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Florence Marmon - La mujer al lado de Boris Skossyreff

The story of the relationship between the Russian emigrant, crook and "King of Andorra" (1934) and the divorced wife of the American automobile magnate Howard Marmon.

Florence Marmon - la mujer al lado de Boris Skossyreff Gerhard Lang-Valchs A mediados de diciembre de 1933 aparece en los Valles de Andorra, no por primera vez, Boris Skossyreff, un emigrante ruso que medio año más tarde se autoproclamaría Rey de Andorra. A más tardar a partir del mes de enero solía ir acompañado en público durante el tiempo que duraría su “aventura andorrana” por Florence Marmon. Ella hacía el papel de su secretaria. ¿Quién era esa señora y qué papel desempeñaba realmente? La primera parte de la pregunta es relativamente fácil de contestar, más complicado es contestar la segunda. Florence Marmon no era la esposa de Skossyreff sino una de las múltiples queridas que tuvo a lo largo de su vida de estafador. Skossyreff se casó el 21 de marzo de 1931 en Aix-en-Provence con Marie Louise Parat Marie Louise Skossyreff murió el 2 de julio de 1965 en Boppard, Alemania; tenía en aquel entonces unos diez años más que su marido., una bordadora que había nacido en Marsellas a quien había conocido durante sus cortas estancias en Niza y Marsellas entre 1923 y 1925. Era un matrimonio de conveniencia cuyo domicilio se fijó en Saint Cannat, cerca de Aix-en-Provence (departamento Bouches de Rhône), en Francia. Boris se casó con ella pensando que esto le facilitaría la obtención de un permiso de residencia, un pasaporte o incluso de la nacionalidad francesa. Miles de rusos emigrados a dirents países de la Europa occidental durante o después de la Revolución de Octubre estaban en una difícil y muchas veces desesperada situación. Como se habían quedado sin pasaporte y sin patria, ya que la nueva Rusia ya no les reconocía como ciudadanos suyos y no les expedía ningún documento identificativo vivían en un limbo legal. Para paliar la situación la Sociedad de Naciones ideó en 1923, a propuesta del conocido noruego (Asmund) Nansen entre otras medidas el así llamado pasaporte. Skossyreff intentó desde el primer momento hacerse con uno. Lo consiguió en Holanda en 1923, pero su validez era tan sólo de un año y no le fue renovado. Como tantos otros emigrantes rusos de aquel tiempo ya no tenía pasaporte válido y como apátrida era muy difícil conseguir uno. Para escapar a su expulsión de territorio francés En 1925 fue pronunciado por primera vez una orden de expulsión de Francia contra él. Sin pasaporte, sin embargo, ningún país le acogía así que tenía que volver infringiendo de esta forma la orden de expulsión lo que le valdría su ingreso en prisión, un círculo vicioso difícil de romper. se trasladó en 1931 a Palma de Mallorca donde decía dar clases de idiomas. Florence Moore Myres nació el 1 de enero de 1881 en San Francisco. En muchos sitios de internet dedicados a temas genealógicos e incluso en documentos oficiales suelen figurar fechas equivocadas. No he podido encontrar su partida de nacimiento ni la solicitud ni la licencia de casamiento (Application for marriage license y License to marry) que confirmarían clarísimamente lo dicho. Sin embargo, desvelan también los detalles del censo nacional americano del año 1900 [Twelfth Census of The United States, Schedule no.1, Population, California, Alameda County, Oakland Township, Berkeley City] la verdadera fecha de nacimiento. Más tarde ella se hizo pasar por más jóven así que en su pasaporte figura a partir de los años 20 la fecha de 1886, fecha que luego también aparece en su partida de defunción. En diferentes listas de pasajeros figuran también otras fechas cuando se refieren, sin duda, a ella, siendo la de 1885 seguramente un simple error de transcripción. Parte de los datos siguientes se ven en el ya mencionado censo. Siguiendo la tradición americana lleva como segundo nombre el apellido de su madre antes de casar, Sally Wilshire Moore. Su padre Warren era de San Francisco mientras que su madre había nacido en Ohio. Tenían una casa en