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Una voz disonante en la
época del desencanto
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Fredric R.Jameson: de la crítica literaria,
al análisis cultural del capitalismo tardío
Rosalva Aída Hernández Castillo *
ste ensayo intenta hacer una
semblanza crítica de los
principales planteamientos
teóricos de Fredric R. Jameson,
uno de los más reconocidos críticos literarios marxistas de los Estados Unidos. A pesar de que Jameson inicia su canera en la
literatura, obteniendo su doctorado en Letras Francesas en la Universidad de Yale, sus aportes a
las ciencias sociales l o ubican
como uno de los principales analistas de la cultura en el capitalis-
IZTAPALAPA 33
EXT RAORDINA~CIDE 1994.F
P 129-140
mo tardío. Su trabajo ha sido
poco traducido al español, a excepción de algunos artículos y
entrevistas (1986a, Machín, 1991)
y su libro The Political Unconscious,publicado en España con el
extraño título de Documenros de
cultura, Documentos de barbarie
(1989). Este recorrido por su
pensamiento teórico intenta aportar nuevos elementos a i debate
sobre el posmodernismo como
corriente teórica-política y como
lógica cultural.
* Investigadora del Centro de InvestijJkciones y Estudios Superiores en Antropología
Social, Unidad Sureste (CIESAS-SURESTE) y estudiante de doctorado en el Departamento
de AnIzopología de la ilniversidad de Stanford.
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Rosulvu Aúiu Hernhdez Castillo
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Jameson, reconocido por algunos como el teórico
de la posmodeniidad,nos habla de la g1obaliz;tciónde
la economía, la tercera etapa del capitalismo caracterizada por Ernest Mande1 como capitalismo multinacional o capitalismo tardo.’ as fronteras caen, el
capital no tiene nombre ni nacionalidad, llega a cada
uno de los rincones que se habían mantenido relativamente al margen de su influencia, desde el inconsciente hasta las comunidades agrarias
La primera página de The New York Times anuncia
‘The Dream o f Land Dies Hard in México”, el ejido
se privatiza. se anuncia el fin de la distribución agraria, de los créditos gubernamentales para campesinos,
de los subsidios para insumos y comercialización.
Quien desee mantener su tierra debe enfrentarse a las
leyes del mercado y competir conwa los grandes productores. Los conceptos modernización, producuvidad. tecnificación, rentabilidad, son parte del discurso neoliberal que anuncia estos cambios. Paralelamente, el Tmtado de Libre Comercio propone ah.&
Ins puerias de México a la inversión extranjerd. ¿Serán estos capitaies sin nombre los nuevos latifundistas del México “moderno”?
Un campsino de Telpmcingo, Morelos, señala:
‘ ;,N o sirvió de nada la revolución? ¿Para qué mUn6
toda esa gente? Nadie puede quitarnos nuestra tierra,
n< siquiera el presidente”.2 No se ha enterado del fin
de los metipdiscursos.
Mientras que los postestnictumlstas rechazan cuaiquier concepto de totalidad, la derecha neo-liberal se
consolida y su visión globalizadora se materializa en
el capital. Dentro de las ciencias sociales críticas en
los Estados Unidos los conceptos de voces múltiples
(multiple voices), sujeto descentrado (&scentred sub-
ject), anti-escencialismo (anti-essenrhlism),construcción cultural (cultural construction), enire otros, hegemonizan el campo académico; para entrar a él bay
que conocer las reglas del juego, conceptos como
clase social, sistema, identidad, dependencia, no son.
por supuesto, parte del nuevo “paradigma”. Jameson
conoce las reglas del juego y las utiliza para dar una
explicación marxista a los orígenes del nuevo diseurso posmodernista:
Las insatisfacciones con el conceptode totalidadjcaracteristicas de la teoría posmodernista A.H.]no son u11
pensamiento en sí mismo, sino un síntoma significativo
de l
a dificultades que existen en el contexto hit6rico
actual para establecer interrelaciones en una sociedad
cada vez más complicada. (Jameson 1988a:356).
