Editorial: Ibero Americanas
Año: 1948
Ejemplares: 6?
Dibujos: Romeu - Pedro Alférez
Guión:
Tamaño: 17 x 24 cm.
Páginas: 10 + Cubiertas
Precio: 1 pta.
Ejemplares: 6?
Dibujos: Romeu - Pedro Alférez
Guión:
Tamaño: 17 x 24 cm.
Páginas: 10 + Cubiertas
Precio: 1 pta.
Confieso
que albergo ciertas simpatías por Ibero Americanas, una editorial de lo más curiosa y extravagante en sus años de actividad y que, quizá hoy, es la gran olvidada de
la industria del tebeo clásico español. Activa como pocas –alrededor de 15
cabeceras en dos años de actividad (1947/1948)--, su fracaso fue más que
evidente, como demuestra la gran dificultad que supone localizar alguna de sus
creaciones.
Salvo raras
excepciones, las cabeceras de Ibero Americanas se muestran hoy primitivas, como
si su edición hubiese sido abordada por inexpertos adolescentes: pésima calidad
de papel, impresión deficiente, barroquismo gráfico, dibujo estrafalario…, colecciones
arcaicas en todas sus vertientes, incluso para el momento en que fueron editadas. Quizá esas mismas carencias las hacen aparecer hoy con ese candor
tan especial de lo primitivo. Lo cierto es que observadas en la actualidad la mayoría de estas cabeceras o personajes
poseen un atractivo –irracional a todas luces— incuestionable, al menos para quienes
recordamos con pasión los tebeos de épocas pasadas.
Johnny
el Temerario es uno de esos personajes. Una cabecera llevada al papel en su primer cuaderno por Pedro Alférez y más tarde por Romeu (véase Jaime Rumeu, según Jesús Cuadrado en su impagable obra
Diccionario de La Historieta y su Uso, 1873-2000); autor este último que estrenaba su
currículum con la presente obra. La proclama editorial rezaba así: “Johnny el Temerario es miembro de una
patrulla instalada en el interior del Asia Oriental. Sus aventuras para
prevenir al mundo del malvado Kolu, ponen de manifiesto su valor e inteligencia
en constante lucha con las hordas salvajes y en beneficio de la humanidad”
Eso era el anuncio, pero la realidad es que el tal Johnny era un sucedáneo más –de
los muchos que se dieron en el tebeo español-- de Flash Gordon, con algunos
cambios en su atuendo y no tantos en la trama y el escenario, repleto de
cohetes, viajes espaciales y ciudades planetarias. Incluso el nombre elegido
por la editorial recordaba al personaje de Raymond en su versión sudamericana.
Flash Gordon fue presentado en ese continente como Roldán el Temerario.