Revista Electrónica Sinéctica
E-ISSN: 1665-109X
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Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores
de Occidente
México
Bazdresch, Miguel
SOCIEDAD CIVIL, UNA FORMA DE EDUCACIÓN CÍVICA
Revista Electrónica Sinéctica, núm. 16, enero-junio, 2000, pp. 53-64
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente
Jalisco, México
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99815740008
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Sinécti
ene-jun
SOCIEDAD
CIVIL, UNA FORMA
DE EDUCACIÓN CÍVICA*
Miguel Bazdresch**
MB. Estamos con el sociólogo Raúl Leis y con
el maestro Abelardo Morales Gamboa, ambos
son distinguidos participantes en la sociedad
civil centroamericana, académicos, políticos y
miembros de organizaciones no gubernamentales, con la intención de platicar de su experiencia para que los grupos mexicanos conozcan su participación en los diversos movimientos de la sociedad civil.
Se asocia mucho el avance de la democracia con el creciente evolución de la sociedad
civil, su organización y su participación y nos
da mucho gusto que hayan aceptado esta
entrevista para platicar sobre los diversos
aspectos de los países y su experiencia Latinoamericana.
Quiero empezar con una pregunta general y
luego en la medida de la plática, concentrarnos
en aspectos mas nodales del tema. Mi pregunta es: ¿cuál es el papel actual de la sociedad
civil y cuál es su concepto de sociedad civil,
desde la experiencia, no cómo definición
académica? Refiriéndonos a sociedad civil
como las amas de casa, en la calle, el grupo de
académicos que toman la asesoría gubernamental, ¿que es la sociedad civil en movimiento para ustedes?
RL. La sociedad civil casi siempre se explica
* Entrevista a Raúl Leis
y Abelardo Morales.
** Profesor investigador
del ITESO, director de
Sinéctica.
por negación, por ejemplo, “no es el gobierno”.
Lo vamos a tratar ahora por afirmación: es un
espacio de autonomía, de capacidad de
propuesta que un sector de la sociedad,
diferente al Estado (gobierno) y al mercado
(fuerza económica), logra plantear un intent
regulador de las otras instancias. En la med
en que una sociedad, sólo centrada en la
dinámica del mercado, en lo económico, po
intereses específicos por encima de los inte
ses de la sociedad y se expresa sólo a travé
los partidos políticos y del gobierno y por te
una democracia formal y representativa exc
a un gran sector de la población que sólo
participaría votando.
En cierta manera la sociedad civil surge
como producto de esa democracia imperfe
si ésta tuviera mayor capacidad de represen
ción, la sociedad civil no tendría lugar. Es la
población que no está incluida en las dos
grandes esferas. Aunque pudiera incluso ha
quienes estén en las dos esferas y pertenec
también a una sociedad civil. Por ejemplo,
personas que están en un partido político y
miembros de una asociación cívica o empre
rios que están en un sector del mercado y a
par pertenecer a una beneficencia social. L
frontera entre las esferas no es tan tajante. L
que en sociología llamamos movimientos
sociales son la parte organizada y movilizad
de la sociedad, que hace algunos años se
conocían sólo como sindicatos de obreros y
campesinos y que ahora también los hay de
temas: ambientales, de edades, juventud, v
homosexuales, etcétera; esa parte organiza
que se mueve y que juega el papel de prop
y de regular lo que debe cumplirse ante la
sociedad, es la sociedad civil.
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MB. Respecto a la democracia, ¿cómo se
relaciona la creciente organización de la
sociedad, no por los causes políticos, sino en
cuanto a su contribución a la democracia?,
sobre todo en Centroamérica.
AM. Ha sido muy importante la articulación de
diversas expresiones de la sociedad que ahora
llamamos sociedad civil y habría que preguntase ¿que es sociedad civil? Hay una diferencia
entre sociedad y sociedad civil, y es que en la
democracia la sociedad civil introduce un
elemento que es el poder económico en torno
al mercado y la actividad económica. El poder
político de aquellos que están en el poder o
luchan por él, tienen en medio el poder de los
ciudadanos para darle veracidad y fortaleza a
sus propuestas; ese es el papel de la sociedad
civil: reforzar el poder de los ciudadanos para
conquistar en el marco institucional nuevos
espacios y lograr cambios a favor de los
intereses de los diversos grupos. Aun cuando
la sociedad civil es amplia, cada sector de ésta
puede tener su propia agenda de acción. ¿Cuál
es el papel de la sociedad civil? Construir
ciudadanía, no sólo crear mecanismos para
que se respete el carácter ciudadano de la
población, sino que también la población se
apropie de dicha ciudadanía, que exista el
derecho y la conciencia de que es propio y
debe ejercerse.
RL. También pienso que hay una definición de
autolimitación, es decir, la sociedad civil no
aspira al poder, ni a remplazar el poder de las
otras dos esferas; no se organiza para formar
un partido político y tomar el poder; la intención de los espacios no es sustitutiva de los
otros, hay quienes lo piensan pero no es así,
por ejemplo, en la organización que yo colaboro se trata todo lo contrario, se habla de que la
labor es fortalecer a la sociedad política
democratizándola, como apoyo a través de
esos espacios.
