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1
DOCUMENTO CEDE 2004-41
ISSN 1657-7191 (Edición Electrónica)
OCTUBRE DE 2004
CEDE
MODELO DE ACUMULACION CON “SALTO PELIGROSO”
SAMUEL JARAMILLO1
Resumen
En este trabajo se propone un modelo básico de acumulación capitalista que incorpore algunos de los
rasgos fundamentales de la Teoría del Valor Trabajo Abstracto de Marx que usualmente no se tienen en
cuenta en las formalizaciones de diversas tradiciones teóricas. En particular se trata de introducir la
intuición de Marx referida al hecho de que el valor se conforma de manera simultánea en la producción y
en la circulación (y no solamente en uno de estos campos), y que la dimensión monetaria, su forma más
desarrollada, es consubstancial a su operación. Esto involucra la noción de “separación” de la que habla
Marx, según la cual el productor individual nunca tiene la certeza absoluta de que sus decisiones van a
ser validadas por el mercado de manera idéntica a sus planes: es el “salto peligroso” de la circulación en
que el trabajo concreto se convierte (o no) en trabajo abstracto.
Se sigue y se intenta desarrollar una intuición propuesta por Carlo Benetti y Jean Cartelier2 en que se
modela de tal manera que las decisiones individuales de los agentes generan demandas endógenas que
no son necesariamente idénticas a las decisiones tomadas por ellos como productores: la confrontación
en el mercado de ofertas y demandas de corto plazo hace emerger “precios ex post” que pueden variar
con respecto a los “precios exante” con que se han tomado las decisiones. Con ello se pretende capturar
una noción central sobre la socialización del mercado capitalista: los agentes toman decisiones
descentralizadas y no coordinadas de antemano, que generan fenómenos de conjunto que los afectan y
que no coinciden necesariamente con sus previsiones unilaterales.
En el modelo se procura hacer algunos desarrollos y variantes con respecto a la formalización de Benetti
y Cartelier: en primer lugar se plantea una economía de carácter capitalista, con empresarios y
asalariados; en segundo lugar, se da la posibilidad de que también existan desajustes en las cantidades
producidas y realizadas, y no solamente posibles desfases entre precios ex ante y expost; finalmente se
explora la posibilidad de darle una dimensión iterativa que capture el carácter dinámico de la economía,
entre otros aspectos. La convergencia de estos rasgos tiene algunas implicaciones teórico–
metodológicas, entre las que destaca el hecho de que no se reflexiona en términos de equilibrio, y que la
atención se centra precisamente en los ajustes, cuyos efectos no se dan por sentados, sino que estos
últimos son precisamente los interrogantes que se pretenden dilucidar.
Lo que se presenta es una versión básica y elemental del modelo con el fin de introducir la línea de
reflexión y de modelización, y se sugieren senderos de ampliación y de formalización ulteriores. Para
ilustración de la forma como opera el modelo, y de sus alcances y limitaciones, se presenta como anexo
una corrida de él a partir de cifras arbitrarias.
Palabras clave: teoría del valor, formación de precios, acumulación, economía heterodoxa.
Clasificación JEL: B51
1
2
Universidad de los Andes, Facultad de Economía. Email:
[email protected]
Benetti, Carlo y Cartelier, Jean “Dinero, forma y determinación del valor” Cuadernos de Economía Vol XVII n 23 1998
ACCUMULATION MODEL WITH “SALTO MORTALE”
Abstract
In this paper we propose a basic capitalist accumulation model that considers some of the fundamentals
traits of Marx’s labor theory of value, which are usually not taken into account in the formalizations of
various theoretical traditions. In particular, we aim to introduce Marx’s intuition that value is created
simultaneously in the production and the circulation spheres (and not just in one of these realms) and that
the monetary dimension, its most developed form, is consubstantial of its operation. The latter implies
Marx’s notion of “separation”, which states that an individual producer is never absolutely certain that his
decisions will be validated by the market as he had originally planned: this is the “salto mortale” that takes
place in the circulation dimension, in which the concrete labor becomes (or not) abstract labor.
3
The paper follows the intuition proposed by Carlo Benetti and Jean Cartelier , whose model is constructed
such that the individual decisions of agents generate endogenous individual demands which do not
necessarily correspond to the decision they took as producers. The confrontation of short term supplies
and demands in the market, results in ex-post prices that can differ from the ex-ante prices, used when
deciding production. Therefore, a basic concept of the socialization of the capitalist market is captured:
individual agents take decentralized decisions, with no coordination among them beforehand, which
generate aggregate phenomena that affects them and that does not necessarily coincides with their
unilateral and preconceived planning.
The model endeavors to expand in some aspects the Benetti and Cartelier’s formalization. In the first
place, it proposes a capitalist economy involving both entrepreneurs and wage earners. In second place, it
allows discrepancies among quantities produced and those actually sold and not only among ex-ante and
ex-post prices. Finally the model explores the possibility of capturing the dynamic dimension of economics
by allowing iterative exercises. The above mentioned converges in some theoretical-methodological
implications; there is no thinking in terms of equilibrium, as in traditional models. On the other hand, all the
attention is focused in adjustments mechanisms, whose effects are not given: they are precisely the
objective of the inquiry.
We present here a basic and elementary version of the model, in order to introduce the line of thought that
we propose, and we suggest paths for further research of the concepts. To illustrate how does the model
operate, it’s strengths and flaws, we present an annex with an example using arbitrary parameters.
Key words: theory of value, price formation, accumulation, heterodox economics
JEL classification: B51
3
Benetti, Carlo and Cartelier, Jean. “Dinero, forma y determinación del valor” Cuadernos de Economía, Vol XVII, n 23 1998.
2
INTRODUCCION
El presente trabajo parte de varias convicciones referentes a la construcción de
representaciones sobre la realidad económica capitalista que es necesario hacer
explícitas para precisar el sentido de este ejercicio y delimitar sus alcances y
limitaciones.
La primera de estas consideraciones, es la de que las Teorías del Valor son
importantes, incluso cruciales para pensar la estructura económica capitalista. Puede
sorprender el énfasis de esta afirmación, pues formalmente siempre se ha reconocido
que esta pieza de la reflexión es el fundamento de toda elaboración intelectual sobre la
economía contemporánea. Creo que vale la pena reafirmarla, sin embargo, porque en
la actualidad, en las distintas tradiciones teóricas, han proliferado posiciones que en la
práctica niegan los alcances de este planteamiento. Una de sus variantes, que
podríamos denominar pragmática, confina la reflexión sobre el valor a una dimensión
general, por no decir que etérea, que tiene muy poca relevancia en lo que los
economistas realmente hacen. Los problemas económicos pertinentes son abordados
por los economistas con abstracciones que responden de manera mucho más directa a
las características factuales de los fenómenos que deben explicarse, y estas nociones
tendrían una relación muy tenue con el nivel de generalidad en que se trata el valor. El
examen de los problemas del valor sería tarea de especialistas, un ejercicio de filosofía
económica cuyo sentido estaría reducido a establecer congruencias, asociado por lo
tanto, en el mejor de los casos, a lo que podría denominarse elegancia epistemológica.
Hay otra posición que rechaza de manera explícita la pertinencia de la noción de valor.
