Revista Sol Nascente n15
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CONSELHO DE REDACÇÃO
CONSELHO CIENTÍFICO
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Irene Inakulo Moisés (ISCED-ISPSN) Angola
Ivone Moreira (IEP - UCP) Portugal
José Pedro Serra (FLUL) Portugal
José Saragoça (Universidade de Évora) Portugal
José Zeferino (ISPSN) Angola
Lucas Piedade Cassinda (ISPSN) Angola
Manuel Simão (UAN) Angola
Marcelino Chipa (IFTS-ISPSN) Angola
Miguel Morgado (IEP - UCP) Portugal
Olga Maria Pombo Martins (UL - CFCUL) Portugal
Pedro Cassiano (ISPSN) Angola
Renata Karina Reis (USP) Brasil
Sérgio Sardi (PUCRS) Brasil
Simão Esperança (UJES) Angola
Tadeu Weber (PUCRS) Brasil
Tarcísio Memória Eculica (ISPSN) Angola
CONSELHO DE ASSESSORES
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EDITORIAL
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A parentalidade é uma função complexa com a influência de muitos fatores. Os pais e os filhos
são construtores ativos dos seus ambientes. O processo da parentalidade envolve numerosas
interações entre a criança e o ambiente. Desde a história pessoal dos pais, às histórias das suas
famílias. A própria economia afeta a parentalidade. Por isso os pais de hoje enfrentam níveis
sem precedentes de stress social e económico.
Sabendo que existem, na sociedade atual, circunstâncias que tornam a parentalidade
especialmente desafiante, a comunidade académica tem aqui um relevante papel, cabendo-lhe
investigar, de forma a avaliar os fatores de proteção e os fatores de risco associados aos
contextos e processos de desenvolvimento humano, neste caso, os contextos mais próximos de
Huambo, tendo, como principal objetivo, com base nos resultados da investigação e na
evidência científica, a promoção, a nível nacional e internacional dessa ancestral prática de
carregar as crianças às costas, Care by Carrying, Por outro lado, também à academia cabe a
importante missão de formar profissionais que promovam o desenvolvimento saudável das
crianças com base numa Parentalidade Positiva.
No Huambo, como noutras regiões de Angola, as mães transportam as suas crianças às costas
e, desta forma, promovem, no meu entender, uma Vinculação Segura que constitui o laço
precoce, que une a criança à mãe, criando uma base segura, para o seu desenvolvimento como
criança e, mais tarde, a sua autonomia, como adulto, capaz de criar ligações fortes e saudáveis
às pessoas e ao mundo, pois a qualidade da vinculação é determinante no desenvolvimento da
criança em todos os seus domínios e é marcante na organização da personalidade.
Olhar a parentalidade através das lentes evolucionistas pode ser útil para compreender aspetos
importantes do cuidar da criança, nas sociedades contemporâneas; os diferentes estilos de criar
uma criança podem resultar de diferentes padrões de vinculação. Por exemplo, mães que
respondem contingentemente e que são responsivas aos sinais dos seus filhos relativamente às
suas necessidades, originam crianças com uma vinculação segura
As crianças que estabelecem uma vinculação segura com as suas mães, tendem a apresentar
melhores indicadores de desenvolvimento, socialização e saúde mental quando comparadas
com as crianças com vinculação insegura. A investigação tem indicado que a proximidade física
e a disponibilidade materna são fundamentais para o estabelecimento da vinculação segura.
Ora, com este tipo de transporte a mãe encontra-se numa situação em que, responder
contingentemente às necessidades da criança é, não só mais fácil, mas imperativo, uma vez que
a criança já faz parte do seu espaço relacional físico/afetivo, “perto da vista, perto do coração”.
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Cumprindo o princípio anunciado no Editorial do primeiro número da Revista Sol Nascente,
pelo seu Coordenador, Inácio Valentim, aqui deixo o desafio da investigação, no campo da
PARENTALIDADE e da VINCULAÇÃO, integre a “ação académica e formativa” do ISPSN.
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ÍNDICE
EDITORIAL .................................................................................................................................................4
ARTIGOS...................................................................................................................................................9
FILOSOFIA
¿QUÉ PUEDE SIGNIFICAR NO ESTAR ATADO A LA VIDA? SOBRE SUBJETIVIDAD Y RECONOCIMIENTO
EN HEGEL .............................................................................................................................................. .10
ANTONIO GÓMEZ RAMOS
POLÍTICA
PSICOLOGIA
ECONOMIA
DIREITO
SEMANA ACADÉMICA
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RESENHA
ANA LUÍSA MENDES DA SILVA, D. MANUEL NUNES GABRIEL. UMA VIDA CHEIA DE DOAÇÃO E
SIMPLICIDADE, LISBOA: ROMA EDITORA, 2017, 173 PÁGINAS ........................................................... 136
CARLOS ALBERTO ALVES
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FILOSOFIA
1. Un poco de historia
La carrera del concepto de “reconocimiento” durante los últimos 30 años ha sido sinuosa.
Al igual que todo buen concepto filosófico, emergió como propuesta para solucionar un
problema, pero no deja de plantear otros más complicados. Cuando inició su ascenso, a finales
de los años 70 del siglo pasado, retomado desde el idealismo alemán, el “reconocimiento” se
planteaba como un prometedor correctivo a las insuficiencias y fallas más obvias del
individualismo liberal y del contractualismo. Muchos percibían que éste, tomando como base
individuos atomizados que interactúan casi mecánicamente, se enredaba un formalismo vacío
y en aspectos procedimentales.3 Mientras, el extraordinario progreso de los estudios sobre el
Hegel de Jena había sacado a la luz los elaborados esfuerzos del joven Hegel por, primero,
comprender las comunidades como espacios intersubjetivos constituidos por estructuras de
reconocimiento, y luego, explicitar el reconocimiento, no como un tipo particular de acción o
de relación social, sino como un proceso genético de formación que va de la conciencia
individual a la conciencia universal, determinando las diversas y específicas formas de
interacción y de relación intersubjetiva por el lenguaje, el trabajo, el amor, o el contrato. La
doctrina de la Anerkennung prometía renovar la filosofía política clásica, y permitía hacer una
crítica de las instituciones desde la experiencia concreta de la conciencia, en lugar de recurrir a
1
Professor Titular de Filosofia da Universidad Carlos III de Madrid
2
Minima moralia Frankfurt, Suhrkamp, 2001, pág. 225
3
Cf. Sobre todo, Siepp, Ludwig, Anerkennung als Prinzip der praktischen Philosophie, Alber, 1979
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principios formales atemporales. En seguida se la pudo apreciar como un poderoso contrapeso
al contractualismo hegemónico en filosofía política.
En parte por esa razón, el concepto de reconocimiento como vía de reivindicación –y de
reivindicación identitaria- fue rápidamente adoptado por el campo comunitarista.4 Las políticas
de afirmación identitaria creían poder plantearse como políticas de reconocimiento de identidad
que la justicia y el bien común requerían. Y, en la medida en que la crítica hegeliana a los
presupuestos atomistas del Derecho moderno, a su unión abstracta de individuos aislados, se
inspira en la filosofía política antigua articulada en la noción de eticidad, de una totalidad ética,
Hegel podía ser relativamente asimilado a la perspectiva comunitarista o, en todo caso, a una
posición antiliberal que relega al individuo moderno a un estatuto secundario.
Ahora bien, de lo que se trataba en el Hegel de Jena, o en las reconstrucciones
contemporáneas de la noción de reconocimiento, no es de relegar al individuo a favor de un
suprasujeto comunitario, sino de elaborar una noción de individuo libre y racional que fuera,
justamente, la encarnadura del sujeto moderno. Un sujeto, en tanto que racional y autónomo,
en el que la racionalidad no se entienda como un simple cálculo de intereses, ni la libertad como
ausencia de restricciones para ejecutar los resultados de dicho cálculo. La alternativa es la
perspectiva republicana que entiende la libertad y los derechos como donaciones de la
comunidad o del Estado a la que el individuo pertenece, y que tanto se los da como se los
protege y, en última instancia, los justifica. Pero esa perspectiva, en la que los críticos ven
siempre un asomo de totalitarismo, requiere definir, a su vez, cómo se constituyen las relaciones
entre los individuos particulares dentro de la comunidad, y la relación de cada individuo
particular con el universal que es la comunidad en su conjunto. Es esa doble relación, de
particular a particular, y del particular a lo general, lo que se trata de construir con la noción de
reconocimiento.
Desde ese punto de vista, la teoría del reconocimiento suministraba vías para elaborar
concepciones políticas capaces de mediar entre el abstracto individualismo liberal, formal y
vacío, y el no menos abstracto, pero rebosante de contenido, comunitarismo.
4
vid. Por ejemplo, Charles Taylor, “La política del reconocimiento”, en Argumentos filosóficos, Barcelona, Paidós,
1997, págs. 293-334
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los últimos decenios, y ha dejado a esta incapacitada para decir nada sobre las inmensas
transformaciones que, entretanto, han ido teniendo lugar en el mundo contemporáneo: el
significado profundo de la globalización para las comunidades socio-políticas, la creciente
determinación de lo político por las dimensiones biológicas de lo humano y el consecuente
sometimiento del hombre a un poder biopolítico, la realidad del poder desnudo y de la violencia,
el retorno de la preocupación por subjetividad, individual o colectiva, frente a la limitación de
lo político a negociaciones meramente identitarias.
Del los tres, es el último punto, el que se refiere al llamado retorno del sujeto tras su
proclamada muerte en el postmodernismo y en las secuelas del estructuralismo, el que más
íntimamente concierne a la noción de reconocimiento y el que hace ver que la propuesta
hegeliana va mucho más allá de, y mucho más hondo que, el añoso debate entre comunitarismo
y liberalismo. Es posible que los otros dos temas, biopolítica y globalización, puedan ser
redefinidos en función de la noción de reconocimiento y sus tensiones internas, pero eso sería
tema de otro escrito.
Ahora, se trata de retener que la reaparición de la subjetividad como una instancia
autoreferencial, reflexiva y autónoma en algún sentido (determinar ese sentido se revelaría
como el aspecto más espinoso) ha sido uno de los motivos determinantes en el pensamiento
más reciente, y afecta a algo más que la dimensión socio-política. Desde luego, también a esta,
y, como bien sospecharon los críticos del liberalismo, cuestiones como la de la responsabilidad,
la alteridad, la diferencia, la pluralidad y la ciudadanía pasan directamente por el
esclarecimiento del lugar y la función del sujeto: la materia de la que pueda estar hecho, el
proceso de su constitución, su escisión interna y su condición plural.
¿Cómo pensar la condición subjetiva de esos individuos libres, autónomos, dotados de
cuerpo, portadores de una identidad -reivindicada con vigor en caso de existirr tendencias
comunitaristas-, y que son el elemento del mundo moderno? El problema del liberalismo es
que, para caracterizar ese individuo, apenas tiene otra referencia que el yo de la apercepción
transcendental, el sujeto noumenal kantiano. Y, al menos en el entorno de Kant, las pretensiones
fundacionalistas de todas las versiones de este –ya fuera previamente el cogito cartesiano, ya la
conciencia de Reinhold, ya la autoposición del Yo fichteano- acababan siempre enredadas en
las aporías del escepticismo y del mentalismo. ¿Qué clase de contrato social está firmando un
yo aislado, que se ve a sí mismo como último fundamento ontológico y epistemológico, pero
no está seguro de si le es posible el conocimiento de otras mentes o de algo más que los
fenómenos del mundo externo?
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Hay cierto acuerdo en que Hegel empezó a esbozar la teoría del reconocimiento de Jena
como reacción a los problemas del escepticismo planteados por Enesidemo (Schulze), secuela
contemporánea de las discusiones en torno al yo transcendental kantiano. Y por eso, hay un
paralelismo claro entre el planteamiento por Hegel de una teoría del reconocimiento como
salida del transcendentalismo kantiano y la rehabilitación reciente del concepto de
reconocimiento en los límites del liberalismo y de la democracia moderna. Hegel emprendió la
tarea de destranscendentalizar el sujeto kantiano y sacarlo de las aporías y circularidades del
subjetivismo5, planteando la intersubjetividad como núcleo de toda subjetividad efectiva
posible, y mostrando que esa intersubjetividad se da en estructuras de reconocimiento
construidas en la actividad del lenguaje, del trabajo, del amor, el contrato, el intercambio, etc.
Hoy día, la cuestión del reconocimiento6 puede que se plantee ante los callejones sin salida del
llamado relativismo cultural y de los límites del atomismo individualista que, en última
instancia, se ha ido imponiendo en la filosofía política.
Merece la pena, por ello, examinar el concepto de reconocimiento en Hegel mismo y en
algunas de sus versiones contemporáneas, esclarecerlo en la medida de lo posible, y delinear
los problemas a los que responde y los problemas que él mismo plantea o reformula. Pues,
como intentaré hacer ver, el reconocimiento, que permite esbozar una concepción pragmática
e interactiva de la subjetividad, está sometido a profundas tensiones entre lo conceptual y lo
sensible, entre lo universal y lo particular, que son propias del pensamiento contemporáneo y
de sus urgencias políticas. Es cierto, en todo caso, que la teoría del reconocimiento ni es
exclusivamente hegeliana7, ni está claro que haya tenido siempre el mismo valor dentro de la
obra de Hegel. En general, ha dominado la interpretación de que Hegel, con el tiempo, modificó,
suavizó o incluso abandonó los aspectos más originales de su concepción del reconocimiento:
en los escritos de Jena, descubre el papel del lenguaje, del trabajo y de la acción intersubjetiva
en la formación de la eticidad y, con ella de la autoconciencia; pero, a la altura de la Filosofía
5
Cf. Habermas, “Wege der Detranszentalizierung. Von Kant zu Hegel und zurück“, en Wahrheit und
Rechtfertigung. Philosophische Aufsätze, Frankfurt, Suhrkamp, 1999, págs. 186 sigs.
6
Sobre todo en los textos de Axel Honneth a partir de Kampf um Anerkennung, Frankfurt, Suhrkamp. 1994.
Conviene tener siempre presente, en todo caso, Robert R. Williams, Hegel’s Ethics of Recognition, U. of
California Press, 1997. Y, más recientemente, Italo Testa, La natura del riconsocimento, Milano, Mimesis,
2010.
7
Está presente antes en Fichte. Para una discusión comparativa entre el reconocimiento en uno y otro, vid. El libro
de Italo Testa mencionado arriba, págs. 172 sigs.
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del Derecho y de la época Berlín, la intersubjetivdad habría quedado reprimida,8 y la existencia
social y política se entendería y legitimaría, dentro de la teoría de la eticidad, como
manifestación de un gran proceso metafísico, un sujeto absoluto, etc. El neohegelianismo
norteamericano reciente, sin embargo, sugiere una visión más continuista de la trayectoria
hegeliana: no habría habido un corte entre el joven Hegel y el maduro, sino que el
reconocimiento sigue jugando el mismo papel en Jena y en Berlín para dar cuenta del verdadero
y único problema de Hegel en todo momento, que es el de la libertad.9 En el punto medio
quedaría la Fenomenología, tan difícil de encajar en el sistema hegeliano, y con ese enigmático
capítulo IV, cuya exposición del reconocimiento y de la lucha del amo y del esclavo ha sido en
muchas ocasiones la carta de presentación de todo Hegel. En lo que sigue, adoptaré esa solución
continuista, que nos permite movernos hacia adelante y hacia atrás por la obra de Hegel, pero
centrando la atención en ese capítulo de la autoconciencia, para mostrar las dichas tensiones
inherentes al reconocimiento.
3. Dos preguntas
El concepto de reconocimiento se inserta de modo natural en la dimensión social o
intersubjetiva de la subjetividad. Frente al mentalismo de la filosofía moderna de la
subjetividad, Hegel expone que los sujetos, los diferentes yoes, sólo se dan y constituyen en
presencia de, en relación a, y en interacción con otros sujetos, con otros yoes, de modo que cada
uno está literalmente atravesado y tejido por esa relación. Sostiene, además, que esa relación se
da como reconocimiento recíproco en los diferentes ámbitos de la vida (que él estudia como
trabajo, amor, contratos, intercambios, Derecho), donde una unión o reconciliación asume,
conservándola, una escisión primera. Este primer esbozo suscita, cuando menos, dos preguntas
interrelacionadas:
1) Una vez que se dice que el sujeto se constituye en el movimiento del reconocimiento,
que no es una autoconciencia trascendental de todas sus representaciones mentales, queda
todavía sin responderse propiamente qué es un sujeto como tal: cómo se da en él la reflexividad,
la autonomía, y un cierto privilegio epistémico en el conocimiento de sí mismo (no
8
Es la expresión de Theunissen: “Verdrängte Intersubjektivität in Hegel’s Philosophie des Rechts”, en
Henrich/Horstmann, Hegel’s Philosophie des Rechts, Stuttgart, 1982. Págs. 317-380.
9
Ver, sobre todo, Robert Pippin, y en concreto, “What is the Question for which Hegel’s Theory of Recognition is
the Answer?” European Journal of Philosophy, 200 8:2, págs. 155-172. O bien Pinkard, German Philosophy,
1760-1860. The Legacy of Idealism, Cambridge UP, 2002. Y, en todo caso el libro de Robert Williams
mencionado en la nota 5.
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necesariamente la autotransparencia cartesiana) que son los rasgos definitorios del sujeto
moderno. En todo caso, estas preguntas surgen cuando se intenta ver la teoría del
reconocimiento como algo más que una teoría genética sobre la formación de la identidad social
del yo. Para este tipo de teorías, ciertamente, se ha vuelto ineludible acudir a los procesos de
interacción social al estudiar la formación de la autoconciencia10; pero entender el sujeto como
el mero resultado de esa clase de procesos acaba por encerrar la pregunta filosófica en la
estrecha caja de la psicología empírica o de la antropología. Y si el sujeto es algo más que eso,
aunque lo presuponga, entonces:
2) ¿qué es lo que se reconoce en el reconocimiento? ¿Cuál es su contenido? La pregunta
se responde fácilmente cuando el sujeto se concibe meramente con un agregado de rasgos
identitarios que son por ello objeto de su reivindicación, pero justo las formas de esa
reivindicación han mostrado que esa concepción expresa una ceguera respecto a sí mismo, o
una relación falseada de la subjetividad consigo misma, y una forma, por ello, muy parcial de
reconocimiento, limitada a la autoafirmación de una particularidad presuntamente propia.
Un sujeto, por de pronto, es alguien, o algo, que puede decir yo, llamarse yo a sí
mismo.11 Quién pueda decir yo, las condiciones en las que realmente se puede decir yo, la
experiencia que se da en ello, qué más se dice y se escucha cuando se dice yo, hasta el punto
de que solo se pueda decir, o quizá se deba decir, y no de cualquier modo, yo como nosotros,
es, por de pronto, el argumento (o uno de los modos de resumir el argumento) de la
Fenomenología del espíritu. Al final de los tres primeros capítulos, la certeza sensorial, la
percepción y el entendimiento, la conciencia se ha descubierto como autoconciencia, aprende
que sólo es conciencia del mundo externo, que sólo tiene conocimiento de él, en cuanto que es
conciencia de sí misma y sabe que ella es conciencia. Con esto ha establecido una primera
relación reflexiva consigo misma que es el comienzo de toda subjetividad, pero está todavía
lejos de ser sujeto y, desde luego, de haber cumplido con la sentencia gnómica de “Cónocete a
ti mismo”. Ella sabe de sí misma, pero no se sabe a sí misma. O como dice el propio Hegel,
“conocer lo que la conciencia sabe al saberse a sí misma requiere de otras circunstancias, cuyo
análisis viene a continuación.”12
10
Véase por ejemplo, el interesantísimo Philip Rochat, Others in Mind. Origins of Social Self-consciousness,
Cambridge, UP, 2009.
11
Valga esta forma de expresar la reflexividad del sujeto, y que tomo de Marcia Cavell Becoming a Subject:
Reflections in Philosophy and Psychoanalysis Oxford, Clarendon Press, 2006, pág. 5
12
Hegel, Phänomenologie des Geistes, GW 9. Meiner, 1988, pág. 102 (trad. Fenomenología del espíritu, Madrid,
Abada, 2010, pág. 243)
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Tales circunstancias y su análisis se desarrollan durante el capítulo IV, “La verdad de la
certeza de sí mismo”; y han de hacerlo porque, de partida, la certeza de sí misma de la
conciencia no es más que la “tautología sin movimiento del “yo soy yo’”. No es aún
autoconciencia propiamente, en tanto que todavía tiene que hacerse cargo de la diferencia entre
ser conciencia de lo que era “el objeto de la certeza sensorial y del percibir” y ser conciencia de
ella misma, o tenerse a sí por objeto, y tiene que cancelar y asumir luego esa diferencia para
alcanzar la igualdad consigo misma. Es decir, a la pregunta de qué es un sujeto, en tanto que
autoconciencia, en tanto que alguien que dice yo, Hegel responde enfatizando que, sea lo que
sea un sujeto, se trata del resultado de un movimiento, de algo, pues, que se tiene que alcanzar:
el sujeto es, cada vez, un resultado que se logra, un logro13. Como tal, es contingente, falible;
y, en todo caso, el sujeto es menos una meta alcanzada que un sostenerse sobre el movimiento
en que la oposición de su saber de sí y de lo negativo de él se le va convirtiendo en una igualdad
de él mismo consigo mismo.
Que el sujeto tenga esa tarea siempre por delante, que esté siempre en ella (y hay que
contar también, desde luego, con esté siempre fracasando en ella) es lo que Hegel formula
diciendo que la autoconciencia es “deseo sin más” (Begierde überhaupt). Antes de dejarse
llevar por todas las connotaciones, a menudo lacanianas, de la palabra deseo14, debe estar claro
que para Hegel, cuando escribe Begierde überhaupt, la autoconciencia se da como una escisión
originaria que la hace ser excéntrica a sí misma. Es una constatación, por así decirlo,
perfectamente neutral, o natural, por más que sea fácil y legítimo teñirla con tintes
existencialistas, y el propio Hegel lo haga cuando, por esos años, escriba entre los aforismos
del Wastebook que “Una media remendada es mejor que media rota. Con la autoconciencia no
ocurre eso.”15 El sujeto está siempre fuera de sí. Pero el movimiento de retorno hacia sí, la
igualdad consigo mismo alcanzada, no es un círculo simple. Y ese es el movimiento de la
autoconciencia.
En todo caso, a partir de esta caracterización, la autonconciencia no puede ya
considerarse como un espectador de la conciencia, de lo que ocurre en el teatro de la mente: no
es la parte racional del alma, como podría pretender cierta imagen platónica, ni el piloto en la
13
Es Robert Pippin quien más énfasis ha puesto aquí, sobre todo a lo largo de su Hegel on Self-Consciousness.
Desire and Death in the Phenomenology of Spirit, Princeton UP, 2011
14
Por lo demás, aunque usada ampliamente –también por mí-, se ha de admitir que “deseo” no es la única, sin
siempre la mejor, traducción para Begierde. Me atengo a ella aquí, en parte, por razones de economía, y por las
razones que he dado en mi propia traducción de la Fenomenología, pág. 975
15
Hegel, Werke im 20 Bänden, Frankfurt, Suhrkamp, vol. 2, pág. 558
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nave del cuerpo, como en la antigua imagen estoica, sino que es el actuar mismo de la
conciencia en tanto que sabe que actúa, el movimiento de ese saber. Dado que ese movimiento
puede salir bien o ser fallido, la autoconciencia sólo se da como un resultado, como algo
alcanzado. Y como el movimiento siempre se reemprende, en virtud de la condición misma de
la Begierde para autogenerarse, en virtud de la escisión originaria de la conciencia, el resultado
ha de entenderse, además, como provisional.16 Como el mismo Hegel dirá durante su exposición
sobre el reconocimiento, es posible no llegar a ser nunca una verdadera autoconciencia, y
quedarse en ser nada más que “persona.”17
4. El fondo de la vida
Una simple persona es “el individuo que no ha arriesgado la vida”, y que por ello no ha
alcanzado la “verdad de este ser reconocido como una autoconciencia autónoma”. La vida, por
un lado, y la decisión de asumir el riesgo de perderla, o de “mostrar que no se está atado” a ella,
por otro, constituyen los dos polos entre los que circula el movimiento del reconocimiento y de
la autoconciencia, y la tensión intrínseca de ese movimiento. Miremos primero a la vida.
Hegel la describe como un ser externo, autónomo, que se enfrenta a la autoconciencia.
Es el recorrido cíclico de consumo y destrucción de la naturaleza, “el conjunto de todo que se
desarrolla, se mantiene en su desarrollo y se mantiene en su movimiento.” La vida configura
diferencias e individualidades que luego consume en su ciclo devorador, el cual no depende de
nada externo, sino que es la sustancia “simple y fluida del movimiento puro dentro de sí
mismo”. Este ciclo infinito, ciego y reiterado de producir y consumirse, de nacimiento y
extinción que carece de conciencia corresponde, desde luego, a las definiciones clásicas de la
naturaleza como el conjunto de lo viviente que engloba dentro de sí, en un movimiento de
generación y destrucción, a los géneros y las especies, y en el que los individuos valen en tanto
que ejemplares particulares intercambiables de una especie, faltos de toda singularidad.
