NAHUM
Confesando
La grandeza de
Dios
John L. Kachelman, Jr.
ACERCA DEL AUTOR
JOHN L. KACHELMAN. JR
John L. Kachelman, Jr. ha trabajado con congregaciones de Alabama, Arkansas,
Missouri, Kentucky y Tennessee.
John es asiduo orador en seminarios y campañas evangelísticas. Se graduó (´76) en
la Universidad de Freed-Hardeman. Ha escrito varios libros, series de lecciones y
es escritor habitual en publicaciones religiosas. También enseña cursos bíblicos en
línea en la Escuela de Estudios Bíblicos por Internet.
Obra en Ucrania. John ha trabajado arduamente en la evangelización en Ucrania
desde 1994. Sus múltiples viajes han ayudado a establecer congregaciones e
impartir enseñanza continua para el crecimiento espiritual viajando a ese país una
o dos veces por año. También ha ayudado a coordinar esfuerzos para proveer
ayuda humanitaria y distribuirla en las congregaciones locales. Para ello ha
contado con el apoyo de muchos cristianos y también de oficiales del gobierno—
tanto en los Estados Unidos como en Ucrania.
Otras obras. John se ha convertido en un hombre clave para coordinar envíos de
ayuda humanitaria a otros países en el mundo debido a que su trabajo en Ucrania
le ha abierto las puertas. Para cada uno de esos envíos, consigue la donación de
todos los artículos para congregaciones fieles de los países receptores y toda la
ayuda es distribuida por los cristianos locales.
Familia. John está casado con Jennifer Davenport y tienen cuatro hijos: Brian, John
III, Rachel y Rebekah.
ACERCA DEL LIBRO
A pesar de que Nahum está entre las secciones olvidadas del Antiguo
Testamento, su mensaje es tan práctico ahora como cuando fue pronunciado por
primera vez por el hombre de Elcos. La promesa de Nahum es simple—Jehová es
el Soberano imponente del universo. Por lo tanto, todas las naciones, todas las
personas y de todos los siglos están obligados a cumplir sus mandamientos. Este
estudio será gratificante y convincente porque cada generación debe
comprometerse a una humilde sumisión a las leyes de Dios.
CONTENIDO
1. Himno profético fúnebre para Nínive.........................1
2. El deber de Nahum........................................................7
3. La condena de Nínive..................................................12
4. El imponente Dios, 1....................................................17
5. El imponente Dios, 2....................................................22
6. ¡Peligro! ¡Hombre aplastado!......................................27
7. Dios, el Sepulturero......................................................32
8. El mensaje de paz.........................................................37
9. El A, B, C, de la educación espiritual........................42
10. De vencedor a vencido...............................................48
11. La locura de no querer arrepentirse.........................53
12. La aniquilación de la arrogancia...............................59
13. Tres strikes y ¡ponche!................................................65
PRÓLOGO DE LA EDICIÓN EN ESPAÑOL
En una época donde hay tanta apatía hacia los asuntos espirituales y donde
muchas personas viven confiando en ellos mismos, en sus logros y en las
cuestiones materiales para su seguridad en este mundo, el mensaje de Nahum
cobra relevancia. Lo que le sucedió a Nínive, capital del poderoso Imperio Asirio,
debe ser una señal de alerta para todos ellos.
Nínive había respondido al llamado de arrepentimiento de Jonás, pero no
duró mucho, sus constantes victorias militares, su enorme riqueza y sus fortalezas
hicieron que se olvidaran del temor a Dios y confiaron en ellos mismos, algo que
finalmente los llevó a la ruina.
El hermano Kachelman presenta el mensaje de Nahum en una manera clara,
práctica y amena, para que cada hijo de Dios vea las mentiras que utiliza Satanás al
engañarnos y desviarnos del temor a Dios, método ancestral que ha sido utilizado
desde la creación y el mismo que llevó a Nínive a la destrucción y que podría
llevarnos a nosotros también.
Ahora que el estudio de los Profetas Menores está tan olvidado en la
mayoría de las congregaciones, el libro del hermano Kachelman es una buena
herramienta que viene a llenar un hueco importante para el estudio bíblico del hijo
de Dios de habla hispana. Un libro que no debe faltar en la biblioteca de ningún
predicador y de ningún hermano interesado en esa parte de la historia del pueblo
de Dios. Acomodado en 13 lecciones para cubrir el estudio en un trimestre, una
lección por semana, tratando temas como las características de Nahum como
mensajero, la ira y misericordia de Dios, su soberanía y la locura que el hombre
comete al no querer arrepentirse, entre otros.
AGRADECIMIENTOS
Agradezco al hermano Kachelman por autorizarnos poner a disposición de
la hermandad de habla hispana este importante volumen de Nahum.
Agradezco al hermano Miguel Arroyo, predicador en la iglesia del Señor
que se reúne en la avenida Bernardo Quintana en Querétaro, por estimularme a
compartir estas lecciones con todos mis hermanos en esta localidad en la clase de
los miércoles por la tarde.
Agradezco a mi esposa y hermana Freda Arriaga Vukovich y a mi hermano
en la carne y en la fe César Hernández Castillo en la revisión de la ortografía y
traducción de estos manuscritos.
Pero sobre todo agradezco a Dios nuestro Señor la oportunidad de servirle
en este humilde trabajo, ¡a Él sea la honra y gloria por los siglos de los siglos!
El traductor
Jaime Hernández Castillo
Querétaro, Mex. Marzo del 2010
[email protected]
NAHUM
NAHUM:
El himno profético fúnebre para Nínive
El objetivo principal del Libro de
Nahum es anunciar el derrocamiento de
Nínive, la capital de Asiria. Se escribió pocos
años antes de la caída de Nínive, en el 612
a.C. Comunica un espíritu de venganza y
regocijo acerca de la inminente destrucción
de Ninive.
HECHOS DIVERSOS
Su autor
¿Quién
fue
Nahum?
Sabemos
solamente su nombre y el nombre de su
pueblo. Su nombre aparece en otro lugar en
la Biblia. Se menciona en la genealogía de
Lucas 3:25. Como muchos otros profetas,
para nosotros es solo una voz. No es citado o
repetido en el Nuevo Testamento. Jonás es el
más conocido de los profetas menores;
Nahum es quizás el menos conocido. Se sabe
menos de él que de cualquier otro profeta.
Su
nombre
significa
“consuelo”
o
“consolación.”
¿De dónde viene? Su ciudad era
Elcos, una ciudad que en la actualidad no
puede identificarse con certeza. Nahum,
probablemente estaba en el Reino del Sur; el
Reino del Norte ya había sido destruido.
Su tema
Nahum proclama el derrocamiento de
Nínive. Esta poderosa ciudad era la capital
del Imperio Asirio, el cual, bajo Salmanasar 1
y Sargón, había destruido a Israel en el 721
a.C.. Dios había enviado a Jonás a Nínive
durante el reinado de Jeroboam (793 a 753
a.C.). Al escuchar el mensaje de Jonás que
Nínive sería destruida pronto, el rey y el
pueblo se arrepintieron (Jonás 3:4-10). Sin
embargo, su arrepentimiento, fue efímero.
La profecía de Nahum predice la
destrucción de Nínive en detalle gráfico.
Esta profecía es un himno de muerte para
Nínive.1 Es un clamor de justicia para la
humanidad.2 Después de dos años de sitio,
un ejército de babilonios y medos destruyó
Nínive.
1Nahum es un salmo imprecatorio: Respecto
al himno de desgracia, C. S. Lewis escribió, “Si vemos
sus quejas encontramos que normalmente no están
enojados solo porque les hicieron esas cosas sino
porque estas cosas son evidentemente incorrectas,
completamente abominables tanto para Dios como
para la víctima.” C. S. Lewis, Reflexiones sobre los
Salmos (New York: Harcourt, Brace & World, 1958),
30.
2John R. Kohlenberger III escribió de la
crueldad asiria, “Las descripciones de sus conquistas,
matanzas y subyugación de las naciones e incluso sus
pinturas,
muestran
decapitaciones,
descuartizamientos, hombres atravesados con lanzas,
hombres a los que se les quitaba la piel estando aún
vivos y otras atrocidades, que muestran porqué los
asirios eran exactamente las creaturas crueles y
presuntuosas que Nahum describe (Chicago: Moody
Press, 1984), 88.
Su Fecha
El Término A Quo (el tiempo antes del cual
el libro podría haberse escrito) [N.T. Frase en
latín que literalmente significa límite desde el
cual. El punto a partir del cual se inicia alguna
acción. Se refiere especialmente al comienzo de
un período de tiempo en que debe fecharse algún
acontecimiento] es el 667 a.C.. La alusión a la
toma de Tebas (también llamada (Karnak o
No-Amón) impediría que el libro pudiera
fecharse antes de la toma de esta ciudad.
Tebas fue tomada por Asurbanipal cerca del
667 a.C. y finalmente destruida por él cerca
del 661 a.C.
El Terminus Ad Quem (el tiempo
después del cual el libro no podría haberse
escrito) [N. T. Frase en latín que literalmente
significa límite hacia el cual. El punto hacia el
cual tiende alguna acción. Se refiere
especialmente al final de un período de tiempo en
que debe fecharse algún acontecimiento] es 612
a.C. La predicción de la caída de Nínive
indica que no pudo haberse escrito después
del 612 a.C., cuando ocurrió la caída. La
fecha del 620 a.C., se sugiere generalmente
como la fecha del libro. Hobart E. Freeman
da el 650 a.C., para la fecha del profeta.3 Si
Freeman tiene razón, Nahum profetizó en el
tiempo en que Asiria era fuerte. Asiria en ese
momento
no
mostraba
señales
de
decadencia.
Su propósito
El libro fue escrito para revelar la
condena y destrucción de Nínive. Muestra la
venganza del Señor. Los asirios habían
vencido al Reino del Norte, Israel y ahora los
asirios serían vencidos. Es un himno triste,
de profunda tristeza respecto a la caída de
un reino extranjero.
Nahum no tiene nada que decir
acerca de los pecados de Judá o de días de
gloria en el futuro de Judá. Habla solamente
de la destrucción de Nínive.
La profecía no fue predicada; muy
probablemente fue escrita. “El libro de la
visión” es una etiqueta única para Nahum.
La profecía de Nahum parece ser una obra
literaria desde su inicio. Está sublimemente 2
escrita. Su suprema excelencia radica en su
poder de descripción.
Su audiencia primaria debió haber
sido Nínive. Su audiencia secundaria fue el
Reino del Sur y toda la humanidad.
BOSQUEJOS CORTOS
Un bosquejo basado en el contenido de
L.A.T. Van Dooren4
1. Se da a conocer el juicio de
destrucción de Dios sobre Nínive (1:1-15)
2. Se da la descripción del juicio de
Dios sobre Nínive (2:1-4)
3. La causa del juicio de Dios sobre
Nínive (3:1-4)
4. El juicio de Dios sobre Nínive es
irrevocable y completo (3:5-19)
Otro bosquejo por Jack P. Lewis5
1. Un versículo introductorio (1:1)
2. Una manifestación―La venida del Señor
en Juicio (1)
3Hobart E. Freeman, Una introducción a los
profetas del Antiguo Testamento (Chicago: Moody Press,
1968), 226.
4L. A. T. Van Dooren, Introducción al Antiguo
Testamento (Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 1967),
173-74.
5Jack P. Lewis, Los Profetas Menores (Grand
Rapids, Mich.: Baker Book House, 1966), 56.
2. Una descripción
―La ca
ída de
Nínive a pesar de la defensa frenética (2-3)
3. Un epitafio para Nínive (3:18, 19)
Un bosquejo para sermón
1. El destino de Nínive declarado (1)
2. El destino de Nínive descrito (2)
3. El destino de Nínive merecido (3)
PASAJES SIGNIFICATIVOS
La ciudad de Nínive era la capital de
Asiria, un imperio cuyo objetivo principal
era la guerra agresiva contra los países
vecinos, un imperio conocido por su
crueldad y salvajismo hacia el hombre.
Azur, a unos 70 kilómetros al sur de Nínive,
había sido la capital, pero en el tiempo de
Senaquerib (710 a.C.) había perdido esta
posición con Nínive.
Jonás fue enviado a Nínive en el 783
a.C., poco después Nínive se convirtió en la
capital del Impero Asirio. El arrepentimiento
que se logró después de la predicación de
Jonás no duró. Ahora, cien años más tarde,
se anunciaba la destrucción.
La destrucción de Nínive fue total.
Will Durant dice que doscientos años
después el ejército griego de Jenofonte pasó
por el sitio donde había estado, era
completamente increíble que Nínive hubiera
estado una vez ahí. Alejandro el Grande
marchó por ahí, sin saber que un imperio
mundial estaba enterrado debajo de sus pies.
Los reyes del Imperio Asirio, en sus
registros oficiales, no hicieron ningún
esfuerzo por ocultar sus atrocidades. Sin
embargo, la capacidad de Asiria para
gobernar el mundo, no estuvo a la altura
para conquistarlo. El mundo no heredó
ningún legado positivo del imperio asirio.
Israel se hizo vasallo de Asiria en el
853 a.C. y fue destruido en el 722 a.C. y
después fue casi vencido por ella, cuando
Senaquerib fue detenido por un ángel
debido a las oraciones de Isaías (701 a.C.).
Después de que Nínive fue destruida
por el Imperio Medo-Persa en el 612 a.C., un
remanente del Imperio Asirio se mudó para
Harán, donde permaneció hasta que fue 3
destruido por Nabucodonosor en el 605 a.C.
en la batalla de Carquemis.
Capítulo 1
(1:1) Se ordena “La carga de Nínive”. “Carga”
es una palabra técnica que significa “oráculo
en contra” o “mensaje contrario” (1:1) Lo
que para el hombre es una carga física, para
un profeta es un mensaje de juicio de Dios.
Un mensaje que debía pronunciarse. La
carga de la cual habla este libro es una carga
que Nínive debía escuchar.
“Visión” sugiere una revelación
divina. Las palabras “Nahum” y “Elcos” nos
dan todo lo que sabemos acerca de este
profeta―su nombre y su lugar de origen.
(1:2-8) Se presenta una teofanía. Dios
vendrá con juicio. Dios es puesto como un
Dios de venganza que se desagravia de sus
enemigos (1:2, 3). No permitirá que el
culpable se vaya sin castigo o quede
impune. La idea principal de este libro es,
“Mía es la venganza, yo pagaré, dice el
Señor.” Aunque ninguna otra nación es
capaz de resistir como Nínive, Dios la
derribará. “Solo Dios está calificado para la
venganza. Hace esto en completa justicia.”6
6Clinton R. Gill, Los profetas: Un estudio de
Miqueas a Malaquías (Joplin, Mo.: College Press, 1971),
150
Dios trajo sobre Nínive la sentencia
de muerte del Pacto en tiempos de Noé
(Génesis 9:6) y la maldición del Pacto con
Abraham
(Génesis
12:3)
por
sus
interminables crueldades:
“El que derramare sangre de hombre, por el
hombre su sangre será derramada; porque a
imagen de Dios es hecho el hombre” (Génesis 9:6)
.
“Bendeciré a los que te bendijeren, y a los
que te maldijeren maldeciré; y serán
benditas en ti todas las familias de la
tierra” (Génesis 12:3)
La fuerza de Dios se describe en
términos del mundo natural. Viene en juicio
como un torbellino y tempestad (1:3). Las
nubes son el polvo de sus pies (1:3).
Reprende el mar, a los ríos y a las áreas
verdes (Basán, Carmelo y el Líbano) (1:4). Él
es todopoderoso―las monta
ñas tiemblan
delante de él y los collados se derriten. Todo
el mundo tiembla ante su presencia (1:4, 5).
Su soberano poder y su capacidad para
llevar a Nínive a juicio se describen de
manera figurada a través de referencias a las
fuerzas poderosas del mundo natural.
“¿Quién permanecerá delante de Él?”
pregunta el profeta (1:6). El Señor es
bondadoso y lleno de gracia y los que lo
conocen pueden encontrar refugio en Él
(1:7). Es una tormenta para aquellos que lo
rechazan; Es una fortaleza para los que se
allegan a Él y viven por Él. Él será para el
hombre o bien un Padre compasivo o un
fuego consumidor―la decisi
ón es de cada
uno.
Él vendrá contra Nínive como una
inundación impetuosa, que se desborda.
Ninguna parte de Nínive evitará ser cubierta
completamente por la ira de Dios (1:8). Dios
perseguirá a sus enemigos hasta que sean
totalmente destruidos. “Él cubrió las ruinas
de la ciudad con enormes dunas de arena,
bajo las cuales ha estado sepultada por 2400
años y esas ruinas hasta nuestros días no
han sido totalmente exploradas o puestas a
la vista.”7
4
(1:9-13) La destrucción de Nínive será
completa. Dios destruirá tan completamente
Nínive que no tendrá que venir contra ella
dos veces. Nínive no podrá resistir la
destrucción (1:9). No será capaz de resistir la
destrucción más que la que presentan al
fuego los espinos entretejidos y el rastrojo
secos o lo que borrachos podrían resistir a
un ejército (1:10). Aunque son muchos, serán
cortados y desaparecerán (1:12). Dios quitará
el yugo de opresión de Judá, destruyendo a
Asiria por siempre (1:13).
(1:14, 15) Nínive será cortada. Asiria
tuvo un gran nombre, pero Dios ha
decretado que su nombre no sería
perpetuado (1:14). Sus ídolos e imágenes
serán destruidas (1:14). Para el pensamiento
del cercano oriente, el derrocamiento de una
ciudad era el derrocamiento de un dios. El
dios de Nínive no era capaz de protegerla.
Judá puede regocijarse que ya no será
más molestada por este enemigo (1:15).
Jonás quería que Dios destruyera a Nínive
cien años antes, pero Dios había mostrado
su misericordia. Ahora a Judá se le dice que
se alegre en la destrucción de Nínive (1:15).
7Theo Laetsch, Comentario Bíblico, “Los
profetas menores” (St. Louis, Mo.: Concordia
Publishing House, 1956), 299.
Nahum usa la figura de un mensajero que
viene sobre la montaña a anunciar la paz
que ha llegado. Judá puede regresar a su
vida normal para con Dios, porque su
opresor, Nínive, será echado del camino.
Nunca jamás Judá será oprimido por Asiria.
Capítulo 2
(2:1-7) Se da una figura profética de la
caída de Nínive. La caída total de Nínive se
visualiza en la profecía (2-3).
Se da una imagen gráfica del próximo
enemigo (2:1-3). El Señor, el único que
destruye viene contra ellos (2:1). Aunque
Judá ha sido devastada, su esplendor será
restaurado (2:2).
La fuerza destructora se describe en
figuras poéticas, aunque no se identifica
específicamente (2:3). La destrucción de
Nínive se visualiza también en lenguaje
poético (2:4-7).
El “rojo” o “escarlata” parece haber
sido el color característico de los babilonios
(Ezequiel 22:14), aunque algunos han visto
la ropa y los escudos enrojecidos por la
sangre o como un reflejo del sol.
Los carros se lanzan en las calles (2:4).
Los soldados van en todas direcciones (2:4).
El “mantelet” es una maquinaria de guerra
que se usaba para destruir las murallas,
barricadas y otras defensas (2:5). “Las
puertas de los ríos se abrirán” podría ser
una referencia actual al método por el cual
Dios destruiría a Nínive (2:6). Algunos han
pensado que el crecimiento del río cercano,
el Tigris, contribuyó al derrocamiento de
Nínive al hacer una grieta o ruptura en la
muralla que rodeaba a la ciudad y que dio
una entrada para que el enemigo accediera a
ella.
Las criadas o sirvientas lloran la caída
de Nínive porque saben que serán llevadas a
la cautividad (2:7).
(2:8-12) La poderosa Nínive ha caído.
Nínive era como una alberca, había miles de
personas dentro de ella (aproximadamente
600,000 en el tiempo de Jonás) (2:8). Durante
el ataque, la llamada a resistir no encuentra
respuesta (2:8). El saqueo es abundante (2:9). 5
En ironía se le pregunta a la ciudad, “¿Qué
es de la guarida de los leones [el símbolo
nacional de Asiria]? ¿Qué del león y los
cachorros que devoraban la presa y nadie los
espantaba” (2:11)? La poderosa Nínive había
sido un gran león con lo suficiente para él y
su familia, pero no más.
(2:13) Dios ha traído el juicio sobre
Nínive. Aunque un enemigo lleva a cabo la
destrucción, Dios está detrás de ella (2:13).
Capítulo 3
(3:1-7) Por una buena razón Nínive será
destruida. Se da la razón para el juicio de
Nínive. Nínive fue una ciudad de sangre
(3:1). Los asirios eran conocidos por
derramar sangre y por su crueldad.
Convertir a las personas en presa era el
único objetivo para la existencia de Nínive.
El cuadro de la destrucción se retrata
gráficamente. El profeta presenta carros a
gran velocidad, caballos brincando y
multitudes de cadáveres (3:2, 3).
La ramera (Nínive) será desnudada y
la suciedad será lanzada en ella (3:4-6). La
poderosa Nínive será humillada y
avergonzada.
(3:8-15) ¿Por qué debería perdonar Dios a
Nínive? Él no ha perdonado a otras ciudades
malvadas. Nínive no está más exenta de la ira
de Dios de lo que estuvo Tebas, la cual
Asurbanipal (último gran rey de Asiria)
había derrocado. Tebas estaba a 650
kilómetros al sur del Cairo, Egipto. Aunque
era populosa y estaba protegida por mares y
aliados fieles (Etiopía, Egipto, Libia, Fut), fue
llevada al cautiverio. Tebas no estuvo exenta
y fue totalmente destruida (3:10). Y tampoco
Nínive lo estará.
Pronto Nínive, la imponente en
fortaleza y poder, buscará un refugio para
huir de sus enemigos como una nación
enclenque y débil (3:11). Nínive no estará
más segura de lo que están los higos
maduros cuando se sacude el árbol (3:12).
Sus soldados serán como las mujeres en
fortaleza física (3:13). Será incapaz de
defenderse ella misma (3:13, 14). En ironía el
profeta le demanda que se defienda―que se
provea de agua y que refuerce sus fortalezas
(3:14).
(3:16-18) Nínive es como langostas. En
una mofa final, Nínive se compara a las
langostas. Primero Nínive es como langostas
en números totales. Segundo, Nínive es
como langostas en su naturaleza voraz.
Tercero, es como langostas en su destino.
Volará y se irá para siempre (3:15, 16).
El profeta compara la estabilidad de
los líderes de Nínive a las langostas que se
posan sobre los muros en los días fríos, pero
se marchan en todas direcciones cuando sale
el sol (3:17).8 Los pastores de Asiria
durmieron; su pueblo se dispersa sin que
nadie los junte (3:18).
8Lewis, 58.
(3:19) Nínive no tiene esperanza. La
herida está lejos de curarse. Este es el fin
para Nínive. Todos los que oigan el deceso
de Nínive aplaudirán con regocijo (3:19).
PARA LECTURA
ADICIONAL
Butler, Paul T. Los profetas menores. Joplin,
6
Mo.: College Press, 1968.
Freeman, Hobart E. Una Introducción a los
profetas del Antiguo Testamento. Chicago: Moody
Press, 1968.
Gill, Clinton R. Los profetas menores: Un
estudio de Miqueas a Malaquías. Joplin, Mo.:
College Press, 1971.
Hailey, Homer. Un comentario sobre los
profetas menores. Grand Rapids, Mich.: Baker
Book House, 1972.
Keil, C. F. y F. Delitzsch. “Los profetas
menores,” Comentario sobre el Antiguo Testamento,
Vol. 10 Grand Rapids, Mich.: Wm. B. Eerdmans
Publishing Co., 1975.
Laetsch, Theo. Los profetas menores. St.
Louis, Mo.: Concordia Publishing House, 1956.
Lewis, Jack P. Los profetas menores. Grand
Rapids, Mich.: Baker Book House, 1966.
Paterson, John. El compañerismo divino de
los profetas. New York: Charles Scribner´s Sons,
1948.
Robinson, George L. Los doce profetas
menores. Grand Rapids, Mich,: Baker Book
House, 1955.
Wood, Leon J. Los profetas de Israel. Grand
Rapids, Mich.: Baker Book House, 1979.
Young, Edward J. Mis siervos los profetas.
Grand Rapids, Mich.: Wm. B. Eerdmans
Publishing Co., 1952.
―Eddie
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Cloer
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
El deber de Nahúm
(1:1)
7
“Profecía sobre Nínive. Libro de la visión
de Nahum de Elcos” (1:1).
Mientras soportaba en la cubierta de
la popa de su barco, entre el calor y el fuego
del combate severo, el Almirante Horatio
Nelson, uno de los grandes héroes navales
británicos, recibió una herida mortal.
Después tendido en su camarote le fue
informado que la batalla estaba segura a
favor de su país. Después de escuchar esto,
el entregó su espíritu con estas palabras:
“¡Gracias Dios! He cumplido con mi deber.”1
“El deber” es una idea que ha perdido
reputación en nuestra egoísta sociedad
moderna. Muy pocos están dispuestos a
mantener el “deber” como un importante
valor. Después de todo, es mucho más fácil
excusarnos a nosotros mismos de cumplir
con nuestro deber para buscar un objetivo
egoísta. Sin embargo, la búsqueda egoísta,
nunca nos llevará a encontrar la genuina
satisfacción que el almirante reconocía en el
cumplir con el deber.
Nuestra
primera
lección
nos
introduce a un hombre cuyo trabajo fue
1Elon
Foster,
Nueva
enciclopedia
de
ilustraciones en prosa adaptadas para la enseñanza
cristiana, 2d series, vol. 1 (New York: Funk &
Wagnalls Co., 1877), 208.
excepcional―Nahum de Elcos. Fue un
hombre extraño. No existe ningún dato
histórico fuera de los escasos hechos de 1:1;
De esta manera, no hay seguridad con
respecto a su origen y su familia. Aquí está
un hombre que es uno de los “notables
desconocidos” de la Santas Escrituras.
