Wenceslao Segura González
Teoría general de la conexión afín
General theory of the affine connection
Wenceslao Segura González
Investigador independiente
e-mail:
[email protected]
web: wenceslao-segura.es
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está permitida sin ninguna restricción.
Contenido
1.- Álgebra tensorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1
2.- Conexiones y derivadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3
3.- Ley de transformación de las conexiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5
4.- Propiedades de las conexiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
6
5.- Tensores especiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7
6.- Sistema de coordenadas localmente geodésico . . . . . . . . . . . . . . . .
7
7.- Tensor y vector de torsión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
9
8.- El tensor de curvatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
9
9.- Desplazamiento paralelo de un vector . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
10
10.- Regla del paralelogramo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
11
11.- Tensor de Ricci . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
12
12.- Identidades de Bianchi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
13
13.- Tensor métrico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
13
14.- Espacio euclidiano tangente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
16
15.- Espacio de Riemann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
17
16.- Teorema de unicidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
18
17.- Condición necesaria y suficiente para que un espacio riemaniano sea
euclídeo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
18
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
18.- Tensor de no-metricidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
20
19.- Variación el módulo de un vector en un desplazamiento paralelo . .
22
20.- Cambio de escala . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
23
21.- Transformación proyectiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
24
22.- Tensor de Ricci en función de los símbolos de Christoffel . . . . . . .
25
23.- Simetrías del tensor de curvatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
25
24.- Tensor de Einstein . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
26
25.- Volúmenes y áreas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
27
26.- Geodésicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
29
27.- Desviación geodésica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
32
28.- Divergencia de un vector . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
32
29.- Rotacional de un vector . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
33
30.- Gradiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
34
31.- Operador laplaciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
34
32.- Ángulos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
34
33.- Teoremas integrales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
34
34.- Densidades tensoriales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
35
35.- Relaciones útiles de las densidades tensoriales . . . . . . . . . . . . . . . . .
37
36.- Tensores y densidades duales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
38
37.- Tensor de Weyl . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
38
38.- Unidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
39
39.- El vierbein . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
42
40.- Conexión spin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
43
41.- Tensor de cuvatura en función de la conexión spin . . . . . . . . . . . . .
45
Bibliografia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
46
Wenceslao Segura González
Teoría general de la conexión afín
General theory of the affine connection
Wenceslao Segura González
Investigador independiente
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Sinopsis. La conexión afín representa el elemento geométrico más primario, del que derivan todas las otras magnitudes que caracterizan a una determinada geometría. En este artículo se estudia el concepto de conexión afín, sus
propiedades y las magnitudes que de ella se derivan, así como algunas de las conexiones que se han utilizado en
teorías físicas. Se investiga la relación entre la conexión afín y el tensor métrico. Todo este estudio se encuentra
dirigido a su aplicación en teorías de la gravedad alternativas a la Teoría General de la Relatividad y en las teorías de
campo unificado.
Abstract. The affine connection is the primary geometric element from which derive all other quantities that characterize
a given geometry. In this article the concept of affine connection, its properties and the quantities derived from it are
studied, we also present some of the connections that have been used in physical theories. We introduce the metric
tensor and we study its relation with the affine connection. This study is intended for application in alternative
theories of gravity to the General Theory of Relativity and to the unified field theories.
1.- Álgebra tensorial
Un espacio es un conjunto de infinitos elementos a los que llamamos puntos, cada uno de ellos definidos por
N números reales independientes entre sí, a los que llamamos coordenadas del punto. Impondremos la condición
de que el espacio sea contínuo, es decir que si un punto tiene coordenadas x k existen otros puntos con coordenadas x k dx k , donde dx k son valores infinitesimales, es decir que «infinitamente cerca» de un punto existen
infinitos puntos. Al número N de coordenadas necesarias para identificar a cada punto se le llama dimensión del
espacio.
La representación de los puntos del espacio por sus coordenadas no es única. En efecto, es posible definir
nuevas coordenadas relacionadas con las antiguas por N funciones
xc r
xc r x k
(1)
o bien *
w xc r k
dx
A kr d x k ,
k
wx
donde suponemos que la transformación es invertible, o sea que el jacobiano o determinante de la matriz Akr es
distinto de cero, debiendo existir por tanto la relación inversa
d xc r
wxr
d x c k B kr d x c k .
w xc k
Vamos también a exigir que las funciones (1) sean derivables y con suficientes propiedades de regularidad.
Esta operación de cambio de coordenadas nos permite definir los elementos básicos que operan en un
espacio, como son, entre otros: vectores, tensores, escalares y espinores. Un vector es un ente geométrico que
puede venir definido por N números v k , llamados sus componentes contravariantes, y que están relacionados
con el espacio de tal forma que al hacer un cambio de coordenadas (1) estas componentes se transforman según
d xr
* En lo que sigue utilizaremos el criterio de sumación de Einstein.
1
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
la ley
vc k Ark v r ,
es decir se transforman con la misma ley que las diferenciales de las coordenadas. Otra posibilidad es que el
vector venga definido por un conjunto de N números v k , llamados sus componentes covariantes, que ante el
cambio (1) se transforman como
vck B kr v r .
Hay que advertir que un vector viene expresado por las componentes contravariantes o por las covariantes. No
obstante, y como veremos más adelante, es posible definir un vector de orden dos, como es el caso del tensor
métrico, que nos sirva para «subir o bajar los índices», es decir establecer una correspondencia entre las componentes contravariantes de un vector y sus componentes covariantes. En este caso el vector viene definido tanto
por unas como por las otras componentes, pues ambas se encuentran relacionados entre sí.
Debemos distinguir entre el vector simple y el campo vectorial. En el primer caso se trata de un vector
definido en un único punto del espacio. En un campo vectorial nos encontramos con un vector definido en cada
punto del espacio, lo que significa que las componentes del campo vectorial son funciones de las coordenadas.
El concepto de vector es fácilmente generalizable para alcanzar el concepto de tensor. Por ejemplo, un
tensor de segundo orden contravariante es un ente matemático definido por N 2 componentes t pq que se
transforman en un cambio de coordenadas (1) por la ley
t c rk A rp Aqk t p q .
El concepto de tensor se puede generalizar tanto en su orden como en su carácter, sea éste covariante,
contravariante o mixto. Por ejemplo, las componentes de un tensor de segundo orden mixto se transforman
según
t cq p A rp B qs t s r .
Al igual que lo señalado para los vectores, cabe hablar de un tensor definido solamente en un punto del
espacio o de un campo tensorial, en este caso sus componentes son funciones de las coordenadas.
Se definen los escalares como entes matemáticos ligados con el espacio y definidos por un solo número que
no varía cuando se hace un cambio de coordenadas, o sea, es invariante. Puede existir un campo escalar,
entonces el número que lo define depende del punto del espacio que se considere, pero estos números seguirán
siendo los mismos al realizar un cambio de coordenadas.
Fácilmente se pueden definir operaciones tensoriales como la suma, resta, multiplicación y contracción. Esta
última consiste en igualar dos índices, uno superior y otro inferior y luego sumar respecto a ellos. La contracción,
por ejemplo, de un tensor de cuarto orden tres veces contravariante y uno covariante t q rkp es un nuevo tensor
de segundo orden t kp
t r r kp
¦ t r r kp
t kp .
r
Nótese que es importante el orden en que están colocados todos los índices de las componentes de un tensor, no
solamente los índices que están en la misma línea, sino los índices contravariantes respecto a los covariantes. En
realidad lo que hay que distinguir es el orden entre los índices contravariantes (o entre los covariantes), pero en
el caso en que se defina un tensor de segundo orden para bajar y subir índices, entonces los índices contravariantes
se pueden convertir en covariantes y viceversa, por ello es también necesario conocer el orden de un tipo de
índice respecto a los del otro tipo. Debemos también notar que de un tensor dado se pueden obtener varios
tensores contraídos que, en general, serán diferentes entre sí. De nuestro ejemplo anterior también se pueden
obtener los tensores contractos t k rkp y t p rkp .
Es posible combinar el producto con la contracción, operación especialmente útil para los vectores, denominándose en este caso producto interno o escalar. Para los vectores de componentes v r y w k su producto
escalar será v k w k , donde como es habitual se sobreentiende la suma respecto a los índices repetidos, a los que
se les llama índices mudos.
Una ecuación cuyos dos miembros sean tensores de igual orden y carácter es una ecuación invariante, es
decir, que la relación entre sus miembros se mantiene cualesquiera que sea el sistema de coordenadas elegido.
Y viceversa, si encontramos una ecuación invariante tal que uno de sus miembros tenga carácter tensorial,
podemos concluir que el otro miembro también será un tensor y de iguales características.
Un tensor asimétrico, por ejemplo de segundo orden ( t ik z t ki ), siempre se puede descomponer en parte
simétrica t ik y antisimétrica t ik
2
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Wenceslao Segura González
t
t
ik
;
ki
t
ik
t
t
ik
1 2 t i k t ki
ki
definidas por
t
ik
1 2 t ik t ki
de tal forma que
t ik
t
ik
t
ik
.
Las partes simétricas y antisimétricas de un tensor son a su vez tensores y se transforman de forma independientes entre ellas. Si la ley de transformación del tensor considerado es
t cik
B ip B kq t pq ,
se comprueba que también se cumple
1 p q
t c ik
B i B k t pq B kp B iq t p q
B ip B kq t pq
2
donde se han intercambiado los índices mudos p y q; e igualmente obtenemos
t c ik
B ip B kq t
pq
,
lo que nos muestra la independencia en la transformación de las partes simétricas y antisimétricas de un tensor.
Estos resultados se pueden extender a un tensor de cualquier orden y carácter.
Se puede generalizar la simetrización y antisimetrización a tensores de un orden mayor que el segundo, así
para un tensor covariante de orden n tendremos
1
1
m
T i j....k
T i j....k ; T i j....k
1 T i j ....k
n!
n!
donde ij.... k representa la suma de todas las permutaciones posibles y m es el número de permutaciones a
los que hay que someter a los índices del tensor T para llevarlos al orden inicial i j....k.
Se le llama traza de un tensor de segundo orden mixto a
Tr a ki
ai i
es decir, la suma de los elementos diagonales. La traza tiene la propiedad de ser invariante frente a cambios de
coordenadas, en efecto
Tr t ck i
t ci
i
A ip B iq t q p
t pp
Tr t q p .
El concepto de traza es extensible a cualquier tensor que tenga componentes covariante y contravariantes.
Sea T i k r un tensor antisimétrico definido en un espacio de N dimensiones y V k es un vector definido por
V k 1 N 1 T rk r , entonces el tensor admite la siguiente descomposición
T ik r W ik r G ir V k G kr V i
en el que W ik r es un tensor de traza nula W rkr 0 y G kr es la delta Kronecker que como veremos (epígrafe 5)
es un tensor mixto.
Si T i k r fuera un tensor simétrico, la descomposición sería
donde ahora tenemos la definición V k
otros órdenes.
T ik r W r kr G ir V k G kr V i
1 N 1 T rk r . Esta descomposición se puede generalizar a tensores de
2.- Conexiones y derivadas
Cuando un espacio euclídeo (o sea, el espacio ordinario, ver epígrafe 15) está expresado en coordenadas
curvilíneas, las derivadas parciales de las componentes de un vector w r v k no tienen propiedades definidas de
transformación, por ello es necesario introducir el concepto de derivada covariante del vector. Sea el vector
v v k e k , siendo e k los vectores básicos, al hallar la derivada de v se obtiene
we k
wv k
dx r e k v k
dx r ,
r
wx
wx r
como cualquier vector se puede poner como una combinación lineal de los vectores básicos, entonces
we k
* kr s e s
r
wx
d v dv k e k v k d e k
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TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
siendo los * k r s unos coeficientes a determinar. Por lo anterior queda que la derivada de un vector en un espacio
euclídeo es
dv
w r v s v k * kr s dx r e s
D r v s dx r e s ,
(2)
s
llamando a D r v las componentes de la derivada covariante del vector v .
Para obtener una definición adecuada de diferenciación en un espacio genérico no euclídeo, nos guiaremos
por (2). Con esto queremos indicar que la definición que daremos de derivación se reduce a la obtenida en la
geometría euclídea. Teniendo esto presente, definimos la derivada covariante de un vector por los siguientes
requisitos:
a) La derivada covariante de un vector es un tensor de segundo orden.
b) Si el campo vectorial tiene de componentes contravariantes v k las componentes de la derivada covariante es
la expresión
wv k
(3)
D rv k
v s * sr k w r v k v s * sr k
r
w
x
k
donde los símbolos * sr son las componentes de un campo –normalmente sin carácter tensorial– al que llamamos conexión afín o simplemente conexión.
c) La derivada covariante cumple la regla de Leibnitz de derivación de un producto.
d) En el caso de un campo escalar f la derivada covariante es idéntica a su derivada parcial
D r I w rI .
Una serie de aclaraciones exige la anterior definición. Como * sr k no es en general simétrica respecto a los
índices inferiores, se podría haber definido la derivada covariante por
Drv k
w r v k v s * r sk
(4)
donde se ha invertido el orden de los subíndices de la conexión con respecto a la usada en (3). Como demostraremos más adelante, si (3) es un tensor también lo es (4), o dicho de otra forma si * sr k es una conexión, también
lo es su traspuesta * rs k * s r k . (4) representa una derivada covariante diferente de (3). El uso de una u otra
definición es indiferente, pero debe indicarse cuál de las dos se está usando. Es posible construir una geometría
diferencial donde se usen simultáneamente ambas derivadas covariantes, incluso se puede hacer una definición
mixta de ambas derivadas.
Es importante saber el orden de los índices de la conexión. En nuestra definición el índice contravariante o
superior se encuentra en tercer lugar. También es arbitrario el orden que se elija, pero dado un orden debe
mantenerse en los cálculos sucesivos. Se podría también representar la conexión por las siguientes expresiones:
* r k s y * k s r . La diferencia entre una u otra surge cuando se baja el índice superior, ya que en este caso sí es
significativo el orden del índice contravariante
Es posible definir una derivada covariante sin exigir el cumplimiento de los apartados c) y/o d). Entonces
sería necesario utilizar dos conexiones: una para la derivada de las componentes contravariantes y otra para la
derivada de las componentes covariantes.
En esta situación también sería posible la definición de la derivada de un tensor, siguiendo para ello la similitud
con lo deducido en la correspondiente derivada de un tensor en un espacio euclídeo.
Nótese que de nuestra definición de derivada covariante no se puede obtener la expresión de la conexión, por
esta razón estos símbolos se convierten en un elemento básico que debe ser indicado para definir el espacio. El
establecimiento del campo de la conexión nos permite efectuar la diferenciación de un campo vectorial o tensorial
y a partir de estas operaciones obtenemos un conjunto de tensores que describen las características y propiedades del espacio.
Es fácil deducir la derivada covariante de un vector con componentes covariantes, para ello partimos de
I u kv k
donde I es un escalar como se deriva de la leyes de transformación y u k es un campo vectorial arbitrario.
Teniendo en cuenta el apartado d) de la definición de derivada covariante
Dr u kvk
v k Dru k u k Drv k
w r u kvk
v k w ru k u k w rv k
utilizando el valor ya encontrado de D r u k entonces
u k D r v k w r v k v s * kr s
4
0
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dado el carácter arbitrario de u k se encuentra
w r v k v s * kr s
D rv k
(5)
que es la expresión buscada.
Si la derivada covariante se hubiera definido por (4) entonces en vez (5) hubiéramos encontrado
D r v k w r v k v s * rks .
El proceso lo podemos continuar para hallar la derivada de un tensor de segundo orden con componentes en
forma covariante. Partimos para ello del escalar
I u r v k t rk
donde u y v son dos campos vectoriales arbitrarios. Haciendo uso de un procedimiento igual que el anterior
se encuentra
r
k
D p t rk w p t r k t r s * kps t s k * r ps .
Para terminar pongamos la expresión para el caso de la derivada covariante de un tensor de segundo orden con
componentes mixtas
D p t r k w p t r k t s k * rps t r s * spk .
Como ya indicamos es posible definir una derivada mixta, es decir la que utiliza tanto la definición (3) como
la (4)
Dˆ t
w t t * s t * s.
p rk
p rk
rs
sk
pk
rp
expresión que recibe el nombre de derivación covariante de Thomas.
Como antes dijimos es posible definir dos conexiones, una de ellas a utilizar en la derivada de un vector
contravariante como en (3) y la otra para definir la derivada de un vector covariante
wvk
Drvk
v s *ˆ kr s
r
wx
ambas conexiones deberán ser usadas cuando se calcula la derivada de un tensor que tenga índices covariantes
y contravariantes. Definimos unos símblos de tercer orden
(6)
C s * s *ˆ s
kr
kr
kr
que al ser la diferencia de dos conexiones es un tensor, como veremos en el epígrafe 3. Con este sistema de dos
conexiones podemos calcular la derivada covariante de la delta de Kronecker
D G q w G q G s * q G q *ˆ s * q *ˆ q
r
p
r
p
p
sr
s
pr
pr
pr
es decir
C prq D r G pq .
Si C kr s es distinto de cero no queda definida la derivada de un escalar. Así, por ejemplo, para I
D kI
vi u i
w kI C ik s v su i ,
la situación se resuelve si
C ik s
C i G ks
(7)
o bien
C ik s C k G is
donde C k es un vector covariante, al que daremos el nombre de vector de Schouten, entonces
D kI w kI C kI
expresión que conserva el carácter lineal de la derivación covariante de un escalar, pero no cumple la regla de
Leibnitz.
