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18 octubre 2018

Casado en cruzada por Europa defendiendo a su Egggpaña


Sí señor. El joven, pretencioso, masterizado y ultraderechoso líder ha decidido salir con su bandera a defender España por tierras europeas. Seguro que su Una, Grande y Libre será bien recibida por sus amigos europeos como Orban, Salvini o Lepen.

Este jovenzuelo de solidez nacionalcatólica, capaz de defender el imperio español con las cruzadas que sean necesarias, recuerda la gesta única y admirable, donde los Colón (por cierto italiano), Cortés, Pizarro y demás grandes personajes conquistaron América y sacrificaron todo.

Y, defiende como debe ser, esos gestos de generosidad, sus sacrificios y su legado: la lengua, la religión y la cultura (bueno también la sífilis, gripe, peste, tos ferina, lepra y otras). Y esto no lo puede olvidar el bueno de Casado. Las violaciones, las matanzas, las torturas y los robos, a manos llenas, son simplemente un mito. Mentiras que propagan los enemigos de España, españoles desnaturalizados, incapaces de ver la grandiosa obra de nuestros héroes.

Pues bien, entre los españoles falsos, los derrotistas, los perdedores, está la Izquierda de este país. Incapaces de ser españoles, de amar la tricolor, de emocionarse con el himno, de erizárseles el vello cuando ven a la cabra de la legión. Estos son sus peores enemigos.

Justo los que han conseguido el poder de forma miserable, ilegítima, con dos personajes que, aunque tengan nombre de apóstoles, están endemoniados. Estos son los verdaderos enemigos. Por eso, el gran Casado, el hombre masterizado, se ha visto obligado a ir a Europa a contar la verdad a otros leguleyos, para que no les engañen. Y es que ya se sabe, el progreso, la economía, el desarrollo sólo puede ser de derechas.

Aunque parece que no le van a hacer mucho caso. Así, de pronto, al propio presidente de la Comisión Europea, Juncker, le han parecido bien los presupuestos. Pero, Casado, hombre constante y martilleante, no se da por vencido y busca encontrar en Merkel y en otros líderes de la derecha la comprensión de lo obvio, él, sólo él, puede ser el puto amo de esta España, que desde hace cuatro meses anda desquiciada y perdida en lo más hondo.

Ante Merkel ha sacado la bandera, le ha cantado el himno, le ha rezado tres salves cual si fuera virgen, y le ha besado esas manos morcillosas poniéndose a sus pies. Todo para que no le abandone, para que le ayude a luchar contra el infiel, porque Sánchez, Iglesias y toda la izquierda española es pecadora, de por sí y de por no. Traidores a su patria. Resentidos, incapaces de sentirse españoles.

Sí, es verdad, ellos habrán aumentado la desigualdad económica, habrán ayudado a los poderosos, habrán creado la pobreza estructural, habrán subido todos los impuestos, habrán ayudado a los bancos y las grandes empresas, habrán amnistiado a los más ricos, habrán recibido sobres y beneficios dudosos, habrán robado, pero todo lo han hecho por España, cantando el himno y con la bandera en la pechera. ¡Y eso es lo que vale, coño! ¡Viva la marca España!

¡A ver si se entera Europa, de una puta vez!

Salud y República (con perdón)

11 octubre 2018

Ésta sí es mi bandera: Los presupuestos


Hoy es un día importante. Ha salido el sol de la izquierda. Mientras Casado y su acólito Rivera están por sacar banderitas en los balcones, por fortuna, Unidos Podemos y el PSOE, con esfuerzo, han conseguido un acuerdo que mejora sensiblemente la vida de la mayoría de los españoles. Ésta sí que es mi bandera.

Era difícil, pero ha sido posible. Es un principio de acuerdos que nos han de llevar a un Estado del Bienestar de primera calidad. Sin duda, podría ser mejor, pero este paso es decisivo y cumple con el principal objetivo: Hacer del individuo el centro de la política.

Este acuerdo presupuestario tiene que ser aprobado en el Congreso, por lo que queda que los partidos nacionalistas lo aprueben. Entiendo que no es fácil pero que se conseguirá. Es improbable que, al margen de C’s y PP con sus partidos anexos, haya oposición a puntos tan importantes como los que se presentan.

