IGUALES REVISTA
NO. 3 VOL. 1
MAR 2021.
MÉXICO.
Portada: Said Sebastian Camacho Barrón
CONTENIDO
5…..El romance de la letras: Cortesía (Binizaa Alonso)
9….Vade Retro… ¡Vade Ultra!: Come Together: La política del éxtasis (Natalia Montalván Romero)
11…..Texturas Literarias: Camas verdes (Timoteo Victoria)
12…..Tráfico
de Letras (ft. Chupacabras Fanzine): Parásitos en los oídos (Elvira Ávila)
14…..Tráfico
de Letras (ft. Chupacabras Fanzine): La
idea del imperativo categórico de Kant y su similitud con
el “Argumento moral del teísmo” (Luis Felipe Ramírez Cerecedo)
-Colaboraciones:
17…..El estudio biopolítico de Michel Foucault: Un análisis discursivo de la democracia en México (El nacimiento de la société infecteé) [Eric Rodríguez Ochoa]
21…..Altruismo y exhibicionismo: Repensar la solidaridad en la sociedad contemporánea (Alberto I. Gutiérrez)
24…..Breve reflexión sobre el cine y su justificación como denunciante histórico (Andrés José Rodríguez Arévalo)
29…..La vida es un riesgo, comensal (Victor Villarreal Cabello)
31…..Crónica: Todos los tontos sueñan con ser héroes (Jesús Sandoval)
-Gráfico/Visual:
34…..Fotografía (Nohely Avila Corbi)
36….Solstitium VI (Alejandro Vega Gaona)
37…..Fotografía (Karla Amayrani Hernández López)
38…..Fotografías (Adrian Martínez Gómez [@I.nsomne])
39…..El planeta psicodélico (Suany Patricia Rivera)
40…..Encierro (Judith Natalia Orozco Ortiz)
41…..Grabado/Fotografías (Carla Edith Palacios Morales)
43…..Imágenes (José A. Núñez del Arco de la Cuadra)
-Narrativa:
44…..La fiesta (José A. Núñez del Arco de la Cuadra)
45…..El rapto (“Mujer Serpiente Quetzal” Raquel Torres del Hoyo)
49…..Mis queridos padres (Ronnie Camacho Barrón)
52…..La mujer del espejo/Cantos en el cielo gris (Yessika María Rengifo Castillo)
54…..Poe de poesía (Rusvelt Nivia Castellanos)
55…..Los charcos de agua (y lo que se ve sobre ellos cuando te acercas a mirar (Gabriel Alcázar Ángel)
57…..Los gatos valientes (Omar Rafael Jimenez Delzo)
60…..Melody (Ramsés Ramírez Delgadillo)
-Poesía:
62…..Tú/Preguntas (Yessika María Rengifo Castillo)
63…..Los olores de mi vida/Mi eterno destino veraniego (Carla Edith Palacios Morales)
-Comunidad:
66…..Podcast, audiolibro y trabajo literario (Oscar)
67…..Obra Tu otra presencia (Rusvelt Nivia Castellanos)
70…..La librería libre
71…..#Psicofonízate
72…..Convocatoria. Próximamente
CARTA EDITORIAL.
Saludos, habitantes de las páginas que condensa una nueva edición de Iguales Revista. En el
número tres de esta aventura tenemos el honor de
recibir nuevamente a Natalia Montalván, a Timoteo
Victoria y a Binizaa Alonso como sus columnistas
de cajón.
Además de la gran cantidad de textos, dibujos, fotografías, entre otras aportaciones vitales,
podrán encontrar una colaboración con Chupacabras Fanzine de Veracruz en el llamado “Tráfico de
letras”, con la intención de intercambiar trabajos
entre ambos proyectos con el debido permiso de
cada autora o autor.
Por cierto, ¿ya se psicofonizaron? Recuerden que Psicofonías Universales es un proyecto en
vivo que se transmite a través de Facebook, sin embargo pueden encontrar los episodios en sus plataformas digitales de preferencia. Estén pendientes a
redes sociales para saber cómo pueden ser parte de
las sonidos culturales.
Gracias por la paciencia, pero el trabajo nos
sobrepasó un poquito, misma razón por la que decidimos dividir este tercer número en dos partes. Sí,
esperen el Volumen 2 próximamente para seguir
conociendo aportaciones imperdibles.
Chris Medina G.
En el área editorial de corrección y revisión
de textos, se unen personas que llenan de ánimos a
nuestra revista.
CDMX, México.
Como ya vieron, la hermosa portada que se
nos otorgó para encabezar las letras de esta ocasión
es trabajo del buen Said Sebastian Camacho Barrón, quien desborda un talento que ya podíamos
apreciar en nuestro primer número. ¡Muchas gracias!
Y sobre lo menos evidente, cabe destacar
que se ha roto el récord de participación. Agradecemos cada una de las colaboraciones que bien podrán encontrar a continuación o a través de
nuestro Blogspot.
IGUALES REVISTA #1 SEPT 2020
3
IGUALES REVISTA #2 NOV-DIC 2020
IGUALES REVISTA
PORTADA Y CONTRAPORTADA
ARTE
DISEÑO
-Karen Cortes Valencia (@daikavalencia)
-Diana Contreras (@dianacg222)
-Said Sebastian Camacho Barrón.
EDITORIAL
DIRECTOR
-Chris Medina G. (@chrismegodzilla)
COORDINACIÓN CORRECCIÓN
-Richard Esquife (@richard_mendiola505)
CORRECCIÓN
-Eloisa Juarez (@eloisa.halley)
-Erick Galeana (@_erickgaleana_)
-Dux.
-Hilary Cruz (@hilaryous_f)
-Eric Rodríguez Ochoa (@eric_von_draven)
-Juan David Cárdenas (@juanxdn)
-Ian Peña (@ianpeser.96)
FOTOGRAFÍA
-Cristo Alejandro Recéndiz
(@cristo.alejandro.rec)
COLUMNISTAS
VADE RETRO… ¡VADE ULTRA!
-Natalia Montalván Romero
(@_comfortablynumb._)
TEXTURAS LITERARIAS
-Timoteo Victoria (@marco_luvic)
EL ROMANCE DE LAS LETRAS
-Binizaa Alonso.
DEPORTES
-Penalti FC (@penalti.fc)
Las y los autores mantienen los derechos de sus textos, sólo ceden el permiso a Iguales Revista para publicarlos.
El equipo de redacción, edición y escritura de Iguales Revista, así como cualquier grupo, persona o proyecto relacionado a la
misma, no es responsable de las opiniones, testimonios, críticas, creencias, vínculos, métodos o errores de las aportaciones
de nuestras y nuestros colaboradores; son responsabilidad de cada una y cada uno de ellos.
Podemos procurar algunas correcciones de ortografía y/o estilo de manera respetuosa, pero intentaremos nunca alterar los
trabajos recibidos de maneras que violenten su creatividad o libertad de expresión. A pesar de ello, no toleraremos discursos o manifestaciones de racismo, discriminaciones, machismos, misoginia, clasismo o cualquiera de sus derivados.
IGUALES REVISTA.
2021.
EL ROMANCE DE LAS LETRAS
CORTESÍA
POR: BINIZAA ALONSO
OAXACA/MÉXICO.
No cuento los días, ni las horas.
Tampoco pedrisco el tiempo, porque no soy Dios.
No me enseñaron a leer el canto de las palabras, solamente aprendí a escribirlas.
Tampoco aprendí el cosquilleo de los besos, solamente aprendí a imitarlos como en las viejas películas.
Desconozco por completo la amenaza del glaciar y de lo frío que puede ser.
Soy aprendiz de la ingenuidad y de lo precario, del corto a su largo plazo.
Se me tiene prohibido hallar el pasado que me trajo de vuelta al sitio donde empecé a vislumbrarte y a creer en los peligros de la adversidad y de las inquietudes que albergaban
dentro de mí cada vez que veía despertar el movimiento de tus huesos acercándose a las
fisuras de mi flaqueza.
Tampoco me enseñaron a echarte de menos, ni a sacudir tus recuerdos.
Es imprescindible saber lo que tú me enseñaste, solamente aprendí a no soltar tu mano y a
grabarme el sigilo de tu afecto.
Educaste a mi cuerpo a las cortas visitas repentinas.
Mí clero era exhibir mis tonalidades que cohabitaban sobre tu vientre.
Tu cortesía era despojarme hasta deshabitarme.
Mi obediencia fue seguir el ciclo lunar viendo espejismos rotos.
Mi propia fidelidad guardaba el híbrido amor que le tenía.
Nuevamente regresó, no tan figurativo como antes, lo deduje a la escasez de su mirada y al
volumen de su voz.
5
Al mencionar mi nombre era notorio que dejó de quererme, no soy pagana ni hechicera
para interpretar el sentir melancólico de su amada MAGA.
Quisiera teorizar los modelos huecos de su elección para delinear las sombras de ellas encima de la mía, cautivando miradas entre la muchedumbre.
Ahora me encuentro absuelta del todo, inclusive de usted.
Lo respiro lejos de mí, viéndolo desde afuera,
deambulando el pesar al lado de usted.
DESPEDIDA
He abandonado al erotismo en un viejo hotel como también me olvidé de mi cuerpo.
He borrado todos los matices que me abrigaban en su placer encima de mí por uno más
grato y sereno.
He dicho adiós al encaje y al corset, pero no al café, le fui perdiendo gusto al color rojo y
al antifaz.
Hecho de menos los garbeos nocturnos de cartas y lentejuelas, aposté las joyas que me ataviaban en mi pesar.
Trato de acostumbrarme a no salir de noche en busca de mí y de aquellos cosquilleos en la
piel desbordándose hasta la parte húmeda donde ella reposa.
Todavía puedo figurar los rostros de cada uno con su inquietante torcedura viril recargándose entre mi escote en un breve mutismo.
Me he familiarizado al trabajo del día, a la adaptación de la normalidad en la construcción
de una nueva rutina semejante a la de él.
La luz nos despierta con la clavícula desnuda de él reposando sobre la cama dejándome las
fisuras de su nombre en mi torso.
Su mirar me invita a follarle la vida como también hacerle el amor en cualquier lugar marcando el querer de una mujer y un hombre.
Su amanecer es aquella luz violenta entre azulada reflejándose en él, mostrando un dédalo
sencillo nadando sobre las brisas del piélago azul.
En ti voy creciendo como el agua que renace en el riachuelo y camina sobre tu corriente
para no soltarte, yendo por bordes de tu andar sin hacer ningún tiberio.
Ya no extraño el sabor del humo traspasándose por mi boca ni la muñeca acomodándose
en los labios menores de ella.
Me he acogido en sus calores como una pequeña niña sin querer soltarlo y él cogerse en mi
seno para quedarse junto al corazón emprendido de nuestra alba.
6
INDUCCIÓN
Me encuentro ausente
Deshabitada en el aire
Abrumada de tantas risas
Compartiendo miradas y ninguna es cálida
No logran asfixiar mis ojos
Como lo hacía él.
Me percato que soy una roca
Atrapada en su dureza sin movimiento
Solo cambio de lugar cuando alguien me desnuda
Buscando un refugio.
Me vuelvo ligera y suave
En las pieles de otros
Pero después soy un libro viejo
Lleno de palabras grandes y pequeñas
Intentando atrapar mi delirio.
La misma dureza me rompe
Aislando aquella simpatía en mí.
Soy presa fácil para ella, lo sé,
Temo a que me encuentre la frivolidad
Y me ensucie más de lo que ya he sido.
En mí comparto dos apariencias distintas
Pocos quienes me conocen.
7
A pesar de mi edad, denoto la vejez frente al espejo
Que perturba todo mi cuerpo
Los huesos me duelen, mi piel es más tiesa
Mi corazón flaquea en el silencio
El tiempo no mata mi ausencia
Más bien me duermo con ella mirando al exterior
La lucidez me embriaga de fríos recuerdos
Para entender cómo llegué aquí.
Sola en abstinencia aniquilando mis deseos
Doblegándome a querer ser ella
He tenido su protección hace unos meses
como mi inquilina.
Su protección es un cascarón que no se rompe
Va ser difícil dejarla ir, me estoy acostumbrando a ella
Como lo hice con él.
Al paso que voy seré una rama seca
De un árbol olvidado o un mueble guardado en el ático
habitada por una plaga de termitas.
8
VADE RETRO… ¡VADE ULTRA!
COME TOGETHER: LA POLÍTICA DEL ÉXTASIS
POR: NATALIA MONTALVÁN ROMERO
CDMX/MÉXICO.
Timothy Leary | FUENTE: cbs42.com (AP Photo/Mark Terril)
Los ‘60, el quiebre del siglo XX. La década de la rebeldía, el sexo y el rock n`roll.
Los levantamientos sociales alrededor del mundo, que se revelaron contra la política beligerante y conservadora de gobiernos como el estadounidense fueron gestando un
movimiento contracultural donde “haz el amor y no la guerra” fue la consigna.
La distribución y comercialización de la píldora como método anticonceptivo desencadenó un rompimiento en el paradigma de la sexualidad femenina y la familia, dándole
a la mujer más poder sobre su cuerpo. Era tiempo de pensar en el sexo desde el placer y no
sólo desde la procreación.
A la alborotadora fórmula se sumaron las investigaciones entorno a las drogas psicodélicas, que fueron un hito en la contracultura y, por consiguiente, en algunos grupos
sociales, la música e incluso en la política estadounidense de la época.
Timothy Leary, Doctor en Psicología, fue de los primeros académicos que se interesaron y vivieron por carne propia los efectos de las sustancias psicoactivas como los
hongos, popularizados por Gordon Wasson en sus viajes a Oaxaca con la chamana mazateca Maria Sabina, y el LSD sintetizado por Albert Hoffman a finales de los treinta, pero
cuyo uso terapéutico y recreativo se presentó en los sesentas.
Conecta, sintoniza, déjate llevar
El entusiasmo de Leary por el LSD lo llevó a proponer una asigantura de estudio de
los psicotrópicos en la Univesidad de Harvard, donde fue profesor hasta que el director vio
con recelo su propuesta. Así, fue despedido en mayo de 1963, junto con su colega y entusiasta de las drogas psicoactivas, Richard Alpert (Ram Dass).
Dejó atrás su etapa como profesor y se convirtió en el predicador del LSD. Su famoso mantra “turn on, tune in, drop out” (conecta, sintoniza, déjate llevar) fue una invita9
ción al despertar de la conciencia a través de la experiencia psicódelica.
Evidentemente, no pasaría desapercibido por el gobierno conservador de Richard
Nixon (1969-1974), quien no sólo heredó la desaprobación entorno a la Guerra de Vietman, sino que inició una guerra contra las drogas.
Así Timothy Leary fue bautizado por el trigésimo séptimo presidente como “el
hombre más peligroso de los Estados Unidos”.
El “fenómeno Leary” alcanzó al “fenómeno Beatle”. Uno de los primeros contactos
del cuarteto más famoso del mundo con el mesías del LSD fua a través de su obra “La Experiencia Psicodélica: un manual basado en el Libro Tibetano de los Muertos”, de la que
surgiría Tomorrow Never Knows en 1966, donde John habla de su experiencia con los psicoativos guiado por el manual.
La pieza se convertiría en una de las primeras canciones de rock psicodélico. George Martin, productor de la banda había empleado la técnica del backmasking, grabando
mensajes y sonidos al revés, y consiguiendo así un sonido estrambótico.
Una cosa que puedo decirte es que tienes que ser libre
El amor por las sustancias psicodélicas llevaron Leary a enfrentar a la ley en varias
ocasiones. En 1965 y 1968 fue arrestado por posesión de marihuana, sin embargo, obtuvo
libertad condicional al poco tiempo. Un año después, cuando su condena fue eliminada se
lanzó como candidato a gobernador de California contra Ronald Reagan.
Para 1969, Leary se unió a Yoko Ono y a John Lennon en el Bed-In en Montreal,
solicitó a Lennon una canción para usarla en su campaña contra Reagan y así nació Come
Together, coescrita por Paul McCartney, producida por George Martin y publicada el 6 de
octubre de 1969.