’
La propuesta teórica de Jameson, no obstante cier-
tas ambigüedades y silencios que analizaremos a continuación, resulta especialmente sugerente por sus
implicaciones políticas, en una é p a en que la relativización teórica ha llevado en muchos casos a la inercia y a la desmovilización.
POSMODERNISMO EXPRESI~NDE UN NUEVO
MOMENTO DO W M INACIÓN EN EL CAPITALISMO
TAKDfO
A Jameson le preocupa la globalización de l a economía, pero aborda su análisis desde un aspecto históricamente relegado por el marxismo ortodoxo: la cultura.
En 1984 publicó uno de los primeros análisis marxistas del posmodemismo, titulado “Postrnodernisni,(ir
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Una voz disonanre en 1u épocu del desencaiito
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the Cultural Logic of Late Capitalism”: cuyas ideas
profundiza en el libro con el mismo título publicado
cinco años más tarde.
En estos dos trabajos Jameson analiza la lógica
cultural que caracteriza a esta tercera etapa del capitalismo, como un medio para entender las nuevas formas de dominación y expansión del capital. Su atención
se centra en l a cultura por l a creciente importancia
que ésta ha adquirido en la reproducción del sistema.
Retomando el concepto acuñado por la arquitectum,caracteriza al conjunto de estas nuevas expresiones culturales como posmodernismo y ubica sus ongenes en los años sesenta a partir del debilitamiento
del movimiento modernista. Sin embargo, el posmodernismo no es considerado por Jameson como una
nueva moda o un estilo artístico opcional, sino como
el resultado del desarrollo histórico del capitalisnio.
Como tal no debe juzgarse éticamente, no se trata de
aceptarlo o rechazarlo. sino de entenderlo y analizarlo
desde una hermenéutica dual.
Esta lógica cultural se manifiesta en l a creación de
un nuevo espacio social a través de la arquitecturay un
nuevo tipo de producción estética Caracterizadopor la
superficialidad, el debilitamiento de la historicidad e
intensidades de nuevo cuño. Se boman las fronteras
entre la “alta” cultura y la cultura de “masas” surgiendo el bricoluge o pustiche.
Para Jameson, los objetos de arte en el posmodernismo se han convertido en mercancía, se han vuelto
superficiales. Los ‘Zapatos campesinos” pintados por
Van Gogh son la expresión de un contexto más amplio, que incluye las condiciones de vida de su dueño,
mientras que los del pintor posmcdernista Andy Warhol “Zapatos de polvo de diamante” son la imagen del
fetichismo de l a mercancía. La producción cultural en
el posmodernismo se ha diversificado en busca de
mercados, pero a la vez ha perdido su profundidad:
Ahora la producción estética se ha integrado a la producción general de bienes: la frenética urgencia económica por producir nuevas líneas de productos de
apariencia cada vez más novedosa a ritmos de cada vez
más rápidos, le asignaahora una función y una posición
estructural esencial a la innovación y a la experimentación estética (Jameson 1986a:144).
L a falta de profundidad no es sólo metafórica sino
que se expresa en una arquitectura de grandes superficies que parecen suspendidas en el aire, cuyo volumen no puede reconocerse a simple vista, cdUSdnd0
un efecto visual y experiencial en los individuos.
Todos estos cambios han tenido consecuencias en
la acciún política, el cambio social pierde importancia
para los nuevos sujetos posmodernistas al desaparecer
el sentido de la historia. Jameson seaala al respecto:
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...el espacio en vez del tiempo es signiticante para 110souos porque ahora lo que nos rodea es un ininenso
espacio corporativo, un espacio corporativo edificado.
Todo es urbano, la agricultura ocupa el siete por ciento
de la fuerza obrera nacional, mnclio más reducida en los
países más viejos, tradicionaies. Por esto, en algún sentido, estamos enfrentados con la desaparición del tiempo
en el sentido del sentllniento de transfomci6n social,
y por la omnipresenciade un espacio que ahora parece
estar en su lugar y ser imposible de cambiar (Machin
199 1 :16).
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Kosulvu Aida Uemández Castilin
La s experiencias del individuo en la posmodernidad estan dominadas por las categorías de espacio y
no de tiempo, fenómeno que a nivel de la producción
teórica se manifiesta en una crisis de la historicidad.
