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Comerciantes italianos en Barranquilla, 1905-1919.

The following article is intended to study the commercial networks that wove an Italian merchant groups in the city of Barranquilla in early twentieth century. This research was described as the inclusion of these merchants in the Colombian Caribbean coast and as they became part of the fabric of the main commercial port of the Colombian economy. We make an approach to the regional and international trade networks that wove.

Publicado Caribbean Studies, Volume 42, Number 1, January-June 2014, pp. 163-182. Antonino Vidal* Guissepe D’Amato** Comerciantes italianos en Barranquilla, 1905-1919. Resumen El siguiente artículo tiene como objeto de estudio las redes comerciales que tejieron grupos mercantiles de origen italiano en la ciudad de Barranquilla a principios del siglo XX. En esta investigación describimos como fue la inserción de estos negociantes en la costa del Caribe colombiano y como pasaron a formar parte del tejido comercial del principal puerto de la economía colombiana. Hacemos una aproximación a las redes comerciales regionales e internacionales que tejieron. Italian merchants in Barranquilla , 1905-1919. Abstract The following article is intended to study the commercial networks that wove an Italian merchant groups in the city of Barranquilla in early twentieth century. This research was described as the inclusion of these merchants in the Colombian Caribbean coast and as they became part of the fabric of the main commercial port of the Colombian economy. We make an approach to the regional and international trade networks that wove. Palabras clave: Barranquilla, capital, Caribe, comercio, italianos. Key words: Barranquilla, Caribbean, Capital, immigration, trade, Italians Introducción. A partir de la segunda mitad del siglo XX se despertó un interés en la historiografía latinoamericana por conocer los períodos y factores que ayudaron a la región en su proceso de modernización. Por un lado, hallamos un número de estudios influenciados por una corriente de pensadores que a partir 1950 encontraron en la Teoría de la Dependencia un marco que cobijó sus ideas, pero, sobretodo, una especie de regionalismo económico que proponía un arma de combate en contra del eurocentrismo científico tradicional de los historiadores anglosajones1. Esos mismos pensadores forjaron ideas que terminaron por dar las bases científicas a muchos trabajos contemporáneos y un final momentáneo al debate de la inserción de naciones como Colombia dentro del modelo económico capitalista. En síntesis, afirmaban que el rol de los capitales extranjeros (en el caso de Colombia) no fue decisivo como algunos planteaban, ya que el número de extranjeros —especialmente europeos y norteamericanos— era pequeño si se comparaban con otras naciones latinoamericanas. Ello daba entender que el capital extranjero no fue decisivo en el desarrollo económico del país. Otra corriente de historiadores sugería algo diferente. Otorgaban a un reducido número de empresarios y comerciantes extranjeros el grado de tecnificación que la economía del país logró alcanzar en La Belle Époque, lo que aceleró la producción nacional. 1 La Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL contribuyó como espacio a este debate con una extensa cadena de publicaciones presentadas en anuarios estadísticos, balances preliminares. Sobresalieron los estudios sobre la inversión extranjera y panorama social en América Latina y el Caribe. Ambas tesis permanecieron vigentes por casi medio siglo, aunque el debate terminó por tornarse más un conflicto ideológico que concluyó por opacar el planteamiento que las líneas anteriores sugieren. Sin embargo, los esfuerzos realizados por nuevos investigadores en el tema han reactivado el debate. El resultado ha generado un mayor interés en el estudio de las migraciones internacionales y los efectos de dichos fenómeno provocaron en la economía latinoamericana (Leander 1989). La historiografía de Barranquilla no fue indiferente a ese debate. Historiadores locales como Milton Zambrano (1998), Adolfo Meisel y Eduardo Posada (1993), Jorge Conde y Sergio Solano (1993) dieron importancia en sus investigaciones a la inversión de capital foráneo en la economía a principios del siglo XX. No obstante consideraron esas inversiones limitadas en el marco de los negocios, y de poca influencia comparada con las contribuciones de empresarios nacionales. Para el caso de las inversiones de capitalistas italianos, en Colombia y las costas del Caribe, sobresale la investigación de Hermenegildo Aliprandi y Virgilio Martini (1932). Así mismo