La vida carece de conciencia en tanto que no es para sí (de hecho, se presenta enfrentada
a la autoconciencia que, justamente, se define como “ser para sí sin más”), pero tiene asimilada
a la conciencia dentro de sí; o, dicho de otro modo, la conciencia también es vida. Tiene la
misma estructura que ella, como se encarga de recalcar Hegel. Tiene necesidades y deseos que
satisface en el intercambio con la vida, en su metabolismo con lo que le rodea. O bien, porque
es Begierde überhaupt, la conciencia es conciencia sentiente, en directo contacto con la vida, y
16
Pippin, o.c. (2011), pág. 19
17
Phänomenologie, loc. cit. pág. 111 (ed. esp. pág. 263)
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es cuerpo. Conviene enfatizar esta condición corporal y sentiente de la conciencia abocada al
movimiento de subjetivación, o de la búsqueda del reconocimiento de su condición de
autoconciencia, porque nunca dejará de estar intrincada con todo logro y realización posible de
la autoconciencia -pertenecerá, por lo tanto, al significado del espíritu- y, por lo tanto, esa
corporalidad es igualmente individualizadora, y entra plenamente en el contenido del
reconocimiento.
Ahora bien, la conciencia, que es vida, es vida frente a la vida. “El escindirse de la
fluidez sin diferencias [de la vida] es un poner la individualidad”18, y la escisión que así se
origina como conciencia, la Begierde que ella es, es una particular diferencia dentro de la vida
misma; una escisión por la que la vida, como dice Hegel, “remite hacia algo distinto de lo que
ella es, a saber, [remite] a la conciencia para la cual es como esta unidad, o como género.”19
Esto distinto de la vida a lo que la vida remite es también vida, una vida que es género
en sí misma –no es un particular intercambiable por otros bajo el paraguas común del género,
sino, precisamente, la posibilidad de un singular o de una subjetividad-. Sabe de sí como
sometida al deseo, al ansia, de la Begierde; pero no por eso se sabe a sí (le falta, para ello,
ejecutar todo el movimiento de reconocimiento). Con ella estamos en el segundo polo, la
autoconciencia.
5. Lo que un sujeto es
El paso de la conciencia a la autoconciencia puede dar lugar al malentendido de que se
fuera a subir a un escalón superior, o a alguna suerte de instancia controladora de la conciencia
que ejecutara el movimiento subjetivizante de la reflexión. Sin embargo, no hay un salto de un
escalón a otro, sino que la autoconciencia se da como el movimiento de igualación de la
conciencia (siempre ya) escindida consigo misma. Frente a una postura naturalista que a la
conciencia como sentiente e inmersa en el ciclo de la naturaleza, y frente a la posición
transcendentalista que traza un abismo insalvable entre una y otra, en la dialéctica de la
autoconciencia se trata del movimiento que hace salir a la conciencia de la naturaleza, aunque
la tenga por presupuesto, pero sin hacer de ella una instancia transcendental separada del ser
natural. O bien, como muy plásticamente lo expresa Hegel, sale de “la coloreada apariencia del
más acá sensible” (naturalismo) y de la “noche vacía del más allá suprasensible”
(trascendentalismo), para entrar en “el día espiritual del presente”. Lo que signifique ese
18
Phänomenologie loc. cit. 106 (trad. pág. 251)
19
Ib. pág. 107 (trad. pág.253)
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movimiento es, seguramente, lo más difícil de esclarecer en todo el capítulo IV de la
Fenomenología, pero con él amanece el día espiritual del presente, y se hace posible entender
qué es un sujeto para Hegel. Está claro, además, que es ese movimiento lo que se reconoce: si
una autoconciencia sólo lo es como autoconciencia reconocida, es porque se reconoce el
movimiento y porque ese movimiento es el reconocimiento mismo.
La autoconciencia es deseo sin más, si bien “la esencia del deseo es algo distinto de
ella”20; el deseo le es extraño, y por eso es la escisión originaria de ella: “por esa experiencia le
ha venido su verdad” (ib.) de autoconciencia descentrada, de “media rota”. Y este desgarro
interno del deseo lo experimenta la autoconciencia como negación. Es más, “esta naturaleza
autónoma universal en la que la negación lo es como absoluta es el género como tal, o como
autoconciencia” (ib.). El movimiento, entonces, por el que la conciencia se hace autoconciencia
como naturaleza (vida, pues) autónoma (no dependiente, libre) y universal (porque es el género
de sí misma, no un particular intercambiable) contiene una negación absoluta.
El movimiento de la autoconciencia consiste en una absoluta negación de sí misma, pero
esa negación, dirá Hegel también, solo puede llevarla a cabo la conciencia en otra
autoconciencia que también se niegue a sí misma y que, al hacerlo, reconozca la autonegación
de la primera. Todo ello, además, de manera recíproca, pues “una autoconciencia solo alcanza
su satisfacción en otra autoconciencia”, la cual, además, para ser también autoconciencia,
deberá estar igualmente satisfecha, o ser igualmente reconocida.
Lo más difícil ahora es entender qué significa esa negación que la conciencia lleva a
cabo en sí misma, que la constituye como autoconciencia y donde muestra su autonomía. Dado
que los párrafos siguientes continúan con la lucha a muerte de las dos autoconciencias, que ha
de terminar en el reparto de papeles entre el amo y el esclavo, parece tentador entender la
historia como una parábola épica, una competición de valor entre hombres aspirantes a héroes
y dispuestos a negarse poniendo su vida en juego. El propio Hegel, en un Zusatz de la
Enciclopedia, coloca la lucha de las autoconciencias en el origen de las primeras formas de
Estado, como un paso necesario para llegar a ellas. Pero, aparte de que ello tiene poco que ver
con las formas de reconocimiento del amor, el comercio, el derecho o el estado racional de Jena,
que aun reaparecen en la Filosofía del Derecho, el significado de la negación es más profundo
que un duelo épico.
20
Ib. pág.107 (trad. 253-255)
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Tanto Robert Pippin como Terry Pinkard han argumentado21, de manera muy sugerente,
que esa autonegación del sujeto en cuanto autoconciencia debe entenderse como el
sometimiento autónomo de la conciencia a normas y criterios con los que evaluar la satisfacción
de sus deseos y conducir prácticamente su vida: su relación con los otros y con el mundo. La
conciencia, había dejado dicho Hegel en la introducción “es para sí misma su concepto [tiene
un concepto de sí misma, por eso sabe de sí], y es, por eso, inmediatamente, el salir más allá de
los límites que tiene (das Beschränkte) […] más allá de sí misma.”22 Tener un concepto es
disponer de unas reglas universales y saber a aplicarlas para unir un sujeto con un predicado y
emitir un juicio acerca del mundo externo, bien para conocerlo, bien para evaluarlo. La
diferencia, justamente, entre una conciencia y un organismo meramente sentiente está en que
aquella, como trabaja con conceptos, dispone de, o tiene la representación de, reglas y criterios
con los que evaluar su relación con el mundo y, con ello, la satisfacción de sus deseos.23 La
conciencia es autoconciencia en la medida en que tiene un concepto de sí misma, tiene normas
y criterios de carácter general, o universal, con los que evaluarse a sí misma y su conducta. El
concepto no corresponde al objeto, o la autoconciencia no corresponde a la conciencia, y esta
ha de ir más allá de sí misma, en tanto que el sometimiento voluntario a esas reglas y normas
que ella misma se ha dado –y por el que sería efectivamente libre y autónoma- la apartan a la
vez de la inmediatez de la vida orgánica en la que se halla sumida como ser sentiente y le hacen,
efectivamente, estar escindida interiormente, estar situada más allá de sí misma. La diferencia
entre el animal, mero organismo natural sentiente, y un ser racional está en que aquel está
sometido a una Begierde primaria, sobre la que no ejerce más control que el de la satisfacción
inmediata (el hambre saciada, por ejemplo, que le permite estar “centrado en sí mismo),
mientras que la conciencia racional estará permanentemente escindida por su Begierde,
descentrada y obligada a reigualarse consigo misma porque sigue normas que evalúan la
satisfacción de su deseo (la saciedad del hambre va ligada a la criterios culinarios propios sobre
21
Pippin, o.c., Pinkard, The Sociality of Reason. Hegel’s Phenomenology, Cambridge UO, 1996., y “Reason,
Recognition and Historicity”, en Merker, Quante, (eds.) Subjektivität und Anerkennung, Mentis, Padedorn,
2003
22
Phänomenologie, loc. cit. 57 (trad. pág. 151).
23
Un ser primario natural inmerso en la vida satisface inmediatamente su deseo, sin mayor criterio; pero ya un
niño que pide un helado no admite que le entreguen otra cosa, porque tiene criterios sobre la satisfacción de su
deseo. El ejemplo es de Pirmin Stekerle Weithofer, en “Wer ist Herr und Werr ist Knecht?”, en Vieweg, Welsch,
Hegels Phänomenologie des Geistes. Ein Kooeprativer Kommentar zu einem Schlüsselwerk der Moderne,
Frankfurt, Suhrkamp, 2008, pág. 216.
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la calidad de la comida, la del apetito sexual a normas propias de relación intersubjetiva, normas
que tienen una dimensión afectiva, biográfica, estética, sensual, etc.). Por eso, la conciencia va
más allá de sí misma y no encontrará la calma hasta que su sometimiento voluntario a normas
racionales coincida con su propia acción; pero eso no puede hacerlo ella sola, sino solo –aquí
estaría la gran novedad de Hegel frente a Kant y la tradición subjetivista- en un entramado
intersubjetivo de reconocimiento.
La negación que la conciencia lleva a cabo en sí misma, entonces, consiste en vincularse
a normas universales con las que se compromete, en convertirse en un ser normativo que, como
tal, no está atado a la inmediatez de la vida, sino que se sitúa más allá de ella. No se trata
exactamente de una ruptura, ya que es la vida misma quien remite o envía hacia ese ámbito
normativo24; pero sí de una transformación de la vida que tiene lugar en la vuelta sobre sí misma
que da la conciencia una vez que –como no podía ser menos tras su paso por la certeza sensible,
la percepción y el entendimiento- tiene normas, la capacidad de representárselas y el
sometimiento a ellas. Cuando la vida remite más allá de si misma, no es a una vacía noche
suprasensible, sino a la conciencia de la existencia de normas por las que la conducta sensible
se guía: y aquí empieza la libertad, el espíritu, “el yo que es el nosotros y el nosotros que es
yo”, el día espiritual de presente.
Esa transformación de la vida es una pulsión dirá Hegel más tarde, para “mostrarse como
un sí-mismo libre, existir para el otro como tal“25; y este mostrarse libre, que es lo mismo que
darle existencia a la propia libertad (uno no puede mostrarse libre sin serlo, como no puede
fingir que sabe nadar) equivale a cancelar y asumir la inmediatez que es la propia “corporalidad
de la autoconciencia, en la que ella tiene su propio sentimiento de sí, su ser para los otros y su
relación que le media con ellos“. Tendremos que volver enseguida sobre esta “corporalidad” y
ese „sentimiento de sí mismo“; por ahora, podemos cerrar este primer círculo del
reconocimiento a partir de la interpretación de la negación como sometimiento a una
normatividad.
Lo que Hegel viene a decir es que el movimiento de retorno de la conciencia sobre sí
misma en el que se constituye como autoconciencia corresponde al hecho de que cada
conciencia, en tanto que conciencia individual autónoma, tiene sus propios criterios sobre la
24
Lo que daría pie a hablar de un naturalismo hegeliano, como en Pinkard, Hegel’s Naturalism. Mind, Nature and
the Final Ends of Life. Oxford UP, 2012, el libro de Testa antes mencionado o bien, Rocco Lozano, V.,
"Filosofia e diritto romano all'alba di un nuovo mondo", en Rocco Lozano, V., y Sgarbi, M., (eds.), Diritto e
storia in Kant e Hegel, Pubblicazioni di Verifiche, Trento, 2011.
25
Enzyklopädie der philosophischen Wissenschaften (1830), Hamburg, Meiner pág. 351, § 430.
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satisfacción de sus deseos y, por tanto, sobre la norma de sus acciones. Tener criterios implica
una negación de la propia inmediatez y abre el espacio de la libertad, pues la posesión de
criterios y normas, así como la propia autoridad sobre los mismos, es lo que pone a la
autoconciencia más allá del mundo animal, de la vida meramente orgánica. Es esa autoridad
sobre los propios criterios y normas lo que se llama autonomía, y es lo que se debe mostrar en
la lucha por el reconocimiento, lo que se quiere ver reconocido.
Lo que el otro reconoce en mí, entonces, es mi autoridad sobre mí mismo, mi no ser un
mero animal, un simple miembro de la especie en el ciclo de la vida, sino un género en mí
mismo, un universal concreto aquí: un ser singular. O bien: mi no ser una mera persona –
recuérdese el desprecio con el que Hegel trata ese apelativo-, alguien que lleva ese título por el
hecho de haber nacido dentro de un sistema jurídico, pero que no ha arriesgado la vida en cuanto
que no se ha negado a sí mismo para someterse a criterios y normas que él mismo se de. Es la
autoridad sobre sí mismo, su propia autonomía, lo que yo reconozco en el otro. Por eso, cuando
la autoconciencia descubre que sólo puede llegar a la satisfacción (o al reconocimiento) en tanto
que el otro, el objeto autónomo que tiene enfrente, y que forma parte de la vida, “lleve a cabo
él mismo la negación en él”26, no está pidiéndole que se suicide , ni está pidiéndole su deseo
(como en la manida interpretación lacaniana del deseo del deseo del otro)27, sino que está
descubriendo que, para su propia libertad, se trata también de la libertad del otro, de su
condición de ser normativo también. La reciprocidad del reconocimiento es una reciprocidad
de la libertad. En última instancia, Hegel está diciendo, y lo repite durante toda su obra, que
sólo cuando todos sean libres y reconocidos habrá sujeto libre, autónomo y racional, y lo será
cada uno. Pero seguir por ese camino nos apartaría del que estamos siguiendo ahora, y nos
llevaría a las condiciones políticas e intersubjetivas del reconocimiento, a las que sólo
aludiremos al final. Por ahora, lo que sí queda claro es que únicamente en presencia de otra
autoconciencia puede una autoconciencia llegar a reconocerse y adueñarse de sus propios
criterios y normas, que son los que le dan conciencia de sí. Los criterios y normas, de carácter
universal, en tanto que tienen forma lingüística, que son simbólicos, requieren que haya otro
que los reconozca como mis propios criterios, y que me reconozca a mí como teniéndolos.
Hegel estaba anticipando el argumento de Wittgenstein contra los lenguajes privados: nadie
26
Phän, loc. cit. pág.108 (trad. loc. cit. pág. 255)
27
Para una crítica de la expresión lacaniana (y para una interpretación decisiva de todo el texto hegeliano), debe
verse Gadamer, “Hegels Dialektik des Selbstbewusstseins”, en Hegels Dialektik, Tübingen, Mohr, 1980, págs.
49-65 (trad. de Félix Duque en La dialéctica de Hegel, Madrid, Cuadernos Teorema)
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puede tener reglas para sí mismo solamente. Desde el momento en que reconoce una reglas
para seguirlas, necesita que haya otros que reconozcan las reglas (deben poder hacerlo, pues
son universales) y, sobre todo, que le reconozcan a él como a alguien que sigue reglas
(universales) que se ha dado (para sí), que le reconozcan, pues su libertad. “Sólo en presencia
de otro mi relación conmigo se hace normativa, y no es mera expresión de un deseo animal.”28
28
Pippin,o.c. (2011), pág. 67
29
Enzyklopädie, loc. cit. § 435, pág. 353.
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La posición universal alcanzada por el siervo, la perspectiva desparticularizada del
pensar, se había formulado ya muchas veces en la historia de la filosofía. Poder mirar las cosas
desde fuera de uno mismo, desatado de los propios condicionamientos particulares, es justo lo
que Kant había llamado la segunda máxima de la sabiduría (y coincide en esta denominación
con Hegel en el parágrafo de la Enciclopedia citado más arriba): poder “pensarse en el lugar de
otro”30. Es la capacidad que corresponde a la facultad de juzgar. Kant la suele mencionar
siempre justo después de la primera, la de “pensar por sí mismo”, que corresponde a la noción
de autonomía y a la que Hegel calificaba, con algo de ironía, como un “pleonasmo” 31, pero
sabiendo –de eso se trata en toda la cuestión del reconocimiento- que esta primera y pleonástica
máxima, va solidariamente unida a la segunda. Lo que Kant describía como la capacidad para
pensarse en el lugar de otro, esa mente, o mentalidad ampliada (erweiterte Denkungsart) que
permite a quien la tiene "apartarse de las condiciones privadas y subjetivas del juicio para
reflexionar desde un punto de vista general (que sólo pueden determinar porque se ponen en el
punto de vista de otros) sobre su propio juicio"32 es la que ha de alcanzar el sujeto libre, racional
y autónomo que ha entrado en las estructuras del reconocimiento. O a la inversa, ya en la
perspectiva de Hegel, sólo en el tejido del reconocimiento, en su entramado institucional de
familia, sociedad civil y Estado, todo él trabajosamente realizado en la historia, se produce esta
mentalidad ampliada capaz de ver las cosas desde el punto de vista universal. La atención a los
estratos institucionales de esa universalidad y a su historicidad es lo que diferencia a Hegel del
“meramente” liberal Kant. En cualquier caso, fuera o dentro de las instituciones –y la alternativa
no es secundaria, como tampoco qué instituciones deban o puedan ser, pero sobre eso
volveremos luego-, sólo quien posee capacidad de juzgar, y no es un idiota (en sentido
etimológico) aferrado a su inmediata subjetividad privada, forma parte como ser autónomo de
la comunidad humana. Desde luego, de la comunidad política, pero porque primero lo es de
cualquier nosotros y de cualquier forma de espíritu. Sólo entonces, él puede decir yo. Y por
eso, ya no sólo él.
En este punto, tras lo que hemos considerado en los últimos parágrafos, podría darse por
respondida en primera instancia la primera pregunta. Un sujeto, o la conciencia que ha
convertido en verdad la certeza de sí misma como autoconciencia, es una autoconciencia que,
30
Kritik der Urteilskraft,en Kant, Werke, Frankfurt, Suhrkamp, vol X, § 40, pág. 226.
31
Enzyklopädie. Loc. cit. 57 §23 “Pues nadie puede pensar por otro, igual que no puede comer o beber con otro..
– En el acto de pensar (Im Denken) se halla de modo inmediato la libertad.”
32
Kant, loc. cit, p.227.
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en virtud de un proceso de formación, ha logrado asumir la escisión interna de su deseo de tal
manera que ha alcanzado el punto de desatarse de la inmediatez de la vida natural para
vincularse a normas y criterios con los que guiar y evaluar su propia práctica, y esa vinculación
propia es el significado de su autonomía y de su libertad. Como esos criterios son de carácter
universal, la autoconciencia sabe adoptar el punto de vista general y distanciarse de su propia
particularidad y de la de los otros, a los que reconoce como autoconciencias racionales con la
misma capacidad universalizadora que ella. Pero también, como esos criterios y normas son de
carácter universal, el sujeto no lo es si otros no lo reconocen como alguien vinculado
autónomamente a dichos criterios y normas, reconociéndole autoridad sobre sí mismo; lo cual
solo sucede si el sujeto, por su parte, hace lo propio con los otros sujetos. Por supuesto que,
como respuesta, ésta es sólo una primera aproximación, que deja muchos puntos por desarrollar:
¿Qué clase de normas y criterios son? ¿En qué consiste la vinculación de la autoconciencia a
ellas? ¿De qué modos se realiza eso institucionalmente, y hasta qué punto es preciso que lo
haga? ¿Cómo queda asumida la vida en esa autoconciencia desatada de ella, pero que es solo
un logro contingente y finito en cuanto individual? ¿Cómo es la autoconciencia general en
cuanto comunidad de autoconciencias realizadas y reconocidas, y cómo están cada una de estas
en aquella, o cómo es el espíritu y cómo están en él los individuos formados en cuanto un
nosotros?
Queda fuera del campo de este trabajo desarrollar todas esas preguntas. Para los fines
de este artículo, bastará que retengamos esa primera y limitada respuesta sobre la definición de
sujeto, para abordar la segunda pregunta por el contenido del reconocimiento. Veremos que no
tendrá una respuesta unívoca, pero que la tensión interna que se nos va a revelar en la respuesta
es igualmente relevante para la definición de sujeto y para los planteamientos políticos con los
que empezábamos.
¿Qué es lo que se reconoce en el reconocimiento? ¿Cuál es el contenido del
reconocimiento? El reconocimiento es un movimiento de las autoconciencias, o un movimiento
de las conciencias para llegar a verse mutuamente como autoconciencias, y lo que ellas se ven,
lo que se reconocen entre sí, es su respectiva autoridad sobre sí mismas como seres normativos
desatados de la inmediatez de la vida, de la existencia particular. Es decir, lo que se reconoce
del otro es su autonomía, su autoridad sobre sí mismo para actuar según normas y criterios
propios. No se le otorga reconocimiento a lo que sigue ciega, automáticamente a un instinto -
aunque sí apreciamos, por ejemplo, en una forma primitiva de reconocimiento que da
fundamento a nuestro aprecio por ellos, las formas propias en que los animales siguen ciertos
hábitos propios para llevar a delante su existencia-. Tampoco le otorgamos reconocimiento,
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sino desprecio, a las personas de carácter servil, que obedecen sin rechistar lo que otros ordenan.
Pero, justamente, el desprecio testimonia del reconocimiento que quisiéramos otorgar, que nos
parece que deberíamos otorgar, tratándose de seres humanos, pero a lo que hemos de renunciar
en vista de su comportamiento. Lo que reconocemos, pues, no son las normas del otro; de hecho,
es habitual que estemos en desacuerdo con ellas. O puede que coincidan con las nuestras, pero
que él, falto de reflexión, las tenga a causa de su servilismo hacia alguien, y le neguemos por
ello el reconocimiento. No reconocemos sus normas, sino su capacidad de actuar libre y
autónomamente según normas.
Con ello, se reconoce su capacidad para adoptar un punto de vista general, para desatarse
de la inmediatez de la vida. Pero, si sólo fuera eso, el reconocimiento sería abstracto y vacío.
Reconocer a alguien como interlocutor porque está dotado de lenguaje y capacidad de hablar
es otorgarle todavía un reconocimiento insuficiente. Es el reconocimiento abstracto de su
humanidad, de la pertenencia a la especie. Todavía Aristóteles, en un ambiguo pasaje, que tanto
nos admira como nos solivianta, le podía negar reconocimiento al esclavo, pues es un
“instrumento dotado de alma”, pero, a la vez, se lo otorgaba, en cuanto que “no hay amistad
hacia un esclavo en cuanto esclavo, pero sí en cuanto ser humano. Porque parece existir una
cierta justicia entre todo hombre y todo el que puede participar en una comunidad donde hay
ley o convenio, y, por tanto, también amistad en la medida en que cada uno de ellos es
hombre.”33 Este reconocimiento indiferenciado, que se limita a la humanidad universal y
abstracta que inhiere en cada individuo, obviando su singularidad, amenaza lo mismo con
disolverlo en una comunidad homogénea, cuando no totalitaria, que con satisfacerse en la
atribución abstracta de unos derechos formales universales sin condiciones de realización en la
práctica, como ocurre en el liberalismo atomista que Hegel siempre tuvo en el punto de mira.
Al margen de esas dos consecuencias extremas, y cierto punto coincidentes34, no cabe duda de
que ese reconocimiento abstracto es lo mínimo que se puede esperar de cualquier sistema
jurídico y de las relaciones interpersonales externas.
Sin embargo, el objeto del movimiento de reconocimiento no puede ser ese
reconocimiento universal de la humanidad, de la pertenencia al género humano. La tesis fuerte
de Hegel es que un sujeto solo llega a la conciencia de sí mismo cuando entra en relación de
reconocimiento con otro sujeto; y la conciencia de sí mismo a la que llega un sujeto, la
33
Etica a Nicómaco, 1161b 3 ss. trad. de J. Pallí, Gredos, pág. 343
34
Como se muestra en el capítulo sobre el Terror en la Fenomenología, donde libertad absoluta y terror están en
conexión necesaria.
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autoconciencia que alcanza, es en cuanto él mismo, no en cuanto ser humano abstracto.
Reconocerse a sí mismo como ser humano –y ya por ello, digno de respeto y de estima- puede
ser el comienzo de un proceso de subjetivación (por ejemplo, en personas con una historia de
humillación y sometimiento extremos), pero en modo alguno es el lugar de llegada. Y cuando
alguien pide al otro que le reconozca como ser humano, le está pidiendo muy poco, realmente
lo mínimo: la pertenencia a un género universal.
Lo máximo es ser reconocido en cuanto uno mismo, en cuanto el acontecimiento del
logro subjetivo que uno es. En cuanto que no pertenece a un género universal, sino que, como
dice Hegel, es tal género como tal, un universal para sí: único en su género. En la terminología
lógica de Hegel, se trata de ser reconocido como singular (einzeln): no ya el mero ens
singularis, intercambiable por otros en el grado más bajo de la serie de species, genus, ens
singularis, sino el universal concreto que es todo individuo en tanto que distinto de todos los
demás individuos, pero –y porque- crecido y formado en el seno de una comunidad universal.
