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yrofundidad la música ya no es yrivilegio de los entendidos. Cracias a las
grabaciones en coffi?act-disq que dan exactamente el tiempo de audición en cada rnoDisfrutar
en
mento, es posible seguir ?aso a Faso el mundo de sensaciones que el autor quiso transrnitirnos, indicandq seguftdo a segundo,.frase ffiusical a frase mus¡cal, qué está diciendo el
comfositor en cada momento. La GUÍA DE AUDICIÓN que se incluye en este libro facilitará este Acercamiento a la música: está Vensada fara ser leída al mismo tiempo que
disco. Los números que figuran al comienzo de cada párrafo corresponden al
tiempo de audición que señala el lector de comyact-disc.* Así escuchada, la música adquiere unA nuevA dimensión y nos permite un disfrute desconocido.
se escucha el
*
No todos
los
lutores de ompact-disc enViezan a leer la música al mismo tiempo. Puede haber un desfase de algún se-
gundo. Usted deberá tener en cuenta
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este
desfasq si
es 4ue exisrc.
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HISTORTADT
LA MUSICA
indice
INTRODUCCIÓN
HISTORI,AY CULTUM
BroGMrÍAS..............
Cabriel Fauré..........
Hugo Wolf ..........
CUÍADE AUDICIÓN
Gabriel Fauré: Sonata para violín y piano en la mayor op. 13
Hugo Wolf.: Cuarteto de cuerda eft re menor ..
POLE,MICA
Mrlsica pura y música de programa.................
ANTOLOGÍ¡,.......................
Paul Verlaine: Arte yoético
Stéphane Mallarmé: La siesta de un fauno.
DIVAGACIÓN SOBRE EL TEMA
Vidas paralelas....
7
9
22
22
25
27
27
OD
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43
43
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LOS
46
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Introducción
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plena irrupción nacionalista (musical y política), dos jóvenes compositores siembran semillas nuevas; por distintas razones, no recogerán la
cosecha, pero no por ello son menos apasionantes aquellos esbozos.
Fauré es, en 1875, todavla profundamente romántico: algunos recuerdos de la pasión y la violencia de Schumann tiñen su obra; sin embargo, su paleta de tonos pastel responde al deseo impresionista de Verlaine
por una mrlsica que tuviera "no el
colo4 sino sólo elmatiz, el matiz que
entrelaza el sueño al ensueño". Su
nueva concepción del tiempo musical anuncia la forma cíclica luego desarrollada por César Franck, y la longitud de sus temas, prácticamente
sin equivalente en la época, participa
en la proustiana busca del tiempo
perdido. Sus repentinas escapadas en
góndola, a ritmo de barcarola, su delicado perfume habanero, son otras
de las características que tentarán a
Ravel y Debussy.
Hugo Wolf es hoy apreciado
por sus numerosos y magnlficos Lieder; sin embargo, una obra prácticamente desconocida, su único Cuarteto de cuerda, ilustra una de las tendencias fundamentales de la mírsica del siglo XIX, la atracción -o la repulsiónpor la tierra incógnita de la atonalidad. Beethoven Ia rcza en su Novena
sinfonía, Bruckner inicia su exploración en el cuarto movimiento de su
Novena sinfonía,pero la deja sin acabar en los años 1BB0; Liszt da el paso radical en sus últimas obras y hasta afirma su descubrimiento: escribe una
Bagatela sin tonalidad. WoIf, como Satie, "nace demasiado ioven en un
mundo demasiado viejo": a pesar de su edad, vislumbra el nuevo mundo;
pero, es justamente su corta edad la que le impide ser consciente de su visión. Un cuarto de siglo más tarde Schoenberg tomará el relevo. Los manes de Beethoven y de Wagner acompañan el nacimiento del Cuarteto de
Wolf; pero pfonto la obra deriva: pierde el rumbo del ritmo en un mar ora
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Ccor ges Seunt: La pand a.
Museo Metropolitanq Nueva York.
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agitado, ora calmo, sigue las corrientes de una armonía caótica. Por ello,
puecle ser considerado como el precursor clel expresronismo: no l-la
podido desarrollar orgánicamei-rte su obra hasta sus últimas consecuencias, la atonalidad. Y así Io revela la crta colocada ei-lla cabecera de la partilura. llctt t ttt t, t, r/cbcs r( tt It ttc i tI t.
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Historia y Cultura
HISTORIADE
LA MUSICA
I-r Morrarquía dual, corno
también sc conocía a la
tunión austro-húngarar tuvo
en el últirno medio siglo cle
su histolia cl carácter de un
Estado en perpetuo conflicto cou las distirrtas nacionaliclades
T
I-ra
cos, polacos, ucranianos,
unidad política del Imperio austro-húngaro ocultaba, hacia la segunda mitad del siglo XIX, un rompecabezas en tensión, que estallaría finalmente de modo sangriento con la primera guerra mundial. Toda la época
está marcada por la larga presencia en el trono de Francisco José I
(1848-1,91,6), que se vio forzado a comenzar su reinado con el
aplastamiento de la revolución liberal y burguesa del48, lo que a
fin de cuentas, en el plano internacional, no era sino el ahanzamiento del dominio austriaco sobre el resto de las nacionalidades. Late en los decenios subsiguientes el problema suscitado
por éstas, por los conflictos entre las lenguas y las culturas diferentes. En1,867 se reorganiza la monarquía bajo una forma dual,
en la que Austria y Hungría son teóricamente iguales en fuerza
y derechos. Esta solución bicéfala provocó el especial descontento de los pueblos checos: Bohemia, Moravia y una zona de
Silesia pasaron a ser provincias de Austria, mientras que
Eslovaquia formaba parte del territorio húngaro. El problema
más grave del Imperio acabó siendo la cuestión checa, porque
era la nacionalidad más vigorosa, que deseaba prerrogativas semejantes a
la húngara; los intentos por estructurar el Estado como una federación,
promovidos en la década de 1870, fracasaron al fin en 1,879. La distribución política y territorial se mantuvo sin alteraciones hasta 1918. Ahora
bien, otra cuestión de la máxima trascendencia para el curso de los acontecimientos en el último cuarto del xx
fue la respuesta al interrogante de qué
estado iba a hacerse con la preeminencia del conglomerado de países, principados, confederaciones y nacionalidades del área germánica. Esto se decidió
en tB66 en la guerra entre Austria y
Prusia y sus respectivos aliados, cuando el Imperio sufrió una derrota catastrófica en Sadowa (Sadová en checo),
a manos de la implacable maquinaria
militar
que lo irrtegraban.
Austriacos, alernanes, che-
por Otto von
htingaros, eslovacos, rumanos...
Francisco fosé [, emperadorde Austria.
Schenbrunn, Viena.
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batalla de Sadowa,
iulio de 186Q, en un grabado
popularde la época.
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mafck. Ouedaba así expedito el camino de la unidad alemana, a costa de
una reofganización a la baja de la Monarquía dual, que iniciaba su decadencia.
capital del Imperio, el reinado de Francisco José I supuso reformas urbanísticas de largo alcance. Al final de la década de 1850 se había
pfeparado ya un plan de organlzación que en lo fundamental seguía el reparto de grandes espacios de París y Múnich. En 1857 se derribaron las viejas murallas medievales y el nuevo dibujo de la ciudad quedó sellado por
un amplio paseo circular, elRing (anillo), bordeado pol macizos bloques de
edificios, muchos de ellos con oficinas
públicas. La estética dominante es de
dor Stidtwoliorona.
un eclecticismo extremo, que toma
elementos de decoración y hasta constructivos de las diversas épocas de la
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historia de la arquitectura. No dejan
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de darse obras interesantes, como la
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neogótica Votivkirche (1869) de Hein$
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rich von Ferstel, la Academia de Bellas
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Artes (1876), con exterior renacentis.*,j
ta e interior helénico, de Teophil van
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Hansen, arquitecto que en el Parlag
mento (1883) se decantó totalmente
por un estilo neogriego.
A finales de siglo se produio una
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Vista dc la l\ingstrassc dc Vic¡ra.
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reacción frente a toda esta monumentalidad, de la que saldría uno de los
movimientos principales del modernismo europeo. Articulaba la nueva arquitectura el grupo Sezession, cuya pequeña sede destaca en el Ring, en torno a las obras de Otto Wagner, Friedrich Olbrich y Adolf Loos.
El acontecimiento más importante dentro de la pintura austriaca
fue la irrupción de la obra de Gustav l(imt (1,862-191,8), miembro fundador de Ia Sezession, pero sus primeras obras importantes se fechan a partir
de 1890. En ellas supera el artista el anticuado género histórico y se sustrae
a la influencia del impresionismo francés, incluso a costa de cierto decorativismo y la eliminación de la perspectiva y simulación de profundidad en
el cuadro.
La reanimación de la literatura austriaca hay que situarla en un momento tardío para la época considerada
aquí, hacia la década de 1890 y primeros
años de 1900, con los escritos de Arthur
Schnitzler, que en Anatol (1893) plasma
una versión neurótica del mito de Don
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Juan, probablemente uno de los ejemplos más tempranos de la presencia de
enseñanzas del psicoanálisis de
Sigmund Freud en las letras vienesas.
Fuera de este cuadro debe quedar Hugo
von Hoffmansthal, cuyos poemas y
obras de teatro son el espejo -tardíaü
mente expresado- de la crisis social y política vivida por el Imperio.
El París de los años 1875-1876, que son los de composición de la
Primera sonata para violín y piano de Gabriel Fauré, es el otro centro urbano
de referencia cultural para el continente europeo de esa época. Los acontecimientos históricos inmediatamente anteriores supusieron convulsiones
y cambios drásticos en la organización política del país. El imperio de
Napoleón III, sumido en múltiples contradicciones entre autoritarismo e
intentos de reformas democráticas, entró en crisis en IB70 y se lanzó al
abismo de la guerra con Prusia. Consecuencia inevitable de la ineptitud de
los generales franceses fue la derrota de Sedan, eI2 de septiembre, ocasión
en la que e'l mismo emperador cayó prisionero. El día 4 se proclamaba la
República en París; el armisticio del 28 de enero de 1B7I dejó un campo
sembrado para la lucha interna entre conservadores y revolucionarios, que
al fin se zanjó con los sucesos de la Comuna de París, del IB de marzo aI27
de mayo de 1,871. La ciudad fue tomada por eI eiército francés, según las
órdenes del jefe del ejecutivo, Louis Adolphe Thiers, y se siguió una atroz
HISTORIADE
LA MUSICA
La Viena cle fin de siglo, la
Viena de Freud, cle Mahler,
de Schoenberg, es también
la Viena de Ia .S]¿'z¿.ssro¿ movimiento fundado en 7897
por urr grupo de artistas, en-
tre los que destacau el pintor Custav Klirnt y los ar-
quitectos
Otto
Wagner,
Olbrich, Hoffmann y Loos.