Es el caso notable de la tradición neoricardiana que como se sabe, extrae como
balance del famoso debate sobre la Transformación de Valores en Precios, la
conclusión de que el valor es una categoría redundante, e incluso inadecuada. Un “falso
problema” al decir de Joan Robinson. A partir de las formalizaciones de Piero Sraffa y
su “mercancía-patrón” sería posible pensar los rasgos fundamentales de la economía
capitalista sin recurrir al escurridizo e incómodo concepto de valor.4
Estimo que ambas posiciones son inadecuadas. Si se conciben las Teorías del Valor
no solamente como una primitiva Teoría de los Precios o un mero patrón de medida
(como parece ser la concepción neo-ricardiana), sino como la abstracción básica sobre
el fundamento y el tipo de división del trabajo predominante en la economía capitalista,
sus alcances son otros. La Teoría Subjetiva del Valor de la tradición Neoclásica y las
distintas versiones de la Teoría del Valor Trabajo, reflejan y a la vez delimitan
concepciones básicas sobre la naturaleza y el funcionamiento de la economía
capitalista. Son algo más que declaraciones de principios; en realidad condicionan las
elaboraciones más concretas sobre aspectos económicos específicos: determinan los
supuestos sobre los comportamientos y mecanismos subyacentes, y ordenan los
elementos que se conservan o se ignoran en las representaciones abstraídas. Como en
tantas otras cosas, el que no se tenga conciencia de esta determinación no elimina su
4
Steedman, Ian Marx, Sraffa, y el problema de la transformación.Fondo de Cultura Económica Mexico 1985 (Originalmente en
inglés: Marx after Sraffa NLB Londres 1977)
3
impacto en la reflexión y más bien condenan a quienes enarbolan esta desenfadada
posición a ser tributarios de nociones que no controlan.
La segunda consideración es la de que la Teorías del Valor requieren lo que
denominaremos una Formalización Básica sobre la Interacción Mercantil. Para que las
formulaciones fundamentales sobre el valor tengan contundencia, es necesario
construir una representación sistémica que conecte sus nociones y permita cotejar su
congruencia interna. Operaría, así mismo, como la matriz que permite producir otras
elaboraciones más concretas y/o más complejas. Para orientar al lector sobre lo que
tengo en mente, podría decirse que éste es el papel que juega el Modelo de Equilibrio
General Walrasiano con respecto a la Teoría Subjetiva del Valor. Conecta las
hipótesis de comportamiento elemental (en su caso, la elección subjetiva individual), en
un esquema de interacción que le permite representar los comportamientos agregados.
Habría que decir que un papel similar lo cumple el modelo sraffiano de Producción de
Mercancías por medio de Mercancías. En su caso, y contradiciendo el propio alegato
neoricardiano de que ellos prescinden de cualquier teoría del valor, su modelo sería una
Formalización Básica sobre la Interacción Mercantil que corresponde a la Teoría del
Valor de Ricardo, (la del Valor Trabajo Incorporado), que sigue operando de manera
subyacente en las elaboraciones de esta escuela.
Una tercera consideración tiene que ver con las anteriores y está referida al estado
actual de la polémica sobre el valor. Como se ha evocado antes, la conclusión
neoricardiana sobre el Debate de la Transformación es su condena a la noción de
Valor Trabajo y la renuncia a su utilización explícita. Pero esta no es la única respuesta.
El grupo neomarxista que es conocido como de la Teoría del Valor Trabajo Abstracto
desemboca una visión diferente. Encuentra que lo que está en cuestión en este debate
no son las respuestas, sino más bien el planteamiento de las preguntas. Para estos
teóricos en este debate se hace una asimilación abusiva entre el pensamiento de
Ricardo y el de Marx, que entre otras cosas sería ardientemente protestada por este
último, que no se ve a sí mismo como la continuación de la escuela ricardiana sino
como su principal crítico. El nodo central de la discusión de la Transformación es
precisamente algo que solo tiene sentido en el pensamiento de Ricardo, y es la
capacidad de la formulación del valor como una teoría de formación de precios. Estos
teóricos arguyen que retomando las nociones propiamente marxistas sobre el
entramado básico de la división del trabajo capitalista
(sin superponerle las
concepciones ricardianas), se puede tener una percepción muy penetrante sobre las
realidades capitalistas actuales, más poderosa no solamente que las percepciones
ricardianas y neoricardianas, sino que, por supuesto, más agudas y desde luego más
críticas, que las elaboraciones de base neoclásica.
¿Cuáles son los rasgos de la Teoría del valor de Marx que son cercenados para su
espúrea amalgama con la Teoría del Valor Ricardiana? Los Teóricos del Valor Trabajo
Abstracto responden así:
En primer lugar, la dimensión monetaria. Tanto para la representación ricardiana y
neoricardiana, como para la neoclásica, lo monetario es una esfera “ilusoria” en la
dinámica mercantil que es necesario trascender para tener una visión rigurosa de las
4
relaciones “reales”. Es por ello que ni en Walras, ni en Sraffa, el dinero cumple un
papel determinante en su formalización básica, y en ambas construcciones es muy
difícil articularlo de una manera congruente. Para Marx, por el contrario, el dinero tiene
un rol central en la división del trabajo mercantil capitalista. Es según su expresión, la
forma más desarrollada del valor, y sin tenerlo en cuenta es difícil comprender rasgos
centrales del capitalismo, como la explotación y la acumulación.
En segundo lugar, a las concepciones de Marx se les amputa sus consideraciones
sobre la realización. Para Marx una característica central de la división del trabajo
mercantil-capitalista
es la “separación” del productor individual con respecto al
conjunto de la economía y el “salto peligroso” que debe enfrentar a cada momento. Por
ello su cuidadosa diferenciación entre “trabajo concreto”, el que efectivamente realiza
cada productor individualmente, y el “trabajo abstracto”, que es el que sanciona el
mercado, mediado este pasaje por la precaria socialización que constituye el
mecanismo mercantil. Sin este elemento es sumamente difícil pensar de manera
consistente los fenómenos de la estabilidad, de las crisis, el cambio técnico, etc.
Walras y Sraffa construyen representaciones de la economía capitalista en donde los
intercambios son trueques, y donde ellos están garantizados.
A las anotaciones anteriores del grupo de la Teoría del Valor Trabajo Abstracto, habría
que agregar una adicional. A la intuición de Marx a menudo se le mutila su referencia a
la Reproducción. Las elaboraciones neoricardianas,
y aquellas marxistas
convencionales que sin advertirlo se pliegan a sus procederes, les cuesta mucho
trabajo tratar la dimensión dinámica de la economía capitalista, lo cual torna
enigmáticos muchos de sus rasgos. O más precisamente, se les dificulta pensar de
manera articulada la dimensión sincrónica y diacrónica de la estructura económica
capitalista. Esto por supuesto lo comparte con la representación walrasiana que se
imagina una economía “del día del juicio final por la tarde”, para usar la expresión de
Marx. Sin duda esto está conectado con su insistencia obsesiva de pensar la economía
en “equilibrios”, algo que difícilmente puede contrastar más con la visión de Marx. Los
fenómenos dinámicos son abordados por lo general por la economía neoclásica con
una aproximación que torna problemática la conexión conceptual con sus propias
representaciones básicas, usualmente a partir de modelos monosectoriales, donde las
concepciones básicas sobre la competencia, los ajustes, etc. no son fácilmente
reconocibles.
Aquí vale la pena detenerse en la referencia a la noción de equilibrio. Es conocido que
en el pensamiento económico convencional esta categoría juega un papel central, no
solamente como herramienta de abstracción, sino incluso como referente normativo.
Existen distintas posiciones sobre si en el pensamiento de Marx juega el mismo papel.
