complejidad social aumenta, se requiere también
mejores estructuras comunicativas y códigos interpretativos que hagan
inteligible la nueva realidad social. Es decir, para mediar modernización
y subjetividad se requiere una codificación de las oportunidades y
amenazas que plantean los cambios. De ahí que una reforma del Estado
implique, en los hechos, una reformulación de lo público.
Cuando el Estado suele ser visualizado desde el punto de vista del
usuario y consumidor, no está de más reiterar una vez más la función
simbólica del Estado. Cuando la noción de comunidad y, por ende,
la integración social se debilitan, resulta difícil motivar y organizar un
117
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
esfuerzo colectivo. El mismo proceso de modernización exige un Estado
capaz de condensar los sentimientos de pertenencia y arraigo.
Lechner señala que en años recientes, las reformas del Estado y las
políticas de democratización han corrido por vías paralelas. Las
reformas “de primera generación” no consideraron las implicaciones de
un orden democrático y, a la inversa, los procesos de democratización
no contemplaron el nuevo papel del Estado. Probablemente esta
situación haya contribuido a la distancia entre los ciudadanos y su
Estado. Por eso, una reconceptualización del Estado implica igualmente
una nueva noción de ciudadanía. Más allá de su significado políticoconstitucional, generalmente vinculado con el acto electoral y el servicio
militar, se hace indispensable explorar otros ámbitos de la ciudadanía.
Analizar las formas en que se constituye actualmente una “comunidad
de ciudadanos” podría ofrecer pistas acerca de lo que está en juego en
la reforma del Estado.
B. Diseño organizativo y Administración Pública
La crisis burocrática se debe a la insatisfacción de ciudadanos y
gobernantes con la actuación de aquellas organizaciones burocráticas
incapaces de cambiar y adaptarse a una rápida evolución que ha dado
lugar a nuevas condiciones y exigencias en casi todo el mundo. Para
algunos fanáticos de la desburocratización, la culpa de esta deficiencia en
la capacidad de reaccionar se le puede endosar a la totalidad del sector
público; pero la mayoría de los expertos han preferido señalar el hecho
de que las burocracias requieren estabilidad para poder ser eficaces y
eficientes. Por ello cuando el sector público utiliza el modelo burocrático
en entornos cambiantes el resultado es ineficacia e ineficiencia.
118
Mintzberg trasciende el análisis tradicional sobre la manera en que
los diferentes modelos organizativos se aplican a los tiempos de
actividad que lleva a cabo el sector público [Administración Pública].
Propone los diseños organizativos que podrían ser apropiados para las
distintas combinaciones de actividades que realiza el Estado y para las
necesidades sociales que pretende satisfacer.
No existe un solo diseño organizativo adecuado para todo tipo (o casi
todo tipo) de actividad realizada por el sector público (Mintzberg, 1999:
145). Esta correspondencia dependerá tanto de la actividad implicada
como la difusión que cumpla el ciudadano que está involucrada en esta
actividad.6
a. Lo público y lo privado
Subsiste el debate sobre la asignación de recursos entre el sector
privado y público. Trátese de la privatización frente a la nacionalización
o de los mercados de negocios frente a los controles del gobierno, los
argumentos siempre han puesto a las fuerzas privadas independientes
en contra de las fuerzas públicas colectivas.
Es un hecho que en Occidente, no se está familiarizado con la gama de
posibilidades de propiedad (propiedad cooperativa y organizaciones
sin propietario, entre otras). Dado que el capitalismo supuestamente ha
triunfado, el sector privado es bueno y el sector público malo, mientras
que las cooperativas y las entidades sin propiedad se consideran
El artículo de Mintzberg aporta criterios para guiar a los responsables por la toma de decisiones
en un tema politizado como es el diseño de las estructuras organizativas públicas para que puedan
mejorar a su capacidad de responder a los requerimientos de la sociedad, en Harvard Business
Review, mayo-junio de 1996. Para mayor precisión y en forma general (más allá de lo público) se
puede consultar a Henry Mintzberg (1992) con Diseño de organizaciones eficientes, Argentina, El
Ateneo.
6
119
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
irrelevantes. Por encima de todo -dicen los expertos- el gobierno tiene
que convertirse en algo más parecido a una empresa. En este supuesto,
si se va a dirigir adecuadamente el gobierno, entonces se necesita
gobernar la dirección (Mintzberg, 1999: 199).
b. Consumidores, clientes, ciudadanos y sujetos
Consumidor, cliente, ciudadano y sujeto: son cuatro categorías que
se encuentran presentes en la sociedad. Como consumidores y
ciudadanos, disfrutamos de una relación de dar y recibir con el gobierno.
Los consumidores del gobierno reciben servicios directos a distancia;
sus ciudadanos se desarrollan en forma más directa de la infraestructura
pública que éste proporciona. Pero hay una gran diferencia entre las
actividades orientadas hacia los consumidores del gobierno y aquéllas
orientadas hacia sus ciudadanos: frecuencia de ocurrencia. En cambio,
bajo la categoría de ciudadano encontramos una cantidad enorme
de actividades en forma de infraestructura pública de carácter social
(museos), físico (carreteras y puertos), económico (política monetaria),
mediador (juzgados civiles), internacional (embajadas), además de la
propia infraestructura de soporte del gobierno (como la maquinaria
electoral).
Como sujetos y consumidores, tenemos relaciones con el gobierno que
son más unilaterales. En cambio, la cuestión para los clientes que reciben
servicios profesionales tiene que ver con el qué nos proporciona el
Estado. Se pueden citar bajo esta categoría de sujetos y consumidores:
policía, fuerzas armadas, agencias reguladoras y prisiones. Pero lo
más sorprendente es el predominio de los servicios profesionales
que los gobiernos proporcionan directa o indirectamente mediante la
financiación pública: toda la atención de salud en algunos países, y gran
120
parte de ella en los demás, y una buena parte de la educación y otros
servicios como la meteorología.
Por supuesto, no todas las actividades del gobierno se ajustan
exactamente a una de las cuatro categorías. Al introducir estas cuatro
etiquetas es para ampliar nuestra apreciación de los fines varios que
tiene el gobierno.
Al comentario anterior, se puede relacionar los roles de consumidor,
ciudadano, cliente y sujeto. Los consumidores están adecuadamente
atendidos por organizaciones privadas, a pesar de que las cooperativas
suelen poder hacerlo con efectividad. Sólo en reducidas esferas
el servicio al consumidor es tarea del Estado. Cuando se trata de
actividades donde las personas actúan como ciudadanos y sujetos
(súbditos), esto es, donde sus derechos y obligaciones jurídicas están
en juego, deberíamos aventurarnos más allá del modelo de propiedad
estatal con mucha prudencia. Las contraprestaciones entre intereses
en conflicto, así como el necesario uso de la autoridad en este tipo de
actividades, exigen que el Estado cumpla un papel claro (Mintzberg,
1999: 202).
La relación con el consumidor es quizá más complicada. No está claro
que aquellos servicios ampliamente aceptados como públicos –niveles
mínimos de educación y de atención a la salud, por ejemplo- sean
especialmente efectivos cuando los ofrece el gobierno directamente,
ni mucho menos cuando los ofrecen las empresas privadas. Ni el uno
ni las otras por sí solos pueden satisfacer todos las matices de los
requerimientos de los servicios profesionales. Las organizaciones sin
121
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
propietario, o en algunos casos las cooperativas, pueden servir mejor
aquí, aunque con financiación pública para asegurar cierta equidad en
la distribución.7
C. Modelos para administrar el gobierno
A la pregunta de cómo debería administrar el gobierno, Mintzberg
considera cinco modelos, cada uno marcado por su propio modelo
de organizar la autoridad de control del gobierno, o superestructura,
y las actividades de sus agencias, o microestructura. La autoridad
presupuestaria formará parte de la primera, por ejemplo; una agencia
para la protección del medio ambiente sería un ejemplo de la segunda.
Algunos de los modelos son más antiguos, otros más recientes.
Mintzber considera cinco modelos, cada uno marcado por su
propio modo de organizar la autoridad de control del gobierno, o
superestructura, y las actividades de su agencia, o microestructura.
a. Modelo del gobierno como máquina
El gobierno aquí se considera como una máquina dominada por normas,
leyes y estándares de todo tipo. Esto se refiere tanto a la superestructura
como a cada una de las microestructuras. Cada agencia controla su
personal y actividades, y a su vez está controlada por el aparato central
del Estado. De este modo, el gobierno adopta la forma de un holograma:
examinamos cualquier pieza y es igual al resto (Mintzberg, 1999: 206).
Su lema podrá haber sido “control, control, control”.
No es poco usual que se le confíen servicios profesionales a organizaciones cooperativas. Incluso
aquellas profesiones comerciales, como la contabilidad y las consultorías, a menudo ofrecen
servicios a través de cooperativas, principalmente por la vía de asociaciones profesionales.
7
122
Este ha sido el modelo dominante en el gobierno, casi a costa de todos
los demás. De hecho la palabra burócrata para denominar al funcionario
público procede de la influencia de este modelo.8
Este modelo fue desarrollado como la principal fuerza opositora de la
corrupción y el uso arbitrario de la influencia política. Por ello se hizo tan
popular a principios del siglo pasado. Ofrecía coherencia en la política
y fiabilidad en la ejecución. Pero le faltaba flexibilidad y capacidad de
reacción ante la iniciativa individual, motivo por el cual ha decaído. De
una forma u otra, sin embargo, el modelo máquina continúa dominando
en el gobierno.
b. Modelo de gobierno como red
Es lo contrario del modelo máquina: suelto en lugar de estrecho,
libremente fluido en lugar de controlado, interactivo en lugar de muy
segmentado. Se percibe al gobierno como un sistema único entrelazado,
una compleja red de relaciones provisionales diseñada para resolver
los problemas a medida que surgen, y conectada mediante canales
de comunicación informales (Mintzberg, 1999: 206). En el nivel micro,
el trabajo se organiza en torno a proyectos. “Conectar, comunicar y
colaborar” podría ser el lema de este modelo. Irónicamente, al igual que
el modelo máquina, el modelo de red también es holográfico en tanto
sus partes funcionan como el todo: los proyectos individuales operan
dentro de una red de proyectos interrelacionados.
Este ha sido el modelo dominante en el gobierno, del mismo modo que “la mejor manera” de
Frederick Taylor fue popularizada por Luther Gulik y Lyndall Urwick en 1930 en el sector público.
De hecho la palabra burócrata para denominar al funcionario público procede de la influencia de
este modelo.
8
123
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
c. Modelo de gobierno de control del rendimiento
La gestión encuentra su plena realización en el modelo de control
del rendimiento, cuyo lema podría ser “aislar, asignar y medir”. Este
modelo busca ante todo que el gobierno se parezca más a una empresa
(Mintzberg, 1999: 206). Pero aquí es necesario ser concreto porque el
ideal no es cualquier empresa. Existe el supuesto, no muy a menudo
explícito, de que el ideal es la estructura divisional popularizada
concretamente por los conglomerados. La organización en general se
divide en “negocios” a los que se asignan objetivos de rendimiento de
los que son responsables sus directivos. Así pues, la superestructura
planifica y controla mientras que las microestructuras ejecutan. Todo
muy ordenado, pero no necesariamente muy efectivo.
Este modelo hace énfasis en que la planificación y la medición de
rendimientos refuerzan el control jerárquico convencional en el nivel
de la microestructura, donde los directivos tienen responsabilidad
personal de cumplir objetivos impersonales. Así, el efecto final es
reforzar el antiguo modelo máquina. Es decir, el modelo de rendimiento
descentraliza para centralizar, afloja para estrechar. Y la estrechez va
en detrimento de la flexibilidad, creativa e iniciativa individual. De este
modo no el valeroso nuevo mundo de la gestión pública muy a menudo
no es más que la misma gestión máquina: una nueva etiqueta sobre una
vieja botella (Mintzberg, 1999: 207). Funciona bien allí donde funcionaba
la gestión tipo máquina pero en ninguna otra parte.
d. Modelo de gobierno virtual
Si llevamos el modelo de rendimiento hasta su límite, se llegará a un
modelo denominado gobierno virtual. Conocido en lugares como Reino
Unido, Estados Unidos y Nueza Zelanda, el gobierno virtual supone
124
que el mejor gobierno es el no gobierno. Despréndanse de todo,
dicen, o al menos de todo aquello de lo que sea remotamente posible
desprenderse (Mintzberg, 1999: 207). En el mundo perfecto el gobierno
virtual, las microestructuras (las actividades de las agencias) ya no
estarían dentro del gobierno. Todo este tipo de trabajo tendrá lugar en
el sector privado. Y la superestructura sólo existiría en la medida en
que fuese necesaria para organizar el suministro de servicios públicos
a través de organizaciones privadas. Así, el lema de este modelo sería
“privatizar, contratar y negociar”.9
e. Modelo de gobierno de control normativo
Ninguno de los modelos anteriores ha conseguido estructurar
adecuadamente la autoridad social. Quizá ello se deba a que la autoridad
social tiene poca relación con las estructuras. Aquí cuentan las actitudes,
no las cifras. Es así como el control normativo está enraizado en valores
y creencias.
El modelo no es muy reconocido en la mayoría de gobiernos
occidentales. No ha funcionado mal para los japoneses, pero cuanto
más han demostrado ellos su superioridad en la competencia directa
con Occidente, los occidentales se han retirado más hacia su antiguo
modelo máquina que funciona exactamente al contrario (Mintzberg,
1999: 207).
Este modelo dice Mintzberg “representa el gran experimento de los economistas que nunca han
tenido que gestionar nada.
9
125
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Cinco elementos claves caracterizan el modelo normativo:
1. Selección. Se elige a las personas con sus valores y actitudes, y
no sólo por sus credenciales.
2. Socialización. Este elemento asegura que los miembros estén
dedicados a un sistema social integrado.
3. Guía. Viene dada por principios aceptados y no por planes
impuestos, por visiones más que por objetivos.
4.
Responsabilidad.
Todos
los
miembros
comparten
la
responsabilidad. Perciben que los líderes -quienes practican un
estilo artesanal de gestión enraizado en la experiencia- confían en
ellos y los apoyan. De este modo, la inspiración substituye al así
llamado empowerment.
5. Juicio. El rendimiento es juzgado por personas con experiencia,
incluyendo a receptores del servicio, algunos de los cuales están
presentes en comités de supervisión representativos.
El lema del modelo normativo podría ser “seleccionar, socializar y
juzgar”. Pero la clave de todo es la dedicación, que se produce en dos
direcciones: por y para los proveedores del servicio. Los proveedores
son tratados decentemente y por tanto responden del mismo modo.
Las agencias pueden seguir aisladas horizontalmente, pero el control
vertical por parte de la superestructura es más bien normativo
que tecnológico. El modelo permite microestructuras radicalmente
diferentes: más misioneras, igualitarias y enérgicas, y menos mecánicas
y jerárquicas.
126
No hay un modelo que sea el mejor. Actualmente se funciona con todos
ellos. La recaudación de impuestos sería laborioso sin una dosis saludable
de modelo máquina, del mismo modo que lo sería la política exterior sin
el modelo red. Y ningún gobierno puede funcionar efectivamente sin un
gran despliegue de controles normativos, al igual que ningún gobierno
actualmente puede ignorar la necesidad de despojarse de lo que ya no
pertenece al sector público.
Es lógico que se quiera favorecer a los mejores modelos. Todos
reconocemos la atención excesiva que se le da al modelo máquina.
Pero hay que ser conscientes de su resurgimiento en el modelo del
rendimiento, al que no se debe rechazar.
Debemos apreciar mejor el modelo de red, que es necesario para tantas
de las actividades impredecibles y complejas de los gobiernos de hoy,
como por ejemplo gran parte de las políticas que se formulan, los
servicios de alta tecnología y la investigación.
Se tiene una necesidad de hacer un gran cambio hacia el modelo
normativo. Como bien lo han dejado claro los japoneses, nada puede
sustituir a la dedicación humana. Esta conclusión se aplica especialmente
a los servicios profesionales orientados hacia los clientes como son la
atención de la salud y la educación, que nunca pueden ser mejores que la
gente que los proporcione. Es necesario que se libere a los profesionales
tanto de los controles directos de la burocracia del gobierno como las
fuertes presiones de la competencia de mercado. Por este motivo la no
propiedad y algunas propiedades cooperativas parecen funcionar tan
bien en estás áreas.
127
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
f. Gobernar la gestión
El gobierno puede necesitar gestión, pero la dirección también necesita
un poco de gobierno (Mintzberg, 1999: 209). Tomemos como referencia
las siguientes afirmaciones:
No toda la empresa es buena, no todo el gobierno es malo. Cada cual
tiene su lugar en una sociedad equilibrada junto a organizaciones
cooperativas y sin propiedad.
Las sociedades reciben los servicios públicos que esperan. Si la gente
cree que el gobierno es inepto y burocrático, pues así va a ser. En cambio
si se reconoce por servicio público la vocación que es, la gente acabará
teniendo un gobierno fuerte. Y actualmente no hay ninguna nación que
pueda permitirse nada que no se un gobierno fuerte.
Las empresas pueden aprender del gobierno, lo mismo que el gobierno
puede aprender de las empresas y ambos tienen mucho que aprender
de las organizaciones cooperativas y sin fines de lucro. En el sector
publicó las personas se enfrentan a sus propios tipos de problemas:
objetivos en conflicto, grupos con intereses múltiples y una intensa
presión política. No cabe la menor duda de que muchos de los
directivos más inteligentes, elocuentes y efectivos trabajan para el
gobierno. Lamentablemente no son muy agresivos cuando se trata de
dar a conocer sus ideas.
Las
cooperativas
tienen
formas
sofisticadas
para
tratar
con
circunstancias diversas, y también con tipos especiales de clientes. Y
luego están las organizaciones sin fines de lucro, en las que encontramos
la más compleja realización del modelo normativo, del cual se tiene que
aprender mucho en Occidente. Se puede beneficiar en gran medida de
128
las experiencias de unas y de otras, tan pronto como podamos superar
los estrechos prejuicios.
Necesitamos un gobierno orgulloso, no empobrecido. Los ataques contra
el gobierno son ataques contra el tejido social. Tenemos necesidades
individuales, pero una sociedad que permite que socaven las necesidades
colectivas pronto se destruirá a sí misma. Todos valoramos los bienes
privados, pero no tienen ningún valor sin los bienes públicos -como las
políticas económicas y reguladoras- que los protejan.
Por encima de todo, se necesita un equilibrio entre los distintos sectores
de la sociedad. Esto se refiere tanto a actitudes como a instituciones.
Los valores del sector privado prevalecen en toda la sociedad. Pero
el gobierno y otros sectores deberían cuidarse de lo que reciben de
la empresa.10 Se necesitan equilibrios entre los sectores y se requiere
equilibrar los intereses públicos como individuos con las demandas
privadas de las instituciones.
El espíritu que predomina en la actualidad apoya la privatización de
los servicios públicos. Es probable que parte de esta filosofía sea útil.
Pero buena parte de ella es también demasiado simple. Si hay tanta
predisposición al escrutinio de todo aquello que no pertenece al
gobierno, igualmente se debería ser diligente al considerar lo que no
pertenece a la empresa (Mintzberg, 1999: 211).
Es probable que la empresa jamás haya tenido más influencia que ahora. Por ejemplo, Estados
Unidos, a través de comités de acción política y de actividades de cabildeo (lobby), los intereses
institucionales (no sólo los empresariales) ejercen una enorme presión sobre el sistema político,
reduciendo la influencia de los individuos.
10
129
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Conclusión
1. En las democracias representativas modernas, se da una nueva
forma de interpretar el sentido y alcance de la Administración Pública. A
partir de la evidencia proporcionada por los años de crisis, los hechos
han demostrado la inoperancia de los Estados y administraciones
sobredimensionados (secuestradores de iniciativas de particulares) e
implementadores de políticas fiscales deficitarias y populistas. Ahora se
apunta hacia una economía y sociedad abierta, en la cual la alternancia en
el poder hace que los gobierno sean de políticas públicas y consensos,
en el que las negociaciones y acuerdos son parte sustantiva para que
se adopten e implanten acciones acordes con la participación de la
sociedad.
2. Las democracias y la alternancia en el poder han permitido el diseño y
desarrollo de instituciones catalizadoras de movimientos y expresiones
cuyas acciones favorecen las tareas de gobernar por consensos, en
los cuales se construyen responsabilidades, acuerdos, compromisos y
agendas de trabajo que reflejan la interacción de los ciudadanos con
las autoridades. Por ello, en los gobiernos de consensos se establecen
relaciones de comunicación y negociación que articulan intereses,
procesan demandas y formulan rutas de acción para atenuar y mejorar
las condiciones de la sociedad.
3. Hoy la categoría espacio público es el eje principal en el cual se mueve
las relaciones de la Administración Pública y la sociedad (integrada por
particulares). En este contexto, lo público no es más estatal, sino ahora
se identifica con los intereses genuinos del ciudadano. Por ello, los
problemas públicos son un elemento básico para que la Administración
Pública defina el “paradigma” que la revalore y combine alcances
concretos, empíricos y argumentativos. Lo público demanda que la
130
Administración Pública sea menos administradora de recursos y se
centre primordialmente en la calidad de las políticas, y lo público es
motivo de desestatización para reconocerlo como un patrimonio de
la sociedad; y debido a la complejidad, independencia e interrelación,
los problemas públicos únicamente pueden analizarse, consolidarse y
solucionarse con enfoques multidisciplinarios.
4. En una Administración Pública regida por la democracia, no se
requiere de gobiernos sobredimensionados, sino responsables. Por
lo que, la confianza de los gobiernos y Administración Pública es de
vital importancia, dado que se relaciona con el sistema de vida que el
mundo contemporáneo se organiza en instituciones eficaces. Con la
confianza se estimula la lealtad de los ciudadanos con las instituciones
de gobierno. Siendo la confianza propia de una cultura democrática,
es referente para dimensionar de modo razonable las atribuciones
y acometidos de las administraciones públicas. Por lo anterior, el
saldo político de las políticas depende del cumplimiento de las metas
alcanzadas, y, de esta manera, la relación entre las políticas y el público
ciudadano se ubica en situaciones de recompensa o castigo.
5. Al haber un distanciamiento entre las acciones programadas y las
acciones realizadas se presenta una posición que tiene costos negativos
para las autoridades electas y el gobierno, ello implica que hay un vacío
que deteriora la confianza en las instituciones públicas y las desacredita
como instancias que pueden obrar con eficiencia y responsabilidad.
La separación de estas acciones provoca que aumente el desencanto
de los ciudadanos en el gobierno y los gobernantes, hasta crear
situaciones que dificulten una relación de cooperación que tenga como
objetivo garantizar la eficacia y acción pública, baste recordar que con
ésta, las autoridades y los ciudadanos deciden atender y solucionar
los problemas que tienen naturaleza pública con base en criterios,
131
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
recursos y capacidades institucionales. Por ello, los gobiernos abiertos,
competitivos y responsables no incurren en salidas fáciles y engañosas
de que deben de intervenir en todos y cada uno de los sectores sociales
para ordenar y coordinar los recursos, la información y las instituciones
que respondan a los objetivos que justifican los alcances de la acción
colectiva.
6. La gestión pública es el método que el gobierno por consenso
utiliza para construir acuerdos, compromisos y agendas de trabajo que
reflejan la interacción de las autoridades con los ciudadanos. La ventaja
institucional y procedimental de la gestión pública en la pluralidad
democrática, consiste en que se acredite más por estrategias, no tanto
por la dimensión y burocrática de problemas públicos. Por ello la gestión
pública en los gobiernos por consensos se da de forma abierta con
corresponsabilidad de los diferentes grupos de interés que integran la
sociedad. Por otro lado, la gestión pública es en forma paralela la gestión
de las políticas y estas dan origen a la gestión del gobierno entendida
como la suma de acciones encaminadas a la realización de objetivos
y metas colectivas. Por ello, la gestión pública, permite la atención
focalizada de los problemas públicos y en esa medida, es adaptativa y
flexible para responder con oportunidad y eficacia al espacio dinámico
y horizontal de la sociedad civil.
7. Para construir la gobernabilidad democrática se debe contar con una
Administración Pública eficaz (aparato gubernamental encargado del
diseño e implementación de las políticas públicas). Una aparato que,
por su propia naturaleza, tiende a moverse con menor rapidez de la que
suelen exigir los cambios políticos, pero de cuyo funcionamiento depende
en buena medida que las transformaciones políticas y económicas de
carácter institucional se conviertan en realidad.
132
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134
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política e institucional de la Administración Pública,
México, Instituto de Administración Pública del Estado
de México, A. C.
135
Abstract
La autora explica la relevancia del presupuesto y su relación
con el Plan Nacional de Desarrollo, así como su focalización
en la Cuenta de la Hacienda Pública Federal, lo cual permite
ubicar mejor para fines de la vida comunitaria, las acciones
de gobierno con base en las erogaciones efectuadas en
un año fiscal, mismas que tienen como finalidad, impulsar
los objetivos del desarrollo social y económico que deben
conocerse a través de las normas de transparencia, ya
Gasto público basado en que éstas permiten comprender mejor el ejercicio de la
políticas públicas ¿Hasta dónde contabilidad gubernamental, hecho que se relaciona de
hemos avanzado en México? manera directa con la práctica de los valores democráticos
que caracterizan a la actual vida política del país.
Laura Sour* Palabras clave: Desarrollo, gobierno, plan, presupuesto y
transparencia.
The author explains the relevance of the budget and its
relation with the National Plan of Development, as well as
its focusing in the Account of the Federal Public Property,
which allows to locate better for aims of the communitarian
life, the actions of government with base in the investments
carried out in a fiscal year, same which they have as an aim,
to impel the objectives of social and economic development
which they must know itself through the transparency
norms, since these allow to include/understand better the
exercise of the governmental accounting, fact that is related
in a direct way to the practice of the democratic values that
characterize the present political life of the country.
Key words: Development, government, plan, budget and
transparency.
* Profesora e Investigadora del Centro de
investigación y Docencia Económicas, adscrita a la
División de Administración Pública.
137
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Introducción
El presupuesto tiene como objetivo la planeación del país con miras a
su desarrollo. Asimismo, es la base del funcionamiento gubernamental
y contiene información contable y de política económica aplicable
durante el ejercicio fiscal. De esta manera, el presupuesto revela la
política económica, las prioridades y los objetivos del gobierno por
medio de los montos destinados a sus gastos y, la forma como se
redistribuyen los recursos de la sociedad.
El presupuesto tiene su base en el Plan Nacional de Desarrollo (PND),
que es un proyecto sexenal que presenta el Ejecutivo a los seis meses
de haber asumido su cargo. El PND contiene todos los compromisos
de mediano y largo plazo que el gobierno deberá cumplir en términos
generales. Dada la importancia del gobierno federal como cuerpo
organizado con recursos, y el deseo de efectuar cambios sociales,
resulta necesario verificar si el proyecto político del gobierno al asignar
recursos es igual al que realiza cuando ejecuta el gasto. Mediante el
análisis comparativo entre el PND y el presupuesto ejercido se puede
determinar el tipo de relaciones que surgen entre grupos o sectores,
los conflictos que aparecen, los sectores beneficiados, los sectores
perjudicados, y la manera en que el ejercicio del presupuesto afecta
los diversos indicadores macroeconómicos del país. Desde esta
perspectiva, el presupuesto es el mapa que indica cuál es el proyecto
de desarrollo nacional que el gobierno está realizando.
Anualmente el Ejecutivo presenta su proyecto presupuestal a la Cámara
de Diputados para su revisión, discusión y aprobación. La propuesta
aprobada por el Ejecutivo se publica en el Diario Oficial de la Federación.
En el ejercicio de cada año se realizan auditorias a diversos organismos
y entidades sobre el gasto asignado y, al final del año, la Auditoria
138
Superior de la Federación elabora un documento llamado la Cuenta de
la Hacienda Pública Federal (CHPF) donde informa cual fue el gasto
efectivamente realizado y lo confronta con el originalmente aprobado.
La CHPF se da a conocer anualmente. Estas cifras representan todos
los compromisos contraídos por las entidades como consecuencia de
la adquisición de bienes y servicios puestos a su disposición y órdenes
de trabajo, ejecutadas y autorizadas durante el ejercicio anual que se
presenta, independientemente de que su erogación se efectúe dentro
del ejercicio o en ejercicios posteriores. A este tipo de gasto también
se le conoce como gasto devengado. En resumen, la CHPF muestra
las erogaciones ejercidas por el Gobierno Federal a lo largo del periodo
fiscal (un año), dichos gastos están ligados a la asignación de recursos
en el presupuesto y, por lo tanto, también se presenta en forma funcional,
programática y económica. Es decir, la CHPF es el presupuesto federal,
pero con las cifras efectivamente erogadas o ejercidas por el gobierno
a lo largo del año fiscal. En este sentido, una vez que el presupuesto se
convierte en contabilidad pública, muestra los actos de gobierno para
facilitar el control y la evaluación externa de la gestión administrativa
pública. Entonces, la transparencia en la contabilidad gubernamental es
fundamental para el desarrollo de un sistema democrático. Esto es debido
a la importancia que tiene el gasto público en la política gubernamental y
en los objetivos de desarrollo del país. En consecuencia, la transparencia
debe expresarse a través de la información ofrecida en los documentos
presentados en la CHPF.
La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH)
publicada en marzo del 2006 presenta una serie de disposiciones que
regulan a la contabilidad gubernamental y al presupuesto público en
aras de mejorar la rendición de cuentas y la transparencia. El artículo
24 y 25 de la LFPRH, indica que todas las dependencias y entidades
139
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
deben cumplir con las directrices estipuladas por el Ejecutivo en el
PND. Por consiguiente, a la luz de este marco legal, debería existir la
posibilidad de establecer equivalencias entre las prioridades del gasto
establecidas en el PND y el gasto ejercido por la administración pública
federal registrado en la CHPF.
En otras palabras, si la CHPF muestra las erogaciones incurridas por
el Gobierno Federal a lo largo del año, naturalmente surge la pregunta
¿cuál es la posibilidad de observar el cumplimiento del PND utilizando
las cifras de la CHPF? En la medida en la que existe una disociación
entre el PND y el proceso presupuestario anual no se puede evaluar si
se están realizando las políticas establecidas en el PND.
El objetivo de este trabajo es mostrar el alcance para dar seguimiento a
la evaluación del cumplimiento de las diferentes metas que se plantean
en el PND con base en las cifras de la CHPF. Para ello se analizarán los
datos correspondientes al período de 1998 a 2006 tanto del PND como
de la CHPF. El periodo de análisis estudiado nos permitirá establecer
si las diferencias encontradas son las mismas cuando se analizan
los datos de los últimos años correspondientes a la administración
del presidente Zedillo y a la administración del presidente Fox. En el
primer apartado se analiza la importancia del PND y su evolución a
lo largo del periodo de análisis. En la segunda sección se especifica
qué es la CHPF, sus implicaciones informativas, sí como evolución de
acuerdo con las categorías que presenta la estructura programática
y su comportamiento durante las administraciones ya mencionadas.
Finalmente, se exponen las conclusiones y recomendaciones derivadas
de la comparación entre PND y CHPF.
140
Plan Nacional de Desarrollo
El PND se formula por el Poder Ejecutivo Federal en cumplimiento con
lo dispuesto en el Artículo 26 de la Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos y por el Artículo 5º de la Ley de Planeación. De acuerdo
con los propios documentos del PND éste se trata de un instrumento
que norma obligatoriamente los programas institucionales y sectoriales
(PND 1995-2007). Además, delinea las acciones y estrategias a seguir
para lograr los objetivos planteados por el gobierno. Dicho Plan se
elabora para períodos de seis años por lo que existe un PND para cada
sexenio. El PND del presidente Ernesto Zedillo comprende el período de
1995 a 2000 y el PND para el sexenio del presidente Vicente Fox incluye
el período de 2000 a 2006.
En conformidad con el Artículo 6º de la Ley de Planeación, el Ejecutivo
Federal presenta los Informes de Ejecución del PND ante el Congreso
de la Unión. En el Tercer Informe de Gobierno (1997), se establece que
dichos informes dan cuenta de las acciones y resultados alcanzados
por el Gobierno de forma anual, en conformidad con la aplicación
de las políticas, estrategias y programas derivados del mismo. Estas
acciones deben quedar establecidas en las diferentes categorías que
integran el PND, a saber: ejes de acción pública, prioridades, objetivos
y sub-objetivos. Es precisamente el análisis de la evolución de estas
categorías el que nos permite sentar las bases que posteriormente
posibilitarán la vinculación entre los proyectos establecidos en el PND y
el presupuesto ejercido en cada año a lo largo del periodo analizado.
141
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Análisis del PND1
Para analizar el PND, primero se realiza la descripción de los ejes de
acción pública, así como se describen las prioridades, objetivos y subobjetivos del gobierno. Posteriormente se buscará si hay continuidad o
no en la “narrativa”, o si esta va cambiando a lo largo de la jerarquía del
PND.
Los ejes representan los grandes compromisos que establece el
presidente al momento de asumir su cargo. En la Gráfica 1 se puede
observar que el número máximo de ejes que el PND presenta varía
entre cinco y tres a lo largo del periodo analizado. Asimismo, más de la
mitad permaneció con la misma denominación. Esto en principio parece
positivo ya que “los grandes rasgos” de la acción gubernamental
presentan pocas variaciones, mismos que en general se clasifican,
de forma general, como: gobierno democrático, seguridad nacional,
desarrollo social y crecimiento económico. Así también, es posible notar
que en el periodo analizado de la administración de Zedillo (1997 a 1999)
el número de ejes que guían las acciones del gobierno permanecieron
iguales a lo largo de estos tres años. En cambio, durante el periodo de
2001 a 2006 (el periodo de administración de Fox) el número de ejes
cambió de tres (en los años 2001 y 2002) a cuatro (durante el periodo de
2003 a 2006).
Esta sección se elaboró con base en los siguientes documentos: Tercer Informe de Ejecución
del PND de Ernesto Zedillo, 1997; Cuarto Informe de Ejecución del PND de Ernesto Zedillo, 1998;
Quinto Informe de Ejecución del PND de Ernesto Zedillo, 1999; Primer Informe de Ejecución del
PND de Vicente Fox, 2001; Segundo Informe de Ejecución del PND de Vicente Fox, 2002; Tercer
Informe de Ejecución del PND de Vicente Fox, 2003; Cuarto Informe de Ejecución del PND de
Vicente Fox, 2004; Quinto Informe de Ejecución del PND de Vicente Fox, 2005; Sexto Informe de
Ejecución del PND de Vicente Fox, 2006; y Cuenta de la Hacienda Pública Federal de los años 1998
al 2007.
1
142
Gráfica 1. Ejes del PND
6
No. de Ejes
5
4
3
2
1
0
1997
1998
1999
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Años
Elaboración propia. Fuente: Informes de Ejecución del Plan Nacional de Desarrollo.
Cuando se acerca la lupa y se busca conocer el contenido de estos ejes
se encuentra que durante el periodo analizado, sólo el 52.78 por ciento
de los ejes que guiaron al PND continúan siendo ejes. Tal es el caso de
“Desarrollo Social” y “Crecimiento Económico”. Sin embargo, el 20.83
por ciento dejó de ser un eje para convertirse en una prioridad, y el 26.38
por ciento de éstos se crearon con posterioridad.
143
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Tabla 1. Ejes contenidos en el PND de 1997-2006
Informe de Ejecución de Plan Nacional de Desarrollo
1997
1998
1999
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Desarrollo
Social
Desarrollo
Social
Desarrollo
Social
Desarrollo
Social y
Humano
Desarrollo
Humano y
Social
Desarrollo
Humano y
Social
Desarrollo
Humano y
Social
Desarrollo
Humano y
Social
Desarrollo
Humano y
Social
Crecimiento
Económico
Crecimiento
Económico
Crecimiento
Económico
Crecimiento
con calidad
Crecimiento
con calidad
Crecimiento
con calidad
Crecimiento
con calidad
Crecimiento con
calidad
Crecimiento
con calidad
Orden y
Respeto
Seguridad,
Orden y
Respeto
Seguridad,
Orden y
Respeto
Seguridad,
Orden y
Respeto
Seguridad,
Orden y
Respeto
Seguridad,
Orden y
Respeto
Independencia
Soberanía y
Seguridad
Nacional
Independencia
Soberanía y
Seguridad
Nacional
Independencia
Soberanía y
Seguridad
Nacional
Fortalecimiento
de la Soberanía
y Seguridad
Nacionales
Fortalecimiento
de la Soberanía
y Seguridad
Nacionales
Fortalecimiento
de la Soberanía
y Seguridad
Nacionales
Política Exterior
Política Exterior
Proactiva
Política Exterior
Política Exterior
Gobernabilidad
Democrática
Consolidación
de la
Gobernabilidad
Democrática
Consolidación
de la
Gobernabilidad
Democrática
Consolidación
de la
Gobernabilidad
Democrática
Buen Gobierno
Buen Gobierno
Buen Gobierno
Soberanía
Soberanía
Soberanía
Desarrollo
Democrático
Desarrollo
Democrático
Desarrollo
Democrático
Por un Estado
de Derecho
y un País de
Leyes
Por un Estado
de Derecho
y un País de
Leyes
Por un Estado
de Derecho
y un País de
Leyes
Gobernabilidad
Democrática
Gobernabilidad
Democrática
Elaboración propia. Fuente: Informes de Ejecución del Plan Nacional de Desarrollo.
La categoría que sigue a los ejes son las prioridades. Éstas se refieren
al conjunto de las principales acciones que se consideran necesarias
para llevar a cabo cada uno de los diferentes compromisos contraídos
por el Ejecutivo. Por ejemplo, para el presidente Zedillo una actividad
promotora para alcanzar el “Crecimiento Económico” era “Coordinación
de las Políticas Fiscal y Monetaria para la Estabilidad y el Crecimiento”
o “Deuda Pública”. En la Gráfica 2 durante los primeros años del
presidente Fox de 1999 al 2001, el número de prioridades que integran
cada eje aumentó de 15 a 26, es decir varió en casi un 40.74 por
ciento. Además, el 4.19 por ciento de las prioridades se convirtieron en
objetivos, y el 7.91 por ciento se convirtieron en un sub-objetivo.