del historiador italiano Victorio Capelli (2006), quien elaboró un artículo sobre los transalpinos con el objetivo de describir sus actividades mercantiles. Son valiosos los aportes documentales de Armando Silva (1999), Roberto Violi Botta (1995), Massimiliano Castellari y Marco Mellone (2011), Jose Fernando Meneses (2009) sobre este tema. El estudioso del pasado Dino Manco (2000) ubicó empresarios italianos invirtiendo en actividades lucrativas de la época, en una interesante y nostálgica investigación sobre esta comunidad en Barranquilla. Sin embargo los esfuerzos realizados para conocer cómo fue la llegada de éstos hombres a la principal ciudad puerto de Colombia, y el país en general, no ha proyectado en las últimas tres décadas resultados esclarecedores. El trabajo que aquí presentamos se inserta en esta continuidad historiográfica. Es fruto de una investigación iniciada dos años atrás. Describe el papel que jugaron algunos negociantes emigrantes de Italia en el desarrollo comercial de Barranquilla, así mismo cómo se insertaron en diferentes negocios de este territorio costero. Mostramos a través del estudio de varias familias establecidas en Barranquilla entre 1905 y 1919 una aproximación a cómo fue el proceso de inserción de estos grupos en la urbe, que por estos años se convirtió en el principal puerto de exportaciones e importaciones de Colombia. El periodo de tiempo trabajado va desde 1905 a 1919 (Robinson 2007: 88), fue escogido por el momento de tensión que vivió el país durante las primeras dos décadas del siglo XX (Henderson 2006: 48-75)2. Tiempo en el que resultaron afectados el sector agrario y el de las exportaciones. Primero por las sucesivas crisis fiscales que debió enfrentar la nación y segundo por la inseguridad política existente, que al mismo tiempo que creó inestabilidad en los mercados generó una disminución del comercio por un mayor coste fiscal. Barranquilla en ese momento por su posición geoestratégica se volvió atractiva para recibir inversiones (Tovar 1984: 20). 2 Si bien, Barranquilla no fue escenario directo de confrontaciones bélicas, vio afectados sus intereses como plaza donde estaban radicadas empresas comerciales, bancarias, navieras y algunos establecimientos semifabriles. Un importante número de comerciantes importadores que otorgaban finanzas al gobierno nacional se renovó en más de un 50 %, desapareciendo importantes firmas comerciales (Solano 1993: 62). Las fuentes utilizadas forman parte de los fondos documentales del Archivo Histórico del Atlántico, donde se destaca la riqueza de sus registros notariales desde comienzos de siglo XIX hasta mediados del siglo XX. La búsqueda se centró en las Notarías Primera y Segunda. Resultaron de vital importancia los fondos de la biblioteca Piloto del Caribe de Barranquilla, y la biblioteca Karl Parrish de la Universidad del Norte. Resultó provechoso el proyecto de digitalización desde 1911 en adelante del principal diario del país El Tiempo. Se usaron también otras fuentes complementarias como noticias locales y artículos de prensa. Entre América y Europa. Para entender los cambios de las sociedades americanas desde la segunda mitad del siglo XIX en adelante, hay que recordar que en el transcurso inicial de vida de las jóvenes naciones los actores sociales tuvieron que enfrentar dos obstáculos complicados para su desarrollo; la debilidad demográfica y la falta de capital para la libre inversión. En todo el continente, desde el norte hasta el sur, hubo discusiones sobre esta cuestión, ya que ciertas facciones políticas aprobaban el libre flujo de migrantes hacia América, aunque no siempre con las mismas condiciones económicas por parte de las naciones receptoras.3 3 Varios autores destacan el papel de Estados Unidos como pionero en la atracción de inmigrantes desde el siglo XVIII. Con el fortalecimiento del paso de mercancías por el Atlántico, Estados Unidos creó grandes intereses al fortalecer su economía con un excedente de productos principalmente agrícolas, los cuales ayudaron a la creación de amplias redes de comercio, desembocando en una de las disputas más antiguas de la humanidad por el control geopolítico de ciertos espacios territoriales (Bencivenni 2011) Hacia el siglo XIX la expansión ultramarina reforzó esos intereses, y el naciente imperio norteamericano fijaba su atención hacia el sur, al Caribe y más allá. Howard Zinn menciona que varios años antes de que saliera elegido presidente William McKinley mencionó: Necesitamos un Por razones opuestas, en Europa, al mismo tiempo también se vivía una fuerte controversia sobre este asunto. El éxodo rural provocado por el desarrollo de la revolución industrial