Es un documento determinante, porque se basa en ayudar a los colectivos más vulnerables y hacer que lo paguen los que más tienen. Algo lógico, puesto que uno de los grandes objetivos de la izquierda es ir superando la desigualdad que se había aumentado con la excusa de la crisis.

No arreglan todos los problemas, porque son muchos, pero sí que palian algunos de los problemas críticos que los gobiernos peperos habían olvidado a conciencia para beneficiar a sus acólitos, los más poderosos.

Apenas se ha firmado el acuerdo, Ciudadanos y Partido Popular han comenzado a despotricar, eso sí, sin atacar ninguno de los puntos. Será difícil que critiquen esos puntos puesto que benefician a muchos ciudadanos, lo más que harán será anunciar malos augurios como que se aumentará el déficit o que se hundirá la economía.

Que Ciudadanos y Partidos Popular estén en contra, cuando apenas ni habían leído su contenido, es positivo. Ladran luego cabalgamos. No saben hacer otra cosa. Atacan indiscriminadamente con mentiras, porque lo que es lamentable es que ninguno de estos dos partidos hubiera pensado en algunas de estas medidas para beneficiar a sus compatriotas.

Basta ver el acuerdo que pretendían PSOE y C’s hace dos años para ver las sensibles diferencias. Aquello era un bodrio neoliberal que pretendía dejar las cosas como estaban con algún retoque estético pero sin cambiar nada importante.

No voy a desarrollar aquí el documento, para ello basta que cualquiera entre en El Diario, Público o Infolibre, entre otros diarios, para obtener la información precisa. Sin embargo, sí que voy a escribir los enunciados de los acuerdos más importantes:

·        Aumento del salario mínimo a 900 euros (735 euros hasta ahora)
·        Aumento del impuesto de patrimonio un 1% a partir de los 10 millones
·        Alargar la duración de los contratos de alquiler de viviendas y dar competencias a los ayuntamientos para que controlen las subidas
·        Bajas de maternidad y paternidad iguales e intransferibles que llegarán a 16 semanas en 2021
·        Aumento sensible de la aportación para los dependientes (un 40%)
·        500 millones más para becas
·        Nuevo tipo mínimo del 15% para el Impuesto de Sociedades
·        Incremento de la partida para I+D+i
·        Incremento del IRPF a partir de 130.000 euros
·        Modificación en 2019 de las condiciones de los autónomos de acuerdo a sus ingresos
·        Financiación de la educación universal de 0 a 3 años con el superávit de los ayuntamientos
·        Subsidio para los parados mayores de 52 años
·        Y otros puntos varios más

Unas medidas que cuestan unos 5000 millones de euros, mientras que los impuestos nuevos subirán hasta los 7000 millones. ¡Encima con superávit! ¡Hay quién dé más!
¡Sí, se puede! Ésta sí es mi bandera. Lo demás un palo con un trapo.

Salud y República

20 mayo 2016

Varapalo al gobierno, que sigue fabricando independentistas

El gobierno del Partido Popular, por medio de la delegada del gobierno en Madrid (recordemos que Concepción Dancausa no es sino la prolongación del ministerio del Interior –Jorge Fernández Díaz-- en la comunidad madrileña) había prohibido la entrada de las banderas esteladas en el partido final de la Copa del Rey.

Y se armó, con razón, la remolina. Yo no sé si lo han hecho para tapar los continuos casos de corrupción del PP, o para demostrar, próximos a unas elecciones, que son más “españoles” que nadie, o simplemente por ese afán que tienen de prohibir por prohibir, tan corriente y tan contradictorio en quienes dicen defender ideas liberales.

Lo que está claro es que era un error. Pues pretendían, tomando esta medida política, conseguir que aflorase ese españolismo falso, al calor de esta prohibición. Y justo han conseguido lo contrario. Hasta peperos de pro, como es el caso de García Albiol, estabán en desacuerdo con la medida. Por cierto, Ciudadanos ha demostrado, una vez más que es más papista que el papa y Albert Rivera era favorable a la prohibición.
El recurso que el Barcelona y un particular han interpuesto en los juzgados de Madrid ha tenido éxito y ahora será difícil distinguir a los espectadores del Vicente Calderón, porque estarán cubiertos por innumerables banderas independentistas.