La superticididad caracteristica del posmedemismo está relacionada con una ruptura en la cadena de
signiticmtes; ya el mensaje no consiste en la simple
relación entre significante y significado, convirtiéndose la esquizofrenia en el estilo domioante. Los objetos de arte se caracterizan por su diferenciación
interna y no pcx su unidad. Paralelamente el sujeto
histórico se ha convertido también en un sujeto frdgmentado, con identidades múitiples. La alienacióncaracterística de las fases anteriores del capitaiismo ha
sido sustituida pm la fragmemación y el descemamiento del sujeto
Este a d i s i s de las expresiones artísticas que caracterizan al capitalismo multinacional nos deja con
muchas iiiterxogantes. Jameson centra su atención en
caracterizar al posmodernismo y no& dice muy poco
de la manera en que éste se relaciona con el desarrollo
capitalista. AI lector le loca la tarea de reconstruir la
relación que existe entre la nueva lógica cultural y el
desarrollo de los medios de comunicación. la desvalorización del concepto de propiedad, la fragmeniacih
de los procesos produciivos, el opacamiento de las
relaciones de producción y la pérdida de impartancia
del Estado-Nación en el desarrollo del capitdismo
Por otro lado, no termina de convencernos de que
el posmodernismo es la lógica cultural dominante.
¿No podriamos hablar mejor de una forma cultural
emergente que caracteriza a ciertos sectores de las
sociedades capitalistas? En un pais como los Estados
Unidos. en donde las minorías ya son mayorías, exis-
te toda una serie de manifestaciones culturales que no
responden a la caracterizaci6n hecha por Jameson.
Estas expresiones arüsticas son consideradas s610 maginalmente como el “Tercer Mundo” que existe al
interior del ‘‘Primer Mundo”
. .La tendencia totalizadora de lo pomodemo siempre
permite un espacm para framas diversas de cuítum
coutestaíarias: las de loa gr upos marginaies o las de los
lenguajes radicalmente distintos,residuales o emergentes. La exfstencm de estas farnits culturaies es posibilitada por el desarrollo desigual del capifaüamo tardío; el
h e r Mundo produce un Tercer Mundo deuiro de sí
mismo, a partu de sus propm dinámicas i nt anas. En
ate sentido, el pasniodemismo es exclusivamente una
dominantecultural.AI descflbslo como hegemonía cultural no queremos decir que se irate de una homogeneidad masiva y uniforme, sino que precisamente hacemos
referenem a su coexistencia con otras fuenas hemogewas y contestatarias, las cuales tiende a subsumir e
incorporar (Jameson 1990 159)
Sin cuestionar el impulso homogeneizador del capital del que nos habla Jameson, su caracterízaciónde
otras formas culturales no posmodernistas,como “reSidudkS” subestima Ia capacidad de resistencia de los
grupos subalternos
AL ser cuedonado sobre el contenido de clase del
posmodernismo (Keilner 1989), Jameson acepta que
es parte del “estdo de vida” o “expresión de la conciencia” de una nueva fracción de clase, la nueva
pequeña burguesía que denomina “yuppies” y argumenta. “ Esta identiticación del contenido de clase de
la cultura posmoderna, no impbca que los ‘yuppies’
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Una voz disonante en la época del desencanto
se hayan convertido en una especia de nueva clase gobernante, o en un ‘nuevo sujeto histórico’, sino simplemente que sus prácticas y sus valores han articulado
un paradigma ideológico y cultural dominante muy
útil para este estadio del capital. De hecho muchas
veces sucede que las formas culturales prevalecientes
en un periodo histórico particular no son determinadas por los principales agentes de la formación social
en cuestión... io esencial es que esa culturalideología
articula el mundo de la manera más útil para el capital, o en formas que pueden ser funcionaimente reapropiadas” (Jameson 1989a: 41). ¿Por qué es precisamente esta clase emergente y no otra la que logra
hegemonizar el campo cultural? ¿Por qué las clases
dominantes “no necesitan (o no pueden)”(Jameson
1986a:151) imponer su discurso, y no obstante continuan modelando las estrategias económicas? Estas son
algunas de las preguntas que quedan sin respuesta.