AM. Y otro elemento que quiero agregar es que
no hay contradicción entre un Estado fuerte y
una sociedad civil fuerte, incluso entre un
mercado desarrollado, un estado fuerte y una
sociedad fuerte, ese es el tipo de democracia
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al cual deberíamos de aspirar, es decir, la
participación de las organizaciones civiles en la
acción política no tiene porque debilitar ni
sustituir a los partidos políticos, más bien, eso
debería de fortalecerlos en la medida que el
ámbito de la sociedad civil sea una zona
especifica y el ámbito de la acción política sea
tanto especifico como complementario.
MB. Ustedes con su experiencia, para ilustrar
esta conceptualización ¿podrían relatar brevemente algún ejemplo de Panamá, de Costa
Rica sobre esta complementariedad o fortalecimiento o quizá del intento?
RL. Hay muchos ejemplos, pero vamos a hablar
de uno en especial que es en el que hemos
estado trabajando en Panamá consiste en cómo
la sociedad civil con los partidos políticos y el
gobierno logra establecer un acuerdo nacional
en torno al tema del canal. A esto se le ha
llamado “Los encuentros de Panamá 2000”,
surge de la reversión del canal a manos de
Panamá. Recordemos que este año se traspasa
a la soberanía nacional; también se propone
ubicar un plan de desarrollo del uso del suelo
del área en la rivera del canal y eso se hace en
un proceso enriquecedor, de año y medio en el
que se asientan todos los factores a revisar, en
una agenda común. De esto se obtiene un
resultado previsto dónde la sociedad civil
juega el papel de punta de lanza en el proceso,
que sin remplazar a nadie, toma la mayor parte
de las iniciativas que ayudan a incorporar y
estabilizar las diferentes fuerzas presentes en
esta acción. A eso se sucede en el año 98, un
esfuerzo por establecer una visión del país que
queremos “La Visión Nacional 2020”, que se
hizo de una manera similar, uniéndose todos
los poderes del país para ponerse de acuerdo
(no fue nada fácil) sobre el país que queremos
y se da a través de un proceso participativo no
sólo nacional, sino a nivel local, provincial, los
sectores y municipios y por último con un
monitoreo y seguimiento por medio de un
“visionómetro” que pretende crear un instrumento de cultura política ciudadana.
En la medida en que se pueda evaluar la
cercanía o lejanía de la visión de la sociedad
civil puede uno ponderar en el futuro qué tanto
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se acercan las posturas políticas a la visión de
lo que se quiere, se tiene un criterio de relación
política entre sociedad civil y sociedad política
diferente a la que se tenia antes: “voto por
éste, porque habla bonito o por tradición”.
Además, se creó un mecanismo de desarrollo
de cultura política y diversos sectores sociales,
en este caso los ambientalistas, los jóvenes, las
mujeres, la sociedad civil en si, y los municipios
establecieron pactos con los candidatos
presidenciales en las ultimas elecciones con
base en esa visión. Estos pactos son firmados
por el que gana y por el que pierde ya que
también tiene que cumplirlo porque tiene
legisladores, diputados, alcaldes y está moralmente comprometido y sobre eso se trabaja
por medio de los “pactometros”, que son la
manera de monitorear el funcionamiento del
pacto. Todo esto es como un solo paquete que
no garantiza nada, pero si genera un compromiso moral y la transparencia al hacer el
compromiso directamente con la ciudadanía.
Depende de todas formas de la organización y
presión de la sociedad civil por diferentes
medios para recordar o aportar al cumplimiento de esta propuesta.
MB. Si entiendo bien el proceso se desató a
propósito de una coyuntura el cambio de
soberanía y entrega del canal, la sociedad junto
con el país, con dirigentes y fuerzas económicas del país se pusieron a pensar, más allá de
visiones partidistas, de áreas, todo mundo
participa y se hace una agenda nacional que
luego baja a las localidades y ahora están en el
proceso de poner esas palabras en acción.
RL. Los partidos políticos de estas elecciones,
incorporaron parcialmente en su programa de
gobierno esto de la visión, es decir, que hubo la
posibilidad de permear los programas de
gobierno de los partidos, falta ver si cumplen.
AM. Otro ejemplo, no sólo de Costa Rica, sino
desde Guatemala hasta Costa Rica, posiblemente Panamá también, que marcó una nueva
etapa en el desarrollo de las actividades de los
grupos civiles fue el huracán Mitch; a partir de
esto se constituyeron algunas iniciativas
Cañón del Bryce, Estados Unidos.
nacionales de coordinación de organizaciones
civiles para atender la emergencia y la etapa
de reconstrucción; luego se pasó a una etapa
de articulación de esos esfuerzos a nivel
nacional. Tuvo dos efectos, uno, se planteó que
el impacto del huracán no tiene que ver sólo
con la fuerza natural, sino con el grado de
desarrollo de estos países y en ese sentido las
organizaciones civiles son muy importantes.