(7) significa una condición que deben cumplir las dos conexiones * y *ˆ . En efecto, si contraemos (7)
repecto a s y k y luego respecto a s e i obtendremos
Ck
1 4 * s ks *ˆ sk s ;
lo que nos establece la relación entre las dos conexiones
* s 4* s *ˆ
sk
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ks
Ck
s
sk
* ks s *ˆ ks s
4*ˆ ks s .
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TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
Por lo visto en este epígrafe podemos definir en un mismo espacio cuatro conexiones diferentes
* s ; * s ; *ˆ s ; *ˆ s
rk
kr
rk
kr
que generarán derivadas covariantes distintas.
3.- Ley de transformación de las conexiones
Si bien la definición de derivada covariante no permite definir la conexión, si le impone severas limitaciones
y esto es así por la condición de tensor que debe poseer la derivada covariante, lo que establece la relación de
transformación que debe cumplir la conexión asociada al espacio.
Ante el cambio de coordenadas (1) la derivada covariante de un tensor toma la forma
Dcr vc k w cr vc k vc s *cs r k
que al ser un tensor deberá cumplir la siguiente ley de transformación
Dcr vc k
(8)
B rp Ask D pv s .
(9)
Como
wx j w
A sk v s
w xc r w x j
wcr vc k
B rj Ask j v s B rj A sk w j v s
desarrollando (8) y aplicando (9)
Dcr vc k
B rj A sjk v s B rj A sk w j v s Ats v t *csr k
B rp A sk D p v s
B rp A sk w p v s B rp Atk v s * s pt
y dado que el vector de componentes v k es arbitrario, resulta tras la simplifiación
*cri k B ip B rs A tk * spt B i j B rs A sk j
que es la ley de transformación de la conexión.
Es posible una ligera simplificación de la anterior expresión. El segundo sumando del segundo miembro se
puede poner como
w x j w x s w 2 xc k
w § w x s w xc k · w x j
¨
¸
w xc i w xc r w x s w x j w x j ¨© w xc r w x s ¸¹ w xc i
donde hemos sumado una expresión que es idénticamente nula por serlo la derivada del paréntesis que es el
símbolo de Kronecker, G rk . Desarrollando se llega a
B i j B rs A sjk
w 2 x s w xc k
B ris A sk
r
i
s
w xc w xc w x
con este resultado la ley de transformación de una conexión frente a un cambio del sistema de coordenadas
queda
B i j B rs A sjk
*cri k B iq B rs A pk * sq p B ris A sk .
(10)
Cualquier campo que ante una transformación de coordenadas cambie como (10) es una conexión. La anterior
expresión se puede tomar como la forma más general de definición de una conexión. Nótese que si la transformación de coordenadas es lineal B ris 0 y entonces la conexión se comporta como un tensor..
4.- Propiedades de las conexiones
Aunque sin carácter tensorial en general, cualquier conexión puede descomponerse en parte simétrica y
antisimétrica
* is k
*
k
is
*
k
is
,
donde volvemos a utilizar el criterio de que los paréntesis redondeados representan simetrización y los cuadrados antisimetrización, y que son definidos por
1
* is k * si k
2
1
* is k
* is k * si k .
2
Sus leyes de transformación son diferentes, de tal forma que la parte antisimétrica se transforma como un tensor
de tercer orden, algo que no ocurre con la parte simétrica. Esto viene a significar que las partes simétricas y
*
6
k
is
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antisimétricas no se mezclan y ante a ley de transformación actúan como magnitudes independientes. La parte
antisimétrica de la conexión tiene 24 componentes independientes y la parte simétrica tiene 40 componentes
distintas, las que hacen el total de 64 componentes de la conexión.
Si una conexión es simétrica en un sistema de coordenadas, será simétrica con cualquieras otras coordenadas, pues en este caso la parte antisimétrica es nula y al ser un tensor, seguirá siendo nula en cualquier otro
sistema de coordenadas. No obstante, la conexión antisimétrica no tiene carácter invariante, es decir la conexión
puede ser antisimétrica en un sistema de coordenadas y no serlo en otro.
La parte antisimétrica de una conexión no es una conexión, ya que se transforma como un tensor y no con la
ley (10). No obstante, la parte simétrica de una conexión es a su vez una conexión pues cumple la condición de
transformación (10), en efecto
1
1
* ri k * i r k
B iq B rs A pk * pqk * qpk B rsi A sk B iq B rs A pk * pkq B ris A sk .
2
2
Por tanto podemos afirmar que una conexión puede ser asimétrica (o sea, que contiene tanto parte simétrica
como antisimetrica) y simétrica, pero no pueden existir conexiones antisimétricas para transformaciones generales de coordenadas.
Es fácil comprobar que la diferencia entre dos conexiones distintas * is k y * is k es un tensor. En efecto, por
la ley de transformación (10) se encuentra
*
k
ri
* is k * is k
Ark B ip B sq * pqr * qpr ,
lo que nos viene a decir que dada una conexión podemos obtener otra sumándole un tensor cualquiera T is
k
* is k * i s k T i s k
Si bien la suma de dos conexiones no forma en general una nueva conexión, la expresión
D * is k E * i s k
sí será una conexión siempre y cuando D E 1 .
La conexión admite dos contracciones
* s * ks k ;
* s * sk k
que son diferentes salvo que la conexión sea simétrica. Los símbolos * s y * s son las componentes covariantes
de un vector como se puede comprobar por aplicación de (10).
Si * is k son las componentes de una conexión y O es una función invariante
* *is k * i s k G ik w s O
es una nueva conexión puesto que se transforma según (10).
Si * is k es una conexión, entonces su transpuesta * is k * si k también es una conexión, como fácilmente
se deriva al aplicar (10). Si * is k es una conexión, entonces
U is k * i s k * i G sk
también es una conexión, ya que el segundo sumando del segundo miembro es un tensor. Igualmente ocurriría si
usamos * i en vez de * i en la anterior expresión o si cambiamos en el segundo sumando del segundo miembro
los índice i por s.
5.- Tensores especiales
La delta de Kronecker G ( 1 si i k ; 0 si i z k ) puede ser entendida como las componentes de un
tensor mixto que tiene en todos los sistemas de coordenadas las mismas componentes, como la demuestra la
identidad
k
i
G ik A kp B iq G qp .
El símbolo de Levi-Civita completamente antisimétrico H pq rs tiene el valor 1 si hay una permutación par de
los índices, el valor –1 si la permutación es impar y 0 si hay al menos dos índices iguales. Este símbolo no tienen
carácter tensorial pero a partir de él podemos definir en un espacio tetradimensional un tensor ' pq r s , también
de carácter antisimétrico, por la relación
' p qr s JH pq r s
donde J es un parámetro que ante un cambio de coordenadas se transforma según la ley
Jc
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(11)
AJ
7
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
siendo A el determinante de la matriz de transformación Aik . En efecto
A ip Aqj Ark A sl ' pqr s
A 1p Aq2 A r3 A s4H i jkl J H
pqrs
J cH i jkl
A J H i jkl
'c pqr s
lo que nos muestra el carácter de tensor de cuarto orden contravariante del símbolo ' pq r s . Se puede hacer la
generalización a un espacio de cualquier dimensión.
6.- Sistema de coordenadas localmente geodésico
Vamos a demostrar que para el caso de un espacio con conexión simétrica es posible encontrar en cada
punto P un sistema de coordenadas respecto al cual la nueva conexión sea idénticamente nula en ese punto.
Consideremos la transformación de coordenadas
1
(12)
xc k x k x 0k * is k
x i x 0i x s x 0s
0
2
donde el subíndice 0 se refiere al punto P en donde pretendemos obtener las componentes de la conexión
respecto al nuevo sistema de coordenadas. Hallando la derivación parcial de la ecuación de transformación (12)
w xc k
w xc r
y particularizando para el punto P
G rk
wx k
* is k
r
w xc
wx i
x s x 0s
0 w xc r
(13)
§ wx k ·
B rk
G rk ,
Ark
¨¨
¸¸
0
0
c
x
w
© r ¹0
lo que nos indica que los tensores no sufren ningún cambio en la transformación de coordenadas (12), ya que la
matriz de la transformación es idéntica a la unidad. Derivando (13)
G rk
0
w 2x k
* is k
r
m
w xc w xc
w 2x i
x s x 0s * is k
0 w xc r w xc m
wx i wx s
0 w xc r w xc m
en el punto P nos quedará
§ w 2x k ·
k
B rm
* rmk ,
¨¨
r
m¸
¸
0
0
© w xc w xc ¹ 0
teniendo presente la ley de transformación de la conexión (10) se encuentra
*cis
k
0
G ip G sq G rk * pqr
0
* is r
0
G rk
0
tal como queríamos demostrar; es decir, que para un espacio que tenga una conexión simétrica existe, para cada
punto, un sistema de coordenadas respecto al cual la conexión transformada es nula en ese punto; lo que no
implica que tengan que ser nulas sus derivadas. Al sistema de coordenadas donde se cumple esta propiedad se
la llama localmente geodésico, porque, como veremos más adelante, los ejes coordenados en ese sistema son
líneas geodésicas.
El teorema inverso también es cierto, si para cualquier punto de un espacio existe un sistema de coordenadas
para el cual la conexión es idénticamente nula en ese punto, entonces la conexión es simétrica respecto a
cualquier sistema de coordenadas.
En efecto, consideremos un sistema localmente geodésico definido en un punto P, en ese punto la conexión
referida a ese sistema es nula; al hacer un cambio a otro sistema de coordenadas, la nueva conexión vendrá
dada por (10) y en el punto P será
*cis
k
0 B isr A rk
0
que es simétrica por serlo B isr . El mismo procedimiento se puede hacer para todos los demás puntos del espacio,
encontrándose que en todos ellos la conexión es simétrica.
Si la conexión no es simétrica no podemos obtener un sistema geodésico en todo punto, pues no es posible
anular la parte antisimétrica de la conexión por ser un tensor. No obstante, siempre podremos hacer una transformación de coordenadas que consiga en cada punto del espacio anular la parte simétrica de la conexión. Si la
transformación de coordenadas es
xc k
8
1
x k x 0k ª*
2¬
k
is
º xi xi
0
¼0
x s x 0s
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Wenceslao Segura González
entonces se encuentra
B isr
ª*
¬
0
r
is
º ;
¼0
A rk
0
G rk
*c is r
0
que al aplicarlo a (10) se deduce
ª*c r º
¬ is ¼ 0
*c is r
0;
0
.
7.- Tensor y vector de torsión
Definimos el tensor de torsión o de Cartan por
W is k
* is k * si k
2*
k
(14)
is
que tiene carácter tensorial ya que es la diferencia entre dos conexiones. En el caso de que la conexión sea
simétrica el tensor de torsión es nulo. En el caso de un espacio de cuatro dimensiones el número de componentes
independientes del tensor de torsión es 24 y si el espacio tiene N dimensiones son N! las componentes independientes, donde N es la dimensión del espacio.
Se llama vector de torsión o de Cartan a la contracción del tensor anterior
W W k * k * k * *
i
ik
ik
ki
i
i
que como ya se ha visto es un vector covariante.
A partir de una conexión * is k se puede obtener otras dos conexiones para un espacio de N dimensiones
1
G ikW s ,
* *is k
N 1
que tienen asociados vectores de torsión nulo. La conexión
* *is k
* is k
* *is k
* is k
* is k
1
G skW i
N 1
1
G ikW s G skW i
2N 2
también tiene un vector de torsión nulo.
En el caso de existir torsión las derivadas covariantes D y D están relacionadas por
D k u i D k u i u sW ski
naturalmente si la conexión es simétrica, ambas derivadas coinciden.
8.- Tensor de curvatura
La conexión asociada a un espacio es el principal elemento para definir las propiedades no métricas. Pero
ella sola no permite informar de algunos rasgos característicos del espacio, como es el caso de la curvatura, que
nos dice cómo se aparta el espacio de un espacio plano o euclídeo
El grado de curvatura de un espacio es dado por el tensor de Riemann-Christoffel de cuarto orden. Para
obtener su valor vamos a hallar la diferencia entre las derivadas segundas de un campo vectorial cualquiera
D i D r v k D r Di v k
que en el caso de un espacio euclídeo se anula; aunque su anulación no significa que el espacio sea euclídeo.
Haciendo los correspondientes cálculos y teniendo presente que la derivada covariante de un vector es un tensor
y que es de aplicación la definición (3), se llega a la expresión
D i D rv k D r D iv k
v s * sr k,i * si ,kr * srn* ni k * si n * nrk D s v k * ir s * r i s
donde la coma representa derivación parcial respecto a las coordenadas. La expresión anterior queda
Di D r v k D r Div k
v s R k s ir D s v kW ir s
(15)
donde se ha utilizado la definición de tensor de torsión (14) y se ha definido el tensor de curvatura de RiemannChristoffel por
R k sir
* sr k,i * si,kr * srn * ni k * si n* nrk
(16)
que en efecto es un tensor ya que los restantes términos de (15) son todos tensoriales.
Si en vez de la definición de derivada covariante (3) utilizamos la (4) obtendremos otro tensor de curvatura
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9
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
R k si r * rs ,ki * is ,kr * rsn * in k * is n * rnk
(17)
diferente al anterior. En el caso de estar en la geometría de Riemann (ver epígrafe 15) coinciden ambos tensores
de curvatura ya que la conexión es simétrica. Naturalmente se pueden obtener otros tensores de curvatura con
otros tipos de conexiones.
Como ya indicamos, si a una conexión le sumamos un tensor volvemos a encontrar una nueva conexión
* is k * i s k T i s k
que tendrá asociada un nuevo tensor de curvatura R k si r relacionado con (16) por la expresión
R k sir
R k sir D iT sr k D r T si k T s n k * ri n * ir n T sr nT ni k T si nT nr k
(18)
o bien de forma más compacta
R k si r
R k si r 2 D iT
k
s r
T s n kW ri n 2T s rnT
k
n i º¼
donde los corchetes significan antisimetrización y los índices encerrados entre líneas paralelas vienen a significar que no entran en la antisimetrización y permanecen inalterables. Hay que advertir que las derivadas covariantes
que aparecen en (18) se calculan respecto a la conexión originaria * is k . Es posible readaptar (18) al objeto que
las derivadas covariantes se expresa respecto a la nueva conexión * is k
R k sir
R k sir D iT sr k D rT si
k
T sn k * ri n * ir n T sr nT ni k T si nT nr k
donde D representa la derivada covariante calculada respecto a la nueva conexión.
Cabe relacionar una variación del tensor de curvatura G R k sir con la correspondiente variación de la conexión G * s ik . De (16) y de la definición de derivada covariante se obtiene
G R ksr i D i G * sr k D r G * si k W ri nG * snk
(19)
k
donde hemos tenido presente que G * s i es un tensor por ser la diferencia entre conexiones y nos está permitido
conmutar la variación G y la derivada respecto a las coordenadas espacio-temporales. A (19) la llamaremos
identidad de Palatini para el tensor de curvatura.
9.- Desplazamiento paralelo de un vector
Sea el vector v v k e k definido en el punto P de un espacio euclídeo. Si trasladamos paralelamente ese
vector al punto P’ infinitamente cercano a P, no tendrá las mismas componentes, puesto que los vectores
básicos, al venir el espacio en coordenadas curvilíneas, serán diferentes en P que en P’ y a consecuencia de esta
variación de los vectores básicos se producirá una variación en las componentes del vector v aún cuando se
traslade paralelamente al punto P’.
La variación del vector v a consecuencia del cambio de vectores básicos de P a P’ viene dado por
v k d e k v k * ki r d x i e r
donde dx i es la diferencia de coordenadas entre los puntos P y P’. Entonces podemos decir que un vector se ha
trasladado paralelamente del punto P al P’ si sus componentes cambian según
d v r v k * ki r d x i
(20)
lo que neutraliza la variación ocasionada por el cambio de vectores básicos, consiguiendo, por tanto, que la
diferencia entre el vector en P y en P’ sea nula: d v 0 . O dicho de otra forma, un vector es trasladado
da k
k
D x db
k
C
z
db k
B xk d ak
z
z
da k
db k
z A xk
Figura 1
10
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Wenceslao Segura González
paralelamente de un punto a otro punto infinitamente cercano si la derivada absoluta del vector calculada entre
los dos puntos es nula
Dv k dv k v s * rsi dx i 0.
Podemos generalizar esta definición a un espacio genérico y decir que cuando un vector se traslada paralelamente desde el punto P de coordenadas x i a otro punto infinitamente cercano P’ de coordenadas x i dx i la
diferencia de sus componentes en ambos puntos es
dv k v s * rsi dx i .
Cuando en un espacio euclídeo se traslada paralelamente un vector a partir de punto para seguir un trayecto
cerrado y volver al mismo punto de partida, el vector original coincide con el que resulta de la traslación paralela.
Pero esto no se cumple en general. Vamos a demostrar a continuación que la variación de las componentes de
un vector cuando se traslada paralelamente a través de un circuito cerrado elemental está relacionado con el
tensor de curvatura y en general es distinto de cero.
Consideremos el paralelogramo infinitesimal de la figura 1. Al transportar paralelamente un vector de componentes v s desde el punto A al B sus componentes varían según (20)
v s x k * si r x k da i .
Al hacer el transporte de B a C las componenes del vector se modifican según
v s x k da k * si r x k da k db i .
La variación de las componentes del vector cuando se traslada paralelamente desde C a D serán las mismas que
cuando se traslada de D a C pero cambiado de signo
v s x k db k * si r x k db k da i .
Por último la traslación de D a A será la misma que de A a D cambiando el signo
v s x k * s i r x k db i .