Aunque el interés de Jameson se centra en la cultura posmoderna global, él reconoce que ésta se encuentra vinculada a la sociedad norteamericana y la
considera una expresión interna y superestnictural de
un nuevo momento de dominación militar y económica de los Estados Unidos (Jarneson 1986a). ¿Cómo
conceptualiza entonces las formas culturales que surgen en otros espacios geográficos y que no responden
a esta lógica posmoderna? Para empezar no son el
centro de su interés y probablemente las caracterizaría de una manera similar a su conceptualización de
las expresiones marginales y residuales, existentes al
interior de la sociedad estadounidense.
En los pocos textos en que se refiere a estas manifestaciones culturales las engloba todas en los conceptos de “Segundo” y ‘Tercer Mundo” (1986b, 1988b)
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que han sido muy criticados desde diferentes perspectivas.
En su inteds por reconocer la especificidad histórica de la producción literaria en los países socialistas
y en otros paises de Asia, África y América Latina,
Jameson trata de recuperar el concepto de “otredad’
diciendo que lo que unifica a estas producciones literarias y las diferencia del “Primer Mundo” es que
todas confrontan la misma amenaza extema:
...todas ellas tienen algo en común: pero lo que las une
no es alguna caracterfstica o propiedad que hace a todas
las culturas del Tercer Mundo de alguna manera comparables enire sí, sino el hecho de que todas ellas comparten o confrontan una situación externa similar, que
es simplemente la tendencia unificadora que produce la
amenaza del capitalismo global. (Jameson 1988b2)
En otras partes ha caracterizado como fuerza unificadora del “Tercer Mundo” a la experiencia de colonialismo e imperialismo (Jameson 1986b). Aijaz
Ajrnad (1986) seiiala al respecto que Jameson caracteriza al “Primer”y “Segundo” mundos a partir de su
sistema económico y al “Tercero” a partir de su “experiencia”, conceptualización que lleva implícita la
divisón entre quienes hacen la historia y quienes sólo
la “experimentan”, es decir sólo son sujetos de la
historia. En su deseo por reconocer las diferencias y
no extrapolar su teoría sobre el posmodemismo aotras
realidades,Jameson termina exotizandola literatura del
“Tercer Mundo” haciendo generalizaciones como que:
Yo quiero argumentar que todos los textos del Tercer
Mundo son necesariamente alegóncos de una forma
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Hosalva Aída Hemández Castillo
muy específica: todos pueden ser leídos como alegorías
nacionales, inclusive cuando, o mejor dicho especialmente cuando, desarrollan formas occidentales de represmtación como la novela (Jameson 1986b67)
Aijaz Ahmad da varios ejemplos en donde la producción literaria de la India no tiene absolutamente
nada que ver con UM alegoría nacional, centrándose
en confiictos de género o entre castas. De igual forma
en la producción literarka latinoamericana podemos
encontrar múltiples ejemplos de trabajos que no podrían ser caracterizados como alegorías nacionales.
Este deseo por enfatizar la diferencia de o@osprocesos Iiistóricos a través de la producción literaria
connasta con cierto determinism0 histórico que reproduce al presentar al capitalismo tardío como un
mal necesario:
[Hay que 1Retomar de Marx la propuesta de desarrollar
una reflexión pasitiva y negativa al mimo tiempo y
alcanzar un modo de pensar que sea capaz de aprehender
de manera simultánea los rasgos funestos del capitalismo y SU extraordinario y iibexador dinanllsmu, en una
nusma reflexión, sin acentuar ninguno de los dos juicios. Entender al capitalismo tardío como una catastrofe
y un pmgreso (Jameson 1986a:lm).
¿.Nose trata de U M actitud similar a la asumida por
algunos partidos comunistas latinoamericanos que
propugnaban lanecesidad de proietarización del campesinado como un paw necesario para su “liberación”?
