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Tomo II
Parte 1
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Principios Kósmicos
(I)
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“La Verdad es una, los sabios hablan de Ella
con diferentes nombres”.
Rigveda
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Índice
Introducción………………………………………………….........6
Mónada…………………………………………..…………..........8
Huevo Áurico y el Campo de la Luz…………………………….21
Venga a nosotros Tu Reino……………………………....……...39
Esoterismo, psiquis y biología……………………………..…....53
La Obra se revela……………………………………………......73
La observación: sé el testigo…………………………….……....96
Energía psíquica y Evolución Humana…………………….......112
La Voz del Silencio……………………………………….……122
La belleza de la diversidad en el despliegue de la vida………...142
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Introducción
Lo Absoluto no está relacionado con lo causal o relativo. La Seidad persiste…
Del Silencio Insondable, (la aparente Nada -Vacuidad-) algo, eventualmente,
parece despuntar. El Alba de un nuevo “Manvántara” emerge. La Unidad del Ser
reverbera en un sinfín de posibilidades. Lo que “dormía”, una vez más, se agita y
entra en gloriosa Actividad. ¡El Hálito Divino, los ecos de la Deidad retumban!
Lo Uno mira en Sí Mismo la Inmensidad de Su Ser, el Único Ser. De sus
Propias entrañas nace el Espacio. Junto a ello, con trasfondo en la Duración,
sobreviene el Impulso del Tiempo y la Mente Kósmica (“Mahat”). Asimismo, la
“Ignorancia”, siendo parte del Entramado de la Creación, cuan treta Divina está
desde el comienzo del Nuevo Día.
De la Unicidad a la Díada, luego a la Tríada y al despliegue de Siete (7)
Principios. Cuan torbellinos, la Obra se expande. Así, sin perderse la Síntesis,
acorde a la Secuencia y al Ritmo, la Vida Una, que es también multiplicidad, entra
en consensuado Movimiento. La circulación sucede y la doble acción de despliegue
y repliegue, conforme al Divino Plan y al Edicto de los Ciclos, acaece. La Ley -Su
Voluntad- impera.
Sobre un Fundamento o Patrón Original, las proporciones, una y otra vez, se
replican. Desde lo Invisible a lo visible, de la Eternidad al virtual devenir, de lo
Inescrutable a través de la información, la energía, la fuerza y la materia; en una
doble y simultánea circulación, el Orden Divino opera en diversas escalas.
Todo, siempre y sin excepción, está conectado y se sostiene bajo un mismo y
compartido pulso. La Existencia respira, late. La Consciencia -Luz infinita, Amor
inmensurable y Voluntad omnipotente- para su enunciación y a partir de cinco (5)
Materiales esenciales se viste de innumerables atuendos. La Capa de la Madre “Maya”- cubre y esconde a Lo Real.
Las Ruedas, mayores y menores, concatenan su ejecución. El “loco” girar
sucede conforme con el Propósito en el seno de Lo Uno. Con centro en todas partes
y sin limitación alguna, la Matriz se dispone. Las Inteligencias responden, según su
tónica y singularidad, al llamado. Ángeles y diabólicas entidades emergen de la
misma Fuente. Se condiciona la vivencia, el Juego tiene reglas y plantea desafíos.
Se asume con gozo la aventura del autoconocimiento.
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La variedad y la contradicción embellecen el fluir de la Vida. El Campo es Su
expresión y Naturaleza. Seres, Planos y cuerpos entran por turnos a la escena. La
magnánima Obra se monta, el trabajo se renueva. La evolución motiva. El Motor
silencioso no para. Aquello Yo Soy.
“Para lograr el conocimiento del espíritu, es indispensable la pureza de
corazón: desechando todo mal pensamiento, manteniendo el ánimo sosegado sin
jamás agitarse, ni irritarse por nada”. -H. P. BlavatskyEn el presente apartado, además de ahondar en cuestiones ya vistas,
inquiriremos, entre una numerosa diversidad de temas y enfoques, sobre los
Principios Superiores del Kosmos, del Sistema Solar y del ser humano. Mónada,
“Âtmâ”, Huevo Áurico, “Buddhi” y “Manas” (superior e inferior) son tópicos, entre
otros, que abordaremos. Para la parte II de este Tomo dejaremos los Principios
inferiores a partir de los que se constituye el yo personal o ego del Hombre.
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Mónada
“Los Misterios de la Fe no son para ser divulgados a todos”. -Stromateis,
Clemente De AlejandríaAsumiendo, antes que nada, que lo que se pudiera comunicar no es la Verdad,
profundicemos sobre la atemporal Enseñanza Sapiencial. Siguiendo la Instrucción
dada por madame H. P. Blavatsky, factible se vuelve efectuar una curiosa analogía
entre la Trinidad Kósmica y su correspondencia en el ser humano (“Âtmâ”,
“Buddhi”, “Manas”).
Platón, excelso Iniciado -como tal no podía revelar libre y claramente toda la
Doctrina- en cuanto los aspectos fundamentales del Hombre, sin entrar en mayores
detalles ilustró la triplicidad conformada por: 1- cuerpo; 2- alma; 3- espíritu. La
Rueda ha girado y hoy más conocimiento se transmite al público interesado.
En función al marco presentado, empecemos a tratar, en una cuantía, el tema
de la constitución oculta del Ser humano. Uno de los tópicos cardinales de la
psicología esotérica.
Cuando la “Seidad”, Santo de los santos, Fuente Inefable, Germen y Raíz de
Todo y la misma Existencia -frecuentemente nombrada en los Tratados Esotéricos
bajo la metáfora: “Tinieblas o Lo Invisible”- “desciende” como “Verbo” (AUM),
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desde Su emanación de Luz promueve el despliegue del Sistema de acuerdo a una
Trinidad Fundamental. Al Primer Aspecto, que permanece en el Mundo Espiritual
se lo denomina: “Âtmâ”; al Segundo, que se manifiesta en una Dimensión menos
sutil y que atañe a la Intuición Pura: “Buddhi”; y al Tercero, que representa a la
Inteligencia Humana “Manas”. Así es como el Soplo, Lo Uno, deviene -en
apariencia- Dos, luego Tres y después Siete. Hasta finalmente, enseña la Filosofía
de los Dioses, constituir Diez Principios fundacionales.
El “AUM”, cuan impulso emergente del Trasfondo, es el Inicio, la
Continuidad y la Conclusión de Todo. Desde el Origen (“A”) a la Expansión (“U”)
en la infinidad de las modalidades de la Materia (“M”): lo Inmanifiesto se concibe
Manifiesto. Hemos de percatarnos que el completo recorrido de la pronunciación puesto que abarca a partir de la raíz de la lengua hasta los labios- y todos los
sonidos plausibles de articulación se involucran cuando el Sagrado “AUM” se
entona.
Los Sabios Videntes atestiguan que no ha llegado el “final del día”. Todavía
“la Palabra” no debe cesar en su entonación. Comenzó y continúa. Lejos se
vislumbra la reabsorción postrera. Existen dos partes que estarían trabajando con
plenitud. La tercera “aún no” se ha vuelto activa por completo. El Propósito debe
cumplimentarse en la Pantalla del Espacio y en función de la presión del Tiempo.
Cuando el “AUM” se silencie, la “Creación” retornará a Su Fuente.
La Mónada Universal (El Yo Soy, “Rayo del Trasfondo”) ha de
“experimentarse” a Sí Misma en las Ilimitadas posibilidades del Kosmos -aparente
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secuencial proyección- en tanto “Entidad Autoconsciente” y Síntesis. Es sobre la
base del Conocimiento propio, por mediación del espejo de las relaciones, que la
Consciencia al ir descubriendo lo “Otro” -el fenómeno- y tomarle como objeto,
consigue ir revelándose a Sí Misma. Solamente en la medida en que Lo Uno, con el
discurrir de los Ciclos, aparenta dividirse -polarizarse- y aparece el Dos, tiene
entonces lugar la Expresión Divina. El reflejo marca el límite de Su influencia.
La relación entre el centro y la circunferencia -número infinito de puntos sin
inicio ni fin- es el Principio Ordenador, el Logos. De tal manera, la esfera simula
apartarse del Trasfondo Inescrutable y aflora un Cosmos. “Evolucionar” se describe
como el proceso de abordar la Realidad desde todos los puntos de vista.
El auto-reconocimiento, hecho que se da en las diferentes escalas (incluso en
el horizonte celular), patrocina el desarrollo de la memoria y la percepción de Sí
Mismo. La adquisición de experiencias encausa a la existencia en el andar
evolutivo, en un continuo crecimiento y habilitación. El “feedbak”, la autoretroalimentación, la interiorización y el ensimismamiento permite descubrir la
“Seidad”.
La expansión del centro hacia una circunferencia cada vez más amplia,
abarcando áreas de superior complejidad e integridad, sobreviene. A partir del
movimiento del punto medio a los extremos de la esfera, se gesta un aparente
desequilibrio de fuerzas -“dualidad”- y con ello muchas vivencias.
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El epicentro, que con el devenir involucra un progresivo incremento de la
sensibilización y de la capacidad de procesar cada vez mayor información, impulsa
a la corriente de vida a atravesar los diversos Reinos de la Naturaleza en los tres (3)
mundos hasta entronarse en el ser humano.
De acuerdo a la Suprema Intención y sobre el sustrato inherente a la
relatividad temporal, acontece el Universo con su variedad de Planos e
inmensurable diversidad de criaturas.
El Tiempo “nace” con la autopercepción, que con el fin de conseguir una
acabada comprensión, paradójicamente, “se multiplica hasta parecer una ajenidad”.
Es así como germina la cadena de apariciones y la sucesión de formas junto con la
búsqueda del reconocimiento propio por medio de la pluralidad; es decir, mediante
las interrelaciones. Las Dimensiones son perspectivas de la Verdad, partes de la
Unicidad.
Sólo cuando el Ser emula fraccionarse, la procreación y la duración -principio
y fin- advienen. La “escisión” se produce a partir de la auto-contemplación que
gesta un Orden fractal holográfico o imagen que contiene en “cada una de sus
partes” a la Totalidad. Es el “divino ilusionismo” del rítmico suceder, que teniendo
por Trasfondo a la Presencia, surge a modo de una película (con imágenes en
movimiento y siempre cambiantes), cuando en Verdad sólo hay un único
fotograma: la Eternidad...
Quizá, a partir de la idea ilustrada es que Hegel (filósofo alemán del siglo
XVIII) afirmaba: - “El Mundo es, por lo tanto, el gran espejo en que la Consciencia
se descubre a Sí Misma”.
“Anupadaka”, término sánscrito que significa: “sin padres”, “que existe por Sí
Mismo”, “ingénito” o “nacido sin progenitores” es el vocablo empleado en
Ocultismo para designar al Plano (segundo del Esquema: Etero-físico Kósmico)
hasta donde descienden las Mónadas que evolucionan en el vigente Sistema.
Asumiendo como fundamento la referencia anterior y la enseñanza brindada
por el Maestro Djwhal Khul a través de los libros de A. A. Bailey podemos pensar
entonces que. permeando, por encima, más profundo y/o detrás de la “matriz
vibratoria del universo” -nuestro campo de acción-; por expresarlo de una manera
gráfica aunque burda e incorrecta, permanece una “Dinámica de Consciencia”
todavía más sutil (empero infinitamente más densa en cuanto a Energía), la cual
correspondería a excelsos Seres, entre los que se encontra el Guardián Silencioso o
Logos Solar. Metafóricamente hablando, la tradición hindú comenta que “Purusha”,
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la Persona Kósmica, posa Sus “divinos pies” en el estrato más elevado de nuestro
Cosmos (el “Ádico”) y que la contraparte inherente en el hombre de tal sublime
santidad se halla en el “Chakra” o centro vital ubicado en la zona de la fontanela.
Lugar desde donde el “Señor” dirige a Su Reino.
Tengamos en cuenta que dentro de la nomenclatura de Blavatsky, los vocablos
“Mónada Humana” (el Eterno y Divino “Peregrino”) se aplica al Alma “dual”:
“Âtmâ-Buddhi” y no tan sólo al Principio más elevado, espiritual y vivificador.
Siempre en términos relativos, “Âtmâ-Buddhi” podría ser considerada como la
analogía, en la escala acorde, de lo que es “Shiva-Shakthi” en el “Horizonte
Supremo”.
Leemos en la magna obra La Doctrina Secreta: - “¡Cuán precisa y verdadera
es la expresión de Platón; cuán profunda y filosófica es su observación sobre el
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Alma o Ego (humano) cuando lo definió como “un compuesto de lo mismo y de lo
otro!”. Y sin embargo, ¡cuán poco ha sido comprendida esta alusión, dado que el
mundo le atribuyó el significado de que el Alma era el Aliento de Dios, de Jehovah!
Es “lo mismo y lo otro”, según dijo el eximio Filósofo-Iniciado; pues el Ego -el
“Yo Superior”, cuando inmergido con y en la Mónada Divina- es el hombre, y sin
embargo, lo mismo que lo “otro”; el Ángel en él encarnado es lo mismo que el
Mahat Universal”.
La Mónada (Unidad y estable Esencia), cuyo símbolo geométrico es la Esfera
y Su número representativo el Diez -Lo Uno expresándose mediante el Tres veces
Tres-, siendo “el Inefable Espacio” en su secuencial “desenvolvimiento” (en la
temporal Creación), simula “cierta gradual tendencia” hacia la segregación fractalidad- en “Mónadas individuales o consciencias Monádicas”. Figura descripta,
únicamente legítima desde el punto de vista de la evolución, la cual además de
compleja es aparente.
Tomando por asiento lo presentado, podemos aceptar de manera simbólica a
las Mónadas por Chispas, que brillando en las Llamas -Logos Solares- arden dentro
de “Un Mismo y Eterno Fuego Kósmico”, el invisible Gran Sol Espiritual Central.
Dice La Doctrina Secreta: - “A Fohat, en su calidad de Amor Divino (Eros), el
poder eléctrico de afinidad y de simpatía, se lo representa alegóricamente como
tratando de unir el Espíritu Puro, el Rayo inseparable del Uno Absoluto; con el
Alma, constituyendo los dos la Mónada en el Hombre, y en la Naturaleza el primer
eslabón entre lo siempre incondicionado y lo manifestado”.
No existe separación. “La Totalidad es Una Inmaculada e Indivisa
Consciencia” que parece, cíclicamente, despertar y revelarse mediante multitudes
de estructuras y cualidades. La calidad del recipiente es lo que caracteriza (en
tiempo-lugar) a la Vida. De ello surgen, por efecto, los diferentes Niveles, Planos
y/o Estadios. Todos parciales, si los arrogamos por separado, y a la vez únicos y
complementarios.
“La Mónada, nacida de la Naturaleza y de la esencia de los “Siete” (cuyo
Principio más elevado permanece en el Séptimo Elemento Kósmico), tiene que
verificar su vuelta septenaria a través del Ciclo de la existencia y las formas, desde
la más elevada a la más inferior; y luego nuevamente desde el hombre a Dios.
En los umbrales del “Paranirvâna”, reasume su esencia-primitiva y se
convierte de nuevo en lo Absoluto”. -H. P. Blavatsky, La Doctrina SecretaAunque en ocasiones pudiéramos por temas didácticos o por cuestiones
acordes a la dinámica relativa de las cosas, en apariencia, declarar lo contrario,
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jamás se ha de olvidar que sin importar cual fuera el medio de exteriorización, el
Sustrato persiste siendo Homogéneo, Equilibrado y Omnipresente.
El Kosmos se proyecta, explican los Tratados Esotéricos, en cada una de sus
Mónadas (asumiéndolas cual Átomos Divinos) mediante las experiencias de todas
las criaturas. Una imagen semejante expresó Leibniz, repitiendo una enseñanza
oriental, cuando advirtió que la Mónada durante el Ciclo de “sus encarnaciones”
refleja en Sí Misma las numerosísimas formas raíces de cada reino.
A partir de lo aludido y de acuerdo al factor tempo-espacial inherente al
“proceso de perfeccionamiento” de la Vida, se entiende que en “Jornadas Previas”
(“Kalpas”), antes de “convertirse en hombre”, se hubo “atravesado”, a modo de
preparación, por distintos estadios de consciencia. La maduración es un aspecto
natural del tiempo.
“Los términos de Mónada “mineral”, “vegetal” y “animal” sólo implican una
distinción superficial: no existe una Mónada (“Jiva”) que no sea divina, y por
consiguiente ha sido, o tiene que ser humano en el futuro”. -H. P. Blavatsky-.
Compartiendo la idea, los cabalistas con exactitud profesan -así lo suponía
también Blavatsky- que “el individuo”, en sucesión ascendente, se convierte
primero en piedra, después en planta, animal, ser humano (recapitulando el pasaje
por los reinos inferiores durante los nueve meses de la gestación), luego en espíritu
y finalmente en un Dios. Completándose así su circuito y volviendo al sitio de
partida -punto del cual en esencia nunca se marchó- como Hombre Celestial.
Alguna insipiente alusión sobre lo antedicho dan los científicos de avanzada,
al plantear que en la información genética de las moléculas de ADN se encontraría
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la memoria cósmica y, por supuesto, las distintas fases del desarrollo de la
existencia. Incluso hasta el sustrato propio de la Raíz Primigenia.
Respecto al progreso inherente al cuarto Reino de la Naturaleza, comenta H.
P. Blavatsky, en La Doctrina Secreta: - “Debe existir un número limitado de
Mónadas que evolucionan y van siendo más y más perfectas, por medio de la
asimilación de muchas personalidades sucesivas, en cada nuevo “Manvántara”. Esto
es en absoluto necesario en vista de las doctrinas del Renacimiento y del Karma, y
de la vuelta gradual de la Mónada humana a su origen -la Deidad Absoluta-”.
Una vez más, a partir del encuadre ilustrado y según la Enseñanza del Maestro
Djwhal Khul, decimos que habría miles de millones de Mónadas, entre Humanas y
“Dévicas” (“bifurcación” evolutiva de la Mónada Universal), desplegándose en
nuestro Sistema y que cada una, sin dejar de Ser la misma “Totalidad” (debido a
que constituye Una Integra e Indivisa Vida), exterioriza en especial por sobre los
demás Aspectos Primordiales de la “Santísima Trinidad”, Uno de los Tres Rayos
Mayores (1- Voluntad; 2- Amor-Sabiduría; 3- Actividad Inteligente).
Particularmente, en el actual “Kalpa”, se narra en Escritos Ocultistas, al tratarse de
la Segunda “encarnación” del Logos Solar (Gran Hombre de los Cielos), es que la
mayoría de la Mónadas responderían a la naturaleza vibratoria del Segundo Rayo de
Amor-Sabiduría. Cualidad “dual” que deberá desenvolverse en “plenitud” durante
el vigente Esquema.
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En tiempo-espacio y de acuerdo a lo que en círculos esotéricos se comunica,
sin dejar de estar presente la Trimurti en cada momento; el Tercer Rayo (asociado a
la Personalidad Divina) fue el Principio Rector y Guía del “Manvántara” (período
que separa a dos “Manus” o Pensamientos Semillas del Creador) anterior. El Primer
Rayo (del Espíritu Puro) marcará el norte y será la Fuerza que nos conducirá en el
futuro. El Segundo Rayo es la meta actual.
“La atención de la evolución humana y dévica no se dirigirá hacia la
evolución del Primer Aspecto en esta encarnación Solar particular, aunque se
producirán unas pocas revelaciones con respecto a dicho semblante hacia el final de
sus días. La Tercera Encarnación o Encarnación final de nuestro Sistema Solar en el
Plano Físico Kósmico revelará el progreso del Espíritu y así completará la ecuación
final de Espíritu, Materia y Consciencia a su propio nivel, o en el sentido Solar.
Para nuestros propósitos, por tanto, la evolución dévica es el opuesto polar del
aspecto Voluntad, y a través de su manipulación la Voluntad Divina acabará
revelándose a Sí Misma. Estos devas son los constructores del Universo que,
obedeciendo la voluntad que los dirige, se disponen a la actividad a fin de producir
formas”. -Lucille CedercransSobre la impronta de las épocas, si admitimos a la Manifestación en calidad de
un factor relativo, dando cuenta, además, de que “Todo se halla en todo”;
advertiremos que subsiste el potencial de atraer del Atemporal Espacio (Mónada
Kósmica), el “Mañana” al momento presente y lograr experimentar en el “Ahora”
estados de consciencia correspondientes a Razas, Rondas y Cadenas posteriores.
Incluso a Universos por venir.
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Ha de tomarse lo que vamos a elucidar tan sólo por analogía y a modo de
facilitador o hipótesis para la reflexión. A pesar de recalcar con énfasis que la
Mónada, la Realidad Espiritual es Una, Ilimitada e Indivisa; decimos en conexión
con la Mónada Mineral (hallándose en la curva opuesta del círculo, etapa de mayor
densidad o “externalización del trasfondo”) que, sin dejar de “Ser lo que Es”, de Su
seno han procedido innumerables átomos físicos a los que hoy la ciencia empieza a
considerar individualizados.
La Sabiduría Arcana comunica que los metales contienen en potencia los
atributos de la facultad mental, emocional y espiritual del ser humano.
Comenzando por las emanaciones de las Siete Jerarquías Creadoras (los
regentes Espirituales de los Planetas), las sucesivas derivaciones se diferencian en
colores y sus correspondientes sonidos. En razón a lo indicado, estimamos que de lo
“Esencial”, la unitaria “Fuente”, se “desprendería” con fines evolutivos y de
experimentación -por formularlo de alguna forma- cierta aparente diversidad o
multiplicidad. Señalamos que de los Rayos que dimanan del Divino y Omnipresente
Uno -con centro en todas partes y demarcaciones en ninguna- se organizan e
instituyen (cuan paradoja) las “Mónadas Individuales de los hombres”. La Mónada
humana no sería más que una “virtual y ficticia variedad” de “Aquello”. Con ello
pretendemos aludir que como tal: es Integra Realidad, Unicidad y Ser.
Estimamos vital meditar continuamente en lo trazado, por la magnitud que
implica descubrir a la Mónada en tanto la Presencia Viva, Eterna, Ilimitada y
Sintética en nosotros y en cada cosa.
Sosteniéndonos en la Ley de Correspondencia, integremos lo que revela en su
libro: “Iniciación grupal”, el ocultista neozelandés Bruce Lyon.
Somos conscientes del hecho de que un alma -al menos así lo leemos en
Tratados Teosóficos- que se ha individualizado sobre el Plano Mental atraviesa una
larga serie de encarnaciones físicas. Experiencias que culminarían en la puesta en
acto del Designio Egoico. Asumiendo el cuadro alegado, ¿juzgamos entonces
razonable que la Mónada tenga una única “encarnación”? Encarnación que se
revelaría, tengamos presente, por Su manifestación a nivel del “cuerpo causal”.
A saber, es entendible que la Enseñanza o Instrucción debe ser desplegada
secuencialmente para no agobiar a la mente humana en gradual expansión. Las
etapas se suceden y lo novedoso trae sus oportunidades y desafíos. Quizá hoy se ha
vuelto pertinente correr el horizonte de sucesos y adentrarnos en nuevas regiones de
la Verdad.
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La extensión de una “Encarnación Monádica” y el hecho de que la Segunda,
Tercera y Cuarta Iniciación pueden ser tomadas, así lo propone Lyon, durante una
misma aventura física, en el marco de una subraza, dentro de una Raza raíz, en un
Globo, una Cadena, un Esquema, en un Sistema Solar da mucho para cavilar. ¿No
parece razonable pensar al proceso de individualización (construcción de un
“cuerpo causal” para testimonio de un aspecto del Propósito Monádico), que con el
tiempo deriva en la Iniciación (ruptura de ese mismo “cuerpo causal”), como un
movimiento que se suscita “una y otra vez” a lo largo del Ciclo de una Mónada
humana?
De modo similar en que el alma atraviesa muchas existencias en la Dimensión
objetiva, entretejidas con otras que suceden en los Planos Mental y Astral; la
Mónada tendría cantidad de análogas expresiones en vehículos causales,
intercaladas con Iniciaciones en los dos Planos Superiores de la Tríada. Con lo
expuesto queremos insinuar que los “cuerpos causales” -envoltura del Ego- serían
tomados por la Mónada humana, a fin de desenvolver Su Divina Intención en el
transcurso de un Período mucho más extenso, evidentemente, que la etapa evolutiva
inherente al desempeño del alma.
“En la Casa de mi Padre hay numerosas mansiones”, aseguró el Maestro
Jesús.
Las “encarnaciones” Monádicas tendrían lugar, así lo declara Bruce Lyon, en
diferentes Cadenas y Esquemas. Vivencias simultáneas y/o secuenciales que se
completarían a través del equivalente al “cuerpo causal” en el Campo “Átmico”.
Santuario que sería destruido en la Sexta Iniciación. Puede parecer incomprensible
asegurar que la Mónada almacena “trazos del Propósito” de encarnaciones previas
(la Mónada encarna en un “cuerpo causal”) en el vehículo Átmico o Templo de
Ezequiel, de semejante manera en que el Alma acopia “trazos de Cualidad”, de
anteriores aventuras físicas, en el “cuerpo causal” o Templo de Salomón. Si se
medita sobre el tema se abrirá un novedoso espacio de indagación, el cual
involucrará, seguramente, el despliegue a través del Tiempo del Designio Planetario
y Solar.
Reflexionemos: el Poder de la Presencia (La Mónada, siendo Vida Una y
Principio de la Divina Manifestación), cuan Incognoscible Realidad y renovada
Omnipresencia, es Consciencia liberada del devenir, de las mudables y transitorias
formas.
El Ser permanece Imperturbable en la Integridad de cada instante. El Original
siempre es perfecto, empero el reflejo -en coordenadas tempo-espaciales- puede
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fingir no serlo. Por esta razón, las Escrituras recalcan la importancia de consciente y
regularmente relacionarse con la Divinidad. El percibir el “Factor Común” en la
variedad permite encaminarse hacia la Suprema Verdad.
Cuando se persevera en la Seidad (Existencia-Consciencia o “Âtmâ-Buddhi”),
la óctuple Naturaleza no condiciona y el deseo del “no yo” desaparece. Incluso
hasta el anhelo sublime de trabajar para el Plan se diluye cual fatua ilusión, para dar
lugar a que la Vida con agraciada plenitud fluya realizando lo que le atañe.
El Fiel y Silencioso Testigo incólume se sostiene.
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Huevo Áurico y el Campo de la Luz
La secuencia de ordenamiento del proceso de la Manifestación Kósmica se
orienta Jerárquicamente (atribuyéndosele a lo “superior” mayor responsabilidad) y
de acuerdo con un sentido guía que va de lo Sutil -de superior densidad energética-,
Unitivo, Intrínseco y Subjetivo a lo de acrecentada visibilidad, concretización,
impermanencia y diversificación.
La Posibilidad precede a la experiencia, lo Informe antecede a la forma, lo
Indefinido preexiste a lo definido.
El Universo se organiza siguiendo la Ley: “De la máxima sencillez se produce
(replica) la extrema complejidad”.
Hay un Plan subyacente en la Evolución, este fija la interacción de las Fuerzas
que dirigen la estructuración de la materia. La viva sustancia toma forma en el
espacio acorde a un Patrón -Arquetipo- que existe antes de su exteriorización.
“(…) todas las cosas tienen su origen en el Espíritu. La evolución principió en
su origen desde arriba y procedió hacia abajo, en lugar de lo contrario, como se
enseña en la teoría darwinista. En otras palabras, ha habido una materialización
gradual de las formas hasta que se alcanza un determinado punto último de
descanso”. -H. P. Blavatsky, Isis sin Velo-
Admitiendo lo escrito por substancial y a partir de lo expuesto en el último
tomo del libro titulado “La Doctrina Secreta”, entendemos que:
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1- Âtmâ instituye a la propia Seidad (el Sí Mismo de C. G. Jung), la Existencia Pura
(incondicionada) de Base no diferenciada, de Excelsa Voluntad y Naturaleza Eterna
e Interna. “Âtmâ”, Singularidad Atemporal y “Aespacial”, es la Vida no afectada
por la relatividad de los Ciclos y el cambio, el prístino “Estado de Gracia” y el
Silencio de lo Incognoscible. Se trataría, pues, del Observador Silencioso, del
Logos Inmanifestado en cada uno de nosotros y en todo. “Âtmâ”, La Esencia, no
desea nada ni tiene motivación.
En cuanto a Principio, Âtmâ se encuentra relacionado con el Primer Rayo o
Aspecto Poder de la Deidad, correspondiéndole la “A” entre las tres letras de la
Palabra Sagrada (“AUM”). Su anclaje en la persona en encarnación guardaría
ubicación en el “Chakra” de la corona.
“Âtmâ” es el Ser Universal, que pulsando por detrás del dinámico y rítmico
proceso circular de la Energía, “inmutable permanece”. En el Supremo “Âtmâ” no
hay diferencias entre conocedor, conocimiento y objeto del conocimiento. “Âtmâ”
resplandece por Sí Mismo al tener por única Naturaleza la Consciencia y la
Bienaventuranza Eternas.
Si meditamos en lo comunicado, seguramente, llegaremos a vislumbrar
interesantes vínculos y pujantes indicios entre:
a- Âtmâ como “Punto de Realidad Última”.
b- la Autoridad inapelable de la Ley (“Dharma”). Fundamento cardinal y
condición natural e implícita de cada ente. Sentido de rectitud, orden o
virtud en términos Aristotélicos
c- la cualidad unidireccional propia de la Atención (lo que no implica
exclusión).
d- el “santo aliento” que se expresa por el renovado fluir y refluir de la
respiración sobre el trasfondo de la Pulsación Sutil.
Tengamos a resguardo la idea de que lo inédito, invariablemente, aguarda en
el “Aquí y Ahora”. Puerta de entrada o acceso a la siempre Presente, Fresca, Pura e
Inteligible Existencia. Lo “No Manifiesto”, lo Impersonal, en tanto proceso íntegro,
simple y no fragmentado es lo Real.
Mientras haya queja, resentimiento, desconfianza, codicia, culpa, enfado,
intolerancia, preocupación o cualquier emocionalidad: no prevalece noción del Sí
Mismo. Las fluctuaciones mentales empañan la visión y taponan el contacto
fundamental. Las fábulas psíquicas gestan glamour y espejismo. Dar cuenta de
“Âtmân” significa estar exento de polarizaciones, conductas egoístas y apegos.
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La segmentación interna, el creerse separado y diferente de la Vida -la
quimera del tiempo- se yerguen a modo de desapercibidas patologías, que definen a
la complexión de la consciencia localizada. Comprender la identidad del Ser y
superar la dualidad “yo y el mundo” se revela en tanto diestro Conocimiento.
Afirma la filosofía Vedanta, “Âtmân” (la Divinidad inmanente, el Yo Soy) es
“Brahmán” (lo Absoluto y Trascendente, Aquello).
Conforme con lo explicado por H. P. Blavatsky, en términos esotéricos,
“Âtmâ” no constituiría ciertamente un Principio individual sino una radiación
(siendo Uno con Él) del Logos Inmanifestado.
Del “No Ser” emerge el Ser, que presidiendo sobre las Tres Cualidades
Primordiales -Voluntad, Amor-Sabiduría y Actividad Inteligente o Adaptabilidaddeviene en todas las demás triplicidades mediante el desenvolvimiento de la
Creación.
Con soporte en el Espacio -“Huevo Divino”- se gesta la “Persona Kósmica”,
el Prototipo de la Manifestación con innumerables Dimensiones y escalas.
Ahora bien, de no considerarse a “Âtmâ” por Principio, el Séptimo y más
elevado sería entonces la “Invisible Esfera Electro-Magnética” o “Madre del
Mundo” (“Gayatri”), que a través de sus treinta y tres (33) funciones esenciales
permea, impregna, compone y rodea a la Totalidad. Dicha Envoltura Áurica, en este
contexto, florecería como la directa emanación del Rayo “Átmico” en su Trino
aspecto de Creador, Conservador y Destructor (o Regenerador). En otro nivel, a este
sublime Principio se lo identificaría en tanto “Buddhi-Manas”, es decir, según el
verdadero hombre.
La Omnipresente Matriz constituiría el Primordial y Puro “Akasha” (la Luz
que todo permea) de los Indos o aquello que los filósofos griegos llamaron
“Ápeiron” (Semilla u Origen sin forma ni límites). Trata de la “Palabra”, de la
inicial capa que se despliega sobre la vasta expansión del Ser.
Dicho Molde se tomaría por la cobertura que contiene y abarca a los Siete
Centros de Fuerza, por ende, a los seis “Tattvas” (Principios), volviéndose “Ello”
mismo, cuan Síntesis, el Séptimo. En otras palabras, el Principio más interno y
abarcante.
Sería en el ser humano, a semejanza del “Hiranyagarbha” o Huevo (“Âdi
Tattva”) que viste a Brahma (término colectivo que simboliza a las Siete Fuerzas
Universales), la “esfera luminosa” que contiene a la vez al Yo divino y a su
contraparte física.
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“Vivimos en una especie de superficie o de membrana dentro de un ámbito de
más dimensiones, como si nos moviéramos sobre la superficie de una inmensa
burbuja cósmica”. -Stephen Hawking-
La Potencia Fundamental del Universo -“emergida de Lo Eterno e
Inmutable”- se corresponde, de acuerdo a los Tratados Ocultos, con la “Envoltura
Dorada” o “Shakthi”. Velo que circunda e interpenetra a Sistemas, Planetas, seres y
demás. Esta Matriz Kósmica conformaría el Vehículo que en Su vigor comprende al
“Conjunto” (espíritu y sustancia; energía y materia) y da cuenta del ímpetu
dimanante del Ser Inmanifiesto o PRIMER LOGOS (núcleo y sustrato Universal).
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El Mundo, señalan las Escrituras Sagradas, no es más que una Vibración de la
Consciencia, una oscilación en el “Akasha” Infinito. Tal vez, sea la emergencia de
un Pensamiento en la Memoria de Dios (el Tiempo). Quizá sólo se trate de un
Maravilloso Sueño...
En cuanto al “Útero Divino”, sobre el despliegue de la Vida y su oportuna
equivalencia en el Cuarto Reino de la Naturaleza, expone H. P. Blavatsky en La
Doctrina Secreta: - “Según dijimos, es eterna en su esencia; y en sus constantes
correlaciones y transformaciones, durante el progreso reencarnante del Ego, es
como una máquina en continuo movimiento”.
Acorde a la Sabiduría Antigua, el Alma al expresarse en la realidad
tridimensional toma, bajo la Ley de Alternancia, del Campo energético una forma
astral (en términos del Maestro Djwhal Khul: una estructura etérica). Vestidura de
luz -horma del organismo biológico- que derivada del “Huevo Áurico”, será la
médula de cada una de las diversas personalidades de una larga serie de
encarnaciones. Este mecanismo sutil se erige como el receptáculo de las causas
“kármicas”. Quedarían grabadas, sobre el mencionado revestimiento, sin excepción
y a modo de fotografías en una película sensible: los pensamientos, las prácticas y
las situaciones del diario vivir.
Asimismo, en su aspecto de aura individual ostentaría la facultad de asumir el
semblante del cuerpo físico y el potencial de convertirse, además, en el radiante y
luminoso “Angoeides” o “Maya Virupa”. Incluso, bajo los designios de “Karma”,
durante el transcurso del discurrir mundano, la citada Esfera, susceptible y maleable
al poder de la voluntad dirigida; suministra el material conveniente a través del cual
se confeccionaría en el Plano emocional, el “Kama-Rupa” y, después de la
encarnación biológica y el plazo correspondiente en “Kama-loka”, la entidad
“Devachánica”.
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Sepamos que, tras la muerte del ego, el “Huevo Áurico” (relacionado al
Planeta Júpiter, el Elemento éter y el color azul) se asimila en la esencia de “Buddhi
y Manas”, instituyéndose en el instrumento de estos Principios espirituales. Con
plena radiación de Âtmâ sobre él, acorde a la categoría evolutiva de la entidad, se
elevaría dicha envoltura al “Devachán” (cielo cristiano) o, en el caso del Adepto, a
la sublime naturaleza de “Nirmanakaya”. Estado de extrema pureza que permite la
trascendencia de las divinas, aunque ilusiones, vivencias “devachánicas”.
“La gota de rocío cae en el brillante mar. Esto muestra que el Nirvana no es
obtenido, como algunos piensan, por la aniquilación de la individualidad, sino por
su expansión indefinida. En otras palabras, cuando se obtiene el Nirvana, el Huevo
Áurico, el límite de la individualidad, se expande hasta que sus límites se vuelven
co-extensivos como los del «Huevo de Brahma» -que dura en el Universo particular
donde ese individuo ha estado llevando adelante su peregrinación cíclica”. -Los
Escritos Esotéricos de Helena Petrovna Blavatsky-
En la dimensión Macro, el referido Séptimo Principio que ciñe, permea e
inter-vincula a los otros seis -inclusive al sistema corporal- se constituiría como el
conservador de los anales del Destino (“Libro de la vida”, que guarda en su seno la
totalidad del pasado, presente y futuro) y el “Sutratma”. Para la Enseñanza Oculta,
el “Sutratma” es el plateado Hilo que encarna, desde el comienzo hasta el fin del
“Manvántara”, engarzando en su continuidad las perlas de las existencias humanas
y divinas. Sería nuestro Principio inmortal que, en conjunción con los recuerdos
“Manásicos” de las vidas anteriores, daría cuenta de la identidad original. El sentido
literal de “Sutratma” es Alma-Hilo. Esto se debe a que las largas series de
experiencias mundanas enhebradas en este Hilo se organizarían, cuan pictórica
analogía, a modo de perlas en un hermoso collar.
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Algunas teorías científicas, por ejemplo, la propuesta sobre los Campos
Morfogenético del Doctor Rupert Sheldrake, empezarían a dilucidar, en un primer
grado, la idea que venimos trazando en este capítulo. Alude a estructuras de energía
e información a partir de las cuales se ordena la naturaleza.