Como ha visto Habermas, cuando Hegel reconfigura la antigua clasificación aristotélica de
species, genus, ens singularis, la nueva estructura lógica que resulta de esa reconfiguración en
universal, particular, singular, se sostiene en el movimiento del reconocer. Sólo a partir de
Hegel35 la expresión singular, o individuo singular (der Einzelne) está cargada con el
significado de un ser humano totalmente individualizado, en cuanto él mismo, y no como un
ejemplar intercambiable e indistinguible. Los tres conceptos de la lógica tradicional se
correlacionan ahora con los tres aspectos bajo los cuales se reconocen recíprocamente los
individuos socializados: como personas en general, o universal, iguales a todas las otras
personas en los respectos esenciales; como miembros particulares que comparten los rasgos de
su comunidad con otros; y como individuos singulares distintos ya de todos los demás
individuos, “únicos cada uno en su genero”, por así decirlo. Mientras que lo primero da lugar
al reconocimiento abstracto, externo, sólo lo último produce el reconocimiento del singular en
cuanto singular, del sujeto en su peculiar y única condición subjetiva. Lo que se reconoce, pues,
en cada caso, no es una condición universal, sino una singularidad.
Ahora bien, esta singularidad, esta unicidad en su género que es cada autoconciencia
reconocida, la concreta “escisión en la fluidez sin diferencias” que era el poner(se) de cada
individualidad, reconocida en cuanto se desapega de la vida, que se muestra en la adhesión libre
a normas universales, es, sigue siendo, vida36. Es “corporalidad en la que mantiene su
35
Habermas, o.c. pág. 200
36
O, por expresarlo de otro modo, en la versión de Stekerle-Weithöfer (cierto que una versión intrapersonal de la
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sentimiento de sí”, y no salta por eso fuera de la vida; sino que, en el movimiento de igualación
consigo misma sobre la propia escisión de su deseo, la autoridad de la autoconciencia sobre sí
misma, su capacidad, en cuanto ser racional, de pensar y de juzgar desde una perspectiva
universal, está ligada en cada caso a una escisión propia, a una forma individual de ser
desequilibrado el yo por el deseo. Dicho de otro modo, la negatividad de la conciencia por la
que va a iniciar el movimiento circular de su experiencia y su formación es, en cada caso, propia
suya, y esa exclusividad de ella no queda borrada por su ascenso a la universalidad, sino que
debe quedar recogida. La singularidad alcanzada por la autoconciencia reconocida se compone,
entonces, de una capacidad para lo universal (normatividad) desde una escisión única e
irreductible del deseo sobre la que se “pone la individualidad”; o bien, lo que se reconoce
propiamente no es un género universal, sino una respuesta subjetiva única (por la vía de la
formación y la ganancia de racionalidad) a una, por así decirlo, herida concreta de la vida: la
que empieza por ser cada individuo.
7.Dificultades finales
En cierto modo, con esto queda respondida ya nuestra segunda pregunta, acerca del
contenido del reconocimiento. Y, en cierto modo también, puede parecer una respuesta
alentadora, incluso edificante, desde el punto de vista de las relaciones intersubjetivas, o incluso
terapéuticas. Dos individuos o más, se reconocen mutuamente hasta formar una comunidad en
tanto que cada uno reconoce del otro su deseo –dónde le duele, diríamos coloquialmente- y su
singular manera de responder a ese deseo en una suerte de construcción intersubjetiva de
normas comunes. O bien, terapéuticamente, cada sujeto se da como la respuesta a una condición
traumática única; el reconocimiento de esa respuesta, en la medida en que ésta sea capaz de
establecer vínculos sociales que a su vez implican reconocimiento de los otros, tiene el carácter
de una cura.37 Cabe pensar que hay aquí bosquejada, entonces, una conciencia general o
universal como reconocimiento recíproco completo y libre por el que uno “afirma su saber de
sí mismo en el otro, teniendo cada uno de los cuales absoluta autonomía pero, en virtud de la
negación de su inmediatez o su deseo, no se diferencia del otro”.38
lucha de las autoconciencias), loc. cit. pág.229: “Hegel indica que, al final, el cuerpo siempre gana.”
37
En un sentido creo que parecido, Honneth interpreta la Sittlichkeit como terapia para las insuficiencias o
patologías de las formas abstractas de subjetividad (a saber, derecho abtracto y moralidad). Vid. Honneth,
Leiden an Unbestimmtheit, Stuttgart, Reklam, 2001, págs..70-79.
38
Enzyklopädie, loc. cit.. § 436, pág. 353. Estado que podría darse entre dos personas, o tendencialmente, en la
humanidad entera.
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Pero, aparte de esta lectura fácil y casi consoladora, es imposible ignorar las dificultades que
brotan de la fortísima tensión inherente a este movimiento del reconocer. Es una tensión, como
se colige de los resultados de los dos últimos puntos, o de las respuestas a nuestras dos
preguntas, entre la individualidad de la escisión del deseo y la universalidad de la perspectiva
que cada sujeto singularmente alcanza. Podríamos decir que estas dificultades se pueden
plantear de dos maneras interrelacionadas. Una primera es la posibilidad de algún tipo de
institucionalización o, cuando menos, plasmación social del reconocimiento entendido de ese
modo. Y es notorio que el interés de Hegel en esto fue cualquier cosa menos secundario, toda
vez que él no distinguía el proceso de reconocimiento de la realización de una comunidad ética
plasmada institucionalmente. La segunda dificultad es decidir, por así decirlo, el punto en que
se produce el reconocimiento dentro del movimiento circular que los sujetos recíprocamente
realizan, o si se quiere, a partir de qué nivel de realización de autoconciencia debe darse
efectivamente el reconocimiento: si ya en el nivel de la “nuda vida” o sólo en el de una
autoconciencia formada y autorrealizada en un complejo pragmático de interacciones con otro
sujetos. En el marco de la filosofía madura de Hegel –y con esto enlazamos con la primera
dificultad- esas interacciones habrían de tener lugar en el marco de la eticidad, y en los niveles
de la familia, la sociedad civil y el Estado. Ambas dificultades, como es obvio, hunden sus
raíces en el cuestionamiento de la política que mencionaba al comienzo de este trabajo. Sin
pretender una respuesta para ellas, voy a concluir éste desarrollando más cada una de ellas y
explorando sus implicaciones mutuas.
La posibilidad de una estructura institucional que acoja y realice el movimiento del
reconocimiento tal como se ha revelado en nuestro análisis plantea menos problemas teóricos
en el sentido de que la respuesta es muy sencilla desde el punto de vista contemporáneo: no.
Hay, ciertamente, las llamadas políticas del reconocimiento. Se plantean como una
sensibilización de los poderes públicos para con las particularidades de la diversidad humana,
a fin corregir los efectos injustos que resultan de discriminaciones por alguna causa social,
histórica, biológica, cultural, religiosa, económica, de género u otra. Al hacerlo, pretenden
superar lo que veíamos como reconocimiento abstracto y vacío de la universalidad (propio de
la postura liberal) y atender a las particulares dificultades con las que los sujetos han de abordar
la construcción de su existencia. Pero es obvio que sólo pueden alcanzar el nivel de lo particular,
del grupo humano determinado del que el individuo (un discapacitado, por ejemplo) forma
parte. No es concebible, ni tampoco de deseable, que tales políticas lleguen hasta la singularidad
irreductible de un individuo concreto –su propia elaboración subjetiva de su discapacidad, por
seguir con el ejemplo-, por más que puedan estar abiertas o ser flexibles ante excepciones.
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Hegel era en este punto menos unívoco de lo que pudiera parecer a primera vista. Desde
luego, por un lado, la eticidad en la que se constituye el espíritu objetivo consiste en un
entramado de instituciones que se producen históricamente y en las que se vehiculan los
procesos de reconocimiento por medio de los cuales, y sólo por ellos, los individuos cumplen
con su tarea de autorrealizarse o, con el vocabulario que hemos utilizado aquí, convertirse en
sujetos. Precisamente, lo que distingue a Hegel de Kierkegaard y otros filósofos del individuo
es que su reivindicación de la individualidad –no menos intensa que en aquellos- va
acompañada de la convicción de que esa individualidad sólo se realiza plenamente y se
encuentra consigo misma por un despliegue teleológico que tiene lugar en en el marco de
mediación de procesos sociales, y no fuera de ellos, separado de ellos.39 Por eso podía concebir
una conciencia general que fuera un reconocimiento recíproco completo.
Por otro lado, sin embargo, Hegel podía concebir muy bien, en pasajes determinantes,
formas de relación intersubjetiva en las que se realiza el movimiento de reconocimiento de la
singularidad tal como lo hemos bosquejado, y negarles una plasmación institucional en el
momento decisivo. La amistad, por ejemplo, aparece en la Introducción a la Filosofía del
Derecho como paradigma del “estar consigo mismo en el otro”, de comunidad ética y de
“concepto concreto de la libertad”, pero luego no tiene mención en el ámbito de la Sittlichkeit,
toda vez que aquí sólo se plantean instituciones con un anclaje jurídico en el Estado. 40 Más
llamativo aún, y más elocuente por la forma enigmática de plantearse, es la ausencia de todo
marco institucional, o el carácter casi estrictamente privado, en tono menor, que encontramos
en el final de la narración del espíritu en la Fenomenología. Toda esa narración, al menos a
partir del capítulo sobre la realización de la conciencia por medio de sí misma, puede
entenderse como una sucesión de figuras patológicas que tratan de encerrarse en su subjetividad
unilateral y fracasan porque eluden el momento intersubjetivo de la integración social y el
correspondiente proceso de reconocimiento. Pero, sorprendentemente, esa serie, que recorre
toda la Edad Moderna hasta la contemporaneidad de Hegel, no culmina en ninguna construcción
institucional, ni en algún género de foro público, sino en la escena privadísima del perdón y de
la reconciliación entre quien había actuado y el duro corazón.41 En todo caso, el “yo efectivo,
39
Theunissen.Selbsverwirklichung und Allgemeinheit, Berlin, 1982, p.2
40
Grundlinien der Philosophie des Rechts, en Werke in 20 Bände, Frankfurt, Suhrkamp, vol. 7 § 7, pág.57.
41
Podría decirse, incluso, aprovechando la comicidad de que Hegel hace uso en todo el libro, que el ayuda de
cámara es quien mejor puede vislumbrar la subjetividad del héroe, los trabajos de su autoconciencia: es ante él
ante quien el héroe se ve reconocido.
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el universal saberse a sí mismo en su absoluto contrario”42, la narración se queda “colgada”43,
sin sugerir ninguna solución institucional, ni proporcionar los medios para imaginarla. Como si
Hegel supiera que ninguna institución podría intervenir y regular la comunidad de dos
individuos que se han reconocido hasta el punto de perdonarse.44
Estos dos ejemplos ponen de manifiesto que se pueden concebir procesos de
reconocimiento y de constitución de las subjetividades que tienen lugar antes, o fuera de,
marcos institucionales. La sospecha de muchos lectores contemporáneos (como Honneth o
Theunissen45) y, seguramente, también lo era de la izquierda hegeliana, es que la estructura
institucional positivizada acaba por reprimir la acción intersubjetiva y ahogar los procesos de
reconocimiento. Precisamente por eso, la vía de salida de esta dificultad está unida a la que
mencionaba en segundo lugar: ¿es la autoconciencia que se satisface en el reconocimiento de
otra autoconciencia un sujeto ya constituido en interacciones con otros sujetos reguladas por
marcos institucionales establecidos (un cónyuge, un agente económico en la sociedad civil, un
ciudadano)? ¿O debe localizarse en otro estrato de la subjetividad, quizá en su condición de
viviente? Ciertamente, debe estar claro, antes de abordar la pregunta, que en el primer caso no
se trata de alguien que fuera formalmente conyuge, burgués o ciudadano (cosa que puede serlo
cualquiera), sino de alguien que, en cada uno de esos ámbitos, hubiera logrado elevarse por
encima de la inmediatez de la vida para autorrealizarse con una perspectiva universal, y ser
reconocido como tal dentro de la respectiva comunidad institucionalmente establecida.
Tal como hemos visto, el reconocimiento lo es de la singularidad, y esta viene a expresar
el trabajo por el que el sujeto alcanza una perspectiva universal a partir de la escisión suya y
propia -la Jemeinigkeit de su Dasein, diría Heidegger- de su deseo, de su inserción individual
en la vida. Esto es, el reconocimiento está tensado, de un lado, por la tendencia hacia el carácter
universal que el sujeto alcanza y, del otro, por la atención a la condición viviente, corporal, en
la que el sujeto se origina a partir de su deseo. Cada uno de los dos polos tiene una forma
degradada de realizarse, por la que el reconocimiento fracasa. El primero, puede fácilmente
degenerar, como hemos visto, en el universalismo vacío y formal de un reconocimiento
42
Phänomenologie loc. cit, 362 (trad. loc. cit, pág. 773)
43
La expresión es de Pippin, quien ofrece una posible interpretación de esto en “Recognition and Reconciliation.
Actualized Agency in Hegel’s Jena Phenomenology”, en Degliorgi, Kat. Hegel. New Directions, McGell Press,
2006.
44
En qué medida pueda hablarse entonces de una “institución pública del perdón” sería otra cuestión aparte, y no
de segundo orden.
45
En las obras citadas más arriba, notas 7 y 36.
Página 31 de 144
abstracto que ignora la singularidad. El otro polo contiene toda la inmediatez de la vida, y tiene
un carácter prerreflexivo, preconceptual, refractario a la racionalidad que implica todo
reconocimiento. Por eso, puede suscitar fácilmente la denegación del reconocimiento y devenir
lo que, en la tradición posthegeliana, se ha llamado reificación: lo que no es reconocido como
racional, es tratado como cosa, como un mero objeto de uso. Quedan así claramente definidas
las dos formas fallidas de reconocimiento: reificación y abstracción formal. La forma lograda,
en cambio, no está definida del todo. La adecuación al primer polo, el carácter universal del
sujeto autorrealizado en procesos intersubjetivos determinados, conlleva, sobre todo en el
planteamiento de Hegel, un marco institucional que amenaza con desatender el segundo polo,
el de la subjetividad viviente no realizada según ciertos patrones institucionales, o realizada
fuera de ellos, o no realizada, sin más. Es esta posible desatención la que ha suministrado sus
argumentos a casi todos los críticos de Hegel, desde Kierkegaard hasta Levinas.
Y, sin embargo, nuestra lectura del capítulo IV de la Fenomenología ha mostrado como
el desatarse la autoconciencia de la vida que consituye el proceso de la formación del sujeto y
es objeto de reconocimiento ha de tener lugar en el seno de la vida misma, en la condición
viviente y deseante de la conciencia. Pretender que hubiera una ruptura completa, o una
discontinuidad, sería como el pensamiento que se desconecta del deseo que lo engendra; y eso
–como indica la de Adorno que abre este escrito46- sólo se reconocería como pura estupidez.
Ya hemos indicado que la autoconciencia no es un nivel por encima de la conciencia, sino que
es un movimiento de igualación de la conciencia consigo misma, y ese movimiento, al que la
vida remite como “más allá de ella”, se alimenta siempre de la vida. Es este desatarse de la vida
sin querer romper con ella –la Doppelsinnigkeit de la conciencia- lo que hace que el singular
reconocido sea universal concreto, y no una estupidez desatenta47. Todo ello permite sugerir
que en la estructura del reconocimiento hegeliano ha de haber, pace Hegel mismo, una tensión
de atención hacia ese fondo permanente de la vida, a los cortes en su ciclo que son cada nueva
individualidad, que no se ha expresado todavía, y quizá no se deja expresar, en el marco
universal de la institución. Por eso pueden producirse dos figuras de reconocimiento como las
46
El lector meticuloso que vaya consultando paralelamente los originales alemanes, observará que aquí venimos
hablando, con Hegel, de Begierde, y que Adorno escribe Wunsch. Llevaría un espacio no pequeño justificar
esta licencia; valga, por ahora, sugerir que el Wunsch es un deseo ya sometido a criterios de satisfacción, frente
a la inmediatez de la Begierde como ansia, o avidez, habiendo una continuidad entre ambos. Algo en este
sentido indica el texto de Stekerle-Weithöfer citado más arriba.
47
Precisamente, la autosuficiencia del pensamiento y el desprecio de la vida corresponde en la Fenomenología a
la figura del estoicismo. Tan admirable como puede ser ridículo cuando se hace extremo.
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de la amistad y el perdón, que acabamos de mencionar. Pero también otras en las que se produce
el respeto por lo humano mismo, o incluso por la naturaleza no humana, sin caer en el
reconocimiento abstracto. Sólo sobre esa suerte de reconocimiento profundo se va dando de
verdad el movimiento de reconocimiento recíproco.
Hasta qué punto el discurso hegeliano tiene cabida para esto, o queda agrietado por lo
que él mismo lleva en su seno, es, como siempre, una tarea de la interpretación. Pero algo en
esta línea intuye Axel Honneth cuando propone para el reconocimiento una primacía genética
y conceptual anterior a todo conocimiento48, en la medida en que en la relación de los hombres
consigo mismos y con el mundo hay una postura de reconocimiento, una postura propiciatoria
incluso, que precede a cualquier otra actitud. Es una postura que él descubre como explícita por
primera vez, con cierto sesgo ideológico, en un hegeliano como Lukács y su crítica a la
reificación en la sociedad capitalista, pero que luego se puede identificar, atravesando todo el
siglo XX, en la Sorge de Heidegger, en la noción de involvement de Dewey o en la propia
noción de acknowledgment de Stanley Cavell.
La negación de sí que supone la adopción de la normatividad y es el comienzo del
proceso formativo hasta un “sentido propio” supone, por eso, no una destrucción del mundo, ni
su absorción en un concepto absoluto, sino un reconocimiento primero de la vida, de lo viviente
como lo otro de sí que, en cada caso propio, el individuo se encuentra al comienzo de su lucha
por su subjetividad y su reconocimiento. Pero, como escribía Hölderlin, el amigo de juventud,
“lo más difícil es el libre uso de lo propio”49. Y de eso justamente se trata.
48
Verdinglichung, Frankfurt, Suhrkamp, 2005 (trad. esp. Reificación, Buenos Aires, Katz, 2005).
49
Carta a Böhlendorff, Stuttgarter Ausgabe, 6, 1, pág. 426.
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POLÍTICA
Resumo
O escopo do artigo prende-se pela análise do sistema partidário angolano de modos a inferir os
impactos da regulamentação dos partidos políticos. No sentido de compreender o nível de
permeabilidade de partidos no sistema de partidos em Angola. Partimos da discussão analítica
e conceptual dos partidos políticos, os sistemas de partidos, dos regimes jurídicos dos partidos
e o seu espectro. Concluiu-se que aplicando o modelo de classificação das leis específicas dos
partidos políticos em Angola deparamo-nos com um modelo protector de medidas restritas,
com finalidade de reduzir o número de partidos políticos no sistema.
Para efeitos metodológicos o artigo é informado pela bibliografia sobre a história e o quadro
legislativo concernente os partidos em Angola. Para que o trabalho não resulte meramente
descritivo, faz-se uma análise bibliográfica, documental e teórica recorrendo aos conceitos –
consolidados na literatura – de partidos e sistema de partidos.
Palavras-chave: Sistema político, sistema de partidos, lei dos partidos, pluripartidarismo,
Angola.
Abstract
The goal of this paper is based on the analysis of the Angolan party system in ways to infer the
impacts of the road of political parties. No sense of level of party permeability in any party
system in Angola. Part of the discussion analytical and conceptual the parties, the systems of
parties, the legal regimes of parties and their spectrum. In order to apply the classification model
1
Licenciado em Ciência Política & Relações Internacionais pelo Instituto Superior Politécnico Sol Nascente,
Huambo – Angola www.ispsn.org
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of the specific laws of political parties in Angola, we are faced with the model of restrictive
measures, with the purpose of reducing the number of political parties in the system.
For methodological purposes the paper is informed by the bibliography on the history and the
legislative framework concerning the parties in Angola. So that the work is not merely
descriptive, a bibliographical, documentary and theoretical analysis is made using concepts -
consolidated in the literature - of parties.
Keywords: Political system, party system, party law, multiparty system, Angola.
1. INTRODUÇÃO
A década de 90 do séc. XX foi marcada pela “terceira vaga de democratização”2 que se expandia
por quase toda parte do mundo. Este facto foi grandemente influenciado pela queda do Muro
de Berlim (1989) e, consequentemente, o fim da União das Repúblicas Socialistas Soviéticas
(1991), dando resultado ao declínio da influência do sistema comunista na arena internacional,
tendo sobrevivido alguns Estados comunistas até a actualidade3. Neste contexto internacional
a realidade dos sistemas político de muitos países foi alterando, particularmente, com os
incrementos dos princípios, valores e procedimentos democráticos e pela abertura para a
legalização e actuação dos partidos políticos. O fenómeno da legitimidade dos partidos políticos
pela consagração constitucional e por meio de leis específicas acompanha este percurso
internacional de democratização e transição democrática.
Foi assim que o capítulo do multipartidarismo – como condição de princípio básico das
democracias representativas - começa em Angola, com a instituição da nova Lei Constitucional
que marca inicio da II República e apresenta a configuração de um novo sistema político, de
regime democrático e com a realização, em 1992, das primeiras eleições legislativas e
presidenciais em que participaram vários partidos políticos. Porém, este processo de transição
foi interrompido devido ao retomar da guerra civil. No ano de 2002, com os Acordos de Luena,
é assinalada o término da guerra civil e instalada paz em Angola e, desta feita, o país preparou-
se para a continuidade do processo democrático; assim foi que em 2008 realizaram-se as
2
Cf. Expressão cunhada, no mundo da ciência política, por Samuel Huntington, na sua obra A terceira onda: a
democratização no final do século XX.
3
A China, Coreia do Norte, Cuba, Laos e Vietname mantêm-se até aos dias de hoje como Estados oficialmente
comunistas.
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segundas eleições (legislativas) no país. Na sequência, surge a Constituição de 2010
reformulando significativamente o sistema político angolano, que anteriormente apresentava
um sistema de governo Semipresidencialista, que passaria depois para um sistema atípico
denominado de Presidencialista-Parlamentar4. No quadro deste ordenamento jurídico-
constitucional foram realizadas as eleições gerais de 2012 e, em seguida, as de 2017.
Assim sendo, propomo-nos neste quadro da evolução do sistema político angolano analisar o
impacto da legislação dos partidos políticos no sistema de partidos vigente em Angola.
Recorremos à abordagem bibliográfica, documental, teórica e descritiva, de modo a identificar
os modelos analíticos conceptuais que nos permitissem entender o problema do estudo. O
presente trabalho começa pela discussão das noções gerais de partido políticos, em seguida, os
de sistema de partidos e as suas classificações. Continuamos com a exploração destes conceitos
aplicados a compreensão do sistema partidário, tendo em conta a emergência dos partidos em
Angola. E, por fim, discutimos o espectro da legislação dos partidos políticos e aplicamos ao
nosso contexto, tendo em conta a Lei dos Partidos Políticos de Angola (Lei n.º 22/10 de 3 de
Dezembro)
2.1. PARTIDOS POLÍTICOS
De modo a compreendermos melhor a perspectiva da análise do sistema partidário em Angola
passamos à revisão da literatura dos conceitos de partidos políticos, sistema de partido e,
também, a tipologia dos sistemas de partidos. Começamos por procurar nas obras de
referências, entre os quais, segundo o Dicionário de Ciência Política, fazendo menção a uma
definição clássica de La Palombara e Wiener, os partidos políticos “são organizações
duradouras cujos membros se juntam em função de projectos políticos partilhados, valores
comuns, ou ainda, aliança de interesses.” (Badie, Birnbaum, & Braud, 2013, p.2013). Esta
definição põe em tónica o aspecto associativo dos partidos como organizações. E neste sentido,
também um conceito clássico, foi o contributo de Max Weber, partindo de uma abordagem
sociológica, definiu os partidos como “associações baseadas numa adesão (formalmente) livre,
4
Não é consensual entre diversos autores a denominação do sistema de governo angolano. Por alguns, devido as
amplas competências e preponderância do poder da figura do Presidente da República no sistema político é
denominado de Hiper Presidencialismo (Cf. Machado, E. M., Costa, P. N., & Hilário, E. C. (2013). Direito
Constitucional Angolano. Coimbra: Coimbra Editora.); ao analisar as características do sistema angolano, o
constitucionalista português Jorge Miranda, considera que o sistema de governo não é parlamentar nem tão pouco
presidencialista e taxa como um sistema de governo de representação simples se assemelhando ao um tipo de
bonopartismo ou aos regimes autoritários africanos [Cf. Miranda, J. (2010) A Constituição de Angola de 2010.
Systemas - Revista De Ciências Jurídicas e Económicas. 2 (1),].