Surgió el tema de la vulnerabilidad ambiental
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social y sobre todo la vulnerabilidad que se
deriva de la imposición de un esquema de
desarrollo abierto hacia fuera, donde poco se
cuida la protección del ambiente y que por lo
tanto, es un modelo muy depredador. El
segundo efecto de este conjunto de iniciativas
fue que se cuestionó la conducta del estado en
el manejo de situaciones de emergencia. La
operación internacional y el activismo que
desarrollan estas organizaciones a nivel
nacional, logró que en una reunión de
Estocolmo, donde había gente tanto de
Centroamérica como de las organizaciones
civiles y de la cooperación nacional de Suecia,
se plantearan tres condiciones a la ayuda que
fueron: la ayuda con transparencia, descentralización y participación. Estos son resultados
importantes que de no haber sido por las
organizaciones civiles y la vinculación de éstas,
con otras homologas, quizá la capacidad de
éxito hubiera sido muy limitada. Los avances y
resultados específicos en materia del mejoramiento del desarrollo o en el cambio de la
práctica política de los estados ha tenido que
ver con el debate de cuestiones básicas como
la vulnerabilidad social, la corrupción y la
participación en el manejo de los programas
de ayuda.
MB. Déjame evocar algo, hace unos meses
hubo un exceso de lluvia aquí en el estado de
Puebla y justamente los analistas ven este
mismo problema, el fenómeno natural de
pronto se ensaña con los más pobres, porque
han estado sobreviviendo con base en un
esfuerzo que no los protege del desastre
natural: caminos y viviendas pobres, junto a los
ríos o zonas que se pueden deslavar, deficientes tratamientos del bosque, etcétera.
nas y de los grupos que habitaban ese lugar;
de la sociedad civil de las comunidades
cercanas. Hay transparencia con la ayuda, sin
corrupción y ayuda del ejercito, participación
para decidir a quién y cómo se va ayudar y
visión a largo plazo, es decir, no sólo el reconstruir, sino el tener una visión ambientalista que
prevenga que va a volver a caer la lluvia y a
destrozar el lugar.
En México no había esta capacidad de
reaccionar y el ejemplo de Centroamérica en
contraste, clarifica la posibilidad y la fuerza que
puede tener una sociedad civil, que no es
simplemente una fuerza ideológica de hacer
triunfar una idea, sino que es una fuerza de
integración de las ideas para discutir y construir al país, construir a la sociedad o reconstruirla y llevarla a niveles más humanos,
plurales, justos. Las frases de pronto parecen
ilusiones. ¿Qué nos podría hacer pensar, a
partir de estos ejemplos, que esto es algo
permanente, que no se va a caer una vez
terminada la emergencia o la elección?
RL. Nunca hay garantías de que algo se sosten-
ga, pero un elemento clave es que, si alguien lo
recuerda y mantiene una vela encendida,
(como dicen, más vale encender una vela que
maldecir la oscuridad), si hay quien mantenga
la vela prendida que mantenga la presión, la
constancia y esto se logra en la medida que los
valores se apropien y se reproduzcan y se
continúen, en este caso la visión nacional,
como en Panamá 2000. La directiva de los
partidos ha cambiado y todos los que firmaron
el pacto ya no están ahora pero si logramos
mantener el tema presente y el monitoreo de
los mecanismos podría garantizar la continuidad del tema, lo malo es cuando se hacen de
temas importantes, motivo de campaña.
RL. Nadie que de la alerta a tiempo.
MB. Si, comunicación deficiente, que cuando
viene el desastre natural, se vuelve un desastre
social muy fuerte porque las personas ahora
para comer necesitan viajar todo el día y no
existen ni caminos, ni transporte, es decir, un
problema sumamente grave y no había una
organización; aunque el desastre ha generado
ahora una organización de los grupos indíge-
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MB. Si. Se hace durante la campaña y tiene
auge, pero luego se termina.
RL. Pero ¿cómo hacer para darle continuidad
cuando ya ha pasado la campaña o los recursos se utilizaron para la campaña y ya no hay
con que seguir? Viene aquí la apropiación del
tema y de la vigencia; como ejemplo, en el
caso de la entidad donde yo participo todas
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Amanecer, Huentitán, Jalisco.
estas actividades son parte de la reflexión de la
actividad, es decir, esto no es un proyecto que
se acabó y ya, no, está integrado en el proceso.
Si me invitan, por ejemplo, a dar un tema,
aunque no tenga nada que ver con la visión,
veo cómo lo relaciono, reviso el material para
seguir reproduciéndolo, y sacar en los periódicos, en las reuniones se les recuerda el tema y
hay varios comprometidos de mantener la vela
encendida y la capacidad de apropiación.
MB. Abelardo, creo que nos podrías ayudar con
tu aportación. Pienso al escuchar a Raúl en
aquello que uno estudia sobre la inercia
política de los países europeos que en su
desarrollo político, cultural y económico han
logrado que las sociedades tengan esta inercia
que impide que se vuelva atrás. Como en
Francia que es impensable volver a una situación como la que se vivió en la postguerra, en
España, lo que se vivió con Franco o en Italia,
lo que se vivió con Mussolini; evidentemente la
historia da vueltas y podría suceder una situación parecida, pero la sociedad europea ha
evolucionado de tal forma que tiene una inercia
que da cierta continuidad a los esfuerzos
democráticos y de consolidación de la pluralidad; incluso ahora con el gran movimiento de
la unión europea de hacer una integración de
los países, desde luego es un modelo europeo
que no necesariamente es viable en América
latina, a lo mejor si, pero, ¿qué factores habría
en este actual movimiento de la sociedad civil
centroamericana que pudiera hacernos pensar
en un escenario más optimista para los próximos veinte años?