Por suerte para el ala conservadora, la candidatura de Leary se vio entorpecida por
los esfuerzos de Reagan para meterlo a la cárcel. Timothy fue encarcelado a principios de
1970 con una condena de 10 años en prisión. Aunque el escurridizo mensajero del LSD
escapó posteriormente, no sin antes dejar una nota desafiando a la autoridad a encontrarle.
Si bien en Come Together hay líneas que podrían describir al clérigo del LSD (He
one holy roller, he got early warning), también es posible encontrar en aquellas letras de
aspecto absurdo, la crítica al capitalismo y el llamado a la libertad, consecuente al discurso
contracultural de la época.
Todo esto inmerso en una atmósfera relajada al ritmo del blues, evocando a los
efectos sedantes de la experiencia psicodélica: conecta, sintoniza y déjate llevar.
“Come Together es la canción clave del cambio de década, que encarna un momento crucial cuando la próxima generación del mundo libre rechazó la sabiduría, el
conocimiento, la ética y el comportamiento establecidos por un relativismo inspirado en las drogas que desde entonces ha minado los fundamentos intelectuales de la
cultura occidental.”
Ian McDonald, 1994. Revolution in the head : the Beatles' records and the sixties.
10
TEXTURAS LITERARIAS
CAMAS VERDES
POR: TIMOTEO VICTORIA
TOLUCA/MÉXICO.
Despierto de la misma pesadilla, las sábanas no logran cubrir la vergüenza, aquella
vergüenza heredada y oxidada. Vergüenza que adorna las paredes con santos, con altares y
flores aromáticas.
Cubierto de cables me arrastro hasta el corredor, donde las flechas mueven inclementes los designios del rocío, ese que cae una vez cada milenio y se desparrama por los
bordes de las suturas del corazón herido.
Con el alma al descubierto, tomo una botella sin mecha y camino por los huecos
que los ríos secos dejaron.
Me conecto y desconecto, duermo y no sueño, me conecto y vivo anclado a mis vidas pasadas, esas que solo deambulan en el reino de las sombras, en las huestes de las escapadas nocturnas. En donde las gárgolas juegan en los tejados buscando espíritus desamparados. Buscando un farol encendido en el fondo de la habitación.
Y por generación espontanea, la bioluminiscencia de tus párpados me guían hasta la
escalera de caracol, esa donde las gavetas vacías enarbolan estandartes de camisas olvidadas y cabellos con rastros de perfume.
Y desciendo bajo el soporte de las tablas sin empezar, en mi holograma de cruces
de arcillas y mártires de papel.
Ya no escurre el vinagre, ya no resbala tu lengua bajo los sonidos que escalaban
progresivamente en mi lóbulo izquierdo y morían en mi espalda baja. Esa que usaste tantas veces de escritorio, de embajada y de cuartel. Esa que arañaste el día de año nuevo con
tus dientes y mi carne en una persecución casi sectaria.
El programa llega a su fin, el disco duro se ahogó en la profundidad de la red, de lo
oculto, de las reuniones de domingo, de los versículos rutinarios de saludo y despedida. De
salmos de desamor y parábolas sexuales, que terminarían en mi frente marcando tu inicial,
en mi lunes de grafito, en el oleaje de mi bálsamo reparando las goteras de mis camas verdes.
11
TRÁFICO DE LETRAS ft. Chupacabras Fanzine
PARÁSITOS EN LOS OÍDOS
POR: ELVIRA ÁVILA
XALAPA/MÉXICO.
Sobra decir que estas ideas no están a favor del desprecio radical hacia las expresiones musicales populares mexicanas, más bien, son pensamientos en voz alta de un ciudadano preocupado por un malestar cultural que al parecer es intocable o innecesario de abordar, me refiero a la degradación moral de los consumidores de música popular mexicana en
torno a su explotación comercial. El arte es una invención humana, no un regalo de los dioses. Por lo tanto, si toda obra se parece a su creador, el arte puede ser sublime o nefasto. Al
centro de tal oposición prevalece el arte mediocrizante. Hace no más de cien años los caciques de la cultura detectaron en la música popular un negocio rentable, al paso del tiempo
tal expresión artística derivó en una inmensa lista de canciones plagadas con historias de
resentimiento y angustia destructiva. La estatura ética de estas producciones es escasa, los
consumidores fueron integrando acríticamente dichos mensajes rancios a sus vidas, así,
durante casi diez décadas, se ha venido heredando la miseria emocional.
La lírica popular musical en México tiene dos lecturas antagónicas; sus letras son el
reflejo del sentir común y también del distanciamiento temático a situaciones cotidianas en
la vida de los consumidores. Diminuto, casi inexistente, es el número de canciones que comuniquen el horror ordinario a ser desaparecido por el narcotráfico, a perder familiares en
un cruce de balas entre grupos criminales, el miedo a solicitar auxilio y ser abusado por las
autoridades, a quedar desempleado, a caer enfermo y ser maltratado por trabajadores de la
salud hartos de una sociedad civil que los desvalora y humilla, a sacar adelante un negocio
y ser víctima de extorsión, a volver a casa a la misma rutina nociva, a ser asaltado y obtener una demanda del asaltante por haberse defendido del atraco.
Cual placebo maligno la canción popular mexicana al servicio de los intereses empresariales del entretenimiento masivo dota al mexicano de valor y desinterés para no buscar soluciones a problemas que él (a veces) no creó, pero que sí sufre y reproduce. Misoginia, revanchismo, apología de la vida delincuencial, analfabetismo político, resignación
cultural, orgullo por lo precario, rechazo al pensamiento ajeno, inmadurez sentimental,
egoísmo denigrante y el aplauso masivo a la violencia práctica como único medio de interacción entre parejas y familiares son al menos una decena trágica del racimo de mensajes
expresados en la canción popular pervertida por el capital empresarial en México.
¿Qué obscuro placer genera masticar palabras? ¿Por qué se prefiere la forma sobre
el contenido? En los últimos años han muerto varios cantantes de música popular mexicana, algunos aún campean los escenarios, otros ven pronto ese destino. Cuando la muerte
reclame a sus artistas seguidores de todo el país aullarán a la luna, clamando que les sean
12
devueltas voces técnicamente admirables pero carentes de mensajes sustanciales. ¿Cuántos
años llevamos escuchando el mismo viejo lamento de seres de otras épocas? ¿Esta agonía
moderna es genuina o es un cínico reciclaje que pone en evidencia la nula capacidad creativa para adquirir nuevos problemas? Cualquier principio de esperanza se derrumba al escuchar a un niño entonar canciones versadas en promesas de matar al ser amado para que nadie más lo ame. Las frases huecas inundan a las personas vacías. El arte no da respuestas,
el arte es interrogación, el arte da consuelo.
13
TRÁFICO DE LETRAS ft. Chupacabras Fanzine
LA IDEA DEL IMPERATIVO CATEGÓRICO DE KANT Y SU SIMILITUD CON EL “ARGUMENTO MORAL DEL TEÍSMO”
POR: LUIS FELIPE RAMÍREZ CERECEDO
XALAPA/MÉXICO.
El imperativo categórico es un concepto fundamental en la filosofía de Kant. El imperativo categórico es pues aquello que pretende ser un mandamiento autónomo es decir
que no sea dependiente de ninguna religión ni ideología y autosuficiente, capaz de regir el
comportamiento humano de manera objetiva mediante el uso de la razón.
El argumento moral de teísmo es aquel que implica la existencia de un Ser supremo, infinito y necesario que es la “encarnación” del bien supremo, en el cual está la fuente
de los valores morales objetivos que experimentamos en el mundo.
Todo individuo en algún momento ha pretendido hacer lo correcto respecto a una
moralidad, o bien en caso contrario, es decir se siente mal por no actuar respecto de la moral. El concepto de imperativo categórico y la moral del teísmo están profundamente vinculados.
En lo que propone el imperativo categórico se ordena a todos los seres racionales
finitos y todas las personas a considerar sus acciones para ver si uno para todos, aplicables
en todo momento y sin excepción máxime seguir y si el derecho de todas las personas, como un fin en sí mismo, no como un simple medio para una Ser considerado para otro propósito.
Es pues muy coincidente con el argumento moral. Esto dice que la ley moral es decir el “Razonamiento del corazón” pues en esta metáfora se refiere a que las cosas tienen
bondad en la medida en que están en relación con el bien el cual subsisten en sí mismo.
Kant define el concepto de deber de la siguiente manera:
"El deber es la necesidad de un acto de respeto a la ley" Kant: Ak IV, 400.
La razón nos permite reconocer la ley moral. Un acto de deber es, en tal concepto,
un acto de respeto a la ley. El deber debe ser el motivo de la acción, no la alegría, evitar el
mal o algo similar.
Considero pues, sensato partir por el hecho que la maldad no tiene sustento ontológico, sino más bien es la perversión o carencia de lo que es virtuoso, (esto según lo que
presenta la idea del argumento moral) es posible que exista el bien sin el mal, pero no puede existir el mal sin el bien.
Dicho esto, en cuanto a la moral de una persona, encontramos una antítesis entre
14
Freud y Frankl, por lado Freud desde su psicología de las masas argumenta que ante una
necesidad imperiosa las diferencias desaparecen, sin embargo, el judío Frankl, tanto de su
experiencia en los campos de concentración como de su conocimiento como psiquiatra asevera en su obra El hombre en busca de sentido(Cito de memoria). “Lo que sucedió en realidad fue más bien lo contrario. En el campo de concentración la gente se volvió más diferenciada aún. Los cerdos se desenmascararon. Y también los santos. El hambre los descubrió. Esa hambre era la misma en un caso y otro.”
Según Kant, el hombre es un ser racional y, en consecuencia, siempre está sujeto a
una ley general. Sin embargo, ocurren en tal concepto tergiversaciones de la ley, ejemplo
claro las políticas de purga del aparato Nazi a qué se debe esto.
Bien pues Kant nos expone una respuesta. El hombre encuentra la insociable cualidad de doblegar todo a su mero capricho y, como es natural a cada acción corresponde una
reacción igual y opuesta (es decir una inclinación).
Justamente estas inclinaciones se reflejan en conductas como la ambición, y vicios
como el afán de dominio y la codicia, que permiten el paso de la barbarie hacia la cultura,
o bien que la cultura “justifique” las inclinaciones, que justifique el relativismo moral a
partir de las pasiones. En tal concepto el argumento moral es coincidente también en esta
propuesta sobre las inclinaciones, pues afirma que la moral comprende un sentido de la
obligación y del deber qué es universal, tiene autoridad, y qué está por encima de cualquier
consideración cultural, temporal o de lugar, y que el incumplimiento de este sentido de
obligación únicamente responde al subjetivismo ético impulsado por las inclinaciones o
deseos humanos.
La respuesta a esto surge de la constitución específica de la voluntad humana. Kant
describe esto como "la capacidad de actuar de acuerdo con los principios de la ley", esto es
evidentemente coincidente con el argumento moral por razones obvias pues ésta frase es
prácticamente el resumen del mismo.
La razón no está vinculada a las diferencias físicas o mentales que existen entre los
humanos o con cualquier otro ser raciona). Aunque Kant no afirma que haya otros seres
con un don por una razón distinta a los seres humanos, se podrían imaginar seres guiados
racionalmente, dígase “extraterrestres o bien una variante evolutiva del ser humano como
neandertales, por lo que el hombre no es una persona así, ya que también está dirigido por
inclinaciones y cosas por el estilo.
El imperativo categórico surge de la razón, los seres puramente racionalmente gobernados actuarán, por así decirlo, automáticamente en consecuencia. La moral objetiva
del argumento del teísmo se basa en que un principio moral no es una opinión. Los principios morales no son decisiones personales o privadas, ni tienen como cometido describir
conductas, sino que prescriben conductas y motivaciones (costumbres objetivas) con carácter de mandato, como bien en el caso expuesto por Kant, lo hace la razón.1
Kant opina que la buena voluntad es el único bien absoluto, es aquí donde ocurre
una divergencia pues el argumento moral reitera que el bien moral absoluto viene de un Ser
1
Moral Objetiva, guía de apologética Holman.
15
que es la fuente de todo lo bueno.
La aptitud, el carácter o las circunstancias favorables también pueden usarse para
malos propósitos, en esto igual son coincidentes ambos puntos, el argumento moral y lo
propuesto por Kant, ejemplo claro son las acciones realizadas por el régimen Nazi en los
años 30 del siglo pasado. pero la buena voluntad es en sí misma positiva y, por lo tanto, la
más alta.
La construcción de un ideal de buena voluntad es un imprescindible para entender a
Kant es decir refiere a esa facultad de optar por buenos principios y se interesa en actuar
correctamente. El ser Racional entonces puede hacerlo cuando necesita obligarse a realizar
la acción moral por un bien, pero también cuando no sea necesario, entonces cuando los
buenos principios no están en armonía con las inclinaciones es cuando se cometen malas
acciones. De manera análoga un filósofo cristiano; Wiliam Lane Craig dice en su aporte al
argumento moral que el no seguir los órdenes morales nos lleva a una comprensión subjetiva de la realidad, y el no seguir los órdenes morales se basada en experiencias, lo que conlleva a incumplimiento de la regla de comportamiento.2
En ambos casos; la filosofía de Kant y el argumento moral concuerdan en que la
moral no puede estar basada en la descripción del mundo ni en valores subjetivos como la
experiencia o la cultura. En tal concepto: lo empírico es perjudicial para la pureza misma
de las costumbres o de una sociedad.
Otra cosa que es coincidente en ambos casos es el “fin”. En el imperativo categórico su final ya no es ser feliz, pero para ser moral entonces la felicidad es algo empírico
irracional, sin embargo, esto nos hace merecedores de la felicidad. El deber por su parte no
tiene contenido fijo, sino que se universaliza. Lo que es correcto para uno debe ser correcto
para todos, lo cual produce al final “Un desarrollo humano”, algo “superior”, un bien mayor, el reino de los fines, en tal caso los seres raciones tienen la obligación de obrar bajo
principios que una comunidad objetiva, es decir se nos exige actuar categóricamente, como
legisladores de este reino ideal.
Por su parte el argumento moral comparte este aspecto, la finalidad de estos órdenes morales, la “Ley natural humana”, representa aquello que está por encima de los hechos terrenales o las pasiones de la carne, del comportamiento banal3, “del mismo modo
entramos en esta vida temporal por un bien mayor; la vida eterna”. Nikolai Velimirovich.
Habiendo expuesto este resumen sobre lo coincidente de ambas posturas y la idea
de la objetividad moral. ¿Existe tal objetividad en la praxis?
Bibliografía:
C. S. Lewis. (1942). Mero Cristianismo. Rayo Editorial.
Doug Powell. (2006). Guía Holman de apologética cristiana. ByH Publishing Group.
Inmmanuel Kant. (1785). Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Alianza Editorial.
William Lane Craig. (2018). Fe razonable. Estados Unidos: Kerigma publicaciones.
2
3
Craig, De la moral, Fe Razonable.
Lewis, Lo que yace detrás de la Ley, Mero Cristianismo.
16
COLABORACIONES
EL ESTUDIO BIOPOLÍTICO DE MICHEL FOUCAULT: UN ANÁLISIS DISCURSIVO DE LA DEMOCRACIA EN MÉXICO (El nacimiento de la société infecteé)
POR: ERIC RODRÍGUEZ OCHOA
MÉXICO.
Resumen
El estudio sobre la democracia en México y su relación con la noción de biopoder en el pensamiento
de Michel Foucault es importante, debido a que en los años 80 se introduce el tema de biopolítica, pero no es
porque a Foucault sólo le interesen temas de filosofía política tradicional, sino porque para él, en esos años,
está explorando el surgimiento de un nuevo problema: ¿cómo es posible que el estado ahora se ocupe de la
población, es decir, se ocupe de algo más que de lo que se ocupaba el mundo feudal? El presente ensayo tiene como objetivo la relación sustancial entre el concepto de biopolítica y la democracia. Asimismo, un recorrido de ideas generales y una conclusión que abre la posibilidad para futuras investigaciones.