Ahora determinemos la variación total experimentada por las componentes del vector cuando se hace la traslación paralela a lo largo del paralelogramo infinitesimal considerado
dv r
v s x k * s i r x k da i v s x k da k * s i r x k da k db i
v s x k d b k * si r x k d b k da i v s x k * s i r x k db i ,
o en primer orden de aproximación
dv r v s * si ,rk d a k d b i w k v s * si r da k db i v s * si ,rk da i d b k w k v s * si r d a i db k
y teniendo presente que la variación de las componentes del vector es
w kv s
v n * nks
nos queda finalmente
dv r R r nik v n da k db i ,
con lo que queda demostrado que al trasladar un vector paralelamente a sí mismo a través de un recinto
infinitesimal cerrado, el vector resultante no coincide con el de partida, salvo en el caso especial en que el tensor
de curvatura sea cero. En general, por tanto, la traslación paralela de un vector por un circuito cerrado no
reproduce al mismo vector.
10.- Regla del paralelogramo
Consideremos en un espacio con torsión un vector de componentes G x k cuyos extremos son los puntos
infinitesimalmente cercanos A y B. Si trasladamos este vector paralelamente hasta los puntos infinitamente
cercanos C y D, cuyas coordenadas se diferencian en dx k de las de A y B, obtendremos un nuevo vector
desplazamiento de coordenadas
G x k * ir k G x i dx r .
Si ahora repetimos la operación pero con el vector de extremos A y C, que tiene de coordenadas d x k , y lo
trasladamos paralelamente hasta que el extremo que estaba en A se sitúe en el punto B, obtendremos un vector
de componentes
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11
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
d x k * ik k d x iG x r .
Al sumar los cuatro vectores que forman el paralelogramo
JJJG JJJG JJJG JJJG
AB BD CD CA W ir k G x i dx r
lo que no es nulo en general. Esto significa
JJJG que el paralelogramo construido no es cerrado, es decir el extremo
del vector resultado de la traslación de AC no coincide con el punto D. Por tanto la regla del paralelogramo no
se cumple en espacios con torsión.
El resultado inverso también es cierto, es decir que si no se cumple la regla del paralelogramo (o sea, los
paralelogramos no se cierran) entonces el espacio tiene torsión.
11.- Tensor de Ricci
A partir del tensor de curvatura se pueden definir dos nuevos tensores mediante la contracción de índices.
Se le llama tensor de Ricci a la contracción
R si R ks ik * s kk,i * si ,kk * skt * ti k * si t * tk k
(21)
compuesta tanto de parte simétrica como antisimétrica.
La otra posible contracción del tensor de curvatura recibe el nombre de curvatura homotética y es definida
por
V ir
R k kir
* kr k,i * ki ,kr * krn* ni k * ki n* nrk
* krk,i * ki,kr ,
que es un tensor antisimétrico. Las otras contracciones posibles del tensor de curvatura no dan lugar a nuevos
tensores.
Por cálculo directo es fácil comprobar que la derivada de la curvatura homotética cumple la relación
V ir , j V rj ,i V j i, r 0.
(22)
Debemos tener presente que si aceptamos como definición de derivada covariante la (4) entonces obtenemos un tensor de Ricci y una curvatura homotética diferentes en general de las anteriores.
Si derivamos otra conexión añadiéndole a * rk s un tensor T r k s entonces el tensor de Ricci se obtendrá de
(21)
R si
R si 2 D iT
k
s k
T sn kW ki n 2T s knT n
k
.
i º¼
Si utilizamos las derivadas covariantes calculadas con la conexión
* rks
* r ks T r k s
entonces el tensor de Ricci quedará
R si
R s i 2 D iT
k
s k
T sn kW ki n 2T s knT
k
,
n i º¼
donde la barra significa que se utiliza la conexión * is k .
La variación del tensor de Ricci se relaciona con la variación de la conexión por
(23)
G R si D i G * s kk D k G * si k W mk i G * skm
que representa la identidad de Palatini para el tensor de Ricci, y al igual que en (19), hemos conmutado la
derivación respecto a las coordenadas espacio-temporales con la variación G. La expresión (23) resultará especialmente últil en el cálculo de variaciones que nos permite obtener las ecuaciones de campo a partir de un
principio variacional.
La identidad de Palatini también se puede extender a la variación de la curvatura homotética, obteniéndose
G V ir D i G * kr k D r G * ki k W rsi G * ksk .
El tensor de Ricci no es en general simétrico, no obstante siempre se puede descomponer en parte simétrica
y antisimétrica
R si
R
si
R
si
.
En el caso especialmente importante en que la conexión sea simétrica (o sea, no haya torsión) entonces la parte
antisimétrica está relacionada con la curvatura homotética por
R is
1 2V si ,
(24)
y la parte simétrica toma la forma
12
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1
1
1
R si V si
* k * k * si ,kk * skt * ti k * si t * t k k .
2
2 sk ,i 2 ik ,s
La identidad de Palatini se extiende a las partes simétricas y antisimétricas del tensor de Ricci
1
G R si
G R ik G R ki
2
entonces utilizando (23) y teniendo en cuenta que
1
G * sik G * si k GW si k
2
queda
1
G R si D sG * i kk D k G * sik D k GW si k W m ik G * s km
2
y en el caso articular de que la conexión sea simétrica la anterior expresión se reduce a
R
si
GR
D sG * i
si
k
k
D k G * sik .
En cuanto a la variación de la parte antisimétrica del tensor de Ricci
GR
1
G R si G R is
2
si
de donde utilizando (23) se deduce
G R si
D iG *s
k
k
1
D k GW si k W m i k G * s
2
m
k
y para el caso especial de conexión simétrica
GR
si
D i G * s kk .
Debemos añadir por último que si existiera un tensor métrico entonces sería posible subir y bajar los índices,
de tal forma que podríamos obtener otra contracción del tensor de curvatura
Rcik
Ri
r
rk
g rm g in R n mrk
si de nuevo se aplicara un nueva contracción se obtendría una curvatura escalar (ver más adelante) de signo
opuesto a la que se obtendría con el tensor de Ricci.
12.- Identidades de Bianchi
La derivada covariante del tensor de curvatura es
D m R k sir
w m R k sir R t s ir * tmk R k tir * smt R k str * imt R k si t * rmt ,
si consideramos que la conexión es simétrica, existirá en cada punto un sistema de coordenadas localmente
geodésico, donde las conexiones son nulas. Si elegimos este sistema entonces
D m R k si r w m * s r k,i w m * s i ,kr
Permutando los índices m, i, r se obtiene
* s r k,im * s i,krm .
D i R k sr m
* smk, r ,i * sr ,kmi
D r R k smi
* si ,km ,r * smk,ir .
Al sumar las tres expresiones encontradas se llega a
D m R k s ir D i R k sr m D r R k smi
0
(25)
que al ser una identidad tensorial y válida en un sistema de coordenadas determinado (sistema localmente
geodésico), se mantendrá en cualquier otro sistema de referencia. A (25) se le llama identidad de Bianchi y es
válida en el caso de conexión simétrica.
Es posible generalizar las identidades de Bianchi para el caso en que la conexión no sea simétrica, en este
caso se encuentra por cálculo directo
D m R k sir D i R k srm D r R k s mi
R k pmiW rs p R k pi rW msp R k pr mW is
p
o en notación más compacta
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13
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
Rks
ir ; m
Rkp
m iW r s
p
donde el punto y coma representa la derivación covariante y ... es la suma de las permutaciones.
13.- Tensor métrico
Consideremos un espacio euclídeo expresado en coordenadas curvilíneas. En cada punto existe un conjunto
de vectores básicos e k que dependen del punto en que están definidos. Sus productos escalares nos dan un
conjunto de números que dependen del punto del espacio, que tiene carácter de tensor de segundo orden covariante
y al que llamamos tensor métrico
g ik e i e k .
El módulo de un vector d x dx k e k , que corresponde al cuadrado de la distancia infinitesimal entre sus extremos ds 2 d x d x , vendrá dado por
ds 2 g ik dx i dx k
que le llamamos elemento de línea del espacio euclídeo.
Este resultado lo extendemos a un espacio genérico y decimos que el tensor métrico es un tensor covariante
de segundo orden asociado al espacio, es decir, que se trata de un campo tensorial g ik ( x r ) que no es singular,,
lo que significa que su determinante es distinto de cero.
Consideremos dos puntos A y B definidos por las coordenadas x r y x r dx r respectivamente; se llama
distancia entre los dos puntos a la cantidad infinitesimal dada por
ds 2 g ik dx i dx k .
(26)
El tensor métrico no es en general simétrico. Sin embargo, sólo la parte simétrica interviene en el cálculo de
la distancia, en efecto
ds 2
g ik dx i dx k
g
dx i dx k g
ik
ik
dx i dx k
g
ik
dx i dx k ,
donde el sumando que contiene la parte antisimétrica del tensor métrico se anula al tener en cuenta que se
pueden intercambiar entre sí los índices mudos i y k.
Con el tensor métrico se puede realizar la elevación o descenso de índices. Dado un vector cuyas componentes se encuentren en forma contravariante v k , podemos obtener las componentes covariantes por la
operación
(27)
v s g ks v k ,
entendemos que ambos conjuntos de componentes representan al mismo vector, que de esta forma viene dado
por dos conjuntos diferentes de componentes pero relacionadas entre sí.
De igual forma se pueden descender los índices de un tensor, en operaciones tales como las siguientes
t rs
g ir g ks t ik
o bien como
t rs g kr t ks ,
nótese el orden en que aparezcen los índices del tensor métrico.
Como el tensor métrico es invertible (por ser singular), debe tener un inverso g c ks , tal que cumpla
g rk g c ks G rs
Si g es el determinante del tensor métrico g rk ; D is el menor adjunto asociado al elemento i, s y D is D s i su
traspuesta, entonces el inverso del tensor métrico es
1 ks 1 sk
D
D .
g
g
Pero se prefiere en vez de utilizar g c ks , interpretar el tensor métrico en componentes contravariantes como
el traspuesto del tensor inverso, es decir
g c ks
1 ks
(28)
D ,
g
entonces la relación entre las componentes del tensor métrico en función de sus componentes contravariante y
covariante es
g ks
14
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(29)
g kr g ks G rs .
1
I , donde G es la matriz de
Como se ve por el orden de los índices, (29) no es la operación tensorial G G
elementos g kr , sino la ecuación G G 1 I , donde G 1 tiene de elementos los gc rk anteriormente definidos.
De (29) se obtiene
g rk g sk G rs .
De (29) también se deduce que g ks son las componentes de un tensor de segundo orden contravariante.
El tensor métrico también nos permite elevar los índices tensoriales. En fecto, multiplicando (27) por g rs
g rs v s g rs g ks v k G kr v k v r
con lo que se logra subir los índices. Este método es extensible para subir o bajar los índices de las componentes
de los tensores, por ejemplo t p q g pr g q k t rk .
El determinante del tensor métrico en un espacio tetradimensional, tal como el espacio-tiempo ordinario, es
g
H
pqrs
g 1 p g 2 q g 3r g 4 s ,
que también se puede desarrollar haciendo uso de los menores adjuntos, por ejemplo
g
g 1p H
pqrs
g 1p D 1p .
g 2 q g 3r g 4 s
La derivada del determinante del tensor métrico se puede desarrollar por sus menores adjuntos
dg
dg 1 p H
dg 3r H
pqrs
pqrs
g 2 q g 3r g 4 s d g 2 q H
pqr s
p qrs
g 1 p g 2q g 4s dg 4 s H
g 1 p g 3r g 4 s
g 1 p g 2q g 3r
o bien
donde D
pq
dg dg pq D pq
es el menor adjunto asociado al elemento p, q del tensor métrico. Haciendo uso de (28) queda
dg
gd g pq g
pq
Gg
g G g pq g
pq
(30)
y la derivación parcial y covariante son
w k g g g pq w k g pq ;
D k g g g p q D k g pq .
la expresión (30) es válida para una variación general: G g gg pqG g pq . Además como g qp g qp
g qpG g qp g pqG g pq y por tanto
g g
Gg
pq
4 entonces
(31)
G g pq .
Consideremos un tensor cualquiera a i k , al determinante de la matriz cuyos elementos son los a i k lo representamos por a, mientras que D i k es el menor adjunto asociado al elemento (i,k) de la matriz a i k . El inverso de
la matriz ( a ik ) (si existe, es decir si a z 0 ) es la matriz cuyos elementos son a *ik tal que
a ik a *kr G ir .
Por definición de determinante, los elementos de la matriz inversa se relacionan con los menores adjuntos por
1 rk
D
a
Al igual que antes con el tensor métrico, se calcula la variación del determinante de a i k que en nuestro caso es
a *kr
G a G a pq D
pq
aa *qpG a pq .
(32)
Un tensor métrico asimétrico se descompone en parte simétria y antisimétrica
g ik
g
ik
g
ik
J i k M ik
donde J i k representa la parte simétrica y M ik la antisimétrica. El tensor métrico en forma contravariante
también se descompone en parte simétrica h ik y en parte antisimétrica f ik
g ik h ik f i k
Definimos las componentes contravariantes de las partes simétricas y antisimétricas del tensor métrico por
J ij J
ik
http://vixra.org/abs/1410.0160
G kj ; M ij M ik
G kj ; h ij h ik
G kj ; f i j f
ik
G kj .
15
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
En un espacio de cuatro dimensiones, al que suponemos con signatura -2, el determinante de un tensor
antisimétrico como M ij es
M M 1 2 M 34 M 3 1 M 24 M 2 3 M 14
Por cómputo directo se comprueba que
H ikpqM ik M pq
2
.
8 M
e igualmente
H ikpqM i mM pq
0
si k z m . Entonces
multiplicando ambos términos por M rm
H ikpqM imM pq
se llega a
2 M G mk ,
1
H rkp qM pq
(33)
2 M
que nos relaciona las componentes contravariantes de la parte antisimétrica del tensor métrico con sus componentes covariantes. Una fórmula igual que (33) se aplica a f ik .
Como J ij es simétrico y real es siempre posible elegir en cada punto del espacio un sistema de coordenadas
respecto al cual J ij tenga la siguiente forma diagonal
M rk
0
0 ·
§O 0
¨
¸
0 ¸
¨ 0 O 0
J ik
¨ 0 0 O 0 ¸
¨
¸
0 O ¹
©0 0
donde O es un número positivo cualquiera. En el sistema de coordenadas elegido el determinante de J ik es
J O 4 . Démonos cuenta que en otro punto del espacio el tensor J ik tendrá, en general, una forma distinta de
la diagonal, pero nosotros los cálculos lo estamos haciendo con referencia a un sólo punto.
La parte antisimétrica del tensor métrico es
§ 0 G E X ·
¨
¸
0 D Y ¸
¨ G
M ik
,
¨ E D
0 Z ¸
¨
¸
Y
Z
0 ¹
© X
al hallar directamente el determinante de g ik se encuentra
g
O 4 O 2 D 2 E 2 G 2 X 2 Y 2 Z 2 D X E Y G Z
2
,
un cálculo directo nos da
M
D X EY G Z
2
entonces
g J M O 2 D 2 E 2 G 2 X 2 Y 2 Z 2 .
Teniendo presente que
J
ik
0
0·
§1 0
¨
¸
0¸
1 ¨ 0 1 0
O ¨0 0 1 0 ¸
¨
¸
0 1¹
©0 0
entonces se calcula directamente que
O2
J
2
im
J
kr
M mrM i k
D 2 E 2 G 2 X 2 Y 2 Z 2
por tanto nos queda
J
g J M J i mJ krM mrM ik ,
2
16
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Wenceslao Segura González
o bien
J i m kr
J
(34)
J J M m rM ik g J M J im J k rM m rM ik .
2
2
Esta expresión la hemos calculado para un determinado sistema de coordenadas, aquel en que la parte simétrica
del tensor métrico tiene forma diagonal. Los tres sumandos del segundo miembro de (34) dependen del determinante de un tensor de segundo orden y los últimos cuatro factores forman un invariante. Ante una transformación de coordenadas los tres determinantes que aparecen en (34) se transforman con la misma ley, es decir, (34)
es una expresión invariante aunque no tensorial. Entonces si es válida para un determinado sistema de coordenadas, seguirá siendo válida en cualquier otro sistema, por tanto (34) tiene carácter general.
Indiquemos por último que la derivada covariante de la delta de Kronecker es nula, en efecto
g
g
J M
D pG sr
w pG sr G sm * mpr G mr * sp m
0 * sp r * sp r
0,
al aplicar la regla de Leibnitz de la derivación a (29) se halla la derivada covariante de g ik . En particular, si es
nula la derivada covariante de g ik también lo será la de g ik .
14.- Espacio euclidiano tangente
Consideremos un espacio V donde se ha definido un tensor métrico. Es siempre posible asociar en cada
punto P de ese espacio un espacio euclídeo E, de la misma dimensión que V, que contenga al punto P y que en
un entorno de este punto coincidan las propiedades métricas de E y V. Al espacio E se le llama euclidiano
tangente.
Si g ik0 es el tensor métrico de V en el punto P que tiene de coordenadas x 0k , el espacio euclídeo tangente E
tiene en el punto P el tensor métrico g 0i k . Los puntos M del espacio E en un entorno del punto P tienen las
coordenadas curvilíneas X k , los puntos m ( x k ) de V en un entorno de P están relacionados con los puntos
M ( X k ) de E mediante una relación de la forma
X
k
x k x 0k < k2 x r x 0r X 0k
(35)
donde X 0k son las coordenadas del punto P en el sistema de coordenadas del espacio euclídeo E y < k2
representa una función de segundo orden respecto a x r x 0r .