Habría una enorme pluralidad de campos porque existen muchos tipos de
cosas y de patrones en la naturaleza. Cada variedad de cristal, organismo, grupo,
comunidad, raza, especie, planeta, etcétera; incluso hasta cada clase de instinto o
pauta de comportamiento tendría su particular Campo Mórfico.
La Totalidad de la existencia -desde lo invisible o subjetivo hasta lo concreto
y tangible- estaría rodeada y constituida por una única Matriz Viva, Sensible e
Inteligente. Matriz que en Su Seno parecería asumir diversa complejidad y escalas.
Nada queda apartado de Ella ni aislado de lo demás.
“El Huevo Áurico es “Akasha” y tiene siete grados. Es sustancia pura y
abstracta, y refleja ideas abstractas, pero también refleja cosas concretas e
inferiores”. -H. P. Blavatsky-
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2- “Buddhi”, para los Tratados Esotéricos, corresponde al Campo del Fuego -Luz- y
sería, en el marco del ser humano, el medio por el cual se manifiesta Âtmâ.
Constituye el Plano de la Ideación Kósmica. Da cuenta de “La Palabra” y,
metafóricamente, representa a la Voz del Silencio. Se lo reconoce como al Cuerpo
de Dicha, Sabiduría e Intuición. Este Principio (el sexto del hombre), en tanto
emanación del Alma Universal, se halla en asociación directa con el Segundo Rayo
Divino (Aspecto Regente y sintetizador del actual Universo) y en conexión con las
Huestes superiores de nuestro Sistema.
El Aspecto Búdico es un Rayo de “Alaya” -Tercer Logos” o el Demiurgo-.
Respecto del Alma del Mundo (“Alaya”, Teos o Nous), conocida además como la
Tela Universal, se lee en el proemio de La Doctrina Secreta: - “En este Plano se
originan las manifestaciones manvantáricas; porque en esta Alma es donde dormita
durante el Pralaya el Pensamiento Divino, en cual reposa oculto el Plan de todas las
cosmogonías y teogonías futuras…”
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Dentro del terreno humano, “Buddhi”, el Intelecto o Inteligencia Espiritual,
sería respecto de la Divina Raíz (o “Âtmâ”) lo que “Mulaprakriti” (Noúmeno de la
Naturaleza, Fundamento de la Materia o “Akasha”) en relación a “Purusha” (el
Espíritu). Haciendo de espejo donde “Âtmâ” se refleja.
El atributo superior del Principio de Piscis patrocina la percepción del grupo,
del conjunto y del Universo. En función al cuadro apuntado, declara el Maestro
Djwhal Khul, es que se entendería a la jurisdicción energética de “Buddhi”.
Entre las tres letras de la Palabra Sagrada (“AUM”), le atañe la “U”, el
Precepto mediador o la Consciencia Crística. Propiedad sintetizadora que religa al
hombre -“Manas”- con el Dios Altísimo -“Âtmâ”-. Sería el punto equidistante
donde hay igual reverencia por el Padre que por la Madre.
“Todas las Almas (Buddhi) son fundamentalmente idénticas al Alma Suprema
Universal”. -H. P. BlavatskyDe la Llama de “Buddhi” sobreviene la Visión, Revelación y Comprensión
completa (sin participación del proceso intelectual), lo cual implica como requisito
indispensable el despertar del Amor y el desenvolvimiento de una sensibilidad
inclusiva. La dulzura de la estabilidad interna tácitamente conlleva Unidad. El
Amor -esencial Naturaleza de la Vida- aparta al hombre de la muerte -quimera
propia de la separatividad y el apego- y lo revela a la Eternidad del Ser.
“Es la facultad que permite al hombre ponerse en contacto con la Mente
Universal, captar el plan sintéticamente y lograr ideas divinas o aislar determinada
verdad fundamental y pura”. -Maestro Djwhal KhulLe corresponde a este Principio: el “Insight”, la Epifanía o la “Intuición Pura”.
También la Enseñanza por Impresión. Captación a partir de la cual “todo” sobre una
circunstancia se descubre simultánea e íntegramente, sin la necesidad de la
secuencial intervención del pensamiento. En “Buddhi” se accede a la Comprensión
Intuitiva, a la Dimensión donde las causas y los efectos se desnudan y aúnan. Desde
dicho estadio de la Consciencia se ve el por qué, el cuándo y además se percibe qué
finalidad involucran las cosas. Incumbe al Poder de la Percepción y a la facultad de
ver el final desde el inicio. Sería, en este nivel de expresión de la Inteligencia, que
encontramos la revelación por la “Fe”, no en tanto dogma, creencia ciega e
irracional sino como Descubrimiento, Certeza y Verdad.
“Es, pues, la Fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se
ve”. -San PabloDeclara el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov que la “Fe” fuerza la Gracia;
rompe con el “círculo no se pasa” y abre la puerta por la cual la Luz de los Planos
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Superiores se ve obligada a entrar. Cuando la Energía Búdhica desciende, las
sombras de la ignorancia desaparecen y la Presencia Brilla a través de las formas
inferiores.
La Intuición, “cualidad del Alma”, que fluye desde el Campo Arquetípico a la
objetividad por intermediación del triángulo: 1- mente, 2- centro cardíaco y 3coronario; conectan el pasado, el presente y el futuro y encuentra su vía de
comunicación en la Inspiración. La Visión representa para el Plano de los
Significados lo que la mente para los tres mundos de la experiencia humana.
“En realidad, la Intuición es solo la apreciación mental de algún factor de la
Creación, de alguna Ley de la Manifestación y de cierto aspecto de la Verdad,
conocido por el alma, que emana del Mundo de las Ideas, siendo de la Naturaleza
de esas energías que producen todo lo conocido y visto”. -Maestro Djwhal KhulLa luminiscencia interior que guía a los pensadores avanzados hacia nuevas
áreas de conocimiento atañe sólo a la vanguardia de esa Omnisciencia que
caracteriza al Alma. Cuando el ser humano posea Intuición, explica el Maestro,
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podrá actuar directa y correctamente porque estará en asociación con el Plan, con
los hechos no tergiversados y con las formas ideales no distorsionadas.
Una vez que los recursos de la mente inferior hayan sido empleados,
explorados y agotados, testifica Djwhal Khul, se dispondrá a funcionar la verdadera
Intuición y con ello, el sentido de Síntesis, la capacidad de pensar en términos del
todo y entrar en contacto con el Plano de las Causas. A la Razón Pura, que
concierne a la actividad grupal, de ningún modo le incumben los detalles de la vida
de la personalidad.
De acuerdo a los Tratados Esotéricos, Urano (Fuerza interpenetrante, Regente
exotérico de Acuario, esotérico de Libra y espiritual de Escorpio), asociado al Plano
Búdico superior y los Principios elevados, lleva luz hasta lo más oscuro
favoreciendo en la consciencia humana la gran transferencia de la apreciación
intelectual al Conocimiento Directo e Intuitivo. Es por la labor de la Potencia
Uraniana que el puente de lo superior hacia lo inferior se tiende y el sendero de
retorno se pavimenta enlazando los funcionamientos de la mente con la “Buddhi”,
Alma y la Súper Alma.
Un atisbo de lo señalado, tal vez, lo podemos hallar entre recientes
descubrimientos científicos. Se logró convalidar que el organismo físico responde a
lo que está por suceder, con alguna anterioridad a que el hecho en sí se manifieste
de manera concreta y que la mente de vigilia consiga captar, procesar y dilucidar.
Sutil impresión que el cuerpo percibe, pero, por escasez de atención, no solemos
registrar conscientemente antes de la exteriorización de la pertinente información.
En el núcleo de cada célula se instituiría un punto de fosforescencia y fulgor.
Asumiéndose este cuadro, esclarece el Maestro Djwhal Khul, cuando la Luz de la
Intuición es captada, la luminiscencia celular (posiblemente en términos biológicos
sea el ATP) reacciona de inmediato. La constante afluencia de “Buddhi” haría
surgir a la Luz del día, hablando en lenguaje esotérico, a toda célula cuya
constitución le permita responder.
No obstante, las funciones del Sexto Principio no se conseguirán expresar en
la objetividad sin la intermediación de “Manas”. El bullicio, tanto interno
(compulsión del pensamiento) como en el ámbito exterior, interfieren y hasta
obstaculizan la libre efusión de la Intuición. Sencillez de mente y pureza de corazón
siguen siendo los valores capitales del Discípulo que pretende evocar la Sabiduría
de Síntesis.
Cuando el foco de la consciencia se asienta en el “Campo de la Luz” pueden
conocerse las consecuencias “Kármicas”, comprender sus causas y empezar, en
30
términos prácticos, a disolver los condicionamientos personales. La Ley del
Sacrificio, estandarte espiritual por el cual se redime los elementos acopiados por el
uso negligente de la energía en los tres mundos, impulsa al Aspirante hacia los
portales Iniciáticos. El Amor, médula del Sistema y Sustancia del Plano Búdico, es
la Fuerza Divina que por detrás empuja al candidato a olvidarse de sí mismo -el no
yo- y lo lleva a reconocer la inquebrantable Unicidad de la Existencia.
Para la Filosofía Hindú, este elevado vehículo del Ser otorga la facultad de
“Discriminar claramente”, de otear las cosas tal cual son (sin particulares
proyecciones) y de actuar en concordancia. Es inherente a “Buddhi”, el
“Discernimiento espiritual”, la “Inspiración” y la “Creatividad”, junto con la
capacidad de superar cualquier exceso o carencia (deseo del ego).
La sed por conseguir objetos trae impaciencia y angustia. El incesante anhelo
se transforma, con frecuencia, en frustrante obsesión. La ofuscación crece. El enojo,
fracasada avidez nacida del condicionamiento, no es sino falta de aceptación,
flaqueza en la adaptabilidad (poca flexibilidad) y ominosa percepción. La
resistencia -tensión interna- muchas veces explota como ira, odio y agresividad.
Síntomas que dan cuenta de poca estabilidad y nula ecuanimidad, de no estar
asentado el foco de la consciencia en la íntima paz del “Corazón” (anclaje de
Buddhi). La desmesura se torna patológica.
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Explica el Maestro Djwhal Khul, el vehículo Crístico (Cuerpo “Búddhico”) se
va construyendo y coordinando a medida que se desvanecen los impulsos inferiores.
La evaporación de las fluctuantes emociones por mediación del fuego de una Mente
iluminada es el necesario trabajo previo. Ardua y extensa se reconoce la tarea. ´pSin
embargo, mientras no se depuren e integren adecuadamente a los instrumentos de la
personalidad para, en simultáneo, alinearlos con la Esfera impersonal, la Ley y la
“Gracia” del Dios inmanente jamás descenderán a la Tierra.
“Cuando tienes entendimiento libre de aceptar y rechazar después de saber
cómo condensar todas las enseñanzas en un sólo vehículo, entonces tu práctica del
Dharma se convierte en el verdadero Dharma. Cuando en cualquier práctica tienes
refugio y bodhichitta, y has unificado las etapas de desarrollo y realización, y
medios y conocimiento, entonces tu Dharma se convierte en el camino real”. PadmasanbabaEl ojo derecho, el color dorado, el Elemento Aire y el Planeta Mercurio,
magnéticamente, se encuentran vinculados con el Principio “Búddhico” y la Mente
Superior. Según se indica, es el Plano -dinámica vibratoria- desde el cual se puede
entablar contacto consciente con el Plan de la Evolución, la Jerarquía Planetaria Logia de Maestros- y los “Devas” superiores.
En este contexto acotamos: una persona no se vuelve candidato a ingresar al
“Ashrama” de un Maestro ni puede experimentar la Presencia de un “Mahatma” sin
antes atravesar por un arduo proceso de disciplinamiento del yo personal. Queremos
decir, si se aspira a la experiencia Búdica se hace inevitable seguir un programa de
autotransmutación, autotransformación y autotrascendencia.
Respecto de la importancia de los “Ashramas” cuenta Lucille Cedercrans: “Aquí, dentro de un campo magnético de relaciones espirituales, tanto de naturaleza
vertical como horizontal, usted vive, se mueve y tiene su ser. Aquí, en función del
punto de desarrollo del Alma (edad espiritual), el Propósito de todo el ciclo de
encarnación en los tres mundos es conocido. Y aquí, dentro de ese grupo egoico de
hermanos, algunos más jóvenes y otros mayores que usted, está su seguridad
espiritual, su relación con el Padre”.
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El anclaje de la Cualidad del Amor en la envoltura etero-física halla
asociación con el “Chakra” cardíaco de “doce pétalos”. Centro configurado en
cuatro hileras. La primera inherente al Plano material, la segunda propia del
Emocional, la tercer enlazada al Mental y la cuarta conectada al Campo de la Luz,
el Amor y el poder. En el interior del Loto del corazón -hogar de Vasudeva- fulgura
una Gema que señala la apertura al canal cerebroespinal -columna de Consciencia-.
“Âtmâ- Buddhi” (la Mónada Humana), de acuerdo a la Filosofía Teosófica y
con la salvedad a la que ya nos hemos referido en páginas precedentes, se instituyen
como Principios Kósmicos Universales e Inmutables. Estos comprenden a la
Realidad que subsiste más allá de cualquier apreciación, interpretación y análisis.
Postulados intelectuales, los últimos, en cuanto a tipo de inteligencia inherente a la
“consciencia localizada y autocentrada”, que en antagonismo al Aspecto Divino del
ser humano, funciona bajo las coordenadas tempo-espaciales.
El ego se siente carente y la angustia existencial lo invade cuando se percibe a
sí mismo separado de lo demás. Empero, los peligrosos vaivenes de la dualidad y el
temor engendrado por identificación con nombres y fugaces formas desaparecen
ante la irrefutable Verdad de la Unidad, que el Iniciado vivencia en los subplanos
superiores del Plano “Búddhico”.
Sobre las iluminadas características de este Principio, encontramos en la
sabiduría de Lao Tse (Ilustrado chino del siglo VI -640 A.C.-): - “El poder de la
Comprensión Intuitiva te protegerá de cualquier daño hasta el final de tus días”.
A saber, para experimentar la “Voz del Silencio” se debe tener la capacidad de
retirarse de la actividad (física, emocional y mental) a voluntad. El Campo de la
Razón Pura está en relación con el universo de la quietud. Decía Vicente Beltrán
Anglada que del conocimiento intelectual al espiritual, el cual corresponde a la
33
memoria viva del Logos, hay un muro de Silencio. Es en la calma sensoria y por la
cesación de las modificaciones mentales que la Síntesis, cuan hecho irrefutable, se
abre camino hacia el hombre.
“Buddhi”, siendo inseparable del Alma Universal y a la vez “pasivo” y
“latente”, se convierte en Yo Superior o Ego discernidor, únicamente, en unión y
conjunción con la “propia consciencia”.
La parcial lógica no es congénita al vehículo de “Âtmâ”. El raciocinio se
juega a escala mental y está en estrecha alianza con la inteligencia y la sagacidad.
Sin negar lo declarado, asimismo, recalcamos que de no contarse con una mente
madura y bien labrada, la ligazón trascendental se dificulta y el posicionamiento
interno se muestra emocional.
En tanto la personalidad no se encuentre lo suficientemente refinada y bien
orientada, la afluencia de Luz se hace en extremo esporádica. Reiteramos, la
Sabiduría de los círculos Divinos no puede pronunciarse en el Mundo salvo por la
intermediación de “Manas”.
Comenta el Maestro K. P. Kumar, las fuerzas opuestas o en pugna de los
Planos físico, emocional y mental hallan equilibrio en el Campo “Búddhico”. Allí,
la Voluntad, el Amor y la Luz prevalecen. Cuando permanecemos enlazados a
“Buddhi”, tenemos la potestad de trasladar Su celestial cuantía armonizadora a los
estratos inferiores y modificar la concreta realidad.
La emergencia de la Luz o la activación en encarnación del Sexto Principio
está asociada con la construcción del Puente Arcoíris -“Antakarana Sharira”- que
une la Triada inferior a la Superior y subordina la personalidad a la vida grupal y al
Todo. Nexo y repolarización que muestra su contraparte física en la estimulación y
contacto entre las glándulas pineal (Neptuno) y pituitaria (Urano).
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La atención -aguda observación- es la clave mágica para introducirse en las
Esferas Superiores. La Idea de lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero eleva hasta
“Alaya”, la Ideación de la Deidad.
Para empezar a desarrollar la “Intuición” y lograr certeros y elevados atisbos
se recomienda como una práctica auspiciosa, entre otras, meditar en ciertos
símbolos hasta evocar en nosotros su significación. El estudio de las insignias
sagradas permite comprender la psiquis, el Cosmos y la vinculación inherente.
Incluso, el relacionarse desde la intimidad con estos emblemas hasta asumiría matiz
terapéutico.
Un símbolo, sabemos, es un signo externo y visible de una realidad interna y
espiritual. Dicha realidad es, confirma el Maestro Djwhal Khul, antes que nada la
exposición de vínculos y relaciones. Todo en la Manifestación es símbolo y las
alegorías deben reconocerse y evocarse con inteligencia para que cobren vida,
asuman color, sonido y movimiento. La esencia ardiente de los emblemas, al
despertar los fuegos atómicos de los tres Planos inferiores, impulsa a la actividad a
ciertas vidas “dévicas”. Potencias específicas fluyen hacia afuera, las que no
solamente tienen un efecto transmutador sobre la consciencia humana, sino un
resultado alquímico en la sustancia elemental con la que opera el hombre.
Fundamentado en lo anterior, se emplean en el Budismo Zen “kōans”.
Intrincados y hasta paradójicos problemas que el maestro presenta al alumno para
comprobar sus progresos. En numerosas ocasiones el “kōan” parece un planteo
absurdo, ilógico o banal, pero lo que se busca, en lugar de elucubrar sobre el
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mensaje, es romper con la razón y la capacidad analítica, desestructurar la mente
concreta e ir más allá del intelecto.
A medida que se avanza en el sendero, señala el Maestro Djwhal Khul, la
forma en que puede exponerse la Verdad es cada vez más llana y sencilla, mientras
que el significado captado asume mayor amplitud y riqueza. La significación a
descifrar es inagotable. Siempre hay más puertas por abrir, misterios por resolver,
realidades por develar. El Sendero nunca termina, el Campo del Conocimiento no
tiene límites, la Seidad se asume inenarrable.
La incorporación de Valores Espirituales es, en definitiva, una progresión
hacia la simplicidad y la confianza en la Vida.
Una simple causa, un movimiento dirigido de energía, a sabiendas que todo
tiene un por qué y un para qué, pone en actividad miríadas de efectos. Por esta
razón, el análisis meticuloso de cualquier aspecto de la Sabiduría acarrea una
complejidad inusitada.
Para alcanzar el centro de Dios en Su grandeza, aseveraba Meister Eckhart,
uno debe llegar por lo menos al centro de sí mismo. Nadie puede comulgar con la
Deidad si primero no se conoce a Sí Mismo.
Se lee en La Doctrina Secreta, convocándose el discurso del Sri Krishna,
mensaje que a su vez fue repetido más tarde por “otro vehículo del Logos”
(Principio Universal): - “Yo Soy el mismo para todos los seres… los que me adoran
(en tanto el Sexto Principio o Alma Divina, “Buddhi”, devenido consciencia en el
ser humano encarnado por mediación de las facultades superiores de la Mente)
están en Mí y Yo estoy en ello”.
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Venga a nosotros Tu Reino
“Independientemente de los pensamientos, no hay tal cosa como la mente. Por
lo tanto, el pensamiento es la naturaleza de la mente. Cuando se indaga
persistentemente sobre la naturaleza de la mente, esta acabará dejando el Ser (por
residuo)”. -Ramana Maharshi“Manas” encarna en nosotros la cualidad por la que logramos dinamizar la
energía, dilucidar, abstraer y construir formas. Es el vehículo de “Buddhi” (su
contraparte superior) y ostenta tres primarias características. Características que
podrían ser consideradas también cual modo de aproximación para su estudio: 1- en
cuanto Principio per se; 2- cuando se lo relaciona con “Âtmâ-Buddhi” y 3- mientras
siga a la naturaleza inferior quedando imbuido por “Kama”.
Según el Maestro Djwhal Khul en “Tratado sobre Fuego Cósmico”, “Manas”
incumbe al medio a partir del cual la evolución se hace posible, se alcanza la
comprensión y se genera la actividad. Este Principio (quinto en el Hombre),
vinculado al Elemento Fuego, se encuentra emparentado al Tercer Aspecto Divino
de Actividad Inteligente o Adaptabilidad al cambio.
En la nomenclatura hindú, asimismo, se lo liga con “Brahma”, el Dios
Creador. Constituye, dicho fundamento, la capacidad de conocer
“individualmente”. Incumbe a la parte reflejando la totalidad y dirigiendo con
eficiencia las fuerzas para la generación. Es el Yo, el Atributo Mental y la fuente de
la autodeterminación o del conocimiento subjetivo. Es la consciencia espiritual en
Sí Misma y cuando se encuentra entrelazada con “Buddhi”, la Consciencia divina.
Krishna o Cristo, sea en el Bhagavad Gita o en el Nuevo Testamento, en
términos simbólicos, alternativamente, se posicionan como “Âtmâ”, “Buddhi” o
“Manas”, incluso los tres en simultáneo. Interesante sería investigar las aludidas
escrituras teniendo presente lo mencionado.
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Cada Individualidad, sin dejar de tener contacto y el potencial de captar la
completa información del “Plano Manásico”, acopia a partir del oportuno “átomo
permanente o simiente”, en conformidad con la Ley de “Karma” y de “Atracción”,
la sustancia oportuna para la construcción del cuerpo mental que en la encarnación,
por lo menos en un principio, se empleará. Lo mismo acaece respecto de la
formación de los otros instrumentos de expresión.
Desde luego, los materiales de cualquier envoltura pueden remplazarse, eso
plantea la Enseñanza Esotérica, por elementos más puros y sutiles. Tal suceso
depende de la empresa que se vaya desempeñando en el transcurso de la vida. La
mente, centro de consciencia y función esencial de la humana evolución,
especialmente en la actual Quinta Raza Raíz, puede convertirse en una cárcel y un
campo de padecimiento o en una catapulta capaz de elevar al hombre hacia su
realización en los tres mundos.
“La consciencia individualizada, la mente, es al mismo tiempo igual y
diferente a la Consciencia Infinita, como una ola es igual y diferente al resto de las
olas y al océano entero. La mente es Brahmán mismo, pero también es causa del
Samsara. Si hacemos uso de conceptos dualistas, querido Rama, es sólo para
facilitar la enseñanza, pero esa división dualista no es Real”. -Yoga Vasishtha-
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Aprovechando una de las “seis” claves o llaves (“Vedangas” en la tradición
védica -la séptima, de síntesis, la compone el hombre-), por las cuales se devela la
Sabiduría (en esta ocasión la etimológica), curioso se vuelve advertir que derivado
del vocablo sánscrito: “Manas”, cuyo significado en castellano es mente, en el
idioma inglés deviene la palabra “Man”, hombre (Hijo del Manu). Subsiste, bueno
sería meditar al respecto, cierta asociación entre lo dicho, los términos “Maya” (se
traduce usualmente como Gran Ilusión), “Mahat” (Mente Kósmica o Espacio
Potencial) o “Manu” (Mente Divina), “Mahatma” (Alma grande), “Manushya”
(Alma autoconsciente) y las respectivas expresiones (castellana e inglesas)
“Magia”, “Magic”, “Mind” (mente) y “Moon” (luna).
A tener en cuenta, pues sería sugestivo profundizar sobre ello, que el prefijo
“Ma” significa medida, proporción y madre.
Prosigamos nuestra investigación con una nueva analogía que nos permita
involucrar las esferas del Macro y el microcosmos.
A partir de lo expuesto podemos indicar, que mientras que la metafísica y en
las artes -cuan fruto del espíritu- caerían bajo el dominio de la Mente Abstracta; la
ciencia profana, las técnicas, las cuestiones intelectuales y materiales estarían
usualmente sujetas a “Kama-Manas” (a la olvidadiza y cambiante mente inferior y
de deseo). Por lo susodicho dilucidamos que en nuestra actual etapa de desarrollo al
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Principio “Manásico” se lo puede distinguir conforme a dos aspectos: uno superior
y otro inferior.
Señalaba H. P. Blavatsky: - “El conocimiento, el sentimiento y la volición,
son compañeros y no facultades de la mente. La memoria es una cosa artificial, un
conglomerado de relatividades; puede agudizarse o embotarse, según las
condiciones de las células cerebrales, que almacenan todas las impresiones. El
conocimiento, el sentimiento y la volición, no proceden uno de otro
correlativamente, sino que son principios de análoga categoría. No es posible el
conocimiento, sin la memoria que acopia, dispone y provee todas las cosas. Si nada
le enseñáis a un niño, nada aprenderá. La consciencia cerebral depende de la
intensidad de la luz reflejada por Manas Superior sobre el inferior, y del grado de
afinidad entre el cerebro y esta luz”.
La Mente Sutil no guía directamente al hombre sino por mediación de la
mente más densa u objetiva, la cual, siendo de la misma esencia que la Abstracta,
puede identificarse con ella si rechaza los impulsos “Kámicos” o las fluctuaciones
emocionales.
“La mente es parecida a un espejo; se cubre de polvo mientras refleja.
Necesita de las suaves brisas de la Sabiduría del Alma para que arrebaten el polvo
de nuestras ilusiones. Procura fundir tu mente con tu Alma”. -Helena Blavatsky El anclaje de “Manas” en la envoltura etérica del ser humano corresponde al
centro de diez pétalos emplazado en el plexo solar. Los cinco pétalos que se
direccionan hacia el “Chakra” cardíaco -arriba- incumbirían a la contraparte
subjetiva de la mente, a las percepciones internas y, entre las fases lunares, a los
Novilunios. Los que, eventualmente, se hallan hacia abajo estarían relacionados con
el intelecto, los Plenilunios, los sentidos físicos y los órganos de la acción. El dios
Romano Jano, de dos caras (bifronte), mirando cada una de ellas hacia ambos lados
de su perfil, entre otras cuestiones, representaría a los aspectos complementarios sutil y concreto- de “Manas”.
El primer desafío del aspirante espiritual sería superar la dualidad y conectar
ambos semblantes de la mente para que funcionen de manera eficaz y
complementaria.
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En mandato a lo desarrollado y de acuerdo con el Maestro Djwhal Khul, por
medio del intenso análisis, la correlación y la síntesis se potencia el poder del
pensamiento y la mente abstracta puede unificarse con la concreta. Las
interpretaciones de las leyes de la naturaleza y la formulación de las conclusiones,
ya sea en los campos de la ciencia, la economía, la filosofía, la psicología o en
cualquier otra área, sólo son lo que registra la mente (en consecuencia, el cerebro),
fracciones de las verdades eternas. Indicios que indican que la raza comienza a
eliminar la separación entre lo objetivo y lo subjetivo, entre el mundo de la forma y
el mundo de las ideas.
En lo relativo al foco vibratorio que se halla ubicado a la altura de las
vértebras inferiores de la región torácica de la columna vertebral (en términos
esotéricos, vinculado a la comunicación oral y la capacidad de oír, conjuntamente
con la facultad de entender y el poder de volición), es decir, en la zona umbilical, en
especial en lo que respecta a su modalidad o contraparte inferior; en la actualidad,
según explican los Tratados Ocultistas, estaría exacerbado e hiperactivo en la
mayoría de las personas. Situación que acarrearía el consiguiente desequilibrio y
trastorno, pero que podría trascenderse a través del correcto pensamiento, la
correcta palabra y la correcta acción. En este contexto, el discipulado exige que los
estudiantes eviten lo más posible el hábito de hablar sin un propósito y se esfuercen
en la diaria higiene mental. Realizar actos nobles, el cultivo del silencio y el empleo
científico del sonido remueven obstáculos psicológicos.
Explicaba Paramahamsa Yogananda: - “El habla está constituida por tres
clases de vibraciones: la energía física (el sonido), la energía vital, que se activa con
la voluntad del orador, y el pensamiento.
Cada palabra que el hombre pronuncia deja rastros de vibraciones buenas o
malas en su cuerpo y cerebro físicos (que por optimación de recursos tiende a
repetir funcionamientos), así como en su cuerpo astral (que media entre el cuerpo
físico y la consciencia) y en su mente (la consciencia), los cuales permanecen como
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archivos comprimidos de tendencias. La suma total de patrones mentales
acumulados como resultado de los pensamientos determina, después de la muerte,
que la siguiente reencarnación de un alma sea buena o mala”.
La mente -conjunto de pensamientos, sobre la base de cierto patrón habitual,
que persiste en continua fluctuación- crea las situaciones que enfrenta y que, según
su naturaleza, califica de uno u otro modo. No es lo de mayor valor aquello que
acontece sino más bien lo que se hace con eso, el modo en que se lo interpreta y
actúa. Por el hecho fundamental de experimentar “Lo que Es” y no distorsionarlo
con las fábulas del tiempo -intelecto-, recalca el Maestro K. P. Kumar, la
importancia de entrar en el Plano Búddhico para vivir en todo momento en el
presente. Mientras se esté en la mente (pasado-futuro), esta va a mostrar cosas que
se encuentran ausentes. Es así como nos mantiene aprisionados a muchas
cuestiones. Debes amar a los demás profesan las Enseñanzas de Sabiduría, pero sin
depender de nadie. Vivir en el aquí y ahora es la facilidad relativa de quienes
consiguen permanecer anclados en el Campo de la Luz o “Buddhi” y,
espontáneamente, desapegados del mundo.
Dentro del marco de la Ley, enseña “Upasika” (nombre esotérico de H. P. B.),
que “Manas” Superior es responsable del “Rayo” que emite. Por tanto, si el “Rayo”
no se mancha jamás se engendra “Karma” condicionante ni el sufrimiento
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inherente. Si se contamina con separatividad -la gran herejía-, las derivaciones de
tal suceso deberán experimentarse y el padecimiento resultante atravesarse.
Expone La Doctrina Secreta: - “El Karma hereditario puede alcanzar al niño
antes de los siete años; pero el Karma individual no puede entrar en acción hasta el
descenso de Manas”. Tal acontecimiento sucede, explica el Maestro K. P. Kumar,
cuando el signo de Libra se vuelve operativo. Con ello, la dualidad, en conjunto con
los deseos -mayormente disfrazados de impostergables necesidades- que se añaden,
comienzan a intensificarse en el infante.
A partir de lo anunciado, nos interesa principiar sobre el modo de lidiar y
domeñar tan comunes adversidades planteadas. Si se aspira a fortalecer la voluntad,
requisito indispensable para elevarse por sobre la inercia de las limitaciones tendencias psicológicas heredadas del pasado o “Karma”-, uno puede empeñarse
con firme determinación en alguna empresa, que a pesar de no ser del propio agrado
-gusto personal-, se la considere noble y útil. No importa las veces que se “fracase”
en la tarea, lo sustancial es la perseverancia en la intensidad del esfuerzo. Es con
tenacidad y persistencia que los vicios pueden ser reemplazados por nobles
cualidades. El hábito es ímpetu, una tendencia generada por repetición, que en
ocasiones ayuda a optimizar recursos y favorecer el desarrollo de habilidades, pero
que entorpece y encarcela cuando se vuelve ciego y compulsivo.
El mejor método para superar la tensión de las ambiguas apetencias -si es que
se lo puede denominar de esta manera- consiste en la aceptación y en la no
resistencia interna. Adaptarse frente a lo que la vida presenta, junto con el
cumplimiento, en tiempo y forma -de la mejor manera en que se pueda-, de las
responsabilidades y deberes, sin apegarse al fruto de la acción, liberta. Asimismo,
se aconseja evitar cualquier clase de sobrecarga, prejuicio, culpa o autoconmiseración.
El Sabio al comprender que no es él quien piensa, habla y/o actúa, sino que se
trata de la Naturaleza expresándose por su mediación, permanece independiente de
cualquier restricción “Kármica”.
El vehículo mental que empleamos (ocurre en sus respectivos estratos con los
otros instrumentos que en tanto Almas utilizamos para adquirir experiencia), por
designios de la Ley -acorde a la maduración conseguida-, se conforma de la porción
que nos corresponde del Plano “Manásico”. Una de las Siete Dimensiones mediante
las cuales se desenvuelve el Logos Solar.
El poder de abstraer, conceptualizar y ser consciente de que se es consciente
compone dentro del marco de los cuatro reinos de la naturaleza, una característica
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exclusiva de nuestra especie y una facultad inherente de la Mente -herramienta
Creadora por excelencia-. A saber, “Manas”, siendo un Principio complejo, es el
instrumento dado a la humanidad para su trascendencia.
Sri Aurobindo revela que la Mente Superior -constituida por los cuatro
subplanos de mayor sutilidad o Luz- en su sustancia básica, cuan sentido unitario
del Ser, dotada de cierta vigorosa y múltiple dinamización, tiene la capacidad de
configurar innumerables aspectos del Conocimiento y maneras de actuar a través de
la organización de formas y significaciones. Indica, además, que todo ello emerge
de la Identidad Original, portadora de las verdades que el “Sí Mismo” contiene y
concibe de una manera rápida y victoriosa, formulando sus elucubraciones y
realizándolas efectivamente por el poder de la Idea misma. La Mente abstracta,
vasta y brillante, ostentaría la facultad de operar sobre los vehículos inferiores por
el poder del pensamiento, y así el carácter, los impulsos vitales y el mismo cuerpo
físico serían cargados con su soberanía y fuerza hacedora. Este horizonte de
“Manas” es la entrada a una infinita extensión interna donde no hay subjetividad
sino Orden y Bienaventuranza Supremas.
La mente inferior, conectada con la acumulación cerebral de datos, en cambio,
tiende al análisis, a discriminar y dividir, a repetir patrones aprendidos y a entablar
juicios según parciales enunciados. Sobre el tópico apunta Nisargadatta: - “La
mente nunca puede decirte algo nuevo u original solamente puede repetir lo que ha
aprendido”.
En general, los estudiosos occidentales de principios del siglo pasado decían
que el hombre tiene la potestad de recibir en simultáneo tan sólo una impresión en
su psiquis y memoria. Empero, los ocultistas afirmaron siempre que normalmente
son siete los estímulos captados e incluso podrían llegar a ser más, si se entrena. La
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consciencia, de acuerdo a La Doctrina Secreta, percibe invariablemente impresiones
séptuples y las conserva en la forma de remembranza.
A partir de actuales investigaciones, algunos entendidos afirman que a pesar
de no dar cuenta el individuo del complejo vibratorio con que entra en contacto, en
un nivel más hondo -inconsciente- se capta y procesa muchísimo mayor caudal de
información que la comúnmente advertida.
Tal vez, en relación con lo enunciado, podríamos tomar por objeto de
reflexión las palabras de Krishnamurti: -“La Mente -contiene también el corazón,
toda la naturaleza psicosomática humana- tiene que ser altamente sensitiva; porque
la sensibilidad implica inteligencia”.
Los sistemas de educación, en términos amplios, colaboran con las fuerzas de
la evolución facilitando el desarrollo psicosomático de la especie. La masiva
formación y capacitación, sea escolástica y/o secular, sin dudas, ha sido un benéfico
impulso para el progreso del instrumento mental (o “manas inferior”). Labor que,
desde luego, cumple su parte en lo concerniente a la pavimentación del camino que
conduce de la oscuridad a la luz y de la ignorancia a la Sabiduría. Aun así, la
formación actual es insuficiente y deficitaria. Debido a la presión de los tiempos se
requiere un abordaje nuevo y ajustado al paradigma vigente. Se necesita una
reorientación del foco de indagación, un viraje que, en vez de circunscribirse
únicamente a los efectos de una “realidad objetiva o material” (intelectualizada),
consienta el ingreso al mundo de las causas subyacentes. Para que el progreso sea
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efectivo hemos de convertir la información en conocimiento y a este en experiencia.
La comprensión aplicada al diario vivir erosiona la dura roca de la barbarie.
“Debes estudiar profundamente las Leyes Ocultas de la Naturaleza, y cuando
las conozcáis, ordenad vuestra vida de acuerdo a ellas, empleando siempre la razón
y el sentido común”. -aconseja Krishnamurti en su obra: “A los pies del Maestro”El sistemático estudio, la reflexión, la observación sin juicio, la profusa
meditación, se erigen pilares insustituibles del templo del autoconocimiento. Sobre
el particular con perspicacia aclaraba el Divino Platón: - “Pues investigar y
aprender no es sino recordar”.
Lo bueno que se tenga e incorpore, y desde luego que incluimos a la
Instrucción Esotérica, son dádivas que con discernimiento y humildad se han de
compartir desinteresadamente y emplear en función del bien común. Del
cumplimiento de las pequeñas responsabilidades llegarán desafíos mayores. Decía
Rudolf Steiner, filósofo austríaco, erudito literario, educador, artista, autor teatral,
pensador social y ocultista: - “Aprende... no para acumular conocimientos como un
tesoro personal, sino para emplear lo aprendido al servicio del mundo”.
Integrar la virtud para brindar en favor de las criaturas alrededor es la sagrada
propuesta. El trabajo como ofrenda implica un espíritu de sacrificio. Realizar para sí
mismo tiene la motivación en quien hace, por ende, la acción retorna bajo la forma
de consecuencias. Por consiguiente, restringe, ata, confina. “Sé secuencial y no
consecuente”, alentaba el Maestro E. K.
Aunque se vuelve altamente improbable enseñar lo que no se sabe, también es
verdad que todos tenemos algo útil para dar. El conocimiento, si bien no es
suficiente, se instituye en un paso previo y necesario para la correcta actividad. De
lo que se ignora nada se puede decir o efectuarse. Cuando se desconoce algo parece
que “eso”, para quien no lo incluye en su consciencia, no existe.
En cambio, estar al corriente de cierta cuestión -digamos preinformado- ayuda
en el manejo del tema. Nos abre a las posibilidades que el tópico guarda y enriquece
nuestra red de conexión. La Vida cuenta con variedad de canales por los que nos
estimula a crecer. La aventura de la existencia no caduca y los medios de
instrucción que se pueden emplear no atienden condiciones. Para quienes saben
mirar a cada instante, una lección se revela.