Palabras clave: historia, legitimación, biopolítica, estado, democracia.
Algunas consideraciones introductorias al estudio político así como el surgimiento del concepto biopolítica
Cuando el estado interviene sobre el cuerpo individual, da origen a las disciplinas y
cuando es sobre el cuerpo social o comunitario da origen a la biopolítica que describe el
pasaje del antiguo régimen monárquico absolutista al nuevo régimen industrial democrático liberal entre los siglos XVII y XIX. La biopolítica como noción fue elaborada (bajo
ciertos criterios reelaborada, ya que los trabajos de Roberto Esposito atribuyen el concepto
al filósofo Rudolf Kjllén) por Michel Foucault para describir ciertas coordenadas, estrategias, conductas en las que se ejerce un tipo de poder: el soberano. Este poder soberano tendrá una transformación en la manera en que ejerce prácticas de poder, pero que, a la par del
ejercicio, crea nuevas formas de relaciones políticas. En el análisis del biopoder existían
ciertas relaciones de un afuera entre lo que eran los imperios y los no imperios, que ahora,
han tomado un rumbo político importante a saber: las relaciones externas entre las configuraciones de un régimen político han pasado a ser internas. Las nuevas tecnologías con relación al poder están inmersas en la construcción de los sujetos. Las prácticas de liberación
con relación a un poder represivo han pasado a ser prácticas de libertad, pero esta misma
obedece a un paradigma biopolítico con la finalidad de dejar vivir y hacer morir.
Los efectos de una pandemia se han enfocado en utilizar toda estrategia gubernamental con relación al cuidado de la vida, a reelaborarla, paradójicamente en contraste al
miedo, a los índices de mortalidad y la incertidumbre. Cierto es que existen cada vez más
17
estrategias vinculadas a la información sobre el virus, la articulación de diferentes órdenes
del gobierno, así como una nueva reformulación instrumentalizada sobre el cuidado de la
vida. ¿Cómo la democracia en México ayuda a la configuración de las políticas del cuidado de la vida? El sistema democrático pertenece a un sistema más general, al sistema político; el cual se encamina a una acción política. El resultado de ejercer una libertad colectiva es antiquísimo y complejo de acuerdo a contextos históricos emergentes (la democracia
directa, la democracia representativa, la democracia mixta, etcétera).
Análisis teórico respecto a la cuestión democrática y su relación con
el concepto de la biopolítica.
Examinaremos las cuestiones de la construcción política a la cual nos referimos
como democracia. Con ello, las investigaciones de Michel Foucault pretenden explorar la
problemática de la construcción política denominada democracia,
haciendo uso de la
noción, biopolítica. El objetivo de dicha exploración pretende dar cabida a preguntas que
sitúen la problemática en un campo de análisis que reconoce la primordial relación de lo
político con la noción de vida. La cartografía que analizaremos busca dar reflexiones sobre la disertación del biopoder dentro de la esfera política moderna, así como sus implicaciones en la formulación de enfoques de vida y muerte. Analizaré ciertas propuestas que
nos ayudarán a comprender la democracia y la biopolítica, a saber: la democracia, que autoriza a los ciudadanos en la toma de decisiones del sistema político y que, antiguamente,
excluía de dicho sistema a los esclavos y las mujeres encontrando justificación en tratados
de filósofos cómo Aristóteles (incluso Platón), quien tomó partido a la democracia distinguiéndola de otras formas de gobierno. Más adelante, la idea de democracia se conjuntó
con el imaginario de la República y, en consecuencia, la democracia se instauró como parte consustancial del ideario de una forma de civilización que fue heredada siglos más tarde
como referente obligado para el Estado-Nación occidental.
Retomaremos algunos planteamientos formulados por Mouffe (1999, 2000) en
cuanto nos permiten comprender dimensiones para la educación en democracia. Ella nos
hace ver una diferencia conceptual y vivencial de dos categorías distintas pero complementarias:
[...]“la política” y “lo político”. La primera hace referencia a los mecanismos, a las
formas mediante las cuales se establece un orden y se organiza la existencia humana
que siempre se presenta en condiciones conflictivas; la segunda se refiere a una cualidad de las relaciones entre las existencias humanas y se expresa en la diversidad de
las relaciones sociales: con ese fin propone distinguir entre “lo político”, ligado a la
dimensión de antagonismo y de hostilidad que existe en las relaciones humanas, antagonismo que se manifiesta como diversidad de las relaciones sociales; y “la política” que, apunta a establecer un orden, a organizar la coexistencia humana en condiciones que son siempre conflictivas, pues están atravesadas por “lo político” ».
(Mouffe, 1999, p. 14)
A finales de la edad media y principios del siglo XV, la organización política se institucionaliza y conforma las noción de Estado y con ella, la democracia empezaría a comprender18
se bajo esta institucionalización como un poder que reside en el pueblo, también la democracia es asimilada como una forma de coexistencia social que busca propiciar formas colectivas de acción y participación que confluyen en el conjunto social. La democracia también puede ser entendida como un imaginario estructuralmente que orienta a los grupos de
una sociedad a las prácticas de simulación, incluyentes e igualitarias con el fin de vivir un
anhelo de un nuevo régimen político acompañado de bienestar. Un Estado —y su democracia— es un régimen incluyente y legítimo que otros tipos de gobierno donde ejercen su
política en la concentración de la fuerza de ese poder1 como las dictaduras, las oligarquías
y las monarquías, toda vez que supone que la soberanía del Estado recae sobre su pueblo;
no obstante, el referente de inclusión que supone la democracia nunca ha sido universal, ya
que requiere de principios de exclusión que determinan quién puede y quién no puede participar en la toma de decisiones.
La democracia y el gobierno de las vidas: apuntes teóricos desde la reflexión
filosófica.
El análisis que hace Foucault visibiliza la antiquísima relación del poder con la
vida y la muerte, al tiempo que pregunta por la cuestión del poder soberano (el gobierno
supremo) que enuncia y decide aquella(s) vida(s) que puede(n) y debe(n) ser sacrificada
(s). Pero veamos: no es la vida que el gobierno supremo da y quita, la vida que hipotéticamente le pertenece, sino que lo que está en juego es el poder sobre lo viviente (res).
A partir del siglo XVIII la biopolítica se ejerció como lo hemos estado revisando
sobre la vida, pero, ¿de qué vida se habla? Es notorio, la vida que toma a su cargo la biopolítica no se iguala a aquella en que, haciendo uso de su derecho, el soberano perdona de
la muerte. La vida, actúa como una herramienta al servicio del biopoder. ¿Acaso la disciplina, el confinamiento y el encierro que se está teniendo a raíz de una pandemia mundial
(SARS-COV2) tienen que ver con el control de los cuerpos y las vidas que menciona Foucault en la esencia de la biopolítica2?Así parece, pero hay una cuestión importante a resaltar: el interés de Foucault es evdienciar el cómo funcionan estas prácticas políticas y la
regulación con la vida, no pretende juzgar a Foucault si estas prácticas son buenas o malas; sólo existen, y a la par con la crítica foucaultiana, surgen también la crítica y las nulas
propuestas que el autor plantea.
Apuntes finales en torno al poder, biopolítica y gobierno: De la cuestión discursiva y sus aclaraciones.
1
En Defender la Sociedad, Foucault efectúa, entre otros, el estudio comparativo de la fundación de las monarquías inglesa
y francesa en el siglo XVII, y hará hincapié en que para el caso de Francia hay una reacción nobiliaria representada en
Boulainvilliers, quien crítica el discurso histórico que canta las alabanzas del poder del rey, de tal suerte que dicha crítica
hace saltar a la luz la maquinaria administrativo-burocrática que termina fabricando el poder y saber del rey. Pone al descubierto que el discurso que legitima el poder absoluto del monarca estalla y se fragmenta en pedazos, porque a la base de
la ley o contrato social que entrega el poder absoluto al rey existen invasiones y conquistas calladas que lo explican. De
esta manera, el autor de los cursos Defender la Sociedad ha acuñado lo que dio en llamar: "nuevo discurso históricopolítico" o, desde otro ángulo, lo que él llama "contrahistoria". Dreyfus y Rabinow. (2001: 135)
2
Con todo ello, la muerte podría ser un punto de fuga a través del cual la vida se pone fuera de su alcance. Una muerte
podría pensarse que escapa del poder político, reglado, y de relaciones intrínsecas que rigen dichas formas de cultura.
19
La revisión de Foucault tiene como propósito ver que el discurso “se dice” desde el
nivel del poder, para conformar a través del tiempo una legitimación que abarca incluso
una nación. Desde el siglo XVIII, entramos en lo que Foucault llama “la sociedad disciplinaria” (y en pleno siglo XXI, entramos a La société infectée. No estamos solamente ante
un contagio, sino en medio de una sociedad contagiada que tiene por resultado una pandemia que aquí mencionaré de manera general, ya que será una investigación posterior. Una
sociedad contagiada de prácticas, formas de cultura, del imperativo del goce, de la desaparición de la prohibición, de la vigilancia y sus efectos de represión y cuyo modelo es el que
describe en su libro “Vigilar y castigar”. En un ensayo posterior se ampliará y formulará
una nueva investigación sobre el nacimiento de “La société infectée” donde se abordará
dicho concepto a propósito de las Cartas de Voltaire (1755) a Jean Jaques Rousseau cuando el primero le cuestiona al segundo, que la sociedad está infectada de malicia, crueldad,
egoísmo del cual, la novela de Rousseau, es parte de esa sociedad infectada.
Bibliografía:
Beuchot, M. (2004). Historia de la filosofía en la posmodernidad. México: Torres y asociados.
Berger, P. y Luckmann,T. (2003). La construcción social de la realidad. Argentina: Amorrortu.
Eribon, D. (1992) Michel Foucault. España: Anagrama.
Foucault, M. (1970) La arqueología del saber. México: Siglo XXI.
Foucault, M. (1995) Vigilar y Castigar, nacimiento de la prisión México: Siglo XXI.
Foucault, M. (2014). “Volver a la historia”, en revista de Ciencias Sociales y
Educación, Vol. 3, Nº 5, Enero-Junio de 2014. Colombia: pp. 267-278.
197-207.
Gadamer, G. (1988), “¿Qué es la verdad?”, en Verdad y Método, Vol. II, España:Sígueme.
Habermas, J. (1986). Ciencia y técnica como ideología. México: Taurus.
Eric Rodríguez Ochoa se licenció en Filosofía e Historia de las Ideas con mención honorífica por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Es miembro investigador de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política, miembro del Colegio Profesional de la Comunidad Mexicana de Estudiantes de Filosofía, escritor y colaborador del blog filosofía en la red. Líneas de investigación: Lenguaje, discurso, psicoanálisis, filosofía política y teoría política. Desde el 2010, ha participado en diversas conferencias nacionales e internacionales sobre Foucault y ha escrito diversos artículos en revistas especializadas digitales.
Actualmente, está estudiando un curso de metodología e investigación y un diplomado en teoría psicoanalítica para sus estudios próximos de posgrado. Dará una conferencia internacional en el VIII Congreso Internacional de la Asociación Mexicana de Ciencia Política.
20
ALTRUISMO Y EXHIBICIONISMO: REPENSAR LA SOLIDARIDAD EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA
POR: ALBERTO I. GUTIÉRREZ
SAN LUIS POTOSÍ/MÉXICO.
En estos tiempos lo que quiere la gente es vender
dice la muñeca, decidiéndose de pronto a hablar
Javier Tomeo (2008:37)
Los amantes de silicona
“The world is business, Mr. Beale” (El mundo es un negocio, Sr. Beale) es una frase dicha por Arthur Jensen, personaje de la película Network de 1976, un enunciado que
evidentemente ha desbordado el dominio de lo mercantil para presentarse en todos los ámbitos de la vida social. ¿Qué nos haría pensar que las relaciones interpersonales o ciertas
formas de ayuda humanitaria se salvarían de esta regla básica de la sociedad de mercado en
la que nos desenvolvemos? Hay que anotar que las excepciones existen, están a la orden
del día y son por demás deseables. Sin embargo, no hay que dejar de lado las constantes, la
necesidad de jerarquizar situaciones y separar lo ideal de lo real como bien apuntan las bases del pensamiento crítico, ya que el juego de la verdad es un guiso que se degusta frío
con dígitos y mayorías.
En esta tónica, tras estas observaciones de corte introductorio, me gustaría plantear
una cuestión que he podido advertir en el plano social, una práctica que no sé si se trata de
una obviedad o de una verdad a voces que yo desconocía hasta hace relativamente poco
debo indicar que llegué tarde cuando decidieron el destino del mundo. Aunque no está de
más señalar que vivimos en una época de información, mucha de ella repleta de fantasmas,
omisiones y tragedias en abstracto que aparentemente duelen mucho menos que aquellas
que se viven en carne propia. El tema por tratar es la ayuda interesada hacia los demás, una
práctica que se ha ido extendiendo en diferentes capas de la sociedad.
Para constatar lo anterior no es necesario tomar un taxi, un transatlántico o un avión, basta
con adentrarnos al mundo cibernético, un lugar al alcance de nuestras manos en el que pueden hallarse testimonios de altruismo a través de posts, fotografías, vídeos y comentarios
tanto de figuras públicas como de nuestros allegados más cercanos. Estas evidencias de
bondad, que están en posibilidades de llegar a infinidad de auditorios y sitios del planeta
gracias al internet, nos invitan a contrastar las prácticas actuales con las muestras de solidaridad de antaño. Para serles sincero, me resultó bastante difícil imaginar a benefactores de
a pie solicitando a cada uno de los beneficiarios que divulgaran su “buen obrar” o que los
primeros notificaran a cada uno de sus vecinos de los actos buenos realizados. Personalmente, no descarto la posibilidad de que existieran acciones de esta índole, pues los
21
“vivos”, también conocidos como astutos, siempre han existido, aunque nada me impide
pensar que estos perfiles no abundan en el mundo contemporáneo.
Los estratos superiores han tenido claridad de las múltiples ventajas que ofrecen las
muestras de solidaridad; sin embargo, lo que es de llamar la atención es que dicha tendencia se ha ido replicando entre nuestros allegados, como puede atestiguarse en el submundo
de las redes sociales. En el caso de México, es posible observar a personas con cash que les
gusta fotografiarse mostrando su apoyo a los desfavorecidos al proporcionarles alimentos,
dinero o prendas, para después subir la evidencia en sus muros de Facebook e historias de
Instagram. Entre los casos que pude observar de manera particular, fue el de conocidos que
compartían mensajes públicos sobre las acciones, consejos y ayudas que han ofrecido a los
demás, aunque hay que agregar que una amplia mayoría percibía recursos económicos por
actividades asociadas a dichas causas.
Sobre los dos ejemplos anteriores puedo aseverar una cosa: si hay un pago o un interés de por medio, esta ayuda no es el tipo de ayuda que primero nos viene a la cabeza el
paradigma desinteresado o que no requiere una retribución, sino una modalidad particular
producto del momento histórico en el que nos encontramos; un tiempo marcado por la cultura de la ganancia cuyo dogma de fe es maximizar los beneficios o, al menos, hacer que
las acciones retribuyan algo. Hay que admitir que no es posible explicar todas estas formas
de apoyo con una precisión nanométrica, ni siquiera valiéndonos del sistema internacional
de medidas, pero si tenemos en cuenta que habitamos en una sociedad de mercado, con
pensamiento y corazones de mercado, basta con extender el brazo para tomar el ABC de la
publicidad de algún estante de una biblioteca, para después leer que “ser” o “parecer”
bueno es altamente rentable y puede representar ganancias diversas. Sería equívoco de mi
parte plantear que los beneficios percibidos solamente inciden en el grosor de las carteras o
para conseguir un peldaño. No hay que olvidar que existen recompensas de índole psicosocial como el reconocimiento o la posibilidad de obtener amistades, parejas, seguidores,
contactos o galardones; objetivos que pueden perseguirse de manera consciente o no, abonando indiscutiblemente al narcisismo.