Consideremos el punto m ( x 0k dx k ) situado en un entorno infinitesimal del punto P. La distancia entre ese
punto y el punto m ( x 0k ) viene dada, tal como sabemos, por
ds 2
g 0ik dx i dx k
Sea M ( X 0k dX k ) el punto del espacio E que corresponde por (33) al punto m ( x 0k dx k ) , la distancia entre
los puntos M y P pertenecientes al espacio euclídeo será
dS 2
g 0ik d X i d X
k
ahora bien como por (35)
dX k | dx k
entonces la distancia infinitesimal entre puntos del entorno infinitesimal de P es igual tanto en el espacio euclídeo
tangente E como en el espacio V
dS 2 ds 2 .
O sea, las propiedades métricas de ambos espacios son localmente idénticas. Esto significa que podemos, sin
más, extender los resultados métricos conocidos del espacio euclídeo al espacio V, al menos en un entorno
infinitesimal de cada punto.
Hay que darse cuenta que esta identidad encontrada solo se refiere a las propiedades métricas. No se
garantiza la coincidencia entre las conexiones asociadas a los espacios E y V, lo que significa que las propiedades diferenciales serán diferentes en uno y en otro espacio.
15.- Espacio de Riemann
Hasta ahora hemos estado considerando espacios genéricos. Ahora vamos a considerar los dos que tienen
más importancia en Física, los espacios de Riemann y los euclidianos.
Un espacio de Riemann viene caracterizado por las siguientes propiedades:
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17
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
a) Tiene un tensor métrico simétrico.
b) Tiene asociada una conexión afín también simétrica.
c) La derivada covariante del tensor métrico es nula.
De la última condición y permutando los subíndices k, p, q
D k g pq
D q g kp
D p g qk
w k g pq g sq * pk s g p s * qk s
s
w q g kp g sp * kq g ks * p qs
w p g q k g s k * qp s g qs * kp s
0
0
0
restando la segunda de la primera, sumándole la tercera y teniendo presenta las propiedades de simetría se
encuentra
1 sq
(36)
* kp s L kp s
g w k g pq w p g kq w q g kp ,
2
a esta conexión, característica de los espacios riemannianos, se le llama símbolos de Christoffel. De ellos se
pueden obtener otros símbolos totalmente covariantes
L kpr g rs L kp s .
Téngase presente que esta coincidencia entre la conexión y los símbolos de Christoffel es una característica de
los espacios de Riemann y no es extensible, en general, a otros tipos de espacios.
Se distinguen los espacios propiamente riemannianos como aquellos que quedan definidos porque el cuadrado de la distancia entre dos puntos ( ds 2 ) siempre es mayor que cero. Reservándose el nombre de espacios
impropiamente riemannianos para aquellos en los que no se cumple el anterior requisito, pudiendo ser en este
caso el cuadrado de la distancia mayor, menor o igual a cero.
Una clase especial de espacios de Riemann lo representan los espacios euclídeos, que vienen caracterizados
porque es siempre posible encontrar un sistema de coordenadas respecto al cual el tensor métrico sea el mismo
en todos los puntos del espacio. De aquí resulta que la conexión, obtenida a partir de (36) es nula en todos los
puntos de este espacio y respecto al sistema de coordenadas anteriormente elegido.
Como el tensor métrico en el caso de un espacio euclídeo es simétrico y real existirá siempre una transformación de coordenadas que ponga al tensor métrico en forma diagonal y posteriormente mediante un cambio de
escala llevar estos elementos diagonales a los valores +1 ó –1.
16- Teorema de unicidad
Vamos a demostrar que en un espacio de Riemann el tensor de curvatura es el único tensor que puede ser
construido a partir del tensor métrico, de su primera derivada, siendo lineal respecto a las segundas derivadas.
Para la demostración nos vamos a referir a un sistema localmente geodésico, en el que tanto los símbolos de
Christoffel como las primeras derivadas del tensor métrico son nulas en un punto dado.
Nos proponemos buscar un tensor que dependa del tensor métrico y de sus derivadas segundas. Consideremos una transformación de un sistema de coordenadas localmente geodésicas a otro sistema de igual característica. La ley de transformación de la conexión será (10) que al derivarla se obtiene
w cm Lcri
k
B rs B iq A kp w cm L s qp w cm B ris A sk ,
(37)
donde hemos tenido en cuenta que las conexiones, tanto en el sistema de coordenadas original como en el
transformado, son nulas
Estamos buscando un tensor que dependa linealmente de las segundas derivadas del tensor métrico, o lo que
es lo mismo, que dependa de la primera derivada de los símbolos de Christoffel. El único tensor de estas
características es el obtenido de la diferencia de las primeras derivadas de los símbolos de Christoffel
T k ri t
w t L ri k w i L r t k
que al cambiar de uno a otro sistema localmente geodésico se transforma como un tensor, en efecto de (37) se
sigue
T c psqm
B sr B qi B mt A kp w t L r i k w i L rt k .
Se observa que en un sistema localmente geodésico se cumple
T
18
k
rit
Rk
rit
,
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entonces respecto al sistema de coordenadas considerado el tensor de curvatura es el único que depende
linealmente de las derivadas segundas del tensor métrico. Ahora tenemos que demostrar que esta propiedad del
tensor de curvatura se cumple en cualquier otro sistema de coordenadas.
Si hubiese otro tensor N k rim con iguales características, al representarlo en un sistema localmente geodésico se encontraría
N
k
N
k
k
rit
T
rit
Rk
rit
,
rit
,
y por el resultado obtenido
como los dos miembros son tensores, la igualdad se mantendrá en cualquier otro sistema de coordenadas, lo que
demuestra la unicidad indicada del tensor de curvatura.
Es evidente que tensores derivados mediante contracción a partir del tensor de curvatura también tendrán la
propiedad exigida de depender del tensor métrico y de sus derivadas primeras y que sea lineal respecto a las
segundas derivadas; tal será el caso el tensor de Ricci y de su contracción, la curvatura escalar.
17.- Condición necesaria y suficiente para que un espacio riemaniano sea euclídeo
Vamos a demostrar que la condición necesaria y suficiente para que un espacio de Riemann sea euclídeo es
que el tensor de curvatura sea idénticamente nulo.
Demostremos que la condición es necesaria. Supongamos un espacio euclídeo referido a un sistema de
coordenadas respecto al cual el tensor métrico toma el mismo valor en todos los puntos. Entonces serán nulas
las derivadas del tensor métrico y también los símbolos de Christoffel y por lo tanto será nulo el tensor de
curvatura de Riemann. Si este tensor es nulo respecto a un sistema de coordenadas, será nulo en cualquier otro
sistema de coordenadas, quedando demostrada la condición necesaria.
Vamos ahora a demostrar que la condición de nulidad del tensor de curvatura es suficiente para que el
espacio sea euclídeo. Consideremos un vector de componentes A k definido en un punto cualquiera del espacio.
Según sabemos se puede a partir de este vector crear infinitos campos vectoriales, obtenidos trasladando paralelamente el vector desde su posición inicial por caminos diferentes. Consideremos uno de estos infinitos campos
A k ( x i ) que debe tener la propiedad de que su derivada covariante es nula
w Ak
dA k A s * krs dx r
A s * k rs .
r
wx
Vamos a demostrar que cuando el tensor de curvatura es nulo entonces d A k es una diferencial exacta, es
decir que su derivada se puede poner como
w Ak
dA k
dx r ,
wx r
esta circunstancia se dará cuando
w
w
A s * k r s r A s * kms 0
m
wx
wx
que al desarrollar queda
w
w
A s * kr s r A s * kms
A s R s km r
m
wx
wx
que efectivamente es cero ya que hemos puesto de condición que el tensor de curvatura es nulo, con lo que
queda demostrado que dA k es una diferencial exacta. Esto significa que cuando trasladamos paralelamente el
vector A k obtenemos un campo único independientemente del camino que se siga, es decir que la integral de
d A k es la misma con independencia del camino seguido.
Consideremos cuatro campos vectoriales obtenidos a partir de traslaciones paralelas de cuatro vectores A ik
que en un punto dado sean linealmente independientes
D k A ik
0 Dk
(38)
0 (38)
donde i representa las componentes y k identifica a cada uno de los cuatro vectores.
Comprobemos que la independencia lineal se seguirá manteniendo después de hacer una traslación paralela
D k ª A i k d A ik º D k A ik d D k A ik
¬
¼
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0
19
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
expresión que sólo puede ser nula si D k A ik es nula, pero en este caso por (36) implica que D k 0 , lo que nos
muestra que los vectores desplazados paralelamente siguen siendo linealmente independientes.
Lo anterior significa que los A ik son funciones únicas de las coordenadas y linealmente independientes
entre sí. Si imaginamos las A ik representandas por una matriz de orden N si el espacio tiene de dimensión N,
debemos de concluir que su determinante es distinto de cero.
A continuación vamos a realizar la siguiente transformación de coordenadas
dx c i
A ik d x k
que como ya hemos demostrado, es invertible por ser distinto de cero el determinante formado por A ik . Con
esta transformación el tensor métrico cambiará según
g cpq A i p A kq g ik ,
derivando
w g cpq
wx r
A
i
k
p A q
w g ik
A
wx r
i
p
g ik
w A kq
wx r
A kq
g ik
wAip
wx r
o bien
w g cpq
wx
A i p A kq
r
w g ik
wx r
A i p g ik A sq * ksr A kq g ik A sp * isr
y sacando factor común
w g cpq
A i p A kq ª¬w r g ik g mk * i rm g i m * krm º¼ A i p A kq D r g ik
wx
que es nulo por serlo la derivada covariante del tensor métrico y como el determinante de A ik es distinto de
cero, resulta que la derivada del tensor métrico g pq es nula, es decir, el tensor métrico no depende de la
coordenada x k y por tanto tampoco depende de la coordenada xc k . O sea, el tensor métrico es el mismo en
todos los puntos del espacio. Hemos encontrado por lo tanto un sistema que reúne los requisitos exigidos para
que un espacio de Riemann sea euclídeo, con lo que queda demostrado el teorema.
r
18.- Tensor de no-metricidad
Se define el tensor de no-metricidad de un espacio como la derivada covariante del tensor métrico
Q pq r D r g pq ,
que resulta ser un tensor y en general no nulo. La anulación del tensor de no-metricidad impone 40 condiciones
en el caso de tensor métrico simétrico y 64 en el caso de no simetría del tensor métrico.
Se define el tensor contorsión por la expresión
W rp q W
K rp q
pq r
W qrp
donde
W pqr g k r W p qk 2 g kr * pqk
es el tensor de torsión (14) en forma covariante.
Si partimos de un espacio de tensor métrico simétrico, es posible establecer una relación entre el tensor de
no-metricidad, el tensor de contorsión y la conexión afín, de la que no se exige que sea simétrica; por tanto
estaríamos tratando con un espacio no riemanniano. La relación a la que nos referimos es
* r pq
1
1
L rp q K rp q Q r pq Q pqr Q qr p
2
2
(39)
donde hemos definido
* rpq g kq * rp k ;
L rpq
(35) se descompone en parte simétrica y antisimétrica
*
rp q
L rp q
1
W
2
pq r
W q rp
g kq L rp k .
1
Q r pq Q p q r Q qrp
2
(40)
1
W
rp q
pq r
2
por tanto, conocidos el tensor métrico, el de no metricidad y la parte antisimétrica de la conexión (o sea, la
*
20
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torsión), se obtiene su parte simétrica.
De (39) podemos comprobar que incluso en el caso de que sean distintos de cero el tensor de no-metricidad
y el tensor de torsión, los símbolos de Christoffel, tal como son definidos en (36), representan una conexión. En
s
efecto de (39) vemos que la diferencia entre la conexión * kp y los símbolos de Christoffel es un tensor, lo que
s
garantiza que L kp se transforma como (10), es decir es una conexión.
En el caso de que no se considere nulo el tensor de Schouten (37) se generaliza a la siguiente expresión
1
1
1
* rpq L rpq K rpq Q rpq Q pqr Q qrp ª«C p r q C r p q C r q p º»
¼
2
2
2¬
En el caso particular de un espacio de Riemann, donde son simétricos tanto el tensor métrico como la
conexión y es nulo el tensor de no-metricidad, entonces la conexión es idéntica a los símbolos de Christoffel.
Y viceversa, si la conexión es idéntica a los símbolos de Christoffel entonces es nulo el tensor de no-metricidad
y también el tensor de contorsión. En efecto el carácter simétrico de los símbolos de Christoffel implica la
nulidad del tensor de torsión y por tanto será también nulo el tensor de contorsión. Además, y teniendo en cuenta
la simetría del tensor métrico, se comprueba de manera directa que la derivada covariante del tensor métrico es
nula si la conexión son los símbolos de Christoffel.
Finalmente advertimos que aunque el tensor de no-metricidad sea nulo, ello no implica que la conexión sea
simétrica. Dicho de otra forma, los carácteres simétricos de la métrica y de la conexión y la nulidad del tensor de
no-metricidad son condiciones independientes entre sí. Estas tres condiciones definen, como hemos visto, al
espacio de Riemann.
Se dice que una geometría es semimétrica si cumple
Q ikr Q r g ik ,
donde Q r es un vector covariante que llamaremos vector de Weyl. Si se cumple esta condición y además es
nula la torsión, la relación entre la conexión y los símbolos de Christoffel es
1
1
1
(41)
L kp r Q r g kp Q k G qr Q pG kr ,
2
2
2
que es la conexión utilizada en la teoría de campo unificado de Weyl.
El carácter de conexión que tienen los simbolos de Christoffel nos permite definir una nueva derivada covariante
que caraterizaremos por un arterisco. Para el caso de un vector en forma contravariante definimos
* kpr
D k* v r w k v r v s L skr ,
esta derivación se puede extender a vectores covariantes y a un tensor de orden cualquiera.
Notemos que la derivada covariante con arterisco del tensor métrico es nula
(42)
D k* g ir w k g ir g sr L i k s g is L r ks 0
como se puede comprobar por sustitución directa, donde tenemos en cuenta que estamos considerando geometrías con tensor métrico simétrico, lo que viene a significar que los símbolos de Christoffel son simétricos respecto a los índices covariantes.
Advertimos que al utilizar como conexión los símbolos de Christoffel y teniendo presente que el tensor
métrico es simético obtenemos expresiones geométricas en todo idénticas a las de la geometría de Riemann.
Si suponemos que es nulo el tensor de no-metricidad y simétrico el tensor métrico, entonces de (40) tenemos
que la parte simétrica de la conexión es
1 qs
g W pq r W qrp
L rps g sqT qrp
(43)
2
que es a su vez una conexión. El tensor T q r p cumple la siguiente propiedad de simetría
1
1
(44)
T qpr
W rqp W qp r
W qr p W pqr T qr p
2
2
donde se ha tenido en cuenta la antisimetría del tensor de torsión respecto sus dos primeros índices. Igualmente
el tensor T q r p cumple la relación
(45)
T qr p T rp q T p qr 0
como se comprueba por cálculo directo.
Por lo expuesto anteriormente podemos considerar una nueva conexión
*
s
rp
L rps
* rp
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s
L rps g s qT qr p
(46)
21
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
donde ahora el tensor T q r p es un tensor general con las únicas condiciones de cumplir las simetrías (44) y (45).
A la conexión (46) le llamaremos conexión de Schrödinger y tiene carácter simétrico.
La condición necesaria y suficiente para que el módulo de un vector no varíe cuando se le somete a un
desplazamiento paralelo en su propia dirección es que la conexión simétrica sea la (46). Consideremos el vector
A k que al ser trasladado paralelamente cumple DA k 0 , entonces
dA k A s * srk dx r
como estamos tratando traslación en la propia dirección del vector debe ocurrir que dA k es paralelo a dx k o
bien
Ak
dx k
dt
dAk
A s A r * srk dt
donde t es un parámetro afín.
Comprobemos que si la conexión es la (46) entonces el módulo
A 2 g ik A i A k
no varía en la traslación paralela anteriormente definida. En efecto
D *g ik i k
A A g sk g s pT ir p g is g s pT k rp A i A k A r
dt
2
T ik r T kri T r ik A i A k A r 0
3
donde hemos tenido presente que D * g ik 0 y la propiedad (45).
Ahora falta comprobar la condición necesaria, es decir que si no varía el módulo la conexión es la (46) con las
propiedades (44) y (45),
DA 2
dt
Dg ik i k
A A
dt
Dg ik i k
DA 2
A A
0
dt
dt
y como D * g ik 0 entonces
D * g ik i k
A A g sk g spT i rp g i s g spT k rp A i A k A r
dt
2T ir k A i A k A r 0
como A i es un vector arbitrario, podemos tomar en primer lugar sólo uno de sus componentes distinta de cero,
primero tomamos la componente 1 distinta de 0, luego haremos otro tanto con la 2 y luego con la tercera
componente, obteniendo
T iii 0; i
(47)
a continuación tomamos dos componentes de A i distinta de cero, por ejemplo la 1 y la 2 y obtenemos
T1 12 T1 21 T 21 1 A 1 A 1 A 2 T12 2 T 212 T 22 1 A 1 A 2 A
1
2
0,
2
donde tenemos en cuenta que T11 1 T 22 2 0 , como A y A son arbitrarios, la anterior igualdad implica que
T122 T12 1 T 211 0;
T122 T 2 12 T 2 21 0
(48)
y expresiones análogas para las distintas combinaciones de las otras componentes. Finalmente tomamos las tres
componentes de A i distintas de cero
T1 23 T1 32 T 2 13 T 2 31 T 3 12 T 3 21 A 1 A 2 A 3 0
donde hemos aplicado (47) y (48). Ahora considerando (44) llegamos a la conclusión de que
T1 23 T 23 1 T 32 1 0
pues las componentes de A i son arbitrarias; por lo tanto queda demostrada la igualdad (45).