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constituídas com o objectivo de atribuir aos seus chefes uma posição de poder no seio de um
grupo social e aos seus militantes activos possibilidades (ideais ou materiais) para a consecução
de fins objectivos ou de vantagens pessoais, ou ambos juntos.” (Weber apud Della Porta, 2003,
p.149). No entanto, os partidos políticos enquanto associações da sociedade demarcam-se de
outras associações devido à luta, conquista e ao exercício no poder na arena política. Assim,
nesta senda, Fernandes (2010, p. 187) apresenta um conceito operacional de partidos políticos,
que são “ organizações sociais voluntárias, com carácter de permanência e duração razoável,
que lutam pela aquisição e exercício do poder, através de meios legais e democráticos”. Della
Porta reforça esta perspectiva ao apontar que a principal estratégia dos partidos políticos é a
ocupação dos cargos electivos para melhor atingir os seus objectivos, e recorre à definição de
Anthony Downs para espelhar esta ideia, na qual, o partido “ é um conjunto de pessoas que
procura obter o controlo do aparelho governativo na sequência de eleições regulares” (Della
Porta, 2013, p.150).
Portanto, os partidos políticos não devem ser confundidos com os movimentos ou associações
com objectivos políticos, muito menos com os grupos de pressão com fins políticos, pelo facto
dos partidos aspirarem a conquista e o exercício efectivo do poder político.
No quadro jurídico angolano entende-se por partidos políticos, nos termos do art.1.º da Lei dos
Partidos Políticos, como:
“Organizações de cidadãos, de caracter permanente e autónomas, constituídas com
objectivo fundamental de participar democraticamente da vida política do País,
concorrer livremente para a formação e expressão da vontade popular e para a
organização do poder político, de acordo com a Constituição da República de
Angola, com a lei e com os seus estatutos e programas, intervindo, nomeadamente,
no processo eleitoral, mediante a apresentação ou patrocínio de candidaturas”
Este entendimento sobre o que são os partidos políticos emanados da legislação angolana
mostra, em primeiro lugar, que está em linha com a maior parte da doutrina sobre a percepção
dos partidos políticos. Por outro, deixa em evidência que as organizações partidárias devem ser
reconhecidas por lei e funcionam no quadro da legalidade instituída e dos princípios
democráticos.
Deste modo, podemos concluir que os partidos políticos são uniões voluntárias de indivíduos
que partilham dos mesmo ideias, de carácter permanente ou durável, com vista a competir,
manter e exercer o poder político por meios legítimos e democráticos. Desempenham como
funções a tarefa intermediária na relação entre os cidadãos e o Governo, de representatividade
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dos eleitores na arena parlamentar, de selecção da equipa política e administrativa e assim como
da direcção da governação.
2.1. A EMERGÊNCIA DOS PARTIDOS POLÍTICOS EM ANGOLA
O surgimento dos partidos políticos em Angola enquadra-se no contexto histórico de luta
política para a reivindicação da autonomia e independência dos países africanos face a
colonização. O século XX marca a emergência dos partidos políticos em Africa5, em particular,
no pós-segunda guerra mundial, com a fragilidade económica e política das colónias em fase
de recuperação e restruturação das guerras - o realinhamento da ordem internacional entre duas
superpotências com aspirações hegemónicas mediantes a cooptação de zonas de influências e
o surgimento da ONU como player internacional, zelador das liberdades e direitos
fundamentais da humanidade. Este momento internacional será de capital importância para
galvanizar o nacionalismo africano. Portanto, a emergência dos partidos políticos em África
está ligada à emergência dos nacionalismos em África.
Na África subsariana a maior parte dos partidos políticos surge por intermédio do alargamento
do sufrágio na realidade política dos territórios e pela participação de africanos na governação
local (Lavroff, 1975)6, como se nota os casos das colónias inglesas e francesas que optaram
pela aplicação de uma política gradual de independência das suas coloniais. Neste período
colonial começam a despoletar partidos políticos como o partido socialista senegalês, criado
em 1935; a Reunificação Democrática Africana (RDA) de Félix Houphouet Boigny de 1946;
Kwame Nkrumah com a Convenção do Partido Popular (CPP) de 1948; ou ainda, partidos como
a União Africana do Quénia (KAU) com Jomo Kenyatta de 1947. Ao contrário de Inglaterra e
França – em certa medida a Bélgica – o colonialismo português, sobre orientação política do
Estado Novo, mantivera-se resistente na cedência da independência face às suas colónias, numa
tendência cada vez mais crescente em várias latitudes de Africa.
Em Angola, ainda no contexto de colonização, começam a surgir entre as décadas de 50 e 60
vários movimentos políticos nacionalistas com o objectivo de terminar a opressão colonial
portuguesa e alcançar a independência do país. Nesta emergência do nacionalismo político
5
O caso de excepção era do partido verdadeiro partido liberal existente na Libéria desde 1860 (ver em Lavroff,
1975).
6
Como exemplo cita-se Benjamin Nnamdi Azikiwe foi o Governador-geral da Nigéria, o primeiro nativo a ocupar
este cargo, em 1960; Kwame Krumah eleito Primeiro-ministro da Costa do Ouro em 1952; na Costa do Marfim,
com Félix Houphouet Boigny que esteve em vários cargos ministeriais do Governo francês; ou ainda, o
senegalês Léopold Sédar Senghor o primeiro negro deputado na Assembleia francesa e mais tarde o primeiro
presidente do Senegal independente.
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angolano ganham protagonismo três grandes movimentos de luta pela libertação de Angola
(Movimento Popular de Libertação de Angola – MPLA, fundado em 1956; a Frente Nacional
de Libertação de Angola, fundada em 1962; e a União Nacional para a Independência Total de
Angola – UNITA, fundada em 1966).
Os três movimentos de libertação de Angola travaram contra o jugo colonial português uma
luta armada, iniciada em 1961, forçando a cedência da independência. Este processo foi
acelerado com o fim do regime fascista do Estado Novo em Portugal, com a Revolução dos
Cravos em 1974. Desta feita, dando início ao capítulo das negociações da transferência do poder
soberano ao território angolano, com o Estado português a reconhecer o direito a independência
de Angola e como os únicos e legítimos representantes do seu povo os três principais
movimentos de libertação nacional (MPLA, UNITA e FNLA). Os acordos estabelecidos por
estas partes previam a instituição de um Governo de transição composto por membros oriundos
das três forças políticas que passaria a exercer o poder com o alto-comissário até à proclamação
da independência7. Porém, a falta de entendimento e rivalidades entre os movimentos de
libertação nacional inviabilizou o cumprimento integral do Acordo e colocou o país na rota de
uma guerra civil. Com o clima de conflitualidade entre os movimentos o país declara a
independência a 11 de Novembro de 1975, sendo proclamada em Luanda pelo MPLA e no
Huambo pela UNITA e a FNLA. Todavia, a proclamação da independência reconhecida
internacionalmente seria feita pelo MPLA na capital angolana. Seguiu-se a independência a
formação de um Governo sob direcção do MPLA que limitava o pluralismo político e o país
mergulhou de facto numa guerra civil. Portanto, os movimentos de libertação nacional na
história política de Angola constituem a matriz embrionária dos partidos políticos. Em relação
ao surgimento de partidos políticos no quadro da história política angolana é possível a divisão
cronológica entre a primeira vaga, que corresponde aos partidos históricos ou tradicionais
(MPLA, UNITA e FNLA); e a segunda vaga, dos partidos políticos que emergiram da transição
democrática (José, 2012, p. 25; Andrade, Boio & Katúmua, 2014, p. 24)
2.3. SISTEMAS DE PARTIDOS
Os partidos políticos são conditio sine qua non para a composição e estruturação de sistema
partidário. Desta feita, segundo Pasquino (2010, p. 194) um sistema de partidos “pressupõe a
interacção horizontal, concorrencial, entre um mínimo de dois partidos, bem como a interacção
vertical entre vários elementos: eleitores, partidos, parlamentos e Governos” nesta acepção, há
uma acentuada tónica no aspecto de relações de competitividades entre os grupos de partidos,
7
Ver em Acordo de Alvor de 1975
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o que diminuiria, parcialmente, o entendimento dos sistemas dito monopartidários ou
unipartidários, pois, nestes faltaria esse substracto de concorrência com outros partidos
políticos. Esta posição é reforçada por Donatella Della Porta (2003, p. 188), quando afirma que
os sistemas partidários “ representam mais do que a soma da sua unidade, pois também incluem
o tipo de acções recíprocas – cooperação e competição que ocorrem entre os seus membros. De
acordo com Fernandes (2010, p. 200), o sistema partidário apresenta-se como “um conjunto de
relações determinadas pelo número de partidos existentes num sistema político, pela sua
dimensão relativa e pelo tipo de relações que se estabelece entre eles e o Estado”. Nas palavras
do ilustre constitucionalista e politólogo francês Maurice Duverger - considerado como
impulsionador da análise e da classificação dos sistemas de partidos - um sistema de partidos
dado como um elemento essencial das instituições políticas de um país, se entende como o
conjunto do “número de partidos, as estruturas internas, as suas ideologias, as suas respectivas
dimensões, as suas alianças, os seus tipos de oposição, apresentam estabilidade durante um
período mais ou menos longo”. (Duverger, 1985, p. 106). As noções apresentadas - em linha
de convergência - sustentam uma das bases da tipologia dos sistemas políticos, na qual
Duverger faz uma distinção inicial entre as democracias liberais (sistemas pluralistas, divididos
em duas categorias: bipartidarismo e multipartidarismo) e os regimes autoritários (sistema de
partidos únicos ou sem partidos). Portanto, a base de distinção desta classificação é o critério
do número de unidades ou de partidos numa determinada sociedade política. Este número de
partidos políticos não se traduz, literalmente, na quantidade de partidos que existem na
sociedade, mas sim no número de partidos que tenham capacidade de representação
parlamentar, tal como sugere Giovanni Sartori, citado por Fernandes (2010, p. 201), “ não se
considerem os partidos que não tenham obtido assentos parlamentares e que o peso relativo das
outras formações seja avaliado em função da sua representatividade parlamentar”. Portanto,
para se considerar um partido parte do sistema deve granjear os elementos que concernem o
sistema partidário como, modalidades eleitorais, representação parlamentar e capacidade de
facto ou possibilidade de formar governo (Pasquino, 2003, p.197). Quanto à classificação dos
sistemas partidários, claramente, em Duverger os sistemas são catalogados em
monopartidarismo, bipartidarismo e multipartidarismo segundo o critério do número de
partidos num determinado sistema, ou seja, o critério da quantidade, método que visa definir as
formas do sistema partidário. Um outro método amplamente conhecido no campo da ciência
política é do politólogo italiano Giovanni Sartori, citado por Pasquino (2010, p. 195), acrescenta
ao numérico os dois critérios de relevância: sendo o potencial de coligação e o potencial de
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intimidação8. Estes métodos irão ajudar a entender a mecânica do sistema partidário. Desta
forma, os sistemas de partidos de Sartori são classificados em sistemas não concorrenciais
(monopartidários e hegemónicos), sistemas concorrenciais (partido predominante,
bipartidarismo, multipartidarismo limitado, multipartidarismo extremo e pulverizados). A par
desta classificação Sartori elabora uma tipologia para compreensão dos sistemas de partidos
dos países africanos catalogando-os em sistemas não estruturados denominados de sistemas de
partidos dominante, representado por um único partido que num sistema consegue por três
vezes consecutiva vencer com mais de 50% dos lugares (Sartori apud Sanches,2015)
2.4. O SISTEMA PARTIDÁRIO ANGOLANO
No caso de Angola o sistema partidário, desde a sua génese em 1992, apresenta-se como um
sistema multipartidário. Com a tendência de 5 partidos com assentos parlamentares desde as
eleições legislativas de 2008, e cada vez mais com um número reduzido de partidos à corrida
eleitoral, com o MPLA saindo vitorioso em todas as eleições realizadas. Nas eleições
legislativas de 1992 o MPLA torna-se partido maioritário com 129 assentos dos 220 na
Assembleia Nacional; em 2008 conquista a 191 deputados; em 2012, elege 175 deputados; e
nas últimas eleições gerais de 2017 consegue 150 assentos parlamentares. Somando o número
de vitórias ao longo das eleições é notável um claro predomínio de maiorias absolutas em cada
pleito eleitoral. Apesar destas características de continuidade entre o número de partidos com
assentos na Assembleia Nacional – desde 2008 - o domínio do MPLA nos resultados eleitorais,
que muito servem para a análise da forma (numero de partidos) e da mecânica (relevância dos
partidos) do sistema de partidos. No entanto, deparamos nos com um sistema de partidos pouco
institucionalizado. Segundo o conceito de institucionalização de sistema de partidos de
Mainwaring e Scully, citado por Mainwaring e Torcal (2005, pp. 254-255), compreende a
quatro dimensões:
“O primeiro, sistemas mais institucionalizados manifestam considerável estabilidade
nos padrões de competição entre partidos […] em segundo lugar, em sistemas mais
institucionalizados, os partidos têm raízes fortes na sociedade, a maioria dos eleitores
tem ligações partidárias e algumas associações de interesse estão intimamente ligadas
a eles […] em terceiro lugar, em sistemas mais institucionalizados, os atores políticos
8
O Potencial de coligação entende-se na capacidade de um partido independente de ser pequeno na percentagem
do eleitora e aos assentos parlamentares são de grande utilidade para formação de coligação. O potencial de
intimidação são partidos que apesar não participarem em coligações mas por possuírem votos e assentos
parlamentares em tal medida que condicionem o funcionamento do Governo de coligação. Ver em Pasquino,
2010, p. 195
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conferem legitimidade aos partidos, considerando-os uma parte necessária da política
democrática, mesmo quando criticam determinados partidos e manifestam cepticismo
em relação aos partidos em geral […] por fim, em sistemas mais institucionalizados,
as organizações partidárias não estão subordinadas aos interesses de uns poucos líderes
ambiciosos.”
A estas características dos sistemas partidários institucionalizados ou não, acrescentam-se
razões, particulares do caso angolano, indicadas por Andrade, Boio e Kutúmua (2014, 28):
“a) alterações nos padrões de competição ( a eleição do presidente da república pela
via cabeça de lista), b) a falta de estabilidade dos partidos ( cisões internas entre
partidos, extinção e surgimento de novos partidos) c) fraca percepção dos cidadãos em
relação a função dos partidos no alcance do poder governativo”
Portanto, ainda é insuficiente falarmos da institucionalização do sistema partidário angolano.
Em suma, podemos caracterizar o sistema de partidos em Angola, em consonância com
Andrade, Boio e Kutúmua (2012), como um sistema pela sua forma de multipartidário, no
entanto sobre a relevância ou irrelevância de outros partidos assume-se como um sistema de
partido dominante onde não há alternância do poder, e o partido no poder governa só com a
exclusividade dos membros do seu partido – ou por ele escolhido - detém a maioria parlamentar
e sofre menos pressão por parte da oposição.
Todavia, Pasquino (2010, p. 199) ilustra que a relevância dos outros partidos dentro do sistema
pode ser conseguida mediante a criação de uma coligação entre eles para influenciar o
funcionamento do sistema político. No contexto angolano pese embora ter havido coligações
para concorrer às eleições, a ideia de uma coligação antes ou depois das eleições entre as
principais forças da oposição parece – embora se nutra alguma possibilidade por parte dos
actores envolvidos - uma realidade distante9. Este facto encontra explicação analítica nas três
leis sociológicas de Duverger de impacto ao sistema de partidos, segundo o qual, os sistemas
eleitorais influenciam o tipo de sistema de partido e a estrutura dos partidos. Duverger faz a
correspondência do sistema eleitoral maioritário à uma volta – plurality - a um bipartidarismo,
por quanto, o sistema maioritário às duas voltas – majority – potenciar a um multipartidarismo,
com partidos dependentes uns dos outros e mais propenso a criação de coligações para governo.
9
Ver assunto nos jornais: Correio Angolense (2017). Coligação: entre a utopia e o imperativo da mudança” – ainda
a proposta dos “revús” esmiuçada por Nuno Dala, in: https://www.correioangolense.com; DW (2016).
Oposição angolana debate coligação eleitoral contra MPLA, in: https://www.dw.com/pt; Novo Jornal (2017).
Eleições: UNITA reafirma possibilidade de formar coligação de Governo com outros partidos da oposição, in:
http://www.novojornal.co.ao
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A terceira lei apresenta o sistema eleitoral de representação proporcional que “tende para um
sistema multipartidário, com partidos rígidos e independentes uns dos outros, e favorecem as
cisões nos partidos existentes” (Fernandes, 2010, p. 226). O sistema eleitoral angolano para as
legislativas faz-se mediante a divisão de dois círculos eleitorais. Sendo o círculo nacional único
– para a eleição de 130 deputados – e o círculo provincial com a eleição de 5 deputados em
cada província. Um sistema de representação proporcional plurinominal de lista fechadas e a
conversão de votos em mandatos utiliza-se o método de belga Hondt, nos círculos provinciais,
e para o círculo nacional aplica-se o método do resto mais forte. Portanto, a tese de Duverger,
neste sentido, encontra validade na realidade do sistema multipartidário de partido dominante
angolano onde os partidos da oposição parlamentar são tendencialmente rígidos e
independentes e assomando o facto que o grau de polarização ideológica é baixa no sistema
político, tornando difícil posicionar substancialmente os partidos entre os de «direita» ou
«esquerda» (José, 2012, p. 27). Actualmente os principais partidos políticos com assento
parlamentar são: MPLA (partido no poder desde as primeiras eleições de 1992, 150 deputados
na Assembleia Nacional), UNITA (o maior partido da oposição, com 51 deputados), CASA-
CE – Convergência Ampla de Salvação de Angola- Coligação Eleitoral (é uma coligação de
partidos e com membros independentes dissidentes de outros partidos, uma formação bastante
nova que em 2012, ano sua criação, entra no parlamento como a terceira força político no país,
com 16 assentos), PRS – Partido da Renovação Social (partido criado no processo de transição
democrática em 1990, com 2 deputados) e a FNLA (é um dos três partidos tradicionais que
actualmente se apresenta como um partido pequeno, com apenas 1 deputado).
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sua criação e participação da sociedade política com vista a conquista e o exercício do poder
político. Na história do constitucionalismo angolano a Lei Constitucional n.º12/91, de 6 Março
marca o início de uma nova era para a política de Angola, e as alterações feitas na referida lei
contemplam “ a criação das premissas constitucionais necessárias à implementação da
democracia pluripartidária” (Correia e Sousa, 1996, p. 31). A LC de 1991 continha os princípios
fundamentais da constituição e o funcionamento de um partido, os deveres concernente aos
objectivos, programas e prática; e, também, garantia o direito à igualdade de tratamento por
parte das entidades que exercem o poder público; o direito a um tratamento de igualdade de
imprensa (art.4.º, da LC n.º 12/91). Num período bastante curto surge a legislação específica
dos partidos políticos, de modos a ampliar as reformas políticas-constitucionais no país para
uma abertura ao pluripartidarismo, na Lei dos Partidos Políticos n.º 15/91 de 11 de Maio, num
contexto de negociações antes das assinaturas do Acordo de Paz de Bicesse em 31 de Maio de
1991. Portanto, entendemos que o processo de legitimação dos partidos políticos em Angola
acontece, num período de quase simultaneidade, com o reconhecimento constitucional10 e de
legislação própria dos partidos políticos.11
Os trabalhos de pesquisa que procuram analisar as legislações dos partidos políticos tendem na
sua maioria a uma abordagem descritiva em detrimento dos estudos mais profundos e a
desenvolvimento de parâmetros de comparação (Mayer, 2015, p. 42). Apesar dos poucos
estudos sobre regulação dos partidos políticos é possível efectuar pesquisas descritivas das leis
dos partidos por intermédio de modelos conceptuais de análise que permitem caracterizar os
vários tipos de legislação de partidos. Neste sentido, nos referimos ao espectro da legislação
dos partidos políticos que segundo Mayer (2015, pp. 42-44), podemos estudar a partir das leis
partidárias de Zovatto (leis minimizadoras e maximizadoras) e Moleenar (permissivas,
promocionais, selectiva e proibitiva). Quanto a análise da legislação dos partidos no continente
Sanches (2016, p.138) citando Salih & Nordlund afirma que podemos identificar três tipos ou
modelos de legislação, a saber:
10
A LC n.º12/91 podendo se tratar de uma revisão da lei anterior, aqui tomamos partido de Correia e Sousa quando
entende que a mesma “trata-se de uma nova Constituição” no sentido da alteração do modelo político e
económico.
11
No estudo de Mayer, o autor analisa em 27 Estados europeus o processo de legitimação dos partidos políticos e
é notável a quantidade de países sem legislação específica de partidos políticos até 2015. Ver em Mayer, R.
(2015). A regulação dos partidos políticos do Cone Sul. Leviathan (10), pp. 41-58.
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a) modelo promotor, que encoraja e promove não apenas as actividades dos partidos,
mas também a sua criação […] b) modelo protector ou proteccionista, que protege os
partidos de danos ou de perdas potenciais; em último caso resultaria em regimes de
partido único, em que apenas um partido é legítimo e tem o monopólio do poder
político; mas pode acontecer em contextos democráticos, quando por exemplo se criam
normas que protegem os partidos das defecções ou que reforçam a disciplina partidária
[…] c) modelo prescritivo, que dá ordens, ou que prescreve leis que podem melhorar
(“curar”) o funcionamento dos partidos, ainda que controlando as suas estruturas
organizativas e actividades.
Dado o contexto geográfico da nossa pesquisa é conveniente que adoptemos a tipologia usada
por Sanches (2016, pp. 139-140) aplicada à realidade comparativa de Cabo de Verde e São
Tomé e Príncipe, países membros dos PALOP, conjuntamente com a ferramenta de análise de
conteúdos da legislação de Kraven, citado por Sanches (2016, p.139), que traz os seguintes
elementos: proibição de outros partidos políticos; proibição de ligações com outras
organizações; proibição de contactos com organizações internacionais; restrições de militância;
registo dos partidos, e extinção dos partidos. De modo a se averiguar as restrições legais imposta
partidos políticos na sua constituição e funcionamento.
Desta feita, analisando a actual legislação dos partidos políticos de Angola (Lei n.22/10 de 3 de
Dezembro) temos o seguinte gráfico:
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paramilitar de cidadãos e a posse de depósitos de
armamento dentro ou fora do território nacional; adoptem
uniforme para os seus membros e possuam estruturas
paralelas clandestinas; utilizem organização militar,
paramilitar ou militarizada; subordinem-se à orientação de
Governos, entidades e partidos estrangeiros.
Art. 31.º. Os partidos podem constituir ou associar à sua
Proibição de ligações com
acção outras organizações, nomeadamente juvenis,
outras organizações
femininas, profissionais, sem prejuízo da autonomia destas
Art.32.º Sem prejuízo do disposto nos números seguintes os
partidos políticos angolanos podem filiar-se em
organizações internacionais de partidos de estrutura e
Proibição de contactos com
funcionamento democráticos, que não persigam objectivos
organizações internacionais
contrários à Lei Constitucional e à presente lei. 4. É
proibida qualquer obediência dos partidos angolanos a
normas, ordens ou directrizes exteriores
Art. 22.º Só podem ser membros dos partidos políticos os
cidadãos angolanos maiores de 18 anos no pleno gozo dos
seus direitos civis e políticos. 2. É interdita a filiação em
Restrições de militância partidos de: membros das Forças Armadas Angolanas que
se encontrem no activo; membros das Forças Policiais;
Magistrados Judiciais e do Ministério Público; pessoas
colectivas
Art. 4.º A constituição dos partidos políticos é livre, não
dependendo de qualquer autorização.
Art. 14.º A inscrição de um partido político é feita a
requerimento de, no mínimo de 7500 cidadãos, maiores de
18 anos e no pleno gozo dos seus direitos civis e políticos,
Registo dos Partidos
devendo, entre os requerentes, figurar, pelo menos, 150
residentes em cada uma das províncias que integram o país.
2. O requerimento de inscrição é dirigido ao Presidente do
Tribunal Constitucional, acompanhado de: estatuto e
programas do partido, com prova da sua aprovação em
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assembleia representativa dos seus membros; fotocópia da
publicação da convocatória em jornal de ampla divulgação;
extracto da acta da realização do fórum que elegeu os
corpos de direcção do partido; fotocópia do bilhete de
identidade ou cartão de eleitor dos 7500 cidadãos
requerentes do pedido de inscrição; declaração expressa de
aceitação de cada subscritor; comprovativo de valor
pecuniário mínimo, equivalente a Kz: 5000 000, 00, e
património avaliado no mesmo valor, para início da sua
actividade; atestado de residência.
Art. 33.º Os Partidos Políticos extinguem-se: a)
voluntariamente por deliberação do órgão estatutário
competente; b) por decisão jurisdicional.
4. Há lugar à extinção do Partido Político por decisão do
Tribunal Constitucional quando: a) o partido não observar
os limites estabelecidos no n.º 2 do artigo 5º da presente lei;
b) o partido não participar por duas vezes consecutivas,
isoladamente ou em coligação em qualquer eleição
legislativa ou autárquica, com programa eleitoral e
candidatos próprios; c) o número de filiados do partido se
Extinção dos partidos tornar inferior ao estabelecido no n.º 1 do artigo14º da
presente lei; d) não apresentar para registo, durante sete
anos, as actas comprovativas das eleições periódicas dos
órgãos de direcção do partido; e) o partido receber, directa
ou indirectamente, financiamentos proibidos nos termos da
lei; f) seja declarada a sua insolvência; g) se verifique que o
seu fim real é ilícito ou contrário à moral ou ordem pública;
h) não possuir delegações ou representações em pelo menos
2/3 das Capitais de Províncias do País; i) não ter atingido
0,5 % do total de votos expressos nas eleições legislativas a
nível nacional.