dio origen al más grande proceso migratorio de toda la historia, que probablemente no ha concluido aún. La emigración desde los campos afectó a millones de campesinos en todo el mundo y dio lugar un proceso acelerado y descontrolado de crecimiento del mundo urbano. La emigración desde Europa entre 1800 y 1950 conllevó a que millones de desfavorecidos se instalaran principalmente en algunas naciones de América y Australia, donde la oferta de tierra era abundante, y los factores capital y trabajo escasos (Pimentel, et.al., 2002:20-30). Por un lado, para Europa la emigración permitió una válvula de escape a sus problemas sociales y ambientales, en las jóvenes naciones americanas —no importa si su origen era anglosajón o ibérico— se entendía este proceso como un acelerador de las necesidades económicas y culturales (Carmagnani 2004:238). Tanto las clases dirigentes americanas como europeas sabían que estaba naciendo un nuevo sistema internacional basado en el intercambio de recursos, en unas regiones del mundo sobraban y en otras faltaban. Al contrario de lo que han planteado algunos estudiosos, los italianos no mostraron un alto interés por emigrar a las zonas tropicales de América. En su mayor número estos fueron al norte y al mercado extranjero para nuestros excedentes. A comienzos de 1897, el senador de Albert Beveridge declaró: Las industrias americanas están fabricando más de lo que el pueblo americano puede utilizar; las tierras americanas están produciendo más de lo que pueden consumir. El destino ha marcado nuestra política; el comercio mundial debe ser nuestro y lo será (Zinn 2001). Pero el interés norteamericano no estuvo centrado en las recién independizadas naciones del sur del continente, ya que las bastas extensiones de tierras también representan un problema de comunicación entre sus costas en el Atlántico y Pacifico. cono sur del continente. Tuvieron bastante información antes de elegir su destino para hacer fortuna económica en las diferentes áreas de inmigración. Participaron en el nacimiento y modernización de la industria americana. Es clave mencionar que Colombia desde sus inicios como República no se mostró ajena al nuevo fenómeno mundial de las grandes migraciones, a partir de la segunda década del siglo XIX promulgó una extensa serie de discursos y leyes que tratarían de promover la inmigración (la precursora sería la Ley 13 de junio de 1823). Sin embargo, los resultados esperados para la atracción de colonizadores extranjeros nunca se dieron, en parte por los conflictos políticos y económicos que padeció el país. Llegado el siglo XX, la nación dio un cambio radical a su política de atracción de inmigrantes en masas; pasando a una búsqueda selectiva de inversores que fortalecieran la economía nacional (Safford 2011). A principios del siglo XX el país se abrió al mercado mundial. Los principales ingresos fiscales de Colombia dependían de la exportación y la importación, y Barranquilla por su localización y actividad se consolidó como la primera aduana a nivel nacional, impulsado a la vez por las dificultades que presentaban los puertos de Cartagena y Santa Marta (Anexo 1). En los albores del siglo XX el sistema bancario e industrial de Barranquilla se fortaleció. Al haber capital abundante que permitía la posibilidad de empréstitos, la actividad comercial se disparó y la ciudad se convirtió en un foco de atracción de personas emprendedoras. Muchos de los comerciantes y empresarios ubicados en los focos productivos ganaderos y agrícolas, vieron la oportunidad de mejorar sus negocios por las posibilidades que el mundo urbano ofrecía: acceso al crédito, eliminación de intermediarios, disminución de costos, posibilidad de negocios inmobiliarios de mayor calado. En un primer momento los italianos no se radicaron en Barranquilla, debido a que se internaron hacia el interior del caribe colombiano, fundamentalmente hacia las zonas de los Montes de María y Ciénaga, ambas fronteras agrarias y ganaderas en expansión por ese entonces. A diferencia de otras comunidades, los italianos en un principio no llegaron con grandes capitales como sí ocurrió con algunos alemanes4, franceses, ingleses, norteamericanos, libaneses, palestinos y sirios. Básicamente practicaron una economía de inserción en pequeños negocios ganaderos, artesanales y agrarios que con el transcurrir del tiempo crecieron. En los Montes de María se desarrolló una economía tabacalera de considerables dimensiones dedicada a la exportación (sobretodo Alemania), en esta actividad se destacaron algunas compañías italianas. De la misma manera en Ciénaga la United Fruit Company desarrolló una economía de plantación de banano (Bucheli 2005), ambiente donde algunos migrantes italianos 4 El papel de algunos comerciantes alemanes y franceses influyentes en Santa Marta en el siglo XIX vieron en Barranquilla un espacio para el incremento de ganancias (Viloria 2000:11-17). Joaquín Viloria analizó la bonanza tabacalera ocurrida en Colombia a partir de 1850, así mismo la creación y establecimiento de casas comerciales y agencias de navegación alemanas a Barranquilla. Si bien, el trabajo de Viloria tiene como objetivo principal el estudio detallado de la experiencia empresarial del alemán Adolfo Held, aporta un significativo número de datos para estudios posteriores sobre comunidades extranjeras (Viloria 1999). Un camino similar siguió recientemente el joven investigador Julián Lázaro, quien a partir de su monografía de pregrado ha elaborado una interesante red de estudios sobre la comunidad alemana, pasando por aspectos culturales, económicos y políticos (Lázaro 2010) lograrían progresar, destacando en sectores como la joyería, la sastrería, la construcción y el pequeño comercio. En el litoral del Caribe colombiano. La comunidad italiana comenzó su llegada al Caribe colombiano en medio de la bonanza económica de finales del siglo XIX. Una gran parte de ellos vinieron debido al rechazo que tendría su entrada en los Estados Unidos. De ahí tomaron barcos que los dispersaron por la cuenca del Caribe, así los encontramos en el Caribe centroamericano, mexicano, e insular; y por las costas de lo que antes de la independencia se había llamado la Tierra Firme, aunque no en un gran número (Akmir 2009:322). Entraron al actual litoral colombiano principalmente por dos puertos Cartagena y Santa Marta, una vez asentados y adaptados iniciaron su penetración hacia el interior del litoral en busca de los polos económicos más dinámicos (Anexo 2). Municipios como Magangué representaban un paso obligatorio en medio de la depresión momposina, lugar donde se conectan el río Cauca con el Magdalena, desde ahí se podía hacer una penetración hacia el mundo andino. Sus sabanas fértiles para la cría de ganado y un animado flujo de mercancías convirtió este puerto interior del rio Magdalena en un lugar especial para el asentamiento de hombres con expectativas de negocios (Meneses 2009:260). La cría de ganado, las plantaciones de tabaco, la explotación maderera y todos los productos que daba una naturaleza selvática aún, hicieron de este un sitio central entre las comunicaciones nacionales e internacionales. En el Carmen de Bolívar emprendedoras familias italianas se vincularon a este próspero negocio de exportación y de cómo diversificaron sus negocios invirtiendo en otros rubros de la economía como el transporte fluvial y la ganadería y una vez asentado como forjaron alianzas con otras familias fundando empresas comerciales (Blanco 2010). En Carmen de Bolívar, como sostiene Wilson Blanco (2010), se vincularon al negocio de exportación de frutos y cueros, diversificando sus actividades e invirtiendo en otros rubros de una economía natural caribeña, como la ganadería o la compra de piedras preciosas. Una vez instalados, forjaron alianzas con otras compañías italianas, fundando nuevas sociedades. Claro ejemplo en la región fue la casa Antonio Volpe & Cía. la cual se dedicó a la exportación de bálsamo, café y tabaco hacia los mercados de Bremen, El Havre, Hamburgo, Liverpool, Londres y Southampton desde finales del XIX, a través de un sistema de cabotaje por Sabanilla-ColónKinston-Port Prince Saint Thomas.La casa comercial Antonio Volpe & Cia se dedicó a la exportación de tabaco hacia el mercado de Bremen. La Guerra de los Mil Días no fue un impedimento para seguir las operaciones mercantiles aprovechando la exitosa marcha del negocio tabacalero. Junto a la compañía de Antonio Volpe se destacaron en Carmen de Bolívar otros comerciantes de origen italiano (Anexo 3). Los que entraron al litoral colombiano por Santa Marta se movilizaron hacia la zona bananera en la localidad de Ciénaga, en donde desde finales del XIX se había instalado la United Fruit Company y se estuvo desarrollando una actividad económica inusitada. Los negociantes italianos realizaron una importante labor mercantil en la población de Ciénaga y se beneficiaron del auge bananero (Torres 2000). En su mayoría, fueron obreros especializados de la construcción, el manejo de maquinaria especializada y artesanías de diversa índole. Su cualificación les permitió conseguir empleos mejor remunerados que otras comunidades de inmigrantes, facilitando con el paso del tiempo la posibilidad de montar pequeños negocios (Anexo 4). Con la organización del sistema fiscal en Colombia y la subida de rentas de