144
Gráfica 2. Prioridades del PND
No. de Prioridades
50
40
30
20
10
0
1997
1998
1999
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Años
Elaboración propia. Fuente: Informes de Ejecución del Plan Nacional de Desarrollo.
Cada una de las prioridades está compuesta tanto por objetivos como
por sub-objetivos, mismos que presentan su propia dinámica. A manera
de ilustración, como se observa en la Gráfica 3, los objetivos pasaron
de ser 67 en 1999 a 159 en el 2001. De igual forma, el estudio indica que
el 2.06 por ciento de los objetivos se constituyeron en una prioridad y el
5.81 por ciento de se convirtieron en un sub-objetivo.
Gráfica 3. Objetivos del PND
No. de Objetivos
200
150
100
50
0
1997
1998
1999
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Años
Elaboración propia. Fuente: Informes de Ejecución del Plan Nacional de Desarrollo.
Caso más dramático, como se puede ver en la Gráfica 4, es el de los
sub-objetivos que crecieron casi en un 96.72 por ciento entre 2001 y
145
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
el 2002. Así también, al analizar el periodo de 1997 a 2006 el 1.78 por
ciento de los sub-objetivos se elevaron al nivel de prioridad y el 13.61
por ciento se establecieron como objetivos.
No. de Sub-Objetivos
Gráfica 4. Sub-Objetivos del PND
80
60
40
20
0
1997
1998
1999
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Años
Elaboración propia. Fuente: Informes de Ejecución del Plan Nacional de Desarrollo.
Sólo el 0.21 por ciento de los diferentes conceptos que forman parte del
PND permanecen en la misma categoría ya sea eje, prioridad, objetivo,
sub-objetivo durante el periodo analizado. De igual forma, el 33.83 por
ciento de los distintos conceptos fueron creados con posterioridad a
1997, el 1.82 por ciento aparecen y desaparecen a lo largo del periodo
de análisis y el 14.25 por ciento desaparecieron a través de los años.
Los informes de ejecución del PND cambian de un año a otro en lo que
se refiere a la aplicación de las políticas, estrategias y programas que se
derivan del PND. Sin embargo, dicha variación es más marcada cuando
el análisis se realiza a través de la agrupación de diferentes sexenios.
Si bien existen coincidencias en la mayoría de sus denominaciones
y finalidades, no es posible establecer paridades entre los ejes o las
prioridades establecidas en el PND de un sexenio a otro. Ya que, cuando
se realiza la comparación, no se encuentra la misma continuidad en
las acciones y estrategias gubernamentales. Es decir, los sexenios
no mantienen la misma lógica de clasificación y priorización de sus
146
actividades para dar paso al cumplimiento de sus diversas propuestas
y promesas.
Si bien la continuidad no es deseable per se, este hecho dificulta analizar
la dinámica del gobierno por parte de cualquier evaluador externo. Por
otra parte, la falta de continuidad en los diversos conceptos no quiere
decir que los problemas desaparezcan, ya que en varias ocasiones
estos mismos conceptos continúan apareciendo en el PND, pero en
diferentes niveles de prioridad. Por ejemplo, en la Tabla 2 se observa
que del total de cambios que se realizaron -y que no significaron una
desaparición o creación de algunos de las categorías del PND- el 1.19
por ciento de los ejes bajaron al nivel de prioridad, el 5.37 por ciento de
las prioridades pasaron a ser considerados como un objetivo y el 10.12
por ciento se bajaron a un nivel de sub-objetivo.
Tabla 2
Sentido de
los Cambios
Cambios
Descendente
Eje a Prioridad
Prioridad a Objetivo
Prioridad a Sub-Objetivo
Objetivo a Sub-Objetivo
1.19
5.36
10.12
38.69
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
13.33
20.00
0.00
6.67
0.00
1.96
3.92
64.71
0.00
0.00
0.00
70.00
0.00
5.00
23.33
16.67
0.00
0.00
0.00
20.00
0.00
0.00
0.00
50.00
1.67
3.37
3.41
28.51
Ascendente
Objetivo a Prioridad
Sub-Objetivo a Prioridad
Sub-Objetivo a Objetivo
13.69
3.57
27.38
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
40.00
13.33
6.67
29.41
0.00
0.00
0.00
10.00
20.00
0.00
0.00
55.00
0.00
0.00
80.00
0.00
0.00
50.00
8.68
2.92
26.46
100.00
0.00
0.00
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
Total
1997 a
2006
1997 a
1998
1998 a
1999
1999 a
2001
2001 a
2002
2002 a
2003
2003 a
2004
2004 a
2005
2005 a
2006
Promedio
La evidencia de la Tabla 2 permite señalar que la problemática nacional
en la mayoría de las ocasiones permanece constante a lo largo de los
años. Sin embargo, la forma en la que se prioriza es diferente año con
año. Este hecho sugiere un comportamiento errático que se antoja poco
efectivo para la resolución de los problemas nacionales.
A partir del análisis realizado al PND se puede concluir que tanto los
ejes directores como las prioridades del PND difieren -ya sea de forma
147
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
conceptual o en su conformación- de un sexenio a otro a lo largo del
tiempo. Así también, sólo se puede establecer una paridad de dos ejes,
Desarrollo Social y Crecimiento Económico en todos los años, desde
1997 a 2006. De igual forma, siempre y cuando correspondan al mismo
sexenio los ejes, en su mayoría, tienen paridad entre sí. No obstante,
durante el sexenio de Vicente Fox no existe una paridad completa, ni
en cuanto a los ejes, ni a las funciones. Por ejemplo, el eje denominado
“Orden y Respeto” cambia su nominación a partir del 2002 a “Seguridad,
Orden y Respeto”. En el 2001 “Política Exterior” se considera un eje,
en el 2002 y 2003 desaparece, a partir del 2004 reaparece como una
prioridad y no como un eje. En consecuencia, para establecer una
paridad o equivalencia entre los dos sexenios habría que equiparar lo
que se considera una prioridad de política pública en un año contra lo
que se consideró como un eje o objetivo en otro año. En suma, como
ya se había mencionado antes, en los Informes de Ejecución del PND,
lo que en un año se considera un eje en otro es una prioridad que forma
parte de algún otro eje y viceversa.2
Los Informes de Ejecución del PND de los años 1997, 1998 y 1999,
correspondientes al sexenio del Presidente Ernesto Zedillo, son los que
contienen menos información y muy poco detalle. Se puede observar
que los ejes, las prioridades, objetivos y sub-objetivos sólo se reportan
en el Informe de Ejecución del PND para los años 2003 al 2006. Lo
anterior es debido a que en el 2003 sólo se reportan prioridades sin
mayor detalle a diferencia de otros años. Con esto se presenta otro
ejemplo claro de contrastes en la información que se identifican al
comparar un año con otro.
2
Para mayor detalle véase el Anexo I.
148
La Cuenta de la Hacienda Pública Federal (CHPF)
El diseño e introducción en la contabilidad gubernamental de la Nueva
Estructura Programática (NEP) en 1998 respondía a la necesidad de
dotar con mayor transparencia a la asignación, distribución y aplicación
de los recursos públicos; así como, incentivar la eficacia y la eficiencia
gubernamental (Chávez-Presa, 2000). De esta forma, el origen de la CHPF
es la NEP, pues constituye el producto o resultado de la contabilidad y
el presupuesto ya ejercido.
Existen actualmente tres tipos de clasificación en la CHPF: la
económica, la administrativa y la funcional. Estas clasificaciones tienen
un uso determinado para cada tipo de análisis o estudio que se necesite
efectuar, por ello es importante identificar a qué se refiere cada una de
estas clasificaciones:
a)La clasificación económica permite identificar cada renglón
de gastos y de ingresos según su naturaleza económica, lo
cual hace posible indagar la influencia que ejercen las finanzas
públicas sobre el resto de la economía estatal o inclusive nacional.
También posibilita tanto la evaluación de los efectos económicos
del gasto público sobre el desarrollo económico y social, como la
proyección de las transacciones del gobierno (Martner, 1995).
b)La clasificación administrativa muestra al ejecutor de los
recursos con los que se adquiere insumos para producir bienes o
servicios. De esta manera, es posible conocer, por ejemplo, cuánto
gasta una dependencia y qué tan eficiente es para transformar los
insumos en bienes y servicios públicos (Chávez-Presa, 2000).
149
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
c)La clasificación funcional agrupa los gastos de acuerdo a los
propósitos de la acción gubernamental, como es el caso de los
servicios proveídos directamente o financiados por organismos
públicos. A través de esta clasificación es posible visualizar la
influencia y el volumen de recursos que se asignan a la obtención
de cada uno de los grandes cometidos del Estado (Martner, 1995).
Esta clasificación cuenta con una serie de categorías, tales como
funciones, sub-funciones, programas y programas especiales.
De estas tres clasificaciones, a continuación sólo se describe la
clasificación funcional, ya que por su naturaleza ésta es la que se debe
vincular con las políticas públicas nacionales.
Análisis de la categoría funcional
Las funciones reflejan las atribuciones y las responsabilidades que el
marco jurídico le asigna al sector público, y por tanto, corresponden a
las funciones de Estado que tiene cualquier orden de gobierno (ChávezPresa,2000). Para tener una idea de la continuidad en dichas funciones
en la Tabla 3 se presenta 26 de las 207 diferentes funciones que han
conformado a la CHPF durante el periodo de 1997 a 2006. Se observa
que el 97.95 por ciento de las funciones se mantuvieron a lo largo del
periodo de 1998 a 2000. En cambio, en el periodo del 2001 al 2006 sólo
el 45.17 por ciento de las funciones permanecieron. Por lo anterior, se
puede concluir que durante los años correspondientes al sexenio de
Ernesto Zedillo (1998-2000), la permanencia de las funciones es mucho
mayor que en el periodo de 2001 a 2006 correspondiente al sexenio de
Vicente Fox.
150
Tabla 3. Permanencia de las Funciones de 1998 a 2007
Descripción de la Función
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
Abasto y Asistencia Social
Abatimiento de la Contaminación de los
sistemas que sostienen la vida
Acceso a la información Pública
Gubernamental
Acceso a la información Pública
Gubernamental y protección a los datos
personales
Acuacultura y Pesca
Adeudos de ejercicios fiscales anteriores
Administración de Recursos Humanos,
Materiales y Financieros
Administración del Agua
Administración Pública
Aeropuertos
Agrícola y Pecuario
Agricultura, Servicios Forestales y Pesca
Agua potable
Agua potable y alcantarillado
Apoyar los programas de reestructura en
Unidades de Inversión (UDIS)
Apoyo a ahorradores y deudores de la Banca
Apoyo en Servicios Educativos Concurrentes
Apoyos a la Comercialización
Apoyos a la Producción
Apoyos IPAB
Aseguradoras
Asistencia Social
Asuntos Agrarios
Asuntos Económicos y Comerciales
Asuntos Económicos, Comerciales y
Laborales
Asuntos Hacendarios
Totales
2.05%
54.83%
Elaboración propia. Fuente: Cuenta de la Hacienda Pública Federal (SIPP).
151
2005
2006
2007
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
En la Tabla 4 es posible observar que las funciones aumentaron de 61
en 1998 a 115 para el año 2006. Sin embargo, al observar los cambios
en el número de funciones del año 2002 al 2003 (de 66 a 86) o del 2003
al 2004 (de 86 a 114), de alguna forma se puede notar la determinación
errática de las funciones consideradas como necesarias para llevar a
cabo la producción de bienes y servicios públicos.
Tabla 4
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
61
65
65
63
66
86
114
117
115
115
Elaboración propia. Fuente: Cuenta de la Hacienda Pública Federal (SIPP).
Análisis de la categoría programática
Los programas informan cuánto del gasto se asigna a las políticas
públicas (Chávez-Presa, 2000). En la Tabla 5, donde sólo se expone una
muestra del total de los programas (31 de 183), se puede observar la
diferencia en la continuidad de los programas entre la administración
del presidente Zedillo y la del presidente Fox. En el periodo de 1998 a
2000 el 82.63 por ciento de los programas se mantuvieron a lo largo de
estos tres años, en comparación con el periodo del 2001 al 2006 cuando
sólo el 49.37 por ciento de los programas se conservaron a lo largo de
este periodo. Así, el análisis indica que los programas correspondientes
al sexenio del presidente Zedillo para los años 1998 a 2000 cambian
menos
Tabla 5. Permanencia de los Programas de 1998 a 2007
Descripción Programas
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
Adultos en Plenitud
Cobertura
Cobertura Nacional
(continúa)
152
Tabla 5. Permanencia de los Programas de 1998 a 2007
Conservación y Rehabilitación de Áreas de
Temporal
Desarrollo de la región Centro Occidente
Desarrollo de la región Centro País
Desarrollo de la región Noreste
Desarrollo de la región Noroeste
Desarrollo de la región Sur Sureste
Desarrollo del Sureste
Desconocido
Equidad y Género
Erogaciones Contingentes
Establecer los Enlaces con Instancias
Federales, Estatales y Municipales
Fomento de la Investigación Científica y
Tecnológica
Fondo de Desastres Naturales
Fondo de Estabilización de los Ingresos
Petroleros
Fondo de Variación en los Precios
Internacionales
Garantizar a la Población el acceso a la
Justicia Administrativa
Gasto no Programable
Gobierno
Integración del Proyecto de Presupuesto de
Egresos de la Federación
Medio Ambiente y Recursos Naturales
Mejora Regulatoria
Modernización y Fomento del Comercio
Interior
Plan Puebla-Panamá
Programa de Becas de Capacitación para
Trabajadores Desempleados
Programa Agropecuario y de Desarrollo Rural
Programa Calidad Integral y Modernización
Programa de Abastecimiento de Agua y
Saneamiento para la zona Metropolitana
Programa de Acuacultura y Pesca
Totales
17.37%
50.63%
Elaboración propia. Fuente: Cuenta de la Hacienda Pública Federal (SIPP).
153
(finaliza)
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
En la Tabla 6 es posible apreciar los constantes cambios en el número
de programas a lo largo de los años, donde en 1998 se cuenta con 58
programas y en el 2006 con 70.
Tabla 6. Cambio en el Número de Programas
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
58
57
61
40
74
70
71
69
70
63
Elaboración propia. Fuente: Cuenta de la Hacienda Pública Federal (SIPP).
Finalmente se analiza el periodo de 1998 a 2006 la correspondencia
de los programas destinados a desempeñar las distintas funciones del
gobierno, entendidos éstos como el conjunto de acciones que efectúan
los ejecutores del gasto para alcanzar sus objetivos y metas de acuerdo
con las políticas definidas en el PND. En la Tabla 7 es posible notar que
durante el periodo de 1998 a 2000 el 93.32 por ciento de los programas
continuaron asignados a la misma función mientras éstas continuaron
dentro de la CHPF. En cambio, durante el periodo de 2001 a 2006, sólo
el 41.90 por ciento de los programas permanecieron asignados a la
misma función en tanto siguieron figurando en la CHPF. En primer lugar
se buscaron los programas y la función a la que estuvieron asignados.
De esta forma, si el nombre de un programa fue encontrado en las cifras
de la CHPF durante cinco años, se espera que el número máximo de
veces que se encontraría una correspondencia entre una función y
un programa fuera cinco. En el caso de que sólo se encontrara que el
programa pertenece a la misma función cuatro de los cinco años, se
considera que tuvo un 80 por ciento de permanencia con esa función.3
Este análisis no incluye el hecho de que en algunas ocasiones los programas cambian de nombre,
pero no así sus objetivos. De igual manera, no existe un catálogo de conversiones que permita
llevar un seguimiento de los cambios, lo cual crea confusión en la determinación del porcentaje de
los cambios sustantivos en los programas.
3
154
Tabla 7. Relación entre la Correspondencia de Programas a Funciones
De 1998 a 2000
De 2001 a 2006
De 1998 a 2006
0.9331614
0.4190349
0.6236085
Porcentaje de
Correspondencia
Elaboración propia. Fuente: Cuenta de la Hacienda Pública Federal (SIPP).
En la Tabla 8 se presentan los dos únicos programas que mantienen una
correspondencia con las funciones desde el sexenio de Zedillo hasta el
de Fox, es decir, estos programas han servido para el cumplimiento de
la misma función desde 1997 hasta el 2006.
Tabla 8
Descripción
Programa
No.
de
Años
Programa
Nacional de
Población
9
Programa
Sectorial
Agrario
9
Administración
de Recursos
Humanos,
Materiales y
Financieros
11%
Asuntos
Agrarios
100%
Asuntos
Jurídicos
22%
Control
Interno
11%
Función
Pública
11%
Normatividad
11%
Otros
Servicios
Generales
11%
Población
Política
Interior
44%
56%
Procuración
de Justicia
Seguros
Promedio de
Correspondencia
50%
100%
33%
35%
Elaboración propia. Fuente: Cuenta de la Hacienda Pública Federal (SIPP).
La Tabla 9 sólo incluye una muestra de la matriz completa que
contiene la correspondencia entre programas y funciones, y resalta el
comportamiento errático observado durante la administración foxista,
ya que el mismo programa ha servido para cumplir una función distinta
de un año a otro durante el periodo del 2000 al 2006. Cabe señalar que si
se contara con un catálogo numérico de los programas y las funciones,
el seguimiento y análisis de esta correspondencia sería más sencillo.
155
156
5
5
5
5
4
5
5
25%
Asuntos Agrarios
20%
Asuntos Hacendarios
40%
60%
60%
60%
Capacitación Laboral
20%
Carreteras
Ciencia y Tecnología
25%
Comercio e Industria
20%
Comercio Exterior
20%
20%
20%
20%
20%
Competitividad
20%
20%
20%
Comunicaciones
Control de la Contaminación
del Aire
20%
25%
20%
20%
20%
20%
20%
Desarrollo Cultural
20%
Desarrollo Regional
20%
Educación Superior
20%
Electricidad
20%
Ferrocarriles
20%
Fomento a la Industria y al
Comercio
Forestal y Suelos
60%
Gasto
20%
Gobernación
20%
60%
20%
Tabla 9
20%
60%
Descripción
Programa
Desarrollo de la
región Centro País
Desarrollo de la
región Noreste
Desarrollo de la
región Sur-Sureste
Programa de
Comercio Exterior
y Promoción de la
Inversión
Programa
de Comercio
Interior. Abasto
y Protección al
Consumidor
Programa de
Desarrollo
Empresarial
Programa de
la Consejería
Jurídica del
Ejecutivo Federal
Elaboración propia. Fuente: Cuenta de la Hacienda Pública Federal (SIPP).
Adeudos de Ejercicios Fiscales
Anteriores
20%
20%
Número de Años
50%
40%
40%
40%
Indígenas
20%
20%
20%
Infraestructura Potuaria
Medio Ambiente y Recursos
Naturales
60%
Normalización, Fomento y
Regulación
20%
Normatividad
Operación de Deuda Pública
20%
20%
40%
20%
20%
Otras de Asistencia Social
25%
Otros Servicios Educativos y
Actividades Inherentes
20%
Rectoría del Sistema de Salud
20%
29%
30%
30%
30%
Patrimonio Nacional
Puertos
20%
40%
40%
40%
Tesorería
26%
30%
27%
Promedio de Correspondencia
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De esta manera, resulta importante observar que el nivel de control y
consistencia de la acción pública para cumplir con sus funciones ha
sido errático pues la correspondencia de los programas para llevar
a cabo distintas funciones del periodo foxista sirve como evidencia
de la existencia de un problema. ¿De qué tipo de problema se trata?
¿Carencia o duplicidad de funciones? ¿De programas? ¿Hasta que
punto es deseable mantener la correspondencia entre programas y
funciones? Todas estas son preguntas que forman parte de otro trabajo
que muy bien vale la pena discutir más a fondo.
Las deducciones derivadas del análisis realizado a la CHPF se determina
que en cuanto a la clasificación funcional, sólo “Desarrollo Social” y
“Desarrollo Económico” se consideran un eje en los años 2005 y 2006,
así como, “Soberanía” en los años de 1998 a 2002. Todos los otros
ejes del PND o no tienen un par para poder ser equiparados dentro de
la clasificación funcional de la CHPF o sólo se pueden equiparar con
alguna función o subfunción. Así también, lo que en un año se considera
una función en otro año es una subfunción y viceversa. Por otro lado,
en la CHPF se puede observar que en los años 1997, 1998 y 1999 se
reportan menos funciones, ejes y subfunciones en comparación con los
otros años. De igual manera, al comparar los Informes de Ejecución del
PND contra la CHPF, se observa que en un año el informe considera
como un eje lo que la CPHF considera como una subfunción, o
viceversa; lo que la cuenta reporta como una función, para el PND es un
objetivo. Existen años donde el Informe de Ejecución del PND reporta
varios ejes o prioridades y la CHPF no los contiene. En general, hay una
gran cantidad de ejes, funciones y subfunciones que sólo se reportan
para algunos años. En consecuencia, se pierde el seguimiento de las
mismas, lo cual dificulta la evaluación de las acciones y los objetivos
que se han establecido como las metas que se persiguen en cada año
o en cada sexenio.
157
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Conclusión
Los cambios políticos y sociales que se han presentado en el mundo en
los últimos años hacen incuestionable la necesidad de transparentar y
hacer más eficiente la administración y el uso de los recursos públicos.
Por ello, en muchos países los funcionarios públicos son calificados
tanto por la honestidad con la que manejan los recursos de la hacienda
pública, como por la calidad y oportunidad con la que proveen bienes
y servicios. Los gobiernos de los países en donde la pluralidad del
sistema político se acrecienta están cada vez más preocupados no
sólo por la evaluación, sino por generar información que permita
transparentar sus acciones en lo relacionado con el combate a la
pobreza o la redistribución del ingreso, por ejemplo.
La herramienta propicia para controlar, transparentar y evaluar las
actividades gubernamentales es la contabilidad gubernamental. Martí
(2006) señala que la forma de clasificar el gasto y asignar los recursos
públicos dependerá de la tradición cultural contable, de las necesidades
de cada país y de la naturaleza del tipo de operación a registrar (gasto
militar, pensiones, ingresos y gastos de las generaciones futuras,
infraestructura, etc.). Estos resultados coinciden con los reportados por
Pina y Torres (2003) quienes, después de haber revisado los sistemas
contables y presupuestarios devengados de los países de la OCDE,
concluyen que no existe un modelo contable único entre estos sectores
públicos: cada uno de los diferentes países estudiados adecua su
sistema contable a sus necesidades.
Desafortunadamente,
después
de
analizar
los
diversos
PNDs
correspondientes al periodo de 1997 al 2006 se puede concluir que dar
seguimiento a los compromisos del gobierno federal año con año no es
tarea fácil en México. La posibilidad de establecer equivalencias entre
158
las prioridades del gasto establecidas en el PND, el gasto ejercido de la
CHPF y los resultados obtenidos es baja. Es decir, no es posible encontrar
algún tipo de armonización entre el plan sexenal que se implanta en el
PND y el presupuesto que se ejerce anualmente. A lo largo del estudio
se observó que no es posible llevar a cabo un análisis o seguimiento
del cumplimiento de los objetivos planteados por el Ejecutivo en el PND
pues no existe una paridad única entre el PND y el presupuesto de la
federación publicado en la CHPF.
Tampoco es factible equiparar los ejes, funciones y subfunciones de un
año a otro y menos aún de un sexenio a otro de forma transparente y
fluida. A pesar que estos movimientos se pueden justificar por el cambio
de necesidades de gestión gubernamental, la realidad es que los
diferentes conceptos que se emplean para enunciar la acción pública
presentan una variación que hace prácticamente imposible estudiar y
evaluar el cumplimiento de los diferentes fines y metas que plantea el
gobierno en el PND. En este sentido, resalta la importancia de la creación
de un catálogo único de cuentas que permita identificar, sin importar el
año, las funciones y programas de interés. Tal como lo señala el Artículo
27 de Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria
(LFPRH), las modificaciones que sufra la estructura programática deben
tener el objetivo de fortalecer la sencillez y la facilidad de examen de
los recursos públicos que se destinan para el cumplimiento del PND.
Asimismo, en este mismo artículo se estipula la necesidad de establecer
un vínculo y las condiciones necesarias para detectar los resultados
del PND y facilitar el examen de la CHPF, ya que, lo que se busca es
fomentar y cumplir con la rendición de cuentas y la transparencia.
El PND es un documento indicativo, que no contiene objetivos
específicos, planes sectoriales, indicadores de desempeño o metas
cuantitativas. La falta de vinculación entre el presupuesto con el
159
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
PND se debe resolver, tal que se llenen los vacíos de planeación y
programación que hoy existen. Un primer paso sería el establecimiento
del reglamento para la Ley de Planeación, aprobada desde 1981. Este
es el primer obstáculo para vincular el presupuesto con los proyectos
de mediano y largo plazos establecidos en el PND. En este mismo
sentido, es conveniente que el PND presente objetivos específicos,
planes sectoriales, indicadores de desempeño o metas cuantitativas
específicas. La falta de estos elementos imposibilita la conexión directa
de la planeación del PND con la programación presupuestaria. En la
medida que continúe la opacidad contable de la acción pública, el
seguimiento de la acción gubernamental se dificulta.
Las nuevas disposiciones legales establecidas en la LFPRH pretenden
que las dependencias tomen como base las categorías de función,
subfunción, actividad institucional y programas presupuestarios
con la finalidad de integrar el enfoque de resultados en la definición
y construcción de las categorías y los elementos programáticos.
Es decir, se espera que una nueva sintaxis programática tenga la
capacidad de reflejar directamente la gestión pública por resultados.
Para ello, el “Programa Presupuestario” (el cual se refiere a la categoría
programática que permite organizar, en forma representativa y
homogénea, las asignaciones de recursos) sustituye a la denominación
anterior “Actividad Prioritaria” (SHCP, 2007). De esta forma, la clave
presupuestaria tendrá la siguiente composición:
160
Estructura Programática (Categorías)
Abreviatura y
denominación
de sus
componentes
Dígitos: 22
Clasificación
Administrativa
Estructura Económica
Clasificación Funcional y Programática (Categorías)
Clasificación Económica
Funciones
R/S
UR
GF
FN
SF
AI
PP
OG
TG
FF
Ramo
y/o
Sector
Unidad
Responsable
Grupo
Funcional
Función
Subfunción
Actividad
Institucional
Programa
Presupuestario
Objeto
del
Gasto
Tipo
del
Gasto
Fuente de
Financiamiento
2
3
1
1
2
3
4
4
1
1
Fuente: SHCP, 2007.
Entonces, con la finalidad de estar en condiciones para proveer
información veraz, confiable y oportuna para el seguimiento y evaluación
de las acciones del gobierno se requiere que exista un vínculo entre la
información contable, el presupuesto y el PND. Dicho vínculo debe
estar presente en todas las agencias y dependencias del gobierno,
además de cumplir con los siguientes requisitos: a) tener el mismo
sistema contable, b) poseer el mismo catálogo de cuentas contables y
c) presentar el mismo sistema de reportes financieros (Hoge y Martin,
2006).
La forma de contabilizar las operaciones del gobierno no debe ser vista
como un fin en sí mismo. La manera de registrar las operaciones no
corregirá, por sí misma, los problemas de control o en la administración
gubernamental. Los registros contables son únicamente una herramienta
útil para dar seguimiento a la actividad gubernamental -una vez que se
fortalezcan los prerrequisitos de implementación y se ponga atención
en factores como el control de los recursos y la existencia de auditorías
externas adecuadas.
161
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
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Tercer Informe de Ejecución del PND de Ernesto Zedillo.
(1997).
Cuarto Informe de Ejecución del PND de Ernesto
Zedillo. (1998).
Quinto Informe de Ejecución del PND de Ernesto
Zedillo. (1999).
Primer Informe de Ejecución del PND de Vicente Fox.
(2001).
Segundo Informe de Ejecución del PND de Vicente
Fox. (2002).
163
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Tercer Informe de Ejecución del PND de Vicente Fox.
(2003).
Cuarto Informe de Ejecución del PND de Vicente Fox.
(2004).
Quinto Informe de Ejecución del PND de Vicente Fox.
(2005).
Sexto Informe de Ejecución del PND de Vicente Fox.
(2006).
Cuenta de la Hacienda Pública Federal. (1998 al 2007).
164
Anexo 1
Ejes de Polìtica Pùblica en el PND
1997
1998
1999
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Desarrollo
Social
Desarrollo
Social
Desarrollo
Social
Desarrollo
Social y
Humano
Desarrollo
Social y
Humano
Desarrollo
Social y
Humano
Desarrollo
Social y
Humano
Desarrollo
Social y
Humano
Desarrollo
Social y
Humano
Crecimiento
Económico
Crecimiento
Económico
Crecimiento
Económico
Crecimiento
con Calidad
Crecimiento
con Calidad
Crecimiento
con Calidad
Crecimiento
con Calidad
Crecimiento
con Calidad
Crecimiento
con Calidad
Orden y
Respeto
Seguridad,
Orden y
Respeto
Seguridad,
Orden y
Respeto
Seguridad,
Orden y
Respeto
Seguridad,
Orden y
Respeto
Seguridad,
Orden y
Respeto
Independencia,
Soberanía y
Seguridad
Nacional
Independencia,
Soberanía y
Seguridad
Nacional
Independencia,
Soberanía y
Seguridad
Nacional
Fortalecimiento
de la Soberanía
y Seguridad
Nacionales
Fortalecimiento
de la Soberanía
y Seguridad
Nacionales
Fortalecimiento
de la Soberanía
y Seguridad
Nacionales
Política Exterior
Proactiva
Política Exterior
Política
Exterior
Gobernabilidad
Democrática
Consolidación
de la
Gobernabilidad
Democrática
Consolidación
de la
Gobernabilidad
Democrática
Consolidación
de la
Gobernabilidad
Democrática
Buen Gobierno
Buen Gobierno
Buen Gobierno
Buen Gobierno
Soberanía
Soberanía
Soberanía
Política
Exterior
Desarrollo
Democrático
Desarrollo
Democrático
Desarrollo
Democrático
Por un
Estado de
Derecho y
un País de
Leyes
Por un
Estado de
Derecho y
un País de
Leyes
Por un
Estado de
Derecho y
un País de
Leyes
Gobernabilidad
Democrática
Gobernabilidad
Democrática
Clasificaciòn Funcional en el, SIPP
2007
2006
2005
Desarrollo
Social
Desarrollo
Social
Desarrollo
Social
Desarrollo
Económico
Desarrollo
Económico
Desarrollo
Económico
Orden,
Seguridad, y
Justicia
Orden,
Seguridad,
y Justicia
Orden,
Seguridad,
y Justicia
Soberanía
Soberanía
Soberanía
Relaciones
Exteriores
Relaciones
Exteriores
Relaciones
Exteriores
2004
Relaciones
Exteriores
2002
2001
2000
1999
1998
Soberanía
del Territorio
Nacional
Soberanía
del Territorio
Nacional
Soberanía
del Territorio
Nacional
Soberanía
del Territorio
Nacional
Soberanía
del Territorio
Nacional
Política
Exterior
Política Exterior
Política Exterior
Política Exterior
Política
Exterior
Elaboración propia. Fuente Informes de Ejecución del PND y Cuenta Hacienda Pública Federal (SIPP).
165
Abstract
La
El autor analiza cómo se lleva a cabo la administración de
la pobreza en México en los últimos años, con base en
planes, políticas y presupuestos que se aplican para evitar
la agudización de condiciones de vida relacionadas con la
desigualdad, la marginación y el atraso, las cuales frenan
el desarrollo de la sociedad, situación que exige que los
instrumentos administrativos y gubernamentales sean
efectivos
para que el desempeño de la economía, las fuerzas
administración de la
pobreza en México productivas y los procesos de intercambio tengan mayor
dinamismo, evitando al mismo tiempo, un mayor deterioro en
los niveles de la productividad social que pueden traducirse
Gilberto Calderon Ortiz* en problemas de carácter político.
Palabras clave: Administración pública, capacidades,
desarrollo, desigualdad y pobreza.
The author analyzes how the administration of the poverty in
Mexico carries out itself in the last years, with base in plans,
policies and budgets that are applied to avoid the peaking of
conditions of life related to the inequality, the marginalization
and the delay, which restrain the development of the
society, situation that it demands that the administrative
and governmental instruments are effective so that the
performance of the economy, the productive forces and the
processes of interchange have major dynamism, avoiding
at the same time, a greater deterioration in the levels of the
social productivity that can be translated in problems of
political character.
Key words: Public administration, capacities, development,
inequality and poverty.
* Profesor de tiempo completo en la Universidad
Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
167
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
La visión internacional sobre la pobreza
Carlos Vilas dice que el Banco Mundial, considera que el origen de
pobreza se debe tanto a la falta de empleo como a los bajos salarios.1
Pero el Banco Mundial no reconoce dice Bertha Lerner que tales
resultados son producto de la estrategia neoliberal que este organismo
ha venido impulsando como es el “apoyo al libre mercado, la inserción de
cada país en el mercado internacional, vía la exportación de productos
manufacturados y la no intervención del Estado en la economía”.
Esta política económica neoliberal abarca toda América Latina y
para abatir sus índices, el Banco Mundial, dice Lerner, propone a los
gobiernos: “políticas de crecimiento rápido, que hagan uso eficiente de
la fuerza de trabajo”, así como ampliar las facilidades en los servicios
sociales.2
Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las reformas,
promovidas por el BM y el FMI, deben continuar. El BID plantea que
además: “serán necesarios nuevos enfoques para encarar temas como
la corrupción, la inequidad en el ingreso, la recaudación de impuestos
y la desilusión con la democracia”.3 Estos cambios que imponen
los organismos internacionales obligan al Estado a transformarse y
mantener el equilibrio fiscal que implica apoyar al sector empresarial y
reducir los gastos destinados a crear empleos permanentes.
Vilas, Carlos M. “Deterioro laboral y exclusión social: la otra cara del crecimiento” en Acta
Sociológica. La Política Social, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, México, No. 2829, Enero-agosto del 2000.
2
Lerner, Martha, América Latina: los debates en política social, desigualdad y pobreza, Miguel
Ángel Porrúa, México, 1996, p, 59.
3
Antonio Castellanos, “La situación económica en AL ha empeorado, pese a reformas: BID” en La
Jornada, México, 10 de marzo de 2002.
1
168
En un documento solicitado por este organismo a Mick Moore y James
Putzel, para su “Reporte de Desarrollo Mundial 2000/1”, ellos escribieron
que para algunos analistas:
La globalización ha producido un deslizamiento relativo del poder de
los Estados hacia la gente que toma decisiones sobre movimientos de
capital a gran escala…Entre más grandes sean los esfuerzos que los
gobiernos hacen para gravar con impuestos o redistribuir el ingreso o
el capital, para preservar o incrementar la protección o influir en cómo
y dónde el sector privado invierte, más, se dice, serán ‘castigados’ por
los controladores de capital.4
Recién en Argentina, a finales de marzo en este 2008, los grandes
exportadores de carne y cereales de ese país, ante la propuesta de
la Presidenta del país, de gravar las exportaciones, paralizaron a ese
país para evitar que se hicieran realidad esas medidas. Moore y Putzel
apuntan: “Los acuerdos políticos sostienen el mercado. Sin protección
política y social contra las inestabilidades e incertidumbres que genera,
el mercado libre es por sí mismo un riesgo”.5
Sostienen que la globalización presiona para que los países pobres
sean más democráticos. Anotan que no hay: “una conexión consistente
entre políticas propobreza y democracia”; en las democracias y en los
países no democráticos se logran avances, pero apuntan es preferible
la democracia.6
Moore, Mick y James Putzel, “Políticas y pobreza: trabajo de preparación para el Reporte de
Desarrollo Mundial 2000/1”, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, México, Año XLIV, núm. 179, mayo-agosto de 2000, p. 221222. Ese trabajo se preparó aclaran los autores a partir de documentos elaborados ex profeso por
un conjunto de especialistas.
5
Idem, p. 222.
6
Idem. p. 223. Anotábamos en el capítulo II, que para Sen la participación política contribuye al
desarrollo, y nosotros sosteníamos que era necesaria pero no suficiente para la redistribución de
la riqueza.
4
169
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
El papel que deben jugar las administraciones en el combate a la
pobreza, según los organismos internacionales es:
a) Focalizar adecuadamente a los más pobres.
b) Cooptarlos para el combate a la pobreza.
c) Corresponsabilizarlos en el funcionamiento de los programas
sociales orientándolos para que acepten en forma pasiva tal
papel, es decir que trabajen, pero que no cuestionen la esencia y
las formas de los programas.
d) Erradicar la corrupción.
e) Eficientar el uso de los recursos públicos.
f) Otorgar estímulos económicos monetarios.
g) Utilizar la fuerza de trabajo de los más pobres en la creación
de empleos temporales para la construcción de infraestructura
(carreteras, escuelas, clínicas.7
La visión del gobierno mexicano
En el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, se observa la visión que
tuvo el licenciado Vicente Fox sobre la pobreza, que fue similar a la
formulada por los organismos internacionales citados párrafos arriba.
Se expone en el Plan que la pobreza se agrava por los cada vez más
bajos salarios y condiciones laborales precarias.8 Para las mujeres es
más desigual esta situación entre los grupos que viven en la marginación
y en la miseria.
Hay estudiosos que han destacado que cuando las administraciones públicas contratan
trabajadores en los programas de empleo temporal tienden a “pagar salarios bajos, muchas
veces por debajo del mínimo, lo cierto es que los programas de focalización son una estrategia de
sobrevivencia para los pobres o un mecanismo que permitió la creación de empleos temporales”.
Lerner, M, Op.cit, p, 98.