Tenía su propia sede, el palacio de la Sezession, en cuya
fachada podía leerse: "A cada época su arte, al arte su libertad".
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La Comuna de Parfs: cadáveres
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Historia y Cultura
Francia vive, en la época que
nos ocupa, la derrota napoleónica frente a las tropas
prusianas en la batalla de
Sedán (1870), con la consiguiente caída del emperador
y
proclamación de la III
Repriblica. En la primavera
del airo siguiente, republicanos radicales socialistas
descontentos con el consernueva
vadurismo de
Asamblea Nacional se levan-
y
la
tan en Parfs (abril, mayo
1791) y son víctimas de una
feroz represión: 15.000 comuneros muertos, 20.000
procesados, ejecución o de'
portación de los cabecillas.
matanza. La constitución republicana deIB75, de marcada tendencia conservadora, trataba de restañar todas estas heridas, pero habiéndose asegurado antes que el movimiento socialista tardaría años en recuperarse' De
hecho, sólo en 1BB4 se aprobarla la ley que legitimaba la creación de sindicatos obreros.
Una nueva literatura respondía a la situación de la sociedad surgida
de todos estos acontecimientos; se trataba de la cofriente naturalista ,7UQ,
apartándose del romanticismo, ya caduco, buscaba describir la realidad tal
cámo era. El gran autor de este estilo fue Émile Zola, que llevó a cabo el
gran esfuerzoliterario de plasmar la época del segundo imperio, como decenios atrás había hecho BaIzac con respecto a la restauración borbónica
en la pefsona de Luis XVIII, la revolución de 1830 y la monarquía burguesa
de Luis Felipe. Precisamente en 1876 aparece La taberna, la primera obra
maestra deZola, en la que se narra, casi con una exactitud de científico, la
disolución inevitable de una familia de los barrios bajos de Parls. La novela
tuvo un gran éxito, pero alavezse vio rodeada de una fuerte polémica y
un gran escándalo. Desde luego, no fue la menor de las causas de la enorme difusión de esta obra que su primera publicación fuese bajo la forma de
folletín, con lo que se potenciaba que alcaízase a extensas capas de la población. La precisión zoliana tiene tal vezsu máxima expresión enCermi-
Edouard Manet:
Rctrato de Stéphane Mallarmé.
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nal (LBBS), donde se describe la durísima vida de los mineros con un
detallismo que no elude las descripciones más duras de un sufrimiento
sin aparente redención
posible.
Toda la reflexión teórica, previa al
trabajo de ficción, queda reunida en
L879 en los artículos en torno al tema de La novela exyerimental. Un
poco antes, en L877, se constituye
en torno aZola el grupo de escritores naturalistas del que formaban
parte Maupassant, Huysmans y
Alexis. Uno de los más ambiguos
en sus relaciones con el naturalismo fue, sin duda, Cuy de Maupassant, cuya febril producción -unos trescientos relatos y seis novelas en seis
años- fue segada por problemas mentales. Ambientes sórdidos, tratamientos irónicos y hasta incursiones en lo sobrenatural lo apartan del
planteamiento realista inicial.
Otras formas de literatura presentes en la escena francesa están más
cerca del realismo zoliano, especialmente las novelas de los hermanos
Edmond y Jules Goncourt, que, tras comenzar con libros sobre arte e historia, acceden a la ficción como un subproducto de sus intereses por los
conflictos que se daban en la sociedad francesa de su tiempo. Nace así la
novela documental, nutrida de un detallismo extremo que busca como
objetivo dar una vida verosímil a
las escenas que se suceden en la na-
rración.
HISTORIADE
LA MUSICA
Surg,e asÍ cn Francia uua
nucva literatura que, alejacla
del ya caduco ro¡nanticismo, intcnta leflejar la realidacl sin tapujos. É.nrile Zola
es el impulsor de esta corriente naturalista. a la que
se
adscriben escritores corno
Cuy cle Maupassant (c¡ue
más tarde seguiría otros de-
rroteros más personales),
v Alexis.
Frangois Nicolas Agustin Feyen-Pcrrin:
Rcnato al
óleo
dc Cuy
de
Á4auydssaut.
Castillo de Vcrsallcs, Irancia.
Mención: Ciraudon-lndex.
Edmond y Jules Concourt.
A la muerte de Jules,
Edmond prosiguió con su empeño
literario, dando a luz historias descarnadas, como la que se ofrece en
EIisa (1,877), cuyo tema es el de una
prostituta encarcelada por asesinato, o Los hermanos Zemganno (1879),
centrada en la vida del circo. Esta
novela apareció en traducción castellana en 1891,, en una versión debida a Emilia Pardo Bazán, escritora
que había frecuentado el famoso
salón literario de los Goncourt.
13
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listoria ,' Cultur¿t
l.os hcnnanos
(,ot-tcottrt.
c¡uc llc,,,an cl rcalisno z-r¡lia-
r)o a cxtrcl)ros tlclct¡tncnla'
lcs (y ur-ra tlc cuyas novclas
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l:nrilia l'arrlo llaz¿ín. (lt¡s
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o
Sté¡rhant:
Mallarmó sou aleul)os (lc los
cscritorcs quc ocuparl talntrió¡r la csccna cultu¡al [tatr
ccsa en los años c¡uc ac¡trí
analizamos.
Custavc Haubcrt.
Cf
aude
Monct: \Vat* l.illi*.
Por completo aparte debe colocarse el arte literario de Custave
Flaubert, que, en los años que nos
ocupan, se encuentra redactando la
novela inacabada Bouvard y Pécuchet
(edición póstuma de 1BB1), cruel retrato de la estupidezburguesa en las
figuras de dos escribientes de grandes
ambiciones, pero únicamente capaces
de copiar lo que otros ya han hecho
antes. En poesía, se cumple un proyecto muy distinto del realismo de la
novela; así, Stéphane Mallarmé buscó
alcanzar algo que él llamaba la nesencia que se encuentra más allá de las cosaso. Limitándonos al plano artístico, es todo un logro de esta etapa el poema La siesm de un fauno (1'87Q, cargado de sensualidad y onirismo, que inspiró a Debussy la pieza orquestal
homónima.
Como una forma de realismo pictórico -paralelo al de las letras- debe tenerse el movimiento del impresionismo, cuya primera exposición tuvo lugar en París, del 15 de abril al 15 de mayo de 1874. Ciertamente, por lo
que se preocupan los artistas acoSidos a esta escuela no es por la reproducción milimétrtca de los obietos de su estudio, sino por diseccionar los procesos de la visión, las percepciones, los cambios producidos de acuerdo con
Calc¡ía Nacional, I¡ndres.
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14
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F€|.q. HISTORIADE
€!{ LA MUSICA
los diversos grados de luminosidad. De tal modo que no hay una sola realidad sino mrlltiples maneras de percibirla. La nueva orientación de la pintura nacida en Francia tuvo mucho que ver con el auge de la fotograffa,
técnica que capacitaba para una comprobación rigurosa de las intuiciones
del artista con respecto a la Iuz,lavisión y la detención del movimiento en
un instante.
De 1,875 a 1BB3 se suceden seis exposiciones impresionistas y son
numerosas las obras maestras. Entre 1,876y IB77 -es decir, dela segunda a
la tercera exposiciones impresionistas- Pierre Auguste Renoir pinta varios
de sus lienzos más logrados; una lista mínima está obligada a incluir: E/
baile en el Moulin de la Caleue, El columVio, En la glorieta y Tbrso de mujer al
sol. Este pequeño conjunto de pinturas posee un denominador común: el
estudio que realíza en ellas el artista de la luz, matizada siempre por las
plantas, las ramas o el follaje, con
lo que los rostros de los personajes
adquieren coloraciones hasta entonces desconocidas y que la crítica de la épocano entendió. El lado
más amable de su producción de
estos años se refleja enEl almuerzo
de los remeros -o de los canotiers-,
La pir:tura vive también su
momento realista y lo expresa a través del impresionismo, cuya primera exposición
tuvo lugar en París en 1874 y
uno de cuyos cuadros (/rrryresltn, sol nacieut, de Monet) dio nombre a la escuela.
Renoir, que en esta época
pinta algunos de sus cuadros
más notables, Monet, Sisley
o Seurat son algunos de los
artistas que, dentro de esta
tendencia, trabalaban en
ParÍs en esta época.
Pierre
Auguste Renoir: El coluuyio.
Mumd'Ors¡
Parls.
donde aparece retratada Aline
Charigot, que sería después la esposa del artista. Tias una etapa de
retratos y pinturas para casas burguesas -trabajos poco menos que
alimenticios-, un viaje a Argelia
realizado por el pintor vivifica su
pintura, hecho que aparece documentado en Plantación de plátanos
y Fiesta árabe en Argel, ambos de
algo antes de su regreso a París en
abril de 1881. Luego, su arte se
orienta hacia un nuevo predomi
nio del dibujo, como se aprecia eá
Bañista rubia. Un viaje por Italia,
que incluyó Nápoles, Pompeya y
Sicilia, le conectó con la historia
de la música, al realizar el apresurado pero hermoso Retrato de Richard Wagner. Ia figura humana
/
J'
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15
I-listoria y Cultur¿t
l'.r¡ l:l ¿lnu¿rzc rlt lc\s fttltt,tt:s,
¡>intaclo ¡roco antcs cle sr¡ clc-
cisivo viaje a ltalia. I\enoir
parece anticiparse a las icleas
estéticas <¡ue coDfinnaría en
su peri¡rlo italiano; ideas quc
supol)en un cierto a[¡anclono
cle la estética irnpresionista,
como el r¡isrno l\ctroir confiesa al marchante Vollarcl:
"Flabía ido hasta el lin rlel
hnpresionisr:ro y llegaba a
esta corlclusión: que no satría
ni pintar ni clibuiar [.. ] Pintando directa¡nentc en la
Naturaleza. el pintor llega a
no bt¡scar otra cosa que
el
cfecto dc Ia iuz, cleja de componer y cae en la monotonía".
Pierre Auguste Renoir:
ahrrctzo ¿le los ren¿¡os.
Phillips Collection, Washington.
Mención: Bridgeman-lndex.