Tal vez la fuerza arrolladora del capital hace parecer ingenua cualquier propuesta de tratar de conducir
l a historia por otros rumbos que no sean los del capi-
talismo multinacional, pero el dar por hecho que este
es el destino de todos los pueblos y que la lucha hay
que darla a su interior aprovechando su “dinamismo
liberador”, descalifica otras visiones del mundo que
se han desarrollado fuera de los países industrializados y que consideran que aun es posible decir no al
capital.
Recapitulando, podrfamos decir que a pesar de la
críticas que se le pueden hacer a los planteamientos
de Jameson, sus escritos aportan elementos para com e r un nuevo espacio cultural que se está construyendo en el capitalismo transnacional. Aunque se pueda
cuestionar el carácter dominante del posmodernismo
como lógica cultural, no se puede negar su existencia
y su fuerza ideológica y utópica. Asimismo las duda
sobre la capacidad del capitalismo multinacional de
alcanzar todos los rincones del planeta. no niegan l a
existencia misma de ese riesgo.
Jameson no se limita a presentarnos un panorama
desalentador de esquizofrenia. ahistoricidad, heterogeneidad y globalización, sino que nos propone Una
serie de herramientas teóricas para confrontar la nueva situación posmoderna.
CONCEPTOS TOTALES FRENTE
A ECO N O M ~ A SULOBALES
El postesuucturalismo francés’ y posteriormente el
posmodernismo norteamericano vinieron a cuestionar la visión marxista del pder, vinculada al Estado
y a las eStrUCNrilS de dominación del sistema capitalista. El poder se convirtió en algo casi metaffsico que
se encuentra en todas las esferas de la suciedad y
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Una voz disonante en 10 época del desencanto
que todos padecemos y ejercemos. La d t i c a a la
esencialización de los grupos sociales ha sido llevada
al extremo por algunos teóricos posmodernistas,que
no sc han limitado a señalar su carácter de constrncción social, sino que han negado la existencia misma
de cualquier colectividad. El interés por reconocer la
diversidadha priorizado en estos análisis la heterogeneidad por sobre la unidad.
Ante este panorama, los escritos de Jameson ¡mumpen en el campo académico posmodernista como una
herejfa al reivindicar la importancia del concepto de
fordidad. Ir6nicamente trata de construir un sistema
para explicar la negación de todo sistema, la heretonomia. Su señalamiento principal es que sin una concepción de totalidad social no es posible pensar en un
proyecto político. Ch n o poder hablar de capitalismo, si
el concepto mismo de capital es totalizador y sistémico:
...Nadie nunca ha visto o conocido la “cosa”en sí inisma
[al capitalismo A. H.];
es el resultado de una reducción
científica (y es obvio que el pensamiento científico
sicmpre reduce la multiplicidad de lo real a modelos de
menor escala) o es la construcción de una visión imaginaria e ideológica. Pero vamos siendo serios al respecto:
cualquiera que crea que la ganancia y la lógica de la
acumulación de capiral no son parte de las leyes fundamentales de este mundo, y crea que ést a no establecen
límites y barreras absolutas para el cambio social y
las transformaciones que éste conlleva, esta persona
está viviendo en un universo alternativo... (Jameson
1988a:354).
Jameson relaciona la negación del concepto de totalidad con la crisis de representación característica
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del posmodernismo. A la vez que los medios de comunicación nos saturan con imágenes, se ha perdido
l a habilidad para representarnos l a globalidad. El rechazo a conceptos totalizadores como el de modo de
prroducción, es resultado de la universalización del
capitalismo “Donde todo es sisthico, la noción misma de sistema parece perder su razón de ser...” (Jameson 1989a:39).
AI reivindicar la idea de totalidad, Jameson se refiere más que nada a la necesidad de poder establecer
relaciones entre diversos fenómenos. Para poder transformar la realidad es necesdo poder construir un
imaginano social amplio en contraposición a cientos
de imaginarios locales.