Los juzgados de Madrid han dado la razón a ese recurso, vapuleando al gobierno del PP y al fiscal que –como siempre ocurre, por algo lo nombra el gobierno— lo apoyaba.

Y es que al PP le cuesta mucho esconder esos actos autoritarios, propios de dictaduras, por los cuales, quien no piensa como ellos es un enemigo a batir, incluso con medidas o leyes injustas, cuando no ilegales, aunque se trate de conculcar derechos tan fundamentales como la libertad de expresión –véase también la ley mordaza.

Tienen todavía la concepción (Dancausa) del “palo y tente tieso” y trabajan a favor del enemigo. Con esta actuación han vuelto a darle al rodillo de fabricar independentistas, justo lo que vienen haciendo en los últimos años y justo lo contrario de lo que piensan que deberían hacer.

Es verdad que esta política anticatalanista les puede dar votos en el resto del Estado, pero cada vez cuela menos, mientras que en Cataluña, de seguir así, terminarán en ser un partido testimonial y conseguirán que el independentismo sea mayoritario.

Pero, independientemente de a quién beneficiaba, el meollo de la cuestión es que esta medida vulneraba la libertad de expresión. Era una medida de tipo político, aunque lo nieguen. La ley no dice que esta bandera esté prohibida o sea ilegal, simplemente dice que no se pueden mostrar símbolos que inciten a la violencia o a actos terroristas. La estelada, que yo sepa, --y así también lo piensa la Justicia-- nunca se ha distinguido por ser una bandera violenta. Su constante representación en manifestaciones ha sido siempre a favor de reivindicaciones independentistas pacíficas, al margen de que se esté de acuerdo con ese postulado.

Y aunque judicialmente se puede dar por cerrado el caso, el daño ya está hecho. Un daño que el gobierno debería pagar con la dimisión, como mínimo, de la delegada en la C.A.M. (aunque quien debería dimitir es quien está detrás de esta medida, el ínclito ministro Fernández Díaz) y un daño al Estado, al que este partido, de forma consciente, ha tratado de imponer sus intereses electoralistas sin importarles haber convulsionado una crisis que parecía estancada.

Salud y República

23 junio 2015

Banderita socialista, patriotismo barato

Ahí estaba con su bandera de fondo. Una bandera kilométrica. Pedro Sánchez necesita que le consideren un hombre moderado, no vaya a ser que el bolivarismo, el extremismo de izquierda, el comunismo batasuno le haya atraído demasiado y los electores le tomen por un antisistema. Él necesita más que nunca pagar el precio de sus pactos, por eso ha sacado a pasear la bandera. Por cierto, seguro que ha sido un consejo de su amigo José María Aznar, ya saben aquel que batió el récord Guinness, con la bandera de la Plaza de Colón, casi trescientos metros cuadrados de tela, del pacifista español del trío de las Azores.

Debería recordar el bueno de Sánchez que hasta las banderas más grandes se caen. Pero él no está para pensar, sino para mostrar su españolidad. Y ahí le tienen ustedes, a punto de asistir al club más poderoso del mundo, el pasado 13, el club Bilderberg –al final no fue por cuestiones de agenda, pero se excusó y apoyó al club--, el que dicen que manda por encima de gobiernos, el que más cuida a los poderosos a costa de los débiles. Todo menos enfrentarse con este club indeseado.

Y podemos hablar del apoyo socialista al TTIP, ese tratado que apoyan junto a populares a pesar de que se está elaborando en absoluto secreto y cuenta con un tribunal que antepone los deseos de las multinacionales a las decisiones de los gobiernos. ¡Otra más de este nuevo socialismo!

Pedro Sánchez y la bandera

Y lo que faltaba, ahora resulta que los socialistas han manifestado que van a apoyar a De Guindos como candidato a presidir el Eurogrupo. ¡El colmo! La flexibilidad ideológica del PSOE siempre me ha sorprendido y me sigue sorprendiendo. Bastaría con recordar las decisiones que tanto han dañado a nuestro país del ministro de Economía como para que no se apoyara a este individuo. Además, es cuestión de seguir, simplemente, todas las críticas que el mismo PSOE ha hecho a las políticas de De Guindos, para llegar a no entender esta ayuda socialista.