aduanas aumentaron los precios lo que implicó mayores gastos que en muchas ocasiones los comerciantes no estaban en condiciones de asumir. De ahí las compañías italianas tuvieron la necesidad de articularse al puerto por dos razones. La primera de acceder a servicios financieros y la segunda estar presente para organizar sus negocios de exportación e importación. Si bien, las evidencias documentales encontradas indican que una mayoría de comerciantes de origen italianos lograron acumular capital en el mundo rural de Bolívar y Magdalena, facilitándoles posteriormente especular en el mercado de Barranquilla a principios de siglo XX, no existe un trabajo que describa cómo se dio ese proceso. Los autores que dedicaron parte de sus investigaciones a escribir sobre historia económica de Barranquilla entre 1870 y 1950 no tomaron como argumento central el papel de las comunidades extranjeras, generando un vacío en la historiografía del litoral Caribe colombiano que no está resuelto. En Barranquilla. Las relaciones económicas de ciudadanos de origen italiano en Barranquilla no son tan tempranas como las de otras comunidades foráneas (Rodríguez 1987). Quizás una de las familias pionera de esta comunidad fueron los Pacini, de los que aparecen registros notariales desde fines del siglo XIX; su papel en el mercado regional fue el de importadores. Después de la familia Pacini otras siguieron el mismo camino, sobresalen los Foschini dedicados a la exportación de frutos y mercancías y la representación de casas comerciales. Los Rosania y los De Vivo, también dedicados a la exportación e importación. También los Pugliese, quienes se consagraron a los inmobiliarios al igual que los Rosania y lo Giordenelli. Con el paso del tiempo estas y otras familias exitosas diversificaron sus inversiones abriendo fábricas de harinas, calzado, joyerías. Una característica común de todas estas empresas es que la familia fue el soporte de los negocios. Los lazos sanguíneos nunca estuvieron excluidos de las actividades comerciales que se transmitieron de padres a hijos o incluso a través de alianzas matrimoniales como el caso del enlace entre Ersilia Pacini y Pellegrino Puccini, que entroncaron a dos de las casas comerciales más importantes de Barranquilla, los Pacini & Puccini. El crecimiento de la casa comercial Pacini & Puccini junto a otras compañías se mantuvo durante la primera década del siglo XX. El inicio de la Primera Guerra Mundial ocasionó que mucho de los circuitos con los mercados europeos se vieran obstruidos por la inseguridad que atravesaba el comercio Atlántico. A finales de 1914 la guerra en Europa transformó los negocios. El impacto inmediato del conflicto fue una caída en la renta de aduanas en virtud de la restricción a las importaciones de las cuales las compañías comerciales italianas tenían absoluta dependencia5. La 5 La Gran Guerra llevó al país al descalabro fiscal, con lo que se frenó el comercio exterior, y con ello se produjo una reducción de los ingresos aduaneros por la baja de las importaciones, conllevando a una crisis financiera en la posguerra, y seguido de una recesión en los mercados internacionales que afectaron el comercio y a los mercados de capitales (Robinson 2007: 240-393). crisis económica de posguerra unida al déficit fiscal que afrontó Colombia a principios de 1914 estancó al comercio. Si bien, el déficit fiscal que enfrentó el gobierno obligó a una subida de las tarifas de algunos productos de importación, los italianos no se vieron en la necesidad de disolver sus negocios en un primer momento. No obstante, la situación fiscal dificultó las ganancias. Casas comerciales como Pacini & Puccini vieron en Barranquilla la posibilidad de aliviar esos gastos, principalmente, por medio del control personal de sus acreedores, lo cual los excluía de pagar a apoderados, abogados y representantes hasta una nueva coyuntura de crecimiento. Ahora bien, es clave mencionar que no solo la compañía Pacini & Puccini tuvo influencia en el mercado local durante las primeras dos décadas del siglo XX. Volpe. La sociedad comercial controlada por la familia Volpe no fue exclusivamente la denominada Antonio Volpe & Cia., ya que cada miembro familiar incursionó en negocios de importación y exportación de una manera autónoma. Si bien, Antonio Volpe & Cia., ha sido un referente de la historiografía regional, se deben destacar otros negocios de la misma familia. La empresa Antonio Volpe & Cia., tuvo su origen en El Carmen de Bolívar hacia 1907, fue conformada con un capital de 9.000$ oro americano por Nicolás Romaniello, Salvador Frieri y Antonio Volpe poseedor de un 70% de la misma. La empresa se desempeñó en las