Expertos en sismología y edificación participaron este miércoles en una mesa redonda celebrada bajo el título 'Movimientos sísmicos en Lorca de mayo 2011. Una reflexión necesaria', en la que concluyeron la necesidad de revisar y actualizar el reglamento sísmico y los mapas de riesgo.

Y es que el efecto de las acciones sísmicas sobre los edificios y personas "depende más de factores que de la magnitud del seísmo, de forma que la profundidad, el tipo de terreno y otros factores influyen de manera importante", según las conclusiones de la jornada, organizada por la Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales de Lorca (Ceclor).

Asimismo, uno de los parámetros que permite entender y comparar el efecto sobre los edificios es la aceleración que ha ejercido el suelo sobre los edificios, y los terremotos de Lorca registraron aceleraciones que suponen "más del doble de lo previsto por la norma".

El primer reglamento sísmico en España data de 1968 y, posteriormente, ha habido varias actualizaciones, la última de las cuales es la Norma de construcción sismorresistente (NCSE-02), cuya pretensión es evitar pérdidas humanas y reducir daños y coste económico.

Así pues, los edificios construidos con esta norma están calculados para soportar una aceleración máxima cuyo valor ha sido "superado ampliamente", según las conclusiones de la jornada, que instan a "revisar los mapas de riesgo".

En cualquier caso, los expertos señalan que la respuesta de las edificaciones, a pesar de verse desbordadas sus acciones previsibles, ha funcionado en aspectos estructurales, pero "ha quedado en evidencia el tratamiento de los elementos auxiliares y la norma debería sufrir una actualización".

Sobre las reacciones, las jornadas han permitido concluir que "especialmente destacable es la reacción coordinada de los agentes implicados en la ayuda post-terremoto", aunque puntualiza que "la población debe tener paciencia para asimilar lo sucedido y tomar decisiones".

Asimismo, los expertos estiman necesaria "formación sobre cómo reaccionar en estos casos para evitar pérdida de vidas", y creen recomendable "apoyarse en la reconstrucción en las personas y empresas de Lorca en las que se confía".

De cara al futuro, los expertos manifiestan que la norma "necesita de una revisión y una actualización teniendo en cuenta la especial constitución en las fallas en la zona de Lorca", así como "la necesidad de un mayor estudio sobre el tipo de terreno y los efectos geotécnicos reales".

De la misma forma, recomiendan "evaluar, analizar, comparar, ajustar criterios y mejorar la respuesta futura de los elementos que han fallado", así como aumentar la formación y práctica de simulacros en protocolos de comportamiento ante seísmos para salvar vidas".

Por último, recomiendan que los lorquinos "deben acostumbrarse a vivir en una zona sísmicamente activa, con la prudencia que ello requiere", y Lorca "debe ser un laboratorio de investigación para toda España y posiblemente para Europa".

Jornadas en ceclor

En las jornadas participaron el físico y director de la Red Sísmica Nacional, Emilio Carreño; el geólogo y director Técnico del Laboratorio de Edificación de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, Antonio Aretxabala, y el doctor Arquitecto, Catedrático de Estructuras Arquitectónicas y Director de la Escuela de Arquitectura e Ingeniería de Edificación UCAM, Juan Roldán Ruiz.

Cada uno de los expertos que previamente habían participado en sesiones individuales dentro del ciclo, expusieron sus conclusiones respecto a las distintas variables que influyeron en los terremotos que asolaron Lorca el pasado día 11 de mayo.

Tras su exposición se abrió un turno de intervenciones en el que los asistentes pudieron plantear distintas cuestiones a los expertos que componían la mesa. Finalmente, el presidente de Ceclor, Pedro Cazorla, dio lectura a las conclusiones obtenidas en esta jornada.

La Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales de Lorca manifiesta su satisfacción por el resultado obtenido con estas jornadas al cumplir con los objetivos marcados con su programación, que eran analizar los seísmos del día 11 de mayo, trasladar al sector empresarial y al conjunto de la sociedad una información veraz acerca de los mismos y obtener unas conclusiones concretas que sirvan para el futuro.