Guia 28
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Escritoras de cine
Las reprobadas
Dicen de Jane Austen que escribía sus novelas ocultándolas en la
cesta de bordado, donde sabía que no iban a ser descubiertas por ningún
intruso varón (valga la redundancia de género).
Evitaba así los prejuicios que de las “literatas” se
tenía por aquel entonces, prejuicios que debían
mucho al papel social que se les suponía a las
mujeres: no estaba mal visto que una mujer
mantuviera curiosidad e interés por instruirse,
pero siempre que fuera con la finalidad de
convertirse en una buena conversadora y
destacar, así, en los círculos sociales de donde
salían los maridos más codiciados.
Jane Austen, según un
dibujo de su hermana Dos siglos después, la obra de Jane Austen
servirá de inspiración a la industria del cine.
Más fuerte que el orgullo (R.Z. Leonard, 1940) sigue con fidelidad el
texto original de su Orgullo y prejuicio. A pesar de ser una obra
repetidamente representada en los escenarios desde 1922, la idea de
hacer una adaptación cinematográfica todavía no se le había ocurrido a
nadie en Hollywood al principio del siglo XX. Fue el 28 de octubre de
1935 cuando la novela, por casualidad, llamó la atención del productor
Harpo Marx. Posteriores adaptaciones han intentado acercarse al mismo
texto con mayor o menor éxito: Bodas y prejuicios (G. Chadha, 2004) es
una mirada más bien libre ambientada al estilo Bollywood, y Orgullo y
Prejuicio (J. Wright, 2005), que obtuvo varias nominaciones a los
premios Oscar, Globos de Oro, BAFTA, a pesar de la controversia que
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causó el cambio del final original. Otros títulos de Jane Austen pasados
a la gran pantalla han sido Emma, Sentido y sensibilidad o Mansfield
Park, la mayoría de veces con buena acogida de público y crítica, algo
que avergonzaría a la propia familia de la escritora.
Los mismos prejuicios llevaron a las hermanas Brontë a esconder
su identidad con nombres
masculinos: Currer, Ellis y
Acton Bell eran, en verdad,
Charlotte, Emily y Anne Brontë.
De sus plumas nacieron títulos
imprescindibles de la literatura
universal como Cumbres
borrascosas (Emily), cuya
publicación dejó perplejos a los
críticos por lo novedoso de su
estructura o Jane Eyre
(Charlotte), basada en la L. Olivier y M. Oberon en Cumbres
experiencia de las cinco borrascosas, de W. Willer (1939)
hermanas en los internados, donde dos de ellas murieron de tuberculosis.
De la primera se han hecho más de diez adaptaciones al cine,
destacando entre ellas la que realizó Buñuel (Abismos de pasión, 1953),
ya en México, por su dureza y la fidelidad con la que trata el “espíritu
extremo de los personajes”, más allá de los cánones impuestos por
Hollywood. De Jane Eyre saldrían guiones tanto para teatro como para
cine y miniseries de televisión. Orson Welles protagonizó junto a Joan
Fontaine la que probablemente sea la más celebrada de todas ellas (R.
Stevenson, 1944).
Las celebradas
Por aquella época, una escritora también inglesa estaba obteniendo
una muy buena acogida por su primera novela, Frankestein o el
Prometeo moderno. Desde entonces hasta hoy, el monstruo surgido de la
mente de M.W. Shelley aparecerá en más de 50 adaptaciones
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cinematográficas y televisivas, y acabará siendo, junto a Drácula, un
icono insustituible del terror gótico. En la primera versión de 1910
(Frankenstein, T.S. Dawley), la distribuidora advierte: “Se ha intentado
eliminar con cuidado todas las situaciones realmente repulsivas y
concentrarse sobre los problemas místicos y psicológicos que se hallan
en este asombroso relato", por lo que es de suponer que, ya desde el
principio, la obra fue bien acogida principalmente por los dilemas
morales que plantea, más que por su violencia visceral. La última década
del XIX y los primeros años del XX dieron a luz a una generación de
mujeres que ya publicaban sin pudor y cosechaban grandes éxitos.