Nahum fue comisionado para
desempeñar una gran tarea para Dios. Fue a
declarar el juicio divino sobre la malvada
capital Asiria, Nínive. El arrepentimiento
despertado por la predicación de Jonás se
había desvanecido y la ciudad era
nuevamente corrupta. En esta ocasión no
había escapatoria―La herida de Nínive era
“incurable” (3:19).
La crueldad de la capital Asiria hizo
que el trabajo de Nahum fuera aun más
difícil. Los registros históricos dan fe del
perverso e inhumano trato de los asirios
sobre aquellos que conquistaba. Esta
malvada nación practicaba atrocidades
indecibles. El trabajo de Nahum fue
anunciar a este imperio de gran maldad ¡que
su fin estaba próximo! Él llevó a cabo su
trabajo. Su fidelidad para trabajar debe
estimularnos. Este siervo fiel merece un
estudio concentrado y ¡una imitación exacta
por los cristianos actualmente!
LAS CARACTERÍSTICAS
DE SU TRABAJO
Primero, Nahúm habló claramente acerca
de Jehová (1:2-6). Nínive se había arrepentido
en una ocasión escuchando acerca del Dios
Todopoderoso (Jonás 3:4-10). Ahora la
soberanía de Jehová estaba siendo ignorada
por Nínive; la sensibilidad que la había
movido al arrepentimiento antes se había
embotado, se había apagado. Las palabras
que Nahum le dijo a esta ciudad pagana
eran acerca de sus errores. Nadie podría
haber malentendido a Nahum―Nínive
había ignorado al Dios celoso, vengador e
inflexible con sus adversarios (1:2). La
nación había hecho enojar al Todopoderoso,
que es tardo para la ira y grande en poder y
no tendrá por inocente al culpable.” (1:2, 3)
Jehová estaba enojado con la ciudad
arrogante debido a su maldad. El juicio
estaba por llegar para Nínive y nadie podría
resistir (1:6).
¿Qué tanto se está acercando al
trabajo de Nahum? Habría sido tentador
encontrar algo más que hacer primero y
luego hacerlo “conforme el tiempo lo
permitiera.” Nahum no moderó o suavizó la
encomienda. Dios estaba enojado y Nahum
sabía ¡que su deber y trabajo era decírselo a
Nínive! Nahum habló tan claramente que
nadie lo malentendió.
Segundo, Nahum enfatizó la impotencia
total de los mortales (1:12-14; 2-7, 10; 3:7).
Nínive estimaba su fortaleza física. Tenía un
enorme ejército a su mando. Enormes
fortificaciones que prevenían cualquier
ataque repentino de un enemigo. Su poder
político era incuestionable. Nahúm dijo que
tales cosas eran insuficientes. ¿Por qué?
Porque la fuerza física no le duraría.
Esta locura de Nínive es visible
actualmente. Los hombres y mujeres
persisten en la arrogancia porque creen que
su fortaleza, su salud es suficiente. Necesitan
leer la palabras de Nahúm de parte de Dios:
“Aunque reposo tengan y sean tantos, aun
así serán talados” (1:12). Jeremías expresó
una verdad similar: “Maldito el varón que
confía en el hombre y pone carne por su 8
brazo y su corazón se aparta de Jehová.”
(Jeremías 17:5).
Quienes
no
comprendan
la
impotencia de ser mortal nunca se
prepararán para la eternidad. Esto fue
verdad con el rico insensato en Lucas 12:1621 que almacenaba grandes tesoros en la
tierra pero ninguno en el cielo.
Nahum comprendió cuán frágil es
rea lmente la fuerz a física y vio el deber de
inculcar esto a Nínive (Isaías 40:6-8).
Tercero, Nahum anunció el juicio de Dios
por el pecado (1:12, 15; 2:13; 3:19). No hay
ninguna imprecisión en las palabras de
Nahum: “Heme aquí contra ti, dice Jehová
de los ejércitos.” (2:13). La profecía de
Nahum es algo de lo menos amoroso en la
Biblia, porque habla sin rodeos del juicio
severo de Dios. ¿Por qué fue tan directo
Nahum? Quizás se dio cuenta que aquellos
que son insensibles al pecado, como Nínive
lo era, solo pueden educarse en la tragedia
del pecado por una descripción directa del
juicio de Dios. Nahum comprendió que su
trabajo era educar a la gente sobre la
tragedia del pecado. No quiso que Nínive
fuera mal informado.
La información concreta sobre el duro
juicio de Dios sobre aquellos que se rebelan
contra Él rara vez se escucha hoy. Muchos
han suavizado los aspectos del juicio de Dios
al punto que el acontecimiento se ve como
una “posibilidad” que podría no ocurrir.
¡Pero este juicio no es opcional! Los
cristianos deben aceptar el trabajo de
advertir a otros acerca del juicio lleno de ira
de Dios sobre aquellos que están en el
pecado (2 Corintios 5:10, 11; Hechos 20:20,
21, 31; Hebreos 10:31; Romanos 2:8).
LAS CAUSAS DE SU TRABAJO
Incuestionablemente, Nahum hizo un
trabajo adecuado. ¿Qué lo movió para tal
respuesta? ¿Qué fue lo que lo motivó? Una
vista general de su profecía revela tres
factores que hicieron que Nahum cumpliera
su trabajo a Dios.
Una causa para cumplir con su deber
para Dios fue su confianza en Dios, Nahum
vio a Dios como todo lo que Él afirmaba ser.
Repetidamente en el capítulo 1 Nahum usó
la frase “Jehová es. . . .” Esto expresa la
certidumbre y plenitud de Dios (1:2, 3, 7).
Nahum fue fiel porque reconoció a Dios
como el Todopoderoso. El Señor le había
ordenado a Nahum un trabajo y conociendo
la identidad de Dios, Nahum no podría
negarse. Tenía confianza en la palabra de
Dios y mostró un profundo respeto por su
poder. Para Nahum, era irrazonable no
cumplir con su deber para con el Dios
Todopoderoso.
Esta confianza debería distinguir a los
cristianos en todo momento. En Gálatas 6:710 Pablo exhortó al deber fiel basado en su
confianza en Dios. Dios no se olvidará de
“devolver” una cosecha adecuada. El que
nosotros conozcamos la fidelidad de Dios
nos asegurará que no “nos cansaremos de
hacer el bien.”
Otra causa para cumplir con su deber
fue el valor en su corazón. Cuando Nahúm
escribió el mensaje de muerte sobre Nínive,
la ciudad estaba en el pináculo de su poder
y prestigio. ¡Era invencible! Requirió gran
valor para este profeta “sin fama o
reputación, sin prestigio” profetizar la
devastación total (2:13). Tal mensaje podría
ser recibido con burla y hostilidad.
9
El trabajo no es un
aspecto opcional
del cristianismo;
es requerido.
Dios siempre ha llamado a sus siervos
a tener este valor mostrado por Nahum
(Proverbios 28:1; Ezequiel 2:6; 3:9; Filipenses
1:27, 28). ¡La valentía de Nahum debería
contagiarnos!
Una
tercera
causa
para
el
cumplimiento con su deber por parte de
Nahum fue que su devoción la puso en práctica.
Esto fue fruto del valor de Nahum. Sin su
gran valentía Nahum habría sido tentado a
comprometer su servicio. Podría haber
hecho lo que tantos otros, usar algunas
excusas personales como “razón” para no
hacerlo. Su enfoque decidido en la vida lo
mantuvo dedicado a la voluntad del Señor.
Como santos de Dios, nos hemos
estado “haciendo a un lado” del deber santo.
Es imperativo que hagamos nuestro trabajo,
que cumplamos con nuestro deber y nunca
“alejarnos” de él (Josué 1:7).
LOS DESAFÍOS DE SU TRABAJO
Este profeta ha permanecido por
mucho tiempo al lado de una multitud de
“distinguidos desconocidos” del Antiguo
Testamento y aun nos presenta tres
pensamientos desafiantes. Estos hablan tan
claramente a los cristianos de hoy como
cuando Nahum habló a Nínive hace siglos.
Desafío 1: Debemos confiar en la palabra
de Dios. La historia cuenta que Hugh
La timer predicó en una oca sión en la corte
de Enrique VIII un sermón que disgustó
suma mente a l Rey. Se le ordenó a La timer
que apareciera el domingo próximo y se
retractara. Al estar delante del rey en el día
señalado, inició su introducción del sermón
con una supuesta conversación como la
siguiente, “Hugh Latimer ¿Sabe a quién le
habla este día? Al excelentísimo y más santo
y poderoso monarca, la majestad más
excelente que puede quitarle la vida si usted
lo ofende. Por lo tanto tenga cuidado como
habla, trate de no decir una palabra que lo
pueda disgustar.” Entonces, como si
estuviera recordando dijo, “¡Hugh! ¡Hugh!
¿Sabes de donde vienes? ¿De quien es el
mensaje que vas a dar y quién es el que está
contigo y contempla todos tus caminos? El
Grande y Todopoderoso Dios que es capaz
de echar tanto el cuerpo como el alma al
infierno para siempre. Por lo tanto mira
alrededor de ti y asegúrate de dar el mensaje
fielmente.” Latimer entonces predicó el
mismo sermón que había predicado el
domingo anterior y exhortó aun con más
vehemencia que antes. La corte real
realmente creía que Latimer pronto moriría.
Después de la comida el rey llamó a Latimer
y le preguntó como se atrevió a ser tan
valiente para predicar como lo hizo. Latimer
respondió que su deber a Dios y su Príncipe
había sido su confianza a través del sermón,
ahora que había cumplido con su trabajo su
vida estaba en la manos del rey. El rey se
levantó, lo a bra zó y le dijo que bendecía a
Dios por tener a un hombre en su reino que
tratara tan franca y fielmente con él.2
La confia n
z a de Nahum en Dios
desafía a los cristianos de hoy para creer en 10
Dios. A través de la Escritura se nos exhorta
a creer que Dios cumplirá todos los
mandatos de su Palabra (Isaías 55:9, 10;
Gálatas 1:7, 8; 2 Timoteo 4:1ss.; 1 Pedro 4:11).
De esta manera,
los cristianos deben
permanecer fieles en su deber ¡con una
confianza firme en la Palabra de Dios!
Desafío 2: Debemos ser valientes (2
Timoteo 1:7). Cuando Martín Lutero se
acercó a la puerta que lo llevaría a la
presencia de los jueces (La Dieta de Worms),
fue recibido por un valiente caballero el
célebre George of Freundsberg, quien cuatro
años después, a la cabeza de sus
mercenarios alemanes, derrotó a los
franceses y fue en gran parte responsable de
la captura del rey de Francia. Este antiguo
general vio a Lutero y le dijo, “Pobre monje,
pobre monje, vas a defender una causa más
noble que yo o cualquier otro capitán haya
hecho alguna vez en la más sangrienta de
nuestras batallas. Si tu causa es justa y
confías en ella, sigue adelante en el Nombre
de Dios y no tengas temor. ¡Dios no te
abandonará!3
Muchos carecen del coraje que se
necesita hoy y esto entorpece el
cumplimiento del deber fiel. Nahum
2Foster, vol. 1, 124
3Foster, vol. 1, 145
desafía a todos los santos a mostrar un gran
valor.
Desafío 3: Debemos ser santos (1
Corintios 15:58): Todo debe dedicarse al
servicio de Dios; nada puede negarse para
cumplir con el deber. Conságrese usted
mismo, su familia, su reputación y sus
propiedades. Renuncie a toda queja y
ríndase completamente a Dios. El deber de
ser santo llevó a Nahum a la impía Nínive.
La santidad lo apoyó cuando estaba sujeto a
burla y le permitió superar cualquier
debilidad. Esta es la santidad que abastece
de combustible a los fuegos de nuestro
servicio. Sólo quienes estén consagrados se
negarán a los placeres egoístas para ser
siervos incondicionales y sinceros en el
ejército del Rey.
CONCLUSIÓN
El trabajo no es un aspecto opcional
del cristianismo; es requisito. Aquellos
ciudadanos del reino que son fieles en sus
deberes recibirán una rica bienvenida a las
recompensas del cielo (Mateo 25:21). El
siervo fiel, obediente, sumiso y cumplidor
de Jehová encontrará segura paz en el
cristianismo.
11
Evalúe su trabajo para Dios. Póngalo
a un lado del servicio que Nahum ofreció a
Dios. ¿Cómo lo mide? ¿Cómo lo evalúa?
Nadie sino sólo usted puede cumplir con su
deber como cristiano. Al cumplir con su
deber con Dios, (1) hablará claramente el
maravilloso mensaje de Dios, (2) enfatizará
la debilidad de la fuerza física, y (3)
anunciará el juicio severo de Dios sobre el
pecado.
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
La condena de Nínive
(1:1)
“La profecía sobre Nínive. Libro de la
visión de Nahum de Elcos” (1:1)
El progreso del peregrino de John
Bunyan es un relato clásico. Sus palabras
presentan al “cristiano” peregrino viajando a
la ciudad celestial. A lo largo del camino
afronta muchas pruebas y obstáculos. Al
principio del cuento se le informa al lector
que al cristiano se le pone una carga
sumamente pesada. Esta carga es un
obstáculo constante y considerablemente
doloroso. Al viajar arduamente a la ciudad
celestial, esta gran carga se hace
insoportable. No podrá de entrar a la ciudad
celestial hasta que se haya quitado la carga.
Esta carga es el pecado. Actualmente
muchos también luchan con la misma carga.
El pecado los tiene atrapados y son doblados
por la gran carga que pesa en forma
excesiva. El dolor es su todo; la pena es su
vida. ¡Cuán trágico es llevar la carga de
pecado!
Una carga de pecado sobrecargaba en
forma pesada a la ciudad de Nínive. A su
vez, esta carga trajo otra carga―el mensaje
de muerte por medio del profeta. La palabra
traducida como “profecía” en el v. 1 procede
de la palabra hebrea “massa”, “cosa que se
levanta” significa la carga que recibió del
Señor y que es llevada por el profeta.1
Las Escrituras describen el mensaje de
12
un profeta como una “condena” si es reflejo
de muerte. Esta fue la descripción de las
profecías con respecto al malvado de Acab
(2 Reyes 9:25), sobre la mundana Babilonia
(Isaías 13:1), y sobre el rebelde Israel
(Jeremías 23:33, 36), el término “profecía”
puede traducirse como “una condena”
cuando habla de una profecía de destino
como lo es en el 1:1. De esta manera, Nahum
comenzó su carrera profética, la llevó a cabo
con una condena grave, seria. No anunciaría
las noticias agradables de la venida del
Mesías como lo hizo Isaías. La mayor parte
de su mensaje se enfocaría sobre el destino
merecido de la orgullosa Nínive.
La “carga” del mensaje de Nahum
también la sintieron los asirios. La Palabra
de Dios es pesada para los insensibles. Su
recepción insensible lleva a la esclavitud
más que a la libertad. Esta es la razón por la
que el escritor a los Hebreos nos exhortó
“Mirad, hermanos, que no haya en ninguno
de vosotros corazón malo de incredulidad
para apartarse del Dios vivo” (Hebreos 3:12).
Este fue el problema de Nínive―La palabra
de Dios sería una “carga.” Esta carga
proveía el castigo pronosticado. Nínive
1W. E. Vine, Diccionario Expositivo de Palabras
del Antiguo Testamento, ed. F.F. Bruce (Old Tappan, N.
J.: Fleming H. Revell Co., 1971), 105.
debía sufrir una devastación de la cual nadie
podría recuperarse. En lugar de que la
Palabra de Dios trajera consuelo y descanso,
traería una carga severa.
Esta trágica recepción de Nínive se
observa a cada momento cuando se presenta
la Palabra de Dios. Al presentarse, es
probada por aquellos que escuchan. Bendice
y protege a algunos (Proverbios 30:5),
mientras que trae una carga severa a otros
(Jeremías 23:29, 36).
Entonces, aquí está el extraordinario
mensaje de Nahum. Su inicio contiene una
gran lección para todos actualmente.
Consideremos a la poderosa Nínive y
observe porqué el mensaje profético de Dios
fue una dolorosa condena.
LA CIUDAD ANTIGUA―¡DE LA
BENDICIÓN A LA CONDENACIÓN!
El pasado de Nínive era más
encomiable
¡que
su
presente!
Aproximadamente de 100 a 150 años antes,
el profeta Jonás había profetizado a Nínive
(Jonás 3:5-10). Al escuchar el mensaje de
Jonás, cada ciudadano se arrepintió. Este
arrepentimiento fue el fruto de escuchar la
Palabra de Dios. Su arrepentimiento los
había salvado de una destrucción segura y
los llevó a una bendición. Ahora, siglo y
medio más tarde, esta bendición se perdió y
¡se presentaba una sentencia! ¿Por qué? De
un estudio general de la profecía de Nahum,
podemos sacar cuatro razones.
Nínive pasó de la bendición a la
condenación porque rechazó la soberanía de
Dios (1:2, 3). El remordimiento no duró
muchos años. El orgullo de Asiria se reavivó
y su humildad fue reemplazada con la
arrogancia. En lugar de buscar la
misericordia de Dios, Nínive “imaginó mal
contra Jehová” y envió a un “consejero
perverso” (1:11). Nínive misma llevará a la
nación a la ruina. De esta manera estaba
asegurando la ira de Dios.
Nadie puede ser
“más inteligente”
que el Todopoderoso.
Cuando alguien imagina
que puede serlo, ¡será
llevado de la bendición a la
maldición!
Nínive fue llevado de la bendición a
la condenación porque no vio lo inútil de
oponerse a Dios (1:5, 6). El poder del
Todopoderoso puede causar que las
montañas tiemblen, que los collados se
derritan y que la tierra se agite. Nínive
tontamente pensó que podría oponerse a tal
fuerza. Las preguntas de Nahum llegan al
meollo del asunto: “¿Quién permanecerá
delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie
en el ardor de su enojo?” El orgullo de
Nínive la había cegado de modo que no
reconocía el poder de Dios; su arrogancia la
estaba engañando a fin de que la majestad
de Dios fuera ignorada; y su satisfacción
engañosa la hizo pensar ¡que Dios podría ser
dominado o aplastado! Esta locura sólo
garantizó que su bendición ¡se convirtiera en
una maldición!
13
Nínive fue llevada de la bendición a
la condenación porque confió en la sabiduría del
mundo para tratar de burlar a Dios (hacerse más
listos que Dios) (1:9, 10). Los asirios “se
imaginaron” (concibieron, pensaron) mal
contra Jehová (1:9). Fueron tan ingenuos que
pensaron que podrían “ser más listos” que la
Deidad Omnisciente. Esta locura se
encuentra en Oseas 7:15 cuando Israel se
apartó de la justicia al orgullo. El fin en
ambas instancias fue el mismo― ¡una grave
condena!
La locura de atacar con la sabiduría
del mundo a Dios se presenta en la imagen
del borracho (1:10) Tal como un borracho se
imagina invencible, así Nínive pensó que
estaba lejos de que el desastre la alcanzara.
El triste comentario de Dios sobre este
exceso de confianza y el que asumieran que
eran invencibles fue conciso―”ser
án
consumidos.” Nadie podrá jamás “ser más
listo” que el Todopoderoso. Cuando alguien
imagina que puede hacer eso, ¡será llevado
de la bendición a la maldición!
Nínive fue llevado de la bendición a
la maldición porque su pecado se había hecho
tan perverso que no quedaba ninguna esperanza
(1:15; 3:19). La ciudad había dejado el
arrepentimiento que produjo el mensaje de
Jonás. Nínive se había doblegado ante el
poder del pecado. Estaba bajo el control
absoluto de Satanás. Solo le dejó la dolorosa
promesa “Porque nunca más volverá a pasar
por ti el malvado; pereció del todo” (1:15,
compárese Oseas 4:7). Las perversas
recompensas del pecado pesaban sobre el
Imperio Asirio. En lugar de una larga vida,
prosperidad, esplendor y grandeza, le
esperaba solamente una “tumba” (1:14); en
lugar de honor
y estima, solamente
“desprecio” (1:14). En lugar de la posibilidad
de longevidad e influencia, se escucha la
promesa de la destrucción absoluta en la
frase “pereció del todo” (1:15). He aquí, el
final apropiado para una nación que había
confiado en sí misma y despreciado la
soberanía de Dios.
Los pecadores deben poner una
atención cuidadosa a este punto. La única 14
recompensa que Nínive podía esperar ¡era
una “tumba”! Todos los que desprecian los
mandatos soberanos de Dios y van por un
camino de pecado en la vida tendrán lo
mismo. No comprenderán la tragedia hasta
el día del juicio. Entenderán que tuvieron la
posibilidad de una bendición y que la
perdieron en el momento en que la
rechazaron y ¡optaron por una maldición!
LA SOCIEDAD MODERNA―DE LA
CONDENACIÓN A LA BENDICIÓN
¿Es posible que una persona
reflexione con respecto a la condena de
Nínive y no desee un destino diferente?
Actualmente muchos se inclinan solamente
a los objetivos egoístas. Mientras que nunca
consideran la necesidad de someterse a los
mandamientos de Dios, no se ven a sí
mismos como “oponiéndose” a Dios cuando
no quieren obedecerlo. Miran su fortaleza y
sabiduría para que les provea satisfacción en
la vida. No se dan cuenta que el pecado los
deja sin ninguna esperanza. Pablo los
describe muy bien como indigentes y faltos
de espiritualidad (Efesios 2:11, 12).
Para quienes están en pecado. La
palabra de Dios es una carga pesada.
Cuando algunos asisten a adorar y se les
anima a que respondan por medio de la
obediencia, agachan sus cabezas, se agarran
a la banca y se niegan responder. Saben que
lo deberían hacer, pero no lo hacen. Salen de
la adoración con sus corazones llenos de la
Palabra de Dios. La Palabra de Dios podría
traerles ricas bendiciones, pero no le dan
oportunidad, lo único que le están
permitiendo es que le traiga una condena
amarga.
¿Que podemos hacer de modo que la
“condena” de Nínive no descanse sobre
nosotros?
Debemos
considerar
la
pregunta
“¿Queremos enfrentar la bendición o la condena
de Dios?” ¡Debemos decidir dónde queremos
pasar la eternidad! En Romanos 2:5-13 Pablo
nos exhorta a escoger la bendición de la
“gloria y honra e inmortalidad” (v. 7) en
lugar de la condena de la “ira y enojo. . .
tribulación y angustia” (vv. 8, 9). ¿Cuál
escogerá usted? ¡Hay que hacer una
decisión! En Juan 5:6b Cristo le preguntó a
un hombre que no podía caminar si en
verdad deseaba estar bien. Tal pregunta
parecería ridícula, pero se requería una
respuesta. Una decisión similar debe hacerse
respecto a nuestro destino eterno. ¿Quién
querrá escoger la condena del infierno
cuando puede escoger la bendición del
cielo?
Deberíamos corregir lo malo que nos está
engañando. Una excelente ilustración de este
punto se encuentra en la conversión de
Saulo de Tarso (Pablo). Primero, aceptó la
soberanía de Dios. Cada vez que se le dio
una orden, la obedeció, (Hechos 26:19).
Segundo, no se empeñó en oponerse
inútilmente a Dios. Saulo se había opuesto
vigorosamente a la voluntad de Dios, sin
embargo cuando fue confrontado con su
oponente se sometió (Hechos 26:14). Tercero,
confió en la sabiduría de Dios. Al dársele a
conocer los mandamientos de Dios, Saulo
obedeció sin cuestionamientos. No trató de
razonar porqué debería obedecer; admitió el
derecho de Dios de mandar y cumplió con
su obligación de obedecer. Cuarto, encontró
esperanza en la obediencia (Hechos 26:22).
Cuando Saulo fue confrontado en el camino
a Damasco con el Señor y con su santa 15
voluntad, fue derrotado por el peso de su
pecado. Sin embargo, encontró una
maravillosa liberación de esa condena y la
bendición maravillosa de Dios (1 Timoteo
1:12-17).
El camino de la condenación a la
bendición está al alcance de toda persona
hoy. La pregunta para nuestra sociedad
moderna es, ¿Queremos ser trasladados de
la condena por el pecado a la bendición de la
obediencia como fue el caso de Saulo de
Tarso?
CONCLUSIÓN
De esta manera la frase inicial de
Nahum llama nuestra atención a una
pregunta vital: ¿Es la Palabra de Dios una
condenación o una bendición para nuestras
vidas?
En el Progreso del Peregrino de Bunyan,
el cristiano lleva su carga con gran
dificultad. Sigue corriendo a un lugar en lo
alto. Sobre aquel lugar está una cruz. Debajo
de la misma está un sepulcro. Al acercarse
un cristiano a la cruz, su carga cae de sus
hombros. La carga del pecado cae en el
sepulcro y no la ve más.
Esta maravillosa liberación de las
cargas del pecado se describe en Colosenses
2:13, 14:
Y vosotros, estando muertos en pecados y en
la incircuncisión de vuestra carne, os dio
vida juntamente con él, perdonándonos
todos los pecados, anulando el acta de los
decretos que había contra nosotros, que nos
era contraria, quitándola de en medio y
clavándola en la cruz.
Esta liberación es posible solamente
por la cruz del Calvario. La carga severa del
pecado es quitada por el sacrificio dedicado
de Cristo. Por favor, permita ser llevado de
la condenación a la bendición en humilde
obediencia de los mandamientos de Cristo.
Siga el ejemplo de Saulo de Tarso, y
descubra como puede quitarse la condena
del pecado y sustituirla con las bendiciones
de la salvación (Hechos 22:16).
Citas
“Si realmente quiere hacer algo,
hallará la forma; si no quiere, encontrará una
excusa.”
“Los obstáculos son aquellas cosas
aterradoras que ve cuando aparta sus ojos
del objetivo.”
16
“El mundo creado es sólo un pequeño
paréntesis en la eternidad”
Sir Thomas Browne
“Si usted no sigue su propio
pensamiento,
entonces
seguirá
el
pensamiento de otro hombre.”
Paul Parker
“Satanás puede citar la Escritura para
su propósito.”