8
Diario Oficial de la Federación “Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006”, 30 de Mayo de 2001,
p, 24.
7
170
Desde luego se reconoce en ese documento que hay concentración del
ingreso en pocas manos, por lo que la desigualdad es innegable.9
Socialmente la pobreza es vista como producto del rezago en educación
sea que los niveles de escolaridad son bajos o hay de de plano carencia
de ella. Para el Jefe del Ejecutivo Federal de 2000-2006, los rezagos
en la educación son un factor determinante en la existencia de la
pobreza.10 Con respecto a la salud, en el Plan Nacional se reconoce que
los pobres11, no reciben atención oportuna y de calidad.
En el Plan también se diagnostican las insuficiencias que padecen los
pobres en su alimentación.12 Desnutrición y obesidad propician las
enfermedades como se sabe son causa frecuente de enfermedades.
En infraestructura y servicios, los pobres viven en casas-habitación
precarias y con falta de agua potable,13 careciendo también de drenaje,
pavimentación, servicios de transporte, etcétera.
Idem, p, 104.
Idem, p. 43.
11
Idem, p. 16.
12
Idem.
13
Idem, p. 18.
9
10
171
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Ante los problemas que puede acarrear la movilización de los pobres
por mejorar la situación el aparato del Estado tiene como objetivo
administrar la pobreza; en el pasado y en el presente siempre ha
actuado para: “garantizar el orden y…elevar tanto la renta individual
como la del Estado”.14
Número de pobres
A continuación se presenta el número de pobres y sus porcentajes en
México, tomando como base un cuadro elaborado por Miguel Székely.
En Rusia a finales del siglo XVIII, en la alta administración se “creía en la necesidad de proteger a
los siervos contra los propietarios mediante una definición legal y precisa de su estatuto, así como
reconocerles un derecho de uso y transmisión hereditaria de sus tierras: pero estas sugerencias,
lejos de preparar la destrucción del sistema feudal, se inspiraban en el interés bien comprendido
del Estado y de las clases dominantes y en la preocupación de garantizar el orden y de elevar
tanto la renta individual como la del Estado…[en toda Europa al igual que en Rusia tal interés
por proteger en los pobres se debía al]… Interés que naturalmente había de encontrar sus límites
en el temor a que la Revolución francesa fuera a poner en tela de juicio toda la estructura social
de los países europeos”. Bergeron, Louis, Francois Furet y Reinhart Koselleck, La época de las
revoluciones europeas 1780-1848, Historia Universal Siglo XXI, Ed. Siglo XXI, T. 26, México 1988,
114-115. La semejanza entre la sociedad rusa de finales del Siglo XIX, con las sociedades actuales
incluida la mexicana, es que en su esencia se trata de atender algunas necesidades de los pobres
para que no pongan en riesgo la estabilidad política; la diferencia es que la rusa mantenía en la
fuerza de trabajo con lazos de servidumbre en tanto por ejemplo en México, este problema se
superó con la Revolución de 1910.
14
172
Pobreza en México 1950-2004
Año
Población
Total
Millones
%
Millones
%
Millones
%
%
%
1950
27.038.625
16,7
62
19,8
73
23,9
88
---
---
1956
32.144.711
20,7
64
22,4
70
26,8
83
---
---
1958
34.284.912
20,9
61
24
70
27,9
81
---
---
1963
40.491.145
18,5
46
22,6
56
30,5
75
77,5
69,5
1968
47.688.732
11,6
24
21,3
45
33,1
69
72,6
56,7
1977
62.637.753
18,5
30
20,7
33
40
64
58
34
1984
75.010.703
16,9
23
22,7
30
39,8
53
58,5
29,9
1989
83.673.419
19
23
24,5
29
44,7
53
64
n.d
1992
88.759.112
20
23
24,9
28
43,7
53
66
n.d
1994
92.036.938
19,4
21
27,1
29
51,2
56
---
---
1996
95.103.681
35,3
37
43,1
45
66,2
70
---
---
1998
97.920.226
33,2
34
39,9
41
62,6
64
---
---
2000
100.569.263
24,3
24
32,1
32
54
54
---
---
2002
103.039.964
20,9
20
28,2
27
52,1
51
---
---
2004
105.571.363
18,3
17
26
25
49,6
47
---
---
Pobres Alimentarios*
Pobres Capacidades*
Pobres Patrimonio*
Pobreza**
Pobreza
Extrema**
Elaboración propia considerando los trabajos que se reseñan abajo.
*Datos tomados del trabajo de Miguel Székely, Pobreza y desigualdad en México entre 1950 y el
2004, Sedesol. Documentos de Investigación, no. 24, julio de 2005, p, 15.
**Los porcentajes anotados en estas columnas se tomaron del libro de Julio y Enrique Hernández
Laos, Pobreza y distribución del ingreso en México, Siglo XXI, México, 2001, p, 91.
Székely dice que en la pobreza alimentaria están todos aquellos cuyo ingreso es insuficiente
para adquirir una alimentación mínimamente aceptable. Son pobres de capacidades quienes si
tienen para alimentarse, pero carecen de los recursos para tener en grados adecuados: educación
y salud. En tanto que pobres de patrimonio si bien modestamente tienen para los dos rubros
anteriores, sin embargo no cuentan con una vivienda, vestido, calzado y transporte sin carencias.
Para Székely la pobreza alimentaria, de capacidades y de patrimonio, venían reduciéndose desde
1950 a 1994, pero de 1996 a 2000 volvieron a repuntar, para empezar a disminuir nuevamente a
partir del 2000.
Según el Consejo Nacional de Evaluación creado en 2001 por Sedeso,
que sustituyó al Comité Técnico para la Medición de la Pobreza, en el
último año de gobierno de Fox, 44.7 millones, el 42.6% de la población
tenía un ingreso que no pasaba de mil 625 pesos, insuficiente para un
consumo básico en alimentos, vivienda, salud, vestido y educación.15 Si
León Zaragoza, Gabriel, La pobreza en México, sin cambios estadísticamente significativos:
Coneval, La Jornada, 5 de agosto de 2007.
15
173
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
se toma el dato de Székely de aquellos que se encuentran en 2002, en
pobreza patrimonial, vemos que son alrededor del 50% de la población
que por ese hecho pueden ser pobres. Pero si se considera a los que
no tienen recursos para tener una alimentación adecuada, se ve que
alcanzan el 20%, lo cual significaría que se encuentran en la pobreza
extrema.
El Banco Mundial y Cepal, señalaron que en el 2002, el 16% de las
familias gracias a Oportunidades, dejaron de estar en pobreza extrema
y pasaron a la categoría de solo pobres. Pero Daniela Pastrana en un
reportaje dice que para Julio Boltvinik y otros, los pobres eran en ese
momento cerca de 66 millones.16 Considerando los datos de Shekel,
serían pobres en el 2004, aquellos que lo son de patrimonio: casi 50
millones, y en pobreza extrema se encontrarían aquellos que no cuentan
con recursos para tener una alimentación adecuada, 18 millones.
Para 2008, el Banco Mundial considera que hay 45 millones de pobres
en México, señalando que los pobres tienen hoy más dificultades para
insertarse en el mercado de trabajo que cuando se insertó el país en el
Área de Libre Comercio de América del Norte.17 Como se ve la cifra de
pobres en promedio oscila entre los 50 millones.
Estrategia de políticas públicas
En el gobierno foxista hubo una multiplicidad de programas, tanto para
el campo y la ciudad. Algunos regularizaban la tierra, otros daban
asesoría jurídica que permitía a los individuos contar con documentos
Pastrana, Daniela “Mucho dinero, pocos resultados”, en Masiosare, La Jornada, 5 de junio de
2005.
17
La Jornada, “Aún en la pobreza, 45 millones de mexicanos, dice el Banco Mundial” 24 de abril
de 2008.
16
174
de identidad. Los jóvenes y los individuos de la tercera edad también
contaban con sus respectivos programas. Los indígenas tenían hasta
dos como son los Programas para el Desarrollo de los Pueblos y
Comunidades Indígenas y los Programas Regionales para Zonas
de Alta Marginación e indígenas.
También existían programas que
estaban destinados a fomentar el ahorro así como para el fomento
empresarial, e incluso que otorgaban crédito. Para las comunidades
existieron Agencias de Desarrollo Hábitat, Mejoramiento de Barrios y
Ordenamiento de Territorio. En torno a la alimentación existió y no ha
dejado de existir desde sexenios atrás, el Programa de Abasto Rural a
cargo de Diconsa por un lado y Programa Tortilla a cargo de Liconsa.
En cuanto al género, para las mujeres se formuló el Programa Mujeres
Jefas de Familia, Crédito Productivo para Mujeres, Oportunidad para
las Mujeres y Seguridad para las Mujeres y sus Comunidades.
En todos los programas se trataba de involucrar a la población en el
desarrollo de proyectos productivos para elevar el nivel de vida. Una
vez que los proyectos se hicieran viables los participantes dejarían de
esperar apoyos de la administración pública.
Como sucedió en los dos gobiernos anteriores, se dio amplia publicidad
a los gastos dedicados a atender la pobreza. En términos absolutos los
presupuestos destinados a los programas de combate a la pobreza en
México han crecido, pero para investigadores como Guadalupe Huerta
y Oscar Niño, deflacionando los datos del índice nacional de precios
al consumidor y considerando como año base 1994, encontraron los
siguientes resultados que se presentan en la siguiente gráfica.
175
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Gráfica 1. Gasto en Seguridad Social 1990-2005. Tasa de Crecimiento Real
4500
4000
3500
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Tasa de crecimiento real
Años
Fuente: Huerta, Guadalupe y Oscar Niño, La racionalidad económica a debate y la política social como razón de Estado, de
próxima aparición en la revista Gestión y Estrategia, UAM, Azcapotzalco. Para 2005 los datos son estimados.
En los programas federales se observa la falta de fronteras claras sobre
la población que atendieron, este es el caso de los Programas Jóvenes
por México, Expertos en Acción y el de Microregiones, que iban dirigidos
a los mismos sujetos sociales, por lo que no hubo delimitación clara
entre unos y otros. También es el caso del Programa de Superación
de la Pobreza Urbana, pues familias, grupos sociales e individuos
podían recibir apoyos de otros programas, lo cual no implica que esto
sea negativo pero si permite deducir que esta duplicidad redujo la
posibilidad de conocer los alcances de todos y cada uno de ellos.
En igual situación se encontraban los programas Ahorro y Subsidios
para la Vivienda.
Ahora bien, sí se ve el Programa de Microrregiones se observa que se
destinó a zonas de alta y muy alta marginación y que el programa Jóvenes
por México atendió a grupos vulnerables, población damnificada ante
desastres en el medio rural y urbano con énfasis en Microregiones; en
tanto que Expertos en acción, tiene los mismos propósitos, dirigirse
a poblaciones damnificadas y en Microregiones. De tal suerte que un
joven, y un jubilado con capacitación profesional o técnica forman parte
176
de la población que contemplaba el Programa de Microregiones, por lo
que podían recibir apoyos de estos 3 programas en forma simultanea.
Presentaban los mismos problemas de traslape tanto de funciones,
objetivos y población a atender los programas de Ahorros y Subsidios,
para la Vivienda, el de Iniciativa Ciudadana 3 por 1 y el de Zonas de
Alta Marginación e Indígenas. El Programa para el Desarrollo de los
Pueblos y Comunidades Indígenas tuvo el mismo objetivo que el de
atención a Zonas de Alta Marginación e Indígenas. En igual situación se
encontraban otros programas.
Un programa, que sí estaba delimitado es el Programa de Tortilla a
cargo de Diconsa. Sin embargo Myriam Cardozo encontró que no
se habían integrado los Comités de Contraloría Social, “…en los que
deberían participar los beneficiarios”.18
Es necesario hacer efectivo el que haya participación real de los
beneficiados en los comités, definiendo claramente su papel en los
señalamientos legales que actualmente muestran en este aspecto
lagunas, como ejemplo de lo anterior se anota el caso de Expertos
en Acción, pues si bien “se indica la conformación de comités de
validación estatales y central para transparentar el manejo de recursos,
… no se especifica con claridad si estos cuentan con la integración de
jubilados y pensionados”.19
Cardozo Brum,
mimeógrafo.
19
Idem.
18
Myriam,
Evaluación y participación en la política social mexicana,
177
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Pero la población no respondió como se esperaba al llamado que hizo
la administración para involucrarse en los programas de combate a
la pobreza, es el caso, y probablemente sea un hecho general, del
Programa para Mujeres Jefas de Familia, Myriam Cardozo apuntó
que: “el programa dice esperar una participación social significativa
en la presentación de propuestas; pero, la población no se ha sentido
motivada a hacerlo”.20
Otro ejemplo de lo anterior es el Programa de Iniciativa Ciudadana, la
anterior, halló que: “pretende fomentar la cultura de la participación
y la corresponsabilidad, lo que en la práctica logra en grados muy
desiguales”.21
Estaba demostrado que la administración de los programas era vista
con recelo o bien con indiferencia, lo que indica que no se contaba
con proyectos que hicieran sentir a la población que su participación
era determinante. Gobierno y administración muestran el divorcio que
tienen con la sociedad; los grupos sociales no ven como algo suyo a las
instituciones gubernamentales. Y mientras esto persista, las políticas
públicas están lejos de hacerse realidad en México.
La anterior investigadora resume en dos puntos la evaluación final que
hace de todos los programas:
1) En casi todos los programas hay una participación mínima de
los beneficiarios, y en algunos casos de otros actores sociales,
en calidad de informantes, mediante la respuesta a encuestas y
entrevistas.
20
21
Idem.
Idem.
178
2) En relación con la participación en la gestión de los programas,
hay referencias a aportaciones de dinero o trabajo, pero en lo que
atañe a la toma de decisiones las referencias son mínimas.22
Tales reflexiones indican claramente que hubo ineficiencias en parte de
los programas focalizados por lo que su eficacia dejaba que desear,
lo que reafirma la opinión de que en el régimen foxista, en sentido
estricto no existían políticas públicas -si se entiende por tales a la
participación de población en igualdad de condiciones y decisión con
los administradores públicos-, en la aplicación de los programas para la
atención de la pobreza.
Balance del Programa Oportunidades
Para Oportunidades, el gobierno foxista23 destinó los mayores recursos
como nunca antes; en 2005 fueron 33 mil millones de pesos, en tanto en
el 2004, 25 mil millones.24 Esto es creció el presupuesto en un 25%. De
2002 a 2004. Incremento en 54.4%, el número de familias que atendió.
El crecimiento de las becas escolares fue semejante; voceros oficiales
señalaron que en solo dos años se dio apoyo en ese rubro a 5 millones
de familias.25
Básicamente el Programa destina recursos para atender la alimentación,
la salud y la educación. Para el año 2004 del presupuestó total el
55.59% se canalizó a apoyos educativos; para apoyos en alimentación
37.41%, en tanto que el gasto operativo fue de de 6.19%; para apoyo de
Idem.
Pastrana, Daniela “Mucho dinero, pocos resultados”, en Masiosare, La Jornada, 5 de junio de
2005.
24
Idem.
25
Loc. Cit.
22
23
179
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
los jóvenes se reservó el 0.8%. En los gastos operativos se contabiliza
el 0.56% para levantamiento de encuestas.26
Pero datos de un estudio de la Cámara de Diputados indican que para
el año 2002, hubo un ejercicio menor del presupuesto aprobado para
el combate a la pobreza, que fue 82 mil 714.9 millones de pesos, de
los cuales se dejaron 4 mil 636.7 (5.6%), sin ejercer. Con respecto
a Oportunidades, su presupuesto fue de 18 mil 608.7, y también se
dejó sin utilizar el 8.6% (1 mil 604.9).27 La ineficiencia salta a la vista,
pues la pobreza requiere que todos los recursos, de por si escasos, se
ocupen.
Por programas en ese 2002, en educación y salud versus la pobreza,
el gobierno federal no ejerció todo el presupuesto; sin embargo en la
atención alimentaria el presupuesto fue superior al aprobado, por 4
millones 900 mil. Pero en educación se dejaron sin utilizar 474 millones,
lo mismo sucedió en salud, donde aquí la cifra fue mayor, 623 millones
de pesos, que dejaron de recibir IMSS-Oportunidades, y que debían
haberse destinados a ampliar la cobertura en salud y nutrición para
los pueblos indígenas.28 Salta a la vista que fue mínimo el exceso del
gasto en alimentación, en tanto que lo no ejercido en educación y salud,
rebasa los mil millones de pesos.
El desempleo y los bajos salarios son los problemas más importantes
en México, sin embargo en el Programa Generación de Oportunidades
Meneses-González F, Almodóvar B, Olivares AA, Téllez-Rojo MM, Hernández-Avila M. Evaluación
del cumplimiento de las metas, los costos unitarios y el apego del Programa a las Reglas de
Operación, 2004. Evaluación externa de impacto del Programa Oportunidades 2004. Cuernavaca:
Instituto Nacional de Salud Pública, 2005.
27
Cámara de Diputados, Comentarios a la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares
2002, del INEGI, Palacio Legislativo de San Lázaro, http://www.cefp.gob.mx/intr/edocumentos/
pdf/cefp/cefp0252003.pdf. Junio de 2003, p, 11.
28
Idem, p. 11 y 12.
26
180
-que llevan la SAGARPA, y SEDESOL, con proyectos para la creación
de empresas sociales y empleo temporal-, no se emplearon 1 mil
650 millones de pesos. Desde luego que se necesitan crear empleos
permanentes, pero no se ejerció todo lo programado para la creación
de trabajos temporales y, eso indica que en las altas esferas de la
administración no se asume toda la responsabilidad sobre este tópico.
En otros renglones como Desarrollo Regional y Urbano; Abasto y
Asistencia Social y Laboral, se dejó en las arcas de Hacienda el 9 por
ciento (821.8 millones de pesos29). Esos datos muestran problemas,
con una población en pobreza con tantas carencias, inadmisibles de la
administración en la programación del gasto público.
El presupuesto de Oportunidades se distribuye entre la Secretaría
de Desarrollo Social (SEDESO), la Secretaría de Educación Pública
(SEP) y la Secretaria de Salud (SS), la primera entrega a las titulares el
apoyo monetario para la alimentación, la segunda las becas escolares
y la tercera el suplemento alimenticio. Las tres operan el Programa,
siguiendo las reglas establecidas por la Coordinación Nacional, la cual
es un órgano desconcentrado de la primera citada, integrada por los
titulares de las anteriores y por el Director de Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS),30 y que da seguimiento al programa.
Las reglas de operación en 2004 son similares a las de 2002 y establecían
que las titulares del programa destinarían los apoyos monetarios al
mejoramiento principalmente de la alimentación de los hijos (además se
Loc. cit.
Nota elaborada el 23 de febrero de 2004 por la Coordinación de Asuntos Internos y Relaciones
Parlamentaria, www.senado.gob.mx/internacionales/assets/docs/relaciones_parlamentarias/
america/reuniones/brasil8.pdfconsulta el 17 de mayo de 2007.
29
30
181
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
les proporcionan suplementos alimenticios), con la obligaban de parte
de ellas a asistir a sesiones de educación para la salud. A los hijos que
estudiaban se les daban útiles escolares y becas a los de nivel básico y
sólo recursos monetarios a los que estaban secundaria y preparatoria,
siempre y cuando asistieran regularmente a clases y mejoraran su
aprovechamiento; en los niveles posprimaria, los estudiantes, deben
asistir a sesiones de educación para la salud; pero además todos los
integrantes de la familia estaban obligados a concurrir a los servicios de
salud, como condición para recibir el apoyo pecuniario.31
Las familias beneficiadas recibían hasta por cuatro años en el medio
urbano y seis en el rural lo anteriormente descrito, al término de ese
lapso, se podrían clasificar en el Esquema Diferenciado de Apoyos,
recibiendo por tres años más “becas educativas de nivel secundaria y
educación media superior, el acceso al paquete Esencial de Servicios
de Salud y la entrega de suplementos alimenticios para niños y mujeres
embarazadas o en lactancia”.32
Los niños y las niñas a partir del tercer año de primaria reciben la misma
cantidad pero en secundaria en el primer año las niñas reciben 320
pesos y los niños 305, para tercero 390 y 335 respectivamente; en tanto
que en preparatoria, 585, 625 y 660 las niñas en los tres años, y para los
niños 510, 545, y 580 pesos; estas becas eran iguales en el campo y en
la ciudad.
Secretaria de Desarrollo Social. Acuerdo por el que se modifican las Reglas de Operación del
Programa de Desarrollo Humano Oportunidades. Diario Oficial, 6 de septiembre de 2004, p, 5, 6 y
8.
32
Idem, p. 7.
31
182
Para los jóvenes que siguieran estudiando en el nivel medio superior
se les otorgaba un incentivo económico denominado Componente
Patrimonial “Jóvenes con Oportunidades” que utilizarían para:
continuar su educación en alguna institución de enseñanza superior;
iniciar un negocio vinculado directamente a una entidad de ahorro y
crédito popular, o directamente al Programa Opciones productivas; o
bien para obtener una vivienda, mejorar o ampliar la actual; adquirir
el Seguro de Salud del IMSS o incorporarse al Sistema de Protección
Social en Salud.33 Desde luego, esos recursos se entregarán al término
de los estudios.
En las reglas de operación el incumplimiento de los compromisos por
parte de los beneficiados les hacía perder los derechos y ser dados de
baja definitivamente del padrón de beneficiados.
Entre los años 2002 a 2004, el padrón de familias creció, como se anotó,
en un 54.4%, asimismo las localidades incorporadas aumentaron en
un 22.49%, y los municipios en un 4.83%. En promedio para 2004, el
número de familias incorporadas era de 4 566 118; al terminar ese último
año se alcanzó la meta de cobertura del sexenio, con un total de de 5
000 000 de familias, 2,429 municipios y 82,973 localidades.34
Sobre el Programa Oportunidades se han estudiado los siguientes
trabajos: Evaluación externa del impacto del Programa `Oportunidades´
2004, compilado por Bernardo Hernández y Agustín Escobar,
del
Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Centro de Investigación de
Idem, p, 5
Meneses-González F, Almodóvar B, Olivares AA, Téllez-Rojo MM, Hernández-Avila M. Evaluación
del cumplimiento de las metas, los costos unitarios y el apego del Programa a las Reglas de
Operación, 2004. Evaluación externa de impacto del Programa Oportunidades 2004. Cuernavaca:
Instituto Nacional de Salud Pública, 2005, p, 9.
33
34
183
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), 2005. Así como,
El Programa Oportunidades, examinado desde el género, compilación
realizada por María de la Paz López y Vania Salles, publicado por El
Colegio de México, a finales de 2006.
En ambos documentos sobre la evaluación que se hace de
Oportunidades, se indica que el impacto del programa es significativo
en los tres objetivos: lograr para aquellos que se encuentran en la
pobreza extrema tanto en el campo como en la ciudad, principalmente
niños, adolescentes, jóvenes y mujeres, mejores condiciones de salud,
educación y alimentación. También se destaca que en algunos aspectos
hay la necesidad de ampliar las variables a estudiar pues en ciertos
rubros, como se verá más adelante, los resultados no son concluyentes
y dan lugar a ambigüedades. Menores son los impactos negativos que
si los hay que pudieran atribuirse al Programa.
A continuación se glosan y se comentan los resultados de las
investigaciones citadas.
En alimentación, en zonas rurales el impacto del suplemento que se da
a los niños “podría tener impacto en el estado de varios nutrimentos
y en el crecimiento…en zonas urbanas no se ha podido reproducir el
impacto del programa en el crecimiento”. En cuanto a la anemia en una
submuestra no representativa ha disminuido, pero en una “magnitud
menor a la ideal (una cuarta parte de los niños siguen anémicos”.35 En
la evaluación sobre el estado nutricional y la adquisición del lenguaje,
Neufeld L, Sotres-Alvarez D, Flores-López, L, Tolentino-Mayo L, Jiménez-Ruiz J, RiveraDommarco J, “Estudios sobre el consumo de los suplementos Nutrisano y Nutrivida en niños y
mujeres de zonas urbanas beneficiarios de Oportunidades”, Evaluación externa de impacto del
Programa Oportunidades 2004, Instituto Nacional de Salud Pública, México, 2005, p, 31.
35
184
en niños de localidades urbanas, realizada por el equipo de Lynnette
Neufel, Daniela Sotre entre otros se encontró que en una submuestra
donde opera el programa:
Está asociado con mayor concentración de hemoglobina y
menor prevalencia de anemia en niños. De igual manera, la
tasa de adquisición de lenguaje tiende a ser mayor en niños
varones de localidades con intervención que en las de no
intervención….Debido a que el diseño del estudio de consumo de
suplementos no permite inferencias causales directas (por falta de
aleatorización), y por las diferencias entre las localidades incluidas
y no en el estudio, se deberían considerar estos hallazgos como
preliminares.36
En el campo en el año de 1997, los niños que estaban entre 0 a 2 años
de edad recibieron suplemento alimenticio y revisiones médicas ya en el
2003, se encontró que hubo impactos positivos en habilidades motoras
en 8 pruebas, comparando la población beneficiada con el grupo
testigo, pues los niños mejoraron en un 15%, y la niñas en un 10%.
Además los datos indican que los niños ingresan a la escuela a una
edad menor y avanzan para completar un grado más de escolaridad.37
Pero otros estudios como los realizados por expertos del Instituto
Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, la Auditoría
Superior de la Federación, e incluso El Consejo Nacional de Población
Idem, p, 29.
Behrman JR, Parker SW, Todd PE. “Impacto de mediano plazo del paquete de Oportunidades,
incluyendo el aspecto nutricional, sobre la educación de niños rurales que tenían entre 0 y 8 años
de edad en 1997”, Evaluación externa de impacto del Programa Oportunidades 2004 .Cuernavaca:
Instituto Nacional de Salud Pública, 2005, p, 10.
36
37
185
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
(CONAPO), rechazan que haya avances en la erradicación de la
desnutrición. El Conapo de plano apunta: “Las malas condiciones de
nutrición en la población mexicana, ponen de manifiesto la insuficiencia
de los programas y las políticas públicas destinadas al mejoramiento de
la situación nutricional del país…la desnutrición infantil debiera haber
sido erradicada décadas atrás”.38
En cuanto al proceso administrativo, en las investigaciones evaluatorias
se ha encontrado que la entrega de suplementos alimenticios para
los niños, muestra algunas ineficiencias que vale la pena resaltar, por
ejemplo del total de niños de 2 años amparados por el Programa, en
2004, menos del 80% a nivel nacional reciben tal beneficio, y hay 15
estados por debajo de esa cifra; en algunas entidades como Jalisco, la
cantidad es menor al 60%. Sin embargo para el total de niños de 2 a 4
años, las cifras son del 100% e incluso a nivel nacional llegó, en 2003 al
114.6%. Para 2004, el promedio de sobres, entregadas a niños de esas
mismas edades fue de 10.2, y a nivel de entidades era entre 9 y 11.6.
Como se observa no todos los niños de 2 años reciben el suplemento al
que tienen derecho; pero de 2 a 4 años, los suplementos son más que el
número de niños. En cualquier caso, eso significa que hay ineficiencias
y que por lo tanto reducen su eficacia. No hay información si se debe
a un error de planeación o de operación, e incluso puede ser debido a
otra causa que no es considerada por la administración.
Sobre salud, las evaluaciones externas al Programa Oportunidades
señalan también que hay impactos positivos en aquellos que están
dentro del programa comparados con grupos de que no se encuentran
incluidos.
Dávila, Patricia, “El fracaso nutricional”, Revista Proceso, n° 1640, 6 de abril de 2008, ps, 32 y
ss.
38
186
Se anota en el resumen ejecutivo del trabajo anterior, que en el medio
rural a raíz del Programa hay 2.7 más consultas al año en promedio
en el sector de salud pública, y se suman las consultas preventivas y
curativas representan un incremento del 35%. Aunque no hay distinción
si se trata sólo de familias amparadas por Oportunidades o no, y si la
atención es hospitalaria.39
Como otro de las deducciones realizadas por Gutiérrez, Bautista y
Bertozzi, consideran que es posible que por efecto del Programa haya
reducciones en los días de enfermedad así como que éstas sean de
menor gravedad que en último caso también implique menos tiempo de
incapacidad para las labores cotidianas.40
Ahora bien, con respecto a las zonas urbanas, también se han
incrementado las consultas curativas y preventivas, por lo que esto
repercute en la mejora de la salud. “Aunque no son significativos, estos
mismos resultados (incremento en la utilización de servicios públicos y
disminución en los privados) marcaron la tendencia en todos los grupos
de edad”.41
En datos duros se anota que según reportes de las familias, fueron
1.35 menos de hospitalización, si se compara con las no incorporadas.
Sobre la hospitalización asimismo es de esperar una reducción en los
días en enfermedades graves, de este modo una familia urbana tiene
Gutiérrez JP, Bautista S, Gertler P, Hernández M, Bertozzi SM. “Impacto de Oportunidades en
la morbilidad y el estado de salud de la población beneficiaria y en la utilización de los servicios
de salud. Resultados de corto plazo en zonas urbanas y de mediano plazo en zonas rurales”.
Evaluación externa de impacto del Programa Oportunidades 2004.Cuernavaca: Instituto Nacional
de Salud Pública, 2005, p. 10.
40
Idem, p. 11.
41
Loc.cit.
39
187
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
2.5 menos riesgos de estar durante el año hospitalizada. Y en cuanto
egresos por el mismo concepto el ahorro familiar es del orden de 42
pesos al año.42
La investigación señala que las familias y los individuos cumplen con
el compromiso contraído de acudir a las consultas preventivas y ello
significa que por un lado su salud no desmejora sino al contrario, y por
otro, que los niños y jóvenes tienen mayores posibilidades de contar
con mejores condiciones para los procesos de enseñanza-aprendizaje;
para los adultos además de reducir los días que dejarían de trabajar por
enfermedad, su productividad se incrementará. Se considera que las
conductas sobre la salud de los beneficiados no cambian en el corto
plazo, pero como se constató deben de esperarse más repercusiones
positivas. Por ello la opinión de los investigadores es: “En ese sentido,
las tendencias observadas sugieren que el impacto del programa es
adecuado”.43 En cuanto a la salud, las evaluaciones señalaron que las
Casas de Salud de las colonias no tenían médicos, por ello la atención
en clínicas de la Secretaria de Salud o el IMSS, vieron mayores cargas
de trabajo sin, de por si escasos antes de eso, aumento de recursos.
En casos sobre todo urgentes, la gente ve menguados sus recursos al
atenderse en clínicas privadas.44
Se pasa enseguida al análisis de los efectos del Programa Oportunidades
en el otro gran objetivo; la educación.
En la evaluación “Impacto de Oportunidades sobre la educación de niños
y jóvenes de áreas urbanas después de un año de participación en el
Idem, p. 11 y 12.
Idem, p. 55.
44
Pastrana, op. cit.
42
43
188
Programa”,45 que hizo otro grupos de investigación -cuya coordinación
como en los otros trabajos, corrió a cargo del Instituto Nacional de
Salud Pública-, entre los muchas conclusiones que sacan es que no
es factible anticipar cual ha sido el impacto; más aún consideran que
quizá no haya ninguno en un parte de los participantes puesto que
habrá familias que sólo estén interesadas en aprovechar los beneficios
que tiene Oportunidades sobre la salud; incluso es posible que algunos
hogares decidan sólo enviar a un hijo a la escuela para que cumpla
con el porcentaje requerido para recibir el subsidio: esto es el 85% de
asistencias.46
Sin embargo se anotan impactos significativos en los logros educativos
en niños de 8 a 18 años de edad, los cuales son todavía mayores entre
los 12 y 14 años, pues hay un aumento en la escolaridad de 0.12 a 0.20
adicional (entre 1.7% y 3.8% grados alcanzados).
Los resultados son alentadores en el caso de las niñas, que se
encuentran entre los 6 y 18 años, y al igual que en los varones todavía
es mayor entre los 12 y 14 años. Pero si se comparan los logros por
género si bien son casi iguales entre las edades de 12 y 14 años; es más
significativo en los niños de 12 a 18 años.47
Los investigadores si bien señalan que los resultados en los niños
son ligeramente mayores que en las niñas “hasta ahora el Programa
muestra impactos bastante similares”.48
Todd PE, Gallardo-García J, Behrman JR, Parker SW, “Impacto de Oportunidades sobre
la educación de niños y jóvenes de áreas urbanas después de un año de participación en el
Programa”. Evaluación externa de impacto del Programa Oportunidades 2004, Cuernavaca:
Instituto Nacional de Salud Pública, 2005.
46
Idem, p. 9.
47
Idem, p. 11.
48
Idem, p. 52.
45
189
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
En el medio rural, los resultados en el aprovechamiento escolar son
ligeramente menores en los niños y niñas comparados con los del
medio urbano.49 Incluso no dejan de notar que también hay impactos
negativos en cuanto al aprovechamiento.50
La falta de recursos económicos hace que las madres de los niños
becados se arreglaran con el profesor para que sin asistir a clases
siguieran recibiendo el apoyo; las señoras esperaban el dinero para
pagar deudas que contraían sabiendo que ese recurso llegaría.51 Los
niños dejan de ir a la escuela porque también representan un ingreso
como fuerza de trabajo.
Por otra parte el Programa tiene también el propósito de impulsar
proyectos productivos en los que estén al frente las titulares, para
este propósito la Sedesol a través del Instituto de Desarrollo Social
(Indesol) y el Banco Interaméricano de Desarrollo (Bid), desarrollaron el
Proyecto “Oportunidades Productivas para mujeres rurales que viven en
condiciones de pobreza”.52
Entre 2003 y 2005 contando con el concurso de organizaciones de
la sociedad civil (OSC), convocaron a cerca de 1 500 mujeres, cerca
del 80% son titulares de Oportunidades, para desarrollar proyectos
productivos que les generen ingresos.53 La cifra es sumamente reducida
para los millones de mujeres que se encuentran en la indigencia, lo
anterior es un ejemplo que se debía multiplicar por miles.
Idem, p. 9.
Idem, p. 33.
51
Pastrana, op. cit.
52
Espinosa, Guadalupe, “La participación en la actividad económica de las mujeres del Programa
Oportunidades y su relación con la corresponsabilidad de éste y otros programas sociales”, El
Programa Oportunidades` examinado desde el género, compilación de María de la Paz López y
Vania Salles, El Colegio de México, 2006, p. 134.
53
Loc.cit.
49
50
190
Según la investigación de Rosa María Rubalcava y Sandra Murillo, en
cuanto a las reglas de operación hay ineficiencias en la elaboración del
padrón, al constatar que a un anciano terrateniente en buena situación
económica, le ofrecieron incorporarlo al padrón, lo que él declinó: “Mejor
dénselo a los de verdad necesitados”.54 Es posible que este caso se
repita en un número todavía sin investigar. Un funcionario participante,
el ingeniero Jorge Valdieso, enlace municipal de Oportunidades declaró:
“Hay gente que debe estar en el padrón y no está y hay gente que está,
pero no debería”.55
Seguramente se siguen cometiendo errores de inclusión y de omisión,
sea porque las vocales no estén preparadas para la elaboración del
padrón o porque algunas familias fingen una situación precaria que no
corresponde a su realidad y que los vecinos a juicio de Agustín Escobar
Latapí y Mercedes González de la Rocha, no llegan a denunciar por los
problemas que les pueden acarrear, porque o bien son influyentes o son
líderes de la comunidad los indebidamente incluidos.
No hay mucha información sobre como se da el proceso de
administración a nivel de aquellos funcionarios, en todos los niveles que
son responsables de la planeación, ejecución, supervisión y evaluación
oficial de Oportunidades.
En cuanto a los trabajadores que tienen funciones de apoyo y asistencia
a las familias beneficiadas, como los maestros, éstos se quejan de la
falta de información y preparación para llevar a cabo las tareas que les
competen en el programa.
Rubalcava, Rosa María, Sandra Murillo, “El ingreso en los hogares rurales pobres y los beneficios
del Programa Oportunidades vistos desde una perspectiva socioespacial de género: la jefatura
económica femenina en Guanajuato”, El Programa Oportunidades` examinado desde el género,
compilación de María de la Paz López y Vania Salles, El Colegio de México, 2006, p. 40.
55
Pastrana, op. cit.
54
191
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Sobre la falta de preparación en el caso de las enfermeras y las personas
que son designadas como enlaces hay información de su trato con las
familias beneficiadas. Los investigadores Agustín Escobar Latapí y
Mercedes González de la Rocha fueron testigos de cómo una enfermera
al ver a una titular poner una queja en el buzón de la Secretaría de Salud,
lo abrió molesta, leyó la nota que justamente criticaba su labor, y acto
seguido regañó severamente a todas las titulares que en ese momento
se encontraban en el lugar. “Algunas enfermeras y enlaces municipales
consideran sinceramente que las beneficiarias reciben una dádiva del
gobierno, que su obligación es obedecer y portarse bien, y que una
queja es evidencia manifiesta de ingratitud”.56
Fernando Meneses, Blanca Almodóvar y otros entrevistó a 44 vocales
-son elegidas entre las propias beneficiarias titulares-, de ellas, 63.6%
de las entrevistadas mencionó que no recibió ninguna capacitación
para desempeñarse como vocal, mientras que un 36.4% si lo recibió.
De las que si fueron preparadas el 68.7% sostuvo que los temas que
se trataron fueron relacionados con sus funciones dentro del programa,
pero 18.8%, se acordó de aspectos como el llenado de formatos de
información y el 12% no recuerda algo. Si bien anotan los investigadores
en las Reglas de Operación no señala como obligatoria la capacitación
si especifica que hay que orientarlas y darles información importante en
la realización de su labor.57
Escobar-Latapí A, González-De la Rocha, “Evaluación cualitativa de mediano plazo del Programa
Oportunidades en zonas rurales”, Evaluación externa de impacto del ProgramaOportunidades
2004. Cuernavaca: Instituto Nacional de Salud Pública, 2005, p. 71.
57
Meneses-González F, Almodóvar B, Olivares AA, Téllez-Rojo MM, Hernández-Avila M.