La lectura inspiradora de bibliografías de personas sabias, santas y de hombres
y mujeres ejemplares; el análisis meditativo de material de índole místico y
religioso; la indagación sobre escritos de carácter político, social, económico; la
aproximación a la psicología, la simbología y la filosofía; el análisis dialéctico de la
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historia y la evolución; el escudriñamiento en las matemáticas y la geometría; la
exploración en la música, la poesía, la pintura; y muchas otras de las distintas líneas
que brinda la modernidad: biología, mecánica cuántica, neurociencias, la astrofísica,
etcétera y ,especialmente, la seria y honda investigación de material Teosófico
(cuando no se toma según un mero fin intelectual o un pasatiempo más sino en tanto
mapa de ruta o guía) son medios efectivos que allanan el acceso a regiones del
pensamiento cada vez más abstractas. El estudio reflexivo motiva, ensalza y
acompaña el movimiento expansivo de la consciencia. A la vez que despierta las
neuronas latentes del cerebro. Sin embargo, en este punto se invita a discernir y
seleccionar, honrando a la Ley de Economía y al factor temporal, lo que
consideremos más justo y productivo. Es decir, aquella información que nos
permita, al hacerla nuestra, asistir mejor a la sociedad.
“No hay nada en este mundo que purifique tanto como el Conocimiento”,
afirma Krishna, el Señor, en el Bhagavad Gita. Y al respecto, Francis Bacon
comentaba: “El Conocimiento es poder”.
En cuanto al valor de alimentar nuestro afán investigador para labrar un
adecuado instrumento de manifestación, aludía Vicente Beltrán Anglada: si la duda
es inteligente hace de poder invocador del estado de expectación mental que, a su
debido tiempo, clarificará cualquier nebuloso concepto. Idea parecida a la esgrimida
por Sadhguru: - “La duda es buena, significa que estás buscando La Verdad. La
sospecha es enfermiza”.
Recalcamos: el arte en sus variadas expresiones, si brota del corazón y en
consonancia con el alineamiento interno, se revela a modo de un precioso medio de
elevación hacia Dimensiones de mayor luz.
El trabajo en equipo (construir relaciones basadas en la confianza y el cariño)
es otra cuestión insoslayable a considerar, para la ruptura del restrictivo horizonte
personal. Sostenidos en la dinámica colectiva se torna viable, por lo menos en cierta
medida, algún cambio de polarización. Con esto intentamos indicar que el virulento
aferramiento propio, las aristas y angulosidades innatas (núcleos agresivos, huraños,
hoscos, etcétera) de la personalidad pueden empezar a pulirse a partir de las
primeras y serias tentativas del intercambio grupal. Para que florezca en nosotros la
consciencia del grupo -cualidad del Alma- hemos de ejercitarnos en conceder y
hacer el noble “esfuerzo” de relegar nuestros intereses en pos del bien del conjunto.
Mientras la individualidad sea fuerte no habrá manera de salir de la prisión. La
cooperación, la tarea comunitaria, patrocina el crecimiento de la Luz inmanente.
Aprender a compartir, empatizar, delegar, comprender, pensar en los demás y
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plantearse dar antes que recibir: se configuran nota clave de la evolución y el
contento. La dulce ofrenda, fuera de cualquier tipo de titubeo, se instaura por
contundente desafío y punto seguro de desarrollo. No se puede seguir recogiendo si
uno antes no aprende a brindarse y a soltar. Todavía estamos en la infancia de la
“Inteligencia Vincular”.
Uno de los mayores problemas que tenemos es que el ego -la consciencia
localizada con que nos identificamos- lejos de renunciar a sus obras pretende
siempre retener y colmarse de sí mismo. No se consigue dar algo bueno si estamos
caóticamente desequilibrados. La Sabiduría destaca el requerimiento de saber
“Recibir” (“Kabbalah”) para así poder suministrar. Para merecer coger hay que
primero vaciarse y para vaciarse, inexorablemente, se tiene que dar. Al vacío
interior, desde cierta aproximación, ha de asumirlo como una “sana” inestabilidad.
Oscilación que, al menos durante cierto tramo del sendero, promueve el avance y el
crecimiento. Se debe aprender a usar la materia en tanto medio (no asumirla por un
fin) o un instrumento para la elevación del ser humano y el planeta.
No sentimos como un hecho natural e irrefutable disponer de “nuestra
singularidad” en favor de la Unidad subyacente. Por esta razón, es que con firmeza
se nos insta en la descentralización, en la depuración del pesado “Karma” personal
y a que re-direccionemos el foco de la atención mediante el favor del perspicaz y
desinteresado servicio. Al respecto de lo comentado consideremos las sabias
palabras escritas por Krishnamurti en su primer libro: - “Alimentar a los pobres es
una obra buena, noble y útil; pero alimentar las Almas es más noble y más útil que
nutrir los cuerpos. Cualquier rico puede alimentar los cuerpos, pero sólo quienes
poseen el Conocimiento pueden alimentar las Almas. Si posees el Conocimiento, tu
deber es ayudar a otros a obtenerlo”. -Krishnamurti, “A los Pies del Maestro”Sin perjuicio de lo alegado, se nos aconseja evitar caer en la compulsión del
“asistencialismo” y permanecer prestos y serenamente expectantes para asumir con
destreza y responsabilidad, el campo de prestación que la Vida en su infinita
sabiduría nos ha dispuesto. No se trata de hacer las cosas que les corresponden a los
demás sino de estar atentos y aptos a lo que nos toca, a la vez que orientados para
colaborar con sagacidad según lo ameriten las necesidades. La actitud de ayudar
(buena voluntad), con justicia dice el Maestro K. P. Kumar, transforma los actos en
servicio. Y esto es compasión.
“Ningún hombre vive para sí mismo. Sólo cuando el amor se exterioriza como
servicio, el ser humano estará a la altura de su capacidad innata”. -Maestro Djwhal
Khul49
Dar cuenta de: “la parte en el Todo y del Todo en cada parte” en la vivencia
diaria, sin lugar a vacilación, es un enorme salto. Seguramente, el reto promovido
por las entrantes energías Acuarianas y que como humanidad tenemos por delante
consiste en dejar atrás el estadio ciego, gregario y casi instintivo de masa o rebaño
y, a través de personalidades desarrolladas y coordinadas, adelantar -acorde a lo que
demandan los tiempos- hacia regiones de la consciencia de superior sensibilidad,
más amplias e inclusivas. En relación a lo referido, los grupos que van
constituyéndose y multiplicándose hoy en día por el globo entero serían
experimentales y compondrían los primeros atisbos y ensayos de un elocuente
esfuerzo planetario, por plasmar en el Plano tridimensional la cualidad inherente del
alma humana -la Fraternidad entre todos los Reinos de la Naturaleza-. En palabras
místicas, lo comentado -en tanto desafío que el devenir presenta- estaría en estrecha
relación con la plegaria mundialmente conocida como “El Padre Nuestro”: “Venga a nosotros Tu Reino…”
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Esoterismo, psiquis y biología
“En el reino denominado mental se halla el gran principio de la separatividad,
produciéndose también allí la gran unificación”. -Maestro Djwhal KhulEl ojo izquierdo, los colores azul oscuro o añil y el Planeta Venus -alter ego
de la Tierra-, avala H. P. Blavatsky, están energéticamente conectados con la
naturaleza “Manásica”.
Aunque al Principio Mental se lo suele asociar con el elemento aire, por
ejemplo en la astrología; le cabe igualmente vincularlo con el poder generador del
fuego. Entre las tres letras del sonido sagrado “AUM”, le atañe la “M”.
Según H. P. Blavatsky en La Doctrina Secreta, el “AUM” u “OM”, que
corresponde al Triángulo Superior (“Âtmâ, Buddhi, Manas”), cuando es
pronunciado por un hombre santo y puro, vigoriza o despierta -además de las
potestades que gobiernan a los Elementos y habitan en los espacios
intermoleculares en sus distintas escalas (“Devas”)- al mismo Yo Superior o “Padre
en los Cielos”. Cristo, el “Verbo hecho carne”, es la “Palabra de Dios”, mediador
por el cual se puede conocer -“llegar”- al Eterno Padre. En consecuencia, ha de
tenerse la necesaria precaución y asumir la tarea de emplear el sonido con seria
responsabilidad.
Quienes con sinceridad, reverencia y amorosa intensión desean utilizar
conscientemente el Sagrado “Pranava”, de herramienta auspiciosa para la
transformación personal y de asistencia colectiva, se aconseja: entre, antes y
después de cada entonación meditar sobre el Ser Interno y su Inefable Gloria.
También es muy útil, previo a tan esotérico trabajo, ganar el adecuado alineamiento,
y con las piernas y los brazos cruzados (para cerrar el circuito eléctrico del cuerpo y
armonizar sus polaridades), tomarse unos cuantos minutos de sosegada y alerta
autobservación y mediante la atención en el entrecejo (ojo espiritual) y los párpados
entornados, permanecer siendo testigos imparciales del ritmo natural de la
respiración.
Los “yoguis”, transmiten las Escrituras, porque están en silencio escuchan
eternamente al “OM”, la Palabra Sagrada.
En los Tratados Ocultos, “Âtmâ-Buddhi-Manas” (Seidad, Sabiduría e
Individualidad) compondrían al Ego reencarnante. Ego que, desde cierto enfoque,
se lo podría considerar un “Deva Solar” en desarrollo.
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Enseña La Doctrina Secreta que ni “Buddhi” ni “Manas” pueden aniquilarse
ni como esencia ni como consciencia. No obstante, tal cuestión sí ocurriría con la
temporal personalidad. El organismo denso, el aparato emocional y el alma animal
con su “Kama” (vehículo de “Manas” inferior que reside en el cerebro físico, en los
cinco sentidos corporales y en los órganos sensorios del cuerpo transitorio) efectiva
y finalmente se segregan volviendo sus materiales a La Fuente o Naturaleza.
“El “Hijo de Dios” simboliza el espíritu inmortal del ser humano, la entidad
divina u hombre verdadero, pues los vehículos inferiores son entidades imperfectas
que, privadas de la luz del espíritu, quedan reducidos a una díada animal. El hombre
verdadero es Trino y no pierde la inmortalidad en los sucesivos renacimientos a
través de las esferas que cada vez le acercan más y más al esplendente Reino de la
Eterna y Absoluta Luz”. -H. P. Blavatsky, en Isis Sin VeloA la Triple exteriorización Monádica (“Âtmâ, Buddhi, Manas” o Espíritu,
Intuición, Intelecto), el “Uno en Tres y el Tres en Uno”, según dilucidamos,
esotéricamente se la llama Alma. Singularidad que, siendo el equivalente más
aproximado al concepto de Maestro interior (“Alaya” en nosotros) y cuya forma
geométrica se sintetiza en el tetraedro, daría cuenta del verdadero Hombre durante
la etapa de evolución correspondiente al cuarto Reino de la Naturaleza en el mundo
de Manifestación o quíntuple Universo.
Al Alma -en términos Bíblicos, el Cristo interno o para el hinduismo, el
“Kumara”- se le describe como una semilla, un germen de la Vida Divina
conteniendo en Sí las potencialidades del Padre-Madre Celestial. Potencialidades
que deben transmutarse en poderes efectivos y enaltecerse por actos rectos en el
curso y suceder de las épocas.
“La Mónada que se convierte en Dualidades en el Plano de la diferenciación,
y en Tríadas durante el ciclo de las encarnaciones, ni aún encarnada está limitada
por el espacio ni detenida por el tiempo, pero se difunde por los inferiores
Principios del cuaternario, y es omnipresente y omnisciente por naturaleza”. -H. P.
Blavatsky, La Doctrina Secreta-
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En sus cartas, el Maestro K. H. refiere al corazón como el centro de la
consciencia espiritual y al cerebro en tanto foco de la inteligencia intelectual.
Asumiéndose lo comentado, la persona no puede guiar ni dirigir por completo su
energía, si no está unida a Buddhi-Manas.
Cuando “Manas” se expresa vía los sentidos entra en contacto con “Kama”:
emociones, fuerza motivadora y/o el deseo. Luego, a partir de dicha interrelación y
por mediación del organismo denso interactúa con el Plano tridimensional o
fenoménico. En lo relativo, aseguraba Sai Baba, la Mente, si bien es pura por
naturaleza, se ve afectada por los impactos sensoriales. Sutiles huellas que la
colorean, matizan y ensucian con gustos y aversiones. Las impresiones latentes
(“vasanas”), los golpes y embates sufridos -nacimiento tras nacimiento-,
temporalmente, deforman a la sustancia mental.
Entretanto prevalezca la sensación de separatividad -la apreciación de que se
es un centro distanciado del resto- la vida se corrompe. La buena voluntad degenera
en insaciables apetencias, el conocimiento en desinteligencia y la justa actividad o
la capacidad de adaptarse en negligente reacción y represión.
A la psiquis o mente inferior C. G. Jung la clasifica -sin que ello sea una
consideración rígida- en cuatro tipos psicológicos. Las características que tienden a
predominar acorde a la afinidad del sujeto serían: 1- el ser pensante, intelectual,
racional, que toma sus decisiones desde la lógica, el análisis, el sentido común. A
las teorías, los conocimientos previos y las experiencias se las apropia cuan fuentes
de saber. Su elemento es el Aire. 2- Quienes sus resoluciones se sustentan en gustos
y disgustos. El mundo emocional juega en ellos un papel primordial. Se guían por el
sentir. Su elemento es el agua. 3- Aquellos que basan su relación con el mundo
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asumiendo el contacto y la información concreta que traen los sentidos. Se manejan
por lo sensorial, lo corporal, a través de las sensaciones que van emergiendo. Su
elemento es la Tierra. 4- Individuos que se respaldan especialmente en la
“intuición”, a la que Jung define como la inteligencia del inconsciente. Habría un
destello de revelación, corazonada, que se supone válido. Su elemento es el Fuego.
Con el fin de reinvertir la rueda de los malos hábitos, una medular tarea en lo
relativo al proceso de perfeccionamiento de la consciencia radica en la reorientación
del foco de identificación, desde el evanescente yo personal hacia su Fuente, el
Alma -el Pensador-. El centro inferior, tarde o temprano, deberá dirigir su mirada
hacia lo alto y, sintonizando con la Luz que desciende, ajustar su pequeño plan
según los designios de la Vida Mayor.
“El Ego en su propio Plano en pequeña escala repite la acción del Logos.
Construye ciertas formas con determinado fin; reúne cierto material y aspira a cierta
consumación, que será la resultante del material reunido, vibrando a cierto ritmo,
regido en alguna vida por ciertas reglas y persiguiendo un objetivo específico -no
todos los objetivos posibles-.
Cada personalidad es, respecto del Ego, lo que el sistema solar para con el
Logos, constituye su campo de manifestación y el medio por el cual obtiene un
objetivo demostrable. Este propósito puede ser la adquisición de la virtud, pagando
el precio de los vicios, o la capacidad comercial, luchando por proveer los
menesteres de la vida; también puede ser el desarrollo de la sensibilidad mediante
las reveladoras crueldades de la naturaleza; la adquisición de la abnegada devoción
para satisfacer las necesidades de los que dependen de uno, o la transmutación del
deseo por la meditación practicada en el sendero. Cada alma debe descubrirlo por sí
misma”. -Maestro Djwhal KhulEn nuestra etapa de adelanto, comúnmente, cognición y afecto van juntos, se
intervinculan, superponen, retroalimentan y enredan. La emoción es el reflejo en el
cuerpo de las impresiones mentales. La idea de sí mismo -yoidad-, cuando se
sobreestima, se vuelve un muro divisor, un circuito cerrado y obsesivo que impulsa
hacia la disociación, competencia y enfrentamiento.
A medida que el contacto denominado “concreto u objetivo” se incrementa en
detrimento de la conexión inmanente o interna, se pierde el dinámico equilibrio
(Yoga), no se percata lo esencial y la Mente, al identificarse con las efímeras cosas,
situaciones y oportunas sensaciones (reconocimiento que lleva a interpretar al
mundo por ajeno y externo a ella misma) queda atrapada (apegada) y confundida.
Se “destruye” lo Real, o mejor dicho, nos extraviamos temporalmente en el bosque
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de la ilusión. La mente edifica sentido, significado, otorga entidad, ordena,
construye e ilustra al mundo y así queda afectada.
Hemos de comprender que ni los pensamientos ni los actos físicos “dejan de
existir” una vez acontecidos, sino que muchas veces permanecen en la consciencia
en forma más sutil, como huellas de aquella manifestación. Dichos vestigios,
denominados en Sánscrito: “Vrittis” o “Samskaras”, producen impulsos o
tendencias inconscientes -componentes psíquicos no integrados- que inciden sobre
la inteligencia induciendo a su reproducción. Con la repetición, tales marcas se
convierten en hábitos compulsivos, que suelen recrearse a lo largo de la vida e
incluso -cuando se hallan muy enraizados- por sucesivas encarnaciones. Las
tendencias del pasado se cargan a manera de semilla. Semillas que, ajustándose a
los climas energéticos, van germinando con el rostro de las vicisitudes del diario
vivir.
Hagamos una breve aclaración sobre una idea que en ocasiones puede causar
ruido. Los hábitos, rutinas o conductas interiorizadas -modalidades que se reiteran
con frecuencia- no son en sí mismos nocivos, por lo contrario, tratan de
organizaciones que eventualmente favorecen el desempeño de ciertas tareas -más
que nada de carácter práctico- y un modo asertivo de emplear los recursos y
direccionar la energía. Sin embargo, cuando la destreza se torna tan mecánica que
nubla la consciencia hasta embotarla y perderse el estado de alerta y presencia, su
utilidad se distorsiona y convierte en prisión.
De acuerdo a las cualidades de las elucubraciones y arraigados patrones creencias cristalizadas- se acomoda la química del cuerpo y se disparan los
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neurotransmisores asociados que conllevan a la emergencia de las sensaciones
correspondientes. Situación que con asiduidad insiste y redunda para constituirse en
costumbre y llegar, virtualmente, a proyectarse sobre la “Pantalla del Espacio” con
aspecto de destino.
La mayoría de las cavilaciones a lo largo del día son similares y reiterativas.
La mente -el cerebro también-, si se quiere por una cuestión de optimización de
energía (Ley de Economía), repite funcionamientos. Por ello, debido a las
propensiones con las que nos identificamos y los automatismos que predominan es
que el cambio de creencias implica un particular esfuerzo. Un romper con la inercia.
En relación al tema, inclusive el teórico físico J. P. Garnier Malet ilustra que
los pensamientos que se tienen y consideran propios pudieron ser gestados en otro
tiempo y hasta por otras personas. Por tanto, uno debe permanecer atento a lo que
pasa por la mente. En el instante en que se piensa algo se produciría, en otra
dimensión, las secuelas de tales cavilaciones. En orden a lo comentado, lo que se
recibiría por actualización en el mundo al que se reconoce como “real” no sería
distinto a la síntesis de ese potencial. En el mismo momento en que uno se
involucra con una idea, en una Dimensión no percibida por los sentidos
convencionales, se estarían organizando ciertos resultados que finalmente podrían
precipitarse y tomar cuerpo.
Expone Garnier, lo que pensamos y sentimos; la manera en que
impresionamos los éteres del espacio con nuestras fuerzas creadoras influenciaría
significativamente en los demás. He aquí la inmensa responsabilidad, reconocida
por los Maestros a lo largo de la historia, en lo que atañe a la volición mental y el
enfoque del poder de la atención.
“La sabiduría surge de estar consciente en todas las posturas. Tu práctica
debería comenzar cuando te despiertas por la mañana temprano. La misma debería
continuar hasta que otra vez caigas en sueño. Lo único importante es que te
mantengas alerta, sea que trabajes, estés sentado o vayas al baño”. -Ajahn Cha-
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Los Arquetipos son, para los Tratados Espirituales, los planos que siguen los
divinos constructores de la Naturaleza para la Obra Divina. Dentro de esta trama,
nuestros cuerpos se constituirían, por lo menos según ciertas posturas de carácter
esotérico, “a imagen y semejanza de Dios” o, en otros términos, conforme a la
proyección holográfica de la Consciencia Una. Pero como los Divinos Prototipos,
en tiempo y espacio, no han logrado en plenitud encarnarse aún por medio de la
materia objetiva, y a sabiendas del axioma oculto: “La energía sigue al
pensamiento”, diremos entonces que los vehículos físicos de la especie todavía no
representan con dignidad la excelsa “Faz del Logos”. Sobre el desenvolvimiento de
la consciencia, por medio de la forma, da cuenta la evolución.
Las estructuras se ven fuertemente influidas en su disposición, explican los
Maestros, por las peculiaridades de los patrones mentales imperantes. Los “Devas”,
reclutados en función al poder invocativo de las vibraciones afines y siguiendo los
mandatos del “Karma”, erigen a través de la sustancialización de los éteres o rayos
de luz las características de las estructuras densas. Acorde con este cuadro, las
inteligencias del cuerpo, desde su fundamental organización, se verían influenciadas
por la suma total de las representaciones psíquicas acumuladas.
Si somos capaces de transformar los esquemas disfuncionales con que nos
identificamos, podríamos cambiar la cualidad del campo energético (origen del
mundo material) y así modificar, “en colaboración con los ángeles”, el modelo siendo leído por el ADN- con el cual la envoltura objetiva se encuentra alineada y
responde.
A pesar de que el cerebro es muy plástico y, fácilmente, al incorporarse
información al sistema gestiona nuevas conexiones y se modifica; cuando dicha
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configuración queda en el campo de la intelectualidad y no se acopla a la práctica,
de ningún modo se consiguen remover los viejos y obsoletos patrones de la mente
no consciente (condicionada) y menos modificar la conducta y/o beneficiar al
organismo, que responde en anuencia con las tendencias acopiadas. Únicamente, se
influiría en la bioquímica y genética del cuerpo, por ende “en eso nos
convertiremos”, en la medida que el conocimiento en secuencia rítmica sea aplicado
en la experiencia (acción). Situación que involucra una modificación de mayor
permanencia en las redes neuronales.
“La Sabiduría no se asimila con los ojos, sino con los átomos. Cuando la
convicción de una verdad no esté únicamente en tu cerebro, sino en todo tu ser,
entonces quizás podrás dar testimonio de su significado”. -Sri YukteswarDebemos comprender que los “esquemas” no son “per se” condicionantes,
sino una modalidad que ha encontrado la naturaleza humana para optimizar
recursos. Efectivamente, cuando los hábitos no están en concordancia con la “Ley”
(“Dharma”, el “deber de cada quien en el Orden Kósmico”, que implica
comprender la Unicidad y obrar en consecuencia) acarrean variedad de
inconvenientes. Al respecto, la mala salud, las dificultades económicas, los
apremios domésticos y demás restricciones, son mensajeros que llaman a nuestra
puerta para motivar el desprendimiento de costumbres de pensamiento y de
actividad. Los obstáculos muchas veces se instauran como la forma que encuentra
la vida para empujarnos a desenvolver potencialidades y creatividad. A partir de la
experiencia, se espera que desarrollemos la necesaria sensibilidad y comprensión
que terminará por apartarnos de las ya caducas propensiones. Lo avisado ha de
entenderse por el mensaje que trae “Saturno”-el Sabio anciano- para colaborar con
nuestro progreso. Se aconseja la práctica de modificar la apreciación de lo que
acontece. En vez de cualificar lo que nos parece soez, desagradable y doloroso en
tanto inconveniente, más productivo sería reconsiderarlo y asumirlo a modo de una
oportunidad de aprendizaje y crecimiento.
“Tanto los buenos como los malos hábitos requieren de cierto tiempo para
adquirir poder. Los malos hábitos crónicos pueden ser reemplazados por los buenos
hábitos opuestos, siempre que estos se cultiven pacientemente”. -Paramahamsa
YoganandaEn el momento que aparece un estado emocional el hipotálamo exhala el
péptido que le atañe. Esta cadena de aminoácidos viaja -atravesando primero la
glándula pituitaria- por intermedio del torrente sanguíneo hasta alcanzar a las
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células del cuerpo. Durante el proceso de la división celular, las nuevas células se
organizan a partir de la misma impronta con la que fuere “coloreada” la primera.
Tendrán superior número de receptores para los péptidos emanados habitualmente,
es decir, que con más frecuencia circulan por el organismo de acuerdo sea el rasgo
de carácter o la actitud psíquica (habiendo menor cuantía de otras clases de
receptores). Circunstancia que podría afectar el funcionamiento y a la misma
configuración del cuerpo. Incluso, en ocasiones, la impronta impuesta llevaría a la
relativa depreciación en cuanto a la capacidad de absorber ciertos nutrientes.
Asimismo, el hecho ilustrado suele producir otras cuestiones: entorpecer el
intercambio de fluidos, afectar la liberación de toxinas y alterar demás funciones
metabólicas. Lo cual ocasionaría que el desempeño biológico se vea atenuado en
términos de eficiencia, acarreando invariablemente un acelerado deterioro y
envejecimiento.
Sobre el mecanismo de retroalimentación, que se instituye asociando a la
química corporal con tipos de pensamientos-sentimientos, no en pocas
oportunidades se funda lo que se podría entender como una clase de “adicción
psico-bioquímica”. Compulsión que induciría a la repetición de particulares ideas,
sensaciones y conductas.
“La mente se preocupa y la ansiedad es lo que siente el cuerpo cuando la
mente se preocupa. La preocupación son pensamientos inútiles, es un criadero de
problemas que está en la mente, que no lleva a nada bueno. Y el cuerpo cree que
pasa algo muy grave, pero en realidad no, son sólo pensamientos pero el cuerpo no
lo sabe”. -E. TolleApropiado sería considerar que lo descripto es propiciado por el irresponsable
empleo de los sentidos, la identificación con los objetos y el frecuente desequilibrio
psíquico. Debido a que el sistema entero queda vinculado con la “forma mental”, se
congenia un movimiento donde las elucubraciones, las emociones y el cuerpo
permanecen fuertemente vinculados y entrelazados en diferentes niveles. Sobre el
dispositivo mencionado, con arreglo a la referencia de algunos investigadores como
por ejemplo: Bruce Lipton y Joe Dispenza, se asientan las bases de nuestros actos
(mayormente reaccionarios) y entablan los reiterados y automáticos procesos del
diario vivir. Cotidianidad que, volviéndose rutina, redunda una y otra vez, forjando
un obligado circuito y cuasi cerrado sobre sí mismo: “de sentirse como se piensa y
de pensarse según se siente”. Podemos enunciar que la corporalidad se vuelve la
exteriorización de la mente inconsciente y la actualización recursiva del pasado, lo
grabado de antaño.
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La carga que implica la acumulación de tiempo (condicionamiento de la
memoria) impide ver la Verdad. Lo Real permanece oculto y pasa inadvertido para
la mente egotista y sus costumbres y apegos.
“Los pensamientos no son el problema. Los pensamientos son de la naturaleza
de la mente. El problema es que nos identificamos con ellos”. -Tenzin PalmoPor la regular meditación, que conlleva un mayor estado de alerta y presencia,
se tornaría plausible reinvertir la rueda para salirse del modo instalado. Con el fin
de reducir la cantidad de ideas y apetencias, por regla básica se recomienda
especialmente la individual y/o grupal contemplación (en la jornada previa, en el
mismo día y en las veinticuatro horas posteriores) en las fechas de los novilunios.
La Luna nueva, para la tradición hindú presidida por el Señor Shiva (el gran patrón
de los yoguis), al constituir un tiempo de no Luna, es igualmente un momento de no
mente, ergo, de no inclinación hacia formas materiales y deseos.
Con la práctica rítmica del trabajo de alineamiento pueden ocurrir
transformaciones palpables:
1- en el rango físico: a- relajación corporal; b- mengua de la actividad del
sistema simpático y aumento del parasimpático (disminución en el compás
respiratorio, la frecuencia cardíaca y la presión arterial); c- acrecentamiento en la
segregación de hormonas como la dopamina (vinculada a la motivación), la
serotonina (estabilizadora del ánimo) y la melatonina (reductora de la oxidación
celular e inductora del sueño).
2- en el aspecto cognitivo: a- se nota un incremento de la capacidad de
concentración; b- hay descenso de la faena mental improductiva.
3- respecto de la dimensión emocional: a- se ven mejorías en el estado de
ánimo; b- hay alivio del estrés; c- baja la ansiedad e impulsividad; d- emergencia de
inclinaciones positivas.
Aleccionaba el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov que la Ciencia Iniciática,
habiendo estudiado la anatomía bio-psíquica del ser humano y las reglas que
presiden su funcionamiento, enseña que se puede mandar y dirigir a los elementos
de los distintos órganos. Aclaraba que para lograr influir en la fisiología del cuerpo
habría que aceptar antes la premisa de que sus distintas partes, hasta incluso las
multitudes de células, constituyen entidades inteligentes y conscientes. Destacaba,
asimismo, lo fundamental que es aprender a entrar en comunicación con estas
pequeñas vidas y enviarles pensamientos de luz, amor y gratitud.
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En cuanto a los procesos neuroquímicos señalados en los párrafos previos;
comúnmente surge y se arraiga en nuestra mente una marcada percepción dual.
Indiscutible sensación que ratifica la principal dicotomía que hoy articula nuestras
mundanas experiencias. Se trata pues, de la institución de un yo (lo mío cuan
extensión inseparable) con su lógica contraparte: el no yo, lo otro o el resto.
Enseña La Doctrina Secreta que el ego inferior, “Kama-Manas” o
metafóricamente “Satán”, alucinado por la falaz noción de independencia y
creyéndose el “productor y soberano” de los cinco “Tanmatras” (Principios
Universales, esencias y estructuras generales de la percepción, propiedades de la
materia y los elementos) cae en el oscuro abismo del ego-ismo y la soberbia. Al
estado de consciencia individualizada -de un yo ceñido a la parte- ha de
considerárselo, por estar relacionado con lo que en la filosofía hindú se llama el
“Ahankara” -la facultad personal de la “egoencia”- una creación mental finita y
mutable (irreal).
Estudios han detectado que existe en el organismo del ser humano al menos
tres organizaciones de redes neuronales similares: 1- la del cerebro; 2- la del
corazón; 3- la del sistema digestivo -los intestinos-. Desde esta información, es
entonces que se vuelve vital reflexionar, asumiendo ciertas conjeturas e inferencias,
sobre el posible vínculo que existe entre los datos empíricos que las investigaciones
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de las neurociencias hoy proporcionan y lo que de antaño viene enseñando la
Bibliografía Teosófica u Ocultista.
Para el doctor Michael D. Gershon, el sistema nervioso entérico es un vasto
almacén químico, en el que están representadas todas y cada una de las clases de
neurotransmisores que operan en nuestro cerebro. En Canadá se ha descubierto que
el intestino guarda un archivo bastante completo de la historia emocional. El
aparato digestivo -considerado por algunos médicos, debido a su estructura
neuronal, como un “segundo o tercer cerebro”- influiría significativamente en el
estado del ánimo y en el sueño. En orden a lo apuntado, conseguimos localizar
congruencias entre los descubrimientos científicos presentados y el conocimiento
que han trasmitido, ciertas tradiciones orientales desde tiempos antiguos, en cuanto
a que no se puede concebir un estado de armonía y felicidad sin un vientre
saludable. El bienestar físico y psíquico estaría regulado, por lo menos en una
cuantía, por el funcionamiento del sistema digestivo.
A la altura del plexo solar se encuentra, informa la Ciencia Esotérica y del
Yoga, uno de los principales “Chakras” energéticos del hombre, que como los seis
restantes, representa el anclaje de una dinámica de consciencia, Elemento de la
Naturaleza, Plano, planeta, color, sonido, perfil geométrico, etcétera. Vórtice al que
se lo denomina en Sánscrito “Manipura” (gema brillante) y que influye con mayor
intensidad sobre los órganos que le son más próximos. Conforme con los antiguos
Sabios videntes, cuando dicho foco, anclaje del Sexto Rayo, se encuentra en
equilibrio y plenamente desplegado, se organiza a semejanza de un “Loto de diez
pétalos de luz”. “Diez pétalos” que se divide en dos grupos: cinco que se elevan en
dirección del centro cardíaco y los otros que mirarían hacia abajo. Los superiores,
relacionados con la mente abstracta -el Campo Mental Superior- se encontrarían
próximos a la Dimensión Intuicional o “Búddhica”. Los inferiores corresponderían
a la mente analítica imbuida en las emociones (“Kama”). Mientras que a la
contraparte concreta de “manas” le atañe el intelecto, los mecanismos
inconscientes, el reino de las pulsiones y de los instintos (aspectos asociados a los
sellos vitales ubicados debajo del diafragma); a su complemento le concierne el
mundo de las Ideas y la supra-consciencia o región subjetiva.
En tanto la atención se deposite en el plexo solar, la persona tendrá superior
tendencia de acumular, reunir y juntar para sí que de compartir, brindar y ofrecer.
Podríamos aventurar y asumir que si el ser humano todavía no ha evolucionado lo
suficiente es porque, usualmente, se halla influenciado por un desordenado “cerebro
estomacal” (contracara densa del “Chakra” situado a la altura del plexo solar), con
sus implicancias fisiológicas. Las conductas que derivan de tal estado tendrían
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como condicionante las propensiones psicológicas acopiadas y las tendencias
heredadas del reino animal.
“Manipura” -principal anclaje de la humanidad no iluminada- está conectado
con el Mundo Astral, las emociones y los impulsos del deseo. Significa para la
actual personalidad lo que el sacro fue durante la época Atlante y el núcleo
energético emplazado en la base de la columna vertebral para la Raza Lemur. El
“Chakra” de la boca del estómago, punto focal de las corrientes inferiores, debe
transmutarse y refinarse para que despunte el reposicionamiento hacia el Loto
cardíaco. La depuración y equilibrio del Plexo Solar debe ocurrir antes de la
Segunda Iniciación.
“El Rayo Sexto, desaparecerá de la manifestación, alrededor del año 2025. Por
lo tanto, la sobrexcitación del plexo solar se desvanecerá. Este centro transmite la
energía del bajo astral al cuerpo y en su parte alta transfiere el fuego del alma o el
entusiasmo al cuerpo. Aquellos cuerpos que están nutridos por energías del astral
inferior como miedo, ira, enojos, odios, celos y bajos deseos, al cortárseles la
energía que los alimentaba, pasarán por un proceso de petrificación. Esta
petrificación comenzará en el hígado, el páncreas y los órganos relacionados;
producirán misteriosas enfermedades y dolores quemantes. La manera de terminar
con esto es soltar todos los miedos y las irritaciones y crear una intensa aspiración
devocional y una urgencia hacia valores altos y virtudes. Semejante aspiración
creará la integración del plexo solar, alimentándolo de amor, tolerancia, perdón y
gratitud. Los órganos, tarde o temprano deben aprender a digerir semejantes
alimentos”. -Torkom SaraydarianNivelar el tercer “Chakra” y escalar en consciencia a la cámara del corazón es
un gran desafío y el producto de un largo y duro trabajo. Labor que comprende
crisis y la posterior expansión de consciencia.
Tras ardua purificación e interna reconstrucción se ingresa en la cueva del
Loto cardíaco. Entonces, el progreso hacia las esferas celestiales se acelera. Se abre
el Sagrado Aposento y la pulsante Luz de la Consciencia se muestra.
El Fuego Kundalini ascendería hasta el “Ajña” -núcleo integrador de los
centros inferiores- en la Tercera Iniciación”.
“Después de la Tercera Iniciación estas energías básicas son elevadas,
controladas o distribuidas por un acto de voluntad de la Tríada espiritual. Entonces
“la luz generada en Lemuria” (la luz sacra) y “la luz generada en Atlántida” (la luz
del plexo solar) desaparecerán y ambos centros serán simples receptores de energías
espirituales provenientes de lo alto; no poseerán luz propia directa e inherente; la
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luz que trasmitirán les llegará de fuentes colectivas, que se hallan en los Planos
etéricos”. -Maestro Djwhal KhulSi se mezclan pensamientos y sentimientos no armoniosos, la discordancia
aparece y provoca desorden y padecimientos. El cuerpo es un sistema integrado y
con interdependencia entre sus partes y con el entorno. Las enfermedades, asegura
el Maestro El Tibetano, que existen hoy en el mundo son casi totalmente heredadas.
Involucrarían perturbaciones de origen grupal, derivadas de la infección, la
desnutrición y hasta de la sustancia planetaria. El desequilibrio no siempre es la
resultante de sutiles fuerzas internas, también depende del ascenso al cuerpo etérico,
de los impulsos provenientes de la Dimensión física y del mundo externo. Entre
otros factores a considerar: la falta de higiene, la polución, la pobre nutrición, los
malos hábitos en general, se alzarían en tanto compartidas influencias maliciosas. El
mundo interno y la realidad externa, lo invisible y lo denso, las distintas partes del
sistema se ligan. Cada cosa se vincula con las demás e impresiona mutuamente.
Algunas experimentaciones sugieren que habría correlación entre el tipo de
flora bacteriana del intestino y los estados de ánimo. Un estudio publicado en
Psychosomatic Medicine: Journal of Behavioral Medicine destaca que la flora
intestinal no sólo afecta a la salud física sino a los pensamientos y a las emociones.
Se pudo descubrir que quienes tenían una flora intestinal dominada por bacteroides
contaban con una materia gris más densa en el córtex frontal y las regiones
insulares, las zonas del cerebro especializadas en el tratamiento de información
compleja. Asimismo, tenían un hipocampo (parte cerebral implicada en la memoria
y a la orientación espacial) más voluminoso.
Por otro lado, los participantes con más bacterias Pretovella mostraban una
actividad más pobre en la región del hipocampo, al mismo tiempo que presentaban
niveles de ansiedad, estrés e irritabilidad más elevados cuando miraban imágenes
negativas.
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Complementando lo dicho y con anhelo de ulteriores indagaciones, atrayente
información ha sido brindada en el siglo pasado por el Maestro Omraam Mikhaël
Aïvanhov: - “Por la noche, cuando nos dormimos, las energías del cerebro se
desplazan hacia el plexo solar donde una luz arranca a brillar. Al despertarnos, esta
luz se debilita y el cerebro reemprende sus actividades. En ningún momento el
cerebro y el plexo solar dejan de trabajar totalmente, pero se puede decir que
ejercen su actividad alternativamente: el cerebro domina nuestra “vida consciente”
y el plexo solar nuestra “vida inconsciente o subconsciente”.