William Shakespeare
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad Para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
El imponente Dios, 1
“Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es
vengador y lleno de indignación; se venga de sus
adversarios y guarda su enojo para sus enemigos.
Jehová es tardo para la ira y grande en poder y no
tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en
la tempestad y el torbellino y las nubes son el
polvo de sus pies. El amenaza al mar y lo hace
secar y angosta todos los ríos; Basán fue
destruido y el Carmelo y la flor del Líbano fue
destruida. Los montes tiemblan delante de él y
los collados se derriten; la tierra se conmueve a
su presencia y el mundo y todos los que en él
habitan. ¿Quién permanecerá delante de su ira?
¿y quién quedará en pie en el ardor de su enojo?
Su ira se derrama como fuego y por él se hienden
las peñas.” (1:2-6).
El término “imponente” se usa hoy a
menudo como una exclamación con
significado trivial. Probablemente pasará a
las páginas del argot desechado igual que
“magnífico” y “asombroso” se usaron hace
algunas generaciones. Sin embargo, cuando
se aplica para hacer una descripción de Dios
tal como se encuentra en la profecía de
Nahum, el término “imponente” es
significativo.
Cuando el adjetivo “imponente” se
aplica a Dios, ¡no es un abuso del lenguaje!
Usado en la descripción de Dios en Nahum,
el término inspira pavor, intimidación,
temor profundo y reverente, una maravilla
asombrosa. “Imponente” es probablemente
la descripción más concisa de Dios tal como
es representado por Nahum. ¿Cómo
describiría usted al “imponente” Dios? La
ignorancia de las religiones paganas buscó
representar a este Ser Majestuoso con una 17
multitud
de
figuras.
Una
antigua
representación jeroglífica de Dios era la
figura de un ojo sobre un cetro. Esto denota
que Dios ve todo y gobierna todo. Un
jeroglífico egipcio era una esfera con alas y
una serpiente saliendo de ella. La esfera
significaba la eternidad de Dios; las alas, su
poder activo y la serpiente, su sabiduría. El
emblema traciano (de Tracia, antigua región
del sureste europeo) era un sol con tres
rayos que irradiaban de él―uno dirigido
sobre un mar de hielo y derritiéndolo, otro
sobre una roca, disolviendo a está y el
tercero sobre un hombre muerto dándole
vida. Si bien estas antiguas representaciones
dan tan sólo unas pocas características
esenciales de Dios (soberanía, sabiduría y
presencia),
se
quedan
cortas
para
representar un retrato completo ¡del Dios
soberano!
Dios mismo se reveló a Israel como
no lo hizo con otro pueblo. A la nación judía
se le dio un conocimiento y entendimiento
especial. Los judíos llamaron a esta
asombrosa Deidad “Jehová.” Era un nombre
de una gran fuerza y poder. Este nombre,
“Jehová” provocaba un gran temor y
reverencia entre los judíos. Tan grande era
su impacto sobre Israel que temblaban al
usarlo. En su lugar usaron el nombre Adonai
[Señor] en su adoración.
El hombre moderno ha perdido el
respeto y ha dejado a un lado la debida
reverencia a este imponente Dios. Esto trae
resultados trágicos ahora tal como lo hizo en
los días de Nínive. Por lo tanto, la
advertencia aplica actualmente, ya que todos
deberíamos respetar a este asombroso Dios.
Cuando Nahum empezó su divino
pronunciamiento de condena, se centró en
los detalles de este majestuoso Dios. Leemos
varias veces “Jehová” en esta sección de
apertura. Este énfasis justificará el duro
juicio que debe revelarse en la profecía. ¡Esta
descripción de Dios revelará que la
aniquilación de Nínive debe ocurrir porque
esta nación malvada había desafiado a esta
Deidad asombrosa al comportarse en forma
despectiva.
Esta sección de apertura se enfoca en
dar una vista balanceada de Dios. Nahum lo
presenta como poseyendo tanto ira como
piedad. La combinación de estas fuerzas
aparentemente opuestas ocurre a menudo
en las Escrituras (Romanos 2:5-9; 11:22; etc.).
Estos dos lados de Dios sirven para esbozar
las marcas introductorias de Nahum
respecto al Ser Majestuoso que traerá una
pronta destrucción sobre Nínive.
LA IMPONENTE IRA DE DIOS
(1:2-6)
Otros profetas habían hablado acerca
de la destrucción de Asiria. Años antes, el
mensaje de Jonás había conducido a un
reavivamiento nacional. Las palabras de
Sofonías se ocuparon más por la
insensibilidad espiritual de Israel. El
mensaje de Nahum fue más que diferente.
Sus palabras representaban un absoluto final
para la poderosa pero malvada nación. Al
empezar Nahum su mensaje, introduce la
causa de la destrucción de Nínive
―¡la ira
divina! Sus palabras sugieren que no hay
escapatoria.
Esta imponente ira ejerció la justicia.
Dios es “celoso” (1:2). Este celo existió
porque Nínive había rechazado la justicia y
aceptado lo profano. El celo es una emoción
intensa. Puede ser ya sea buena o mala. En el 18
sentido negativo se preocupa intensamente
por necesidades egoístas. Este tipo de celo
lleva a la confrontación y a la enemistad.
Hay otro aspecto del celo en 1:2. Dios iba a
enviar la ira sobre Nínive por un celo divino.
Esto fue determinado por la intensa
inclinación de la gente para despreciar la
voluntad divina. Nínive había acogido la
voluntad de Dios, pero había decidido
dejarla a un lado.
Este celo divino se interesa en dos
áreas generales. Primero, Dios tiene una
intensa preocupación por la gente. Cuando
Israel rechazó confiar en Él, su ira divina se
encendió (Isaías 31:1, 3). Segundo, tiene un
intenso interés por su honor. Solamente Dios
merece honra. Solamente Dios debe ser
adorado. Quienes ignoren esta verdad
fundamental provocarán que se encienda su
ira (Éxodo 20:5; 34:14; Deuteronomio 5:9;
Josué 24:19). Este segundo aspecto del celo
de Dios queda ilustrado cuando Jesús lanzó
a los cambistas del templo (Mateo 21:12, 13)
y cuando Dios no permitió que Israel entrara
al descanso prometido (Hebreos 3:16-18).
Debido a que le dejaron de honrar, el celo
divino provocó un castigo lleno de ira.
Nínive desestimó a Dios al escoger
ignorar la justicia. De esta manera, esta
ciudad orgullosa tuvo que enfrentar la ira
celosa de Dios.
Imagine cuántas personas en la
actualidad sin pensar juegan con la honra de
Dios. Son exactamente como Nínive. No
ponen atención a las declaraciones del
Majestuoso Soberano. Su religión rebajada o
despreocupada los llevará a enfrentar
también la ira del Dios celoso.
Esta imponente ira estaba bajo control.
Dios estaba “furioso” o “lleno de ira” (1:2).
La expresión hebrea significa literalmente el
“dueño, el administrador de ira.” Por lo
tanto, Nahum está presentando la idea que
la ira de Dios está bajo un estricto control.
Así como el celo, la ira puede tener o bien un
significado positivo o uno negativo. Cuando
el escritor de Proverbios constantemente
advierte respecto a la ira descontrolada, ese
enojo lleva al dolor (Proverbios 22:24; 29:22).
La ira de Dios está dominada por el control
divino. El Todopoderoso puede controlar su
ira y dirigirla hacia el juicio final.
Nínive había desafiado al que estaba
“furioso.” ¡Tal ignorancia era imperdonable!
Esta imponente ira había esperado
pacientemente. Dios es “lento para la ira”
(1:3). Había esperado; No actuó por impulso.
Jonás se disgustó porque Dios se contuvo de
destruir a Nínive. En su ataque de histeria
Jonás lanzó esta acusación a Dios: “Y oró a
Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto
lo que yo decía estando aún en mi tierra?
Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque
sabía yo que tú eres Dios clemente y
piadoso, tardo en enojarte y de grande
misericordia, y que te arrepientes del mal.”
(Jonás 4:2). El salmista comentó de Dios,
“No contenderá para siempre, ni para
siempre guardará el enojo” (Salmos 103:9).
¡Este aspecto de la imponente ira de
Dios es de lo más consolador! ¿Qué si Dios
no tuviera este rasgo? Actualmente muchos
dan por sentado el carácter paciente de Dios,
¡piensan que pasará por alto el pecado y por
eso nunca obedecerán su voluntad!
Nínive se atrevió a desafiar al Único
que ha practicado esta paciente espera. ¡La
ciudad orgullosa no había aprovechado la
oferta divina! Cuando Nahum habló, ¡la
oferta había terminado!
19
Esta imponente ira garantizó un castigo
completo. Él “en ninguna manera” olvidará
(1:3). Aunque es paciente, ¡Dios no olvidará!
Su paciencia no debe verse como debilidad
(2 Pedro 3:8, 9). Pensaríamos que el malvado
prospera y que Dios no ve los crímenes
inhumanos e injusticias, pero las palabras de
Nahum nos recuerdan que “guarda ira.”
Esto nos evoca la declaración de Pablo que
aquellos que fallan en obedecer el evangelio
“atesoran ira” para el día del juicio
(Romanos 2:5). Pablo concuerda con
Nahum, estableciendo que “Dios juzgará los
secretos de los hombres” (Romanos 2:16).
Aquellos que están propensos a esta gran ira
pueden tener la seguridad que el pago
completo de sus pecados está por venir
(Éxodo 34:6, 7).
Hoy frecuentemente se ignora esta
verdad. La gente se equivoca al no obedecer
a Dios porque confía pensando que el “día
de paga” nunca llegará. Otros creen que un
“Dios amoroso” nunca hará pagar a los
hombres y mujeres por el pecado. Sin
embargo, nadie puede evadir el juicio de
Dios, porque la imponente Deidad “guarda
enojo.”
Esta imponente ira se apoyó en su
omnipotencia. (1:3b-6). Nahum describe
varias catástrofes naturales para ilustrar el
castigo de Dios. Cada instancia revela su
imponente poder. La ira de Dios se muestra
al pueblo rebelde a través de estas
catástrofes. Todas las catástrofes servirán
para magnificar la grandeza de Dios y
¡evidenciar la debilidad del hombre!
Todos están almacenando
tesoros para la eternidad.
El justo está guardando
tesoros de bendiciones y
dicha. El que no se quiere
corregir almacena “tesoros”
de ira.
Este poder absoluto obliga a todas las
personas a admitir que no tienen posibilidad
de sobrevivir si rechazan el arrepentirse
(Deuteronomio 4:24). A pesar de eso
rechazan arrepentirse y se ponen inclusive
más obstinados hacia Dios (Apocalipsis 9:20,
21). Si Dios posee semejante poder tan
profundo sobre el mundo material, ¿cómo
pueden los mortales pensar en aguantar su
imponente ira? Quizás encontremos una
clave en Apocalipsis 6:12-17, donde los
pecadores apelan a las rocas y montañas
para esconderse en la Segunda Venida y el
Juicio. Tal escape es inútil, ¡porque la
imponente ira es muy severa!
El que no quiera corregirse debería
escuchar estas palabras:
1James Wolfendale, El comentario homilético
del predicador, Vol. 20 (Grand Rapids, Mich.: Baker
Book House, 1974), 465.
El cielo y la tierra sienten la sacudida
de su ira. El mar es amenazado por su
poder y la fertilidad de la tierra se
termina ante su presencia. Las
montañas tiemblan, los collados se
derriten; toda la naturaleza tiembla
ante su ira. Nadie puede estar de pie
ante una furia como esta. El más
fuerte se hará cobarde y el más
insensible se derretirá.1
El salmista nos exhorta a comprender
este imponente poder de Dios, “Tema a
Jehová toda la tierra; Teman delante de él
todos los habitantes del mundo” (Salmos
33:8).
LAS CONSECUENCIAS DE ESTA
IMPONENTE IRA
Al considerar estos rasgos de la
imponente ira de Dios, descubramos
algunas ideas prácticas que apliquen a toda
alma.
¡Dios castigará! Nahum dice que Dios
“guarda ira” y que “se venga” (1:2, 3). Todos
están almacenando tesoros para la
eternidad. El que es justo está guardando
tesoros de bendiciones y dicha. El que no se
quiere corregir almacena “tesoros” de ira.
¿Ha reflexionado sobre los “tesoros” de los
que no se quieren corregir? Cualquier cosa
que hagan, es para almacenar ira. Quizás
estén haciendo obras de caridad, ganando
riqueza o haciendo servicios a la
comunidad, sin embargo solamente están
guardando tesoros de ira para la eternidad.
Podrán encontrar placer y fama en la tierra,
pero también están acumulando ira sobre
ira. Reflexione cuán serio es esto―el
pecador tiene un “tesoro” más pesado de
20
ira hoy que ayer. Cuando se acuesta a
descansar en la noche, podrá ser más rico de
acuerdo a los estándares del mundo, pero
tiene más ira acumulada de la que tenía
¡cuando se levantó esta mañana! Por lo tanto
hay una exhortación para permanecer fiel ya
que Dios castigará el pecado (Deuteronomio
4:23a, 24).
¡Dios será invencible! La pregunta sin
rodeos escrita por Nahum debe estimular el
corazón del pecador a la obediencia: ¿Quién
permanecerá? (1:6). La respuesta simple es
que nadie puede permanecer a menos que
obedezca los mandamientos de Dios (1:8;
Apocalipsis 6:17). Dios protegerá al salvo
pero aplastará a sus enemigos (Apocalipsis
17:14).
¡Dios quitará toda esperanza y extinguirá
toda alegría del desobediente! El mensaje de
Nahum es este: “Consumirá a sus
adversarios y mandará a sus enemigos a las
tinieblas“ (1:8). Pablo describe este fin en 2
Tesalonicenses 1:7-9. Cuando Cristo regrese,
todos los desobedientes “perecerán.”
CONCLUSIÓN
¡No debemos olvidar lo que Nínive
olvidó! Esta ciudad se hizo tan orgullosa
¡qué olvidó la imponente ira de Dios! Esto
debe ser una advertencia para disuadirnos
cuando somos tentados por Satanás,
también debe ser un consuelo cuando nos
enfrentamos a injusticias y además debe ser
un empujón cuando somos tentados a ceder
en nuestras convicciones. Fue esta
imponente ira la que el escritor a los
Hebreos usó para corregir a sus hermanos
perezosos. ¿Quién querrá caer en las manos
del Dios vivo (Hebreos 10:31)?
Si usted no está preparado para 21
enfrentar el Día del Juicio, debería
reflexionar en esta lección de Nahum. El
orgullo de Nínive la llevó al egoísmo
absoluto y a una eventual ruina. Un día la
imponente ira de Dios vendrá como
“torbellino.” De repente, violenta e
inevitablemente todos estaremos cara a cara
con Dios. El mundo será destruido y su alma
será condenada si usted no ha obedecido el
evangelio. Obedezca la invitación cariñosa
de Dios a que crea en Cristo como el único
Hijo de Dios (Juan 3:16). Confiese su fe a
otros (Mateo 10:32). Arrepiéntase de ir por el
camino del orgullo y ríndase a la voluntad
del Señor (Lucas 13). Bautícese para el
perdón de los pecados y de esta manera
colóquese en Cristo (Gálatas 3:27; Hechos
22:16). Finalmente, viva su vida como un
cristiano comprometido y fiel (Apocalipsis
2:10), así esperará con ganas las
recompensas de Dios en lugar de temer su
ira.
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad Para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
El imponente Dios, 2
“Jehová es bueno, fortaleza en el día de la
angustia; y conoce a los que en él confían. Mas
con inundación impetuosa consumirá a sus
adversarios y tinieblas perseguirán a sus
enemigos.” (1:7, 8).
La crueldad bárbara de Nínive estaba
a punto de ser devuelta. El profeta de Dios
fue enviado para entregar un mensaje de
muerte a la gran ciudad. Este mensaje
podría ser brevemente resumido en, “El
pecado tiene su paga, ¡y la de ustedes está
llegando!” Las palabras de apertura del
mensaje de Nahum hablaron sobre el juicio
lleno de ira que estaba por venir. La ciudad
malvada no sería capaz de resistir. La
devastación total estaba decretada. Una
fuerza descomunal destrozaría a esta nación,
Asiria, trayendo un desastre completo, una
catástrofe.
En medio de la descripción por parte
del profeta de esta terrible Majestad, Nahum
habló de la “bondad” de Jehová. Mientras
que el malvado y el desobediente
encontrarían el terror y miedo, algunos
encontrarían consuelo. Tal contraste tan
asombroso se presenta a menudo en las
Escrituras como una advertencia para el
desobediente (2 Tesalonicenses 1:7-10;
Romanos 11:22; etc.). Nos recuerdan en una
forma conmovedora que sólo existen dos
opciones en asuntos espirituales. No existe
“término medio” cuando se viene a la
obediencia a Dios. Aquellos que ignoran a
Dios encontrarán una eternidad de aflicción,
mientras que aquellos que lo obedecen 22
encontrarán dicha, ¡es una advertencia
sombría, tétrica!
El retrato de Dios puede describirse
con una palabra: “imponente.” Inspira una
sensación de temor y de profunda
reverencia, aun de miedo. La descripción de
la ira de Dios es aterradora, sin embargo la
descripción
de
su
misericordia
es
reconfortante. Habiendo examinado su
imponente ira, vamos ahora a contemplar su
imponente misericordia.
LA IMPONENTE MISERICORDIA DE
DIOS DETALLADA (1:7, 8)
Dios ofrece una zona segura para
cualquiera que desea escapar de su ira.
Nínive había respondido a esta oferta
cuando se presentó el mensaje de Jonás. La
respuesta del rey asirio fue una llamada
general al arrepentimiento nacional. Su
razonamiento fue, “Quién sabe si se volverá
y se arrepentirá Dios y se apartará del ardor
de su ira y no pereceremos” (Jonás 3:9). En
respuesta a esta ciudad arrepentida, cuando
Dios vio sus obras, “que se convirtieron de
su mal camino, se arrepintió del mal que
había dicho que les haría y no lo hizo.”
(Jonás 3:10). ¿Por qué? Su imponente
misericordia ofreció un escape seguro. Esta
es la característica de Dios (Salmos 46:1; 86:4,
5; 100:5).
Veamos más de cerca los versículos 7
y 8 y notemos la descripción de la
maravillosa misericordia de Dios.
La base de su imponente misericordia
se resume por la simple palabra “bueno” en
el versículo 7a. Esta palabra es sencilla, sin
embargo tiene un vasto significado. El niño
inocente que aprendió a orar, “Dios grande,
Dios bueno,” sin embargo se equivoca al no
comprender las palabras en su profundo
significado.
Esta bondad de Dios a menudo se
encuentra en las Escrituras. En los Salmos
leemos, “Porque tú, Señor, eres bueno y
perdonador, y grande en misericordia para
con todos los que te invocan” (Salmos 86:5;
cf. 107:8, 9; 118:29). Todo lo que hace Dios
puede colocarse bajo el sencillo encabezado
“es bueno.” Todo lo que Él hace es
infinitamente bueno.
Solo Dios se muestra como la Deidad
de bondad. La ignorancia primitiva
fabricaba un millar de dioses, con cada uno
teniendo muchos rasgos. Sin embargo,
ninguno tiene la calidad de “bondad.”
¡Ninguno de ellos es permanentemente
bueno! Solamente Dios puede describirse en
esa forma tal como Nahum lo describe: “El
Señor es bueno.”
Este fundamento de bondad regula la
forma en la cual Dios trata con los mortales.
Las personas que se han rebelado
tercamente contra la voluntad de Dios son
señalados por Él como “hijos de
desobediencia.”
Como
tales,
nada
merecemos sino sólo la terrible ira descrita
en el 1:2-6. La imponente misericordia de
Dios ha dado los medios por los cuales
podemos librarnos de la ira (Efesios 2:1-4).
¿Por medio de qué? Por medio de su
“bondad.”
Esta bondad se muestra por Dios para
traer al hombre que está perdido a la
salvación
(Romanos
2:4).
Cuando
entendamos la terrible ira que justamente
merecemos y nuestra imposibilidad de
escapar, comprenderemos el predicamento
en el cual nos encontramos. Tal 23
entendimiento nos llevará a gritar, “¿Qué
haremos?” (Hechos 2:37; 16:30). Debemos
estar agradecidos con la bondad de Dios que
ha proporcionado el único medio de
escape―Jesucristo. El Unigénito de Dios fue
enviado a la tierra para ser nuestro abogado,
para convertirse en la propiciación que es lo
único que puede rescatarnos de la ira de
Dios (Juan 3:16; 1 Juan 2:1, 2). Este
maravilloso escape se ha hecho disponible
para todo hombre y mujer que crea en el
evangelio (Marcos 16:16).
Dios es o bien una fortaleza
de misericordia para dar
refugio a su corazón o un
terror para su alma.
Las palabras de Nahum revelan que
aquellos de nosotros que somos salvos por la
bondad de Dios podemos regocijarnos con
tres maravillosas bendiciones. Primero,
porque encontramos una “fortaleza” (1:7b). Esto
se refiere literalmente a una “muralla”
donde se encuentra la seguridad absoluta.
“Torre fuerte es el nombre de Jehová; A él
correrá el justo y será levantado”
(Proverbios 18:10; compárese Jeremías
16:19). Una historia de las guerras de
Alejandro el grande describe su llegada a los
sogdianos (NT. Pueblo que ocupó lo que
actualmente es Tayikistán y Uzbekistán). Al
llegar a ese pueblo estos moraban en un
peñasco y tenían literalmente como
municiones a rocas para su defensa, ellos se
burlaron de él y preguntaron si sus soldados
tenían alas o no. Los sogdianos dijeron, “Al
menos que sus soldados puedan volar, ¡no te
tememos!” Esta es una verdad similar
cuando Dios exalta a una nación, Él puede
colocarlos sobre un peñasco tan grande que
sus adversarios no pueden poner en peligro
su seguridad. Estamos salvos del peligro,
porque Dios es nuestra fortaleza y
protección (Salmos 27:1; Romanos 8:31-37).
Somos salvos del desánimo de cumplir con
nuestro deber, porque Dios provee lo
suficiente para trabajar (2 Corintios 3:5).
Somos salvos de las fallas de la salud física,
por aun en nuestra debilidad encontramos
una reserva de fuerzas (2 Corintios 12:9, 10).
A pesar que muchos están buscando
este “refugio,” se niegan a obedecer a Dios y
por lo tanto ¡nunca lo encontrarán! Entre los
primeros templos construidos después de
que Roma se fundó fue uno al “Dios del
refugio.” Los romanos llamaron a este
templo el Dios Asilo. Este siempre estaba
abierto para todos aquellos que llegaran.
Aquí el esclavo era libre de su amo, el
deudor del acreedor y el asesino de su
vengador o juez. Este asilo estaba protegido
de toda violación por instrucción del
Oráculo de Apolo. Ningún esclavo o
delincuente podría estar a salvo sin entrar a
este refugio. De la misma manera, cuando
reconocemos nuestra necesidad de refugio,
debemos entrar a la protección de Dios. Si
ignoramos esta vía para llegar a la bendición
de Dios, nunca alcanzaremos nuestra
“fortaleza” que nos dará la protección.
Segundo, porque encontramos a alguien
que verdaderamente nos “conoce” (1:7c). Cuan
consoladora es esta frase de Nahum para el
alma cansada: “conoce a los que en él
confían.” La frase dice que el cuidado de 24
Dios es para siempre sobre aquellos que
procuran vivir para hacer su voluntad.
“Porque sus ojos están sobre los caminos del
hombre y ve todos sus pasos” (Job 34:21). El
conocimiento divino es minucioso que Dios
sabe lo que necesitamos antes de que la
petición cruce nuestros labios en la oración
(Mateo 6:8; compárese Salmos 1:6; 37:18;
119:168; Mateo 10:29, 30).
Cuando Hans Christian Andersen,
era niño, el famoso escritor danés, andaba
afuera con su mamá segando en los campos
de un hombre que era conocido por ser
extremadamente cruel. Los segadores lo
vieron venir y empezaron a huir. Los
zapatos toscos de Hans se le soltaron y no
pudo correr porque los troncos que
quedaban unidos a la raíz que dejaban los
segadores lastimaban sus sensibles pies. Él
no pudo continuar con los otros que iban
corriendo. Hans era atrapable. El brusco
propietario estaba casi a punto de alcanzarlo
con su azote. De repente Hans, en su
desesperación se llenó de valor, se detuvo y
lo miró a su cara y le dijo, “¡Cómo se atreve
a golpearme cuando Dios puede verlo!” La
ira del hombre se apagó; en lugar de pegarle
al niño, acarició sus mejillas y le dio algo de
dinero. Sabiendo que los ojos de Dios están
sobre sus hijos, que Él los está cuidando,
¡debe traer un gran consuelo a los cristianos!
Esta es una maravillosa bendición la cual
viene de su “bondad.”
Tercero, porque podemos estar seguros de
que nos defiende (1:8). Hay una seguridad
absoluta que la justicia será aplicada a los
que persiguen a los justos. Las palabras de
Nahum retratan una amplia destrucción.
Todos los que se oponen al justo ¡serán
destruidos y perecerán en la oscuridad! Note
la confianza absoluta de esta defensa:
“consumirá . . .y perseguirá.” ¡No hay duda en
lo absoluto! De esta manera, el cristiano
debe confiar en la defensa de Dios. La
justicia triunfará. El mal será corregido
(Romanos 12:19).
LA CONDICIÓN IMPONENTE DE DIOS
DETALLADA (1:7c)
Entendiendo que o bien enfrentamos
la imponente ira de Dios o llegamos a ser
beneficiarios de su imponente misericordia
debería hacernos pensar. La ira de Dios y su
misericordia son las únicas dos alternativas
para la eternidad. Por lo tanto, todos
nosotros deberíamos buscar la misericordia
y no la ira. Este entendimiento debería
llevarnos a gritarlo a aquellos que están
perdidos como los apóstoles lo hicieron,
“¡Sed salvos de esta perversa generación!”