“Evaluación del cumplimiento de las metas, los costos unitarios y el apego del Programa a las
Reglas de Operación, 2004”, Evaluación externa de impacto del Programa Oportunidades 2004.
Cuernavaca: Instituto Nacional de Salud Pública, 2005, p. 39.
56
192
Las vocales no tienen claramente definido su papel y por no apegarse
a las reglas de operación, con la amenaza de la no entregar la beca
escolar, obligan a las titulares a realizar tareas no contempladas
institucionalmente Hay casos de que estas representantes incurren en
actos de corrupción. Incluso las titulares entrevistadas ponen el acento
en el mal carácter de algunas vocales.58
Evaluación del Programa para la Superación de la
Pobreza Urbana (PSUP)
Este Programa fue estudiado por los investigadores del Colegio
de México cuyo documento tiene el título: “Evaluación Externa del
Programa Superación de la Pobreza Urbana” encabezados por Gerardo
Esquivel Hernández, y que tuvo como colaboradores a Genaro Rey
Meneses, Natalia Maldonado Magaña y Raúl Mata Soria.
En el documento se anota que la evaluación y el informe se realizaron
en el año de 2002.
Los propósitos de la evaluación fueron los de
dar transparencia a la ejecución del programa y mostrar los grados
de eficacia alcanzados. Precisan que el objetivo del programa era la
superación de la pobreza urbana en zonas marginadas a partir de una
visión integral.
Dicho programa estaba en consonancia con el Plan Nacional de
Desarrollo,59 pues sus objetivos específicos eran fortalecer el tejido
social de modo tal que la población, individuos o grupos sociales,
participara, en forma activa para plantear y resolver sus demandas.
Espinosa, Guadalupe, “La participación en la actividad económica de las mujeres del Programa
Oportunidades y su relación…”, Op.cit, p. 151.
59
Diario Oficial de la Federación “Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006” en, 30 de Mayo de
2001, p. 9.
58
193
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
El gobierno apoyaría, se anotó, destinando recursos humanos y
financieros.
Además tal Programa abría espacios para que la sociedad contribuyera
a la solución de los problemas de la población en la pobreza.60 En el
caso del PSUP, aparentemente se permitía la participación, necesaria
para algunos teóricos, en la toma de decisiones de los ciudadanos,
pero lo que operó fue la discrecionalidad, pues si bien, sostienen, puede
conducir a errores, también les permiten una “ejecución concienzuda
de sus tareas”.61
En el programa citado se puso énfasis en crear o apoyar Centros de
Desarrollo Comunitario y Familiar que llevarían a acciones que Sedesol
llama a las tareas que permitan la dignificación de barrios, limpieza y
pintura de bardas, reforestación, mantenimiento de escuelas, cursos de
alfabetización, ejercicio de derechos, capacitación para el trabajo.
Una acción relevante tendrá como objetivo la formulación y realización
de Proyectos con Organizaciones de la Sociedad Civil, con el fin de
capacitar para el tratamiento de la violencia intrafamiliar, las adicciones,
y todas aquellas actividades que influyan para el desarrollo humano y
familiar.62
La intención es que los intereses individuales se funden en uno sólo, y
así buscar colectivamente el fortalecimiento del capital social; unificar
para luchar por conseguir acceso a bienes y servicios.
Esquivel Hernández, Gerardo Evaluación Externa del Programa para la Superación de la
Pobreza Urbana, El Colegio de México. 2002. p. 4.
61
Harmon M, Michael y Mayer T. Richard, Teoría de la organización para la administración
pública, FCE, CNCPyAP. México 1999. p. 42.
62
Esquivel H. Op. cit. p. 7.
60
194
El PSUP, elegía las cabeceras municipales con mayores índices de
pobreza urbana. Sedesol para la selección de la población denominada
objetivo, midió 19 indicadores los cuales le dieron un Índice de
Bienestar Social (IBS). Agrupados estos indicadores quedaron así:
Infraestructura: Tenencia de la tierra, Agua potable, Drenaje, Energía
eléctrica y alumbrado, Pavimentación. Servicios Públicos: Transporte,
Recolección de basura. Condiciones sociales: Educación, Salud,
Vivienda. Acceso a servicios públicos: Instalaciones deportivas, Cultura,
Oficinas Públicas, Áreas verdes, Centros comerciales, Gas estacionario,
Tv y Cable. Seguridad: Seguridad Pública.
Aquellas ciudades que tuvieran parte de su población entre los 0 a 50
puntos, se les caracterizaba en pobreza extrema. De 51 a 100 puntos, se
consideraba que vivían en la pobreza. En el nivel medio se encontraban
las que se situaron entre los 101 a 150 puntos; y por último en el más
alto, la puntuación fue de 151 a 190.63
La pobreza y la pobreza extrema se midieron, no a nivel de familias ni de
individuos, sino de comunidades. Por eso se observan las condiciones
objetivas en las que se encuentra la calidad de la salud y la educación,
el acceso a los servicios públicos y el entretenimiento.
Además de medir a las comunidades con esos indicadores era obligado
incluir a nivel justamente de las familias y de los individuos, datos sobre
el empleo (incluso estabilidad de los mismos y prestaciones), el ingreso,
la alimentación, la salud y la educación, pero eso no se hizo.
Una vez que se contó con las ciudades y su IBS, se seleccionaron
aquellas donde se aplicaría el PSPU. Se escogieron 12 ciudades.
63
Esquivel H.G. Evaluación externa…” Op.cit. p. 10.
195
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Cuadro 2. Implementación del Programa para la Superación de la Pobreza Urbana
Proyectos
Autorizados Totales
Proyectos
Autorizados Totales
(%)
4.95
45
3.43
7.45
107
8.16
10,848.90
5.56
53
4.04
3,411.87
1.75
23
1.75
19,591.72
10.04
307
23.40
Importe Total
(miles de pesos)
Importe Total
(%)
Aguascalientes
9,669.52
Cancún
14,537.12
Coatzacoalcos
Puerto Vallarta
Tlaquepaque
Ciudad
Tonala
5,971.43
3.06
64
4.88
Zapopan
24,166.23
12.38
254
19.36
Tijuana
21,562.27
11.05
61
4.65
Ciudad Juárez
42,385.69
21.72
184
14.02
Tlalnepantla
16,347.84
8.38
69
5.26
Morelia
18,702.70
9.58
133
10.14
San Luis Potosi
7,984.50
4.09
12
0.91
Total
195,179.78
100
1312
100
Fuente: Gerardo Esquivel Evaluación Externa del Programa para la Superación de la Pobreza
Urbana, El Colegio de México. 2002.
De los datos analizados, se observa que Ciudad Juárez recibió recursos
por más de 42 millones de pesos (21.72%), con un total de 184 proyectos
autorizados. Pero si se suman las ciudades del Estado de Jalisco,
Tlaquepaque, Tonalá, Zapopan y Puerto Vallarta, en total recibieron
casi 53 millones (27.23%), con 648 proyectos. La capital de Michoacán,
Morelia tuvo el 9.58% del total, y Tlalnepantla, en el Estado de México,
el 8.38 %, con 18 702 700 y 16 347 840 pesos, respectivamente. El resto
de las ciudades tuvieron recursos cada vez menores.
Cabe aclarar que las ciudades que recibieron más aportaciones estaban
casi todas en manos de presidentes municipales panistas. En Jalisco
el gobernador, era también miembro del partido del Presidente de la
República. En Ciudad. Juárez, si bien el mandatario estatal era priísta,
la cabecera del municipio mas importante de Chihuahua, estaba en
manos del partido blanquiazul. Tlalnepantla no fue la excepción.
196
La selección de esas ciudades no fue un error de la administración
federal, pues subyacía en tal decisión la óptica de otorgar recursos
a aquellas urbes que manifiestamente estaban sus pobladores de
acuerdo en con el quehacer del gobierno.
Los investigadores del Colegio de México, hacen notar que dentro de
las ciudades escogidas, de acuerdo con los parámetros de pobreza
extrema que maneja Sedesol, -localidades de mas de 100 000 habitantes;
población mayor de 16 años y familias con ingresos inferiores a 3.5
salarios mínimos- se atendió sólo al 16% de los habitantes en estas
condiciones.
Aclara el equipo encabezado por Esquivel Hernández, que además la
selección de las ciudades se hizo “con base en criterios distintos a la
maximización del impacto del programa”.64
De haberse guiado por criterios de optimización se hubiera atendido
aquellas ciudades que tenían las zonas con el mayor número de
población en pobreza extrema.
Las ciudades seleccionadas tenían un nivel de desarrollo medio alto. El
documento señala que si se trataba por ejemplo de escoger una ciudad
turística donde hay más pobreza,65 era preferible Acapulco a Cancún.66
Esquivel H. Evaluación externa…” Op.cit. p. 24.
Cardozo B, M. Op.cit. Esta investigadora plantea que la evaluación permite precisar el alcance
con respecto a la población objetivo, y vemos que en programa que estamos analizando, además
de que el porcentaje de la población atendida es reducido, no se destinan recursos a ciudades con
más necesidades que a las que son escogidas.
66
Esquivel H. Evaluación externa…” Op.cit. p. 29.
64
65
197
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
El PSPU era formalmente un programa focalizado, que tuvo aciertos
pero también errores; para alcanzar plenamente su objetivo necesitaba
aplicarse en las poblaciones que prioritariamente estaban más
necesitadas de recursos y apoyos.
La investigación del Colegio de México no se limitó solo a revisar
los datos oficiales que les proporcionó Sedesol, también se hizo
el levantamiento de una encuesta entre aquellos que “tenían
conocimiento”, de los que resultaron beneficiados y entre los que
pertenecían al área de influencia.67 Cabe aclarar que Gerardo Esquivel
y su grupo contó con un estimado de los beneficiarios pero no con los
nombres y direcciones de los mismos. Esta información la solicitaron
reiteradamente a los funcionarios responsables, pero como ellos dicen
no hubo cooperación sobre este punto.
De los datos recogidos por los investigadores desprenden que la
mayoría de los beneficiarios estaban por arriba de las líneas de pobreza
extrema. Algunos datos recogidos en las encuestas son: el 95%
declaró tener electrificación; 94% servicio de alumbrado público; con
agua el 91% y el 81% tenía drenaje. Se comparó el promedio censal
para la República y se encontró que cuentan con servicio de agua el
96%; tienen electrificación y drenaje el 92 y 65% de las viviendas.68 De
aquellos que fueron beneficiados por el programa en un 77%, eran
propietarios de su casa (el 13%, rentaba la vivienda en donde vivía).
Hubo efectivamente población beneficiada que se encontraba en
condiciones de pobreza extrema, pero no toda la que fue atendida
se encontraba en esa situación pues la focalización de Sedesol dejó
mucho que desear.
67
68
Idem, p. 81.
Idem, p. 41.
198
Que la focalización se manejó con criterios políticos no hay duda. Así
formó parte del programa la cabecera municipal de San Luis Potosí,
sobre el particular, Gerardo Esquivel y sus colaboradores apuntan que
su caso es “completamente irregular, por tratarse de una ciudad que
originalmente no estaba incluida…y que posteriormente fue incorporada
al programa sin ninguna justificación”,69 que como quedó anotado, esta
gobernada por un presidente municipal panista.
Los investigadores también encontraron las siguientes ineficiencias:
• No se hizo un registro de los proyectos.
• Hubo proyectos que sobrepasaron los presupuestos permitidos,
es ilustrativo sin lugar a dudas el caso de San Luis Potosí municipio que no estaba contemplado en los programas por no
reunir las características de pobreza que la hicieran elegible-,
donde el 75% de los proyectos que se realizaron rebasaron los
límites de acuerdo a la ley.70
• Se canalizaron recursos etiquetados para realizar un tipo de
obra, los cuales se destinaron para otro fin distinto al aprobado.
• Se dieron apoyos a la población que rebasaba los rangos de
población en extrema pobreza.71
• Se observó también que se canalizaron recursos a las comunidades
más organizadas y con mayor nivel de participación.72
Idem, p. 16.
Para la Dignificación de Barrio, los fondos públicos son hasta 150 000.00 pesos; la población
además aporta un 10%. Como máximo los recursos serían de 165 000.00 pesos. Para proyectos
de Educación y Capacitación 500 000.00. En tanto que para construcción o mantenimiento de
Centros Comunitarios y Familiares, para su instalación 300 000.00, y para equipamiento 150
000.00.
71
Esquivel H.G Evaluación externa… Op.cit. p.16.
72
Esquivel H. Op. Cit. p. 85.
69
70
199
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
A los problemas anteriores habrá que agregar que hubo errores en
la ejecución de los programas. Esto tuvo que ver con la intervención
de personas provenientes de la sociedad civil y del mismo grupo de
funcionarios.73
Los grupos de la sociedad civil que intervinieron previamente habían
sido legitimados por su filiación al poder: “Esta situación tiende a
sesgar las fuentes de información, generalmente en la dirección
favorecida desde el principio por los administradores”.74 Además
cuando trabajan administradores y usuarios los errores administrativos
son una posibilidad.75
En el PSPU se involucran los tres niveles de gobierno, sobre el particular
los investigadores del Colegio de México encontraron que no hay
reglas lo suficientemente claras para la operación de los programas.
Sostienen que entre los presidentes municipales se encontró que estos
los aplicaron de acuerdo a sus necesidades políticas.76 De ahí que
eso también repercuta en la heterogeneidad de instrumentación y en
consecuencia trae “resultados muy diversos del programa”.77
Los administradores y legisladores como dice Guy Peters atienden
los reclamos de ciertos sectores de la población, con el objetivo
de legitimarse.78 Los evaluadores del Colegio de México, apuntaron
Idem. p. 84.
Guy Peters B. La política de la burocracia, FCE – CNCPAP, México, 1999 p, 320.
75
Harmon M, Michael y Mayer T. Richard, Teoría de la organización para la administración
pública, FCE, CNCPyAP. México 1999, p, 42.
76
Esquivel H.G La evaluación externa…” Op.cit. p. 45.
77
Idem. p. 73.
78
Guy Peters, B. La política de la… Op.cit. 320.
73
74
200
que: “En particular, se ha encontrado que los programas basados en
esquemas de demanda pueden generar situaciones de búsqueda de
rentas y que propician el clientelismo”.79
La diversidad de las obras indicó también que no hubiera, escriben los
evaluadores del Colegio de México, homogeneidad. Por lo mismo en
unas ciudades hubo pavimentación de calles, en otras se construyeron
centros de desarrollo, y en algunas otras los recursos se dedicaron a
equipar escuelas o bien a pintar bardas o dar cursos de nutrición.80
Esto señala que es acertada la opinión de que no se definieron con
claridad los aspectos de la pobreza que se pretendían atacar.
En abundancia sobre las anomalías detectadas en el PSPU, se anota
en el documento del Colegio de México que además de los recursos
etiquetados del ramo 20 que son los que les corresponden, se utilizaron
fondos del ramo 33, cuya consecuencia fue que “las obras y proyectos
destinados…[a tal programa] pueden no coincidir con el tipo de obras
no contempladas por el ramo 33”.81
En el informe que rinden los evaluadores del Colegio de México, no
sólo recabaron y procesaron la opinión de los beneficiados, sino que
también recogieron la que vertían los funcionarios de Sedesol sobre la
marcha de citado programa. El Dr. Martín de la Rosa, director adjunto
del programa, lo consideró como “…un factor innovador circunscrito de
manera implícita en el Plan Nacional de Desarrollo”.82 Y para sostener en
Esquivel H.G La evaluación externa…” Op.cit. Idem. p. 45.
Idem, p. 18.
81
Idem, p. 18 y 85.
82
Idem, p. 84.
79
80
201
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
que consistió ese factor, explicó que se centró en la corresponsabilidad:
“es decir, la organización entre gobierno y sociedad; con el fin de
propiciar una `reestructuración de la sociedad´, creación de mecanismos
`democráticos´, además de la generación de una estima colectiva”.83
El optimismo del funcionario debe tomarse con las reservas del caso,
pues si se sostiene que se busca la participación de las comunidades,
en la práctica no se alienta ya que en el caso del PSUP, hubo “escasa
y deficiente difusión de los proyectos”, esto trajo como consecuencia
dos efectos negativos: “i) poca participación de los beneficiarios; ii) bajo
reconocimiento social del trabajo de Sedesol en el programa”.84
En la encuesta aplicada por el Colegio de México cuando se preguntó a
los encuestados si colaboró en tal programa, el “26%…afirmó colaborar
a partir de la determinación de necesidades”.85
Al indagar los investigadores encabezados por Esquivel con respecto
al conocimiento de los encuestados sobre quien propuso y/o promovió
el proyecto que se realizó en su comunidad, no sabe contestó el 23%;
fue el municipio, respondió el 22.4; el líder de la colonia 18.5 y Sedesol
dijo el 8.9%. Con un escaso reconocimiento a los Comités de Padres
de Familia, sólo el 0.2, opinó que estos habían intervenido.86 Lo cual
confirma lo que se ha sostenido en estas páginas.
En cuanto a la propuesta oficial de fortalecer, con los programas
gubernamentales de combate a la pobreza los lazos comunitarios en
las comunidades, en el parecer de los investigadores del Colegio de
Idem, p. 84 (las comillas en el interior del texto vienen en la obra).
Idem, p. 49.
85
Idem, p. 49.
86
Idem, p, 49.
83
84
202
México, la Sedesol no los propició pues sólo se consiguió “la aportación
económica que realizaron en algunos casos los beneficiarios”.87
No es extraño entonces que “en buena parte de los proyectos los
Comités de Vecinos no fueron consultados”.88 Por eso no fue raro
entonces que: “en algunas ciudades se incumplieron las reglas de
operación, ya que no se establecieron los Comités de Evaluación
de Proyectos correspondientes”.89 A mayor abundamiento, son
ilustrativos los siguientes datos: un 49% opinó que el problema es
atacar la contaminación, en tanto que el desempleo debía atacarse
según el 45%.90 También priorizaron los entrevistados que la salud y la
inseguridad debían atenderse.
En cuanto al grado de eficacia lo da el hecho, como dicen los
encargados de ese trabajo, que “en ninguna de las ciudades se
encontraron todos los proyectos terminados”.91 Hay diferencias en la
terminación o número de los proyectos. Destaca que Aguascalientes y
Zapopan, el 90% fueron terminados. Les sigue Tonalá con el 71.9% y
Tlaquepaque con el 65.7%. En tanto que en Morelia se acerca al 60%.
En Tlalnepantla a su vez fue del 54.4%, Puerto Vallarta el 42.9% y muy
cerca Cd. Juárez con el 40.0%. Cancún tiene el 33.3%, San Luis Potosí
el 20%, y Tijuana y Coatzacoalco el 7.7%. El no haber terminado en el
2002 los proyectos indica problemas de planeación e ineficiencias.
Idem.
Idem, p. 54.
89
Idem, p. 74
90
Idem, p. 63.
91
Idem, p. 68.
87
88
203
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Conclusiones
Los programas que se aplican para el combate a la pobreza pueden
calificarse
como
asistencialistas,
paternalistas,
clientelares
y
deshumanizantes. Es decir ninguno de ellos contiene una propuesta que
plantee un programa de desarrollo integral, incluyente, autosustentable
y respetuoso de la naturaleza. No se proponen la redistribución de
la riqueza, la reducción de la creciente desigualdad y la creación de
empleos permanentes -con relaciones laborales que castiguen la
violación a las garantías de los trabajadores-, con salarios que permitan
la satisfacción de las necesidades objetivas y subjetivas de un nivel
de vida acorde con los tiempos que se viven actualmente. Habría que
agregar que los beneficiarios son concebidos como súbditos y no
como ciudadanos, y desde el punto de vista económico, los apoyos
monetarios otorgados provocan que el Estado mercantilice la pobreza.
Los programas son asistencialistas porque, utilizando recursos públicos,
se proporcionan apoyos que buscan solamente aliviar las carencias más
notorias de la población en términos de salud, educación, alimentación,
así como de servicios: drenaje, agua potable, espacios deportivos,
etcétera, sin que exista una visión integral para que los beneficiados
puedan además de superar su situación de pobreza, contar con el
tiempo libre que les permita realizar sus potencialidades genuinamente
humanas de creación, solidaridad y respeto a la naturaleza. Los
programas no garantizan la creación de trabajos permanentes con
salarios que posibiliten un nivel de vida, en condiciones mínimas
adecuadas. La solución sería generar programas de desarrollo para
que aquellos que se encuentran en la pobreza y pobreza extrema, no
tuvieran que se socorridos con ningún tipo de ayuda estatal.
204
Se anotó que la política social del Estado es paternalista porque a los
favorecidos se les trata como menores de edad sin ninguna posibilidad
de intervenir activamente para modificar, en los programas de combate
a la pobreza, las reglas institucionales en toma de decisiones,
implementación, fiscalización de los recursos, evaluación, etcétera;
su participación en tales tareas es prácticamente marginal. Desde
luego que hay buzones de quejas para que los individuos puedan por
escrito externar sus inconformidades, pero no hay institucionalmente
un órgano regulador donde estén representados los beneficiados, para
que con funcionarios e investigadores, se estudie y de solución a los
problemas que se presenten en la implementación de los programas. La
población que está amparada señala la existencia de autoritarismo entre
los representantes del Estado en todos los niveles de la administración
pública, con los consecuentes maltratos y regaños.
Se habla de políticas públicas implícita o explícitamente en el tratamiento
de la pobreza, pero la administración al mantener jerarquizados los
procesos de apoyo a los pobres, en realidad sigue teniendo un contenido
centralizado, vertical y autoritario que no permite la participación como
sujetos y no como objetos de los beneficiados.
Los programas se aplican con objetivos no declarados pero son
implícitamente clientelares, hay referencias de como se destinan
recursos mayoritariamente a Estados, municipios y comunidades donde
las posiciones de gobierno están en manos de miembros del partido en
el poder en el nivel municipal, local y federal.
Con la globalización se agudiza una tendencia universal, los gobiernos
tienen cada vez menos recursos para atender las necesidades de la
población en pobreza y en pobreza extrema.92
92
Guy Peters, B. La política de la… Op.cit. p. 315.
205
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
En abundancia se trata por parte de la administración de proseguir con
dos orientaciones: una en el plano objetivo y otra en el subjetivo. Con
el primero se busca dar paliativos preventivos a aquellas poblaciones
que real o potencialmente exijan o puedan exigir recursos públicos que
atenúen sus condiciones; en el segundo, continuar con las campañas
de publicidad y propaganda dirigidas sobre todo a los pobres, para
que en el imaginario social consideren que el gobierno no sólo está
preocupado con la pobreza, sino que realiza esfuerzos centrales para
hacer de este país, una nación sin pobres. Se logra así que un sector
de ellos vivan con la esperanza de recibir o seguir recibiendo, apoyos
que alivien sus carencias.
Debido a ello la estructura gubernamental, en la selección de los
grupos que atiende y que se encuentran en la pobreza, parte de
consideraciones políticas y sociales, pues se destinan recursos a
aquellas zonas y comunidades potencialmente conflictivas o que ya
han mostrado, por las condiciones de miseria en que se encuentran, su
inconformidad ante el gobernante.
La deshumanización que trae consigo los programas se observa cuando
las familias e individuos son reducidos a objetos -si bien en el papel se
busca hacerlos sujetos capaces de aumentar su capital social para
enfrentar por si mismos los retos de los nuevos tiempos-, a los que el
Estado les brinda paliativos que amortigüen su inquietud por soluciones
radicales, no se busca que sean sujetos capaces de labrar su propia
historia modificando las causas de fondo que impiden su salida del
círculo de la pobreza.
La administración de la pobreza implica que las instituciones encargadas
de atender a las comunidades, grupos sociales e individuos, además
de desradicalizar las demandas, provocan en lugar de la cohesión
206
social el rompimiento o debilitamiento de los lazos de solidaridad.
Lo cual va en contra -en un mundo donde avanza la inseguridad y la
descomposición social como producto de una sociedad enferma que
no tiene respuestas ni condiciones objetivas y subjetivas para alcanzar
una vida genuinamente humana-, de la solidaridad. Como resultado, la
división y las rivalidades no sólo en el seno de las comunidades sino
incluso en el seno de las familias, es una realidad. Al dirigirse a valores
tales como hacer del esfuerzo individual (aumentar el capital social del
sujeto), la meta a alcanzar, consiguen las instituciones gubernamentales
que el egoísmo se consolide en los seres humanos, haciendo a un
lado otras formas de convivencia y armonía que no corresponde a
las necesidades del sistema. De esta forma se busca separar la vida
privada de la pública en aquellas comunidades en la pobreza cuyas
fronteras no son tan nítidas como en casi todo el resto de la población.
Estudiando la forma y el contenido de los programas de combate a
la pobreza, los afiliados a los programas y que son mayores de edad,
no son considerados como ciudadanos, sino como súbditos, pues no
tienen en la realidad ninguna posibilidad de tener una representación en
igualdad de condiciones con los operadores oficiales de los programas
y en los más altos niveles de los gobiernos federal, local y en menor
medida municipal; por eso se concluye que los instrumentos de política
social se elaboran autoritaria y por lo tanto verticalmente, en donde la
noción de ciudadano libre para ejercer sus derechos sólo existe en el
papel, a los súbditos les corresponde el papel de obedecer y mantener
una actitud de agradecimiento hacia aquellos que les otorgan algunos
beneficios.
El impacto de los proyectos de Sedesol no traen consigo la redistribución
de la riqueza y si se observa la contabilización del costo-beneficio, no
alcanzan un beneficio global sino parcial.
207
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
La administración pública en la política social gubernamental, que no
política pública, mercantilizan la pobreza al canalizar crematísticamente
hablando, recursos a familias e individuos para integrarlos al mercado.
De suyo eso no tendría ningún inconveniente si los gastos en que
incurren los así auxiliados fueran fruto de su papel como fuerza de
trabajo que aporta, dentro del proceso productivo, su valorización
a la economía. Mercantilizada la pobreza, contribuyen pasivamente
aquellos que reciben ayuda, a un proceso de acumulación de capital
que salvo como compradores, son ajenos a los beneficios que éste
trae consigo, mas no así a sus efectos corrosivos. De este modo las
relaciones de producción y distribución se profundizan aún en aquellos
que todavía mantienen principalmente modos de producción que no
implican la compra y venta de mercancías en general y de la fuerza de
trabajo en particular y que en consecuencia no fortalecen los circuitos
capitalistas.
208
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214
Abstract
Retos
El autor expone la importancia de la transparencia, la cual se
relaciona con el derecho a la información que tiene reconocimiento
constitucional en favor de los ciudadanos para que éstos conozcan
y evalúen las acciones del gobierno, considerando la vigencia de
los valores democráticos, mismos que en el Estado de México,
dan lugar para que la política de transparencia sea objeto de
institucionalidad en una nueva relación que se establece entre
las autoridades y los ciudadanos, la cual destaca que el ejercicio
de la Transparencia del poder está sujeto a reglas y normas que permiten que sea
en el Estado de México más abierto, visible y evidente para dar vigencia a un gobierno
que se ciñe a la legalidad que demandan tanto la sociedad
como las organizaciones civiles en los marcos de la pluralidad, la
Rolando Barrera Zapata* competencia y los intercambios políticos.
Palabras clave: Transparencia, acceso a la información y
ciudadano.
The author sets out the importance of the transparency, which is
related to the right to the information which it has constitutional
recognition in favor of the citizens so that these know and
evaluate the actions of the government, considering the use of
the democratic, same values that in the State of Mexico, give
rise so that the transparency policy is object of improving the
respect for rules in a new relation who settles down between the
authorities and the citizens, which emphasizes that the exercise
of the power is subject to rules and norms that allow that more it
is open , visible and evident to give use to a government who is
fitted to the legality which they demand so much the society like
civil organizations in the political marks of the plurality, competition
and interchanges.
* Maestro en Administración Pública. Consejero
Presidente del Instituto de Transparencia y Acceso
a la Información Pública del Estado de México
(ITAIPEM).
Palabras clave: Transparency, access to the information and
citizen.
215
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Introducción
Hoy día, en nuestro país y en muchas otras latitudes del mundo, los
conceptos de transparencia y acceso a la información van adquiriendo
mayor importancia social, tanto por lo que corresponde a su significado
formal como por lo que implica una mayor demanda colectiva para
conocer que hacen y cómo trabajan las instituciones públicas y cómo
afectan la vida en común.
Esto, desde luego, no ha sido siempre así. De hecho, la posibilidad
de que los gobiernos –cualquiera que fuese su signo o ideologíamantuvieran la hegemonía como instancias de conducción política de
una sociedad, se daba en función de la construcción y el mantenimiento
del monopolio de la información.
Max Weber, sociólogo alemán estudioso de la burocracia prusiana de
su tiempo, construyó a principios del siglo XX el modelo legal –racional
de la burocracia y reconoció que dos de los elementos esenciales
al funcionamiento de una burocracia racional lo eran, precisamente,
el secreto y el expediente.
Así, los archivos secretos, los asuntos
gubernamentales manejados de manera discreta y oculta, constituían
la esencia de la capacidad de dominación del gobierno sobre la
sociedad.
Los avances en la construcción de las democracias liberales, respetando
los derechos o garantías individuales, la realización de elecciones libres
y competidas y la mayor participación de los ciudadanos en los asuntos
públicos, entre otros procesos, permitieron vislumbrar la fractura o
el quiebre de este monopolio de la información.
En efecto, como
muchos estudiosos lo han señalado, una de las condiciones de la vida
democrática es la existencia de ciudadanos informados, dispuestos a
216
participar en la vida pública con elementos de juicio suficientes para
fundar sus decisiones de elección.
Se reconoció que los procesos democráticos no se agotaban ni eran
suficientes con elecciones libres, competidas y ciertas. Se requería
que, una vez que los gobernantes asumieran sus tareas como resultado
de estos procesos electorales, estuvieran sujetos a la rendición de
cuentas en su doble expresión: explicar y justificar su actuación que
debería estar apegada a las leyes y normas vigentes y sujetarse a la
posibilidad de ser sancionados si no cumpliesen sus responsabilidades
y cometidos.
Estos controles sociales e institucionales que constriñen la actuación
de las autoridades, se fundan esencialmente en mecanismos formales
asociados a informar, a divulgar información que de cuenta de razones,
resultados, impactos pero también de omisiones, rezagos y faltantes.
Los
conceptos
de
transparencia
y
acceso
a
la
información
Es aquí donde los conceptos de transparencia y acceso a la
información, cobran significado y sentido. El acceso a la información
se le reconoce, entonces, como una garantía individual tutelada por la
Constitución General y por las constituciones estatales (por lo menos de
la mayoría de las entidades federativas en México) de la que cualquier
persona es portadora y se establece el procedimiento jurídico para su
ejercicio. Surge así el derecho de acceso a la información, entendido
como la garantía de cualquier persona a conocer, saber e informarse
de los asuntos gubernamentales de cualquier índole, respetando
las excepciones que demandan el interés general y la privacidad de
217
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
terceros, lo que se traduce en la posibilidad de solicitar los documentos,
registros, expedientes y demás en los que se consignen la actuación,
programas, políticas y resultados de la gestión pública gubernamental.
Si la ciudadanía tiene reconocido el derecho de acceso a la información,
la autoridad no solamente tiene la obligación de respetarlo sino también
la de transparentar su quehacer.
Vista así, la transparencia de toda gestión pública debe responder a
dos premisas básicas: una, el registro documental del quehacer de
los gobiernos que implica la existencia de información significativa,
reflejada en archivos públicos ordenados, resguardados, catalogados y
actualizados; y, dos, el facilitar a cualquier persona, sin distingos y sin la
exigencia de que explique razones, motivos o fundamentos, el acceso a
la información disponible. Existencia de información y facilidad para su
acceso, constituyen los pilares de la transparencia: sin información, no
hay acceso e información sin acceso es caldo de cultivo de conductas
antidemocráticas si es que no autoritarias.
Al analizar estas dos condiciones se suscitan cuestiones que es necesario
dilucidar para reconocer los retos que enfrenta la transparencia en las
instituciones públicas gubernamentales.
La primera cuestión es que existen segmentos de información, (la
mayor parte del conjunto), que ha sido generada o mantenida para
cumplir con las rutinas cotidianas de una dependencia, organismo o
institución. Eventualmente esta información es procesada en forma
manual o electrónica, para generar reportes, estadísticas; informes,
controles, etc. Está pensada para el “consumo interno” y sirve para
los fines de la institución, la mayoría fines burocrático-administrativos.
El otro segmento, el menor en este esquema, se prepara teniendo en
218
mente un público más amplio, generalmente asociado con las clientelas
de la dependencia o institución y presentado considerando ciertas
necesidades de su público, aunque, insisto, esto es excepcional. En
muchas ocasiones, a pesar de las buenas intenciones, las expresiones,
formas, lenguaje o estilos, no contribuyen mucho a la claridad de esta
información. Parecería que, en el mejor de los casos, el lenguaje técnico
se superpone a la comprensión fácil y sencilla de la información, en el
peor, se ve como estrategia de opacidad.
Conviene precisar que mucha o alguna por lo menos, de esta
información, las dependencias gubernamentales la utilizan como
insumos de su estrategia de comunicación social, es decir con la
intención de convencer a un público amplio, de las bondades de una
política, programa acción o decisión. Otros la usaran para cumplir las
funciones de orientación al público, es decir, informar a una persona
de los trámites y servicios que debe cumplir o puede solicitar en las
ventanillas correspondientes.
Pero ni la comunicación social ni la orientación al público sustituyen a la
transparencia como tampoco el derecho de petición puede sustituir al
de acceso a la información.
Así pues, la información que se podría generar para efectos de
transparencia, difícilmente se agota en los registros administrativos,
con todo el valor y la amplia contribución que estos hacen. Tampoco
parecería suficiente todo el cúmulo de información que actualmente
las leyes de acceso a la información identifican como información
pública de oficio (que obligatoriamente deben difundir sin que medie
necesariamente una solicitud de acceso), y que incluye el marco
219
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
normativo y orgánico de la dependencia, sus recursos presupuestales,
aplicación y comprobación, actas y agendas, padrones, informes y
demás.
¿Por qué afirmo que no es suficiente, con todo lo amplio y claro que
puede ser? Sencillamente porque carece de significado para los
distintos públicos a quienes se dirige y también porque carece de
patrones de referencia comparativos que permitan darle un sentido más
comprensible a lo que hace el gobierno.
Y aquí radica precisamente el valor social de la transparencia: en la
posibilidad de que el público (cada persona) disponga no sólo de datos,
sino de información que le sea entendible y accesible.
Bajo la consideración de que la transparencia es una obligación de
la autoridad frente a los gobernados y teniendo en cuenta que, por lo
menos en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública
del Estado de México, en su artículo 3, se establece que “los Sujetos
Obligados deben poner en práctica políticas y programas de acceso
a la información que se apeguen a criterios de publicidad, veracidad,
oportunidad, precisión y suficiencia en beneficio de los solicitantes”,
además de que el artículo 30, fracción V exige que los Comités de
Información “elaboren un programa para facilitar la sistematización y
actualización de la información, mismo que deberá remitirse al Instituto
dentro de los primeros veinte días de cada año”, entonces es claro
que las instancias gubernamentales tienen la obligación de generar
información que le sea significativa a los ciudadanos.
Esta debería ser la base de una política estatal en materia de
transparencia. Los objetivos y alcances de esta política deberán de
estar acordes no sólo a las competencias y atribuciones de cada Sujeto
220
Obligado, sino también responder a las necesidades de información
que manifiesten los distintos colectivos involucrados en el quehacer de
la dependencia.
El diseño e implementación de una política de transparencia, que en el
fondo es una forma de cambio institucional, debe estar articulada con
una política explícita de modernización administrativa.
Transparencia y modernización administrativa se deben convertir en
un binomio que propicie tanto un mejor desempeño de las burocracias
y de sus sistemas de gestión, sobre todo las vertientes asociadas
con la profesionalización de los servidores públicos, la desregulación
y desreglamentación, la simplificación de procesos y trámites y
la operación de idóneos sistemas informáticos y telemáticos que
faciliten la relación con la población. En el fondo, toda modernización
administrativa se traduce en la existencia de mejores sistemas de
información. Mejores sistemas de información facilitan la transparencia,
a condición de que esta información pueda ser presentada con alguna
orientación hacia las necesidades de información de los públicos
interesados.
Una política pública de transparencia de la gestión pública se articularía
en tres ejes fundamentales: 1) El reconocimiento de necesidades de
información equilibradas para la gestión y para los públicos interesados;
2) la difusión, por vías diferenciadas, de la información presentada en
lenguaje accesible, significativo y preciso, procurando abandonar
expresiones técnicas y el excesivo formalismo.
3) Coherencia y
consistencia entre los niveles de información global, sectorial e
institucional.
221
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
La
transparencia
en
el
Estado
de
México:
Los
primeros pasos
El primero de mayo del 2004, entró en vigor la Ley de Transparencia
y Acceso a la Información Pública del Estado de México. El Instituto
que la Ley ordenó crear, inició su operación el 23 de agosto siguiente,
prácticamente cuatro meses después, dentro de los plazos fijados.
Catorce meses desde la entrada en vigor de la Ley, para ser precisos
el 25 de julio pasado, los particulares pudieron ejercer su derecho de
acceso a la información que tuviera, bajo su resguardo, prácticamente
cualquier autoridad gubernamental estatal y municipal.
La Ley creó al Instituto de Transparencia y Acceso a la Información
Pública del Estado de México (ITAIPEM, por su acrónimo) como
organismo descentralizado no sectorizado, dotado de autonomía
presupuestal, operativa y de decisión, para promover el derecho de
acceso a la información y la protección de datos personales; resolver
las controversias entre los Sujetos Obligados exclusivamente del Poder
Ejecutivo y los particulares y vigilar el cumplimiento de las obligaciones
de Ley, en el ámbito de su competencia, es decir, lo que corresponde
al Poder Ejecutivo.
