Índice
Setiembre 2020 – Nª02
Attalea. Revista Digital del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana
H
Dueños y madres de los
bosques: ¿condenados a la
extinción?
El camu camu: mucho más
que Vitamina C
Domesticando la palmera
de aguaje
El camu camu nos sorprende por
los altos contenidos de Vitamina C
que contienen sus frutos, pero,
¿sabían ustedes que otras partes
de la planta son igual o más sorprendentes que los frutos?
El aguaje es una de las palmeras más
conocidas de la Amazonía. Conozca
las investigaciones que se desarrollan para favorecer su cultivo, mejorar sus productos y facilitar la cosecha de sus frutos.
En la selva están algunas de
las soluciones para la
pandemia
Cocona: un fichaje estrella
para la Amazonía
A propósito del nombre de
nuestra revista
Las investigaciones desarrolladas
con la cocona nos descubren una
fruta amazónica con un gran potencial para los emprendimientos
económicos basados en sus admirables propiedades.
Tal vez algunos lectores no sepan
porque nuestra revista se llama
Attalea. Se sorprenderán con los
atributos de uno de los géneros
más imponentes de palmeras de la
Amazonía.
I
Infografia
H
HISTORIA
NUESTRAS SECCIONES
El COVID llegó a las comunidades indígenas, pero su impacto fue menor
al inicialmente esperado. Nuestro
autor invitado analiza las causas de
este bajo impacto.
Los esfuerzos por conservar los ecosistemas naturales son inmensos,
pero ¿podremos lograr este propósito sin conservar los seres que les
dan un significado cultural?
En corto
por German Murrieta
taisa mendes
La entrevista
Con fabrice
duponchelle
Verde amazonia
por rocío correa
Attalea es la revista de divulgación científica del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana /
Publicado el mes de setiembre del 2020.
Responsables de la revista: Manuel Martín Brañas, Pablo Eloy Puertas Meléndez.
Responsables de contenidos: Manuel Martín Brañas, Germán Murrieta, Mario Pinedo, Luis Freitas,
Luz Elita Balcazar, Kember Mejía, José Álvarez, Rocio Correa.
H
INDICE
l camu camu Myrciaria
dubia es una de las frutas
emblemáticas de la Amazonía. Famosa por su alto
contenido en Vitamina C,
su color rojizo y su rico sabor ácido,
la fruta del camu camu ha cruzado
fronteras, llegando a países tan
lejanos como el Japón, Estados
Unidos, Alemania, Francia o Corea
del Sur. El camu camu es conocido
por ser una fuente importante de
Vitamina C (ácido ascórbico), con
índices que son asombrosamente
elevados en su pulpa. Gran parte
de su fama en los mercados
nacionales e internacionales se
debe a este atributo en particular,
pero, el camu-camu es mucho más
que simple Vitamina C.
E
(Vitamina C) por cada 100 g de
pulpa. El camu-camu, sin embargo,
tiene cantidades promedio de 1800
mg por cada 100g de pulpa,
pudiendo alcanzar, en algunas
ocasiones, cifras superiores a los
3000 mg por cada 100g de pulpa.
Para hacernos una idea clara de lo
que representan estas cifras,
estaríamos hablando de veinte a
cuarenta veces más de la vitamina
C contenida en los cítricos más
consumidos habitualmente.
LA PULPA
Las
grandes
cantidades
de
Vitamina C presentes en la pulpa,
favorecen
la
producción
de
colágeno, proteína indispensable
para el crecimiento y reparación
celular, así como la absorción del
hierro de los alimentos, previniendo
de esta forma la aparición de la
anemia. La vitamina C contenida en
la pulpa de los frutos estimula y
fortalece nuestro sistema inmunológico, controla el colesterol malo,
refuerza los vasos sanguíneos y
mantiene la elasticidad de las
arterias, reduciendo el riesgo de
formación de coágulos.
La mayoría de las frutas consumidas habitualmente tienen menos
de 200 mg de ácido ascórbico
Recientes investigaciones señalan
que la ingesta de la pulpa de camucamu, muy rica en compuestos
Estudios recientes realizados sobre
las diferentes partes de la fruta y de
la planta (cáscara, semillas, hojas y
corteza) muestran al camu-camu
como una especie vegetal con
múltiples aplicaciones potenciales
para mejorar la salud.
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
2
fenólicos, ayuda a prevenir los
cánceres de mama, esófago,
pulmón, páncreas y estómago.
Si bien, la pulpa del camu-camu no
tiene propiedades afrodisiacas,
tiene efectos favorables sobre la
fertilidad masculina, mejorando la
producción de espermatozoides.
Asimismo, el polvo liofilizado
proveniente de la pulpa, mostró un
gran potencial para el tratamiento
de la diabetes, ayudando a
controlar la glucosa en el cuerpo.
La actividad antiinflamatoria de la
pulpa del camu-camu permite, por
último, reducir el daño pulmonar
causado
por
la Enfermedad
Pulmonar de Obstrucción Crónica
(EPOC).
los tratamientos contra la obesidad,
las dolencias cardiovasculares, la
diabetes y los cánceres de colon y
recto. La fibra del camu-camu
disminuye el tiempo de absorción
de la glucosa en la sangre y
favorece el tránsito intestinal,
siendo ideal para combatir el
estreñimiento.
LA CÁSCARA
La cáscara del camu-camu presenta mayores contenidos de
Vitamina C que la pulpa, algo que
resulta paradójico, ya que la
cáscara es normalmente desechada y no se consume habitualmente. Pero además de contener
mayor cantidad de Vitamina C, la
cáscara contiene una cantidad
extraordinaria de compuestos fenólicos que la convierten en un
antioxidante de primera, presentando importantes propiedades
anticancerígenas.
La cáscara presenta una fuerte
actividad antibacteriana, siendo
efectiva contra las bacterias
Staphilococcus aureus y Streptococcus mutans, causantes de múltiples infecciones en humanos.
El fruto del camu-camu, “top model” de
las frutas amazónicas.
LA FIBRA
La fibra contenida en la pulpa y la
cáscara del camu-camu es dietética y es de muy buena calidad,
siendo adecuada para acompañar
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
A todos estos atributos se suma
además su utilidad para combatir la
diarrea, la irritación de la piel y el
asma. Una autentica botica encerrada en la fina cáscara del fruto del
camu-camu. Algo realmente sorprendente.
LA SEMILLA
La semilla del camu-camu tampoco
se suele usar, siendo desechada
junto con la cáscara cuando se
prepara jugo o se come directamente el fruto. Pero la semilla
esconde propiedades que nos
siguen causando asombro.
3
incluirían el tratamiento del asma,
la inflamación intestinal y el
sangrado pulmonar o hemoptisis.
LA CORTEZA
La semilla es el patito feodel camucamu, pero sus propiedades son
asombrosas.
La concentración de compuestos
fenólicos en la semilla es mucho
mayor que en la cáscara. Es por
este motivo que los extractos
elaborados a partir de la semilla
tienen
propiedades
anticancerígenas y antibacterianas, y son
especialmente
efectivos
para
combatir las bacterias presentes en
la boca, causantes de la caries y la
piorrea. También tienen una acción
efectiva frente a parásitos como los
del
género
Schistosoma
y
Plasmodium, este último causante
de la malaria.
LAS HOJAS
El extracto de las hojas ha
mostrado ser efectivo contra cierto
tipo de bacterias presentes en la
boca, sobre todo Staphilococcus
aureus. Al poseer propiedades
antiinflamatorias, las hojas podrían
ser utilizadas para la preparación
de antisépticos o enjuagues bucales.
Las hojas han sido utilizadas
tradicionalmente como remedio
para la diarrea y la irritación de la
piel, debido a sus características
astringentes. Otras indicaciones
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
Es muy probable que a muchos de
los lectores les sorprenda que la
corteza pueda tener algún uso
potencial. Aunque parezca increíble, la corteza, al igual que el resto
de la planta, tiene propiedades
antimicrobianas y antibacteriales. El
extracto de la corteza puede ser
usado en enjuagues bucales para
evitar la piorrea y combatir las
infecciones bacterianas en la
cavidad bucal.
RICO,
SALUDABLE
SOSTENIBLE
Y
No cabe duda de que el camucamu es una de las especies
vegetales más conocidas de la
Amazonía, pero gran parte de su
fama ha sido acaparada de manera
casi exclusiva por la pulpa del fruto.
Su alto contenido de Vitamina C,
unido a su rico sabor y apariencia,
la ha convertido en la “top model”
de las frutas amazónicas.
