Club Nacional de Football nace en Montevideo (Uruguay) en el último año del siglo 19. Su origen se basó en la idea de tener un club que sea exclusivo de uruguayos criollos. Esto, en contraposición al gran predominio de clubes con integrantes británicos de la época. 
Sin querer, Nacional sirvió de escenografía para el tema del Hilo de hoy. Muchas personas ya conocen el origen de la palabra Hincha, pero desde el Club de Hilos nos pareció fundamental que exista un Hilo nuestro que lo explique. Para los más distraídos que nunca faltan.
Podríamos definir “hincha” como la persona que es partidaria de algo o de alguien. Si vamos al fútbol (obvio), el hincha es aquel individuo que sigue a su equipo donde sea, no entiende razones, no le importan los resultados y muchas veces las adversidades afianzan más su pasión.
¿Dónde surge este término? La leyenda nos lleva a principios del siglo XX. En la ciudad de Montevideo existía un talabartero conocido por su buen manejo del cuero. Su nombre era (de pie) Prudencio Reyes (pueden sentarse). Este buen hombre estaba enfermo de amor por @Nacional .
Prudencio, nacido en 1882, logró cumplir el sueño de todo ser adicto a un club: trabajar de lo que sea dentro del mismo. Por su oficio lo contrataron para ser utilero. Su función era inflar a pulmón los balones, enhebrar el tiento y que la redonda esté lista para cada partido.
Cabe destacar que la afición no se comportaba como hoy en día. La gente que asistía al fútbol, al venir de tradición inglesa, solía ser más bien formal en los encuentros y no pasar de algunas demostraciones “bien educadas” si su equipo salía victorioso o marcaba algún tanto.
Pero nuestro héroe sin capa no era así. Un adelantado a su época. Luego de terminar su labor, se dedicaba a alentar continuamente durante todo el match a Nacional. Si, corría solo en un costado, iba y venía por la línea cual carrilero gritando: ¡¡Vamo' arriba Nacional!! Genio.
Como dice @Nacional en su web oficial: "Tan insistentes eran las ruidosas demostraciones, que allegados y visitantes se preguntaban: “¿Quién es ese que grita?” La respuesta era unánime…“Ese es el hincha”... “El hincha pelotas de Nacional”. El “hinchador” de Nacional".
Prudencio marcó un antes y un después en la historia del fútbol mundial. Cada partido que se jugaba en el Estadio Gran Parque Central (#dato: inaugurado en el año 1900 y por ende el más antiguo de América) se le sumaba un nuevo "hincha" que se volvía loco alentando al tricolor.
De a poco, se les fue diciendo “hinchas” a los seguidores de Nacional. Luego se extendió a los demás clubes uruguayos y por el constante cruce de los equipos argentinos se viralizó el término. Más tarde llegó a Europa y lo demás fue historia. El concepto es mundial.
¿Cómo terminó la historia? pasaron los años y si bien en el seno de los hinchas de “el bolso” Prudencio nunca fue olvidado, no había tenido el reconocimiento que merecía. Como un chiste del destino, los hinchas se organizaron para reconocerlo.
Hoy en día en la esquina que une la tribuna Abdón Porte y José María Delgado del Parque Central se encuentra la merecidísima estatua de Miguel Prudencio Reyes Viola, quien ahora y para siempre no se perderá un partido más del amor de su vida: Nacional.
Fue una idea de Juan Maidana, cónsul de Nacional en la ciudad de Mercedes, capital del departamento de Soriano. Consiguió el OK de Nelson Gutiérrez (escultor uruguayo) y con la ayuda económica y pasional de filiales hasta de Nueva York y New Jersey se logró cumplir el sueño.
Desde el Club de Hilos de Fútbol declaramos nuestro respeto y amor incondicional hacia Prudencio Reyes y lo tomamos como uno de nuestros patronos bautizándolo como "San Prudencio". Gracias Maestro.
Cabe destacar que en este humilde Hilo sólo quisimos rememorar el nacimiento del concepto o término “hincha”. Sabemos que había hinchas desde cientos de años antes pero quedará para otro Hilo 😉.
La historia de Prudencio era, es y será demasiado linda como para no hacerla Hilo.
La historia de Prudencio era, es y será demasiado linda como para no hacerla Hilo.
Vamos con algunas perlitas que pintan de pies a cabeza lo que es el hincha y alguna que otra cosita más…
¿Te das cuenta Benjamín? El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios... pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín... no puede cambiar... de pasión.
¿Para qué trabaja uno, si no es para ir el domingo y romperse los pulmones a las tribunas hinchando por un ideal? ¿O es que eso no vale nada? El Hincha es el alma de los colores. El que no se ve, el que da todo sin esperar nada. Eso es el Hincha.
Prudencio en los momentos que no haya partido en el histórico Parque Central no va a estar solo. Va a poder conversar a los gritos con Carlos Gardel. Sí, otra de las estatuas es el famoso zorzal criollo que mira los partidos desde el palco Atilio Narancio.
¿No nos crees? Mira 👇
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