El
en grandes grupos proragoniza varias relas de los años 1BB2-1883: Baile en
la aldea, Baile en Bougivaly Baile en la campina.
un impresionista muy
personal fue claude Monet. De hecho, fue
uno de los fundadores del grupo, hasta el punto que la denominación de la
escuela proviene de un lienzo suyo: Im¡tresión, sol naciente, que pudo verse
en la exposición de 1,874. Monet sufrió la influencia de los paisajistas ingleses, pero sobre todo de Túrneq como puede comprobarse en lienzos como La estac¡ón de Saint-Lazare (1877). Se interesó por temas de la naturaleza, hasta el punto de dedicar series enteras de cuadros al mismo tema, como la céIebre de los Nenúfares, que arranca en 1883.
otro impresionista muy representativo por los temas que pinta es
Alfred Sisley, pues prefiere paisajes o regatas. Entre los primeros, sobresale
la serie consagrada a Louveciennes, de la que quizá sea el mejor La nieve en
Louvecienne.r, por la manera de sugerir la atmósfera.
Pertenecienteya a una generación más joven, Georges Seurat recoge
la técnica impresionista e igualmente muchos de los temás de sus predece-
Q.
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sores, como es el caso de los paisajes o el motivo tan recurrente en esta escuela de las escenas desarrolladas en las riberas del Sena. La primera obra
maestra de Seurat, con la que afirma su estilo personal, es Un baño en
Asniéres (1883), donde recupera la influencia de Delacroix, al tiempo que
consigue una nueva sencillez en el tratamiento de las figuras.
El caso de la pintura de Edgar Degas es significativo de las luchas y
tendencias activas en la escena; y no sólo estrictamente artísticas, porque
muchos estamentos oficiales confiaban todavía hacia 1870-1873 en que
Degas continuase defendiendo ios valores pictóricos del realismo de la antigua escuela. En sentido estricto, no fue Degas un impresionista; rechazaba la idea de la pintura ual aire libreu como un dogma y no se interesaba
por el estudio detallista de los efectos de la luz. Sin embargo, compartía
con los impresionistas la obsesión por fijar el instante, por reflejar sobre las
dos dimensiones del cuadro las tres del espacio y una más añadida, el movimiento, que requierc deI tiempo, y en pintura no puede ser aludido más
HISTORIADE
LA MUSICA
Alfred Sisley:
La bdrca
duaue la iutiltlilión,
.,87ó.
MuseoJeu de Paume, Parfs.
'-.il--i{l'.
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I-l i s t c r i ct ),, C u I I t t r i,t
i [)egas rrnprcsionista¿. "l:stá
nluy bien co¡>iar lo clttc str
ve. pclo cs urucho mejor di'
trujar Io qt¡e tllto sólo vc cn
st¡ rncnroria. F,s (rsta trna
tra¡rstortnaciórr cn la c¡uc
mernoria c imagitraciérn colab<¡ran, cn la c¡uc cl pintor
sólo reproclucc lo t¡ue vcrtlaclerarncnte le ha llamatlo la
atcución. cs decir', lo treccsario". S<¡u ¡>alabras tlc l)cgas.
cn las quc ilustra su particular re lació¡r cotr ci Itnpresionistncl. autr<¡uc seatr nrás
Ios as¡rectos clue lc acercan al
grupo que los t¡ue le separarr.
que por medio de convenciones. Pintó los ambientes del hipódromo o la
cazay observó, con un humor entre irónico y cruel, el mundo del teatro y
de la ópera. Así, en Ensayo de ballet en elescenttrio (1874).
Aunque en lo personal se encontraba cerca de los ióvenes de las nuevas tendencias, como testimonia el cuadro Monet en su barca a orillas del
Sena (1,874), Édouard Manet se mantuvo firme hasta el final en sus personales convicciones estéticas, que lo conduieron a una Suerte de atematismo. Aparece el grado máximo de sensación de improvisación en obras como En el invernadero (1879) y la preza maestra que representa El bar del
Folies-Bergére (1,BBI). Naturalista influido por la literatura deZola-a quien
había retratado en 1868-, Manet accede en El bar del Folies-Ber7¿re a una
síntesis de su arte, no sin nostalgia, pues plasma la alegre vida ya esfumada de
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Montmartre.
Un camino muy distinto fue el abierto por Custave Moreau, cuyo
estilo debe mucho a los maestros italianos del
Renacimiento, en especial Ia ambigüedad y el hermetismo de Leonardo da Vinci y el vigoroso perfi
lado de las figuras de Michelangelo Buonarroti.
Sus cuadros se internan por contenidos místicos
y simbólicos, destinados a un reducido círculo de
intelectuales o iniciados; sin embargo, no puede
negarse el refinamiento de telas como Salomé bailando ante Herodes (1,876) o la acuarela La aparición
(1876), intentos, como en toda su obra, de aproxi-
marse a lo inefable.
En arquitectura, Eugéne Emmanuel Violletle-Duc representa muchas de las contradicciones
de este arte en la Francia del siglo XIX: apasionado
madurez,
medievalista durante su iuventud
propugnador del estilo neogótico, cambió radicalmente de postura en los últimos años de su vida.
En los escritos que publicó antes de morir en
1879, como Ios Entretiens sur l'architecture, pasó a
defender Ia construcción en hierro, con lo que creaba las bases teóricas de lo que sería la arquitectura de vanguardia de comienzos del siglo XX.
La inauguración del Palais Garnier como sede de la ópera parisiense,
el 5 de enero de 1,875 -la antigua en la calle Le Pelletier se había quemado el
29 de octubre de IB73-, fue el acontecimiento ciudadano más importante
de estos años. Se reorgantzaba así ei mapa, tanto social como cultural, de
la urbe en torno a un coliseo que de inmediato conocería las obras líricas
y
Iugéne Emmanuel Viollet-lc-Duc:
Cristo lttndicícwlo (detalle del capitel de
la fachada de la pucrta este de la
Basflica de la Magdalena, 1840-1961).
Mención: Giraudon-lndex.
Edgat Degas:
Bailaims.
Courtauld lnstitute Calleries, londrcs.
Menciórr: Bridgeman-lndex.
1B
¡l
I' l i st c r i ¿t
\, Ou
Ittt
r¿t
y Strauss. La Exposición Universal de lBZB marcaría el comienzo de la intensificación de la importancia mundial de la influencia proce-
de Wagner
dente de París.
El gran escultor francés del último cuarto del siglo XIX fue Auguste
Rodin, que precisamente en\875 hizo un viaje a Italia, a fin de estudiar las
obras de Michelangelo Buonarroti, que desde luego lo marcaría profundamente en adelante. Es interesante comprobar cómo se mezcla el monumentalismo de esta influencia con un declarado impresionismo procedente de la escuela pictórica, que en sus esculturas se traduce en un estudiado
y complejo juego de luces y sombras. El realismo cobra su expresión límite
en el tratamiento de la anatomía humana, la mayor parte de las veces por
medio de desnudosDe L877 es La edad del bronce, que en su momento provocó respuestas escandalizadas. Su gran proyecto se inicia en 1BB0 conLa
fLterta del Inferno, con destino a la entrada del Museo de las Artes Decorativas del Louvre. Forman parte de esta magna concepciónAdán (1880), E/
pensador (1880), La lujuria (IBB2), El beso (lBBd) y Paolo y Francesca (1BBZ).
Como trabajo aislado, es muy importante el grupo de Los burgueses de
Calais (1BBO, que puede verse en los jardines del Parlamento británico en
Londres.
IJ
rl
i{
rl
Auguste l\odin:
Los lngu¿scs l¿ (hl¡is.
Mención: A. Bartcl-lndcx.
20
I
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f,€ T HISTORIADE
x+['
LA MUSICA
Gustave Mo¡eau : S¡lor¿4
Colccción panicular.
Mención: BridgemanJndex.
f
21
(,¿llicl [:aultl collcn.ri
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cstr:rlios l¡rL¡:;ic¡lcs cn la
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Biogrtrlíns
vt:r¡ I:scrrcia Nrcikrlrrt:\,t'r.
rlonrlc cr¡ ¡sti ¡riatrr'r. iilri:rttLr.
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(lrlcsl.¡ci¿)lt
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con cl canlo grc¡1oriarto.., llts
c¡trras ric ios .l1ran,l,:,; ¡xrlil',r
nist.as clcl l(cnat:illriclrto.
I.r¿rs ltrt:itaL r1t la ir,uCrr¿
frant:o ¡>rrrsiana. itrir:i.r su
at:tir,,irl¡cl l)ro[csio¡ral (:or]lo
or¡larrista cn t{i[crcntcs irllt:
sias. ¡rara vr¡h,.:r cn I 3rl ;r la
Nicclt:rrncycr. csta vc:r con)o
¡rrofcsor. l:uc í:sttr cl misrrro
ario t:n t¡ut:. .rr:orl¡rañanrlo a
srr ,rrrigo y profcsor Saiut
Sai:ns. r,isita \,Vr:iuraL, <lonrlc
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¡ l-iszt
(il)cra S¡¡/ts,ir t'
;:acla
cn
l'ar ís.
V Lrstrcna stl
/)r/ilI,
r't',:ha
Gn¡ru¡l- F¡unÉ
(Pamiers 4845 - París ag24)
o
)
.urr.ru profesional supuso una larga y lenla ascensión, de modo que tan
sólo al final de su vida recibiría el reconocimiento académico de sus colegas y
la aprobación del público y la crítica.
Debe recordarse asimismo que en ia
Escuela Niedermeyer tuvo oportunidad de conocer tanto el canto gregoriano como las obras de los grandes polifonistas del Renacimiento, como Des-
Sin embargo, se reveló ya en la infancia
prez, Lasso o Palestrina, que fascinaban
como dotado para Ia música, haciendo
sus primeras experiencias por cuenta
al director del centro. Muerto Niedermeyer en marzo de 186I, el hecho más
importanbe de aquellos años, de cara a
su formación artística, fue sin duda el
trabar conocimiento -y luego una
amistad que duraría toda su existencia- con Camiile Saint-Saéns, de cuya
clase lauré se convirlió en asiduo. La
guía del maestro fue determinanle en
el perfeccionamiento del joven en las
especialidades de piano y órgano, así
como en los primeros pasos que diera
en composición, como Ias'fi'es romrtnzas sitr ydldbras y e\ Cántico de Jean
Ilacine. En 1865 ha completado sus estudios y aunque obtiene algunos premios no puede afirmarse que en su período lectivo el futuro compositor llamase la afención por la f.uerza de su lalento. Ese mismo año encuentra su primer puesto de trabajo como organista
en la iglesia del Saint-Sauveur de
Rennes, donde permanece hasta 1820,
cuando lo abandona por desavenencias
con sus patronos religiosos. Fauré lu-
u
propia en el armonio de la iglesia local.