Pronto saldrían a relucir escritoras como Edith Warthon, Isak Dinesen,
Margaret Mitchell, Virginia Woolf… de las que saldrían páginas tan
celebradas como rentables para la industria del cine: Memorias de
África (S. Pollack, 1985), La edad de la inocencia (M. Scorsese, 1993),
La casa de la alegría (T. Davies, 2000), Orlando (S. Potter, 1993), La
señora Dalloway (E. Atkins, 1997), El festín de Babette (G. Axel, 1987)
o Lo que el viento se llevó (V. Fleming, 1939), que ha resultado ser la
película más taquillera de la historia del cine hasta el momento.
Una obra cuya repercusión superó los límites de lo estrictamente
literario fue La cabaña del Tío Tom, de Harriet Beecher Stowe.
Proclamada como la novela
más vendida del siglo XIX, y
el segundo libro más vendido
(sólo por detrás de la Biblia),
La cabaña del Tío Tom
contribuyó a profundizar el
debate y a ampliar la
conciencia de los
estadounidenses respecto al
sistema esclavista. Versiones
para el cine se han rodado
Fotograma de La cabaña del Tío Tom (1903) muchísimas, pero habría que
destacar que una de las primeras cintas “full-length” de la industria (esto
es, con una duración que ya llegaba a los 15 minutos) fue, precisamente,
la adaptación de esta novela por E.S. Porter, en 1903. Y en 1927, otra
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adaptación, esta vez dirigida por Harry A. Pollard, fue una de las
producciones más caras de la época.
En un polo diametralmente opuesto, Louisa May Alcott obtendría
también el reconocimiento entusiasta de crítica y público (sobre todo
juvenil) con una novela melodramática, considerada un clásico ya en su
primera edición, de 1868: Mujercitas. Musicales, series para televisión y
un sinfín de adaptaciones al cine quisieron sacar partido del éxito de
Alcott (1917, A. Butler; 1918, H. Knoles; 1933, G. Cukor, con
Katharine Hepburn y un Óscar al mejor guión adaptado; 1949, M.
Leroy, con Elizabeth Taylor; 1995, G. Armstrong, con Susan Saradon y
Winona Ryder; entre las más destacadas).
Lecturas orientadas a un público mayoritariamente juvenil que
también se volcarían al cine o televisión serán Heidi, de J. Spyri (A.
Dwan, 1937, con una prometedora Shirley Temple Black), cuya serie de
dibujos “anime” producida en Japón obtuvo un espectacular éxito, o
algunos de los libros de Frances H. Burnett (La princesita, A. Cuarón,
1995; El jardín secreto, A. Holland, 1993), que también tuvieron su
versión animada japonesa.
Pero si ha habido una escritora cinematográfica por
excelencia, sin duda alguna ha sido Agatha
Christie. Sus novelas policíacas han
acabado en la gran pantalla en
numerosísimas ocasiones: Asesinato en el
Orient Express (S. Lumet, 1974) pasa por
ser la adaptación más elogiada de cuantas se
han hecho de la obra de la dama del crimen,
pero no podemos obviar Muerte en el Nilo
(J. Guillermin, 1978), Diez negritos (R.
Clair, 1945), Testigo de cargo (B. Wilder,
1957), El tren de las 4.50 (G. Pollock,
1962) o Cita con la muerte (M. Winner, Agatha Christie
1988), entre muchas otras. Sin olvidar, por supuesto las incontables
apariciones televisivas de sus personajes fetiche: Hercules Poirot, un
atildado y algo cargante investigador jubilado, y Ms. Marple, una
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ancianita adorable que no hace más que corregir a la policía en las
investigaciones.
La televisión también supo sacar tajada de la serie de libros que,
bajo el título genérico de La casa de la pradera, escribiera Laura Ingalls
Wilder sobre las vicisitudes de una familia en la frontera occidental
norteamericana del XIX. La serie mantuvo durante nueve temporadas
(1973-1983) una audiencia de récord y volvió a la pequeña pantalla en
una nueva versión hacia el 2005.
El caso Hitchcock
Alfred Hitchcock llevó al cine un sinfín de novelas, muchas de las
cuales escritas por mujeres. Ya su primera película, Number 13 (1922),
que se creía perdida hasta hace bien poco, era una adaptación de una
novela de Anita Ros.
Títulos ya clásicos del maestro del suspense llevan firma femenina.