AM. Parto de un principio: no basta con que en
Centroamérica tengamos democracia para vivir
con democracia; hace falta mucho más que
eso. Cuando hablaba del vínculo de la sociedad civil en la construcción del poder ciudadano, no lo pensé en abstracto; lo pienso en el
poder concreto de los ciudadanos. Si tenemos
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un estado de derecho: que haya conocimiento
de dichos derechos.
Una gran limitante en Centroamérica es que
la gente no conoce las leyes, desconoce sus
derechos y sus responsabilidades y eso es un
principio básico para la convivencia social.
Existe, entonces, una necesidad primordial de
educación jurídica y legal: de educación
ciudadana, de conocimiento de las leyes y que
eso se traduzca en poder de acción, es decir,
en capacidad de actuar y decidir
autónomamente, que no tenga que venir un
líder de fuera de la comunidad a decir que es
lo que se va a hacer. Lo vemos también en la
situación de emergencia, en aquellas comunidades donde hubo capacidad de previsión se
logro responder a tal emergencia y no es que
impidieran la magnitud del daño, no impidieron
que el río subiera o que lloviera tanto, pero si
disminuyeron el peso de la tragedia por medio
del movimiento y de la búsqueda inmediata de
soluciones y sobre cómo reconstruir.
Por otro lado, también tiene que ver el
¿cómo participamos nosotros desde organizaciones civiles? Obviamente no queremos ser
los protagonistas del proceso social, sino parte
de la contribución para que la población
acumule y desarrolle poder y esto se relaciona
con la historia: en nuestros pueblos la memoria
histórica es muy recortada, hay mucha capacidad de olvido, hay pueblos que incluso no han
recuperado su historia, y por lo tanto, hay
dificultad para sistematizar y reconocer una
parte del capital social y el patrimonio cultural.
Es importante, entonces, tener educación
ciudadana, para el cuidado del patrimonio
cultural, para desarrollar la capacidad de
organización y autonomía, propiciar la capacidad de desarrollo autónomo de la población y
luego hay temas que se van incorporando
como parte de la memoria colectiva, creo que
en Centroamérica hay países donde hay
fenómenos que difícilmente, a menos que se
cambien radicalmente ciertas condiciones, se
van a repetir, por ejemplo, la constitución del
ejercito en Costa Rica, es un asunto desterrado
de la memoria colectiva, yo no se si en Nicaragua si se ha desterrado ya el tema del retorno
de una dictadura, porque a pesar de las
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dificultades uno no ve en Nicaragua ninguna
añoranza y en las encuestas se manifiesta que
quieren un sistema democrático y su modelo
de país es Costa Rica. Posiblemente si les
preguntamos a los salvadoreños, sobre su
deseo colectivo, no está el volver a una guerra,
creo que si hay avances, y esa inercia de la
cual se está hablando es un proceso que está
en constitución.
MB. Se puede decir que esa inercia se empieza
a instalar y que las sociedades centroamericanas, en su conjunto, y todavía con signos de
alerta está empezando a rodar.
RL. Comparto con Abelardo los ejemplos, pero
también se pueden dar ejemplos de lo contrario, que denotan la imperfección y los peligros.
Hablo de dos casos que afortunadamente son
menos graves que los otros. En Guatemala, el
presidente que recién ganó o está a punto de
ganar, porque va por la segunda vuelta, es el
que está relacionado con un dictador, Ríos
Mont, no significa que regresen a la dictadura
pero por lo menos hay una relación con la
figura, y otro caso es Panamá, a pesar de lo
avanzado, si se hace una encuesta en este
momento 70% de los panameños plantean la
permanencia militar norteamericana, ¿por qué?
No es que sean pro norteamericanos, pero
piensan que por las crisis que ha sufrido el
país, perdimos la carrera contra el tiempo para
demostrar nuestra capacidad de poder llevar a
cabo la tarea: es inseguridad; pero frente a eso,
el trabajo de la sociedad civil ha sido educar y
reforzar. Fortalecer el estado nacional a través
del consenso, ponerse de acuerdo en que sí
podemos manejar el canal, y no los militares; si,
los civiles. Al hacer un plan entre todos que no
contempla la presencia del ejercito, estamos
abonando a esa inercia en el sentido positivo,
hay factores que retardan, pero también hay
propuestas para superarlo.