Como su padre se percatase de ello, hizo tngresar al pequeño Gabriel en la
Escuela Niedermeyer, en cuyo severo
ambiente hubo de desplegarse Ia musicalidad natural del muchacho. Se pre-
'))
para enlonces a fondo en las disciplinas de piano, órgano, armonía, contrapunto, orqueslación y composición.
I
?
HISTORIADE
Í-*rt
IiF-j.I[ LA MUSICA
chó en la guerra franco-prusiana en un
regimiento de cazadores, haciéndose
merecedor de una condecoración. A su
regreso, se suceden las responsabilida-
des como organisla: Notre-Dame de
Clignancourt, más tarde las iglesias de
Saint Honoré, d'Eylau y Saint-Sulpice;
en esta última conoce a Widor. Vuelve
Niedermeyer, ahora como profesor,
en 1877; en esa época conoce a Maa la
rianne, hi¡a de la famosa Pauline
Viardot, cuya casa era centro de reunión de escritores, intelectuales y arlistas. En esas veladas tuvo el músico
oportunidad de tratar a George Sand,
Túrgueniev, Flaubert, Renan y Counod.
Se conserva alguna carra del escrilor
ruso, en la que se da cuenta del interés
y admiración que el joven músico francés comenzaba a desperlar en los círculos culturales parisinos. Como prueba
de fuego del nuevo grado de madurez
alcanzada, no ya humana, sino también en el plano artísrico, la Sonata yara violín y ¡tiano en la mayor le consagra
de cara al gran público como un creador de importancia. Pero en lo personal, justo cuando parece que la relación entre Cabriel y Marianne es un
hecho consumado, se produce la ruptura; la decepción que le produio al
músico se refleja en las obras de ese
tiempo, singularmente en varias de las
Mélodies del Premier rerueil. Las canciones de Fauré testimonian un sólido
gusto literario, pues pone en música
poemas de Gautier, Hugo y Baudelaire.
1,877 f.ue también el año en que acompañó a su amigo Saint-Saéns a Weimar,
donde, rechazada en París, se eslrenó
por fin su ópera-Sa nsón y Dalila. En esa
ciudad de Turingia conoció a Liszr.
Otros viajes a Alemania pusieron a
Gabriel Fauré en contacto con la música de Richard Wagner: en |BTB oye en
Colonia El oro del Rin y La valquiria y aI
año siguiente consigue escuchar completa La tetralogía en Múnich, siempre
en compañía de Saint-Saéns. Fascinado como el que más por la música de
Wagner, Iauré evitó, empero, verse absorbido en su obra propia por la in-
I:auró sc manificstan ¡rcrfec'
tal¡'rcntc cn su o[.ra Pianística. dc sutil lirisnro, y cn la
rnúsica cle cámara, cn Ia c¡.tc
dest-acan las obras rlttc tnás
farna lc ]rau proporckrnado:
las <los .5;r,¡l¡s ¡.,,tr,t titlít ¡,
()nrxtas prrt
/ri ¡l;', los tlos
yi,uts. la B,tll,r,lt ¡.t,rr,r yi,ttto t'
.jt4rk'¡ltt, las t¡ccc lJ¡rtart hts
y los trccc A/"'¡lrl¡,'s. lls au-
mensa influencia de la creada por el au-
tcrljnck. <le una
tor de la escuela del uporveniru. Sobre la
música del francés, en todo caso, puede apreciarse una influencia que afec-
l.a clcgancia cxprcsiva
y
scnsibilidad nrckidica
la
dc
tt>t adctlrás <le un /l"i'7rrr.lr.
la rrúsica pala la ópera
clc
l'¿llrtas
tt
¡llt;lis,wl¿, cle Maeric¡uísirna
proclucción sinfónica cn
c¡uc dcstaca la
/hlell
la
o¡r. 50
y dc un importantc ciclo de
cancioncs
<¡r-re
ligtrran cntrc
sus r¡l:t¡as rnás cot.tst:gr.tidas.
taría a aspectos secundarios, como en
algunos detalles de color de la orquestación, nunca en su sustancial obra de
cámara. Conlrae matrimonio en 1BB3
con Marie Fremiet, hi¡a de un reputado
escultor; en contraste total con la [igura de Marianne, Marie pasará de inme-
-z
6'
+
Cab¡icl lauré a los diccinucvc años con
el L¡rrifor¡nc dc la llscucla Niedcrmcycr.
¿ó
lliogrnf'ítts
I:l t¡uc Iucra cliseí¡ruk; tlt:
Sarnt Saiir.ls. nlacsLro tlc
l\avcl t, una tlc las ¡rcrso:ralr<la<ics nr¿is nr>tal¡lcs
dc
ia
nrúsi(:a lrar)ccsa a ca[talkr
crltrc (los siglos, tilrc ctr slt
ol'ra l¡r irr[]t¡cur:ia clasicista
cle str rrracsLro (:on ulr gust()
¡rcrsonal rnás rort.r;intico ;,
tun¿ t.cn¡k:ncr¡
iinal har:ia cl
iln¡r'csiot'risttro. l:auró. c¡Lrc
ha['í¿ cstu<iiarlt¡ mrrsica r:rt
I'arís, di rigio cl (,ot.lscrr,,aLo'
rir> <lc la capita) l'rancr:sa
cntrc lt)0.5 1, 1920. año i'stc
cn (lLrc una clccrcrrtc sr>r'dcra )e r-rl.I.qri a cli¡¡it-ir.
(lr.rantlo nruriir ct.l l)atís. cn
1924. fuc obicro clc cxc
c¡r.rias
24
rtacionaics.
diaro a un segundo plano, consagrando su vida a los cuidados domésticos.
Aunque en lo económico su música no
le renta nada -lo que lo obliga a invertir mucho tiempo en clases particulares para sacar a flote a los suyos-, Fauré
va componiendo obras que poseen ya
entidad estética, como los Imyrom¡tlus,
Ias Barcarolas o los Noüurnos y, por supuesfo, siempre Mélodies, que pasan a
formar el Deuxiéme recueil. En 1BB4 acaba una Sinfonía en re menor, cuyo manuscrito fue luego destruido por el autor en uno de sus arrebatos de autocrítica radical. Siguen años dolorosos que
empiezan con la muerle, en julio de
1886, del padre y siguen con la de la
madre en IBBB; la conmoción del primero de eslos sucesos le inspira la redacción de un Réquiem, que ultima en
IBB7, página que transmite una sensación consoladora, más que una idea
tremendista de la muerte. De lBBB es
la música incidental para Calígula, tragedia de Alexandre Dumas, hijo. La
princesa de Polignac invita al compositor a Venecia en 1891; bajo la impresión causada por la ciudad de los canales empieza a escribir Ias Cinq mélodies
op. 58, pero es al año siguiente cuando
velaluz el ciclo maeslro de canciones,
La bonne chansou, donde los aspectos
estructurales del conjunto son llevados
a su coherencia máxima. Se le reconoce
por este tiempo como un experto en la
música de cámara -por dos veces, en
1BB5 y 1893, gana el premio Chartier
de la Academia de Bellas Artes- y en
1896 logra el largamenle anhelado
puesto de organista en la iglesia de la
Madeleine de París. Su estilo se ha ido
afianzando todos eslos años como una
voz personal e independiente,
cuyas
características audacias armónicas señalan un precedenle para el impresionismo musical. Los años finales lo lle-
van a un estilo muy lírico, pero también algo secreto y reservado. En 1900
compone la música para Prometeo, un
drama de Lorrain y Hérold basado en
Esquilo. De 1903 a191.4 desempeña re-
gularmente la crítica musical en Le
Pigaro (y hasla 1921. de manera esporádica). En 1905 llega el reconocimiento
balo la forma de la dirección del
Conserva[orio, nombramiento recibido con mucha oposición, mas luego
aceptado por el rigor de las reformas
emprendidas por Fauré, encaminadas a
la consecución de una formación estética superior de los alumnos. En 1909
es primer presidente de la Sociedad
Musical Independiente. Los éxiros tienen un amargo contrapunlo: desde
1903 se le manifiestan al músico los
síntomas de una sordera progresiva.
Acaso como respuesta inlerior a ese
golpe, crea una música cada vez más
profunda y acabada en lo formal, el
Primer quinteto cotl yiano (1905), la ópera
Penélo¡te (1913), Ias Sonatas (segunda de
violín, primera de violonchelo, ambas
de 1917) y el Seguudo quinteto corr ¡ti4¡1s
(1,921), que fue recibido con universal
aprobación. EI22 de junio de 1922 se
celebró en el Conservatorio un gran
concierto con obras suyas, que vino a
ser el marchamo oficial de su estatura
indiscutible como creador. La última
gran obra de cámara, el Cuarteto
de cuer-
da en mi menlr, no llegó a estrenarse en
vida del autor.