En nuestro razonamiento hemos supuesto que la conexión es simétrica, pero notemos que si le agregamos
una componente antisimétrica el teorema demostrado seguiría siendo válido, excepto que ahora la única condición que debe cumplir (46) es la (45).
Calculemos, por último, el número de funciones de las que depende la conexión (42). Hay 10 diferentes
componentes del tensor métrico, el tensor T irk tiene 64 componentes, pero por (44) se reducen a 40 y por (45)
disminuyen en 20, por tanto el número total de funciones de las que depende la conexión (43) es de 30.
En el caso que estamos considerando de que el tensor métrico es simétrico se pueden obtener nuevas
conexiones a partir de la expresión
donde Y rk p
22
* r k p L rkp Y rk p ,
es un tensor cualquiera. Un ejemplo es la conexión de Straneo
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* rk p
L rkp G rp\ k G kp\ r
donde \ k es un campo vectorial.
19.- Variación del módulo de un vector en un desplazamiento paralelo
Cuando a un vector de componentes contravariantes A r se le somete a un desplazamiento paralelo la
derivada covariante del campo resultante se anula DA r 0 , y por lo tanto sus componentes cambian, según se
vio en el epígrafe 9, por la expresión
d A r A s * sk r d x k
siendo d x k la diferencia entre las coordenadas de los puntos entre los que se desplaza el vector. Si suponemos
que no es nulo el tensor de no-metricidad, encontramos para la derivada absoluta de las componentes convariantes
del vector
DA i
D g ri A r
Dg r i A r g r i DA r
Dg ri A r
que es, en general, distinto de cero. De la anterior expresión deducimos la variación que experimentan las
componentes covariantes del vector cuando es trasladado paralelamente
d A i A s * ik s d x k D g ri A r .
Entonces cuando se traslada paralelamente un vector su módulo A 2 Ai A i cambia según
(49)
dA 2 A i A r D g ri Q ri k A i A r dx k
que es en general distinto de cero. Nótese que si el módulo de cualquier vector no se modifica cuando se realiza
un desplazamiento paralelo infinitesimal, no podemos asegurar que el tensor de no-metricidad sea nulo. De (49)
también podemos deducir que si el tensor de no-metricidad fuese antisimétrico en sus dos primeros subíndices
(una situación no física), entonces el módulo del vector no cambiaría cuando se ejecutase un desplazamiento
paralelo infinitesimal.
Tomando en (49)
dx i
Ai
ds
y si ocurre que para cualquier variación paralela su módulo es nulo entonces significaría que o bien Q rik 0 o
se cumple la propiedad cíclica
Q rik Q i kr Q k ri 0.
Consideremos el paralelogramo infinitesimal de la figura 1, definido en un espacio sin torsión, pues en caso
contrario tendríamos un paralelogramo no cerrado; d a k y db k representan las diferencias de coordenadas
entre los vértices de ese paralelogramo infinitesimal. Vamos a averiguar cómo cambiar el módulo de un vector
cuando es trasladado paralelamente a través de ese paralelogramo.
Consideremos un vector de módulo A en el punto A( x k ) y lo trasladamos paralelamente al punto
B( x k da k ) , su longitud cambiará según (49)
dA1
2
Q ri k x p A i x p A r x p da k ,
al hacer ahora la traslación de B al C el cambio de módulo será
dA2
2
Q rik x p da p A i x p da p A r x p da p db k |
Q rik x p A i x p A r x p db k Q rik , p x p A i x p A r x p da p db k
Q rik x p A,ip x p A r x p da p db k Q rik x p A i x p A,rp x p da p db k
y teniendo presente que el vector A i se desplaza paralelamente tendremos
2
dA 2
Q rik A i A r d b k Q ri k , p A i A r da p db k Q r ik A s A r * s pi d a p db k Q rik A i A s * spr da p db k
estando todas las funciones definidas en el punto x p .
La variación de módulo del vector cuando se traslada paralelamente del punto C al D será el mismo que de
D a C pero cambiado de signo
dA3
2
Q rik x p db p A i x p d b p A r x p db p da k |
Q rik A i A r d a k Q ri k , p A i A r d a k d b p Q ri k A s A r * s pi da k db p Q ri k A i A s * s pr da k db p ,
http://vixra.org/abs/1410.0160
23
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
mientras que la variación experimentada por el módulo al pasar de D a A es la misma que de A a D pero con el
signo cambiado
dA 4
2
Q ri k x p A i x p A r x p db k .
Por tanto el cambio total experimentado por el módulo del vector cuando ha recorrido el paralelogramo es
dA 2
y al desarrollar hasta el primer orden
dA 2
dA1
2
dA 2
2
dA3
2
dA 4
2
,
D p Q r i k D k Q r ip A i A r da p db k ,
donde hemos tenido en cuenta el carácter simétrico de la conexión. Si ahora introducimos el elemento de
superficie del paralelogramo infinitesimal nos queda
1
D p Q ri k D k Q ri p A i A r dS pk
(50)
2
que representa la variación que experimenta el cuadrado del módulo de un vector cuando es trasladado paralelamente por un circuito infinitesimal cerrado. Como en general la expresión entre paréntesis no es nula, el
módulo del vector cambiará al hacer la traslación. No obstante, si se cumple la igualdad
dA 2
D p Qrik
D k Q rip
entonces el vector no sufre ninguna modificación en su módulo al hacer la traslación paralela.
En el caso especial en que la geometría sea semi-métrica y por tanto
Q r ik
Qk g ri
entonces (50) se reduce a
dA
1
Q k , p Q p ,k AdS
4
pk
siempre y cuando la conexión sea simétrica.
El tensor métrico g ik
20.- Cambio de escala
característico de un espacio lo podemos poner como
g ik \ x r gˆ ik
donde gˆ ik representa un campo tensorial de iguales propiedades que g ik y \ ( x r ) es una función escalar a la
que llamaremos calibración, escala o gauge. Las componentes del tensor métrico pueden cambiar por efecto de
un cambio de coordenadas, pero también se ve alterado si hacemos un cambio de calibración tal como
\ x k o\ c x k ,
entonces el módulo de un vector que en la antigua calibración era
A 2 \ gˆ ik A i A k
pasa a tomar el valor diferente
\c 2
A O 2A2
\
donde O es una función de las coordenadas y distinta de cero.
Cuando tiene lugar un cambio de calibración el tensor métrico queda alterado. Si la nueva calibración es la
función \ c entonces el nuevo tensor métrico será
Ac 2 \ cgˆ ik A i A k
\c
\ gˆ ik O 2 g i k
\
y decimos que el tensor métrico es de peso 2, que es la potencia en la que aparece la función O. Las componentes contravariantes del tensor métrico también quedarán modificadas
g cik
\ cgˆ i k
g cik g c rk G ir O 2 g ik g c rk G ir g c rk O 2 g r k
entonces el peso de g c rk es -2. Mientras que el determinante de las componentes covariantes del tensor métrico
se transforma ante un cambio de calibración por
24
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Wenceslao Segura González
gc O 8g
siendo, por tanto, de peso 8.
Hay que observar que el cambio de calibración queda definido para el tensor métrico exclusivamente, por
tanto no podemos establecer las leyes de transformación de los otros elementos geométricos, a menos que
conozcamos su relación con el tensor métrico.
En el caso especial de una geometría semi-simétrica, el vector de Weyl cambia ante una transformación de
calibración
D g cik
D O 2g ik
2O d O g i k O 2 g i k Q r dx r
2 wO
g ci k dx r g ci k Q r dx r
O wx r
Q cr g i k dx r
entonces
2 wO
.
O wx r
Notemos que las coordenadas de un punto del espacio no cambian en una transformación de calibración,
pues solo son números que identifican al punto. Por tanto, el elemento de línea queda modificado en un cambio
de calibración por la ley
d sc O d s
es decir, tiene de peso 1, el mismo peso que tendrá el tiempo propio dW de una partícula. Definida la tetravelocidad
por
Qcr
Qr
dx k
dW
encontramos que tiene de peso –1, mientras que la tetraaceleración tendrá de peso –2.
uk
21. Transformación proyectiva
Una transformación proyectiva de la conexión viene definida por
*cik p * ik p G ipI k
donde I k es un vector arbitrario. Notemos que si la conexión no es simétrica cabe otra transformación proyectiva
dada por
*cik p * ik p G kpI i .
Frente a una transformación proyectiva el tensor de Ricci se modifica según la ley
Rcik R ik 2w i I k ,
sin embargo, la curvatura escalar R permanece invariante. Notemos que ante a una transformación proyectiva
la curvatura homotética también queda invariante.
Distinguimos otra transformación de la conexión, parecida a la anterior, y a la que llamaremos transformación lambda definida por
*cik p * ik p G ip O ,k
donde Oes un escalar arbitrario. Fácilmente se comprueba que tanto el tensor de Ricci, como la curvatura
escalar y la curvatura homotética son invariantes frente a esta transformación.
22.- El tensor de Ricci en función de los símbolos de Christoffel
Como se mostró en 18 es posible relacionar la conexión de un espacio con los símbolos de Christoffel. En el
caso de un espacio métrico simétrico la relación es dada por (37), que se puede poner de la forma
1 qk
1
g X rpq L rp k X rp k ,
2
2
en X rpq se encuentran agrupadas las componentes antisimétricas de la conexión y el tensor de no-metricidad
según aparecen en (39).
Utilizando (18) se puede poner el tensor de curvatura en función del tensor de curvatura R * k sir formado a
partir de los símbolos de Christoffel en vez de con la conexión * pq s
* rp k
R k sir
Lr pk
1
1
1
1
1
R *ksir D i* X s r k D r* X s i k X s n kW r i n X sr n X ni k X si n X nr k .
2
2
2
4
4
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25
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
Igualmente es posible poner el tensor de Ricci en función de R * si que es el tensor de Ricci construido a partir
de los símbolos de Christoffel, para lo cual se contraen los índice k y r de la expresión anterior
1 *
1
1
1
1
D i X sk k D k* X si k X sn kW ki n X sk n X ni k X si n X nkk .
2
2
2
4
4
Por ejemplo, para el caso de una geometría semi-métrica sin torsión el tensor de Ricci queda
R si
R *si
1 *
1
1
1
D s Q i D i*Q s g s i D k*Q k g si Q k Q k Q sQ i .
2
2
2
2
La contracción del tensor de Ricci es la curvatura escalar R y para el caso considerado de geometría semisimétrica es
3
R g si R si R * 3D k*Q k Q k Q k .
2
R si
R *si D i*Q s
23.- Simetrías del tensor de curvatura
El tensor de curvatura en un espacio de N dimensiones tiene N 4 componentes. Sin embargo, no todas son
independientes. Vamos a comprobar que existe un conjunto de relaciones que hacen descender considerablamente
el número de componentes independientes del tensor de curvatura.
El tensor de curvatura completamente covariante tiene las componentes
R psri
g pk R k si r
g pk * sr k,i * si,kr * s rt * ti k * si t * tr k ,
limitándonos al caso de un espacio de conexión afín simétrica, obtenemos que la anterior expresión se reduce en
un sistema localmente geodésico a
g pk * s r ,ki * si ,kr ,
R ps ri
teniendo presente que las derivadas primeras del tensor métrico son nulas por así serlo la conexión se encuentra
1
g rp ,s ,i g s r , p,i g i p, s , r g si , p, r .
2
A partir de la anterior ecuación es fácil comprobar que se cumplen la siguientes relaciones de simetría
R psri
R ps r r
R p sr i R ri ps ; R p s ri R p si r ;
R pp r i 0; R p rsi R ps ri R p ir s
0.
En el caso de un espacio tetradimensional el tensor de curvatura tiene 256 componentes, que quedan reducidas a 20 al tener en cuenta las anteriores relaciones de simetría.
En un espacio genérico el tensor de curvatura es antisimétrico con respecto a la dos últimos índices. Siempre
podemos descomponer el tensor de curvatura totalmente covariante en dos partes
R ikpq
R ik
pq
R
ik pq
Pikp q F ikpq
(51)
siendo Pikp q antisimétrico respecto al primer par de índices y F ikp q es simétrico respecto al primer par de
índices.
Cuando un vector A k es trasladado paralelamente a través de un paralelogramo infinitesimal de lados da k y
d b i , sus componentes contravariantes cambian según se dedujo en 9 por
dA r R r nik A n da k db i .
Como la superficie elemental tiene de área (epígrafe 25)
(52)
d S ij d a i d b j d a j d a i
y el tensor de curvatura es antisimétrico respecto a sus dos últimos índices, tendremos que (52) queda
A r dA r
1 2 R pnik A p A n d S ik ,
entonces como
1
1
d Ar A r
dA2 ,
2
2
la variación del módulo de un vector cuando es trasladado paralelamente por un circuito elemental cerrado es
A r dA r
dA 2
26
R pnik A p A n dS ik .
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Sustituyendo (51) en la anterior expresión resulta
dA 2
P pnik A p A n dS ik F pni k A p A n dS i k
el primer sumando es nulo por la propiedad de antisimetría del tensor de curvatura respecto a sus dos primeros
índices, entonces queda
dA 2
F pnik A p A n dS ik ,
de (50) obtenemos
1
D i Q npk D k Q npi .
2
Si nos limitamos a una geometria semi-métrica de conexión simétrica obtenemos de la anterior expresión y
de (49)
1
1
F pnik
Q k ,i Q i ,k g pn Fik g pn ,
2
2
donde hemos definido
Fik
Q i , k Q k ,i ,
lo que significa que en una geometría semi-métrica
F pnik
R qni k P qnik G nq Fik ,
donde el primer tensor del segundo miembro es antisimétrico respecto al primer par de índices (cuando están en
forma covariante) y también respecto al segundo par. La anulación del tensor Fik significa que el espacio se
puede reducir a un espacio de Riemann por un adecuado cambio de calibración y por tanto en este caso P qni k
sería su tensor de curvatura.
24.- Tensor de Einstein
Las simetrías del tensor de curvatura pueden utilizarse para obtener un nuevo tensor que tiene importante
aplicación en la relatividad general donde se toma el continuo espacio-tiempo como siendo un espacio de Riemann.
Partimos de la identidad de Bianchi (25) y la multiplicamos por g pk , teniendo en cuenta la nulidad de la derivada
covariante del tensor métrico queda
multiplicando ahora por g
pr
D m R p sir D i R ps r m D r R p sm i 0,
y teniendo presente la definición (21) del tensor de Ricci
D m R s i D i R s m D r g pr R psm i
0,
multiplicando una vez más por g si
D m R D i R i m D r R rm
0,
que se puede poner de la forma
1
§
·
D r ¨ R rm G mr R ¸ 0,
2
©
¹
a la expresión entre paréntesis se le llama tensor de Einstein, un tensor de segundo orden construido exclusivamente a partir de los tensores geométricos que definen el espacio de Riemann y que tiene la notable propiedad
de tener nula su derivada covariante. Cabe poner el tensor de Einstein en forma covariante
1
R ik g ik R .
2
25.- Volúmenes y áreas
Consideremos en un espacio genérico (que tomaremos tridimensional para concretar) un paralelepípedo
infinitesimal cuyos tres lados diferentes están formados por tres vectores infinitesimales de componentes da i ,
r
db k y dc . A partir de ellos se puede obtener el tensor antisimétrico formado por el siguiente determinante
d : ik r
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da i
db i
dc i
da k
db k
dc k ,
da r
db r
dc r
27
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
que evidentemente es un tensor por ser la suma de productos de tres vectores.
Ya hemos indicado que en el caso de un espacio con torsión no es posible obtener un paralelogramo cerrado
y por tanto tampoco un paralelepípedo cerrado. No obstante, podemos utilizar para este tipo de geometrías las
fórmulas que vamos a deducir a continuación, puesto que la diferencia de área entre el cuadrilátero cerrado que
se obtendría en un espacio con torsión y el área de un paralelogramo (como más adelante calcularemos) es de
segundo orden y por tanto despreciable. Y lo mismo ocurrirá con el volumen de un paralelepípedo.
d: ikr es un tensor que se puede poner en función de los símbolos completamente antisimétricos de LeviCivita
donde d: es la única componente de d:
ikr
d : ikr d : H ikr
distinta de cero
d : d : 12 3 da 1db 2 dc 3 ,
Téngase presente que ni d: ni H ikr son tensores, pero su producto sí lo es.
Se define el volumen del paralelepípedo formado por los tres vectores infinitesimales por la expresión
dV
g d:
(53)
donde g representa el valor absoluto del determinante del tensor métrico puesto en forma covariante.
Debemos comprobar que el volumen como es definido por (53) es un invariante, ya que su valor no debe
depender del sistema de coordenadas. Ante una transformación de coordenadas tendremos
d :c d :c 123 Ai1 A k2 A r3 d : ik r Ai1 A k2 A r3 d : H ikr A d :
donde A es el determinante de la matriz de la transformación de coordenadas.
En la transformación de coordenadas las componentes del tensor métrico cambian según
g cik B ip B kq g pq
que podemos representar como una ecuación matricial
Gc B G B ,
calculando los correspondientes determinantes se tiene
1
g,
A
donde siempre tomamos el valor absoluto del determinante. (54) se aplica en (53)
gc
2
B g
gc
(54)
1
g A d:
g d : dV ,
A
que demuestra el carácter invariante del volumen.