Teniendo en cuenta los lazos que el plexo solar mantiene con el cerebro,
podéis acudir a él cada vez que debáis emprender un trabajo mental: meditar,
estudiar, escribir… Empezad por concentraros en el plexo solar y cuando sintáis
que la armonía y el equilibrio se han instalado bien en vosotros, haced vuestro
trabajo: vuestro cerebro será alimentado y apoyado por las energías que le llegan
del plexo solar. Y si en el transcurso de vuestra actividad sentís que vuestro cerebro
empieza a bloquearse, masajead con vuestra mano derecha el plexo solar en el
sentido inverso de las agujas del reloj”.
El despegarse del hábito obsoleto, aquello viejo y conocido, en tiempo y lugar,
involucra el agotamiento de un horizonte de experiencia y muchas veces el
atravesamiento de estados de crisis y conflicto.
Al pasaje de la mente objetiva a la subjetiva y de esta al siguiente Plano, el
“Búddhico”, se le conoce como Iniciación (las tres primeras se darían, de acuerdo a
los Tratados Esotéricos, en este primer tramo del sendero). Proceso crítico, al que
metafóricamente, se lo denomina el “viaje del héroe” y sobre el cual además se
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anoticia cuando se señalan los “doce trabajos de Hércules”. Impronta y movimiento
que implica el ingreso, cada vez más profundo, en Uno Mismo.
Una vez que la personalidad ha alcanzado un cierto adelanto, su crecimiento
se convierte en una actividad autoiniciada. Explica el esoterista y prolífero escritor
Manuel Arduino Pavón, que en el Baghavat Gita (El Canto del Señor), justamente,
Arjuna, el ego humano en condiciones de recibir entrenamiento para la Iniciación
(proceso de aceleración evolutiva), se ve impulsado por su Maestro (el Logos Solar,
Krishna o la Mónada Divina) a enfrentar a la propia familia psíquica, a sus
complejos mentales, a sus contenidos oscuros y degradantes, para barrer con ellos,
para “darles muerte” y de ese modo redimir su verdadero linaje.
El doloroso trance que significa el evento de la “batalla” para la vida de
Arjuna (el Discípulo o el Guerrero Espiritual) habla de la necesidad de dar grandes
y temerarios pasos en el Sendero a fin de conquistar la ciudad ideal (“cuerpo
causal”). Arjuna sería, en este sentido, una “víctima propicia paradigmática”. Un
candidato a la “Suprema Iniciación”.
A medida que una persona progresa, su “cuerpo causal”, límite determinante
de su aura, aumenta claramente de tamaño, así como en luminosidad y pureza de
color. En tanto requisito indispensable para recorrer el camino de desarrollo
consciente, con claridad, el Maestro Djwhal Khul asevera que ningún Discípulo que
desea pasar los Portales de la Iniciación, lo conseguirá hasta conocer antes el poder
del lenguaje y del silencio.
“Cada Iniciación conlleva la expansión de la consciencia de la personalidad
para incluir cierto grado de la Sabiduría del Alma, y, en esa medida, por medio de la
reorientación de toda la personalidad, desapegarse de las ilusiones de la forma sin
tener que morir”. -Lucille Cedercrans-
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De acuerdo a las Escrituras, cada uno debería afanarse por aumentar su nivel
de consciencia -en cuanto a sabiduría y amor-. Responsabilidad, desde luego, que
no ha de apropiarse como un fin o beneficio personal sino en tanto contribución
social. Comenta en sus libros el Maestro Djwhal Khul, que la meta del estudiante
no está en el propio desenvolvimiento, su deber es capacitarse para servir a la
humanidad. El adelanto individual sería incidental, no el motivo ni la meta. El
medio ambiente inmediato y los asociados en el Plano físico conformarían los
objetivos de la prestación. Si en el esfuerzo por adquirir ciertas cualidades y
conocimientos se pasa por alto a los grupos con los cuales se está afiliado y no se
coopera inteligentemente ni se actúa con lealtad en bien de ellos, se corre el peligro
de la cristalización, de caer en un pecaminoso orgullo. El crecimiento interno debe
expresarse en la asistencia al entorno.
Tomar una actitud servicial (justa y equilibrada) y ocuparse por el bienestar de
la existencia circundante no significa hacer propio aquello que le corresponde al
prójimo, adjudicarse las obligaciones de otros, consentir caprichos y ciegamente
justificar reacciones; decir siempre que sí, atender todas las demandas y/o satisfacer
sin más los deseos de los demás. Asumir una vida de compromiso y de buena
voluntad consistiría, sobre todo, en un tema de actitud y a la vez de práctica
concreta. Situación que ha de encararse desde un alegre sentido de deber y
sostenerse a partir de honda compasión, constancia, desapego y discernimiento.
Indica el Maestro Djwhal Khul, el verdadero servicio es la emanación espontánea
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de un corazón amoroso y de una mente inteligente, el beneficio de hallarse en el
lugar correspondiente y de permanecer en él; el producto de la inevitable afluencia
de la fuerza espiritual y no de la intensa actividad en el plano físico. Trata sobre el
efecto del hombre cuando expresa lo que en realidad es: un divino Hijo de Dios. No
el efecto estudiado de sus palabras o actos.
La Iniciación, al referirse al tramo que va de la oscuridad a la Luz y operar
cuan proceso interno, además de tomarse por una responsabilidad social, sucede
cuando se siguen las Leyes de la Naturaleza. Leyes que, aparte de ser válidas en la
Dimensión material, lo son en los ámbitos emocional, mental y espiritual. Hemos de
advertir que lo comentado, analizado y desarrollado respecto del ser humano -el
microcosmos- encuentra semejanza y analogía en muchas áreas y escalas. Por
ejemplo, podemos intentar descubrir puntos de contacto en las esferas: social,
regional, nacional, planetaria, solar, etcétera. Corre por cada uno de nosotros,
Principio de Correspondencia mediante, ahondar en las equivalencias.
Retomando: la Iniciación, que se constituye como parte intrínseca del devenir
evolutivo del hombre y del resto de los Reinos, implica expansión, y para el
individuo, la entrada al Campo sutil de la existencia. Nadie puede convertirse en un
Iniciado si antes no ha ganado cierto grado de pureza y autocontrol y entregado su
existencia en favor de la vida circundante.
Declaraba Vicente Beltrán Anglada que la Iniciación, técnicamente descrita,
es el método mediante el cual se introduce al hombre, de la Tierra o cualquier otro
planeta dentro del sistema solar, en los Sagrados Misterios de la Magia Organizada.
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En función a lo que comunica el Maestro Djwhal Khul, la Sabiduría debe
reemplazar al conocimiento. Sin embargo, se requiere conocimiento como paso
preliminar. Deben recordar, decía el Maestro, que el servidor pasa por el aula del
aprendizaje antes de ingresar al aula de la Sabiduría. Al respecto, aclara el Maestro
K. P. Kumar, aprender no alude a leer libros. Significa reorganizar y sublimar a la
propia personalidad. En la sala de aprendizaje no sólo existe numerosa información
a incorporar, sino que igualmente atañe a una etapa en la cual hay mucho de lo que
desprenderse.
“Una vez completado este aprendizaje, entramos en la Sala de Sabiduría. A
partir de ahí, mediante la Sabiduría entraremos en el sancta sanctorum, la Sala de la
Experiencia”. -Maestro K. P. KumarLas experiencias nutren y el tiempo ayuda a madurar. La Iniciación implica el
cumplimiento de ciertos requisitos y la conquista de diversas cualidades o aspectos
desde el nivel álmico.
Al entrenar el cuerpo mental, comenta El Tibetano, el aspirante trata de
adquirir el conocimiento en forma ordenada, atesorar lo que le hace falta, captar
progresivamente las facultades mentales innatas acumuladas en vidas anteriores y,
finalmente, estabilizar la mente inferior para que así la superior pueda controlar y la
facultad creadora del pensamiento proyectarse por mediación de la quietud. Faena
necesaria y previa al reposicionamiento del foco de la consciencia en esferas de
mayor luz, inclusividad y posibilidades.
“Del Silencio del Absoluto fue proyectado el Universo. De la oscuridad surgió
la luz. De lo subjetivo emanó lo objetivo. La quietud negativa del cuerpo emocional
lo hace receptivo a las impresiones superiores. La quietud positiva del cuerpo
mental lo conduce a la inspiración superior”. -Maestro Djwhal KhulA través de la Iniciación (camino de la Individuación para C. G. Jung) el
hombre entra en la quinta etapa, la última, de nuestra actual quíntuple evolución.
Cada fase en la senda indica el paso del estudiante por un aula determinada o un
estado de consciencia. Lo cual abarca una reconfiguración fisiológica y
readecuación de los distintos vehículos de manifestación; el desenvolvimiento de la
Sabiduría por intermedio del enfoque interno en un grado supino, además del claro
resplandor del fuego interno y la transición de un punto de polarización a otro. La
Iniciación implica la comprensión de la creciente unidad con todo lo que vive y la
esencial unicidad del yo con todos los yoes. Da por resultado un horizonte que se
ensancha continuamente hasta incluir la esfera de la creación o la creciente
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capacidad de ver y oír en múltiples Planos. Es poseer una acrecentada comprensión
de los Planes de Dios para el mundo y la capacidad de desarrollarlos. La Iniciación
conduce al monte en que se puede obtener la Visión. La Visión del Eterno Ahora,
donde el pasado, el presente y el futuro existen como uno.
La Iniciación lleva a esa corriente que cuando se ha penetrado en ella arrastra
al candidato hasta llevarlo a los pies del Señor del Mundo, a los pies de su Padre en
los Cielos, a los pies del Triple Logos. En forma gradual, a lo largo del camino, se
revela al hombre la clave de la información Kósmica y el Misterio oculto
subyacente en el Corazón del Sistema Solar.
De acuerdo a lo transmitido por algunos ocultistas, debido a las energías y
peculiaridades inherentes al vigente Ciclo Acuariano, las Iniciaciones de
características grupales se volverán cada vez más comunes.
Discípulo, esclarece el Maestro Djwhal Khul, sería aquel que comienza a
comprender el trabajo grupal y a trasladar su polo de actividad desde sí mismo
(cuan eje alrededor del cual el resto gira) al centro del grupo. Transferencia, que por
la impronta energética del presente ciclo, se presentaría como una cada vez más
cercana y loable oportunidad.
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La Obra se revela
Ahora intentemos darle un nuevo ángulo a nuestra indagación. Para ello
tomemos como base, una vez más, algunos de los nuevos descubrimientos del
floreciente campo de las neurociencias.
Afín a ciertos estudios, si asumimos una postura global, cada hemisferio del
cerebro procesaría la información de modo muy diferente, incluso pensaría y se
interesaría por cosas sustancialmente disímiles.
Acorde a la neuroanatomista Jill Bolte Taylor, el lado izquierdo del cerebro dirige el lado derecho del cuerpo- se encuentra enlazado al lenguaje, el habla, la
capacidad de recordar -asociada a la emoción-, la inteligencia calculadora, lógica y
racional y al sentido del yo separado del resto (consciencia localizada). Su
modalidad de procesamiento sería lineal y metódica. Esta fracción del sistema
nervioso central se ocupa sólo del pasado y del futuro, está diseñada para tomar del
“enorme campo vivo” propio del momento presente, trozos, meros detalles a los
cuales ordena y categoriza con el fin de instituir la cotidianidad y darle algún tipo
de sentido propio -según lo que hemos aprendido-, y desde allí, proyectar un
supuesto mañana en función al rango acotado de posibilidades que implica lo
conocido -categorías preestablecidas-. Dicha parte del cerebro, afirma la científica
norteamericana, recorta y manipula a la matriz energética que todo atraviesa y de la
cual formamos parte. Asimismo, este hemisferio se constituiría en el sustrato de las
voces que tomamos por “nuestros pensamientos” y de la inteligencia que disgrega y
a la vez comunica lo que entendemos -en mayor medida sentimos- como interior y
exterior, respecto del centro al cual definimos en tanto “yo”.
Sobre la otra mitad, correspondiente al lado derecho del cerebro -controla el
sector izquierdo del organismo-, la doctora Taylor explica que le atañe sólo el
ahora, piensa en totalidades y aprende cinestésicamente mediante el movimiento del
cuerpo. La cognición y la motricidad, según lo planteado, en esta dimensión se
relacionarían.
De acuerdo a lo comentado por la reconocida investigadora, la información
que entra a través de los sistemas sensoriales explota como un enorme collage de
vida en cada instante del aquí y ahora. Al respecto en su conferencia para “Ted”,
contando sobre su experiencia a partir de un accidente cerebro vascular que ella
misma padeció, Jill Bolte Taylor afirmó: - “Soy un ser de energía conectado a la
energía de todo mi alrededor, mediante la consciencia de mi hemisferio derecho.
Somos seres de energía conectados entre sí mediante la consciencia de nuestros
72
hemisferios derechos del cerebro como una sola familia humana. Y aquí y ahora
somos hermanos y hermanas en este planeta para hacer un mundo mejor. Y en este
momento somos perfectos, completos y hermosos”.
La coherencia entre el pensar y el sentir, conjuntamente con la palabra y la
acción, conllevan al equilibrio y la integración. Requisitos para la optimización de
los recursos, ergo, el funcionamiento sincrónico entre ambas partes del cerebro.
Circunstancia que implica la unión polar de lo masculino y lo femenino, la cabeza y
el corazón, la personalidad y el alma, el cielo y la tierra; y su natural resultado: la
iluminación. La línea central entre los dos hemisferios (el cuerpo calloso) conduce
al Loto de mil pétalos ubicado en la zona de la fontanela.
Suplamos lo comentado con otra cuestión, pero esta vez admitiendo los
estudios del notable investigador, Dan Winter. Para Winter, cuando las
electromagnéticas ondas cerebrales de ambos hemisferios se relacionan e
interactúan en función de la “proporción áurea”, se incrementa el orden del sistema
-entropía- y la autoorganización ocurre. Seguramente, el reto que tenemos por
delante consiste en integrarnos de tal modo que logremos armonizar el
funcionamiento de las dos mitades. Proceso que encuentra su analogía en distintos
horizontes y graduaciones, como por ejemplo: el lado subjetivo y objetivo de la
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vida; nosotros y la sociedad; y a nivel global, Occidente y Oriente. Conforme con la
Enseñanza Antigua, se ha de sintetizar a las referidas escalas dentro de uno mismo,
para así conseguir desplegar el inmenso potencial con que se cuenta (dimensión
personal, social, Planetaria, Solar y Cósmica).
En la tradición hindú, los Divinos “Ashwin”, los Hijos Gemelos del Sol, se
ven representados, entre otras correspondencias, por ambos hemisferios del cerebro.
Uno propio de la vida subjetiva y espiritual, y el otro inherente a la materia y al
mundo de la objetividad. Ambos complementarios y mutuamente interdependientes
en la Creación. La coordinación entre lo que se piensa, siente, enuncia y realiza,
cuando es regular y contemplando el beneficio de la vida circundante, favorece la
integración de los dos hemisferios del cerebro y la puesta en acto de las capacidades
inmanentes.
“En cualquier caso, no importa qué práctica hagas, fallar en unificar el
desarrollo y la terminación, la visión y la conducta, y los medios y el conocimiento,
será como tratar de caminar sobre una sola pierna”. -PadmasanbabaAunque algunas posturas, en especial populares, sugieren que sólo una
fracción del caudal cerebral hoy emplearíamos (aproximadamente el 10 %), esto
puede que sea más un argumento de tipo simbólico que un hecho biológico
compartido por la comunidad científica contemporánea. Sobre el particular,
investigadores, entre ellos el argentino Facundo Manes, rebaten lo comentado y
afirman que, en realidad, utilizamos la totalidad del cerebro pero no de modo
simultáneo. Únicamente, emplearíamos una porción o parte a la vez. Quizás de lo
que estamos conscientes es del diez por ciento del funcionamiento cerebral. De
seguro, ni eso.
Sin perjuicio de lo aseverado por Manes, quien seguramente tendrá sus
razones (corroboradas de “manera empírica” en los Planos internos de la Vida), el
reconocido ocultista de origen español, Vicente Beltrán Anglada, hablaba de sutiles
áreas en el cerebro asociadas a la glándula pineal (cuerpo que produce la hormona
DMT -N, N-dimethyltryptamina- y los consecuentes estados espirituales o místicos)
y a determinados espacios intermoleculares, que en términos generales, todavía no
han sido activados. Dicha interconexión, vinculada a la labor de los “Devas”,
correspondería al desenvolvimiento de las facultades supramentales del hombre.
Existirían zonas del encéfalo, tal vez en su dimensión etérica, que aún
permanecerían en latencia y a disposición de los próximos pasos de la evolución.
Explicaba Vicente Beltrán Anglada: - “En ciertas zonas intermoleculares del
cerebro físico del ser humano, moran unos determinados agentes “dévico” o
74
angélicos que todavía no han logrado iniciar su tarea de desarrollar aquellos “puntos
claves”, que han de servir como áreas de recepción de las altas verdades cósmicas y
al propio tiempo de percepción humana en los niveles sutiles de la Naturaleza”.
Recientes estudios darían cuenta de que somos aproximadamente conscientes
tan sólo del 5% de la información captada. La mente subconsciente -predominante
durante el 95% del tiempo- procesaría 400 mil millones de impulsos nerviosos
(bits) por segundo mientras que la consciente no más de 2.000. Clara es la muestra
de lo mucho que pasa por nuestras psiquis y que, sin poderse reconocer, en alguna
forma impresiona, reproduce y hasta condiciona.
Ha de conocerse que la “semilla” del pensamiento positivo -funcional-, la
creatividad y la facultad de planear se encuentran relacionadas con la corteza
prefrontal del cerebro, el neo córtex. Es decir, el tramo más nuevo y de avanzada en
términos evolutivos. A la “mente subconsciente” -parte del encéfalo de mayor
antigüedad, innata a la defensa y la reacción- le atañerían instintos, hábitos,
costumbres, dogmas, tradiciones y la influencia del medio ambiente -en especial los
impactos psíquicos recibidos hasta los seis años de edad-. Enseña la psicología que
la marca de lo simbólico se fija en el sujeto. Pese a la gran influencia que ello
significa, la persona no permanecería condicionada por completo. De ahí la
importancia de aprender a correrse del lugar de víctima y/o de culpable y
75
empoderándose, asumir la propia responsabilidad, cuan requisito previo y
necesario, para entrar en la corriente emancipadora de la autotransformación.
El acondicionamiento del cuerpo (tendencia emplazada) es, al generarse
circuitos redundantes y cerrados de pensar y sentir, vivir en el pasado. Cambiar el
esquema inconsciente y la vieja mente analítica instalados es el desafío. Y esta
renovación se torna asequible si salimos de la inercia del viejo yo. Antes que nada
se arranca observando, con desapasionamiento, los hábitos imperantes. Hemos de
crear el espacio interior para que lo nuevo emerja. Lo siguiente es enfocar la mente,
el corazón y los actos en traer el futuro anhelado al generoso momento presente. El
tercer paso es intensificar y sostener la coherencia entre el pensar, el sentir y el
hacer según una actitud amorosa, alegre y de agradecimiento. Con la intención y la
visualización se consigue, entre tantas cosas, cambiar el PH del cuerpo e impactar
en la resonancia eléctrica del ADN.
Entregar los disfuncionales aferramientos y abrirse a las posibilidades que
ofrece la vida es un acto de audacia. A no olvidar, donde colocamos la atención
dirigimos nuestra energía.
Explicaba Nisargadatta: - “Lo que es importante es que haya integración en
todos los niveles y su inconsciente no trabaje contra lo consciente.
Una vez que usted está interiormente integrado, el conocimiento exterior viene
a usted espontáneamente. En cada momento de su vida usted sabe lo que necesita
saber. En el océano de la mente universal está contenido todo el conocimiento; es
suyo a petición. La mayor parte de él, usted puede no necesitar saberlo nunca, pero
de todos modos es suyo”.
Según lo estudiado también por las neurociencias, una específica zona de la
corteza prefrontal izquierda se hallaría vinculada al entusiasmo y la felicidad, y otra
del lado derecho, a negativos afectos y al estrés.
Tomando lo anterior y solventándonos en ciertas experimentaciones,
advertimos que por medio de la meditación se pueden activar aquellas regiones del
cerebro relativas al bienestar y a la capacidad de supresión de emociones dañinas.
Esto es apropiado tenerlo presente porque favorece, además, la flexibilización y la
posibilidad de continua innovación. El encéfalo es un órgano muy plástico, tiene la
cualidad de adaptarse y modificarse con cierta facilidad. Notemos entonces que lo
revolucionario, en cuanto al proceso del pensamiento, no tiene que ver únicamente
con cambiar los contenidos de la mente, sino con una metamorfosis profunda de su
funcionamiento, estratificación y complejidad; con un reposicionamiento del foco
de la atención. La verdadera metempsícosis no será la resultante de una
76
permutación de conceptos, dependerá de una completa revolución de la estructura
mental. Frente a ello, pues, debemos plantearnos la necesidad de cuestionar nuestras
más sentidas apreciaciones como una de las primeras y requeridas medidas. No hay
modo de registrar los complejos inconscientes -la sombra- sin que entrañe la
reconfiguración de la imagen que tenemos sobre nosotros mismos y el mundo.
Motivo por el cual, la observación ecuánime y el discernimiento perspicaz, que
devienen de un renovado sentido de alerta sobre lo que a cada momento acontece,
son herramientas fundamentales para dar los próximos pasos evolutivos.
El lenguaje que usamos en la vida cotidiana determina el modo en que el
cerebro entrelaza neuronas, instituye pareceres e impacta en nuestro intercambio
con el Campo. La manera en que nos comunicamos afecta el hábitat interno
(biología y psiquis) y el entorno. El habla, exteriorización musical del “Aliento
Sagrado”, tergiversa el acercamiento a la Síntesis si se sostiene desde una
concepción de separatividad.
El esforzarse por incorporar una expresión diferente a la acostumbrada empuja
a que las redes neuronales proliferen y se activen. El empleo del verbo -tecnología
interna- configura las rutinas de pensamiento e impresiona vibratoriamente sobre la
Matriz Divina que todo interpenetra y conforma. Nuestros decires, y los programas
inconscientes están de continúo parloteando, atraen del rango de posibilidades que
ofrece el Trasfondo Cuántico la situación afín. El Universo de probabilidades
colapsa, según la calificación de la energía individual y colectiva, el destino que
hemos de vivenciar en el plano tridimensional.
Las palabras son poderosas y tienen un efecto significativo en nuestras vidas y
en la de los demás. Esta es la razón por la que se aconseja estar atentos a lo que se
comenta, corregir el mal empleo de la lengua y cultivar el silencio.
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A saber, el gusto es el sentido que comienza a “regir” durante el proceso
discriminador. Etapa que, al implicar el desenvolvimiento de una mayor
sensibilidad y análisis, tiene lugar cuando la naturaleza ilusoria de la materia está en
curso de superación.
Indaguemos, tomando por sustento de nuestro desarrollo, las enseñanzas del
Maestro Saint Germain, tomadas del libro “El Sendero de Iniciación”, escrito por
Lucille Cedercrans.
La mente es un cuerpo de energía que interpenetra cada célula del organismo.
Ostenta dos funciones básicas, recibir y enviar información. Funciones que al
combinarse adecuadamente pueden hacer surgir una tercera, la creatividad.
Los cinco sentidos, que tienen su contraparte mental, impresionan al cerebro
con aquello que han recogido del vínculo entre el cuerpo físico y el medio
ambiente. La mente traduce el impulso en datos y les da un significado con el cual
impresiona al cerebro. De acuerdo al estado general de la consciencia de la
personalidad se dilucidan los pensamientos que se utilizan en la vida cotidiana. El
cerebro no piensa, es un instrumento de la mente y del “yo personal”. Las
sensaciones usualmente determinan la cualidad psíquica predominante. Por esta
razón, los pensamientos que sintoniza la mente están en concordancia con esa
cualidad.
Un ser humano que realmente ama recogerá del mundo las representaciones
mentales de un orden superior, mientras que uno que odie atraerá corrientes
energéticas destructivas o de un talante inferior. Cuando el potencial creativo se
78
habilita, se reciben elevadas imágenes que encontrarán luego su precipitación
concreta. Así surgen los inventores, compositores, autores, pintores, etcétera.
El hombre es una criatura de hábito y tiende a ser influenciado por aquellos
que le rodean. Corrientemente, no piensa por sí mismo sino que responde a las
emociones de los demás. Se toman inclinaciones -patrones mentales- del medio
circundantes y se aceptan como si fueran propias. Cuando por intermedio de la
atención se les da cabida a ciertas “estructuras energéticas” -ideas fuerza-, estas se
manifiestan en los asuntos cotidianos.
De querer cambiar algo en la vida ha de modificarse primero la manera de
procesar la información. Para hacerlo se debe descubrir qué es lo que se está
rumiando, por qué, de dónde viene y para qué sirve. Cantidad de elucubraciones se
deslizan por el campo mental, sobre las que prácticamente no se tiene consciencia.
En tanto las cavilaciones se conviertan en costumbre no requerirán de ningún
esfuerzo para reproducirse. Con la intención de elevarse por sobre la plataforma de
las tendencias y la fuerza de la rutina es sustancial prestar vigilancia y asumir la
actitud del observador.
Si se odia algo o a alguien se está negando a esa persona o cosa el derecho del
amor. De esta manera se viola la relación básica de la hermandad. El modo, en
términos temporales, en que se manifiesta una relación no cambia este
inquebrantable hecho. Romper la Ley de Fraternidad Universal trae inestabilidad,
desgaste y pena.
La condición para convertirse en una influencia benéfica es hacerse eficaz y
funcional hacia el contorno.
Se nos sugiere: cuando veas a alguien actuando indebidamente, piensa que en
cada corazón humano vive el bien. Concéntrate en ello. Llévalo a tu pecho
amándolo porque es tu hermano y al mismo tiempo envíale un pensamiento de
entendimiento sobre lo que le está pasando. No le hables hasta que él indique, a
través de alguna acción, que se encuentra listo para escucharte. Entonces, si te pide
consejo, se lo das. Y así, de grado en grado, vuélvete positivo ante los escenarios de
tu medio ambiente y ofrece tu ayuda donde sea necesaria.
El recto pensar es el proceso educativo al cual se somete el Yo durante el
período en que se habilita la Intuición. Facultad por la cual el Yo reconoce su
propia esencia “en y bajo” todas las formas.
La discriminación concierne a la dualidad de la naturaleza, el Yo y el no-yo.
La Intuición, que corresponde a la unidad, es la capacidad del Yo para ponerse en
79
contacto con otros “yoes”. De allí su rareza en estos días de intenso individualismo
y fuerte identificación con los objetos de percepción.
Con el despliegue del sentido del gusto en los Planos superiores se hacen
distinciones cada vez más sutiles hasta que, finalmente, se llega al Corazón de la
propia Naturaleza.
Cuando la consciencia se despliega y la descentralización acaece, se
equilibran los dos aspectos de la Mente y la energía circula sin restricciones ni
sobresaltos. Se desbloquean canales y el “Prana” (quíntuple en manifestación,
corresponde a los cinco estados mentales) se pone en movimiento, fluyendo por
distintos triángulos en el cuerpo vital. Se necesita ejercitarse para que el cerebro se
afine y, ajustándose a lo superior pueda, sin matices ni mayores distorsiones, recibir
las impresiones divinas.
En nuestra actual etapa de desarrollo la Mente es dual. Muestra dos
semblantes o características. Se halla sutilmente unida con la Dimensión Intuitiva,
lo que le proporciona un acercamiento más auténtico hacia la Realidad vía AtmaBuddhi (Espíritu-Sabiduría). A la vez, por intermediación de su porción concreta
está vinculada con la personalidad y al mundo físico.
La Mente, a semejanza de la Luna, es un principio reflector, revela aquello
hacia lo cual se la orienta. En nuestro caso, suele reflejar personas, objetos,
circunstancias y lugares. Muestra, en general, lo asociado a la esfera tridimensional.
Pero cuando está limpia y se dirige con firmeza hacia la Luz del Alma reproduce al
Universo dentro del hombre y permite la inteligente sintonización con la “Gran
Obra de la Creación”.
El inconveniente principal que se presenta es que la mayoría de la humanidad
no conoce su lado subjetivo debido a que el entrenamiento necesario nunca fue
ofrecido. Una educación más completa promovería el florecimiento de la mente
interna y externa. Recibimos pensamientos (energía) y nos dirigimos hacia la
objetividad, una y otra vez, sin detenernos a reflexionar acerca del origen de los
mismos ni saber de qué centro provienen. El hábito mental de exteriorización es
inmensamente más fuerte que el de internalización. Existe un desbalance
significativo en nuestro funcionamiento. El propósito fundamental del diario
alineamiento e introspección es el perfeccionamiento de “Manas” superior y de los
sentidos internos.
Nuestro presente trabajo Interno es la práctica de “Vichara” (auto-indagación
que lleva al autoconocimiento). Hemos de descubrir la señalada ambivalencia,
distinguir las contrapartes espiritual y mundana, para que con la práctica de
80
“Vairagya”: lograr el abandono de lo ilusorio. Mundo ficticio que con sus fábulas
nos atan a la ignorancia o “Avidya”. “Vichara” a la vez que conduce a la
emancipación de los apegos y a la desidentificación con el sustrato material de la
mente, encauza al aspirante hacia los elevados niveles en los cuales reside “Vidya”
o Sabiduría. Estado de consciencia desde donde se elimina la desdicha. Según la
Enseñanza Sapiencial, la Bienaventuranza y la Paz suprema son auténticas
manifestaciones del Ser.
“Es tan importante desarrollar la mente inferior junto con la mente abstracta, y
desplegar la facultad de traducir el conocimiento inferior al conocimiento abstracto
superior, luego el conocimiento abstracto superior al conocimiento concreto, de
modo que en cualquier situación un hombre sea capaz de mantener su equilibrio
entre el mundo abstracto y el mundo de las obligaciones, responsabilidades y
deberes diarios”. -Torkom SaraydarianMientras predomine la cara egotista y la mezquindad, los intereses se
centrarán en los propios gustos y aversiones. Habrá aferramiento sobre las cosas,
sobre aquello que se considere de nuestra propiedad. A no olvidar, quien toma para
sí queda tomado.
El salto a la subjetividad y a “Buddhi” demanda la superación de los intereses
personales. Requiere estabilizarse en un genuino sentido de comunión y
cooperación para con la vida circundante -consciencia grupal-.
Lo que la mente concreta acumula es conocimiento de segunda mano, lo
original se hace accesible cuando madura la parte interna. Procedimiento que
implica el deslinde de conceptualizaciones, deseos egoístas y actividades con fines
egocéntricos. Si la personalidad se purifica, calibra e infunde de Presencia (Luz del
Alma) acontece la revelación y la comprensión directa de “Lo que Es”. En función
a una acrecentada integridad e íntimo contacto, de seguro que el “viaje de la vida”
se vuelve más rico y esplendoroso.
81
Respecto de cualquier objeto, lo que ciertamente se tiene es un concepto, una
imagen (percepción-interpretación mental). Por ende, de su esencia poco se
comprende. Para la Doctrina Oculta, la sustancia “manásica” se transforma en la
cosa que desde el sistema neuro-sensorial se capta. No obstante, sin lograr dar
cuenta del proceso y creyendo que las entidades son externas, se las juzga conforme
a cierto punto de vista. Restrictivas conceptualizaciones (formas) que no sólo
distorsionan y eclipsan, sino que sesgan a quien con ellas se identifica. Empero,
más allá de la elucidación lograda y la dependencia que suele predominar con
respecto a alguna perspectiva particular, es legítimo precisar que por detrás de la
cambiante y relativa objetividad subsiste una dimensión más honda de la Vida. Una
Realidad que no muta. El imperturbable Testigo interior es quien ostenta la facultad
de correr el manto que cubre a lo Atemporal (Isis sin velo). Aquello que por detrás
permanece.
El Yo Superior, en definitiva, al no ser diferente de la “sustancia de todo lo
que Es”, tiene la natural capacidad de traspasar las volubles estructuras y captar la
Omnipresente Verdad que anima al Universo. Es así como el Conocimiento, a cada
momento disponible, por Sí Mismo y sin esfuerzo, se descubre. Más que acopiar
nueva información, aunque en un nivel puede ser útil y necesario, de lo que se trata
es de desembarazarse de los filtros por los cuales, sin que nos demos cuenta,
desfiguramos “Lo que Es”. La Plenitud.
Por la repolarización del eje atencional mediante el regular autoestudio, la
meditación y el abnegado servicio, el acceso a los cinco pétalos superiores del plexo
solar sería viable. Posición clave desde la cual se torna asequible recibir la dulce
luminiscencia del Alma que Somos.
82
En tanto devengamos subjetivos, afirma la Sabiduría Esotérica: 1- se
redondeará la personalidad (desaparecerán las angulosidades del temperamento y
los conflictos psíquicos); 2- nos haremos inofensivos (continentes, empáticos e
impersonales); 3- los “Chakras” (sellos vitales o ruedas que giran a partir de
cristalizados estados de consciencia) se desenvolverán cuan “Lotos de colores”, de
los cuales manará la dulce fragancia de la Gracia y la Santidad; 4- tendremos la
oportunidad de encontrar al “Maestro”, el Iniciador Uno.
Aquello que el hombre ignora no existe para él. El universo de cada quien se
reduce al tamaño de su saber. No olvidemos que el conocimiento sólo puede
volverse sabiduría -experiencia directa, profunda y transformadora- con la adecuada
y constante práctica o puesta en acto. De lo contrario, únicamente se tendrá un
cúmulo de informaciones, orgullo y más peso sobre los hombros.
Desde la interiorización, que significa el permanecer en el Campo subjetivo,
se capta con mayor claridad las rectificaciones que, en los numerosos órdenes, la
personalidad requiere. Por la paciente labranza sobre uno mismo la transformación
asoma. Tallar la bruta roca del pequeño yo, entraña el saneamiento y sublimación
de los vehículos inferiores. Con persistencia, buena voluntad, prudencia y
discernimiento la “obra de arte” se descubre sin riesgos. Al ir eliminándose los
residuos y las toxinas almacenadas, las células del cuerpo acrecientan su calor y con
83
ello, lentamente, el fuego de la “Kundalini”, controlado y sin peligro, empieza a
despertar.
“Aquél que no se ha ejercitado durante largo tiempo en el dominio de sí
mismo, que no se ha purificado, en lugar de dirigirse hacia lo alto, la fuerza
Kundalini desciende y despierta, en el plano astral inferior, Chakras que no se
mencionan en los libros hindús. Y entonces, todo lo que hay de tenebroso en él se
desencadena, no sólo el instinto sexual, sino también la necesidad de dominar, de
destruir se apodera de él y se convierte en un verdadero demonio. Hay que saberlo:
la Inteligencia cósmica ha colocado en el cuerpo humano centros de energía de una
potencia inaudita que es peligroso despertar prematuramente”. -Omraam Mikhaël
AïvanhovLa actividad del “astuto” núcleo egotista, con la que inconscientemente
yacemos identificados, es dividir, clasificar, analizar, excluir, localizar, resistir;
intentar sacar ventajas y hasta muchas veces -por buscar lo que se entiende como
beneficio propio- crear disidencia. Tiene sus lógicas y caprichos. El “instinto” del
corazón busca unir, integrar, simplificar, asistir, compartir, reparar, armonizar,
admitir, alegrar, sanar y amar. La mente inferior debe fraccionar para conocer, pero
en ese afán jamás tiene que perder la idea de Unidad. Es el desafío del esoterista
aprender a sentir con la cabeza y a pensar desde el corazón. Crear el puente de Luz
entre la mente y el pecho se muestra en tanto la tarea que debe emprenderse.
Como bien explicaba Nisargadatta, en verdad no existe un tú separado de un
yo. Concebir eso es una ilusión mental, “Maya”. Irrealidad es tomar por cierto la
apariencia. Ser, a no dudarlo, no es lo mismo que parecer.
La naturaleza misma del amor, perennemente inclusivo, consiste en no hacer
ninguna diferencia. Desde luego, no caer en la erigía de la separatividad de ningún
modo significa ciego consentimiento.
Cuando en el fuero interno se le permite a lo que acontece ser, lo cual no es
negación, autoengaño, evasión ni inercia, pues puede involucrar, y así suele ocurrir,
la correspondiente actividad objetiva; uno se posiciona por encima de los patrones
psicológicos de la lucha, de las parciales concepciones y de sus polaridades positiva
y negativa. Aspecto primordial del perdón. Si se “perdona” a cada instante
permitiéndole que “sea lo que es” -se exhorta a no juzgar-, no habrá nada más que
precise ser perdonado.
“Acepta primero y después actúa. Acepta cualquier cosa que contenga el
momento presente como si tú mismo la hubieras elegido. Trabaja siempre a favor
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del momento, no contra él. Haz del presente tú amigo y aliado, no tu enemigo. Esto
transformará milagrosamente tu vida”. -E. TollePara la Bibliografía Ocultista, la entrada en las esferas sutiles se hace con el
beneplácito de la mente subjetiva. La ciencia de los interludios -más adelante
hablaremos de ella- junto con el empleo de la Llama Violeta (función depuradora y
ordenadora de la Naturaleza, expresión del Séptimo Rayo) y la consecuente vida
rítmica son facilitadores para la autoemancipación. Violeta es la puerta a los Planos
internos, dice el Maestro K. P. Kumar. Y violeta es el color (al tratarse de la
radiación electromagnética de longitud de onda más corta y rápida que el ojo
humano puede captar) de los tiempos neutros (del amanecer y el atardecer) y de los
espacios intermoleculares. Trata del viaducto, zona de equilibrio -para Aristóteles el
justo medio (punto donde convergen el exceso y el defecto)-, que une la dimensión
espiritual o invisible con el mundo objetivo o perceptible.