negociaciones de mercancías, ganado, tabaco y telas además de otros artículos de consumo. En 1912 se retiró de la compañía Salvador Frieri sustituido por Vicente Volpe —hermano de Antonio— quien contribuyó a la diversificación de las actividades. Con su llegada la comercializadora importó oro, piedras preciosas, bálsamo y pieles. Ese mismo año Antonio Volpe & Cía. se extiende hacia San Jacinto, asociándose con los italianos Pascual y Miguel Matera (Blanco 2010:221). Los hermanos Volpe (Antonio, Cayetano, Emilio y Vicente) aprovecharon la diversificación de sus negocios para ubicarse en sitios distintos de la región. Mientras Antonio aprovechaba el auge tabacalero en el Carmen y expedía poderes especiales a Vicente para que expandiera el capital de la compañía en el Litoral Colombiano, Cayetano ofrecía productos a crédito por diferentes regiones del país. Cayetano Volpe no representó a la empresa de Antonio Volpe & Cia., debido a que poseía y administraba una empresa denominada Cayetano Volpe & Cia.6, de la cual tenemos información a partir de 19057. Las relaciones de Cayetano en Barranquilla estuvieron entretejidas con otros ciudadanos de origen italiano como Nicolás del Vechio propietario de Nicolás del Vechio & Cia, quien sirvió como fiador de las mercancías importadas por Cayetano. Durante los primeros años de su establecimiento en Barranquilla Cayetano Volpe se dedicó a los negocios inmobiliarios8. 6 Escritura N° 1179. Fondos de la Notaria Primera de Barranquilla (en adelante F.N.P.B.) Septiembre de 1913, ubicados en Archivo Histórico del Atlántico (en adelante A.H.A.) 7 Escrituras N° 436 agosto de 1905. N° 428 mayo de 1905 F.N.P.B., A.H.A. 8 Escrituras N° 428, 436 mayo de 1905. F.N.P.B., A.H.A. Cayetano se estableció en Barranquilla, desde finales de 19029, mientras su hermano Antonio a partir de 1915 empezó a expedir poderes a servidores en la ciudad como Antonio Campanella, y más tarde a su hermano Vicente, quien se trasladó en la misma fecha10. La compañía de Cayetano se especializó sobre todo en la compra de lotes y en la expedición de poderes que facultaran el cobro de sus deudas en diferentes partes de la región11. El inicio de la Primera Guerra Mundial conmovió a la comunidad italiana, ocasionando por ejemplo la emigración de algunos hacia su patria debido al llamamiento que Italia hizo a sus súbditos y reservistas en el extranjero12. Se puede afirmar que tal coyuntura no generó mayores contratiempos en las compañías Volpe, ya que estos desde hacía años mantenían su comercio ligado a la exportación de ganado al Caribe. En cuanto al bloqueo impuesto por Gran Bretaña al abastecimiento de bienes de consumo (en este caso el tabaco) a los mercados alemanes, los Volpe lo remplazaron con la importación de 9 10 Escritura N° 56 y 1558. F.N.P.B., Enero de 1906, A.H.A. Lo que sugiere el establecimiento de casas comerciales italianas antes de la Guerra de los Mil Días, no mencionado por la historiografía local. Escritura N° 811. F.N.P.B., Mayo de 1915. A.H.A. 11 Escritura N° 819, N° 825 y N° 1558 F.N.P.B., (en la misma secuencia) Mayo, Junio y Noviembre de 1915. A.H.A. 12 Declaración de deuda de Vicente Marino de Vicente a favor de Antonio Volpe & Cía.: Vicente Marino natural de Padula, en la Provincia de Salerno, se declara deudor por la cantidad de 424.00$ oro americano, procedente de Joyas que confiesa haber recibido de Antonio Volpe & Cía., debido al llamamiento para el servicio militar que el gobierno italiano hace a sus súbditos de sus reservas en el exterior y pide a la casa comercial administrada por Vicente Volpe, obtuvo de ella un plazo de dos años sin interés alguno para saldar su deuda. Escritura N° 968, F.N.P.B., Junio de 1915. A.H.A. mercancías de Estados Unidos de Norteamérica, durante la guerra mantendrían funcionando sucursales de su compañía en Camacho, Chalán y Zambrano en Bolívar, pero trasladaron la casa matriz a Barranquilla13. A finales de la Primera Guerra Mundial Antonio Volpe & Cia., entró en la cadena de empresas afectadas por la depresión en la economía internacional. El estado de recesión que vivieron las empresas dependientes del flujo de mercancías europeas, se hizo visible en la disminución de los negocios. En los registros notariales de la época apreciamos este estancamiento económico por el aumento de retiro de poderes especiales a agentes, las confrontaciones jurídicas por proceso de cobro a los créditos brindados en los años de bonanza, entre otros rasgos; es importante mencionar que la compañía de Antonio Volpe no fue de las más afectadas14. Tanto la compañía de Cayetano como la de Antonio fueron sensibles a los cambios económicos de posguerra, no obstante