fi-€-l
Ug{f
Huco WoLF
(Wndischgraz [Austria], hoy Slovenjgradec [Eslovenia] 48ó0 -Viena 4903)
T
Los primeros contacLos de Hugo
Wolf con la música fueron muy tempranos, desde que a los cinco años frecuentaba el Cymnassium de Craz, pero
rambién se manifest( *uy pronto la
vena conflictiva que iba a caracter\zar
las relaciones de este compositor con
su arte, porque al inscribirse en el
Conservatorio de Viena con quince
años, lo hizo contra la voluntad paterna. Dos años más tarde abandona la
institución por una pelea con su director; por esa época ocurren varios sucesos que le marcan: en el plano artístico, conoce la música de Wagner; en el
personal, padece una total penuria,
que lo va a acompañar por el resto de
su vida, y comienzan los problemas de
salud, al contraer la sífilis. Precisamente en1878, cuando se le diagnostica la enfermedad, comienza a componer el Cuarteto en te ntetlor. Son meses
de dedicación compulsiva a la música
y la literatura y cuando recibe el respaldo de Liszt. En 1BB1 el puesto de segundo Kapellmeister en Salzburgo parece sacarlo de sus dificultades económicas, pero a los dos años regresa a
Viena; estrena su poema sinfónico
Pentesilea entre la incomprensión general, si bien algunos músicos agudos
pudieron darse cuenta de la categoría
del nuevo compositor. Acepta en 1BB4
el trabajo de crítico musical en una revista mundana, Salonblatt, en cuyas
páginas escribe hasta 1882. Con su
sinceridad, actitud provocadora y cla-
I
,7
HISTORIADE
LA MUSICA
ra adscripción a la línea de Wagner se
gana no pocos enemigos; si hoy nos
cadente Vicna finisecr.rlar,
parecen muy exagerados sus ataques a
corrtenrporárreo
Brahms, hay que señalar entre sus
aciertos el que fuera uno de los primeros en reconocer la importancia de
Bruckner. Como compositor, adquiere
cierta aceptación con la Serenata italiana (1887); a comienzos de 1BBB se sumerge en la escritura de Lieder sobre
poemas de Mórike. En carta a un ami
go (23 de marzo), sin mucho pudor,
confiesa que se trata de uobras maes-
Klir¡r, de Mahler. violentamenre ret, lcle contra el tradicionalismo y cl academicisnro de las instituciones,
inicia Wolf su couflictiva activiclad rnusical hacióuclose
expulsar del Conservatorio
de Viena tras una disputa
tras); en menos de tres meses, entrega-
l.i*ltr: l-os
do a una verdadera fiebre creativa, pone música a43 de esos poemas. Su ac-
tividad compositiva se transforma en
una manifestación espasmódica;
l{cpreseutantes
de la
de-
cle Flet¡cl, de
con su director. Si.gue, sin
emtrargo. fiel a la tradició¡l
rornántica del Lrt'l que pasa
trn
él del árnbito clornéstico
a las salas de conciertos. Y
eu este género procluce incuestionables obras rnaes-
tlas, sus grandes ciclos
de
(',cdi¿ht¿ wtt
(iuerlr (1889), el Syanisihas
Licdcrl,u¿h (1889-1890) y el
I t a I ien
r89
ist h¿s
Lidcrh
rch (1890-
l).
a
etapas de actividad sin freno, siguen
auténticos vacíos (qu\zá por una per-
sonalidad maníaco-depresiva). En la
25
Biograf'íns
l':)
pcríodo de plctra tnarlurc::
crcativa dc lVolf Iro cltrra
ln l39Z
(cl rlisuro airo eu r¡uc <lcsa
parccc Prral.rtns, a t¡ttictr tan
dulalncntc liatría atai:ado en
su activida(l clc ctítico I:tttsi'
más rlc un clcccuio.
cal) ¡ricrdc tlc[initivar¡cntc
Ia la;:ón. Mt¡crc scis
atios
nlás tar(lc c'n uu sanatolio
psir¡uiátricr> clc Vicna. Arttcs
nos ha clcjatlo, al)artc (le sus
ruragníiicos /-i.''lr'¿ la <ipcla
l)cr t.srrtg.iilcr (1895) y
St
tüt
t.t t
la
ít illtlr, ula ¡rat a cttar!c-
to clc cuerda (i887). transc[ita ¡raIa pcc¡ucita or(lucsta
cn 1892.
primavera de 1889 escribe una cincuentena de Lieder sobre Coethe; en
ha
el
Wagner. Poco después, las dificultades
se incrementan; en IB92 se le reconoce
Liederbuch,44 poesías de la lírica caste-
una depresión, a consecuencia de la
cual no compone una sola nota.
llana traducidas al alemán. El ritmo
Paradólicamente, su música va salien-
1890
acabado
Syanisches
productivo va declinando, pero a finales de 1890 y principios de 1.891. esrá
listo el lulienisches Liederbuch, otra incuestionable obra maestra. Antes, en
el verano de 1889, Wolf realiza un esperado viaje a Bayreuth, donde escucha Los maestros utntores de Nurembergy
Parsifal, de su admirado Richard
do del anonimalo; se publican sus
Lieder, que ganan aprecio en Austria y
Alemania, se escuchan en varios concier[os hasta 1894, gustan a Brahms y
hasta al adusto crítico Hanslick, que
los oye en Viena eI2 de diciembre de
ese año. En 1895 retoma la idea antes
desescimada
de una
ópera,
Der
Corregidor, basada en Alarcón; se des-
plaza al campo y de nuevo vuelve a
verse poseído, al punto que la obra es-
tá acabada en tres meses, excepto la
orquestación y la revisión, que ultima
a fines de ese año. Todavía en la prima-
vera de 1896 aiade 24 canciones más
aI ltalienisches Líederbuch y en marzo de
tB97 tres únicos pero
magistrales
Lieder sobre Michelangelo. Se interesa
por la composición de otra ópera de tema español, Arlanuel\/enegas, de la que
en septiembre de 1897 compone 50
páginas de la parte vocal, pero se produce el bache de la razón y aunque
hay una breve fase de esperanza en la
recuperación -viaie de marzo de 1B9Blos cinco últimos años de su vida son
un suplicio, lanto para el pobre alienado como para sus amigos, que asislen
impotentes al hundimiento del músico en la oscuridad de la locura en un
sanatorio psiquiátrico.
¡
Hugo Wolf cn cl sanatorio psrquiátrico
cn el quc pasó los últimos a¡ios dc su
vida.
/
26
,f
n===? HISTORIA DE
LA MUSICA
lEIl
Cuía de audición
I:.sta sonata, Ia ¡rrirnela <1e
cscril'ió para violín y piano. fuc conlpucsta
por l:aur'é crr el i,erano clc
1325. durantc su csta¡lcia cn
la localiclad ¡rortuaria de lil
[-lavlc: cstá dedicada a Pat¡l
las clos c¡uc
Fauré: Sonata ¡tara violín y piano
no
4 en
la ruayor op. 13
r\-asi toda esta página fue reahzada en el verano de 1.875, pero el composi-
tor le dio sus últimos retoques al año siguiente. No hay talvezen ella grandes aportaciones novedosas, pero se trata, según el criterio de la mayoría de
los historiadores y estudiosos, de una pieza sumamente personal, caracterizada por la claridad del tejido y la frescura del discurso musical. En cierto
modo, se trataría de una obra clásica, debido sobre todo a la influencia del
ejemplo de Saint-Saéns, como sabemos, amigo y maestro de Fauré. Ahora
bien, el aliento general dela Sonata para violín y piano en la mayor es romántico, con secuencias y pinceladas aquí y allá que entran en una esfera aun
dramática. Es importante señalar que su cronología la sitúa como anterior
en una década a la celebérrtma Sonata para violín y piano de César
Franck, igualmente en la misma tonalidad y sobre la que la página primera de Fauré ejercería si no una influencia concreta muy
apreciable, sí al menos cierto ejemplo de tipo general de cara a la
resolución del espinoso problema de las relaciones entre el teclado y el instrumento de cuerda frotada. La Sonata en la mayor de
Fauré se mueve dentro de las coordenadas de un melodismo en
constante fluir, pero que el autor encauza por medio del ritmo. Se
aprecia igualmente una escritura armónica, donde despunta ya
un atrevimiento, que con los años no hará sino incrementarse. La
Sonata fue dedicada a Paul Viardot, reconocido violinista e hi¡o de
Pauline Viardot, en homenaje de amistad y testimonio del intercambio cultural que tuvo lugar en los salones de su madre.
Viarclot. hijo <le l'aulinc
Viarclot. c¡.r cu)ros salones,
cc¡rt¡o clc reunión clc los ar'tistas e intclcctuales cle la
ópoca. tuvo l:auré la oportu-
nklacl de tratar a Ccorgc
Sancl. l ur¡5eniev. l:laubert.
[(cnan ¡, [e¡¡6¿1.
Pauli¡re Viardot en una litograffa
dc la
E
épca.
t. Allegro motto (9'34)
Sigue el modelo de los movimientos iniciales de la sonata de Mozart.
El piano presenta una melodía que es completada por el violín; luego, del
diálogo entre los dos instrumentos surge el segundo tema. Todo el primer
tiempo está insuflado de una energía que hace pensar en Franck, al que
prefigura, en especial en esta parte de la obra.
(X):(X)
Da comienzo el movimiento con una frase amplia, poderosa y cargada de pasión, del piano, que todos los analistas coinciden en señalar
como cercana al estilo de Schumann.
27
Cuía
de au¿licirin
00:23
01:00
01:28
Entra el violín, en una escritura de ritmo ligero, pero que también establece la atmósfera lírica de la secuencia en cuestión.
Segundo grupo temático presentado por el violín. Con todo, más
que contrastar con el primero, prolonga sus características más importantes, si bien de modo algo más sereno ahora. Ambos instrumentos tocan de manera muy imbricada.
El teclado suena en solitario por unos instantes, anres de dar paso a
una sección de carácter transitorio, trazada con un diseño ascendente en el violín (01:34).
01,:52
03:45
Custave Moreau:
La apar ición,
I
674 -, 67 ó.
Muso Custave Moreau,
Parfs.
Mcnción: Bridgeman-lndex.
Un nuevo solo del piano presenta un dibujo ensanchado y cantab¡le,
que el instrumento de arco transforma (02:15) hasta aumentar todavía más su valor lírico. Ambos instrumentos proceden a imitarse
(02:45-02:51).
Comienza una parte muy extensa de ampliación y desarrollo de los
temas presentados hasta el momento. El procedimiento de escritura
escogido por Fauré suele ser la imitación de un instrumento por el
otro. La música se hace más agitada (04:34-04:43), hasta que se da
paso a una sección contrastante más inmaterial y serena que se cierra en 05:31. A partir de
ese momento el violín tañe con nerviosismo
notas breves con una dinámica de baja sonoridad. Un crescendo conduce a una secuencia
mucho más cantabile (05:44). En 05:52 se escucha ese diseño al unÍsono con el teclado. La
línea del violín emprende un movimiento descendente hacia el registro grave (06:01). Por
espacio de breves instantes se produce una
calma casi total (06:20-06:37), que comienza
por agitarse en el acompañamiento del piano.
Nueva aparición del tema principal, con sucesi06:56
vas presentaciones variadas
y desarrolladas. Se
asienta al fin en toda su capacidad lírica (08:3108:39). Una interrupción en forma de notas picadas* (08:41) lleva a la suspensión (08:55).
09:00
Se
oye con muy poca intensidad el tema
princi
pal. En 09:22 se introduce la corta sección conclusiva, creciendo desde el teclado, para
zar el movimiento con vigorosos acordes*
finali
*.
* nota picada: aquella que se interpreta con sonido muy breve (picado) que no suele corresponder a la duración original de dicha nota.
- * * acorde: emisión simultánea de varios sonidos.