propiedad en San Francisco que en el año 1900 arrastraba aún una hipoteca. Vivía con ellos una tía anciana y una muchacha que servía en casa. En esas fechas el padre de Florence ya había muerto y su viuda tuvo que cuidar y mantener no solamente a la tía y a Florence sino también a su hermano que había nacido en 1884, que se llamaba igual que su padre y que aún visitaba el colegio. No sabemos mucho más sobre la situación familiar. Pero podemos deducir que el padre debió morir a principios de los 90 porque a mediados de la década la familia alquilaba habitaciones a universitarios para mejorar el presupuesto familiar. Uno de los universitarios que se instalaron allí fue Howard Carpenter Marmon, nacido el 24 de mayo de 1876 en Richmond (Indiana). Tanto su padre, Daniel Marmon, como su madre, Elizabeth Carpenter, habían nacido en Ohio. Daniel Marmon era cofundador y copropietario de la compañía Nordyke and Marmon, fundada en 1851 que se había especializado en la producción de ruedas de molino. En 1870 trasladó la fábrica a Indianapolis y la convirtió en una de los líderes en el sector de la maquinaria para molinos. A su hijo Howard lo mandó a Berkeley para que estudiara allí Ingeniería. Comenzó la carrera en 1895 y la terminó en 1898. A partir de entonces se dedicó junto con su hermano Walter Daniel y Elizabeth Marmon tuvieron cuatro hijos: Walter (25.8.1872 – 29.9.1940), Mary (11.12.1873 – 4.7.1874), Howard (24.5.1876 – 4.4.1943) y Caroline (24.6.1878 – 26. 1917). plenamente a la fábrica apostando por la nueva tecnología automovilística. Durante los dos primeros cursos académicos de su carrera Howard Marmon se alojaba en la casa de los Myres, 2626 Durant Avenue, así que no es difícil adivinar cómo conoció a su futura mujer. No sabemos cuándo empezó el romance pero está claro que éste no finalizó cuando Howard cambió de alojamiento ni cuando terminó sus estudios y se mudó a Indianapolis para dedicarse a la fábrica. En mayo de 1901 Howard y Florence se casan en San Francisco, probablemente el día seis Los empleados del Registro Civil correspondiente le pidieron al autor de estas líneas que, por favor, se abstuviera de pedir el certificado de matrimonio porque supondría para ellos una búsqueda de entre 1 y 5 años(¡!) ya que los fondos correspondientes están sin clasificar. El precio de 3$ por (la búsqueda) y copia no les recompensaría. Pero, por suerte, hay otras fuentes. El periódico “The Oakland Tribune” publica en su edición del 6 de mayo de 1901 en el apartado de “Licensed to marry” los nombres y apellidos de los dos y cuatro días más tarde, en su luna de miel, se alojan como marido y mujer en el hotel Palace de San Francisco (“The San Francisco Call”, 10.5.1901, Palace Hotel arrivals), uno de los mejores hoteles de la ciudad. En este punto hay que retomar por un momento la cuestión de la fecha de nacimiento de Florence. Si ella hubiese nacido realmente en 1886 no se habría podido casar en 1901 porque apenas hubiera tenido 15 años. instalándose después en Indianapolis donde él sigue trabajando en el diseño y la construcción de coches. Dos años más tarde nace la única hija, Caroline, que llevará igual que su padre como segundo nombre el de Carpenter en memoria a su abuela. Mientras Florence se dedica a la familia y la vida social su marido y su cuñado trabajaron duro y cuando en 1909 se muere su padre habían conseguido convertir la empresa en una de las fábricas automobilísticas más conocidas y punteras del país. Indianapolis Star, 16 de marzo de 1980, Sec. 5, pág. 2-3 y The Marmon Book of Facts en Indiana Historical Society, M 0592 y OM 0270 "MARMON MOTOR CAR CO. RECORDS, 1917–1953 (BULK 1924–1933)" Mientras la empresa va cada vez mejor el matrimonio va haciendo aguas. El 8 de septiembre de 1910 el divorcio oficial pone punto final a su relación Marion County Clerk's Office, Microfilm Archives Department, Book 61, pág. 526, 15 de junio de 1911, Application for marriage license Howard Marmon and Martha Foster. Un año más tarde, el 14 de junio de 1911, Howard Marmon contrae su segundo matrimonio con Martha Martindale Foster. Martha Foster y Howard no tuvieron