revista de recerca i formació en antropologia
pe r ifè r ia
Núm ero 12, j unio 2010
www.periferia.nam e
N ot a s e n t or n o a Pa isa j e s, Espa cios y Te r r it or ios
Jorge Grau Rebollo – Universit at Aut ònom a de Barcelona 1
Ellison , N icola s; M a r t íne z M a u r i, M ònica ( Coor ds.) ( 2 0 0 9 ) Pa isa j e s,
Espa cios y Te r r it or ios. Re e la bor a cion e s Sim bólica s y Re con st r u ccion e s
I de n t it a r ia s e n Am é r ica La t in a . Qu it o: Edicion e s Abya - Ya la , 2 2 8 pá gina s.
Con t r a por t a da de l libr o
“ En ant ropología se hace necesario anclar los análisis en t rabaj os et nográficos que
den cuent a de los cam bios act uales en la relación que una sociedad det erm inada
m ant iene con su m edio. A est a escala es posible ent ender las relaciones ent re
percepciones, práct icas y represent aciones ecológicas, al m ism o t iem po que se
puede clarificar la adopción, adapt ación o rechazo de las dinám icas globales en las
práct icas cot idianas. A est a escala et nográfica es donde m ej or se puede ver cóm o
el ent orno ecológico, o el paisaj e en su sent ido am plio –t al y com o se ut iliza en el
m undo anglosaj ón–, proporciona un cont ext o para la vida hum ana, incorpora una
relación ent re la realidad que se vive y la posibilidad de ot ras form as de ser, y se
adapt a a las condiciones en las que se desarrolla el día a día y a las condiciones
m et afísicas, im aginadas o idealizadas ( Hirsch, 1995) . Y a la escala de lo cot idiano,
nos será fácil ident ificar el rol y la influencia de los agent es m ediadores ent re el
ám bit o local, nacional o int ernacional. Est as m ediaciones cult urales, polít icas que
m arcan la percepción de los lugares y su art iculación en un espacio idealizado, la
im port ación de ideas est et izant es y las dem andas polít icas sobre el t errit orio, no
deben ser obviadas a la hora de analizar la const rucción del paisaj e, el t errit orio y
el espacio en la Am érica Lat ina de hoy” .
Paisaj es, Espacios y Territ orios se present a com o el result ado de un Sim posio
celebrado en Sevilla en 2006, en el m arco del LI I Congreso I nt ernacional de
Am ericanist as y reúne diez aport aciones est ruct uradas, com o verem os, en t res
part es. Los propios coordinadores present an la obra com o un int ent o de:
1
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( …) reflexionar sobre el papel de las represent aciones ecológicas en las
const rucciones act uales de la t errit orialidad en Am érica Lat ina, considerando
las re- elaboraciones sim bólicas inducidas en las sit uaciones cont em poráneas e
insist iendo en los cont ext os de pat rim onialización del m edio am bient e ( Ellison
y Mart ínez Mauri, 2009: 7) .
Sin duda alguna, los dist int os capít ulos que int egran las t res part es del libro
responden con holgura a est e propósit o. Es m ás, present an al lect or un sugest ivo
elenco
de
pensam ient os,
fundam ent ados
en
experiencias
et nográficas,
que
aprovechan el locus com ún que sugiere el t ít ulo para t rascender un panoram a
basado en la revisión t eórica, ya de por sí necesario, para const it uir una genuina
invit ación al conocim ient o crít ico.
En est e sent ido, Mònica Mart ínez Mauri, doct ora en ant ropología social por la UAB y
la École des Haut es Ét udes en Sciences Sociales ( EHSS) , y Nicolas Ellison, doct or en
et nología y ant ropología social t am bién por la EHESS, reúnen en est e libro un
conj unt o de cont ribuciones que com binan con aciert o: ( a) debat es t eóricos que
part en de –y cuest ionan– concepciones folk sobre “ paisaj e” , “ t errit orio” o “ espacio” ,
( b) aproxim aciones crít icas al sust rat o ideológico que alim ent a det erm inadas
cosm ovisiones
acerca
del
ent orno
y
la
relación
hum ana
con
él,
y
( c)
represent aciones que encierran la t ensión ent re supuest os globales y anclaj es
locales, la gest ión polít ica y económ ica del pat rim onio nat ural y cult ural, o la
redim ensión
ident it aria
a
que
conducen
ciert os
replant eam ient os
sobre
el
significado social y alcance sim bólico de la t ensión ent re t errit orio, espacio y
com unidad. Todo ello se acom paña con reflexiones respect o a la cent ralidad de los
procesos
de
represent ación,
las
im plicaciones
que
acarrean
det erm inadas
at ribuciones de significado, y las apropiaciones sim bólicas t ant o de nociones de
com unidad com o de la reivindicación de un pasado y una m em oria ínt im am ent e
ent ret ej idos que se ofrecen a la m irada y a la int erpret ación de com unidades
indígenas, aut oridades gubernat ivas e inst ancias académ icas.