el estado de tensión en los mercados no les impidió seguir sus actividades hasta consolidarlos en la década de 192015. Pacini & Puccini. Entre las familias italianas establecidas en el Caribe pioneras en trasladar sus capitales hacia Barranquilla se encontrarían los Pacini, quienes iniciaron actividades comerciales en esta plaza a 13 Escritura N° 1661. F.N.P.B., A.H.A. 14 Entre 1919 y 1922 se siguen encontrando fianzas de aduanas por el derecho de importación y exportación N° 704 Fondos de la Notaria Segunda de Barranquilla, marzo de 1920. A.H.A. 15 En 1921 se encuentran comprando hipotecas sobre terrenos de la Compañía Industrial Azucarera del Valle en Majagual Departamento de Bolívar. Escritura N° 639. F.N.P.B., Julio de 1921. A.H.A. partir de 1892 fruto de los negocios rurales en Magangué, municipio donde su firma comercial se encontraba activa desde 1881 anunciándose como especialistas en la talla de mármol, joyas y piedras preciosas, además de la propiedad de tierras y ganados en Magangue (Anexo 5). La familia Pacini llegó a Colombia por Cartagena a fines del siglo XIX siguiendo las cadenas migratorias que partían hacia los Estados Unidos desde Italia, pero desviadas por algunos choques de intereses hacia el sur de América. Su compañía comercial Pacini Hermanos estuvo administrada primero por Luis Pacini y Antonio Pacini —socios fundadores—, y posteriormente por Pellegrino Puccini, quien contrajo matrimonio con Ersilia Pacini y abrió la posibilidad de integrar algunos capitales a la empresa comercial Pacini Hermanos. Bajo la administración de Pellegrino la casa comercial progresó y diversificó sus relaciones comerciales. Pacini Hermanos comenzó a ser visible en el comercio de Barranquilla desde 1903 con la compra y venta de bienes raíces16, hacia 1905 la compañía empieza a expedir un número considerable de poderes generales a los agentes de la sucursal en Barranquilla 17. En 1908 Pellegrino Puccini en carácter de administrador sería el encargado de engranar las relaciones con el mercado internacional, ya que fue Puccini el primer miembro de la compañía en trasladarse a Barranquilla en 190418. En ese mismo año fue designado administrador de la sucursal de Pacini Hermanos en la ciudad19, lo que le dio posibilidades de conocer el mercado local e integrar nuevas redes económicas con otros comerciantes. 16 Escritura N° 423, F.N.P.B., Junio de 1903, A.H.A. 17 Escritura N° 361, F.N.P.B., Abril de 1905, A.H.A. 18 Escritura N° 624, F.N.P.B., Agosto de 1904, AH.A. 19 Escritura N° 647, F.N.P.B., julio de 1908, A.H.A. Hacia principios del siglo XX la compañía de Pacini Hermanos era controlada en casi su totalidad por inversionistas italianos (Federico Lebolo, Juan Belisario Roncallo & Cia., y Uruela Salcedo & Cia., entre otros), su actuación se vio ampliamente beneficiada debido a su relación con personajes como Juan Carlos Galofre —administrador de algunos negocios en el municipio de El Banco jurisdicción de Mompox— o Rodolfo Antoni vecino de la ciudad de Magangue, ambos de origen italiano. Generalmente la compañía emitía poderes especiales a representantes teniendo en cuenta su ubicación geográfica, facilitando cobros, extensiones de créditos y permitiendo llevar procesos jurídicos con mayor facilidad; estos poderes en su mayoría se concedieron a ciudadanos de origen italiano o familiares cercanos. En 1919 la sociedad se incrementó con la llegada de otros socios capitalistas. David Puccini representó la sucursal de la compañía en Magangue, Humberto Pacini, Regulo Puccini y Bartolomé Bacci de Barranquilla entraron a la compañía Pacini Hermanos. El puente entre Europa y la compañía Pacini Hermanos lo creó Luis Pacini, quien se ocupó del envió de mercancías a la agencia. A finales de los años veinte solamente Alberto y Pellegrino Puccini junto a Alberto Puccini representaban a Pacini & Puccini (llamada así la sucesora de Pacini Hermanos) en parte el cambio de la compañía se debió a la crisis provocada por la primera gran guerra. Faillace y Celia. Vittorio Capelli ubicó a familias como los Russo, Votto, Morelli, entre otras., en el Departamento de Magdalena, y les asignó un papel vital para el comercio con el puerto de Santa Marta. Capelli brindó una especial atención a las familias Faillace y Celia, no desacierta, pues fueron los primeros italianos en el trasladar sus negocios a Barranquilla a principios del siglo XX desde Ciénaga (Capelli 2006:32). Por ejemplo, la empresa de Import and Export de Faillace Hermanos (propiedad de Bonifacio y Antonio Faillace, máximos socios accionistas) la encontramos a partir de 1905 dedicada a la compra y venta de bienes raíces20. Desde 1913 la compañía Faillace Hermanos