Es en este sentido que propone la utilización del
concepto de mapas cognitivos, que ha definido como
una nueva estética que permita organizar el espacio
posmoderno y facilitar la comprensión del nuevo
campo cultural y sociopolítico, para así poder desamollar estrategias políticas globales. Este concepto
aparentemente tan central dentro de la concepción de
praxis política de Jameson es bastante ambiguo. Él
mismo l o define como algo “misterioso” o aun “ininiaginable”,pero en su esfuerzo por esclarecerlo nos dice
que los mapas cognitivospueden se considerados como
una síntesis entre el concepto de ideología aithuseriano “La representación imaginaria de la relación del
sujeto con sus condiciones reales de existencia” (Jameson 1988a: 353), y el de mapa geográfico de Kevin
Lynch. En su libro The I m age offheCity Lynch señala que al pedirles a varias personas que dibujaran su
ciudad encontró que el grado de alienación urbana es
proporcional a la imposibilidad de mapear sus ciudades, de l o cual Jameson deduce que “la incapacidad
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Rosulva Aidu Hemclndez Castillo
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de mapear socialmetite es tan paralizante para la experiencia política como lo es para la experiencia urbana la similar incapacidad de mapear espaciatmente.
De esto se deduce que una estética de mapeo cognitivo es parte integral de cualquier proyecto político
socialista” (I bidem :353).
Los mapas cognitivos les pasibilitarán a 10s individuos situarse como sujetos de clase frente al heterogéneo mundo posmodernista. Su trazado requiere de
la coordinación de los datos existenciales con las concepciones no vividas abstractas de la totatidad geográfica. Otras veces Jameson simplifica su defiición
y señala que no son más que otro concepto para referirse a la conciencia de clase:
Los mapas cognitivos no son en realidad om cosa que
un código para refeiinios a La @nciencia de clase: sólo
que e1 concepto señala la necesidad de una conciencia
de clase de un nuevo tipo no imaginado hasta ahora, ya
que debe dar cuenia de una nueva espacialidad implfcita
en lo posmodemo (Jameson 1989a:45).
En el concepto de mapa cognitivo se encuentra
implícita la reivindicación de l a clase para sí como
fuerza organizativa en el capitalismo tardío. AI menos que los nuevos movimientos sociales asuman su
posición al interior del sistema y su estrategia frente
a6 1 -lo cual sólo será posible si logran imaginarlo a
través de mapas cognitivos- ,sus luchas podránir más
allá del espacio I &al j i I ogritr una verdadera aansformación social.
ESTRATEGIASF’OLfTICAS
EN ELCAPITALISMO TARDfO
La globalización de la economía ha cambiado sustancialmente l a relación entre el obrero y los medios de
produccih.La desaparicióndel trabajo especializado y
la movilidad del capital posibilita que los empresarios
abran y cierren fábncas en respuesta a cualquier demanda o presión de los trabajadores. Una maquila en
Ensenada, Baja California, se cierra a la primer amenaza de huelga y se abre al día siguiente en Filipinas,
dejando miles de desempleados.
La producción en serie y la nueva tecnología permiten la sustitución inmediata de cualquier obrero y
reducen al mínimo el proceso de capacitación. Ante
estos hechos, las organizaciones gremiales de traba-
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Una voz disonante en la época del desencanto
jadores han perdido su fueaa política. Es en este sentido que algunos teóricos posmodemistas postulan la
desaparición de las clases, refiriéndose por supuesto
a la clase para sí, y su sustitución por los llamados
“nuevos movimientos sociales”.
Jameson caracteriza a estos movimientos como un
fenómeno posmodernista y relaciona su surgimiento
con la colectivización institucional de la vida contemporllnea:
...Después de un largo periodo de individualismo, de
atomización social y de anomia existencid,la organizaci6n y la colectivización de los individuos son entendidas mejor a través de la vi& cotidiana: es decir, ya no
en el espacio de trabajo o de las corporaciones, sino
mediante las nueva estructuras de los grupos contestatarios y dc los “nuevos movimientos sociales”... (Juneson 1990:321)
¿Es realmente que estos nuevos movimientos sociales surgen con el posmodemismo o es que la academia había centrado su interés en el estudio de las
clases ignorando la existencia de otras formas organizativas? Me parece que los nuevos movimientos sociales surgen como objeto de estudio con el posmodernismo, pero su origen es anterior a los años sesenta, década en que Jameson ubica la ruptura con el
modernismo. Se podría afirmar que el capitalismo
multinacional ha creado nuevos espacios para su desarrollo, pero considero demasiado arriesgado negar
su existencia e importancia previa.