Con todas estas observaciones que nos aproximan a la noción del marketing personal, no quiero que piensen que soy un “aguafiestas” o un “pesado”, y que todos los benefactores son movidos por el puro interés, como decían algunos economistas de antaño, ya
que es innegable que existen momentos en los que predomina el componente empático,
pero sí hay que repensar el caso de las ayudas que son visibilizadas e invitar a los benefactores a especificar el tipo de solidaridad que ofrecen. Que comenten con claridad si extienden la mano con miras a una remuneración o si ésta es concedida con la finalidad de fortalecer sus contactos o su capital social aspecto que con el tiempo y en las condiciones adecuadas podría tornarse en capital económico, como sugiere el principio de convertibilidad
de los capitales del finado Pierre Bourdieu (s.f.:131-136). He de ser enfático en que yo no
soy nadie para decir si esta modalidad, que podemos tildar de instrumental o interesada, es
la vía correcta o incorrecta. Adolezco de cualquier clase de autoridad, pero sí defendería la
necesidad de ser transparentes, pues si lo que buscamos es construir una sociedad mejor,
ésta sólo será posible si las personas son capaces de advertir motivaciones en lugar de sim22
ples acciones.
En fin. Una vez expuesto lo anterior y agotadas las reservas de creatividad, he aquí
una instantánea de lo social, una de las tantas que nos hacen falta, en sociedades donde la
causalidad quiere ser ocultada…que ésta pase desapercibida.
Bibliografía:
Bourdieu, Pierre. (S.f.). “Las formas del capital. Capital económico, capital cultural y capital social”. En P. Bourdieu. “Poder, Derecho y Clases Sociales” (pp. 131-165). https://es.scribd.com/document/333174623/BourdieuPierre-Las-formas-del-capital-Capital-economico-capital-cultural-y-capital-social-Capitulo-4-pdf (consultado Junio
16, 2018).
Tomeo, Javier. (2008). “Los amantes de silicona”. Barcelona: Anagrama.
23
BREVE REFLEXIÓN SOBRE EL CINE Y SU JUSTIFICACIÓN COMO DENUNCIANTE HISTÓRICO
POR: ANDRÉS JOSÉ RODRÍGUEZ ARÉVALO
BOGOTÁ D.C./COLOMBIA.
El cine nace como una creación conjunta de científicos y artesanos del siglo XIX,
en una especie de mixtura entre el arte entrañable de los manufactureros tradicionales y los
investigadores de la verdad quienes nunca pensaron que fuera posible absorber imágenes
en movimiento, y mucho menos que tendría un desarrollo tan fundamental para las sociedades humanas.
Las primeras obras cinematográficas provienen de la tecnología que la fotografía
forjaba en los años más turbulentos del siglo XIX, en pleno nacimiento de las revoluciones
sociales y campesinas alentadas por la novísima teoría socialdemócrata que Karl Marx logró articular en torno al materialismo de la ciencia y al espíritu renovador que aún flotaba
por los vestigios de la revolución francesa.
En este escenario, el primitivo cine fue un catalizador tanto de la opulencia burguesa liberal triunfadora del proceso industrializador-colonial, como de la miseria y tormentos
de una capa social que poco a poco iba formando un conglomerado mundial de víctimas de
la historia: Los que no pueden escribirla. En especial para ellos, el cine fue un captador del
movimiento de la vida; o la vida en movimiento, de posibles esperanzas y sueños silvestres
que algún salvador podría traerles nuevamente para aliviar el dolor de ser apresados por la
fugitiva fuerza de la máquina y el capital.
Por tal razón el cine fue en primera instancia un entretenimiento marginal de las
clases bajas. Las clases altas eran entusiastas aún del teatro y la ópera, situación por la cual
aún se mantiene en el ideario popular como artes ajenas a la mayoría. Desde la perspectiva
de los artistas y literatos, el cine era un movimiento desacreditado y no llenaba todas las
expectativas; no era por lo tanto digno de ser llamado arte expresivo.
Pero las condiciones históricas y sociales cambiaron profundamente en Europa y en
el resto del mundo colonizado. Para este momento, las ideologías artísticas se alteran y se
renuevan en las vanguardias.
El término “Vanguardia” como movimiento político y artístico responsable con el
cambio, la crítica histórica y la renovación individual, aparece con los escritos de los socialistas utópicos (de Saint Simón), y en la crítica literaria (de Baudelaire en 1845). Este movimiento se expresó como una corriente del pensamiento completamente subversiva y antisistémica a la doctrina histórica de la modernidad ilustrada.
Las vanguardias fueron movimientos de denuncia a los horrores que produjo la sociedad liberal-industrial de mediados del siglo XIX y comienzos del XX. Su protesta se
centró en la destrucción de la condición humana suscitada por la industrialización de las
24
formas de vida, la cosificación de lo humano y la inexpresión del arte burgués, considerado
como arte excluyente, meramente estético (contemplativo). Por tal razón, varios movimientos de la vanguardia estuvieron influenciados por las corrientes socialdemócratas, comunistas, marxistas, anarquistas y utópicas desde mediados del siglo XIX. Obviamente, el periodo en que las vanguardias se intensifican como movimientos artísticos-políticos es en el
periodo de entreguerras, ya que la magnitud del desastre de la Primera Guerra Mundial deja a todos los pensadores y artistas de occidente con la sensación de que la historia de la
humanidad había abandonado todo límite primario de sensibilidad y razón.
Pero el recambio cultural que significaron las vanguardias al interior del arte (y por
ende del cine, como nueva expresión de la humanidad) se debió a un elemento crucial de la
criticada modernidad: la acelerada urbanización.
La ciudad contemporánea se consolida como un proceso de tipo económico, que
dio unas pautas importantes para la urbanización estructurada y adecuada a las clases sociales emergentes en el transcurso del siglo XIX, principalmente en Europa y América del
Norte, aunque también en América Latina y Asia en el siglo XX. Este arduo proceso arquitectónico de las ciudades en Europa y América causó unas fuertes consecuencias en el ámbito social y cultural de las sociedades de los anteriores continentes. La industrialización
capitalista, animada por los nacientes mercados, necesitaba mano de obra numerosa para la
producción en fábricas de bienes y servicios; motivo suficiente para captar trabajadores
agrarios y artesanos en la floreciente industria que vendieran de manera barata su fuerza de
trabajo.
Con este desbordado ensanchamiento de la ciudad contemporánea, el desorden primaba sobre la adecuación del territorio para un manejo más razonable y acorde a las necesidades de la ciudadanía. Los planes urbanísticos y arquitectónicos funcionalistas y aptos
para un desarrollo de la ciudad de manera adecuada, surgieron por los cambios profundos
de la demografía regional de las metrópolis europeas más importantes (Liverpool, Manchester, Berlín, Londres, Frankfurt, Viena, París, Roma). En estas mismas metrópolis, se
desarrollaron conjuntamente el cine y las vanguardias, atrapando en el interior de sus argumentos y narraciones este cruel pero ya acentuado proceso de crecimiento humano e industrial.
Es en este panorama en el cual el cine toma sus primeras narraciones; el telón de
fondo permanente serán las gigantescas urbes, casi extendidas por todo el territorio fílmico,
organizando un escenario repleto de atmósferas empobrecidas, insalubres, inseguras y, cómo no, superpobladas.
El cine, bajo este contexto, siguió su camino como un medio de transmisión comunicativo social a partir de la abstracción de imágenes y símbolos, utilizando la significación
y los significantes del lenguaje en formas diversas para expresar su mensaje en el inconsciente colectivo. La función social de los mensajes fílmicos es la configuración de estructuras de pensamiento sobre la sociedad las cuales interfieren en la construcción individual de
la política y las tradiciones sociales de un pueblo. El cine se transformó en una manifestación artística tan extendida en la sociedad urbana, que se hizo capaz de contener elementos
que lo determinaron no solo como una expresión sublime del hecho artístico, sino también
25
como un hecho social que lo hizo perceptible a los cambios de la cultura política.
Asimismo, el cine se preocupó en atacar los valores decimonónicos y rígidos de la
sociedad victoriana europea que, bajo el puritanismo severo y las ansias de lucro personal,
deshumanizaron las relaciones sociales más esenciales en contra del espíritu y la creación.
Para lograr esa labor, el cine utilizó al signo y lo visual de la imagen, como escritura que
concierta una traza doble de mensajes, la cual logró elaborar una imagen de totalidad, tanto
en la expresión estética como en la dimensión ideológica.
A partir de este postulado, el cine de vanguardia se tornó agresivo, prácticamente
revolucionario: proyectó acabar con otras formas de arte, por considerarlo individualista y
dirigido sobre sí mismo, vanidoso, puramente estético dirigido al elitismo, temáticamente
alejado de la sociedad, una verdadera nimiedad a comparación de la desazón existencial
que la humanidad sufría luego de vivir las penurias de la razón ilustrada: la Primera y Segunda Guerras Mundiales.
Películas como el Gabinete del Doctor Caligari, denuncian las atrocidades ocasionadas por la vida industrial del capitalismo. Los alienados mentales actúan como seres fantasmagóricos inconscientes a la suerte de su destino, en donde el espacio que recorren actúa como una metáfora de acción delirante, contrariando al espíritu científico y positivista
de las sociedades europeas, pero recogiendo los planteamientos del expresionismo artístico
(del alma humana).
Con el Acorazado Potemkin sucede algo similar. Serguei Eisenstein pretendió crear
una obra en que se representase el materialismo dialéctico marxista y el estallido de la revolución proletaria. Transformó el cine, un arte que emitía ideas abstractas de la realidad
social mostrando al espectador el horror de la fuerza humana, en su expresión primitiva,
convulsiva, turbulenta, llevando la película a extenderse en discurso, y al cine mismo en
lenguaje de interpretación social.
Lamentablemente el cine fue también un motor de convencimiento popular proclive
a la manipulación política. Tanto en la Primera, y mucho más en la Segunda Guerra Mundial, la propaganda oficial de los estamentos autoritarios de toda Europa, produjo cintas en
las que la narración de historias se limitó a modificar la conducta de las masas, produciendo un trabajo de adoctrinamiento rápido y directo, que condujo a un apoyo incondicional a
las figuras centrales del poder. El cine documental de propaganda política es el otro extremo ideológico del séptimo arte, ya que no denuncia las grandes tragedias del siglo XX,
sino que las magnifica como logros de la fuerza, el patrioterismo, o el devenir de una nueva historia deformada que quiso ser contada.
Igualmente, Theodor Adorno consideraba que las obras de arte no solo son creaciones de los meros sentimientos, sino que deben responder a fines más generales. La obra de
arte está influenciada por el contexto extra-estético, en la que lo histórico queda reseñado
en la obra, tanto como denuncia o como representación de las posiciones ideológicas de
una sociedad. El cine pasa de ser una técnica científica de proyección, a obra de arte convincente en el momento en que no solo está imbuido por el esteticismo, sino cuando logra
compactar en su argumentación las frustraciones, los valores, los ideales, los logros, los
26
dramas, o las denuncias al destino trágico del mundo representado: “El momento histórico
es constitutivo de la obra de arte. Son la historia de su época, pero inconsciente de sí misma”1.
Sin embargo, la alta industrialización de las sociedades europeas y norteamericanas
a finales del siglo XIX y comienzos del XX alcanzó todas las esferas de la cultura. El cine
no quedó atrás, y fue así como se convirtió en una industria de producción masificada de
símbolos, imágenes, expresiones y formas culturales a niveles mecánicos.
La manufacturación del cine, cambió las relaciones de éste con la sociedad: consumible por doquier, libre de interpretaciones, solo contemplación vacía; fue instrumentalizado para disponer de él una nueva forma extendida de generación de ganancias materiales.
A partir de su constitución como artilugio asequible a todos los consumidores de la sociedad de masas, fue factible realizar desde la narración un movimiento de alienación cultural
que fortificase las relaciones simbólicas-representativas de los consumidores con los productos de la cultura (bienes, servicios, valores, ideas, mensajes, etc.) Este es el panorama
del cine en el interior de la industria cultural, que lo ha dejado perdido de la esencia expresiva del espíritu y la denuncia social.
La expresión moral del cinematógrafo le dejó su espacio a la materialidad que la
sociedad industrial y postindustrial le interesa tomar de la obra fílmica. La complejidad y
abstracción argumentativa va dirigida a un público más individualizado, secularizado2, y
alienado por la necesidad de consumir objetos; no solo objetos materiales, también imágenes, símbolos, discursos, con los cuales poder complementar una vida que se ha centrado
en la consecución de dividendos. El cine por este revuelo histórico se ha dado a la frivolización, un esnobismo burgués de cultura fútil, que amplifica los valores de la insignificancia y la trivialidad, para adecuar las pautas estéticas de la sociedad de masas y alejarse de
la crítica radical que debería contener.
Afortunadamente el cine es un lenguaje de comunicación abierto. Por tal razón, formaliza un mensaje que actúa de herramienta para expresar otros discursos menos hegemónicos que los que están presentes en las sociedades post-industriales, para salir de la experiencia tradicional de la vida en sociedad, pero retomándola en el fondo, como contenido y
memoria de la cotidianidad misma. Esto significa que la obra fílmica se aleja de la realidad
para volver sobre ella, criticando el sentido azaroso e insustancial de la vida moderna: el
consumismo desenfrenado, las crisis del Estado contemporáneo y su terrible poder sobre la
vida, los Fascismo, Nacionalismos, Comunismos y tanta ideología que aspira fabricar un
mundo de verdades incuestionables, y otra infinidad de contextos que el cine autónomo
pretende exponer.
La denuncia del arte es cotidiana; cualquier persona puede exponer las problemáticas de la violencia, las hostilidades diarias, el hambre o la enfermedad del mundo contem1
Theodor W. Adorno; Teoría Estética; Taurus Humanidades; Madrid; 1992; pp. 241.
2
Secularizado del ejercicio de lo ético, lo político, lo ideológico, lo profundamente humano, con solo una eticidad clara y
es la del capital y el lucro. Tanto la moral, la ética, la política o la filosofía son espacios del conocimiento humano que
contienen sentidos o ejes de representación social/individual sacros desde una óptica civilista necesaria para el respeto, la
tolerancia, la libertad y la vida en comunidad.
27
poráneo con una pequeña cámara. Puede decir lo que desee sin interesar si llegará a un público o no. El cine tiene la facultad de ser un medio democrático, es decir, abierto a la participación de cualquier individuo, favorece a la construcción de puentes al dialogo, al consenso, al entendimiento de situaciones históricas sin interesar que estén al otro lado del
mundo. Esta razón es suficiente para decir que el cine forma e influye sobre la opinión pública, de forma similar como lo podrían hacer los partidos políticos, un periódico, la televisión o la Internet.
Por último, como reflexión final queda por decir una cosa: El fin de la obra fílmica
no solo puede ser el del entretenimiento ficticio que plasme las alucinaciones irreales de las
sociedades hegemónicas de nuestro periodo histórico. Su función va más allá. Puede ser
una herramienta didáctica que ponga en cuestión los valores culturales que alienan la voluntad e idiosincrasia de los discursos destituidos del mundo. Debe poder restituir los imaginarios, los sueños, las proyecciones y los símbolos de aquellos que siempre callan en los
suburbios de las grandes ciudades, porque el cine contiene una voz que puede enunciar los
sentimientos históricos, sociales, culturales, religiosos, para llegar a declarar la verdad de
cada pueblo y poner en entredicho el lugar donde se desarrolla su misma evolución, en poner en discusión su contenido ideológico. Ahí radicará el éxito del arte fílmico.
28
LA VIDA ES UN RIESGO, COMENSAL
POR: VICTOR VILLARREAL CABELLO
MILPA ALTA/CDMX/MÉXICO.
Yo no confío en nadie que no sea de buen diente. La comida es más que comida.