Fonte: elaborado pelo autor com base em Sanches (2016)
Tendo em conta os elementos da análise de conteúdos podemos inferir que o regime jurídico
de partidos políticos em Angola é formalmente de modelo protector com normas bastantes
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limitadoras, exigentes e rígidas, como são o caso do processo de inscrição e a extinção por
decisão do Tribunal Constitucional. Neste mesmo sentido, Andrade, Boio e Kutumua (2014, p.
27) entendem que a nova lei dos partidos cria um conjunto de medidas restritivas, sancionatórias
como o apoio social mínimo de 7500 cidadãos, no acto da inscrição; e a extinção do partido no
caso de não obtenção de 0.5% de votos expressos. Para Nelson Pestana, citado por Andrade,
Boio e Kutumua (2014, p. 27), estas limitações aos partidos emana da lei como mecanismo do
partido no poder. Esta posição ilustra uma tendência em África dos partidos no poder em fazer
recurso ao ordenamento jurídico para enfraquecer e esvaziar as forças políticas opositoras e,
por consequente, vão se mantendo no poder. De igual modo, ao se referir sobre o regime
jurídico dos partidos, Sanches (2016, p. 138) diz que estas “leis parecem também funcionar
como um recurso ou mecanismo institucional que permite aos partidos políticos que estão no
poder fomentar, mas também controlar, a formação e a sustentabilidade dos partidos políticos”.
Atentando na leitura sobre a correlação da lei dos partidos políticos no sistema de partidos em
Angola podemos considerar que a entrada em vigor da lei revista de 2010 e de acordo com as
características que a mesma lei possui de modelo protector, de medidas restritas e
sancionatórias, criou uma diminuição alargada do número de partidos políticos no cenário
angolano. Efeito implícito que teve resultados no sistema partidário em Angola, se analisarmos
o pleito eleitoral legislativo de 1992 concorreram 18 formações políticas, sendo que 12
obtiveram assentos parlamentares. Nas segundas eleições, já com a lei dos partidos políticos
n.º2/05, de 1 de Julho – em 2008, foram 14 formações políticas – partidárias a concorrem aos
220 assentos no parlamento, onde apenas 4 partidos e uma coligação conseguiram mandatos.
No terceiro pleito eleitoral, em 201212, o número de partidos concorrentes reduziu para 9
agremiações políticas, com o mesmo número de partidos na Assembleia. E, por fim, nas últimas
eleições gerais realizadas em 2017 concorrem apenas 6 agremiações políticas, dando resultado
a uma Assembleia composta por 5 forças políticas.
Até a data, de acordo com o Tribunal Constitucional, na lista dos partidos políticos legalizados
em Angola constam 11 formações (MPLA, UNITA, PRS, FNLA, PADDA-AP, PALMA,
PNSA,PPA, BD, PDP-ANA e APN) sendo que 6 partidos se encontram integrados na coligação
CASA-CE (PADDA-AP, PALMA, PNSA,PPA, BD, PDP-ANA).13Portanto, o sistema
partidário em Angola sofre influências dos vários elementos do sistema político, o sistema
12
Consultar o site Africa elections database, in: http://africanelections.tripod.com/
13
Consultar em http://www.tribunalconstitucional.ao/uploads/%7B40a631cf-2fbc-4b1e-9864-
12169e552544%7D.pdf
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eleitoral àquele em que se evidencia uma acção directa sobre o sistema de partido (Fernandes,
2010) ou enquanto facto técnico essencial (Duverger, 1985). Também notamos a incidência da
lei dos partidos, quer de forma implícita ou como acção indirecta, no sistema partidário.
CONSIDERAÇÕES FINAIS
Ao longo do trabalho fomos analisando o sistema político angolano na dimensão do sistema de
partido e, neste, na unidade dos partidos políticos, com o intuito de se perceber a correlação do
regime jurídico dos partidos no sistema de partidos. Na discussão conceptual da noção de
partidos políticos concluímos que para o cumprimento da sua primordial função de
representação do povo, os mesmos são sustentados por um conjunto de princípios fundamentais
jurídicos que legitimam a sua constituição e a sua acção, portanto, os conceitos quer seja mais
analíticos ou operacionais devem espelhar o aspecto legal/formal dos partidos. A discussão da
noção dos partidos levou-nos a debruçar sobre a evolução dos partidos políticos em Angola,
situação que se enquadra na emergência do nacionalismo político africano e no despoletar das
independências do continente berço. Ao contrário dos países colonizados pela Inglaterra e
França onde os partidos vão surgir pela via da extensão do sufrágio, em Angola, o nascimento
dos partidos políticos esteve ligado aos movimentos de libertação (MPLA, UNITA e FNLA)
que mais tornar-se-ão nas principais forças políticas do país, portanto, os movimentos de
libertação foram o embrião dos partidos na história dos partidos em Angola.
Com efeito, abordamos o sistema de partido, inicialmente, na análise teórica dos conceitos e no
espectro do sistema de partidos onde traçamos o critério classificatório do sistema de partidos
angolanos, a partir dos critérios que permitem a sua forma (numérico) e os de relevância dos
partidos dentro do sistema, com base nos postulados de Duverger e Sartori. Desta leitura o
sistema de partido angolano foi classificado como um sistema que na sua forma é
multipartidário, no entanto, ao olharmos a relevância dos partidos estamos diante dum sistema
de partido dominante. Na relação sistema eleitoral e sistema de partidos a 3ª lei de Duverger
pareceu-nos corresponder à realidade angolana, devido ao facto do sistema eleitoral ser de
representação proporcional e favorecer a um sistema multipartidário com partidos heterogéneos
e inflexíveis, expondo desta forma as dificuldades de surgimento de coligações de governo em
Angola. Acrescenta-se o facto do sistema político ter um baixo grau de polarização ideológica
entre os partidos (José, 2012).
Por fim, abordamos a temática das legislações dos partidos políticos, por forma, a entender o
arcabouço teórico e o especto destas leis específicas. Em seguida, adaptamos os modelos de
análise proposta por Sanches e outros autores de forma a compreender o espectro da lei dos
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partidos políticos em Angola e inferir o impacto que as mesmas têm sobre o sistema partidário.
Contudo, entendemos que há um impacto – ainda que de forma implícita - que a legislação dos
partidos políticos imprime no sistema de partidos e na própria dinâmica do sistema político. Se,
de forma explícita, a legislação dos partidos políticos afecta fortemente a constituição e o
funcionamento interno das estruturas dos partidos, a correlação com o sistema de partido está
ligado com capacidade que esta lei tem em dar maior ou menor permissibilidade para o
surgimento dos partidos políticos. A legislação angolana dos partidos de tipo protector ao status
quo do partido no poder, com medidas restritas e sancionatórias vai reduzindo o número de
partidos no mercado político e, simultaneamente, vai se configurando um sistema
multipartidário com cinco forças políticas parlamentares.
BIBLIOGRAFIA
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Mainwaring, S., & Torcal, M. (2005). Teoria e institucionalização dos sistemas partidários após
a terceira onda de democratização. Opinião Pública, XI(2), pp. 249-286. Fonte:
http://www.scielo.br/pdf/op/v11n2/26416.pdf
Mayer, R. (2015). A regulação dos partidos políticos do Cone Sul. Leviathan (10), pp. 41-58.
doi:https://doi.org/10.11606/issn.2237-4485.lev.2015.132367
Pasquino, G. (2010). Curso de Ciência Política. Lisboa: Principia.
Della Porta, D. (2003). Introdução à ciência Política. Lisboa: Editorial Estampa.
Sanches, E. R. (2010). Institucionalização dos Sistemas Partidários na África Lusófona–O caso
cabo-verdiano. Cadernos de Estudos Africanos(20), pp. 111-138. Fonte:
https://journals.openedition.org/cea/161
Sanches, E. R. (2015). " Novo contexto mas velha política": a evolução do sistema partidário
moçambicano entre 1994-2014. " Espaço Lusófono"(1974/2014): Trajectórias
Económicas e Políticas: Textos, pp. 34-83. Fonte:
http://repositorio.ul.pt/handle/10451/20679
Sanches, E. R. (2016). O desenvolvimento dos sistemas partidários de Cabo Verde e São Tomé
e Príncipe em perspetiva comparada (1991-2014). Anuário de Direito de São Tomé e
Príncipe (2015), pp. 121-146. Fonte: http://hdl.handle.net/10451/25347
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PSICOLOGIA
Resumo
A presente pesquisa visou conhecer as representações sociais dos jovens lavadores de carros
nas ruas da cidade do Huambo, sobre sua exclusão social e pobreza. Combinou-se a Teoria das
Representações Sociais conforme a abordagem de Serge Moscovici e Denise Jodolet com
entrevistas em profundidade com 11 sujeitos do sexo masculino, de idade média de 23. Os
dados obtidos através das entrevistas foram submetidos a análise do discurso, ilustrando uma
gama complexa e preocupante de dificuldades enfrentadas quotidianamente pelos jovens em
questão: a) insuficiência do rendimento económico do trabalho para a satisfação das
necessidades primárias, com nefastas consequências no plano da aceitação na família e da
estabilidade da mesma; b) violência no ambiente de trabalho, resultante principalmente da luta
relacionada com a escassez de clientes do serviço de lavagem, bem como consumo de álcool e
outras drogas; c) sensação de exclusão, ansiedade e fatalismo por falta de mecanismos
institucionais de inserção escolar e profissional.
Palavras-chave: Representações sociais, exclusão, jovens, trabalho, Huambo.
Abstract
This article addresses the social representations of young street car washers in Huambo city in
Angola, concerning their own condition of social exclusion and poverty. The research
conducting to this article combined Social Representation Theory as in Serge Moscovi and
1
Parte do texto foi extraído da dissertação de mestrado apresentado à Faculdade de Ciências Sociais da
Universidade Agostinho Neto em Luanda em 2015.
2
Mestre em Psicologia Social e Docente do ISPSN-Huambo.
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Denise Jodolet’s approach with interviews with eleven males averagely aged 23. Discourse
analysis was applied to the interviews results, reveling an entangling and worrying array of
hardships affecting the observed young population on a daily basis: a) shortage of labour
income, considering their basic needs satisfaction, which often damages the chances for them
to be accepted by their relatives, which in turn harms family cohesion and their social
integration; b) violence in labour context, resulting chiefly from struggle related to the scarcity
of service customers, and drugs effects, alcohol being the most consumed drug; c) feeling of
exclusion, anxiety and fatalism related to the lack of institutional policy for education and
profissional inclusion.
Palavras-chave: Social representations, exclusion, youth, labour, Huambo.
INTRODUÇÃO
Nesta investigação, abordamos “as representações sociais da exclusão social, num estudo de
caso dos jovens lavadores de carros nas ruas da cidade do Huambo”. A razão pela qual
decidimos fazer esta abordagem, residiu no facto de termos constatado, no dia-a-dia, um
problema social tão grave que é o da exclusão social dos jovens em geral e, em particular, dos
lavadores de carros nas ruas. Com esta pesquisa, pretende-se conhecer as representações sociais
da exclusão social dos jovens lavadores de carros nas ruas da cidade do Huambo, descrever e
analisar as representações sociais da exclusão social no seio destes jovens, identificar os
principais problemas que preocupam e afectam os jovens lavadores de carros e, finalmente,
explicar as dificuldades que enfrentam na vida quotidiana, na família e nas possibilidades de
acesso à escola e ao trabalho formal.
Para alcançar os objectivos supracitados foi necessária a realização de um percurso teórico-
metodológico que deu origem as três partes que compõem esta investigação. A primeira parte
é dedicada à Teoria das Representações Sociais. Esta parte dá-se um tratamento conceptual
sobre os temas de Pobreza e Exclusão Social. A segunda parte é concernente à metodologia de
pesquisa utilizada (pesquisa qualitativa). Apresentam-se as características sociodemográficas
dos entrevistados, as circunstâncias de inserção no campo, os instrumentos e procedimentos de
colecta de dados utilizados (entrevistas aprofundadas), como também os procedimentos de
análise desses dados (análise do discurso). Na terceira e última parte, abordam-se as
representações sociais da exclusão social dos jovens lavadores de carros nas ruas da cidade do
Huambo, como resultado do trabalho de campo. Nesta parte, analisam-se os dados recolhidos
no trabalho de campo e procura-se identificar e explicar as dificuldades encontradas pelos
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jovens lavadores de carros na luta pela subsistência e nas suas relações com os membros das
suas famílias e da sociedade em geral.
1. TEORIA DAS REPRESENTAÇÕES SOCIAIS E EXCLUSÃO SOCIAL
1.1-Teoria das representações sociais
O trabalho funda-se no modelo teórico de Serge Moscovici, da escola psicossocial francesa,
que desenvolveu a Teoria das Representações Sociais, com a obra La psychanalyse, son image
et son public (1961/1978) editada em França e publicada no Brasil, em 2012, com o título: “A
psicanálise, sua imagem e seu público”. Com esse livro, Moscovici inseriu-se no debate sobre
a teoria e a pesquisa das representações sociais, tornando-a pertinente ao contexto da psicologia
social3. Nesse contexto, quer-se perceber um problema social bem visível na sociedade
angolana, que tem a ver com a questão da exclusão social. Mas para melhor clarear o argumento,
achou-se pertinente seleccionar a categoria “jovens lavadores de carros” para o quadro de
análise. Daí a necessidade de falar sobre as representações sociais destes mesmos jovens a cerca
do problema social que vivem, muitas das vezes sem perceberem suas causas e muito menos
suas consequências.
As representações sociais são manifestações do pensamento social, colectivamente produzidas
e historicamente determinadas, se organizam em torno de um núcleo central, são estruturadas
contendo informações, crenças, opiniões e atitudes. O estudo das representações sociais foi
impulsionado pela convicção de que o senso comum não é algo irracional, e que pode ser uma
fonte importante para estudos científicos4. Segundo Moscovici,5com a Teoria das
Representações Sociais se visa “o estudo de como, e por que as pessoas partilham o
conhecimento e, desse modo, constituem sua realidade comum, de como elas transformam
ideias em práticas”. Gonzalez Rey6 considera como principal contribuição da Teoria das
Representações Sociais a criação de uma nova zona de sentido dentro da Psicologia Social até
então ignorada: o estudo da génese e do desenvolvimento do conhecimento social. É neste
contexto onde enquadramos a teoria. Com ela se quer defender que apesar da qualidade dos
jovens em análise, eles são capazes de nos fornecer um conhecimento científico acerca da sua
3
Crf. Jodolet, D., Representações Sociais: um domínio em expansão. In D. Jodolet (Org.). As Representações
Sociais. EdUERJ, Rio de Janeiro, 2001.
4
Cfr. Jodelet, D., opus. cit.
5
Cfr. Moscovici, S. (2007). Representações Sociais: Investigação em Psicologia Social. Ed. Vozes, 5ª ed., Rio
de Janeiro, 2007.
6
Cfr. González Rey, F.L., Sujeito e Subjectividade: uma aproximação histórico-cultural. Thomson Learning, São
Paulo, 2003.
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situação de exclusão e pobreza. A teoria das representações sociais aplicada à situação concreta
há-de nos fornecer um saber espontâneo e a manutenção de um saber tradicional, na ausência
de um saber erudito unânime, estruturado e amplamente difundido tal como defende Jodolet
citado por De Sá7.
1.2- Exclusão Social e Pobreza
Pensar de modo profundo à respeito do conceito “exclusão” leva a qualquer pessoa a pensar
aos mais diversos ângulos que o próprio termo sugere. É, se calhar por isso, que no âmbito das
ditas Ciências Sociais, o termo encontra variadíssimas abordagens. Nesta ordem de
pensamento, temos a citar Jodelet ligada à Psicologia Social, que considera a noção de exclusão
como sendo bastante polissêmica, compreendendo por isso um fenómeno que se pode perguntar
até onde se justifica falar ou tratar em geral, o que suporia juntar todos os processos que ele
implica ou todas as formas que ela toma em uma mesma alternativa8. Este termo “exclusão”,
tem sido atribuída sua invenção a René Lenoir em 1974 o qual achava que não era mais um
fenómeno de ordem individual mas sim social, cuja origem deveria ser buscada nos princípios
do funcionamento das sociedades modernas, tal como assegura Wanderley citado por Arruda,
Calaço e Baia9. Entre as causas da exclusão, destaca-se: o rápido e desordenado processo de
urbanização, a inadequação e uniformização do sistema escolar, desenraizamento causado pela
mobilidade profissional, as desigualdades de renda e de acesso aos serviços.10
Sawaia,11 chama atenção ao facto de que este fenómeno não afecta apenas as franjas dos
subproletários, também um processo que pode afectar todas as camadas sociais. Se o termo
exclusão parece ser polissémico e dúbio do ponto de vista de sentido, o mesmo não acontece
com o seu similar que é o termo exclusão social que é mais preciso e claro. Nesta busca do seu
entendimento, o sociólogo Giddens12 define-o como sendo o modo como os indivíduos são
destituídos da possibilidade de um envolvimento pleno na vida social. Este autor ainda dá um
exemplo prático dos excluídos sociais dizendo que são as pessoas que vivem em bairros sociais
degradados com escolas pobres e poucas oportunidades de emprego, pessoas sem
7
Cfr. De Sá, C. P., A construção do objecto de pesquisa em representações sociais. EdUERJ, Rio de Janeiro, 1998.
8
Cfr. Sawaia, B. (Org.), As artimanhas da exclusão: análise psicossocial e ética da desigualdade. Editora Vozes,
2ª ed., Petrópolis, 2001.
9
Cfr. Arruda, R.; Colaço, J.; Baia, A., O que é a exclusão social? Escolar Editora, Lisboa, 2014.
10
Idem.
11
Cfr. Sawaia, B., opus.cit.
12
Cfr. Giddens, A., Sociologia. Fundação Calouste Gulbenkian, 9ª ed., Lisboa, 2013.
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oportunidades de melhoramento pessoal que a maioria das pessoas na sociedade. 13 Para
Carvalho,14o termo exclusão social faz parte da tradição francesa de análise de pessoas e grupos
sociais desfavoráveis, tendo sido empregue primeiramente com objectivo de referir o
afastamento da rede de relações a que estão sujeitos indivíduos e grupos sociais. A ideia acima
referida fica mais clara com a ideia de Garry Roger citado por Carvalho15 ao afirmar que a
exclusão social está associada à ideia de insuficiente acesso a bens e serviços, à insegurança, à
justiça, à cidadania, etc. Nesta perspectiva, vale trazer à tona 5 níveis de exclusão social
propostos por Garry Roger citado por Carvalho16: a) o desemprego de longo prazo, também
conhecido de exclusão de mercado; b) emprego precário, exclusão do trabalho regular; c) a falta
de acesso a um posto de trabalho bem remunerado, exclusão dentro do trabalho; d) a falta de
moradia decente e a serviços comunitários essenciais, impossibilidade de garantir a
sobrevivência, a falta de acesso à segurança e, e) a exclusão de direitos humanos.
Além dos níveis já mencionados acrescenta-se o baixo acesso instrução formal, a assistência
sanitária, a habitação condigna e ao saneamento adequado, tal como vê Carvalho.17 Para
finalizar esta secção, é mister apresentar mais um entendimento da ideia de exclusão social,
concordando com Costa citado por Carvalho18, que entende que falar de exclusão social é, sem
dúvidas, falar da fase extrema do processo de marginalização entendida esta, como um percurso
descendente ao longo do qual se verificam sucessivas rupturas na relação do indivíduo coma a
sociedade.
Talvez seja oportuno, para maior clareza do assunto em discussão, falar-se também de formas
e dimensões da exclusão social. A primeira (a forma), responde à pergunta quem é na verdade
um excluído social? E a segunda (dimensão), responde a pergunta, até que ponto uma pessoa é
excluída socialmente?
1. 2.1 Formas e dimensões da Exclusão Social
13
Idem.
14
Cfr. Carvalho, P., Angola: Quanto tempo Falta para Amanha? Reflexões sobre as crises políticas, económicas e
social. Celta Editora, Oeiras, 2002.
15
Carvalho, P., Exclusão Social em Angola: o caso dos deficientes físicos de Luanda. CESFE-UC, Coimbra, 2008.
16
Idem.
17
Cfr. Carvalho, P., opus. cit., 2008
18
Idem.
Página 56 de 144
Como muitos outros fenómenos que afectam e preocupam as sociedades, a exclusão social pode
ser captada nas suas variadas formas e dimensões. Ou seja, pode ser vista sob vários pontos de
vista. Giddens,19 apresenta as principais formas da exclusão social, como se pode ver:
- Exclusão do mercado de trabalho, que conduz à outras formas de
exclusão social, por exemplo, a pobreza, a exclusão de serviços, a
exclusão de relações sociais, só para citar estas;
- Exclusão de serviços, que se circunscreve na falta de acesso a serviços
básicos, tal como a falta de eletricidade, água potável, transportes, lojas
e outros serviços financeiros;
- Exclusão das relações sociais, quando os indivíduos são
impossibilitados de participar nas actividades sociais mais comuns, tais
como visitar os amigos e familiares, celebrar ocasiões especiais, gozar
férias, etc. E, a falta de apoio prático e emocional em momentos de
necessidades.
Quanto às dimensões da exclusão social Bruto da Costa citado por Carvalho20 enumera 5
dimensões as quais Carvalho, acrescenta mais uma:
1º) Exclusão do tipo económico (pobreza), caracterizada por uma
situação de privação múltipla e por falta de recursos; 2º Exclusão do tipo
social (isolamento ou ausência de laços sociais), que está relacionada
pelo isolamento ou ausência de laços sociais; 3º Exclusão do tipo cultural
(dificuldades de integração), que está relacionada com a dificuldade de
integração em consequência de fenómenos como xenofobia; 4º Exclusão
de origem patológica (psicológica ou mental), que pode ser de natureza
psicológica ou emocional; 5º Exclusão por comportamentos
autodestrutivos (alcoolismo, toxicodependência e prostituição); 6º
Exclusão política (o não exercício de direitos políticos e de cidadania).
Exclusão social e pobreza
O caminho percorrido pelos conceitos de exclusão e exclusão social, traz à tona um outro
fenómeno muito presente na sociedade em que nos encontramos. Trata-se precisamente da
pobreza. Nosso propósito é o de saber o nível de parentesco existente entre um conceito
(exclusão social) e outro (pobreza).
19
Cfr. Giddens, A., opus.cit. p. 560.
20
Cfr. Carvalho, P., opus cit., 2008, p.38.
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Segundo o INE (Instituto Nacional de Estatística)21, a pobreza é considerada como a privação
de algumas dimensões do bem-estar de um individuo, como o acesso limitado de serviços de
saúde, baixo capital humano, habitação inadequada, má nutrição, falta de bens e serviços, falta
de capacidades de expressar pontos de vistas políticos e professar credos religiosos. De acordo
com Rahmena citado por Lukamba,22 a pobreza é a incapacidade de satisfação das necessidades
básicas, como alimentação, vestuário e abrigo.
A Sociologia tem favorecido duas diferentes abordagens da pobreza na óptica de Giddens: 23a
pobreza absoluta, relacionada à falta de condições básicas que devem ser reunidas de forma a
sustentar uma existência física saudável, tal como comida suficiente, abrigo, roupa, etc.; e a
pobreza relativa, determinada e medida baseando-se no preço dos bens essenciais à
sobrevivência humana em determinada sociedade e em um determinado contexto. E ainda em
relação a pobreza, Rahnrma citado por Lukamba,24diz-se pobreza absoluta quando as pessoas
vivem com menos de 1 dólar americano por dia.
Há nos autores mencionados uma completa unanimidade. Na verdade, pobre é todo individuo
privado de ter as condições básicas para uma vida saudável e digna. Assim, há uma distinção
bem nítida entre a exclusão social e a pobreza, visto que a primeira é mais ampla do que a
segunda, pois que de acordo com Giddens,25 a exclusão social foca atenção num conjunto mais
amplo de factores que impedem que os indivíduos ou grupos usufruam de oportunidades abertas
à maioria da população. Carvalho,26vai mais longe e traz simplesmente a diferenciação dizendo
que
o conceito de exclusão social engloba a pobreza, mas o oposto não é
válido, uma vez que todo o pobre está socialmente excluído, mas nem
todo o excluído social é necessariamente pobre; ainda, acrescenta
dizendo que a pobreza é a dimensão material de um fenómeno mais vasto
que é a exclusão social.
21
Cfr. INSTITUTO NACIONAL DE ESTATÍSTICA, IBEP., Sumário do inquérito integrado sobre bem-estar da
população. IBEP-INE, ANGOLA, 2011.
22
Cfr. Lukamba, A., A globalização e os conflitos no sul: o caso angolano. Roma, 2001.
23
Cfr. Giddens, A., opus. cit.
24
Cfr. Lukamba, A., opus. cit.