28
.l
ffii
HISTORIADE
ik'*;llf LA MUSICA
E
Z Andante (7'46)
Sigue el mismo orden de presentación de los instrumentos que el
movimiento anterior. El teclado toca una música que parece una barcarola
en9/8, o sea a la manera de una canción de los gondoleros venecianos. Se
mueve al principio en la tonalidad de re menor y luego modula a mayor. La
frase del violín es notablemente melancólica. Aun con su sentido moderadamente doliente, el tiempo lento vuelve a dar f.e de una línea de escritura
extremadamente refinada.
00:00
0).l'/
0?, lr)
0-3:
ló
05:r19
El piano presenta el ritmo balanceante que recuerda la citada barcarola. Entra el violín (00:02) con un tema melancólico que va creciendo lentamente (00:29). Se prolonga el mismo clima, moviéndose la
música hacia el registro agudo (01:i5).
Frase que ejerce las funciones de un segundo !ema; se oye primero
en el violín, repetida de inmediato por el piano en atmósfera delicada y acunadora hasta 02:1.2. No le falta, sin embargo, cierLo Eoque
doliente.
El teclado toma el canto, pasando el violín al plano secundario del
acompañamiento. Sigue una lírica secuencia del violín, construida a base de pares de
notas ligadas que parecen mecerse suavemente (02:38-03:03).
Otra vez el primer tema en el arco, sobre
una delicadísima alfombra de notas separadas en el piano. La música va haciéndose de
manera paulatina más y más intangible y
etérea (04:08). De pronto (04:09), el piano se
queda en solitario, creando unas sonoridades cristalinas. Se suma el violín (04:25), a
I
.i:l
a
l¡
t;
]
fin de elevar el canto, que se manLiene siempre dentro de los márgenes de lo elegante y
lo contenido. Crece la intensidad del sonido
y la línea de la melodía se dirige ahora al registro agudo, invirtiéndose luego el sentido
de la curva dinámica (04:54-05:48).
Violín y piano se interpelan y responden con melancolía; el canto se
torna más incenso (06:15) en el violín, en un registro más grave, desarrollándose el motivo balanceante de barcarola hasta 0Z:10. Por último, la sección de cierre, o coda, extingue delicadamente la música,
que se diluye.
h,fu
I
',
Cabriel fauré y su nujcr Maric Ircmict
cn una fotograffa dc 1887.
ParÍs, Colccción Mrnc. Iauré-f remict.
,>o
Guía de audición
E
e. Allegro vivo (4'07)
trata de un chispeante scherzo, coloreado por una paleta de tonalidades suaves. Con el !rlo, se eleva la temperatura expresiva: es una sección
contrastada, cuya filiación de estilo está aquf claramente unida a la tradición procedente de Schumann. Es una clase de scherzo que destaca por el
ingenio de Fauré, pero también por su trascendencia histórica, puesto que
haría mucha fortuna en la mrlsica francesa y alcaftzaría los mejores logros
en composiciones de Debussyy Ravel.
Se
00:00
00:41
00:5ó
01:06
0I.52
instala un movimiento vivaz, una carrera despreocupada y juguetona, donde se alternan y persiguen violín y piano. El violinista debe
sustituir en ocasiones su método de tañido con el arco por el yizzicato* para producir unos acordes de apoyo al teclado.
A modo de breve intermedio, el violín toca una frase más llrica trazada en notas ligadas.
El teclado retoma el agitado y constante movimiento de la música,
al que responde de inmediato el violín, hasta llegar a 01:05, donde el
sonido se esfuma en pinicatidel instrumento de cuerda y notas picadas en el piano.
Se enlaza con el trío, o sección media del scherzo, a cargo de una secuencia cantabile en el violín, que, como ocurre en las secciones extremas, también es recogida por el pianista.
Segunda exposición de material temático, convertido ahora en un
canto más íntimo todavía. El motivo es dicho de modo más afirmativo (02:17-02:27).
Se
Gabriel Fauré. Carta postal de
principios de si8lo.
Colección panicular.
Mención: Charmet-lndex.
t pizzicato: nota producida por una cuerda pulsada y no frotada por un arco.
/
30
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HlT
02.43
HISTORIADE
LA MUSICA
Los yizzicatidel violín y las notas picadas del teclado sirven de pasaie
de transición.
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UI:J¡
l
I
i
E
inicial
del scherzo sin la segunda parte contraslleva
a la coda (03:53), que cierra el movitante de 00:41,1o que nos
miento de manera ligera e intangible.
Regreso de la sección
+. Allegro quasi fresto (5'27)
un final que sigue la planificación de los movimientos típica de la
música de Mozart. El piano toca una larga frase en compás de 6/8, que el
violín repite de modo parcial. Ambos instrumentos llevan a carSo un intercambio, tocando figuras sincopadas, desapareciendo entonces el tema
primero, para dar paso al segundo, de condición violenta y carácter defini
do normalmente como (agitanador. Consiste el movimiento en una serie
muy libre de variaciones. En este movimiento final el compositor retoma
la tonalidad principal de la obra, la mayor.
Es
00:00
00.17
00:46
03:00
03:28
04:54
Aparece el primer tema en el violín; es una idea de tipo despreocupa-
do, sin carga conflictiva alguna, que aparece configurada mediante
una acentuación sincopada.
Recoge el teclado ese motivo y se mezclan inmediatamente los dos
instrumentos. La música va cobrando mayor agitación, a la vez que
aumenta en volumen sonoro.
Sigue un pasaje más nervioso en el teclado, que prepara la entrada
del instrumento de cuerda en 00:55. Toca éste más tenso que antes,
con un ritmo perfilado de manera más angulosay vivaz. Se accede a
una sección de calma (01,:21), preparatoria de los cambios subsi
guientes. El teclado dibuja un movimiento en escalas, mientras el
primer tema se dela oír en el violín (01:4L-01:46). Se mezclan ambas
ideas y se procede a su desarrollo, aumentando el apasionamiento de
la música hasta 02:59.
Otravezsuena el primer tema en el teclado, en tanto que el violín introduce nuevas figuras; un breve despliegue de esta parte hasta 03:27.
El piano retoma el motivo nervioso. Se une apasionadamente el violín (03:38) en un registro de sonido agudo. Cambia (04:04) a un modo lírico; ambos instrumentos se imitan y la música adopta un clima más sereno.
Unos arabescos del violín llevan a una carrera de notas, primero pi
cadas y luego ligadas, sección que constituye la parte final, que cierra
la obra con dos acordes.
3T
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32
F=fi
IgJ
Wolf: Cuarteto
de cuerda en re menor
'Entbehren sollst du, sollst entbehren'
Come
Con
el antecedente de un boceto de cuarteto enre mayor (1876) del que
sólo llega a escribir 32 compases, Hugo Wolf emprende la composición de
esta obra enIBTB. La historia de la partitura es larga y compleja y no ha re-
sultado fácil la reconstrucción de su estado original; su estudio dista de ser
un esfuerzo de erudición inútil, sino que es por completo imprescindible
para acceder a lo realmente anotado por el autor en el manuscrito y para
elucidar el orden de los movimientos. El primer tiempo terminado fue el
scherzo, que parece que estaba totalmente ultimado el16 deenero deIB79;
el movimiento de apertura, cuatro días más tarde, a excepción delos 42
compases constitutivos del grave introductorio, que fueron añadidos con
posterioridad. Aquí interrumpió el compositor su trabajo durante varios
años, porque el tiempo iento -colocado en un principio en segundo lugar y
en tercero de modo definitivo- se sabe que no estuvo listo hasta el9 dejulio de 1BB0; por su parte, la fecha probable de finalización del último movimiento debe cifrarse
en el año 1884. Pero unavezacabada la obra, los problemas del texto no habían hecho más que comenzar, pues
Wolf no consiguió oír su creación en vida y mucho menos editarla. Esa labor de difusión, a partir del manuscrito del autot Ia realizí Josef Hellmesberger en 1903, que
se permitió muchas libertades a la hora de ncorregir, lo
que consideró errores de Wolf y no eran sino atrevimientos armónicos, soluciones heterodoxas y audacias de estilo, y adoptó también un orden de movimientos mucho
más clásico.Mry poco antes de morir el compositor (22
de febrero), la versión de Hellmesberger fue estrenada en
Viena por el Cuarteto IGrl Prill el 3 de febrero de 1903.
Luego, la obra se olvidó de la manera más radical durante
los cincuenta años siguientes.
La influencia beethoveniana -en especial, la de los
cinco últimos cuartetos de cuerda y sobre todo Ia Cran
fuS* es muy grande sobre eI Cuarteto en re menor. Esa invocación a Beethoven puede entenderse de varias maneras; la estrictamente musical no es la menor, desde luego; no deben desecharse, sin embargo, otras visiones literarias o programáticas, aquí mucho menos expli
citas que en algunos precedentes que Wolf pudo tener a la vista, sobre todo el del Cuarteto no4 "M¡ vida" delcompositor checo Bedrich Smetana, pero no por ello inexistentes en la música del austriaco. La cita "Entbehren
II
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LA MUSICA
nzaclo
lB7B, el
re
HISTORIADE
a
()artttc
escribir en
de cucrda
ntnü t\wo una ditícil
et
ges-
taciórr, pues, comenzado en
1878, parece (lue no se concluyó hasta lBB4. Su historia posterior no fue menos
accidentada: ttas estr€narse
pocos meses antes de la
muerte del compositor, y no
en su versión original,
la
obra desapareció del reperto-
rio durante cincuenta años.
La versión que aquí escucha-
mos se basa en la partitura
autógrafa de Wolf, largo
tiempo perclida y recuperada
en 1955 por la
Biblioteca
Nacional Austriaca.
HugoWolf.
Pierre Auguste Renoir:
La
púilua
s1lida.
Calerfa Nacional, Londres.
óó
F
Cttía
de audición
sollst entbehren!" (Renuncia, debes renunciar), procedente de la
cuarta escena de la primera parte de| Fausto de Goethe y colocada en la casollst
du,
becera de la partitura, con su sentido un tanto eniSmático, tiñe de coloración fáustica al héroe sufriente beethoveniano, adaptado a los obietivos de
Wolf. No es demasiado aventurado pensar que tal héroe en el CLtttrteto es el
propio Wolf, extremadamente sufriente enIBTB, en el momento de empe-
zar a componer la obra, porque acababa de saber que se le había declarado
la sífilis, que en su último tramo clínico habría de llevarlo a la locura. La
identificación con Beethoven en aquella época le resultó casi impuesta a
Wolt puesto que en los ambientes musicales vieneses se creía, erróneamente, que el autor de Fidelio había padecido la enfermedad.