Un platillo es memoria, técnica, tiempo, reposo, cultura, práctica, teoría y relativismo. Algunos ingredientes vinieron de otros continentes. Hay que escoger las mejores verduras,
oler las ramitas o especias, acordarse e inventar cuando no está todo lo necesario. La comida a veces es traición a la receta que dejó la abuela en una libretita con sus mejores moles;
revolución, cuando le dije a mi madre que la pasta salía mejor con tres y no con dos clavos
de olor; el mole, por ejemplo, un intento para matar a Cortés. Muerto, pero de ganas por
echarse otro plato. Ahora mismo, estamos muriendo de ganas.
¿Por qué nadie me dijo que no iba a poder echarme unos tacos de pastor en meses?
Con su verdura picada, harta cebolla, unas gotas de grasa hirviendo a los costados, la tortilla doradita, bañada en salsita, con unos pepinos a un lado y su jugo de limón pa' que amarre. Sumándole un Boing de mango y un limón chupado para que no me delate el olor. Ya
ni la muelan, oigan. Doña “Mari” ya me conocía, a mí y a mi chata, ya hasta sabía que
ella, verde y yo, roja. "A ver pa' cuando una salsa naranja", decía contenta mientras ponía
unas quesadillas al fuego. Lo cómico de todo esto es que la última vez que fuimos por garnachas al comal habitual fue cuando le explicamos a una chica de China cómo eran las
quesadillas, los tacos, los huaraches y las gorditas. Ella preguntaba: "¿cuál es la diferencia? Si todas tienen lo mesmo". Pues, sabe diferente. Sólo cambia la forma, pero verdad,
que sabe diferente.
Claro que me he dado mis vueltas para ir por mis tacos de barbacoa los domingos,
pero nomás los pido para llevar porque quedarse en el puesto es el riesgo. Entonces abro
mi bolsa con tacos, pero no saben igual. Extraño la comida callejera y comer en la calle.
Ya ni veo a la de las papas en la micro, antes hasta con la misma mano que agarraban el
tubo tomaban una papa bañada en salsa botanera y a la boca. Con el cubrebocas ya ni se
antoja. El bicho está en todos lados. Y algunos negocios optaban por decir: "nuestra comida se calienta a trescientos grados centígrados". Mi papá asegura que beberse un café hirviendo lo está ayudando a soportar cualquier virus y a mi madre quién sabe cuántas veces
ya le dio Covid psicológico. Uno ya no puede comerse el mundo tan a gusto; aparte estar
encerrado, para los que tenemos el privilegio, se ha vuelto una subida de peso. A veces pasa el carrito de las conchas y no más salgo a verlo, se me queman las ansias por pedirle una
de chocolate y otra de vainilla, más un café negro como mis ojos. Por eso no confío en
aquellos que no son de buen diente, no toman riesgos. ¡Caray! ¿Qué han de extrañar esos
que no comen como aquellos que sí adoramos la comida? ¿Por qué alguien deja a medias
un plato de pozole? Eso sólo es permisible cuando ya se llevan 3 platos e incontables tostadas.
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No podría tener confidentes que no piden "otro más" por el placer de degustar el
enaltecimiento de un sentido. Es que la comida es arte. La música es a los oídos lo que la
comida es al gusto. De la misma forma la comida es religión, cultura y amor. Una filosofía
del placer, y en tiempos de pandemia, el riesgo. Recordando que "la vida es un riesgo", comensal.
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CRÓNICA: TODOS LOS TONTOS SUEÑAN CON SER HÉROES
POR: JESÚS SANDOVAL
SAN LUIS POTOSÍ/MÉXICO.
Era una noche de agosto del 2020, durante toda la tarde estuvo lloviendo, cuatro
amigos se reúnen después de no haberse visto en mucho tiempo para tomar unas cervezas,
cantar, leer poesía y contar historias tristes sobre sus propias vidas. Esto último los entusiasma particularmente, como si el poder compartir la tristeza la diluyera.
Se reúnen en el apartamento de uno de ellos, un pequeño piso ubicado en la calle
Alhóndiga, arriba de un conocido almacén de ropa en la ciudad de San Luis Potosí, los
otros tres amigos, Benjamín, Rubén y Juan quedan de encontrarse en la plaza del Carmen a
las 9:00 pm, caminan hasta la casa del Boinas, su anfitrión, y antes de llegar allí deciden
pasar a un Oxxo para comprar cerveza.
Los cuatro amigos se dedican a la música así que la velada se anima rápidamente
cuando uno de ellos toma una guitarra, de pronto una cubeta se convierte en percusiones y
los otros dos chicos comienzan a cantar, en algún punto de la noche, quizás ya influidos
por el alcohol comienzan a compartir sus impresiones sobre la pandemia, sus miedos, el
cómo ha afectado sus trabajos, pues todos se dedican a hacer presentaciones sobre escenarios, los cuales se encuentran cerrados y llegan a una conclusión que los hermana de alguna
manera: todos han perdido a alguien importante en sus vidas de una u otra forma en el lapso que el coronavirus se ha convertido en una pandemia.
Para Juan fue una chica de la que estuvo enamorado y que por intentar controlar
todos los aspectos de la vida de ella acabó provocando que ella decidiera alejarse, para Rubén fue su mejor amigo quien comenzó a coquetear con la novia de Rubén y tras lograr que
ella eligiera serle infiel cortó toda comunicación con él, para el Boinas fue una de sus mascotas quien muriera días antes, para Benjamín fue su abuelo.
La casa de Benjamín se encuentra en la colonia Salk, él vive en el piso superior con
su madre y hermana y en el piso de abajo vive su abuelo, además de tener un salón de fiestas y un pequeño bar, el asunto es que ha decidido rentar el salón a pandilleros de la zona
para realizar fiestas que acaban en tragedias como disparos o personas acuchilladas en la
banqueta de lo que es, para Benjamín, su hogar. Los vecinos se encuentran cansados de la
situación y la inconsciencia del hombre mayor, pues los incidentes se repiten semana tras
semana al grado que algunos de los asistentes a las fiestas, bajo la influencia de drogas y
alcohol han llegado a meterse a sus casas, dañar sus ventanas y automóviles e incluso encontraron a dos de ellos fornicando en pleno jardín. Los vecinos reclaman a Benjamín una
solución y el ha confrontado a su abuelo una y otra vez, pero él solo le responde que “no se
meta en sus negocios”, además ha desarrollado un alcoholismo en el que se va sumiendo
de a poco y para el no importa el riesgo que se corra, si no el tener dinero para satisfacer su
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vicio, lo que finalmente llevó a que Benjamín y su abuelo dejaran de hablarse.
Los amigos escuchan la historia de Benjamín con dos sentimientos distintos, por un
lado, logran empatizar con la compleja situación familiar y quisieran dar una palabra de
aliento, algunos proponen llevar al abuelo al anexo, hacer una asociación de vecinos para
que cierren el salón o mudarse, Benjamín acepta el apoyo de sus amigos, pero todas esas
ideas ya habían cruzado por su mente y ninguna ha funcionado. Por otro lado, los chicos se
sienten avergonzados, comparado con la historia de Benjamín, sus tristezas lucen más pequeñas.
Alrededor de la 1:00 am, el teléfono de Benjamín suena una y otra vez desesperadamente, es su prima: “El abuelo volvió a rentarle a esos delincuentes y se metieron a tu casa,
están en el pasillo afuera de la habitación de la niña y tu mamá, dijo que no pudo llamarte y
que te avisara, regrésate, Benja, es urgente”.
Benjamín intenta comunicarse con su mamá y pedirle que no salga, que se encierre,
ella le dice que los oye reírse, que están fumando a metros de la puerta, habla entre lágrimas, se encuentra muy asustada. Rubén llama a la policía al escuchar la historia de su amigo, lo ponen en espera, el tiempo corre, pasan unos 10 minutos y sigue escuchando la canción pregrabada, cuando al fin le contestan les pide que vayan a la dirección del salón.
Ellos dicen: “ya tenemos muchas denuncias, ya va una patrulla para allá.
Pero esa llamada no calma a Benja, les dice a sus amigos que le presten dinero para
un taxi, vuelve a casa, va a sacarlos a todos del salón y de su casa. Los chicos, envalentonados por el alcohol y por la empatía que su amigo les provoca, deciden ir con él. Rubén
toma un tubo de cobre, El Boinas lleva un cuchillo de cocina oculto en la chamarra y Juan
un palo de escoba roto, en ese momento suena lógico que aquellas sean armas ideales para
lo que viene, una pelea con unos doscientos pandilleros dentro del salón, probablemente
con armas de fuego y drogados hasta las cejas.
Toman un taxi en Eje Vial, sus corazones laten a mil, en sus rostros se lee esa solemnidad estúpida que solo tienen los borrachos; están asustados y al mismo tiempo dispuestos a pelear, es lo que pasa cuando creces viendo series de acción animadas, creces
esperando la oportunidad de ser un héroe.
Al llegar encuentran la patrulla, la policía hace una especie de valla con dos camionetas, los vecinos observan atentos, según lo que uno de ellos cuenta, los policías tocaron
la puerta y les lanzaron botellazos, entonces se replegaron. “No somos Supermán, joven”,
le responden a Benja sobre el porqué no han entrado por la fuerza, “ellos son como doscientos, y les aventaron cosas a mis muchachos, yo no los voy a arriesgar por que usted no
sabe controlar a su abuelo”. Servir y proteger, siempre servir y proteger.
“Si quieren meterse ustedes, nosotros aquí los checamos”, el oficial lo dice burlándose, pero subestima a estos fans de Spider-man, se tragaron el cuento de que con un gran
poder viene una gran responsabilidad, y la adrenalina los hace sentirse tan poderosos.
Benja abre la puerta del salón, ya no hay tanta gente, Rubén golpea la puerta con el
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tubo de cobre gritando y haciendo gruñidos, los diez pandilleros se le quedan viendo, pero
él no retrocede, los otros dos amigos entran sujetando sus armas, se sienten en una película
de acción, se ven un poco ridículos, asustados, Benjamín les grita: “Órale, ya sálganse todos, váyanse a la verga”.
La realidad es que al empezar a llegar las patrullas los pandilleros empezaron a irse,
y los que quedaban estaban aún más alcoholizados que nuestros cuatro héroes y al ver a los
chicos “armados” realmente sintieron miedo y empezaron a salir del lugar, pero para ellos
lo que ocurrió es que han salvado el día. Antes de irse uno de los pandilleros vomita afuera
de la casa, Juan enojado por la falta de respeto le pega un golpe en la cabeza con el palo.
Tras asegurarse que no hay más pandilleros allí, cierran la puerta con candados.
El salón está hecho un desastre, botellas rotas, charcos de lo que parece ser agua
por todos lados, marcas de huellas, un sospechoso polvo blanco haciendo un volcán sobre
una de las mesas, algunas piezas de ropa interior rotas y regadas por distintos sitios. Al llegar al baño encuentran a los integrantes del equipo de sonido atrincherados y asustados,
quedaron encerrados con los pandilleros y tenían mucho miedo de salir. Una parte de su
equipo fue destruido.
Unos golpes sumamente agresivos se escuchan en la puerta, Benjamín y los muchachos se preparan para una nueva pelea, al abrir se trata de un pequeño grupo de vecinos,
sumamente enojados, ellos reclaman que tienen niños y que este tipo de cosas los pone en
riesgo, piden encerrar al abuelo en un anexo y juntar firmas para cerrar el local, Benjamín
recibe insultos y gritos de sus vecinos e intenta tranquilizarlos diciendo que está de su lado.
Al día siguiente harán un reporte sobre la reunión en tiempos de pandemia, para que la policía clausure.
Tras el encuentro con los vecinos Benjamín rompe en llanto, la situación lo supera.
Atraviesa con los muchachos el cuarto del abuelo, quien tumbado en el suelo con una botella de mezcal dormita, Benja siente mucha rabia al verlo, el responsable de todo el lío ni
siquiera se ha enterado. Suben las escaleras y llegan a su hogar, su hermana lo abraza y su
mamá les agradece a todos lo que hicieron.
Son las tres de la mañana. El efecto del alcohol en los muchachos se va pasando y
aquello se convierte solo en una historia para contar, los muchachos cenan en casa de Benja, donde pasarán el resto de la noche, orgullosos de haber estado junto a su amigo en una
situación tan compleja. El ánimo parece haber cambiado, las historias deprimentes del
principio de la reunión dejaron su lugar a las hazañas personales de cada uno de los amigos, hazañas heroicas y de valor, riesgos innecesarios. Los chicos ríen por lo bajo, pues la
mamá y hermana de Benja ya duermen.
Empieza a llover, los muchachos observan desde la ventana, no son La liga de la
Justicia o los Vengadores, pero hay un sentimiento similar. Por un día, como dijera David
Bowie, pudieron ser héroes.
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GRÁFICO/VISUAL
FOTOGRAFÍA
POR: NOHELY AVILA CORBI
ACAPULCO/GUERRERO/MÉXICO.
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SOLSTITIUM VI
POR: ALEJANDRO VEGA GAONA
MÉXICO.
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FOTOGRAFÍA
POR: KARLA AMAYRANI HERNÁNDEZ LÓPEZ
CDMX/MÉXICO.
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FOTOGRAFÍAS
POR: ADRIAN MARTÍNEZ GÓMEZ (@I.nsomne)
TIJUANA/BAJA CALIFORNIA/MÉXICO.
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EL PLANETA PSICODELICO
POR: SUANY PATRICIA RIVERA
TEGUCIGALPA/HONDURAS.
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ENCIERRO
POR: JUDITH NATALIA OROZCO ORTIZ
COLOMBIA.
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GRABADOS
POR: CARLA EDITH PALACIOS MORALES
XOCHIMILCO/CDMX/MÉXICO.
PUCCINIA GRAMINIS
TELIOSPORA
USTILAGO MAYDIS
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FOTOGRAFÍAS
ETÉREAS
CÍCLICO
REFLEJOS
ONDEANTES
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IMÁGENES
POR: JOSÉ A. NÚÑEZ DEL ARCO DE LA CUADRA
GUAYAQUIL/ECUADOR.
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NARRATIVA
LA FIEZTA
POR: JOSÉ A. NÚÑEZ DEL ARCO DE LA CUADRA
GUAYAQUIL/ECUADOR.
Al despertarme en la mañana pude escuchar un gran jaleo en los alrededores; gritos y fanfarrias se podían escuchar en todos lados. De improviso, un gran grupo de hombres mal encarados me llevaron a una oscura habitación en donde empecé a preguntarme
qué demonios estaba sucediendo aquí.
Después de varios minutos en aquel lugar en tinieblas en el que me encontraba,
una puerta se abrió delante de mí; una fuerte luz me pegó de frente y al principio no pude
ver bien lo que pasaba en el exterior, luego me di cuenta: era una fiesta, sonreí y me calmé un poco. Decidí salir para ver lo que me habían preparado; inmediatamente, pude ver
a un simpático hombrecillo parado de forma graciosa y vestido con ropajes multicolores.
Me fui acercando a él tomándolo por un simple payaso, de pronto me lanzó una lona sobre el rostro interrumpiendo mi visión. Eso me molestó sobremanera, por lo que, traté de
empujarlo para decirle que no lo hiciera, pero él siguió y siguió. Ya lleno de furia embestí
sobre él mientras la gente gritaba al observar mi pelea con el payaso; mi ira se acrecentaba y la emoción de las personas alrededor también crecía.
Inesperadamente y después de haberme cansado, éste, sin ningún signo de misericordia, me incrustó un par de varillas de metal sobre la espalda; fue un dolor intenso y sin
precedentes, en ese momento mi furia se transformó en miedo. ¿Me iba a matar?, ¿qué
clase de fiesta era ésta?, ¿quién cuidaría de mi mujer e hijos? Mientras esos pensamientos
surcaban mi mente, la multitud extraña y confusa aplaudía llena de una enfermiza felicidad ante las oscuras gotas de sangre que caían hasta el piso al tiempo que gritaban: ¨ Olé,
olé ¨.
J.A.N.A.C.
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EL RAPTO
POR: “MUJER SERPIENTE QUETZAL”
RAQUEL TORRES DEL HOYO
MÉXICO.