La fórmula (53) es generalizable para un espacio de cualquier número de dimensiones.
Para cualquier vector de segundo orden a ik se cumplirá la relación
1
ac
a,
A
siendo a y ac los valores positivos de los determinantes del tensor a i k en cada uno de los dos sistemas de
coordenadas; por tanto
dV c
g c d :c
ad:
es un invariante que es llamado volumen generalizado.
En un espacio de tres dimensiones se define el área de una superficie bidimensional a partir de un vector. De
forma similar a como hemos hecho anteriormente, definimos el tensor superficie antisimétrico a partir del determinante
qr
da q
db q
(55)
,
da r db r
donde da q y db r son los vectores que conforman el paralelogramo bidimensional cuya vector área se quiere
calcular. El vector asociado al elemento de superfice anterior es
1 pq r
dS p
' dS qr .
2
dS
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Wenceslao Segura González
En el caso de un espacio tetradimensional (como el espacio-tiempo) tenemos dos tipos de «superficies», las
bidimensionales y las tridimensionales. Las primeras vienen representadas por el tensor (55) y las segundas por
un vector. En efecto, el tensor antisimétrico volumen tridimensional del espacio de cuatro dimensiones viene
definido por
dS
pq r
da p
db p
dc p
da q
db q
dc q
da r
db r
dc r
(56)
donde, como en los casos anteriores da p , db q y dc r son los vectores que forman el paralelepípedo infinitesimal
cuyo volumen tridimensional se calcula. A partir del tensor completamente antisimétrico se puede obtener de
(56) un vector asociado a la superficie tridimensional de un espacio tetradimensional
1 pqrs
'
dS qrs .
3!
Esta expresión se puede generalizar a espacios de dimensión N cualquiera
1
dS p
' p qrs .. .. dS q rs.. . . .
N 1 !
Nos debemos fijar que para un espacio tetradimensional con métrica de Minkowski, que corresponde al
espacio-tiempo, el volumen espacial es dado por d S 0 .
En (11) habíamos definido el tensor de cuarto orden completamente antisimétrico en forma contravariante
para espacios tetradimensionales. Ateniéndonos a (54), la definición (11) de este tensor totalmente antisimétrico
toma la forma
dS
p
1 pq rs
H
,
g
de donde se deduce el correspondiente tensor en forma covariante
' pq r s
' ikmn
g pi g qk g rm g s n ' pq rs
1
g pi g qk g r m g sn
1
g
H
pq rs
pqr s
g H i k mn ,
H ikm n
g
donde H ikm n son unos símbolos con igual propiedad que los símbolos de Levi-Civita, es decir H ik mn { H ik mn .
Notemos que H ikm n no son las componentes covariantes de H ikm n . Mientras que H ikm n es una densidad
tensorial de peso 1 (ver epígrafe 35), H ikm n es una densidad tensorial de orden -1.
Con el tensor ' ikm n se puede hacer otra definición de los tensores «superficies», en el sentido de que
aparezcan con sus componentes covariantes. Por ejemplo, para el caso de un espacio tetradimensional
g p1 g q 2 g r 3 g s 4 H
dS p
1
' pqr s d S q rs .
3!
26.- Geodésicas
Pretendemos generalizar el concepto de línea recta del espacio euclídeo. La vamos a definir de dos formas
diferentes, una de ellas es estableciendo que la línea recta entre dos puntos tiene como propiedad que representa
la mínima distancia entre esos puntos extremos. La otra definición que consideramos afirma que la línea recta
tiene la propiedad de que sus vectores tangentes en cualquier punto son paralelos entre ellos.
Ambas definiciones son equivalentes en un espacio euclídeo, pero en un espacio general representan conceptos diferentes. A la curva tal como es definida por la primera propiedad antes expuesta le llamaremos curva
de menor longitud o geodésica métrica, mientras que reservaremos el término de geodésica o geodésica afín
para designar las curvas autoparalelas definidas por la segunda de las definiciones.
Nos limitamos al espacio euclídeo y buscamos la condición matemática que debe cumplir la geodésica, curva
que vendrá dada por la ecuación x k x k (t ) donde t es un parámetro arbitrario que caracteriza a cada punto de
la curva y las x k son las coordenadas cartesianas de la geodésica. Vamos a considerar dos vectores tangentes
v
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dr
dt
vk
dx k
,
dt
29
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
siendo r el vector de posición de un punto de la curva, o sea r ( x k ) ; v es un vector que no tiene el mismo
módulo en cada uno de los puntos de la geodésica a consecuencia de la arbitrareidad del parámetro t. Además
utlizaremos el vector unitario tangente
dr
dx k
uk
,
ds
ds
donde s es la distancia desde un extremo de la curva al punto considerado. Observemos que el vector u tiene
la misma dirección y el mismo módulo en cualquier punto de la geodésica.
Sea el punto P(t ) de la curva geodésica al que le corresponde el vector tangente v t , en otro punto P (t dt )
el vector tangente será
u
v t dt v t d v ,
el requisito para que ambos vectores tangentes sean paralelos es que d v sea paralelo a v . Matemáticamente
el anterior requisito se puede establecer de dos formas
dv
dv
(57)
0;
M t v
dt
dt
o sea, que su producto vectorial sera nulo o bien que sean proporcionales. La función M que aparece en la
segunda condición (57) es arbitraria y puede depender del parámetro t. Las ecuaciones (57) se pueden expresar
en función de las coordenadas
v
dv k
dv i
dv k
(58)
vk
0;
M t vk .
dt
dt
dt
Si en vez de coordenadas cartesianas utilizámos coordenadas curvilíneas, entonces habría que sustituir las
derivadas por derivadas absolutas y tendríamos para las condiciones (58)
vi
Dv k
Dvi
Dv k
(59)
vk
0;
M t vk .
dt
dt
dt
Tenemos otra forma de representar la ecuación de una geodésica, utilizando para ello el vector unitario
tangente u , que como hemos dicho es el mismo en todos los puntos de la geodésica, es decir debe cumplirse
vi
du
ds
0
o bien en coordenadas curvilíneas
Du k
(60)
0 u i D i u k 0.
ds
Las ecuaciones (57) y (58) son equivalentes y válidas en un espacio euclídeo. Ahora hacemos la generalización
y las extendemos a un espacio cualquiera, donde conservarán la misma forma. Notemos que la ecuación (57) se
puede definir en un espacio donde no esté dada una métrica, es decir en un espacio afín; no obstante, la ecuación
(58) requiere el concurso de un tensor métrico para poder definir la distancia, es por tanto un concepto utilizable
solamente en un espacio métrico-afín.
La variable t utilizada para parametrizar la curva geodésica es arbitraria, es por tanto posible elegir un nuevo
parámetro t , relacionado con el anterior por
t f t .
Al hacer el cambio de variable la derivada absoluta se transformará según
2
p
d § dx k dt ·
dx q § dt ·
k dx
*
¨
¸ * pq
dt ¨© dt dt ¸¹
dt dt ¨© dt ¸¹
dt 2
2
2
p
d 2 x k § dt ·
dx k d 2t
dx q § dt ·
k dx
*
,
pq
¨ ¸
dt dt 2
dt dt ¨© dt ¸¹
dt 2 © dt ¹
y la segunda de las ecuaciones (59) queda
Dv k
dt
d 2x k
k
pq
dx p dx q
dt dt
p
d 2x k
dx q § M
f cc · dx k
dx k
k dx
t
*
M
(61)
¨
¸
pq
dt dt © f c f c 2 ¹ dt
dt
dt 2
obteniéndose una ecuación idéntica a la segunda ecuación (57), porque si bien las funciones M y M son distintas,
son completamente arbitrarias (como lo son los parámetros t y t ).
30
http://vixra.org/abs/1410.0160
Wenceslao Segura González
La ecuación (59) se reduce a la (58), para ello es necesario que
f cc
M
fc
o lo que es lo mismo
f c exp ³ M dt .
Es decir, cuando se cumple la anterior condición el parámetro de la curva geodésica coindice con la distancia.
La condición necesaria y suficiente para que dos conexiones simétricas sean geodésicamente equivalentes,
es decir reproduzcan la misma geodésica, es que estén relacionados por
*cpq k * pqk G pk \ q G qk \ p .
(62)
Veamos que la condición (62) es suficiente. Si la sustituimos en la primera de las ecuacines (59) queda inalterbale
y si la sustituimos en la segunda ecuacióon (59) obtenemos
Sea * pqk la conexión del espacio, entonces la conexión
§
dx q · dx k
dx k
(63)
2
M
\
M
¨¨
¸
q
dt ¸¹ d t
dt
dt 2
©
y al igual que anotamos antes, aunque M y M sean funciones diferentes, al ser arbitrarias en nada afectan a la
ecuación de la curva geodésica, o sea que (63) representa la misma geodésica que la segunda ecuación (59).
Veamos que la condición es suficiente, es decir que si * pqk y *cpq k * pqk 4 pqk son conexiones que
reproducen la misma geodésica deben estar relacionadas por (62). Para que esto ocurra es necesario que
d 2x k
*cp q k
d x p dx q
dt dt
dx p dx q
dx k
M
dt dt
dt
siendo M una función arbitraria de t, entonces las geodésicas formadas por las dos conexiones son las mismas.
De la anterior expresión se deduce
4 pqk
dx p dx q d x r
dt dt d t
relación que se tiene que mantener sea cual sea dx r dt , entonces
4 pqk G ri 4 pqiG rk
0
4 pqk G ri 4 p qiG rk 4 rp k G qi 4 rp iG qk 4 q r k G pi 4 q r iG
k
p
0,
contrayendo respecto a i, r
4 pqk
1
4 rp r G qk 4 qr r G pk
5
si se define
\q
1
4 qr r
5
encontramos finalmente que
4 pqk \ pG qk \ qG pk
lo que demuestra la condición necesaria antes afirmada.
También son conexiones geodésicamente equivalentes las que se encuentran relacionadas mediante la expresión
donde Y pq k
*cpq k * pqk Y pq k
es un tensor antisimétrico respecto a los indices inferiores. En efecto
Dv k d v k
dv k
v s * sr k v r
v s *csr k v r Y srk v s v r
dt
dt
dt
pero como el último sumando es nulo por la antisimetría de Y srk entonces la derivada covariante de v k no se
modifica y las ecuaciones de las geodésicas (59) quedan inalteradas.
En un sistema localmente geodésico (ver epígrafe 6) las componentes simétricas de la conexión se anulan en
un punto dado. Entonces en este sistema de coordenadas la ecuación geodésica queda
d 2 x k ds 0
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31
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
que tiene por solución
xk
Aks B k
(64)
siendo A k y B k constantes. Para un determinado valor de k (64) corresponde a la ecuación de uno de los ejes
coordenados. O dicho de otra forma, en un sistema localmente geodésico los ejes coordenados son geodésicas.
A continuación vamos a tratar el problema de determinar la curva de menos distancia entre dos puntos dados,
lo que llamamos curva de menor longitud o geodésica métrica. Para ello vamos a considerar un espacio métrico
dotado de un tensor métrico no simétrico. El elemento de línea (26) nos permite determinar la distancia entre dos
puntos. Pretendemos determinar la ecuación paramétrica de la curva x k x k t que uniendo dos puntos dados
tenga la menor longitud.
Tenemos que determinar la función que haga mínima la distancia entre dos puntos dados A y B
B
s AB
³
B
g i k ¬ª x r t ¼º d x i d x k
³
A
g ik ¬ª x r t ¼º xc i t x c k t dt
A
B
³
f x r , xc r d t
A
donde la prima significa derivación respecto al parámetro t. Aplicando las técnicas del método variacional,
encontramos la curva extremal, que debe cumplir la ecuación de Euler
d §w f
¨
dt ©¨ w xc r
· w f
¸¸
r
¹ wx
0,
y si la desarrollamos tenemos
1 wf d f
d § wf · wf
(65)
0.
¨
r ¸
r
d t © w xc ¹ w x
f w xc r d t
En vez de utilizar el parámetro arbitrario t para describir la curva, vamos a utilizar como parámetro la propia
distancia s de cada punto de la curva al punto inicial A. Ahora tendremos
f g ik x i x k 1
donde el punto significa derivación respecto a s y la ecuación (65) queda
d § wf · wf
¨
¸
ds © w x r ¹ w x r
desarrollando y teniendo presente el valor de f queda
0,
g kr
x k g rk
x k w m g kr w m g rk w r g mk x m x k
Introduciendo las partes simétricas y antisimétricas del tensor métrico
1
g rk
x k ªw m g rk w k g rm w r g m k º x m x k
¼
2¬
Definiendo el símbolo
0.
0.
1ª
w m g rk w k g rm w r g mk º
¼
2¬
que es simétrico respecto a los dos primeros índices, entonces la ecuación de la línea de menor longitud se pone
L*mkr
g
rk
x k L*mk r x m x k
0.
(66)
L*mkr
coincide con los símbolos de Christoffel en forma covariante en el caso de que el
Debemos notar que
espacio tuviera una métrica simétrica. Entonces la ecuación de la geodésica métrica (66) tomaría la forma
habitual en un espacio de Riemann
x r * mk r x m x k 0.
Como antes hemos señalado, la geodésica no es lo mismo que la curva de menor longitud. No obstante,
cuando la conexión del espacio se puede poner de la forma
* pqk L*pqk D t G pk \ q E t G qk \ p
donde L *pq k está formada exclusivamente por la parte simétrica del tensor métrico y \ p es un campo vectorial
arbitrario, entonces ambas curvas, la geodésica y la de menor longitud coinciden, pues como hemos demostrado
las dos ecuaciones (59) quedan inalterables, excepto que ahora la conexión será L*pqk . Esto es lo que ocurre en
el espacio euclídeo y también en el espacio de Riemann, en ambos casos ocurre que D E 0 , o sea la
32
http://vixra.org/abs/1410.0160
Wenceslao Segura González
conexión coincide con los símbolos de Christoffel.
En general si la conexión se puede poner de la forma
* pqk L pqk Y pqk
donde Y pq k es un tensor antisimétrico, entonces las geodésicas afín y métrica coindicen, siempre y cuando el
tensor métrico sea simétrico.
27.- Desviación geodésica
La desviación geodésica mide la variación de la separación de dos puntos que se mueven a través de líneas
geodésicas diferentes.
Consideremos una familia de geodésicas que etiquetamos con un paramétro contínuo t. Los puntos de cada
una de las curvas geodésicas están definidos por el parámetro s.
El vector tangente en un punto s de la geodésica de coeficiente t es definido como es habitual por
§ dx k ·
¨¨
¸¸ .
© ds ¹ t
El vector desviación entre dos puntos de parametro s situados en dos geodésicas distintas es
uk
§ dx k ·
¨¨
¸¸ .
© dt ¹ s
Con la desviación geodésica significamos la aceleración experimentada por la separación geodésica entre
dos puntos que evolucionan por geodésicas diferentes y es definida por
vk
ai
D 2v i
ds 2
D § Dv k
¨
ds ¨© ds
·
¸¸
¹
§ dx j
·
dx k
D k ¨¨
D j v i ¸¸ u k D k u j D j v k .
ds
© ds
¹
Como
u k D k v i v k D k u i u k w k v i u k v s * ski v k w k u i v k u s * s ki
entonces la aceleración geodésica se pone como
W s ki u s v k ,
(67)
D 2v i
u k D k v j D j u i u j D j W ski u s v k
D k D j u i u k v j D k v j D j u iu k u j D j W ski u s v k .
ds 2
De la definición de tensor de curvatura del epígrafe 8 se encuentra que
D k D j u i D j D k u i u l R i ljk D l u iW jk l ,
donde hemos utilizado las propiedades de antisimetría de la torsión, por tanto la aceleración geodésica es
D 2v i
2
D j D k u i u k v j R i ljk u l u k v j W
ds
D j D k u i u k v j R i l jk u l u k v j W
l
jk
l
jk
D l u i u k v j D k v j D j u i u k u j D j W s ki u s v k
D l u i u k v j D j u i v k D k u j W kl j u k v l u j D j W ski u s v k
en la que de nuevo hemos usado la identidad (65). Una posterior simplificación nos lleva a
D 2v i
D
W ski u s v k
ds
ds
donde hemos aprovechado la propiedad de antisimetría del tensor de torsión y hemos tenido en cuenta que el
vector tangente de una curva geodésica cumple
2
D j u k D k u i v j R i ljk u l u k v j u j D j W s ki u s v k
R i lj k u l u k v j
Du i
0,
ds
finalmente tras un intercambio de índices obtenemos finalmente la ecuación de la desviación geodésica
u k Dku i
·
D § Dv i
W ski u s v k ¸¸
¨
¨
ds © ds
¹
R i jkl u j u k v l .
28.- Divergencia de un vector
La divergencia de un vector viene definida por
Dkv k
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w k v k v s * sk k ,
(68)
33
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
vamos a encontrar una nueva expresión más útil. Partimos para ello de la derivada covariante del tensor métrico
D r g ik w r g ik g is * kr s g sk * ir s Q ikr ,
al hacer la multiplicación contracta con g ik
1 ik
1
* sr s
g w r g i k g i k Q ikr .