En tanto que música absoluta, el Cuarteto en re menor puede que agrupe rasgos geniales y caóticos (opinión de Harry Halbreich), pero su fuerza
y originalidad, en muchos aspectos fuera de su tiempo, son
inocultables; si la tendencia general ha sido la de olvidarlo,
ello se debe seguramente a la atención masiva que reclaman
los Lieder de su autor. En realidad, no menos ligado al mun-
Figurines de Lefler para los personaies
de Doña Mercedes y Don Eugenio dc
Zúñiga, dela 6pera Dtr Corcgidor de
Hugo Wolf.
do de la poesía se encuent ra el Cuarteto.
La versión discográfica del Cuarteto LaSalle, a la que acompaña este texto, se basa en el autógrafo de Wolf, perdido
largo tiempo, adquirido por la Biblioteca Nacional Austriaca en 1955 y editado por la Sociedad Internacional Hugo
Wolf. Para comprender la eslructura e intenciones originales hay que acudir obligadamente a esta redacción y orden
primitivos.
{
E
f . Crave - Leidenschafttich bewegt (apasionadamente animado)
(13',38)
00:00
ü
Una introducción seria, de raízbeerhoveniana y ritmo entrecortado, da comienzo a la obra. Esta parte fue añadida tardíamente
por Wolf y se encuentra muy imbricada al movimiento que sigue a continuación. La música parece escaparse a las barras de
compás.
02 55
/
7
34
Entra el tiempo allegro, Leidenschaftlich bewegt, con aire marcial, en
tres diseños poderosos y fuertemente acentuados. No cabe hablar
de desarrollo en sentido estriclo, pues los temas presentan una
gran proximidad; son pequeñas células que derivan unas de otras.
Sucesión de líneas rotas y bruscos cambios de talante; forma casi
abierta, pero en la que es reconocible la de sonata.
I
t€r-r
UgJ
0649
{
HISTORIADE
LA MUSICA
un breve pasaje adagio y el retorno inmediato al temVo
(06:53).
principal
La música se hace más urgente y evoluciona hacia
el agudo, proceso interrumpido por una nueva aparición del grave
(07:50) y su ritmo marcadísimo. Una gran pausa (09:23) y el tempo
Se suceden
Leidenschaftlich bewegt se apodera otra vez del curso musical. Otro
pseudodesarrollo crece salvajemente hasta el contundente final.
6
Z. Scherzo. Resolut (decidido)
(4'51)
movimiento que figuraba en tercer lugar en la edición espuria
de Hellmesberger e incluso en algunas mucho más modernas (Eulenburg).
Su puesto dentro del plan de la obra está indudablemente aqui donde
Wolf sigue el orden de algunas sinfonías de Bruckner (Octava, Novena), aI
que admiraba. La música es menos rupturista, pues la estructura de| scherzo tradicional queda respetada; por su parte,los temas están más
formados y son mucho más reconocibles como tales.
Es el
00:00
Un tema de evocación beethoveniana (Op. 95), insistente y
en constante aumento de tensión, asciende hasta la letra A
de la partitura (00:01-00:18). Tras una retención del temVo
(00:26) y el regreso a la velocidad principal (00:28), el desarrollo es interrumpido por una idea nueva, rítmica y vigorosa, aportada primero por el chelo (00:50) y luego por la
vrola (01.:22).
Se
extiende la agitación (ritenuto en
0I:22-01.:24)
y la viola introduce una
frase más
suave (01:25).
01,:45
02:40
Una parte más lenta hace las veces de trío delscherzo; ur,.as notas separadas dan paso a la amplia melodía del primer violín (01:55), a la que se suma el segundo violín. Expansión lírica que dura poco; el sforzando de la viola (02:22) anuncia el cambio; el ritmo
enérgico en el chelo (02:2Q es ahora amenazante; se
exliende a los otros instrumentos.
Vuelve el lirismo, esta vez de modo más decidido.
Cran silencio (03:31-03:34); el a temFo entra con trémolos* y en la letra E se recupera la sección primera
del scherzo (03:42), que se reexpone hasta el final del
movimiento.
* t¡émolo: reperición rápida de una nota o de un acorde.
35
.l
Cttía
de au¿lición
V
S Langsam (lento) (1,3'54)
00:02
Comienzo ¡tianissimo y de sonoridad muy aguda, a cargo de los viol!
nes y la viola, que crea un clima muy semejante al del preludio del
acto primero de Lohengrin dewagner. Si se trata de un homenaje o de
una simbología secreta, no es algo que podamos decidir los receprores de la obra de úlrimos del siglo XX. En 00:27 sesuma el chelo en
la misma línea. cambia todo con el solo apasionado del chelo
(01:15), pero en 01:35 la armósfera se hace aún más inrangible por el
uso de la sordina.
02:14
viola y violonchelo cor[an dramáticam ente
fortissitlto, pero los violines se elevan aún más al agudo (02:1,7-02:28).
02:31
04:48
Se da entrada a un pasaje arormentado; le sigue el canto intenso del
primer violín (02:46), que se desarrolla hasra la lerra A* (03:48),
donde un lema rítmico y obsesivo en la viola se expande a todos los
insfrumentos y aumenta en su energía.
Lo susrituye una secuencia dolce (letra B), si bien reaparece el ritmo
¡ziano en 05:08. Tias una sucesión de acordes sobre el dibu¡o de la
la (tema similar al
05:59
tiempo inicial) (05:23-05:34), los
molivos parecen disgregarse (hasra 05:58).
(Letra c] Resurge el estarismo tipo Lohengrir hasta que se reinrrodu-
ce la agitación creciente
09:07
vio-
de| allegro del
en06:52y
de nuevo enrazacon el dolce, con
el canto en el chelo en registro agudo (07:r0). perfiles más cortanres
entran en viola y chelo (08:07,lerra D) hasra 0B:28.
un nuevo episodio lírico deja el lugar (1,0:09,letra F) ar rirmo de la
viola de 03:48; prosigue la marcha enérgica hasra el dorce (1.1.:06), que
alterna con el morivo rírmico (1,1,:26-11.:87). La verocidad se acelera
y los trazos serobustecen hasta el in rem¡to (12:01), que recoge otra
vez el tema tipo Lohengrin con sordina, con el chero en silencio. En
12:39los insrrumenrisras quitan las sordinas y la viola despliega una
melodía muy extensa y floreada. Hay un intercambio de ésta con el
chelo y todo se hace más delicado hasta el final yianissimo.
- * A: letras inscritas en la partitura para mayor comodidad de los intérpretes.
50
wt
s'.IJ
E
¿. Sehr tebhaft
00:00
02:59
03:32
07:0I
(muyvivo)
HISTORIADT
LA MUSICA
(B'38)
Comienza con una sucesión de preguntas/respuestas en crescendo y
aceleración. En 00:10 entra un tema casi de baile o popular, tratado
con cierta ironía, que se va ampliando hasta una sonoridad pseudoorquestal. Se serena en01.:28. Un movimiento continuo surge en las
notas en piano y staccttto (01:46-01,:52), que progresan hacia el forte.
En 01:53 el chelo aporta lo que parece el sujeto* de una fuga; le responde el movimiento perpetuo en el violín 0I:57. Alternan ambos
diseños (02:00) en lo que podría ser una burla de los procedimientos
académicos de escritura de una fuga. Se fragmenta la música en el
agudo y el grave y se oye el motivo del comienzo de este tiempo
(02:16). Tias un silencio dramático (02:17-02:19), se repite el jugueteo. Reaparece el tema de fuga en el chelo (02:24), que en esta ocasión sí se despliega más plausiblemente.
Hay un episodio apasionado en fortissimo (letra D) y en 03:21 se recuperan las alternancias agudo/grave del tipo de 02:00.
Reaparece el tema de baile; entradas sucesivas, agitadas (03:44) hasta la nueva aparición del tema casi popular (03:56). Sigue el dibujo
de la clase de movimiento perpetuo, haciéndose cada vez más rítmico hasta 06:07; no hay ahora tema fugado, sino un motivo lírico.
Éste da paso a una fuga -nada ortodoxa- desde el chelo, a modo de
coda. Se oyen otra vezel tema del inicio (07;48) y el de baile (07:54)
y luego de unos acordes poderosos (08:17), el movimiento acelera y
acaba con fumeza.
* sujeto: tema principal de una fuga, que tiene su respuesta en el contrasujeto.
37
f
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3B
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f.€5Éi HISTORIADE
€Lry LA MUSICA
Polémica
MÚSICA PURA Y MÚSICA DE PROGMMA
l,l Luartetr, /e cucrda ,:n t nt''
r¡e¿ el único cuarteto de
cuerda esclito por Wolf, no
ptrdo ser estrenaclo hasta
1903, y sólo en uua versión
arreglada
y alteracla. Este re-
chazo, que alteró profunda-
mente
T)
I o, su radicalidad, el único cuarteto de cuerda de Hugo Wolf fue recha-
zado inicialmente por los ambientes musicales de la época. La composición
de este autor austriaco, enviada en forma manuscrita al Cuarteto Rosé -integrado por músicos de la Filarmónica de Viena- en septiembre de 1885,
lo que supuso un duro golpe para el depresivo Wolf. Éste, en
tanto que crítico, se había ganado muchas enemistades, pero ha de reconocerse que una formación de cámara de finales del siglo XIX se enfrentaba a
dificultades enormes por las demandas instrumentales extremas y la densi
dad de las textura s deI Cuarteto en re menor.Y Ia preza hubo de esperar hasta
1903 para ser escuchada en la versión alterada de Hellmesberger.