Pero el camu-camu es una especie
vegetal cuya importancia va más
allá de la Vitamina C que contienen
sus frutos. Los altos índices de
diferentes componentes fenólicos la
hace una especie potencialmente
utilizable en la industria cosmética y
farmacéutica. Esta potencialidad ha
sido opacada inicialmente por el
fruto, pero consideramos que este
no es un aspecto negativo, ya que
hoy en día, gracias al carácter
mediático del fruto, la especie es
ampliamente conocida, por lo que
no sería difícil ingresar a los mercados con diferentes productos
extraídos de otras partes de la
planta.
4
La fama que tiene el camu-camu ha
sido posible gracias a las investígaciones desarrolladas por instituciones como el IIAP o el INIA, que
han permitido conocer mucho más
de cerca las bondades de una
planta que además cumple un
papel ecológico fundamental, ya
que en las plantaciones realizadas
en várzea se convierte en el refugio
y el principal aporte de alimento de
varias especies de peces.
El camu-camu nos sigue sorprendiendo gratamente. En la medida
que sepamos desarrollar empren-
dimientos económicos sostenibles,
echando mano de los conocimientos científicos y tradicionales,
podremos generar dinámicas económicas que hagan sostenible el
trabajo esforzado de los productores
de
esta
planta
tan
maravillosa, que es, como ya
hemos visto, mucho más que
simple vitamina C.
© Mario Pinedo - Dirección de
Investigación en Manejo Integral
del
Bosque
y
Servicios
Ecosistémicos – IIAP
LECTURAS SUGERIDAS
La infografía
INDICE
H
CULTURA
mil años de
ocupación de
nuestra Amazonía
de
Pueblos indígenas
amazónicos
millones de
habitantes
1
BIODIVERSIDAD
mil km2 de Áreas
Naturales
Protegidas
2
mil especies de
plantas
millones de
hectáreas de
bosques
3
EQUILIBRIO
CLIMATICO
Responsable del
de las lluvias en
la Región
4
5
mil km2 de turberas,
principales sumideros
de carbono del planeta
1
INEI, 2017.
MINAM 2020.
3
MINAM, 2020.
4
% toda la Amazonía (Salati et al, 1978).
5
Gumbricht et al. 2017.
2
del agua dulce
del país
H
La entrevista
INDICE
Fabrice Duponchelle
Institut de Recherche pour le Développement (IRD)
F
abrice Duponchelle
es Doctor en Oceanología biológica e investigador
del Institut de Recherche pour le Développement (IRD). Es miembro fundador de
la
Red
de
Investigación
sobre
la
Ictiofauna
Amazónica-RIIA
(http://www.riiaamazonia.org). Ha realizado estudios sobre las estrategias de vida
de los peces en relación con las coacciones ambiéntales naturales y antrópicas, así como
en mecanismos reproductivos y comportamentales involucrados en los eventos de especiación, en particular en el grupo de los cíclidos. Actualmente desarrolla con el IIAP varios
proyectos de investigación sobre rasgos de vida, desembarques, migraciones, dinámica
reproductiva (Barcoding y metabarcoding de larvas) de peces amazónicos, así como la
evaluación de la diversidad de vertebrados acuáticos en lagos (ADN ambiental – eDNA).
•
Usted ha desarrollado varias investigaciones sobre los recursos
hidrobiológicos en la Amazonia peruana. ¿Cuáles son los consejos que daría a los
jóvenes investigadores que quieren iniciar su carrera en esta región tan diversa?
Para empezar, les diría que es una buena idea, ya que hacen falta más investigadores
para estudiar un ecosistema tan grande, complejo y mega-diverso como el ecosistema
Amazónico. Las nuevas generaciones han debido recibir una educación más enfocada en
la conservación de la biodiversidad y en asegurar la sostenibilidad de los recursos
naturales y esa sensibilidad es muy importante. Les aconsejaría nutrir su pasión por la
Amazonia leyendo mucho, no solamente lo que les enseñan sus profesores, sino también
libros y artículos científicos sobre sus temas de interés. Y para eso, es muy importante
que desarrollen sus aptitudes en inglés, ya que la mayoría de la literatura científica esta
en inglés. Muchas veces los estudiantes están limitados en sus estudios porque no
dominan suficientemente el idioma ingles y no pueden leer la bibliografía internacional o
publicar sus resultados en revistas internacionales.
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
7
•
En sus años de trabajo profesional en la Amazonía, ¿Qué aspectos
relacionados a sus investigaciones valoraría más?
Creo que la posibilidad de poder trabajar junto con mis colegas peruanos, bolivianos,
brasileños y colombianos en un ambiente tan maravilloso como la Amazonia, poder
observar y estudiar su increíble biodiversidad, así como la realidad de las personas que
viven en la Amazonia. También valoro mucho poder aportar, junto con los colegas,
informaciones científicas que ayuden a mejorar nuestro conocimiento de su biodiversidad,
a desarrollar un uso más sostenible de los recursos naturales (los peces en particular) y a
su conservación. Me da mucha satisfacción también acompañar a estudiantes
prometedores y verlos desarrollarse como buenos científicos.
•
¿Cuáles son los mayores impactos que afectan hoy en día a los recursos
hidrobiológicos? ¿Qué tan importante es la investigación científica para minimizar
estos impactos?
En la Amazonia como en la mayoría de los ecosistemas tropicales de agua dulce, las
principales amenazas a los recursos hidrobiológicos son la sobre-explotación, la
construcción de infraestructuras (como represas hidroeléctricas, hidrovías, carreteras,
etc.), la deforestación, la polución (por la minería, la extracción y explotación de
hidrocarburos, pero también la generada en las grandes ciudades amazónicas), la
introducción de especies exóticas que frecuentemente se vuelven invasivas, y el cambio
climático. Todas estas amenazas resultan de actividades humanas y ponen mucha
presión sobre los recursos naturales y sobre los peces en particular, que son la primera
fuente de proteína animal en las comunidades ribereñas. Por ejemplo, se ha estimado que
los pobladores amazónicos consumen entre 30 y 40 kg de peces por persona y por año
en las ciudades y entre 70 y 200 kg per capita por año en las zonas rurales. Estos valores
son muchos más elevados que el consumo promedio mundial (~20 kg per capita).
La investigación científica tiene un papel muy importante por varias razones. Permite
evaluar los efectos de estas actividades humanas sobre los recursos y anticipar las
consecuencias si las medidas propuestas por los científicos no son aplicadas. Estas
demonstraciones científicas de los impactos causados a los recursos permiten
concientizar los tomadores de decisiones y los órganos de regulación estatales, como las
DIREPROs (DIrección REgional de la PROducción) en el caso de la pesca Amazónica.
Un ejemplo sencillo: las investigaciones científicas, estudiando la madurez sexual de las
poblaciones de peces, permiten establecer las normas sobre las tallas mínimas de
captura, basándose en el principio que para asegurar una población sana, los individuos
deberían tener la posibilidad de reproducirse por lo menos una vez antes de ser
capturados.
•
¿Cómo valora los trabajos de investigación realizados junto al Instituto de
Investigaciones de la Amazonía Peruana?
El IIAP es un Instituto de Investigaciones muy importante dedicado a generar
conocimientos sobre los recursos naturales amazónicos, para su uso y gestión
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
8
sostenibles. La historia de la cooperación entre el IIAP y el IRD es muy larga y empezó
hace más de 30 años atrás.
Acerca de las investigaciones sobre peces, nuestro equipo (incluyendo otros colegas del
IRD especialistas de temáticas como genética, fisiología de la reproducción o de la
nutrición, acuicultura, etc.) llevamos una cooperación y una colaboración estrecha con los
colegas del IIAP desde hace unos 15 años. Esta colaboración ha llevado a la creación de
un Laboratorio Mixto Internacional sobre la evolución y la domesticación de la ictiofauna
amazónica (LMI-EDIA) en 2011. Durante estos años, hemos logrado muchos éxitos
científicos y desarrollado una red de colaboraciones al nivel regional con Bolivia, Brasil,
Colombia y Ecuador (red RIIA). Estas colaboraciones internacionales son indispensables
para el desarrollo de la investigación, porque muchos peces no tienen frontera y se
desplazan entre los países, siendo explotados por varios de ellos.
Después de tantos años trabajando juntos, nuestras relaciones con los colegas del IIAP
van más allá de las relaciones profesionales. Ya nos conocemos muy bien y nos hemos
vuelto amigos. Vamos a seguir trabajando juntos por muchos años.
•
Los impactos humanos sobre los ecosistemas acuáticos son cada vez más
profundos. ¿Cree que estamos alcanzando la línea de no retorno en la que los
impactos empiezan a ser irreversibles?