No cabe duda de que Pedro Sánchez y el PSOE se están empezando a creer que ellos son los reyes del mambo, porque a pesar de haber tenido los peores resultados electorales de su historia, pensaban que la cosa iba a ser peor. Y mientras que parecía que iba a desaparecer el bipartidismo, hoy aunque ha bajado, todavía sigue estando por encima del 50% (52,1%) cuando estaba en un 65%, pero se esperaba que bajara más. Y qué duda cabe que a ellos les interesa en grado sumo el bipartidismo, y el mantenimiento o, mejor, el aumento del mismo es un objetivo deseable.

Menos banderitas, menos ayuda al individuo que ha pintado de negro nuestra vida, menos apoyo a las multinacionales y más ayuda, no sólo en el programa, a los que sufren la crisis, a los que están desclasados gracias a aquel cambio constitucional –el límite del 3% del déficit--, por el que se premiaba a los bancos y se condenada a los ciudadanos.

Y claro, para eso hay que parecerse al PP. Aparentar el patriotismo, ese patriotismo de pacotilla que se resume en mostrar la bandera española, cuanto más grande mejor, apoyar a los de siempre, mantener el status quo, olvidarse del cambio y ofrecer más de lo mismo. Eso sí, con cuidado y pareciendo que se cambia, aunque se defiendan los mismos valores. Y si no, ¿cómo se puede entender el apoyo a De Guindos, el apoyo al TTIP o la presencia de la banderita de fondo? Sólo de una forma. Está concertado con el PP, coincidencia en sus políticas. Y es que entienden que el bipartidismo todavía tiene vida y lo van a defender a capa y bandera. Todo lo demás, es poco importante. El poder es el poder, y del poder al cielo.

Todo esto sin olvidar que Sánchez es el socio de Pablo Iglesias en muchas ciudades y comunidades. ¿Hay quién entiende esta política incoherente del PSOE? Y en Podemos qué dicen…

Salud y República

30 noviembre 2013

¿Qué es ofender a España?

Pues sí, la próxima ley mordaza que saldrá adelante con pocos cambios y cuya tramitación se acelera para que la gente quede amordazada lo antes posible, entre otras lindezas, además de castigarte si haces un escrache –aunque los jueces ya hayan afirmado que no es un delito—, o cuando se insulte a un policía –francamente, ¿qué pasará si es tu palabra contra la del policía? ¿quién demostrará que el insulto se ha producido? ¿el mismo policía?, o también se considera una falta con multa de hasta 30.000 euros la ofensa a España.

Así es, ofender a España te puede costar lo que no tienes. Y yo, de forma ingenua naturalmente, me pregunto: ¿Qué es ofender a España? ¿cagarse en España –es un ejemplo, no me vayan a multar— es ofender a España? ¿Quemar una bandera de España es ofenderla? ¿Gritar contra las instituciones, por ejemplo la monarquía es insultar a España? Etc. etc.

ley seguridad ciudadana

Esta ley mordaza, llamada oficialmente ley de seguridad ciudadana, ha sido elaborada por un ministro que es miembro supernumerario del Opus Dei, capaz de defender las concertinas de Melilla sin el menor rigor y sin vergüenza, de atacar al matrimonio homosexual o de comparar el aborto con ETA. Y es que está claro que se trata de atemorizar al personal, de hacerles daño, de amenazarles, de amordazarles y de hacérselo pagar caro, muy caro, a pesar de que nos quieran hacer creer, de forma irrisoria, que se trata de aumentar libertades. Ver para creer.

Miren ustedes, lo importante es saber qué se considera una ofensa para España. Y, francamente, a mí hay cuestiones que de verdad me parecen mucho más ofensivas que las que citaba en el párrafo anterior. Hoy, que ya no es un delito blasfemar –en tiempos de Franco te podían multar o meter en la cárcel por cagarte en dios—, resulta que quieren imponerte una multa exorbitada por emitir improperios parecidos con la ‘patria’, algo que suena tan rancio como pasear bajo palio.