hijos. Ella había sido una buena o incluso la mejor amiga de Florence. Se comenta en la familia que por eso nunca se mencionaba su nombre. En algunas fuentes se le atribuye la maternidad de Caroline al segundo matrimonio. La cuestión de la custodia de la hija va a ser durante varios años un problema y una fuente de desavenencias y litigios. Poco después de contraer el segundo matrimonio el hermano de Howard, Walter C. Marmon recibe la custodia de Caroline [Indianapolis Star del 20.10.1911]. Dos años más tarde, sin embargo, Florence vuelve a recuperarla al comprometerse a vivir (hasta la mayoría de edad de la chica) en Indianapolis [Oakland Tribune, 5 de junio de 1913]. Con lo que el ex-marido le pagaba a Florence ésta podía vivir cómodamente. Después de la mayoría de edad de Caroline viajó con su hija durante varios años por todo el mundo. Caroline había tenido una excelente educación y hablaba aparte de su lengua materna, francés, español, italiano y alemán. Los viajes le ofrecían la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos. Parece que a principios de los años 30 Caroline se cansó de tanto viaje, sentó cabeza y se quedó en Indianapolis con su padre. Allí conocería a su futuro marido, Nicholas Tchkotua (1905-1984), un príncipe georgiano, con el que se casaría en 1934 y que triunfaría más tarde como escritor con su novela “Timeless”, publicada en 1949. Cuando Caroline se quedó en los Estados Unidos Florence continuó con sus viajes que le llevaron sobre todo por Europa. En la capital de Austria, en casa de unos amigos, unos conocidos de ellos le hablaron de la isla de Mallorca Majorca Sun, 3.9.1933, pág. 3 y la convencieron de irse con ellos allí. Allí conoció a Skossyreff. Cuando le expulsaron de la isla en diciembre del 1933 ella le siguió a Andorra donde él intentó mezclarse en los asuntos políticos del pequeño país lo que le valió su expulsión de los Valles. Tras un breve “exilio” en La Seo de Urgel se termina la aventura andorrana con la detención de Boris y su ingreso en prisión. Florence vuelve a Palma y dos meses más tarde a EEUU. De vuelta a su patria Florence se aloja primero en casa de su hermano Warren, luego se busca una casita cerca. El nacimiento de su primera nieta Tamara (26.11.1935) y el hecho de que su hija y su yierno no le dieran de lado seguramente le ayudó a recuperarse. Ni siquiera después de la muerte de su ex-marido en 1943 vivió con su hija pero sí, siempre cerca de ella hasta que ésta se mudó con su familia a México después de la Segunda Guerra Mundial. Florence les siguió allí. Cuando ellos, sin embargo, decidieron en 1954 fijar su domicilio definitivamente en Suiza, entre otras razones por los estudios de sus hijos, Florence se queda en México. No deja de visitarles regularmente. A sus más de 80 años emprende su último viaje a Europa del que no volvería a su casa. Murió en la clínica Bois-Soleil de Lausanne (Suiza) Registro Civil de Lausanne, defunciones, microfilm 875/08, INH 49, folio 49 el 8 de octubre de 1963 y fue enterrada en el panteón de la familia de su hija en las afueras de la ciudad. Hasta aquí apenas nos hemos referido a lo que pasó en Mallorca y Andorra. No resulta fácil comprender y menos explicar cómo esa mujer aparentemente cuerda y equilibrada llega a rodearse de personas de dudosa reputación, llega a estar implicada en acusaciones bastante comprometedoras y finalmente a “coprotagonizar” lo que muchos tildarían de comedia u opereta andorrana. Vamos a mirar un poco más de cerca lo que le ocurrió después de su llegada a las Islas Baleares e intentemos dilucidar un poco su episodio con Boris Skossyreff. Desde finales del año 1930 Skossyreff se encontraba primero en Cataluña y luego en las Islas Baleares huyendo de su arresto por la policía francesa. Se ganaba la vida como podía. El dice ser profesor de idiomas pero es dudoso que realmente diera clases de francés o inglés. En muchas ocasiones se hacía pasar por reportero de algún periódico. Sin embargo no se encuentra por ninguna parte artículo alguno que él haya redactado. Y a pesar de que hablaba alemán, francés, inglés, castellano y naturalmente ruso