Como tantas polémicas de tipo interpretativo existen soportes para tomar una u otra
posición. Más interesante que esto es, a mi juicio, la potencialidad que suministra el
planteamiento de Marx de pensar esto de manera diferente: en lugar de partir de las
situaciones de equilibrio, y suponer que el comportamiento individual de los agentes
(que se especifican de manera aislada), generan los resultados globales previstos, es
concebible invertir este orden: identificar las pautas de comportamiento de los agentes y
de su interacción, y preguntarse sobre sus efectos de conjunto. Las categorías que
5
pueden asimilarse al equilibrio, como los precios naturales, la tasa de ganancia
uniforme, los ritmos estables de acumulación, más que puntos de partida serían
interrogantes para la reflexión. Esta concepción parece mucho más congruente con los
postulados de Marx sobre la socialización capitalista y su precariedad relativa.
Estos replanteamientos de la Teoría del Valor Trabajo Abstracto me parecen
pertinentes y muy sugestivos. A mi juicio, ellos requieren, como desarrollo, la
construcción de una Formalización Básica de la Interacción Mercantil que sea
coherente con sus principios. Es decir, que incorpore de manera central los rasgos
mencionados: el carácter monetario de la división del trabajo mercantil, la “separación”
del agente individual y el “salto peligroso” a través del mercado, su carácter
reproductivo, es decir dinámico y su trayectoria no necesariamente teleológica hacia
una situación ideal de equilibrio. El presente trabajo pretende contribuir en algo en esta
dirección, mediante el esbozo de modelo muy simplificado de la interacción mercantil
capitalista que tenga en cuenta estos aspectos.
Este esfuerzo tiene un antecedente capital al cual le debe buena parte de sus
intuiciones de partida. Se trata del trabajo de Carlo Benetti y Jean Cartelier,5 del cual el
presente trabajo puede considerarse una variante. A continuación presento
rápidamente sus principales rasgos y a medida que ulteriormente presente mi propia
exposición haré explícitas las variaciones que introduzco y su justificación.
El modelo de Benetti y Cartelier es una Formalización Básica de Interacción Mercantil
que pretende incorporar los dos primeros aspectos atrás mencionados, es decir lo
monetario y el “salto peligroso”. Parte de una economía de agentes mercantiles
simples, cada uno de los cuales produce una mercancía (y cada mercancía es
producida por un solo agente) Cada agente cuenta con una suma de dinero, aportada
como préstamo por un banco, que es una construcción ad hoc del modelo. Se enfrenta
con una matriz de coeficientes fijos de consumos intermedios, que determina qué
cantidad de los productos de los otros agentes requiere cada productor para su
producción (incluyendo los productos que necesita para su sustento). Existen unos
precios ex ante para cada uno de estos bienes. Con estos datos, la cantidad de dinero
de la que disponen inicialmente, los precios de sus “insumos” y el precio de su
producto, cada agente hace sus decisiones de producción, con la referencia de una
ganancia esperada. El punto clave del modelo, es que la demanda del producto de
cada agente no está determinada de manera unilateral por él, ni necesariamente
coincide con sus planes de producción, sino que está definida por las decisiones de
producción no concertadas del resto de los agentes. De esta manera, tampoco el precio
expost de las mercancías coincide necesariamente con sus niveles previstos: los
autores proponen para la formación de este precio la llamada fórmula Cantillón-Smith,
en que el precio resulta de la división entre la demanda monetaria por un bien y la
cantidad ofrecida de él en un momento determinado. De esta manera las cuentas
individuales de cada productor se ven afectadas, porque tanto sus gastos como sus
ingresos se rigen por estos nuevos precios: algunos ganarán más de lo que preveían,
otros ganarán menos o perderán. De esta manera, los autores llegan a una
5
Op Cit
6
formalización que, en su visión, son compatibles desequilibrios individuales, con el
funcionamiento global. Las hipótesis de comportamiento, como se ve, estarían
ajustadas a algunas intuiciones claves de Marx sobre el valor y la división del trabajo
mercantil.
EL MODELO BASICO
Como he dicho, el modelo aquí propuesto es un desarrollo del de Benetti-Cartelier y
presento en seguida los aspectos iniciales de desarrollo con respecto a él.
En primer lugar el modelo se referirá a una economía capitalista, en la que agentes que
interactúan son de una parte empresarios capitalistas, y de otra, proletarios
asalariados. El modelo referido de Benetti y Cartelier está construido en términos de
agentes mercantiles simples, tal vez con el ánimo de ganar en generalidad, aunque
entiendo que ellos tienen un desarrollo, que desconozco, en términos capitalistas.
Siguiendo la tradición marxista y neoricardiana estimo que una formalización referida a
los agentes propios de la economía capitalista es más elocuente y útil para comprender
algunos rasgos básicos de la forma que asume la interacción mercantil en la sociedad
contemporánea.
Suponemos entonces la existencia de un número plural de firmas capitalistas, que en el
Modelo Básico serán tres (Firmas 1, 2 y 3), que operan según la lógica de la Circulación
Capitalista de Mercancías, D-M-D’. Cada un de ella está en posesión de una suma
inicial de dinero, al que llamaremos Activo Total (AT). Este fondo lo divide el capitalista
en dos porciones: una de ellas destinada a su propio consumo, al que denominaremos
Fondo de Consumo Capitalista (FCK) y el otro a la inversión, al que denominaremos
Fondo Invertible (FI). La proporción de esta distribución puede ser objeto de varios
supuestos: nosotros, como lo explicaremos más tarde, haremos depender el monto
destinado al consumo, de la magnitud de las ganancias esperadas por el capitalista y
del monto de su Activo Total.
AT= FCK+FI
Con el dinero del Fondo de Inversión, que es la parte de los activos que opera
realmente como capital inicial, las firmas van a comprar en el mercado, de una parte,
un “bien de producción”, que denominaremos Hierro. De otra parte, con este dinero
inicial, van a comprar trabajo asalariado (Trabajo) Suponemos entonces que existe un
mercado del trabajo, o más rigurosamente, de Fuerza de Trabajo, que se ofrece en el
mercado por un precio, el Salario. Partimos de la existencia de un acervo total de
trabajo en la economía, al que denominamos Trabajo Total. Con estos elementos, la
firma capitalista desencadena un proceso productivo, cuyo resultado aspira a venderlo
en el mercado, para completar el ciclo y tener al final un nuevo monto de dinero. El
motor de la acción del capitalista es entonces procurar que exista la mayor diferencia
entre lo que son sus gastos, es decir, lo que paga por el bien de producción (Capital
Constante, en términos de Marx), lo que gasta en fuerza de trabajo (Capital Variable), y
7
lo que obtiene en el mercado por la venta de sus productos. Es decir, en maximizar su
tasa de ganancia (g’).
Siguiendo también las tradiciones marxista y neoricardiana, vamos a suponer una
economía multisectorial, en el caso del modelo básico, compuesta por tres ramas que
producen tres bienes que juegan papeles diferentes en la reproducción. Una rama que
produce un bien productivo, que hemos denominado Hierro6. Otra rama que produce
un bien de consumo por parte de los trabajadores, es decir un bien salario, al que
denominamos Maíz.
Y finalmente un bien consumido exclusivamente por los
capitalistas, es decir, un “bien de lujo”, al que denominaremos Caviar.
Cada rama tiene una función de producción que relaciona las cantidades de insumo y
de trabajo que se requieren para producir cada bien, que en el modelo será de
coeficientes fijos.