Así, por ejemplo, los guiones de
Jamaica Inn (1939), Rebeca (1940) y
Los pájaros (1963) son versiones de
las novelas homónimas de Daphne du
Maurier; Extraños en un tren (1951)
es una adaptación de la obra de
Patricia Highsmith; Atormentada
(1949) se basa en Under capricorn,
de Helen Simpson; The wheel spins
de Ethel Lina White llegó a España
con el título de Alarma en el expreso
Du Maurier está detrás de títulos como (1938); la novela que Marie A. Belloc
Los pájaros o Rebeca, de Hitchcock Lowndes escribió sobre Jack el
destripador le sirvió a Hitchcock para el guión de El enemigo de las
rubias (1924).
A esto tenemos que añadir, para hacer justicia, que su mujer, Alma
Reville, fue coautora de muchos de los guiones de sus películas
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(Número 17 – 1932-, El agente secreto -1936-, Ricos y extraños -1931-,
La sombra de una duda -1943-, entre otras muchas).
Best sellers
También guionista fue Marguerite Duras, nominada al Óscar con
Hiroshima, mon amour (A. Resnais, 1959). Aunque también fue
directora de cine, con más de quince títulos en su haber, muchos de ellos
volcados a la gran pantalla, a Duras se le reconoce sobretodo por su
novela El amante, con la que obtuvo el Premio Goncourt y el
reconocimiento internacional. Su versión cinematográfica no se hizo
esperar y ya en 1989, cinco años después de la publicación, empezaron
los trabajos de producción de la mano de Claude Berri. Se estrenaría en
1992 bajo la dirección de Annaud, con una tibia acogida.
Patricia Highsmith obtuvo un clamoroso
éxito con su El talento de Mr Ripley, obra con la
que ganó el Gran Premio de Literatura Policiaca
y que fue nominada para el premio Edgar a la
mejor novela. El personaje tuvo tan buena
acogida que Highsmith lo hizo aparecer en
cuatro novelas más. A pleno sol (R. Clément,
1960), El amigo americano (W. Wenders,
1977), El talento de Mr. Ripley (A. Minghella,
1999), o Mr. Ripley: el regreso (Roger
Spottiswoode, 2005) son algunas de las
películas que han aprovechado el tirón del Matt Damon como Mr. Ripley
personaje.
Hollywood se concilió con la imagen diabólica que de los
vampiros se tenía y renovó la imaginería gótica gracias a Entrevista con
el vampiro (N. Jordan, 1994), una adaptación del exitoso libro de Anny
Rice que dio luego lugar a un movimiento estético reproducido en un
sinfín de películas de contenido gótico: los vampiros se “humanizan” y
sienten pasiones enfrentadas por culpa de su propia naturaleza. Buen
ejemplo de ello lo tenemos en la saga Crepúsculo que firmaría Stephenie
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Meyer, y cuya acogida a la gran pantalla fue todo un acontecimiento
(Crepúsculo, C. Hardwicke, 2008; Luna nueva, C. Weitz, 2009;
Eclipse, D. Slade, 2010; Amanecer, B. Condon, 2011).
Escritoras de hoy
En las últimas décadas han proliferado las adaptaciones de novelas
célebres, muchas de ellas firmadas por mujeres. Son, claro, libros con
una muy buena acogida de público (aunque no siempre de crítica) que
garantizan el éxito y sirven de reclamo a los espectadores. Tenemos el
ejemplo reciente de Los juegos del hambre (G. Ross, 2012), versión del
best-seller homónimo de S. Collins, que evidencia que el cine de hoy se
está volcando de forma descarada a un público juvenil-adolescente que,
a falta de calidad en las propuestas, busca recompensa visual de efecto
rápido (directo, más bien) en la gran pantalla.
Pero la buena literatura siempre termina haciéndose un hueco entre
los clásicos del cine: El color púrpura, de A. Walker, fue premiada con
el Pullitzer en 1983, y dos años después ya se estrenaba su versión en los
cines de la mano de Spielberg,
cinta que estuvo nominada a
los Óscar en 11 categorías,
incluyendo a la mejor película.
Damage, de J. Hart, tardó poco
más de un año en saltar a la
gran pantalla (Herida, L.
Malle, 1992), y la misma prisa
se darían con otras novelas de
Fotograma de Persépolis (Paronnaud, 2007) éxito como Como agua para
chocolate, de L. Esquivel (A. Arau, 1992), The help, de K. Stockett
(Criadas y señoras, T. Taylor, 2011), Una mente maravillosa, de S.
Nasar (R. Howard, 2001) o Chocolat, de J. Harris (L. Hallström, 2000),
entre muchas otras.