Rosario despertó al escuchar los suaves quejidos de Ana, hacía apenas 6 días que
había llegado a este mundo y aunque aún no la bautizaba, ya había decidido llamarla como
su Nana, quien había partido poco más de 5 años, dejándola triste y sola en el mundo.
El ambiente se sentía frio, era una tranquila noche de otoño donde imperaba el silencio; observó la hora en su desgastado celular, marcaba las 11:50 pm y aunque aún no
habían pasado ni 2 horas de haber alimentado a la pequeña, ésta ya empezaba a despertarse
y a buscar nuevamente el cálido seno de su madre, quizá no tanto por hambre, sino por seguridad.
Antes de acomodarse para amamantarla nuevamente, Rosario se levantó de su lecho
para tomar un poco de agua; vivía en un pequeño cuarto que solo contaba con una cama y
una vieja mesa de madera, el piso era solo de cemento y era evidente que aquellas paredes
blancas necesitaban ser pintadas con urgencia.
Caminó hacia la mesa para agarrar la jarra de plástico que estaba sobre ella, cuando
de pronto sintió el impulso de levantar la cortina de encaje floreado y asomarse por la ventana, lo que vio a través de ella la dejó helada; en la acera de enfrente se encontraba una
elegante dama vestida de negro, con una mantilla que cubría su cabeza y su rostro, dejando
a la vista solo sus arrugadas manos. Aunque no podía ver sus ojos, podía sentir su mirada y
un escalofrío recorrió su cuerpo, algo nerviosa soltó la cortina, se sirvió el vaso de agua y
regresó a la cama.
Con el miedo a flor de piel, acurrucó a Ana junto a su pecho, y se acordó que desde
que la niña nació no había podido dormir bien, casi todas las madrugadas -entre las 3:00 y
las 4:00- despertaba debido a la misma pesadilla, una en la que veía la silueta de un enorme
ave parada al lado de la cama, observándolas mientras dormían, de pronto se abalanzaba
sobre la pequeña y justo cuando estaba a punto de atacarla, despertaba; el sueño era tan claro y real que Rosario dudaba si realmente estaba dormida o despierta.
Recordar aquello la intranquilizó, pero después de unos minutos, se calmó a sí misma pensando que seguramente aquella anciana iba saliendo de algún velorio y no había
porque sentir miedo; trató de olvidar el incidente y con Ana en brazos se quedó dormida
hasta que los primeros rayos de luz entraron por la ventana.
La mañana estaba fresca pero soleada, los pájaros cantaban alegremente y el ambiente se sentía en calma. Suavemente acomodó a Ana entre las almohadas, y sin despertarla, la dejó sobre la cama para salir por el patio hacia la casa de su rentera, quien le hacía
el favor de prestarle el refrigerador para que ahí guardara algunos víveres.
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–Buenos días Doña Águeda ¿cómo amaneció?– preguntó Rosario en tono amable
–Acostada y en ayunas, pero ¡viva!– respondió Doña Águeda de forma graciosa. Cuéntame ¿cómo te va con las desveladas?
–¡Oh! Ana es una santa, lo único que me quita el sueño son las preocupaciones, aún
no he estoy segura de que voy a hacer, aunque ya decidí que pase lo que pase, Ana permanecerá a mi lado.
–Qué bueno que ya recapacitaste muchacha, nadie mejor que su madre para criarla,
ahora no te preocupes por nada, que ya Dios proveerá.
–Oiga, Doña, ¿sabrá quién falleció ayer?– curioseó Rosario con reserva. –
Alrededor de la medianoche vi a una mujer muy elegante, vestida de negro, caminado por
la calle.
–Desconozco quien sería, de cualquier manera al rato que vaya a misa seguro me
enteraré– expresó la anciana con preocupación.
Doña Águeda era una señora de casi 60 años, de tez blanca y ojos color cielo, su
bien delineado cuerpo dejaba ver que nunca tuvo hijos, hacía ya muchos años que era viuda, pero nunca se casó de nuevo y vivía de la herencia que su esposo le dejó; era sencilla y
muy respetada en el pueblo, pues además de ser bastante cercana a la iglesia, era conocida
por siempre ayudar al necesitado, algo de lo que Rosario no tenía duda, pues gracias a ella
ahora podía estar empezando de nuevo.
Rosario tomó algunos alimentos y salió de la casa hacia el cuarto de al lado, que
unos meses antes había sido un local comercial, pero al ver que iban y venían muchos negocios y no podía tener una ganancia estable, Doña Águeda decidió remodelarlo un poco
para ponerlo en renta. Aunque Agua Azul no era muy grande no faltaría quien buscara un
lugar pequeño donde quedarse, aun lo estaba terminando de acondicionar cuando conoció a
Rosario.
Aquella tarde, Doña Águeda fue a misa de 6 como siempre, ese día la iglesia estaba
más sola que de costumbre, lo que le permitió notar a la extraña chica que estaba sentada
en la última banca; era menudita, de tez morena y de cabello largo y ondulado, sus exquisitas facciones resaltaban sus enormes ojos negros, hinchados por tanto llorar.
Doña Águeda al verla tan frágil y tan triste, se acercó a preguntarle si estaba bien, la
chamaca se desbordó en llanto y no dudó en platicarle su historia, necesitaba confesarle a
alguien aquello que la estaba asfixiando.
Fue así como le contó que no conoció más familia que su abuela Ana y cómo nunca
supo el motivo por el que estaban tan solas. Su Nana -como la llamaba de cariño- era humilde y muy trabajadora, lamentablemente falleció cuando ella estaba por cumplir 13 años,
lo que la obligó a ganarse la vida por su propia mano; anduvo limpiado casas aquí y allá
hasta que encontró un buen hogar donde se sentía contenta y tranquila, pero como la felicidad no es para siempre, al poco tiempo de trabajar allí la patrona enfermó.
Conforme los años pasaban, Rosario iba madurando y poniéndose cada día más bonita, algo que no le fue indiferente al patrón, así que empezó a endulzarle el oído y poco a
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poco la fue enamorando hasta que se entregó a él completamente, aunque la señora nunca
se dio cuenta de su amorío; ella ya no podía con el remordimiento de haber traicionado a
quien tanto la ayudó, y estaba a punto de ponerle fin a esa relación, cuando la mujer falleció.
Rosario tenía sentimientos encontrados; por un lado, la culpa y la tristeza la carcomían, pero por el otro, la alegría la inundaba, ahora el señor y ella podían estar juntos y ya
no tendrían que ocultar su amor; sin embargo, a los pocos días del fallecimiento él le confesó que hacía tiempo que tenía otra mujer y pronto la convertiría en la nueva patrona de la
casa, así que le agradeció por sus servicios, le dio algunos pesos y le sugirió que lo mejor
sería que se marchara del pueblo.
Con el corazón destrozado, Rosario huyó de aquel lugar, llegando así a Agua Azul,
sin nada ni nadie, pero dispuesta a empezar de nuevo, parecía que todo iría bien, hasta esa
tarde, pues acababa de enterarse que una vida crecía en su vientre y estaba decidida a deshacerse de ella, fue ese el motivo por el que acudió a la iglesia, buscando consuelo y un
poco de valor.
Después de haber escuchado su historia, Doña Águeda se compadeció de ella, le
dijo que no había necesidad de matar a un ser inocente, que ella tenía un cuartito en renta,
y aunque le faltaban algunas remodelaciones, podía quedarse ahí hasta que la criatura naciera; la muchacha aceptó de inmediato, confió en que la anciana era el ángel que Dios había puesto en su camino.
Doña Águeda era muy religiosa, y aunque en un inicio Rosario había resuelto que
ese embarazo no llegaría a término, ella la había convencido de tenerlo sugiriéndole que
sería mejor que lo diera en adopción, ella conocía a unas madrecitas de una iglesia cercana
y estaba segura que ellas sin dudar recibirían a un bebé desamparado.
–El aborto es una ofensa para Dios y un pecado capital que te manda derechito al
infierno, en cambio entregarlo a la iglesia para su servicio, es como un regalo– le decía Doña Águeda.
Los meses pasaron y una hermosa nena nació, cuando Rosario vio aquellos ojos por
primera vez, entendió que jamás querría separarse de ellos, así que decidió que al terminar
la cuarentena se irían juntas a la capital para empezar una nueva vida.
La tarde comenzaba a caer y el invierno ya se empezaba a sentir, el viento del norte
soplaba con fuerza y la humedad inundaba el ambiente, parecía que sería una noche lluviosa, Rosario tomó su despostillado pocillo azul y se sirvió un poco de té de anís, después se
acostó junto a Ana para alimentarla, hasta que el sueño la venció.
No supo cuánto tiempo durmió, pero la despertó un trueno que hizo estremecer el
cielo. Al despertar se dio cuenta que todo estaba completamente oscuro y solo se escuchaba el caer de la lluvia con fuerza, estaba a punto de levantarse a encender la luz cuando vio
una silueta al lado de la cama, aquella imagen era la que veía en sus sueños, solo que esta
vez estaba segura de no estar soñando.
El miedo la paralizó e intento apretar a Ana entre sus brazos, pero no tenía fuerzas,
inexplicablemente su cuerpo no le respondía y se empezaba a desvanecer, aunque no en47
tendía bien lo que ocurría, sabía que aquel ser era una bruja y estaba ahí para llevarse a su
hija; Rosario estaba como entumecida, cuando unas manos arrugadas -las mismas que había visto la noche anterior- le arrebataron a la pequeña y como flotando en el aire, se dirigió hacia la puerta.
ba.
–Espere, por favor no se la lleve – suplicó Rosario con el poco aliento que le queda-
La bruja se detuvo, giró para verla a la cara y en ese preciso momento un relámpago iluminó su rostro, ¡era Doña Águeda! Todo este tiempo había sido ella.
–Ya es muy tarde– susurró la vieja. –He esperado que Ana cumpliera su séptima
noche para poseerla, ahora no hay nada ni nadie que pueda detenerme, imagina que la
abortaste, como deseabas hacerlo– al decir esto, soltó una perturbadora carcajada para salir
por la puerta con la niña en sus brazos y perderse en la negrura de la noche.
Rosario estaba como en una especie de trance. Aun sin fuerzas se levantó como pudo, confusa y desubicada salió para alcanzarla y recuperar a su pequeña, pero parecía que
se las había tragado la oscuridad; fue a casa de Doña Águeda, pero no había nadie ahí, salió
a la calle gritando y corriendo, pero parecía que su voz no se escuchaba, porque ninguna
persona venia en su ayuda.
Al salir el sol, ni Rosario ni su hija amanecieron en aquel cuarto, Doña Águeda visiblemente afligida y preocupada las buscó por todo el pueblo, pero nadie vio ni escuchó
nada, concluyendo así, que se habían marchado sin decir adiós y mucho menos dar las gracias.
La vida continúo como de costumbre en Agua Azul, Doña Águeda siguió yendo a
misa de 6 todos los días, y Rosario y Ana poco a poco fueron olvidadas.
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MIS QUERIDOS PADRES
POR: RONNIE CAMACHO BARRÓN
MATAMOROS/TAMAULIPAS/MÉXICO.
¡Los macarrones están listos!
¿Sabes? Nunca pensé que te traería a casa, no eres muy simpático y por eso muchos te tenemos miedo, pero bueno, mis padres querían conocerte y qué mejor forma de hacerlo que
invitándote a cenar. Ya quiero que den las ocho para que se despierten y al fin te puedan
conocer. Yo sé que para ti es muy gracioso molestar a los demás, y más lo es centrarte específicamente en mí sólo porque soy adoptado, pero mamá y papá ya me habían advertido
que muchas personas no lo entenderían y que otras más se reirían de mí sólo por eso.
Siendo sincero, no te entiendo, pero debo admitir que durante el día mi vida sin
ellos es muy solitaria, pues tengo que levantarme tempranísimo para ir a la escuela, nada
más para que me molestes; luego tengo que ir a hacer el súper y, finalmente, llego a casa a
prepararme la comida. Tal vez mi vida no sea como la tuya o la del resto de los niños, pero
no me siento mal. Desde el principio, mis padres me han hecho saber que, si bien la sangre
no nos une, ellos me aman con todo su corazón. Cuando despiertan, juegan conmigo, me
ayudan con la tarea y tratan recuperar todo el tiempo perdido antes de que yo tenga que ir a
dormirme. Ellos son magníficos y, de hecho, su historia favorita y la que siempre relatan al
resto de la familia es ésa, de cómo me encontraron y, aunque la he escuchado miles de veces, siempre es un gusto para mí oírla de nuevo. ¿Quieres escucharla? ¿no? Bueno, de todos modos te la contaré.
Mis padres cuentan que la primera vez que me vieron fue cuando conocieron a sus
vecinos del departamento de arriba. Al parecer mis verdaderos progenitores eran una pareja
joven y sin experiencia que recién se habían casado y trataban de formar una familia, pero
lo que parecía el comienzo de un cuento de hadas terminó siendo una pesadilla. Así como
los vecinos de abajo, mis padres adoptivos fueron testigos de todos los gritos, pleitos y
amenazas que se suscitaban entre la pareja del piso de arriba. Cuentan que, sin importar la
hora, fuera día o de noche, ellos escuchaban mi incesante y desgarrador llanto, que en ningún momento mis padres biológicos se molestaron en calmar.
Pasaron los meses y las cosas fueron de mal en peor; fue así que mis actuales padres decidieron hacer algo al respecto y, aunque habían tratado de mantener un perfil bajo
después de haber tenido problemas en su antigua ciudad, decidieron rescatarme. Con sigilo,
se adentraron en el departamento de mis padres biológicos y lo que vieron los horrorizó,
pues las personas que me dieron la vida tenían su casa hecha un muladar: comida vieja se
pudría en la nevera, botellas de cerveza se esparcían por todo el suelo y yo dormía en una
cuna repleta de basura, con el pañal lleno y evidentes signos de desnutrición.
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Consternados por lo que vieron, mamá y papá trataron de encontrar aquellos
monstruos para hacerles pagar, pero por más que buscaron sólo encontraron señales que
reflejaban un abandono de hace tiempo. Mamá dice que al verme el primer pensamiento de
ambos fue llamar a una apropiada institución para que se hiciera cargo de mí y, aunque estaban decididos a hacerlo, cambiaron de opinión cuando me tuvieron en brazos. Con mucho cariño y un brillo en los ojos ellos siempre relatan que desde el momento en que sintieron mi tibia cabecita y mi entrecortada respiración, su corazón se derritió por completo. En
sus palabras yo era una bolita de carne tan tierna y adorable que tuvieron que hacer un esfuerzo enorme para no comerme. Desde entonces y sin que nadie se les opusiera ellos me
criaron con el mismo amor que le darían a un hijo verdadero. A diferencia de la relación de
mis verdaderos progenitores, la relación entre mis padres adoptivos llevaba siglos de existir, aun así fue difícil para ellos adaptarse a mí, después de todo, las personas como ellos no
suelen tener hijos e imagina la sorpresa de todas mis tías y todo mis tíos cuando se enteraron de mí; aún hoy no puedo estar cerca de algunos de ellos sin que mis padres estén presentes.
Durante mis primeros diez años de vida me criaron como uno de ellos; dormía durante todo el día y jugaba con ellos toda la noche, pero con el tiempo, cuando notaron que
más que acostumbrarme todo eso me hacía daño, decidieron criarme de un modo más
“normal”. Cuando tuve la edad suficiente para valerme por mí mismo, ellos recuperaron su
habitual costumbre de volver a dormir durante el día y dejaron que me hiciera cargo de todo, la luz, el agua, la comida, etcétera. Pero sin importar que cada noche les cuento cómo
me fue durante el día, fue así como supieron de ti y de todo lo que me haces.
Hubieras visto la cara que pusieron cuando les mostré los primeros moretones que
me hiciste o cuando les repetí todos tus insultos o peor aún cuando supieron que me bajaste
los pantalones frente a toda la clase. Estaban tan molestos que no puedo ni describirlo, de
hecho, no tendré que hacerlo, justo ahora acaban de dar las ocho, estoy tan contento. ¡Por
fin los vas a conocer!