Escribió el Maestro Djwhal Khul: - “En forma curiosa el Rayo Violeta de Ley
u Orden Ceremonial es un Rayo sintético cuando se manifiesta en los tres mundos.
Así como el Rayo sintético de Amor y Sabiduría es la síntesis de todas las fuerzas
de la vida, de la misma manera el Séptimo Rayo sintetiza, en los tres mundos, todo
cuanto tiene que ver con la forma. En el primer plano, la vida en su aspecto
sintético más puro, más elevado e indiferenciado, está resumida en el Rayo sintético
de Amor; en el séptimo Plano, o la forma en su aspecto más denso, más burdo y
diferenciado, está actuando sobre ella el Séptimo Rayo. Tenemos también una
síntesis en el hecho de que en el color violeta, los reinos dévico y humano
encuentran una zona de contacto. Esotéricamente, el color violeta es blanco”.
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El recorrido desde lo “animal a lo divino” encuentra representación: 1- en el
pentateuco invertido color negro o marrón (oscurecido por las pasiones e instintos
más básicos y groseros); 2- en su reversión y pasaje por distintos niveles
vibratorios. Empezándose por el rosa -con su cualidad de calmar el mundo
emocional-, luego se llegaría al naranja brillante (representación de la Mente pura),
para caminar después hacia el resplandor dorado de “Buddhi” y ascender finalmente
a “Âtmâ” (estrella diamantina a la que Cristo denominó: - “mi gloriosa túnica
blanca”). Rememoremos: al sendero de interiorización, de progresiva transferencia
del foco de la consciencia y concurrente transformación y expansión, en la
Enseñanza Esotérica se lo llama Iniciación. Tal vez, se podría dar cuenta del
trascendente y místico pasaje a modo de singular travesía. Aventura que,
comenzando en las dimensiones donde todo parece estar en contraposición,
paulatinamente, se reorienta para remontar a regiones donde la bruma de la
separatividad y el engaño del tiempo (forma, nombre y causación) al final se
desvanecen ante la Luminiscencia de la Consciencia Pura.
Adentrarse en el camino hacia uno mismo es autoiniciarse. En términos de
Dan Winter, denotaría el promover una “actividad de implosión”, en cuanto
habilidad de atraer -según la “proporción áurea” y siguiendo patrones fractales- una
comprensión perfecta capaz de autoorganizar la carga eléctrica. Secuencia, alude
Winter, que provocaría -configuración geométrica mediante- el levantamiento del
fuego “Kundalini” (fuerza vital capaz de abrir la cerradura de fase de las energías
biológicas y facilitar el acceso al movimiento de la información universal).
La luz, explica el científico de nacionalidad norteamericana, cuando se dobla
sobre sí, a través de lo que psicológicamente entendemos por un supremo acto de
introspección (reflexión y síntesis), comentamos nosotros; consigue entonces
conocerse tal cual Es. Circunstancia que podría dilucidarse en tanto un estado donde
la Mente Kósmica logra “fundirse consigo misma” en cada cruce de onda.
Mientras que el hombre objetivo es superficial y temporal, el Hombre Interno,
propone la Sabiduría Arcana, se sabe Infinito y Eterno.
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Advertía A. Einstein: - “El Campo es la única entidad gobernante de la
partícula”.
Si en la frase citada reemplazamos la palabra “campo” por “mente” -sin dejar
de considerar que en concordancia con los esquemas de pensamientos se instituye la
energía- y trocamos además la expresión “partícula” por la de “cuerpo”
(suponiéndose una escala superior), arribaríamos a la conclusión, de acuerdo a lo
explicado por el doctor Bruce Lipton -en sus conferencias sobre “La biología de las
creencias”- que las tendencias psíquicas, sobre todo inconscientes (inmensa
mayoría), cuan programas en automático funcionamiento, afectarían directamente a
la actividad del organismo.
Subsiste cierta propensión del cerebro a descartar y hacer pasar por
desapercibido lo que no entiende ni puede cotejar, comparar o confrontar con sus
patrones conocidos. La mente suele apropiarse de la “realidad”, tomando por clave
de acceso lo aceptado y adquirido. Estimamos el presente con los ojos del ayer.
Construimos el porvenir (y a nuestra biología) desde la parcialización, a partir de
dogmas, esquemas y hábitos instaurados. Experimentamos las cosas conforme al
modo en que las juzgamos. Interpretamos las situaciones según somos, o mejor
dicho, afín a lo que creemos (en tiempo-espacio) ser. El mundo que captamos se
erige a partir del íntimo marco de referencia, las ideas predominantes y las
supersticiones.
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“Nuestra realidad es un reflejo de nuestras emociones y pensamientos. El
universo es el resultado de lo que nosotros hacemos en nuestras vidas; es lo que se
llama un universo participativo”. -Gregg Braden-
La mente inferior, si bien tendría el potencial de entablar la conexión con
“Manas” Superior -su trasunto- y “Buddhi”; está en directa correlación a la calidad
de los componentes “químicos” (emocionales) secretados en la sangre. En este
contexto, el alma animal -la mente concreta o la sombra del Ego Divino- es la
mente concreta imbuida en el abismo de las pasiones o (“Kama”). Sería la
personalidad, el agregado o conglomerado temporal de aspectos, que no pudiendo
sustraerse de su definitiva muerte, termina diluyéndose en “Kama Loka” o, para la
nomenclatura del Maestro Djwhal Khul, en el Plano Astral y mental inferior. Pese a
ello, vaya paradoja, la próxima incursión en los tres mundos se verá matizada por
las tendencias acopiadas por el yo personal a lo largo de sus precedentes
experiencias.
La Doctrina Secreta afirma que después de cada encarnación, aunque el Rayo
“Manásico” se restituye a su padre: el Ego, “permanecen esparcidos algunos de sus
átomos”. Estos átomos -causas de distintas clases- de la naturaleza misma de
“Manas”, por Principio de Vibración y debido a poderosos lazos de afinidad, han de
88
ser atraídos hacia la nueva vida en la Tierra, formalizando así el particular “Karma”
de la subsiguiente existencia. Hemos de saber que hasta reunir y reencauzar a los
elementos dispersos, explica la Sabiduría Antigua, no estará la individualidad libre
de renacimientos. La fábula mundana, ilusión onírica, se desvanece si la Realidad
asoma.
“Como los objetos de tus sueños nocturnos se desvanecen cuando despiertas,
los de tu largo sueño diurno se desvanecerán y perderán su pretendida realidad a la
hora de la muerte. De modo que todas las cosas, por muy encantadoras y
convincentes que nos parezcan en nuestro sueño diurno o estado de vigilia, son
irreales”. -Yoga VasishthaAl perderse el contacto con la Consciencia -Noveno Estado del Ser- y por
consiguiente, la unión con la Existencia Pura (el Décimo Nivel -La Verdad-) pasa
inadvertida, el humano se extravía quedando maniatado por la Naturaleza Óctuple:
1- el vértice del triángulo de Voluntad -denigrado en deseos-; 2- Conocimiento vuelto parcial información, instrucción de segunda mano y meramente intelectual-;
y 3- la Actividad Inteligente, mancillada en reacción, junto con los cinco elementos:
Aire -frío-, Fuego -cálido-, Agua -húmedo-, Tierra -seco- y Éter -síntesis de los
cuatro-. Oscura prisión -símil a la famosa alegoría de la Caverna de Platón- de la
cual lleva muchas vidas y esfuerzo sostenido escapar.
En el ritual masónico, la restricción apercibida encuentra su simbolización
cuando las dos piernas del compás (herramienta que permite conservar la unidad, la
medida, la relación o logos) se hallan por debajo de la escuadra, dando cuenta de
que el aspecto físico o material de la Creación aún domina la vida del aspirante. La
labor del Masón consistiría en liberar primero una pierna de la mundanidad para
entrar en la esfera sutil. Dimensión incluso que debería aprender a superar con el fin
de convertirse en Maestro de toda vibración y energía. Lograr la Maestría no sería
diferente que volverse dueño de uno mismo, adquirir la capacidad de
autogobernarse. Proceso ígneo -La Iniciación- que implica expiación de lo
indeseable, consumación de lo tosco y caduco y expansión de la esfera de Luz.
Inimaginables Misterios se van presentando etapa tras etapa del camino.
En síntesis, los cincos estados de la materia en conjunto con las tres
Cualidades atan al hombre cuando este no sabe vincularse con la Pura Consciencia
o la Materia Raíz (“Mulaprakriti”): la Naturaleza Divina que siempre se encuentra
asociada a lo Real, a La Existencia Pura.
“La Madre existe en nueve estados. El noveno es el más puro de todos,
llamado Mulaprakriti. Que se llama Materia Raíz, se llama Naturaleza Primordial
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Adithi, Gayatri, Lalitha. Muchos nombres se le dan a la Naturaleza Cósmica que es
esencialmente divina”. -Maestro K. P. Kumar-
El cuerpo mental está colmado de formas, las que absorbiendo vitalidad del
Ser Superior, se nutren de fuerza y capacidad cohesiva. Cuando las elucubraciones
“Kama-Manásicas” se reiteran, no pudiéndoselas expulsar del entorno áurico como
servicio a la comunidad, dichas construcciones se tornan compulsivas y volviéndose
parasitarias, debido a alguna cuantía de obsesión, desvitalizan a los diversos
vehículos. Tomándose por base el cuadro indicado y las impresiones grabadas en el
inconsciente (personal y colectivo), los pensamientos surgen y desaparecen
incesantemente, uno tras de otro, perturbando así a la “sustancia del instrumento
mental”. A toda clase y variedad de ideas, concepciones, opiniones, etiquetas,
dogmas, supersticiones, etcétera nos adherimos. Atrapados, sujetados por la
repetición, por largo tiempo y sin cesar expresamos añejos patrones. Debido a que
la mente está ceñida al pasado, de identificarnos con ella, nos forzamos a revivir el
ayer una y otra vez. El término utilizado en Oriente de la secuencia descripta sería:
“Karma” (acción en sánscrito).
En reciprocidad al alineamiento alcanzado (estabilidad interna), la clase de
inclinaciones que nos entretendrá y el destino a gestionar. Hemos de comprender
90
que el apremiante deseo material es el instigador de las malas inclinaciones y de las
ominosas reacciones del ser humano.
Mientras que caer en la ilusión de la separatividad aprisiona con engaños y
desdicha, si aprendemos a sintonizarnos con los Planos más elevados recibiremos la
pura y cálida inspiración del Alma -que en esencia somos-, y con ello, inalterable
contento y Luz. Cuando nos identificamos y apegamos a las estructuras psíquicas y
sensaciones, que desde los teléfonos de los sentidos apreciamos, oscilamos
incansable y automáticamente entre efímeros placeres e inevitables sufrimientos. Lo
que se cree (piensa y siente) en vigilia, y muy en especial dentro del foro
inconsciente -sistema cuasi cerrado en permanente ejecución-, en eso nos
convertimos y en concordancia con dichos patrones se organizará el entorno, las
situaciones y el futuro. Circunstancias que, aunque verídicas para la inteligencia
imbuida en tales escenarios, en última instancia serían por completo ilusorias.
En tanto el pensamiento (emocional) impere, el orgullo de imaginarse
distanciado del resto dominará y con no poca frecuencia se asignará alto valor a uno
mismo y relativamente poco a los demás. Quienes en general serán considerados,
por la consciencia auto-centrada, medios para conseguir algún fin o de acuerdo a
objetos por los cuales intentar llenar la sensación de falta. Hemos de notar, aún
cuando se haya apartado la mente de las denominadas “cosas efímeras o
mundanas”, la psiquis -sede del “yo personal o localizado”- suele especular e
insistir en cavilar sobre sus progresos, en vez de pensar en el Bien Mayor y
colaborar con el resto. Por mucho tiempo el cuerpo mental tratará de teorizar en las
diferentes cosas que él desea, evitando concentrarse en lo que el Alma quiere. A
partir del trabajo de auto-indagación, hemos de dar cuenta que no somos dicho
intelecto sino que este debe encontrarse a nuestra disposición y servicio.
Explicaba el Sabio Kapila, primer instructor del Mundo, que la mente tiende a
afiliarse con los alrededores y recoger así sus cualidades. Busca riqueza cuando
vive en contacto con personas ricas. Pretende sabiduría si permanece cerca de gente
sabia. Se afana en realizarse de encontrarse vinculada a individuos realizados. Va a
pretender toda clase de objetos mientras se rodee de cosas. Se sentirá en paz cuando
se encuentre en medio de pacificadores. Con ello aspiramos significar, que debido a
la propensión que tiene “manas” a mimetizarse con aquello que refleja, si se aplica
la atención a la Consciencia Omnipresente y Universal que todo permea, finalmente
se convertirá en “Eso”.
El pensamiento dispone a la emergencia de una determinada emoción y esta, a
la acción y a la experiencia. Una actividad repetida genera hábito, lo que da forma a
una clase de carácter y a la construcción de un específico destino. De no
91
modificarse viejos esquemas, una y otra vez, se reiterarán las mismas condiciones.
El nuevo producto se inicia desde el vacío. Han de erradicarse las viejas creencias si
efectivamente con ahínco se busca cambiar el baraje de vivencias.
“El fruto (de la acción) es proporcional a la intensidad del esfuerzo que cada
uno ha realizado. Ese es el sentido del esfuerzo personal o fuerza de voluntad, que
los ignorantes conocen como destino. Lo que unos llaman destino y otros poder
Divino (“daivam”), no es más que el resultado de nuestras acciones. Pero debes
tener en cuenta que el esfuerzo presente es mucho más poderoso que el pasado. Los
que se conforman con los frutos de las acciones pasadas creyéndolas irremediables,
son unos insensatos que no conocen la verdadera fuerza de la voluntad personal.
Debemos focalizarnos en el propio esfuerzo que conduce a la Verdad, sin
preocuparnos del éxito o del fracaso, sabiendo que ese esfuerzo es el verdadero
nombre de lo que llamamos poder Divino o Providencia. Los fatalistas sólo nos
parecen ridículos. El verdadero esfuerzo brota del Conocimiento Correcto que nace
en nuestro corazón cuando hemos recibido la enseñanza de las Escrituras y los
consejos de los hombres santos”. -Yoga Vasishtha-
Con el fin de favorecer y empezar a volver un hecho concreto el “ideal de
transcendencia”, se nos da el método de sustitución como una de las técnicas que
pueden sernos de provecho en lo concerniente a la modificación de patrones
cognitivo-conductuales. Este procedimiento consiste en estar alerta y aprendiendo a
ser imparciales testigos, detectar con qué tipo de elucubraciones nos involucramos y
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prestamos la consciencia de nuestros sentidos, para con discernimiento y paciencia,
seleccionar y nutrir (sin que ello implique evasión, represión, sobreesfuerzo o caer
en engañosas fantasías) aquello grato, alegre, optimista y altruista. Pretendemos
denotar, eso que expanda, eleve y nos vuelva cada vez más prácticos, serviciales y
fraternos es útil. Educarse en ver lo bueno, verdadero y bello en cada cosa, persona
y condición, junto con la enseñanza relativa, reconfigura la estructura cerebral y
transforma la existencia. No se trata de luchar contra el “mal y lo negativo” sino de
desenvolvernos internamente y sin culpas, de elegir con responsable libertad a qué
le otorgamos existencia e identidad.
Krishnamurti siempre recalcó la necesidad de comprender que las creencias
son muy destructivas, pues separan al hombre del hombre. Notar la verdad de ello
es volverse Inteligente, decía. Además, explicaba que sólo en la Inteligencia hay
completa seguridad, no en nuestros dogmas, mitos e ideales. Descubrir esta
Inteligencia, que no tiene propietario ni estructura, es otear lo falso como falso y
terminar con la hipocresía. Al advertir “Lo que Es” y no escaparse de la
experiencia, la Realidad se revela. En el distinguir lo que de hecho Somos,
comentaba el Filósofo Indo, aguarda el despertar de la Inteligencia. Pese a ello,
hemos de respetar las supersticiones que todavía las gentes profesan pues les sirven
de andamiaje y contención.
Cuando la energía se dirige sobre cierta clase de ideas, ergo, se retira de otras,
sucede que las primeras se robustecen y, poco a poco, las demás se debilitan hasta
morir por inanición. Se accede por sobre el nivel de la discordia cuando se
desarrolla la actitud del observador. El plano de la lucha le incumbe a esa “entidad”
que cuan una doble naturaleza se “impone” temporalmente sobre el Original. Le es
inherente al yo inferior -consciencia localizada- la división y el conflicto. Al
focalizarnos con consistencia y constancia en la virtud y lo Divino, atraemos luz y
sosiego. Los pensamientos positivos (no para evadirse del mundo sino como actitud
optimista frente a la vida) y la oportuna alineación interna actúan como una fuerza
dual: tienen la potestad de acercar lo superior y, en simultáneo, sublimar lo inferior.
La sustitución es la “llave de oro” que enseñaba Emmet Fox y que otros
Maestros, entre los que se destacan Paramahamsa Yogananda y Omraam Mikhaël
Aïvanhov, por igual promulgaron. La manifestación de lo Auténtico implica
volverse coherente -en función del Bien Mayor- respecto de aquello que se concibe,
siente, habla y ejecuta.
“Los seres y las cosas poseen una naturaleza y una existencia propia, pero
según la manera cómo los consideréis, les añadís o les robáis ciertos elementos, lo
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que no queda sin consecuencias para vosotros. Para ellos también, evidentemente,
pero sobre todo para vosotros. Si de entrada, comenzáis por decir que un trabajo
que se os pide es inútil o aburrido, que una persona es estúpida o malvada, que un
tratamiento médico no puede haceros ningún bien, cualquiera que sea este trabajo,
esta persona o este tratamiento, las derivaciones para vosotros serán evidentemente
negativas. Pero tratad de ver el lado positivo, que de cierto tienen, y los resultados
serán completamente diferentes. Con vuestra opinión sobre los seres y las cosas,
introducís en ellos un elemento que os pertenece y que es susceptible de
transformarlos, al menos para vosotros primero. El día en que toméis consciencia de
esta verdad, seréis capaces de añadir elementos benéficos a todas vuestras
actividades, y es así como llegaréis a ser verdaderos creadores”. -Omraam Mikhaël
AïvanhovLa Creación se despliega y repliega a través del Tiempo. El Misterio -la Gran
Obra- con la sucesión de los ciclos se construye. El potencial del infinito pulsa en la
semilla del instante.
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La observación: sé el testigo
“¿Quién soy Yo? El pensamiento “¿quién soy Yo?” destruirá todos los demás
pensamientos, y al igual que la estaca utilizada para remover la pira funeraria,
también acabará destruyéndose. En ese momento surgirá la Realización del Ser”. Ramana MaharshiEl aparato psíquico es el reflejo del Ego que se expresa mediante el cuerpo y
como tal se halla, en tiempo-espacio, fuertemente condicionado por: 1- limitaciones
impuestas por el organismo y los instintos biológicos; 2- multitud de avideces y
pasiones; y 3- autoconceptos, dogmas y estrechez mental.
La naturaleza psicológica del hombre se compone del aspecto mentalemocional, el difuso “foco” que se reconoce en tanto yo inferior o personalidad. En
correlación con lo aludido trabajan los parámetros propios del tipo de Inteligencia
reinante. Inteligencia que registra: “yo soy esto” o “yo tengo”, concepciones a partir
de las que se gesta, interpreta y articula aquello reconocido por realidad. Lo que
captamos y suponemos orden natural, no es tal. El mundo se organiza para nosotros
en consistencia con el rango vibratorio, el estado de consciencia -individual y
colectivo- en el cual nos encontremos.
Conforme con la postura que adoptamos, el hábitat que dilucidamos.
Fácilmente se esclarece la idea antepuesta, al reparar que en consonancia con la
posición física que ocupe un sujeto en conexión a un espacio dado, se va a
determinar la mirada, la perspectiva que se tenga del lugar, la configuración que del
ambiente se construya y la información que se pueda captar. De variar la relativa
colocación, cambia lo apercibido por los sentidos y el mundo se muestra de un
modo particular. De una manera científica, la física cuántica certifica que en algún
sentido y medida cada persona tiene su propia realidad.
Un estudio publicado por el portal ArXiv, físicos de la Universidad HeriotWatt (Reino Unido) demostraron cómo dos personas frente a un mismo y concreto
hecho, eventualmente, distinguen situaciones distintas. El ensayo involucró a un par
de voluntarios que observaron el mismo fotón (unidad cuantitativa de la luz que no
tendría masa para la teoría estándar). Partícula que en diferentes condiciones puede
estar polarizada tanto horizontal como verticalmente. Un fotón existe en uno de
estos estados, pero hasta que no haya sido polarizado -observado- se encuentra en
“superposición”. Un estado en el que ambas condiciones se cumplen al mismo
tiempo. Se tomó un láser con un sistema de separación de haz y una serie de seis
fotones que, anteriormente, fueron evaluados por varios dispositivos. Utilizando los
95
fotones se crearon dos realidades alternativas: una que interpreta a “Wigner”renombrado investigador del campo de estudio- y otra que representa a “sus
amigos”. Los “amigos de Wigner” midieron la polarización de un fotón y
almacenaron el resultado. Luego, Wigner realizó una comprobación de interferencia
para determinar si la medición y el fotón estaban en superposición. El experimento
produjo consecuencias inequívocas. Ambas condiciones pueden coexistir, aunque
produzcan resultados irreconciliables. El suceso ha planteado algunas preguntas
fascinantes que obligan a reconsiderar la naturaleza de aquello a lo cual
denominamos realidad, indicaron los científicos del MIT.
Al ego, ceñido centro en esencia irreal y “fantasmático”, se lo podría asumir
como la psiquis, que apegada a lo provisional y acotado, queda tomada por
impulsos y reflejos, arrebatada por fantasiosas interpretaciones, confinada según
vanas percepciones, enajenada de acuerdo a efímeras emociones, configurada a
partir de reiterativos programas -memorias- y aferrada, identificación mediante, al
temporal cuerpo. Aspecto registrado en términos esotéricos bajo la denominación:
“Kama-Manas” (cuya correspondencia sería: el planeta Saturno y el color verde) y
que H. P. Blavatsky llama en sus libros: alma animal o ánima personal.
Estructura -el efímero “yo personal”- que cuando el Rayo del Alma se
repliega sobre sí mismo y abandona los tres mundos, juntamente con los elementos
que la constituyen -al igual que todo en la Manifestación-, se diluye y retorna a su
Fuente Original. Confirma la ciencia moderna, y entre otros grandes Heráclito hace
milenios también testificaba, que la energía -aunque se reparte y fluye- nunca se
disipa ni pierde. La transformación y la conservación inalterable de la energía en el
“cambio” son Ley. No hay completa finitud o desaparición. Luego de abandonarse
96
la envoltura densa, simbólicamente la Tierra, el foco de consciencia pasa a través de
la Luna (“Kama-Manas”), para una vez más regresar a su origen, el Sol. La brillante
estrella del Sistema es el ecosistema natural del Alma. Las partículas desperdigadas
-sobrantes de anteriores personalidades- que pululan en el terreno lunar, con el
tiempo atraen la atención del Ego (“jiva”) impeliéndolo a una nueva aventura: la
travesía de otra experiencia terrestre. Estos “elementos” son parte de los cinco
“Skandhas” (1- forma y materiales; 2- sensaciones; 3- percepciones; 4- volición; 5consciencia) o “agregados”. Añadidos que, para la filosofía budista, al combinarse
generan la idea de “yo”. En otros términos, a estos “elementos” se los podría pensar
en tanto los “Vrittis” de la filosofía Vedanta y asumírselos como tendencias
adquiridas. Impresiones grabadas en la memoria o “Chitta” (parte constitutiva de la
mente), que acorde a sus naturalezas -patrones prenatales-, sobreviene la percepción
y la conducta, ergo, el “Karma” del hombre encarnante.
“La realidad que captamos es una de tantas posibles. Decodificamos el
espacio y a partir de esta operación construimos nuestros preceptos.
Las sensaciones de tiempo y espacio son creaciones resultantes de la actividad
de una estructura orgánica que, no obstante su excelencia, se engaña creyendo que
refleja una realidad dada cuando en verdad la crea. Somos, pues, los creadores de la
existencia”. -Jacobo Grinberg ZylberbaumEl “Kurukshectra” o el campo de batalla -acción- de la actual humanidad,
acorde con el dominante estado de maduración y el Plan evolutivo, corresponde al
mundo de las pasiones, sensaciones y de la mente concreta o analítica. A nuestra
“mente-cerebro” (ego), cuya exteriorización depende de los órganos de los sentidos
y el organismo físico.
La contienda del hombre en la vigente etapa, que puede leerse como de fuerte
centralismo al concebirse distinto y separado de lo demás, tiene sus raíces, para el
intelecto casi irrefutable, en la vivencia de ciega adhesión con las periódicas
envolturas. Es a partir de lo dicho que se recomienda no tomar tan en serio las
personales apreciaciones e intentado volverse menos rígido, en cuanto a los propios
puntos de vista, aprender a ponerse en el lugar del otro y a reírse más de uno
mismo. El asumirse cuan imparcial testigo de lo que ocurre, expande el tiempo y
abre el espacio. Ensancha la brecha y solidifica el viaducto que comunica con la
Fuente.
“Manas” Superior o el Ego consciente y pensante, naturalmente, gravita en
busca del Alma Espiritual (“Buddhi”). “Manas” inferior, en cambio, por la tracción
de la costumbre y el peso de lo acumulado, se orienta a “Kama”, el asiento de los
97
deseos animales y de las pasiones humanas. Mientras en la Mente Superior rige la
Voluntad en derechura; la inferior -conformada por los tres subplanos más densos-,
si se impone y predomina tuerce el sendero en dirección a la avidez egoísta. Mayor
sutilidad de la materia significa más luz y energía, menos distorsión, ignorancia y
sentido de separatividad. Le es inherente a la elevada naturaleza la experiencia de
fraternidad, entrega, responsabilidad, síntesis y contento.
La disputa entre las “Huestes Celestiales” -el Ángel de la Presencia- y los
ejércitos de la lóbrega mezquindad se extiende por numerosas vidas. En las etapas
primitivas, la oscuridad suele prevalecer. Paulatinamente, la potencia del Ser, por la
fuerza de la auto-indagación, expulsa las tinieblas del desconocimiento. Al final, la
Verdad Atemporal se revela.
“Cuando la mente (egotista) gobierna su vida, el conflicto, la disputa y los
problemas son inevitables”. -E. Tolle-
La “expresión objetiva” del ser humano involucra a “Kama-Manas” (admite
distintos grados de densidad) y la relativa asociación con el triángulo constituido
por: 1- los cinco elementos (éter, aire, fuego, agua y tierra); 2- los cinco órganos de
la acción (piernas, brazos, habla, órganos excretores de líquidos y de materia y los
de procreación); 3- los cinco sentidos (oído, tacto, vista, gusto y olfato).
El yo inferior o localizado es un conjunto de agregados sin consistencia
propia, separada y/o inherente. Al sentido de egoidad no habría dónde ubicarlo
antes de que se lo notara, ni modo de aprehenderlo si se lo buscara. Quienes
escudriñan sobre su realidad hallan su esencial insustancialidad.
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Similar a la fugaz evanescencia del arco iris es la florida y efervescente
apariencia de la consciencia ceñida a nombres y cosas.
Sobre las características de la personalidad, declara E. Tolle que el ego
(pensamiento persistente) no es más que identificación con las formas.
Principalmente, de pensamiento.
Si hay algo de realidad en la idea de “mal” (fuerza que impulsa a la
materialización y segregación) compete a la filiación con las estructuras físicas,
emocionales y mentales. El resultado del apego (en un sentido, el enunciado inferior
del amor) al “no yo” es un desconocimiento completo de nuestra conexión con el
Todo, de nuestra unicidad intrínseca con los demás y con la Fuente. Este “estado de
olvido” -amnesia en lo que respecta a la Verdadera Identidad- constituiría el
“pecado original” y la causa del sufrimiento. La “maldad” siempre tiene un bien
oculto.
Con el fin de reinvertir la tendencia: el hábito de no recordar la “Realidad”, se
confía recurrir a la magia de los rítmicos. Haciendo de la vida un ritual, según la
Enseñanza Perenne, se superan las lagunas respecto de la falta de Presencia. Incluso
se explica que se puede alcanzar la continuidad de la consciencia sobreponiéndose,
mediante la incorporación del Séptimo Rayo (uno de los aspectos esenciales de la
Energía Una), a la intervención que en la memoria humana significa el trance
denominado muerte. Es gracias al sostenimiento del propósito -en la autoindagación, especialmente-, que la discontinuidad de la consciencia se supera. Se
recogen ritmos adicionales y se suman puntos de vistas, dice el Maestro K. P.
Kumar, a medida que se avanza en el Sendero a la Luz.
“Hay cierta manera de hacer las cosas, que capacitan al hombre para atravesar
su propia naturaleza, lo cual presupone una Ciencia del Quehacer, que se llama: La
Ciencia de los Rituales. El Ritual opera a modo de un sacramento para cambiar y
ampliar la naturaleza del hombre. Esta Ciencia del trabajo sacramental es impartida
al hombre por su naturaleza superior, donde existe una rama de la Sabiduría
impersonal del Universo. Así, de manera gradual, el hombre se entrena para
sintonizarse con los trabajos de la naturaleza que lo rodean; o, en otras palabras, su
naturaleza personal va siendo, paulatinamente remplazada por la naturaleza de su
nación, raza, planeta y de su sistema solar”. -Maestro K. P. KumarEl Rito es esencialmente el recuerdo de lo sagrado, un modo de vincularse con
la Fuente, volver al Origen, al Corazón.
99
Asevera la Filosofía Esotérica, a través del trabajo con la tierra -materia
sólida-, el aire, el fuego, el aire y el éter, el quinto Elemento -llamado también
“Akasha”- existe una manera de romper con las restricciones de los caducos
patrones. Cuando todo regresa al quinto éter, la “Envoltura diamantina” se
encuentra a disposición.
De transformarse la materia en fuego y aire, se considera que el Iniciado ha
preparado el cuerpo de Luz dorada. Vehículo por el cual se consigue dejar a
voluntad el “traje de carne y hueso”. Por ende, se está en posición de superar la
ilusión de la finitud.
“La mayoría de las personas no sabe que el cuerpo de carne y hueso tiene el
potencial para desarrollar dos cuerpos más. Con la ayuda de nuestro cuerpo
podemos formar un cuerpo de luz dorada y un cuerpo de luz de diamante. Con el
cuerpo físico vivenciamos el universo visible y con los otros dos cuerpos sutiles
podemos experimentar el universo sutil y el causal.
Cuando llegamos en el cuerpo físico como almas, llegamos desde un plano
más allá del plano causal; el alma llegó a través del causal y del plano sutil y entró
luego en el plano físico. Nuestra formación dentro de la forma humana ha pasado
por todas estas etapas.
Las escrituras Védicas dicen que el cuerpo humano es una rara oportunidad
dada al alma. Es el medio para el cumplimiento y la realización de cada logro
mundano y súper mundano. En ningún otro cuerpo es posible alcanzar el
conocimiento de alcanzar la verdad y, a través de un uso adecuado de la forma, de
crear los cuerpos, dorado y el de diamante - al menos uno de ellos. Con el cuerpo
dorado, es más fácil formar el cuerpo de diamante. Pero sin el mecanismo
biológico, no podemos construir los otros cuerpos.
El cuerpo físico es la materia prima, así como la leche es la base de la
mantequilla y del “ghee”. Cuando se recoge la mantequilla de la leche y se forma
una bola, la bola flota en la leche; no se mezcla con ella otra vez. De la misma
manera, cuando nuestro cuerpo se somete a transformación a través de un proceso
específico de yoga. Este desarrolla desde dentro el cuerpo de luz dorada. El alma
entonces flota con el cuerpo de oro dentro del cuerpo de carne y sangre”. -Maestro
K. P. Kumar-
100
A la ciencia de cómo laborar con el aire se la llama “Pranayama” y a la de
hacerlo con el “fuego”, meditación. Son dos de los medios más relevantes con que
se puede trabajar desde el fuero interno. La Dimensión subjetiva de la Vida. En
cuanto al instrumento o herramienta de purificación y sublimación de las energías
recalca Torkom Saraydarian: -“El discípulo espiritual debe ser capaz de entrar en el
plano intuitivo (plano más allá de la mente) antes de poder meditar sin un
pensamiento semilla. Si uno no es capaz de estar en el plano intuitivo y tratar de
meditar sin un pensamiento semilla crea un gran vacío en su mente que puede
llenarse con casi cualquier cosa. Esto a su debido tiempo introduce en la persona en
una fecunda confusión, en la que pierde todas las normas en las que se basa su vida.
Habitualmente la meditación sin semilla te lleva al plano emocional o astral que es
el sitio más peligroso para estar. La meditación sin semilla no has de practicarla
hasta que tu consciencia sea capaz de funcionar en el plano intuitivo. Si no eres
capaz de entrar en el plano intuitivo, de persistir en una meditación sin semilla te
abrirás a las alucinaciones y los ataques psíquicos y construirás conexiones con
fuerzas astrales que te será dificilísimo retirarte. Aquí debemos advertir algo: uno
nunca debe estar pasivo. La pasividad invita a los oportunistas del Mundo Sutil.
Hay mayores enemigos en el mundo mental que en el mundo astral. Las
entidades astrales se interesan por cualquier víctima, pero las entidades mentales
eligen víctimas especiales y muy cultas. Tal ataque ocurre si la persona tiene un
desorden, una impureza o una negatividad en su yo inferior”.
101
Para Torkom Saraydarian, la consciencia, que pone en acción a las
Inteligencias del espacio, controla a la energía psíquica. El reposicionamiento y la
elevación del foco de atención promueven una mayor eficiencia en lo que incumbe
al empleo de la energía psíquica. La energía psíquica, aspecto relacionado con el
Fuego del Espacio, es el rayo láser del Alma humana que puede vencer los
obstáculos. Sin embargo, cuando no la aplicamos o mal manejamos se generan
sedimentaciones en los conductos nerviosos. Algunas enfermedades serían el
producto de la falta, el derroche o el incorrectamente uso de la energía psíquica. El
camino más corto al “suicidio” consiste en disponer de esta energía con fines
perversos.
La energía psíquica, que aumenta si se la aprovecha y hace circular, se
manifiesta dentro de nosotros en corriente de inspiración, fervor, benevolencia,
anhelo de prestar ayuda y servicio, deseos de crear, iluminar y elevar, ansia de
conducir, enseñar y servir, ganas de pensar con inspiración y claridad. El cuerpo
físico puede curarse, fácilmente, cuando la energía psíquica está presente, la cual
vigoriza los tejidos, recarga las células y repara las partes corporales dañadas. Por
esta razón, especialmente durante una afección, debemos meditar y rezar a fin de
acrecentar la actividad de nuestra energía psíquica.
La energía psíquica dinamiza las acciones, las emociones y los pensamientos.
Y el fuego que produce induce irradiación, gravitación y creatividad en el ser
humano.
Algunos modos para acopiar y utilizar correctamente la energía psíquica son:
razonar con claridad, servir con abnegación, fomentar la innovación, perdonar,
liberar a la gente de sus temores y ansiedades, esforzarse para realizar actos nobles,
emplear las palabras de manera constructiva, asumir motivaciones justas y mantener
colmado el corazón con el fuego de la compasión.
La energía psíquica es acumulada y dirigida por las fuerzas de la consciencia.
Las elucubraciones son portadoras del poder y del fuego de la energía psíquica
existente en nosotros. Emitimos ciertos pensamientos y pese a que después los
olvidamos, ellos continúan matizando el ambiente, produciendo efectos. Las formas
mentales se alimentan de energía y necesitan lugar para expandirse, fortalecerse y
depurarse. La ecuánime observación y el esforzarse cuan imparcial testigo -trátese
del horizonte individual, grupal, nacional y mundial- proporcionan el requerido aire.
Si nuestras inclinaciones son enaltecidas y están cargadas con luz, amor y belleza,
entonces acumulan energía psíquica procedente del Espacio y la transmiten a
nuestro depósito vital. Las formas mentales se tornan nutricias cuando se envía
102
energía psíquica nueva y fresca. También recogemos bendiciones, afecto e
iluminación como resultado de los propios actos, de parte de aquellos que reciben
nuestros elevados pensamientos.
La energía psíquica, enfatiza Torkom, se acumula en las habitaciones de
quienes las electrizan con ardientes plegarias, contemplaciones, cánticos y esfuerzo
espiritual. Dentro de este contexto, cada templo tiene su campo magnético de
energía psíquica que cura, ilumina, carga, une y ennoblece. Se aconseja que el
hogar cuente con un rincón santificado, en el que se tomen decisiones importantes y
se establezca contacto con los mundos superiores. El regular trabajo dispensa el
acaparamiento de la energía. Se persuade al aspirante elegir una tarea y
concentrarse en ella con esmero y ritmo. Para avanzar en el camino se necesita
estabilidad.
“La gente puede saber muchas cosas, incluso pueden intentar hacer muchas
prácticas pero, a menos que haya estabilidad en por lo menos una modalidad, nada
ocurrirá. La gente está confusa con muchas prácticas que prueban demasiadas cosas
sin tener estabilidad en nada. Se te dan muchas prácticas para que elijas una que sea
la más adecuada para ti y después de elegir una, aférrate a ella y practícala con
estabilidad. Fija un lugar en casa y practica cada día en el mismo lugar. Fija un
lugar en ti y siempre relaciónate con lo Divino en el mismo lugar. Puede ser en el
centro del corazón o el centro del entrecejo. Fija una hora y siempre te adhieres a
esa hora. Fija una dirección a la que miras y te adhieres a ella. Fija un mantra si
quieres y te adhieres a él. Fija una forma Divina o luz y siempre relaciónate con ella
o simplemente te relacionas con la respiración y la pulsación. Si vas cambiando
todos estos aspectos cada día, entonces no se alcanza ninguna estabilidad y no habrá
progreso, aunque practiques durante muchos años”. -Maestro K. P. KumarEstamos atascados en las apetencias de la mente concreta. Tendencia psíquica
que se caracteriza por una arraigada carencia estructural y por acumular mucho más
de lo que en efecto precisa. Nos hallamos fuertemente confinados al aspecto
anímico con sus vigorosos hábitos, apegos, dependencias y maniqueísmos. Nos
hemos vuelto cuasi esclavos de los sentidos, los apetitos y de las particulares
elucidaciones que guardamos sobre el “mayávico” mundo tangible.