Acerca de la Amazonia, de manera general, no creo que los impactos todavía sean
irreversibles. La sobre-explotación, que es una de las amenazas más importantes, podría
disminuir mediante medidas de gestión, involucrando los propios pescadores, como los
manejos comunitarios que dan muchos éxitos en Brasil por ejemplo. La deforestación, la
polución, etc. son problemas importantes también, pero para los cuales existen
soluciones. El desarrollo acelerado de infraestructuras como las represas hidroeléctricas o
los proyectos de hidrovías como la “Hidrovía Amazónica” me preocupan mucho. Las
represas hidroeléctricas, anunciadas como fuentes de energía limpia, no lo son y llevan a
degradaciones ambientales catastróficas e irreversibles en la mayoría de los casos. Existe
una abundante literatura científica demostrando que los costos financieros de las represas
hidroeléctricas son siempre sub-estimados, endeudando a las poblaciones y los estados
por décadas; en tanto que los rendimientos eléctricos son generalmente sobre-estimados;
y que las consecuencias sociales y ambientales, cuando son consideradas (lo que no
siempre es el caso), son sistemáticamente muy, pero muy sub-estimadas también. No es
el lugar para entrar en los detalles de la larga lista de impactos negativos de las represas
sobre el ecosistema amazónico, pero tomaré solamente un ejemplo. Las represas
interrumpen las rutas de migración de los peces (tanto de las larvas y juveniles como de
los adultos). La mayoría de las especies de peces comerciales en la Amazonia son
migradoras, con migraciones que varían de unos km a varios miles de km (ejemplo del
famoso dorado, Brachyplatystoma rousseauxii, que realiza las migración más larga del
mundo en aguas continentales: entre sus zonas de reproducción al pie de los Andes y su
guardería en el estuario del Amazonas en el Atlántico). La multiplicación de los proyectos
de hidroeléctricas en la Amazonia, y en particular en las cuencas del Marañón y Ucayali,
donde hay el mayor número de hidroeléctricas previstas, pone en peligro el ecosistema
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
9
amazónico y sus pesquerías que alimentan y dan trabajo a millones de personas. Una vez
construidas, las represas causan grandes problemas ambientales que generalmente no
tienen soluciones. Esto ha llevado a los países europeos y Estados Unidos a desarmar las
represas. Los costos asociados son astronómicos, pero siguen siendo más beneficiosos a
lo largo del tiempo que las pérdidas de biodiversidad y de los servicios eco sistémicos
asociados.
•
Imagine una noticia positiva que le gustaría ver en la prensa nacional o
internacional sobre la Amazonía peruana. ¿Qué tan lejos estaríamos de que se haga
realidad?
Que los gobiernos de los países amazónicos tomen conciencia de la importancia del
ecosistema amazónico, no solamente para sus poblaciones, sino también para el planeta
(la Amazonia juega un papel importante en la regulación del clima mundial por ejemplo) y
de-cidan poner los recursos necesarios para preservarlo. ¿Qué tan lejos estamos de
esto? Bue-no, desde el fin del año pasado, bajo los auspicios de la Red de Soluciones
para el Desarrollo Sostenible (Sustainable Development Solutions Network, SDSN, en
inglés) de las Naciones Unidas, se ha convocado un panel de científicos, el SPA (Science
Panel for the Amazon), cu-yo objetivo es “proporcionar, de manera integral, objetiva,
abierta y transparente, la infor-mación necesaria para una evaluación científica rigurosa
del estado de los diversos ecosis-temas, impulsores y tendencias del uso de la tierra y los
cambios climáticos de la Amazonía, y las implicaciones a largo plazo del bienestar de la
región, así como explorar oportunidades y opciones relevantes para las políticas de
conservación y desarrollo sostenible de la Amazonía” (para más información, ver:
https://www.laamazoniaquequeremos.org/noticias/). Realmente espero que logremos
todos los objetivos de esta iniciativa.
H
INDICE
os aguajales amazónicos
son
ecosistemas
muy
particulares en los que
predomina la palmera de
“aguaje” Mauritia flexuosa
L.f. Solo en la Amazonía peruana se
estima que hay más de cinco
millones de hectáreas de aguajales.
L
Aunque cada una de las partes de
la palmera de aguaje tiene un uso
conocido, son los frutos los que
acaparan la mayor atención, debido
a su enorme valor nutracéutico. Los
frutos del aguaje son los alimentos
más ricos en Vitamina A del planeta,
con alrededor de 30 mg de esta
vitamina por cada 100 g de pulpa.
La zanahoria, el vegetal que en
todos los cuentos para niños es
señalada como la responsable de la
buena visión de los conejos, tiene
20 veces menos de Vitamina A que
el aguaje. Parece que alguien le
debería decir al Sr. Rabbit que
pruebe los ricos frutos de la palmera
del aguaje.
Pero además de Vitamina C, los
frutos tienen altos contenidos de
proteína, en cantidades similares a
la contenida en el maiz. Asi que
cuando comemos los frutos del
aguaje no solo estamos proporcio-
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
nando
vitaminas
a
nuestro
organismo, también proporcionamos
el aporte estructural para que
nuestros músculos,
tejidos y
órganos internos funcionen a la
perfección. Los frutos del aguaje
son una fuente de proteina muy
importante para las poblaciones
amazónicas. El aguaje es, sin duda,
una de las alternativas para lograr la
tan deseada seguridad alimentaria
en la región.
Pero las bondades de la palmera de
aguaje no se limitan de manera
exclusiva a sus frutos. La palmera
de aguaje es usada para múltiples
propósitos. Por ejemplo, las hojas
son usadas para techar viviendas,
cuando estas son jóvenes proporcionan fibra que es utilizada por
algunos pueblos indígenas para
elaborar sus tejidos tradicionales;
del peciolo se pueden extraer
varillas para la elaboración de
esteras; su tronco es usado para la
construcción de puentes temporales y para el cultivo de la larva
comestible del escarabajo Rhynchophorus palmarum; la sabia del
tronco es consumida como si fuera
miel en algunas partes de la
Amazonía.
11
Las enormes extensiones de
aguajales existentes en la Amazonía peruana también proveen
innumerables servicios ambientales.
El principal, sin duda, es el de ser
considerados como uno de los
sumideros
de
carbono
más
importantes
del planeta.
Las
investigaciones llevadas a cabo
durante las últimas décadas han
determinado que los aguajales
amazónicos son enormes almacenes de carbono en forma de
turba, por lo que juegan un papel
muy importante en el equilibrio
climático del planeta. Si estos
aguajales fueran destruidos, millones de toneladas de carbono serían
emitidas a la atmosfera, haciendo
mucho más profunda la crisis
climática que vivimos actualmente.
Los frutos de la palmera de aguaje son un
recurso con un gran potencial para
mejorar la calida de vida de la población
rural amazónica.
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
UNA
DESTRUCCIÓN
DESEADA
NO
Resulta inconcebible que a pesar de
los enormes beneficios que la
palmera de aguaje nos proporciona, sus poblaciones estén siendo
destruidas por la mano del hombre.
Los aguajales enfrentan una gran
amenaza
de
deforestación
y
degradación debido a la forma en la
que hoy se aprovechan sus frutos.
Para cosechar los frutos del aguaje
se suelen cortar las palmeras
hembras que son las que los
proporcionan, poniendo en serio
peligro la sobrevivencia de la
especie.
Por lo general, se suele pensar que
el corte de la palmera es una
práctica tradicional, llevada a cabo
por los pueblos amazónicos antes
de la llegada de los primeros
europeos a la Amazonía, pero esto
no es cierto.
Es muy probable que la tala de la
palmera haya sido adoptada con la
llegada de las herramientas de
metal a la Amazonía y cuando la
demanda de fruta por parte de los
mercados urbanos empezó a ser
considerable. Antes de la llegada de
los europeos a la Amazonía, los
pobladores indígenas no contaban
con herramientas de metal, solo
contaban, en algunos casos, con las
hachas de piedra que conseguían a
través de los intercambios con otros
pueblos de la selva alta y de los
andes. El tiempo estimado para
derribar un árbol de un metro de
diámetro con un hacha de piedra es
de 115 horas, algo tan ineficiente y
tan poco práctico que es poco
probable que fuera una práctica
habitual
de
las
poblaciones
amazónicas.
12
La tala de la palmera es una
práctica habitual hoy en día. Afecta
a la existencia de los individuos
femeninos, que son los productivos,
así como a los procesos de
regeneración natural. La deforestación y degradación de los
aguajales es también la principal
causa de la pérdida y alejamiento
de la fauna silvestre que habita en
estos ecosistemas.
instalación
y
manejo
de
plantaciones, limitando, por ejemplo,
la altura y el tiempo de madurez de
la palmera o mejorando la calidad
de sus frutos.