(Hechos 2:40).
Para ser salvos de su ira, debemos
llenar
la
condición
que
establece
Nahum―poner nuestra “confianza” (RV60)
o nuestro “refugio” en Él (LBLA) (1:7c). Esto
es una demostración de la fe que responde a
los mandamientos de Dios. “Se complace
Jehová en los que le temen, y en los que
esperan en su misericordia” (Salmos 147:11;
compárese Eclesiastés 12:13, 14). Cuando
aprendemos
a
confiar
en
Dios,
encontraremos un refugio seguro.
Actualmente ¿Cómo puede una
persona demostrar que ha colocado su
confianza en Dios y escapar de la imponente
ira de Dios? La forma se revela en las
Escrituras del Nuevo Testamento. Para
comprender de la apremiante situación sin
esperanza y de la cita ineludible con la ira de 25
Dios, uno debe tener confianza para creer
que su Hijo, Jesucristo, murió por nosotros
para el perdón de nuestros pecados
(Romanos 10:9, 10). La persona comprenderá
la necesidad de obedecer todos los
mandamientos de Dios que están asociados
con la salvación. Esto significa que querrá
confesar a Cristo (Mateo 10:32), con
impaciencia pedirá ser bautizado para
perdón de pecados (Hechos 22:16) y vivirá
cada día por fe (2 Corintios 5:7). De esta
manera, mostrará confianza absoluta en los
mandamientos de Dios. Su confianza será
una bendición. El salmista dijo, “Mas yo en
tu misericordia he confiado; mi corazón se
alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová,
porque me ha hecho bien” (Salmos 13:5, 6).
CONCLUSIÓN
La profecía de Nahum empieza con
una dramática introducción. Esta intensa
descripción de Dios eliminaría cualquier
duda acerca de la destrucción real que viene
a Nínive. Él les dijo que la imponente ira de
Dios es terrible, que la imponente misericordia
de Dios es reconfortante, y que la imponente
condición de Dios para beneficiarse de esa
misericordia es increíblemente simple y
razonable.
El mensaje de Nahum no les
remordió los corazones rebeldes de aquellos
en Nínive. La orgullosa ciudad no reconoció
la imponente ira de Dios. Por lo tanto, su
destrucción estaba asegurada.
¿Qué acerca de usted? ¿Está en una
condición de pecado o de salvación? Dios es
o bien una fortaleza de misericordia para
dar refugio a su corazón o un terror para su
alma. ¿Qué es Él para usted?
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad Para Hoy
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26
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
¡Peligro!, ¡Hombre aplastado!
(1:9-13)
“¿Qué pensáis contra Jehová, Él hará
consumación; no tomará venganza dos veces de
sus enemigos. Aunque sean como espinos
entretejidos, y estén empapados en su
embriaguez, serán consumidos como hojarasca
completamente seca. De ti salió el que imaginó
mal contra Jehová, un consejero perverso. Así ha
dicho Jehová: Aunque reposo tengan, y sean
tantos, aun así serán talados y él pasará.
Bastante te he afligido; no te afligiré ya más.
Porque ahora quebraré su yugo de sobre ti, y
romperé tus coyundas.” (1:9-13).
Cuando la armada española fue
derrotada por una tormenta, Inglaterra
acuñó una medalla con esta inscripción:
“Aflavit Deus, et dissepantur,” lo cual significa
“Dios sopló sobre ellos y fueron
dispersados.” Todas las monedas fueron
estampadas con la sencilla frase “Dei Gratia,”
en honor al Soberano celestial. De la misma
manera los Estados Unidos, desde la Guerra
de Independencia, ha colocado en sus
monedas el lema “En Dios confiamos.” Estas
son ilustraciones de cómo el hombre a
menudo reconoce el poder del Dios
Todopoderoso.
El mensaje de Nahum empezó
reconociendo este principio general: Jehová
es el Soberano Todopoderoso que castiga el
pecado. Aquellos que son culpables no
podrán resistirlo (1:2-6). Nahum aplicó este
principio general al dar datos concretos. En
el 1:9-13 el poder de Dios se presenta como
una fuerza abrumadora, aplastante ¡nada
puede resistirlo! “¡Hombre aplastado!” es el
grito de alarma que proviene de este texto.
Mientras que Dios es el refugio para el fiel,
Él en forma aplastante destruirá a todos lo
que ponen su confianza en ellos mismos.
Muchos han reconocido el poder
divino sólo para ser cegados por el pecado.
Le sucedió a Israel cuando acampaba en el
Sinaí (Éxodo 32:1, 4), en Kibrot-hataava
(Números 11:34), y en Cades (Deuteronomio
1:32, 43). Esto le sucedió a Judas (Mateo 27:310), a Ananías y Safira (Hechos 5:2), a Simón
(Hechos 8:22), y a una multitud de otros.
Este peligro de ser cegados por el pecado
aun reconociendo el poder de Dios,
permanece como una amenaza para el
cristiano actualmente. Si una persona es
cegada por Satanás, podría ser aplastada por
toda la eternidad (1 Corintios 15:58; 1 Pedro
5:8).
Es fácil olvidarse del poder de la
fuerza divina. Es tentador confiar en el
hombre cuando pensamos que Dios es muy
lento, paciente. Así que olvidamos a Dios. Si
persistimos en no corregir, al final seremos
aplastados por el poder divino que asestó a
Nínive.
27
¿Cómo aplasta la fuerza de Dios al
hombre?
HECHOS APLASTANTES ACERCA DEL
PODER DE DIOS
Primero, el poder divino aplasta a
aquellos que confían en sus propios
razonamientos (1:9, 11). Nínive ilustra la
locura de todos los que piensan que pueden
“burlar” a Dios. Los asirios evidentemente
creyeron que eran más inteligentes que el
Dios Todopoderoso. Erraron en no recordar
las palabras de Salomón: “No hay sabiduría,
ni inteligencia, ni consejo, contra Jehová”
(Proverbios 21:30). Años antes Asiria había
intentado “demostrar más inteligencia” que
Dios. En 2 Reyes 18 y 19 encontramos que
los asirios acabaron con la oposición y
habían alcanzado las afueras de Jerusalén.
Rabsaces era el emisario enviado con la
petición a Judá para rendirse. Israel fue
invitado a rendirse a Asiria (2 Reyes
18:29ss). Los astutos asirios pensaron que
podían emprender una guerra psicológica y
ganarla haciéndole a Judá preguntas acerca
del poder de su Dios, pero las palabras de
Isaías animaron a Judá llevándolos a
rechazar la invitación asiria (2 Reyes 19:5-7).
El poder de Dios aplastó a los asirios y
devastó a su ejército (2 Reyes 19:35ss). ¿Por
qué fue el golpe tan devastador? Los asirios
habían intentado “burlar” a Dios con un
razonamiento humano (2 Reyes 19:22, 23;
compárese Isaías 36:13-20). Este antecedente
probablemente es referido por Nahum en el
1:9-11. El hábil Rabsaces cuestionó el poder,
los propósitos y la providencia de Dios (2
Reyes 19:16b, 22).
Las palabras de Nahum presentan
una pregunta sin rodeos a Nínive: ¿Se atreve
la nación a pelear con Dios nuevamente? ¿Se
imaginó Asiria que podría “burlar” a Jehová
en esta ocasión? La respuesta franca del
profeta se encuentra en 1:9b: “El hará
consumación; no tomará venganza dos veces
de sus enemigos.” El razonamiento asirio
sería aplastado y ¡se disiparía por siempre!
La confianza en el razonamiento
humano de rechazar el reinado soberano de 28
Dios es muy común. Todos aquellos que
intentan “despreciar” a Dios tarde o
temprano serán expuestos como unos
grandes necios (1 Corintios 1:18-21, 25-28).
El Talmud relata la siguiente leyenda: Una
vez un príncipe le dijo al Rabí Gamaliel, “Tu
Dios es un ladrón. Sorprendió a Adán en su
sueño y le robó una costilla.” La hija del
rabino oyó por casualidad esto y le susurró a
su padre, pidiendo permiso para responder.
Él dio su consentimiento. La muchacha dio
un paso adelante y fingiendo consternación,
levantó sus manos y gritó, “¡Mi Señor!
¡Justicia! ¡Venganza!” El príncipe preguntó
“¿Qué ha sucedido?” “Ha sucedido un
horroroso robo. Un ladrón ha entrado
sigilosamente a nuestro hogar, ¡se ha llevado
una copa de plata y ha dejado una de oro en
su lugar!” “¡Qué ladrón tan honrado!”
Exclamó el príncipe. “Tales robos deberían
ocurrir más frecuentemente.” La muchacha
dijo, “Entonces contemple, Señor, tal fue la
clase de robo de nuestro Creador. Él le robó
una costilla a Adán y le dio una esposa
hermosa a cambio.” La necedad del príncipe
fue expuesta y todo lo que pudo decir fue,
“Bien dicho.”
Vamos a mantener esta exhortación
claramente en nuestra mente: “Fíate de
Jehová de todo corazón, y no te apoyes en tu
propia prudencia. Reconócelo en todos sus
caminos, y él enderezará tus veredas”
(Proverbios 3:5,6; compárese Proverbios
14:12; 1 Corintios 2:4, 5). Si no nos
mantenemos alerta con respecto al
razonamiento humano, también nosotros,
¡caeremos en la trampa del pecado y
seremos abrumados, aplastados por el poder
de Dios!
Segundo, el poder divino aplasta a
aquellos que confían en su propia seguridad
(1:10, 12a). Entre las ilustraciones que
revelan la tragedia de la autosuficiencia y la
falsa seguridad, dos ciudades, Nínive y
Babilonia representan las más grandes
locuras, las más grandes necedades.
Mientras que Babilonia confío en la
grandeza y el materialismo, Nínive encontró
seguridad en su fuerza. Sus murallas eran
enormes. Sus tropas eran numerosas. Su
seguridad se suponía era sólida. ¡Todo era
falso! Las palabras de Nahum describen la
inseguridad real en cuatro figuras. Primero,
Nínive había construido defensas que
parecía le proporcionaban una gran
protección. El poder de Dios haría que estas
fortalezas desaparecieran como si fueran
espinas ardiendo (1:10a). Una maraña de
espinas es intimidante; sin embargo una vez
que el fuego ha barrido con ella, no
representa ninguna amenaza. Segundo,
Nínive descansó sobre una seguridad que
resultó de su ignorancia. El borracho cree
que ninguna tarea es imposible, que ningún
problema es demasiado grande. Esa clase de
confianza es una necedad, una locura.
Nínive fue como aquellos están “empapados
en su embriaguez” (1:10b). Tercero, la
seguridad de Nínive se asumía que era
fuerte pero era tan precaria como la hierba
seca que se ha marchitado y se ha secado
con el sol. Una pequeña chispa causará la
ruina (1:10c). La cuarta contempló al ejército
de Asiria (1:12). Aunque fuera compuesto de
un enorme número, era ineficaz para
proporcionar seguridad.
Actualmente la gente está ávida de
una seguridad sólida. A menudo siguen el
engaño del pecado y creen que la única
seguridad es la proveída por el mundo. 29
Hacen esfuerzos para hallar esta seguridad,
comprometiendo los principios divinos. Esto
le sucedió a Demas (2 Timoteo 4:10). Como
consecuencia de este compromiso peligroso,
Pablo exhortó a los cristianos a buscar las
cosas de arriba por encima de los bienes
materiales terrenales para su seguridad
(Colosense 3:1, 2). Muchos son incapaces de
hacer esto y siguen una “seguridad” que
solamente lleva a la ruina (2 Pedro 2:1).
La falsa seguridad que ofrece este
mundo se ilustra por dos gallos que
luchaban por la soberanía del gallinero. La
sangrienta pelea se desarrolló durante un
tiempo con igualdad de ambos lados. Al
final, uno se dio por vencido. El
conquistador voló a la cima del gallinero,
golpeo sus alas en sus lados y
orgullosamente cantó por su victoria. Un
halcón, que se cernía en el aire, lo vio. De
repente, bajó en picada sobre el orgulloso
gallo y se lo llevó con sus garras. ¡Todos los
que confían en cualquier cosa menos en Dios
para su seguridad también serán aplastados!
Dios ofrece una seguridad que excede
a las murallas fortificadas y a los ejércitos.
La fortaleza de Dios le da seguridad. Esta
fue la seguridad que enmarcó Pablo con sus
palabras, “porque yo sé a quien he creído y
estoy seguro que es poderoso para guardar
mi depósito para aquel día.” (2 Timoteo
1:12). La confianza de Pablo en la fortaleza
de Dios le permitió encontrar un
contentamiento real aun el medio de
grandes problemas (Filipenses 4:11-13).
Pablo rechazó el pensamiento necio de que
la pompa y el éxito material ofrecen una
mayor seguridad que la simple fe en Dios (1
Timoteo 6:6).
La Palabra de Dios repetidamente nos
advierte respecto a la locura de buscar
seguridad en las posesiones materiales. La
locura se presenta por tres verdades obvias:
La seguridad del mundo ofrece únicamente
placer temporal (Hebreos 11:25), todo será
deshecho para siempre (2 Pedro 3:10, 12), y
será aplastada por la fuerza divina
(Apocalipsis 18:8).
Si queremos evitar la
aplastante ira de Dios,
debemos hacer lo que es
razonable y someternos
a sus mandamientos
Tercero, el poder divino aplasta la
esclavitud en que están los que confían en su
propias fuerzas (1:13). Nínive controló el
mundo. Su imperio incluyó incontables
masas que eran obligados a servirle (2 Reyes
18:14). Este sometimiento era cruel y difícil.
Parecía interminable. La fuerza de Dios
¡aplastaría este gobierno de “manos de
hierro”! Las más grandes fuerzas armadas
de la tierra ¡fueron incapaces de enfrentar a
la fuerza aplastante de Jehová Dios!
¿Por qué el hombre moderno sigue el
antiguo ejemplo de Asiria en vez del fiel
ejemplo de Pablo? Muchos son víctimas de
la esclavitud del pecado porque son avaros
de una seguridad terrenal. Como Nínive,
nunca encontrarán la paz. Encontrarán una
servidumbre cruel e implacable (Tito 3:3; 2
Pedro 2:19). Encontrarán cautividad en lugar
de libertad (Romanos 7:23; Isaías 61:1; Lucas
4:18). Se colocarán ellos mismos un yugo y 30
serán avergonzados (2 Corintios 6:14).
Encontrarán solamente cansancio y trabajo
duro (Jeremías 9:5). Muchos están
“exhaustos” y “gastados” en nuestros días.
La mayoría están luchando por encontrar
seguridad en este mundo pero solamente
encontrarán
cansancio
porque
han
abandonado la fortaleza divina (Jeremías
9:5).
El pecado llega fácilmente sin
embargo ¡ata fuertemente! Esa esclavitud
puede romperse solamente con la fuerza
divina de Jesucristo (2 Corintios 10:5; 1
Corintios 9:27; Efesios 4:8). Justo como Dios
“rompió” el yugo de la esclavitud asiria
sobre Israel, Él romperá la cautividad del
pecado (2 Timoteo 2:26).
LECCIONES APLASTANTES
DEL PODER DE DIOS
De las claras verdades respecto a la
aplastante fuerza de Dios, se manifiestan al
menos tres conclusiones.
La sumisión al poder divino es el único
acto razonable. Si uno busca estar en el favor
del Todopoderoso, ¡la completa entrega a Él
debe
venir
primero!
Todos
los
mandamientos de Dios son razonables. ¿Es
razonable creer que Jesucristo es el Hijo de
Dios? Sí (Hechos 8:37; Juan 3:16). ¿Es
razonable para Dios que confesemos esa fe?
Sí (Mateo 10:32). ¿Es razonable para Dios
decir, ¿Debe cambiar su forma de vivir? Sí
(Hechos 2:38; Lucas 13:3). ¿Es razonable para
Dios ordenarnos que nos bauticemos para
recibir la remisión de nuestros pecados? Sí
(Hechos 22:16; 1 Pedro 3:21). Si queremos
evitar la aplastante ira de Dios, ¡debemos
hacer lo que es razonable y someternos a sus
mandamientos!
La protección dada por el poder divino es
la única seguridad real. Las promesas de Dios
son sólidas porque ofrecen protección a
aquellos que obedecen sus mandamientos
(Juan 6:40; 10:28). Si el razonamiento
humano, la seguridad y la esclavitud no
pueden soportar la aplastante fuerza de
Dios, ¿Por qué confiar en ellas? ¿Por qué no
buscar la protección que ofrece esperanza?
(Proverbios 1:33; 3:13-26)?
La obediencia al poder divino es el única
libertad para la esclavitud (Romanos 6:17, 18).
La única manera de que el hombre pueda
escapar de la fuerza aplastante de Dios es a
través de la sumisión.
CONCLUSIÓN
El mensaje de Nahum empezó por
ver específicamente la locura de Nínive. La
nación se había alejado de Dios y había
confiado solamente en ella misma. Estaba
engañada por su razonamiento humano, por
su confianza una falsa seguridad y por la
arrogancia de tener a personas en la
esclavitud. Todo era vano. La nación iba a
ser aplastada por una fuerza mucho mayor
que la que ella había tenido. Quizás esta
observación es un resumen apropiado de
esta
fuerza
aplastante
del
Dios
Todopoderoso:
Dios es un refugio eterno y protección
para su pueblo. Su providencia no
está limitada a una generación; no
solamente una generación conoce su
belleza y compasión. Su ojo nunca ha
dormido, tampoco ha permitido a su
pequeña barca, su iglesia ser
consumida
aunque
ha
sido
zarandeada; Siempre ha sido un
refugio para cuidarnos, una casa para
guardarnos; Siempre ha puesto su
rostro para brillar sobre nosotros
cuando el mundo tiene un ceño
fruncido. Su compasión y piedad
nunca han fallado.1
La única fuente para una fortaleza
duradera en este mundo es Jehová Dios.
Todos los que reconocen esto y se someten a
la voluntad de Dios están asegurando
encontrar las bendiciones (1:7). Es trágico
que muchos olvidan este hecho. Ellos
confían en la fuerza del hombre para el éxito
y seguridad. Serán aplastados con un juicio
justo.
1Charnock, in Elon Foster, Nueva Enciclopedia
de Ilustraciones en Prosa, adaptadas para la enseñanza
cristiana, series 2d, Vol. 2 (Nueva York: Funk &
Wagnalls Co., 1877), 381.
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
31
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
Dios, el Sepulturero
(1:14)
“Mas acerca de ti mandará Jehová, que no quede
ni memoria de tu nombre; de la casa de tu dios
destruiré escultura y estatua de fundición; allí
pondré tu sepulcro, porque fuiste vil” (1:14).
La solemnidad de un cementerio es
escalofriante. Es tan terminante, tan
categórica y tan silenciosa. A muchos no les
gusta visitar un cementerio porque les
recuerda de su cita futura con la muerte.
Estos comentarios subrayan la realidad de la
tumba.
Los camposantos entre las colinas
responden, “Hay un espacio bajo este
robusto roble que me saluda.” El
cementerio de la ciudad dice, “Atestado
como soy, aun puedo abrir una esquina
para tu polvo.” Las profundidades del
océano dice, “Miles se han ido debajo de
mi superficie, de cualquier manera mi
suelo no está lleno, hay espacio.” El campo
de batalla, “Hay espacio en la tierra para
cubrirla de todos mis asesinados.”1
Estas observaciones son verdaderamente
inquietantes―¡siempre hay espacio para los
difuntos! Hay un espacio amplio, ya que
1Elon
Foster,
Nueva
enciclopedia
de
ilustraciones en prosa adaptadas para la enseñanza
cristiana, 2d series, vol. 1 (New York: Funk &
Wagnalls Co., 1877), 318.
todos tenemos que morir y enfrentar el
ávido cementerio (Hebreos 9:27). Este
designio enfatiza la más grande debilidad
del hombre y la más grande fortaleza de
Dios―¡La muerte!
Esta es la escena sombría que Nahum
usó al escribir a Asiria. Las palabras y frases
de 1:14 sugieren la tragedia que estaba por
llegar a esta nación. En la tumba todos
seremos confrontados con la justicia de Dios.
No importa su antiguo estilo de vida, su
profesión,
su
estatus
social,
todos
encontraremos la igualdad en el cementerio.
Este hecho es declarado por Salomón. “El
sabio tiene sus ojos en su cabeza, más el
necio anda en tinieblas; pero también
entendí yo que un mismo suceso acontecerá
al uno como al otro. Entonces dije yo en mi
corazón: Como sucederá al necio, me
sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he
trabajado hasta ahora por hacerme más
sabio? Y dije en mi corazón, que también
esto era vanidad.” (Eclesiastés 2:14, 15; 5:15;
6:6; 12:5, 7).
Nahum presenta a Dios como “El
Sepulturero,” el Único que controla la
tumba. Esto declara que Dios, quien controla
la tumba, no está sujeto a ella. El Dios del
mensaje de Nahum tiene control sobre la
vida y la muerte. Como declaró Salomón, en
la muerte “el espíritu vuelve a Dios que lo
32
Dio” (Eclesiastés 12:7). Tal autoridad es
maravillosa. Sin embargo, para aquellos que
se oponen a la voluntad de Dios, esta es una
realidad aterradora. Imagine el horror de
estar delante de este gran sepulturero y no
estar preparado. Este fue el predicamento en
que se encontró Asiria en el 1:14. La nación
había rechazado a Dios, y ahora ella debía
enfrentar a “Dios, el Sepulturero.”
Contemple lo que esta imagen de Dios
enseña al lector moderno.
LA SOBERANÍA DE DIOS
Nahum habló por el Señor, Él cual
había “dado una orden (LBLA).” Esta frase
se refiere a un decreto incuestionable. El
mandamiento había sido dado y no había
lugar para la negociación. Ningún cambio
sería permitido. Esta soberanía absoluta de
Dios se menciona en Job 9:12. “He aquí,
arrebatará; ¿quién le hará restituir? Quién le
dirá: ¿Qué haces?” (Salmos 83:18).
Las palabras de Nahum son claras. El
destino que Nínive estaba enfrentando no
tenía ninguna oportunidad de evitarlo
debido a la autoridad soberana de Dios. La
autoridad
absoluta
de
Dios
debe
reconocerse. Nabucodonosor aprendió esta
verdad de una manera difícil. Su orgullo lo
cegó a la autoridad de Dios hasta que fue
forzado a admitir la verdad (Daniel 4:25).
Estas palabras de Dios enfatizan su
soberanía: “destruiré”; “pondré.” Aquí fue
presentada una regla absoluta que debía
reconocerse.
La franqueza de Nahum era necesaria
porque Nínive había rechazado la soberanía
de Dios. La nación arrogante pensó que era
superior. La confrontación entre Rabsaces y
Ezequías ilustra la arrogancia asiria.
Rabsaces dijo, “Oíd las palabras del gran
rey, el rey de Asiria. El rey dice así: No os
engañe Ezequías, porque no os podrá librar.
Ni os haga Ezequías confiar en Jehová, . . “
(Isaías 36:13-15). No había nada de
reconocimiento de Jehová como el Dios
omnipotente. Las palabras de Nahum
trajeron un mensaje sombrío a esta nación
orgullosa. Ahora, ellos serían obligados a 33
reconocer el reinado legítimo de Dios, ¡pero
sería muy tarde! Dios dijo a través de Isaías
con respecto a Senaquerib, “He conocido tu
condición, tu salida y tu entrada y tu furor
contra mí. Porque contra mí te airaste y tu
arrogancia ha subido a mis oídos; pondré,
pues, mi garfio en tu nariz y mi freno en tus
labios y te haré volver por el camino por
donde viniste” (Isaías 37:28, 29; compárese 2
Reyes 19:10-13).
Debemos admitir y
rendirnos a la soberanía de
Dios antes que sea
demasiado tarde
Esta majestad Soberana se continúa
rechazando todavía. Muchos se están
equivocando actualmente como Asiria.
Continúan en caminos de egoísmo, de
autosatisfacción en lugar de mirar hacia los
decretos absolutos de Dios. En última
instancia, todos admitirán la soberanía de
Dios (Romanos 14:11, 12); entonces, tal como
con Asiria, será demasiado tarde para evitar
el destino eterno. Debemos admitir y
rendirnos a la soberanía de Dios antes que
sea demasiado tarde (Isaías 33:22): Si no,
enfrentaremos
a
“Dios,
como
el
Sepulturero.”
LA MORTALIDAD DEL HOMBRE
Nada refleja más la naturaleza mortal
del hombre que la tumba. Ahí nos damos
cuenta cuan insignificante es nuestra
situación. Ahí nos damos cuenta de la
terrible verdad de la expresión “el polvo al
polvo.” La mortalidad del hombre nunca
será más evidente que cuando vemos un
cementerio.
Al comprender este hecho tan serio
vemos ¡cuán ridículo es para los mortales
ignorar los mandamientos del Dios
inmortal! Quizás, todos los mortales pueden
aferrarse a las posesiones terrenales pero
nunca se las podrán llevar más allá de la
vida terrenal. Nuevamente las palabras de
Salomón pronuncian la verdad. “Como salió
del vientre de su madre, desnudo, así
vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene
de su trabajo para llevar en su mano”
(Eclesiastés 5:15). Hace mucho esta obviedad
fue acuñada por la frase “disfruta tu dinero
mientras estás vivo pues las mortajas no
tienen bolsillos.” Salomón está en lo
correcto. No podemos llevarnos las cosas de
esta vida después de la muerte. Algunos
fallan en entender este hecho. Al único que
el Dios Todopoderoso llamó “necio” (Lucas
12:20) se equivocó en ver la vanidad de lo
mortal. Tal fue también el caso de Dives2 en
Lucas 16:25. Ese rico había recibido “buenas
”Dives” es el nombre asignado por la
Vulgata al hombre rico que se constrasta con Lázaro
en Lucas 16:19-31. El nombre fue de uso común en la
Edad Media.
cosas” en la tierra, ¡sólo para perderlo en la
muerte! Muchos siguen la locura del rico
necio.