“No siempre viene de la carne la tentación; en el noventa por ciento de los
casos, el Manas inferior, con sus imágenes, precipita a la carne en la tentación”. -H.
P. BlavatskyLas propensiones psicológicas, con que nos identificamos aún sin saberlo, son
las que en definitiva al reproducirse -cuan automático patrón- determinan nuestras
103
aspiraciones, impresionan al cuerpo y se proyectan sobre el entorno según la
manera en cómo vemos el mundo e interactuamos con él. Lo interno se exterioriza y
así edifica lo que entendemos y, en una medida, compartimos por realidad. La
consciencia, desde cierta aproximación al menos, refiere al acto perceptual. Alude
al fundamento que sostiene a la calidad de la experiencia. La mente perceptora,
enseña el Sabio Vasishtha, a causa de su ignorancia, piensa que ella misma es un
objeto con determinadas características y entonces se transforma en lo que piensa.
El objeto sólo es percibido y experimentado en el propio sujeto, no de otro modo, y
por tanto es idéntico al sujeto. La mente, mágico agente, innumerables tetras nos
juega.
Dice Torkom Saraydarian: - “Esconderse es una de las mejores técnicas del
enemigo. Se esconde detrás de tus emociones, de tus placeres, de tu buena voluntad,
de tus buenas intenciones -incluso detrás de tu amor. (...) Tu mayor éxito como ser
humano es exponer al enemigo dentro de ti. (...) ¿Cuáles son las cosas que nos
impiden ver al enemigo? La oscuridad dentro de una persona tiene una técnica
magnifica para ocultarse. La oscuridad se proyecta hacia afuera, sobre los demás,
para que la persona la busque dentro de otro ser humano en vez de buscarla dentro
de sí”.
Démonos cuenta de que el medio -conjunto de energías en intrincada relaciónimpacta sobre la mente y la afecta. Tengamos presente las situaciones sociales en
las que nos involucran y en las cuales nos desenvolvemos, normalmente y sin que
en general lo notemos, ostentan un poder manipulador cuya ascendencia condiciona
la estructuración mental (personal y colectiva), afectando la conducta de individuos,
grupos y naciones. Las representaciones y los comportamientos que tenemos
pueden ser conmovidos y modificados sustancialmente de acuerdo al contexto sistema- en que nos hallamos inmersos. Cuestión que induce con insistencia a
realizar cosas, que en escenarios distintos nos hubiesen parecido insospechadas.
Solemos, pues, estar influenciados por los demás.
La experiencia del ego está fragmentada. La compulsión del pensamiento no
es sólo un factor que tiene sus raíces en la singularidad de cada quien, sino que trata
de un denominador común que, en tanto mecanismo social, persuade
significativamente. Las tendencias humanas acumuladas por eones -memorias o
arquetipos colectivos- son virulentas y casi determinantes. Lo masivo suele
apropiarse de lo individual y ajustarlo conforme a los moldes constituidos. Sobre el
típico funcionamiento de la mente egotista que reina en la especie, de manera
sencilla y a la vez brillante ejemplifica E. Tolle: - “Te estás bañando y piensas en el
104
desayuno. Estas desayunando, piensas en el trayecto. Estas en el trayecto, piensas
en el trabajo. Estas en el trabajo, piensas en la salida. Vas saliendo, piensas en la
llegada. Llegas a casa y piensas en mañana. Hoy no has estado presente. Hoy no has
vivido el “Ahora”. Te estás perdiendo la vida misma”.
Todo lo descripto caracteriza al estado de “Inteligencia vigente de la inmensa
mayoría de la humanidad”, el cual y de acuerdo a lo notificado denominamos:
esfera “Kama- Manásico”. Mundo representado por la resistencia, el miedo y la
disidencia del que nos referimos en varias oportunidades en términos de
esencialmente ilusorio. Es en el marco de la consciencia dominante que la
información captada por los sentidos -fuente primaria de conocimiento- en conjunto
con el método cartesiano de la duda toman relevancia. A la razón y al intelecto, en
tiempos contemporáneos, se los reconoce como aspectos humanos de la más
suprema valía.
“La inteligencia por sí misma sólo puede conducir a la magia negra, pues va
acompañada del orgullo y egoísmo. Para realizar al hombre es preciso que la
espiritualidad se hermane con la intelectualidad; porque la espiritualidad preserva
de la soberbia y del engreimiento”. -H. P. BlavatskyDe acuerdo a la Enseñanza Esotérica, ninguna personalidad logra ponerse en
contacto con “Âtmâ” sino es por medio de “Buddhi-Manas” (divino mediador o la
Consciencia Crística).
Señala La Doctrina Secreta que los dos Principios Superiores no pueden tener
individualidad en la Tierra, convertirse en humano y quedar ligado a una forma
física a menos que intervenga la Mente (Ego -“Manas”, que confiere el poder de
reconocerse a “Sí Mismo”-) y el cuerpo de deseos. “Manas” y “Kama-Rupa” son
los Principios (quinto y cuarto) que aglutinan al yo inferior con el Ego. Afilian al
transitorio sentido personal -la mutable alma “animal humana”- con el Yo Real e
inmortal. Ambos aspectos estarían, destaca la Bibliografía Teosófica, estrechamente
mezclados en una existencia terrestre completa.
Es por intermedio de los vehículos inferiores que el Cuerpo Causal se
ensancha y robustece.
105
El admitir que el Ser (Âtmâ”) y el pensamiento (la mente de deseo)
representan equivalencia implicaría una percepción en extremo estrecha de la
verdadera naturaleza de la Vida.
En tiempo-espacio, es cierto que de no haberse exteriorizado el quinto
Principio -“Manas”- el hombre no sería más que un idiota o un animal. Por ello, es
que acotándonos a la consideración parcial del ser humano en encarnación,
efectivamente toma entonces relevancia y veracidad la famosa afirmación de R.
Descartes: - “Cogito ergo sum”. No obstante, si efectuamos un análisis más profuso,
hemos de notar que el nivel de consciencia que confirma su existencia no puede ser
el involucrado en el proceso del pensamiento. Con lo comentado pretendemos
referenciar que cuando se da cuenta del pensar, el observador no se encuentra bajo
los influjos del torrente de elucubraciones. Si solamente hubiera formas mentales en
nosotros, por identificación plena con ellas, en ese momento ni siquiera podríamos
reparar en el hecho de que se está pensando. Sería símil al soñador que “confundido” en su ensoñación no consigue apercibir que yace durmiendo.
Por las razones esgrimidas es que el cabalista, a diferencia del filósofo,
matemático y físico francés, asevera: - “Observa muy bien antes de pensar”.
Del mismo modo en que se reconoce un sueño después de que se ha
despertado, se distingue al pensamiento porque se ha conquistado una profundidad
106
o Presencia, que no queda circunscripta por ninguna clase de concepción, estructura
o imagen. La consciencia desapegada es capaz de observar al movimiento mental
porque no se halla en la misma dimensión donde discurre tal torrente de
cavilaciones.
A partir de la equivalencia que en ocasiones se realiza entre Ser y
pensamiento, error que en occidente según comentamos deviene desde la célebre
afirmación cartesiana, podríamos trazar una analogía e indicar que, de semejante
forma en cómo el ritual compulsivo es, además de inevitable, una tentativa (fallida)
de hallar algún nivel de seguridad (control) y resolución de conflicto en el caso del
padeciente obsesivo; el discurso y las circulares divagaciones que lo sustentan
podría ser considerado un ensayo neurótico para enfrentar la angustia de la falta.
Con lo mencionado buscamos indicar que para la consciencia localizada (el yo
que sentimos -por identificación con la parte- que somos), a semejanza del “ritual”
en que incurre prácticamente sin posibilidad de elección el obsesivo y que parece
traerle cierta tranquilidad, pero que le limita, desgasta y además acarrea
sufrimiento; es la adicción del pensar, pues no se accede a voluntad dejar de
hacerlo, “síntoma” del neurótico. Cuestión que involucraría, asumiendo una lectura
psicoanalítica, cierta satisfacción de carácter pulsional (descarga nerviosa y
psíquica).
“Las preocupaciones y la necesidad de controlar lo que pueda pasar nos
mantienen totalmente ocupados. De este modo nuestra mente se entretiene absorta
en pensamientos repetitivos, pensamientos parásitos, que nos quitan energía, que
agotan nuestro sistema nervioso y que al final nos enferman”. -E. CorberaSi consiguiéramos observarnos tan sólo un poco compartiríamos la idea de
que como especie -por lo menos hasta la fecha- más que conquistar el Plano
“Kama-Manásico” y posicionarnos en tanto señores de la mente y lo expresado,
permanecemos atados y subyugados por toda clase de patrones y tendencias
psíquicas.
Comenta E. Tolle: - “Usted está identificado inconscientemente con ella -la
mente-, de forma que ni siquiera sabe que es su esclavo. Es casi como si usted
estuviera poseído sin saberlo y por lo tanto toma a la entidad que lo posee por usted
mismo. El comienzo de la libertad es la comprensión de que usted no es la entidad
que lo posee, el que piensa. Saber eso le permite observar a esa entidad. En el
momento que usted empieza a observar al que piensa se activa un nivel más alto de
consciencia. Entonces usted comienza a darse cuenta de que hay un vasto Reino de
Inteligencia más allá del pensamiento, que el pensamiento es sólo un minúsculo
aspecto de esa Inteligencia. También se da cuenta de que todo lo que importa
107
verdaderamente -la Belleza, el Amor, la Creatividad, la Alegría, la Paz interiorsurgen de un lugar más allá de la mente”.
Sabemos, pero recordarlo involucra prudencia, es ingénito al ego -que no sólo
es una construcción individual sino en especial la resultante de un proceso
colectivo- la inestabilidad, el ruido (pensamiento compulsivo), el organizarse desde
una falta estructural y sentir en la intimidad a la separatividad por un hecho natural
e irrefutable. El “no yo” o la efímera identidad, sin darse cuenta, busca en otros
aquello de lo cree carecer reaccionando, repetitivamente, conforme a viejos y
ambiguos patrones.
Hemos de entender que mientras el pensamiento gesta apegos y tiempo
psicológico, la observación -ecuánime atención- abre puertas a dimensiones más
inclusivas del Ser. No olvidemos que la energía que se retira de los juicios,
justificaciones y puntos de vista: se convierte en “Presencia”.
Enseñó el Señor Buddha, el bendito Iluminado: - “La atención es el camino
hacia la inmortalidad; la inatención es el sendero hacia la muerte. Los que están
atentos no mueren; los inatentos son como si ya hubieran muerto”.
Ahora bien, el desafío estaría en elevarse por sobre las fluctuaciones y
parcializaciones de la mente egotista (ignorancia), hasta estabilizar el foco de la
consciencia en la Base o Sustrato compartido (sabiduría), en “Aquello” (seudónimo
que se le atribuye en los Vedas a la Divinidad Suprema) que no muta, ni se ve
afectado por el devenir.
A razón sobre cuál sería la condición esencial para dar con lo “Verdadero”,
escribió Krishnamurti en el Libro “A los Pies del Maestro”, instrucciones que
recibió a los doce años, de acuerdo a sus palabras, de su Santo “Gurú”: - “La
primera cualidad es el Discernimiento. Se denomina así, generalmente, a la facultad
de distinguir entre lo Real y lo ilusorio, y la cual guía a los hombres para entrar en
el Sendero. Pero también es mucho más que esto, y debe practicarse no tan sólo en
los comienzos del Sendero, sino en cada una de sus etapas, diariamente, hasta el fin.
Vosotros entráis en el Sendero porque habéis aprendido que tan sólo en él pueden
encontrarse las cosas dignas de ser alcanzadas. Los que no saben esto trabajan para
adquirir riqueza y poder, pero esto dura a lo más una vida tan sólo y, por lo tanto,
no es real. Hay bienes mayores, reales y perdurables, cuando los hayáis alcanzado,
ya no desearéis jamás aquellos otros. (…)
Quienes están al lado de Dios saben por qué están aquí y cuál es su misión, y
procuran cumplirla; los demás no saben todavía lo que han de hacer, y así obran a
menudo erróneamente e intentan trazarse vías que imaginan placenteras sin
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comprender que todos somos uno y que, por lo tanto, tan sólo lo que el Uno quiere
puede ser verdaderamente agradable para todos. Ellos van en pos de lo irreal, en vez
de lo Real. Hasta que aprendan a distinguir entre los dos, no se colocarán al lado de
Dios, y, para aprenderlo, discernimiento es el primer paso”.
Declaramos: el sendero de retorno, de expansión interna o “Iniciación”
consiste en volverse cada vez más estable, centrado e impersonal. El camino de
evolución consciente, en lo que respecta al foro íntimo porque externamente
corresponde muchas veces acción y dinamismo, propone permanecer imparciales,
serenos y alertas. Extraviarse en las fábulas del tiempo psicológico
(interpretaciones, prejuicios, esquemas y tendencias psíquicas) y perder así contacto
con el momento presente es la raíz del conflicto.
Nos anclamos en el Ahora, “lo único que existe y Principio común de todo lo
que es”, por ejemplo, a través de: 1- la ecuánime observación del fluir y refluir de la
respiración; 2- siendo neutrales testigos del suscitar externo e interno; 3- cuando
aprendemos a relacionarnos con el Espacio. La tarea sugerida al aspirante espiritual
consiste en trabajar en la objetividad, siempre que se lo necesite y sea útil, para
después, cuando ya no sea requerido, con desapego del mundo pueda retornar a la
Fuente -Pura Consciencia- aplicando la atención en Sí Mismo.
109
Enseña la Sabiduría Antigua, el contacto con la Mente subjetiva o abstracta,
además de ampliar la perspectiva (ganar en Visión), de elevar por sobre los pares de
opuestos superando la dimensión binaria de la denominada realidad y facilitar la
armonía en la vida de relación; también otorga la “Gracia” que conduce hacia los
Planos invisibles o Causales y a la consecuente inspiración. Situación que permite
direccionar más eficientemente la acción mundana, en el caso que se precise, que
cuando la identificación se encuentra atada a la personalidad. Señala en sus libros el
Maestro Djwhal Khul: pocos hombres estarían preparados para recibir la
iluminación, la luz de la Intuición que derriba las barreras erigidas por la facultad de
razonar.
Tengamos en cuenta: “La habilidad de observar sin evaluar es la forma más
alta de inteligencia”. -Krishnamurti-
110
Energía psíquica y Evolución Humana
En tiempo-espacio, tras el contacto con “Manas” o Yo Superior, el próximo
peldaño consiste en alcanzar “Buddhi”, la Dimensión de Amor-Sabiduría.
Posteriormente, a través de “Âtmâ” (el Fiel Testigo) llega la fusión con la
Existencia Pura -Verdad Última, Incorrupta y Eterna Plenitud-. Este proceso de
“periódico desarrollo”, destacan las Enseñanzas Esotéricas, se hallaría en la
activación de las células de la glándula pineal (Neptuno) y la conexión de esta con
el cuerpo pituitario (Urano), su orgánica contraparte.
El Universo está estructurado según aparentes limitaciones. Si se entiende la
normativa de cada escala, el funcionamiento marcha. De no ocurrir el oportuno
arreglo, las derivaciones bajo la tónica del sufrimiento traerán las requeridas
lecciones, que antes o después, forzarán a regular la conducta. A partir de que el
autoajuste vaya guiando, las pautas establecidas en un comienzo se tornarán menos
111
restrictivas. Con el ascenso y el aumento de la Luz interior, las sombras de la
ignorancia van desvaneciéndose y el panorama se amplía. Viene con el
conocimiento la subsiguiente responsabilidad.
A lo largo de la evolución humana, “el gobierno de la consciencia localizada”
(cuya forma geométrica en el ritual masónico se representa con un ladrillo), etapa
necesaria en el gradual y constante progreso, a manera de nido ha protegido a la
vida que internamente fue desplegándose y necesitando para su adecuado
crecimiento de tal andamiaje. Sin embargo, a semejanza de lo que hace un polluelo
cuando completado su período de formación rompe desde adentro la cáscara del
huevo, para dar lugar a experiencias acordes a su nuevo nivel; nosotros como
especie, en la medida que vayamos madurando, debemos realizar el pertinente
esfuerzo por abandonar el contenedor del ego. Identidad (falsa) ceñida a un cuerpo
físico, emocional y mental concreto. Fachada o máscara que pese a los problemas
ocasionados tanto nos ha servido.
Hemos de asumir con valentía el desafío que supone lanzarnos hacia más
expansivas Dimensiones del Espacio. Circunstancia que implica, astrológicamente,
superar el ya caduco límite Luna-Saturno propiciado hasta la actualidad. Tengamos
en cuenta, además, que todo tiene su adecuado momento y eso que fue útil,
funcional e incluso imprescindible en una etapa puede que en otra no sólo deje de
ser provechoso, sino que hasta se torne peligroso y destructivo. Igualmente,
consideremos que para elevarse sobre la inercia -tendencia inherente al “statu quo”se necesita como primer e ineludible requisito el íntimo impulso, el cual
exteriorizado a manera de arrojo y concreta actividad, permita sobreponerse -no con
poca tensión y “lucha”- a lo pernicioso y caduco. A la mencionada cualidad se la
denomina voluntad. Aspecto inicial y fundamental que propulsa el verdadero
cambio o transformación.
“Los medios más eficaces de adquirir conocimiento y disponerse a recibir la
Sabiduría Superior son: la meditación, la abstinencia, el cumplimiento de los
deberes morales, los pensamientos apacibles, las palabras amables, las buenas
acciones y la benevolencia hacia todo, con entero olvido de sí mismo”. -H. P.
BlavatskyLa Kabbalah enseña que el mal (Satán, la Mano Izquierda de Dios o los
“Asuras” de la tradición hindú), cuyo “modus operandi” consiste en dividir, pese a
la inteligencia con que se pavonea, no tiene el suficiente Conocimiento para evitar
la propia autodestrucción. Cualquier condición maléfica, además de ser funcional al
112
Sistema -La Unidad de la Existencia- porque impulsa la evolución y el aprendizaje,
con el discurrir de los ciclos -por su temporalidad e intrínseca naturaleza- acaba
deglutiéndose a sí misma. La maldad se compone de dos partes: por un lado, está el
evidente padecimiento de quienes caen en sus redes, por otro, la educación que el
problema trae. De enfocarse la mente en la instrucción que se propicia, la desdicha
mengua. Si el aprendizaje no se asimila y desenfrena la resistencia, el mal (por el
manejo erróneo de la energía) intensifica y prolonga su accionar generando mayores
tormentos.
A saber, la conflictiva principal del hombre se da en la mente de deseos
(“Kama-manas”). En orden a este hecho, hay etapas evolutivas en las cuales,
posiblemente, lo más adecuado sería ajustar el trabajo al nivel de la integración de
la personalidad, procurando en una medida intentar volver funcional el “fantasma”
a partir del cual se percibe e interactúa con la “realidad”. Realidad (proyección) que
siempre es psíquica.
Las psicoterapias, entre otros enfoques terapéuticos tradicionales y
alternativos, pueden ofrecer beneficios y colaborar con el ordenamiento y la
expansión. De igual modo, la meditación, el empleo científico del sonido, el color y
las formas geométricas han de considerarse útiles y relevantes. A no descuidar: lo
que comemos y bebemos, el sitio donde lo hacemos, con qué energías se prepara al
alimento y cuál ha sido el origen de los mismos; los lugares que frecuentamos, la
gente con que nos juntamos, lo que escuchamos, vemos y leemos; las actividades
que desarrollamos, el léxico proferido, a qué cuestiones prestamos atención y
demás. Cada cosa tiene su relativo impacto e influyen en los estados mentales.
En ocasiones hemos de saber que incursionar en el serio y persistente trabajo
esotérico, de estarse inadecuadamente preparado, puede que no sea lo más
apropiado y hasta a veces perjudicial. Se debe comprender que el estadio de la
vigente “Inteligencia humana” tiene que ver con la dimensión inherente al “yo”
(ego), que capta al mundo según una ajenidad hostil.
Sea por temor a la aflicción que promueve evasión o el intentar escaparse de
lo que ocurre, como las sensaciones que debido al contacto con los objetos de los
sentidos suscitan la filiación con las cosas del mundo, ambas polarizaciones,
atrapan a las personas en las intrincadas redes de la ilusión.
Asumimos a los desafíos de la existencia, inclusive al padecimiento, no por
algo a rechazar o de lo cual pretender huir, sino en tanto una oportunidad para la
auténtica metamorfosis. Las fidedignas transformaciones, en especial las de tipo
Iniciático, son precedidas por una etapa de tensión y crisis. Interesante se hace
113
advertir que el sufrimiento puede convertirse en un despertador del sueño de la
dualidad o, por el contrario, en promotor de superior oscuridad y ceguera.
De perderse la ocasión brindada por la Madre Naturaleza -la Tierra es una
escuela para el adelanto de la consciencia-, probablemente, el sueño del yo se irá
tornando cada vez más perturbador hasta volverse una aterradora pesadilla.
“Deberíamos ser agradecidos con la gente desagradable, que nos atropella y
que hiere nuestra sensibilidad, porque son con frecuencia nuestros mejores
instructores”. -Annie BesantLas vivencias, no importa la calificación que le demos, en última instancia
tienen por objetivo instruirnos y ayudarnos a dispersar nuestra potencia Divina en
los cinco Planos de perfeccionamiento humano. Lo que acontece nos empuja, una y
otra vez, a recuperar la memoria de nuestra Esencial Naturaleza.
El dominio o la maestría sobre los sentidos desactiva el deseo sensual (lo que
involucra una fuerte disminución de la fantasía), acrecienta la memoria, la
capacidad de discernir y produce un mejoramiento general de las facultades
cerebrales. Asimismo, promueve la salud, trae mayor alegría, estabilidad y paz.
La energía psíquica empleada altruista, sensata y abnegadamente amplia las
facultades de la mente, permite la comprensión de los mundos internos y externos,
como así también la ruptura de viejas cadenas. Para Torkom Saraydarian, este
servicio facilita que la persona eleve el espejo de su consciencia hacia el Plano
Mental más alto, y que con gran fuerza magnética, atraiga ideas, visiones y
revelaciones del Espacio (círculos superiores). Al respecto, indica La Doctrina
114
Secreta, cuando la atención se dirige hacia dentro sobreviene la conjunción entre
“Manas” y “Buddhi” y con ello, el pasaje del intelecto a la Intuición.
Debido a la unión entre la Intuición positiva y el instinto negativo nace el
intelecto, porque el hombre repite, aclara el Maestro Djwhal Khul, en sí mismo el
gran proceso creador tal como ocurre en el Universo.
El discernimiento, la aceptación -adaptación y “divina indiferencia”- y el no
apego a los resultados de la acción son las características naturales de una mente
iluminada por “Buddhi”. De acuerdo a la ciencia del Yoga, en la medida que se
alinea la “Mente” con “Buddhi” y después con “Âtmâ” se vivencia en la
experiencia del ser Humano, la unión con las distintas Dimensiones de la Vida.
Integración original que, por fractalidad, se recrea en todos los Planos y sobre la
cual, de alguna manera, da cuenta el Señor Krishna en el capítulo VI del Bhagavad
Gita: - “Yo enseñé este Yoga inmortal a Visvasvan, el Sol, que es el padre de la
Luz; Visvasvan por su parte se lo enseñó a su hijo Manu, el padre de la humanidad,
y Manu a su vez se la enseñó a Iksvaku”.
La capacidad de armonizar la conducta conforme con el entorno se acrecienta,
exponencialmente, cuando se asciende de nivel. Mientras mayor presencia e
inclusividad, más creatividad e inteligencia desenvolvemos. Es una tarea
indispensable para el “aspirante a los Misterios” enfocarse con seria determinación
y consistencia en el trabajo de purificación de los distintos cuerpos de
manifestación y en el reposicionamiento del foco de la consciencia.
Asociado a lo explicado en párrafos precedentes, efectivo se vuelve
reflexionar sobre las muchas iconografías de la cultura hindú, en las que la deidad
cabalga sobre algún animal, como por ejemplo: un tigre, un león, un toro, un
elefante, un pavo real, un águila, etcétera. Planteo que igualmente se repite en el
Libro de la Revelaciones de San Juan de Patmos (Apocalipsis), cuando describe una
escena en la que el resplandeciente Cristo aparece montando en un corcel blanco.
Las representaciones mencionadas señalarían a la Divinidad inmanente devenida en
acto y sirviéndose de su vehículo de expresión (la personalidad -“la bestia” que se
encuentra en relación con los tres centros por debajo del diafragma-) para moverse
en el mundo.
Podemos añadir que el color blanco del caballo del Señor, entre otras
simbologías, encarna a las tres envolturas inferiores (el animal que montamos)
totalmente purgadas, refinadas, sublimadas y transfiguradas.
115
De acuerdo a lo que sabemos, en cuanto a que la energía sigue al pensamiento
o en otros términos: “el hombre piensa y el ángel construye”; es que la Imaginación
Creadora (no la mera fantasía), el hacer “como si”, se asume como una herramienta
útil para la edificación del puente de Luz (“Antakarana Sarira” u órgano sutil) y/o
también de los ambientes “kármicos”. En orden a la sentencia esotérica, se define a
la relación que existe entre la Mente y la Energía cuan proceso de
“sustancialización del Éter” o conversión en materia sólida. Enseñan las Escuelas
Sapienciales que la energía es proporcional al esfuerzo y la capacidad de esforzarse
depende del acervo de voluntad.
De pretenderse comprender el mecanismo mágico que subsiste detrás de la
precipitación y desmaterialización de las cosas, antes se debe saber que cada forma
perceptible por los cinco sentidos físicos está construida por los ángeles de los
cuatro elementos y habitada por la consciencia. Los cuerpos mismos del hombre se
componen de vidas “dévicas” que han atendiendo, por afinidad vibratoria, la
invocación de la consciencia. La propia mente con la que piensa es un “deva”. La
naturaleza astral a través de la cual se siente es otro “deva”. El entramado
energético y la misma apariencia de carne y hueso se componen de miríadas de
vidas inteligentes, que comandadas por el “deva” etero-físico, respondieron al Fiat
Creador del alma.
La consciencia humana tiene que conectar deliberadamente con esta evolución
y cooperar con ella para plasmar el Plan de Dios sobre la Tierra, antes de que
cualquiera de los dos Reinos logre alcanzar su Propósito y final objetivo.
116
“El primer paso para adquirir poder de Kriyashakti es el ejercicio de la
Imaginación; porque imaginar una cosa equivale a la creación sólida de su modelo,
según nuestro ideal, con todos los pormenores”. -H. P. BlavatskySe destaca la importancia de adiestrarse en la cualidad de concentración y
dirección consciente del “Prana”. Tengamos en cuenta que la técnica de
visualización creadora, con ello queremos significar: la facilidad de construir un
cuadro mental y sostenerlo internamente, hoy en día es asumida por la medicina, la
psicología, entre otras ciencias, como un instrumento de apoyo para la recuperación
de lecciones, manejo de situaciones, perfeccionamiento de facultades, etcétera. La
paciente aplicación del poder de la visualización sobre los colores -representativos
de las virtudes y práctica presidida por el Principio Venusino- sería una tarea
aconsejable puesto que permite a dichas cualidades incorporarse en la propia aura.
Los colores -según la ciencia actual, frecuencias de ondas que el cerebro interpreta
de acuerdo a una determinada cualidad- influyen en el estado psíquico. Sin
embargo, hemos de comprender que si la rítmica actividad de visualización no es
seguida por un esfuerzo sincero y sistemático por plasmar los evocados aspectos en
la cotidianidad, el trabajo deviene poco más que en un pasajero maquillaje.
No existe, señala el Maestro Djwhal Khul, auténtica orientación que no sea la
del pensamiento: “el pensamiento es poder”.
Pese al empeño que se haga de tipo intelectual, frecuentemente breve e
inconsistente, hemos de entender que dicho empeño no alcanza por sí mismo para
despertar a la Verdad. Se necesita también cierta íntima maduración y suma
sensibilidad, y sobre todo, de la “Gracia”, para que se active la magia (Leyes
mayormente desconocidas por la actual ciencia) y “Algo” realmente diferente
comience a despertar en el corazón.
Apoyados en la capacidad de “Kriyashakti” (el misterioso poder del
pensamiento que permite producir, por su propia energía inherente, resultados
fenomenales, externos y perceptibles), se volvería factible, si se redirecciona el foco
de la atención hacia el fuero interno, apuntalarse sobre los cinco pétalos superiores
del polo energético ubicado en el plexo solar (de color naranja) para ingresar en la
Gruta del corazón. Y así relacionarnos con el “dorado templo” y, sintetizando los
doce (12) signos del zodíaco, ascender por el canal central de la columna vertebral
hasta el foco diamantino en lo alto de la frente. Centro desde donde podemos llegar,
vía la ayuda Divina, al tope de la cabeza y viajar más allá, fundirnos con el azul
profundo del Infinito. A través del uso de la Imaginación creadora, a la cual
responden los ángeles constructores, el aspirante puede empezar a erigir su “Cuerpo
117
de Luz” y generar el conducto para que el resplandor del Alma se exprese en el
mundo.
“So-Ham” es la contraseña para entrar en el lado sutil del Ser. A quienes
llegan a este estado se los llama Hombres leoninos, “Narasimha”. Son aquellos
conquistando su naturaleza inferior y se han vueltos regentes de sus vidas.
H. P. Blavatsky narra en su excepcional obra, “La Doctrina Secreta”: - “Para
que Buddhi sea consciente en el Plano físico, necesita el más diferenciado fuego de
Manas; pero una vez que el sexto sentido ha despertado al séptimo, la luz que
irradia de este séptimo sentido, ilumina los campos del infinito”.
118
Con el fin de ayudar en el proceso evolutivo, los antiguos empleaban cantos
rítmicos (considerando la cualidad del grupo y/o las características de las personas
con sus respectivas peculiaridades), sabiendo que el sonido utilizado de acuerdo con
fórmulas científicas específicas podía atraer el “Fuego del Espacio” y así eliminar
los obstáculos en el sendero. Por lo tanto, la ciencia del sonido se asume como una
herramienta irremplazable para la autotransformación. Hemos de conocer que la
entonación mental de “mantrams” (palabras de poder “sabiamente” ordenadas)
favorece el trabajo en el fuero interno o subjetivo. El sagrado canto vocal presta
purificación y elevación al entorno. Existe un lazo inquebrantable entre la vibración
sonora y la esencia de Trasfondo.
“El Akasha es la Raíz de la Manifestación de todos los sonidos. El sonido es
expresión y manifestación de lo que está tras él, y engendra muchas correlaciones.
La Naturaleza toda es una caja de resonancia, o mejor dicho, el Akasha es la caja de
resonancia de la Naturaleza. Es la Divinidad, la Vida una, la Existencia Una…”. -H.
P. BlavatskyTengamos presente que en la entrante Era de Acuario (signo del zodíaco
asociado con la conquista del aire, el espacio y el Plano etérico, vinculado con la
Magia, la Ciencia y la tecnología), nuevamente, la utilización metódica de fórmulas
“mántricas” -empleo del sonido- asumirán inestimable valor. Por ello, se
recomienda el adiestramiento y la práctica relativa.
Sobre el Ciclo que comienza, el Maestro CVV (Avatar de Acuario) profetizó
que a lo largo de los próximos dos mil años, los vehículos de la humanidad serán
renovados y reconstruidos de materia más sutil, y a semejanza de como hicieron en
el pasado: el Conde de Saint Germain, Padmasambhava, Apolonio de Tyana,
Jesucristo, Moisés, Mahavatar Babaji, Krishna, Milarepa y tantos otros Yoguis;
muchos podrán atravesar objetos sólidos, precipitar el cuerpo físico y hacerlo
desaparecer al instante en distintos y lejanos lugares, incluso manifestarse en varios
sitios en simultáneo.
Posiblemente encontraremos alguna similitud con lo aludido en las palabras
del Gran Instructor de Galilea, según Mateo 22, 30: - “Porque en la resurrección ni
se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el
cielo.
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120
La Voz del Silencio
“La creatividad viene a través del Silencio. No mediante el pensamiento.
Todas las fuerzas creativas se manifiestan por medio del Silencio”. -Maestro K. P.
KumarDel Espacio emerge el impulso, el Verbo, la Fuerza Creadora, Sostenedora y
Destructora del Kosmos…
Según conocemos, mediante la música y la ciencia del sonido podemos
expurgar a la sustancia mental y liberarnos de propensiones condicionantes. La
diaria modulación de la “Expresión Sagrada”: “OM” (el AMÉN cristiano; la
“Palabra perdida” de la Masonería; el “Sonido sin Sonido” de los Upanishads; el
“Nam” o “Gurbani” del Sikh Adi Granth; el “Kalma-I llahi” o “Sonido Interno” del
Corán; el Saute Surmadi o “Hu” del Sufismo; el Logos de Platón), audible o
mentalmente (por ejemplo, en series de 3, 5, 7, 12, 21, 49 o 108 repeticiones):
alinea, integra, eleva y purifica. De ser sonora se aconseja la emisión de forma
nasal. Asimismo, se propone con cada entonación ver como las estructuras
geométricas burdas son eliminadas de los ovoides que componen a los diferentes
cuerpos.
Cuando se canta “OM” se invoca a las energías del Espacio y se evoca a las
Inteligencias del propio sistema. Si con atención, ritmo y profunda devoción
pronunciamos “OM”, relacionándonos a su vez con la Luz del sistema cerebro
espinal: la vibración asciende, la inspiración desciende, la limpieza y la
reorganización de los patrones acontecen. Muchos desórdenes psicológicos se
podrían superar vocalizando el “Pranava”. Incluso por intermediación del “OM”
hasta se lograría, si aprendemos a viajar con su verberación, salirnos
conscientemente de la “cárcel” física.
Expone el famoso investigador y científico Dan Winter que cuando
concentradamente y con sentimientos de compasión se emite el “OM”; la vibración,
al disponerse en función a la “Proporción áurea” (siguiendo la fractalidad de la
naturaleza) influiría positivamente sobre el aparato psicofísico del hombre y en el
medio ambiente.
El símbolo -“yantra”-, afiliado con el divino sonido, a visualizar durante el
trabajo como complemento de la alerta escucha, sería el círculo con un punto
central.
121
En tanto que al mencionado “Pranava” (resonancia del Aliento Vital) con
frecuencia se lo emplea en el proceso de sutilización y purgación de las envolturas
“kármicas” que el Ego en encarnación utiliza; a la modulación “AUM”, en cambio,
usualmente se lo ejecutaría en Magia (ciencia divina), señalaba Vicente Beltrán
Anglada, con el objetivo de materializar formas mentales. La “A” estaría en
relación con el reino animal y la mente concreta; la “U” con el reino vegetal y el
cuerpo emocional; la “M” con el reino mineral y el instrumento físico.
Los colores oportunos de los tres Logos invocados por medio de la “Palabra
Sagrada” son: 1- asociado al Primer Logos, el Rojo, que a su vez incluye al naranja
y al rosa; 2- en correspondencia al Segundo Logos, el azul, que también contiene al
índigo y al violeta; 3- afín con el Tercer Logos tendríamos al amarillo dorado, que
deviene en la gama de los verdes.
Dice el Maestro K. P. Kumar: el “OM” es el sonido principal y un tónico que
proporciona salud. El cantar “OM” de modo regular conlleva bienestar mental.
También se lee en las Escrituras que cuando pronunciamos “OM”, lo diabólico
desaparece. Entonemos “OM” conscientemente y veamos cómo el sonido recorre la
columna vertebral. A medida que exhalamos la “vibración divina”, para manifestar
la potencia de la Trimurti, visualicemos que la energía se remonta desde la base de
la columna vertebral hasta la cúspide de la cabeza.
El “OM”, comenta el Maestro, es un sonido monosilábico, bisilábico y
trisilábico. Como sonido trisilábico es el “AUM” e interpreta a la Trinidad.
Revela el Maestro K. P. Kumar, cuando entramos en contacto con el principio
pulsante de extensión y contracción llegamos al sonido bisilábico. Escuchando
continuamente cómo ocurre la verberación en nosotros se nos conduciría finalmente
a experimentar el zumbante sonido monosilábico.
Se asevera que cuando se emite el “OM”, la Trimurti se descubre y nos eleva.
El “OM” es a la vez un sonido doble. El Padre e Hijo juntos se pronuncian: “O”. La
“A” y la “U” se conjugan y aparece la “O”. Tal sería la química del sonido.
Entonces, la “O” atañe al Padre-Hijo y la “M” a la Madre.
La “A” simboliza al Padre, al Primer Logos, Maheshvara o Shiva, el
Destructor; la “U” personifica al Hijo, al Segundo Logos o Vishnu, incumbe al
Protector del Mundo; la “M”, alude a la Madre, al Tercer Logos, a Brahma o al
Creador. Se trataría de un sonido trisilábico, “Tres en Uno”. Empero, los tres
aspectos no serían más que cualidades de Una e Inseparable Vida.
122
Mediante la Palabra Sagrada se convoca a los “Devas” de la Creación.
Inteligencias que también en nosotros moran.
“El empleo del OM también sirve para indicar a los trabajadores de los planos
universales y a quienes están en el mundo externo, dotados de percepción espiritual,
que hay un discípulo disponible para trabajar y que puede ser utilizado activamente
en lugares necesitados de la tierra. Esto debería ser recordado por todos los
aspirantes y servir de incentivo para que la vida externa fenoménica coincida con el
impulso espiritual”. -Maestro Djwhal KhulLa recitación del “OM” constituiría la expresión de un lenguaje universal,
debido al hecho de que cuando se lo declama vibran todas las partes del órgano
vocal. Cada vocablo y frase se hallaría incluida en la raíz sonora que se crea al
cantarlo.