Y es que a mi me parece que sí, que deben ser delitos ciertas ofensas a España, aunque no coincidan con las que trata de penalizar el PP. Por ejemplo, ofender a España es:

  • Cargarse el Estado del Bienestar
  • Cebarse con lo débiles en favor de los poderosos, cuando hay una crisis
  • Hacer leyes que esclavizan a los trabajadores
  • Amnistiar a los poderosos que han defraudado a Hacienda
  • Denostar y olvidarse de los dependientes
  • Salvar a los bancos con el dinero de los contribuyentes honrados
  • Permitir desahucios, dejando en la calle a familias necesitadas
  • Tener cuentas en Suiza o en otros paraísos fiscales, para no pagar impuestos aquí.
  • Incumplir a sabiendas el programa electoral para ganar las elecciones
  • Mentir asiduamente para conseguir que los ciudadanos no sepan la verdad.
  • Decir “que se jodan” o aplaudir cuando se gobierna contra los gobernados
  • Tener contabilidades B para no pagar el IVA y no cotizar a Hacienda
  • Blanquear dinero con ingeniería financiera sofisticada

Podría seguir, pero creo que son suficientes ejemplos. Y todos son ejemplos que se dan y que no se persiguen, o al menos que no se castigan como se debería.

Al gobierno pepero: Déjense de considerar ofensas a “su patria” cuestiones menores como insultar a las instituciones, quemar banderas o llevar pancartas contra ella, y sean ustedes serios. No conviertan a España en un estado policial. La libertad de expresión es mucho más amplia de lo que ustedes piensan. Elaboren leyes contra lo importante, persigan los excesos de los que nos han traído a esta crisis y que siguen actuando o delinquiendo, sin que sea delito o, si lo es, se les hacen la vista gorda.

Claro que entonces tendrían que empezar por detener y multar a muchos de ustedes, lo cual seguro que no les parecerá oportuno.

Salud y República

23 julio 2008

Los nuevos usos de las banderas

Que no me pillen con una bandera a mano y con frío porque les aseguro que mi bello cuerpo escultural se taparía inmediatamente y abrazaría el símbolo nacional sin pensar en los efluvios patrioteros que podría provocar en los ultramontanos españolistas. Y es que, qué mejor para quitar el frío que envolverse con la enseña nacional que produce ese calor patrio que tira para atrás.

A esta pobre chica mexicana, llamada Paulina Rubio, hace unos meses le echaron una multa millonaria por esto.

Que digo yo que no será para tanto. Encima de que hace publicidad de su país y nos priva de sus encantos.

Y por qué no sentarse en una bandera nacional para que nos abrigue las partes pudendas y nos sirva de colchón bello y sedoso. Pues a esta muchacha, una modelo peruana, Leysi Suárez, la quieren penalizar en su país, por injurias a la bandera.

Hay cada remilgado por ahí. Lo único que hacen estas jóvenes es aprovechar ese fuego patrio que se desprende de la bandera, a su manera.

Porque también en otros sitios se usa y nadie dice nada. Yo he visto a muchas yankis con unos pantalones y blusa con las barras y estrella y nadie se extraña. Por no citar a los y las venezolanas que utilizan su bandera como decorado de su ropa interior. Las panteletas y paracaídas (así llaman a las bragas y los sostenes) de las féminas y los interiores (calzoncillos) de los hombres se ven a menudo adornados con el estandarte nacional.

Y aquí arriba, una prueba más de que se han encontrado otros usos prácticos para las banderas (No se lo digan a Bono, que me empapela).

Yo ya he dicho a mi tía Genara que me haga una bandera de punto para el invierno y otra de lino para el verano, que son más fresquitas. Me voy a poner a la moda, porque no sé qué pueden tener esa Paulina o esa Leysi que uno no posea. Ahora sólo me falta que alguno de ustedes me regale el caballo, que yo pongo la silla. Me voy a la ducha ¡qué bochorno!

Les dejo con mi última foto probándome una bandera argentina. Era el día de la Eurocopa y se habían acabado las españolas.

Salud y República