25
Giddens, A., opus cit.
26
Carvalho, P. (2008)., opus cit.
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À guisa de conclusão, faz sentido retomar a ideia segundo a qual a exclusão social é um
problema social muito presente nas sociedades contemporâneas. Ela representa a ausências de
bens, serviços e uma roptura nos laços quer afectivos e quer emocionais de um individuo.
2. METODOLOGIA DE PESQUISA
2.1 Pesquisa qualitativa
No âmbito dos objectivos perseguidos por esta investigação, optou-se por um estudo
qualitativo. O que se procura é, na verdade, conhecer as representações sociais da exclusão
social dos jovens lavadores de carros nas ruas da cidade do Huambo, a partir das várias
perspectivas encontradas nos diversos discursos e nos significados que os jovens lavadores de
carros atribuem à situação em que se encontram e tudo o que a envolve, admitindo-se que o
sentido, particular e subjectivo, atribuído a um acontecimento pode ser generalizado27.
Trata-se, todavia, de uma investigação interpretativa, fundamentalmente qualitativa, que pela
natureza do instrumento utilizado para a recolha de dados- a entrevista aprofundada- quer pelos
objectivos propostos se inscreve na compreensão hermenêutica, a que se associou uma análise
de discurso.
2.2 Características sócio-demográficas dos entrevistados
Os dados que apresentamos neste estudo foram colhidos na ex Finol e na Lagoa do R 21 situados
na Cidade do Huambo entre os anos 2013 e 2014. Numa altura que os locais de lavagem de
carros nas ruas com maior concentração de jovens eram os seguintes: Ex-Finol (na rua que liga
a Escola Deolinda Rodrigues ao bairro Santo António), albufeira do Kuando, Ponte do Rio
Kulimahalã, rio fronteiriço do bairro de S. Pedro Suburbano e Calomanda, lagoa R 21 (Bairro
Cavongue), rua Adjacente ao prédio da Construção, Eribeira da granja, Rio Calombula, etc.
Participaram da pesquisa 11 jovens lavadores de carros, todos eles do sexo masculino, com
idades compreendidas entre 18 a 27 anos. Esta selecção foi feita aleatoriamente tendo como
critério o facto de se fazer presente no local de lavagem de carros nos dias em que decorreram
as entrevistas.
Dentre os entrevistados, um possui o ensino médio, três encontram-se a estudar, e os restantes
não estudam já há mais de dois anos. A maior parte dos jovens é natural e reside na zona
periférica da cidade do Huambo; com excepção de três que são naturais dos municípios de
Caála, Cachiungo e Matala (sendo o último município da província da Huíla). Quanto à
experiência profissional, a situação é ainda mais lastimável, por quanto só 5 é que possuem
27
Cfr. Tuckman, B., Manual de investigação em educação. Lisboa, 2000.
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alguma experiência profissional. Para maior compreensão dos dados sociodemográficos,
apresentamos a seguir a tabela nº 1.
Tabela nº 1 -Características sociodemográficas dos entrevistados
Nº/O Sexo Idade Hab. Profissão Naturalidade Residência Nº de
Literárias filhos
1 M 21 7ª Ajudante Huambo Calomanda 2
de
pedreira
2 M 19 7ª Nenhuma Huambo Kapango 0
3 M 37 12ª Ex-militar Huíla Kapango 7
4 M 19 5ª Nenhuma Huambo Kapango 0
5 M 18 9ª Nenhuma Huambo Cavongue 0
6 M 18 8ª Nenhuma Huambo Calomanda 0
7 M 28 5ª Ajudante Cachiungo Calomanda 2
de
pedreira
8 M 24 8ª Ajudante Huambo Fátima Sub- 0
de urbano
pedreira
9 M 22 7ª Nenhuma Huambo Calomanda 0
10 M 22 8ª Ajudante Caala Calomanda 3
de
pedreira
11 M 34 5ª Ajudante Huambo S. João 3
de Canata
pedreira/
Ex-militar
Fonte: Elaboração do autor.
2.3. Instrumento de recolha de dados
Optou-se pela utilização da entrevista aprofundada, este tipo de entrevista possibilita que o
entrevistado expresse as suas opiniões com liberdade e com a ênfase desejada. Foi de todo útil,
aplicar a técnica de entrevista aprofundada por ser explicitamente uma técnica qualitativa que
nos permite analisar as opiniões dos entrevistados sobre os diferentes aspectos da vida a nível
pessoal, familiar, social, económico, entre outros. Valorizou-se mais o aprofundamento e o
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alargamento das opiniões recolhidas, não se pressionando os participantes com um elevado
número de perguntas, o que inevitavelmente, iria conduzir a respostas mecânicas e pouco
representativas dos seus pensamentos sobre o objecto de estudo.
As perguntas surgiam fundamentalmente, como tópicos para reflexão dos entrevistados sobre
suas representações sociais, com objectivo de colher a opinião mais limpa possível de
representações ou de convicções e sentimentos do memento. A utilização de um guião, não
impediu aos entrevistados a possibilidade de construir o seu próprio discurso e sem obrigar o
investigador a preocupação de seguir o mesmo ordenamento das questões em todas as
entrevistas e de maneira idêntica, permitir estabelecer uma categorização comum, construindo
um corpus relativamente homogéneo, o que facilita a interpretação corporativa de dados.28
A entrevista aprofundada permitiu, ainda, minimizar a recolha de informação não útil aos
objectivos. A estrutura e o guião da entrevista foram elaborados tendo por base os dados
recolhidos num trabalho empírico realizado por Hongolo.29
Procurou-se manter o distanciamento das opiniões expressas pelos entrevistados, mesmo
quando para tal se tenha solicitado, para que os participantes nunca se sentissem avaliados ou
com receio de não estar a responder ao solicitado ou, acima de tudo, julgasse o seu discurso
com reduzido interesse a qualquer interpretação ou, de alguma maneira, minasse o clima de
aceitação e de descontração desejada à realização de um trabalho profícuo, foi desde cedo
clarificado, que mais do que uma entrevista, se tratava de uma conversa, sendo o entrevistador
um mero ouvinte.
As entrevistas foram gravadas num aparelho, tendo sido solicitada previamente aos
entrevistados, a autorização para a utilização do gravador. Posteriormente, as transcrevemos na
íntegra para captar com exatidão a totalidade do discurso e permitir a sua respectiva análise.
Cada entrevista teve uma previsão de duração aproximada de 30 minutos, mas no terreno vimo-
nos obrigado a reduzir esse tempo, visto que alguns entrevistados apresentavam-se nervosos e
lacónicos. Estes comportamentos, fizeram com que as entrevistas durassem entre 10 a 20
minutos.
2.5 Tratamento de dados
28
Cfr. Quivi, R.; Campenhoudt, L. V., Manual de investigação em ciências sociais. Grávida Editora, 6ª ed., Lisboa,
2013.
29
Cfr. Hongolo, A. L. Dos Santos, A comunidade Rastafari em Angola: da representação à exclusão social.
Dissertação de Mestrado em Sociologia não publicada. Universidade de Lili, Lili, 2013.
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Após a realização de todas as entrevistas, os dados foram sujeitos a uma análise de discurso
que, na perspectiva de Quivy & Compenhoudt,30 é o método que melhor permite a análise
sistemática de informações e testemunhos que apresentam um certo grau de profundidade e
complexidade. Corroboramos com Bardin,31 o entendimento de que o objectivo principal da
análise de discurso é a inferência e que esta se realiza tendo como suporte indicadores de
frequências, o que valida a consciência dos resultados e das suas causas.
Na óptica de Desanti e Cordon citado por Hongolo,32 essa técnica de análise “consiste em
procurar temas e sub-temas significativos que encontramos de uma entrevista a outra, a medida
que as vamos lendo”. Ainda segundo Quivy e Campenhoudt,33 essas técnicas de análises,
revelam as representações sociais ou juízos dos locutores a partir de um exame de certos
elementos constitutivos do discurso. A interpretação dos discursos, iniciou-se com o processo
de análise vertical e horizontal, partindo dos sete temas e seus pespectivos subtemas
organizadores das entrevistas: (1) Trajectorias sociais; (2) Clima familiar; (3) Escolaridade; (4)
Percurso profissional; (5) Inserção social; (6) Comportamentos autodestrutivos e criminalidade;
e (7) Dificuldades e perspectivas. Para maior compreensão desta organização, apresentamos
mais abaixo, a tabela 2, com o guião da análise dos discursos, pois que ele, permitiu organizar
e analisar dados relativos às representações socias sobre as causas que levam os jovens a
lavarem carros; às relações que mantêm no seio familiar; à situação escolar e profissional; ao
apoio institucional; às suas carências, seus medos, seus preconceitos, estereótipos e
discriminação que resultam da sua actividade. Pudemos também identificar os principais
problemas que afectam e preocupam os jovens e, finalmente, explicar as dificuldades que
enfrentam na vida quotidiana, na família e nas possibilidades de acesso à escola e ao trabalho
formal remunerado.
Tabela nº 2
Guião de análise de discurso
Nº Temas Sub-temas
1 Percurso dos lavadores de Origem social, percursos dos lavadores de carros
carros (Trajectorias
sociais)
30
Cfr. Quivi, R.; Campenhoudt, L. V., opus cit.
31
Cfr. Bardin, L., Análise de Conteúdo. Edições 70, Lisboa, 2011, p. 163.
32
Cfr. Hongolo, A. L. Dos S., opus cit. p. 75.
33
Cfr. Quivi, R; Campenhoudt, L. V., opus cit.
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2 Clima familiar Relações familiares, filhos
3 Escolaridade A escolaridade, insucesso escolar, abandono
escolar,
4 Percurso profissional Emprego e relações de trabalho, dificuldade no
trabalho, estratégia de sobrevivência
5 Inserção social Integração social, instituições de reintegração
social
6 Comportamentos Consumos de drogas, criminalidade, marginalidade,
autodestrutivos e roubos
criminalidade
7 Dificuldades e Carências, medos, preconceitos, estereótipos,
perspectivas discriminação
Fonte: Elaborado por Hongolo34 e adaptado pelo autor.
O processo de análise vertical e horizontal, consiste numa primeira fase na selecção e
organização dos dados identificados nos diversos discursos e na fase posterior, a análise
profunda de cada um dos discursos e a respectiva comparação entre todos, salientando
semelhanças e divergências significativas.35Prosseguiu-se a análise com o processo de
categorização. O critério utilizado foi o semântico, ou seja, tivemos a premente preocupação de
agrupar na mesma categoria todos os elementos com a mesma significação.36 Usamos a técnica
de “tesoura e cola” tal como apresenta Marie-Chistina dÚmug citado por Santos, para verificar
e formular as categorias sempre que necessário37. Seguidamente, procedeu-se a uma nova
leitura de listagem de categorias formuladas, de tal forma a garantir a sua adaptação ao material
analisado. A categoria é, nada mais, nada menos, uma estrutura convencionada, criada pelo
investigador para classificar e sistematizar a informação recolhida. Foi preciso materializar as
categorias pelo levantamento dos seus indicadores. Desta forma, procedeu-se a codificação do
material em análise, isto é, à transformação dos dados dos discursos em bruto, o que como
pensa Bardin,38 “possibilita atingir uma representação do conteúdo, ou da sua expressão,
susceptível de esclarecer o analista acerca das características do texto que podem servir de
34
Cfr. Hongolo, A. L. Dos S., opus cit. p. 75.
35
Cfr. Bardin, B., opus cit. p. 199.
36
Idem. p. 145.
37
Cfr. Santos, J. M. F. Dos, Valores e deontologia docente: estudo empírico. In Revista Iberoamericana de
Educacion (ISSN:1681-5653).
38
Ibdem.
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índices.”39 A identificação dos índices permite, por sua vez, pela frequência simples do tema, a
construção dos indicadores.
Assim, prosseguiu-se com o recorte do conjunto das entrevistas e com a análise sobre todos os
seguimentos portadores de uma análise de sentido, tendo sido atribuído a cada seguimento um
código, para permitir a sua organização e posterior comparação em todos os outros a que se
atribuiu o mesmo código e verificar se existe, ou não, uma relação de aproximação entre eles
passível de os agrupar numa estrutura mais geral, ou seja, numa categoria. Apurou-se assim, o
número de vezes, de entrevista por entrevista, que um indicador (tema ou subtema) foi
mencionado e elaborou-se de seguida, uma grelha estruturada em temas, categorias,
subcategorias e indicadores, onde as representações que se encontram no ponto seguinte foram
recolhidas.
3. RESULTADO DAS REPRESENTAÇÕES SOCIAIS DA EXCLUSÃO SOCIAL DOS
JOVENS LAVADORES DE CARROS NAS RUAS DA CIDADE DO HUAMBO
3.1 Trajectórias sociais dos lavadores de carros
Uma trajectória é um deslocamento no espaço social, entre uma posição de origem e posição
de chegada, na perspectiva de Lebaron.40 Ainda segundo o mesmo autor, a noção de trajectória
permite descrever uma biografia individual sem deixar de lado as estruturas ou espaços sociais
no seio dos quais ela se estende.41 Yves Grafmeyer citado por Lebaron,42 propõe duas
perspectivas para a observação da trajectoria de uma população: a) a pespectiva transversal e
b) a perspectiva longitudinal. A perspectiva transversal serve para observar uma população num
dado momento da sua trajectoria. A pespectiva longitudinal ocupa-se da sucessão dos estados
e dos acontecimentos que afectam cada um dos membros dessa população, como é no caso do
nascimento, período de entrada na vida profissional, data de chegada numa cidade ou num
bairro, etc. Para o nosso estudo, achamos por bem utilizar as duas perspectivas.
Durante a pesquisa, numa primeira instância, procurou-se saber o percurso dos jovens lavadores
de carros na cidade capital do Huambo, ou seja, como os jovens vão parar nas ruas lavando
carros. As informações recolhidas junto dos entrevistados mostram que a maior parte deles vai
parar nas ruas devido a problemas económicos no seio da família e/ou devido a ruptura nos
laços familiares por perda de um dos seus membros ou mesmo devido à separação dos pais ou
39
Idem, p.156.
40
Cfr. Lebaron, F., A sociologia de A a Z: 250 palavras para compreender. Escolar Editora, Lisboa 2010.
41
Ibdem.
42
Ibdem.
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ainda devido à própria pobreza que caracteriza a maior parte das famílias angolanas. 43 Os
discursos dos entrevistados confirmam isto mesmo:
“Só órfão de pai e mãe. Vivo com o meu irmão mais velho. A relação com o meu irmão é assim
mesmo, bom dia bom dia, não me safa já nada. Estou a fazer esse trabalho para sobreviver um
pouco. Lavo carros desde 2008, naquela de andar com meu amigo disse não anda só a ficar
em casa só assim, anda a me seguir”. (22 anos de idade, 7ª classe, residente na Calomanda).
“Nunca estudei mais porque os meus pais se separam muito cedo e só andava só assim. Eu fui
tropa da defesa civil, quando nos levam ao Congo eu fugi. Lavo carro desde 2007, aqui mesmo
na Finol”. (34 anos idade, 4ª classe, residente na Canata).
Como se pode constatar, as trajectórias são diferentes, mais todas elas apontam para
desestruturação familiar, a pobreza no seio familiar e as poucas oportunidades de emprego.
3.2. Clima familiar
A família é aqui entendida como uma unidade nuclear na qual as pessoas possuem laços de
parentesco ou afinidade, formando um grupo doméstico que convive sob o mesmo tecto. A
família é considerada uma instituição responsável por promover a educação dos filhos e
influenciar o comportamento dos mesmos no meio social. O papel da família no
desenvolvimento de cada indivíduo é de fundamental importância. É no seio familiar que são
transmitidos os valores morais e sociais que servirão de base para o processo de socialização
da criança, bem como as tradições e os costumes perpetuados através de gerações. O clima
familiar é um local onde deve existir harmonia, afectos, protecção e todo o tipo de apoio
necessário na resolução de conflitos ou problemas de algum dos membros. As relações de
confiança, segurança, conforto e bem-estar proporcionam a unidade familiar. O clima familiar
é muito importante na vida de cada individuo.
No ponto anterior, falou-se que a maioria destes jovens opta pelo trabalho de lavador de carros
devido à rupturas nas relações familiares e também devido às condições precárias das famílias.
Vejamos os discursos que se seguem:
“Só órfão de pai e mãe. Vivo com o meu irmão mais velho. Desisti por falta de apoios, pediam
algo na escola, o próprio dinheiro não tinha” (22 anos de idade, 7ª classe, vive na Calomanda).
Na abordagem de Merton,44 os pais servem de correia para a transmissão de valores e objectivos
dos grupos nos quais fazem parte, sobretudo os da sua classe social ou da classe com que se
43
Van-dúnem, J.O.S., Fundos Sociais: um colírio no combate à pobreza? Um estudo de caso do Fundo de Apoio
Social. Edições Kilombelombe Limitada, Luanda, 2008.
44
Cfr. Merton, opus cit. pp. 209-210.
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identificam. E a escola é, evidentemente, o organismo oficial para a transmissão dos valores
predominantes, afirmando implicitamente, ou mesmo de modo explícito, que a educação
conduz à inteligência e consequentemente o sucesso ao emprego e o êxito monetário.45 Todavia,
vemos que o clima familiar destes jovens não é favorável para orientá-los na direcção certa. A
maior parte das famílias angolanas não cumpri com o seu real papel social. Daí que temos
muitos jovens nas ruas quando deviam estar na escola ou em trabalhos socialmente úteis.
Portanto, precisamos refletir nessa disfunção das famílias angolanas.
3.3. Escolaridade
A questão do percurso escolar dos jovens lavadores de carros na cidade capital do Huambo,
está intimamente ligada a escolaridade da vasta maioria da juventude angolana. Numa situação
em que mais de dois terços das famílias vive abaixo da linha de pobreza, não é de estranhar que
seja bastante baixo o acesso à instrução em Angola.46 As dificuldades encontradas no dia-a-dia
dos jovens aumentam o nível de fracasso escolar e do abandono escolar.
Sabendo que a escolaridade é um dos factores determinantes do percurso profissional dos
indivíduos nas sociedades contemporâneas, bem como surge como um dos elementos
fundamentais para definição de desenvolvimento de uma sociedade, nomeadamente ao que
refere às populações jovens que se assumem como os protagonistas “dos processos de
aquisição de novas qualificações e saberes” como assegura Guerreiro, Cantante e Barroso
mencionado por Chambino,47 os níveis de escolaridade destes jovens são muito preocupantes.
A situação de pobreza conduz a que muitas crianças não tenham acesso à instrução em virtude
das suas famílias não terem como pagar o que lhes é exigido para o acesso à escola pública. E
os que conseguem ingressar têm depois dificuldades para prosseguir, devido à falta de recursos
na família ou ainda por razões de natureza cultural.48 Vejamos alguns depoimentos dos
entrevistados:
“Não estudei através do dinheiro, na escola é preciso dinheiro. Não consigo pagar a propina
só estou a si preocupar com a minha vida” (18 anos de idade, residente na Calomanda, 8ª
classe).
45
Ibdem.
46
Carvalho, P., opus cit. 2002.
47
Cfr. Guerreiro, M. Das D.; Cantante, F.; Barroso, M., O abandono escolar precoce e as suas implicações nos
percursos profissionais dos jovens, In. Carmo, M. R. De (Org.), Desigualdades sociais: estudos e indicadores.
Editora Mundos Sociais, Lisboa, 2010.
48
Carvalho, P., opus cit., 2002.
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“Só órfão de pai e mãe. Desisti por falta de apoios, pediam algo na escola, fui novo e não
conseguia nada na Finol, vi mesmo vou só desistir. Estou a fazer esse trabalho para
sobreviver” (22 anos de idade, 7ª classe, vive na Calomanda).
Os discursos apresentados pelos entrevistados demonstram que a ruptura dos laços familiares e
sociais, e juntando a isso a escassez de recursos económicos, desempenharam um papel
preponderante nos seus percursos escalares. Na óptica de Hongolo,49 quando os laços familiares
e sociais são quebrados e as dificuldades económicas se impõem, o sucesso escolar torna-se
difícil. E é exactamente isso que verificamos em nossa investigação empírica. A maior parte
dos jovens encontra-se socialmente excluída do sistema escolar devido à carências económicas
de suas famílias. Para inverter esse quadro assombrado, a família é novamente chamada a
cumprir com o seu papel de providenciar as condições matérias necessárias aos seus filhos, para
evitar-se a exclusão por falta de qualificações acadêmicas.
Concluindo, diríamos que o abandono escolar precoce, o insucesso escolar e a falta de
oportunidades de estudar configuram-se num grande problema para esse grupo. Para dizer
mesmo com Guerreiro, Cantante e Barroso50, esta “reprodução social das baixas qualificações,
no contexto da globalização dos mercados, implica, na verdade um aprofundamento das
desigualdades sociais”.
3.4. Percurso profissional
Os problemas de escolaridade acima referenciados afectam directamente as questões ligadas à
esfera económica da vida destes jovens.51 As baixas qualificações acadêmicas e o pouco
investimento dos jovens em programas de formação quer profissional quer académica,
associadas ao acomodamento (imediatismo) a formas alternativas de sobrevivência, conduzem
à fracas capacidades profissionais que se refletem numa dificuldade acrescida de entrada no
mercado de trabalho. Esta questão ganha maior relevância se for tido em conta que “a diferença
entre ter e não ter emprego é das que mais imediatamente se transforma em desigualdades
sociais” segundo Machado e Silva citado por Chambino.52
49
Crf. Hongolo, A. L. das S., A comunidade Rastafari em Angola: da representação à exclusão social. Dissertação
de Mestrado em Sociologia não publicada, Universidade de Lili, Lili, 2013. p. 48.
50
Cfr. Guerreiro, M, et al. opus cit., p. 154.
51
Cfr. Carvalho, P., opus cit., 2002.
52
Cfr. Chambino, M. S. B., (Des) Integração Social juvenil: o caso da urbanização de realojamento Casal Mira.
Dissertação de Mestrado em Sociologia e Planeamento. ISCTE- Instituto Universitário de Lisboa, Lisboa, 2011,
p. 35.
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Nessa ordem de ideias, a exclusão social dos jovens lavadores de carros, tem a ver com o
desemprego e falta de formação quer profissional quer académica. Mas isso não é de admirar
uma vez que segundo Carvalho,53 o índice de desemprego urbano em Angola é de 45%. Ainda
segundo aquele autor, o subemprego e as migrações são responsáveis pelo crescimento, em
larga escala, do sector informal.54 Portanto, se partirmos da ideia segundo a qual, em Angola, a
maioria da população é jovem, podemos inferir que maior parte destes desempregados são
jovens. Sem emprego e sem profissão vão parar no mercado informal e escolhem a lavagem de
carros nas ruas isto porque o sector informal, é receptivo e “solidário”; recebe a todos sem
exigências na perspectiva de Carvalho.55
O desemprego e a falta de formação profissional configuram uma exclusão do mercado de
trabalho como assegura Giddens.56 Segundo o mesmo autor, o trabalho é importante não só
porque providencia um rendimento adequado, mas também porque o envolvimento no mercado
de trabalho é importante palco para a interacção social. Assim, a exclusão do mercado de
trabalho pode conduzir a outras formas de exclusão social – por pobreza, exclusão de serviços
e exclusão de relações sociais.57 A exclusão do mercado de trabalho aumenta significativamente
o risco de exclusão social. No caso concreto dos lavadores de carros, além de serem excluídos
do mercado de trabalho formal e lançados para o mundo do trabalho informal, ainda assim, são
perseguidos e sofrem uma espécie de dupla realidade da exclusão, como vemos neste discurso:
“Quero ter um futuro melhor, que ninguém nos dá mais corrida. Isso é que eu quero” (37
anos de idade, 4ª classe, residente no Kapango).
Considera-se, assim, que a nível económico esta população está longe da inclusão social na
sociedade de referência. O não acesso ao mercado de trabalho, os baixos rendimentos e as
consequentes situações de pobreza são, uma condicionante à inclusão social destes jovens.
3.5. Inserção social
Os jovens entrevistados afirmam que não têm tido nenhuma intervenção por parte de
instituições de inserção social. As instituições afins nunca mantiveram nenhum contacto com
eles. Apenas aparecem só para reprimir esta actividade que constitui um perigo para o ambiente.
53
Carvalho, P., opus cit., 2008.
54
Ibdem.
55
Idbem.
56
Giddens, A., opus cit.
57
Ibdem.
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“O estado devia falar com os PM58, para não nos darem mais corrida qui, aqui é onde sai o
nosso pão; se isso fechar nos não vamos ter onde ir, uns vão ser gatunos, vão matar para
roubar e isso é feio” (19 anos de idade, 7ª classe, residente no Kapango).
Como podemos notar, as instituições de integração social, nunca se preocuparam com esses
jovens, entre eles estão ex-militares que precisam de uma integração socioprofissional uma vez
que foram eles que deram tudo de si para a paz que vivemos hoje no país.