El aprovechamiento destructivo de
los aguajales se traduce en una
reducción de su potencial económico y en una fuerte erosión
genética de la especie. La pérdida
de productividad de los aguajales
genera finalmente desempleo en
áreas rurales y urbanas, zonas que
ya de por sí presentan altos niveles
de pobreza y marginación.
Sin duda, una de las mejores
opciones para la conservación del
“aguaje” es el manejo de sus
poblaciones naturales, no obstante,
esta no es la única existente. El
establecimiento de plantaciones
forestales que incorporen tipos de
aguaje selectos con alto valor
nutracéutico y el sembrío en
programas
de
reforestación,
aprovechando la gran plasticidad
ecológica de la especie, son
algunas alternativas para frenar la
presión sobre los ecosistemas
naturales, ayudando a mejorar el
ingreso económico de
los
pobladores amazónicos.
SELECCIÓN ARTIFICIAL PARA
MEJORAR AL AGUAJE
El gran potencial de la palmera de
aguaje ha motivado la puesta en
marcha de numerosas investígaciones que pretenden mejorar
genéticamente la especie y lograr
su domesticación. Estas investigaciones
pretenden
obtener
individuos que favorezcan la
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
La escalada de la palmera de aguaje hará
sostenibles las plantaciones de aguaje y
favorecerá la conservación de sus
poblaciones naturales.
El Instituto de Investigaciones de la
Amazonía
Peruana
desarrolla
diferentes investigaciones en este
sentido. Las colecciones vivas de
germoplasma establecidas en el
Centro de Investigaciones Jenaro
Herrera, ubicada a orillas del río
Ucayali, a 250 Km de Iquitos,
reúnen ejemplares de la palmera en
proceso de mejoramiento para su
uso en programas de reforestación
en la Amazonía. Estas parcelas
también están siendo utilizadas
como herramienta para la enseñan13
za de estudiantes y agricultores de
la zona.
Los
resultados
de
las
investigaciones señalan que los
individuos presentan mayor altura
promedio y, por lo tanto, mayor
crecimiento, cuando se realiza una
mayor densidad de siembra. Las
palmeras sembradas con baja
densidad son hasta dos metros
menores que aquellas de la misma
edad que fueron sembradas con
mayor densidad.
Las
plantaciones
forestales
realizadas, nos muestran que la
proporción de sexos conseguida es
similar a la del bosque natural, es
decir, una proporción de 50 % de
individuos de cada sexo. Esto
significa que con la producción de
frutos en plantaciones controladas
es posible conseguir una alta
rentabilidad económica de manera
sostenible.
La selección natural de las palmeras
precoces, aquellas que alcanzan su
etapa reproductiva a los seis años,
unida a la polinización controlada,
teniendo como base aquellas palmeras macho con rasgos de “porte
bajo”, permitirá contar con ejempla-
res que permitan un manejo más
eficiente, con rentabilidad similar a
la de las poblaciones naturales.
Actualmente ya se cuenta con
individuos de porte bajo, producto
de la polinización controlada, que ya
han iniciado su fructificación en las
parcelas demostrativas.
La investigación está en marcha y
ya se han realizado cruzamientos
entre palmeras que han tenido su
primera floración a los 6-8 años,
tienen una altura de tronco de 1,5
metros y un porcentaje de pulpa en
el fruto del 25%. El mejoramiento
genético de la especie es un
proceso lento que requiere que los
caracteres genéticos se fijen
definitivamente en los individuos,
pero no cabe duda que los
resultados finales compensarán el
tiempo de investigación dedicado a
esta maravillosa especie vegetal.
© Luis Freitas - Dirección de
Investigación en Manejo Integral
del
Bosque
y
Servicios
Ecosistémicos – IIAP
LECTURAS SUGERIDAS
H
INDICE
a presencia humana en la
Amazonía se remonta a
más de 11.000 años de
antigüedad. Los restos
arqueológicos encontrados
hasta la fecha nos indican que los
grupos de cazadores recolectores
que
recorrían
sus
territorios
practicaban ya desde entonces un
cierto
manejo
del
bosque,
aprovechando y manejando diferentes especies para fines diversos.
Los bosques amazónicos que
contemplamos hoy en día conservan las marcas de estos primeros
pobladores, también las de los
grupos humanos que les sucedieron
y que poco a poco fueron dispersándose por toda la Amazonía,
dando lugar al enorme mosaico
cultural que conocemos hoy en día.
L
Se estima que más del 12% de los
bosques amazónicos tienen un
origen antropogénico, es decir, han
sido intencionalmente modificados y
adaptados para satisfacer las
necesidades humanas, manteniendo su capacidad reproductiva y el
equilibrio ecológico que finalmente,
no nos olvidemos, les proporciona la
vida. El éxito adaptativo de los
pueblos indígenas, el equilibrio
preciso entre naturaleza y cultura,
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
no hubiera sido posible sin la
relación especial que establecieron
con su entorno natural, basada
principalmente en el principio de
reciprocidad, concepto que rige la
vida en la Amazonía.
Sin
embargo,
para
muchos
occidentales, la vida de los pueblos
amazónicos se reduce a un
conjunto de habilidades y conocimientos
que
les
permiten
aprovechar los recursos de manera
adecuada y son la base del “saber
hacer” en los bosques amazónicos,
un concepto que es necesario, pero
no suficiente para explicar la
compleja, íntima y eficiente relación
existente entre los bosques y los
pueblos indígenas. Este “saber
hacer” permite al poblador amazónico aprovechar los recursos,
pero por sí solo es un concepto que
no garantiza su uso sostenible, ni,
por lo tanto, el vínculo equilibrado
entre naturaleza y cultura.
La profunda creencia de que la
tierra es un ser vivo que debe ser
interpretado y transformado por el
ser humano, unido al arraigo
profundo que tienen con ella, ha
sido el fundamento que por miles de
años ha garantizado el equilibrio
15
ecológico y ha fortalecido el vínculo
entre naturaleza y cultura, algo
olvidado y no entendido hoy en día
por Occidente, pero que es la razón
de ser de los pueblos indígenas
amazónicos y la principal clave para
frenar la destrucción de los
ecosistemas naturales.
La madre de la amasisa. Autor: Nicolás
Tapuy Sandi – Pueblo Kichwa. Cortesía
FORMABIAP.
Esta firme creencia, tradicionalmente asumida como convicción por
todos los pueblos indígenas de la
Amazonía, les ha permitido construir
una estructura de valores que
prioriza el diálogo con la naturaleza
y con los seres que en ella viven.
Para los pueblos amazónicos los
bosques están habitados por seres
antropomorfos ligados a las especies animales y vegetales, con habi-
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
lidades específicas, con enorme
potencial creativo, pero también con
una capacidad predatoria que obliga
a mantener un permanente diálogo
con ellos. Lo que para los
occidentales son inmensas extensiones de materia prima que deben
ser explotadas, para los pueblos
amazónicos son los territorios de los
dueños o madres de los animales y
plantas, aquellos que con sus
poderes son capaces de proveer los
alimentos, pero que pueden ser
vengativos si no se cumplen las
reglas establecidas, sin las cuales
no se podría mantener en buenos
términos las relaciones sociales que
se establecen entre iguales.
Puede parecer sorprendente que la
clave para la conservación de los
bosques resida en la creencia en un
grupo de seres que los habitan y
que están emparentados con los
humanos. La cuestión importante no
es si en los bosques albergan o no
seres que viven en una realidad no
visible y cuyas vidas se entrelazan
con las de los humanos, lo
realmente importante es entender
que esta creencia tiene un reflejo
real en la forma en la que los
pueblos amazónicos viven su día a
día, siendo la principal causa del
bajo impacto que sus actividades
tienen en los entornos naturales.
Si el pueblo ticuna, por ejemplo, no
creyera firmemente en la existencia
del abuelo Yewaex, transfigurado en
la enorme boa negra que habita en
los cuerpos de agua que riegan sus
territorios, tendría una percepción
totalmente diferente de su entorno
natural. El diálogo que se establece
con este espíritu del agua no solo
permite a los ticuna aprovechar los
recursos de manera apropiada, sino
que también permite mantener un
equilibrio que favorece su supervivencia en un espacio natural que
16
es compartido con esta entidad. El
respeto al abuelo Yewaex sigue
presente en muchas comunidades
ticuna y es un ejemplo claro de la
eficiencia de su sistema ecológico
tradicional. Si los ticuna, o los
urarina, o los yagua, o cualquiera de
los pueblos indígenas que habitan
en la Amazonía, no creyeran
firmemente en la existencia de los
dueños de los animales y las
plantas que habitan en los bosques,
con los que dialogan y, en
ocasiones, negocian, tendrían una
percepción diferente y probablemente su huella ecológica
hubiera sido mucho mayor.