MB. Para cerrar con el asunto de los partidos
políticos y de la representación: en el pasado,
una argumentación similar era la que fundamentaba la necesidad de partidos de oposición
fuertes, la historia nos ha dado primero un
partido fuerte que luego se hace dictadura o
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cúpula y ante eso se dice que no se puede
seguir así, y se propone, la necesidad de los
partidos de oposición, ahora y desde hace
veinte años, nos damos cuenta de que toda esa
oposición también se ha hecho cupular y ha
abandonado las raíces, y aunque hablen de
ciudadanos, en realidad hablan de militantes y
le han vuelto la espalda al ciudadano que no se
hace militante o miembro del partido “x”. La
argumentación pareciera ser la misma: los
partidos de oposición no funcionaron, no nos
llevaron a la democracia, por lo tanto, hace falta
la expresión democrática de la sociedad civil
organizada; no para controlar el poder, pero si,
para influir en la toma de decisiones y romper
con el monopolio de la partidocracia.
No se si en Centroamérica se use este
nombre, en donde la oposición repite los
esquemas del expartido dominante y cierra las
puertas, la práctica de las acciones que se
habían pensado y se quedan en segundo
plano; siendo el primer plano el seguir en
poder.
Probablemente este punto de las políticas
públicas sirva para discutir el tema de la
representatividad pues la democracia no es
nada más la forma en que las autoridades
llegan al poder, sino un diseño de sociedad en
el que todos somos responsables y beneficiarios, y en donde la parte que no funciona
también nos cae encima. Un autor dice por ahí
que “la democracia es el único sistema que si
se hace bien o si se hace mal, le toca a quien la
diseño” no como la monarquía donde si el
monarca se equivoca le toca pagar a los
súbditos, aquí no: si está bien ganamos todos y
si esta mal perdemos todos. Entonces, ¿de qué
manera se relacionan representatividad,
partidos políticos, diseño de políticas públicas
y sociedad civil en términos de una mayor
inercia y de mayor acceso a la ciudadanía, a
ser ciudadanos activos, militantes y no de
partidos?, ¿o es solamente un paso, y todos
seremos militantes de un mismo partido?
RL. Es un paquete sugestivo, pero un elemento
interesante que me recuerda cuando alguien
decía que la diferencia entre el partido demócrata y el partido republicano de Estados
Unidos era igual a la diferencia entre la Pepsi
Cola y la Coca Cola, que en el fondo son muy
parecidos y que aunque hay una diferencia, no
tienes dos opciones claramente diferenciadas,
una por lo azul y otra por lo amarillo; son
matices, que se parecen mucho a pesar de las
diferencias y entonces, parece que el problema
no es de los partidos, sino del marco que
estamos viviendo a nivel internacional, la
globalización y todo ese asunto: la caída de las
utopías, de los muros, la unipolarización
mundial con base en grandes países y a un
solo sistema económico, lo que genera una
especie de “decoloración” de las fuerzas
políticas y llega el momento en que piensan a
ser eso mismo, Coca o Pepsi, muy parecidos
entre si y las propuestas no son divergentes, no
son modelos diferentes, son sólo matices,
adecuaciones, particularidades, etcétera, que
en el fondo debilita a la democracia, porque no
ofrece caminos nuevos. Estamos en una sola
autopista sin la posibilidad de debate.
MB. Cómo que se perdió la creatividad y la
innovación.
RL. Así es, muy repetitivo y por lo tanto, pobre.
Se nota en los debates donde ni si quiera se
quiere debatir, porque en el fondo es lo mismo,
y esto es un elemento negativo que sumado a
otros, contribuye al desprestigio de la democracia que se nota en el abstencionismo. Tenemos un ejemplo: es el caso de Venezuela, el
acenso de Hugo Chávez es el derrumbe de los
partidos políticos, antes de él, yo pensaba que
el sistema más sólido de partidos era el de
Venezuela y veías que eran fuertes, poderosos,
parecía que no se caerían nunca.
AM. Incluso en nuestros partidos se daba la
capacitación desde Venezuela.
RL. Si, allá se iba a la formación y en este
momento nadie da un centavo por los partidos
políticos de Venezuela. Surge un líder que él es
el partido y que puede tener un fin bueno o
malo, podría ser un dictador o un líder popular
de tremendo arraigo y posibilidad, pero no
sabemos que va a pasar, de cualquier forma,
debemos mirarnos en ese espejo; para los
ciudadanos decepcionados, decir que el
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Volcán de Colima.
sistema político no es eterno, ni enconmovible,
así como no lo fue el socialismo ahora derrumbado por elementos parecidos aunque de otro
tipo. En la democracia tampoco son estables ni
seguros, por eso creo en la importancia de
mirarnos en ese espejo que nos dice “cuidado”
y no hay propuesta de participación política
diferente a la democracia, que puede ser
mejorada, pero que siempre tendrá una parte
que nosotros tenemos que cumplir.
Entonces, el principio liberal republicano de
la democracia es un nivel básico, las libertades
como de circulación, expresión, etcétera, sobre
lo que se construye una democracia
participativa que no reemplaza, enriquece.