La tumba tiene una forma de poner
este punto en perspectiva. En la Colección
Peruana de la Exposición Universal de 1904
había momias y reliquias que se decía con
más de tres mil años de antigüedad.
Aquellos antiguos incas no habían 34
escuchado las palabras de Salomón, “en el
Seol, a donde vas, no hay obra, ni trabajo, ni
ciencia, ni sabiduría.” Ellos enterraron a
cada guerrero con sus arcos y flechas. El
trabajador
fue
enterrado
con
sus
herramientas; el ama de casa, con agujas
largas de madera y el hilo grueso, para que
pudiera seguir con su trabajo. Esperaban
que los muertos tuvieran hambre y sed. En
las manos de un infante momificado se
encontró una espiga. Tesoros fueron
enterrados al lado de sus propietarios.
Guardarropas inmensos se encontraron con
el cuerpo de una princesa. Las armas,
instrumentos, artículos de aseo suntuosos y
guardarropas enormes han permanecido sin
usarse desde el día de su entierro. La locura
de estos antiguos todavía se practica por
muchos que creen que pueden llevarse con
ellos recompensas materiales a la próxima
vida.
Este retrato de Dios, el Sepulturero,
realza la naturaleza mortal del hombre.
Debido a nuestra fragilidad en cuanto a la
muerte deberíamos de estar ocupados en
nuestra preparación para la cita con la
tumba. Este es el consejo que Dios ofrece.
2
Porque los que viven saben que han de
morir; pero los muertos nada saben, . . .
También su amor y su odio y su
envidia fenecieron ya; y nunca más
tendrán parte en todo lo que se hace
debajo del sol. . . . Anda, . . . Todo lo
que te viniere a la mano para hacer,
hazlo según tus fuerzas; porque en el
Seol, adonde vas, no hay obra, ni
trabajo, ni ciencia, ni sabiduría
(Eclesiastés 9:5-10).
Dios, el Sepulturero, nos exhorta a
disfrutar de las cosas terrenales mientras
vivimos. Este deleite con lo material debe
mitigarse con un entendimiento de que los
placeres terrenales no son nuestro objetivo
en la vida. En la tumba todo se acabará.
Necesitamos entender el problema de
ser mortal y obedecer la voluntad de Dios,
de esta manera, no afrontaremos la tumba
con la posibilidad de encontrarnos a “Dios,
el Sepulturero” (Hechos 8:22).
EL JUICIO DE DIOS
De acuerdo al escritor de los Hebreos,
hay un “juicio” en la muerte que difiere del
juicio general (Hebreos 9:27). Este juicio se
ilustra por el hombre rico y Lázaro (Lucas
16:22, 23a). El pronunciamiento de Nahum
sobre Asiria es otra ilustración de este juicio.
En la muerte todos enfrentaremos el
estándar divino. Esa regla decidirá si se va al
seno de Abraham o al tormento.
Cuidadosamente considere las palabras de
Nahum y observe estos hechos respecto al
juicio de Dios.
Primero, su origen es divino. El juicio
viene de Dios. “El Señor ha dado una orden
en cuanto a ti” (LBLA). Este origen garantiza
que será “justo” (Romanos 2:5b-10), puro
(Romanos 2:11) y objetivo (Romanos 2:16).
Las personas impías en vano esperan una
justicia que pueda corromperse beneficiando
a la riqueza, al estatus o algunas
“intenciones” vagas, sin embargo tal
estándar nunca será usado por el
Todopoderoso. El origen de su juicio nos
garantiza que será justo.
Segundo, su movimiento es repentino.
“Destruiré” (RV60), “arrancaré” (LBLA) es
la frase que describe lo que les sucederá a los 35
rebeldes. Nadie puede resistir. Tanto el
piadoso como el impío enfrentarán al divino
Sepulturero,
pero
con
diferentes
consecuencias (2 Tesalonicenses 1:8, 9).
Nahum nos asegura que ni los “ídolos” ni
las “imágenes” lo detendrán (Mateo 24:50,
51).
Tercero, su eficiencia es total. “El
completo final” llegará para los planes
ideados contra el Señor (1:9). Esta expresión
presenta la destrucción meticulosa. Note
cuán completa es la calamidad para todos
los que no estén preparados para enfrentar a
“Dios, el Sepulturero.” Una segunda
aflicción no vendrá (1:9). La destrucción será
como la “hojarasca” cuando se quema (1:10).
Todos los que no estén preparados serán
talados y pasarán (1:12). Su “nombre”
quedará en el olvido (1:14). Sus “dioses”
aquellos en los que descansó su seguridad,
serán destruidos (1:14).
No es posible una ruina tan completa
como esa. Esto es lo que todos podemos
esperar si no somos servidores de Jesús.
Pedro describe a tales individuos como
“animales irracionales, nacidos para presa y
destrucción, perecerán en su propia
perdición” (2 Pedro 2:12; compárese
Jeremías 12:17; Salmos 34:16).
LAS CONSECUENCIAS DE LA
REBELIÓN DEL HOMBRE
Los actos de Nínive habían
desestimado abiertamente la autoridad de
Dios. Debían de “cosechar” los frutos de esa
rebelión. Las palabras de Nahum se centran
en las consecuencias de su rebelión.
Primero, su rebelión los llevó a ser
“viles.” Literalmente, se refiere a ser
valorado o pesado y no llenar las
expectativas (Job 31:6; Daniel 5:27). Como las
personas no llenaron las expectativas de
Dios, ellos fueron “despreciables,” “viles”
(compárese Ezequiel 31:3, 11, 15, 16).
Segunda, su rebelión los llevó a ser poco
estimados por Dios. El decreto divino era,
“porque yo honraré a los que me honran y
los que me desprecian serán tenidos en
poco” (1 Samuel 2:30b). Aquellos que
subestiman la voluntad de Dios nunca
podrán recibir la salvación de Dios que
engrandece a un estatus divino.
Tercero, la rebelión los llevó a ser sujetos
a la ira de Dios. La ira de Dios está
garantizada para el impío (2 Pedro 3:7; 1
Juan 2:15-17). La ira la encontrarán aquellos
que se equivocan en seguir la guía de Dios
en la vida (Filipenses 3:19; 2 Corintios 5:10,
11).
Cuarto, la rebelión los llevó a encontrar el
desprecio y la ruina. A menudo pensamos en
Dios en términos de “amor.” Las palabras de
Nahum combinan otro factor en ese cuadro;
¡Dios puede repudiar! La maldad lleva a
alguien a encontrar el desprecio a los ojos de
Dios porque su gracia ha sido rechazada. La
fiesta de bodas está preparada y las
invitaciones se extienden a quienes deseen
venir. Aquellos que se niegan a aceptar la 36
invitación encontrarán la ira y el desprecio
(Mateo 22:7). Este fue el destino de Nínive.
Debemos ser cuidadosos para evitar el
mismo fin (Mateo 25:26, 30).
CONCLUSIÓN
Aquí está el resumen de Nahum 1:14:
El antagonismo a Dios puede practicarse en
la vida, ¡pero esto sólo terminará en derrota
y deshonor! El Todopoderoso ha preparado
una tumba para todos aquellos que rechazan
su amor y se aferran a los ídolos para su
seguridad. Dios nos examina a cada uno de
nosotros y todos los que se encuentren
displicentes y espiritualmente deficientes les
espera congoja y aflicción.
Nahum 1:14 debería motivarnos a
obedecer la voluntad de Dios ¡a fin de que
en el futuro no tengamos que enfrentar a
“Dios, el Sepulturero”!
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad Para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
NAHUM
El Mensaje de Paz
(1:15)
“He aquí sobre los montes los pies del que
trae buenas nuevas, del que anuncia la paz.
Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos;
porque nunca más volverá a pasar por ti el
malvado; pereció del todo” (1:15).
Cualquiera que haya visto las fotos
que documentan los acontecimientos del Día
de la Victoria Europea nunca olvidarán las
emociones retratadas. La Segunda Guerra
Mundial había llegado a su fin. Nuestras
tropas lograron la victoria. Los periódicos
llevaron el mensaje de paz en los
encabezados. La alegría invadió la nación.
Sin embargo, con mucho, la tranquilidad en
los asuntos mundiales es frágil. El orgullo y
el egoísmo tienen un modo redundante de
ensombrecer la vida terrenal. La victoria de
la paz de ayer se olvida con el
derramamiento de sangre actualmente.
Siendo realistas, admitimos que nunca habrá
paz mundial. Lo más que podemos hacer
para asegurar la paz del mundo es seguir la
exhortación de 1 Timoteo 2:1-2: “Exhorto
ante todo, a que hagan rogativas, oraciones,
peticiones y acciones de gracias, por todos
los hombres, por los reyes y por todos los
que están en eminencia, para que vivamos
quieta y reposadamente en toda piedad y
honestidad.”
Otra clase de paz es más importante
que los tratados mundiales. Es una paz entre
el hombre y Dios (Efesios 2:13, 17). Esta paz 37
produce un espíritu tranquilo y corazón
consolado. Esta es una paz que viene a
través de una unión en Cristo. Con ella las
pasiones no son fuertes y los deseos se
controlan. Esta paz nos permite encontrar
gozo en el dolor y es un favor que no se nos
puede quitar. Esta es la paz que Cristo
prometió: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo
no os la doy como el mundo la da. No se
turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”
(Juan 14:27; compárese Filipenses 4:4-7).
Aquellos en el mundo desesperadamente
buscan paz pero no la pueden encontrar. La
buscan en el materialismo y en el placer,
pero regresan siempre con las manos vacías.
La buscan en la inteligencia, en la sabiduría
y en las instrucciones de sabiduría oriental,
pero repetidamente fallan. La “paz” para
aquellos en el mundo es un sueño difícil de
alcanzar.
Aunque esta paz es escurridiza para
el mundo, la misma es una realidad. Es
posible encontrar paz en la tierra. Las
palabras de Nahum en 1:15 llevan nuestra
atención a la paz entre el hombre y Dios:
“He aquí sobre los montes los pies del que
trae buenas nuevas, del que anuncia la paz.
Celebra, oh Judá, sus fiestas, cumple tus
votos; porque nunca más volverá a pasar
por ti el malvado; pereció del todo.” Estas
palabras llegaron en el tiempo cuando Israel
estaba luchando por sobrevivir al tormento
del dominio Asirio. Su declaración anunció
la perspectiva de paz a los asediados
israelitas. El gobierno de Nínive está por
finalizar; ¡sus atrocidades serían juzgadas!
Este era un mensaje de paz tan grandioso
como el Día de la Victoria Europea. La frase
“He aquí sobre los montes los pies del que
trae buenas nuevas, que anuncia la paz.” Se
usaba para anunciar la llegada del Mesías en
Isaías 52:7: “¡Cuán hermosos son sobre los
montes los pies del que trae alegres nuevas,
del que anuncia la paz, del que trae nuevas
del bien, del que publica salvación, del que
dice a Sion: ¡Tu Dios reina!” (Compárese
Isaías 40:9). Pablo usó esta imagen cuando
escribió de la felicidad anunciada por el
evangelio. Romanos 10:15 dice, “¿Y cómo
predicarán si no fueren enviados? Como está
escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los
que anuncian la paz, de los que anuncian
buenas nuevas!” De esta manera, en el
mensaje de Nahum encontramos un tipo del
evangelio―la victoria sobre la opresi
ón del
pecado, la muerte y el infierno ¡y también la
salvación a través de Cristo Jesús!
Cuando se anunció este mensaje,
Nahum animó a Judá a observar el
acercamiento de los mensajeros de buenas
noticias, a celebrar sus fiestas y a pagar sus
votos. Vea como 1:15 aplica a todos aquellos
que buscan la paz. Solamente un mensaje
trae paz. Nahum muestra que este mensaje
tiene cuatro verdades claras.
UN CONTENIDO ESPECÍFICO―
¡BUENAS NOTICIAS!
Aquellos que luchan con el pecado
buscan desesperadamente buenas noticias.
Todo lo que los rodea es malo y negativo.
Encuentran solamente la perspectiva
desoladora de la muerte (Romanos 6:23a).
Viven dominados por el pecado (Romanos
7:23, 24). Son engañados por Satanás y
necesitan a alguien que les explique las
verdades de Dios (Hechos 8:30, 31; 2
Corintios 4:4). Saben que algo “mejor”
puede ser posible, sin embargo no lo
encuentran. Viviendo así les trae depresión 38
y desaliento. ¡Cuán lamentable es la
existencia de aquellos que fallan en
compartir las buenas nuevas!
Sólo el mensaje
del evangelio
trae al hombre
paz y salvación
¡El mensaje de Nahum era de buenas
noticias! “He aquí” es una expresión de
sorpresa, una exclamación de asombro. Él
anunció de que había un camino para la paz.
Sugirió que había una senda que podía
seguirse para encontrar la paz. Nahum
declaró que la shalom estaba disponible. Esto
significa literalmente tanto paz como
salvación. Para el que está angustiado no
puede haber mejores noticias. Por eso los
gentiles “se alegraron” al enterarse que
podrían participar del evangelio (Hechos
13:48). ¿Qué es el contenido de este mensaje?
Sería el mensaje del evangelio (1 Corintios
15:1-4; Hechos 26:16-18; 2 Timoteo 2:24-26),
el mensaje que reconcilia al hombre con Dios
(Efesios 2:11-17).
Solamente el mensaje del evangelio
puede traer al hombre paz y salvación. Dios
nos alienta a examinar todos los mensajes
que escuchamos a fin de que no confiemos
en guías perversos que no pueden llevarnos
a la paz (Hechos 20:29-31; 2 Corintios 10:1315; Gálatas 1:8; 5:1; etc.).
UN RESULTADO GOZOSO―
¡CELEBRACIÓN!
Un gran gozo surgiría cuando Israel
fuera liberado de la esclavitud asiria. Todo
el dolor terminaría. Toda causa de temor
sería vencida. ¡Este era un gran mensaje que
traería un gran gozo!
El gozo de Israel es un ejemplo
apropiado de aquellos que encuentran el
alivio de las cargas del pecado. Una
celebración ocurre siempre que alguien
obedece
la
Palabra
de
Dios.
“Bienaventurados los perfectos de camino,
los que andan en la ley de Jehová. . . . Me he
gozado en el camino de tus testimonios”
(Salmos 119:1, 14). Después de que el
carcelero de Filipos había obedecido los
mandamientos del Señor, “se regocijó con
toda su casa de haber creído a Dios”
(Hechos 16:34; compárese Hechos 13:52).
Este gozo se debe a que el evangelio
bendice a todos los que permanecen en su
dirección. ¿Qué bendiciones surgen cuando
se obedece el evangelio? Una bendición es el
sometimiento a Dios en lugar de a Satanás
(Romanos 6:18). Otra es el consuelo después
de la aflicción. Después de la obediencia se
descansa en la comodidad del perdón
(Hechos 2:37, 38). Una tercera bendición es
la confianza que reemplaza a la
desesperanza (Colosenses 1:5). La cuarta es
la bendición de la recompensa inmortal en
lugar de la muerte eterna (2 Timoteo 1:10).
¿Qué mayor alegría puede encontrarse que
esas bendiciones que origina el mensaje del
evangelio de paz? ¿Por qué debería alguien
rechazar este mensaje y desechar estos
resultados gozosos?
UN REQUISITO ESENCIAL―
¡PAGAR VOTOS!
39
Mientras vivían bajo la sombra del
dominio asirio, Israel había prometido hacer
ciertas cosas si Dios los liberaba de la nación.
Dios se las cumplió. Ahora tenían que pagar
sus votos. Así que se les requirió celebrar las
fiestas y glorificar a Dios.
Esta condición también se ve en el
mensaje que redime al perdido. Quizás esta
condición la ilustra mejor el Señor en la
parábola del Sembrador en Lucas 8:11-15. El
mismo mensaje, o semilla, se ofreció a todos,
pero no fue recibida por todos. Algunos
reconocieron el contenido del Evangelio
como grandes noticias, pero no se
interesaron en disfrutar de su gozo (Lucas
8:12). Otros reconocieron el contenido del
evangelio y estaban dispuestos a obedecer y
disfrutar su gozo. Realmente querían la paz
que se ofreció, pero no siguieron sus
condiciones (Lucas 8:13, 14). Finalmente,
algunos estuvieron dispuestos a escuchar el
mensaje, encontrar gozo a través de la
obediencia y vivir consistentemente firmes
(Lucas 8:15). Solamente aquellos que
cumplen la condición podrán encontrar la
verdadera paz.
El punto de Nahum es claro. Cuando
reconocemos el trágico poder del pecado y
encontramos la respuesta en el evangelio,
¡no podemos faltar a nuestro compromiso!
Él simplemente dice, “¡cumple tus votos!”
Pablo le dijo a los hermanos de Éfeso,
“despojaos del viejo hombre, que está
viciado conforme a los deseos engañosos y
renovaos en el espíritu de vuestra mente, y
vestíos del nuevo hombre, creado según
Dios en la justicia y santidad de la verdad”
(Efesios 4:20-24). Pablo señaló que durante el
crecimiento en Cristo los hermanos habían
escogido vivir de forma diferente. Si estaban
siguiendo a Cristo, ellos tenían que cambiar
(Colosenses 2:6, 7). Por lo tanto, solamente
aquellos que son firmes poseerán la
maravillosa paz de Dios (Salmos 119:165).
UN AMPARO DIVINO―
¡NUNCA MÁS!
Nunca más Asiria atormentaría a
Israel, debido a que el amor y el poder de
Dios lo garantizaba. Esta garantía hace del
mensaje de paz el mensaje más maravilloso.
Hay un consuelo similar para el
cristiano. La promesa de Dios es de gran
seguridad: “Y yo les doy la vida eterna; y no
perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de
mi mano” (Juan 10:28). ¡Ningún otro
mensaje ofrece más grande seguridad! Sin
embargo, esta garantía es dependiente de
nuestra fidelidad a Él. El cristiano es “fuerte
en el Señor y en el poder de su fuerza”
solamente cuando se pone la armadura
cristiana (Efesios 6:10-18). El trabajo del
cristiano “en el Señor no es en vano” cuando
permanece firme, inamovible y siempre
abundando en el trabajo del Señor (1
Corintios 15:58). La paz de Dios “guardará
vuestros corazones” solamente cuando
permanecemos en su voluntad (Filipenses
4:4-7). Esta confortante garantía ha sido
torcida tantas veces que su beneficio rara
vez se comprende, todavía el mensaje de paz
declara una maravillosa garantía. Tal como
Israel que nunca más tendría que temer a
Nínive, así el cristiano nunca más tendrá
miedo a la muerte y a la desesperanza.
Me gusta este comentario sobre la
garantía divina:
El que tiene paz con Dios está armado
de la cabeza a los pies: está cubierto de
los pies a la cabeza con una armadura.
La flecha podría venir contra ella, pero
no puede perforarla; La paz con Dios es
una armadura tan fuerte que el sable de
Satanás en sí mismo se partiría en dos
antes de poder atravesar la carne. ¡Oh!
Tenga cuidado de estar en la paz de
Dios: porque si no lo está, mañana
cuando monte su caballo para pelear
estará sin armadura, desnudo; ¡Dios
ayuda al hombre que está desarmado
cuando tiene que vencer al diablo y lo
terrenal!1
¿Qué mensaje puede ser mejor que este
“mensaje de paz”? Aquí está el camino de
escape para evitar el vacío y la
desesperación de la vida. Aquí está el único
camino de escape para evitar la muerte y ser
libre de los engaños de Satanás. Que todos
encuentren esperanza en este punto. Este es
el estímulo que Juan ofreció a los lectores
oprimidos del Apocalipsis. “Aquí está la
paciencia (perseverancia) de los santos, los
que guardan los mandamientos de Dios y la
fe de Jesús” (14:12; compárese Salmos 73:24;
Óseas 12:6).
1Elon
Foster,
Nueva
Enciclopedia
de
Ilustraciones Adaptadas para la Enseñanza Cristiana, 2d
series, vol. 1 (New York: Funk & Wagnalles Co.,
1877), 494.
40
CONCLUSIÓN
Esta promesa trajo gran alegría a
aquellos oprimidos por Asiria. Para nosotros
esta promesa ofrece consuelo al alma y al
espíritu oprimido. Aquellos que luchan con
la duda y la desesperación pueden encontrar
descanso. Las palabras de Nahum ofrecen
una gran liberación del Malvado. Esta
liberación se ofrece gratuitamente para
todos (Apocalipsis 22:17). Aquellos que
aceptan este mensaje encontrarán la paz
celestial (Apocalipsis 5:9, 10).
Cuando escuchamos este mensaje de
paz, necesitamos comprender que hay dos
opciones ante nosotros. Debemos escoger la
“paz” al optar por una de ellas. Primero,
podemos buscar la paz como Gedeón hizo
en Ofra. Él construyó un altar y lo nombró
“Dios es la paz” (Jueces 6:24). Él siguió las
indicaciones de Dios y el país vivió en paz
por cuarenta años en los días de Gedeón.
Segundo,
podemos esforzarnos para
encontrar la paz como Manahem lo hizo
hace mucho. Le dio al Rey de Asiria mil
talentos de plata para que “su mano
estuviera con él” y tener paz (2 Reyes 15:19
LBLA); sin embargo se equivocó, porque la
paz sin Dios es un engaño de Satanás. 41
Podemos esforzarnos para obtener la paz
mediante
la
sumisión
a
Dios
y
resistiéndonos al mal o podríamos tratar de
comprarla rompiendo los votos, con
palabras mentirosas y rechazando la
voluntad de Dios.
El mensaje de paz llama a todos a
rendirnos a la obediencia. Su contenido son
buenas noticias. Su consecuencia trae una
celebración gozosa. Su estricta condición
mantenerse puro. Su amparo divino consuela
al sumiso y al humilde de corazón.
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
El A, B, C
de la Educación Espiritual
(2:1-7)
“Subió destruidor contra ti; guarda la fortaleza,
vigila el camino, cíñete los lomos, refuerza mucho
tu poder. Porque Jehová restaurará la gloria de
Jacob como la gloria de Israel; porque saqueadores
los saquearon y estropearon sus mugrones. El
escudo de sus valientes estará enrojecido, los
varones de su ejército vestidos de grana; el carro
como fuego de antorchas; el día que se prepare,
temblarán las hayas. Los carros se precipitarán a
las plazas, con estruendo rodearán por las calles;
su aspecto será como antorchas encendidas,
correrán como relámpagos. Se acordará él de sus
valientes; se atropellarán en su marcha; se
apresurarán a su muro y la defensa se preparará.
Las puertas de los ríos se abrirán y el palacio será
destruido. Y la reina será cautiva; mandarán que
suba y sus criadas la llevarán gimiendo como
palomas, golpeándose sus pechos.”
El almirante David Farragut, un héroe
de la Guerra Civil de EEUU, dio este relato
de su inicio en la vida:
Mi padre fue enviado a Nuevo Orleans con
una pequeña nave que teníamos, para
ocuparse de la traición de Burr. Lo
acompañé como mozo de camarote
teniendo yo diez años de edad. Tenía
algunas cualidades las cuales pensaba que
hacían de mí un hombre. Podía decir
palabrotas como un viejo lobo de mar;
podía beber un vaso de ron bien cargado
como si estuviera dando vuelta al Cabo de
Hornos, además de que podía fumar como
una locomotora. Era bueno para las cartas y
era aficionado a los juegos de mesa de todo
tipo. Un día al terminar de cenar, cuando se
quedó vacía la cabina, mi padre le puso
seguro a la puerta y me dijo, “David, ¿Qué
piensas ser con tu vida?
“Pienso seguir en el mar”
“¡Seguir en el mar! Ser un marino,
pobre, miserable, bebedor; dando tumbos
por el mundo y ¿morir enfermo en un
hospital de alguna fiebre?”
“No,” dije, “Andaré sobre la cubierta
y mandaré como lo tú lo haces.”
“No, David. Ningún joven anduvo en
cubierta con tales principios que tú
expones. Tú tendrás que cambiar por
completo el curso de tu vida si has de ser
alguna vez hombre.”
Mi padre me dejó y se fue a la
cubierta. Me quedé sorprendido por el
regaño y abrumado con una mortificación.
“¡Un pobre marino miserable y bebedor;
dando tumbos alrededor del mundo y
morir en el hospital de una fiebre!” Esto es
mi destino, ¿o no? Cambiaré mi vida y la
cambiaré inmediatamente. Nunca diré otra
palabrota; Nunca beberé otra gota de licor
embriagante: nunca jugaré cartas, me haré
cristiano. Ese hecho selló mi destino por
toda la eternidad.1
1Elon
Foster,
Nueva
Enciclopedia
de
Ilustraciones Adaptada para la Enseñanza Cristiana, Vol.
2 (New York: Funk & Wangnalls Co. 1877),806.
42
El éxito de Farragut en la vida llegó
porque aprendió lo básico y se apegó a ello.
Esto es verdad también en la vida espiritual.
Aquellos que aprenden lo fundamental y lo
practican, siempre encontrarán el éxito. Tal
fue la exhortación a Josué: “Esfuérzate y se
valiente, . . . para cuidar de hacer conforme a
toda la ley. . . . no te apartes de ella ni a
diestra ni a siniestra, para que seas
prosperado en todas las cosas que
emprendas” (Josué 1:6-8; Compárese Gálatas
5:7; 1 Corintios 15:58; etc.). ¡Es esencial que
nunca nos apartemos de lo básico!
Ninguna frase indica mejor lo básico
que el “A, B, C.” Por esto automáticamente
se representa el origen, lo fundamental. En
2:1-7 descubrimos el “A, B, C” de la
educación espiritual. En cierta ocasión
Nínive aprendió lo básico con Jonás, pero lo
habían descuidado y olvidado. Debido a su
ignorancia, su destino estaba sellado. Si
Asiria hubiera recordado lo básico, su ruina
no habría venido. ¡Este hecho magnifica la
tragedia!