Estos ejemplos y otros, nos
permiten entender por qué las
evidencias que conectan la pérdida
de los conocimientos tradicionales
con la degradación de los
ecosistemas son cada día más
numerosas. No existirán bosques
conservados si se rompe el vínculo
entre naturaleza y cultura, si se
sigue erosionando los sistemas de
conocimiento de los pueblos
indígenas. Es por este motivo que la
numerosa legislación ambiental
existente, los proyectos y programas de conservación internacional y
otras iniciativas públicas y privadas
de conservación no tienen el éxito
deseado y se muestran como poco
eficientes para controlar la destrucción de los bosques amazónicos.
Si dejamos que los bosques se
vacíen de los dueños y madres de
los animales y plantas, solo
abriremos el camino para su
destrucción definitiva.
En el Perú la erosión de los
sistemas de conocimiento tradicional se inició hace muchos siglos
y se ha prolongado en el tiempo con
los múltiples procesos de colonización que han ido debilitando de
manera progresiva las estructuras
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
de conocimiento de los pueblos
indígenas amazónicos. La marginalización de los saberes locales en
favor de una homogeneización casi
dogmática, eliminó la posibilidad de
que los conocimientos ecológicos
tradicionales, los cuales integran las
realidades visible y no visible de la
existencia, fueran fortalecidos en las
nuevas generaciones. Hoy en día,
en pleno siglo XXI, a pesar de la
institucionalización de la educación
bilingüe intercultural, los problemas
persisten, ya que todavía no se
incorporan debidamente estos conocimientos en la formación de los
futuros docentes bilingües. No obstante, los problemas no son insalvables
y
muchos
docentes
indígenas están iniciando el cambio
desde adentro, incorporando nuevas metodologías y estrategias que
permitirán fortalecer el vínculo entre
naturaleza y cultura en las aulas.
Las mal llamadas “sociedades
desarrolladas” siguen, por otro lado,
manteniendo su presión hacia los
recursos de la Amazonía para
mantener sus estilos de vida poco
sostenibles. La destrucción de la
Amazonía, iniciada hace quinientos
años, no ha cesado hasta nuestros
días. Aunque se superó la fase
inicial de violencia hacia los pueblos
indígenas y existe un cierto
reconocimiento
legal
de
sus
derechos, en la práctica, se sigue
negando el ingenio y eficiencia de
unas sociedades que se desarrollaron en los bosques y cuyo
sistema
de
conocimiento
ha
demostrado muchas veces su
coherencia y sostenibilidad en el
contexto amazónico. La época del
Antropoceno no solo impacta de
manera profunda e irreversible
sobre la biosfera terrestre, también
lo hace de manera irracional sobre
su etnosfera, entendida como el
conjunto de los pensamientos,
17
creencias, mitos, ideas e inspiraciones a los que ha dado vida la
conciencia humana.
La concepción errónea del desarrollo global, en la que se borra la
posibilidad de lo diverso y se
focaliza un tipo de desarrollo en el
que prima la explotación eficiente de
los recursos, ha dibujado un mapa
de proyectos y programas que han
fortalecido la visión occidental del
manejo de los recursos, del “saber
hacer”, pero que poco han aportado
al mantenimiento del vínculo entre
naturaleza y cultura. Esos proyectos
se hacen con buenas intenciones,
pero muchas veces no consideran
los conocimientos tradicionales ya
existentes, que representan otra
forma
posible
de
desarrollo
“sostenible”.
El desconocimiento de la realidad
indígena, la prepotencia del sistema
de conocimiento occidental, que
margina las prácticas, saberes y
valores de los pueblos indígenas,
está
destruyendo
la
mejor
posibilidad que tenemos para
conservar los bosques y sus
habitantes. La interiorización del
problema por parte de los pueblos
indígenas es vital. Aún no está todo
perdido, existen pueblos que,
conscientes del grave problema, es-
tán fortaleciendo los vínculos que
los unen a sus ecosistemas, exigiendo una gestión integral de sus
territorios, uniendo el “ saber hacer ”
con el “saber ser”, fortaleciendo la
identidad para mejorar la gestión de
sus territorios.
El desarrollo no es un concepto
estático, es diverso y dinámico,
debe construirse con el andamiaje
que proporciona la identidad,
preservando el vínculo que une a
los pueblos indígenas con sus
entornos naturales. Hay que rescatar el “tesoro” de saberes y
tradiciones culturales amazónicas
para las futuras generaciones. No
vaciemos nuestros ricos bosques
amazónicos de los dueños y madres
de los animales y plantas, no
dejemos que el desarrollo mal
enfocado extinga una de las
muestras más preciosas y eficientes
del ingenio humano.
©
Manuel
Martín
BrañasDirección de Investigación en
Sociedades Amazónicas – IIAP
© Emanuele Fabiano – Grupo de
Antropología Amazónica – PUCP
© Christopher Schulz – Universidad de Cambridge
LECTURAS SUGERIDAS
H
VERDE AMAZONÍA
INDICE
L
a cuarentena declarada a
nivel mundial como medida
de seguridad sanitaria para
enfrentar el contagio y diseminación del COVID 19,
nos ha obligado a permanecer en
nuestras casas, realizando trabajo
remoto, estudiando y buscando
entretenimiento en los medios virtuales.
de ají dulce o tomate, con el
propósito de que pasen al cuidado
de las niñas y niños en cada una de
sus casas. Se entregaron también
semillas de culantro y pepino para
que experimenten la maravilla del
crecimiento de las plantas.
Las noticias han sido devastadoras
y muchas niñas y niños han tenido
que lidiar con la tristeza, el estrés
del confinamiento y un aislamiento
que los ha separado de sus amigos
y familiares. Es por este motivo que
desde el IIAP hemos desarrollado el
proyecto “biohuertos en casa”, destacando la importancia de la agricultura urbana y periurbana como
una estrategia para el desarrollo
sostenible de las ciudades y el
crecimiento de la responsabilidad
medioambiental en las niñas y
niños.
Esta maravillosa experiencia se
inició durante los primeros días de
julio, incorporando a 120 estudiantes, 60 de ellos con habilidades
diferentes, poseedores de grandes
talentos, muy sensibles y con gran
capacidad para el trabajo manual.
Aprovechando la asistencia de los
padres de familia a las instituciones
educativas para recoger la dotación
de alimentos del programa Qali
Warma, les dimos una charla motivadora sobre la importancia de los
biohuertos, respetando las medidas
de seguridad establecidas para
evitar los contagios. La ocasión fue
propicia para entregar plantoncitos
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
La vida se abre paso en las huertas y los
niños y niñas son testigos de ellos.
Los trabajos
plantas se
través de la
incentivando
esta vía las
participantes.
de cuidado de las
han monitoreado a
aplicación whatsapp,
y fortaleciendo por
capacidades de los
Los estudiantes de educación
básica regular fueron apoyados por
sus docentes, que reforzaron el
proceso de enseñanza-aprendizaje
por medio de audios y mini videos.
Los resultados han sido positivos,
19
ya que más del 70% de los
estudiantes sembraron sus hortalizas en bandejas, botellas descartables o en pequeñas parcelas de
tierra en las huertas de sus casas,
enviando material digital como
evidencia del trabajo.
El proyecto“biohuertos en casa” ha
demostrado que los niños y niñas pueden
generar cambios en nuestra sociedad.
La actividad ha sido muy relevante,
permitiendo a las familias loretanas,
especialmente a los niños y niñas,
experimentar y darse cuenta de que
es posible la siembra y cosecha de
hortalizas en sus hogares; consumir
vegetales orgánicos producidos por
ellos mismos; promover la unión y
las buenas relaciones familiares al
realizar tareas conjuntas; generar
ingresos con la venta de algunos
productos; y finalmente, no menos
importante, gozar de la belleza de
las plantas y contribuir con la recuperación y conservación del ambiente.
© Melba del Rocío Correa Tang Dirección de Investigación en
Diversidad Biológica Terrestre
Amazónica – IIAP
H
INDICE
H
INDICE
L
a pandemia del COVID-19
se está ensañando con el
Perú, incluida la Amazonía.
Aunque todavía no tenemos cifras consolidadas de
su impacto en comunidades indígenas (en términos de fallecidos,
especialmente) ya podemos sacar
algunas conclusiones preliminares.
Amén de constatar la deplorable
situación de la infraestructura de
salud en todas las zonas rurales, se
sabe que la respuesta de la mayoría
de las comunidades inicialmente fue
aislarse, implementando una cuarentena que poco a poco se
demostró que era imposible mantener por demasiado tiempo. Unas
más pronto que otras, las comunidades fueron aceptando el regreso de los emigrantes y de
aquellos que la cuarentena sorprendió de viaje o en alguna ciudad,
así como el acceso de comerciantes
y otros intermediarios con la ciudad.