Mientras espero en la mesa del comedor, las puertas del sótano se abren y de ellas
emergen mis padres. Ambos lucen somnolientos, se estiran y bostezan de tal forma que
dejan expuestos sus afilados colmillos; para mí es algo normal, pero para mi diario agresor
es razón más que suficiente para comenzar a temblar en la silla en la que lo tengo amarrado. Cuando mis padres me ven sus ojos se iluminan.
―Hola, ‘má; hola, ‘pá ―los saludo.
―Hola, tesoro ―ellos me abrazan y, a pesar de sus cuerpos fríos, puedo sentir lo
caluroso de su afecto.
―Mamá, papá: él es Ricardo, el compañero de quien les hablé ―los presento.
―¿Con que este es el niño, ¿eh? ―pregunta mi padre con desdén.
―Sí, él es el compañero que todos los días me molesta y se burla de mí por ser
adoptado.
Al enterarse de quién es, mis padres gruñen furiosos y en un parpadeo se plantan
frente a él.
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cara.
―¡Jamás debiste meterte con nuestro niño! ―ruge mi madre a centímetros de su
Ricardo comienza a suplicar bajo la mordaza que aprisiona su voz y, a pesar del
desagrado que siento por él, les pido que se detengan.
―¡Mamá, papá, esperen! Quiero escucharlo.
Ante mi extraña decisión mis padres se detienen, intercambian una mirada confusa
y tras unos segundos de dudas, obedecen y le quitan la mordaza.
―¡Perdóname Francisco no vuelvo a molestarte, y…yo…yo solo estaba jugando,
pero te juro que a partir de hoy no me vuelvo a meter contigo! ―promete.
Sus súplicas y lloriqueos me hacen pensar, y aunque me gustaría creer en sus palabras, me gusta más comer en familia.
―’Má, ‘pá, pueden hacerlo, ya hace hambre ―respondo antes de probar una cucharada de mis macarrones.
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LA MUJER DEL ESPEJO
POR: YESSIKA MARÍA RENGIFO CASTILLO
COLOMBIA.
En los días de ese abril frío recorrí los barrios de la ciudad con la ilusión de volver a
ver su triste rostro en mi jardín. Mi búsqueda fue en vano; el humo de los carros, el grito de
los vendedores y los claveles borraron todos sus pasos. Ese silencio no era como los de meses atrás, era más cruel, aniquilador. Nadie la conocía y, aunque sus fotografías hubiesen
pasado por aquí, su pálido rostro y triste mirada pasarían desapercibidos.
Nunca se escuchó nada sobre ella. ¿Dónde estará? ¿por qué me abandonó? Siempre
estuve buscándola. Las pocas ganas que me quedaron las usé para encontrarla. Los únicos
pasos que se oían en ese hallazgo fueron los de mi perro Orión y los míos. Últimamente me
desesperaba, traté de dormir con los tranquilizantes de mi amada y funcionó: el cansancio
cerró mis ojos y en mi sueño caminamos por nuestra casa embrujada. Las verdes mariposas
se contaban con las sirenas; la felicidad que había entre mi sol y yo, que jugamos con el
dulce de las abejas que visitaban nuestro balcón de amor. Los labios de mi mujer eran las
fresas que Cupido se había robado de Venus y Marte en días de primavera. Sus cabellos
negros, ojos celestes y dulce voz encendieron mi corazón, ese mismo que estaba muerto en
vida, que latía por las instrucciones de mi cuerpo.
Los duendes arrullaban nuestro encuentro entre canarios y margaritas enamorados
por lo nuestro, por el amor que llenaba las estrellas, luceros y lunas rojas de nuestros besos
insaciables. Las lunas le contaron a Saturno que las doce musas de Júpiter sabían que nunca podría amar a una doncella que no fuera mi esposa. Le supliqué a Atenea que mi mujer
se quedara para siempre conmigo, y los anillos de la fantasía hicieron que las caricias de mi
doncella volvieran a hacer que todo tuviera sentido, que las violetas florecieran y que
Orión sonriera, nuestra vida regresó. Además, vi que los príncipes seleccionaban los corazones enamorados como los nuestros en noches de luceros que se roban rayos de sol; esos
rayos que encendieron nuestra cama con orquídeas celestiales, que danzaban al compás de
los pegasos y que contarían al mundo nuestro amor. Me confirmó lo visto con su desmedido amor. Afirmó que todo sería mejor que antes, y escucharlo me causó felicidad; aunque
después hizo presencia una tristeza desmedida. Me pregunté varias cosas, pero luego las
olvidé para estar en los brazos de mi señora que me enterneció como nunca. Me partió el
alma verla llorar. Era como una niña perdida, que sólo se le ocurre llorar cuando ha perdido su juguete más preciado. ¿Tendría que irse? Orión y yo: solos otra vez. Al principio no
quería decirme que tendría que partir de nuevo, que mi vida continuaría sin ella, pero lo
supe por sus lágrimas y sus palabras de adiós. El mundo del hielo era su camino. Según
ella, no sólo habíamos perdido a nuestra bebé, también su vida. Recordarlo derrumbó mi
corazón.
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—Tienes que seguir —me dijo—, pues en tus pasos siempre estaré.
No quería hacerlo. Le recordé lo mucho que la amaba, y el desastre que era mi vida
sin ella.
Me abrazó tan fuerte como las rocas y me dijo "también te amo y mi vida es un
témpano de hielo sin ti. Prometo hablarte siempre en tus sueños. Soy la mujer de tu espejo,
que se refleja en tus recuerdos". Besó mis labios y desperté.
Desperté. No sé cuánto tiempo dormí, ni cuándo se fue mi mujer. El espejo de
nuestra habitación, reflejó que ella, la del espejo fue y sería el sol de mi triste vida que florece en noches de cantos de ninfas que se escapan del arcoíris de Morfeo.
CANTOS EN EL CIELO GRIS
Martina regresó a casa con la ilusión de que los síntomas que atormentaban sus
ovarios desaparecerían en la mañana. En el transcurso del día presentó unos dolores abdominales que le trajeron recuerdos, aquellos en los que meses atrás jugó con José Luis en la
cama de su abuela Leonor. Los sudores, los gemidos y las copas de Martini anunciaron que
en ocho meses vendrían los cantos en el cielo gris, arrullando sus ventanas con el rostro de
un niño que enternecería su frío corazón.
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POE DE POESÍA
POR: RUSVELT NIVIA CASTELLANOS
COLOMBIA.
En dolor cayó un último crepúsculo para Edgar que devino con sus silbidos. El
poeta comenzaba a presenciar en las afueras el cielo nublado. El ambiente lo envolvía frío.
Todo para él se oscurecía entre lamentos; a su vez, caminaba por un callejón. Y su oscuridad de muerte fue experimentándola con terror. Le llegaron de súbito unas visiones a la
mente. Éstas eran como invenciones tenebrosas. A lo íntimo, lo impactaron hasta compungirlo. El miedo giró rápidamente por sus nervios escalofriantes. Y otra vez umbría volvió
la soledad al alma suya, quien tanto codició la literatura. Sus abstracciones de viejo lo
ofuscaron con sus espantos. Por tal turbación, Edgar estuvo decaído en el invierno suyo,
bajo su abismo empozado, yendo él cada vez más hacia lo noctívago.
El poeta, por cierto, deliraba junto a un bar cualquiera de Baltimore. Deambulaba angustiado en su pesadumbre del opio. Se fumaba con ansiedad lo alucinante. Iba a la vez
mareado por sus reminiscencias. Tambaleante, movía sus pasos por el callejón pútrido recorriendo la intemperie encolerizada; solo decaía en sus dolencias reprimidas. De golpe, lo
afectaron los graves recuerdos. Todo sucedía como una obsesión en Allan, que era su vida
sufriente. Así por los instantes, desde su memoria, resurgió una pesadilla estremecedora.
Era la aparición del pájaro negro que asustaba traído del otro mundo. Este animal se asemejaba a su creación poética, así que por el destino, los dos volvieron a reunirse en esta
surealidad. El ave a su hora parecía mecerse sobre la cabeza de Poe mientras crecía la noche. Y él sólo oía los chillidos cerca de su rostro pálido. Y el cuervo cantaba como queriendo apretarlo con una posesión terrorífica y procuraba mantenerlo entre sus garras para
devorarlo.
Rauda entonces esta ave gótica picó a su artista al final y lo mató cuando decidió ir
hasta su humanidad al arrancarle su corazón delator tras un golpe desgarrador.
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LOS CHARCOS DE AGUA (Y LO QUE SE VE SOBRE ELLOS
CUANDO TE ACERCAS A MIRAR)
POR: GABRIEL ALCÁZAR ÁNGEL
OAXACA/MÉXICO.
Eran las 6 de la tarde, y ahora los charcos de agua sucia se habían formado a lo largo de la calle Colón; los pocos transeúntes que se distinguían desde la casa se movían rápido para lograr burlar las gotas que caían con cierta gracia y ritmo. Hacía media hora que
apenas una brisa soplaba por el barrio de Santa Teresa, pero uno nunca sabe cuándo puede
arreciar una lluvia y, por eso, las pobres personitas con abrigos, sombreros, ramilletes de
flores y zapatos de tacón alto, trataban de refugiarse en las tiendas apostadas a ambos lados
de la calle. Desde el pórtico del número 45, la señora Melville contemplaba sentada, con
una taza de café en la mano y una manta en el regazo, el martillar y el tintineo de la precipitación.
—Habría que ver qué charcos, Dios Santo— se decía mientras acercaba
su boca desdentada a la taza de café caliente y amargo, tal como solía prepararlo desde hacía más de 35
años.
Ella había visto cómo siempre mencionaba a las pocas visitas que recibía en su casa, pasaba el progreso por esta ciudad, mejor dicho, por este mismo barrio. Ahí, donde antes sólo había granjas de puercos salvajes y lagunas de sedimentos mohosos, decía, yace el
Ayuntamiento, tan blanco, tan grande, hasta parece que nos hemos vuelto ciudadanos de
una gran urbe; los condominios, afirmaba, no se construyeron sino hace apenas unos
diez años, yo
vi como pintaban de negro las verjas y colocaban los tabiques rojos de las
cercas, contaba mientras se tendía en su sillón reclinable y, visiblemente, desgastado, para
empezar a tejer.
Mi abuela siempre delira, toma café que parece petróleo y se pasa las noches hablando pestes de todo mundo, incluida su familia y, por consecuente, de mí, su única nieta
y la persona que más se parecía a ella —o eso me dicen los parientes—, excluyendo a mi
madre, su hija, y mis tías Lucrecia y Virginia, una gemelas chaparritas y malhumoradas —
aunque esto, seguramente, lo sacaron de mi abuela—.
Raras veces me pasa su mano huesuda llena de anillos por mi cabello lacio, y siento
como debe sentirse un campo de trigo siendo arado, siendo devastado por el fuego. Mi
abuela me da miedo, no sé bien porqué, pero lo hace, y me entristece tremendamente eso
porque escucho a mis amigas en el colegio hablar de lo bien que les fue con sus abuelos el
fin de semana pasado, de los caramelos, los abrazos y los besos, y del dinero que les pasaron sus abuelos por debajo de la mesa mientras guiñaban el ojo y con cara distraída. En
cambio yo me mantengo callada, austera en toda clase de anécdotas, temerosa de que me
insistan y tener que contar una de mis mentiras que me suele quedar perfecta y deja a mis
compañeras emocionadas.
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—Debes invitarnos un día a jugar a casa de tu abuela—.
Si supieran que mi abuela detesta el ruido y los juegos… El día que murió, nadie lloró, ni
sus hijas, ni sus yernos, ni los vecinos, ni esas señoras que solían recurrir a su compañía
por alguna razón que a mi se me escapa comprender.
Yo estaba vestida de negro, aunque los demás no lo estaban. Me picaba el cuello de la blusa y tenía calor. Todos estábamos concentrados en el centro de la sala: los muebles tapizados de verde, la alfombra turca que la suciedad y el uso habían hecho casi parte del suelo
raso, y mucho aroma a flores. No podía ver flores en la sala, ni una sola. Era extraño, una
sensación de andar en medio de una floristería o un vivero y tener el pelo impregnado de
polen que, seguramente, se quedaría ahí durante un tiempo hasta que decidiera ducharme.
Pero eso era diferente, como si ese aroma debiera quedarse conmigo toda la vida. Vi a mi
papá y a los esposos de mis tías llevarse la caja en la que se iba mi abuela. Ella, me dijeron
unas niñas que yo no conocía pero que ahí andaban haciendo de mucho escándalo y de poco ruido, tenía los ojos cerrados y la cara como si la hubieran espantado. Esa noche no pude dormir. A la mañana siguiente, el olor a flores me despertó. Era incluso más fuerte de lo
que recordaba y me sentí extrañada al ver la ventana de mi cuarto abierta, permitiendo entrar el fresco del jardín.
Mi vida ha transcurrido con una normalidad alarmante: dejé de tomarle importancia
a los abuelos y abuelas ajenas, a lo que se decía de mí en el colegio y, subsecuentemente,
en la Universidad —donde estudié biología—, ahondé más y más en mi caso de “odore
florum” y, tristemente, descubrí que nada podía hacer. Las cuestiones hormonales varían
dependiendo de diversas circunstancias, en mi caso, la genética. Hasta donde sé, oleré flores hasta el día de mi muerte y, como mi abuela, después de muerta alguien más contraerá
o desarrollará esta enfermedad que no me permite estar sin un ventilador en la espalda, que
no me ha dejado ir al cine en casi veinte años por temor a levantar a todos de su asiento, de
no poder hacer el amor sin el resentimiento de un aroma inusual.
Es el día, es el día. Me siento muy débil y ya desde hace un par de años he estado
tratando con desdén e hipocresía a las pocas personas que se me acercan. Tomo el café
muy negro ahora, antes lo hacía normal, con sólo una cucharadita en la cafetera. Ya me he
pillado una que otra niña del barrio regalándole dulces y hablándole bonito. A una en especial, Aurora, le gusta mucho el olor a flores.
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LOS GATOS VALIENTES
POR: OMAR RAFAEL JIMENEZ DELZO
LIMA/PERÚ.
Desde que recuerdo, no me agradan los gatos… ni siquiera de niño que es cuando uno
aprecia a los animales con pelo, lana o pluma.
Bueno, quizás sí un poco ahora, bastante en realidad, aunque siempre he preferido
la gratitud, el afecto y la lealtad a toda prueba del “mejor amigo del hombre” y, sin embargo, por cosas del destino o por inextricable voluntad de los dioses, ahora soy dueño de dos
mininos, aunque “dueño” es mucho exagerar, mejor: empleado, sirviente, proveedor, el
encargado de darles de comer, cambiarles la arena del cajón y hacerles “cariñitos”. Tesoro
y Mustafá son bastante dóciles, aunque un poco huraños con los desconocidos. Se parecen
a mí, supongo. Ya sabe lo que se dice: las mascotas terminan pareciéndose a su dueño.
En la antigua casona de Lince, donde vivo solo—más grande ahora que mi ex esposa que, literalmente, los odiaba, por fin hizo sus maletas y se fue para siempre—,están alrededor mío donde me encuentre; en la biblioteca mientras trabajo en mis diseños gráficos a
computadora o alrededor de la cocina cuando preparo los alimentos o mientras riego las
rosas del jardín. Los encontré, hace tres años, de semanas de nacidos, abandonados, dentro
de una caja de cartón, en el parque Castilla.