A saber, La Palabra -la Voz del Silencio-, escondida en forma de semilla en el
primer y segundo estadio, trepita en el tercer lugar de la Divina Emanación. Al
segundo le corresponde a la Consciencia, la Luz de la Comprensión y el
Conocimiento. El Imperturbable estado inicial es atribuido a la Existencia Pura. En
el cuarto paso lo invisible se hace visible y se muestra.
La “A” describe al Original, la “U” refiere a la expansión, al Alma que
permea a la Materia -expresada por la “M”-.
123
Habría varias maneras de pronunciar el “AUM”. Si el énfasis se pone en la
“A” estaríamos trabajando más con el Espíritu o con el Primer Rayo. Si el acento se
ubica en la U nos encontraríamos destacando al Alma o al Segundo Rayo (Cualidad
que equilibra al Espíritu con la Materia). Cuando la fuerza se centra en la “M”, la
intención se orienta a la manifestación (Tercer Rayo). Si deseamos precipitar actos
de buena voluntad podemos utilizar el “AUM” y subrayar la “M”.
A semejanza del proceso natural en el que el Sol -el Alma- influye en el aire el pensamiento-, este en el agua -los sentimientos- para finalmente llegar a tocar
tierra -la materia concreta-; debe el hombre alinear sus distintos instrumentos con el
fin de que lo sutil acaezca en una forma densa. Para que la sintonización suceda, el
empleo del Sonido es propicio y aconsejable.
De pretenderse la espiritualización de algo -elevar su estado vibratorio-, las
Enseñanzas explican que se debe acentuar la alquimia que se produce entre la “A” y
la “U”. Queremos indicar, se ha de articular al “OM” poniéndose especial
aplicación sobre la vocal “O”.
Explicaba Vicente Beltrán Anglada que al “AUM”, “El Hágase la Luz”
bíblico, le incumbiría el proceso de sustancialización progresiva del éter, la
estructuración y construcción de las formas. El mismo Vicente admitía que las tres
letras de la “Palabra Sagrada” (“AUM”) estarían conectadas con el “Divino Proceso
de Manifestación”, por lo tanto y según advertimos, con el Reino animal, vegetal y
mineral. En cambio, al Monosílabo “OM” le concierne la energía del Alma, cuyo
movimiento se organiza en una espiral ascendente.
El “AUM” sintetiza el pasado, el presente y el futuro en la Eternidad.
Asimismo, representa al estado de vigilia (donde se toma, sin darse cuenta, lo irreal
por Real), al de ensueño (prevalece tanto la facultad de velar como de proyectar de
“Maya”), al sueño profundo (únicamente permanece el poder de velar) e inclusive a
la Consciencia Pura (La Suprema e Inmutable Verdad).
124
Repetimos, por su valor y trascendencia, se recomienda cantar “OM” -La Voz
del Yo Soy- regularmente, ya que incluye a los demás sonidos. El Veda, según
aseveran, trata de explicar el sonido “OM” pero no es capaz. Así pues, entre los
sonidos, emitamos con preferencia el “OM”. Que la entonación sea extensa, lenta,
rítmica, profunda y nasal (no gutural). Viajemos a través de la vibración
elevándonos hasta la fontanela -corona- y fluyendo más allá fundámonos con el
Espacio.
Explica el Maestro K. P. Kumar: cuando realmente invocamos el sonido
“OM”, la mente se ajusta en términos de siete años. El “OM” hace milagros, por
ello y sin excepción, se lo propone para ordenar el desorden. La primera prueba de
su correcta recitación sería que con el tiempo uno se vuelve mentalmente sereno,
sintiéndose satisfecho con lo que es y con lo que tiene.
En el marco del empleo del sonido para la autotransformación, con asiduidad
se recomienda la atenta entonación (en series de nueve repeticiones) de otro
importante sonido semilla: “RAM” o “Rama”. Vibración que fusiona los Principios
Kósmicos Masculino o Solar (“Ra”) con el Femenino o Lunar (“Ma”), en tantas
energías complementarias. Asimismo, entre las vibraciones de la expresión
“Rama”, encontramos las potencias de Aries y Cáncer.
Explicaba Sai Baba: el nombre de “Rama” es una esencia dadora de vida, con
un significado esotérico. Se compone de tres sílabas: “Ra” “Aa” “Ma”. La
combinación de las tres letras constituye el nombre de “Rama”. “Ra” personifica a
“Agni” (Dios del Fuego); “Aa” simboliza a “Surya” (el Dios Sol); “Ma” representa
a “Chandra” (el Dios de la Luna). Decía Baba que las tres sílabas “R”, “A” y “Ma”
indican las tres causas del nacimiento humano: “Papamu” (los pecados que uno ha
cometido), “Thapamu” (los problemas que uno experimenta) y “Ajnanamu” (la
propia ignorancia). “Agni” destruye todo y lo reduce a cenizas. La letra “R” tiene el
poder de quemar los pecados que se han cometido. La letra “Aa” erradica la
125
oscuridad del desconocimiento de la Verdad y confiere la iluminación de la
Sabiduría. “Ma” tiene el poder de enfriar las “fiebres” que padece el hombre,
tranquilizar la mente y producir sosiego. Por lo tanto, el nombre “Rama” tiene el
triple poder de destruir las faltas a la Ley del Amor, disipar el desconocimiento y
conferir paz.
Cada año el Ángel Solar -el Avatar- desde Aries desciende a la materia a
través del solsticio de Cáncer para recorrer el “camino real” y, previa armonización
de las fuerzas en Libra, conquistar la cumbre de la Realización en el monte de
Capricornio. Luego, elevándose por intermediación del aire de Acuario, ya en el
arco divino, la consciencia se prepara para el ritual de paso (pascua).
Los sonidos semilla “Ra” -potencia solar- y Ma -potencia lunar- dan cuenta
del recorrido dilucidado.
Al “mantram” “Rama”, que contiene el misterio de la Creación Kósmica y del
Fuego, se lo suele trabajar conjuntamente con la visualización de una poderosa
llama de color anaranjado. Tal tarea, explican las Escrituras, contribuiría para la
quema de las miasmas acumuladas en los distintos cuerpos y para el proceso de
liberación consciente. “Rama” es igualmente el nombre del séptimo Avatar
(descenso divino) de la línea de Vishnu en la religión hindú.
Repara H. P. Blavatsky: las letras, como signos fonéticos, no dejan de
corresponderse con notas musicales, por lo tanto, con números, colores, formas
geométricas, Planos, Jerarquías, Fuerzas y “Tattvas” (Principios). Quien recuerde
que el Universo está formado de “Tattvas”, comentaba Blavatsky, comprenderá
algo del poder inherente a los signos fonéticos y la importancia de su empleo
responsable. Quien conozca los colores de las letras del alfabeto, los números
convenientes a los “siete” colores y “cuarenta y nueve” matices de la escala de
Planos y Fuerzas; al propio tiempo que comprenda su respectivo orden en los Siete
Planos, fácilmente, dominará el arte de ponerlos en afinidad y acción. El color y el
número, no sólo de los planetas sino también de las constelaciones zodiacales que
incumben a las letras del alfabeto, son necesarias para hacer una sílaba y hasta una
letra operativas.
De semejante manera en como la Naturaleza tiene por tónica, al tratarse del
cuarto Globo, la cuarta Ronda y la cuarta Cadena, a la nota musical: “Fa”, cada
hombre y objeto poseería su peculiar vibración y sonido. En concordancia a lo
señalado, se nos informa que “Lam” es el sonido semilla de la materia.
Cuenta el Maestro Djwhal Khul que el sonido de Brahma -Tercer Aspecto de
nuestro Logos planetario- es la nota “Fa” (cuarta nota de la séptuple escala) y que
en ello reside gran parte de la iluminación respecto a su etapa de evolución, pues se
126
evidencia que el sonido “A” del Espíritu o Shiva está llegando hasta el Plano
tangible.
Según la Enseñanza Esotérica, una vez que por experiencia se dominan los
acordes, el estudiante puede comenzar a colaborar con la Vida Una en beneficio de
los “demás”.
Anuncia el Maestro Tibetano: - “Un pensamiento es evocado y concretado por
intermedio de la palabra, extraído de lo abstracto y de un estado nebuloso, y
materializado en el plano físico, produciéndose así (sin que pudieran verlo) algo
muy definido en los niveles etéricos”.
Las palabras constituyen una de las llaves que abren las puertas de
comunicación entre los hombres y los seres más sutiles. Pero sólo quien ha
aprendido a guardar silencio y conoce el momento propicio en que debe hablar,
puede atravesar el velo y establecer ciertos contactos esotéricos. En La Doctrina
Secreta: la Magia consiste en dirigirse a los Dioses en Su propio lenguaje, por lo
tanto, el habla del hombre común no puede llegar hasta ellos.
Por consiguiente, quienes procuran aprender el idioma oculto, quienes anhelan
conocer las palabras que penetrarán en los oídos de aquellos que se hallan en el más
allá y tratan de aplicar las fórmulas y frases que les dará poder sobre los
“constructores” deben olvidar el modo con que emplean las palabras y abstenerse
de emitir sonidos por el método ordinario. Entonces, una nueva lengua será suya y
las nuevas voces, frases, “mántram” y fórmulas de poder serán puestas bajo su
custodia.
“Si te propones hablar, pregúntate primero si lo que vas a decir es verdad, si es
necesario y si es amable”. -Buda, el SeñorEl lenguaje está en constante evolución. Con el tiempo aparecen términos y
otros quedan en desuso. Pocas personas prestan atención a ello. Es una lástima
abandonar algunos términos, observaba el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov,
porque así se borran de la consciencia aquellas realidades que designan. Las
palabras no serían solamente abstracciones sino Entidades vivas. La pérdida de una
expresión conllevaría a la extinción de los lazos que tenía con las demás palabras,
por ende, con otras Entidades. La cultura se empobrece.
“Muchas personas emplean las mismas palabras para nombrar y calificar
objetos, acontecimientos y seres que no tienen nada en común. ¡Su vocabulario es
tan pobre! No sólo debéis procurar no imitarlas, sino por el contrario, usar palabras
que habitualmente no utilizáis. Sabiendo nombrar las cosas con precisión, las
vivificáis en vosotros mismos y se produce todo un encadenamiento de
127
transformaciones benéficas: enriqueciendo vuestro vocabulario, engrandecéis
también vuestras percepciones, vuestra sensibilidad y vuestra comprensión”. Maestro Omraam MikhaëlLa Tradición Esotérica enseña que conocer el Nombre real u original de las
cosas es poder crearlas y operar sobre ellas a voluntad. La apropiada palabra liberta.
El discurso, sea hablado y/o gestual, no es neutral ni inocente, sino que influye
invariablemente en nosotros, en el campo electromagnético, ergo, en los demás y en
el medio ambiente. El lenguaje, conectado con el inconsciente, se ha tornado el
canal por el cual aflora la sombra. Es fundamental el correcto uso del verbo y el
dominio de los movimientos y ademanes. La recta palabra es una ciencia que el
hombre debe conseguir manejar. Decir falsedades o hasta inexactitudes contamina
la mente e infecta el subconsciente. Tendencia perjudicial que puede cargarse por
vidas. El habla debe volverse justo e inofensivo.
“Por todas tus palabras serás justificado, y por todas tus palabras serás
condenado”. -Mateo 12:37El entrenamiento de la lengua, la adecuada emisión de las letras tiene un
impacto positivo en la evolución de las consciencias y la transmutación de las
células del cuerpo. Recordemos: la clave para la recta pronunciación es la escucha
atenta. Desde la quietud sensoria, aprendemos a percibir la Voz del Silencio -sonido
zumbante- en el Centro del Corazón.
Dentro del esotérico proceso de construcción, se nos indica que en última
instancia el mero sonido físico (gutural) no determina por completo el éxito de la
edificación del “Antakarana Sarira” (órgano o implemento interno). Es la peculiar
128
cualidad de naturaleza subjetiva (vibración del Rayo del Alma cuando domina sobre
la personalidad), la que atraerá aquello aún más sutil, siendo en verdad lo que
efectúa el trabajo ulterior. En este contexto, se hace indispensable la plegaria o el
diario alineamiento de la personalidad con el Yo Superior.
“La meditación es la oración silenciosa o tácita, o como Platón lo expresó: “la
ardiente sintonía del Alma hacia lo Divino”; no para pedir ningún bien en particular
(como en el sentido común de la oración), sino para el bien mismo, para el Bien
Supremo Universal”. -H. P. BlavatskyPor la meditación científica, los nexos y canales de comunicación entre el Ego
(ángel solar) y su reflejo, la personalidad (constituida por los tres “devas” lunares),
se desbloquean, purgan, fortalecen y multiplican. Evento que produce el contacto,
en términos de una mayor asociación y actividad entre: 1- el vórtice del plexo solar
y el cardíaco; 2- el “Chakra” base de la columna vertebral -polo femenino,
receptivo o negativo- y el ubicado en el tope la cabeza -polo masculino, generador o
positivo-; 3- el centro el sacro y el laríngeo; 4- la Mente y el cerebro; 5- el cuerpo
pituitario y la glándula pineal.
Seguramente, recordaremos que la glándula pineal ocupaba un papel
significativo para René Descartes (filósofo francés nacido en 1596) ya que la
considerada el asiento principal del Alma y el lugar donde se conciben los
pensamientos. En congruencia con ello, explica la Enseñanza Esotérica, que la
epífisis cerebral (asiento del genio) es un órgano vital de la espiritualidad humana.
En el místico purificado, el contacto entre la pituitaria y la pineal abre todas las vías
hacia la Verdad.
La petrificación del “tercer ojo”, causa del gradual aumento del materialismo
y la oscuración de la “visión espiritual”, fue produciéndose grado a grado a lo largo
de las edades. Es por mediación del “Raja” Yoga que de nuevo puede fomentarse su
funcionamiento y abrirse, despertándose el hombre a las Realidades trascendentes.
Comunica la Ciencia Oculta, los rayos dorados y diamantinos del Sol (en
especial al amanecer -momento asociado con las energías del ascendente
astrológico-, cuando ingresan al planeta de manera horizontal e impactan mejor en
el centro de la frente) conforman los ingredientes esenciales para erigir el puente de
consciencia entre la personalidad y el Yo. De ahí la importancia de aprender siempre se trata de aproximaciones paulatinas- a relacionarse con el “Astro Rey”,
por ejemplo, con la meditativa observación del disco dorado y la devota entonación
del sagrado “mantram Gayatri”.
129
La “Gracia” desciende a través del “Antakarana Sarira” y la Vida resplandece.
Tengamos presente que una existencia de verdadera meditación ocultista, aclara el
Maestro Djwhal Khul, debe producir inevitablemente sucesos externos.
A pesar de que no vamos a profundizar demasiado sobre la dimensión macro
del tópico, para ulteriores reflexiones, legítimo se hace destacar aludiendo a la Ley
de Analogía, que lo descripto en cuanto al desarrollo del hombre debe también
concretarse en las escalas de los Logos Planetarios y Solar. Tengamos en cuenta
que el reino humano, sobre quien en el período actual está enfocada de sobre
manera la atención del “Iniciador Uno” y que es uno de los siete grandes centros
mundiales -el laríngeo, el cual permite la exteriorización de lo que en el foro interno
acontece-, se encuentra vinculado al Tercer Aspecto Divino: de Inteligencia Activa
y a la Personalidad.
En el marco global, la Jerarquía, la Fraternidad Blanca o la Logia de Maestros,
según la Enseñanza Mística, representaría al “Chakra” cardíaco de nuestro Esquema
Terrestre, el Aspecto Mediador. Encarnaría el Segundo Rayo de Amor-Sabiduría y
el Alma. “Shambala”, la corona, donde la “Voluntad de Dios es Conocida”, se
erigiría cuan foco superior. Vórtice en el cual se ancla el Primer Rayo de Poder y el
Espíritu.
“Dependiendo de la pureza del corazón Shambala se acerca a los seres. Tu
propia asociación con el pensamiento de Shambala inicia el proceso de purificación.
Pensar en Shambala incluso vitaliza y eleva tu pulso pránico.
130
“El ardiente deseo de relacionarse con Shambala conducirá tu vida al
sendero correspondiente el cual eventualmente te llevará al contacto de Shambala.
Recordar a Shambala no tiene reglas ni reglamentos específicos. Asocia al recuerdo
con tu pulsación; te permitirá eventualmente tener el toque de Shambala.
Que el pensamiento de Shambala sea el primer pensamiento de tu
despertar”. -Maestro K. P. Kumar-
De acuerdo a la Gnosis Arcana, “Antahkarana Sarira” o, en la mirada del
“Viejo Testamento”, la escalera de Jacob, dan cuenta de la manera en que las
tradiciones antiguas nombran al “viaducto ideal” -línea interpuesta entre el Yo
Divino y el humano-. La construcción del “Antahkarana Sarira”, admite el Maestro
K. P. Kumar, se efectúa por medio de una vida pura; con ello pretendemos
significar: a través del coordinado y correcto empleo de la mente, la lengua y los
órganos de actividad. Se trata de un proceso lento y paciente. Se asevera respecto
del sendero del Discipulado que Saturno coopera con Mercurio en la edificación del
“Puente de Luz”.
Saturno, para la astrología, rige la disciplina de nuestro comportamiento.
Mercurio, el Señor de la Palabra y de la Interacción, propicia el nexo. Quienes no
131
tienen recto dominio sobre el pensamiento, el habla y la acción aún no han
levantado, advierte el Maestro, el interno implemento. El centro de la garganta
guarda la llave de la obra. Por el trabajo con el sonido y el color, la mágica
cimentación del “Antahkarana Sarira” ocurre.
La adoración de Dios -Principio Uno- junto con la ardiente aspiración de
experimentar “Su Luz y Su Presencia” promueven el íntimo desarrollo.
Explica La Doctrina Secreta, el destino de una encarnación depende de si el
“Antahkarana Sarira” -sutil hilo de luz causal que une el intelecto con la Intuiciónserá o no capaz de subyugar al “Manas-Kámico”. Después de la muerte, la Mente
superior, que lleva las impresiones y memorias de las aspiraciones nobles y
elevadas, se identifica con el Alma y se eleva hacia esas esferas. En cambio, los
“malos” deseos se disipan en el espacio permaneciendo como mal “Karma”.
Tendencias adquiridas que esperan a la personalidad por nacer, cuando se retorne a
los tres mundos. Empero, pese a que el Alma y el yo personal parecen dos centros
durante la vida terrena, se funden en uno en el “Devachán” o en el Nirvana.
Dependiendo de la particular evolución del hombre.
Como de seguro podremos entrever, el empeño constructor tiene numerosas
dimensiones. No se agota únicamente en lo singular sino que debe expandirse a lo
grupal, humano, planetario, solar y más.
El puente de Luz, que después de la llamada muerte física se convierte en
“Kama-Rupa”, debe ser ensanchado y erigido -individual y colectivamente- a lo
largo de las encarnaciones por medio de la sistemática y rítmica triple actividad:
1- estudio. Indagación en uno mismo -autoconocimiento o conocimiento del
Ser- y de las áreas del saber humano a las que se tenga acceso, en especial de las
Leyes ocultas de la Naturaleza. Principios que se deben aprender y asimilar de
manera práctica en el diario vivir.
“Hasta llegar al Nirvana, debe uno conseguir conocimiento de sí mismo; y el
conocimiento de sí mismo es hijo de las buenas obras”. -H. P. Blavatsky2- meditación científica. El alineamiento involucra: la trascendencia de la
identificación con las perecederas y parciales formas físicas, emocionales y
mentales o en otras palabras, el aprender a relacionarse de instante en instante con
la Consciencia Pura, presente en todo. Debe el aspirante aprender a sostener, cada
hora y todos los días, el estado alcanzado durante su contemplación.
3- la constante, impersonal y dirigente colaboración para con allegados y la
comunidad en general. El apoyo a la vida circundante, el altruismo y el no apego al
fruto de la acción son requerimientos insustituibles. Al cooperar con los demás
132
hemos de asumir la mejor predisposición y preparación posibles. Cuidado: caemos
en la arrogancia cuando nos creemos los hacedores, nos sentimos importantes y
proclamamos nuestra indispensabilidad.
“El Señor dijo: La renuncia es abandonar las acciones que producen deseos. El
sacrificio es la renuncia a los resultados de todo lo que hacemos. Así disciernen los
Sabios”. -Krishna, Bhagavad GitaAclara el Maestro K. P. Kumar, cuando se reza tanto la transformación como
el contacto con la Divinidad acontecen. Si se sirve, la calidad del favor se
acrecienta. El veneno del orgullo y la vanidad suelen aparecer cuando se asiste al
prójimo, pero sin el recogimiento y la oración como medio. El servicio asociado
con la devota plegaria no lleva soberbia sino obediencia y modestia. Los grandes
Maestros han sido capaces de socorrer a la humanidad debido a su adoración y
alineamiento con lo Divino. Hemos de comprender, la tarea piadosa que llanamente
surge frente a la necesidad no espera galardón ni distinción.
“La humildad es la raíz de todas las virtudes, porque es la absoluta carencia de
egoísmo, el progenitor y el productor de todos los vicios”. -N. Sri RamDepender de las ganancias de la propia labor implicaría supeditar el presente
al futuro y derivar la felicidad personal, según sean -o más bien se interpreten- los
efectos obtenidos. Esto de ninguna manera significa que no debe planearse ni
ajustar la operación -por retroalimentación- a lo que, en el contexto del cambio, se
considera mejor. Comúnmente se limita la creatividad y el disfrute cuando el acto
se somete a lo que se busca conseguir (la meta).
Krishna, el Señor, explicaba que se tiene derecho a la actividad pero no a sus
frutos. Yacer sujeto a lo acaecido genera tensión, desazón o engreimiento. Ofrecer
lo cosechado a la existencia adyacente consta de sabiduría. Al respecto, la filosofía
taoísta formula algo semejante y propone el “actuar sin actuar”. Práctica que no es
inerte pasividad sino acción espontánea, alegre, natural, integra, pura. En comunión
con la Naturaleza el hacer amoroso es sin ánimo de recompensa. No demanda por
fines propios ni añora alardes ni beneficios personales. En otros términos, la
empresa inclusiva, natural externalización de la Silenciosa Voz interior, libre
subyace de cualquier volición egotista, búsqueda e intención personal.
Enseña la Sabiduría Arcana, en el Ser (estado de Yoga, de asociación
ininterrumpida con la Consciencia Divina) no hay deseos particulares ni
necesidades. Tampoco subordinaciones ni expectativas. Para el Discípulo,
decepción y esperanza, -antagonismos mecánicos del ego (identificación
inconsciente con la mente)- sólo se entienden como valores míticos. No guardan
sustento efectivo. La falta pertenece al parecer (apariencia), jamás a la Seidad.
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“Preocúpate sólo de lo que tienes que hacer. No te preocupes por los
resultados. No seas tampoco el motivo de ningún acto. Que ningún acto empiece
contigo, pero tampoco busques la comodidad en el no hacer”. -Krishna, el SeñorSi la creencia de la consciencia localizada de advertirse hacedora se diluye, el
contento florece por experiencia. Esto se constituiría en tanto el misterio de la
“acción en la inacción y de la inacción en la acción”, del cual hablan las Escrituras.
Verdadera sencillez es, conforme al mayor bien, hacer lo que corresponde en
el mundo, y a la vez, internamente, permanecer silencioso y apacible. El
Conocimiento de cuándo, cómo y en qué medida actuar -a los ojos externos- según
se requiera, con naturalidad sobreviene en quienes sin renunciar al deber y la
responsabilidad no ocultan motivos egoístas. Los Grandes Seres, pese a no sentirse
los autores, con eficiencia operan. Inclusive, aunque para el mundo puede parecer
que nada efectúan, la vida con plenitud sin interrupción se expresa a través de ellos.
El Yogui trabaja -en los Planos Invisibles- cuando su cuerpo duerme.
Nuestras gestiones suelen tener como intención la autosatisfacción. Moverse
por el mero hecho de buscar gozar de las consecuencias condiciona. Lo obtenido, al
igual que la faena que lo produjo, tiene su principio y fin. Placer y dolor son medios
por los que se desgasta la energía de los sentidos.
Depender de lo que hagan otros es una restricción y causal de desdicha. Bien
decía Sri Yuktewar, que cómo no esperaba nada de los demás, los actos de terceros
no podían estar en oposición con sus deseos. Por eso, con la mente tranquila, el
corazón sosegado y emancipado de íntimos anhelos, el Iniciado -siendo un canal de
la Voluntad de la Vida- ejecuta lo que corresponde.
“Los logros y los fracasos continúan ocurriendo en sintonía con el orden
Divino. Los seres no son más que instrumentos. Lo que hacen y lo que culmina en
el éxito no están interconectados. Existe una dimensión no visible. Sin embargo, los
seres tienen que realizar lo que se debe sin tener en cuenta los frutos de la acción. El
logro atañe al Plan Divino. Cuando uno sabe esto, uno efectúa lo que corresponde y
no sufre por los resultados de la acción”. -Maestro E. K.-
134
En tanto la autoestima y el sentido del yo queden sujetos al cumplimiento de
metas, la persona deviene estructuralmente sufriente y empobrecida. Cuando de
manera sistemática se rechaza y lucha contra lo entendido por displacentero y
depende, para la propia felicidad e identidad, de lo considerado satisfactorio: la
desventura y el desamparo se vuelven amigos. El apego a la cosas -identificacionesdesaparece por sí mismo cuando uno ya no intenta encontrase a través de ellas.
Empero, menester se torna reconocer que en el estadio actual, en donde prevalece la
inteligencia localizada, afanes y apetitos personales son legión y que el ambivalente
mecanismo de gusto-disgusto predomina. Es a partir de la aceptación de lo
antedicho que arranca el desafío de reconstrucción de la personalidad y de
reposicionamiento del foco de la consciencia en el nivel del Alma.
Los éxitos y triunfos individuales no son valorados desde la perspectiva de
los Maestros. En ocasiones, hasta a los mismos logros se los consideran como
impedimentos. La Jerarquía Planetaria no pondera la competencia, pero sí estimula
la cooperación y la fraternidad. Por el beneficio grupal y por el adelanto del
conjunto es en lo que se empeña el diestro Aspirante. El individualismo gesta
orgullo, conflicto, desigualdad y desdicha.
Los Libros Sagrados enseñan: quien se brinda es el Rey. El Sol, soberano del
Sistema y fuente de vida, calor y luz -los tres aspectos fundamentales-, brilla porque
siempre se ofrece y no discrimina entre justos e inicuos. Al dar sin pedir nada a
cambio resplandece. Es el Dador.
Cumplir con los deberes y las responsabilidades, no quedando atado a las
expectativas, se instituye el inicio del sendero de la independencia de sí mismo.
¡Qué quienes en tiempo y espacio hayan desarrollado buenas cualidades las
pongan a disposición del bien mayor!
135
Los requisitos destacados anteriormente, como base fundamental y funcional
del trabajo esotérico (estudio, meditación y servicio), con perseverancia, deben
ejecutarse individual y grupalmente. El estudio y el servicio purifican la mente, los
sentidos y el cuerpo, pero la meditación permite la transformación y la
trascendencia. La teoría ha de verificarse en la cotidianidad, en la práctica diaria.
Cada momento y toda ocasión se debe asumir como una oportunidad para la puesta
en acto de la teoría.
“La naturaleza nos ha encomendado a todos nosotros un trabajo. A cada uno
de nosotros se le ha asignado un trabajo u otro, y ese trabajo debe cumplirse en
forma de servicio para los demás. Si eres un maestro, se trata de servir a los niños o
a los estudiantes. Tienes que asegurarte de que los estudiantes aprendan, de que
comprendan, de que tengan más conocimiento que antes, y que de este modo
adquieran la orientación correcta para actuar. De la misma manera, si eres un
doctor, tu trabajo es asegurarte de que los demás tengan la ayuda adecuada.
Similarmente, un ingeniero, un músico o un técnico, cualquier actividad que
hagamos tiene otra dimensión beneficiosa para los demás. Nuestra orientación tiene
que estar dirigida al beneficio del trabajo que hacemos. Nuestra orientación tiene
que consistir en ver el beneficio que se produce a través de nuestro trabajo.
Si estamos aquí, trabajando sobre el planeta, debería significar algo para los
semejantes. Un alfarero puede beneficiar preparando la cerámica, un carpintero
puede beneficiar a la sociedad con su carpintería, lo mismo un sastre, un barbero.
Puedes ser el presidente de una gran compañía. La clase de trabajo que haces no es
lo importante. La única forma de verlo es: ¿Cómo beneficia mi trabajo al prójimo?
No hay ningún trabajo que no beneficie al entorno”. -Maestro K. P. Kumar136
Cualquier tarea puede asumirse desde una actitud servicial. Es a través de la
actividad -con el aprendizaje implicado- que el hombre puede horadar en Sí Mismo
y descubrir su vital Naturaleza.
Si se obra con Conocimiento, comenta el Maestro K. P. Kumar, uno supera a
su propia personalidad y se auto-percibe cual Alma -Hijo del Sol-. Ya no persisten
gustos ni aversiones. Tampoco opiniones, orgullos, egoísmos ni prejuicios. Las
restricciones del pequeño yo desaparecen cuando interiormente fulgura la
Sabiduría.
“La posesión del conocimiento, si no va acompañada por una manifestación y
expresión en la práctica y en la obra, es lo mismo que el enterrar metales preciosos:
una cosa vana e inútil. El conocimiento, a semejanza que la fortuna, debe
emplearse. La Ley del uso es Universal, y el que la viola sufre por haberse puesto
en conflicto con las fuerzas naturales”. -El KybalionMientras el Divino Ego, sistemáticamente, se orienta hacia “Buddhi”, el yo
personal -la consciencia localizada o el fantasma- gravita en dirección a lo inferior.
Ansia el mundo material.
La personalidad se encuentra unida con su contraparte superior y subjetiva por
el “Antahkarana Sarira”, único nexo durante la vida terrena que entrelaza la Mente
abstracta con la inteligencia concreta (asiento del ego).
Una idea afín, creemos esbozaba por el magnífico Plotino, cuando exclamó
que el Alma tiene dos movimientos: uno hacia arriba, en recogimiento interior, a
partir del cual se vivencia su certera naturaleza, amor y búsqueda de Luz; otro
dirigido para abajo, en sentido del averno de las ardientes pasiones. Quienes se
sumergen en vanidades y efusiones, confundidos quedan por las fluctuantes
emociones y los caprichos de la carne.
“El Manas inferior se reviste así con la esencia de la luz astral; cuya envoltura
le aparta de su Padre, con el cual queda enlazado solo por medio del Antahkarana,
que es su única salvación. Si este enlace se rompe, queda el hombre convertido en
bruto”. -H. P. BlavatskyPlantea la Sabiduría Oculta, que de acuerdo sean las propensiones heredadas
de encarnaciones previas, pero sobre todo la voluntad y discernimiento
desenvueltos en la vigente existencia, serán las características e intensidad de la
contienda interna que se librará durante una particular vida.
La consecuente orientación sobrevendrá en favor de las “Potencias Inclusivas
de la Luz” o, en su defecto, según “las separatistas fuerzas de la ignorancia”. Si la
137
tendencia del egoísmo se acrecienta con constante e imperativo vigor puede pasar aunque en raras ocasiones y más bien en situaciones extremas- que el Alma
finalmente repudie a su espurio instrumento de manifestación en los tres mundos,
perdiendo este conjunto de agregados contacto con su Fuente dadora de Amor y
Vida. Tal es el caso de los denominados desalmados, quienes pueden estar o no
actuando en vehículos físicos.
“Destituida de sus Principios reguladores, y vigorizada por los elementos de
Kama-Manas, la personalidad deja de ser una “Luz derivada” y se convierte en una
entidad independiente, para hundirse más y más en el plano animal; hasta que,
llegando la última hora de su cuerpo, sucede una de estas dos cosas: o renace
inmediatamente Kama-Manas en la Tierra; o, si su maldad es extrema, a veces
queda para fines “Kármicos” en su activo estado de “Avichi”, en el aura terrestre.
Entonces la desesperación sume a la personalidad desalmada en la ilimitada maldad
del mítico “diablo”; y persiste en sus elementos, impregnados con la esencia de la
materia, porque el mal es propio de la materia separada del Espíritu”. -H. P.
Blavatsky, La Doctrina SecretaA partir de lo señalado y con la intención de evitar la “segunda muerte”, con
sinceridad ha de empeñarse el hombre por cultivar los medios que refuercen el
vínculo entre lo Superior y su expresión o imagen, el yo personal. Dentro de este
contexto, recalcamos una vez más la necesidad rítmica y simultánea (sabiendo que
cuando se hace en grupo se potencia) del estudio de las Enseñanzas, la meditación y
la responsable, amorosa e impersonal asistencia a la sociedad. Actividades que
implican, si se complementan con mente abierta, discernimiento, descentralización,
devoción, rectitud y actitud de ofrecimiento; sacrificio del deseo inferior por lo más
elevado.
“Que tu parte sea lo que queda después de haber dado. El que se contenta y
disfruta con lo que queda de la ofrenda, quedará libre de todas sus culpas. El que
cosecha para sí mismo está cocinando su propio pecado y comerá de su fruto”. Krishna, el Señor, en Mandra: una versión acuariana del Bhagavad Gita del Maestro
E. K.En el campo psicoanalítico, tal vez, se pueda llegar a considerar al servicio (no
a la oblación del neurótico obsesivo, que tiene que ver con un fuerte desequilibrio y
una usual búsqueda de reconocimiento) como una de entre varias maneras de
sublimación (descarga). Descarga que necesariamente acarrea satisfacción
psicofísica y, al equilibrar el funcionamiento del sistema, evita enfermedades. En
relación, las Escrituras indican que la realización de los deberes depura a la mente.
138
La Enseñanza, genuino Conocimiento, no proviene de libros sino de la Luz
interna que se despierta por el alineamiento diario, la paciente y regular
contemplación.
Indica la Sabiduría Oculta, en la más profunda meditación llega un momento
en que “manas” inferior -la mente terrena- queda absorbida en la Voz Silenciosa de
la Triada, convertida de esta suerte en Cuaternario; al paso que lo que era el
cuaternario se reduce a una triada inferior pero invertida. De este modo, se
espiritualiza lo psíquico y la mente concreta se vuelve una placa capaz de conservar
las impresiones recibidas durante el Éxtasis y de transmitirlas al cerebro.
Profesa La Doctrina Esotérica: al igual de lo que ocurre con un puente en
desuso, recién se debe destruir el “Antahkarana” cuando el Discípulo,
indisolublemente, se ha unido con la “Mente Divina”. A este estado de consciencia,
Patánjali, el eximio Maestro de Yoga, metafóricamente lo denominó “Unidad
aislada”.
139
140
La belleza de la diversidad en el despliegue
de la vida
Lo que es Eterno e Incorruptible se halla oculto en todas las cosas, pero en
potencia, no en acto. Como indicamos y debido a la importancia que concierne vale
la pena reiterar, el proceso de evolución consiste en volver suceso (plasmar en
tiempo y espacio) la inherente y Divina predisposición.
De manera semejante en que los vehículos (expresión “Kármica” más próxima
que tenemos) a superior fineza, mayor Luz revelan; en tanto vibren lentamente, se
organizarán en estructuras menos simétricas y luminosas. En otras palabras,
creciente densidad y condicionamiento concentrarán. De acuerdo a la calidad del
equipo que emplea el Alma -al equilibrio y pureza de los cinco Elementos de las
envolturas-, la sensibilidad y capacidad con que se contará para acceder a la
información disponible y el ritmo y la magnitud del fluido energético, que cada
quien podrá manejar.
La Esencia no tiene límites, las restricciones únicamente las impone el
instrumento por el cual encuentra expresión.
Si se conoce el procedimiento correcto (de no tenerse idoneidad o un guía
calificado, algunas prácticas pueden llegar a ser peligrosas) para aumentar el fuego
de las formas, estas consiguen -como derivación de un proceso paulatino- adoptar
un estado superior. La labor, tanto “Mágica” como científica, radica en transfigurar
los cuerpos inferiores hasta hacer de los “Elementales” (tres, según la nomenclatura
dada por el Maestro Djwhal Khul: etero-físico, astral y mental) finalmente “Devas”
(ángeles).
El primer desafío del “serio aspirante a los Misterios”, explica el Maestro K.
P. Kumar, consiste en convertir los burdos componentes de la encarnación en
materia pura, incorrupta (traslucida). Tarea asociada con el signo de Virgo, la
“Madre Virginal” (Virgen María), ergo, con el equilibrio de las Tres cualidades
básicas de la Naturaleza: 1- “Tamas” -inercia-; 2- “Rajas” -acción-; 3- “Satwa” armonía- (triángulo equilátero) y con el enigma de la “Inmaculada Concepción”.
Faena que debe cumplimentarse en la dimensión personal y en la planetaria.
En términos alquímicos, lo antedicho sería equivalente a la transustanciación
del plomo (elemento estable, conocido entre los más pesado del planeta) de la
personalidad (Saturno) en oro del Espíritu (Sol). Lo planteado comprende,
juntamente con el lógico progreso en la dimensión individual, un servicio a la
141
comunidad e incluso la redención de los materiales que constituyen las múltiples
formas de los ambientes sociales.
“La mente (así como los metales) puede ser transmutada, de estado a estado;
de grado a grado; de condición a condición; de polo a polo; de vibración a
vibración. La verdadera transmutación hermética es un arte mental”. -Kybalion-
La labor de científica aplicación sobre los vehículos que componen a la
personalidad, enseñó el Señor Buddha, involucra esencialmente: 1- recta
observación; 2- recto pensar; 3- recto hablar; 4- recto esfuerzo; 5- recto medio de
vida; 6- recta acción; 7- recta comprensión y 8- recta meditación. El “Noble
Óctuple Sendero” ha de transitarse acorde a un movimiento elíptico y ascendente.
Dinámica que finalmente conllevará al Aspirante a vivir -de “instante en instante”en Plenitud.
La primera vuelta de la Rueda del “Dharma” dada por el Maestro de la
Compasión puede sintetizarse en “tres aspectos primordiales”: 1- “Sîla” o
moralidad, implica abstención de actos malsanos -sean físicos o verbales-; 2“Samâdhi”, maestría sobre la mente; 3- “Paññâ”, desenvolvimiento de la Sabiduría visión cabal-.