H= f(hh, th)
M= f(hm, tm)
C= f(hc, tc)
Donde
hh y th, son las cantidades de hierro y de trabajo necesarias para producir una
unidad física de hierro H,
hm y tm las cantidades de hierro y trabajo necesarias para producir una unidad
física de maíz M y
hc y tc las cantidades de hierro y trabajo necesarias para producir una unidad física
de caviar C.
Para el período inicial vamos a suponer que existe un vector de precios ex ante (que
podría suponerse como el resultado de un período anterior, o hacer cualquier otro
supuesto), para cada uno de los bienes y para el trabajo, así:
S= salario
Ph= precio del hierro
Pm= precio del maíz
Pc= precio del caviar
Supondremos que las firmas tienen un conocimiento pleno tanto de la matriz técnica,
como del vector de precios ex ante, lo que les permite tener una información sobre los
rendimientos monetarios esperados de invertir en cada una de las ramas, lo que
denominaremos Matriz de Rentabilidad ex ante:
6
No vamos a considerar en esta versión inicial sino capital circulante, así que el bien de producción se consume en un solo período.
Tampoco tenemos en cuenta en esta versión inicial la producción conjunta.
8
hh x Ph x H
+ th x S x H
+ Gh =
Ph x H
hm x Ph x M + tm x S x M
+ Gm =
Pm x M
hc
x Ph x C + tc
x S x C
+ Gc =
Pc
x C
donde Gh, Gm y Gc son las ganancias ex ante esperadas en cada una de las ramas, y
por lo tanto se puede prever las tasas de ganancia ex ante para cada una de ellas:
Gh
g’h= ------------------------------(hh Ph H + th S H)
=
Gm
g’m= ----------------------------(hm Ph M + tm S M )
Pm
= ----------------------- (hm Ph + tm S)
Gc
g’c = -----------------------------(hc Ph C + tc S C)
=
Ph
----------------------- - 1
(hh Ph + th S )
1
Pc
------------------------ - 1
(hc Ph + tc S)
donde g’h, g`m y g´c son las tasas de ganancia ex ante en cada sector.
He relajado el supuesto que utilizan Benetti y Cartelier de que cada productor elabora
un solo producto, y que cada producto es elaborado por un solo productor. Un interés
primordial en este ejercicio es precisamente lo que en el lenguaje económico
convencional se denominan los “ajustes”, es decir las reacciones de comportamiento
del productor individual frente a las condiciones del conjunto de los agentes, aspecto
fundamental de la noción de “separación” y pieza clave para entender la lógica global
del sistema. Es por ello que se introduce la posibilidad de que en el modelo existan
flujos de capital de una rama a otra, una de las opciones más importantes que tiene el
productor frente a la evolución del mercado: decidir hacia qué rama dirige su inversión.
Recuérdese que este es el mecanismo básico planteado en la tradición de la Economía
Política Clásica y en su crítica marxista para explicar la existencia de “Precios
Naturales” y de una Tasa de Ganancia Uniforme. De esta manera cada firma capitalista
puede distribuir su Fondo Invertible en cada una de las tres ramas.
FI1 = I1h + I1m + I1c
FI2 = I2h + I2m + I2c
FI3 = I3c + I3m + I3c
Donde FI1, FI2 y FI3 son los Fondos Invertibles de cada una de las firmas y I1h,
I1m y I1c son los planes de inversión monetaria de la firma 1 en cada rama, y así
sucesivamente para las demás firmas. Esta distribución de los fondos invertibles en
9
cada rama es una práctica de las firmas, sobre la cual se pueden hacer supuestos de
comportamiento variados.
De esta manera, se puede llegar a lo que podemos denominar Cuentas Ex ante, que
relacionan las magnitudes monetarias y físicas de los planes de los agentes, y que
pueden ser visualizadas tanto con referencia a las firmas, como con referencia a las
ramas.
De acuerdo a las decisiones de inversión de cada firma, y dadas las funciones de
producción y los precios ex ante, se puede determinar las cantidades físicas de cada
bien que cada firma se propone producir:
H1 = I1h/(hh Ph + th S )
M1 = I1m/(hm Ph + tm S )
C1 = I1c/(hc Ph + tc S )
H2 = I2h/(hh Ph + th S )
M2 = I2m/(hm Ph + tm S )
C2 = I2c/(hc Ph + tc S )
H3 = I3h/(hh Ph + th S )
M3= I3m/(hm Ph + tm S )
C3 = I3c/(hc Ph + tc S )
Donde H1, H2 y H3 son las cantidades físicas de Hierro que se prevén producir cada
una de las firmas, y así sucesivamente para el Maíz y el Caviar.
Cada firma entonces conoce sus costos y sus ventas esperadas en cada rama, y por lo
tanto la expectativa de sus ganancias en cada una de ellas. Estas cuentas se pueden
consolidar entonces a nivel de firma. La sumatoria de cada item de la actividad de la
firma 1, proporcionaría sus cuentas de firma:
INSUMOS
SALARIOS
GANANCIAS
VENTAS
H1 hh Ph + H1 th S + G1h
= H1 Ph
M1 hm Ph + M1 tm S + G1m
= M1 Pm
C1 hc Ph + C1 tc S
+ G1c
= C1 Pc
____________________________________________________
INSUMOS1 + SALARIOS1 + GANACIAS1
= VENTAS1
Estas cuentas también se pueden construir en términos de rama, agregando la
actividad de las firmas en cada una de las ramas. Para el caso del hierro tendríamos:
10
H1 hh Ph + H1 th S + G1h
= H1 Ph
H2 hh Ph + H2 th S + G2h
= H2 Ph
H3 hh Ph + H3 th S + G3h
= H3 Ph
___________________________________________________________
H hh Ph + H th S
+ Gh
= H Ph
Donde H= H1 + H2 + H3
Agregando de manera similar para todas las ramas, tendríamos la matriz de actividad
planeada por ramas, así:
H hh Ph + H th S
M hm Ph + M tm S
C hc
Ph + C tc S
+ Gh
+ Gm
+ Gc
=
=
=
H Ph
M Pm
C Pc
Ahora bien, el núcleo del trabajo de Benetti y Cartelier, que aquí seguiremos, consiste
en introducir en esta formalización, que hasta aquí se asemeja a lo tradicional, la noción
de "separación". Las decisiones de cada productor individual no son autosuficientes,
sino que ellas deben ser confrontadas en el mercado con las decisiones de los otros
agentes. Benetti y Cartelier introducen entonces demandas endógenas al sistema. Las
decisiones de producción de los agentes son simultáneamente decisiones de demanda
por factores productivos. En el caso del Hierro las demandas monetaria y física pueden
ser directamente calculadas mediante la agregación de lo correspondiente a cada una
de las ramas.