Jameson señala que en el capitalismo tardío el concepto de grupo sustituye al de clase, y todo el mundo
“representa” a varios grupos a la vez. Esta situación
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se encuentra directamente vinculada a la necesidad de
nuevos mercados paw nuevos proouctos. El piuraiismo
de la sociedad norteamericana debe SBT considerado
también como una necesidad del capital de alcanzar a
los diversos sectores y promover el consumo:
Los grupos emergentes pueden ser considemdos como
nuevos mercados para nuevos productos, como nuevos
interlocutores para las imágenes comq&dcs.,.$Jq POdemos entender las cuotas de minodas’ prineipaimente
como asignaciones de segmentos de tiempo telev&ivo?
¿Y nQes la elabowción de nuevos productos especificamente dirigidos a ciertos grupas culfuraies, el mayor
reconocimiento que una sociedad capitalista pueda dar
a sus ”otros”?Finalmente, ¿no dependela 16gicamisma
del capitaiismo de la igualdad de derechos para consumir,como alguna vez dependió del trabajo libre asalariado o de UM serie de categorías jurídicas aplicables a
todos por igual? (Jameson 1990325).
Anticipándose a las críticas que esta afirmación le
puede traer, Jameson caracteriza dos posiciones igualmente problemáticas frente a los nuevos movimientos
sociales. La de los denominados “posmodernistas cínicos”, que los consideran un simple producto del
capitalismo más puro, y la de los “populistas radicales”. que los ven como nuevos “agentes de la historia”
que surgen en oposición al sistema a partir de victo+as locales. Jameson señala que esas dos posiciones
hacen referencia al dilema entre agencia * y sistema,
y advierte que ambas perspectivas deben ser vistas
como complementanas,si consideramos que la agencia sólo es posible dentro de los límites de la esúuctura: “La gente hace su historia, pero no en las condi-
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KosulvuAiúa Hernández
ciones que ella misma elige” (Jameson 1989a:41).
Sin embargo, advierte que este debate entre voluntarismo y determinismo, ugencia y estructura, s61o tiene vigencia cuando se piensa el cambio a nivel absoluto y pierde peso cuando nos centramos en las luchas
lociiles.
Sin tratar de desestimar l a importancia de las luchas reivindicativas de los diferentes sectores de l a
sociedad, Jameson considera que éstas sólo cobran
trascendencia si logran articularse a luchas globdes:
La política funciona únicamente cuando estos dos niveles pueden ser coo~dinados;de otra forma se convierten.
por un lado, en luchas abstractas desestructuradas y
IAciImente burocratizadas por y en tomo al Estado o en
una serie interminable de pleitos de vecindario, cuya
“negativa infiuidar surge con el posmodemismo, donde es la única forma de hacer política que queda (Jamesi i n
1990330).
Ai hacer una crítica de la visión foucauitiana de l a
“micro-pokftica”, Jameson advierte que hay una especie de euforia por una permanente revoluciún “metafísica” que ha surgido en compensación por la imposibilidad de hacer poiítica “totalizadora”. Pero l o que
se ha perdido en estas micro-luchas es l a dimensión
económic& l a visión de sistema, que no logra enfrenlarse exclusivamente a nivel local.
Esta crítica ha sido rechazada por algunos posmodernistas que consideran que una alternativa política
a l a idea de totalidad es la de establecer alianzas. El
considerar a cualquier colectividad como un grupo
heterogfxeo no riecesariamente implica negar su existencia (aunque algunas posiciones posriiodernistas sí
Castillo
lo hagan), sino que se puede percibir como un espacio
de alianzas. Por otra parte los mapas cognitivos pueden ayudar no a desarrollar una visión necesariamente globalizadora, sino “co-aiicional” (codifionally):
AI pensar el mundo “co-alicionalmente” -P.e. al mapemlo cognitivamente desde diferentes ángulos en im
espacio siempre cambiante- este modelo niega una
sola manera de ser del mundo... si nuestro modelo cognitivo del mundo no fuera toializador sitio co-aiicionlil,
entonces existirían posibilidades cle imaginar estrategias políticas de alianzas como agentes de una pemianente revolución (Radhaknshnan 1989:326).