La Ley concedió a los demás sujetos obligados, la capacidad de
establecer sus propias disposiciones reglamentarias y la instancia
equivalente para la resolución de recursos interpuestos.
Esta
condición, para el caso de los 125 ayuntamientos del Estado, supuso
la aprobación de 57 reglamentos municipales que en algunos casos,
fueron mas allá de los términos de Ley, modificando la integración de
las instancias establecidas (Comités y Unidades de Información), los
plazos de respuesta y/o reserva, y en cinco municipios, por lo menos,
222
se pretendió crear institutos municipales de acceso a la información,
como organismos descentralizados, a semejanza del ITAIPEM.
Frente a esta circunstancia, el ITAIPEM emitió una recomendación
general a los ayuntamientos para que sus disposiciones reglamentarias
se ajustaran estrictamente a la integración y operación de las instancias
de Ley y que la creación de órganos equivalentes respetara las
competencias del ITAIPEM y la intervención del Ejecutivo y de la Cámara
de Diputados, respecto de la creación de organismos descentralizados.
En efecto, la Cámara de Diputados no ha autorizado, hasta ahora la
creación de ningún instituto municipal de acceso a la información,
como organismo descentralizado.
El cumplimiento eficaz de su triple responsabilidad: vigilante, promotor
y árbitro, requiere el conocer, aún de forma elemental, el campo de
juego (reglas y valores), a los jugadores (burocracia y su cultura), y al
público (sociedad), en cuanto a expectativas y percepciones.
Las reglas, valores y cultura burocráticas del Estado de México, no
son muy distintas a cualquier burocracia de los estados en México.
La secrecía, rasgos patrimonialistas y la negociación del cumplimiento
de la Ley, no son privativos de ella, como no lo es el hecho de que los
mecanismos horizontales y verticales de rendición de cuentas, están
en ciernes, aun cuando se reconoce la reciente puesta en marcha del
Organo Superior de Fiscalización, por ejemplo.
Dispone de algunos elementos que han coadyuvado al ejercicio del
derecho a la información, o por lo menos, a disponer de información.
Cuenta desde el 16 de enero de 1986, con una Ley de Documentos
Administrativos e Históricos y un trabajo sistemático de organización y
conservación de archivos, desde 1970, por lo menos. Esta en puerta una
223
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
nueva Ley de Administración Documental que dará un nuevo impulso
a la conservación de la memoria gubernamental. Desde 1991 se ha
regulado la información geográfica, estadística y catastral que ha servido
de base para generar información socioeconómica y geoestadística de
amplio valor. Es una de las pocas entidades federativas con un Código
Administrativo, conformado con catorce libros, que regulan distintas
relaciones autoridad-ciudadano; y el Consejo Coordinador Empresarial
lo considera como el estado con el mejor programa de desregulación
normativa, en su encuesta nacional más reciente de calidad relativa al
marco regulatorio.
No todo es miel sobre hojuelas. Se enfrentan problemas de espacio para
archivos y algunos no están debidamente resguardados; los sistemas
informáticos sirven más a la administración que al ciudadano; hay
ausencias de registros administrativos que por Ley se deben integrar;
y la misma encuesta del Consejo Coordinador Empresarial, lo ubica en
la antepenúltima posición en su tabla de opinión empresarial sobre la
calidad de gestión en 15 trámites empresariales.
Los cerca de 14 millones de habitantes del Estado de México, empezaron
a ejercer su derecho de acceso a la información ante los 213 sujetos
obligados, a partir del 25 de julio pasado. La Ley considera sujetos
obligados a los tres poderes y dentro del Ejecutivo a 81 dependencias
y organismos descentralizados; 125 ayuntamientos; tres órganos
autónomos constitucionales y dos tribunales administrativos.
Al 10 de abril de 2008 se habían presentado 5,917 solicitudes de acceso
que correspondían al Poder Ejecutivo (3352), a los ayuntamientos (2435)
y a los órganos autónomos (130). Desde el 24 de julio de 2007, una
vez que entraron en vigor las reformas a la Ley aprobada en diciembre
de 2007, cualquier persona puede presentar solicitudes de acceso vía
224
Internet, utilizando el sistema electrónico de acceso conocido como
SICOSIEM (Sistema de Control de Solicitudes de Información del
Estado de México).
En los ayuntamientos, sobre todo los rurales y semiurbanos, es en
donde se ha observado mayor dificultad en la aplicación de la Ley, por
varias razones: 1)Desconocimiento de la Ley, a pesar del esfuerzo de
capacitación que ha realizado el ITAIPEM; 2) El escaso compromiso y
voluntad de las autoridades municipales para cumplir su obligación; 3)
La falta de sistematización y aún, la ausencia de información y 4) En
el fondo, el arraigado sentido patrimonialista con el que se manejan
los asuntos públicos, y que considerar la información pública como
propiedad personal o de grupo. No obstante, hay que reconocer el
esfuerzo de algunos ayuntamientos de municipios metropolitanos, a
favor de la transparencia, los menos por cierto.
El
reto
de
reformar
el
marco
jurídico
de
la
transparencia
El 13 de diciembre de 2001 se publicó en el periódico oficial “Gaceta del
Gobierno” el Código Administrativo, instrumento normativo que permitió
unificar en un solo ordenamiento el conjunto disperso de disposiciones
jurídicas que regulan el trabajo sustantivo de los distintos ramos de la
administración estatal. Como una inicial respuesta a la demanda de
transparencia y de acceso a la información, se incluyó el artículo 1.41
que establece: “toda persona tiene derecho a que las autoridades en
las materias reguladas por este Código le proporcionen información en
términos de la Ley de la materia”. Se pensó que esta disposición era
suficiente para garantizar el derecho de acceso a la información.
225
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
No obstante, con el concurso de prácticamente todas las fracciones
parlamentarias representadas en la Cámara de Diputados, en marzo
de 2004 se aprobó la Ley de Transparencia y Acceso a la Información
Pública del Estado de México, la que entró en vigor el 2 de mayo de ese
mismo año. Conforme los artículos transitorios de este ordenamiento,
los tres consejeros iniciales fueron nombrados el 22 de julio de 2004 y el
ITAIPEM entró en operación el 23 de agosto siguiente. La Ley concedió
un año a partir del nombramiento de los Consejeros, para que las
personas pudiesen presentar solicitudes de acceso a la información, lo
que inició el 25 de julio de 2005.
En términos prácticos, la Ley que nos ocupa ha tenido una plena
operatividad desde hace dos años. En este lapso ha sufrido algunas
reformas con el propósito de clarificar contenidos y facilitar el ejercicio
de esta garantía. Veamos a continuación el propósito que tuvieron las
reformas aprobadas.
Al iniciar las tareas que pondrían en marcha al órgano garante, el
ITAIPEM, se presentó la discusión respecto de que tanta “autonomía”
tenía el propio Instituto. Es preciso reconocer que, desde el inicio de
la vigencia de la Ley, esta creó al ITAIPEM como un organismo público
descentralizado dotado de autonomía técnica, operativa y presupuestal
y a su Consejo le concedió facultades para aprobar su estructura
orgánica, su reglamento interior, su manual de organización y las demás
disposiciones para su operación, así como la facultad para integrar su
presupuesto de egresos y remitirlo a la Secretaría de Finanzas.
No obstante, frente a las gestiones para realizar el ejercicio presupuestal
y su comprobación, la Secretaría de la Contraloría estimó que el
ITAIPEM debería sujetarse a las disposiciones que en materia de
personal, de organización, de publicidad y otras, regulan al conjunto de
226
las dependencias y organismos auxiliares, lo que implicaba, de hecho,
discutir los límites de la autonomía de decisión que la Ley reconocía en
el ITAIPEM.
Ante ello, las reformas aprobadas por los señores diputados en
diciembre de 2004, tuvieron como propósito excluir al Instituto de las
normas aplicables a los organismos descentralizados, exceptuadas de
aquellas funciones de control y vigilancia ejercidas por la Secretaría de
la Contraloría. A pesar de ello, el asunto no quedó resuelto en definitiva.
Y no fue así por una sencilla razón práctica:
La Contraloría vigila que los organismos descentralizados cumplan las
normas emitidas por la Secretaría de Finanzas; si estas normas (sobre
todo las que regulan el ejercicio del presupuesto) no aplican al ITAIPEM,
entonces ¿respecto de qué o cuáles normas va a realizar la vigilancia
la Secretaría de la Contraloría? Este es un asunto que no se ha podido
resolver pues no se reconoce la plena autonomía al ITAIPEM (como es
el caso por ejemplo de los órganos electoral o de protección de los
derechos humanos) pero tampoco se le puede exigir el cumplimiento
de toda la normatividad administrativa (por cierto abundante), pues la
Ley le da atribuciones que chocan con esta normatividad. El Consejo
ha adoptado la posición mayoritaria (no unánime) de acatar aquellas
normas que no se opongan a la autonomía del ITAIPEM, pero no se ha
resuelto de fondo esta discrepancia toda vez que el marco normativo
no es aplicable totalmente al ITAIPEM pero también lo es que hay cierta
normatividad que sí se debe observar obligatoriamente (sobre todo la
comprobación de recursos y la generación de informes financieros y
contables) y otro que voluntariamente el ITAIPEM ha aceptado.
227
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
La segunda reforma se aprobó dos años después, en diciembre de 2006,
con varios propósitos: 1)Ampliar el catálogo de la información pública de
oficio y clasificando algunos rubros ya contenidos. (Por ejemplo se hizo
obligatoria la difusión de indicadores de gestión, estadísticas, etc.); 2) La
generación de versiones públicas de formas más claras, pues aunque la
Ley ya contemplaba la posibilidad de separar la información reservada
de la pública, no se hacia claramente; 3)Reconocer la posibilidad de
presentar solicitudes de acceso a la información y recursos de revisión
por medios electrónicos, vía Internet, y la consecuente obligación
de disponer de sistemas electrónicos por parte de todos los Sujetos
Obligados, reforma esta última que entró en vigor el 25 de mayo de
2007.
La puesta en marcha de la Ley y los trabajos para su aplicación y
vigencia han reportado indudables experiencias que conviene recuperar
para continuar impulsando la transparencia y el acceso a la información.
Con ello no se pretende proponer una agenda para las reformas, más
bien sólo se llama la atención a algunos problemas importantes para
su análisis y reflexión y para valorar las alternativas que puedan existir
para darles respuesta y sabiendo de antemano que no hay una solución
“única” o una “mejor práctica”.
La primera cuestión tiene que ver con el ámbito de intervención
del Instituto en los municipios.
La Ley en el Estado, concedió a
las autoridades municipales la atribución (y obligación) de emitir
disposiciones reglamentarias en el ámbito de su competencia y la
facultad de instaurar una instancia propia para resolver los recursos de
revisión interpuestos en contra de negativas al acceso a la información.
Estas dos condiciones trajeron aparejados problemas muy concretos:
uno fue que buen número de ayuntamientos aprobaron reglamentos
municipales de transparencia que no sólo trataron los aspectos de
228
organización y funcionamiento de las instancias y que debían establecer
(unidades de información, Comités de información, instancias de
resolución), sino que incluyeron disposiciones que iban más allá de la
propia Ley, modificando procedimientos, plazos de respuesta, requisitos,
integración de figuras y hasta los tiempos de vigencia y aplicación de la
Ley. Ante tal hecho el Consejo del Instituto publicó en el periódico oficial
del Estado, un conjunto de recomendaciones tendientes a dejar sin
efectos tales disposiciones y lograr que se ajustaran a la Ley. En otros
casos, hubo iniciativas de algunos ayuntamientos para crear institutos
municipales de transparencia, a imagen y semejanza del ITAIPEM,
como organismos descentralizados. Afortunadamente ninguna de esas
iniciativas prosperó.
El otro problema tiene que ver con el hecho de que prácticamente los
ayuntamientos se vuelven “juez y parte” en la resolución de los recursos
de revisión, toda vez que la instancia que resuelve es designada de
entre los servidores públicos municipales, con todo lo que ello
significa respecto de las dudas que existirán en cuanto a objetividad
e imparcialidad de las resoluciones. Para nadie es desconocido que
todavía subsisten en las administraciones publicas (y quizá con mayor
evidencia en los municipios) relaciones basadas en el patrimonialismo, el
amiguismo y es evidente la ausencia de una burocracia profesionalizada
y estable que garantice apego a la legalidad.
Esperaríamos que, como resultado de las reformas al artículo 6° de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esta situación
que se vive en el Estado de México sea resuelta de buena forma. Lo
anterior significa que, por una parte, los ayuntamientos podrán emitir
disposiciones propias que resuelvan la organización de su trabajo
interno más no podrán reglamentar una garantía individual que sólo
es competencia federal y estatal y, por otra parte, los subsecuentes
229
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
recursos de revisión que los particulares interpongan cuando estimen
que su derecho no se ha respetado, deberán ser resueltos por el propio
ITAIPEM, en primera instancia, y ya no por los ayuntamientos como hoy
ocurre.
Sin duda, para facilitar esta tarea tanto por lo que toca a la presentación
de solicitudes y de recursos por particulares, así como para el envío de
estos últimos al ITAIPEM a efecto de su resolución, el uso del Sistema de
Control de Solicitudes de Información del Estado de México (SICOSIEM
que ya lo vienen aplicando 112 municipios en el Estado, es una
herramienta útil. Pensamos que si bien la Constitución establece que
obligatoriamente deberán aplicar un sistema semejante los municipios
mayores de 70,000 habitantes (35 en el Estado de México reúnen esta
condición), es conveniente que todos los municipios utilicen este
sistema como herramienta de trabajo interna y como mecanismo de
comunicación con el ITAIPEM, dado que su aplicación requiere sólo la
disposición de una computadora con conexión a Internet, condición
que es satisfecha hoy día, por prácticamente las 125 administraciones
municipales en el Estado de México.
En todo caso una de las primeras adecuaciones a la actual Ley de
Transparencia será precisamente la eliminación de la facultad de
resolución de los recursos de revisión que actualmente se concede a
los ayuntamientos municipales y la cancelación de la posibilidad de
constituir órganos equivalentes en ellos, situación que la Ley nunca
aclaró debidamente.
La segunda cuestión se refiere a la necesidad de precisar el sentido,
alcance y límites del concepto “procesamiento de información”, en
virtud de varias situaciones: una, referida a la pertinencia de tener
disponible información que sea útil para el particular, dispuesta de
230
manera ordenada y sistematizada; es decir, el procesamiento de
información en sentido positivo y la otra ante la condición que la Ley
establece de la no obligatoriedad de procesar información para atender
una solicitud de acceso a la información. Veamos las implicaciones a
continuación:
El artículo 3 de la Ley que nos ocupa, establece textualmente, en su
parte final que “Los Sujetos Obligados deben poner en práctica políticas
y programas de acceso a la información que se apeguen a criterios de
publicidad, veracidad, oportunidad, precisión y suficiencia en beneficio
de los solicitantes”. Adicionalmente a ello, el artículo 30 le otorga a los
comités de información la función de “V.- Elaborar un programa para
facilitar la sistematización y actualización de la información, mismo que
deberá remitirse al Instituto dentro de los primeros veinte días de cada
año”.
De las disposiciones citadas se desprende la clara intención del
legislador para que los Sujetos Obligados no sólo atiendan las solicitudes
que se les presenten, sino que más bien trabajen en acciones que les
permitan tanto disponer de información ordenada y sistematizada
(nótese que no necesariamente automatizada, aunque esto es
deseable) como el facilitar su acceso. En consecuencia el ITAIPEM ha
venido dando seguimiento a los proyectos de sistematización que los
Sujetos Obligados han comprometido, aunque inicialmente esta tarea le
corresponde también a los Comités de Información.
No obstante, sería pertinente valorar las facultades que se le pueden
asignar al órgano garante para que pueda recomendar explícitamente
a los Sujetos Obligados que asuman compromisos de realizar
determinadas acciones de generación de información que es solicitada
por la ciudadanía y que representa importante valor y que, además,
231
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
sea útil para mejorar la propia gestión de los Sujetos Obligados.
Concomitantemente, debería dicho órgano tener facultades para exigir
que, cuando el Sujeto Obligado no haya cumplido con disposiciones
que lo rigen en materia de generación de registros administrativos, sean
exigibles mediante resoluciones vinculatorias en las que se establezcan,
de común acuerdo, plazos específicos de cumplimiento.
Por otra parte, ha sido pertinente la disposición legal de no obligatoriedad
para “procesar información, resumirla, efectuar cálculos o practicar
investigaciones”, a efecto de atender y responder a los requerimientos
solicitados por el particular. Debemos reconocer sin embargo, que ha
habido Sujetos Obligados que han tratado de llevar al extremo esta
disposición, viéndola como una salida cómoda para evitar contestar
solicitudes de manera favorable.
Inicialmente, algunas Unidades de Información entendieron que
“practicar investigaciones” era equivalente a localizar información en
un archivo, cualquiera que este fuese: histórico, de concentración o
de gestión. El Consejo emitió un criterio específico para evitar esta
interpretación errónea. Otros, posteriormente, ante la puesta en marcha
del Sistema automatizado para el Control de Solicitudes de Acceso
del Estado de México (SICOSIEM), dado que tenían que “escanear”
documentos para remitirlos al solicitante vía electrónica, asumieron que
cuando el documento era demasiado voluminoso (a juicio del Sujeto
Obligado), entonces se invocaba que no estaban obligados a “procesar
información”, negando la respuesta. Por otra parte, se ha observado
un buen número de solicitudes en las que el particular requiere
relaciones, listados, catálogos y otros semejantes que probablemente
la dependencia no las tiene, aunque sí tiene la información y esta es
pública. La pregunta que nos hacemos es: ¿Hasta dónde llega o en
232
dónde empieza la no obligación de procesar o la posibilidad de procesar
información, aunque sea de forma básica para atender una solicitud?
Algunos Sujetos Obligados, hay que reconocerlo, se han tomado la
molestia de procesar para responder a una solicitud, sobre todo si la
información la tienen en medios electrónicos.
Por todo ello, resultaría conveniente definir el contenido y alcance
de esta condición para los Sujetos Obligados y quizá, bajo ciertas
circunstancias sí obligar a un mínimo procesamiento y evitar que sea un
pretexto para evadir el acceso requerido.
La tercera cuestión tiene que ver con el significado del concepto
autonomía presupuestal y sus correlativos autonomía técnica de
gestión, de decisión, de operación y otros equivalentes. No invoco,
aquí, el problema de la autonomía constitucional, (que es otra solución
adoptada por varias entidades federativas).
Me interesa plantear
los problemas jurídico-administrativos derivados de la falta de un
entendimiento común de lo que pueden significar estas autonomías que
la Ley le atribuye al órgano garante, en el Estado de México.
El problema se puede plantear atendiendo a dos planos: el relacionado
con el grado de intervención del órgano garante con el ámbito de los
otros Sujetos Obligados, distintos a los del Poder Ejecutivo, este último
el espacio “natural” del trabajo del Instituto; y el que se determina por los
límites que deben establecerse respecto a la relación entre el ITAIPEM
como organismo descentralizado y las dependencias responsables
de regular y vigilar el cumplimiento de las normas administrativas del
ejercicio presupuestal y su debida comprobación.
233
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Respecto del primero, es necesario clarificar los términos bajo los cuales
el órgano garante pueda intervenir ante los otros sujetos obligados a
efecto de verificar el cumplimiento de las obligaciones de transparencia
y, eventualmente, atender las quejas o inconformidades que se presenten
ante la falta de la debida atención a solicitantes, sin que impliquen
necesariamente que el ITAIPEM debe resolver los recursos de revisión
planteados por los particulares frente a las respuestas recibidas por
dichos Sujetos Obligados.
Con relación al segundo plano, es preciso reconocer que, en efecto, la
Ley de la materia, en su artículo 56 crea al Instituto de Transparencia
y Acceso a la Información Pública del Estado de México, como
un organismo público descentralizado, no sectorizado, dotado de
personalidad jurídica y patrimonio propio, con autonomía operativa,
presupuestaria y decisión que tiene por objeto la difusión, protección
y respeto al derecho de acceso a la información pública y la protección
de datos personales.
Aunque en los decretos del Presupuesto de Egresos para los años
2005 y 2006 se estableció que el ITAIPEM debería manejarse como
una entidad autónoma (semejante al tratamiento dado a los órganos
electoral y de protección a los derechos humanos) y no obstante las
reformas a la Ley de Transparencia aprobadas en diciembre de 2004
para exceptuar al ITAIPEM de algunas de las obligaciones a las que
deben de sujetarse los organismos descentralizados (auxiliares) de
la administración estatal, fundamentalmente en lo que corresponde
a autorizar su estructura orgánica, tabulador de sueldos y plantilla de
personal y el no solicitar dictámenes para ejercer su presupuesto, en
lo que corresponde a publicidad, equipo informático, vehículos, etc; no
234
obstante ello, estaría sujeto al control ejercido tanto de carácter interno,
por la Secretaría de la Contraloría, como externo por el Órgano Superior
de Fiscalización del Estado.
A partir de lo establecido por el Decreto del Presupuesto de Egresos de
2007, se modificó la determinación de la autonomía precisando que al
ITAIPEM, al ser organismo descentralizado, debería sujetarse al control
y fiscalización común al conjunto de organismos auxiliares, lo que trajo
como consecuencia un conflicto entre los dispuesto por la Ley para
el Control de Organismos Auxiliares del Estado de México y la Ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de México,
dado que ambas disposiciones regulan el manejo administrativo y
financiero del ITAIPEM.
En tal sentido es necesario que en la propia Ley de Transparencia se
haga claro que cualquier disposición normativa que acote la autonomía
del órgano garante, no es aplicable a este, en razón de la necesidad
que tiene de mantener distancia de las decisiones administrativas del
Ejecutivo que pudiesen interpretarse como una excesiva injerencia en su
vida interna o como una pretensión de controlar su operación o hasta de
inducir ciertas decisiones. Lo anterior no debe significar por otra parte,
que el Instituto no este sujeto a las disposiciones respecto de la forma
de ejercicio y comprobación del gasto público o que no debe presentar
informes contables, financieros o sea sujeto de fiscalización, más bien,
debe significar que se le reconoce un mayor margen de discrecionalidad
en sus decisiones, puesto que muchas de ellas afectan al resto de las
dependencias y organismos descentralizados.
235
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Con todo lo anterior, debería la Ley de Transparencia hacer explícitas las
excepciones al control y a las normas que obligan al común de organismos
descentralizados estatales, puesto que, aún sin que se le reconozca
autonomía constitucional, si goza de autonomía presupuestaria y de
decisión, es decir, tiene capacidad el Instituto para determinar tanto la
composición como el destino de su presupuesto como para tomar sus
propias resoluciones con plena libertad, dentro de los márgenes que las
normas se lo indiquen.
La adecuación del marco normativo para regular el derecho a la
información y la protección de datos personales, no se agota solo con
las reformas a la ley de la materia.
En el Estado de México es de reconocerse, por lo menos en el ámbito del
Poder Ejecutivo, una importante tradición en el manejo de los archivos,
tanto históricos como de desconcentración y de gestión. Resultado
de esta preocupación ha sido la vigencia por más de 20 años de la Ley
de Documentos Administrativos e Históricos del Estado de México y el
funcionamiento de un Sistema Estatal de Documentación que integra
a un buen número de centros de documentación y archivos regionales
que resguardan el acervo documental del Estado.
A pesar de estos esfuerzos, es necesario actualizar la norma vigente
en materia archivística y documental, a efecto de reconocer los
avances tecnológicos que se han generado a la fecha. En el mismo
tenor se cuenta con disposiciones que regulan la generación y uso de
información geográfica, estadística y catastral contenida en el libro
Décimo Cuarto del Código Administrativo del Estado de México y que
es necesario revisar para que contribuya a la transparencia y el acceso
a la información.
236
Es necesario valorar las posibilidades para incorporar en estos cuerpos
normativos, disposiciones que obligan a las entidades públicas
gubernamentales a generar registros administrativos que les permitan
disponer de información ordenada y sistematizada en beneficio, tanto
de la propia gestión pública como del acceso a la información.
Es de reconocerse, que el diseño normativo para establecer las reglas
del acceso, sus excepciones y los mecanismos y procedimientos de
defensa del solicitante frente a las negativas de la autoridad, ha sido
variado y disímbolo, sobre todo en los ámbitos estatal y municipal de
gobierno.
La significativa variedad de figuras, plazos, condiciones, requisitos y
procedimientos para asegurar el acceso a la información, no siempre
ha sido una expresión positiva de la variedad de realidades políticoadministrativas que caracterizan al federalismo mexicano. En algunos
casos, las leyes estatales se observan más como obstáculos para
ejercer, con libertad y facilidad el derecho de acceso a la información
– a la documentación pública- y sólo se han utilizado para cumplir con
el expediente y el discurso de la “modernidad”.
El primer y urgente reto que enfrenta entonces el derecho de acceso
a la información, es precisamente mejorar, uniformemente para el
conjunto de instancias gubernamentales en el país, los mecanismos
de acceso y de resolución de controversias, estableciéndolo como un
“mínimo” constitucional, un piso legal común a partir del cual se puedan
reconocer ciertas características distintivas en los estados.
A esto obedece la iniciativa que en días pasados suscribieron los
gobernadores de Aguascalientes, Chihuahua, Veracruz y Zacatecas,
además del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, conocida como La
237
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Iniciativa de Chihuahua. La reforma constitucional propuesta, se centra
en importantes aspectos del derecho de acceso a la información, a
saber: 1) Máxima publicidad, sujeta a excepciones por causa de interés
público; 2) Acceso a la información a todos los órganos del Estado
y a los partidos políticos; 3) Procedimiento expedito para el acceso
y la corrección de datos personales que incluye el uso de medios
electrónicos; 4) Procedimiento de revisión de las respuestas negativas
por un órgano imparcial, con autonomía presupuestaria y de decisión; 5)
Prueba de daño y de interés público; 6) Sanciones administrativas para
servidores públicos que no cumplan con la ley. Se incluye también, como
parte de esta iniciativa, la protección de la vida privada, contraparte
del acceso y se explicitan dos condiciones básicas de la transparencia:
difundir información sobre actividades e indicadores del desempeño
gubernamental y la existencia de archivos administrativos ordenados y
accesibles.
El reto de construir una cultura de transparencia
El otro reto significativo que enfrenta el derecho de acceso a la información
es el que corresponde a su ejercicio y aplicación. Desde luego que esto
corresponde al ámbito de la cultura cívica y valores predominantes en
una sociedad. No obstante, se requiere que sean las propias instancias
del gobierno, más las instituciones educativas, colegios de profesionales
y en general organizaciones no gubernamentales, quienes promuevan,
estimulen y aun ejerzan el derecho a saber que hacen los gobiernos,
para qué lo hacen, cómo y con qué lo hacen y qué resultados logran.
La existencia de un “núcleo impulsor” del derecho de acceso en cada
estado, municipio, comunidad, que promueva su conocimiento, uso y
reconozca los beneficios, es condición necesaria para transitar de un
238
derecho, reconocido por la norma, a un derecho visto como práctica
social y como mecanismo de exigencia de cuentas.
Es verdad que este tránsito requiere, como muchas otras prácticas de
ciudadanía fuerte, fortalecer la cultura cívica de la población, sobre
todo la de aquellos grupos que no tienen acceso, ya no digamos a la
información, sino a los servicios básicos de educación, salud, vivienda,
empleo, etc. Así podría verse el derecho de acceso como un mecanismo
para romper los círculos viciosos de la ignorancia, pobreza y apatía.
Así pues, un renovado y sanamente uniforme derecho de acceso a la
información y una cultura cívica y ciudadana que valore la información
y la participación social como un haber, serían dos retos y aspiraciones
para lograr la consolidación de tal derecho en México.
¿Qué ha pasado con las expectativas ciudadanas frente a las realidades
administrativas y burocráticas?
La aprobación de la Ley de Transparencia y la creación del ITAIPEM,
generaron expectativas que se pueden ubicar desde un extremo de
escepticismo cauteloso, hasta el otro, caracterizado por un optimismo
desbordado. En realidad, dos visiones del vaso de agua, medio lleno o
medio vacío.
Los escépticos suponían que la Transparencia y el Acceso a la
Información era sólo demagogia y que no se iba a proporcionar
información veraz, certera y confiable, es decir, se iba a maquillar, a
ocultar y a negar. Los optimistas pensaron que, ahora sí, se iba a saber
todo lo del gobierno y que en las páginas electrónicas prácticamente
encontrarían cualquier información que desearan.
239
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Respecto del papel del ITAIPEM, los escépticos pensaban que, como
órgano burocrático, conformado por burócratas (peyorativamente
hablando), dado que sus consejeros eran servidores públicos, el Instituto
no actuaría con autonomía, objetividad e imparcialidad y se pondría
del lado de las dependencias (o de los gobernantes), cuando tuviese
que resolver las controversias que se le presentasen. Los optimistas
suponían que el ITAIPEM mismo iba a concentrar toda la información
del gobierno y la iba a entregar a quien la solicitase o que por lo menos,
era el ITAIPEM quien pediría la información y no el particular. En otras
palabras, algunos pensaron que el ITAIPEM sería una especie de Archivo
General y otros un Gestor del Ciudadano frente al poder público.
El tiempo y la realidad ha ido ajustando y equilibrando las expectativas.
Hoy tenemos más información sobre la gestión pública que la que
se tenía antes de la Ley, aunque todavía carecemos de información
precisa en algunos rubros que la Ley considerar como obligatoria de
difundir (Por ejemplo: resultados de auditorias y responsabilidades de
servidores públicos).
Hoy se ha entendido que el ITAIPEM no es ni archivo ni gestor, sino más
bien una instancia que ha resuelto las controversias que ha conocido,
con estricto apego a la Ley, con imparcialidad y objetividad. De las
doce resoluciones que ha emitido, nueve se han cumplido y en otras
tres se ha dado vista al órgano de control interno para que establezca
las responsabilidades consecuentes.
No obstante, se discute si se le deben conceder facultades sancionatorias
al ITAIPEM, para obligar realmente a entregar la información cuando así
lo ordene.
240
Hoy 63 municipios tienen información pública de oficio en Internet,
pero otros tantos no están divulgando esta información, ni siquiera de
forma documental.
La Transparencia y el acceso a la información, en el Estado de México,
no ha estado exenta de resistencias. La resistencia no sólo son las
derivadas de un inicial desconocimiento de los propósitos, alcances
e implicaciones de la Ley, ni tampoco de la resistencia que producen
las rutinas burocráticas comunes. Paradójicamente algunas han sido
presentadas por algunos mandos jerárquicos superiores, quienes, no
obstante, reconocen las virtudes de los procesos democratizadores y
de la rendición de cuentas.
En contraparte, los ciudadanos (y en general las personas) empiezan
a entender los beneficios del ejercicio de su derecho a la información
y han empezado a experimentar su poder. Aunque todavía escaso,
este ejercicio ha permitido que el ciudadano exija cuentas a sus
gobernantes y valore el desempeño de sus autoridades.
Sin duda alguna, reconocemos que falta un gran camino que recorrer
para que el derecho de acceso a la información pase de la prescripción
normativa a la realidad cotidiana social y política; que se reconozca
por el ciudadano común los beneficios de vigilar a sus gobernantes y
corresponsabilizarse del quehacer colectivo; que los asuntos públicos
se dejen de ver sólo como asuntos gubernamentales y se perciban
como cuestiones que a todos nos atañen; en suma, institucionalizar
al derecho de acceso a la información y la transparencia, como
conjunto de reglas, valores y cultura que se traduzcan en conductas,
por los servidores públicos, apegados a la legalidad, equidad y ética
para ser eficaces y legítimos; y en su mayor sentido de ciudadanía,
corresponsable y participativa en los asuntos públicos.
241
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Conclusión
Las transformaciones deseables de la cultura burocrática, por una parte
y de la cultura cívica de la ciudadanía, por la otra, no son tareas sencillas
que se puedan lograr en un corto plazo.
En efecto, para modificar la secrecía y reserva que son históricamente
rasgos predominantes en el comportamiento de las burocracias se
requiere, no únicamente un marco jurídico adecuado (de suyo importante
y necesario pero no suficiente) sino una expresa voluntad de las mas
altas autoridades políticas con el fin de que impulsen una política
explícita de transparencia, como parte de otra política, mas amplia
de modernización administrativa. Se requiere también una expresa y
cotidiana convicción de los altos mandos administrativos para mantener
vigente, de forma constante, la transparencia y el derecho de acceso a
la información y el trabajo diario de todos los servidores públicos para
dejar evidencia documental de sus tareas, ordenar y resguardar esta
evidencia en expedientes y archivos organizados y resguardados.
Para construir una cultura cívica perneada por un ejercicio constructivo
e inteligente del derecho de acceso a la información, se necesita que
la ciudadanía (y las personas en general), aprecien el valor de esta
garantía fundamental y los beneficios personales familiares y sociales
que se pueden obtener con su utilización y estén dispuestos, además de
ejercer su función de verdaderos vigilantes del desempeño y actuación
de sus autoridades y representantes, exigiendo cuentas a quienes, por
otra parte, tienen la obligación legal y moral de rendirlas.
242
Solo así, acompasando estas transformaciones de ambas culturas,
burocrática y cívica, ambas requeridas de que asuman una mayor
responsabilidad social, podemos lograr que la transparencia y el
derecho de acceso a la información se conviertan en dos fuertes pilares
de nuestra vida democrática.
243
Abstract
La autora explica la relación no sincronizada entre la
globalización, la tecnología y la sociedad, en condiciones de
poder que se caracterizan por la alta complejidad que se
desarrollan en un mundo de transformaciones aceleradas,
lo cual exige que la comprensión de los acontecimientos y
los problemas debe realizarse no con patrones que postulan
la estabilidad armónica de los elementos de la vida, sino
que deben utilizarse modelos conceptuales más efectivos
Ambivalencia de que permitan identificar la relación interdependiente de la
fenómenos simultáneos o en sociedad, el Estado y las instituciones administrativas por
sincronía: Globalización, tecnología cuanto variables que influyen en el ámbito de la certidumbre
y sociedad. y el comportamiento de los hechos.
Adriana E. Bazán Trousselle*
Palabras clave: Administración pública, cambio, globalización,
sociedad y tecnología.
The author explains the non-synchronous relation between
the globalization, the technology and the society, in conditions
for being able that are characterized by the high complexity
which they are developed in a world of accelerated
transformations, which demands that the understanding of
the events and the problems must be realized with landlords
that postulate the harmonic stability of the elements of the life,
but do not have to be used conceptual models more cash
than they allow to identify the interdependent relation of the
society, the State and variable the administrative institutions
inasmuch as that influence in the scope of the certainty and
the behavior of the facts.
* Coordinadora de Investigación del Instituto de
Administración Pública del Estado de México.
Key words public Administration, change, globalization,
society and technology.
245
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Introducción
La década de los ochenta se signa por profundos cambios tecnológicos
en el contexto mundial, cuyos precedentes datan de dos décadas
anteriores. Sin embargo, no es hasta los años noventa, que se presentan
transformaciones inéditas.
Es a partir de este momento, cuando empieza realmente la posibilidad
de conocer y comprender un novedoso contexto de la realidad, en el cual
la interacción entre globalización, tecnología y sociedad adquiere una
diversidad de interpretaciones que suceden paulatina y progresivamente
dentro de distintas trayectorias y dimensiones, que se manifiestan en la
percepción o apreciación que se tiene, más de como es el mundo real.
Esta diversidad conlleva a una complejidad. Su naturaleza es
ambivalente, acelera y perturba los procesos de transformación y crea
nuevos escenarios.
La imperiosa necesidad de dar respuesta a escenarios presentes y
prospectivos obliga a contemplar como paradigma la complejidad
de procesos y la capacidad de dimensionarlos, para concebir la
interacción entre la pluralidad de variables cuantitativas y cualitativas
que intervienen.
En el contexto de la globalización, la tecnología y la sociedad, como lo
afirma Vizer (2007) han dejado de operar armónicamente. Conforman
procesos emergentes que se realimentan entre sí, generando
interdependencia, interconexión e influencia reciproca. La tecnología
no restringe su influencia a ámbitos concretos de la sociedad y su
desarrollo se ha convertido en una actividad complicada que tiende a
246
exceder el comportamiento social, alterando lo que es específico: las
creencias, ideas, expectativas y costumbres.
La conducta humana se caracteriza por sus ideas, valores,
tendencias, actitudes, pensamientos, creencias, comportamientos y
por las disposiciones normativas que la regulan. Cuando éstos están
ampliamente definidos por una comunidad, entonces está provista de
elementos en común por los cuales puede entender e interpretar su
propia realidad.
Esta área forma parte de la llamada cultura general o conocimientos
básicos fundamentales que se consideran necesarios para desarrollar
el comportamiento humano e integrarse a la vida social. Sin embargo,
resulta evidente que la tecnología se ha integrado como referente
cultural de la sociedad. Es una construcción social1 que promueve
nuevas formas de entender la realidad actual, provee la posibilidad de
adoptar y adaptar nuevas prácticas y concepciones por sus diversos
actores en un entorno geográfico y sistema social determinado. Si bien
no al ritmo y en la capacidad que exige la dinámica que desarrolla el
contexto global, si en forma gradual adoptando modelos que reflejan
ciertas características de grupos sociales predominantes.