DMH = H hh
Ph + M hm Ph + C hc
Ph
DMH= Demanda Monetaria de Hierro
DFH =
H hh + M hm + H hc
DFH = Demanda Física de Hierro
DMH = DFH Ph
Para la Fuerza de Trabajo, que opera en esta economía como una mercancía, se puede
hacer un procedimiento similar para calcular las demandas física y monetaria:
DMT= H th S + M tm S + C tc S
DMT = Demanda Monetaria por Fuerza de Trabajo
DFT= H th + M tm + C tc
DFT= Demanda Física por Fuerza de Trabajo
11
DMT= DFT S
Benetti y Cartelier proponen como mecanismo de formación del precio expost, la
confrontación entre la oferta y la demanda siguiendo la fórmula conocida como de
Cantillon-Smith, que plantea que el precio instantáneo de un bien sería la resultante de
la razón entre la magnitud de la demanda monetaria por el bien y la cantidad física de él
ofrecida en el mercado. Para la mercancía Hierro el precio expost sería como sigue:
P^h = DMH/H
P^H= Precio ex post del Hierro
Para la determinación del Salario expost se seguiría un razonamiento similar. Las
ofertas física y monetaria se confrontan con la oferta, que en este caso no es el
producto de ninguna rama, sino la cantidad de trabajadores existentes en la economía
dispuestos a vender su fuerza de trabajo. Puede existir desempleo, y su magnitud
influye en la determinación del salario, tal como lo preveía Marx con su noción de
Ejército Industrial de Reserva.7
S^= DMT/T
S^= Salario ex post
Vale la pena hacer algunas consideraciones sobre la Ley de Cantillon-Smith. Ella es
congruente con la noción de formación del precio instantáneo de una mercancía. Ante
una cantidad ofrecida física del bien, un aumento en la demanda monetaria hace
elevar el precio. Ante la posibilidad de una escasez, la competencia entre los
demandantes los hará proclives a ofrecer un precio mayor para asegurar el
abastecimiento. En el caso contrario, ante una demanda monetaria fija por el bien, un
aumento en la cantidad ofrecida hará descender el precio. Ante el peligro de una
dificultad en la realización, los oferentes intentarán asegurar sus ventas disminuyendo
el precio.
En nuestro modelo, la Ley de Cantillon-Smith expresa el desfase del precio ex post con
respecto al precio ex ante, dependiendo de la razón entre las cantidades físicas
demandadas y ofrecidas. Recuérdese que la demanda monetaria es la cantidad física
demandada por el precio ex ante, de donde (para el caso del hierro)
P^h= DMH/H= Ph DFH/H
P^h/Ph= DFH/H
7
Anoto que aquí se plantea un matiz con respecto a otras elaboraciones sobre el salario. A partir de Sraffa la idea que se plantea es
que siendo el salario una variable distributiva su nivel específico se determina por la confrontación entre trabajadores y capitalistas
con una dinámica esencialmente política, que en términos formales implica que es exógena al modelo. Aquí se plantea, tal vez
como lo pensaba Marx, que sin dejar de considerar esta confrontación, ella tiene una mediación económica, a través del mercado
de la fuerza de trabajo. La dimensión propiamente política se puede reintroducir a través de supuestos adicionales sobre la
formación de este “precio”: salarios mínimos, tasas móviles, etc.
12
En este caso los cambios en la razón de la derecha se manifestarán de manera
directamente proporcional en la de la izquierda. Pero podría tenerse una expresión más
general que pudiera expresar otras magnitudes de esta suerte de "elasticidad": la
expresión de la derecha podría ser elevada a un exponente de cualquier magnitud, que
podría variar, pero que en el caso presentado es igual a 1.
Esta formulación permite registrar entonces el rasgo central de la llamada "separación":
no existe garantía absoluta de que las decisiones individuales sean confirmadas por el
mercado. Para los productores de hierro en nuestro modelo, si la cantidad ofrecida de
este bien no coincide exactamente con la cantidad demandada, la magnitud monetaria
de las ventas se alterará, porque el precio de venta del producto cambia, que es el
rasgo destacado por Benetti y Cartelier. Pero hay más: si existe un desfase entre las
cantidades ofrecidas y demandadas de hierro y también de fuerza de trabajo, el costo
de sus insumos también se alterará.8
Existe un factor adicional de modificación: tampoco existe una certeza de que el
productor pueda vender la totalidad de la producción.9 Si la cantidad demandada es
inferior a su producción existirá un remanente que no podrá ser realizado. Se pueden
tomar varias decisiones de formalización al respecto, como contemplar la posibilidad de
conservar inventarios que sean realizados en un período posterior. Para simplificar, en
esta versión básica del modelo se considera que los bienes son perecibles, y los que no
pueden ser realizados pierden su valor de uso, y por lo tanto su valor monetario.
Atendiendo a razones de formalización y de computabilidad hacemos un supuesto de
comportamiento que es preciso hacer explícito y que nos parece razonable:
consideramos que los productores, una vez definidos sus planes de producción,
mantienen sus metas físicas, aunque los precios expost de los factores de producción
varíen con respecto a sus precios ex ante. En el caso de que la oferta exceda la
demanda, las cuentas de los productores de hierro serían como sigue:
H hh
P^h
+ H th S ^
+ G^h
= DFH P^h
En el caso en que la demanda física supere la oferta, el precio subirá, pero el productor
no podrá vender sino la cantidad que él ha producido.10 Sus cuentas serían como sigue:
H hh
P^h
+ H th S ^
+ G^h
8
= H P^h
En el modelo de Benetti y Cartelier parece haber una incongruencia al respecto, pues los agentes parecen vender al precio ex
post, pero comprar al precio ex ante. Esto generaría dos precios para la misma transacción, uno para el vendedor y otro para el
comprador, de una forma similar al procedimiento de Marx en su conocida "Transformación Incompleta".
9
En su modelo Benetti y Cartelier consideran que el precio puede cambiar si no existe coincidencia entre los planes del productor
individual y el conjunto de demandantes, pero que los mercados de los bienes se vacían, es decir, que todo lo que se produce se
vende en términos físicos. No solamente esto implica reducir de manera un poco arbitraria las incertezas del mercado para el
agente mercantil, limitándolas al precio y no a las cantidades, sino que implica una cierta inconsistencia: para que en caso de no
congruencia de la demanda con su oferta, su producción pueda ser vendida, implica en su modelo que los otros agentes deban
variar su conducta como productores también. Se crearía una causación circular que puede ser indeterminada.
10
Cuando esto ocurre en el mercado de un bien productivo, como el hierro en este caso, se afecta la cantidad producida de otros
bienes, pero también del hierro mismo. Se puede pensar que la producción de todos los bienes se restrinja de manera proporcional
a su consumo de hierro, pero la cantidad de hierro se reduce a su vez. Aunque no de manera idéntica, algo similar puede ocurrir
cuando exista un exceso de demanda de fuerza de trabajo.
13
Como se ve, entonces, la tasa de ganancia expost (g^´) puede variar con respecto a la
tasa de ganancia ex ante, pues pueden cambiar los precios de los insumos, lo que hace
variar el monto monetario de la inversión, y pueden cambiar el precio del producto y la
cantidad vendida, lo que altera el volumen monetario de las ventas.
Para los bienes de consumo final, los "bienes de lujo" (Caviar) y los "bienes salario"
(Maíz), es necesario crear una demanda endógena. Esto se hace en el modelo
considerando una propensión a consumir de los consumidores, como una fracción de
sus ingresos.