Pero, cuando llega el tema de la incredulidad a
nivel de todo el sistema ¿cuál es la propuesta
que podemos crear, cuando en los propios
partidos no hay alternativa? Ahí está el papel
de la sociedad civil, nos toca refundar un nuevo
estado en nuestros países tomando como base
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los elementos históricos para enriquecerlo. Por
ejemplo, el Ombdusman que no es una figura
de la democracia tradicional que hemos tenido,
pero que es interesante y enriquece al Estado;
la pluralidad de defensores del pueblo en
diferentes áreas, con distintas concepciones y
el respeto del poder a la toma de decisiones es
un elemento que podríamos incluir en la
refundación del estado. Por lo que la exigencia
en el fondo es ¿qué Estado queremos, cómo lo
podemos refundar y que papel va a tener cada
actor durante el proceso? Pero aunque me
duele decirlo y no se si sucede en todos los
países, la tendencia es hacia el empobrecimiento del debate y a la decoloración del
debate.
MB. Es que la pobreza no sólo económica.
AM. Yo no se que consecuencias tenga para el
desarrollo de la democracia esta disyuntiva o
falsa disyuntiva entre sociedad civil y partidos
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políticos, cuando se debe dar una relación muy
clara entre ellos, no una relación matrimonial, ni
tampoco una relación poligámica sino una
relación clara de división de funciones dentro
del sistema político, donde la función de la
sociedad civil no es suplir al partido político;
podría ser incluso contribuir al desarrollo del
mismo partido, porque eso fortalece la democracia.
Hay temas esenciales en los que los partidos
quizá no tienen capacidad, ni recursos mientras
que la sociedad civil si los tiene, por ejemplo,
en materia de formulación de propuestas, de
diseños de iniciativas, capacidades técnicas,
científicas, profesionales para movilizar recursos y desarrollar campañas educativas, que no
tienen que ser campañas de educación o de
proselitismo político. Eso es imaginable dentro
de un escenario de fortalecimiento y enriquecimiento de la democracia y en este tema entra
la pregunta de Miguel, sobre la formulación de
políticas publicas.
Pienso que ahí es el ámbito perfecto de
acción donde se puede dar una adecuada
convivencia entre los partidos políticos, organizaciones sociales e instancias del Estado
gobierno en beneficio de los ciudadanos.
Nuestros países están casi determinados a vivir
en esta situación, no podemos imaginar el
escenario donde los partidos políticos van a
funcionar bien, el Estado va a funcionar bien, y
entonces la organización de la sociedad civil va
a ser prescindible. No, ese escenario no está
planteado y justamente eso es lo que hay que
imaginar, cuál es el tipo de democracia que nos
va a permitir poner en función estas tres
dimensiones dentro de una concepción dinámica y funcional, sin pensar que vamos a alcanzar
niveles de desarrollo político donde no va a
haber conflictos.
MB. Más bien, ¿cómo encontrar la forma de
dilucidarlos y entrar en juego sin quebrarse?
RL. Ahí lo interesante es incluir un tema del que
se habló al principio y que podemos retomarlo:
ciudadanía. En el fondo de esto está la ciudadanía, donde está la base de la aportación y
donde se pueden encontrar los caminos de la
propuesta. Para mi la ciudadanía debe ser de
alta intensidad, como los disquetes, de doble
densidad. Es decir, no sólo es la ciudadanía
política, porque casi siempre nos referimos
sólo a ésta; también hablo de la ciudadanía
socioeconómica, puesto que al que no es
sujeto de ciudadanía socioeconómica, no se le
imposibilita, pero se le dificulta desarrollar la
otra ciudadanía. En otras palabras, ese hombre
que está pasando hambre no va a tener interés
en el debate o el partido y le cuesta creer; está
pensando en resolver su problema y no es
ciudadano político pleno en la medida que no
es ciudadano socioeconómico pleno, por otro
lado la ciudadanía tiene que ser plena, es decir,
la ciudadanía se reduce a un mínimo sector de
la sociedad, son los “incluidos”, y si la soberanía no crece cuantitativamente y abarcando
cada vez más población, tampoco es plena,
puedes tener democracia sin riqueza, como la
India que no es perfecta pero funciona aunque
más difícilmente.
Entonces, la calidad de la participación
—porque no es igual participar por hambre
para que te den pan— es mejor en la misma
medida en que la ciudadanía está bien en lo
socioeconómico, puede pensar a otro nivel, la
democracia se califica y podemos pasar al
objetivo real, que no es la democracia en sí,
sino, la sociedad democrática, que es más
profunda que la democracia, en términos
formales, aunque es clave no es el fin. El fin es
la cultura social democrática.
MB. Quiero corroborar, para los lectores, ¿qué
fundamento se tiene para pensar en el
plusvalor (valga el lenguaje arcaico del marxismo) de que el ciudadano tiene además vivir, la
responsabilidad de ejercer un conjunto de
actividades que van más allá de lo vital para
poder participar? Era una vieja objeción al
cooperativismo que supone que sus miembros
tienen que hacer mucho más que lo que hace
un negociante o sociedad anónima normal.
Para obtener lo que consigue el cooperativista
tiene que poner esfuerzo, poner trabajo, juntas,
reglamentos, comisiones y muchas cosas
además de su trabajo para que la cooperativa
de ahorro funcione, y decíamos: “ustedes
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cooperativistas proponen una forma de ahorro
y de sistema que funciona pero ¿a que costo?”