As instituições devem, portanto, criar políticas públicas para tirar esses jovens das ruas, pois
que segundo Carvalho,59 o processo de integração social leva à obtenção de níveis de vida
socialmente considerados dignos e evita desespero e falta de confiança nas instituições do
estado conforme podemos notar no discurso deste jovem:
“Se um dia tivermos chance que o estado pense a essa camada social seria benéfico para nós,
devíamos receber essa ideia com bom agrado, desde que o estado ainda não pensou em nós
vamos aguardar se um dia possa nos incluir numa sociedade mais organizada” (37 anos de
idade, técnico médio, vive no Kapango).
Portanto, chamamos atenção à todas as instituições, que se trabalhe para inclusão social destes
jovens. Pois, pode ser uma solução para outros problemas com os quais nos deparamos como
sendo a criminalidade, a violência doméstica, para apenas citar estes.
58
PM é abreviatura de Polícia Militar.
59
Cfr. Carvalho, P., opus cit., 2002.
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Além dos comportamentos autodestrutivos, os jovens lavadores de carros podem igualmente
ser susceptíveis a actos criminosos, quer como actores quer como vitimas. Os lavadores de
carros são quase sempre vistos como criminosos. E isto nota-se pelo comportamento que os
automobilistas mostram quando vão mandar lavar os seus carros. Têm o cuidado de tirar todos
os objectos valiosos do interior da viatura para evitar o seu desaparecimento. Os jovens
entrevistados admitem que existe um estereótipo segundo o qual os jovens lavadores de carros
roubam. Mas alguns afirmam que os que têm esse comportamento não o fazem no local de
trabalho.
“Não é verdade, que nós roubamos. Alguns roubam, mas não aqui no salo. Mais se isso fechar
nós não vamos ter onde ir, uns vão ser gatunos, vão matar para roubar e isso é feio. As pessoas
toda hora no bairro a serem chamados de gatunos….” (19 anos de idade, residente no Kapango,
7ª classe).
3.8 Dificuldades encontradas no dia-a-dia
As dificuldades são muitas ou seja, tudo é dificuldade na vida destes jovens. Muitas foram já
mencionadas e aqui gostaríamos acrescer uma outra que se prende com a falta de bilhete de
identidade. Para se dizer mesmo, que estes jovens estão excluídos do exercício pleno de
cidadania:
“A minha família gosta do trabalho, só me diziam para mudar, mas não tenho bilhete, eles
querem que eu seja eletricista” (22 anos de idade, 8ª classe, vive na Calomanda).
Concluímos com Carvalho,60 dizendo que a maioria dos angolanos não tem acesso aos direitos
sociais de cidadania.
“O dinheiro que ganho não chega para sustentar a família. Estamos aqui para não reclamar
que o Estado não faz nada. Não tenho facilidade de acesso à formação académica dos meus
filhos e nem consigo pagar as propinas escolares dos meus filhos nem tão pouco pagar aos
serviços de saúde. Considero-me um excluído porque não tenho emprego” (37 anos de idade,
técnico médio, vive no Kapango).
Portanto, a maioria dos angolanos são excluídos sociais. Os jovens passam por inúmeras
dificuldades. Desde as dificuldades que se predem com a aquisição de alimentação, vestuário,
habitação, entre outras.
3.9 Perspectivas dos jovens
Falar de perspectivas para um grupo socialmente excluído pode ser algo difícil, visto que o
indivíduo no contexto de desempregado fica sem nenhuma ideia do futuro. Entre os jovens os
60
Cfr. Carvalho, P., opus cit., 2008.
Página 70 de 144
que apresentam alguns planos para o futuro ainda reservam muitas dúvidas. Dissemo-lo a partir
do que constatamos no terreno, nos discursos que se seguem:
“Tcha,..Não há pessoa que não gosta de ter! Já não vou conseguir, mas tenho plano de ter
terreno, casa, mas aqui já não vai dar” (34 anos de idade, 4ª classe, residente no bairro S. João
Canata).
“Tcha… não sei os meus planos, o meu futuro nada, mas com o tempo gostaria de ser
eletricista” (22 anos de idade, 7ª classe, vive na Calomanda).
Apesar de existirem alguns que se apresentaram sépticos quando ao futuro, alguns têm algumas
ambições, têm algumas perspectivas futuríveis. Vejamos estes discursos:
“Quero outro trabalho. Se tivesse carta de condução, (…) gostaria ser mecânico-motorista”
(28 anos de idade, 5ª classe, vive na Calomanda).
Em forma de conclusão, diríamos que grande parte destes jovens não tem planos de vida
definidos. Os problemas de carências familiares e uma certa cultura de pobreza, que é uma das
características de muitas famílias angolanas, conduzem a sentimentos de desmotivação escolar
e profissional. Por outro lado, estes jovens são marcados por altos níveis de desmotivação,
alienação social e perspectivas fatalistas de futuro.
Os modelos sociais de referência destes jovens são de gerações marcadas pela precariedade,
exclusão social, baixas qualificações, desemprego e empregos precários. Assim, instalam-se
neles, perspectivas negativas e dogmáticas sobre o amanhã ou o futuro. Não demonstram
possuir planos de vida, nem objectivos escolares e profissionais. Esta postura conduz à
formação de um ciclo vicioso de exclusão. Pois, à luz de Chambino,61 “quanto maiores as
dificuldades escolares e profissionais, maior a desmotivação; diminuem os projectos de vida, o
que conduz a uma maior desmotivação e desinteresse pelas esferas escolares e profissionais”.
Logo, urge a necessidade de um resgate da autoestima destes jovens para o seu equilíbrio
psicossocial e sua inserção socioprofissional.
CONCLUSÕES
O objectivo central desta pesquisa consistiu em conhecer as representações sociais dos jovens
lavadores de carros nas ruas da cidade do Huambo na condição de socialmente excluídos. Neste
sentido, conclui-se que a exclusão social é uma constante na vida destes jovens. Os jovens
lavadores de carros nas ruas da cidade do Huambo constituem um segmento populacional
marcado por ciclos geracionais de baixas qualificações quer acadêmicas como profissionais. As
situações de privação económica, as carências afectivas e as rupturas dos laços sociais são
61
Cfr. Chambino, M. S. B., opus cit., p. 47
Página 71 de 144
características desta população estudada. Por conta destes factores, associam-se padrões de
comportamentos problemáticos tais como a delinquência, criminalidade e uso de drogas.
Foi com a ajuda da Teoria das Representações Sociais de Moscovici que pudemos fazer este
trabalho. Ela permitiu-nos alcançar o conhecimento que os jovens lavadores de carros nas ruas
têm a cerca da sua situação social. No estudo de campo, verificou-se que estes jovens têm
trajectórias sociais diferentes, mas com muitos pontos convergentes. Isto porque vêm de bairros
críticos e famílias diferentes já carenciadas residentes na periferia da cidade; o clima familiar,
caracterizado pelas desestruturações e rupturas nos laços familiares, não oferece condições de
realização pessoal. Por estas razões, estes jovens optam por esta estratégia de subsistência que,
de alguma forma, podemos igualmente considerá-la de resiliência social.
Ao longo do estudo, ainda prestou-se uma atenção especial à escolaridade destes jovens, isto é,
ao abandono escolar precoce, ao insucesso escolar e à falta de oportunidades de acesso à
educação, que se configuram num grande problema para o grupo.
As baixas qualificações académicas e o pouco investimento dos jovens em programas de
formação, quer profissional quer académica, associadas ao comodismo e ao conformismo,
conduzem à fracas capacidades profissionais que se refletem numa dificuldade acrescida de
entrada no mercado de trabalho. Portanto, não têm nenhuma experiência profissional nem
almejam ter. Daí a necessidade de um processo de inserção social que, infelizmente, não tem
sido levada a cabo pelos órgãos competentes no sentido de incluir estes jovens nas esferas
sociais que lhes permitam a realização dos seus objectivos de vida. Na ausência de dispositivos
de inserção social, os jovens lavadores de carros nas ruas ficam propensos à comportamentos
auto-destrutivos.
Os problemas de carências familiares e uma certa cultura de pobreza, que é uma das
características de muitas famílias angolanas, conduzem a sentimentos de desmotivação escolar
e profissional. Os modelos sociais de referência destes jovens são de gerações marcadas pela
precariedade, exclusão social, baixas qualificações, desemprego e empregos precários. Assim,
instalam-se neles perspectivas negativas e dogmáticas sobre o futuro. Não demonstram possuir
planos de vida, nem objectivos escolares e profissionais. Esta postura conduz à formação de um
ciclo vicioso de exclusão social cuja representação deverá ser sempre estudada.
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ECONOMIA
O POSICIONAMENTO DO PRODUTO NAS PEQUENAS EMPRESAS SOB ÓPTICA
DA CONCORRÊNCIA. ESTUDO DE CASO ORGANIZAÇÕES HENG (RISCA-
RISCA) LDA - HUAMBO
Elias Coyombe Chiambo Ndjamba1
[email protected]
Resumo
Este artigo tem como objectivo, controlar as variáveis do posicionamento do produto nas
empresas a partir de uma recombinação de factores, tendo em atenção o seu papel sobre tudo
nas empresas retalhistas como é o caso das Organizações Heng Lda. Fazendo uma avaliação da
adequação da oferta às necessidades dos clientes e do posicionamento do produto em relação à
concorrência para o alcance dos objectivos da empresa. O modelo de investigação adoptado é
o descritivo com abordagem realista. Os resultados indicam que as Organizações Heng,
consegue adequar a sua oferta aos seus clientes, nas dimensões da do valor do dinheiro e do
produto, tempo de espera mas não adequa efectivamente nas dimensões da durabilidade dos
produtos, a qualidade das embalagens, e atenção as reclamações. Por outro lado o supermercado
Risca-Risca está melhor posicionado nas dimensões da garantias e preço dos produtos mas não
tem um bom posicionamento na localização do estabelecimento, publicidade e serviço pós-
venda.
Palavras-Chave: Posicionamento do Produto, Consumidores, Clientes, concorrência.
Abstract
This article aims to control the variables of positioning the product in the companies based on
recombination of factors, considering its role particularly for retailing companies such as the
Heng Lda Organisation. In the meantime, it evaluates not only the adequacy of the offer to
clients’ needs but also the positioning of the product versus the ones of the competitors to
achieve the objectives. The study adopted the descriptive perspective with a realistic approach
as a research model. The results demonstrate that Heng Organisation has the ability to adequate
1
Mestre em Ciências Empresariaiss pelo ISEG – Instituto Superior de Economia e Gestão da Universidade de
Lisboa. Professor Assistente da Faculdade de Economia da Universidade José Eduardo dos Santos. Huambo,
Angola. Email: [email protected]
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its offer to clients’ needs within the dimensions of money and product value as well as the
waiting time. However, it does not effectively adequate to dimensions of the product durability,
quality package, and attention to complains. On the other hand, the Heng Organisation is better
positioned in the dimensions of warranties and prices of products, but not well positioned on
the physical location neither at advertising nor at after selling services.
Keywords: Product positioning; Consumers; Clients; Competitors.
1. INTRODUÇÃO
A redução na procura e vendas dos principais produtos nas pequenas empresas do município
do huambo, tem sido preocupação dos gestores e pode afectar a lucratividade da empresa no
longo prazo, quando os produtos em causa são distintos e não são facilmente encontrados
noutras lojas. Isto implica um reposicionamento do produto em termos de promoção, preço,
praça e distribuição, e combinação certa que a pesquisa de marketing pode ajudar a identificar,
na medida em que esta recolhe informações rigorosas sobre os principais gostos dos clientes,
expectativas, aspirações e limitações (Roberts e Adams, 2010; Nancarrow, Tinson e Webber,
2007; Levy, 2012).
O ambiente de negócios de bens de consumo de alta rotação vem passando por significativas
mudanças, entre as quais, a consolidação das cadeias de supermercados, o surgimento de novos
formatos de varejo e a concorrência entre varejos de formatos distintos. Todas essas mudanças
têm contribuído para a transferência de poder dos fabricantes para os mercadores, que têm
aumentado a sua capacidade de gestão (De Almeida et al., 2012).
Uma das dificuldades que as empresas neste ramo têm é posicionar a sua gama de produtos de
forma competitiva e bem-sucedida num mercado onde existe disposição por outros
concorrentes, produtos com o mesmo nível de qualidade, preço e outros atributos similares
(Doyle e Saunders, 1985). Na Província do Huambo e especialmente as empresas comerciais
no ramo alimentar e mercadológico, ao iniciarem o seu negócio, parece não se preocuparem
com o posicionamento da firma tanto menos com o posicionamento da sua variedade de
produtos.
De acordo com Dou et al. (2010), Lawler-Wilson e Fenwick (1978), Bijmolt, Frambach e
Verhallen, (1996) e Ostasevičiūtė e Šliburytė (2008), não existe nenhum produto no mundo que
não tenha uma posição. O posicionamento do produto tem a ver com a visibilidade e
reconhecimento que o produto representa para um comprador. Em mercados onde a intensidade
de rivalidade e competição estão aumentando e os compradores têm uma maior possibilidade
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de escolha, a identificação e compreensão dos valores intrínsecos de um produto tornou-se
crítica.
O objectivo deste trabalho é controlar as variáveis do posicionamento do produto nas empresas
a partir de uma recombinação de factores, tendo em atenção o seu papel sobretudo nas empresas
retalhistas como é o caso das Organizações Heng Lda.
O contributo deste artigo baseia-se no facto de que para toda a estratégia de marketing existe
um e um só posicionamento óptimo dos produtos das empresas e, este não pode ser atingido se
estas não realizarem pesquisas de mercado (Gruca e Klemz, 2003; Baier e Gaul, 1999). Como
os modelos mais básicos presumir que a preferência de um indivíduo é inversamente
relacionada à distância entre as marcas e seu ponto ideal, quanto mais próximo um ponto ideal
é de uma marca no espaço derivado, maior é a preferência do indivíduo por essa marca.
2. Fundamentação
Segundo Kaul e Rao (1995), para manter e melhorar o seu nível de lucros, na presença de várias
forças externas, uma empresa deve reposicionar-se de forma contínua ou redesenhando os
produtos existentes ou introduzir novos produtos. Para isso, requer conhecimento dos atributos-
chave para uma determinada categoria de produtos, a importância de cada produto, e
informações sobre como os produtos existentes estão posicionados (relativamente aos atributos
chaves) no espaço de atributo. A empresa deve decidir se o posicionamento dos seus produtos
já existentes pode ser melhorado ou ainda, qual o melhor posicionamento ao conceber um novo
produto. Finalmente, a empresa deve elaborar uma estratégia óptima para colocar o novo
posicionamento e desenho em acção (Titko e Lace, 2012). Posicionamento de marca como
criação de superioridade de marca na mente dos consumidores. Posicionamento envolve
convencer os consumidores das vantagens de seus produtos contra a concorrência, e ao mesmo
tempo aliviar preocupações em relação a possíveis desvantagens. Para o autor, o
posicionamento usualmente requer a especificação também de valores cruciais (conjunto de
associações abstractas como atributos e benefícios) e um “mantra” (a essência da marca ou
promessa) (Hooley et al.,2001).
2.1. Posicionamento do produto. Conceitos e Estratégias
Posicionamento é um processo, não um acto. É um processo de persuasão contínua, para
encorajar o cliente a pensar em uma determinada maneira, e não uma acção unilateral do
profissional de marketing. O processo de posicionamento consta de duas etapas básicas, a
definição da categoria na qual a marca será associada e comparada e o estabelecimento do
diferencial e vantagem competitiva da marca contra suas concorrentes.
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Posicionamento do produto é definido por Ostasevičiūtė e Šliburytė (2008) como o processo de
colocar o produto numa certa posição na mente de potenciais compradores ou clientes. Os
gestores de marketing usam as estratégias de posicionamento para distinguir as ofertas das suas
empresas daquelas dos seus concorrentes, para criar promoções e comunicar uma posição
desejada.
Segundo Doyle, P., & Saunders, J. (1985), o objectivo do posicionamento é a criação de uma
imagem única e favorável na mente dos clientes-alvo. Posicionamento é, portanto, a conclusão
natural para a sequência de actividades que constituem uma parte essencial da estratégia de
marketing. Posicionamento do produto refere-se às decisões e actividades destinadas a criar e
manter um certo conceito de produto da empresa na mente do cliente.
Em suma, a posição de um produto é a percepção que os clientes têm deste produto em relação
aos atributos de produtos competitivos. Ao invés de permitir que os clientes possam posicionar
produtos de forma independente, os gestores de marketing devem tentar influenciar e moldar
as percepções dos consumidores sobre os diferentes produtos (Kaul & Rao, 1995; Lawler-
Wilson & Fenwick, 1978; Ostasevičiūtė e Šliburytė, 2008).
E assim estes autores propõem o modelo SAP (Segmentação, definição do público Alvo e
Posicionamento) que, consiste em definir os grupos de clientes desejados e colocar o produto
na posição desejada na mente destes clientes, conforme ilustra a figura 2.1.
Figura 2.1 Passos do Modelo SAP
Segmentação
Escolha das variáveis para a segmentação do mercado
Construção dos perfis dos segmentos
Validação dos segmentos emergentes
Posicionamento
Entendimento das percepções dos consumidores
Posicionamento dos produtos na mente dos consumidores
Desenho do mix de marketing apropriado e comunicação do
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Os primeiros dois passos correspondem à segmentação e a escolha dos mercados alvo, bem
como a determinação dos perfis dos consumidores e o último passo corresponde ao
posicionamento. No trecho que se segue faz-se uma revisão da literatura sobre estes três passos.
2.2 Segmentação de mercados e escolha de mercados alvos
Antes de esgotar o conceito de segmentação de mercado que será o objecto de desenvolvimento
desta secção é importante apresentar o conceito de marketing. Segundo McDonald e Dunbar
(2012), marketing é um processo para: definir os mercados; quantificar as necessidades dos
grupos de clientes (segmentos) dentro desses mercados, determinando as propostas de valor
para atender a essas necessidades, comunicando essas proposições de valor para todas as
pessoas da organização responsáveis por entregá-los, e obtendo a sua alienação de papéis;
desempenhando um papel apropriado para a realização destas propostas de valor (geralmente
apenas de comunicação); monitorar o valor efectivamente entregue.
Existem dois principais factores determinantes do reconhecimento ou não da segmentação de
mercado como a base do sucesso de marketing: (1) importância percebida pela gestão sénior de
marketing da contribuição para a estratégia empresarial, (2) a importância percebida pelo
marketing da contribuição da segmentação do mercado na estratégia de marketing. A primeira
depende do estado do marketing na organização, sendo a segunda dependente do segmento de
marketing para segmentação.
Segundo Filip (2012) um passo essencial no planeamento estratégico de marketing é a
segmentação de mercado. O conceito de segmentação de mercado foi introduzido em 1956 por
Smith, que definiu como "vendo um mercado heterogéneo (um caracterizado por demanda
divergente) como vários mercados homogéneos menores" (p. 6). Reconhece-se neste conceito
a existência de diferentes significativas entre os clientes e as perspectivas do mercado,
mostrando que nem sempre qualquer segmento pode ser o alvo dos esforços de marketing.
A segmentação de mercados se enquadra no domínio do marketing em geral e mais
concretamente no processo de marketing. A segmentação dos mercados tem um papel central
na estratégia de marketing na medida em que inclui dados externos, tais como pesquisa de
mercado, definição dos mercados e compreensão da missão e objectivos da empresa, que irá
determinar quais os mercados de interesse e dados internos sobre que fluxos de operações em
curso, tal conforme ilustra a figura 2.2.1.
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Figura 2.2.1: Definição dos Segmentos de Mercado e Proposta de Valor (McDonald e
Dunbar,
Análise
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2.3. Perfil do consumidor por segmento escolhido e sua percepção do posicionamento do
produto por ele consumido.
A teoria de decisão do consumidor existente assume que os consumidores são racionais e
maximizadores de utilidade e escolha do produto (a partir de um conjunto de alternativas
disponíveis) que lhes dá a máxima utilidade. A utilidade derivada (ao fazer a escolha) de um
produto é afectada não apenas pela percepção do indivíduo sobre o produto e suas alternativas,
mas também pela importância relativa ligada aos vários atributos do produto e pelo facto do
consumidor considerar apenas os produtos que fazem parte do seu conjunto evocado
(McDonald & Dunbar, 2012).
A necessidade de reposicionar ou reformular um produto existente pode surgir por várias
razões: (1) a empresa não fez uma decisão ideal mais cedo e, portanto, precisa de rever a sua
decisão, (2) as características básicas do mercado (ou seja, consumidores) mudaram e, assim, a
empresa precisa de reposicionar / redesenhar seus produtos existentes para atender as mudanças
dos gostos dos consumidores, (3) A empresa pode querer reagir à entrada ou estratégia
competitiva agressiva de um concorrente (Gonçalves, 2008; González-Benito & González-
Benito, 2005; Nancarrow et al., 2007).
O produto evolucionário deve ser posicionado normalmente pela modificação e aumento dos
atributos existentes ao passo que, os produtos revolucionários podem requerer o
desenvolvimento de um novo conjunto de atributos. Neste trabalho a atenção será dirigida para
o posicionamento do produto e problemas de reposicionamento que se refere aos produtos
evolutivos (Dolnicar & Lazarevski, 2009; Doyle & Saunders, 1985; Filip, 2012; Lopes, Maia,
& Boubeta, 2010).
Segundo Padgett e Mulvey (2007), o posicionamento do produto e o perfil do consumidor estão
estreitamente relacionados com a tecnologia. Se as empresas estão a perceber uma vantagem
competitiva a partir de uma nova tecnologia, precisam entender o impacto das novas tecnologias
na estrutura de mercado existente e como as mudanças na estrutura actual podem ser usadas
para obter uma vantagem competitiva.
2.4 Passos para o Posicionamento do produto
Arora (2006) tem uma visão distinta sobre as decisões de posicionamento do produto; ele
enfatiza que o processo de tomada de decisão do cliente como a questão mais importante no
processo de posicionamento do produto. Tais como Aaker, D. A., & Shansby, J. G. (1982), os
gestores de marketing tem que responder as seguintes perguntas ao posicionar o produto:
1. Quais as dimensões que os consumidores utilizam para avaliar as ofertas de produtos na
indústria ou categoria?
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2. Quão importante é cada uma dessas dimensões no processo de tomada de decisão?
3. Como a empresa e a competição se comparam nestas dimensões?
4. Que processos de decisão os clientes usam?
No que se refere aos passos para o posicionamento do produto, Hooley et al., (2001), propõe 8
passos ou etapas: (1) identificação dos competidores, (2) identificação dos atributos de tomada
de decisão, (3) avaliação dos atributos relevantes para a tomada de decisão, (4) identificação da
posição dos competidores de acordo com os atributos mais importantes, (5) identificação das
necessidades dos clientes, (6) preparação do mapa do consumidor, (7) selecção do
posicionamento desejado e (8) selecção da estratégia de posicionamento. Similarmente,
Ostasevičiūtė e Šliburytė (2008) concordam com os primeiros três passos propostos por Hooley
et al., (2001), contudo substituem os cinco últimos pela determinação do posicionamento
desejado do produto, selecção da estratégia do reposicionamento e criação da declaração de
posicionamento.
Considerando as ideias propostas pelos autores retractados no parágrafo anterior e as de Arora
(2006) no presente artigo é proposto um modelo com seis passos, constituídos em: (1)
entendimento das percepções dos consumidores sobre o produto, (2) identificação e análise dos
produtos competitivos no mercado, (3) identificação e selecção dos atributos do produto, (4)
posicionamento do produto por estilos de vida e comportamental, (5) definição das estratégias
de posicionamento (marketing mix) e (6) criação da declaração de posicionamento.
2.5 Entendimento das Percepções dos Consumidores
Lawler-Wilson e Fenwick (1978) defendem que os consumidores diferem não só na sua
percepção dos produtos, mas também nos critérios de escolha que empregam; a maioria dos
métodos de posicionamento existentes forçam os respondentes a usar critérios de escolha
idênticos. Nesta linha de pensamento, Bijmolt, Frambach e Verhallen, (1996) evidenciam que
a análise das percepções dos clientes pode dar informações para a formulação de estratégias
para contrapor aos concorrentes e saber sobre as suas potencialidades.
Kotler e Keller (2009) definem percepção como o processo pelo qual os clientes seleccionam,
organizam e interpretam informações para ter uma representação significativa do mundo. No
contexto do marketing, estes autores fundamentam que a percepção é mais importante que a
realidade, uma vez que são as percepções que vão em última instância afectar o comportamento
real do consumidor.
2.6 Posicionamento do Produto na Mente do Consumidor
Os produtos ou organizações são sempre associados a ideias, sentimentos ou desejo que,
combinados formam a impressão geral sobre os mesmos na mente dos clientes. Assim, entende-
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se por posicionamento do produto, o conjunto de associações que formam a impressão geral do
cliente sobre aquele produto (Aaker e Shansby, 1982). O termo “posicionamento” difere do
termo “imagem”, na medida em que, posição implica uma estrutura de referência baseada na
concorrência. Para uma maior competitividade no mercado não basta a imagem, visto que, um
produto pode ter boa imagem mas não estar bem posicionado, ou seja não ser preferido entre
outros da mesma categoria, o que implica que a relevância do posicionamento é condicionada
pelas circunstâncias do mercado (Serralvo e Furrier, 2004).