La situación dramática de los llamados “retornantes”, la mayoría de
ellos jóvenes que habían emigrado
para encontrar trabajado en la ciudad o en alguna actividad extractiva,
caracterizó los primeros meses de
la pandemia. Estaban desesperados
por volver para conseguir, al menos,
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
los alimentos y el alojamiento que
se les negaba en las de pronto hostiles ciudades. Paulatinamente fueron apareciendo en sus comunidades, algunos por su cuenta y sin
control de salud alguno, otros aprovechando los medios de retorno que
organizaron algunos gobiernos regionales; entre ellos llegaron los primeros contagiados. Dadas las prácticas tradicionales de las comunidades (como compartir pates de
masato) los contagios pronto se
extendieron. Considerando el colapso del sistema de salud en las
ciudades, la perspectiva para las
comunidades rurales, especialmente en las más alejadas, no pintaba
muy auspiciosa. Sin embargo, y pese a la grave escasez tanto de
medicinas como de oxígeno para
atender a los enfermos más graves,
sorprende el escaso número de
fallecidos hasta el momento en la
mayoría de las comunidades indígenas.
Varios dirigentes indígenas de
Loreto (incluyendo los kichwa y
achuar del Tigre y del Corrientes, y
kichwa del Napo), y de Junín (asháninka de la Selva Central) me
informaron que en sus respectivas
zonas, pese a que la incidencia del
22
COVID-19 ha sido muy alta (en
algunas comunidades prácticamente el 100 % de la gente resultó
infectada), la mortalidad ha sido y
sigue siendo muy baja. La
interpretación de algunos de ellos,
que atribuyen esa baja tasa de
mortalidad a los hábitos de vida
indígena y a la medicina natural,
confirma mi hipótesis de que la vida
sana, comenzando por una dieta
saludable basada en los productos
locales de la biodiversidad, y
siguiendo con la actividad cotidiana
típica de una comunidad indígena
(trabajo al aire libre, en la casa y en
la chacra, pesca, caza, etc., todo sin
mucho estrés), es un elemento muy
importante para resistir el COVID, y
probablemente otras enfermedades
infecciosas provocadas por virus.
Con la pandemia, las comunidades han
puesto en práctica sus conocimientos
sobre plantas medicinales.
Sabemos que cuando se trata de
virus, la clave está en fortalecer las
propias defensas del organismo
(con alimentos sanos, incluyendo
productos naturales, funcionales y
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
nutracéuticos, y ejercicio), ya que no
hay propiamente medicamento alguno que consiga eliminar del organismo al agente infeccioso de una
forma rápida y definitiva.
Lo ocurrido con estas comunidades
contrasta en cierto modo con lo que
sabemos que ha ocurrido con el
pueblo Shipibo, donde los fallecidos
hasta fines de agosto superaban el
centenar y medio. Un dirigente
involucrado en la lucha contra el
COVID-19 me comentó que quizás
la razón de este desigual impacto
entre los shipibo se debía al cambio
de estilo de vida y hábitos de consumo: es conocido que muchos
shipibos, especialmente los de comunidades cercanas a ciudades
como Pucallpa o Atalaya, se dedican a la artesanía y al comercio,
han ido dejando progresivamente
sus prácticas tradicionales asociadas con el medio rural y han
adquirido costumbres propias de la
ciudad: sedentarismo, predominio
de consumo de alimentos procesados, ricos en azúcar, sal y grasas
saturadas, y pobres en fibras, vitaminas y otros micronutrientes, etc.
Me informan que entre los shipibo
es bastante alta la incidencia de
enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad. Esto es
todavía una conjetura, ciertamente,
y se requiere de una investigación
que muestre si realmente estas
condiciones fueron las determinantes de la incidencia diferenciada
del COVID-19 en distintas regiones
y pueblos.
Las principales causas de la mortalidad en contagiados por COVID19 no incluidos en el conocido factor
de riesgo de la edad, están
asociadas con las llamadas condiciones médicas preexistentes. De
acuerdo con el Ministerio de Salud
del Perú, el 85 % de los fallecidos
23
por COVID-19 padecían sobrepeso,
43 % eran diabéticos y el 27 % hipertensos. Todas dolencias vinculadas con el estilo de vida
sedentario y la dieta moderna basada en buena medida en alimentos
procesados y ultraprocesados, ricos
en azúcar, sal y grasas saturadas.
La llamada “comida chatarra” es un
buen ejemplo de mala alimentación.
A esto hay que añadir el estrés que
caracteriza a la vida urbana, que
está asociado a enfermedades como la hipertensión arterial, arteroesclerosis, diabetes, inmunosupresión, ansiedad, depresión y algunos tipos de cáncer, todas ellas
condiciones de riesgo para los enfermos de COVID-19.
Hábitos saludables, ausencia de estrés y
medicina tradicional, las mejores armas
contra el COVID19 en la zona rural.
“Volver a la chacra” fue el consejo
que varios dirigentes de organizaciones indígenas dieron a las
comunidades. Probablemente para
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
algunos llegó tarde la recomendación, lo cual es muy triste,
pero seguro que para otros significó
la salvación. Y para las nuevas
generaciones es probable que esta
pandemia los marque lo suficiente
como para repensar el estilo de vida
y tomar en serio lo del “Buen Vivir” o
“Vida Plena” que preconizan los
sabios indígenas. Ese estilo de vida
en armonía con la naturaleza y con
el entorno social, que caracteriza a
las sociedades tradicionales, donde
había respeto, armonía, moderación
y equilibrio, y más que competencia
entre unos y otros, había responsabilidad, solidaridad, colaboración
y reciprocidad.
Es sabido que los pueblos
amazónicos desarrollaron estrategias de supervivencia en un entorno
complejo y frágil como es el amazónico, sin transformar las condiciones naturales ni impactar significativamente en los ecosistemas.
La clave está en el aprovechamiento inteligente de la productividad natural tanto de bosques como de ecosistemas acuáticos,
adaptándose a las condiciones
cambiantes y a la variabilidad
estacional. Esto les permitió un nivel
de bienestar envidiable para los
estándares rurales de muchos otros
lugares del planeta: los antropólogos calculan que, en una comunidad indígena tradicional, en las
condiciones habituales en las que
vivieron los indígenas históricamente (con bosques y ríos bien
conservados) el promedio de horas
dedicadas al trabajo era de unas
cuatro al día. El resto era dedicado
en buena medida a socializar con
parientes y vecinos. Antonio de
León Pinelo, el visitador jesuita que
a mediados del siglo XVII recorrió
las reducciones jesuíticas del
Marañón, quedó tan impresionado
por esa “calidad de vida” que
24
observó en las comunidades indígenas que escribió y publicó el libro
“El Paraíso en el Nuevo Mundo”,
convencido de que el paraíso
terrenal había estado y en cierto
modo todavía estaba) en esa región
del Amazonas.
No es de extrañar que Noam
Chomsky llegase a decir: “Es irónico
que, de todas las fuerzas líderes en
todo el mundo, la que realmente
está previniendo un desastre son
los pueblos indígenas. Es decir,
cada persona que no vive debajo de
una roca, sabe que se está
enfrentando a una catástrofe ambiental en potencia, y no en un
futuro lejano. En todo el mundo, son
las comunidades indígenas las que
están tratando de combatirlo.”
pecialmente de Vitamina A, debido
a una dieta poco balanceada, y a la
deficiente ingestión de micronutrientes. Según un estudio realizado por
investigadores de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, el 5
% de menores de cinco años obesos padecía anemia, mientras que
el 4,2 % presentaba deficiencia de
vitamina A.
ALGUNAS LECCIONES APRENDIDAS DE LA PANDEMIA
Perú es el tercer país de la región
con más casos de sobrepeso y
obesidad, detrás de México y Chile.
Según el Ministerio de Salud, el
53,8 % de peruanos de 15 años a
más tiene exceso de peso, y el 18,3
% es obeso. En Lima Metropolitana
se concentra casi al 40 % de la
población con exceso de peso. Más
preocupante todavía es el incremento de la obesidad infantil: en niños
de 5 a 9 años llega al 19,3 %. Según los expertos, si un niño es obeso, hay una probabilidad del 80 %
de que lo siga siendo cuando llegue
a la adultez. La obesidad está asociada con enfermedades crónicas
como la diabetes, la hipertensión y
afecciones cardíacas, que están
asociadas también con una mayor
tasa de mortalidad por COVID-19.
