El viernes de Semana Santa, cuando acababan de retirarse los últimos visitantes del Museo, se desató una fuerte tormenta acompañada por una intensa granizada, con piedras de hielo de tamaño inusual. Su impacto dañó severamente los grandes lucernarios de vidrio del edificio que es una de sus identidades arquitectónicas, y el ingreso concurrente de agua de lluvia afectó numerosas instalaciones y dos piezas emblemáticas de la exhibición, las réplicas de Diplodocus y del pulpo gigante. A partir de ese momento comenzó lo que podría denominarse una cadena de solidaridades.Fundación Museo La Plat
Silvia Ametrano hasn't uploaded this paper.
Let Silvia know you want this paper to be uploaded.