Desde este punto de vista, es indispensable que las transformaciones
se adapten a las necesidades, exigencias y condiciones específicas
de la sociedad, promoviendo la inserción y participación del individuo
en nuevas formas de interpretar y estimar nuestra realidad, a partir de
Por constructo social se entiende “una entidad institucionalizada en un sistema social inventado
o construido por individuos de una cultura o sociedad específica, quienes al interactuar acceden
a comportarse como si existiera, construyendo su propia realidad social”. En: http://es.wikipedia.
org/wiki/Constructo_Social
1
247
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
una voluntad política que, mediante nuevas prácticas administrativas,
conduzca y oriente sobre la tendencia y direccionalidad a seguir. Siendo
pertinente una consciencia científico-técnica acorde a la realidad
social, con una cultura tecnológica que favorezca el condicionamiento
de enfrentar y asimilar con mayor éxito los cambios tecnológicos más
allá de sus contenidos particulares y, por ende, mejorar la capacidad
y disponibilidad de los individuos para convivir en una sociedad del
conocimiento.
Conceptualización
Para profundizar en el tema específico que se aborda, resulta adecuado
para una aproximación al problema, recurrir a la definición de los términos
aquí involucrados y que se relacionan entre sí, en forma conjunta.
No obstante, esta no es una tarea fácil y la dificultad comienza en la
propia definición de los mismos (globalización, tecnología y sociedad).
La globalización corresponde al anglicismo procedente del idioma
inglés globalization, que equivale a global. Contempla una diversidad
conceptual, aplicación e implicación. Acepciones múltiples de distintas
dimensiones, que se enfocan a todos los ámbitos: político, económico,
social, cultural, entre otros.
Sin embargo, para efecto del presente artículo, la globalización en sí
misma es un proceso continúo y dinámico que sobrepasa las fronteras
de los Estados para alcanzar una interacción e interdependencia entre
los países.
248
En ese sentido, debemos concebir a la globalización como un contexto
externo cuyos términos de acceso y orientación están impuestos y
determinados a priori.2
Por lo que respecta a la tecnología, referente incondicional e inobjetable
de la globalización y que es inevitable asignarle ciertas connotaciones
negativas, es una palabra de origen griego, τεχνολογος, formada por
tekne (τεχνη, “arte, técnica u oficio”) y logos (λογος, “conjunto de
saberes”).3 Se define como el conjunto de teorías y técnicas que permiten
el aprovechamiento práctico del conocimiento científico.4
La tecnología es conocimiento científico, valor cultural y forma
organizacional de la sociedad, y está orientada a objetivos sociales
predeterminados implicando siempre el factor innovación.
Finalmente, la sociedad del latín “societas” (gen. “societatis”)
“compañerismo, asociación, unión”, de “socius” - “aliado, compañero”
y ésta del verbo “sequor”-“seguir”.5 Se define como la “forma de
convivencia de los seres humanos entre sí y con el entorno resultado de
la práctica consciente, comunicativa, instrumental, diversa y permanente
orientada a satisfacer necesidades materiales y espirituales. Según
Bagú6, lo social, como el modo en que los hombres se relacionan entre
sí, se caracteriza por los siguientes elementos: a) contacto entre dos
Barrera, Fuentealba Adolfo. El funcionalismo y los procesos de integración, En: www.monografias.com/trabajos11/funpro/funpro.shtml
3
En: http://es.wikipedia.org/wiki/Tecnolog%C3%ADa
4
Diccionario de la Real Academia Española, 2006.
5
Etimología de la Lengua Española. En: http://etimologia.wordpress.com/2007/09/09/sociedad/
6
Bagú, S. Tiempo, Realidad Social y Conocimiento. México, Editorial Siglo XXI, 1989, p.p. 81-90.
2
249
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
o más individuos que generan un proceso de interacción, de mutuas
influencias, de intergeneración; b) inserciones previas al nuevo contacto,
cuyas características dependen del tipo de sociedad global a la que
pertenece el individuo y resultan de una historia de vida personal, en
una cosmovisión; c) esquema de definición participante, es decir, el
conjunto de elementos, especie de síntesis de la historia individual que
puede ser activo cuando conduce a modificar una situación o pasivo,
cuando conduce a reiterarla; d) instrumental material que permite que
las situaciones no sean fugaces y los conjuntos que se construyen
reiterados”.7
Impacto que ha tenido la tecnología en la sociedad
y el contexto de la globalización
Interpretar y comprender lo que representa la tecnología en la actualidad,
sin dejar de desconocer sus ventajas y beneficios, se ha convertido en
un referente obligado para entender la diversidad de realidades en la
sociedad.
El carácter ambivalente del acelerado avance científico-tecnológico
trae consigo factores negativos como la dificultad de adaptación y la
contraposición a los elementos socioculturales de la sociedad. Debido a
ello, los individuos adoptan diversos comportamientos o actitudes ante
dicho adelanto, que se traduce en una percepción subjetiva e individual
sobre la ciencia y tecnología.
7
Glosario de términos en CTS. Definiciones básicas en el campo Ciencia-Tecnología-Sociedad.
250
El modelo actual de sociedad se caracteriza por la fragilidad de la
predicción sobre el curso de sus acontecimientos y la tensión que
perturba la vida cotidiana, lo que a su vez se complica con la falta de
identificación entre el individuo y los medios que utiliza para transformar
su ambiente. Aún cuando el entendimiento entre los individuos, su mutuo
reconocimiento y la pertinencia de sus comportamientos en la escena
social, favorece una cierta regulación y equilibrio (Martínez, 2005).
Una constante en nuestra sociedad es el interés e inquietud por
involucrarse en el campo de la ciencia y la tecnología. Aspira a conformar
un nuevo modelo de vida con una amplia gama de posibilidades de
entender y comprender su propia realidad a través de la generación,
asimilación y difusión del conocimiento. Aún más importante, influir en
forma definitiva en su desarrollo. Sin embargo, el paso de la información
al conocimiento no es una prioridad. Esta circunstancia continúa siendo
imperante en nuestra sociedad, causando desajustes y tensiones en su
propia organización estructural y funcional.
La tecnología se integra a la sociedad asociándose a diversas formas de
manifestación de la conducta humana, misma que es institucionalizada
con base en una actuación pública legitimada en un contexto social
específico. En consecuencia, la realidad social es construida con una
orientación determinada de acuerdo a una serie de estereotipos definidos.
Donde la sociedad se automatiza a través de la práctica repetida de
patrones, que conducen a la redescripción de representaciones. Este
proceso en el ámbito tecnológico sigue imponiendo la tesis de una
calidad de vida con base en dos supuestos: una mejora continua o su
factibilidad en un futuro no muy lejano, situando a la tecnología como
un fin en sí misma y no como instrumento para lograr un progreso.
251
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Es un hecho social, la ciencia y la tecnología son solo una parte del
conjunto de elementos que configuran la totalidad del universo y
sus múltiples expresiones transforman a la realidad. Neutralizar sus
efectos negativos conduce a legalizar y legitimar nuevas capacidades
institucionales, una mayor participación del ciudadano en la toma de
decisiones, una nueva forma de identidad, una nueva actitud (activación
cognitiva y práctica del hombre común). Por tanto, es imprescindible
un entorno donde la sociedad y la tecnología se erijan como variables
claves y ejerzan una relación recíproca. Han de compartir planteamientos,
problemas y soluciones potenciales, así como la necesidad de ambientes
que propicien convergencias y congruencias es indiscutible y requiere
de respuestas acordes y apropiadas a esta realidad.
Por una representación social con base en una
cultura tecnológica
La acepción cultura es un elemento que se manifiesta en nuestra
sociedad, es la representación de símbolos, significados, valores,
instituciones y conductas, que la caracterizan, identifican y distinguen.
Es un término que describe la vida de los individuos en sociedad.
Esta provee la percepción y cognición que codifican su realidad para
condicionar su actuación de modo integral entre individuo-medio.
El concepto de cultura subyace para la reconstrucción de la sociedad a
partir de sus productos materiales. Por tal motivo, la cultura y la tecnología
son interdependientes, la capacidad de la primera conduce a introducir
en su seno a la segunda y cuando una cambia necesariamente modifica
a la otra, generando un nuevo orden social condicionado por ambos
procesos dinámicos. Así la cultura es una dimensión que representa una
actitud intelectual y estética a la apertura tecnológica.
252
Es sólo por medio de una cultura tecnológica que la sociedad logrará
comprender su entorno en un mundo globalizado. Una cultura
tecnológica que conscientice a los individuos de una sociedad para
interactuar, interpretar y asociarse con la realidad. Concienciar8 a la
sociedad significa brindarle la oportunidad de poseer conocimiento
sobre sí misma, sobre su existencia y su relación con el mundo.
Nuestra cultura depende cada día más de un conocimiento standard,
hasta ahora reservado a la comunidad de expertos, quienes inmersos
en la misma sociedad deben también estar concientes de la dimensión
de su actuación. Se requiere del desarrollo de una cultura tecnológica
que permita ordenar a la sociedad de acuerdo con su capacidad de
entendimiento para adquirir, interpretar y comprender la información
científica-tecnológica y tener potencial para discernir y opinar.
La cultura tecnológica debe ser acotada en términos de las
características propias de la sociedad. Así el interés de identificar los
diferentes segmentos de la población inmersos en los espacios de
actuación pública, privada y social, implica que de manera inmediata
y consensuada se adopten soluciones en función de la interacción
de variables varias (impacto sociocultural) ante las demandas de la
sociedad condicionada a las exigencias del nuevo orden mundial.
De este modo, la cultura tecnológica ofrece una visión integral de las
modalidades de la conducta humana y postula una concepción del
hombre como una unidad que se compromete con sus potencialidades,
en cada uno de sus actos. Ser capaz de decidir conjuntamente
nuestra convivencia, nuestra actitud ante el desarrollo tecnológico, el
8
“Conscientia” significa literalmente “con conocimiento” (del Latín: cum scientiā).
253
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
conocimiento y entendimiento necesario para relacionar juicios, valores
y elecciones. Más aún, comprender la etapa de transición de una
sociedad que se caracteriza por el entrecruzamiento o confluencia de
variables diversas que, hasta hoy, suponemos que estamos obligados
a cambiar o adecuar. Sin tomar en cuenta que sólo se trata de una
etapa más del devenir histórico. Se trata de un determinismo científicotecnológico que a pesar de la complejidad del contexto global y su
impredictibilidad práctica es un proceso de evolución con principios y
reglas predeterminadas.9
Una cultura tecnológica como mecanismo de orden social y cooperación
que dirija y regule el comportamiento de la sociedad, debe trascender
la vida de los individuos al identificarse con la permanencia de un
propósito social.
En ese sentido, se entiende por cultura tecnológica un amplio aspecto de
teoría, práctica, conocimientos y habilidades, por un lado conocimientos
relacionados con el espacio construido en el que desarrollamos nuestras
actividades y con los objetos que forman parte del mismo; y por otro
lado, las habilidades, el saber hacer, la actitud positiva que posibilite
no ser espectadores pasivos en este mundo tecnológico en el que
vivimos.
El entendimiento básico del potencial tecnológico puede ser fulminante
en la sociedad para el surgimiento de una nueva forma de pensar y
de actuar, que permita a esa sociedad debatir las circunstancias e
implicaciones en la creación de un nuevo significado de su realidad
social. Imponiendo como instrumento común la interacción entre el
individuo-tecnología para generar un equilibrio social.
Determinismo científico. En: http://es.wikipedia.org/ wiki/ Determinismo_cient % C3 % ADfico #
Introducci .C3.B3n
9
254
Ante la emergente necesidad de cambiar la naturaleza misma de la
sociedad y transformar su ambiente con individuos más participativos
y con nuevas exigencias y necesidades, es requisitito indispensable
renovar nuestra cultura hacia un nuevo paradigma. Un paradigma
que garantice una fortaleza estatal, resultado de un buen gobierno,
consciente de su deber para con la sociedad y una administración
pública eficaz y eficiente.
Imperativo
de
primer
orden:
la
responsabilidad
política y administrativa
Sin duda alguna, la obligación de responder ante y a la altura de los
nuevos acontecimientos, exige al conjunto de órganos de gobierno y
a su capacidad de gestión impulsar, orientar y conducir a la sociedad
hacia el conocimiento y transformación de la realidad. Su comprensión
es requisito imprescindible para crear un marco referencial acorde a
nuestro entorno y determinado por un nuevo comportamiento de
carácter público.
Hoy en día, el panorama que predomina es de oposición y resistencia entre
la sociedad y el gobierno, particularmente en un sistema institucional que
no responde ante lo público, el ejercicio de su actividad administrativa
no satisface las nuevas necesidades, exigencias y expectativas de la
sociedad. El contexto actual relega a segundo plano la correspondencia
e interacción entre Estado-sociedad, dando prioridad a las continuas
variaciones y contingencias de fenómenos contrapuestos que generan
crisis cuyas consecuencias tienen una repercusión directa en la toma
de las decisiones y el destino de una sociedad.
255
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Sin embargo, la valoración actual expresa una afirmación: el Estado
continúa desempeñando un papel fundamental para el desarrollo de toda
sociedad, aún cuando, debe reestructurarse y funcionar en una forma
distinta a la tradicional, que es cada vez más inoperante e impracticable.
Aceptar la complejidad de nuestra realidad en sí, enfrentar contingencias,
vincular nuestro actuar con el dinamismo de los acontecimientos, crear
condiciones concretas e identificar al ciudadano con su entorno, es el
nuevo marco de referencia para recuperar el papel del Estado.
En ese sentido, la responsabilidad política y administrativa de la
función pública es pieza clave para concienciar a la sociedad a través
del cumplimiento de su deber para con esta. Su ejercicio conduce a
recuperar con orientación y definición política, la confianza de sus
ciudadanos, el sentido común en sus percepciones, el respeto a la
autoridad, la capacidad de interrelacionarse, la valoración positiva de
su actuar, la legitimidad de sus instituciones y el estado de bienestar,
prosperidad y estabilidad.
La responsabilidad política y administrativa, entendida como la
obligación de responder frente al gobernado, es el medio por el cual se
pueden desarrollar capacidades y potencialidades, para el rendimiento
práctico de la administración pública, lo que implica traducir en
decisiones políticas los requerimientos y demandas sociales, enfrentar
los desafíos de nuestra realidad y una visión estratégica para una
continua transformación. Es la capacidad de gestión estatal que conlleva
a la comprensión del compromiso que emana de una legitimidad
democrática.
256
La sociedad invoca el sentido de responsabilidad determinada por la
especificidad del quehacer público, por el lugar que ocupa y por el
papel del Estado en el mundo contemporáneo. Apela a la fuerza máxima
del Estado: la racionalidad, la objetividad, la congruencia, la legalidad,
la honestidad y los valores. Resultado de la correspondencia entre la
pretensión y la acción de gobierno. Así como de la afirmación en la
certeza del cumplimiento puntual y oportuno de su deber.
Es aquí en donde el principal reto a cumplir es de carácter cultural.
La estrategia de la cultura otorga el poder necesario para reconstruir
el control político, social, económico y entonces el papel del Estado
como representante legítimo de las demandas diferenciadas y el interés
común ante las circunstancias externas y los problemas internos.
La cultura es un elemento indispensable que permite la interacción entre
diferentes actores, conscientes de una realidad social determinada
y de la responsabilidad que a cada uno corresponde. Interviene
decisivamente en la construcción social como componente sustancial
en la orientación y conducción del actuar gubernamental con mayor
poder de determinación para realizar los objetivos que le son propios.
Evidentemente, en la medida en que logremos recuperar el control
vinculando los efectos de los fenómenos de globalización y tecnología
a hechos sociales concretos, estaremos en la posibilidad de ofrecer
alternativas para la conformación de modelos de sociedad incluyentes
en el nuevo contexto mundial.
257
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Conclusiones
Integrar como referente cultural a la tecnología en un contexto de
globalización ofrece la posibilidad de aproximarse a la comprensión de
nuestra realidad, al mantenimiento del orden social, al equilibrio entre
las relaciones interdependientes y a la trascendencia de la sociedad.
Enfrentar eficaz y eficientemente los efectos negativos de la tecnología
no se efectúa solamente a través de políticas, sino también construyendo
un modelo social oportuno y conveniente a los tiempos actuales, que
refleje nuevos valores, perspectivas y visiones. Ante una situación
compleja se requiere también de soluciones complejas para lograr una
aceptación, confiabilidad y credibilidad institucional que garanticen una
relación armónica entre el dominio socio-cultural y tecnológico.
Como medio relevante de transmisión cultural es conveniente la
modificación de la actitud del ser humano y su reflejo en su conducta
exterior, creando consciencia tendiente a mejorar el entendimiento sobre
la utilidad del conocimiento tecnológico y contribuir a su innovación y
especialización, desde una perspectiva de interacción múltiple en un
tejido social reformado.
El
cumplimiento
de
la
obligación
de
responder
política
y
administrativamente, garantiza la gobernabilidad, entendida como el
atributo propio de un Estado moderno, un buen gobierno y una gestión
pública eficiente.
258
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261
Abstract
Los autores analizan la importancia de que la Administración
pública rebase modelos tradicionales de conocimiento para
que responda con mejores elementos a los retos del siglo XXI,
en el cual la sociedad, los ciudadanos y las organizaciones
civiles obligan a revitalizar la capacidad de respuesta de
los gobiernos locales, porque en su ámbito, se originan la
exigencia para que sean no sólo democráticos, sino también
eficientes, debido a que la pluralidad y la diversidad de la vida
La Administración Pública social y política, es un factor que aumenta la complejidad de
tradicional y los desafíos de la los asuntos públicos y éstos no pueden ni deben abordarse
globalización en el siglo XXI. Un con instrumentos que exaltan más el pasado, sino con
acercamiento a los gobiernos aquellos que explican los procesos de cambio.
locales
Palabras clave: Democracia, eficiencia, gobierno, instituciones
y globalidad.
Jesús Juan de Dios Gastélum Celaya*
Ramón Francisco del Cid Navarro*
* Maestros en Administración Pública por el Instituto
Sonorense de Administración Pública, A.C.
The authors analyze the importance of which the public
Administration exceeds traditional models of knowledge
so that it responds with better elements to the rest of
the 21st century, in which the civil society, citizens and
organizations force to revitalize the capacity of answer of
the local governments, because in his scope, they originate
the exigency so that they are not only democratic, but also
efficient, because the plurality and the diversity of the social
and political life, are a factor that increases to the complexity
of the subjects public and these cannot nor must approach
themselves with instruments that raise the past the more,
but with that explain the change processes.
Key words: Democracy, efficiency, government, institutions
and overall nature.
263
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Introducción
El gran desafío de los gobiernos en los tiempos actuales es el
adelgazamiento de sus estructuras administrativas y el abandono del
modelo tradicional burocrático, interventor e impositivo, para dar paso
a un modelo incluyente y democrático en donde las organizaciones
de
ciudadanos,
debidamente
representadas,
tengan
mayores
márgenes de interlocución con el Estado, ganando espacios públicos
y participar en el diseño, implementación y evaluación de las acciones
gubernamentales.
Para cumplir con su objetivo, el presente artículo inicia con un
acercamiento a la ciencia de la administración pública y su relación
con el Estado, ciencia que, junto a la política, constituyen los
pilares tradicionales del Estado, manteniendo cada una de ellas sus
componentes y particularidades especiales. Al ser la administración
pública un instrumento de la política, su función está destinada al
significado y esencia de lo que es la sociedad y el Estado; y no se
circunscribe a los principios administrativos universales, que tienen
por objeto la aplicación de técnicas y procedimientos en la dirección y
organización de las empresas privadas.
En ese sentido, se analiza la importancia que tiene la participación
ciudadana en tanto sociedad activa para la producción de la acción
pública y la necesidad de la reforma del Estado y la consolidación de la
nueva gestión pública.
264
Para ello hemos dividido el documento en los siguientes subtemas: La
Administración Pública; Gobiernos Locales; Participación Ciudadana
(globalidad y recuperación del espacio público, ciudadanización y
grupos de interés) y la Nueva Gestión Pública.
La administración pública
Entre los debates más importantes que se han presentado a lo largo
de los últimos años, es de si la administración pública es una ciencia,
disciplina, práctica o conjunto de destrezas destinadas a explicar la
acción gubernamental, así como su objeto de estudio. Hood y Jackson
(1997), afirman que la administración pública “no tiene un denominador
común que permita categorizarla de manera universal tanto por su
objeto de estudio como por su método de investigación”. Sin embargo,
desde la formación de la administración pública, con Bonnin a la cabeza
en la Francia del siglo XIX, “se plantea como una ciencia social, ya que
los argumentos que la sustentan dan cuenta de su identidad autónoma,
su objeto de estudio y su método de investigación” (Hood y Jackson,
1997).
Es innegable que desde la aparición del Estado, éste ha sido acompañado
por la administración, la que adquiere un carácter científico de estudio
con Bonnin en Francia. “El desarrollo de la administración pública
permitió durante muchos años aprehender los diversos aspectos de la
acción gubernamental” (Cabrero, 1998). Ha sido compañera inseparable
de la evolución del Estado, desde su forma de Estado gendarme hasta
el Estado actual. No obstante, Cabrero Mendoza sostiene que el objeto
de estudio de la administración pública “no pudo seguir más en el
‘contenedor’ y rebasó los límites del enfoque tradicional” (Cabrero,
1998).
265
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Su influencia en España y las aportaciones de Alemania, Italia y México
en el estudio de la ciencia de la administración pública, la mantuvieron
con ese carácter hasta mediados del siglo XX en nuestro país. Es en
México, con la obra de Luis de la Rosa De la administración pública
de México y medios para mejorarla (1852), en donde ya se formula la
dicotomía política-administración.
Se ha sostenido que el Estado, como ente, se apoya en dos grandes
pilares: la política y la administración, binomio que, si bien es cierto,
tienen cada uno sus componentes y particularidades especiales,
no pueden disociarse. Y si a esto agregamos que la administración
pública se ha considerado como un instrumento de la política, no debe
circunscribirse a los principios administrativos de manera universal,
pues existe una clara diferencia entre los objetivos de lo público y lo
privado, en tanto que la administración pública “se inscribe en lo que es
la sociedad, hacia dónde se dirige, qué medios requiere para conseguir
su desarrollo y bienestar y cuál es la misión del Estado para asegurar
las condiciones de la vida de la comunidad” (Hood y Jackson, 1997);
aspectos que no abordan los principios administrativos, precisamente
porque se trata del significado y esencia de lo que son la sociedad y el
Estado, y el objeto de estudio de aquéllos gira en torno de la empresa
privada.
Arturo Ordaz Álvarez, en su introducción al ensayo: Gobierno Municipal,
gestión y desarrollo (2007), sostiene que “el Estado, y por lo tanto la
administración pública, tienen como fin de su acción un propósito dual:
de orden público y de tipo político, fines que le llevan a desarrollar
diversas funciones dirigidas a la prestación de servicios y la concreción
de obras públicas, por un lado, y a la conservación del orden social y la
reproducción de las condiciones necesarias para el sostenimiento de la
vida de la sociedad civil”.
266
Por otra parte, la complejidad y el tamaño de las estructuras
gubernamentales, dan origen a una nueva lógica de la acción
gubernamental y esa lógica se diversifica en varias lógicas, como por
ejemplo la disputa de espacios y recursos por parte de las dependencias
gubernamentales y una excesiva intervención estatal. “En medio de
esta fragmentación, los grupos organizados de la sociedad comienzan
a introducirse por todas las rendijas. La acción gubernamental deberá
ser en adelante mucho más interactiva con agentes y agencias no
gubernamentales” (Cabrero, 1998). A partir de este momento el quehacer
del gobierno sufre una transformación, se enfrenta a una nueva realidad,
termina por ser un Estado “regulador” y la acción gubernamental, objeto
de estudio de la administración pública tradicional, pierde sentido.
En los países latinoamericanos, -hasta antes de la reforma gerencial
que han venido desarrollando algunos gobiernos-, las administraciones
públicas se caracterizaban por modelos de corte burocrático weberiano,
que impedían la profesionalización del servicio público. Pero esta
profesionalización, debe ir acompañada de la democratización del
servicio público que modifique la estructura organizacional de la actual
burocracia y transite de un estado rígido a uno más flexible, participativo
y horizontal; que responda a las exigencias de una ciudadanía cada vez
más demandante y vigilante de la acción gubernamental.
En México, como en otros países del continente, es imperativa la
reforma del Estado que no sólo contemple la reforma gerencial de la
administración pública sino que haga frente a los desafíos económicos,
sociales y políticos de nuestros países y, en consecuencia, garantice
procesos electorales y mecanismos de participación ciudadana
auténticamente democráticos, aliente el desarrollo económico con
carácter sustentable y resuelva el problema de la distribución de la
riqueza. Porque la reforma del Estado, para que sea eficaz y tenga el
267
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
impacto real frente a la sociedad, no puede ser posible en un ambiente de
desigualdad social, marginación, ignorancia, inestabilidad económica,
impunidad, corrupción, centralización administrativa y vicios añejos en
el ejercicio del poder.
En tal sentido, se hace necesario iniciar o, en su caso, consolidar la
reforma gerencial del Estado, lo que equivale a la modificación estructural
del aparato administrativo que haga realidad las reformas regulatorias
y la profesionalización administrativa; que propicie y forme servidores
públicos con una verdadera mística de servicio y cultura administrativa
e inhiba el excesivo formalismo administrativo. Este es el modelo de
aparato estatal que se requiere para hacer frente a los desafíos de la
globalización en el siglo XXI.
Gobiernos locales
El municipio es la célula básica de nuestra vida pública. Es un imperativo
para los ayuntamientos resolver sus problemas cotidianos de servicios
públicos municipales, por lo que sus administradores públicos deben
poner permanentemente en práctica la racionalidad y el consenso,
como pilares fundamentales del enfoque de las políticas públicas, cuyo
principal objetivo es que las prácticas gubernamentales sean ejercidas
con legitimidad y eficacia.
Los gobiernos locales en nuestro país no son ajenos al modelo
tradicional de administración pública. De acuerdo con Enrique Cabrero,
la visión tradicional de un gobierno municipal en México es la de una
agencia administradora de servicios públicos, particularmente aquellos
que la Constitución federal asigna a este ámbito de gobierno. Desde
268
esta perspectiva se atiende esa función con una visión “minimalista”;
de hecho en muchos casos se prefiere que el orden estatal de gobierno
asuma la responsabilidad de parte de esos servicios. (Cabrero, 2005).
Asimismo, “el municipio como entidad material, representa una realidad
compleja. En términos históricos es posible comprender su origen y
desarrollo como parte del pacto federal, dibujando un derrotero que,
hasta el momento, lo coloca en una posición secundaria como resultado
de un mal planteado federalismo mexicano” (Ordaz, 2007).
La estructura piramidal, propia del modelo de administración burocrática
existente, inhibe la participación de la iniciativa privada en la prestación
de los servicios públicos municipales, en donde el gobierno municipal
“asume la responsabilidad de prestación de los servicios mediante
modalidades de prestación directa por la administración municipal
como agencia productora exclusiva, sin participación de otros
agentes”. (Cabrero, 2005). Lo anterior propicia que la calidad de los
servicios públicos sea deficiente y da lugar a lo que Cabrero denomina
“la obsolescencia de los sistemas de prestación de servicios públicos”,
al afirmar que “ni los niveles de cobertura que el crecimiento requiere
puedan ser atendidos, ni la calidad que la ciudadanía demanda pueda
ser satisfecha”.
Otro aspecto que aleja a los gobiernos locales de la reforma gerencial
de la administración pública, es la escasa profesionalización de los
administradores locales. “Uno de los problemas más graves en la gestión
de los gobiernos locales en México es la ausencia de un sistema de
función pública que otorgue estabilidad en el empleo mediante méritos
en el ejercicio de las funciones”. (Cabrero, 2005). El sistema electoral
vigente en nuestro país establece la elección de las administraciones
269
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
municipales cada tres años, lo que dificulta la formación y capacitación
profesional de cuadros medios y superiores, al ser relevados una vez
concluida la administración para la cual fueron invitados. Baste revisar
los datos que a continuación se señalan.
Según el censo municipal de 2000, en ese año existían 182 776
empleados de base (sindicalizados), 250 677 empleados de confianza
y 44 557 empleados eventuales en el total de municipios del país. Se
puede pensar de acuerdo con los calendarios electorales, que cada
año entre 70 000 y 80 000 empleados municipales (de confianza o
eventuales) son sustituidos, lo cual no permite capitalizar la experiencia
adquirida a lo largo de tres años y por el contrario abre la puerta a
nuevos elementos que generalmente no tienen experiencia en estas
labores. (Cabrero, 2005).
La alternancia partidista en las administraciones de los gobiernos
locales, no sólo ha retrasado el servicio profesional de carrera, sino que
ha impedido que programas y planes diseñados con visión de mediano
y largo plazos, y que han demostrado efectividad en el cumplimiento
de sus objetivos, sean modificados y hasta cancelados, en respuesta a
estrategias del partido político en el gobierno y, en no pocos casos, al
estilo personal de gobernar del funcionario en turno.
En consecuencia, el escenario de las administraciones locales presenta,
de acuerdo con Cabrero, rezagos administrativos importantes, con base
en los siguientes aspectos que el propio autor señala: la persistencia
de estructuras administrativas tradicionales (inadecuadas a la amplia
agenda de asuntos urbanos locales, lo cual genera lentitud y asignación
ineficiente de los escasos recursos disponibles); sistemas de gestión
de servicios públicos municipales técnicamente obsoletos (falta de
270
actualización técnica e insuficiencia en cobertura y calidad); escasa
profesionalización de los funcionarios locales (falta de experiencia y
rotación excesiva); ausencia de sistemas de planeación municipal (falta
de una visión de mediano y largo plazos del desarrollo urbano; planeación
normativa y de corto plazo); ausencia de instrumentos para una gestión
integral del desarrollo local (visión limitada al gobierno local, que se ve
como agencia administradora encerrada en sí misma, sin capacidad de
articulación de la acción pública local) (Cabrero, 2005).
La racionalidad y el consenso se dificultan con el ejercicio gubernamental
empirista y autoritario, y exigen de las autoridades la mayor preparación
posible y grados importantes de consenso popular. En países como el
nuestro, el reto es particularmente difícil cuando otro estado de cosas
ha privado históricamente. Por ello, con mayor frecuencia se recurre al
tema de la gobernabilidad en las democracias y lo difícil que le resulta a
los gobernantes producirla y mantenerla.
Resulta claro que en los últimos tiempos la ciudadanía ha tomado
conciencia de la importancia de su papel en la gestión pública y participa
de manera organizada en la solución de sus problemas más inmediatos,
en un marco de cooperación con las autoridades municipales.
Los ayuntamientos han comenzado a explorar esquemas de participación
en armonía con la sociedad, buscando que la misma no sólo sea receptora
de los servicios públicos, sino promotora, organizadora e incluso
sancionadora de los mismos. La cogestión ayuntamiento-sociedad civil
no implica la renuncia o el desconocimiento de la responsabilidad de
la institución pública, sino el involucramiento decisivo de la ciudadanía
en la atención de los problemas más inmediatos. Estos esquemas de
cogestión pueden expresarse en convenios suscritos con asociaciones
271
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
vecinales, civiles o la iniciativa privada. El nivel de concreción de la
acción gubernamental, frente a frente con los ciudadanos, se aprecia en
el ámbito municipal. El gobierno municipal incide de distintas maneras en
el desarrollo local, sirviendo de complemento a las políticas impulsadas
desde los gobiernos federal y estatal, esto se logra a través de diversos
mecanismos de coordinación intergubernamental (Ordaz, 2007).
Gestión de la comunidad por la comunidad misma, es un concepto que
debe rescatar el sentido social de la política pública; un sentido social
entendiendo a la sociedad no sólo como la receptora de los servicios y
bienes públicos sino como copartícipe del diseño y concepción de los
mismos.
Participación ciudadana
En nuestra vida pública, existen fuertes inercias que requieren de
fuertes dosis de talento, organización y voluntad política para poder
ser frenadas. El paternalismo es una de ellas, su lógica se explica en
un contexto donde las autoridades requerían y por tanto fomentaban
la apatía de los ciudadanos en cualquier tema público, esto evitaba la
movilización social y facilitaba ejercer un esquema de dominación sobre
las capas ciudadanas. En contraposición a la inmovilidad política y la
apatía cívica, el gobierno tenía la responsabilidad de proporcionar los
servicios públicos como mejor fuera posible.
Este panorama, con la apatía ciudadana, prevalece con facilidad durante
décadas hasta que diversas variables terminaron por erosionarlo –el
proceso de globalización entre los principales y que abordaremos en lo
sucesivo-, al grado de que hoy día ninguna autoridad puede prescindir
de la opinión y la participación ciudadana si pretende mantenerse en el
272
poder. Las razones del cambio son muy diversas, por un lado podemos
apreciar una clara evolución de la cultura política ciudadana, a la par
de la decreciente ineficacia de la administración pública tradicional
para continuar prestando los servicios por sí sola. A estos dos factores
podemos agregar un tercero clave: la realización de comicios cada vez
más confiables, a través de los cuales la ciudadanía podría optar por
diferentes opciones que pudiera o por lo menos prometieran mejorar los
servicios públicos.
La democracia moderna se caracteriza por sociedades más activas,
mayormente informadas y contestatarias, y con tendencia a ser más
organizadas. A mayor información, activismo y organización existen
márgenes más amplios de participación social, condición sine qua
non para ganar el espacio público. Este solo escenario nos plantea
flexibilizar un aparato burocrático supremo y vertical, sin atención al
consenso y altamente concentrador de poder. Por ello, coincidimos con
el punto de vista de Uvalle, en el sentido de que las sociedades activas,
informadas y organizadas, es la constante en la etapa de la globalidad,
lo cual implica que la redistribución del poder es una de las tendencias
más destacadas en la vida contemporánea. Con la redistribución del
poder, las sociedades dejan atrás formas de repliegue que limitaban
sus capacidades de maniobra y quedaban, por tanto, supeditadas a las
políticas que acreditaban la supremacía del aparato del Estado sobre la
vitalidad de los movimientos ciudadanos (Uvalle, 2006).
A lo anterior, se añade otro elemento de análisis: la acción pública. “Frente
a la desbordada acción estatal, emerge con vitalidad la acción pública…
(que) se origina en la sociedad, con los organismos civiles y con los
movimientos que proclaman más sociedad y menos Estado…significa
que la sociedad activa asume posturas más emprendedoras para evitar
273
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
la distancia innecesaria entre el mercado, la vida colectiva y el Estado”
(Uvalle, 2006). Para Jean-Claude Thoenig, citado por Enrique Cabrero,
la acción pública es “la construcción y calificación de los problemas
colectivos por una sociedad, problemas que ella puede delegar a una o
varias agencias gubernamentales, en su totalidad o en parte, así como
la elaboración de respuestas, contenidos, instrumentos y procesos para
su tratamiento” (Cabrero, 2005).
Este mismo autor hace referencia a Patrice Durán, “quien nos invita a
partir del análisis de la acción pública como recurso necesario para
entender los nuevos desafíos de la gobernabilidad en las sociedades
contemporáneas, -y sostiene, además, que- gobernar es conducir
la acción colectiva, y para ello se requiere la construcción de una
acción pública, la cual no sólo se reduce a la acción de los gobiernos”
(Cabrero, 2005). Uvalle, por su parte, dice que “la acción pública no es
en sí misma acción de gobierno, sino que a partir de la contribución de
los ciudadanos, se define como pública porque significa que no hay
cotos cerrados de actuación, sino elementos compartidos para que la
cooperación social sea más efectiva” (Uvalle, 2006).
Se hace necesario reflexionar sobre los diferentes tipos de gobierno y
sociedad para establecer el grado de intensidad con que se manifiesta
la acción pública. Un gobierno tradicional y una sociedad apática
(que no coopera) producen una acción pública de baja intensidad;
un gobierno innovador y una sociedad activa (con propensión a la
movilización) generan una acción estratégica y por último, el resultado
de la convergencia de un gobierno transformador y una sociedad
cooperativa es una acción pública de alta intensidad. (Pineda, 2007).
274
Queda claro que hoy en día se requiere de mayor participación ciudadana
para complementar y eficientar la administración pública. El reto es
cómo diseñar instancias y procedimientos que permitan canalizar
adecuadamente el torrente de la participación ciudadana. Ahora bien,
ha quedado demostrado que si estos canales no se implementan
adecuadamente en tiempo y forma, la ciudadanía habrá de rebasar a
las autoridades en este terreno.
La participación ciudadana debe entenderse a partir de mecanismos
eficaces de representación, pues es prácticamente imposible tomar
decisiones públicas desde la perspectiva de una “acción masiva”
sin reglas ni procedimientos. De ahí la importancia de fortalecer los
mecanismos de representación social y política que den cauce a las
demandas, propuestas e intereses de la ciudadanía. Tampoco es posible
pensar que a partir de la participación ciudadana se resolverán todos
los problemas públicos. “Invocar la participación ciudadana fuera de
las reglas institucionales, conduce a que los procesos de gobierno no
sean exitosos porque las prácticas masivas no son equivalentes a más
eficiencia y equidad”. (Uvalle, 2006).
La problemática fundamental que puede ser apreciada es la inexistencia
de estructuras de control que puedan enlazarse con la dinámica
ciudadana de participación, aunada a la preeminencia, en buena parte
del territorio nacional, de una gran cantidad de ciudadanos a quienes
no les interesa participar y que esperan que el gobierno solucione por sí
solo todo problema existente: “…para eso pago mis impuestos”.
En realidad se trata de un problema de comunicación y coordinación
donde los interlocutores, sociedad y gobierno, utilizan códigos distintos
y por algunos momentos incluso pareciera que también persiguen fines
diversos.
275
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Aquí conviene señalar la importancia de la “autoestima” ciudadana a la
que hace referencia Uvalle Berrones, -citando a From-, que “en términos
políticos, implica madurez de los ciudadanos para intervenir, influir y
construir las decisiones que se relacionan con la agenda institucional
del gobierno. Implica la autoestima, el conocimiento y el reconocimiento
de las capacidades propias no sólo para ser tomados en cuenta, sino
para ingresar a las arenas de decisión y realización en las cuales las
políticas públicas son motivo de institucionalización…” (Uvalle, 2007).
El hecho de saberse y sentirse ciudadano de una comunidad, puede
motivar a los individuos a trabajar por ella.