Lo paradójico de
número creciente
brepeso padecen
anemia y otras
esto es que un
de niños con soal mismo tiempo
deficiencias, es-
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
La clave: revalorar y recuperar la
sabiduría, valores y prácticas de los
pueblos originarios.
No es posible retornar totalmente al
estilo de vida del pasado, obviamente, ni siquiera en la Amazonía,
donde todavía existen sociedades
bastante tradicionales, y donde se
puede disponer de recursos abundantes (por ejemplo, las palmeras
silvestres y otros árboles productores de frutos comestibles) o con
capacidad de recuperarse a mediano plazo (por ejemplo, las pesquerías, o algunas especies de
fauna silvestre). Estos recursos,
bien manejados, podrían proporcionar alimentos de buena calidad y
25
posibilidad de ingresos económicos
para la mayoría de las comunidades
indígenas y ribereñas. Sin embargo,
después de varios siglos de explotación insostenible de los recursos
naturales, ni las condiciones del entorno ni la población son las mismas, ni tampoco las necesidades de
las comunidades, que se han ido
integrando al mercado y requieren
cada vez más bienes y servicios
modernos.
Pero esta pandemia nos debe servir
para revalorar y recuperar algo de la
sabiduría, valores y prácticas de los
pueblos originarios que supieron vivir de una forma mucho más soste-
nible en un pasado no tan lejano. El
Ministerio del Ambiente ha hecho
notar en varios documentos la necesidad de revincularnos con la naturaleza, de retomar algo de ese
equilibrio que perdimos hace tiempo
en pos de un desarrollo cada vez
más artificial y alejado de un entorno natural en el que la especie
humana evolucionó, y para el que
estamos genéticamente adaptados.
Está claro que no podemos volver a
la “normalidad” del pasado reciente,
porque la normalidad era el
problema.
©
José
Álvarez
AlonsoDirección General de Diversidad
Biológica – MINAM
LECTURA SUGERIDA
H
INDICE
a
cocona
Solanum
sessiliflorum forma parte
indiscutible del once titular
del equipo
de
frutas
emblemáticas de la Amazonía. Si bien, su fama todavía no
alcanza la de otras frutas más
conocidas, como el aguaje o el
camu-camu, durante la última
década, su popularidad ha experimentado un auge bastante
considerable, debido sobre todo al
éxito nacional e internacional
alcanzado por la gastronomía
peruana, particularmente por la
llamada “cocina de autor”, representada por varios renombrados chefs peruanos, que la han
usado como insumo principal en
algunos de sus platos más
conocidos.
L
En la Amazonía, la cocona ha sido
consumida tradicionalmente en
refrescos, salsas, mermeladas y
como remedio para diferentes
afecciones. Sus altas concentraciones de calcio, fósforo, ácido
ascórbico, flavonoides y vitaminas,
como la rivoflavina, tiamina,
caroteno y niacina, la con-vierten
en un producto nutracéutico que
contribuye de manera favorable a
la salud.
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
Si bien, la cocona ha sido una fruta
infaltable en la chacra familiar, la
enorme diversidad de suelos y las
características particulares de cada
ecoregión de nuestra Amazonía ha
ocasionado que la producción a
mediana y gran escala para su
comercialización nacional e internacional sea irregular.
Según
las
estadísticas
del
Ministerio de Agricultura existen
diferencias tanto en la productividad como en las áreas
sembradas en regiones como
Loreto, Amazonas, Junín, Puno,
Huánuco, Madre de Dios y Ucayali.
En algunos casos la producción es
tan baja que no puede satisfacer la
creciente demanda nacional.
Es por ello necesario desarrollar
investigaciones
que
permitan
aumentar la productividad, teniendo
en cuenta las características
particulares de los suelos en cada
una de estas regiones, pero esto
solo será posible si obtenemos
variedades adaptadas con rendimientos mucho mayores. El
asesoramiento tecnológico a los
productores,
basado
en
los
resultados de estas investigaciones, es particularmente impor-
27
tante para reducir las brechas
existentes. Al ser una fruta no
estacional, puede cubrir el mercado
local y nacional de forma constante
durante todo el año, aumentándose
su producción en los meses de
verano, cuando la fruta es más
demandada para la elaboración de
refrescos y helados.
gruesa. De esta última, ya se cuenta con un certificado de variedad
mejorada otorgado por INDECOPI.
En el breve plazo, se espera contar
con otras variedades mejoradas de
cocona que puedan satisfacer las
demandas específicas existentes.
La meta productiva ideal para
poder hacer frente a la demanda
actual y futura sería de unos
25.000 Kg/ha, algo que solo será
posible si se siguen ejecutando las
investigaciones sobre su amplia
diversidad genética, desarrollando
programas de mejoramiento genético y selección artificial que
permitan obtener variedades mejoradas, incrementando la calidad de
los frutos y el rendimiento de la
planta para fines comerciales.
El Instituto de Investigaciones de la
Amazonía Peruana, con la finalidad
de conservar la diversidad de esta
especie, evitar su erosión genética
y proporcionar a los productores
variedades mejoradas de cocona
que les permita hacer frente a la
demanda nacional e internacional,
ha instalado una colección de 73
accesiones conservadas en ambientes controlados en su sede
regional de Tingo María, en el
departamento de Huánuco.
La cocona es una fruta muy versátil que
tiene un gran potencial como alimento y
nutracéutico.
Uno de los aspectos que la
investigación está teniendo en
cuenta es la demanda diferenciada
de sus frutos. En este sentido se
está trabajando con variedades que
pueden satisfacer la demanda de
frutos de color amarillo y pulpa
gruesa proveniente de los mercados de la costa, pero también se
trabaja en variedades que pueden
satisfacer la demanda de los
mercados regionales, con frutos
más pequeños y pulpa menos
Pero las investigaciones científicas
no tendrían ningún sentido si no se
invirtiera tiempo y presupuesto en
la tecnología adecuada para
manejar los cultivos. En este
sentido el IIAP ha difundido el
protocolo de manejo técnico en
plantaciones, incluyendo tanto los
aspectos fenológicos de la especie
como los aspectos fitosanitarios
que permitirán hacer frente a las
enfermedades y a las plagas.
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
28
Los retos para la cocona son
enormes. La creciente demanda de
productos orgánicos en los mercados internacionales requiere una
tecnología apropiada para este tipo
de cultivos, exigiendo un cambio de
mentalidad en los productores que
deberán pensar no solo en la
productividad, sino también en la
calidad orgánica y compuestos
beneficiosos de sus frutos. Con el
trabajo aliado de productores e
investigadores la cocona podrá se-
guir jugando las grandes ligas junto
al aguaje o al camu-camu, algo que
nos satisface como amazónicos y
peruanos.
© Luz Elita Balcazar Terrones Dirección de Investigación en
Diversidad Biológica Terrestre
Amazónica – IIAP Huánuco
LECTURAS SUGERIDAS
© Harvard University
H
Un poco de
H
Historia
de la ciencia
INDICE
ichard Evans Schultes (1915-2001) es considerado uno de los botánicos y exploradores
más importantes del siglo XX, precursor de la etnobotánica moderna. En 1941 viajó a
Colombia e inició un periplo por la selva amazónica que se alargaría por más de una
década. En total, Schultes colectó más de 24.000 especies de plantas, incluyendo unas
300 especies nuevas para la ciencia. En su trabajo de campo prestó especial atención al
uso medicinal, ritual o práctico que los pueblos indígenas daban a las plantas de su entorno. Fue
pionero en el estudio de plantas sagradas como la ayahuasca, el yocó y el toé. Identificó además
un total de 70 especies de plantas utilizadas por los pueblos amazónicos para la preparación del
curare, el veneno mortal que era impregnado en flechas o dardos para la caza.
R
Schultes no solo registró centenares de especies nuevas para la ciencia, también dio a conocer la
diversidad y riqueza de conocimientos atesorados por los pueblos indígenas amazónicos. Vivió
entre comunidades indígenas, conviviendo con ellas y adentrándose en un mondo que hasta
entonces era todavía poco conocido, recorrió ríos y parajes inexplorados, algunos de los cuales no
han vuelto a ser visitados por otras expediciones científicas. Sus notas y fotografías son un
testimonio de la vida de las culturas indígenas amazónicas antes de los cambios socio económicos
acaecidos en la segunda mitad del siglo XX. Para Schultes la investigación científica botánica
aplicada a las necesidades del hombre moderno era muy importante y creía que esta aplicabilidad
era imposible sin mantener el respeto y la protección del conocimiento tradicional indígena sobre
las propiedades y usos de las plantas.