Claro que abundan los casos de escritoras de enorme
reconocimiento que no han visto su obra en cartelera hasta pasados
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varios años. Así tenemos El club de la buena estrella, de Amy Tan (W.
Wang, 1993), La casa de los espíritus, de I. Allende (B. August, 1993),
El diario de Bridget Jones, de H. Fielding (S. Maguire, 2001), o, más
recientemente, Persépolis, una novela gráfica en cuatro volúmenes
escrita por la iraní M. Satrapi, y cuya versión cinematográfica (M.
Paronnaud, 2007) obtuvo varios premios.
Nuestras escritoras
En España, por supuesto, también tenemos nuestra propia
filmografía basada en plumas femeninas, y Emilia Pardo Bazán no podía
ser una excepción. De sus novelas se han
adaptado La sirena negra (C. Serrano, 1947),
Un viaje de novios (G. Delgrás, 1948), El
indulto (Sáenz de Heredia, 1960) y Los pazos
de Ulloa (G. Suárez, 1985), esta última como
serie para televisión.
Luisa Mª Linares (Tuvo la culpa Adán,
J. de Orduña, 1944, entre otras muchas),
Luisa Alberca (Lo que nunca muere, J.
salvador, 1955), Elena Fortún (Celia, serie
para televisión de J.L. Borau), Elvira Lindo
(Manolito gafotas, M. Albadalejo, 1999), Emilia Pardo Bazán
Almudena Grandes (Las edades de Lulú, Bigas Luna, 1990; Malena es
un nombre de tango, G. Herrero, 1995; Atlas de geografía humana, A.
Rodríguez, 2007, entre otras), Rosa Regás (Diario de una abuela de
verano, serie para televisión), Gloria Fuertes (programas televisivos para
niños como Un globo, dos globos, tres globos o La cometa blanca), son
algunos de los nombres propios de escritoras que se han podido entrever
en los títulos de crédito de nuestro cine.
A continuación ofrecemos una lista de las películas que tenemos en la Biblioteca i que
giran alrededor de esta guía. Entre corchetes facilitamos las signaturas con las que se pueden
localizar en nuestras estanterías tanto el vídeo como el libro.
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Hiroshima, mon amour (A. Resnais, 1960)
Después de rodar una película en Hiroshima,
una joven actriz francesa pasa su última noche en un
hotel, en compañía de un japonés. Son dos
desconocidos, pero lo que podría ser la fugaz aventura
de una noche se convierte en un intenso idilio que
hace que ella rememore un amor imposible vivido en
Nevers (Francia) unos años antes. La relación
amorosa se convierte entonces en un proceso
introspectivo a través del cual la mujer reconstruye su
pasado y revela sus sentimientos más íntimos a su
compañero. [DVD 312]
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Mansfield Park (P. Rozema, 1999)
A los diez años, Fanny Price es enviada a vivir
con sus parientes ricos a Mansfield Park. Aunque
siempre ha estado agradecida a sus tíos, tiene que luchar
para adaptarse al protocolo aristocrático y sufrir
alusiones diarias a su inferioridad por parte de sus
parientes. Y su tía Bertram es demasiado perezosa para
defenderla. El único compañero que tiene es su primo
Edmund, de quien Fanny terminará enamorándose, pero
él parece estar destinado a casarse con otra muchacha.
[DVD 1657]
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Otros títulos Película Libro
Matar a un ruiseñor (R. Mulligan, 1962) [DVD 15] [N LEE mat]
Como agua para chocolate (A. Arau, 1992) [DVD 127] [N ESQ com]
Rebeca (A. Hitchcock, 1940) [DVD 136] [N DUM reb]
El amigo americano (W. Wenders, 1977) [DVD 139] [N HIG ami]
El color púrpura (S. Spielberg, 1985) [DVD 205] [N WAL col]
Tomates verdes fritos (J. Avnet, 1991) [DVD 345] [N FLA tom]
La casa de los espíritus (B. August,1993) [DVD 554] [N ALL cas]
Entrevista con el vampiro (N. Jordan, 1994) [DVD 638] [N RIC ent]
El diario de Bridget Jones (S. Maguire, 2001) [DVD 686] [N FIE dia]
Las edades de Lulú (Bigas Luna, 1990) [DVD 703] [N GRA eda]
El diablo se viste de prada (D. Frankel, 2006) [DVD 743] [N WEI dia]
Gorilas en la niebla (M. Apted, 1988) [DVD 990] [599.883.6 FOS gor]
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