Globalidad y recuperación del espacio público
Como se apunta líneas arriba, el modelo de gobiernos paternalistas fue
erosionado por diversas variables como el proceso de globalización,
como factor determinante para que los gobiernos abrieran sus espacios
a la crítica y a la participación comunitaria en la toma de decisiones
públicas, tomando en consideración que los gobiernos han tenido
mayores dificultades para administrar “lo público”. Ha habido un proceso
de “desestatización” del espacio público, para abrirle el camino a la
economía de mercado. Hoy lo público es “referente” y “límite” para la
autoridad. A veces se torna más difícil la tarea de “regulación” que la de
“distribución” de beneficios.
México, durante el siglo veinte, en el lapso comprendido entre la
promulgación de la Constitución de 1917 y el Movimiento Estudiantil de
1968, o sea por 51 años, tuvo “espacios públicos pero sin ciudadanos”.
Es este último Movimiento Estudiantil (Cosío Villegas y E. Krauze) el
que marca el comienzo de una vida pública más activa en nuestro país.
Por mucho tiempo se tuvo el concepto “ciudadano” como súbdito del
276
Estado, y no como ente de propuesta, decisión, protesta. Por lo que se
refiere al concepto espacio público, éste es característico de la sociedad
moderna. Pudiésemos decir que a gobiernos represivos corresponden
menos espacios públicos; que las sociedades premodernas y sus
gobiernos, tienen como reglas la lealtad, la represión y la corrupción. En
cambio, la sociedad moderna se caracteriza por seguir los valores de
libertad, participación, discusión y democracia.
Por lo tanto, el sustento filosófico de la participación ciudadana es “la
pluralidad y la diversidad que se fundamentan en el espacio público que
pertenece a la sociedad” (Uvalle, 2006).
Ciudadanización
¿Cómo formar un ciudadano más allá del concepto y más allá de la
norma? Es todo un proceso. Por ejemplo, se ha desarrollado el concepto
“ciudadano europeo”; y ese ciudadano no ha perdido su condición de
ciudadano español, italiano, suizo, francés, etcétera. ¿Cómo entonces
establecer el nuevo concepto?
Podemos afirmar que la fortaleza de cualquier sistema político
con tendencias democráticas, depende de la disponibilidad de los
ciudadanos a comprometerse con la cosa pública, lo que implica la
identificación del ciudadano con su comunidad.
Reinhard Friedmann y Margarita Llorens (2000), sostienen que “el desafío
presente y futuro del sistema político y de la convivencia democrática
no consiste sólo en recomponer su relación con la ciudadanía, sino en
apostar a la construcción de una ciudadanía capaz de ser agente de
277
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
su futuro individual y colectivo, así como de los espacios privados y
públicos”. El ser y sentirse ciudadano significa asumir el desafío de
ejercer los derechos y de cumplir los deberes y responsabilidades, con
plena conciencia del ejercicio de una ciudadanía activa.
La ciudadanización, en consecuencia, es la capacidad para recuperar
los derechos políticos. Un ejemplo mexicano muy ilustrativo es la
Reforma Electoral de 1996, al haber ciudadanizado los procesos
electorales, dotando de autonomía al Instituto Federal Electoral sacando
las manos del gobierno de dichos procesos. El ciudadano recupera
espacios públicos y los derechos políticos. La participación ciudadana
es un elemento esencial de toda democracia. No hay democracia
sin ciudadanos, que es decir seres humanos libres y en uso efectivo
de su libertad. Por lo tanto, en nuestro país, este concepto arranca
con la creación del IFE en 1996. En este sentido, la fórmula de crear
organismos públicos autónomos ciudadanizados y representativos ha
resultado exitosa para atender asuntos que se pensaban en un tiempo
irresolubles, como fue el caso de la organización imparcial y equitativa
de las elecciones.
Grupos de interés
El tema de gobierno local tiene dos conceptos que, asociados, responden
al concepto de espacio público, y son:
1. Acción pública, y
2. Política pública.
278
La acción pública es igual a la tarea pública de la autoridad y a las
tareas de los grupos organizados de la sociedad civil. En este caso,
ya estamos rebasando el concepto ciudadano, aunque no toda la vida
pública es resultado de la sociedad organizada.
Los grupos de interés reclaman un sitio en algún área de la problemática
de la sociedad o de la vida comunitaria.
Por lo que se refiere al concepto de política pública, hay ciertos grupos
de interés que demandan del gobierno que ciertos aspectos de la vida
comunitaria se integren a la agenda de gobierno. Propician, a la vez,
que intereses privados se transformen en interés público.
El vínculo entre acción pública y política pública consiste en las
medidas que se aplican por parte del gobierno para atender a grupos
de interés. Si en algún lugar podemos identificar mejor esta relación, es
en el gobierno local (medios de comunicación, grupos de interés, etc.).
Es en este espacio donde mejor se “focalizan”. Cuando algún asunto
de interés doméstico tiene resonancia, es cuando el gobierno le pone
atención.
Podemos concluir que: espacio público, acción pública y política pública
son herramientas para entender el comportamiento de un gobierno
local, en donde lo público es el denominador común.
279
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
La nueva gestión pública
A partir de la década de los cincuenta del milenio pasado surge la
escuela de las políticas públicas, como un marco de análisis que busca
entender la acción gubernamental rompiendo con varios supuestos
básicos de la administración pública: al análisis que se funda en la
dependencia se contrapone el análisis que parte de la política pública
en cuestión; a la norma jurídica como base de estudios se contrapone
el proceso decisorio; al acotado campo de la administración se opone
la amplia gama de vínculos e intersecciones entre los ámbitos político
y administrativo. Se trata, por tanto, de un campo disciplinario que
nace de la necesidad de aprehender una realidad más compleja, difusa
y multifacética que aquella en la que surgió la administración pública
(Cabrero, 1998).
Ante tal escenario surge el Estado regulador o Estado modesto, en que
lo público deja de ser una función exclusiva del gobierno y cede su
paso a la participación ciudadana, en que interactúan diversos agentes
sociales y políticos en el diseño de las políticas públicas y los programas
gubernamentales. “Es en ese momento cuando la toma de decisiones,
la visión estratégica, el juego de actores, los problemas de eficiencia,
las preferencias del cliente-usuario, entre otros aspectos, surgen como
elementos fundamentales del análisis” (Cabrero, 1998). En tal sentido,
a mediados de la década de los setenta surgen conceptos tales
como gestión y gerencia pública, como una interpretación del public
management en los Estados Unidos y que tiene que ver con la forma del
cómo “los problemas de una dependencia gubernamental se relacionan
con cómo manejar adecuadamente sus recursos para sobrevivir,
cómo interrelacionarse de manera óptima con otras dependencias
280
y con el usuario (cliente) del servicio que se provee y cómo redefinir
constantemente la misión para hacer viable en el largo plazo la acción
institucional” (Cabrero, 1998).
Derry Ormond y Elke Löffler (2002), afirman que: dada la ambigüedad
del término (Nueva Gerencia Pública), es necesario hacer explícito qué
clase de elementos son los que abarcan con la etiqueta de NPM (New
Public Management). Dos clases de conceptos fundamentales acerca
de la Nueva Gerencia Pública se imponen por sí mismos. Primero, una
concepción restringida percibe a la nueva gerencia pública como la
unión de dos corrientes de ideas. Una deriva de la nueva economía
institucional que discute nuevos principios administrativos tales como
la contestabilidad, la elección del usuario, la transparencia y una
estrecha focalización en las estructuras de incentivos. La segunda
corriente se desprende de la aplicación de los principios gerenciales del
sector empresarial privado al sector público. “En términos prácticos,
esta concepción restringida del NPM implica un énfasis en la gerencia
de contratos, la introducción de mecanismos de mercado en el sector
público y la vinculación del pago con el desempeño. El NPM puede, en
esta definición restringida, equipararse con numerosas reformas de la
gerencia pública llevadas a cabo en Nueva Zelanda, y en menor medida
en Dinamarca y el Reino Unido” (Ormond y Löffler, 2002).
El Centro Latinoamericano para la Administración del Desarrollo (CLAD),
publicó en 1999 un ensayo titulado “Una Nueva Gestión Pública para
América Latina”, en el cual menciona que la reforma gerencial asegura
los mecanismos necesarios para el aumento de la eficacia, la eficiencia
y la efectividad de la administración pública, además de crear nuevas
condiciones que posibilitan una relación más democrática entre el
Estado y la sociedad.
281
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
En este documento se acentúa que una reforma de corte gerencial debe
ser seguida en América Latina como parte de la estrategia de actualización
del sector público. Según el CLAD, las principales características de
este modelo se pueden sintetizar de la siguiente forma:
1. La profesionalización de la alta burocracia es el punto de partida de
la reforma gerencial, para lo cual, debe constituirse un núcleo estatal
estratégico, fundamental para la formulación, supervisión y regulación de
las políticas, formado por una élite burocrática técnicamente preparada
y altamente motivada con la gestión.
2. La administración pública debe ser transparente y sus administradores
deben ser responsabilizados democráticamente ante la sociedad.
La transparencia en la gestión y el control democrático de los
administradores públicos, dado que la simple profesionalización de la
burocracia no la hace inmune a la corrupción, se hace necesaria para
responsabilizarlos ante la sociedad. Todos los estudios son coincidentes
en este aspecto, señalando que se debe actuar directamente en la
relación entre política y administración, disminuyendo la politización de
la maquinaria gubernamental.
3. Descentralizar la ejecución de los servicios públicos es una tarea
esencial en el camino de la modernización gerencial del Estado
latinoamericano. La ejecución de acciones y programas debe ser
descentralizada, manteniendo un rol estratégico en las instancias
centrales, en términos de rectoría política y en materia de control y
evaluación de resultados, articulando fluida y dinámicamente los roles
centrales y locales, sin mistificar a ninguno de ellos en sí mismos.
282
4. En las actividades exclusivas del Estado que permanezcan a cargo del
gobierno central, la administración debe basarse en la desconcentración
organizacional.
Desconcentrar
las
funciones
que
permanezcan
centralizadas, en términos organizacionales, delegando funciones hacia
las agencias desconcentradas, orientando la acción en función de los
resultados y no en función de los procesos y los trámites, al estilo del
modelo burocrático de tipo weberiano.
5. La administración pública gerencial se orienta, básicamente, por el
control de los resultados, contrariamente al control paso a paso de
las normas y procedimientos, como se hacía en el modelo burocrático
weberiano.
6. La mayor autonomía gerencial de las agencias y de sus gestores debe
ser complementada con nuevas formas de control, incluyendo control
de resultados, control contable de costos y control por competencia
administrativa; además del control social, mediante el cual los ciudadanos
evaluarán los servicios públicos o participarán en su gestión efectiva.
7. Distinguir dos tipos de unidades administrativas autónomas: las
monopólicas y el sector público no estatal, concentrando a las primeras
en el cumplimiento de aquellas funciones que son responsabilidad
exclusiva del Estado, y a las segundas, en el ofrecimiento de los servicios
sociales, ofreciendo alternativas de “terciarización” que no pasen por la
privatización.
8. Otra característica importante de la reforma gerencial del Estado es la
orientación del suministro de servicios hacia el ciudadano-usuario.
283
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
En resumen, para el CLAD la reforma gerencial busca aumentar la
eficiencia, la efectividad y la democratización del poder público, y a
partir de esto, fortalecer la capacidad del Estado para promover el
desarrollo económico y social.
El CLAD estima que la revigorización del Estado latinoamericano hará
que éste se centre y gane efectividad en la promoción de la educación, la
salud, la vivienda, los programas de renta básica, el desarrollo científicotecnológico y el comercio exterior. Asimismo, la implantación exitosa
del modelo gerencial capacitará al Estado para ofrecer fundamentos
macroeconómicos estables, creando condiciones para la elevación de
la inversión privada nacional y multinacional, así como para aumentar la
competitividad internacional de los países de América Latina.
La Nueva Gestión Pública (NGP) está relacionada con las crisis de
gestión a partir de 1980 en el mundo. Predomina el análisis económico
de la política, el análisis de las instituciones y las aportaciones de la
empresa privada. La NGP es diferente a la ciencia de la administración
pública.
El objeto de crítica de la NGP es la administración pública burocrática
y la administración pública progresiva (entendida ésta como aquella
administración de los gobiernos altamente intervencionistas). Ambos
tipos de administraciones tienen en común que el personal público
no tiene incentivos para desarrollarse, son impersonales. Para la
administración pública progresiva es más importante el “formalismo”,
o sea cumplir sólo con la norma.
284
Por otra parte, podemos decir que ambas administraciones –la
burocrática y la progresiva-, no le dan importancia al papel del ciudadano
frente al gobierno. Lo consideran sujeto administrado, sin derecho a
inconformarse, replicar o incluso protestar.
La NGP critica que los problemas de gestión (funcionamiento y
resultados de los gobiernos) provocan crisis de gobernabilidad. Esa
crisis de gestión desemboca en “crisis de resultados decrecientes”,
como resultado del modo de funcionamiento del gobierno. Cabe agregar
que es una forma de crisis de gobiernos de corte centralista.
La administración pública burocrática respondió durante un lapso
considerable de tiempo a las necesidades de la sociedad industrial,
que nace con el siglo XVII, en que hubo un gran desarrollo científico
y la administración burocrática tenía como papel primordial el de
la planeación, o sea, cómo podían los gobiernos influir en el futuro
respecto de tiempos, recursos, objetivos, metas y resultados. Se le dio
más importancia a lo cuantitativo.
Otro elemento relacionado con la planeación en la etapa de la sociedad
industrial es el concepto de pronóstico, equivalente a anticipar
resultados.
En tal sentido, se incubaron los gobiernos centralistas, los cuales, a
finales de la década de los sesenta, comienzan a sacudirse de estos
patrones de vida, incluyendo la pública, dando origen a movimientos
sociales como los de Praga en Checoslovaquia, París en Francia y el
Distrito Federal en el México de 1968. Todo ello se reflejó en el crítico
comportamiento de las estructuras gubernamentales y administrativas,
generando desconfianza y desaliento de los ciudadanos.
285
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Para 1980, aparecen los procesos de privatización como resultado de la
reprobación ciudadana respecto de los servicios públicos administrados
por los gobiernos, altamente ineficientes. Es el auge de la vida privada
sobre la vida pública. En esta nueva etapa llega la propuesta de la Nueva
Gestión Pública, practicada en países como Canadá, Australia, Nueva
Zelanda, Inglaterra y los Estados Unidos de Norteamérica.
La NGP propone el “paradigma” conocido como modelo postburocrático. Frente al proceso de orden y planeación de la
administración pública burocrática, el nuevo proceso se llama “caos” o
desorden organizado. Los procesos de certidumbre que garantizaba la
planeación ortodoxa, hoy se llaman procesos de incertidumbre o falta
de elementos para pronosticar; ante el orden hoy es turbulencia; frente
al conjunto de equilibrios hoy se llama conjunto de inestabilidades;
frente al orden y estabilidad burocrática hoy son procesos de ruptura y
cambio violentos; frente a lo que fueron procesos de rutina hoy vivimos
procesos de reacomodo. Sobre estas bases hay que entender el modelo
post-burocrático o propuesta de la Nueva Gestión Pública, teniendo el
modelo como características principales:
1) Ser más adaptativo;
2) No ser tan rígido;
3) Ser más flexible, y
4) En lugar de que predomine el modelo del no cambio, el postburocrático se funde en la innovación y la calidad.
Sin embargo, David Arellano Gault (2002) sostiene que la actual moda
administrativa conocida como la Nueva Gestión Pública (NGP), más
que llevarnos a una ‘posburocracia’, nos llevaba a una ‘ultraburocracia’
…las pretensiones retóricas de la NGP, por un gobierno más eficiente
286
que se administra de una manera más parecida a la forma en que lo
hacen las organizaciones privadas, en realidad son el síntoma de un
cambio profundo en el espacio social y tecnológico donde se mueve la
administración pública, y no tanto un cambio de paradigmas en términos
organizativos. Y más adelante acota: “Es verdad que, en cierto sentido,
algunas ideas de la NGP van a contracorriente de la visión weberiana
de la burocracia. Pero en diversos momentos es claro que en realidad
se están abriendo nuevos derroteros para la burocracia weberiana”
(Arellano, 2002).
Omar Guerrero ha escrito que tradicionalmente el management ha
consistido en la aplicación del análisis de sistemas a la empresa, toda
vez que dicho examen se aplica por igual al sector privado y al público.
Pero ahora, a diferencia de antaño, el management public está basado
en la aplicación del marketing al sector público, aunque por principio
las lógicas de la administración pública y el marketing sean opuestas: la
administración pública es normativa y porta la idea del bien público. Se
basa en la ética y busca la satisfacción del interés común, en tanto que
el marketing busca satisfacer el bienestar individual, es oportunista y se
basa en la novedad. La administración pública representa la situación
permanente del Estado y tiene responsabilidades a largo plazo, mientras
que el marketing está atento al mercado en un momento determinado
de su funcionamiento y tiene objetivos a corto plazo. La primera se basa
en la lógica política y la segunda, en la lógica económica (Guerrero,
2001).
Finalmente, compartimos la visión prospectiva de Carlos de la Cruz
(2003), respecto de la necesidad de democratizar las decisiones de
gobierno para garantizar una nueva gestión pública en México; una
nueva gestión pública más técnica y menos demagógica, una gestión
pública más participativa, en sí más legítima, donde se procura la
287
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
participación en base a la ponderación de fuerza y movilidad de los
actores, donde se involucra la participación cuando la lucha política
lo obliga, donde se ponderan aspectos endógenos y exógenos del
gobierno para definir los objetivos y las acciones, donde se toma en
cuenta al ciudadano y sus necesidades, y donde también se pondera la
relación de los diversos actores respecto a los objetivos deseables y no
sólo posibles y tendenciales.
Conclusiones
• El objeto de estudio de la administración pública va más allá de los
principios universales de la administración, por lo que debe establecerse
una clara diferencia entre lo público y lo privado. La administración
pública se centra en el significado y esencia de lo que es el Estado,
su propósito es dual: de orden público y de tipo político; mientras que
los principios administrativos giran en torno a lo que es la empresa
privada.
• La globalización imprime dinamismo a las estructuras gubernamentales
dando origen a una nueva lógica de la acción gubernamental, de tal
manera que ésta deberá ser más interactiva con agentes y agencias no
gubernamentales. Así, el gobierno sufre una transformación, experimenta
una nueva realidad y de ser un Estado interventor, pasa a ser un Estado
regulador.
• La reforma del Estado conlleva la reforma gerencial de la administración
pública, pero también implica una respuesta efectiva a los desafíos
económicos, políticos y sociales en nuestros países, procesos electorales
limpios, mecanismos de participación ciudadana democráticos,
288
desarrollo económico sustentable y distribución más equitativa de la
riqueza.
• Los gobiernos locales en México no son ajenos al modelo tradicional
de administración pública. El marco jurídico-constitucional que regula
las facultades y atribuciones de los municipios, mantiene a estos
como agencias administradoras de servicios públicos, con rezagos
administrativos importantes, a los cuales hace falta imprimirles mayores
dosis de racionalidad y consenso, para que eficienticen la prestación de
esos servicios y tengan capacidad de articulación de la acción pública
local.
• La globalización, entre otras variables, erosiona el esquema de Estado
interventor, paternalista e inflexible; hoy en día ninguna autoridad puede
prescindir de la opinión y la participación de la ciudadanía si pretende
mantenerse en el poder.
• Una sociedad informada, demandante y contestataria, es una sociedad
más activa y organizada, que lucha por conquistar el espacio público. La
sociedad moderna se caracteriza por movimientos ciudadanos de mayor
impacto político y social, cuya tendencia creciente es la redistribución
del poder. Con la redistribución del poder, las sociedades dejan atrás
formas de repliegue que limitaban sus capacidades de maniobra y
quedaban, por tanto, supeditadas a las políticas que acreditaban la
supremacía del aparato del Estado sobre la vitalidad de los movimientos
ciudadanos.
• La gobernabilidad en las sociedades contemporáneas no puede
entenderse sin el análisis de la acción pública, pues gobernar significa
conducir la acción colectiva para la construcción de la acción pública.
289
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
La construcción de la acción pública no es obra sólo del gobierno; para
ello requiere de la cooperación social efectiva.
• La participación ciudadana debe entenderse a partir de mecanismos
eficaces de representación social y política. No es posible invocarla
fuera de reglas y procedimientos que sin estos, estaríamos en presencia
de prácticas masivas que le restan eficacia y equidad a los procesos de
gobierno.
• Una de las condiciones para que haya democracia es que existan
ciudadanos. No hay democracia sin ciudadanos. Por tanto, la
ciudadanización es la capacidad para recuperar los derechos
políticos.
• Con la Nueva Gestión Pública, lo público deja de ser una función
exclusiva del gobierno y cede su paso a la participación ciudadana,
interactuando diversos agentes sociales y políticos en el diseño de las
políticas públicas y los programas gubernamentales, creando nuevas
condiciones que posibilitan una relación más democrática entre el
Estado y la sociedad.
• El objeto de crítica de la Nueva Gestión Pública es la administración
pública
burocrática
y
la
administración
pública
progresiva
(intervencionista). En ambos modelos tradicionales el personal público
no tiene incentivos para desarrollarse, se le da prioridad a esquemas
formalistas, no se le da importancia al papel del ciudadano frente al
gobierno y los problemas de gestión gubernamental provocan crisis de
gobernabilidad.
290
• Nueva Gestión Pública equivale al modelo post-burocrático como el
nuevo paradigma de la administración pública, cuyas características es
ser más adaptativo, no ser tan rígido, ser más flexible y en lugar de
que predomine el modelo del no cambio, se funde en la innovación y la
calidad.
• La administración pública y el marketing tienen lógicas distintas
y opuestas: la primera, es normativa y porta la idea del bien público,
representa la situación del Estado, se basa en la ética y la satisfacción
del
bienestar colectivo y tiene responsabilidades de largo plazo;
mientras que el segundo, está atento al mercado, su funcionamiento y
con objetivos de corto plazo. La administración pública responde a la
lógica política, y el marketing a la lógica económica.
• No estamos de acuerdo con la crisis de legitimidad de la administración
pública en sí; consideramos que quien ha perdido legitimidad es el
gobierno cuando sus actos se alejan del Estado de derecho, que por
supuesto afectan a la administración pública pero no la deslegitiman.
• Un Estado replegado y ajeno a las demandas sociales, suplantado por
un status quo de corte neoliberal, en donde el mercado imponga sus
condiciones, corre el riesgo de la ingobernabilidad y la anarquía. Esto no
implica que nos opongamos a la modernización y democratización de la
administración pública como prerrequisitos para eficientar y legitimar las
acciones gubernamentales, con base en el restablecimiento del diálogo
Estado-sociedad, como lo expresa Enrique Cabrero, en que haya una
mayor democratización no sólo en el sentido electoral, sino –citando a
Tocqueville- “en las formas colectivas locales de expresión directa de la
sociedad civil”.
291
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
• El gran desafío de la globalización a la administración pública
tradicional es, precisamente, la capacidad que tenga para modernizarse,
y de establecer los equilibrios entre un Estado con estructuras obesas
e ineficientes y un mercado voraz, alejado por mucho de las cuestiones
esenciales del Estado. El reto de la reforma gerencial de la administración
pública es el cómo adecuar los principios administrativos de la empresa
privada a la función social de la administración pública, sin que esta
pierda su condición fundamental.
292
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295
Agenda Glocal
TÍTULO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES
Capítulo Único
Disposiciones Generales
Ley de protección a la
Artículo 1.- La presente Ley es de orden público e
salud de los no fumadores en el interés general y tiene por objeto:
Distrito Federal
I. Proteger la salud de la población de los efectos
nocivos por inhalar involuntariamente el humo de
la combustión del tabaco, en lo sucesivo humo de
tabaco.
II. Establecer mecanismos, acciones y políticas
públicas tendientes a prevenir y disminuir las
consecuencias derivadas del consumo de tabaco y
de la exposición al humo de la combustión tabaco en
cualquiera de sus formas, y
III. Definir y establecer las políticas y acciones
necesarias para reducir el consumo de tabaco y
prevenir la exposición al humo, así como la morbilidad
y mortalidad relacionadas con el tabaco.
Publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el
29 de enero de 2004.
Artículo 1 Bis.- La protección de la salud de los efectos
nocivos del humo de tabaco comprende lo siguiente:
Fuente: http://cgservicios.df.gob.mx
297
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
I. El derecho de las personas no fumadoras a no estar expuestas al
humo del tabaco en los espacios cerrados de acceso público;
II. La orientación a la población para que evite empezar a fumar, y
se abstenga de fumar en los lugares públicos donde se encuentre
prohibido;
III. La prohibición de fumar en los espacios cerrados públicos, privados
y sociales que se señalan en esta ley;
IV. El apoyo a los fumadores, cuando lo soliciten, para abandonar el
tabaquismo con los tratamientos correspondientes; y
V. La información a la población sobre los efectos nocivos del consumo
de tabaco, de la exposición de su humo, los beneficios de dejar de
fumar y la promoción de su abandono.
Artículo 2.- La aplicación y vigilancia del cumplimiento de esta Ley
corresponderá al Jefe de Gobierno del Distrito Federal a través de los
Órganos Políticos Administrativos de las Demarcaciones Territoriales
y las instancias administrativas correspondientes, en sus respectivos
ámbitos de competencia.
I. El Jefe de Gobierno del Distrito Federal;
II. La Secretaría de Salud;
III. Los jefes Delegacionales, y
IV. Las demás autoridades locales competentes.
298
A través de las instancias administrativas correspondientes.
Artículo 3.- En la vigilancia del cumplimiento de esta Ley coadyuvarán
activamente:
I. Los propietarios, poseedores o responsables y empleados de los
locales, establecimientos cerrados, así como de los vehículos de
transporte público de pasajeros a los que se refiere esta Ley;
II. Las autoridades educativas y las asociaciones de padres de familia
de las escuelas e instituciones escolares públicas o privadas;
III. Los usuarios de los espacios cerrados de acceso al público como
oficinas, establecimientos mercantiles, industrias y empresas, que en
todo momento podrán exigir el cumplimiento de las disposiciones de la
presente Ley;
IV. Los órganos de control; interno de las diferentes oficinas de los
Órganos de Gobierno del Distrito Federal y Órganos Autónomos,
cuando el infractor sea servidor público y se encuentre en dichas
instalaciones.
V. Los titulares de las dependencias y entidades del Gobierno del Distrito
Federal y Órganos Autónomos, auxiliados por el área administrativa
correspondiente.
Artículo 4.- En el procedimiento de verificación, impugnaciones y
sanciones a las que se refiere la presente Ley será aplicable la Ley de
Procedimiento Administrativo del Distrito Federal y el Reglamento de
Verificación Administrativa para el Distrito Federal.
299
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Artículo 5.- Para los efectos de la presente Ley se entenderá por:
I. Secretaría de Salud: a la Secretaría de Salud del Distrito Federal;
II. Seguridad Pública: a la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito
Federal;
III. Ley: a la Ley de Protección a la Salud de los No fumadores en el
Distrito Federal;
IV. Delegación: al Órgano Político Administrativo que se encuentra en
cada una de las demarcaciones territoriales en las que se divide el
Distrito Federal;
V. Fumador Pasivo: a quien de manera involuntaria inhala el humo
exhalado por el fumador y/o generado por la combustión del tabaco de
quienes sí fuman;
VI. No fumadores: a quienes no tienen el hábito de fumar; y
VII. Policía del Distrito Federal: elemento de la policía adscrita al Gobierno
del Distrito Federal.
VIII. Espacio cerrado de acceso al público: Es todo aquel en el que
hacia su interior no circula de manera libre el aire natural. Las ventanas,
puertas, ventilas y demás orificios o perforaciones en delimitaciones
físicas no se considerarán espacios para la circulación libre de aire
natural;
300
IX.
Publicidad
del
tabaco:
Es
toda
forma
de
comunicación,
recomendación o acción comercial con el fin o el efecto de promover
directa o indirectamente un producto de tabaco o el uso o consumo del
mismo;
X. Industria tabacalera: abarca a los procesadores, fabricantes,
importadores, exportadores y distribuidores de productos de tabaco;
XI. Productos de tabaco: considera los bienes preparados totalmente o
en parte utilizando como materia prima hojas de tabaco y destinados a
atraer la atención y suscitar el interés de los consumidores; y
XII. Patrocinio del tabaco: es toda forma de aportación o contribución
directa o indirecta a cualquier acto, actividad o persona con el fin o
efecto de promover un producto de tabaco.
TÍTULO SEGUNDO
ATRIBUCIONES DE LA AUTORIDAD
Capítulo Primero
De la Distribución de Competencias y de las Atribuciones
Artículo 6.- El Gobierno del Distrito Federal, a través de las instancias
administrativas correspondientes, en sus respectivos ámbitos de
competencia, ejercerán las funciones de vigilancia, inspección
y aplicación de sanciones que correspondan en el ámbito de su
competencia, para lo cual tendrá las siguientes atribuciones:
301
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
I. Conocer de las denuncias presentadas por los ciudadanos o
usuarios, cuando no se respete la prohibición de fumar, en los términos
establecidos en la presente Ley;
II. Ordenar de oficio o por denuncia ciudadana, la realización de visitas
de verificación en los establecimientos mercantiles, oficinas, industrias
y empresas, así como en las instalaciones de los Órganos de Gobierno
del Distrito Federal y de los Órganos Autónomos del Distrito Federal,
para cerciorarse del cumplimiento de las disposiciones de esta Ley;
III. Sancionar según su ámbito de competencia a los propietarios o
titulares de los establecimientos mercantiles, oficinas, industrias y
empresas que no cumplan con las disposiciones de esta Ley;
IV. Sancionar a los particulares que, al momento de la visita, hayan sido
encontrados consumiendo tabaco en los lugares en que se encuentre
prohibido, siempre y cuando se les invite a modificar su conducta y se
nieguen a hacerlo;
V. Informar a los órganos de control interno de las oficinas o instalaciones
que pertenezcan a los Órganos de Gobierno del Distrito Federal o a los
Órganos Autónomos del Distrito Federal, la violación a la Ley Federal,
en razón de su jurisdicción, de los servidores públicos, a efecto de que
se inicien los procedimientos administrativos correspondientes; y
VI. Las demás que le otorgue la Ley y demás disposiciones jurídicas
aplicables.
Artículo 7.- Son atribuciones de la Secretaría de Salud:
302
I. Llevar a cabo en coordinación con la Secretaría de Salud del Gobierno
Federal, la operación del Programa contra el Tabaquismo;
II. Llevar a cabo campañas para la detección temprana y atención
oportuna del fumador;
III. Promover con las autoridades educativas la inclusión de contenidos
a cerca del tabaquismo en programas y materiales educativos de todos
los niveles;
IV. La orientación a la población sobre los riesgos a la salud por el
consumo de tabaco y de los beneficios por dejar de fumar;
V. Diseñar el manual de letreros y/o señalamientos preventivos,
informativos o restrictivos, que serán colocados al interior de los
establecimientos mercantiles, oficinas, industrias y empresas, así como
en las oficinas de los Órganos de Gobierno del Distrito Federal y de
los Órganos Autónomos del Distrito Federal, para prevenir el consumo
de tabaco y establecer las prohibiciones pertinentes, mismos que
deberán contener iconografía relativa a los riesgos y consecuencias del
tabaquismo;
VI. Realizar en conjunto con la iniciativa privada campañas permanentes
de información, concientización y difusión para prevenir el uso y consumo
de tabaco y la exposición a su humo;
VII. Promover e impulsar la participación de la comunidad para la
prevención y atención del tabaquismo;
303
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
VIII. Promover los acuerdos necesarios para la creación de los centros
delegacionales contra el tabaquismo;
IX. Promover la creación de clínicas y servicios para la atención del
fumador;
X. Promover la participación de las comunidades indígenas, en la
elaboración y puesta en práctica de programas para la prevención del
tabaquismo;
XI. Establecer políticas para prevenir y reducir el consumo de tabaco y
la exposición al humo del tabaco, así como la adicción a la nicotina con
un enfoque de género;
XII. Realizar conjuntamente con las autoridades de educación del Distrito
Federal campañas educativas permanentes que induzcan a reducir el
uso y consumo de tabaco;
XIII. Celebrar convenios de coordinación y apoyo con la Secretaría de
Salud del Gobierno Federal y otras instituciones de gobierno para la
atención de los problemas relativos al tabaquismo; y
XIV. Las demás que le otorgue la Ley y demás disposiciones jurídicas
aplicables.
Artículo 8.- Son atribuciones de Seguridad Pública las siguientes:
I. Poner a disposición del Juez Cívico competente en razón del territorio,
a las personas físicas que hayan sido sorprendidas fumando tabaco
304
en cualquiera de sus presentaciones, en algún lugar prohibido, siempre
que hayan sido conminados a modificar su conducta y se nieguen a
hacerlo;
II. Poner a disposición del Juez Cívico competente en razón de territorio,
a las personas físicas que hayan sido denunciadas, ante algún policía
del Distrito Federal, por incumplimiento a esta Ley.
Para el caso de establecimientos mercantiles, oficina, industria o
empresa, Seguridad Pública procederá a petición del titular o encargado
de dichos lugares; y
III. Las demás que le otorguen esta y demás disposiciones jurídicas.
Las atribuciones a que se refiere este artículo serán ejercidas por
Seguridad Pública, a través de la policía del Distrito Federal, quienes
al momento de ser informados de la comisión de una infracción, por el
titular, encargado o responsable del establecimiento mercantil, oficina,
industria, empresa o de la instalación del Gobierno del Distrito Federal
o de sus Órganos Autónomos que corresponda, invitarán al infractor a
modificar su conducta, a trasladarse a las áreas donde se puede fumar,
en el caso de que existan, o a abandonar el lugar y en caso de no acatar
la indicación, pondrán a disposición del Juez Cívico que se trate, al
infractor.
Artículo 9.- Son atribuciones de los Jueces Cívicos las siguientes:
I. Conocer de las infracciones realizadas por las personas físicas que
pongan a disposición la policía del Distrito Federal; y
305
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
II. Aplicar las sanciones que se deriven del incumplimiento de esta Ley.
Para el procedimiento de sanción, que sea competencia del Juez Cívico,
se seguirá lo establecido en la Ley de Justicia Cívica para el Distrito
Federal.
Capítulo Segundo
Programa Contra el Tabaquismo
Artículo 9 Bis.- Las acciones para la ejecución del programa contra el
tabaquismo se ajustarán a lo dispuesto en este capítulo, sin perjuicio de
lo que establezcan las demás disposiciones aplicables.
El programa contra el tabaquismo incluirá acciones tendientes a prevenir,
tratar, investigar e informar sobre los daños que producen a la salud el
consumo de tabaco y el humo del tabaco.
Artículo 9 Ter.- La prevención del tabaquismo tiene carácter prioritario,
haciendo énfasis en la infancia y la adolescencia, con enfoque de género,
y comprenderá las siguientes acciones:
I. La promoción de la salud, que considerará el desarrollo de actitudes
que favorezcan estilos de vida saludables en la familia, la escuela, el
trabajo y la comunidad;
II. La orientación a la población sobre los riesgos a la salud por el
consumo de tabaco y la exposición a su humo;
III. La orientación a la población para que se abstenga de fumar;
306
IV. La detección temprana del fumador y su atención oportuna;
V. La promoción de espacios libres de humo de tabaco;
VI. El fortalecimiento de la vigilancia sobre el cumplimiento de la
regulación sanitaria relativa a las restricciones para la venta de productos
derivados del tabaco; y
VII. El establecimiento de políticas tendientes a disminuir el acceso a los
productos derivados del tabaco.
Artículo 9 Quáter.- El tratamiento del tabaquismo comprenderá las
acciones tendientes a:
I. Conseguir que las personas que lo deseen puedan abandonar el
tabaquismo;
II. Reducir los riesgos y daños causados por el consumo de tabaco y la
exposición a su humo;
III. Abatir los padecimientos asociados al consumo de tabaco y la
exposición a su humo;
IV. Atender y rehabilitar en su caso a quienes fuman o tengan alguna
enfermedad atribuible al consumo de tabaco; e
V. Incrementar el grado de bienestar físico, mental y social tanto del
consumidor de tabaco como de su familia y compañeros de trabajo.
307
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Artículo 9 Quintus.- La investigación sobre el tabaquismo considerará:
I. Sus causas, que comprenderá, entre otros:
a) Los factores de riesgo individual y social;
b) Los problemas de salud y sociales asociados con el consumo de
tabaco y la exposición a su humo;
c) La magnitud, características, tendencias y alcances del problema;
d) Los contextos socioculturales del consumo; y
e) Los efectos de la publicidad, promoción y patrocinio sobre el consumo
y permisividad social ante éste.
II. El estudio de las acciones para controlarlo, que comprenderá, entre
otros:
a) La valoración de las medidas de prevención, tratamiento, regulación
y control sanitario;
b) La información sobre:
1. La dinámica del problema del tabaquismo;
2. La prevalecía del consumo de tabaco y de la exposición a su humo;
308
3. Las necesidades y recursos disponibles para realizar las acciones de
prevención, tratamiento y control del consumo de tabaco;
4. La conformación y tendencias de la morbilidad y mortalidad atribuibles
al tabaco;
5. El cumplimiento de la regulación sanitaria en la materia;
6. El impacto económico del tabaquismo;
7. El impacto ecológico de la producción, el procesamiento y el consumo
del tabaco, y
c) El conocimiento de los riesgos para la salud asociados al consumo
de tabaco y a la exposición a su humo.
La información a que se refiere el presente artículo deberá integrarse en
el sistema de información sobre adicciones.