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Est r uct ur a
El libro se divide en t res part es diferenciadas, aunque bien t rabadas ent re sí,
const it uyendo cada una de ellas, según los propios coordinadores, un “ ej e
com parat ivo” que perm it e, en sus propias palabras:
“ ( …) reflexionar sobre las relaciones ent re las dinám icas sist ém icas ( socioeconóm icas y polít icas) const it ut ivas del proceso de globalización y las
represent aciones del m edio am bient e ancladas en práct icas cot idianas, es
decir, ent re la expansión de valores pret endidam ent e universales y los
procesos locales” ( Ellison y Mart ínez Mauri, 2009: 25) .
Com o no podía ser de ot ro m odo, Appadurai ( 1995) sirve de base para el análisis
que los dist int os aut ores llevan a cabo en la línea de seleccionar det erm inados
espacios o
paisaj es com o
respaldo
de las invocaciones,
reivindicaciones o
represent aciones ident it arias, vinculando de est e m odo aspect os geográficos,
hist órico- cult urales,
polít icos
y
económ icos.
Adem ás,
cada
capít ulo
est á
convenient em ent e sust ent ado t ant o en la experiencia et nográfica de quien lo
escribe com o en el m anej o de la lit erat ura relevant e al respect o, lo que confiere
solidez a las reflexiones dest iladas en cada aport ación.
El prim er ej e com parat ivo, conform ado por t res capít ulos, aborda la dualidad
global- local desde el punt o de vist a de las percepciones y represent aciones del
paisaj e t ant o por part e de los indígenas com o por part e de cronist as, viaj eros,
colonos, et c. Así, Baré, Mapuche y poblaciones puneñas const it uyen lo que
podríam os llam ar asient os part iculares, concret os, sobre los que pivot a el discurso.
El segundo ej e expone a t ravés de t res casos concret os, Pat agonia, Mont e Pascal y
Bahía, la relación ent re ident idad y t errit orio que va m ás allá de la noción
decim onónica de las front eras, los est ados y sus anclaj es t errit oriales, influye en los
vínculos ent re com unidad, explot ación, subsist encia y t errit orio, e incluso alcanza la
dim ensión cult uralist a de ciert os discursos ecologist as que exhort an, ent re ot ras
cosas, al reconocim ient o est at al del pat rim onios nat urales.
Por últ im o, el t ercer aspect o t ransversal acom et e la int erconexión ent re la noción
de aborigen, el t errit orio, la rit ualidad y la invocación ident it aria que, a t ravés de la
t ierra “ propia” o sim bólicam ent e apropiada, conducen al cont rol de un grupo
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det erm inado sobre un espacio concret o.
Loca lida d( e s) , ide n t ida d( e s) , sign ifica do( s) y pode r ( e s)
Las derivadas t eóricas que pueden ext raerse de est as páginas son t an num erosas
com o fascinant es desde una perspect iva int elect ual. Las hebras que em ergen de
Paisaj e, espacio y t errit orio apunt an, ent re ot ros, a debat es acerca de los
m ovim ient os ecologist as, la conform ación de la ident idad, la selección de sus
referent es cohesivos, la gest ión polít ica de las com unidades o
los procesos de
represent ación. Los coordinadores dej an claro que pese a la dest errit orialización del
discurso y la generalización de fluj os económ icos globales, las represent aciones
locales siguen reclam ando su espacio ( p. 8) ; por ello, la confront ación de dichas
represent aciones con nociones cult uralm ent e específicas respect o a “ paisaj e” o
“ t errit orio” , pero t am bién su com paración con asunciones folk en referencia a la
vinculación ent re persona, com unidad, espacio e ident idad, refieren, de algún
m odo, a las consideraciones acerca de la conexión ent re localidad y cult ura, y a la
at enuación de dicho nexo, a las que alude Hannerz ( 1986: 363) , así com o a sus
consecuencias.
Son ám bit os en los cuales las dicot om ías que habit ualm ent e subyacen a los debat es
t eóricos ( nat uraleza / cult ura, propio / foráneo, local / global, espacio físico /
espacio sim bólico, et c.) , se desvanecen ant e la urgencia de encarar el análisis
desde posiciones int elect uales crít icas que se orient en, por ej em plo, a exam inar las
propias bases sobre las que se asient an. Las proyecciones et nosem ánt icas han
t eñido dem asiadas veces la aproxim ación t eórica y la int erpret ación de los hechos.
La et nografía aport a en est e sent ido un conocim ient o indispensable e insust it uible.