es dudoso que realmente diera en serio clases de idiomas. Se aloja en casas del centro de la ciudad de Palma de Mallorca, no vive en El Terreno, el centro del turismo. De vez en cuando deja la isla para pasar algún tiempo en Cataluña y en Andorra, en ocasiones acompañado por alguna querida. Cuando está en la isla se dedica a conocer a gente influyente, intenta introducirse en la alta sociedad y participar en la vida social: asiste a reuniones, fiestas y guateques que organizan tanto los extranjeros como gente de la isla. Véanse las repetidas menciones en el Palma Post y Majorca Sun a lo largo del año 1933. Entre la colonia inglesa solía usar durante cierto tiempo también el apodo de “Captain Rollo”. National Archives, Kew, 1935 Skossyreff, Baron de, alias Boris Count of Orange alias Rollo, Capt: Portuguese enquiry respecting L1821/1821/405 (file) Pretende llamar la atención de la colonia inglesa con proyectos como la “Paladins League” Daily Palma Post del 13 de junio de 1933 y se dedica por lo visto al trapicheo de drogas como no solamente comentan periódicos de la isla. The Majorca Sun del 3 de septiembre 1933, Pariser Tageblatt (periódico alemán del exilio) nº 226 del 26.7.1934. Y parece que no deja escapar ninguna ocasión que pudiera desembocar en una aventura amorosa. Probablemente a lo largo del año 1932 Florence Marmon llega en uno de sus viajes por Europa a Austria. En la capital, en casa de unos buenos amigos, conoce a Carola von Rothenthal y su hermano, el conde Leopoldo Antonio de Respaldiza. Su padre, el conde Alfonso de Respaldiza había servido en la marina imperial austríaca Su rango era “Linienschiffsleutnant”, alférez de navío, correspondiente con el rango de capitán. y se había casado con a la condesa austríaca Francisca Carolina de Haugwitz (28.12.1870-1945). Su hija Carola se había casado con Heinrich von Rothenthal Heinrich von Rothenthal (*03.06.1896, +13.12.1980) llevaba el título nobiliario de Freiherr (difícilmente traducible). No ha sido posible recabar más información sobre la situación familiar. pero su matrimonio terminó tres años más tarde con el divorcio. La custodia del hijo común le fue adjudicada al padre por deficiencia mental de la madre. Dichos amigos le hablaron de la belleza de la isla, del incipiente turismo allí y de El Terreno Véase John K. Walton: Paradise Lost and Found in El Terreno, Palma de Mallorca, from the 1920’s to the 1950’s, en John K. Walton, History of tourism: representation, identity and conflict, pág. 179-194, Cleveland 2005, de la buena vida y su ambiente internacional dominado por ingleses y con la participación de algún que otro americano y alemán. Decían que se iban a comprar allí una casita a precios en aquel entonces ridículos y animan a Florence a venirse también. Y ella les acompaña creyendo que era buena gente y personas de fiar. Una vez en Mallorca, a principios de 1933, Florence se lanza primera con la compra de una casa y la pareja austríaca se hospeda allí. A partir de ese momento sus supuestos amigos austríacos la implicaron en asuntos turbios sin que ella se diera cuenta. Aprovechándose de su hospitalidad su casa les servía de tapadera para sus actividades y atraía a otra gente de mala ralea. No pocos de los huéspedes más o menos habituales fueron expulsados de la isla. Véanse los artículos ya mencionados. Se habla de crímenes comunes, de drogas e incluso de espionaje. Y para colmo parece que la pareja austríaca había venido también en calidad de agentes alemanes a la isla. Esto se desprende de un dossier del consul francés. Habían venido con un coche de matrícula alemana y con el encargo de comprar terreno en la costa no a nombre pero sí a cuenta del Gobierno alemán. Ese terreno debía de servir para la construcción de un puerto. Que se trataría de un puerto deportivo es de dudar ya que, según las indagaciones hechas por el diplomático francés, debía de estar preparado para barcos de considerable calado. Por raro que parezca a primera vista, tanto Hitler como Mussolini habían puesto sus ojos en las Islas Baleares. Mussolini le instaló allí a Franco a principios de la Guerra Civil un