Es un exceso, me acuerdo de esa objeción y
pienso en que de pronto podría renacer ahora y
si tenemos que refundar el Estado. Tenemos
que tener una participación mucho más activa
en el rediseño de la sociedad, no podemos
dejar al Estado el poder dada la importancia,
pero ¿qué nos hace pensar que podemos pedir
esa tarea? Lo pongo en términos de posible
respuesta.
Hemos puesto en lo jurídico los derechos de
la vida civil y política y lo socioeconómico lo
hemos dejado en segundo lugar, cuando
decimos derecho a la vida, no decimos derecho a comer; cuando decimos derecho a libre
expresión, no decimos derecho a elegir, a votar
o hasta a reclamar, como que hay un doble
código de “tu vota y luego ya comerás” además
de que vas a trabajar para sobrevivir, tienes
que ir a la cooperativa para la marcha, para la
decisión. Dan ganas de decir “yo me voy a una
sociedad desarrollada donde yo vote y se
acabo”.
RL. Precisamente, la parte de perfeccionamien-
to de nuestro desarrollo es la que nos exige un
esfuerzo mucho mayor, hay una diferencia,
cuando la pobreza es un tema minoritario en la
sociedad es muy diferente a cuando es un
tema mayoritario y urgente; para los suecos, los
nórdicos, que están en mejor situación, la
pobreza es como la tuberculosis: son tantos y si
es que hay, porque puede no haber ni uno,
pero cuando es un lastre del país te exige un
esfuerzo mayor y la radicalidad es tal, que se
convierte en determinante para que flote o no
la democracia.
Lo que no creo es en el discurso anterior, de
los discursos de izquierda tradicionales, donde
“primero es lo material y los derechos de la
mujer son después y lo ambiental no tiene nada
que ver; lo importante es lograr que los trabajadores vivan bien y luego hablamos de lo
demás” y por eso pienso que es como un
péndulo, como ley pendular, o está bien o se
está cayendo del otro extremo. La contrapropuesta es un elemento integral; así como lo
están haciendo las mujeres al decir “señores,
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nosotras no queremos esperar, queremos la
igualdad de oportunidad desde ahora, no
vamos a esperar a la sociedad nueva, lo
queremos ya”. Hay que estar atento a la coyuntura, si te permite avanzar en lo democrático
cívico no la vas a desperdiciar diciendo “no lo
voy a hacer porque hay hambre” claro que no,
avanzas por ahí, pero donde puedas avanzar
por el desarrollo lo haces y nuestro Sur (porque
el nuestro no es Norte) debe ser la integralidad
de la visión, holística y más dinámica, relacionada entre sí, y eso es más trabajo.
AM. También cabe una crítica a los enfoques de
ataque a la pobreza, porque también hay una
cierta lógica liberal o pragmática que ve la
solución de la pobreza como un problema
técnico; es decir, que lo que hay que hacer es
reducir el numero de pobres y se plantea como
una solución a tomarse ahora y no se saben las
repercusiones a futuro y hasta se focaliza
“tantos pobres en tal área” y para ellos se hace
una política específica. El ataque a la pobreza
debe ser una cuestión política más que técnica
y no sólo debe de haber una integralidad, debe
haber acceso a un estado de bienestar integral
y la educación como medio para seguir saliendo de esa situación. Debe ser sostenible para
que efectivamente pensemos que esa sociedad
va a cambiar y no como momento sino como
permanecía.
MB. En esa dirección ¿cuál sería su visión a
futuro para Centroamérica en 20 o 25 años?,
¿se acabará el síndrome de república tropical?
RL. Cuando trabajamos el tema de la visión,
hicimos un matrimonio entre dos conceptos:
uno el país que queremos y otro el país que
podemos, si te quedas sólo con el que podemos, es una visión limitada inmediata; y la que
queremos es un tanto utópica, es decir, “esto es
lo que queremos” y cuando las pones las dos
en la mesa, descubres que son los dos extremos y que se necesitan una a la otra para ser
integral, porque una es imposible y la otra es
no avanzar, pero si las pones juntas te balancea
y te pone los pies en la tierra, si la viéramos
sólo como lo que podemos, la previsión no
Cráter, Pico de Orizaba.
Sinécti
ene-jun
sería buena y Abelardo lo plantea “las condiciones que llevaron a Centroamérica a la guerra,
existen y están peor” y ahora agravado por el
huracán Mitch.
En términos de democracia y a pesar de una
cierta inercia positiva o se integra o muere, el
hecho de ser pequeños incluso le da una
ventaja, es más fácil de integrar porque son
países más o menos pequeños, parecidos y
además hay una tradición integralista —a
excepción de Panamá y Belice que quedaron
fuera de esto. Por lo tanto, un elemento es la
integración y otro es el poder establecer
alianzas con otros países para poder jugar en
este panorama mundial con mayor capacidad
de incidencia, y otra cuestión es la visión a
futuro como marco clave para perfeccionar la
democracia e impulsar el desarrollo, pero con
una capacidad de retribución del ingreso,
porque parte de la crisis es que Panamá y
Guatemala tienen crisis terribles, peores que
en México y ahí el asunto no son los ingresos
porque siempre estarían en las mismas manos.