El programatismo autobiográfico, más o menos latente en la obra,
pudo también influir en su incomprensión primera. La introducción de lo
literario en la música de cámara había sido hasta entonces rara, mas no
inexistente. El precedente más importante para Wolf habría sido el
Cuarteto no 4 en mi menor de Smetana (L87Q, donde el autor checo (narfa)
en sonidos su atracción por el arte, su misión nacionalist ay eI drama de la
sordera que le tocó vivir. En el caso de Wolf cabe valorar lo literario como
mucho más contaminante de la pretendida purezade música absoluta del
género de cámara. Claro que para medir hoy toda posible postula de vanguardia en un hecho tan aparentemente nimio como la presencia de un
programa de algún modo literario como impulso de un cuarteto, hemos de
pensar en la presión que en ese instante, sobre todo en Alemania, eiercíaIa
llamada nmúsica del porvenir, de la escuela wagneriana, a tal punto que
compositores como Brahms habían encontrado en la música de cámara en
generai, y eI cuarteto de cuerda en particular, un refugio y una defensa
frente a ese estilo. Comoquiera que una de las características de la corriente que podríamos llamar futurista era la invasión de lo literario, el programatismo atentaba contra lo más auténtico del cuarteto, su condición de
música absoluta, dinamitándoio desde dentro. Pero eiemplos como el de
Wolf para sus contemporáneos, también atacaban la forma de cámara
desde fuera, haciendo que las exigencias instrumentales límites, la exuberancia de las texturas parecieran reclamar coniuntos más amplios. En concreto, la escritura de acordes en Wolf semeja prácticamente una traducción de la sinfonía bruckneriana al mundo del cuarteto.
al
depresivo Wolf,
puede teuer una doble explicación: las dificultades de
ejecuciórr itnpuestas por su
instrurnentación y su densidad, y la presencia de utr
progranra coutaminante
cle
la prctendida pureza de la
rnúsica cle cámara.
fu-e rehusada,
II
_l'
I
Ceorges Pierre Seurat:
El ti¡co.
Museo del Louvrc, Parfs.
Mención: BridgemanJndex.
39
Paul Verlaine nació en
en
1844
Antología
Metz
y murió en París en
189ó. Sus poemas, de un li-
rismo musical evocaclor y
TI
I-la
sugestivo, son un reflejo de
su atormentada vida.
Pro-
tagonista de una escandalo-
y
música antes que nada
para ello prefiere lo Impar,
más vago y más soluble en el aire
sin nada en él que pese o que pose.
sa relacióu con Rirnbaud,
dos veces encarcelado, "Verlaine no es un cliablo tan negro como lo han pintado. Si
ha sido infeliz. si todavía lo
es y debe serlo siernpre, notamos en él alguna vez ciertos inesperados mutisrnos,
ciertos actos salvajes que
más bien recuerdan la timidez de un gato maltratado"
(P. Verlaine, I-l.1nt'ncs d'auioun:t'hui). Entre sus libros de
también que no vayas
tus palabras sin alguna confusión:
nada mejor que la canción gris
donde lo Indeciso se une a lo Preciso.
Es preciso
a elegir
gran luz temblorosa del mediodía
unos bellos ojos detrás de los velos,
es, en un cielo tibio del otoño,
ila azul mezcolanza de las claras estrellas!
Es la
¡roemas cabe desfacar: l'oenns
tnunilnnos (1.866), litstns gal,trtus (1869), l-a buuut i¿ución (1870), llananz,rs sin ¡taLt b nt s (187 4), Cc n I u ra (1881).
iPues lo que queremos es aún el Matiz,
no el Color, sino sólo el matizl
iOh, nada más que el matiz entrelaza
el sueño al ensueño, la flauta a la trompa!
Paralclanrcut (1889).
iHuye lo más lejos de la Punta asesina,
del Espíritu cruel y de la Risa impura
que hacen llorar los ojos del Azul
con todo ese ajo de baja cocina!
iCógele el cuello a la elocuencia y retuérceselo!
Harás bien, aprovechando tu energía,
en devolver a la Rima un poco de sensatez.
Si no vigilamos, ?adóndeuá4
zOuién hablará de los errores de la Rimai
?Qué niño sordo o qué negro loco
nos forjó tal joya con una moneda que
bajo la lima suena a hueco y a falso?
ila música aún y siempre!
Que tu verso sea la cosa volada
que sentimos huir de un alma en marcha
hacia otros cielos y otros amores.
Oue tu verso sea la buena ventura
esparcida al viento crispado de la mañana
que va floreciendo menta y tomillo...
Y todo lo demás es literatura.
Paul Verlaine, Arte poético, publicado en 1882, escritoposiblemente hac\a 1,877
/
40
J'
,|
'!
.r¡q*1
lE!J
iTrata, pues, instrumento de las fugas, siringa
maligna, de retallar en el lago en que esperas!
Yo, altivo de rumores, durante mucho tiempo
hablaré de las diosas, y en pinturas de idólatras
arrancaré a su sombra todavía ceñidores:
Asi cuando he sorbido claridad de las uvas,
por desterrar la pena de mi finta esquivada,
reídor, elevo al cielo de verano el racimo
y, soplando en sus pieles luminosas, ansioso
de ebliedad, en la tarde a su través lo miro.
HISTORIA DE
LA MUSI CA
Stéphanc Malla¡r¡é nació
en París c¡r 1342 y ururió en
Valvins en 1898. Apasionaclanrente cntlegado a la poesía, rnaestro del sirnbolisn"ro,
es el suyo un lenguaje sutil,
ex<¡uisito, eu el que la nrúsica
dc las palabras es tanto o rnás
importante que su significaclo. Sus obras I ler,,¡lias, l.¡t
sic.sta dc tttt l,tttuc. L.!n c,rtr¡, ile
,lts, Ayy,vitictt, Dcn
l-¿
t,,nl'¿,ttt
lc
ltt ¡tcint,
Ch¡rlts
l¿irc l'ccn¡ts ut
Bauda-
ltcsa
han
cjeLciclo una gran influencia
Oh, ninfas, revivamos los diversos recuerdos.
"Mis ojos, tras los iuncos, flechaban cada cuello
inmortal, que en el agua ahoga su quemadura
con un gr¡to de rabia hacia el cielo del bosque;
sobre
la literatura
europea
contemporánea.
y el espléndido baño de cabellos se ocutta
en un temblor de ondas y ioh, pedrerías! de luces.
Acudo, y a m¡s plantas se entremezclan (heridas
del desmayo frobado de ese mal de ser dos)
azarosas durmientes tan sólo entre sus brAzos,
yo entonces las secuestro sin deshacer sus lazos,
y vuelo a este mAc¡zo, odiado for la umbría,
que de rosas agota atsoltodo ferfume,
donde nuestro retozo sea fareio del
día.'
Furia de las doncellas, yo te adoro, delicia
f.erozde la desnuda carga que se desliza
para huir de mi labio, que bebe en un destello
isobresalto! el secreto pánico de la carne:
De los pies inhumanos al corazín pacato
que abandona a Iavez, húmeda, una inocencia,
de lágrimas insanas o menos tristes flulos.
"Mi
crimen es que, alegre vencedor de esos miedos
traidores, divisara la guede¡a revuelta
de besos que los dioses conservaban unida:
rues, apenas trataba de ocultar una risa
en los Vliegues dichosos de una sola (suieta
for un dedo tan solo, forque el candor de pluma
en la emoción se bañe de su hermana, que arde,
ingenua, la pe4ueña, y no se ruboriza)
que de mis brazos, lasos de tráns¡tos inciertos,
caftura ingrata para siempre se libra
sin Viedad del sollozo que todavía me embriaga."
esttt
Stéphane Mallarmé: La siesta de un fauno
(Tiaducción: Antonio Abellán)
41
,|
üe
l:otogr.rfía cn una partitr¡r¡ clc (lalrricl
l:auré.
llritish l.ibrary, l-ondrcs.
Mcnciórr: llriclgcnan-lnclcx.
42
/
HISTORIADE
f-e<I
)€!JT
LA MUSICA
Divagación sobre el tenta
Vro¡s
PARALEI¿.s
T/
V
arios factores imViden hablar de las existencias de Hugo Wolf y Gabriel
Fauré como si de vidas paralelas se tratase. Sólo en algunos funtos: conocen a
Liszt, quedan seducidos por Wagne6 ejercen la crítica. Pero yaralelas sobre todo en
el infortunio -aunque en esto fueseWolf quien llegase más lejos-, aunque en contadas ocasiones también en aspectos más agradables, como esa inicial ayuda generosa for farte de Liszt aWoff que fara tantos comVositores e intérVretes euroyeos de
la época sirvió al menos de estímulo f ara que no abandonaran el mundo de Ia música, y en no ?ocos cnsos como plataforma de lanzamiento hacia la fama. Para
Fauré, la parte positiva hay que buscarla en su éxito social, en el lento pero a la
fostre alcanzado reconocimiento entre sus colegas y el magisterio que su f gura proyectaría sobre la generación siguiente de comyositores. La cuestión de las relaciones
entre la biografía y ta obra de un artista están todavía lejos de haber sido universalmente solucionadas. Los ejemplos de los dos autores de este volumen Vueden
ayudar a medir la influencia del grado de fracaso sobre la cuantítt y acaso también
la calidad de la creatividad. Desde luego, Wolf fronto se vio a sí mismo cayendo
por la Vendiente del fracaso artístico. La causa yrinciVal sería la prolongada no
aceytación de sus obrts, en elfondo la simyle y fura incomprensión de sus trabajos, etlo enormemente multiplicado por lo que se refere al cuarteto de cuerda que nos
ocufa. Y es precisamente en este asfecto donde se bifurcan las existencias de los
dos comVositores, f ues a Wolf el rechazo lo acompañó casi toda su vida lúcida como
si fuese su sombrA, salvo con la significativa excepción del general aprecio que comenzAron a ganar tras mucho esfuerzo, sus Lieder. Para Wolf hay tal vez unt conexión Vrofunda en su vida creat¡va entre respeto a la tonalidad y Vérdida de la
razón. E/ Cuarteto en re menor traza el progreso de la enfermedad que le lleva a
la locura, a la vez que se ext¡ngue el acatamiento de la jerarquía tonal. Fauré fue
yrobablemente desdichado al comienzo de su vida personal, cuando fue apartado
de sus esferanzas de contraer matrimonio con Marianne Viardot, fero no es ésta
la única línea paralela conWolf forque elcomyositor francés Verdería eloído alfnal de su vida y padecería durante años graves yroblemas de equilibrio quq si no
es algo tan dramático como la locura deWolf lo acercan un foco a la insalubridad
del músico austriaco. En et centro de una y otra vida, ciertamentq tas rectas se hacen totalmente divergentes, con la aceptación de Fauré por sus conciudadanos, frente al aislamiento de Wolf en el medio vienés.
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Ideay realización: MARKETING Epnoru¡r, S.L.
Dirección musical e introducciones: P¡,oRo EtfRs
Texto: ENn¡ou¡ M¡Rrfs¡z Mluna
Diseño:
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Maquetación: ORlc¡N GM¡lco, S. L.
Fotografías: Ats4 PRIsua, INDEX, ORoNoz.
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Nuestro agradecimiento a Deutsche Gramnophon
por su valiosa aportación a esta serie.
Nuestro agraduimiento a la Fundación AntoniTdpies por
pernitirnw reproducir en el interior de cubierta
"UARIATIONS SUR UN THEME MUSICAL'
el grabado
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