centro de escucha y de formación de personal para su incipiente servicio secreto y de transmisiones. Y cuando los intentos alemanes de conseguir un puerto para abastecer sus submarinos allí fracasaron, Hitler le pidió en 1940 a Franco que le entregara una de las Islas Canarias para el mismo propósito. Allí se cruzan los caminos de Boris y Florence a lo largo del 1933 Posiblemente en la misma época, cosa que no sería extraña en él, quizá antes, Skossyreff parece haber tenido también un lío amoroso con Carola von Rothenthal. Eso se desprende de la biografía de Eberhard von Zwehl: Der Mann in Jalta. Hitlers geheimer Auftrag an Boris von Skossyreff, Starnberg, 1982. Queda pendiente la verificación definitiva de ese episodio sobre el que, según él, también se publicó algo en la prensa mallorquina. El autor (¿aún? ) no ha podido encontrar nada a propósito. Skossyreff era indudablemente muy mujeriego. Los hechos y hasta los nombres y apellidos de sus affaires más “duraderas” [- que son los únicos que cuenta -] los he podido verificar al menos en parte como en este caso, con una sola excepción lo cual me hace pensar que en ese campo no tuvo que contar mentiras. . Skossyreff se convertirá en huésped regular de su casa, amigo y amante. Consigue embaucar a Florence que, acostumbrada a moverse en las capas altas de la sociedad, sucumbe al encanto, los buenos modales del ruso y no se percata de sus intenciones engañadoras y de estafador. Y él aprovecha la oportunidad, le hace creer que está perdidamente enamorado de ella. Y cuando, lo más tarde a partir de otoño de 1933, se va viendo que es muy posible que le vayan a echar a Boris de la isla prepara su salida para Andorra que iba a ser el nido de amor y el paraíso para ellos dos. Así que cuando Skossyreff es expulsado de la isla (y de España) el 3 de diciembre de 1933 coge un barco para Barcelona. En ninguno de los documentos relativos a su expulsión se nombra una razón concreta para esa medida. Y ella le sigue. Puesto por la policía ante la disyuntiva de dejar España por la frontera francesa o portuguesa se decide por la andorrana donde su pasaporte holandés caducado no había llamado la atención en anteriores ocasiones. Skossyreff había conseguido en 1925 en el Consualdo holandés de Dijon un pasaporte que expiraba en 1929. Además allí le habían expedido una especie de salvoconducto del que se podía servir más libremente. Véanse: El Periòdic d’Andorra, 16.4.2008 Una vez en Andorra se instalan en el hotel Parilla de Escaldes. En los siguientes meses madura un plan en el que Boris implica activamente a Florence. Se empeña en ofrecerse como candidato al (todavía) no existente trono de Andorra, como él mismo luego dirá, como lugarteniente del Duque de Guisa. Si alguien podía reivindicar el (todavía inexistente) trono de Andorra era el duque de Guisa, porque era “el más legitimado” entre los aspirantes al (ya no existente) trono de Francia. Y como Rey de Francia sería también copríncipe de Andorra. A Florence la emplea de secretaria y le promete que va a ser la reina. En vista de los contactos que tiene Boris allí y las relaciones que mantiene con algunas personas importantes empezando por el propio dueño del hotel parece que ella traga el anzuelo y realmente se lo cree. Después de un primer intento de presentarse oficialmente como alternativa política para Andorra en marzo, el segundo intento del mes de mayo LDD, nº 1 y 2 del 20.3.1934 y nº 17 del 16.5. le vale la expulsión de Andorra. Ahora se instala con Florence en el hotel Mundial de la Seo de Urgel. Desde allí sigue con nuevo ímpetu y con más eco en la prensa nacional y extranjera su campaña difamatoria contra las autoridades francesa y episcopal. Paralelamente se promociona como (futuro) representante supremo de los Valles y finalmente se autoproclama principe de Andorra. Termina ese episodio con su detención por la Guardia Civil, su posterior conducción a Barcelona, su proceso e ingreso en prisión en la cárcel Modelo de Madrid. Florence, profundamente decepcionada y psíqucamente, derrumbada vuelve a Mallorca donde no consigue librarse de los fantasmas del último