Para el caso del Caviar suponemos que los capitalistas destinan una porción de su
activo para su consumo, y que esta será la masa monetaria destinada a comprar el bien
de lujo. Se trata por lo tanto de lo que hemos denominado Fondo de Consumo
Capitalista. Su magnitud la hemos hecho depender de dos referentes: de una parte,
dependiendo de la magnitud de su activo total; la otra, una proporción de sus ganancias
esperadas.11 Esto determinará la cantidad física de caviar que se demandará, de
acuerdo al precio exante de este bien, y que no cambiará aunque las ganancias ex post
difieran de las ganancias ex ante (y aunque cambie el precio del bien, al igual que en la
rama de bienes de capital). Esto implica una cierta rigidez en el comportamiento de los
capitalistas como consumidores, algo que podría variarse, pero que aquí adoptamos
para facilitar la computación y de acuerdo a la noción de que esta es una decisión que
se toma simultáneamente con la decisión de inversión. No es algo irrazonado, sin
embargo: implica que los capitalistas, de acuerdo a la magnitud de sus activos y a la
previsión de sus ganancias, y dado el precio corriente de los bienes que consumen,
determinan consumir una determinada cantidad de estos bienes. Ellos conservan la
decisión de consumir esta magnitud física del bien, aunque lo que pagan finalmente por
él dependerá del precio expost. 12
DMC= FCK= CONSPk AT+CONSVK
G
DMC = Demanda Monetaria por Caviar
FCK= Fondo de Consumo Capitalista
CONSPk= Propensión “Permanente” a consumir de los capitalistas, una fracción entre 0
y1
AT= Activo Total
CONSVK= Propensión “Variable”a consumir de los capitalistas, una fracción entre 0 y 1
11
La utilización de este referente doble en la fijación del gasto de consumo de los capitalistas, el primero con relacionado con la
riqueza (en este caso los activos del capitalista) y el segundo con los ingresos esperados en el corto plazo (ganancias esperadas
en este caso) que se emparienta con la noción keynesiana de que el consumo tiene relación tanto con el ingreso permanente como
con el coyuntural, no solamente parece muy plausible como pauta de comportamiento, sino que tiene características formales
importantes en esta modelización.
12
Estas y otras dificultades formales se derivan de que para modelizar la dimensión dinámica del sistema, que en la realidad es un
proceso continuo, estamos empleando un procedimiento iterativo, que implica una sucesión de períodos discretos de tiempo.
14
G= ganancias esperadas
DFC = DMC/Pc
DFC = Demanda Física de Caviar.
Como en el caso anterior el precio expost seguiría la ley de Cantillon Smith:
P^c =DMC/C = Pc DFC/C
Para el caso de la demanda de Maíz, que es consumido exclusivamente por los
trabajadores, vamos a seguir un procedimiento similar, aunque con una variante:
suponemos que también existe una pauta de comportamiento en su consumo, una
propensión a consumir de los trabajadores (CONST), que es una proporción de su
ingreso que varía entre 0 y 1. Pero vamos a suponer que este ingreso de referencia es
el correspondiente al salario expost. Implica un ritmo de ajuste en sus comportamientos
más veloz que el de los capitalistas, algo que es también razonable en la realidad y que
en la modelización básica lo impone la ausencia de mecanismos de crédito.13 Se forma
de esta manera un Fondo de Consumo de los Trabajadores (FCT), que en esta
exposición inicial sería igual a la Demanda Monetaria por Maíz:
DMM= FCT=CONST (H th + M tm + C tc) S^.
DMM= Demanda Monetaria por Maíz.
FCT= Fondo de Consumo de los Trabajadores.
DFM = DMM/Pm
DFM= Demanda Física por Maíz.
Se llega así entonces a una situación final en la cual las decisiones descentralizadas y
ex ante de cada uno de los productores, desemboca en un conjunto de cantidades
efectivamente realizadas de cada bien con sus correspondientes precios, conformados
de manera conjunta por la producción y la circulación mercantil, como lo propone la
Teoría del Valor Trabajo Abstracto de Marx. Las cifras de producción de cada rama
serían así:
13
Benetti y Cartelier suponen desde el principio y como algo fundamental, la existencia de un mecanismo de crédito, introduciendo
un banco que avanza todas las magnitudes monetarias de los agentes. Me parece un procedimiento algo artificioso. En este
modelo el carácter monetario de los intercambios no exige la existencia de esta institución. Perola existencia de crédito podría
fácilmente introducirse en una versión ligeramente más compleja.
15
INSUMOS
SALARIOS
GANANCIAS
H hh P^h + H th S^ + G^h
M hm P^h + M tm S ^ + G^m
C hc
P^h + C tc S^ + G^c
VENTAS
= P^h x min (DFH o H)
= P^m x min (DFM o M)
= P^c x min (DFC o C)
El agregado de estas ramas, por supuesto, mostraría el comportamiento de conjunto de
la economía.
Ahora bien, como se ha dicho, una de las nociones básicas de la representación de
Marx sobre la economía capitalista es su reproductibilidad. El modelo propuesto tiene la
virtualidad de poder representar esta dimensión, pues está en capacidad de perfilar
cómo al final del proceso descrito reemergen las condiciones que le dieron inicio. Por
supuesto que no en las mismas circunstancias, o más precisamente, no en las mismas
magnitudes: los resultados anteriores determinan las condiciones de operación en un
período subsiguiente.
Para ello es necesario reconstituir a nivel de cada firma la capacidad monetaria de
inversión. Es decir, en el ciclo D-M-D´, este último término. En el modelo, esto no sería
otra cosa que en primer lugar reconstruir el nuevo monto del Activo Total y luego
dividirlo entre Fondo de Inversión y Fondo de Consumo Capitalista. En esta primera
versión del modelo simplificado, el Activo Total sería equivalente a la suma de las
ventas en cada una de las ramas en que invirtió la firma. Para la Firma 1:
AT1 (t+1) = Ventas1 (t)
FI1 (t+1) = AT1 (t+1) - FCK (t+1)
De esta manera, cada firma se encuentra de nuevo en posesión de una suma de dinero
con la cual reiniciar el proceso. Al igual que al comienzo, cada una de ellas tomará la
decisión de distribuir este fondo en inversión en las distintas ramas de producción.
¿Cómo lo hace? Allí se pueden introducir hipótesis de comportamiento. Para una
versión básica del modelo, podrían ser las siguientes:
No existe innovación tecnológica, así que la matriz técnica permanece inalterada. No
existe incremento demográfico, ni ningún factor que altere la oferta de fuerza de trabajo,
de tal manera que el Trabajo Total sigue siendo el mismo. ¿Qué precios se toman como
referencia para las decisiones de inversión? Benetti y Cartelier proponen una opción
que es atractiva por su sencillez formal: que los precios ex post de un período funcionen
como precios ex ante del período siguiente. Es decir, una de las formas más
elementales de comportamiento adaptativo. ¿Cómo distribuyen las firmas sus
inversiones en las distintas ramas y qué cantidad producen de los bienes? La opción
más cercana a la formulación básica de la competencia plena sería que cada firma
orientara sus inversiones a aquella opción que ofreciera la ganancia ex ante más
elevada y que produjera toda la cantidad que su capacidad de inversión le permitiera.
Esto, sin embargo, produciría un resultado en cierta manera absurdo: como lo más
16
probable que ocurra es que exista una rama con una tasa de ganancia mayor que las
otras, sólo se produciría el bien de esa rama, y en una cantidad excesiva. Tal vez esto
sea ya un resultado de inteligibilidad del modelo: en contraste con la mirada
convencional que percibe la competencia perfecta como la condición ideal para el
funcionamiento del mercado capitalista, aquí la abstracción de una competencia
absolutamente perfecta parecería incompatible con la operación de una economía
capitalista factible. Habría que introducir alguna restricción al flujo instantáneo de
capitales que se apartarían de la noción de competencia perfecta: alguna restricción
que impida o retarde la entrada inmediata de un nuevo inversor o del abandono de la
inversión anterior. También podría pensarse en alguna pauta adaptativa razonable en
las cantidades producidas: que, en caso de sobreoferta en el período anterior se
produjese en el nuevo período la misma cantidad que efectivamente se demandó
previamente. Esto también implicaría apartarse de la noción pura de competencia,
porque para ser rigurosamente consecuentes, en esas circunstancias el agente
individual no puede variar unilateralmente los precios ni tampoco las cantidades, pues
su decisión individual afectaría de manera infinitesimal la oferta global. En competencia
pura solo podría alterar la rama en que decide hacer su inversión.