H
INDICE
as palmeras conforman el
grupo vegetal más diverso
del mundo. Su apariencia y
estructura, simple, pero de
una funcionalidad y adaptabilidad asombrosa, las han convertido en el grupo vegetal más
conocido y popular entre todos los
públicos. No es por tanto una casualidad que nuestra revista exhiba
el nombre de uno de los géneros de
palmeras más imponentes, pero
también, tan poco estudiadas en la
Amazonia.
L
Se estima que en el continente
americano existen 50 géneros y
457 especies de palmeras. En la
Amazonía, (0 – 1000 m.snm), existen 35 géneros y 195 especies,
siendo la Amazonía del Perú la región que más diversidad de especies de palmeras posee. Entre ellas
se encuentra el amplio grupo de
especies que pertenecen al género
Attalea, al que me dedicaré en las
líneas que siguen.
Para abordar este género de palmeras, empezaré hablando de un
rey antiguo, Attalus III Philometor,
que reinó Pérgamo (actual Turquía)
en el siglo II AC. A pesar de ser de
temperamento irascible, violento,
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
vengativo y poco dado a la vida
pública, cultivó, desde pequeño, una
profunda afición a la botánica, la
medicina y la jardinería. Algunos
cronistas antiguos mencionan su
especial atracción por el cultivo de
especies vegetales venenosas, también cómo, en algunas ocasiones,
dejándose llevar por la sospecha,
probó sus efectos con los incautos
súbditos que le rodeaban y de los
que temía que le traicionaran. Entendemos que fue su amor a la
botánica, no sus artes con los venenos, el atributo que motivó al
botánico alemán Carl Sigismund
Kunth a nombrar al género de estas
palmeras como Attalea y a su primera especie descrita como Attalea
amygdalina.
Attalea es un género complejo y, en
esto, no tiene nada que ver la
personalidad retorcida de Attalus III.
Su complejidad reside principalmente en que dentro de él se agrupan cuatro géneros afines: Attalea,
Maximilliana, Orbignya y Sheelea (y
otros géneros no aceptados como
Markleya, Parascheelea, Ynesa)
diferenciados, fundamentalmente,
por la estructura de las flores masculinas. Estos grupos son tan afines
que en ocasiones hay muchos pro31
blemas para poder identificar de que
especie estamos hablando, solo un
detallado análisis taxonómico podría
sacarnos de la duda. Tal vez por esta razón, algunos de los nombres
comunes que usan las poblaciones
locales engloban a diferentes especies de estos grupos afines.
Las Attalea son bastante comunes en
nuestros bosques y cumplen un papel fundamental en su equilibrioecológico.
La complejidad del género es, sin
duda, la principal razón por la que
todavía no se ha establecido claramente el número de especies que
agrupa. Dependiendo del conocimiento y de los criterios taxonómicos usados por diferentes autores
para identificar las especies, estas
se han agrupado en uno o varios
géneros, siendo, por tanto, sumamente variable el número de especies. La confusión se origina en el
tratamiento separado de los géneros, la carencia de buenas co-
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
lecciones de herbario, dificultada
por el gran tamaño de las hojas,
inflorescencias y frutos, así como
por la emisión estacional, en cortos
periodos, de las inflorescencias. Se
suma a estos problemas la información parcial en las etiquetas de
campo, la pérdida o destrucción de
especímenes tipo y la descripción
incompleta de muchos especímenes, dando nacimiento a nuevas
especies sin contar con una información consistente.
Evitando profundizar mucho en los
criterios taxonómicos, podemos dar
una descripción general de las
especies del género Attalea. Son
palmeras que pueden presentar el
tallo grueso y erguido de hasta 2530 m, pero también un tallo corto de
no más de 1m o un tallo completamente subterráneo; en este
último caso las hojas emergen directamente del suelo. Las hojas, en
todas las especies, son grandes, de
5 a 9 m de longitud. En algunas
especies, las hojas secas permanecen en el tronco por un tiempo, al
caer, dejan una cicatriz fácilmente
visible. Las inflorescencias nacen
entre las hojas, encerradas en una
bráctea peduncular gruesa, pudiendo ser estaminadas o con flores de
ambos sexos en la misma planta.
Las flores femeninas tienen forma
esférica y son varias veces más
grandes que las flores masculinas,
que son pequeñas y con los pétalos
de forma variada. El fruto es generalmente grande, con haces de
fibras agrupadas o distribuidas
uniformemente.
Las Attalea están distribuidas en
algunas islas del Caribe como Haití,
Belice, trinidad Tobago y principalmente en toda la región Neotropical continental, desde el sur de
México, Guatemala, Honduras, El
salvador, Panamá, Costa Rica, Ve-
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nezuela, Surinam, Guyana, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y
Paraguay.
El rango ecológico del género
abarca la mayoría de los ecosistemas, las dunas de arena
costeras, los bosques subandinos
hasta los 1600 m de altitud, bosques de tierras bajas húmedas y
bosques estacionalmente secos;
sabanas, pantanos. La mayor diversidad de especies se encuentra en
Sudamérica donde se cuentan 56
especies.
Attalea funifera, piaçaba (Brasil)
produce fibras en la base de las
hojas que se utilizan para la fabricación de escobas y para la cobertura de los techos, actividad
económica importante sobre todo en
el estado de Bahía, Brasil.
Estas
palmeras
tienen
gran
importancia cultural y de sostenimiento para las comunidades
indígenas y rurales, en su área de
distribución. Particularmente en la
Amazonia se obtienen varios productos de ellas, como frutos, aceite
y harina para alimentarse, zumo
para endulzar y hacer vino, fibras
para tejer, madera para la construcción, hojas para techar sus
viviendas y materiales para hacer
utensilios y herramientas de uso
doméstico, caza y pesca.
El uso más extendido es el techado
de viviendas y de tambos provisionales con las hojas de prácticamente todas las especies.
Algunas como las de Attalea microcarpa, Attalea bassleriana, Attalea
butyracea, se utilizan principalmente
para hacer un tejido de varias hojas,
llamadas “cumbreras”, para cubrir la
juntura del techo de dos aguas.
Estos tejidos pueden durar hasta
ocho años. Las hojas también sirven
para hacer cercos, paredes y
puertas de las viviendas; para tejer
cestas provisionales, sombreros y
otros artefactos (carteras, tapetes,
bolsos, cinturones, muñecas). Las
hojas de varias especies son
utilizadas como ramo en las festividades católicas de Semana Santa.
Attalea-Revista de divulgación. Nº2. Setiembre.
De los frutos de las especies de Attalea se
puede extraer aceite de muy buena calidad, tantopara uso alimenticio como para
uso industrial.
El mesocarpio, carnoso y dulce, de
los frutos de algunas especies es
comestible, y se venden en los
mercados locales; principalmente
los de Attalea butyracea palma de
vino (Colombia); Attalea prínceps,
motacu (Bolivia), urucurì (Brasil);
Attalea speciosa, cusi (Bolivia),
babassu (Brasil); Attalea maripa,
inayuga (Perù) inajaí (Brasil)
cucurito (Colombia). En Brasil se
elabora fariña del mesocarpio de
Attalea speciosa. Del mesocarpio de
33
varias especies también se obtiene
aceite, tanto comestible (A. maripa),
como de uso industrial (A. oleifera,
A. princeps, A. butyracea). Los frutos caídos sirven de alimento para
la fauna silvestre y los animales
domésticos.
Las semillas de todas las especies
de Attalea son comestibles. Las
más demandadas para este fin son
Attalea tessmanni, conta (Perú),
cocão, pindobassú (Brasil); Attalea.
speciosa, cusi (Bolivia), babassu
(Brasil); Attalea amygdalina, almendrón (Colombia). Attalea butyracea palma de vino, canambo (Colombia). De las semillas también se
puede obtener aceite comestible (A.
oleifera, A. colenda, A. cuatrecasana) o para fines industriales (A.
speciosa y A. butyracea).
De la especie Attalea butyracea,
palma real (Colombia), se extrae la
savia de su tallo, que fermentada
constituye el “vino de palma” y con-
vertido en vinagre se usa para
cocinar. Las raíces de esta misma
especie son utilizadas para combatir
la hepatitis. Del palmito de Attalea
maripa también se prepara un remedio contra la hepatitis y de su infrutescencia se obtiene sal vegetal,
convertida en cenizas, se cocina en
agua y luego se filtra.
Espero que ahora entiendan la razón del nombre de nuestra revista.
Qué mejor manera de rendir homenaje a un grupo de palmeras que
tanto han dado al poblador amazónico, que forman parte de nuestra
rica y exuberante Amazonía y que
tienen un excelente potencial como
productoras de aceite.
© Kember Mejía Carhuanca Dirección de Investigación en
Diversidad Biológica Terrestre
Amazónica – IIAP
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Attalea
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