Radhakrishnanutiliza la Coalición Arcoiris (Rairrbow Coolition),encabezada por Jesse Jackson, como
un ejemplo del tipo de práctica política que se puede
desmollar a partir de un nuevo imaginario social bdcado no en totalidades sino en alianzas.
Sin embargo, Jameson responde que l a propuesta
de Jackson es unir múltiples subjetividades (subjecfpositions) a partir de l a situación común que comparten como clase trabajadora. Para establecer alianzas
es necesario tener un objetivo común y éste tiene que
ver con una visión globd compartida del mundo.
L a diferencia básica entre los argumentos de Radhakrishnan y otros teóricos posmodernistas y l a de
Fredric Jameson es que los primeros han deshechado
l a posibilidad de un cambio revolucionaxio y concentran su atención en los cambios posibles al interior del
mismo sisienia (que en la mayorta de los casos no es
concebido como tal), mientras que Jameson sigue
preocupado por l a posibilidad de un cambio radical
que afecie las raíces mismas del capitalismo.
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Una voz disonante en la época del desencunio
Aunque no desarrolla su concepción de la sociedad
socialista, sabemos que ésta es parte de su proyecto
polftico. De momento considera que estamos pasando
por una etapa de transición entre dos etapas del capitalismo en la que la economía se esta reestructurando
a nivel global y asimismo las formas organizativas,
mienwas que está surgiendo un nuevo proletariado
internacional de formas que aún no podemos imaginar. Los nuevos movimientos sociales deben vincularse en una lucha global, para lo cual es importante
reconstruir el imaginario social.
Jaiiieson, como intelectual, ha asumido la tarea te&
rico-plítica de conocer y analizar el nuevo panorama
a través de lo que ha caracterizado como una hermenéuticapositiva y negativa al mismo tiempo. Es decir,
un análisis de la nueva lógica cultural que considere
su misión ideológica de legitimar la estructura de poder (hermenéutica negativa), pero que a la vez considere su fuerza utópica como afirmación simbólica de
una forma de unidad colectiva histórica (hermenéutica posiliva) (Jameson 1989b).
Por otra parte, está la tarea de desarrollar una nueva estética que posibilite la reconstrucción del imaginario social en esta época de fragmentación y esquizofrenia. La importancia de Jameson en esta época de
desencanto reside fundamentalmente en haber iniciado con sus escritos la búsqueda de “un nuevo modo
aun inimaginable de representación, mediante el cual
podamos comenzar de nuevo a aprehender nuestra
ubicación como sujetos individuales y colectivos y
recuperar nuestra capacidad de actuar” (Jameson
1986a).
139
NOTAS
*
4
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6
7
8
Las otras dos etapas están constituidaspor el capitalismo de
mercado y el monopólico.
“The Dream of Land Dies Hard in Mexico”. in The New
York Timesvol. CXLI, núrn.48 797. noviembre 27,1Y91.
Todas las citas correspondientesa textos en inglés incluidos
en la bibliografía son traducción mía. Se trata de una traducción de contenido y no l i t d .
Publicado en español por Casa de lasAméricas en 1986.
Para la explicación de la hamenéutica propuesta por Jameson ver el apartado ”Estrategias poiíticas en el capitalismo
tardío“ en el presente trabajo.
A través de los trabajos pionnos de Michel Foucault (1970,
1972).
Del inglés minority quotes, que es un concepto que surge a
partir del establecimiento de la Acción Mimativa en los
Estados Unidos como resultado de la lucha por los derechos
civiles de la población de color. Las cuota8 de minorías
hacenreferenciaaunacantidadestablecidadegentede color
que debe ser contratada en empresas o aceptada en universidades. En términos generales las cuotas de minorías hacen
referencia a unamayorparticipación de la población de color
en el mercado de trabajo y en la sociedad civil.
Traducción literal del concepto agency que hace referencia
a la libertad que los individuos tienen de optar dentro de los
I únit es estructurales que el sistema les inpone.
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