Cualquier conjunto de decisiones formales que se adopten, lo interesante del modelo es
que si ellas se mantienen se puede iterar sucesivamente para diversos períodos. Se
puede así construir una pauta de comportamiento de conjunto, de naturaleza dinámico,
a partir de comportamientos individuales que respondan a las intuiciones de la
representación sobre los agentes mercantiles que propone esta teoría del valor.
De esta manera, se pueden construir series que reflejen el comportamiento dinámico de
la economía: series de precios, tanto ex ante como ex post. Salarios nominales y reales
(dividiendo el salario ex post monetario por el precio expost del maíz), y nivel de
desempleo. También se puede seguir la cantidad realizada de cada bien, así como las
tasas de ganancia, tanto ex ante, como ex post, de cada bien. Se puede construir
incluso Cuentas Nacionales que puedan hacer percibir la categoría de crecimiento.
Utilizando la fórmula de Duncan Foley14 ( que en esto coincide con la intuición de
Cuevas) que propone relacionar las magnitudes monetarias con magnitudes en trabajo
mediante lo que él denomina el “Valor del Dinero” (la relación entre la cantidad de
trabajo empleada y la magnitud monetaria del valor agregado), se pueden tener
Cuentas en Valor.
Así, no se razona de partida de precios o de situaciones de equilibrio, ni siquiera en
términos de precios naturales: estas situaciones eventualmente emergen, y lo que
aparece como incógnita son las condiciones para que estas se consoliden. El
comportamiento individual generado por la naturaleza de las relaciones de producción,
desemboca en resultados agregados globales y dinámicos a través de la interacción
14
Foley, Duncan “The value of money, the value of labor and the marxian transformation problem” en Revue of radical Political
Economics 14:2, 1982 Con una reflexión ligeramente diferente y más cercana a la tradición sraffiana (aunque críticamente)
Homero Cuevas propone algo similar, interpretándolo como un deflactor objetivo. Cuevas, H. La Economía Clásica en Renovación
Universidad Nacional de Colombia Bogotá 2001
17
mercantil, sin necesidad de idealizar esta forma de socialización que por naturaleza es
precaria.
Señalando algunas extensiones posibles del modelo que pueden servir para explorar el
papel de ciertas categorías y comportamientos económicos: como hemos dicho, se
puede introducir una estructura de préstamos monetarios, se puede experimentar con
simulaciones de cambios técnicos, con crecimiento de la oferta de trabajo. Se pueden
asumir diversos supuestos de comportamiento de los agentes: variar las propensiones a
consumir, las pautas de ajuste de las firmas. Se puede introducir la existencia de varios
procedimientos técnicos para un mismo bien, lo cual, si se añaden ciertos supuestos,
hace posible pensar algo bien importante para esta tradición teórica: la simultaneidad
de la competencia intrarrama e interrama. Se puede introducir la existencia de bienes
no perecibles, así como la de capital fijo. Incluso bajo ciertas circunstancias se puede
contemplar la existencia de agentes mercantiles simples (sector “informal”) en la
producción de los bienes. No es imposible articular el sector externo y diversas
regulaciones estatales.
COMPLEJIZACIONES MÍNIMAS DEL MODELO BASICO
La exposición previa ha sido hecha de manera deliberadamente simple para subrayar
de manera nítida el principio lógico del modelo. Sin embargo, para que él sea operativo,
particularmente en lo que se refiere a la iteración, es necesario introducir algunas
complejizaciones y restricciones que implican la redefinición de algunos rasgos
formales.
En primer lugar examinemos lo que se refiere al comportamiento de la inversión. Como
hemos dicho, hemos supuesto que las firmas hacen sus decisiones de inversión en
cada rama de acuerdo a la magnitud del fondo invertible de que disponen y a los
precios previstos, tanto de sus gastos de capital (insumos y fuerza de trabajo), como del
producto (además de otras normas de comportamiento al respecto que se planteen)
Pero como también hemos mencionado, estos precios no necesariamente son idénticos
a los que aparecen en el mercado a partir de las decisiones individuales no
concertadas. Esto tiene una implicación: no sólo las ventas no son idénticas a las
planeadas, sino que tampoco los gastos productivos son exactamente iguales a los
iniciales. Aún si, como lo establecimos, las decisiones de producción física se
mantienen, si los precios de los insumos y de los salarios cambian igual sucederá con
los gastos productivos. Esto tiene una consecuencia inmediata: si por alguna razón los
precios de los insumos y de la fuerza de trabajo aumentan de tal manera que los gastos
productivos superen la suma monetaria que estaba prevista para desarrollar la
producción física planeada, esta no podría llevarse a cabo completamente, pues el
capitalista no puede gastar más de lo que tiene. Para paliar, al menos en parte, esta
eventualidad, en nuestra formalización (que no contempla inicialmente la posibilidad de
préstamos), hemos introducido una noción que es corriente en la práctica empresarial:
la inclusión de una reserva monetaria para cubrir posibles desfases en estos gastos.
Suponemos entonces que en el Fondo Invertible de cada empresa, existirá un nuevo
18
elemento: además de la inversión planeada en cada rama habrá un nuevo rubro al que
denominamos Reserva (R), destinada a cubrir estos imponderables. Se trata entonces
de una magnitud monetaria que se sustrae del Fondo Invertible en un período
determinado: si se requiere, esta suma se gastará total o parcialmente en los
incrementos en los costos. Si no es así, se conservará como una reserva monetaria que
puede ser empleada en el período siguiente. La magnitud de esta reserva obedece
también a un supuesto de comportamiento.
Por lo tanto, el Fondo Invertible de cada empresa se dividirá, en términos ex ante, en
las inversiones planeadas en cada rama y la reserva:
FI1 = I1h + I1m + I1c + R1
FI2 = I2h + I2m + I2c + R2
FI3 = I3c + I3m + I3c + R3
Esto por supuesto, tiene una implicación en lo que respecta a la iteración. En el caso de
que la reserva no se utilizara, esta suma de dinero estaría disponible para la inversión
en el período siguiente. Es decir a la expresión previa sobre la reconstitución del Activo
Total deberíamos agregarle este componente, así (para la Firma 1):
AT1 (t+1) = Ventas1 (t) + R1(t)
Pero, claro, lo más probable es que esta situación sea excepcional, pues corresponde a
la muy poco probable eventualidad en que los precios de los insumos y los salarios ex
ante y expost sean idénticos. Si los precios efectivos de los factores de producción son
menores, el empresario incurriría en lo que se podría denominar un aumento
involuntario de reservas: para el siguiente período el tendría disponible para la inversión
no solamente la suma monetaria que se reservó y no se usó, sino también, esta
diferencia no esperada entre lo que esperaba gastar en elementos productivos y lo que
finalmente tuvo que desembolsar. Lo contrario ocurriría si los precios de los factores
productivos fueran superiores a lo esperado, porque se consumiría una parte o la
totalidad de la reserva. Se puede definir entonces una categoría que denominamos
gasto o Variación de Reservas (R^) y que estaría definido para cada inversión de la
firma 1, de la siguiente manera
R^1h= H1 ((P^h-Ph) hh + (S^-S) th )
R^1m= M1 ((P^h-Ph) hm + (S^-S) tm )
R^1c= C1 ((P^h-Ph) hc + (S^-S) tc )
R^1= R^1h + R^1m + R^1c
De esta manera la reconstitución del Activo Total se reformularía teniendo en cuenta
este componente:
AT1 (t+1) = Ventas1 (t) + R1(t) - R^(t)
19
Por supuesto este gasto o Variación de Reservas puede ser negativo cuando los
precios expost de los insumos es menor que el inicial, y así ellas contribuyen a
aumentar el monto del Activo Total en el período subsiguiente.