Entonces, los mecanismos para la
redistribución de los ingresos sería a partir de
la educación, la descentralización de los
ingresos y políticas sociales redistributivas y
participativas no sólo en mayores recursos,
sino en su distribución para que lleguen hasta
los pobres, no se si eso sucede aquí en México, pero en Panamá tenemos un alto nivel de
gasto social y en la lucha se acaban los
recursos.
MB. Si, todo el aparato para el combate a la
pobreza absorve el recurso y no llega a su fin.
RL. Cuando llega ya son gotas, todo se quedo
en el camino. Por ultimo, aunque podría haber
otras cuestiones, hay que tomar en cuenta a las
políticas fiscales; que los impuestos realmente
pesen más sobre los ricos que sobre los
pobres y habrá quienes digan “qué tiene que
ver la democracia con la redistribución del
ingreso”. La democracia es política y la mejor
manera de hacer que funcione el sistema es si
el otro sistema está bien ¿cómo denunciar la
corrupción, si no hay libertad para hacerlo?
Aumentar la capacidad de invulnerabilidad
ante la posibilidad del desastre natural —que
los va a seguir habiendo. Esto se puede lograr
de aquí a veinte años, las bases si las hay,
Sinéctica 16
ene-jun/2000
somos países que pueden generar capacidad
productiva, yo creo que en Centroamérica hay
posibilidades, no es Africa todavía, pero está
centrado en la voluntad política, el querer
hacerlo transformando en acción y en eso tiene
que ver la política y la sociedad.
AM. Pienso ¿cómo veíamos a Centroamérica
hace veinte años? La veíamos con optimismo y
en realidad el cambio había empezado, teníamos una revolución triunfante en Nicaragua, un
movimiento transformador en el Salvador, en
Guatemala, en Costa Rica, en Panamá y
Honduras y nos situamos hoy en día y ya no
tenemos ese optimismo que teníamos hace
veinte años; a la larga es un problema de edad,
hace veinte años yo estaba muy joven, pero si
hoy las cosas se mantienen donde están, no
vamos a salir y vamos a estar peor, porque la
pobreza se va a desbordar, los movimientos de
trabajadores son una manifestación de que la
lucha capital-trabajo ya se ha desplazado y los
procesos están débiles y así como hay empresarios interesados en invertir, hay otros que
están poniendo su apuesta fuera de
Centroamérica, que no les importa.
Por otro lado, es necesario cambiar nuestra
visión nacionalista que aunque no es igual a las
polémicas de los años 80, seguimos teniendo
tensión por los temas de fronteras y patriotismos, falsamente nacionalistas y muy recortadas, hasta retrogradas, donde se pudiera abrir
camino es justamente en la sociedad civil, pero
esto es un proceso que de llevarse a cabo. En
veinte años tal vez habremos apenas recuperado el optimismo que teníamos hace veinte
años.
MB. Por último, quisiera su opinión respecto a
México, desde afuera, ¿como ven la democracia mexicana?, ¿hay posibilidad de integración
con Centroamérica? o ¿necesitamos saber más
de sus procesos?, ¿la soberanía? Para que el
publico tenga una idea de cómo se ve México
desde afuera.
RL. En primer lugar hay un antecedente históri-
co desde Mesoamérica, si la división no se
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hubiera alterado, seriamos una misma entidad
étnica. Yo siento a México como Mesoamérica;
Canadá y Estados Unidos son completamente
otra región, pero México es parte de nosotros
mismos, hasta por su territorio, de hecho todos
somos medio mexicanos: veíamos cine mexicano, estamos influidos por la cultura de México y
también en términos políticos, siempre ha sido
una espacio de apoyo y de asilo y hasta de
procesos de paz. En segundo lugar, el elemento de la solidaridad con los hechos heroicos o
cuando se ha necesitado apoyo en los desastres naturales, eso también nos une, es más un
proceso de lazos históricos y en ultima instancia, creo que el proceso político mexicano es
un modelo para nosotros; siempre estamos
pendientes porque de cierta forma, lo que pase
aquí va a influir en nosotros y además por el
cariño, porque su futuro es también el nuestro.
Quiero compartir por ultimo, la buena nueva de
que el canal ya está desmilitarizado de las
fuerzas Norteamericanas y que el 31 de diciembre a las doce horas, medio día antes de la
fiesta del mundo, nosotros habremos recuperado una parte nuestra.
AMG. A mí me parece que los acontecimientos
en México son muy importantes para el desarrollo de Centroamérica, sirve como lección a
los lideres políticos para que la conducta
democrática en nuestros países sea una
realidad, es muy importante también el tema
de las relaciones México-Estados Unidos,
porque nosotros estamos en el traspatio de
esta relación y además estamos comprometidos con esta relación, como lo es con el
narcotráfico, con el canal y la migración, como
política antilatinoamericana de Estados Unidos
y me preocupa mucho algo, antes había una
fuerte interdependencia social y política entre
los movimientos de cambio en Centroamérica y
los grupos de solidaridad de aquí de México y
eso se ha reducido mucho y comparto la visión
de Raúl, no vemos a México a parte de nosotros, es parte nuestra, de nuestra identidad y de
nuestra historia y hay retos y elementos y
desafíos que nos siguen uniendo como una
perspectiva macro regional.