2
2
Insertando (30) en (67) encontramos
* sr s
(69)
1 w g 1 ik
g Q i kr ,
g wx r 2
1
1
w r g g ik Q ikr
2g
2
al vector
1 ik
1 i
g Q ikr
Qi r
4
4
le llamaremos vector de no-metricidad. En el caso particular de que la geometría sea semi-métrica, el vector de
no-metericidad coincide con el vector de Weyl. Introduciendo el tensor de no-metricidad en la anterior expresión
obtenemos
Nr
w ln g
* srs
(70)
2N r .
wx r
Limitándonos al caso de un espacio riemanniano donde tanto el tensor métrico como la conexión son simétricas
y nulo el tensor de no-metricidad, la expresión (70) se reduce a
1 w g
.
g wx r
Por (68) y (70) la definición de divergencia de un vector para el espacio considerado queda
* sr s
gv k
1 w
k
(71)
,
(72)
g wx k
válida, en especial, para los espacios de Riemann. Para el caso general tendremos por las definiciones de los
vectores de torsión y no-metricidad
Dkv
* sk k
W s kk * ks k
Ws
w
ln g 2N r
wx r
entonces de (68)
1 w
gv k
v k W k 2N k
(73)
g wx k
que es la expresión general de la divergencia de un vector.
Si usamos la derivada covariante con arterisco, tendremos para la divergencia de un vector la expresión
Dk v
k
D k*v k
gv k
1 w
.
g wx k
Para el caso particular de una geometría semi-métrica de torsión nula tendremos para la divergencia de un
vector la expresión
Dkv k
D k* v k 2v k Q k
donde Q k es el vector de Weyl.
A partir de (70) podemos obtener una nueva expresión para la curvatura homotética
Vi r
* kr k,i * ki ,kr
2N i ,r 2N r ,i .
por tanto si se cumple
N i ,r
N r ,i
entonces es nula la curvatura homotética. Por otra parte si el tensor de no-metricidad fuera nulo, también lo sería
el vector de no-metricidad y por consiguiente sería nula la curvatura homotética.
34
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Wenceslao Segura González
Como el tensor de no-metricidad es nulo en los espacios de Riemann, también será nula la curvatura homotética
y como la conexión es simétrica entonces es válida (24), siendo nula la parte antisimétrica del tensor de Ricci.
Por tanto en un espacio de Riemann el tensor de Ricci es simétrico.
29.- Rotacional de un vector
En un espacio euclídeo tridimensional el rotacional es definido en coordenadas cartesianas por el siguiente
vector (no hacemos distinciones entre componentes covariantes y covariantes, es decir hacemos uso de coordenadas cartesianas)
A
§ wA
wA
1
H ij k ¨ k i
¨
2
© wx j wxk
·
¸¸ e i ,
¹
(74)
que es el vector dual asociado al tensor de componentes
rot A
jk
w A k w Ai
.
wx j wx k
Esto nos permite generalizar el concepto de rotacional de un vector a un espacio genérico, con sólo sustituir
las derivadas parciales por derivadas covariantes
rot A
jk
D j Ak D k A j
que en el caso de un espacio con conexión simétrica se reduce a
rot A
jk
w j Ak w k A j .
De (74) se deriva el vector rotacional
1 pjk
ro t A jk .
'
2
Si el espacio tiene más de tres dimensiones ya no es posible reducir el tensor rotacional a un vector como ocurre
en el espacio tridimensional.
30.- Gradiente
Sea I ( x k ) un campo escalar que tiene la propiedad de ser invariante ante un cambio de coordenadas, esto
quiere decir que la función I ( x k ) toma el mismo valor en un punto dado, con independencia del sistema de
coordenadas.
El gradiente de una función escalar es definido por
wI
g rad I k w kI
wx k
que se comprueba fácilmente que es un tensor covariante.
31.- La laplaciana
El operador laplaciano es definido en coordenadas cartesianas en un espacio euclídeo como
1 w2
2
w2
wx kwx k
c 2 wt 2
en el caso de un espacio genérico, la laplaciana toma la forma D k D k .
32.- Ángulos
En un espacio euclídeo el ángulo entre dos vectores de componentes d x i y dy k se define a partir de su
producto escalar
co s D
g ik d x i d y k
(75)
g ik dx i d x k g ik dy i dy k
en esta expresión se anulan los términos que contienen la parte antisimétrica del tensor métrico, es decir que el
ángulo solo depende de la parte simétrica de g ik .
Dada la propiedad que tienen los espacios métricos de permitir que en cada punto se defina una espacio
euclidiano tangente (ver epígrafe 14), es posible extender (75) para un espacio genérico.
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35
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
33.- Teoremas integrales
El teorema de Stokes en el espacio tridimensional euclídeo es
v³ A d l ³³ A d S ,
*
6
donde * es la curva perimetral de la superficie 6. En función de las coordenadas queda
v³ Ak dx k ³³
*
A
k
dSk
6
donde usamos coordenadas cartesianas y por tanto no establecemos diferencias entre índices covariantes y
contravariantes. Por las definiciones de rotacional de un vector (74) y del elemento de superficie tenemos para
el teorema de Stokes del espacio euclídeo tridimensional
1
§ w Aq
wA p ·
1
ro t A
2 ³³
6
v³ Ak dx k ³³ 2 H kp q ¨¨ w x p w x q ¸¸ dS k
*
6
©
¹
pq
dS pq ,
(76)
habiendo hecho uso de la relación
dS pq
H k pq dS k .
(76) se generaliza a una variedad genérica
1
rot A pq dS p q .
³³
26
*
Nótese que sólo en el caso tridimensional es posible obtener un vector superficie bidimensional, que es el vector
dual del tensor superficie de orden dos.
Se puede, igualmente, generalizar el teorema de Gauss, que en el caso del espacio euclídeo tridimensional es
v³ Ak dx
k
³³³ A dV w
³³ A d S
V
6
donde 6 es la superfice cerrada que engloba el volumen V. Lo anterior se pone en función de las coordenadas
wAk
³³³ w x k d :
:
w
³³ A
k
dS k ,
(77)
6
donde
1 ipq pq
H dS ,
2
notemos que (77) es un resultado formal, sin referencia a las características geométricas del espacio en que
están definidas las magnitudes implicadas. Por tanto (77) es válida en cualquier espacio con independencia de su
dimensión y propiedades.
Como se comprobó en el epígrafe 25 el vector asociado a uan superficie bidimensional es
1
1
dS k
' k . ...m n d S mn
g H k .... .m n d S mn
gdS k .
2
2
Como veremos en el siguiente epígrafe el teorema de Gauss puede formularse de varias formas en un
espacio genérico.
dS k
34.- Densidades tensoriales
Se llama densidad tensorial de un vector A k a
Ak
g Ak ,
en un cambio de coordenadas se transforma según
1
1 k r
g c Ac k
g A rk A r
Ar A ,
Ac k
A
A
donde hemos usado (53). Para el caso especial de una densidad escalar su ley de transformación es
1
Ac
A.
A
36
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Por ejemplo, H pqrs es una densidad tensorial de peso 1, puesto que por lo deducido en el epígrafe 23
pq r s
es un tensor..
H pqr s
g ' pqr s y '
El concepto de densidad se puede extender a un tensor de cualquier orden e incluso de un peso distinto del
primero, por ejemplo una densidad tensorial de segundo orden y de peso n tiene la siguiente ley de transformación
1
Ac ik
n
A ip A qk A pq ,
A
como ejemplo vemos que d : es una densidad escalar de peso -1 ya que d :c A d : .
Los índices, ya sea superior o inferior, de un densidad tensorial se pueden bajar o subir mediante la técnica
habitual del tensor métrico, por ejemplo
Air
g rk A ik
g g rk A ik
g Air .
La derivada covariante de la densidad tensorial de un vector es
1
D k gA i g w k A i * ski A s ,
2 g
para calcular la derivada covariante del determinante del tensor métrico tenemos en cuenta que
Dk A i
Dk
g Ai
Dk g A i g Dk A i
Dk g
gg
pq
D k g pq
gg
pq
Q pqk .
Por (69) tenemos
* sk s
1 w g 1
g
g wx s 2
pq
Q pq k
entonces nos queda
w k A i A s * ski A i * sks .
Dk A i
En cuanto a la divergencia de la densidad de un vector tenemos
1
Dk A k
Dk g A k
Dk g A k g Dk A k
D k gA k g w k A k * s kk A s ,
2 g
de donde se deriva
Dk A k
Dk
g Ak
wk
g A k g A kW k .
(78)
Siguiendo las mismas técnicas se calcula la derivada covariante de una densidad tensorial. Para el caso
concreto de un tensor de segundo orden covariante tendremos
D k A ir
Dk
w k A ir A sr * iks A i s * r ks A ir * lkl
g Air
que fácilmente se puede extender a otros tipos de densidades tensoriales. Si nos limitamos a la divergencia de
una densidad tensorial tendríamos para el caso de un tensor de segundo orden
D k A ik
w k A ik A sk * ski A ikW k .
Finalmente mostramos que la derivada covariante de una densidad escalar es
D k A w k A A * s ks .
Notemos que la derivada covariante de una densidad tensorial es una nueva densidad tensorial. Para ello
notemos que w k g es una densidad tensorial, en fecto
1
g g pq Q pq k
2
g . Añadir que la derivada parcial de una densidad escalar A es una
wk g
que resulta ser un vector multiplicado por
densidad vectorial
§1
·
g ¨ g pq Q p qk A w k A ¸
©2
¹
y como A es un escalar lo encerrado dentro del paréntesis es un vector covariante.
Podemos generalizar el teorema integral de Gauss (74) para el caso de existir torsión, para lo que se utiliza
(78) de donde resulta aplicando (77)
w kA
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37
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
³ Dk
³
g Ak d :
V
g A k dS k ³ g A kW k d :
V
6
³A
k
dS k ³ g A kW k d :
V
6
para el caso en que el vector A k se anule en los límites de la integración nos queda simplemente
³ Dk
gAk d :
V
³
g A kW k d :
(79)
V
que es nulo en el caso de un espacio sin torsión como el de Riemann.
Otra forma de poner el teorema de Gauss es
³ Dk A
*
k
³
dV
V
g A k dS k
6
³A
k
dS k .
6
Finalmente otra forma del teorema de Gauss se basa en la aplicacion de (73)
³ Dk A
k
³A
dV
V
k
dS k ³ v k W k 2N k d : .
V
6
Consideremos ahora un tensor de segundo orden simétrico T ik definido en un espacio de Riemann. Su
divergencia será
D k Ti
k
w k Ti k T i s * sk k T s k * ik s
w k Ti k Ti
s
1 w g
T s k * ik s
g wx s
donde se ha utilizado (66). Simplificando
g D kTi
k
wk
gT i
k
gT s k * ik s .
Analizando el segundo sumando de la anterior expresión y teniendo presente la simetría del tensor T ik
Ts k * ik s
T s k L ik s
1 k sr
Ts g
g kr ,i g i r , k g i k ,r
2
1 rk
T g kr ,i ,
2
finalmente nos queda
1
w kT i k T
2
es antisimétrico
g D k Ti k
Si ahora suponemos que el tensor T ik
D kT i
g D k T ik
wk
k
rk
g kr ,i .
gT ik g T sk * ski ,
y como la conexión es simétrica
D kT ik w kT ik ,
donde tenemos en cuenta la nulidad de la derivada covariante del determinante del tensor métrico en un espacio
de Riemann.
35.- Relaciones útiles de las densidades tensoriales
Es de interés expresar la variación de la raíz cuadrada del determinante del tensor métrico en función de la
variación de la densidad tensorial g ik
g g ik ; por (30) tenemos
G g
y como g qp g qp
1
g g pqG g
2
pq
1
1
g qpG g qp g qp g qpG g
2
2
4 entonces
1
(80)
g q pG g qp .
2
g en función de las componentes covariantes de la densidad
G g
Podemos también expresar la variación de
del tensor métrico. Para ello partimos de
G g
1
g g pqG g pq
2
1 pq
1
g G g pq g pq g pqG g
2
2
entonces
1 pq
g G g pq .
6
0 entonces D r g ik 0. En efecto, por (80)
G g
De (80) se deduce que si D r g ik
38
(81)
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Wenceslao Segura González
Dr g
1
g pq D r g
2
pq
0
entonces de
Dr
g g ik
0 D r g g ik g D r g ik
se deduce D r g ik 0. La inversa también es cierta, es decir que si D r g ik es nula entonces D r g ik también lo
es. En efecto, por (30) se encuentra que si D r g ik 0 entonces D r g 0 y por tanto D r g ik 0.
Consideremos la transformación infinitesimal de coordenadas
w xc k
wK k
wK k
k
k
k
;
,
B
G
G
|
r
r
r
wx r
wx r
wx r
entonces el tensor métrico se transforma según la ley
xc k
g ci k
y la función escalar L
x k K k ;
A rk
wK q
wK p
g
g pk
iq
wx k
wx i
L g ik cambiará según
g ik
G g ik
wK q
wK p
g
g pk
iq
wx k
wx i
§ wK q
·
·
wK p
wK q § wL
wL
g
R
g
g
¨¨
¨
¸
iq
pk ¸
i
q
qi
k
i
k
¸
w g ki
wx
w x © w g ik
¹
© wx
¹
k
donde suponemos que el tensor métrico es asimétrico. Como las funciones K son arbitrarias e independientes
entre sí entonces se deduce
GL 0
wL
G g ik
w g ik
wL
w g ik
wL
wL
g iq
g qi 0.
wg ik
w g ki
La ecuación (82) se puede extender para el caso de una densidad escalar del tipo
L L g ik
(82)
g L g ik ,
teniendo en cuenta (30)
w g
w g pq
1
gg
2
pq
y (82) toma la forma
wL
wL
(83)
g iq
g qi G qk L
w g ik
w g ki
como se puede deducir por cálculo directo. Las fórmulas (82) y (83) siguen siendo válidas si en vez del tensor
métrico tenemos cualquier otro tensor de segundo orden.
Sea L L x ik ,. ... . una densidad escalar que depende entre otros del tensor x ik , vamos a demostrar que
wL
w x ik
es una densidad tensorial de segundo orden covariante y de las mismas propiedades de simetría que x ik . La
densidad escalar se puede escribir como L
aL donde a es el valor absoluto del determinante de un determinado tensor de segundo orden a i k y L es un escalar. Consideremos una variación arbitraria del vector x i k
x ci k x ik G x i k
donde los tres tensores anteriores están definidos en el mismo punto. A consecuencia de la anterior variación
también varía L y L. Ahora bien, como L es un escalar G L , que es la diferencia de dos escalares, también será
un escalar. En cuanto a la variación de L tendremos
1
(84)
G L G aL G aL a G L
aa pqG a pq a G L
2
donde hemos aplicado (30). Los dos sumandos del segundo miembro de (84) son densidades escalares ya que
son escalares multiplicados por a , entonces GL es una densidad escalar. Por otra parte tenemos que
b ik
wL
G x ik b ik G x i k
G x ik
como GL es una densidad escalar y G x ik es un tensor de segundo orden, forzosamente b ik debe ser una
densidad tensorial de segundo orden covariante, tal como queríamos demostrar. Notemos que si x i k es simétriGL
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39
TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
co o antisimétrico entonces b ik también tendrá esa misma propiedad. Como corolario es fácil compobar que
w L w x ik es un tensor de segundo orden covariante. Este teorema que acabamos de demostrar se puede
extender para densidades escalares que dependan de tensores de cualquier orden y carácter.
Consideremos otro caso, aquel en que L L * ikr entonces
wL
GL
r
G * ikr
w* ik
como G * ikr es un tensor, entonces w L w * i kr es una densidad tensorial.
Podemos generalizar estos razonamientos al caso en que la dependencia de L sea respecto a x ,irk y w* ik p,r
o a otros órdenes de derivación, entonces
GL
wL
w* ikr, p
·
w § wL
w § wL
r
¨
¸
¨
G
*
ik
¸ w x p ¨ w* i kr, p
w x ,ikp
w x p ¨© w* i kr, p
¹
©
§
·
§
·
w
wL
w
wL
¨ ik ¸ G x i k
p ¨ i k G x ik ¸
p ¨
¨
¸
¸
wx © wx,p
¹ wx © wx,p ¹
G * ikr, p
wL
G x ,ikp
·
¸ G * ikr
¸
¹
por tanto
w § wL
¨
w x p ¨© w* ikr, p
·
¸;
¸
¹
w § wL
¨
w x p ¨© w x ,ikp
·
¸
¸
¹
son densidades tensoriales.
36.- Tensores y densidades duales
En un espacio tetradimensional asociamos a un vector de componentes covariante A m el tensor dual
también se le puede asociar a A m
A *ik l ' ikl m A m ,
una densidad tensorial dual mediante
A *ik l H ikl m A m .
donde tenemos en cuenta el carácter de densidad tensorial de los símbolos de Levi-Civita.
Para el caso en que tengamos un tensor .... antisimétrico su tensor dual es
1 ikpq
'
A pq ,
2
de donde también se obtiene una densidad tensorial
A *ik
1 ikpq
H
A pq .
2
El concepto de tensores y densidades duales se puede extener a tensores de otro orden e igualmente a
espacios de dimensiones distintas de cuatro.
A *ik
37 .- Tensor de Weyl
Buscamos un tensor de cuarto orden definido en un espacio de Riemann que tenga las mismas propiedades
de simetría que el tensor de curvatura y además que todas sus trazas sean nula. Este tensor sólo se puede
construir a partir de R i jkl , R ik , R y g ik y es llamado tensor de Weyl
C ij kl AR i jkl Bg ij R kl Cg i k R jl Dg i l R jk E g jk R i l
Fg jl R i k Gg kl R ij Hg ik g j l R Ig i l g j k R K g ij g k l R .