Pero si esta eventualidad está presente en los gastos de consumo productivo, también
lo debe estar en los gastos de consumo final, tanto por parte de los capitalistas, como
de los trabajadores.
Para empezar, reexaminemos el comportamiento de los capitalistas con respecto al
consumo. Hemos dicho que ellos definen una cantidad monetaria de lo que van a
gastar con este fin, que depende de la magnitud de su activo total y de sus ganancias
esperadas. De acuerdo al precio ex ante de la mercancía de su consumo, en nuestro
modelo el Caviar, se define la cantidad física que se piensa consumir. Así planteada es
una noción ex ante y el consumo va a depender de las decisiones de todos los otros
productores y consumidores.
Hemos dicho que cuando la cantidad ofrecida de Caviar es insuficiente frente a la
cantidad demandada, la pugna por aprovisionarse los consumidores por abastecerse
hará que el precio del bien se eleve. Pero, nótese bien, esto no supone que los
capitalistas, en tanto consumidores, aumenten la suma monetaria destinada a este fin.
En términos del gasto monetario no hay ninguna variación, y solamente ocurrirá que el
consumo físico de los capitalistas será menor que el planeado.
Si ocurre lo contrario, y la cantidad física ofrecida es superior a la demandada, hemos
supuesto que los capitalistas mantienen su decisión de consumir el mismo monto de
bienes. No parece congruente hacer un supuesto distinto. Si suponemos que ellos
vuelven a aumentar su demanda física, cambiarían de nuevo las cantidades relativas
ofrecidas y demandadas, lo cual provocaría otros precios y así sucesivamente. Se
trataría de un ajuste instantáneo, que no parece compatible con el papel que en el
modelo se le asigna al tiempo. Tendría otra consecuencia que también es extraña a la
intuición teórica general que ilumina esta formalización: las cantidades finalmente
ofrecidas y demandadas de caviar coincidirían siempre, y este mercado se “vaciaría”.
No podría existir ni incertidumbre ni “salto peligroso” en cuanto a las cantidades de
producto.
Pero en lo que respecta al gasto en consumo por parte de los capitalistas, la
eventualidad de que los precios expost sean menores que los planeados y que se
mantenga la cantidad física consumida tiene una consecuencia ineludible: lo que
finalmente gastan los capitalistas como consumidores es menor que el planeado Fondo
de Consumo Capitalista. A esta diferencia la vamos a llamar Ahorro Involuntario
Capitalista (AIk) y estaría definida por el producto de la diferencia de los precios
esperados y efectivos del bien de consumo, por la cantidad física efectivamente
comprada de este bien por los consumidores:
AIk= (Pc-P^c) (DMC/Pc)
20
para Pc>P^c
También esto tiene consecuencias en términos de la reproducción. Igual que las
reservas que hacen los capitalistas en tanto productores, es una suma monetaria que si
no se gasta está disponible para el capitalista en el siguiente período. Engrosará por lo
tanto el Activo Total de cada capitalista en el período siguiente. En su definición habría
que agregar este término:
AT1 (t+1) = Ventas1 (t) + R1(t) – R1^(t)+ AIk 1(t)
Con respecto al consumo de los trabajadores se debe hacer una reflexión similar. Estos
agentes constituyen lo que hemos denominado un Fondo de Consumo de los
Trabajadores dependiendo del Salario ex post que reciben, de la cantidad de Fuerza de
Trabajo que pueden vender a los capitalistas y de una propensión a consumir. Si la
cantidad demandada de Maíz es superior a la ofrecida, el mismo mecanismo antes
evocado de los consumidores por aprovisionarse hará que el Precio ex post del Maíz se
eleve: no afecta el gasto monetario total en Maíz y solo implica que la cantidad
efectivamente consumida es inferior a la planeada. Si la situación prevaleciente es la
contraria, es decir, si los precios ex post del Maíz son inferiores y por las mismas
razones que se adujeron con respecto al consumo de los capitalistas, vamos a suponer
que los trabajadores mantienen las magnitudes físicas de Maíz que pretenden
consumir. Si su precio efectivo es menor que el esperado habrá una diferencia
monetaria entre el FCT y lo que efectivamente gastan en maíz. A esta diferencia la
vamos a denominar Ahorro Involuntario de los Trabajadores (AIT). 15 Su magnitud
resulta entonces de la diferencia entre el Precio ex ante y ex post del Maíz (cuando el
primero es mayor), multiplicada por la cantidad física de Maíz efectivamente comprada.
AIT= (Pm-P^m) ( DMM/Pm)
para Pm>P^m
En este caso, esta suma no gastada en el período presente va a alimentar el Fondo de
Consumo de los Trabajadores del período siguiente.
FCT(t+1)= CONST (H(t+1) th + M(t+1) tm + C(t+1) tc + AIT(t))
Esto implica que la demanda monetaria por Maíz en un momento determinado estará
constituida por un elemento inicial generado en ese mismo período (los ingresos
percibidos por los trabajadores en ese momento) y eventualmente, por un elemento
formado en el período anterior, este Ahorro Involuntario (y todo ello modificado por la
propensión a consumir de los trabajadores)
Adicionalmente, se deben tener cuenta restricciones en la operación de los agentes.
De una parte, el volumen de producción está limitado por la cantidad de dinero de que
dispone el capitalista. La inversión efectiva no puede superar el monto del Fondo
15
Este valor puede ser positivo aún si se supone una Propensión a Consumir de los trabajadores igual a 1.
21
Invertible más la Reserva. La producción física deberá limitarse cuantitativamente a
esta restricción. Esto quiere decir que para la determinación de la cantidad física
producida por las firmas opera como restricción que el gasto en la reserva no puede ser
mayor que la reserva misma:
R1>= R^1
De otro lado, la cantidad física de los factores productivos, Hierro y Fuerza de Trabajo
en el modelo, pueden ser insuficientes en términos globales (uno de ellos, o los dos),
con respecto a los proyectos productivos de los agentes. En el modelo vamos a
suponer que cada agente debe restringir su producción física de acuerdo al desfase
global entre la oferta y la demanda de estos elementos, y en proporción al peso de la
demanda de cada firma en el agregado. Como trabajamos con funciones de producción
de factores fijos, no podrá haber combinaciones variables de factores y el producto de
cada firma deberá restringirse en la misma proporción. Sin embargo una restricción de
este tipo en uno de los factores no implica que el gasto en el otro se reduzca:
suponemos que esta es otra fuente posible de desajuste en la acción capitalista. Por
ejemplo, si un capitalista planea producir una determinada cantidad de producto, pero
no encuentra sino la mitad del Hierro requerido para ello, su producción deberá
reducirse a la mitad. Pero esto no obsta que la contratación de mano de obra, que
suponemos que ya estaba convenida previamente, se reduzca, aunque la diferencia no
pueda ser efectivamente utilizada productivamente.
22