Romanos 15:4 aplica aquí: “Porque las
cosas que se escribieron antes, para nuestra
enseñanza se escribieron, a fin de que por la
paciencia y la consolación de las Escrituras,
tengamos esperanza.” Actualmente, es
posible para los hombres y las mujeres
seguir el error de Nìnive. Podemos aprender
el “A, B, C” de la verdad espiritual y aun
olvidarla y encontrar la desastrosa ruina.
Esto le sucedió a Ananías y Safira (Hechos
5). Estos dos habían conocido, creído y
practicado la voluntad de Dios. Sin
embargo, la olvidaron y encontraron la
ruina. El escritor a los hebreos se refiere a la
tragedia que golpeó a Nínive, a Ananías y a
Safira y a muchos otros:
Porque es imposible que los que una
vez fueron iluminados y gustaron del
don celestial y fueron hechos
partícipes del Espíritu Santo y
asimismo gustaron de la buena
palabra de Dios y los poderes del siglo
venidero y recayeron, sean otra vez
renovados
para
arrepentimiento,
crucificando de nuevo para sí mismos
al Hijo de Dios y exponiéndoles a
vituperio (Hebreos 6:4-6).
Esta es una realidad trágica. Debido a
que existe este peligro, necesitamos revisar
los hechos elementales que Nìnive olvidó.
Su omisión de estas tres verdades la llevaron
a su destrucción. Aprendamos de su
desgracia y ¡guardemos estas verdades
frescas en nuestros pensamientos para
siempre!
“A” ―EL DIOS TODOPODEROSO
¡ES EL DIOS TODOPODEROSO!
(2:1, 2, 7a)
En
el
mensaje
de
Nahum
encontramos tres declaraciones que revelan
el poder del imponente Jehová. Primero, Dios
es invencible (2:1). Dios tiene la capacidad
para destruir completamente. Nahum está
diciendo
que
“el
Destruidor,”
“el
Demoledor,” “el Sitiador” el que iba a
derrocar y dispersar a Nínive se había
acercado. Esto expresa un poder de
destrucción feroz contra el cual toda
resistencia es inútil. Una ilustración
excelente de este poder devastador está en
Apocalipsis 19:11-16. En un lenguaje vivo
Juan describe la venida de este Destruidor
en el fin del mundo. “Entonces vi el cielo
abierto; y he aquí un caballo blanco y el que
lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero y
43
con justicia juzga y pelea. . . . y él pisa el
lagar del vino del furor y de la ira del Dios
Todopoderoso.” Las palabras de Nahum
deberían haber despertado terror en los
corazones asirios. Contra este Destructor la
nación más poderosa sería destruida como el
tazón de un alfarero cuando se tira al piso.
El hecho de que el Destructor es invencible
hace que todos los que lo siguen triunfen
(Apocalipsis 17:14). El Dios Todopoderoso
es “el destruidor.” Debemos asegurarnos
que no estamos en oposición a Él.
Segundo, Dios es misericordioso (2:2).
Aquí está un contraste asombroso. En lo
horrible de su poder encontramos un tierno
afecto. El Dios Todopoderoso “restaurará.”
Él restablecerá la gloria del oprimido. Traerá
alegría a todos los que están cargados de
dolor. Consolará a todos aquellos que están
afligidos
(Mateo
5:4).
Su
sensible
misericordia se presenta en esta escena: “El
Cordero que está en medio del trono los
pastoreará y los guiará a fuentes de aguas de
vida; y Dios enjugará toda lágrima de los
ojos de ellos.” (Apocalipsis 7:15-17).
Si no nos arrepentimos,
ninguna defensa
podrá detener
la ira del Señor.
Tercero, Dios es soberano (2:7). La
palabra “mandarán” en la RV60 se traduce
mejor en LBLA “está decretado.” La frase
“está decretado” sugiere que una decisión se
ha tomado y que es absoluta; ningún cambio
ocurrirá. Esto enfatiza la soberanía del
Todopoderoso. La voluntad de Dios es la
autoridad final. No hay lugar para una
apelación. Esto se ilustra en la escena del
juicio de Mateo 7:22, 23. Algunos se
representan como estando sinceramente
equivocados. Ellos procuraron servir a Dios
y claramente lo hicieron, pero estaban en el
error. Cristo había dicho, “No todo el que 44
me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de
los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos.” Ellos no habían
hecho toda la voluntad del Señor. Fueron
enfrentados con la autoridad final del Dios
Todopoderoso la cual y el cual no puede
cambiarse. Justo como en el caso de Nínive,
la decisión estaba “decretada” debido a que
la voluntad soberana es suprema. Algunos
rechazarán esta verdad hoy para aprender
esta lección hasta el Día del Juicio. Entonces,
será demasiado tarde para encontrar
seguridad por medio de reconocer la
soberanía de Dios (Romanos 14:11).
“B”―¡LOS CREYENTES SON
VICTORIOSOS! (2:3)
Aunque la profecía de Nahum se
enfoca sobre lo oscuro de la rebelión y la
certeza de la ira de Dios, hay referencias al
afecto y al interés del Todopoderoso (1:7;
2:2, 3).
Dios había prometido “restaurar”
(2:2a). Esta promesa pone de manifiesto tres
verdades. Dios no nos olvida. Es edificante
darse cuenta que el Dios Todopoderoso “se
acuerda de nosotros” (Salmos 115:12).
Estamos seguros que todos los cristianos
ocupan un lugar prominente en el “libro de
memoria” de Dios porque le temen al Señor
y estiman en su nombre (Malaquías 3:16).
Todos los cristianos son victoriosos, porque
Dios no los ha olvidado (Salmos 8:4;
Apocalipsis 6:10, 11). Dios es fiel a su Palabra
(Hebreos
6:18,
19).
Dios
prometió
“restaurar” a Judá y lo hizo. Dios ha
prometido que salvará a los fieles y que
vivirá con ellos por toda la eternidad y lo
hará. Dios ha prometido que los cristianos
disfrutarán la victoria si siguen su voluntad
y la proveerá (Romanos 8:31, 37). La justicia
final llegará. Israel había sido castigado, pero
Dios era aún celoso de ella y vengaría todo
lo malo que se le hiciera. El malvado que le
había hecho daño se encontraría con la ira
de Dios. La palabra “restaurar” literalmente
significa “volver a poner algo en su estado
original.” El juzgará al impío de tal manera
que “los papeles se cambian” y el justo será
victorioso (Apocalipsis 20:10).
Los cristianos nunca deben perder la
fe en Dios. Los cristianos hebreos que
estaban afligidos necesitaron este ánimo.
Hebreos 10:23-25, 32-39 exhortan a
perseverar hasta que la justicia de Dios se
manifieste. Las Escrituras son claras―todo
lo que se pierda a través del abuso del
malvado aquí, le será “restaurado” al fiel
(Mateo 10:39; 19:29; Hebreos 10:34).
sus trajes son púrpura; terrible es el
destello del acero de sus carros de
muerte y el brillo de sus lanzas
levantadas. Dentro de la ciudad todo
es confusión. Los carros a gran
velocidad van a través de las calles y
de aquí para allá como relámpagos.
Entonces el rey pensando acerca de sus
nobles, al tiempo que ellos van en
forma apurada a las murallas. Donde
la defensa del enemigo ya ha sido
preparada. Es demasiado tarde. Las
compuertas de los ríos han sido
abiertas, el palacio está en conmoción.
Está decretado, la Reina es llevada en
un carro al cautiverio, mientras que
como bandada de aves sus criadas
gimen alrededor de ella, golpeándose
los pechos. La población de Nínive es
numerosa como las aguas, pero no
sirve de nada. “¡Deteneos! ¡Deteneos!”
le gritan a sus guerreros, pero no
regresan de su huida precipitada.2
“C”―¡EL CAOS LE SIGUE AL PECADO!
(2:4-7)
Las palabras de Nahum revelan la
destrucción venidera de Nínive. La Palabra
inspirada provee detalles vivos de lo que
podría esperar esta nación malvada. Este
comentario por F.W. Farrar resume
acertadamente la descripción:
Conforme el destructor aparece, hay
pánico y caos dentro de la gran ciudad. ¿Por
qué hay tanto pánico? Hay tres razones.
Note que cada uno no solamente explica el
pánico de Nínive, sino que también describe
a aquellos no salvos en la Segunda Venida
tratando de huir de la presencia del Señor
con horror.
Primero, el juicio por el pecado vendrá,
Nínive había destruido, había tratado
brutalmente y había cometido toda clase de
crueldad con otros. Ahora las crueldades
que una vez perpetraron les serían
impuestas a ellos. En su destino se
vislumbraba matanza, desbandada y ruina.
No había forma de escapar. La misma
ejecución
Se reúnen afuera de las murallas los
medos. Sus escudos están brillando;
2F. W. Farrar, Los Profetas Menores (London:
James Nisbet and Co., n.d.), 149-50
45
está aguardando al pecador no arrepentido.
La única forma para él de escapar del juicio
final sobre el pecado es el arrepentirse.
Cuando el final llegue, el pecador se llenará
de miedo porque el juicio es inevitable
(Apocalipsis 18:6, 15-19).
Segundo, la seguridad que da el mundo se
acabará. El gran Imperio Asirio tuvo un
esplendor que fue artificial, una fortaleza
que era solamente una fachada de su
debilidad interior. Cuando el poderoso
ejército asaltó la ciudad, nada podría
proteger a los orgullosos asirios de la
destrucción.
Esto debería animar a todos los
pecadores a admitir su incapacidad de estar
delante del poder del Todopoderoso.
Cuando el Señor regrese, su presencia
destapará la verdadera debilidad de confiar
en la protección del mundo para la
seguridad eterna. En el gran día, aquellos
que no han confiado en Dios se aterrorizarán
porque estarán completamente indefensos.
Las defensas del mundo serán quebradas; la
desolación y la muerte los dominarán (2
Pedro 3:10). El terror, el desconcierto y el
temor vencerán al arrogante (2:5a). El
desobediente se encontrará él mismo
vacío―una tras otra las fortalezas de
confianza habrán caído. Buscarán protegerse
en vano de la ira de Dios (Apocalipsis 6:1517).
Cuando se aproximaba el juicio de
Dios a Nínive, Nahum le pidió reforzar
todas sus defensas (2:1). Todo fue en vano.
Ellos tenían solamente una fortaleza la cual
era artificial. Aunque se pudiera reunir toda
resistencia posible, ¡nada podría defenderla
contra el enemigo divino! Aun el más
desesperado intento fallaría. Finalmente está
la triste realidad de que no hay medio
efectivo para detener la ira de Dios. ¡El caos
llegará porque se olvidó lo básico!
Tercero, la insensibilidad a lo inminente
del peligro simplifica la destrucción. Para
Nínive, no desconocía la destrucción. No
tenía ni la más mínima preocupación. Todo
estaba sobre la mesa y Nínive no hizo caso a
los hechos. Esta ignorancia voluntaria selló 46
su destino. De la misma manera, para
nosotros, es una gran locura desdeñar las
cuestiones del Día del Juicio. Aun hoy, existe
una
“necedad
voluntaria”
en
el
desobediente (2 Pedro 3:5). Aquellos que se
niegan a considerar la cercanía del peligro
espiritual son tan necios como la antigua
Nínive. La calamidad es omnipresente para
aquellos que están en desobediencia.
Solamente los necios dirán, “las cosas serias
pueden esperar para mañana” (Lucas 12:3540). Imagine el caos en el último día tal como
aquellos de Nínive que se dieron cuenta
muy tarde de su necesidad de considerar la
cercanía del peligro (2 Corintios 6:2).
CONCLUSIÓN
La clave para el éxito en la educación
moderna, negocios y aun en los deportes se
centra en como se aprende y se sigue lo
“básico.” La clave para el éxito espiritual
también se logra de la misma manera
siguiendo el “A, B, C,” de la voluntad de
Dios. La tragedia de Nínive fue la
consecuencia de olvidar este principio. La
gravedad de esta ingenuidad se establece en
2:7 “Será cautiva; mandarán que suba y la
llevarán gimiendo.” Como una reina que fue
destronada y deshonrada. Sus criadas se
afligieron. La ansiedad y la preocupación
estuvieron presentes. El “Destructor” había
llegado y ella no estuvo preparada para
enfrentarlo.
Si no nos arrepentimos, ninguna
defensa podrá detener la ira del Señor.
educación espiritual y ¡usarlo para
prepararnos una eternidad diferente a la de
Nínive!
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad Para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
47
Nuestro destino será la angustia eterna.
Debemos recordar el “A, B, C” de la
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
De vencedor a vencido
(2:8-13)
“Fue Nínive de tiempo antiguo como
estanque de aguas; pero ellos huyen. Dicen:
¡Deteneos, deteneos!; pero ninguno mira.
Saquead plata, saquead oro; no hay fin de las
riquezas y suntuosidad de toda clase de efectos
codiciables. Vacía, agotada y desolada está y el
corazón desfallecido; temblor de rodillas, dolor en
las entrañas, rostros demudados. ¿Qué es de la
guarida de los leones, y de la majada de los
cachorros de los leones, donde se recogía el león y
la leona y los cachorros del león y no había quien
los espantase? El león arrebataba en abundancia
para sus cachorros y ahogaba para sus leonas y
llenaba de presa sus cavernas y de robo sus
guaridas. Heme aquí contra ti, dice Jehová de los
ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros
y espada devorará tus leoncillos; y cortaré de la
tierra tu robo y nunca más se oirá la voz de tus
mensajeros” (2:8-13).
Una extraña leyenda cuenta de cómo
el mundo se quedó sin color en una sola
noche. Las nubes se convirtieron en vapores
sin vida; las olas se quedaron pálidas e
inmóviles; los diamantes y las gemas se
quedaron sin brillo; y el color de cada joya
en el orbe se apagó lentamente. El mundo
fue una roca viva; su belleza se fue para
siempre. Aquellos que vivían en él se
entristecieron y se conmovieron. Lloraban
por el color bello de las flores y el pasto y los
matices de las nubes de la puesta del sol.
Toda la naturaleza estaba de luto. Nunca
más estaría allí un arco iris en las nubes o el 48
plateado de las gotas de agua cayendo.
Nunca más los rubíes brillarían o las gotas
del rocío brillarían en el sol de la mañana.
Los océanos y los lagos nunca reflejarían
nuevamente el cielo azul o las estrellas de la
noche. El mundo se había sumido en un
eclipse―¡adentrándose en la sombra de la
muerte!
Esta leyenda revela la fragilidad de la
existencia de la tierra. Nos gusta referirnos a
ella como la “Madre Tierra.” Este título
sugiere fidelidad, estabilidad y seguridad,
sin embargo ¡la tierra es cualquier cosa
menos eso! La leyenda sugiere con exactitud
que el esplendor de la tierra un día cesará.
Es asombroso como las personas no
se dan cuenta de lo transitorio de este
mundo. La mayoría se niega a admitir la
verdad del Salmo 102:25, 26: “Desde el
principio tú fundaste la tierra, y los cielos
son obra de tus manos. Ellos perecerán, más
tú permanecerás; y todos ellos como una
vestidura envejecerán; como un vestido los
mudarás y serán mudados.” (Ver también
Isaías 24:20; 51:6.) Dios ha tratado
continuamente de decirnos que la tierra no
es un lugar “permanente” para nosotros.
Cuando leemos Hebreos 11, encontramos el
elogio para aquellos que comprendieron este
hecho y se vieron como “exiliados” en la
tierra (v.13). La tentación para unirnos a
Demas es fuerte, que amó tanto al mundo
que dejó la comunión con Dios (2 Timoteo
4:10).
Nahum 2:8-13 habla de la naturaleza
transitoria de la tierra. El profeta fue
enviado por Dios para dirigirse a Nínive, la
ciudad arrogante había sido víctima del
engaño de esta tierra. Nínive confió en las
riquezas, en el prestigio, en el poder y en el
expansionismo como su fortaleza. La gran
ciudad se sentía orgullosa de sus logros de
la grandeza terrenal, mientras que ignoraba
al Dios Todopoderoso. Las palabras francas
de Nahum en este texto pronostican el final
de Nínive y su destrucción. El error de la
ciudad de no ver más allá del brillo de la
belleza temporal de la tierra la llevó a un
trágico final.
Nínive es una excelente ilustración de
lo que es este mundo. Muchos encontraron
ahí una confianza falsa en su ciudad. La
victoria era constante y las multitudes
confiaron en las promesas terrenales para su
seguridad. En manera similar hoy muchos
confían en el mundo para su seguridad y
fuerza. ¡Tal como Nínive, el poderoso
vencedor de guerras y gobernante de las
naciones, fue vencido, así este mundo
presente ¡encontrará amarga ruina! La
exhortación de Juan es esta: “No améis al
mundo, ni las cosas que están en el mundo. .
. Porque todo lo que hay en el mundo, los
deseos de la carne, los deseos de los ojos y la
vanagloria de la vida, no proviene del Padre,
. . .Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el
que hace la voluntad de Dios permanece
para siempre” (1 Juan 2:15-17).
Al considerar nuestro texto, veremos
como el vencedor fue el vencido. Debemos
prestar atención a la advertencia, debemos
colocar la confianza en Dios como fortaleza
y ¡evitar las promesas vacías del mundo!
EL PODERÍO DE NÍNIVE
(2:8a)
Nahum describe la capital asiria como
la “reina” del mundo (2:7). Su poderío
militar la había encumbrado en el pináculo
del prestigio terrenal. Este poder la había 49
transformado en un centro de comercio
poderoso. Las rutas comerciales fueron
desviadas para pasar por las puertas de la
ciudad. Vivían dentro de sus murallas, una
enorme población, como nunca antes el
mundo antiguo había conocido. Nahum
compara el atractivo de Nínive como un
“estanque” de aguas que se encuentra en un
desierto árido. Este estanque explica más
claramente tres rasgos de Nínive. Primero,
era un lugar bello. Segundo era la figura de
la vida, dado que era un lugar de reunión
para mucha gente y el agua simbolizaba
vida y vitalidad. Tercero, ahí también se
hallaba riqueza y poder.
La opinión general del poderío de
Nínive se declara por la frase descriptiva
“guarida de los leones” (2:11). Tal lugar
caracterizaba descanso, seguridad y un
dominio indiscutible. Aquellos que moran
en la “guarida de los leones” no tienen
miedo, ni preocupación. De hecho, el mundo
ofrece una falsificación de la seguridad
verdadera que Dios ofrece. Mientras la tierra
puede solamente prometer seguridad
moderada, Jehová Dios puede en realidad
darla (Levítico 26:6; Miqueas 4:4; Sofonías
3:13).
Aquí entonces, estaba la imagen de
Nínive―¡poder, riqueza, comodidad y
seguridad! Parecía perfecto, pero era una
fachada. Su poderío era falso.
Juan exhorta a los cristianos a ver más
allá de la atracción engañosa del mundo (1
Juan 2:15-17). Sin embargo, somos tentados a
mirar al mundo a través de una percepción
distorsionada y a poner toda nuestra
seguridad en él. Cuando los corazones
honestos colocan esta imagen engañosa
junto a la verdad, los hechos se aclaran,
Santiago 4:4 dice, “¡Oh almas adúlteras! ¿No
sabéis que la amistad del mundo es
enemistad contra Dios? Cualquiera, pues,
que quiera ser amigo del mundo, se
constituye enemigo de Dios” (Compárese
Filipenses 3:18, 19; Lucas 21:34). Vamos a
tomar como ejemplo el poderío falso de este
mundo y a reconocer la tragedia que nos
aguarda si nos equivocamos a admitir que,
“somos extranjeros y peregrinos sobre la
tierra.”
LA HUMILLACIÓN DE NÍNIVE
(2:8b-12)
Las palabras de Nahum revelan que
las promesas engañosas de seguridad serían
destruidas―la ciudad orgullosa temblaría y
fallecería. Nahum dijo que Nínive sería
humillado.
Primero, la “belleza” de Nínive se
desvanecería. Las palabras de Nahum
describen una imagen horrible. Escuche
como se repite la tragedia―¡Vacía!;
“¡Desolada!”;
“¡Desfallecida!”
En
el
versículo 10, estas tres palabras enfatizan la
ruina tan dramática ¡de la ciudad que había
rechazado a Dios! En tres palabras Nahum
se refiere a los puntos que habían llevado a
la grandeza de Nínive y dicen que todo se
ha perdido. ¡Solamente quedó la ruina!
Actualmente deberíamos ver este
punto sombrío y admitir que un día la
misma “belleza” de la tierra terminará. La
belleza terrenal no se parece a las aguas del
Nilo, que dejan semillas de belleza y
fertilidad para animar los corazones de los
hombres. Al contrario, la belleza terrenal es
como un río contaminado el cual su agua
llena de minerales venenosos depositan las 50
semillas de enfermedad y muerte. ¡Vamos a
tener cuidado de no seguir la belleza
engañosa! En Apocalipsis 17 y 18 Juan dice
que “Babilonia” (esplendor terrenal, poder y
seguridad) será destruida y aquellos que
son engañados por ella también enfrentarán
ruina.
Segundo, la “atracción” de Nínive
dispersaría en lugar de congregar (2:8b).
Nínive, como una “estanque de aguas,”
había atraído a multitudes. Su vasto poder y
ostentación eran tentadores, ¡aunque eran
artificiales! Cuando vino el colapso, Nínive
quedó desolada y vacía. Aquellos que huían
se les pedía; “¡Deteneos, deteneos!; pero
ninguno mira” (2:8b).
Aquellos atrapados por el mundo a
menudo
llegan
a
ser
como
Nínive―!repulsivos! Aunque les supliquen
a otros que “permanezcan” con ellos,
¡“nadie se quedará”! ¿Por qué? La
mundanalidad es repulsiva y aquellos que
son víctimas de su tentación encuentran
aislamiento y vacío. El profeta Habacuc
sabía de lo repulsivo de la mundanalidad y
no podía creer que Dios usara eso como uno
un instrumento de su trabajo providencial
(Habacuc 1:13). Los hermanos en Éfeso no
podían tolerar a aquellos que tenían rostro
mundano (Apocalipsis 2:6). ¿Por qué? La
atracción inicial en última instancia amarga
¡lleva al debilitamiento, al vacío y a la
soledad!
La siguiente historia ilustra lo
repulsivo de lo mundano, un hombre que
residía en la costa de Inglaterra, veía a sus
vecinos enriquecerse con el comercio con
otros países, este hombre convirtió sus
bienes en oro. Se fue a España y compró un
cargamento de higos. En su camino a casa
una gran tormenta lo obligó a echar los
higos por la borda. Nuevamente en casa,
comenzó a cultivar la tierra. Un día mientras
araba cerca de la orilla, se detuvo y miró
fijamente al mar. Dijo, ¿Cómo es que te
miras tan tranquilo ahora? Ya no quieres
más de mis higos ¿verdad? ¡Tu hermosura
nunca me volverá a engañar nuevamente! La
atracción del mundo es tan traidora como el
mar lo fue para la fortuna de este hombre.
Lamentablemente, algunos nunca se darán
cuenta de este peligro hasta que se
encuentren tan atrapados por el mundo ¡que
sean tan repulsivos como Nínive lo fue!
Los que aman y confían
en el mundo encontrarán
solamente congoja,
angustia y aflicción
Tercero, los “tesoros” de Nínive se
perderían (2:9). La ciudad había amasado una
riqueza increíble de oro, plata y objetos
preciosos, pero cada uno de ellos los
perdería. Los tesoros terrenales son tan
frágiles que nunca pueden estar seguros. ¡La
riqueza terrenal no puede ser llevada
después de esta vida! En Lucas 12:19-21 el
agricultor que era rico fue llamado “necio”
por Dios por confiar en los “tesoros”
terrenales. Así, nuestro Señor nos exhorta,
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la
polilla y el orín corrompen, y donde
ladrones minan y hurtan; sino haceos
tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el
orín corrompen y donde ladrones no minan 51
ni hurtan” (Mateo 6:19, 20).
Cuarto, su “poder” se convertiría en
debilidad (2:11). La pregunta “¿Qué es?” en el
versículo 11 subraya la naturaleza transitoria
del poder: “¿Qué es de la guarida de los
leones. . . .?” Esta “guarida de leones” que
había proporcionado seguridad y poder ya
no daría protección. De acuerdo a Nahum
los hombres fuertes de la ciudad no estarían
presentes. Nínive una vez había gobernado
el mundo. A donde quiera que iban su
victoria era incuestionable y todas las
naciones le temían. ¡Esto ya no sucedería
jamás! La seguridad y riqueza se terminó.
Nahum 2:10 narra con cuatro frases
descriptivas cómo se debilitó el poder: (1)
“Corazón desfallecido” significa abatido,
débil, derribado; (2) “temblor de rodillas”
presenta la imagen de alguien atemorizado
por un enemigo superior; (3) “dolor en las
entrañas” se refiere a una debilidad general;
(4) “rostros demudados” se refiere a estar
pálido, cadavérico. Su gran fuerza se
terminaría completamente. Con su poder
destrozado, su corazón rebelde sería
humillado. ¡El gran vencedor sería vencido!
Aquellos que aman y confían en el mundo
encontrarán solamente congoja, angustia y
aflicción. ¡Qué destino tan trágico les espera
a aquellos que no admiten que “somos
extranjeros y peregrinos sobre la tierra.”
EL SOBERANO DE NÍNIVE
(2:13)
Habiendo descrito el falso poder y la
humillación segura de esta nación arrogante,
ahora, Nahum empieza a hablar del Único
que vencerá a la gran nación. Primero dice,
que Dios ocupa una posición la cual es
indiscutible, que no se puede desafiar:
“Heme aquí. . . .” Nahum previamente ha
descrito a este gran “Yo soy” en el 1:1-8.
Nínive se equivocó en no reconocer y
obedecer a Dios. Ahora era demasiado tarde
para evadir su ira. Segundo, Nahum dice
que Dios encabeza un ejército que es
invencible: “. . . Jehová de los ejércitos.” El
término “ejércitos” se refiere a todo lo
creado por Dios (Génesis 2:1). Todo lo
creado por Dios será unido bajo su
autoridad y no hay escapatoria de evitar la
derrota para el corazón rebelde. ¡Dios es
omnipotente! Nadie será capaz de
permanecer ante su poderoso ejército
(Apocalipsis 6:15-17; 19:11-21). Tercero,
Nahum
dice
que
Él
ordena
un
confinamiento eterno sobre sus enemigos: “.