empezó a pagar derechos de aduana de importación21. En 1915 la casa comercial se dedicó a la distribución de bienes importados hacia los territorios del Caribe colombiano, expidiendo una serie de poderes a personas de provincias vecinas, para el cobro de deudas, publicidad o adquisición de productos22. Esta familia siguió el proceso de migraciones provenientes de la región de Calabria en municipios del Magdalena. Antonio Celia fue otro comerciante notable de la época a comienzos del siglo XX emigró con sus hermanos a Ciénaga. En 1905 fundó en dicha población compañía importadora de calzado y otras mercancías Celia Hnos. & Cia., al año siguiente se asoció con otro italiano —Blas Barletta— y fundaron la Fábrica Italiana de Calzado Faitala, con moderna maquinaria automatizada y producción en gran escala (5.000 pares de calzado)23. Antonio Celia ve en Ciénaga la posibilidad de acrecentar capital, sin embargo fue testigo del rápido crecimiento que empezaba a tener Barranquilla y las facilidades e infraestructura que el puerto brindaba para ello (Capelli 2006:35). 20 Escritura N° 208. F.N.P.B., Marzo de 1905. A.H.A. 21 Escritura N° 625. F.N.P.B., Mayo de 1913. A.H.A., Escritura N° 599. F.N.P.B., Febrero de 1920, A.H.A., Escritura N° 600, F.N.P.B., Febrero de 1920. A.H.A. 22 23 Escritura N° 1193, F.N.P.B., Agosto de 1915. A.H.A. Entrevista a Antonio Celia Cozzarelli. Responsable: Guissepe D’Amato. E-mail: [email protected]. Sin asunto (en línea). 21 agosto del 2010. Entrevista sobre italianos en Barranquilla Celia se trasladó a Barranquilla donde diversificó sus capitales y se convirtió en uno de los destacados empresarios de origen italiano. Conclusión. Resaltamos la necesidad de no desligar los procesos históricos locales, de los nacionales e internacionales, pues en Barranquilla como ciudad puerto en principios del siglo XX se dieron todas las condiciones necesaria para estar conectada al comercio mundial y eso supuso que sus hombres de negocios y sus actividades fueran sensibles a las coyunturas económicas globales y a los fenómenos que dichos cambios acarrearon. Aunque el presente trabajo es un primer aporte que presenta la influencia de un grupo de comerciantes en el territorio del Caribe colombiano, pretende de igual forma seguir profundizando a corto plazo en la historia económica de Barranquilla y el papel que las élites empresariales extranjeras ejercieron en el universo local. Es necesario comentar que en el tiempo descrito los comerciantes italianos no aparecen como comunidad numerosa, aunque si podemos adelantar que este pequeño grupo logró a partir de los años veinte aumentar su cantidad, afluyendo de otras parte de la geografía colombiana. Un selecto grupo de italianos logró incursionar en el sector financiero, en el fabril y de manera notable en el sector inmobiliario. La inestabilidad económica mundial después de la Primera Guerra Mundial modificó muchos esquemas sociales e ideológicos globales, sería desacertado excluir a Barranquilla de tales acontecimiento teniendo en cuenta que la ciudad hacia parte de una extensa cadena de puertos globales. Precisamente esa inestabilidad social fue la que aceleró el proceso de industrialización local y varió algunas de las conductas económicas de esta comunidad pero eso fue después de los años veinte. Es clave mencionar, que si bien, las casas comerciales de italianos a comienzos siglo XX compitieron con las alemanas e inglesas, llegando a estar presentes como las anteriores en los diferentes atracaderos del río Magdalena, fue en municipios como Barranquilla donde adquirieron mayor notoriedad a partir del ejercicio del comercio. Su inserción social generó ventajas a medida que fueron acrecentando su número en la ciudad, lo que conllevó a crear espacios de recreación y de negocios específicamente de ellos, llegando a fundar el club italiano al igual que hicieron otras comunidades de migrantes como los alemanes, españoles y finalmente norteamericanos. Fuentes bibliográficas y documentales. Fuentes primarias: Fondos de la Notaria Primera de Barranquilla. Fondos de la Notaria Segunda de Barranquilla. Tomos del diario El Tiempo desde 1911 hasta 1922. Fuentes secundarias. Libros: Akmir, Abdeluahed. 2009. Los árabes en América Latina: historia de una emigración. Madrid: Siglo XXI Editores. Bencivenni, Marcella. 2011. Italian inmigrant radical culture: The idealism of the sovversivi in the United States, 1890-1940. New York: New York University Press. Blanco Romero, Wilson. 2010. Historia de El Carmen de Bolívar y su tabaco en los Montes de María. Siglos XVIII-XX. Cartagena: Editorial Universitaria. 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