El coeficiente A es una constante numérica que, en realidad, multiplica a todo el resto del segundo miembro, por
lo que podemos adoptar el valor arbitrario A 1 . Los coeficientes en los que aparece B y G tienen que anularse,
puesto que al ser simétrico frente a transformaciones i o j o k o l haría que el tensor C ij kl perdiera sus
propiedades de antisimetría respecto a los dos primeros y a los dos últimos pares de índices. El coeficiente K
también es cero ya que multiplica a una expresión simétrica respecto al cambio i o j o a k o l , lo que ya
hemos dicho que no es permitido.
Para conseguir la deseada antisimetría del tensor de Weyl es necesario que se cumpla
I
40
H
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de esta forma la suma de los sumandos que contienen esos coeficientes tienen las adecuadas propiedades de
antisimetría. Por tanto el tensor de Weyl queda
C ij k l
R i jkl Cg ik R jl Dg i l R j k Eg j k R i l Fg j l R i k Hg ik g j l R Hg il g jk R .
Al igual que para el tensor de curvatura, también el tensor de Weyl tiene dos contracciones posibles C iikl y
C i jki ya que todas las restantes o coinciden con las dos anteriores o son sus opuestos. Vamos a exigir que las
dos contracciones anteriores se anulen. Al aplicar este requisito se encuentra
donde hemos tenido en cuenta que
las siguientes dos identidades
R iikl
C D E F 0.
V kl 0 . De la segunda contracción del tensor de Ricci se deducen
1 C 4 D F 0;
E H 4 H 0,
donde tenemos en cuenta que el tensor de Ricci no puede ser proporcional al tensor métrico. Al imponer la
condición
C
ij kl
C ji kl
se encuentra
C
E;
D
F ,
C ijkl
C ijlk
y finalmente por la condición de antisimetría
tenemos
C D; E F .
Reuniendo todas las relaciones encontradas hallamos que los coeficientes tienen que ser
1
1
1
1
1
; D ; E ; F
; H
2
2
2
2
6
donde suponemos que el espacio es de cuatro dimensiones. Con estos resultados el tensor de Weyl en forma
completamente covariante es
C
1
1
g ik R jl g il R jk g jk R il g jl R ik g i l g jk g ik g jl R .
2
6
Si el espacio tuviera N dimensiones el tensor de Weyl sería
C ijkl
C ij k l
R i j kl
R i jkl
1
1
g i k R jl g i l R j k g j k R il g jl R ik
g il g j k g i k g jl R .
N 2
N 1 N 2
donde N es la dimensión del espacio que tiene que ser mayor que 3.
El tensor de Weyl en forma mixta C i jkl tiene la propiedad de ser invariante conforme, es decir que no se
altera si se realiza la transformación conforme definida por
g cik O 2 g i k
donde O es una función escalar de las coordenadas. Por esta invariancia a C i jkl también se le llama tensor
conforme de Weyl.
38.- Unidades
Las coordenadas contravariantes de un punto del espacio no son más que etiquetas para su identificación.
Estas coordenadas representan un concepto previo a la métrica, es decir que no están relacionadas con la
distancia, concepto este último que requiere la introducción del tensor métrico. Por tanto, las coordenadas
contravariantes de un punto del espacio no tienen unidades físicas.
No obstante, el elemento de línea de un espacio si tiene unidades, pues representa la distancia. Se trata de
unidades de longitud, que representamos genéricamente por L. Entonces el elemento de línea ds tiene de unidad
L, lo que significa que el tensor métrico en forma covariante debe tener la unidad L 2 ; sus componentes
contravariantes tienen la unidad L 2 y el determinante obtenido de las coordenadas covariantes tiene la unidad
L 2 N , donde N es la dimensión del espacio.
La conexión afín es adimensional, como fácilmente se puede comprobar a partir de la definición de derivada
covariante. Por tanto el tensor de curvatura R k si r , el tensor de Ricci R si y la curvatura homotética V i r son
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TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
también adimensionales, puesto que dependen de la conexión o de sus derivadas respecto a las componentes
contravariantes, que como antes hemos dicho son adimensionales. Pero la curvatura escalar R por depender de
las componentes contravariantes del tensor métrico tiene la unidad L 2 .
Sin embargo, las componentes covariantes de las coordenadas tienen de unidad L 2 , pues se construyen a
partir de las componentes covariantes del tensor métrico.
Por lo dicho queda claro que un tensor puede tener una u otras unidades según venga expresado por coordenadas covariantes o contravariantes.
Para completar digamos que el tensor de torsión W is k , el vector de torsión W i y el vector de Weyl Q i son
adimensionales. El tensor de no metricidad Q ikp tiene la unidad L 2 y el volumen L N .
Lo expuesto anteriormente está relacionado con el cambio de calibración, que se interpreta como un cambio
en la definición de la unidad de longitud. Las magnitudes que son adimensionales, tales como la conexión o el
tensor de Ricci en forma covariante, no son alteradas cuando se hace un cambio de calibración. Sin embargo
magnitudes como el tensor métrico en forma covariante o la curvatura escalar, que tienen unidades cambiarán
cuando se realice un cambio de calibración.
39.- El vierbein
En cada punto del espacio-tiempo siempre podemos elegir un sistema de coordenadas K caracterizado por
tener la métrica de Minkowski K ik al menos en el punto elegido. Sean [ k las coordenadas de un punto en ese
sistema y x P las coordenadas del mismo punto respecto a un sistema general de coordenadas. La cantidades
definidas por
w[ m
(85)
wx P
se le llaman vierbein (del alemán «cuatro patas») o tetrad. Nótese que utilizamos letras latinas para identificar
las coordenadas del sistema libremente cayendo, a las que llamaremos coordenadas Lorentz y las letras griegas
las reservamos para las habituales coordenadas del espacio.
Respecto a un cambio de coordenadas, el vierbein se transforma como un vector covariante. En efecto, sea
la transformación
e Pm
xc P
x P xQ ,
frente a este cambio de coordenadas el vierbein se transforma según
w [ m w [ m w xQ
w xQ m
eQ
w xc P w x Q w xc P w xc P
lo que muestra su carácter de vector covariante. Esto significa que podemos entender el vierbein como cuatro
vectores covariantes, donde el superíndice (o índice latino o de Lorentz) nos numera a cada uno de los cuatro
vectores y el subíndice (o índice griego) nos identifica las cuatro componentes de cada uno de los vectores.
Como la transformación de coordenadas [ m [ m x P es invertible, existirá el inverso del vierbein, definido
como
ecPm
e mP
wx P
w[ m
tal que
e mP e Pn G mn ;
e mP eQm G QP .
El elemento de línea entre dos puntos infinitesimales respecto a las coordenadas del sistema K es
(86)
ds 2 K mn d[ m d [ n
puesto que entendemos que hay diferencias infinitesimales entre los tensores métricos asociados a puntos a su
vez también infinitesimales; introduciendo el vierbein
ds 2 K mn e Pm eQn dx P dx Q
g PQ d x P d x Q ,
entonces se encuentra la relación entre el vierbein y el tensor métrico
g PQ e Pm eQn K mn
(87)
démonos cuenta que existen 10 componentes independientes del tensor métrico (por su simetría), mientras que
son 16 las componentes del vierbein. O dicho de otra forma, el vierbein nos determina el tensor métrico pero no
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ocurre al contrario.
Dado un vector A P podemos contraerlo con el vierbein
Am
e Pm A P
que tiene como efecto el reemplazar el vector por un conjunto de cuatro escalares coordenados, que representan las componentes de un vector Lorentz. La misma operación se puede hacer con vectores covariantes y con
tensores de cualquier orden. Para el caso especial del tensor métrico tendremos
g mn e mP e Qn g PQ e mP e Qn e Pp eQqK pq K mn .
El sistema de coordenadas K no es único, siempre es posible hacer una transformación de sus coordenadas
tales que el nuevo tensor métrico siga siendo el de Minkowski, es decir
K mn / mp / nq K pq
esta es la transformación de Lorentz de la relatividad especial.
Frente a transformaciones de Lorentz el vierbein cambia como un vector contravariente
ecPm
w[cm
w[ n w[cm
/ nm e Pn
wx P
wx P w[ n
y en general un vector Lorentz contravariante se transformará por la ley
Ac m / nm A n .
Nos encontramos, por tanto, con dos tipos de vectores (y en general de tensores), aquellos que se transforman por la ley usual cuando se produce un cambio en las coordenadas del espacio y que llamamos vectores (o
tensores) coordenados, cuyas componentes vienen identificadas por índices griegos. Además se encuentran las
vectores Lorentz, que son escalares ante transformaciones de coordenadas pero cambian como vectores cuando hay una transformación en las coordenadas de Minkowski.
40.- La conexión spin
La derivada covariante de un vector Lorentz se define de forma similar a como se estableció para la
derivada covariante de un vector coordenado (epígrafe 2), exigiendo los siguientes requisitos:
a) La derivada covariante de un vector Lorentz D P V m es un vector Lorentz contravariante y un vector
coordenado covariante.
b) La derivada covariante de un vector Lorentz se define por la regla
D PV
m
w P V m V sZ P ms .
(88)
Z P ms
es llamada la conexión spin cuya ley de transformación obtendremos más adelante.
donde
c) La derivada covariante de un vector Lorentz cumple la regla de Leibnitz de derivación del producto.
d) En el caso de un campo escalar f se cumple
DP I w P I .
La condición a) nos permite determinar la regla de transformación de la conexión spin cuando hay una
transformación Lorentz. En efecto, el caracter de vector Lorentz de la derivada covariante implica que debe
transformarse según la ley
m
c
n
wP /m
/ sp V p Z cP
nV
m
s
DP V
DcP V c m
/ mn D P V
n
(89)
desarrollando el primer miembro
m
n
s
p
V nw P / m
n / n w PV / p V Z cP
m
s,
mientras que el segundo miembro de (89) es
n
s
n
/m
n w PV V Z P s ,
igualando ambas expresiones se obtiene la ley de transformación de la conexión spin ante transformaciones de
Lorentz
Z cP
m
q
/ 1
p
q
/ mn Z P n p / 1
p
q
w P / mp .
Nótese que ante transformaciones de coordenadas genéricas la conexión spin debe transformarse como un
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TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
vector covariante. En efecto, dada la transformación
dxc P
AQP dx Q
dx Q
B QP dxc P
es fácil ver que la conexión spin se transforma como
Z cP
m
p
B QP Z Q
m
p.
Las condiciones c) y d) nos permiten obtener la derivada covariante de un vector Lorentz puesto en forma
covariante y en general, la derivada covariante de un tensor Lorentz. Por ejemplo
D PTn m
w P T n m T n sZ P ms T s mZ P s n
Nos encontramos ahora con dos tipos diferentes de derivadas covariantes, la anteriormente definida, que da
lugar a la conexión spin y la habitual derivada covariante coordenada D PV Q cuya definición exige la conexión
afín, que sigue poseyendo sus propiedades habituales. Es posible mezclar ambas derivadas, algo que ocurre
cuando se trata de la derivada de un tensor que tiene tanto componentes Lorentz como componentes coordenadas (es decir, índices latinos y griegos). Por ejemplo
D PT Q m
w P T Q m T Q sZ P ms T D m * QDP .
En un espacio de Riemann la derivada covariante del tensor métrico es nula. Esta propiedad permite expresar la conexión afín en función del tensor métrico y sus primeras derivadas. Algo similar se puede hacer con la
técnica del vierbein. Si se impone la condición de nulidad de la derivada covariante del vierbein
D P eQm 0 (89)
entonces es posible relacionar la conexión spin con la afín y como ésta última se puede expresar en función del
vierbein, será posible expresar la conexión spin en función del vierbein y sus derivadas primeras. Debemos
advertir que la condición (89) no la hemos deducido sino la hemos impuesto, y naturalmente cabe la posibilidad
de una geometría en donde (89) no se cumpla. Notemos también que (89) implica que la derivada covariante del
tensor métrico es nula, pero la afirmación inversa no es válida. La razón se encuentra en que D P g D E 0
implica cuarenta ecuaciones, pero (89) son 64, dado que el tensor métrico tiene 10 componentes independientes
y el vierbein tiene 16.
Al desarrollar (89) se encuentra la relación entre ambas conexiones, la spin y la afín
ZP
m
p
e Qp w P eQm e Qp e Dm * Q P D .
(90)
Si nos limitamos a espacios de Riemann, la conexión afín coincide con los símbolos de Christoffel, de tal
forma que esta conexión se puede poner en función del vierbein, para lo cual usamos (87) conjuntamente con la
definición de símbolos de Christoffel
* QP D
LQPD
1 D
e s w P eQs w Q e Ps
2
1
K rqK sn e rD e qE ªeQs w P e En w E e Pn e Ps w Q e En w E eQn º ,
¬
¼
2
que al sustituir en (90) da
Z P mp
1 Q Em
ep e
C EP Q CQE P C PQE ,
2
(91)
(92)
donde se ha definido
C EP Q
e E n w Q e Pn w P eQn .
Como es nula tanto la derivada covariante del tensor métrico como la derivada covariante del vierbein, por
(87) también debe ser nula la derivada covariante del tensor métrico de Minkowski
DP K mn
0
w P K m n K sn Z P s m K ms Z P s n
0
de donde se deduce la antisimetría de los índices latinos de la conexión spin
Z P nm
Z P mn .
41.- Tensor de curvatura en función de la conexión spin
La derivada covariante de un vector Lorentz no es conmutativa y al igual que en la derivada covariante de
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vectores coordenados, el conmutador de las derivadas covariantes está relacionada con el tensor de curvatura,
ahora expresado en función de la conexión spin.
Sea V m un vector Lorentz, vamos a calcular el conmutador
ª¬ D P , DQ º¼ V m
D P DQ V m DQ D P V m ,
teniendo presente
D P DQ V
m
m
w P DQ V
DQ V sZ P ms D D V m * QP D
y que
DQ V m
w Q V m DQ V sZ Q ms
entonces después de algún cálculo se obtiene
donde R msPQ
ª¬ D P , DQ º¼ V m R msPQ V s D D V mW P Q D
es el tensor de curvatura en función de la conexión spin definida por
R msP Q
y W PQ
D
w P Z Q ms w Q Z P ms Z Q r s Z P mr Z P r s Z Q mr
(93)
es el tensor de torsión definido en función de la conexión afín
W PQ D
* PQ D * PQ D .
Cabe definir otra derivada covariante de vectores Lorentz por
Dm
e mP D P .
al desarrollar el conmutador
Dm, Dn V r
Dm Dn V r Dn Dm V
r
se obtiene un nuevo el tensor de curvatura pero ahora puesto en función del vierbein
Dm, Dn V r
R r smn V s S mn p D pV
r
donde el tensor de torsión en función del vierbein es definido por
S mn p
eQp ª¬e mP D P e Qn e nP D P e Qm º¼ e mP e Qn e Dp W PQ D ,
mientras que el nuevo de tensor de curvatura con todos sus índices latinos es
R r smn
e mP eQn R r sPQ ,
(94)
al desarrollar el tensor de torsión comprobamos que viene dado solamente en función del vierbein, de sus
primeras derivadas y de la conexión spin, en efecto
eQp ª e mP w P e Qn e Qs Z P sn e nP w P e Qm e Qs Z P sm º .
¬
¼
Nos encontramos con tres tensores de curvatura, dos de ellos dados en función de la conexión spin, R r sQP y
r
R mns relacionados por (94) y el tercero R V DPQ se obtiene por la conexión afín según se expresa en (16). Este
último está relacionado con los anteriores, como ahora vamos a demostrar. Para ello sustituimos en (93) la
expresión (90), encontrándose
S mn p
R r sP Q
e Ds e Vr R V DPQ
de donde se deduce la relación
R r smn e mP e Qn e Ds eVr R VDPQ .
Es posible definir el tensor de Ricci en función del vierbein por la relación
R sm
R r smr
e mP e Qr e Ds e Vr R VDPQ
e mP e Ds R VDPV
e mP e sD RDP .
Igualmente se define una curvatura escalar en función del vierbein R c , que también se puede relacionar con
la curvatura escalar del espacio
Rc K sm R s m K sm e mP e Ds R DP
g DP RDP
R
donde R es la curvatura escalar del espacio en función del tensor métrico.
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TEORÍA GENERAL DE LA CONEXIÓN AFÍN
En orden a obtener invariantes que puedan servir para formular densidades lagrangianas, vamos a calcular el
determinante del vierbein. De (87) entendida como una expresión matricial, se calculan los determinantes,
encontrándose
e
g
donde e y g son los determinantes del vierbein y del tensor métrico y donde se entiende que tomamos siempre
sus valores positivos.
Bibliografía
Todos los libros de Relatividad General dedican su parte inicial a una descripción de la geometría diferencial,
especialmente centrada en los espacios de Riemann. La mejor fuente para el estudio de la geometría noRiemanniana se encuentra en los artículos en los que se investigan las teorías de campo unificado o las generalizaciones de la teoría de la gravitación. A continuación relacionamos una breve bibliografía escogida por la
especial claridad con la que están expuestos sus contenidos.
-POPLASWKI, Nikodem J.: «Spacetime and fields», arXiv:0911.0334, 2009.
-SCHRÖDINGER, Erwin: Space-Time Structure, Cambridge University Press, 1991.
-LICHNEROWITZ, A.: Elementos de cálculo tensorial, Aguilar, 1972.
-TONNELAT, Marie-Antoinette: Les théories unitaires de l’electromagnétism et de la gravitation, GauthierVillars, 1965.
-EDDINGTON, A. S.: «A Generalisation of Weyl’s Theory of the Electromagnetic and Gravitational Fields»,
Proceedings of the Royal Society of London; Philosophical Transactions of the Royal Society 99 (1921)
104-112.
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