. . . nunca más se oirá la voz de tus
mensajeros.” No habrá un llamado posterior
para el arrepentimiento; el destierro es total.
¡Cuán espantoso será para aquellos que
escuchen el solemne “¡Apartaos!” en el día
del juicio (Mateo 7:21-23). La certeza de este
destierro se enfatiza por estos términos:
“Encenderé” sugiere que desaparecerán
como humo (Salmos 37:20); “Devorará” se
refiere a una destrucción absoluta; y
“cortaré” se refiere a su aislamiento. El
decreto es “nunca más se oirá la voz de tus
mensajeros.” Es para siempre.
Cuán trágico es que muchos no se
sometan a Dios ahora. Se niegan a admitir
que Él ocupa una posición que no puede
cuestionarse. Se niegan a ver lo inútil de
pelear contra su ejército invencible. Son
ciegos al hecho que Él mandará un destierro
eterno sobre ellos. Ellos se niegan a admitir
que “el mundo no es mi hogar, soy 52
peregrino aquí.”
CONCLUSIÓN
Recuerde que la tierra “no tiene
tesoros” para los cristianos (Colosenses 3:13). Recuerde la naturaleza transitoria del
poder terrenal cuando sea tentado a confiar
en él (1 Juan 2:17). Apóyese en el poder de
Dios y encontrará una maravillosa
seguridad (Salmos 28:7).
Se dice que Atenas era un buen lugar
de paso, por las muchas cosas que ahí se
aprendían. Sin embargo, Atenas no era un
buen lugar para permanecer, porque era
peligroso vivir ahí. Lo mismo puede decirse
de este mundo. Si alguien pasa a través de
él, encontrará buenas cosas. Sin embargo, si
esa persona toma su residencia permanente,
pone en peligro su vida, ¡tanto la presente
como la eterna!
Los cristianos deberían “anhelar una
mejor (patria), esto es, la celestial. Por lo cual
Dios no se avergüenza de llamarse Dios de
ellos“ (Hebreos 11:16). No debemos ser
engañados por el prestigio y la gloria de este
mundo. Tal como Nínive lo fue, los que
confían en este mundo para la victoria
estarán entre los derrotados.
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
La locura de
no querer arrepentirse
(3:1-7)
“¡Hay de ti, ciudad sanguinaria, toda
llena de mentira y de rapiña, sin apartarte del
pillaje! Chasquido de látigo y fragor de ruedas,
caballo atropellador y carro que salta; jinete
enhiesto y resplandor de espada y resplandor de
lanza y multitud de muertos y multitud de
cadáveres sin fin y en sus cadáveres tropezarán, a
causa de la multitud de las fornicaciones de la
ramera de la hermosa gracia y maestra en
hechizos, que seduce a las naciones con sus
fornicaciones y a los pueblos con sus hechizos.
Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos y
descubriré tus faldas en tu rostro y mostraré a las
naciones tu desnudez y a los reinos tu
vergüenza. Y echaré sobre ti inmundicias y te
afrentaré y te pondré como estiércol. Todos los
que te vieren se apartarán de ti y dirán: Nínive es
asolada; ¿quién se compadecerá de ella? ¿Dónde
te buscaré consoladores?” (3:1-7).
Hace algunos años, un predicador
declaró, “Dios no sólo es capaz de echar a
los pecadores al infierno, sino que lo puede
hacer fácilmente.” Estaba en lo correcto. Los
recientes cambios en la Unión Soviética han
asombrado al mundo. Una nación
aparentemente fuerte ha respondido de una
forma asombrosa contra las rebeliones hacia
las autoridades centrales. Estas han llevado
a cambios históricos. El poder de Dios no va
a pactar de esa manera. No hay fortaleza que
pueda proteger a los rebeldes del poder de
Dios. Aunque sus enemigos pueden unirse y
juntar multitudes, las Escrituras nos
aseguran ¡que serán hechos pedazos! Esta
verdad absoluta nos lleva a la siguiente
pregunta escalofriante: ¿Quiénes somos
nosotros, que creemos que podemos
permanecer en rebeldía delante de Él, el cual
reprende los cielos y hasta la tierra le huye?
Nahum 3:1-7 se enfoca en un grupo
que osó desafiar al Dios omnipotente. Esto
da origen al segundo anuncio sobre la
destrucción de Nínive. El primero, dado por
Jonás años antes, se recibió con una
respuesta inmediata. El segundo, dado por
Nahum, no tenía respuesta. El texto
manifiesta el estilo de escritura de Nahum.
Era asombroso. Sus líneas cortas y rápidas le
dan emoción al mensaje. La destrucción de
la ciudad está ahora pronosticada.
Este pasaje nos lleva a un hecho
preocupante. Aquellos que son rebeldes a la
voluntad de Dios. Los que se niegan a
someterse a los decretos divinos, parecen
tener éxito. Su poder parece grande y son
53
triunfadores. Su victoria desanima a los que
viven piadosamente y que encuentran
solamente pruebas. Nahum ve la verdad
detrás de este éxito aparente. Dice que los
rebeldes que no quieren arrepentirse ¡son de
hecho indefensos! Aunque parecería que son
invencibles, son débiles. Notemos cómo se
presenta este mensaje.
EL “ÉXITO” SE CONVERTIRÁ EN
DESTRUCCIÓN (3:1-3)
Las fuerzas del mal a menudo
parecen ganar sobre la justicia. Esto
aparentemente fue verdad en la cruz.
Satanás vio morir a Cristo en el Calvario y
sonrió, pensando que tenía al Rey de Gloria
en la potestad de sus tinieblas. Satanás
poseía el poder de la muerte y así asumió
que tenía poder sobre el Señor. Pero su
victoria repulsiva fue efímera. Su triunfo
malvado fue breve. Al tercer día Cristo se
levantó. Después, “subiendo a lo alto, llevó
cautiva la cautividad” (Efesios 4:8).
El mal parecía ganar sobre los santos
que eran perseguidos. Leemos en Romanos
8:36, “Por causa de ti somos muertos todo el
tiempo; Somos contados como ovejas de
matadero” (compárese Hebreos 10:32ss.;
11:35b-39; Apocalipsis 6:10).
El mal parecía ganar mientras las
crueldades de Nínive dominaban el mundo.
El versículo 1 dice, “¡¡Hay de ti, ciudad
sanguinaria, toda llena de mentira y de
rapiña; .. .!!” “Ciudad sanguinaria” se refiere
a la violencia de las calles de Nínive, donde
la sangre se derramaba. Sus crueldades
evidentes se describen en esta cita:
La crueldad de los asirios se atestigua
por los monumentos en los cuales
vemos o leemos de los prisioneros que
eran atravesados con un madero
estando vivos (desde el ano a la boca),
desollados
(quitarles
la
piel),
decapitados, los llevaban arrastrando
hasta la muerte con sogas que se
amarraban a unos aros unidos a sus
labios, eran cegados por la propia
mano del rey, eran colgados de las
manos o de los pies hasta morir en una
lenta tortura. . . . . A otros les sacaban
los sesos a golpes, o sus lenguas eran
arrancadas de sus raíces, mientras que
las cabezas sangradas de los
asesinados se amarraban alrededor de
los cuellos de los vivos, que eran
reservados para posteriores torturas.1
Nahum acusó a Nínive de homicidio,
traición, mentira, engaño y de violencia
diversa. Aquí estaba una nación que cometió
crímenes atroces ¡y nunca se le exigió
cuentas! Obtuvieron propiedades por la
guerra, opresión, por el derramamiento de
sangre, mentiras, engaños, hipocresía,
traición y una violencia abierta. Nunca se
arrepintieron. Nunca se cansaron de su
iniquidad. Su avaricia solamente creció y se
hacía cada vez más grande y sus deseos se
satisfacían diariamente. La gran ciudad en
forma imprudente tomó una dirección
inicua y parecía que nada podría detenerla.
A los que creían en la justicia, Nínive
presentaba un argumento convincente para
dejar la santidad y vivir de manera infiel.
Esta lucha entre el bien y el mal se discute en
el Salmo 73. El salmista declara que casi
renuncia a la justicia porque el mal parecía
dar mejores recompensas (Salmos 73:4-12).
1W. J. Deane, “Nahum,” en El Comentario del
Púlpito, vol. 14, Amós a Malaquías, ed. H.D.M. Spence
y Joseph S. Exell (Grand Rapids, Mich.: Wm. B.
Eerdmans Publishing Co., 1963), 40.
54
Entonces recordó la soberanía de Dios y
concluyó que la justicia era el único camino
a seguir.
En los tiempos de Nahum parecía que
Nínive era exitoso. Sin embargo, el éxito del
mal no lo será por mucho tiempo; Será lo
contrario. Aquellos que siguen las mentiras
de Satanás encontrarán la muerte. En la
antigua Inglaterra el Rey Canuto hambriento
de poder prometió que cualquiera que
matara a su rival, el Rey Edmundo, sería
hecho el más grande hombre en el país. El
hecho se llevó a cabo y el asesino del rival
del rey vino esperando su recompensa. Fue
hecho el “más grande hombre” en Inglaterra
como se le prometió, ya que el rey ¡lo ahorcó
en la torre más alta de Londres! En forma
similar Satanás promete grandes cosas para
aquellos que siguen sus deseos, pero los
recompensa con un gran daño. La corona
prometida se convierte en bozal, el consuelo
prometido en tormento, la promesa de
honor en vergüenza, la consolación
prometida en desolación y ¡la promesa del
cielo en infierno!
Aunque parece
que el mal prospera,
llegará el momento cuando
la justicia será premiada.
¡El gran éxito de Nínive terminaría!
Cuando Nahum contempló la muerte de
Nínive, vio que su destrucción sería tan
grande que uno no sería capaz de caminar
sin tropezar con los muertos (3:3). El “éxito”
del cual disfrutó terminaría ¡debido a la
“aflicción” del Todopoderoso! Aunque
parece que el mal prospera, llegará el
momento cuando la justicia será premiada.
Leemos, “Porque todos compareceremos
ante el tribunal de Cristo. Porque escrito
está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se
doblará toda rodilla, y toda lengua confesará
a Dios. De manera que cada uno de nosotros
dará a Dios cuenta de sí.” (Romanos 14:1012; compárese Lucas 16:23, 24: 2 55
Tesalonicenses 1:7-9).
Vamos a tener cuidado―eléxito que
el malvado disfruta es solamente temporal.
¡Vamos a seguir la voluntad de Dios para
lograr un éxito que durará por la eternidad!
EL “PODER” DESAPARECERÁ (3:3b)
El mayor engaño de Satanás se deja
ver en 3:3. La arrogancia de Nínive y el
exceso de confianza en su poderío militar
resultaron en la multitud de cadáveres de
sus ciudadanos regados por toda la ciudad.
Su debilitamiento y su derrota fue un
resultado directo de su desobediencia.
Satanás todavía nos engaña para que
confiemos en nuestras propias fuerzas y
para que rechacemos la fortaleza de Dios.
Este engaño nos convence de que podemos
hacer todo sin la ayuda de Dios. Esta es la
misma idea tentadora con la que se instó a
Eva: “Seréis como Dios” (Génesis 3:5;
compárese 11:1-6; Isaías 45:9, 10; Romanos
9:20).
Las palabras de Nahum nos
recuerdan que la única fortaleza que durará
es la fortaleza de Dios. Este consejo es el que
Salomón dijo, “Fíate de Jehová de todo tu
corazón, y no te apoyes en tu propia
prudencia. Reconócelo en todos tus caminos,
él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5,
6). En el Día del Juicio se revelará finalmente
la impotencia del malvado. Hasta entonces
Dios nos anima a que recordemos estos
hechos. Primero, que Nínive fue incapaz de
defender su seguridad. Nahum vio
“multitud de cadáveres” en la ciudad. La
multitud de tropas sería ineficaz para cuidar
su seguridad. Segundo, que las fortalezas
que brinda el mundo fallarán. No importa
cuán grandes sean estas, al final dejarán de
existir. Isaías en sus últimas palabras dijo,
“Y saldrán y verán los cadáveres de los
hombres que se rebelaron contra mí; porque
su gusano nunca morirá, ni su fuego se
apagará y serán abominables a todo
hombre” (Isaías 66:24). (Ver también Juan
5:27-29; Apocalipsis 19:11-21; etc.) Tercero,
que debemos confiar en la fortaleza de Dios
aun cuando nos lo traten de impedir los
problemas de la vida. Isaías también dijo,
El da esfuerzo al cansado y multiplica
las fuerzas al que no tiene ningunas.
Los muchachos se fatigan y se cansan,
los jóvenes flaquean y caen; pero los
que esperan a Jehová tendrán nuevas
fuerzas; levantarán alas como las
águilas; correrán y no se cansarán;
caminarán y no se fatigarán (Isaías
40:29-31; compárese Efesios 1:19;
Hebreos 6:5).
El mayor engaño de Satanás se
encuentra en tratar de persuadirnos a creer
que somos lo bastante fuertes para afrontar
la vida y no necesitar de Dios. ¡Nada puede
estar más lejos de la verdad que eso! Los que
no toman fuerzas de Dios sólo encontrarán
una fortaleza que se desvanece con la cual
será difícil enfrentar los problemas de la
vida.
LA “SEGURIDAD” SE EVAPORARÁ
(3:4-6)
La más grande locura del que no
quiere arrepentirse se revela en 3:4-6:
A causa de la multitud de las
fornicaciones de la ramera de la
hermosa gracia, maestra de hechizos,
que seduce a las naciones con sus
fornicaciones y a los pueblos con sus
hechizos. Heme aquí contra ti, dice
Jehová de los ejércitos, y descubriré tus
faldas en tu rostro y mostraré a las
naciones tu desnudez y a los reinos tu
vergüenza. Y echaré sobre ti
inmundicias y te afrentaré y te pondré
como estiércol
El necio busca la seguridad en lo material o
en lo secular. Moisés le había advertido a
Israel que esto los llevaría a su ruina
(Deuteronomio 32:15), y les sucedió. Este
factor fue evidente en el gobierno arrogante
de Asiria (2 Crónicas 32:15-19). Cuando
Nahum contempló la destrucción de Nínive,
vio como la seguridad de la ciudad se
derrumbó.
Los hombres pueden confiar en su
destreza, en el aumento del poder y en
seguir la maldad, pero Dios hará que toda la
seguridad se evapore. Segunda de Pedro fue
escrita para refutar la creencia de que el
mundo ofrece una seguridad duradera
(3:9ss.). El punto de Pedro está de acuerdo
con Nahum; no podemos estar supeditados
a este mundo para la seguridad. Quienes lo
hacen enfrentarán una desilusión trágica.
Lo débil de la seguridad de Nínive se
señala en el 3:5a. ¡Dejó a Dios fuera de su
vida! Los asirios pensaron que tenían una
fortaleza segura en la riqueza, en el poderío
militar y en el prestigio, pero esta seguridad
56
los llevó a la vergüenza y a la angustia (3:5b,
6). Su castigo correspondería a su crimen.
Había olvidado a Dios; ahora ¡ella sería
olvidada por Dios! Esta ineptitud del
materialismo para proveer seguridad llevó a
Pablo a instar, “A los ricos de este siglo
manda que no sean altivos, ni pongan la
esperanza en las riquezas, las cuales son
inciertas, sino en el Dios vivo. . . “ (1
Timoteo 6:17). Debemos evitar la más
grande locura del que no quiere arrepentirse
encontrando la seguridad en la obediencia a
la voluntad de Dios.
EL “PRESTIGIO” SE CONVERTIRÁ
EN DESPRECIO (3:7)
El glamour, el brillo y el oropel de
aquellos en los que descansan el poder del
mundo son seductores. Cuando vemos los
“estilos de vida de los ricos y famosos”
somos llevados a hermosos sitios en la tierra,
donde vemos el lujo y felicidad de aquellos
que viven una vida sin preocupaciones. Esta
es la imagen que Nínive presentaba. Nahum
la llamó “la encantadora” (3:4) (LBLA). Esta
frase se refiere a una belleza llena de
elegancia y un esplendor que es
deslumbrante. ¿Quién no querría vivir esa
“alta sociedad”?
El prestigio de la vida mundana es
usado por Satanás con mucha destreza. Nos
tienta con la “vida fácil.” Él nos muestra la
tranquilidad del lujo y el gozo del derroche.
Nuestros hijos crecen deseando artículos de
calidad, pero nosotros y nuestros niños,
deberíamos ver a Nínive y ser prevenidos.
Somos amonestados, “No envidie tu corazón
a los pecadores, antes vive siempre en el
temor del Señor. . . No tengas envidia de los
malvados, ni desees estar con ellos”
(Proverbios
23:17;
24:1).
¿Por
qué
deberíamos escuchar a Salomón? Porque el
prestigio y la belleza deslumbrante de esta
vida se acabará y quedará sólo corrupción.
El Apocalipsis de Juan describe al mundo
como “Babilonia.” Es lujosa y seductora.
¿Cuál es el destino final de esta espléndida
ciudad? “Por eso, en un solo día, vendrán
sus plagas: muerte, duelo y hambre y será 57
quemada con fuego; porque el Señor Dios
que la juzga es poderoso.” (Apocalipsis
18:8).
Cuando el juicio llegue sobre el
rebelde, sólo encontrará desprecio (3:7).
Antes el glamour y lo extravagante
arrastraban a muchos. Ahora hay sólo
desprecio. ¡No será suficiente afligirse por la
tragedia! El prestigio del mundo se expone
aquí tal como es―una fachada falsa sin un
fundamento duradero.
Al leer esto se nos exhorta a
esforzarnos por un prestigio que sobrepasa
el brillo de este mundo. Este prestigio
perdurable no es atractivo para la persona
mundana, ya que este se logra a través de
actitudes no egoístas y por el servicio
humilde (Mateo 19:30; Santiago 4:6). Este
prestigio es lo único que importará en el Día
del Juicio.
CONCLUSIÓN
C.H. Spurgeon en forma acertada
describe nuestra fuente verdadera de fuerza,
seguridad y prestigio:
Soldado de la cruz, la hora está
llegando cuando la nota de victoria
será proclamada en todo el mundo.
Las fortalezas del enemigo pronto
deben sucumbir; las espadas de los
poderosos deben rendirse ante el
Señor de señores. . . . ¿Le quitarás la
espada? ¿Estará contigo la espada
cuando seas abanderado en derrota?
¡Ningún hombre, le levanta los brazos
otra vez! Porque la victoria es segura.
Aunque la batalla sea severa, ¡Por eso
le suplico nuevamente! Sobre todo
hombres valientes de Dios, ¡a la
batalla una vez más! Porque ustedes
serán coronados con la gloria
inmortal.2
Nínive no pudo protegerse de la
destrucción con su gran poder. La antigua
ciudad, que alguna vez fue temida y notoria
por el derramamiento de sangre, se convirtió
en una advertencia para otros. Su destino
está esperando a todos aquellos que viven
una vida sin arrepentimiento (Lucas 13:3).
Si no obedecemos a Dios, en el Día
del Juicio compartiremos el castigo predicho
a Nínive: (1) Todos huirán de nosotros―¡nos
quedaremos en aislamiento! (2) Nadie
mostrará
compasión
―¡nuestro
destino
eterno será merecido! (3) La vergüenza, el
insulto, el ridículo―¡esto será nuestro por la
eternidad!
Podemos evitar la trágica eternidad.
Gracias al amor de Dios, tenemos un camino
de escape (Juan 3:16). Aquellos que creen en
Jesucristo como el Hijo de Dios, confiesan su
fe, se arrepienten de su vida pecaminosa y 58
son sumergidos para la remisión de pecados
pueden tener una eternidad de esperanza en
lugar de desesperanza (Romanos 10:9-11;
Hechos 22:16; Apocalipsis 2:10). ¡Decida a no
afrontar el juicio de Dios con la necedad de
no arrepentirse! Obedezca su voluntad y
encontrará su amorosa salvación.
2Elon
Foster,
Nueva
Enciclopedia
de
Ilustraciones Adaptadas para la Enseñanza Cristiana, 2d
Series, Vol. 1 (New York; Funk & Wagnalls Co.,
1877), 555.
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad Para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
La aniquilación de la arrogancia
(3:8-15a)
“¿Eres tú mejor que Tebas, que estaba
asentada junto al Nilo, rodeada de aguas, cuyo
baluarte era el mar, y aguas por muro? Etiopía
era su fortaleza, también Egipto y eso sin límite;
Fut y Libia fueron sus ayudadores. Sin embargo
ella fue llevada en cautiverio; también sus
pequeños fueron estrellados en las encrucijadas
de todas las calles y sobre sus varones echaron
suertes, y todos sus grandes fueron aprisionados
con grillos. Tú también serás embriagada y serás
encerrada; tú también buscarás refugio a causa
del enemigo. Todas tus fortalezas serán cual
higueras con brevas, que si las sacuden, caen en
la boca del que las ha de comer. He aquí, tu
pueblo será como mujeres en medio de ti; las
puertas de tu tierra se abrirán de par en par a tus
enemigos; fuego consumirá tus cerrojos. Provéete
de agua para el asedio, refuerza tus fortalezas;
entra en el lodo, pisa el barro, refuerza el horno.
Allí te consumirá el fuego, te talará la espada, te
devorará como pulgón” (3:8-15a).
En cierta ocasión un importante
escritor arrogante de un periódico era
famoso por usar el “pronombre yo” tan
frecuentemente como quería. Se le pidió que
escribiera un artículo especial para el
suplemento del Domingo de Resurrección.
Después
de
terminar
el
artículo,
orgullosamente lo leyó y lo envió a
impresión. El lunes por la mañana, en la
pizarra de anuncios de la sala de redacción
una nota anónima comentó el artículo en 59
términos de un marcador de fútbol:
¡Jesús―13; “Yo”―21!
La soberbia es una lucha sutil para la
mayoría de los cristianos. Algunos carecen
de autoestima, ¡mientras que a otros les
sobra! La “línea delgada” entre los dos se
puede resumir bien en esta broma: “Siempre
mantén tu cabeza levantada, pero procurar
mantener tu nariz en un nivel amistoso.”
Siempre que la soberbia no se
controla, se desarrolla la “arrogancia.” La
“arrogancia” es un tema interesante. Se
encuentra en siete textos (1 Corintios 4:6, 18,
19; 5:2; 8:1; 13:4; Colosenses 2:18). Llega al
Español a través de la palabra griega phusioo,
la cual significa “ser soplado o inflado
exageradamente.” Se refiere a una actitud la
cual “infla” la importancia de alguien a un
nivel exagerado. De esta manera el
arrogante tiene una “cabeza grande” o está
“lleno de sí mismo.” Tal opinión exagerada
de sí mismo lleva a la persona a pensar que
está por encima de todos los demá s; esa
persona considera a los demás cómo menos
importantes.
Esta es la actitud arrogante que es
abominable a los ojos de Dios (Proverbios
6:17, 18). De estas siete prácticas nocivas, la
primera se enfoca a los “ojos altivos” que
tienen una percepción equivocada de uno
mismo y de otros. Esta visión distorsionada
lleva a un trato cruel e insensible hacia los
demás. Al entender esto, ¡comprendemos
por qué la arrogancia es intolerable para
Dios!
Nínive permitió que la arrogancia
dominara su espíritu. Podemos ver como la
arrogancia llevó a la capital asiria a su
aniquilación. Esto alcanzó el ciclo completo,
tal como se describe en Proverbios 6:17, 18.
Por consiguiente, la ira de Dios debía caer
sobre el Imperio Asirio arrogante. El libro de
Nahum expresa el destino sobre este
corazón arrogante.
LA ARROGANCIA DEMOSTRADA
(3:8, 9)
Nahum llama la atención a la gran
ciudad Egipcia de No-amón, o Tebas, para
ilustrar como la arrogancia se jacta en sí
misma. Esta ciudad antigua fue una vitrina
espléndida de excelsitud. La Ilíada de
Homero describe a Tebas como teniendo
cien puertas de esta manera nos dice que era
una enorme ciudad. Esta era una ciudad
suntuosa, la capital del Alto Egipto, el centro
del arte y cultura y la cabeza confederada de
muchas naciones. Tebas ocupó un lugar de
honor en el mundo y se convirtió en
arrogante. Su arrogancia fue abastecida por
tres fuentes.
Primero, Tebas creyó que era superior a, o
“mejor que,” a todas las otras. Aunque esta
frase fue dicha a Nínive, también aplica a la
actitud de Tebas (3:8). Su orgullo la llevó a la
presunción de que sus ciudadanos eran muy
superiores a todos los demás. Este “orgullo
arrogante” los condujo a una falsa
seguridad. Alejandro el Grande fue víctima
de esta actitud de superioridad. Su orgullo
lo hizo tan soberbio que menospreció a su
padre, se vistió con ropas persas ostentosas
y finalmente ¡se declaró él mismo hijo de
Júpiter!
Este tipo de orgullo arrogante aun
enciende nuestros corazones con arrogancia.
La epístola práctica de Santiago confronta
sin rodeos la arrogancia de aquellos que
piensan que son “mejores” que otros
(Santiago 2:1ss.). En Santiago 4:14 se le pide 60
al arrogante reflexionar sobre la brevedad de
su vida, “cuando no sabéis lo que será
mañana. Porque ¿qué es vuestra vida?
Ciertamente es neblina que se aparece por
un poco de tiempo y luego se desvanece.”
Para el que se siente seguro porque es
“mejor que” para otros ¡es insensatez!
¡Nadie es indispensable! Cuando olvidamos
este hecho, le permitimos a Satanás
destruirnos con el orgullo arrogante al igual
que Nínive.