año. Avisado su ex-marido de su grave situación psíquica éste manda a su mujer Martha a Palma para convencer a Florence de volver a EEUU. El 19 de octubre las dos finalmente embarcan en Palma. Chicago Tribune del 29.10.1934 El último día del mismo mes llegan a bordo del Exochorda a Nueva York. New York Times del 01.11.1934 Después de tantos años es difícil reconstruir detalladamente lo que realmente pasó en Mallorca y qué papel jugó en Andorra. Florence se dejó engañar por los austríacos. Para meterse en la sociedad y el ambiente de El Terreno y para conocer a gente empezó a organizar fiestas y guateques para los que la pareja le recomendó que invitara amigos y viejos conocidos suyos. Y muchos de los que asistieron a las fiestas en las que según se rumoreaba no faltaba ni el alcohol ni las drogas A pesar de lo que insinúan algunos periódicos es dudoso sí ella llegara a consumir alcohol (en exceso) y drogas. no eran precisamente la clase de gente que ella solía tratar. Y no queda muy claro si fueron los astríacos u otros presuntos amigos quienes, según contaba Florence a un periodista Majorca Sun, del 3 de septiembre de 1933 la timaron y se llevaron 17.000 pesetas. Con la llegada de Skossyreff fue definitivamente abordada por las circunstancias. Se enamoró de él o al menos empezó a creer en sus cantos de sirena y empezó a perder la cabeza por él. Le creó y le siguió. Su ceguera llegó a tal extremo que al final ya no era dueña de la situación. Florence era una mujer de buen ver que sabía estar y representar, sabía comportarse también en la alta sociedad y solía mantenerse en segundo plano, no necesitaba ni le gustaba la publicidad ni la prensa. Por cierto, no se encuentra ninguna foto de ella en los periódicos de la época. Su apellido era conocido Desde hacía años que se podía encontrar la publicidad de los coches Marmon en los periódicos españoles. y aunque no ocultaba que estaba divorciada de su marido se le suponían contactos con empresarios y otras gentes importantes e influyentes en EEUU. A Skossyreff le venía como anillo al dedo. Con esas credenciales sugería a la gente andorrana un aparente sinfín de posibilidades para el futuro: contactos e inversiones importantes por parte de gente solvente. Todo esto junto con la supuesta procedencia noble de Boris podía parecer una sólida garantía para la seriedad de las ofertas que hacía Skossyreff. Era el cebo ideal para poner a los andorranos sobre la pista de unas soñadas posibilidades ilimitadas a la americana. Florence Marmon no desempeñaba ni en Mallorca ni en Andorra un papel activo. En la isla le tomaban el pelo, en los Valles Skossyreff la manejaba a su placer. Mientras él se hacía pasar por un primo del Duque de Guisa ostentando el falso título de Barón de Orange y pretendía el trono de Andorra a ella le metió en la cabeza que iba a ser reina de Andorra en caso de que les saliera bien su plan. Mientras su supuesto amor está presente ella no se da cuenta del engaño sentimental y menos de la estafa. Sólo cuando después de su detención sus sueños de llegar a ser reina se desvanecen se percata de que ha caido en las redes de un vil estafador. Le había seguido con tanta fe ciega que no fue a la boda de su única hija que mientras tanto se había casado con un verdadero príncipe Caroline se casa el 21.6. de 1934 en Hollywood. Véase p.e. Chicago Tribune del 22.6.1933y cae en una fuerte depresión. Es difícil decir por qué Florence cayó en las redes de dos (o tres) estafadores seguidos y por qué se entregó – si damos crédito a lo que dicen algunos periódicos – al alcohol e incluso a las drogas. ¿Fue la ingenuidad y la inocencia de una persona que nunca había tenido contacto con gente de dudosa reputación y malas intenciones? ¿O descubrió en secreto encanto de la vida fácil y del desenfreno al entregarse al amor loco y a los demás vicios? El autor, después de haber estudiado este caso y otros tantos en la vida de Skossyreff, se inclina decididamente por la tesis de la ingenuidad y cree haber encontrado indicios y razones suficientes para poder restar credibilidad a los rumores sin confirmar sobre su supuesta mala vida.