La Enseñanza propuesta presenta la oportunidad de extirpar hasta las raíces de
las tendencias psíquicas y así vivenciar lo Real.
Entre otras cuestiones, el camino de purgación, enaltecimiento y
repolarización del foco de la consciencia abarca:
142
1- alimentación sana, natural, fresca y afín a las necesidades. Se aconseja
abstenerse de carnes, comida fermentada, frituras, harinas blancas, sal de
mesa y azúcar refinada, bebidas alcohólicas, gaseosas y cualquier tipo de
tóxicos.
2- adecuada higiene personal, buen descanso nocturno y eventuales, medidos,
prudentes y controlados ayunos. La exposición a los rayos solares -en
especial del amanecer y atardecer- y el contacto con la naturaleza se han de
considerar como de invalorable importancia. La moderada, pero regular
actividad física vitaliza, ayuda para la generación de nuevas conexiones
cerebrales y refuerza el pensamiento innovador. Se trata de un buen
ansiolítico y antidepresivo.
3- ejercicios de respiración rítmica (inspiraciones y exhalaciones lentas,
suaves, uniformes y profundas).
4- el uso científico del color, el sonido (también de la música y demás ramas
del arte cuan expresiones de la voluntad -deseo sublimado-), el manejo de
ciertos “mudras” (posiciones corporales -asociadas a diferentes estados de
consciencias y “Chakras”-, principalmente de manos, que guardan un
significado profundo y movilizan fuerzas particulares), la construcción de
“mandalas” y la utilización de formas geométricas (herramientas para
impresionar a los sentidos y a la mente) facilitan la concentración y la
sublimación de las energías.
5- la atenta lectura, el sistemático estudio y la profunda reflexión de material
inspirador (textos sagrados, esotéricos o que expliquen las Leyes ocultas de
la naturaleza, entre otras posibilidades).
6- la pertinente aplicación de la teoría en el laboratorio de la vida diaria.
7- la regulación (no la supresión) del impulso sexual.
8- el desempeño de actos creativos y dirigentes, lo cual requiere, junto a
inequívoco grado de descentralización, el empleo concreto de la
información adquirida y meditada. Se necesita nutrir la existencia de
móviles nobles y con estoicismo aquietar el hábito compulsivo de “pensar
reactivamente”, además de entrenarse por fomentar la capacidad creciente
de encauzar la atención en el “Ahora” -por ejemplo, conectando con el
“cuerpo interior”-.
9- el cultivo de buenas compañías, la fraternidad y el mantenimiento de
relaciones amables y amistosas, conjuntamente con tareas de índole
grupales y lúdicas.
143
10- la moderación en todos los aspectos personales, inofensibilidad,
comprensión, amorosidad, estabilidad de carácter, optimismo, orden y buen
humor. Se han de evitar caer en la agresiva crítica y perniciosa queja.
11- la continuidad de propósito, desapego y desinteresada cooperación para
con los reinos (humanos, “devas”, animales, vegetales, minerales y los
cinco Elementos).
12- el ejercicio de la paciencia, la práctica del silencio (externo e interno), el
diario aquietamiento, la autobservación y una sensible coherencia entre
pensamiento, palabra y acto, en tanto contraparte o medio de expresión de
la Triple Cualidad del Logos: Voluntad, Sabiduría y Actividad Inteligente.
La meditación, la compañía de los santos y de personas rectas e inteligentes,
dotadas de una mente poderosa, los buenos libros, la introspección, el trabajo
creativo, el arte, la ciencia, la literatura y la aplicación altruista e inteligente en el
mundo de los negocios contribuyen, decía Paramahamsa Yogananda, para el
desarrollo de una psiquis vigorosa, preparada y receptiva a la sabiduría del Alma.
Una mente límpida conduce a un corazón puro, que a su vez permite una percepción
espiritual sin velos.
Si se pretende andar a consciencia por el sendero de la evolución, se ha de ser
dirigente en el empleo de la energía. “Nadie puede servir a dos Señores”, enseñaba
144
Cristo. Y sobre ello, agregó: - “pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá
mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las
riquezas”. -Mateo 6: 24-32La belleza que abunda y alegra la vida, únicamente, puede ser captada por
quienes tengan un instrumento sin mácula (purificada su personalidad). Para tales
nobles seres, dicha beldad ostenta una potencia Libertadora.
Con el fin de acrecentar la Luz en los tres mundos y que las sombras
naturalmente se desvanezcan (en uno y en el medio de contacto), se recomienda no
entrar en justificaciones y con responsabilidad y firme determinación procurar
reenfocar las fuerzas en lo superior e inclusivo. Hemos de orientarnos hacia aquello
que promueve salud, armonía y virtud.
Fundamental para el proceso de autotransformación, que implica el hacer de la
vida un “Santo Ritual”, es el desenvolvimiento del ritmo (cuan bobina que potencia
los actos) en cada aspecto de la cotidianidad. Dicha cualidad, propia y peculiar al
Séptimo Rayo, es la energía con la que el “Logos” imprime al vigente Ciclo. En
sánscrito a este atributo de la Divinidad se le denomina “Swaraj” y significa
“autogobierno o autodominio”.
“La adaptación al ritmo de la Vida mediante el conocimiento de la Ley que
maneja el Sistema, es la actividad que le corresponde a este Rayo. Se trata de un
proceso de aplicación continua de la Ley sobre la propia existencia, para construir
el Templo interno. Demanda largos años de funcionamiento sistemático en una
línea de servicio”. -Maestro K. P. KumarPara ciertos Textos Esotéricos, este particular semblante de la Consciencia
Una, el cual conserva la capacidad de ordenar el acontecer a través del ritualismo y
que puede definirse en tanto la facultad de materializar ideas, sutilizar formas, o
desde otra perspectiva, como la peculiar característica de sintetizar espíritu y
materia; se halla en directa vinculación con la “Llama Violeta”, expresión del
“Fuego Sagrado”. Energía mágica asociada a los interludios (equinoccios,
solsticios, octava fase lunar ascendente y descendente, amanecer, atardecer,
momento de no respiración, espacios intermoleculares, etcétera), que encuentra su
vertiente práctica, diligencia y aplicación en regulares visualizaciones, decretos afirmaciones-, invocaciones, “mantrams”, plegarias, cánticos, músicas y
ceremonias. También la tolerancia, el perdón, la compasión, la Fuerza
Transmutadora y Libertaria de la Deidad (“expiación de los pecados”) pulsan en la
esencia elevadora de la “Llama Violeta”.
145
Se dice que el Rayo Solar posee Siete Cualidades de las cuales la Séptima
correspondería al Orden Ceremonial. De observarse el funcionamiento del planeta y
de los demás mundos del Sistema, indica el Maestro K. P. Kumar, se apercibirá un
funcionamiento sistemático y rítmico. Tan así es que se vuelve admisible predecir
cuándo será Luna llena y Luna nueva, las posiciones planetarias, etcétera. Esta
regularidad formaría parte del Séptimo Rayo del Sistema. Con razón a lo aludido,
manifiesta Kumar que las características de esta Energía permitirían al ser humano
mudar a la rutina en un ritual mediante la cadencia. Este procedimiento, en esencia,
sería el mismo que posibilita que un trozo de metal pueda convertirse en un imán.
La Naturaleza se recrea según un rítmico orden. La humanidad, pese al caos
que existe todavía en su organización y desempeño, se mueve conforme con la Ley
del Ritmo. Resulta imposible, ilustra el Maestro Djwhal Khul, eludir el proceso del
ceremonial en el vivir. Es reconocido inconscientemente, seguido ciegamente,
constituyendo la gran disciplina de la respiración rítmica de la vida misma.
El Séptimo Rayo, de creación, estímulo y éxtasis, asimismo está relacionado a
la actividad sexual. Dicho aspecto de la Vida Una busca unir lo superior y lo
inferior, cuestión que en la actualidad significa conseguir la integración de la
personalidad, en primera instancia; para luego entablar su asociación con el Alma.
Revela el Maestro K. P. Kumar: - “Todos los ritmos y rituales tienen el
objetivo final de transformar la materia de nuestro cuerpo, de una manera natural
para permitir un adelanto más rápido. Para esto necesitamos ritmo en nuestra vida
diaria, una actitud de distanciamiento y un sentido de ofrenda y sacrificio. Nuestro
cuerpo es el santuario en el que vive el Alma, el lugar del Ritual Santo. Mientras
más nos sacrificamos en el servicio al prójimo, en términos de tiempo, dinero y
energía de vida, más nos liberaremos de la personalidad y podremos entrar en el
“Templo del Corazón” (Principio Pulsante). El ritual y el ritmo trabajan como
sacramentos para cambiar y extender la naturaleza del hombre”.
El funcionamiento rítmico, indica el Maestro, facilita el desenvolvimiento del
poder de radiación, vibración, materialización y desmaterialización. Por ello, si uno
se conduce a sí mismo en concordancia con el orden de la Naturaleza puede ganar
este cuádruple dominio.
Con el ritual -fórmula sagrada que predispone el alineamiento- se vuelve
realizable desplegar las energías latentes y el subyacente potencial. Es así que el
trabajo del Séptimo Rayo conduce a sorprendentes y “mágicos” resultados. La
Magia, instrumento de Creación, para la Masonería siempre acorde a una forma
146
“debida y antigua”, no es sino la revelación de lo sutil por intermediación de lo
denso y la sublimación que implica transmutar la compacta materia en energía.
Los ritmos y rituales apuntan a la alteración de la sustancia de nuestros cuerpos con
el fin de acelerar el progreso interno.
Vicente Beltrán Anglada aclaraba que la Magia, reconocida y desarrollada
cuan Ley Natural, confiere el sagrado don de la Arquitectura Kósmica. Disposición
mediante la cual: “cada cosa ocuparía su lugar” en la danza mística de la
Manifestación Divina.
La evolución del conjunto planetario, en gran medida, depende de la íntima
vinculación humana-dévica y del inevitable e incesante contacto establecido entre
ambas corrientes de vida. Por cada pensamiento de los hombres, los ángeles
responden con energía, potencia que surge del Espacio por un intento creador.
La Magia, actividad universal mediante la cual las fuerzas sutiles son
invocadas para producir formas, tiene por centro planetario al ser humano y en tanto
experiencia, al “entorno kármico”. Dicho Arte o Ciencia Oculta estaría en directa
asociación con el supremo Conocimiento del Orden Ritualístico. El término Magia
ostenta para el investigador esotérico, narra en sus libros Vicente Beltrán Anglada,
un valor esencial y científico pues involucra una extraordinaria capacidad de
síntesis. Principio Cardinal -la Síntesis- que descompuesto en su disposición trina:
147
Intensión-Idea-Forma, se constituye en la base del Kosmos, ergo cual el Primordial
Agente Mágico.
El Ritualismo, señala la Sabiduría Antigua, sería la disciplina de la imitación
de lo Macro en lo micro, por consiguiente, un instrumento creador. Se asumiría
como mago al verdadero ritualista, a quien por haber rectificado sus “inversiones”
funciona ahora en completa sintonía con la Naturaleza y el Tiempo.
De no existir armonía, se pierde Presencia y el ritual se torna insípida rutina y
vacía superstición. El objetivo del orden ceremonial -cualidad inherente al Séptimo
Rayo- sería el de facilitar que el hombre se experimente a sí mismo como Alma -el
verdadero Agente Mágico-. En función a lo indicado, la astrología, en tanto estudio
de la Luz y ciencia que considera la relación y sintonización de la pequeña vida con
la Vida Una, se considera un Conocimiento primordial e irremplazable.
“El que en todo momento respeta y sigue la Ley del Cielo, atraerá sobre si
toda clase de bienes”. -Confucio (Menf Tsu, IV, 1,4)Mientras que el campo limitado de la mente, el yo inferior, está gobernado por
la intelectualidad, el hábito y el deseo; su contraparte superior, espontáneamente, se
halla en comunicación con la Mente del Universo (“Manu”). Si la personalidad se
encuentra ungida por el Alma -reflejo en el Hombre de la Súper Alma-, la “unión”
para con los reinos de la naturaleza se consolida. Por el contrario, cuando la psiquis
se cierra y auto-centra sobre sí misma se vuelve una vía para distanciarse de los
demás. Circunstancia que produce la cosificación del otro y lleva a caer en actos de:
descortesía, exclusivismo, superficialidad, confrontación y enjuiciamiento.
Ya es momento para el ser humano (el rey ciego de su existencia) que aprenda
a redimirse de la importancia que se da a sí mismo. Finalmente, nos hemos de
cansar de ese yo pedante que se cree el centro del mundo y, sin dejar de aprender
del pasado, soltar de una vez el patológico aferramiento a la biografía y la historia.
He aquí la relevancia que tiene el elevarse por sobre los pares de opuestos y
construir un libre intercambio con el Trasfondo subjetivo a través de la rítmica autoindagación, interiorización y, en especial, despersonalización.
Cuando los gustos y las aversiones, la idea de ganancia y pérdida, el concepto
de confort e incomodidad desaparecen sucede el debido flujo de la energía.
Secuencia que involucraría cuatro estadios básicos y cinco coberturas materiales. A
saber: 1- el “Estado Oceánico”, la Existencia Pura o el Vacío Primordial; 2- la
Consciencia, cuyo símbolo se representa con un “punto central dentro de la
circunferencia”; 3- el detalle de la Unidad en: a- Voluntad, b- Conocimiento y cActividad -triángulo equilátero que simboliza la armonía y coherencia de la
148
Ideación Divina-; 4- la externalización de los tres niveles anteriores vía la Mente
Divina, la palabra audible y la pertinente acción. Aflora entonces el cuadrado símbolo de la manifestación tangible- conformado de cinco “Elementos” cardinales
(Éter, Aire, Fuego, Agua, Tierra).
Acorde al mencionado orden se edifica el Templo. Cada uno ha de emprender
la sagrada construcción, y cuan Masón, entregar su existencia a la gloria del “Gran
Arquitecto del Universo” (“Visvakarma” -Consciencia de la Forma-) para hacer de
su personalidad un digno Santuario de la divinidad inmanente. Esto último de un
modo geométrico se dibujaría por medio de un círculo con un centro equidistante,
dentro de un triángulo equilátero -con su vértice hacia arriba- ubicado sobre un
cuadrado.
El ritualista, al sostenerse de continuo en la Presencia, recordando al “Yo
Soy” en cada cosa, lugar y circunstancia, se somete a un intenso proceso de
alquimia o metamorfosis. Explica el Maestro K. P. Kumar, cuando uno se convierte
en ritualista, los pensamientos que llegan necesariamente se manifiestan, debido a
que no prevalece más obstrucción y el tiempo (ineludible medio de autoajuste según
un Orden Superior) no secuestra ni carcome.
El Ritual, acto metafórico, consiste en la reproducción del movimiento de las
energías del Universo. La “Ciencia de los Rituales”, impartida al hombre por la
Naturaleza, cuan rama de la Sabiduría impersonal, enseña a comprender la actividad
de la Creación y a tratar de imitar su trabajo. El ser humano, paso a paso, sería
entrenado para alinearse con el Omnipresente funcionamiento que le interpenetra y
rodea. Cuando se reproduce en un micro-nivel, la operativa que efectúan las
Inteligencias del Macrocosmos, por fractalidad y Principio de Correspondencia Ley que entrelaza a la totalidad de Planos y escalas- se reciben las impresiones de
las sublimes consciencias de la existencia.
El vincularnos con el “Imán Divino” es causa de manifestación creadora. En
este marco, el ceremonial facilita la sistematización, la claridad de la mente y la
dirigente acción. El ritual permite al Masón actuar en sintonía con la incluyente
Actividad Inteligente del Kosmos. Las puertas de los tesoros del Universo, comenta
Torkom Saraydarian, están abiertas para quienes pueden armonizar su energía
psíquica con el ritmo del Sistema.
“Deja de actuar tan pequeño. Eres el universo en movimiento de éxtasis”. Rumi-
149
Volviendo sobre temas anteriores, se nos comunica que con el objetivo de
colaborar con el advenimiento de las “Energías de Síntesis”, inherentes a la naciente
Era Acuariana, la proposición del Maestro CVV (cuya pronunciación es: “Si, Vi,
Vi”) consiste en: 1- reajustar y reestructurar a los organismos; 2- purificar la
materia utilizada por los distintos reinos de la naturaleza -para la edificación de
mejores y más puras formas-; 3- construir el “puente” de Luz entre la personalidad
y el Alma, o como dicen los cabalistas, conseguir saldar la distancia entre la cabeza
y el corazón. Tarea que se ejecuta con el fin de facilitar la exteriorización del Ser
por intermedio de su reflejo mundano. En otros términos, la obra radica en hacer
que las envolturas empleadas por el hombre en encarnación se vuelvan cada vez
más óptimos conductores de Luz.
La propuesta se afinca en la aplicación rítmica e invocativa del “mantram”:
CVV (cuyo valor numérico es once) cada doce horas -mejor si por las noches antes
de acostarse se reitera- durante por lo menos un período “Jupiterino” (cualidad
expansiva) de doce años. Así nos sintonizamos con el Silencio interno.
A modo de ejemplo de práctica se recomienda:
1- por la mañana y la tarde -6:00 AM y 6:00 PM, luego de entonar la “Palabra Sagrada OM” (sublime esencia de los Vedas),
pronunciar (mental o vocalmente) a manera de invocación, contacto y
agradecimiento, de forma pausada: “Namaskarams Master CVV” (ciertamente
alude a una fórmula de sonido, no a las iniciales de un nombre);
150
2- la ecuánime observación, por unos minutos,
de lo que en el fuero interno acontece tras la entonación del citado sonido.
La reverberación CVV involucra en cada una de las letras un tipo de
expansión: 1- planetaria; 2- Solar; 3- Cósmica y su invocación promueve la
conexión entre la “Kundalini” personal con los tres niveles nombrados.
Asociarse con la “Energía Maestra” (“Namaskarams Master”) mediante la
vigilancia despierta es importante. El adelanto dependerá de la sinceridad y
dedicación que cada quien tenga en la faena.
La reverberación musical CVV (si,vi,vi) fue revelada, según se nos comunica,
por un alto Iniciado del “Ashrama” del Maestro Júpiter (el gran rishi Agastya de la
tradición hindú). Su nombre cuando encarnó en el sur de la India durante el siglo
XVIII y la primera parte del siglo pasado fue: Canchupathi Venkata Rao Venka
Swami Rao.
“Cuanto más te relacionas con el Sabio vidente Agastya, como ya se ha dicho
en las Escrituras Sagradas, más te beneficias, porque es el mismo Maestro cuya
energía ha funcionado para propósitos acuarianos a través del Maestro CVV”. Maestro K. P. KumarLa invocación referida involucra el reconocimiento de la “Consciencia Pura”,
en tanto Omnipresente Inteligencia Rectora, además de la exhortación para el
accionar de la “cualidad del vigente ciclo” por la correspondiente “vibración
semilla”.
El sonido (entre las potencias Planetarias, característica inherente a la misión
de Júpiter, Rey de los dioses en la mitología romana y a “Ganesha”, Señor de los
Grupos en la hindú) trae paz, expansión y cuanto más reverbera, mayor iluminación
acarrea. Afirma el Maestro K. P. Kumar que los cuerpos Sutiles y Causal pueden
ser erigidos por mediación de esta plegaria. Las Energías de Síntesis laboran en uno
cuando el ritual, el científico trabajo con la vibración, el contento y el diestro
servicio se combinan.
“En el momento en que pronuncias conscientemente el sonido CVV (si, vi, vi)
dentro de tu corazón, la abundancia de Prana que te rodea se abre paso a través de
tu Sahasrara y llega a Muladhara, taladrando por el sendero del Sushumna. Se
enlaza con el hilo de la consciencia y eleva la Kundalini. Sepa esto y diga mi
nombre”.
De acuerdo al Maestro E. K., el Maestro de Acuario -CVV- ofrece idéntico
toque divino y despliegue interior que Krishna, el Señor.
151
Canchupathi Venkata Rao Venka Swami Rao
Revela la Filosofía Esotérica -asunto que, naturalmente, se ha de asumir cual
hipótesis a probar en el campo práctico y nunca como ciego dogma- que debido al
uso regular de “mantrams” (significa: lo que protege a la mente o ayuda a
trascenderla), por la combinación específica y acompasada de vocablos y palabras,
se consiguen resultados que de otra manera no serían posibles. No ha de pasarse por
alto que estas fórmulas de sonido constituirían una verdadera masa de energía
radiante. Serían el cuerpo sonoro de una deidad, de cierta cualidad o aspecto de la
Consciencia. Por tal motivo, deben entonarse en conformidad científica, pero,
especialmente con un corazón colmado de alegre devoción y fe. Cualidades propias
de una Inteligencia mayor a las del intelecto del pequeño yo separado. Devoción y
fe -certeza del corazón y confianza en la aplicación de la Enseñanza- suponen que
uno está desprovisto de sí mismo y libre de temores. El miedo desaparece debido a
que el involucramiento con la Vida es tan completo que, “quien piensa que uno es”
(vanas creencias de un evanescente centro) ya no guarda relevancia.
Por mediación de la empresa planteada por el Maestro CVV se torna accesible
canalizar (con el empleo de la relativa pronunciación, ritmo y requerida regulación):
las energías concernientes a Urano (regente moderno del signo de Acuario), a la
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Vibración Violeta Kósmica y a la Consciencia del Avatar de Síntesis (Consciencia
Maestra que equilibra la polaridad Espíritu-Materia).
“Energías de carácter Kósmico” asociadas al triángulo constituido por la
estrella Sirio, las Pléyades y la Osa Mayor que ostentan la capacidad de elevar al
Ser Planetario y a las vidas que evolucionan en la Tierra. Sobre el particular se
hubieron anticipado, entre otros ocultistas occidentales, H. P. Blavatsky y Madame
A. Bailey en el siglo XIX y XX, respectivamente.
Se nos informa que cuando La Energía visitó al Maestro y él entendió que tal
Fuerza Avatárica sintetizará todo el conocimiento en el planeta e integrará a la
Humanidad con la Unidad de la Vida. Los seres humanos, entonces, llegarán a
olvidar las diferencias para relacionarse en función a lo que le es común. La
fraternidad será establecida en la Tierra y entre todos los seres.
La Vibración Violeta es el “Agua de Vida” que prometió Jesús, la Fuerza
Vital del Planeta que suministra energía a los seres. La Llama Violeta, que aguarda
en el umbral donde lo invisible se transforma en visible y conecta a lo mundano con
lo súper-mundano, se apoya en los otros seis colores. Cuando uno se relaciona con
el violeta se obtienen las transformaciones necesarias que van del púrpura al naranja
y en sucesión ascendente al dorado, agua marina, azul e índigo. La Luz Violeta
pertenece al Plano Etérico que precede y es causa del Físico. Las emanaciones de
las esferas espirituales llegan a nuestro mundo a través del Violeta. La Llama
Violeta estabiliza los cuerpos internos, refuerza el escudo protector, eleva la
frecuencia vibratoria y estableciendo nuevos y mejores ritmos provoca
transformaciones mágicas. La Luz Violeta sintoniza nuestro sistema con el Orden
Superior. Meditar en la llama violeta, visualizarla, invocarla por el sonido semilla
“gloum” o a través de plegarias y afirmaciones hace que nos volvamos susceptibles
a ella.
En lo concerniente al Avatar de Síntesis (el Cristo para el Señor Maitreya,
nuestro Cristo Planetario), en los libros del Maestro Djwhal Khul se lee que su
excelsa influencia se ha puesto de manifiesto -especialmente en los Planos mental y
astral- y que tal actividad puede verse en el hecho de que hay más personas que
piensan e intentan vivir de manera holística, quieren la paz y aspiran a la
integración. No existe tal cosa como acción, una vivencia, un evento u objeto
particular, cada acontecimiento es universal pues todo se halla interconectado.
El creciente entendimiento de que nada está separado -pese a las
polarizaciones que todavía y a modo de final limpieza van apareciendo- pregona la
emergencia de un novel paradigma. Cosmovisión que, con el correr de los años,
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modificará las actuales bases y traerá un profuso e indiscutible cambio. ¡Lo viejo
habrá ya pasado, y un nuevo cielo y una nueva tierra se conocerán!
Gracias al método propuesto de invocación del sonido y meditación, lenta
pero constantemente se conseguiría: 1- neutralizar el “Karma” condicionante,
rectificando los instrumentos que hoy la Vida emplea para manifestarse, en tiempolugar, en los tres mundos de evolución humana: físico, astral y mental; 2- la
continuidad de consciencia y la trascendencia de la ilusión llamada muerte; 3- el
desenvolvimiento interno hasta despertar, en simultaneidad, en todos los Planos de
la Manifestación Divina. En otras palabras, se podría despertar a la Presencia,
“realizar” la plenitud del Yo Soy y vivenciar directa y en condición irrefutable la
Unidad.
“Las indicaciones para cada estudiante vienen desde el interior una vez que se
empieza a efectuar la plegaria (invocar a las energías de Síntesis a través del sonido
CVV) habitualmente por la mañana y la tarde. Las indicaciones referentes a la
rutina diaria, la disciplina en la comida, la disciplina en la actividad, la disciplina en
el habla, la disciplina en el pensamiento, la disciplina en el estudio de las Escrituras
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Sagradas del mundo y en relación al servicio que uno debe realizar: todas vienen de
dentro”. -Maestro K. P. KumarIlustra el Maestro K. P. Kumar, la entonación del Sagrado “Gayatri” (síntesis
del Veda, que cuan “Columna de Luz” constituye, permea y atraviesa los Planos,
trayendo de lo Inmanifiesto lo Manifiesto) sería símil en su poder e implicancia al
sonido: CVV (si, vi, vi).
Uno de los grandes y tal vez más relevantes ofrecimientos hechos por el
Maestro de las montañas azules, conocido también por las siglas CVV, para los que
se dispusieran y de corazón se entregaran al camino del Yoga de Síntesis, puede
resumirse en la siguiente y trascendental afirmación: “a quienes me sigan, los
transformaré en lo que Yo Soy”.
Con el fin de que los seres alcancen más rápida y fácilmente la Integración y
la Realización, el Avatar de Acuario hubo enlazado la “Kundalini” (Fuerza electroespiritual) individual a la planetaria, a la solar, a la cósmica y a la Supra-cósmica.
El Sonido que desciende de los Planos Superiores mediante el Sendero del Fuego
reestructura a los cuerpos. El camino del Maestro CVV se pavimenta a partir del
ajuste de las distintas cualidades planetarias, según el Principio Uraniano
(canalizador de las Energías de Síntesis, del signo de Acuario, el Séptimo Rayo y
del Gran Sol Central) y siguiendo una secuencia ordenada, que va desde Saturno,
con la ganancia en la necesaria disciplina, regulación y consolidación; pasa por
Venus, Principio de bondad por el cual descubrimos el Esplendor, la Belleza de la
Existencia -vida oculta- y la facilidad de la inmortalidad; hasta culminar en la
Expansión, Plenitud y Bienaventuranza Jupiterina.
Una vida espiritual, enseña la Fraternidad Blanca, no guarda contradicción
con la abundancia material siempre que sea bien habida. La prosperidad económica,
correctamente empleada, fortalece el anclaje de los Planes del Espíritu en la
materia. El buen vivir debe ser la natural condición de un hijo de Dios. La riqueza,
en todos los aspectos, es un atributo de la Divinidad -La Vida Una-.
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Símbolo del Principio planetario Júpiter, el Maestro
Contaba el Maestro CVV que la Potencia Avatárica que ingresó al Sistema vía el cometa Halley- y fue acobijada en el Planeta por el “Ashrama” de las cuevas
de Durga en las Montañas Azules, a partir de 1910 y en un ciclo de doscientos
cuarenta (240) años (cuatro -4- períodos de sesenta -60-) se instituirá de manera
clara y contundente en múltiples los Reinos de la Tierra. Al menos mil (1000)
canales serán, acorde al pronóstico del Maestro, preparados para la distribución de
esta Vibración.
Interesante creemos meditar, con el fin de descubrir ciertas claves numéricas
sobre las siguientes cifras y sus vinculaciones: a- 24, métrica del Gayatri (Mantram
que evoca al Sol Kósmico, Sol Central y Sol Planetario); b- 60 y su equivalente de
traslaciones derredor del Sol de Saturno (2x30) y de Júpiter (5x12); c- 240 (24x10),
tiempo medido en años para el establecimiento de las Energías entrantes ; d- 1000,
en cuanto a la cantidad de mediadores y a los pétalos del Loto de Luz (“Sahasrara”)
situado en la cúspide de la cabeza.
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Montañas Azules, India del Sur
En el momento en que con consciencia se invoca el sonido semilla CVV (si,
vi, vi), la energía etérica derredor ingresa por el centro de la coronilla y tras
atravesar el pasaje de Acuario en la cúspide de la frente, vía el canal “Sushumna”,
penetra hasta unirse al hilo de la consciencia y vivificar el Fuego Kundalini en la
base de la columna vertebral. De esta manera, se refinan los siete tejidos del cuerpo,
activan las glándulas, refuerzan los nervios y “nadis” y se despliegan los “Chakras”
reorientándose hacia arriba en forma de Lotos. Las mutaciones continúan hasta
componerse un nuevo vehículo, el cuerpo de Luz o arcoíris.
“CVV, representa la Vibración Violeta Cósmica, el Rayo del Sistema
Cósmico. La Vibración Violeta Cósmica es el 7° Rayo del Sistema Cósmico. El 7°
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Rayo del planeta es violeta y está representado por el Maestro más sublime y más
noble, el Maestro Conde de Saint Germain.
Desde la Vibración Cósmica hasta la vibración planetaria del violeta, un canal
ha sido erigido por el eximio Iniciado proveniente del Ashrama del Maestro Júpiter.
El Maestro Júpiter es conocido en las escrituras orientales como el gran sabio
Agastya. El advenimiento de la Vibración Violeta Cósmica estuvo de acuerdo con
el Plan para elevar a la humanidad. Elevación que la humanidad puede
experimentar en su interior y a su alrededor en la belleza del reino de Dios”. Maestro K. P. Kumar-
Por más pura que sea una sustancia, si la volcamos en un recipiente sucio se
contamina. Como dijo el Maestro de Galilea: - “(...) no se pone vino nuevo en odres
viejas”.
La tarea del aspirante a los Misterios, en primer lugar, consiste en la purgación
y reconstrucción de los instrumentos etero-físico, emocional y mental.
Debe recordarse que en los Planos internos somos reconocidos por el brillo de
nuestra Luz. Este es un hecho oculto. Cuanto menos grosera sea la materia de las
envolturas, más fulgurará el Alma. La luz es vibración y por el grado de la
vibración se mide la aptitud de cada uno. Nada puede impedir el progreso del
hombre, siempre que trate de purificar sus vehículos. A medida que se prolonga el
proceso de refinamiento, la luminiscencia interior centelleará con superior vigor. De
predominar la materia atómica -elemento del primer subplano de cada Planogrande será la gloria del hombre. Todos seremos graduados conforme a la
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intensidad de la luz, la calidad vibratoria, la pureza del tono y la refulgencia del
color.
Depende del personal estado de consciencia, Rayo y afiliación pasada quien
será nuestro Maestro. El secreto reside en la similitud de energía.
“Se dice con frecuencia, que cuando la demanda es suficientemente fuerte, el
Instructor aparece. Cuando construimos con la debida vibración y nos ponemos a
tono con la clave correcta, nada puede impedir que descubramos al Maestro”. Alice A. BaileyEn la medida que los cuerpos se limpian y acomodan a las impresiones
superiores del Alma, la estructura molecular oscila más rápidamente, los fuegos se
activan, la luz crece, los velos caen, se ve con mayor claridad, se atraen energías
“dévicas” y el “Karma” condicionante (en términos científicos, la fuerza
gravitatoria que ata a la materia densa) merma en su aspecto limitador.
Puede ocurrir que con el acrecentamiento del fulgurante brillo de la
Consciencia (Irradiación interna de la Naturaleza Raíz) se vayan desenvolviendo
facultades supra normales. Atributos que lejos de tener un verdadero valor por sí
mismos deben ofrecerse en impersonal asistencia para el cumplimiento del Plan de
la Vida Una.
“El Ocultismo no es la adquisición de poderes o la búsqueda de la felicidad,
porque su primer paso es el Sacrificio, y el segundo la Renunciación”. -Maestro K.
H.Decía Paramahamsa Yogananda, por un completo dominio de la mente sobre
el cuerpo ha de conseguirse la manifestación de la inmortalidad del Alma, la
ausencia de enfermedades, la abundancia y la inmutable felicidad.
De no procederse según el bien mayor y de prevalecer el interés por el
beneficio personal, mejor es no adquirir capacidades especiales dado que pueden
volverse fuente de distracción, envanecimiento y autoritarismo; ocasionando más
mal que bien. Los poderes psíquicos superiores son cualidades del Alma que,
convenientemente, irían surgiendo sin esfuerzo en el transcurso de la evolución.
Sobre el particular, acertadamente narra el Yoga Vasishtha: - “Volar por el
cielo y otros poderes sobrenaturales son propios de algunos seres, amado príncipe,
pero no suelen ser atributos de los sabios liberados. Las facultades sobrenaturales se
desarrollan en algunos seres por medio de ciertas substancias o determinadas
prácticas. Todo esto no le interesa al hombre de autoconocimiento que está siempre
conforme consigo mismo y no desea ningún poder sobrehumano o extraño. Los que
obtienen esos poderes teñidos de ignorancia, lo hacen para conseguir deseos
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sensibles que les mantienen atados a la ignorancia; los sabios de autoconocimiento
no transitan por esos caminos”.
Recuérdese que la tarea del aspirante es compleja, tediosa y está minada de
disyuntivas, quimeras y variedad de peligros. Las obstrucciones son numerosas y
espesas, el “pecado” de la separabilidad posee hondas y multi-determinadas raíces.
Incluso, desde una mirada simbólica, leal sería afirmar que yacemos, sin darnos
cuenta de ello, cabeza abajo. Por lo mencionado, es entonces que en la Masonería se
le indica al discípulo, obligación juramentada, trabajar en silencio y con ahínco, sin
desfallecer, hasta reinvertir completamente sus vastas inversiones.
Tengamos presente la dificultad, sabiendo que la ilusión se encuentra tan
arraigada que se confunde por verdad. No se consigue distinguir con claridad el
riesgo que implica la aplicación incorrecta del poder del pensamiento y el empleo
ligero e impertinente del verbo.
“La palabra del hombre es el Espíritu en el nombre. Las palabras habladas son
sonidos producidos por las vibraciones de los pensamientos. Los pensamientos son
vibraciones emitidas por el Ego o por el alma. Deberíais saturar cada una de
vuestras frases con las poderosas vibraciones de vuestras almas. Si un hombre es
incapaz de infundir en sus palabras la fuerza del Espíritu, el suyo es un lenguaje
muerto. Cuando hablamos demasiado, o cuando exageramos o falseamos los
hechos, nuestros discursos se vuelven tan inefectivos cual balas de papel disparadas
con un rifle de juguete. Es por ello que tanto las palabras como las plegarias de
personas locuaces o inescrupulosas en su lenguaje, suelen carecer de poder para
operar un cambio positivo en el curso de los acontecimientos. La retórica de los
hombres debería pronunciar no solamente la verdad, sino también su propia
comprensión y realización (de dicha verdad). Un lenguaje desprovisto de la fuerza
del Espíritu, se asemeja a una coronta de maíz desprovista de sus granos”. Paramahamsa YoganandaNo se ha de olvidar: sólo existe “Una Consciencia”, un Testigo expresándose
en cada forma y asumiendo distintas cualidades. Por esta razón, contemplar sin
etiquetar es una ventana hacia el Trasfondo, a lo Informe y Atemporal.
Por bondad de la beldad que deviene en diversidad, el despliegue de la Vida se
festeja. Detrás de la mutabilidad permanece intemporalmente: lo Imperturbable.
Este ha de ser el Conocimiento y la Experiencia Interna que como Realidad y
directa vivencia, y no según mera fantasía (utopía), procura realizar el ocultista.
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“La Presencia es acción. El silencio no es inactivo. La flor llena el espacio con
su perfume, la vela, con su luz. No hacen nada y, sin embargo, su simple presencia
lo cambia todo. Su propia presencia es acción”. -NisargadattaLa Trinidad Espiritual o Superior (“Âtmâ, Buddhi, Manas”) empieza a
revelarse en tiempo-espacio (cual estado de consciencia) por intermedio de lo
inferior (constituyéndose la geometría de dos triángulos equilibradamente
entrelazados -Estrella de David-), cuando la receptiva personalidad se encuentra
debidamente organizada, purificada y orientada, tras el proceso de
“transfiguración”.
“Después de esta Iniciación (y debido a que tiene lugar cierto acontecimiento)
el hombre trata y se ocupa de alcanzar otra fusión en la consciencia, la del espíritualma-cuerpo. Me refiero a la fusión dentro de la conciencia. La unidad siempre
existe allí, y el hombre en evolución está verdaderamente llegando a percibir lo que
ya existe”. -Maestro Djwhal KhulPara contribuir con la emancipación de las limitaciones del “Karma” social, la
loable tarea de conversión y saneamiento de los propios instrumentos de
manifestación debe hallar prolongación, igualmente, en el medio ambiente. Tal es el
camino que conduce a la Iniciación y a la labor compasiva del “Bodhisattva” o el
ideal esotérico.
Ver, escuchar, saborear, sentir, oler, pensar y servir al “Uno” en todo (seres,
situaciones y cosas) es la realización del Yoga, la Síntesis. Tiene el sabio Sufí la
práctica de la remembranza de Alá, “El Dhikr”, por un fuerte pilar en el camino de
la Verdad. Nadie llega a Dios salvo a través de Su continuo recuerdo.
“La única manera de advertir el Misterio es comprender su total identidad con
la Consciencia Universal, que es expresada en el Espacio Total. Mientras usted se
identifique con la forma humana es imposible que el Misterio sea resuelto”. Nisargadatta-
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