Apiadado, o en un momento de debilidad, los llevé a casa —motivo de una pelea
doméstica para variar—y allí están hasta ahora… estarán conmigo mucho más años según
todas las trazas. Tienen una casa amplia, toda la comida que quieren y cuidados… ¿qué
más podrían pedir? Sin embargo, el año pasado algo sucedió que vino a alterar nuestra pacífica convivencia y que me afectó los nervios por buen tiempo; de hecho, tuve que recibir
terapia psicológica en EsSalud. Y que me hizo arrepentirme de todos mis pecados habidos
y por haber. A veces quisiera creer que lo soñé... o que todo fue una pesadilla. Una fría
noche de invierno, me desperté a eso de las tres de la madrugada porque sentí a los dos
gatos maullando fuerte y con los pelos erizados al pie de mi cama. Encendí la lámpara del
velador pensando que no era nada de importancia, un pericote intruso, quizás… y fue entonces que lo vi. Sobre el amplio ventanal que da al arbolado jardín, una sombra oscura,
del tamaño de una persona grande, parecía flotar y querer acercarse adonde yo estaba. Me
sentí paralizado de terror, creo que podían oírse los fuertes latidos de mi corazón resonando
como un tambor.
En un tiempo en que era toda una eternidad, me pareció, y me sigue pareciendo,
que los gatos, que seguían encrespados y maullando horriblemente, como nunca antes los
había oído, mantenían a raya a esa cosa, a esa sombra oscura que flotaba a pocos metros y
que pugnaba por acercarse a mí. Los valientes Mustafá y Tesoro avanzaban y retrocedían… avanzaban y retrocedían… no sé cuánto tiempo duró aquello. Parecía como si los
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los nobles animales estuvieran protegiéndome. ¡Sí! ¡Protegiéndome! Casi parecía una batalla interminable contra aquella cosa infernal.
¡Sí era una batalla! Yo estaba paralizado y bañado en sudor, al borde del colapso,
sin atinar a nada. Por fin, dándose por vencida, aquella aparición atravesó la pared y desapareció al tiempo que juraría que se escuchó algo parecido a una siniestra carcajada que se
perdió en la oscuridad. Tan pronto aquella cosa desapareció, los gatos cayeron extenuados,
agotadísimos, casi desmayados. Reaccioné y los llevé a su cama y los abrigué.
Al día siguiente durmieron casi todo el día, apenas si probaron alimentos. Los llevé
con el Dr. Zegarra, su veterinario desde hace años. Después de examinarlos prolijamente
me preguntó:
—¿Qué pasó? ¿Se perdieron y volvieron a casa?
—No, doctor. ¿Por qué?
—Porque lucen agotadísimos, como si hubieran estado caminando durante muchas
horas. Le voy a recetar unas vitaminas para que se las dé en el agua.
No mucho tiempo después se me ocurrió que lo sucedido bien podría ser parte de
un relato de terror, de ficción, claro. Sucedió lo que había previsto: los que lo leyeron creyeron siempre que todo era inventado. Bueno, mis gatos y yo sabemos que no lo es. Un
amigo, al que conté lo ocurrido, sugirió que, de ser cierto, que quizás debía exorcizar la
casa.
—¿Exorcizar la casa?
—Sí, hombre, es un proceso sencillo. Consiste en invitar a un sacerdote para que
rocíe agua bendita y, con oraciones especiales, expulse a los demonios y otras fuerzas del
mal.
La doctora Carlota Pereyra, una amiga de confianza, a la que comenté el asunto, y
que es astrónoma además de agnóstica como yo, encontró otra explicación:
—Todas las cosas irradian energía: las personas, los muebles, los objetos. La energía negativa se genera en lugares donde hay conflictos o las personas se llevan mal. Era el
caso con mi mal avenido matrimonio.
—Sí, profesora. ¿Y qué se podría hacer para neutralizar esas energías negativas?
—Deshazte de las cosas viejas e inservibles porque en ellas está impregnada esa
mala energía. No seas cachivachero. Haz una limpieza a conciencia; desinfecta, pinta,
siembra plantas. Sigue criando a tus gatos. Bota o regala todo lo que no sirve.
—Gracias, profesora, eso haré.
—¡Falta lo más importante! –exultó- evita a personas negativas, amargadas, que
reniegan de todo y por todo, que destruyen en vez de construir.
—¿Como el personaje de Alex Valle, Don Pésimo?
—Ja ja… sí, es un buen ejemplo. No necesitas ese tipo de gente en tu vida, amigo
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mío—sonríe con dulzura.
Por supuesto, durante nuestra conversación, evadió elegantemente comentar la siniestra
carcajada que escuché aquella noche; quizás porque no tenía explicación, científica, al menos. Hice lo que mi amiga me recomendó. Sin embargo, me cuesta admitirlo: sí llevé a un
sacerdote amigo a bendecir la casa. Tesoro y Mustafá siguen a mi lado; nunca más ha vuelto a suceder lo de esa noche. Pido a Dios que no vuelva a ocurrir.
¡Sí! A Dios, porque desde esa noche hasta mi agnosticismo se resquebrajó.
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MELODY
POR: RAMSÉS RAMÍREZ DELGADILLO
GUADALAJARA/MÉXICO.
La vida tal y como parece no tiene metas ni rumbo alguno por el que vagar, solo
tenemos sed de incredulidad e insensibilidad ante los demás, por ello el consecuente de un
acto mordaz. Por cualquier camino eso no es importante, queda en blanco y deja así un
sentimiento de tristeza, como una noche en la que el regocijo deja de suceder y comprendes
todos los abrazos.
Cada día tiende a ser un tiempo inestable, cada vez más estrecho, un pasillo lleno
de punzadas que pocas veces es en que la brisa se posa dentro mientras busca alguna verdadera forma de existir y obtener gratificación por nuestros dichos "logros".
Oscura, sucia e incomprensible es la vida, y aunque creamos que suceden momentos buenos, es nuestra imaginación. La meta nunca se logra, moriremos y ya está. Ésa es
nuestra meta racional, el fin de nuestro propio mundo.
-Melody
Los rayos del sol no existían sobre las calles, como si el día fuese invisible, solo en
un anochecer infinito con la única luz de faros gigantescos en cada esquina. Eran sombras
caminantes en forma de personas,
recorriendo perfectamente y sin rozaduras. El destino
de esas personas era indeterminado. Tal vez iban al trabajo, a pasar el rato con amigos, o
simplemente a comprar comida. Quién sabe, podrían ir a cualquier lado. Como en todas las
ciudades, todo estaba lleno de polvo, agrietado y nadie se miraba fijamente sin sentir que
alguien de verdad estuviera allí con un corazón latiendo; era como si nadie se conociera.
Lo único que nos importaba era estar vivos, en un tiempo en el que moríamos por dentro.
La neblina saliente de los pasos, de las luces blancas que reflejaban los autos mugrientos
sucios y rotos, de los destellos que dejaban lucir un poco a las personas pasando con su
maletín, con su reloj en mano, o su celular, esperando algo, como todos, siendo esclavos
del propio tiempo y la muerte, hasta de los recuerdos y el olvido, inclusive de los sentimientos.
En alguna casa de las tantas que reflejaban esa luz blanca en las ventanas, en una
habitación de las tantas que había por la ciudad, vivía yo, la típica chica cuya biografía tendría dos palabras, alguien que pincelaba su vida como un pintor sin su musa, sin pasión.
—¡¿No ves cómo vivimos y tú sin trabajar?! Melody, estamos muriendo de hambre,
apenas podemos vivir con el dinero que gano. ¡Eres una desobligada!—daba atención a mi
madre. Sus ojos se encontraban friolentos, llenando sus mejillas con lágrimas. Sus rojizos
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labios lanzaban palabras irrelevantes para mi entendimiento de la situación.
—¡Deja de drogarte!.
Se movía de un lado a otro gritando agitadamente por mi habitación. La luz proyectaba completamente el lugar y reflejaba mi cama junto a unas cobijas desordenadas. Estaba
situada en mi cama. El éxtasis encima de la suave tela continuaba ahí, haciéndome ligeramente feliz. Volteé hacia el techo, mis pupilas se contenían en el color blanquecino opacado por la suciedad del lugar. Mis pensamientos quedaron vacíos, ya nada me importaba.
—Vete de la casa, no te quiero volver a ver aquí.
Sonriendo histérica al escuchar eso de mi madre, puse mis manos en la cama y me
levanté rápidamente, la miré y cerré los ojos casi cayendo al suelo; tomó mi brazo derecho
con fuerza y dije con una voz ininteligible.
—Bien, si quieres que mi presencia deje de estar en tu horrible casa, con mucho gusto lo haré.
Caminé tomando toda mi ropa y el poco dinero que tenía. Mis pasos se acercaban
cada vez más a la puerta justo recordando todo lo que viví en esa casa. Los muebles, la cocina, mi cama, el comedor, el baño, las paredes, el piso, mi madre...
—Tal vez sea la última ocasión que nos veamos, así que un adiós no sería tan malo,
¿no?—dije con un tono burlón al mismo instante que acomodaba la mochila en la que con-
tenía mis objetos.
—¡Vete de aquí!—gritó con demasía sin remordimiento. En aquel momento, divisé
a mi madre como nunca la había visto, todo estaba derrumbado en su interior, su única razón para poder continuar adelante era yo, su única hija, el último verídico dolor por el que
valió la pena se iría eternamente de un momento a otro. Olvidar el trágico pasado sería
complicado pero recordar los buenos momentos sería imposible.
Melody y su madre jamás se volverán a ver.
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POESÍA
TÚ
POR: YESSIKA MARÍA RENGIFO CASTILLO
COLOMBIA.
Tu sonrisa se esfuma, tus manos se pierden…
Tus palabras, himnos de mentira
Tus besos, témpanos de hielo
Tú, lejana, ausente, dolor,
no eres lienzo de mi vida.
Tú eres la lucha perdida de mis días,
el primer desengaño de mi afligido corazón,
mi causa fallida…
PREGUNTAS
En la noche sueles preguntar nuestro futuro
¿Cómo sería? ¿cuántos hijos tendríamos?
¿en dónde envejeceríamos? Yo acaricio tu rostro.
Beso tus labios color rosa y te recuerdo;
que las preguntas sobran ante un amor tan grande,
compañera de mis días.
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LOS OLORES DE MI VIDA
POR: CARLA EDITH PALACIOS MORALES
XOCHIMILCO/CDMX/MÉXICO.
La tristeza huele a tierra mojada después de una lluvia de nostalgias,
huele a chocolate caliente y al recuerdo de mi abuela mientras cenábamos pan dulce.
La nostalgia huele a canceladas risas con amigas de secundaria,
con un toque de café, helado de vainilla o hamburguesas
en el área de comida rápida de nuestro centro comercial favorito.
La locura huele a fiesta, alcohol y sudor.
La angustia apesta a plantas desfalleciendo.
Sin embargo,
existen otros olores que levantan el alma,
como respirar el olor a esperanza
al ver la maceta con semillas germinando.
Huele a alegría cuando pienso en mis renovadas amigas,
mujeronas increíbles de quienes tanto he aprendido,
y con ellas recuerdo el olor a pan recién horneado,
aquella vez que descubrimos una pequeña panadería,
y esas cosas llamadas garullas,
derritiendo queso por sus bordes.
La felicidad huele a nopalitos asados
y a tacos con salsa picosa junto a mi familia.
El amor huele al interior de mi casa.
Huele a nuevos caminos recorridos.
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MI ETERNO DESTINO VERANIEGO
Tan altas y gruesas, cargadas de sabor tropical.
Vientos que doblegan su sostén en la tierra,
inclinadas hacia la dirección a la cual uno mismo se dirige.
El follaje de las palmas genera sombras y contraluces que danzan
en días azules.
Días azules distintos, más alegres, más calurosos, más frescos.
La música de fondo es también diferente,
tiene ritmo y armonía
de repente te olvidas de la gente.
El silbido de las aves amarillas te acompaña,
el aire le susurra a las hojas del mango,
el río no deja de correr y parece que por ello las ranas no dan tregua,
un perico cotorrea a lo lejos y las montañas son testigos, cada día a las ocho menos tres,
de los colores con que el cielo se maquilla al atardecer.
Mis ojos se pierden en el azul horizonte.
Inhalo azul, exhalo azul,
de pronto no sé si miro el cielo o el océano inmenso
Una parvada de pelícanos vuelan
pescando con un baile peculiar.
Mis dedos sienten el frío,
el frío de esa corriente llegando del Occidente.
Se va, regresa,
fluye.
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Comida marina, arena en el cuerpo y piel tostadita,
Lo que mi corazón necesita.
Por más de diez años he visitado ese lugar,
pero a La Quebrada la desconozco,
los tamarindos no van conmigo
y de sus prometidas playas paradisíacas no tengo aún el gusto.
Para mí es suficiente nuestra casa,
la hora dorada desde una hamaca
y una que otra escapada al restaurante de Doña Juana.
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COMUNIDAD
PODCAST, AUDIOLIBRO Y TRABAJO LITERARIO
POR: OSCAR
“Les comparto el Podcast que acabo de estrenar (…), un audiolibro y algo de mi
labor dentro de la promoción de la lectura”:
http://tolaxotl.com/blog.html
http://tolaxotl.com/derrame-cerebral-el-matraquero.html
http://tolaxotl.com/iquestpor-queacute-me-has-abandonado.html
http://tolaxotl.com/iquestte-lo-conteacutedid-i-tell-you.html
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OBRA TU OTRA PRESENCIA
POR: RUSVELT NIVIA CASTELLANOS
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LA LIBRERÍA LIBRE
NOVEDADES CULTURALES Y ARTÍSTICAS DE LA HUMANIDAD
EN EL PORTAL CIBERNÉTICO, LA LIBRERÍA LIBRE, MUY BUENAS NOVEDADES, SOBRE ARTE Y CULTURA, PARA EL BIEN DE LA HUMANIDAD.
https://lazlibreriazlibrez.blogspot.com/
DEL MAESTRO DE FRANCIA; ALLAN KARDEC, SU OBRA DE LA FILOSOFÍA ESPIRITUALISTA, ¿QUÉ ES EL ESPIRITISMO?
https://lazlibreriazlibrez.blogspot.com/2020/11/que-es-el-espiritismo.html
DEL ARTISTA DE GRECIA; ALCEO DE MITILENE, SU POEMA LÍRICO, POR LOS
SENDEROS CORONADOS DE FLORES.
https://lazlibreriazlibrez.blogspot.com/2020/12/de-alceo-de-mitilene-el-recital-por-lossenderos-coronados-de-flores.html
EN LA REVISTA SINAPSIS, NUEVAS CREACIONES ARTÍSTICAS, COLMADAS
DE UTOPÍAS Y FANTASÍAS, PARA TODOS LOS AMIGOS DE LAS LETRAS, QUE
AMANA LA BUENA LITERATURA.
https://lazlibreriazlibrez.blogspot.com/2020/12/la-revista-de-sinapsis-19.html
EN LA REVISTA CULTURAL; ESPÍRITU CREADOR, FUNDADA EN BUENOS AIRES, ARGENTINA, RECONOCEN A VARIOS ARTISTAS Y POETAS, CON SUS
OBRAS CREATIVAS, PARA EL BIEN DE TODOS LOS AMIGOS, QUE AMAN LAS
LETRAS, EDICIÓN DOS EN ESPAÑOL.
https://lazlibreriazlibrez.blogspot.com/2020/12/la-revista-cultural-y-visual-de-espiritucreador.html
LA LIBRERÍA LIBRE
AÑO 2021
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SINTONIZA LAS
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TODO ERROR ES CORREGIBLE. SI SE ESCRIBIÓ MAL TU NOMBRE (O SEUDÓNIMO), SE MUTILÓ TU TEXTO,
LA CORRECCIÓN FUE AGRESIVA O EXISTE ALGUNA OTRA RAZÓN PERTINENTE, TE PEDIMOS UNA ENORME DISCULPA, SIN EMBARGO IGUALES REVISTA ESTÁ PARA ATENDER INMEDIATAMENTE ESTE TIPO DE
DETALLES Y EN CUANTO NOS NOTIFIQUES LA SITUACIÓN, NOS OCUPAREMOS DE SOLUCIONARLO AL INSTANTE.
QUEDA PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN Y VENTA NO AUTORIZADA DE ESTE PROYECTO COMPLETAMENTE
INDEPENDIENTE. LA VERSIÓN DIGITAL ES GRATUITA PARA TODO EL PÚBLICO.
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