Y ést e es t am bién un elem ent o a dest acar en el libro: el alim ent o et nográfico de
cada una de las propuest as present adas. Los concept os polisém icos o aquellos que
se acom odan a dist int os usos sin variar su et iquet a const it uyen ot ro riesgo,
increm ent ado por las dist int as aplicaciones que pueden operarse desde t radiciones
académ icas igualm ent e diversas. Para conj urar est e peligro, nada m ej or que un
recorrido sint ét ico, a m odo de genealogía, sobre un dom inio, concept o o acepción.
Tam bién en est e sent ido encont ram os aquí las caut elas oport unas y las revisiones
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adecuadas.
Aun hay un riesgo adicional, m ás bien casi una t ent ación: las consideraciones
bienint encionadas. El pat rim onio nat ural, la im agen del indígena com o “ guardián de
la nat uraleza” , últ im o represent ant e de la relación harm ónica con el ent orno y el
equilibrio nat ural, el ecologism o com o argum ent o frent e a quienes deploran t odo lo
que lo ant eriorm ent e cit ado represent a, no “ pueden” est ar en cuest ión; no “ deben”
est arlo. Sin em bargo, el cuest ionam ient o al que se som et en est as asunciones en
Paisaj e, espacio y t errit orio no sólo es necesario sino t am bién profundam ent e
esclarecedor, puest o que en últ im a inst ancia puede revelarse una nueva form a de
cont raposición ent re las concepciones indígenas y las proyecciones ext ernas que
ayude a com prender la razón de algunos desencuent ros o m alent endidos. Tóm ese
por ej em plo est a reflexión de Mait é Boullosa en la t ercera part e:
“ En est e t rabaj o deseo rest it uir m is principales int erpret aciones sobre los
discursos y las práct icas que acom pañan la invocación de la Pacham am a [ la
m adre t ierra] . En prim er lugar, int ent aré m ost rar la inst rum ent alización
ident it aria y polít ica que se hace de ella. Confront aré luego est a
inst rum ent alización con los significados que t iene la Pacham am a para los
propios cam pesinos en su vida cot idiana. De est a m anera, podrem os
pregunt arnos finalm ent e si la noción de ‘respet o por la nat uraleza’,
preconizada por las organizaciones int ernacionales en relación a los ‘pueblos
aut óct onos’, es en verdad equivalent e a la de ‘respet o por la Pacham am a, la
m adre t ierra’, present e en la cosm ología local” ( 2009: 147) .
O est a ot ra de Sansi al final de la segunda:
“ ( …) la relación del Candom blé con lo que los ecologist as llam an ‘Nat uraleza’
es m ucho m ás com plej a de lo que est os suponen; en plant as, piedras y
lugares sagrados, los pract icant es del Candom blé reconocen unas agencias
personalizadas con las que ent ran en un largo proceso de negociación, que
podem os caract erizar no sólo en t érm inos de respet o o adoración, sino de
m ut ua apropiación y dom est icación“ ( 2009: 141) .
Se nos habla con t odo ello no sólo de usos sim bólicos o de nociones de
t errit orialización o paisaj e, sino t am bién de la gerencia de la acción hum ana sobre
la m em oria y el poder, del valor de la et nografía y de la ant ropología para abordar
las diversidades del
m undo
que
habit am os y
com part im os y
al
que
nos
aproxim am os cont inuam ent e con el afán de conocerlo y ent enderlo, com o diría
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Lévi- St rauss, un poco m ej or para act uar un poco m enos m al 2 .
Bibliogr a fía
Appadurai,
A.
( 1995) .
“ The
product ion
of
Localit y”
en
Fardon,
R.
( Ed.)
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York, pp. 204- 225.
Boullosa, M. ( 2009) . “ Los usos ident it arios de la Pacham am a y las creencias en la
práct ica. El caso de dos pueblos del noroest e argent ino” en Ellison y Mart ínez Mauri
( Coords.) ( 2009) Paisaj es, Espacios y Territ orios. Reelaboraciones Sim bólicas y
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147- 161.
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Barcelona: Ant hropos.
Hannerz, Ulf ( 1986) . " Theory in Ant hropology: Sm all is Beaut iful? The Problem of
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Sansi, R. ( 2009) . “ Ecologism o, pat rim onialización y práct icas de dom est icación de
lo sagrado en el Candom blé de Bahia” en Ellison y Mart ínez Mauri ( Coords.) ( 2009)
Paisaj es, Espacios y Territ orios. Reelaboraciones Sim bólicas y Reconst rucciones
I dent it arias en Am érica Lat ina, Quit o: Ediciones Abya- Yala, pp. 127- 144.
2
Cit ado en González Echevarría, 1987: 215- 216.
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