Segundo, la ciudad creyó que era segura
en sí misma, por su “ubicación.” Tebas era por
su puesto una ciudad fortificada. Se
considerada impenetrable. Era una de las
grandes ciudades de la antigüedad. Rodeada
por agua y rodeada por murallas enormes,
esto ofrecía una fortaleza de seguridad. Su
riqueza parecía infinita y sus tropas parecían
omnipotentes.
Estos
factores
unidos
promovían una seguridad falsa para la
ciudad.
Todavía Satanás es partidario de usar
la falsa seguridad para abastecer de
combustible el rechazo arrogante a la
protección de Dios. Millones confían en la
riqueza, en sus propias habilidades o en las
defensas mundanas para tener seguridad.
Ellos, como Nínive, ¡se apoyan en una falsa
seguridad!
Tercero, Tebas confió en sus aliados para
tener fortaleza y poder. Nahúm especifica a
cuatro: Etiopía, Egipto, Fut y Libia. De
acuerdo a historiadores, esta alianza le
proporcionó un ejército sin par en fuerza.
Sus aliados eran fuertes y numerosos.
Algunos sugieren que Tebas tenía ¡más de
siete millones de tropas a su mando! Tal
número tan grande abasteció de combustible
a su arrogancia, ¿Quién se pelearía con
alguien tan poderoso? La fortuna inmensa,
recursos militares, defensas y la admiración
mundial abastecieron de combustible la
arrogancia de Tebas. Es difícil encontrar una
mejor ilustración de esta mala actitud. Tal
arrogancia tenía que ser castigada (Jeremías
46:25).
Satanás usa “aliados” similares para
abastecer de combustible la arrogancia en
nuestra era. Los que se unen a multitudes no
tienen ningún remordimiento al hacer lo
malo. Los que son apoyados por muchos no
creen pueden equivocarse con tales prácticas
arrogantes como se menciona en Proverbios
6:17, 18: “Los ojos altivos, la lengua
mentirosa, las manos derramadoras de
sangre inocente, el corazón que maquina
pensamientos inicuos, los pies presurosos
para correr al mal.”
LA ARROGANCIA ARRUINADA
(3:10-15A)
Un rico granjero sudafricano llamó la
atención de un invitado a sus enormes
manadas de caballos. Arrogantemente
preguntó “General, ¿Cree usted que en
algún momento tendré necesidad de
caballos? No. Ni aun cuando el Dios
Todopoderoso lo quisiera. En cuestión de
unos cuantos meses, estaba arruinado. Una
enfermedad invadió sus manadas y lo dejó
en la ruina.
La justicia divina vino a la ciudad de
Tebas. Nahum usa una palabra para
anunciar la justicia―”Sin embargo” (3:10). A
su debido tiempo la justicia de Dios
descendió sobre la arrogante ciudad.
Ninguna de sus defensas podría protegerlas
de la ira del Dios Todopoderoso; ningún 61
ejército a su mando era lo suficientemente
grande para soportar el ataque de la
venganza divina; ¡ninguno de los aliados
podría ofrecer a poyo suficiente! La fra se
“Sin embargo ella” es enfática; uno puede
oír el enérgico énfasis de Nahum. A pesar de
la población, el prestigio, los recursos
infinitos y poder, ¡ella sería conquistada y
destruida! La arrogancia de la ciudad
antigua fue cambiada por vergüenza.
Habiendo analizado la destrucción
infame de Tebas, Nahum cambia hacia la
ciudad arrogante de Nínive con una
aplicación inequívoca “¡Tú eres la próxima!”
Tal como Jehová había hablado sobre la
destrucción de Tebas (Isaías 20:4-6),1 ¡así
ahora envía un mensaje claro sobre el futuro
de Nínive! “¡Tú, también, serás humillada!”
La grandeza de la arrogancia de Nínive
1La destrucción total de Tebas la inició
Cambises en el 525 a.C. y la terminó Ptolomeo Latiro
en el 81 a.C. La referencia de Isaías a la destrucción
de esta ciudad fue con respecto a la expedición de
Sargón contra Egipto en el 714 a.C. La profecía de
Isaías señaló que no importaba que tan fuerte pueda
ser una nación o cuan fuertes puedan ser sus
defensas, no podrían resistir el juicio de Jehová. Para
más información sobre este tema, ver C.F. Keil and F.
Dlitzsch, “Nahum,” en el Comentario sobre el Antiguo
Testamento Vol. 10, pt. 2, Los doce Profetas Menores
(Grand Rapids, Mich.: Eerdmans Publishing Co.,
1975), 35.
había sellado su destino. La ruina de Tebas
vendría sobre Nínive.
Las palabras del profeta pintan un
cuadro tétrico de la desaparición de la
ciudad. Ellos serían como un borracho (3:11).
Beberían la copa de la ira de Dios y, como
borrachos, perderían el juicio y quedarían
tendidos sin que nadie los ayudase. Jeremías
dijo,
Porque así me dijo Jehová Dios de
Israel: Toma de mi mano la copa del
vino de este furor y da a beber de él a
todas las naciones a las cuales yo te
envío.” . . . Y tomé la copa de la mano
de Jehová, y di de beber a todas las
naciones, a las cuales me envió Jehová:
. . . Les dirás, pues: Así ha dicho
Jehová de los ejércitos, Dios de Israel:
Bebed y embriagados y vomitad y
caed y no os levantéis, a causa de la
espada que yo envío entre vosotros
(25:15, 17, 27; compárese 48:26).
Nínive sería “encerrada” (3:11). La
palabra “encerrada” no se refiere a estar
escondida del peligro. Se refiere a
esfumarse, como si algo nunca hubiera
existido. Nahum está diciendo que esta
ciudad arrogante llegará a ser apartada,
borrada o desconocida. La historia
demuestra que él tuvo razón! Nínive fue
destruida por la alianza Medo-Persa en el
612 a.C. Después de la caída de Nínive los
asirios movieron su capital a Harán, donde
permaneció hasta la batalla de Carquemis
llevando a Babilonia a la supremacía
mundial. La destrucción de Nínive fue tan
completa tal como Nahum lo había
indicado. Doscientos años después de su
destrucción el ejército de Alejandro el
Grande pasó por su sitio ¡y no se percató
que la ciudad alguna vez había existido! Fue
justo como Dios lo había dicho; Nínive fue
“escondida.”
Nínive “buscaría” (3:11). La gente
había confiado en ellos mismos para tener
seguridad. Habían rechazado al Señor, al
único refugio seguro (Proverbios 18:10). De
manera despiadada atacarían los enemigos
de Nínive. No encontrarían seguridad. Esta 62
misma “búsqueda” caracterizará a los
rebeldes arrogantes cuando Cristo regrese
para el juicio (Apocalipsis 6:15-17).
Nahum habla a todos los
que sutilmente están siendo
animados por Satanás a
poseer un sentido de
arrogancia y presunción
Las personas de Nínive se parecerían a las
“higueras” que caen (3:12). Tal como caen los
higos maduros al toque más leve, ¡así
caerían las defensas de Nínive! Los primeros
higos se buscan con entusiasmo; aquellos
que los buscan se apresuran para la cosecha.
Así era el cuadro de la caída de Nínive.
Aquellos que buscan sus frutos se darán
prisa a la destrucción (Apocalipsis 6:13).
Se parecerían a las “mujeres” (3:13). Los
soldados no serían capaces de ofrecer
resistencia. Sus tropas en forma masiva
serían miedosas, tímidas y débiles. Isaías
usó esta metáfora: “En aquel día los egipcios
serán como mujeres; porque se asombrarán
y temerán en la presencia de la mano alta de
Jehová de los ejércitos, que él levantará
contra ellos.” (19:16; compárese Jeremías
50:37; 51:30).
Serían “consumidos” (3:13). La palabra
“consumidos” ¡se refiere a un destino
inevitable! La última esperanza de Nínive se
esfumaría; Todos estarían perdidos. La ruina
sería rápida porque el arrogante había
ignorado a Dios. El no reconocer a Dios es el
fruto lógico de la arrogancia. Esta fue la
arrogancia de Judá que llevó a Dios a enviar
a Isaías con este reproche sarcástico:
Y contasteis las casas de Jerusalén y
derribasteis casas para fortificar el muro.
Hicisteis foso entre los dos muros para
las aguas del estanque viejo; y no
tuvisteis respeto al que lo hizo, ni
mirasteis de lejos al que lo labró (Isaías
22:10, 11).
Tal era el retrato sombrío
―una
ciudad floreciente en población, abundante
riqueza y poderosa en fuerza militar ¡sería
borrada y olvidada! La arrogancia tendría
una consecuencia devastadora.
Y castigaré al mundo por su maldad y a los
impíos por su iniquidad; y haré que cese la
arrogancia de los soberbios y abatiré la
altivez de los fuertes (Isaías 13:11).
CONCLUSIÓN
Las palabras de Nahum aplican para
nuestro mundo actual. Alguien podría
preguntar como un mensaje dicho a una
ciudad hace siglos acerca de la destrucción
de otra ciudad pueda tener algo de relación
sobre el hombre moderno, sin embargo hay
lecciones importantes que deben aprenderse.
Nahum habló a todos los que están siendo
animados sutilmente por Satanás a ser
arrogantes y presuntuosos. Él nos recuerda
tres peligros.
Un peligro es tener un ego inflado
(Ezequiel 13:14-16). El siguiente comentario
hecho hace mucho tiempo ilustra la
importancia real del hombre:
Recuerde lo que era antes de
nacer―nada. Lo que fue por muchos
años después―débil. Lo que es durante
toda su vida―un gran pecador. Lo que
es durante todos sus triunfos―un
simple deudor hacia Dios, a sus padres,
a la tierra y a todas las criaturas. En
estas y otras meditaciones similares, si
hemos de morar, veremos que nada es
más razonable que ser humilde y nada
más irracional que ser orgulloso.2
Un segundo peligro es sentirse seguro
de uno mismo (Isaías 22:10, 11). El pavo real,
viendo su plumaje hermoso, se pavoneó con
orgullo, ¡pero una mirada a sus pies feos
remediaría su orgullo! Si hay belleza,
riqueza, fama, éxito o cualquier otra cosa
que engendre el orgullo dentro de nuestros
corazones, vamos a recordar que hay
también algo de contrapeso que debería
mantenernos humildes.
Otro peligro es el ser arrogante. El
insulto de Na um
h
a Nínive (3 14ss.)
:
subrayan su arrogancia absurda. El pueblo
de Tebas fue tratado como un “botín”; Esto
revela lo absurdo de su arrogancia (3:10). En
forma similar, el pecador arrogante
enfrentará la realidad de su actitud absurda
en el juicio (Mateo 11:24). Diocleciano
2Elon
Foster,
Nueva
Enciclopedia
de
Ilustraciones Adaptadas para la Enseñanza Cristiana, 2d.
Series, Vol. 1 (New York: Funk & Wagnalls Co., 1877,
658.
63
edificó monumentos diciendo que había
eliminado la “superstición de Cristo y que
había aumentado la adoración de los
dioses.” ¡Su arrogancia era absurda!
El versículo 8 a bre con una pregunta
que hace reflexionar, una pregunta que
debería producir escalofríos a los corazones
honestos. ¿Cualquiera de nosotros es mejor
que Nínive o Tebas? Vamos a alejarnos de
la arrogancia que traerá la ira de Dios.
Vamos a recordar este sabio consejo: “Dios
corona con misericordia; pero una cabeza
inflada no es apta para tener una corona
puesta sobre de ella.”
64
©Copyright, 1993, 1998 para La Verdad Para Hoy
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
NAHUM
Por John L. Kachelman, Jr.
Tres strikes y ¡ponche!
(3:15b-19)
65
“Multiplícate como langosta, multiplícate
como el langostón. Multiplicaste tus mercaderes
más que las estrellas del cielo; la langosta hizo
presa y voló. Tus príncipes serán como langostas
y tus grandes como nubes de langostas que se
sientan en vallados en día de frío; salido el sol se
van, y no se conoce el lugar donde están.
Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria,
reposaron tus valientes; tu pueblo se derramó por
los montes y no hay quien lo junte. No hay
medicina para tu quebradura; tu herida es
incurable; todos los que oigan tu fama batirán las
manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó
continuamente tu maldad?” (3:15b-19).
EEUU ha inmortalizado “Casey al
bat.” La mayoría ha leído el poema de E. L.
Thayer describiendo la derrota del poderoso
jugador de béisbol. El desastre golpeó al
pueblo de Mudville el día que Casey se
ponchó. Esta metáfora deportiva se ha usado
por mucho tiempo para describir cualquier
intento de hacer algo que fracasa. “Se
ponchó” es una descripción común dada
para alguien que fracasa en sus intentos. Tal
persona tuvo varias oportunidades para
tener éxito, ¡pero no aprovechó ninguna! No
alcanzó el objetivo.
La profecía de Nahum concluye en el
3:15b-19 al enlistar tres intentos de esta
orgullosa ciudad para obtener éxito. En
todos falló. Nínive se “ponchó,” y reinó el
desastre. Este párrafo final pone de
manifiesto en forma clara su tragedia. Como
un autor comentó, este párrafo “trae ante
nosotros en forma enérgica el gobierno
moral de Dios sobre el mundo y el deber de
confiar en Él como el Vengador de los
malhechores, como la fuente exclusiva de
seguridad y paz para aquellos que le
aman.”1
Dentro de este párrafo uno también
encuentra una información asombrosa de la
filosofía insensata del “éxito” que llevó a la
ruina a Nínive y que controla al mundo
moderno. Nínive, como las personas ahora,
definen el éxito por tres criterios: el apoyo
mayoritario, una cierta riqueza, y la
sabiduría humana como inteligencia. Al
desarrollarse el texto, podrá verse que eso
está en un burdo error.
En
estas
palabras
finales,
encontramos la “aflicción del herido por
pecado,” ¡porque buscaron el éxito pero “se
poncharon”!
1F. W. Farrar, Los Profetas Menores (James,
Nisbet y Co.: London, n.d), 151
LOS TRES STRIKES DE NÍNIVE
Strike 1: Nínive confío en números para
su seguridad (3:15b). La metáfora de Nahum
es la de una multitud enorme de langostas
pululando y cubriendo todo a la vista.
Algunos de esos enjambres eran tan
enormes que hacían que a pleno mediodía se
volviera oscuro como que la luz del sol fuera
oscurecida. No solamente eran muchas
langostas, sino que también eran dedicados
en sus acciones.
Este hecho describe a Nínive. Su vasta
población proporcionaba una seguridad
falsa para Asiria. Se imaginaba ella misma
como invencible. Tal como nada permanece
al paso del enjambre de langostas, Asiria
pensó que nada permanecería al paso de su
poder.
En una ocasión un fuego amenazó a
un manicomio británico. Cuando los
bomberos iban de cuarto en cuarto,
encontraron a un hombre mal de sus
facultades mentales sentado en su cama,
frotando sus manos con alegría, mirando
hacía las vigas que estaban ardiendo encima
de su cabeza. Estaba disfrutando la escena
con un placer intenso y a la vez desolador.
El pobre hombre no se daba cuenta del
peligro. Unos momentos después de que fue
sacado de su recámara, las vigas se cayeron;
¡Las vigas lo hubieran enterrado si no
hubiera sido rescatado! Su ignorancia
lamentable ilustra la locura de Nínive. La
ciudad se sintió segura debido a la gran
población que tenía. ¡Cuán falsa probó ser
esa seguridad! Todos los que confían en “la
mayoría” actualmente ¡son como los
antiguos asirios!
Strike 2: Nínive confió en el materialismo
para tener éxito (3:16). Sus esfuerzos
comerciales fueron “incrementados” a una
cantidad innumerable (“más que las estrellas
del cielo”). Su riqueza se multiplicó. Nínive
era rica más allá de la imaginación. Aquí
estaba una nación que había seguido un sólo
objetivo―obtener más y más riqueza incluso
si esto significaba prácticas despiadadas y
malvadas. Como las langostas, Nínive
“desnudaría” a sus víctimas y luego 66
desaparecería. Aunque más grande que las
estrellas del cielo, ¡la gran ciudad fue
incapaz de negociar con la ira de Dios! Su
riqueza no podría protegerla de las
consecuencias de su pecado.
Un sauce llorón estaba a lado de una
laguna y colgaba sus ramas hacia el agua. El
jardinero intentó en vano hacer que las
ramas crecieran en diferente dirección. A
cualquier parte que el agua estuviera, las
ramas colgarían. Finalmente, el jardinero
hizo una laguna más grande en el lado
opuesto del árbol y cuando se llenó de agua,
el propio árbol, ¡curveó sus ramas en esa
dirección! Esto ilustra como jala el
materialismo. Muchos corazones voltean su
cabeza hacia objetivos materiales y
encuentran sólo veneno. Si no corrigen esto,
¡encontrarán el desastre tal como Nínive lo
hizo!
Strike 3: Nínive confió en líderes no
adecuados para su guía (3:17, 18). La
arrogancia y orgullo controló a los líderes de
Nínive. Su arrogancia se ilustra por un
monarca posterior, el Rey Alfonso de
Castilla. Él solía emplear sus horas de ocio
en estudiar la astronomía. Habiendo
descubierto lo que él supuso ser una
irregularidad en las estrellas, dijo, “Si
hubiese estado cuando el Hacedor del
mundo estaba trabajando, ¡podría haberle
dado un buen consejo! Tal arrogancia
increíble también caracterizó a los
gobernantes de Nínive y ¡trajo el desastre a
la ciudad! ¡De esta manera Nínive escuchó el
“tercer strike!” El fracaso de sus líderes los
llevó al trágico colapso.
Este strike podría haber sido evitado
si Asiria hubiera escuchado el consejo del
Salmo 146: “No confiéis en príncipes, ni en
hijo de hombre en quien no hay salvación.
Su espíritu exhala, él vuelve a la tierra; en
ese mismo día perecen sus pensamientos”
(Salmos 146: 3, 4).
A pesar de ser
aparentemente invencibles,
Nínive se “ponchó”; ¡perdió
el éxito porque olvidó a
Dios!
EL DESASTROSO “OUT” DE NÍNIVE
Todo lo que constituye la “grandeza”
en el mundo se presentó en Nínive
―una
población poderosa, riqueza incontable y
muchos líderes. De acuerdo a los
pensamientos actuales, la ciudad sólo tenía
un lugar a donde ir, “adelante y hacia
arriba.” A pesar de que aparentemente era
invencible, Nínive se “ponchó”; perdió su
éxito ¡porque olvidó a Dios! Note el trágico
“ponche” que hizo.
Primero, “no había remedio” para su
exceso de confianza: “No hay remedio para tu
quebranto, tu herida es incurable. . .” (3:19).
La palabra “quebranto” literalmente se
refiere a una “fractura o herida grave;
ruina.” En las Escrituras esta palabra se usa
para describir el colapso de un reino (Salmos
60:3; Proverbios 16:18; Lamentaciones 2:11).
Tan grande como era la confianza de Nínive,
así de grande era la rapidez de Dios para
quitarle el honor. Las palabras Zofar el
amigo de Job aplican aquí:
67
¿Acaso sabes esto, que desde la
antigüedad, desde que el hombre
fue puesto sobre la tierra, es breve el
júbilo de los malvados y un instante
dura la alegría del impío? Aunque su
presunción llegue a los cielos y su
cabeza toque las nubes, como su
propio
estiércol
perece
para
siempre; los que lo han visto dirán:
“¿Dónde está?” (Job 20:4-7; itálicas
mías).
Nínive podría reforzar sus planes e
incrementar su poder militar. Podría
imaginar que su seguridad estaba firme,
pero el futuro le deparaba que “no había
remedio,” porque ella sería “quebrantada.”
El conquistador pagano que una vez se
vanaglorió, “Vine. Vi. Conquisté.” Nahum
añadió otra oración para ellos que en forma
acertada encaja en la arrogancia petulante:
“¡Desaparecí!” Es triste que muchos
continúen “ponchándose” como resultado
de este problema. Buscan beneficios
mundanos tratando de encontrar seguridad
y alivio. Sus beneficios sólo se desvanecen y
se escapan. Al final, como Nínive, solamente
enfrentarán “quebranto.” De acuerdo a Dios,
todo lo conectado con la gloria material
cesará (2 Pedro 3:10). Aquellos que buscan
alivio en el materialismo encontrarán
desilusión. El gran ejército de Nínive
desaparecería sin dejar rastro. Aquellos que
confían en lo efímero para su seguridad, tal
como Nínive, encontrarán ruina. “El
hombre, como la hierba son sus días; como
la flor del campo, así florece; cuando el
viento pasa sobre ella, deja de ser y su lugar
ya no la reconoce” (Salmos 103:15, 16).
Séneca, un estadista romano que era cínico
sobre la brevedad de la vida, una vez
observó una procesión triunfal romana y
dijo, “He visto toda esta pompa y
magnificencia puesta en tal orden y pasando
tranquilamente a lo largo; sin embargo toda
acaba: ¿Por qué debería valorar todo esto
que es tan momentáneo?” Un autor
desconocido expresó este sentimiento, el
cual es estrechamente paralelo a Santiago
4:14:
Para todo lo que en este mundo es
grande y atractivo; así como el vapor
desaparece y se descompone.2
Segundo, no había éxito en las futuras
batallas de Nínive. Su herida era incurable. El
término “herida” se usa en las Escrituras
para describir una plaga que ha sido
enviada
por
Dios
(Levítico
26:21;
Deuteronomio 28:59, 61; 29:22). La herida de
Nínive era “incurable,” porque era un golpe
que había sido enviado por decreto de la ira
de Dios (Jeremías 10:19; 14:17). No podrá
encontrar otra frase en toda la Escritura que
sea tan penosa como esta: “Tu herida es
incurable.” Aquí esta la personificación de la
desesperanza. Nahum “vio a personas
arruinadas
por
vientos
hostiles
y
tempestades del mal, consumidos por los
fuegos de la pasión impía, por la prisa loca a
la ruina y muerte, enfermos hasta la médula
tanto que la recuperación fue imposible; por
lo tanto, incapaz de curarse, él clamó en la
tristeza de su corazón.”3
¡La ceguera espiritual de Nínive la
llevó a esta enfermedad incurable! Martín
Lutero dijo de un noble de Viena que hizo
una gran cena y en medio de su alegría
exclamó, “Si Dios me dejará en este mundo
para vivir y disfrutar mi placer durante mil 68
años, entonces ¡qué se quede con su cielo
para Él solo!” ¡Cuán trágico es ese tipo
razonamiento! ¡Actualmente muchos no
desean tantos años! Viven sus breves vidas,
en la mayoría quizás ochenta años y
negocian la gloria del cielo por los placeres
breves de esta tierra. Aquellos con tal actitud
tienen una herida tan incurable como
Nínive.
Tercero, Nínive no tenía dirección de sus
líderes. Los oficiales y gobernantes eran o
bien inconscientes o indiferentes a la
tragedia de la ciudad. Al confiar en el
liderazgo de gobernantes irresponsables, la
gente fue dispersada, expuesta y perdida
para siempre. El “mal” que los líderes de
Nínive siguieron regresaría sobre la ciudad.
LA LECCIÓN DURADERA DE NÍNIVE
Una lección que trasciende los siglos
y que une a las personas de hoy con los
antiguos asirios: ¡Tengamos cuidado de no
“poncharnos” como
Nínive lo hizo!
2Elon
Foster,
Nueva
Enciclopedia
de
Ilustraciones Adaptada a la Enseñanza Cristiana, 2d.
series, vol. 2 (New York: Funk & Wagnalls Co., 1877),
761.
3S. D. Hilman, “Nahum,” en el Comentario del
Pulpito, vol. 14, Amos a Malaquías, ed. H.D.M.
Spence and Josepj S. Excell (Grand Rapids, Mich.:
Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1963), 52
Podemos fácilmente imitar la locura de
Nínive. Para evitar su tragedia debemos
hacer tres cosas. Primero, no debemos confiar
en las mayorías para tener seguridad. Es
insensato razonar, “Todos creen esto. . .
todos practican eso. . . todos hacen esto. . .
así que todo está bien porque los demás lo
hacen.” Necesitamos recordar la advertencia
de Cristo que la “mayoría” es una invitación
a la destrucción (Mateo 7:13). También
necesitamos recordar la advertencia de
Zofar que las alegrías por el éxito ganado
por métodos malvados son efímeros (Job
20:5, 6).
Segundo, No debemos ver hacia el
materialismo para tener seguridad. Jesús dijo,
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la
polilla y el orín corrompen y donde los
ladrones minan y hurtan; sino haceos
tesoros en el cielo,. . . porque donde esté
vuestro tesoro, allí estará también vuestro
corazón.” (Mateo 6:19-21).
Tercero, no debemos seguir a líderes que
nos guiarán a la condenación. Los líderes en los
tiempos de Cristo enseñaban los principios
de Dios pero no los practicaban (Mateo
23:3). Muchos ahora siguen a líderes
carismáticos sin probarlos por las Escrituras;
otros ven a los líderes de sus grupos
religiosos como teniendo más autoridad que
las Escrituras.
CONCLUSIÓN
El pensamiento moderno sugiere que
el éxito puede encontrarse por tres vías: una
mayoría
cuyo
apoyo
proporciona
estabilidad y seguridad, una cierta medida
de riqueza sin par y una sabiduría humana 69
que sea innovadora. Se nos dice por muchos
a nuestro alrededor ¡qué en esto consiste el
éxito genuino! Las últimas palabras de
Nahum dicen de manera distinta. Su
mensaje es que los que confían en estas tres
cosas fracasarán, ¡“le tirarán a la pelota y se
poncharán”!
Cada palabra de la última sección de
la profecía de Nahum se cumplió. La ciudad
fue arrasada; desapareció tal como Dios lo
había prometido. El mensaje de Isaías habló
del destrozo de parte de Dios a la vara y el
poder de Asiria y Babilonia (Isaías 14:4-27).
Nínive pereció sin compasión y sin ayuda,
pero el mensaje de Nahum no termina aquí.
Aun está hablando hoy. No debemos
suponer que podemos encontrar el éxito con
las tres falsas vías y al final nos encontramos
con que también, nos hemos “ponchado”!
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