TÍTULO TERCERO
MEDIDAS PARA LA PROTECCIÓN A LOS NO FUMADORES
Capítulo Primero
Prohibiciones
Artículo 10.- En el Distrito Federal queda prohibida la práctica de fumar
en los siguientes lugares:
I. En todos los espacios cerrados de acceso al público, oficinas,
establecimientos mercantiles, industrias y empresas;
309
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
II. En elevadores y escaleras interiores de cualquier edificación;
III. En los establecimientos particulares y públicos en los que se
proporcione atención directa al público, tales como oficinas bancarias,
financieras, comerciales o de servicios;
IV. En las oficinas de cualquier dependencia o entidad de la Administración
Pública del Distrito Federal y de los Órganos Autónomos del Distrito
Federal, oficinas, juzgados o instalaciones del Órgano Judicial, y oficinas
administrativas, auditorios, módulos de atención, comisiones o salas de
juntas del Órgano Legislativo del Distrito Federal;
V. En hospitales, clínicas, centros de salud, consultorios, centros
de atención médica públicos, sociales o privados, salas de espera,
auditorios, bibliotecas, escuelas y cualquier otro lugar cerrado de las
instituciones médicas y de enseñanza;
VI. En unidades destinadas al cuidado y atención de niños y adolescentes,
personas de la tercera edad y personas con capacidades diferentes;
VII. Bibliotecas Públicas, Hemerotecas o Museos;
VIII. Instalaciones deportivas;
IX. En centros de educación inicial, básica, media superior y superior,
incluyendo auditorios, bibliotecas, laboratorios, instalaciones deportivas,
patios salones de clase, pasillos y sanitarios;
X. En los cines, teatros, auditorios y todos los espacios cerrados en
donde se presenten espectáculos de acceso público;
310
X Bis.- En los establecimientos mercantiles dedicados al hospedaje, de
conformidad a lo dispuesto en el artículo 15 de esta Ley;
X Ter.- En los establecimientos mercantiles y espacios cerrados donde
se expendan al público alimentos y bebidas para su consumo en el
lugar;
XI. En los vehículos de transporte público de pasajeros, urbano,
suburbano incluyendo taxis, que circulen en el Distrito Federal;
XII. En los vehículos de transporte escolar o transporte de personal; y
XIII. En espacios cerrados de trabajo y en sitios de concurrencia
colectiva; y
XIV. En cualquier otro lugar que en forma expresa determine la Secretaría
de Salud.
Los propietarios, poseedores o responsables de los establecimientos
mercantiles, oficinas, industrias y empresas en los cuales está prohibido
fumar serán sancionados económicamente por permitir, tolerar o
autorizar que se fume.
Artículo 11.- Derogado.
Artículo 12.- La publicidad de tabaco que incluye espectaculares,
murales, paradas y estaciones de transportes y mobiliario urbano deberá
sujetarse a lo dispuesto en la Ley General de Salud y en el Reglamento
de la Ley General de Salud en materia de publicidad.
311
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Artículo 12 bis.- Derogado.
Capítulo Segundo
De las Obligaciones
Artículo 13.- Es obligación de los propietarios, encargados o responsables
de los establecimientos mercantiles en los que se expendan al público
alimentos o bebidas para su consumo en el lugar, respetar la prohibición
de no fumar en los mismos.
Los usuarios de tales lugares están obligados a observar lo establecido
en el párrafo anterior.
Artículo 14.- En los edificios, establecimientos mercantiles, médicos,
industriales, de enseñanza e instalaciones de los Órganos de Gobierno
del Distrito Federal y Órganos Autónomos del Distrito Federal, que
cuenten con áreas de servicio al aire libre se podrá fumar sin restricción
alguna, siempre y cuando el humo derivado del tabaco no invada los
espacios cerrados de acceso al público.
Artículo 15.- En los establecimientos dedicados al hospedaje, se
destinará para las personas fumadoras un porcentaje de habitaciones
que no podrá ser mayor al 25 por ciento del total de las mismas.
Las habitaciones para fumadores y no fumadores, deberán estar
identificadas permanentemente con señalamientos y avisos en lugares
visibles al público asistente, dichos señalamientos y avisos deberán
apegarse a los criterios que para el efecto emita la Secretaria de Salud,
así como contar con las condiciones mínimas siguientes:
312
I. Estar aislada físicamente de las áreas de no fumadores;
II. Tener un sistema de extracción y purificación hacia el exterior;
III. Ubicarse, de acuerdo con la distribución de las personas que ahí
concurran, por piso, área o edificio;
IV. Realizar una difusión permanente sobre los riesgos y enfermedades
que son causadas por el consumo de tabaco, de conformidad con lo
que al efecto determine la Secretaría de Salud, y
V. Sin acceso a ellas con menores de edad.
Las secciones para fumadores a que se refiere el presente artículo no
podrán utilizarse como un sitio de recreación.
En el caso de que por cualquier circunstancia no sea posible cumplir
con los preceptos a que se refiere el presente artículo, la prohibición de
fumar será aplicable al total del inmueble, local o establecimiento.
Artículo 16.- Los propietarios, poseedores o responsables de los
establecimientos mercantiles, oficinas, industrias o empresas de que
se trate, serán responsables en forma subsidiaria con el infractor, si
existiera alguna persona fumando fuera de las áreas destinadas para
ello.
El propietario o titular del establecimiento mercantil, oficina, industria o
empresa, o su personal, deberá exhortar, a quien se encuentre fumando,
a que se abstenga de hacerlo; en caso de negativa se le invitará a
abandonar las instalaciones; si el infractor se resiste a dar cumplimiento
313
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
al exhorto, el titular o sus dependientes solicitarán el auxilio de algún
policía, a efecto de que ponga al infractor a disposición del juez cívico
competente.
La responsabilidad de los propietarios, poseedores o administradores,
a que se refiere el presente artículo terminará en el momento en que el
propietario o titular del local o establecimiento dé aviso a la policía del
Distrito Federal.
Los mecanismos y procedimientos que garanticen la eficacia en
la aplicación de la medida referida en el párrafo anterior, quedarán
establecidos en el reglamento respectivo que al afecto se expida.
Artículo 17.- Las personas físicas que violen lo previsto en este
capitulo, después de ser conminadas a modificar su conducta, cuando
no lo hicieren podrán ser puestas a disposición del Juez Cívico
correspondiente, por cualquier policía del Distrito Federal.
Artículo 18.- Los propietarios, poseedores o responsables de los
vehículos a que se refiere las fracciones XI y XII, del artículo 10,
deberán fijar, en el interior y exterior de los mismos, letreros, logotipos
o emblemas que indiquen la prohibición de fumar, en caso de que algún
pasajero se niegue a cumplir con la prohibición, se le deberá exhortar
a que modifique su conducta o invitarlo a que abandone el vehículo,
en caso de negativa, se dará aviso a algún policía, a efecto de que sea
remitido con el Juez Cívico correspondiente.
Los conductores de los vehículos que no acaten las disposiciones del
presente ordenamiento, deberán ser reportados en forma semanal a
la Secretaría de Transportes y Vialidad, a través del Juzgado Cívico
314
que reciba la denuncia, para que ésta implemente las correcciones
disciplinarias correspondientes, sin perjuicio de las sanciones que
establece esta Ley.
Artículo 19.- Los alumnos, maestros, integrantes de las asociaciones
de padres de familia de las escuelas e instituciones educativas, sean
públicas o privadas, podrán coadyuvar de manera individual o colectiva
en la vigilancia, para que se cumpla con la prohibición de fumar en las
aulas, bibliotecas, auditorios y demás instalaciones a las que deban
acudir los alumnos, y el personal docente de las respectivas instituciones
educativas, pudiendo dar aviso a algún policía, para que estos sean
quienes pongan a disposición del Juez Cívico, a la persona o personas
que incumplan con este ordenamiento.
Artículo 20.- En los locales cerrados y establecimientos en los que
se expenden alimentos y bebidas para su consumo en el lugar, los
propietarios, poseedores o responsables de la negociación deberán
colocar dentro de los mismos en lugares visibles letreros y señalamientos
relativos a la prohibición de fumar.
Capítulo Tercero
De los Órganos de Gobierno del Distrito Federal
Artículo 21.- Derogado.
Artículo 22.- Las personas físicas que no sean servidores públicos, y que
no respeten las disposiciones de la presente Ley cuando se encuentren
en un edificio público, y después de ser conminadas a modificar su
conducta o abandonar el lugar, cuando no lo hicieren podrán ser puestas
315
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
de inmediato a disposición del Juez Cívico, por cualquier policía del
Distrito Federal.
Artículo 23.- Los Órganos de Gobierno y Autónomos del Distrito Federal,
instruirán a los titulares de cada una de sus dependencias, unidades
administrativas, órganos, entidades o similar que estén adscritos a ellos,
para que en sus oficinas, sanitarios, bodegas o cualquier otra instalación,
sean colocados los señalamientos que determine la Secretaría de Salud,
respecto a la prohibición de fumar.
Artículo 24.- Todas aquellas concesiones o permisos que otorgue el
Gobierno del Distrito Federal y cuyo objeto sea brindar algún servicio
al público, en la concesión se establecerán los mecanismos necesarios
para que se dé cumplimiento a la presente Ley.
Artículo 25.- El Jefe de Gobierno del Distrito Federal deberá garantizar,
que los recursos económicos que se recauden por la imposición
de sanciones derivadas del incumplimiento a la presente Ley, sean
canalizados a la ejecución de acciones para la prevención y tratamiento
de enfermedades atribuibles al tabaco o para llevar a cabo acciones de
control epidemiológico o sanitario e investigaciones sobre el tabaquismo
y sus riesgos.
Artículo 26.- Los funcionarios y servidores públicos que violen lo
dispuesto en la presente Ley serán sancionados por el órgano de control
interno que les corresponda.
316
TÍTULO CUARTO
DE LAS SANCIONES
Capítulo Primero
De los Tipos de Sanciones
Artículo 27.- La contravención a las disposiciones de la presente Ley,
será considerada falta administrativa, y dará lugar a la imposición de
una multa, y en caso de existir reincidencia un arresto por 36 horas.
Artículo 28.- Para la fijación de la multa, que deberá hacerse entre el
mínimo y máximo establecido, se tomará en cuenta la gravedad de la
infracción concreta, las condiciones económicas de la persona física o
moral a la que se sanciona, la reincidencia y demás circunstancias que
sirvan para individualizar la sanción.
I. La gravedad de la infracción concreta;
II. Las condiciones económicas de la persona física o moral a la que se
sanciona;
III. La reincidencia; y
IV. Las demás circunstancias que sirvan para individualizar la sanción.
Artículo 29.- Las sanciones administrativas podrán consistir en:
I. Multa;
II. Suspensión temporal del servicio;
317
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
III. Clausura definitiva del servicio, en cuyo caso quedarán sin efecto las
autorizaciones que se hubieran otorgado al establecimiento; y
IV. Arresto por 36 horas.
En el caso de reincidencia, se aplicará el doble del monto de la sanción
impuesta, en caso de repetir la conducta sancionada, procede arresto
hasta por 36 horas.
Capítulo Segundo
Del Monto de las Sanciones
Artículo 30.- Se sancionará con multa equivalente de diez a treinta días
de salario mínimo diario general vigente, a las personas que fumen en los
lugares que prohíbe el presente ordenamiento; la multa será impuesta
por el Juez Cívico correspondiente, y será puesto a disposición de éste,
por cualquier policía del Distrito Federal.
Artículo 31.- A los propietarios, poseedores o responsables de los
establecimientos mercantiles que no cumplan con las disposiciones
de la presente Ley, serán sancionados conforme a las disposiciones
de la Ley para el Funcionamiento de Establecimientos Mercantiles del
Distrito Federal.
Artículo 32.- Se sancionará con multa equivalente de treinta a cien días de
salario mínimo diario general vigente al titular de la concesión o permiso
cuando se trate de vehículos de transporte público de pasajeros; en
el caso de que no fijen las señalizaciones a que se refiere esta Ley, o
toleren o permitan la realización de conductas prohibidas por esta Ley.
318
En los casos de reincidencia en el periodo de un año, se aplicará hasta
el doble de la sanción originalmente impuesta; en caso de segunda
reincidencia, procederá la revocación de la concesión o permiso.
ARTÍCULOS TRANSITORIOS
ARTÍCULO PRIMERO.- Túrnese al Jefe de Gobierno del Distrito Federal
para su promulgación y publicación en la Gaceta Oficial del Distrito
Federal y en el Diario Oficial de la Federación, para su mayor difusión.
ARTÍCULO SEGUNDO.- La presente Ley entrará en vigor al día siguiente
de su publicación en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.
ARTÍCULO TERCERO.- Para la exacta observancia y aplicación de esta
Ley el Jefe de Gobierno del Distrito Federal expedirá el o los reglamentos
correspondientes, mismos que deberán expedirse y publicarse a más
tardar dentro de los noventa días siguientes a la entrada en vigor de
ésta.
ARTÍCULO CUARTO.- La Secretaría de Salud, contará con un plazo
de sesenta días naturales, posteriores a la publicación de la Ley, para
la elaboración y difusión del manual de señalamientos y avisos que
deberán ser colocados en forma obligatoria, para los establecimientos,
empresas, industrias y Órganos de Gobierno y Órganos Autónomos ha
que hace referencia el presente ordenamiento.
ARTÍCULO QUINTO.- Una vez establecido el manual de señalamientos y
avisos, la Secretaría de Salud del Distrito Federal difundirá su contenido,
a través de las cámaras empresariales e industriales, medios masivos
de comunicación y Delegaciones.
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Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
ARTÍCULO SEXTO.- Todos los establecimientos mercantiles, empresas,
industrias, Órganos de Gobierno del Distrito Federal y Órganos
Autónomos del Distrito Federal a que se refiere la presente Ley, contarán
con un plazo de ciento ochenta días naturales a partir de la publicación
del presente ordenamiento, para cumplir con todos los requerimientos
de éste.
ARTÍCULO SEPTIMO.- Se abroga el Reglamento para la Protección a
los No Fumadores en el Distrito Federal.
Recinto de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, a los treinta días
del mes de diciembre del año dos mil tres. POR LA MESA DIRECTIVA:
DIP. LORENA VILLAVICENCIO AYALA, PRESIDENTA.- DIP. GABRIELA
GONZÁLEZ MARTÍNEZ, SECRETARIA.- DIP. JUVENTINO RODRÍGUEZ
RAMOS, SECRETARIO.-FIRMAS.
En cumplimiento de lo dispuesto por los artículos 122, apartado C, Base
Segunda, fracción II, inciso b), de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; 48, 49 y 67 fracción II, del Estatuto de Gobierno del
Distrito Federal, y para su debida publicación y observancia, expido el
presente Decreto Promulgatorio, en la Residencia Oficial del Jefe de
Gobierno del Distrito Federal, en la Ciudad de México, a los trece días del
mes de enero de dos mil cuatro. EL JEFE DE GOBIERNO DEL DISTRITO
FEDERAL, LIC. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.-FIRMA.- EL
SECRETARIO DE GOBIERNO, ALEJANDRO ENCINAS RODRÍGUEZ.FIRMA.- LA SECRETARIA DE SALUD, ASA EBBA CHRISTINA LAURELL.FIRMA.
320
TRANSITORIOS DEL DECRETO POR EL QUE SE REFORMA Y ADICIONA
LA LEY DE PROTECCIÓN A LA SALUD DE LOS NO FUMADORES EN
EL DISTRITO FEDERAL, PUBLICADO EN LA GACETA OFICIAL DEL
DISTRITO FEDERAL EL 1 DE NOVIEMBRE DE 2007.
PRIMERO.- La Asamblea Legislativa del Distrito Federal en un plazo
no mayor a 60 días naturales, deberá realizar las adecuaciones legales
correspondientes a la Ley para el Funcionamiento de Establecimientos
Mercantiles del Distrito Federal, a fin de armonizar su contenido con las
reformas de este decreto.
SEGUNDO.- Las presentes reformas a la Ley de Protección a la Salud
de los no Fumadores en el Distrito Federal, entrarán en vigor al día
siguiente de la entrada en vigor de las adecuaciones legales a que se
refiere el artículo Primero Transitorio del presente decreto.
TERCERO.- El Gobierno del Distrito Federal deberá expedir el
Reglamento correspondiente a la presente Ley en un plazo no mayor a
60 días naturales de la entrada en vigor de las presentes reformas.
CUARTO.- La Asamblea Legislativa del Distrito Federal considerará en el
Presupuesto de Egresos 2008, una partida presupuestal para promover
la creación de los centros delegacionales contra el tabaquismo y para
las clínicas y servicios para la atención de fumador, previstos en el
artículo 7 fracciones VIII y IX de esta Ley.
321
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
TRANSITORIOS DEL DECRETO POR EL QUE SE REFORMA Y ADICIONA
LA LEY PARA EL FUNCIONAMIENTO DE ESTABLECIMIENTOS
MERCANTILES DEL DISTRITO FEDERAL Y SE REFORMA LA LEY DE
PROTECCIÓN A LA SALUD DE LOS NO FUMADORES DEL DISTRITO
FEDERAL, PUBLICADO EN LA GACETA OFICIAL DEL DISTRITO
FEDERAL EL 11 DE ENERO DE 2008.
PRIMERO.- Publíquese en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.
SEGUNDO.- El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su
publicación en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.
TERCERO.- Publíquese para su mayor difusión en el Diario Oficial de la
Federación.
CUARTO.- Los Titulares de los Establecimientos Mercantiles de
coexistencia con fumadores, contarán con un plazo de seis meses a partir
de que entre en vigor el presente decreto para hacer las modificaciones
correspondientes. Una vez recibida la solicitud de acondicionamiento
para llevar a cabo la separación física entre fumadores y no fumadores
por parte del Titular del Establecimiento, las autoridades delegacionales
deberán responder a la misma en un plazo máximo que no exceda de 48
horas. En caso de que el Titular del Establecimiento no sea notificado de
la respuesta a su solicitud, se entenderá que la misma es procedente,
sin mayor trámite.
322
TRANSITORIOS DEL DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN,
ADICIONAN Y DEROGAN LA LEY DE PROTECCIÓN A LA SALUD DE
LOS NO FUMADORES DEL DISTRITO FEDERAL Y LA LEY PARA EL
FUNCIONAMIENTO DE ESTABLECIMIENTOS MERCANTILES DEL
DISTRITO FEDERAL, PUBLICADO EN LA GACETA OFICIAL DEL
DISTRITO FEDERAL EL 4 DE MARZO DE 2008.
PRIMERO.- Publíquese en el Gaceta Oficial del Distrito Federal y para
su mayor difusión en el Diario Oficial de la Federación.
SEGUNDO.- El presente Decreto entrará en vigor a los treinta días
siguientes a los de su publicación en la Gaceta Oficial del Distrito
Federal.
TERCERO.- Se deroga el Artículo Cuarto Transitorio del Decreto por el que
se reforma y adiciona la Ley para el Funcionamiento de Establecimientos
Mercantiles del Distrito Federal y se reforma la Ley de Protección a la
Salud de los No Fumadores del Distrito Federal, publicado en la Gaceta
Oficial del Distrito Federal el 11 de enero del 2008.
CUARTO.- La Asamblea Legislativa del Distrito Federal y el Gobierno
del Distrito Federal implementarán una campaña permanente para dar
a conocer los derechos y obligaciones que se derivan por la entrada
en vigor del presente Decreto. En dicha campaña no podrán emplearse
colores partidistas y se pondrá énfasis para que los adultos no fumen
dentro de un vehículo cuando vaya un menor adentro.
323
Numeralia
Información estadística sobre los indicadores de
la inflación en México. Índice Nacional de Precios
al Consumidor (INPC) e Índice Nacional de Precios
Productor (INPP).
Escenario para la economía de México que prevé el
Banco de México en 2008:
• Crecimiento del PIB real entre 2.40 y 2.90 por
ciento.
• Incremento de 530 mil plazas laborales (número de
trabajadores asegurados en el IMSS).
• Ubicación del déicit en la cuenta corriente de
la balanza de pagos en alrededor de 1 punto
porcentual.
Inflación
• Inlación revisada al alza para los resultados de los
últimos tres trimestres de 2008 y el primero de 2009.
Proyecciones de Inflación
(Variación % Anual)
México
2006
2007
2008*
3.6
4.0
3.8
*Pronóstico
Proyecciones de Crecimiento
(Variación % Anual)
México
2006
2007
2008*
4.8
3.3
2.0
*Pronóstico
Fuente:
Informe sobre la inflación enero-marzo 2008, Banco
de México.
http://www.banxico.org.mx/PortalesEspecializados/
inflacion/inflacion.html
325
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Año 2007
Inflación medida por:
enero
febrero
marzo
abril
mayo
Mensual
0.52
0.28
0.22
-0.06
-0.49
0.12
Acumulada en el año
0.52
0.80
1.02
0.96
0.46
0.58
Anual
3.98
4.11
4.21
3.99
3.95
3.98
Mensual
0.48
0.40
0.31
0.20
0.21
0.30
INPC
índice general
INPC
subyacente
(nueva definición)1/
INPC
no subyacente
junio
Acumulada en el año
0.48
0.88
1.19
1.38
1.60
1.90
Anual
4.03
4.09
3.98
3.82
3.88
3.86
Mensual
0.63
-0.04
-0.03
-0.76
-2.42
-0.38
Acumulada en el año
0.63
0.58
0.55
-0.21
-2.62
-2.99
(nueva definición)
Anual
3.85
4.18
4.84
4.47
4.13
4.33
INPP
mercancías
excluyendo
petróleo
Mensual
0.23
0.41
0.67
0.12
-0.69
0.19
Acumulada en el año
0.23
0.64
1.31
1.43
0.73
0.92
Anual
6.56
6.56
6.56
5.39
3.33
2.41
Mensual
0.26
0.40
0.41
0.11
-0.29
0.57
mercancías y servicios
Acumulada en el año
0.26
0.66
1.07
1.19
0.89
1.46
excluyendo petróleo
Anual
5.14
5.21
5.14
4.30
3.25
3.18
enero
febrero
marzo
abril
mayo
junio
INPP
Definición Anterior:
INPC
subyacente2/
INPC
no subyacente
Mensual
0.50
0.41
0.32
0.20
0.22
0.30
Acumulada en el año
0.50
0.91
1.24
1.45
1.67
1.98
Anual
3.89
3.95
3.83
3.66
3.73
3.70
Mensual
0.54
0.02
0.00
-0.60
-1.94
-0.26
Acumulada en el año
0.54
0.57
0.56
-0.04
-1.98
-2.24
Anual
4.17
4.44
4.98
4.67
4.40
4.58
Este indicador incluye los subíndices de Mercancías y Servicios. El subíndice de Mercancías lo integran los grupos: Alimentos procesados, bebidas, tabaco y Otras mercancías. El subíndice de Servicios lo integran los grupos: Vivienda (habitación), Educación (colegiaturas) y Otros servicios.
2/
Esta definición del indicador Subyacente excluye al grupo de la educación (Colegiaturas).
Para ver detalles sobre la definición de estos indicadores véase el Informe sobre la Inflación Jul-Sep. 2007, Anexo 1,
pp.53-57.
1/
326
Año 2008
Inflación medida por:
INPC
índice general
INPC
subyacente
(nueva definición)1/
INPC
no subyacente
enero
febrero
marzo
abril
mayo
junio
Mensual
0.46
0.30
0.72
0.23
-0.11
0.41
Acumulada en el año
0.46
0.76
1.49
1.72
1.61
2.03
Anual
3.70
3.72
4.25
4.55
4.95
5.26
Mensual
0.40
0.47
0.50
0.41
0.50
0.45
Acumulada en el año
0.40
0.87
1.38
1.79
2.30
2.75
Anual
4.06
4.14
4.34
4.56
4.86
5.02
Mensual
0.64
-0.19
1.34
-0.26
-1.78
0.32
Acumulada en el año
0.64
0.45
1.80
1.53
-0.27
0.05
(nueva definición)
Anual
2.73
2.58
3.99
4.51
5.19
5.94
INPP
mercancías
excluyendo
petróleo
Mensual
0.84
1.11
1.03
0.74
0.43
0.60
Acumulada en el año
0.84
1.96
3.02
3.78
4.23
4.85
Anual
4.32
5.05
5.43
6.08
7.29
7.72
Mensual
0.60
0.70
0.76
0.51
0.35
0.75
mercancías y servicios
Acumulada en el año
0.60
1.31
2.08
2.59
2.95
3.72
excluyendo petróleo
Anual
3.92
4.23
4.59
5.01
5.68
5.87
enero
febrero
marzo
abril
mayo
junio
INPP
Definición Anterior:
INPC
subyacente2/
INPC
no subyacente
Mensual
0.41
0.50
0.54
0.43
0.53
0.47
Acumulada en el año
0.41
0.91
1.45
1.89
2.43
2.92
Anual
3.90
4.00
4.22
4.46
4.79
4.96
Mensual
0.58
-0.11
1.10
-0.19
-1.42
0.29
Acumulada en el año
0.58
0.47
1.57
1.38
-0.06
0.23
Anual
3.30
3.16
4.31
4.73
5.29
5.88
Este indicador incluye los subíndices de Mercancías y Servicios. El subíndice de Mercancías lo integran los grupos: Alimentos procesados, bebidas, tabaco y Otras mercancías. El subíndice de Servicios lo integran los grupos: Vivienda (habitación), Educación (colegiaturas) y Otros servicios.
2/
Esta definición del indicador Subyacente excluye al grupo de la educación (Colegiaturas).
Para ver detalles sobre la definición de estos indicadores véase el Informe sobre la Inflación Jul-Sep. 2007, Anexo 1,
pp.53-57.
1/
327
Reseña de Libro
Con la aceleración de los procesos sociales y
públicos de la vida contemporánea, las instituciones
modernas desempeñan un papel fundamental en la
estructura de la sociedad actual; por tanto, el Estado
moderno y la Administración pública se convierten
en las instituciones más importantes y responsables
para conducir, asegurar y conservar las relaciones y
vínculos entre los agentes sociales y económicos para
lograr el bienestar basado en el interés colectivo.
Por tanto, el Estado y la Administración Pública deben
estudiarse y comprenderse por medio de nuevas
La trascendencia del
categorías y conceptos que los acreditan como
instituciones centrales de la modernidad, donde su
Estado y la Administración Pública
en la esfera social y pública evolución y desarrollo está determinado por el propio
desenvolvimiento de las esferas social y pública en
Noé Pérez Bello* condiciones de cambio permanente e interrelacionado
con la complejidad de la vida asociada.
En este sentido, el libro de la maestra Rina Aguilera
Hintelholher, La trascendencia del Estado y la
Administración en la esfera social y pública escrito con
rigor teórico y metodológico publicado por el Instituto
de Administración Pública del Estado de Puebla en
2007, analiza, explora y argumenta cómo el Estado
* Secretario Académico del Centro de Estudios en
Administración Pública de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la UNAM.
moderno y la Administración pública se transforman
con base en las modificaciones que sufre la vida
329
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
colectiva y explica los nuevos elementos y condiciones que caracterizan
de manera específica a ambas instituciones para que trasciendan en el
tiempo y espacio modernos.
La estructura de la obra denota un amplio conocimiento del tema de
investigación, al distribuir, ordenar y articular las partes conspicuas que
se vinculan para lograr dilucidar las interrogantes que plantea el estudio
de temas complejos actuales como: el fundamento político del Estado
y su manifestación en la vida económica y administrativa; el papel
significativo del Estado y la Administración pública en las tareas sociales
que se originan en el contexto de la esfera pública; la demarcación
institucional del Estado y el mercado en la nueva relación con la sociedad;
la participación ciudadana y la gobernabilidad democrática en ámbitos
que generan mayores posibilidades de regulación, coordinación,
cooperación, distribución y calidad de vida; la responsabilidad de la
Administración pública bajo criterios de ética, transparencia y rendición
de cuentas; de mecanismos reformadores, de innovación tecnológica y
de políticas públicas.
Asimismo, el libro explica sin duda, un tema de actualidad al estudiar al
Estado y la Administración pública como instituciones fundamentales e
insustituibles de la sociedad contemporánea y son analizadas y explicadas
por la maestra Aguilera, por medio de un enfoque publiadministrativo,
con criterio amplio y abierto a diversas áreas de conocimiento y con
elementos disciplinarios que manifiestan precisamente el vigor teórico y
metodológico de la Administración pública.
Es un libro de actualidad porque también permite valorar los novedosos
horizontes y diversas opciones de estudio y temas de investigación
de la Administración pública para comprenderla como un objeto de
conocimiento, como un mecanismo de acción que nunca se detiene y
330
como una relación que tiene con la sociedad lo que posibilita y concreta
las tareas gubernamentales en el contexto social y público.
Respecto al contexto general del estudio de la maestra Aguilera, se
pueden señalar tres características importantes entre otras, y que
cualifican este interesante libro:
1.- La importancia y actualidad del trabajo.
2.- La aportación conceptual al estudio de la Administración
pública.
3.- El esfuerzo de investigación, académico y profesional de la
autora.
En relación a la primera característica, el trabajo de la maestra Aguilera
tiene una importancia relevante porque trata de una manera puntual y
explícita la formación y el desarrollo de dos instituciones trascendentes
de la sociedad moderna: el Estado y la Administración pública, que son
responsables precisamente de conservar y ampliar los espacios de
convivencia en la esfera social y pública.
Es importante, además, porque abre perspectivas diferentes para el
estudio y la comprensión del Estado moderno como un artefacto social
y fundamental de la vida moderna, entre las cuales se distinguen: el
contexto del liberalismo político y el Estado de derecho que son el
sustrato de la sociedad moderna, misma que proclama los valores de la
democracia a partir del siglo XVIII.
Es importante también, porque demuestra que las instituciones sociales
son perfectibles en función de su vinculación e interdependencia con
otras, es decir, que las acciones que realizan el Estado y la Administración
331
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
pública no son autárquicas ni aisladas; por el contrario, son producto de
su tiempo y espacio, histórico y político, y son realidad por su estrecha
relación con la sociedad, el mercado y la vida económica.
Es importante y actual porque muestra como el Estado y la Administración
pública tienen naturaleza política, contenido económico, compromiso
y responsabilidad social que no pueden evadir, lo cual los vincula
estructuralmente con aspectos importantes de la esfera social y pública,
como son, entre otros, los derechos del hombre y del ciudadano en un
gobierno democrático, la tolerancia, la pluralidad, la civilidad, la calidad
de vida, la educación, la participación y la representación. Todos estos
temas son abordados y explicados magistralmente en el contenido del
libro.
La segunda característica, referida a la propuesta y aportación
conceptual, realza y engrandece el estudio al categorizar términos
importantes de la vida colectiva contemporánea sin los cuales no es
posible denotar y entender la acción de la Administración pública como
una institución catalizadora de la nueva y compleja relación del Estado
y la sociedad.
En este sentido, los conceptos elaborados y utilizados para el estudio del
Estado y la Administración pública como: gobernabilidad, ciudadanía,
ética, rendición de cuentas, transparencia, publicidad, servicio público,
innovación gubernamental, entre otros, se convierten en valiosos
instrumentos cognitivos y aplicativos que permiten entender la realidad
política, social y pública, en la cual el Estado y la Administración pública
tienen una responsabilidad ineludible con la conservación y el desarrollo
de la sociedad en un entorno de convivencia democrática.
332
Como tercera característica el libro de la maestra Rina Marissa Aguilera
Hintelholher es un trabajo digno de elogio y reconocimiento por el gran
esfuerzo que realiza para concretar una investigación seria, profunda y
amplia; realizada con un sólido sustento teórico y metodológico en la
perspectiva de nuevos mecanismos que determinan y definen el aspecto
dinámico e instrumental de la Administración pública.
El valor académico del libro es incuestionable, pues sin duda resulta
una investigación de consulta obligada que incita a la reflexión de
quienes se preocupan y ocupan del estudio y el carácter disciplinario
de la Administración pública.
Asimismo, el contenido del trabajo refleja una rigurosa y honesta actitud
y aptitud profesional de la maestra Aguilera en la utilización selectiva y
metódica de importante bibliografía y sobretodo la inclusión agregada de
su gran experiencia, que le atribuyen los más de cinco lustros, que tiene
como académica y funcionaria de la Universidad Nacional Autónoma de
México.
333
Artículos
Criterios para colaborar en la Revista
IAPEM
La Revista IAPEM tiene como propósito fundamental
desde su fundación en 1989, difundir ensayos
científicos especializados en Administración Pública
Local, con énfasis en el Estado de México.
En sus páginas, se publican además, ordenamientos
jurídicos, reseñas, convocatorias e información
relevante sobre administración pública y disciplinas
afines.
El Consejo Directivo del IAPEM 2007-2010, a través
de este medio, invita a los asociados y docentes
del Instituto, servidores públicos, estudiantes y
estudiosos de nuestra disciplina, a participar en la
Revista IAPEM, entregando o remitiendo ensayos
y colaboraciones para tal fin, mismas que deberán
cumplir con los siguientes criterios básicos:
1. Los ensayos deberan abordar preferentemente
alguna de las siguientes temáticas:
•
Planeación Municipal y Proyectos de Inversión
Local
•
Políticas Públicas Estatales y Municipales
335
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
•
Administración Pública Municipal
•
Innovaciones en Sistemas de Organización e Información para la
Gestión Pública Local
•
Administración Pública Local y Reforma Fiscal
•
Programas Sociales Gubernamentales
•
Gobierno Electrónico
•
Gestión Pública y Medios
•
Administración Local y Procuración de Justicia
•
Participación Social y Gestión Pública Local
•
Finanzas Públicas Locales
•
Actualización del Marco Jurídico y Normativo de la Administración
Pública Local
•
Ética en el Servicio Público
•
Rendición de Cuentas
•
Nuevas Tecnologías en la Administración Pública Local
•
Nuevas Modalidades de Prestación de Servicios Públicos Locales
•
Calidad y Productividad en el Servicio Público
•
Colaboración y Cooperación Intergubernamental
•
Federalismo y Municipalismo
2. Los ensayos serán inéditos, no habiéndose publicado en cualquier
medio impreso. El incumplimiento de este criterio, será únicamente
responsabilidad del autor o autores que entreguen o remitan los
trabajos.
3. Los ensayos deberán cumplir las siguientes características:
claridad en el lenguaje; calidad y actualidad de la información, rigor
metodológico, originalidad y relevancia de las aportaciones teóricas y
prácticas a la gestión pública local.
336
4. Los ensayos deberán tener una extensión mínima de 15 cuartillas
y máxima de 25, incluidas en ellas anexos y bibliografía, escritos en
español en hojas tamaño carta, a doble espacio, en letra Arial de 11
puntos con interlineado de 18 puntos, con el margen superior, inferior e
izquierdo de 3 cm. y el margen derecho de 2.5 cm. Las reseñas seguirán
los mismos criterios, pero tendrán como extensión máxima 5 cuartillas.
5. Los ensayos y colaboraciones se entregarán, además de su versión
impresa, en disquete de 3.5 para computadora, en Word para Windows
versión reciente. No se devolverán originales.
6. La carátula debe incluir, en la parte superior, el título correcto del
ensayo, el que no excederá de dos renglones, así como el nombre
completo del autor o autores, y en la parte inferior, en nota al pie de
página, datos de identificación relevantes como: si son asociados
del Instituto de Administración Pública del Estado de México, A.C.;
cargo actual; actividad profesional; último(s) grado(s) académico(s);
obras publicadas, y las actividades académicas y profesionales más
relevantes.
7. Las referencias que se utilicen en el texto, serán estrictamente las
necesarias e irán como notas, al pie de la página, como se ejemplifica a
continuación:
(
) Guerrero Orozco, Omar. (Preparación y Estudio introductorio).
Ciencia del Estado. Juan Enrique Von Justi. Toluca, México. Ed. Instituto
de Administración Pública del Estado de México. 1996. p. LVI.
8. Las referencias generales o bibliografía no excederán de 20 y se
incluirán al final del trabajo, conteniendo los elementos básicos de
identificación de una publicación, como enseguida se muestra:
337
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
Chanes Nieto, José. La Obra de Luis de la Rosa. Toluca, México. Ed.
IAPEM. 2000. 461 pp. (Colección La Administración Pública en México.
Nuestros Clásicos).
Braibant, Guy. “Reflexiones actuales sobre Administración Pública”, en
Revista del Instituto de Administración Pública del Estado de México.
Número 16. Octubre-diciembre. 1992. Toluca, México. IAPEM. pp. 87101.
9. Los términos técnicos o conceptos que aparezcan en el texto
deberán definirse con claridad en la primera mención, al igual que las
abreviaturas. La inclusión de cuadros, gráficas o tablas se realizará
sólo en caso de que faciliten la comprensión del texto y se citarán las
fuentes originales que sirvieron de base para su elaboración.
10. Los trabajos se acompañarán de un resumen curricular de los
autores.
11. El Comité Editorial del IAPEM verificará que se cumplan los
puntos establecidos en estos criterios; dictaminará qué trabajos serán
publicados, y podrá exigir a los autores de los mismos, si así lo requiere
el caso, que atiendan sus recomendaciones y observaciones. Asimismo,
el IAPEM podrá hacer corrección de estilo y adecuaciones editoriales.
12. El Instituto entregará al autor o autores de cada uno de los apartados,
un total de 3 ejemplares del número de la Revista IAPEM, en que sus
trabajos fueron publicados.
338
13. Cualquier asunto relacionado con los ensayos y colaboraciones
no incluido en el presente, será resuelto por el Comité Editorial del
IAPEM.
(Nota. Las colaboraciones se entregarán directamente para su
consideración editorial al Instituto, o, en su caso, por conducto del
respectivo Coordinador del número de la Revista IAPEM).
Mayores informes:
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C.
www.iapem.org.mx
Coordinación de Investigación
Paseo Matlazincas 2008,
Barrio La Teresona,
Toluca, México.
Tels.: (01 722) 167 10 03, 167 10 05 y
167 10 06.
e-mail:
[email protected]
[email protected]
339
Artículos
Revistas de
interés
341
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
342
343
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
344
345
Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C. Revista 70 Mayo-Agosto de 2008
346
colofón