De acordo com as ideias avançadas por Serralvo e Furrier (2004), num mercado onde existe
baixa competitividade, existe menor preocupação com o posicionamento do produto e maior
com a imagem. No lugar de, num mercado altamente competitivo, a principal preocupação é o
posicionamento e, assim, para estes autores, posicionamento é um conjunto de estratégias e
acções que visam colocar o produto em primeiro lugar na mente dos clientes, o que
normalmente está associado a uma maior participação de mercado e rentabilidade, e mostrar
capacidade de manter essa posição ao longo do tempo, através da flexibilidade nos programas
de marketing, da inovação contínua e da reputação de bons produtos. Assim, o objectivo
principal de um programa de posicionamento deve ser alcançar a liderança em uma dada
categoria.
Na visão de Ostasevičiūtė & Šliburytė (2008), entende-se por posição de produto a soma dos
atributos associados a um produto por seus consumidores, o termo posição é definido na
literatura como um lugar ocupado por um produto/serviço em relação a seus concorrentes, já o
posicionamento de mercado é concebido como a estratégia relacionada com a abordagem a
adoptar na segmentação de mercado e na seleção dos segmentos nos quais a companhia quer
competir.
Com base nas definições obtidas da pesquisa bibliográfica, foi possível distinguir grupos de
referência sobre os quais assentam-se as principais diferenças e similaridades entre os conceitos
de posicionamento. Um primeiro agrupamento diz respeito aos termos genéricos que parecem
permear as definições de posicionamento, independentemente de sua orientação. Estes
resumem-se em diferenciação, processo, segmento/público-alvo, oferta, concorrência,
atributos, clientes, valor, lugar ocupado num cenário competitivo ou categoria, vantagem. Esses
factores permitem a montagem de uma definição genérica de posicionamento como “o processo
de estudo, definição e implementação de uma oferta diferenciada de valor cujos atributos
proporcionem uma posição vantajosa sustentável em relação á concorrência num cenário
competitivo, do ponto de vista de um público-alvo”. Contudo as estratégias de posicionamento
que envolvem vários atributos podem ser ineficientes (Aaker e Shansby, 1982)
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2.7 Estratégias de Adequação da Oferta às Necessidades do Cliente e Posicionamento do
produto
As empresas para terem sucesso nas suas estratégias de marketing precisam de adequar as suas
ofertas às necessidades dos clientes e posicionar o produto em lugares cimeiros na mente do
consumidor em relação a concorrência.
A identificação das necessidades dos clientes é o fundamento principal para o posicionamento
do produto e esta tarefa tem de ser feita de forma estratégica, táctica e operacional, isto é, deve
ser planificado a nível do conceito do produto (estratégia), deve ser revisto a medida que o
produto é lançado no mercado (táctica) e deve ser continuamente monitorado para colher as
percepções dos clientes nos seus contactos com os funcionários da linha da frente da empresa
(empregados de loja, funcionários de caixa) (Homburg, Wieseke e Bornemann, 2009).
Para Armstrong, Cunningham e Kotler, (2012) a identificação e satisfação das necessidades e
desejos dos clientes é crucial para o cumprimento dos objectivos organizacionais e enfatizam a
necessidade da recolha e tratamento de informações e a percepção do mercado como requisitos
sine qua non para satisfação e criação de valor para os clientes.
Quanto maior for o preço do produto, menor serão as unidades compradas, por duas razões
importantes: aumenta o custo do consumo e seu custo de oportunidade, ou seja, aquilo que o
indivíduo deixa de comprar para poder pagar esse aumento pode levá-lo a não ter renda
suficiente para comprar o produto mais caro, levando-o até a compra de bens substitutos
(Anitsal, Girard e Anitsal, 2012; Zeithaml, 1988).
Segundo Oliveira (2006), a tomada de decisão do consumidor, obedece os seguintes passos: 1)
Reconhecimento da necessidade, onde o consumidor percebe a diferença entre o estado
desejado e a situação actual de forma suficiente para despertar e activar o processo decisório;
2) Busca de informações na qual o consumidor busca informações armazenadas na memória
(busca interna) ou adquire informações relevantes do ambiente (busca externa); 3) Avaliação
das alternativas na pré-compra, onde o consumidor avalia as opções em termos de benefícios
esperados e direcciona a escolha para a alternativa preferida; 4) Compra: o consumidor decide
sobre a alternativa preferida ou uma alternativa substituta aceitável se necessário, e realiza
compra e 5) Resultados: depois da compra o consumidor consome o produto ou serviço e avalia
se a alternativa escolhida satisfez as suas necessidades e expectativas após ter sido utilizada.
2.8 Estratégia para o posicionamento do produto
O posicionamento do produto tem muito mais a ver com os atributos intangíveis do produto
que vão originar a percepção de valor na mente do cliente, a imagem que este ocupa no lugar
das prioridades no momento de compra. Os intangíveis estão ligados mais estreitamente com
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os serviços no geral ou aqueles associados ao produto. Parasuraman, Berry e Zeithaml (1991)
apontam os seguintes elementos como atributos intangíveis do produto: A qualidade, a
reputação, o capricho, o nível de marketing que é empreendido pela empresa, o valor da marca,
as facilidades de instalação, os serviços pós-venda, as informações ou instruções afectas ao
produto, a facilidade de manutenção, as garantias e possibilidades de devolução em caso de mal
funcionamento, a imagem e o status.
No posicionamento podemos considerar a percepção de qualidade, se é considerado caro ou
barato pelo cliente e as suas opções quanto a produtos substitutos em relação ao rendimento
disponível (Dou et al., 2010). Segundo Arora (2006) e Doyle e Saunders (1985) entre as
estratégias para o posicionamento do produto está a selecção e desenho bem como a criação da
imagem do uso e aplicações do produto. González-Benito e Martos-Partal, (2012), falando
sobre a venda de produtos a retalho, argumentam que os retalhistas podem posicionar os seus
produtos por usuário ou ainda por classe de produto. O posicionamento por usuário, implica
saber as características dos principais consumidores que procuram os produtos da empresa e
classifica-los com vista a criar ofertas diferenciadas para cada grupo ou ainda por classe de
produto, uma vez que cada produto pode ter várias marcas e pode-se recolher informações sobre
o conhecimento da marca pelos clientes, suas percepções sobre estas e atitudes.
2.4 Proposições a testar
Com base na análise da literatura disponível, as particularidades do contexto – locus empírico
da investigação, que são as pequenas empresas do município do Huambo e a consideração dos
principais constructos sobre a adequação da oferta aos clientes e o posicionamento dos produtos
nas pequenas empresas, propõe-se as seguintes hipóteses ou proposições do trabalho:
Relativamente a adequação da oferta às necessidades do consumidor, evidenciam-se os
atributos tangíveis do produto, do preço, da forma de entrega, dos serviços prestados pelos
atendedores e dos factores decisivos na compra do que deriva a proposição geral.
Proposição A: A oferta que as pequenas empresas fazem aos seus consumidores é
adequada as suas necessidades.
Relativamente ao posicionamento do produto na mente dos clientes e a imagem das pequenas
empresas do município do Huambo em relação aos competidores, tendo em conta os constructos
propostos no quadro 1 e os condicionalismos dos locais de estudo, considerou-se como
prioritários os atributos intangíveis do produto como a qualidade, o status, os usos e aplicações
do produto e o posicionamento do usuário. Todos estes atributos serão analisados nos produtos
mais procurados.
Assim levanta-se a seguinte proposição geral:
Página 85 de 144
Proposição B: Os clientes das pequenas empresas têm uma correcta percepção do seu
posicionamento e do posicionamento das Organizações Heng
3. Metodologia e Estratégia de Investigação
Os métodos de pesquisa utilizados foram os que estão enquadrados na ontologia e
epistemologia dos estudos realistas, isto é, a combinação de métodos qualitativos e
quantitativos. Os métodos quantitativos foram aplicados com o uso de questionários aos clientes
da Organizações Heng Lda., para ter dados sobre sua percepção no posicionamento dos
produtos destas empresas na vertente da adequação da oferta aos consumidores e a imagem que
o produto ocupa na mente do cliente. Por outro lado numa segunda fase foi aplicado em
entrevistas semiestruturadas para se ter uma percepção explicada sobre os resultados da análise
quantitativa na óptica dos gestores.
Foi considerada como população do presente estudo a totalidade dos clientes que visitam as
pequenas empresa durante o período de 30 dias que é estimada em 8550 clientes.
Quando o tamanho da população alvo da pesquisa é considerado finito, e é o que realmente
acorre na grande maioria dos casos quando se trabalha com a investigação de Qualidade de
Vida de famílias e performance em empresas, o tamanho mínimo da amostra necessária para se
estimar as médias populacionais é obtido com auxílio da equação (Levine et al., 2000).
Para o cálculo da amostra adoptou-se o risco de um menor nível de confiança e que é aceitável
universalmente, isto é, de 0,90 (90%) e assim, o cálculo da amostra para populações finitas
obedece a seguinte fórmula:
2
𝑁.𝑝.𝑞.[𝑍∝/2 ]
𝑛= 2 (Equação 1), onde:
𝑝.𝑞.[𝑍∝/2 ] +(𝑁−1).𝑒 2
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Análise Demográfica
Sexo
Segundo Kotler e Keller (2009) as atitudes e comportamentos diferem entre homens e mulheres
por causa das suas diferenças genéticas e de socialização. Assim a informação sobre o género
dos potenciais clientes da empresa é importante não só para alimentar a base de dados da
pesquisa de mercado mas também como dado chave para a segmentação demográfica dos
mercados alvo. A tabela 4.1 mostra que maior parte da amostra são mulheres, isto é 109 que
corresponde a 50,5% sendo que os homens representam 49,5% da amostra, ou seja 107
inquiridos.
Tabela 3 Distribuição da Amostra por Sexo
Sexo Frequência % % Válida % Acumulada
Masculino 107 49,5 49,5 49,5
Feminino 109 50,5 50,5 100,0
Total 216 100,0 100,0
Fonte: Elaboração Própria
Idade
Igualmente ao sexo, pessoas de diferentes idades têm hábitos e comportamentos diferentes e
ainda assim existe um grande impacto no volume e tipo de produto procurado. Holbrook e
Schindler (1996) argumentam que a idade tem a ver com o tipo de produto procurado, por
exemplo pessoas adultas podem procurar mais bens essenciais para o lar ao passo que jovens
podem estar mais inclinados para produtos para uso pessoal.
A tabela 4.2 mostra que a faixa etária mais predominante é a dos 18 aos 24 anos, isto é 53
inquiridos que corresponde a 24,5% seguidos daqueles que estão na faixa dos 15 aos 17 anos,
isto é 49 inquiridos que corresponde a 22,7%. A faixa menos representada é a dos 45 e mais
anos (28 inquiridos que corresponde a 13%). Os dados sobre a idade sugerem que a maior parte
dos clientes do Supermercado Risca-Risca é jovem com idade abaixo dos 34 anos.
Página 87 de 144
45 e mais 28 13,0 13,0 100,0
Total 216 100,0 100,0
Fonte: Elaboração Própria
4.Resultados e Discussão
Gráfico 4.1 Posicionamento do Produto na Mente do Cliente – Recurso à Informação para
a Decisão de Compra.
86
90
80 61
70
60 39,8
50 28,2 31 31
40 14,4 14,4
30 7 3,2
20
10
0
Vou Peço Peço Lembro – me de Avalio
directamente à informações aos informações aos informações que informações
loja sem pedir amigos familiares ouvi na rádio ou sobre o produto,
informações a outras fontes de tais como como o
outras pessoas comunicação preço e
ou fontes qualidade de
outras lojas
Frequência Percentagem
Página 88 de 144
98
100
90
80
70
60 45,4 44
42
50
32
40
30 19,4 20,4
14,8
20
10
0
Faço um Ouço os meus Ouço dos amigos Eu compro o
julgamento próprio familiares (Pais, ou conhecidos produto a pedido
filhos ou esposa) dos meus clientes
Frequência Percentagem
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Gráfico 4.3 Valor do Produto -Gastos adicionais (como
transporte e outros) face a uma compra nas pequenas
empresas
6%
9,30%
34,70% Discordo plenamente
20,80%
Discordo um pouco
Discordo um pouco
58,30%
Indeciso (Nem concordo nem
discordo)
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4.3.1.4 Preço dos Produtos
Um dos aspectos principais sobre o posicionamento do produto, intrinsecamente ligado ao valor
do dinheiro, é o preço dos produtos. Por causa das restrições orçamentais da parte dos clientes.
Estes são muito sensíveis ao preço, apesar de que uma marca bem posicionada pode conquistar
uma grande quota da carteira do cliente (share of wallet) (Anitsal et al., 2012; Zeithaml, 1988).
Sugere-se: Para se saber da opinião dos clientes das pequenas empresa sobre esta dimensão do
seu posicionamento, a estes foi proposta a questão: Como consideras o preço dos produtos das
Organizações Heng em relação aos da Shoprite. Os resultados das respostas a esta questão
mostram que é predominante o número de inquiridos que acham que os produtos das
Organizações Heng são acessíveis, isto é, 94 inquiridos que correspondem a 43,5% seguidos
por outros inquiridos que acham que são muito baratos (22,7%) e aqueles que acham que são
baratos (17,1%). O posicionamento das pequenas empresas, em termos de preço dos produtos,
é melhor que o da Shoprite (gráfico 4.23).
11,10% 22,70%
Muito baratos
Baratos
17,10%
Acessíveis
43,50%
Caros
Muito Caros
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Elemento da oferta Adequação da oferta às necessidades dos
clientes
Adequada Relativamente Inadequada
Adequada
1. Durabilidade dos Produtos 47,6%
2. Valor do Dinheiro e do Produto 63,9%
3. Qualidade das Embalagens 42,6%
4. Informações sobre o Produto 70,4%
5. Asseio dos Produtos 51,9%
6. Atendimento de qualidade 49,1%
7. Atendimento as Preocupações dos
48,1%
Clientes
8. Tempo de Espera 61,5%
9. Prioridade no Atendimento 41,2%
10. Atenção às Reclamações 59,3%
11. Entrega dos Produtos 51,40%
Fonte: O Autor
Quanto a primeira proposição teórica na qual se estabeleceu que a oferta que a Organizações
Heng faz aos seus, está adequada as suas necessidades, tem-se que a Organizações Heng
consegue adequar a sua oferta aos seus clientes, com satisfação acima dos 50% para as
dimensões do valor do dinheiro e do produto. Contudo, a oferta do Risca-Risca não está
adequada às necessidades dos seus clientes em termos da qualidade das embalagens,
informações sobre os produtos, prioridade no atendimento e atenção às reclamações.
Quanto a segunda proposição teórica onde se estabeleceu que os clientes da Organizações Heng
têm uma correcta percepção do seu posicionamento e do posicionamento do supermercado
Shoprite, tem-se que as Organizações Heng está melhor posicionado em relação à Shoprite nas
dimensões da qualidade dos produtos e preço dos produtos. Contudo, a Organizações Heng não
tem um correcto posicionamento nas dimensões da localização do estabelecimento,
posicionamento do produto na mente do cliente, publicidade dos produtos e serviço pós-venda,
estando a Shoprite melhor posicionada nestas dimensões
5. Considerações Finais
Página 92 de 144
O presente estudo visou procurar entender o posicionamento do produto nas pequenas empresas
sob óptica da concorrência. Estudo de caso Organizações Heng, com as proposições teóricas de
que 1) a oferta da Organizações Heng não estavam adequadas às necessidades dos clientes 2)
os clientes do Risca – Risca, não tinham uma percepção clara sobre o posicionamento destes
em relação a outros, com particular atenção para o seu principal concorrente, o Supermercado
Shoprite.
Para se responder a estas questões recorreu-se a pesquisa de marketing através de questionários
e entrevistas dirigidas aos gerentes e clientes das empresas em estudo. Os resultados indicam
que quanto à primeira proposição, a Organizações Heng consegue adequar a sua oferta aos seus
clientes, nas dimensões do valor do dinheiro e do produto.
Quanto a segunda proposição teórica a Organizações Heng está melhor posicionado nas
dimensões do preço dos produtos mas não tem um bom posicionamento na localização do
estabelecimento, reputação dos produtos, publicidade e serviço pós-venda, estando a Shoprite
melhor posicionada nestas dimensões.
Os aspectos que a Organizações Heng deve levar em conta na gestão do posicionamento são:
maior divulgação dos seus produtos, serviços pós-venda, atendendo as preocupações dos
clientes em relação aos produtos comprados, sobretudo os electrodomésticos, incrementar
acções de formação sobre atendimento aos clientes bem como adquirir produtos duráveis de
outras marcas ou verificar a sua origem para evitar falsificações, o que claramente resulta em
desapontamento por parte dos clientes.
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Página 95 de 144
ECOMONIA
Resumo
Com base na diligência de que neste artigo, fez-se uma abordagem teórica sobre a actual
situação económico-financeira mundial, que de forma sucinta foi possível apresentar questões
que tem que ver com o aumento da produção do crude e das demais commodities, em especial
nas áreas de xisto dos EUA e uma demanda menor que a esperada na Europa e na Ásia. O autor
teve em consideração algumas propostas para a diversificação económica dos países que
dependem grandemente do petróleo, inclusive Angola, tal como recomenda-se alguns
mecanismos para a possível saída da presente crise. Para o efeito, usou-se a abordagem
Qualitativa. O estudo conclui que, a elevada oferta do crude no mercado internacional e a
desaceleração das economias são factores que deram lugar a crise económica mundial e de
Angola em particular.
Abstract
Base on the diligence in this article, a theoretical approach was taken on the current world
economic and financial situation, that succinctly it was possible to present questions that have
to do with the increase of the production of crude oil and other commodities, in particular in
the shale areas of the USA and a lower than expected demand in Europe and Asia. The author
took into consideration some proposals for the economic diversification of countries that
depend heavily on oil, including Angola, as recommended by some mechanisms for a possible
1
Licenciado em Economia pelo Instituto superior politécnico Sol Nascente. ISPSN – Huambo.
Página 96 de 144
exit from the present crisis. For this purpose, a Qualitative approach was used. The study
concludes that the high supply of crude oil in the international market and the deceleration of
the economies are factors that gave rise to the world economical crisis and Angola in particular.
Keyword: Economical crisis, Diversification and Commodities.
1. INTRODUÇÃO.
Enquadramento histórico:
O traço singular das crises económicas desde o início do século XIX é a dificuldade de entrever
com precisão as causas que as deflagram. No passado as depressões podiam ser imputadas
claramente as guerras, revoluções ou catástrofes naturais2.
Quando tudo parece estar indo bem, inexplicavelmente emergem estranhas convulsões de seu
bojo, que não podem ser explicadas por esse ou aquele evento específico. Como não poderia
deixar de ser, os estudiosos do assunto aventaram ao longo do tempo inúmeras hipóteses para
a compreensão das flutuações económicas. As crises económicas, naturalmente, surgem como
fenómenos mais influentes. Por isso, é das crises que se sente mais os efeitos teóricos.
A “Grande depressão” de 1929-1933 e a “crise do petróleo” de 1973, são exemplos claros dessa
influência3.
A hipótese de Karl Marx pertence ao género das teorias de superprodução, segundo as quais o
capitalismo seria tão produtivo que haveria um encalhe de mercadorias em vista da
incapacidade das massas para adquiri-las. Para o inglês John Maynard Keynes, que divisava
contradições internas no capitalismo muito parecidas com as de Marx, as crises são os reflexos
2
Keynes, J.M. (2009). A grande Crise e outros textos. Lisboa: Relógios D´ Água Editores.
3
Curiosamente, em ambas a teoria Keynesiana foi protagonista. O tratamento keynesiano da crise de 1973 foi
desastroso. Contudo, não se estava perante uma derrocada económica como em 1929, mas sim, perante um
aumento de custos de uma das matérias-primas essenciais. O intervencionismo estatal não só não poderia fazer
nada para resolver o problema, como podia criar com a sua actividade novos problemas. As despesas públicas
pressionavam uma produção que no momento era mais cara, e o seu financiamento gerava inflação e
endividamento público.
Para os monetaristas, a razão principal da grande depressão teria sido o mau gerenciamento monetário do Banco
Central Americano, que permitiu uma queda abrupta da quantidade de dinheiro (deflação) quando assistiu a uma
quebra geral de bancos (cujos depósitos à vista deixaram de existir) sem nada a fazer.
Página 97 de 144
da insuficiência de poder de compra por parte da população4. Os seguidores de Marx e os
discípulos de Keynes divergem entre si em detalhes, mas concordam no principal: a economia
de mercado é intrinsecamente instável e perversa.
2. Causas da crise económica internacional:
Na verdade, a crise que nos referimos é simultaneamente causa e efeito da crise global e que se
tem manifestado violentamente sobre as condições de vida das populações, que têm
experimentado uma degradação constante desde os primeiros sintomas.
Crise económica é um período de escassez, em que a economia apresenta indicadores
macroeconómicos negativos com contracção das actividades, altos níveis de desemprego e
aumento da pobreza5. A hipótese de John M. Keynes, pertence naturalmente ao género da teoria
da superprodução, segundo a qual o capitalismo seria tão produtivo que haveria um encalhe de
mercadorias em vista da incapacidade das massas para adquiri-las6.
Face a este manifesto, entende-se que a crise económica refere-se essencialmente ao
fundamento do capitalismo e a um período persistente de escassez, ou seja, são reflexos da
insuficiência do poder de compra por parte da população. No entanto aqui, chamamos atenção
sobre a questão da estabilidade económica, que por sua vez depende da relação entre a
quantidade total de dinheiro em circulação e a quantidade de bens e serviços produzidos. Assim
sendo, enquanto houver equivalência entre ambas magnitudes de modo que uma terceira
magnitude, o nível geral de preços permaneça estável, tudo poderá estar (na humilde opinião
do autor) em conformidade com o mercado. A crise económica internacional apresenta neste
momento especificidades que a diferenciam da crise anterior (2008-2009) e lhe conferem
características peculiares no contexto global, devastando as economias, fundamentalmente as
que apresentam maior pendor das suas receitas no sector petrolífero, cujos contornos passaria
pela diversificação das fontes de receitas que em abono da verdade sustentaria o PIB Nacional.
Para além destas causas apontadas acima, podemos também identificar um conjunto de factores
que influenciaram para a mudança profunda do mercado petrolífero e consequentemente,
desequilibrou substancialmente a economia mundial, principalmente dos países que dependem
grandemente da extracção do petróleo:
a) Inverno ameno no hemisfério norte.
4
Ver NEVES, J.C. O Nobel da Economia-40 anos de História da Economia; 62 galardoados. Princípia Editora,
Lda. Cascais-Portugal. 2009.
5
Ver Piketty, T. (2014). O Capital. Lisboa: Bloco Gráfico, Lda.
6
Ver Keynes, J.M. (2009). A Grande Crise e outros textos. Lisboa: Relógios D` Água.
Página 98 de 144
Segundo os dados da Agência Federal norte-americana para Atmosfera e os Oceanos (NOAA),
2015 foi o ano mais quente desde que começaram os registos de temperatura no século XIX,
devido o fenómeno meteorológico “El Niño”. O Inverno 2015-2016 no hemisfério norte tem
sido tão ameno que a procura de combustíveis, essencialmente o gasóleo para aquecimento
reduziu nos países baixos da Europa, nos Estados Unidos da América (EUA) e no Japão. Menos
procura que faz descer os preços. Entende-se que, pelo facto do Inverno estar mais ou menos
favorável nesta região, os principais consumidores do crude tiveram que baixar o seu consumo.
Porém, esta situação fez com que houvesse excesso de petróleo no mercado internacional e
concomitantemente baixou o nível de consumo e os preços caíram drasticamente.
b) Ascensão meteórica dos EUA como produtor.
Entre 2012 e 2015, os Estados Unidos da América aumentaram a sua produção petrolífera, em
especial nas áreas de xisto de 10 para 14 milhões de barris por dia e tornaram-se o maior
produtor mundial, ultrapassando a Arábia Saudita e a Rússia. O petróleo de xisto acrescenta 4
milhões de barris diários na produção norte-americana, segundo o Relatório económico da
Brumberg.
Desde que começaram as perfurações do xisto, nos Estados Unidos da América e Canadá, os
sauditas têm feito de tudo para não perderem a sua cota de mercado. Embora não exporte o seu
petróleo bruto ou de xisto (barato e rápido de produzir) os EUA é parcialmente responsável pela
diminuição das exportações para este país.
“Temos vivido uma superprodução, oriunda, sobretudo do petróleo de xisto, e isso deve ser
corrigido”, disse aos jornalistas o Ministro dos petróleos dos Emirados Árabes Unidos Suhail
Bin Mohammed al-Mazroueil, nos bastidores do Fórum Internacional de energia na Argélia no
dia 26 de Setembro do ano corrente7.
7
Euronews.com
8
Us Energy information Administration.
Página 99 de 144
em detrimento dos consumidores). Quase todos mantiveram a produção estável ou até mesmo
aumentaram o volume do ouro negro extraído. Seguindo a mesma linha de pensamento, foi
possível observar um aumento significativo na produção do crude em países como o Iraque,
Irão, a Rússia, Brasil, os Estados Unidos da América, o Canadá e Angola, que estendeu a sua
produção de 1.400.000 para 1,640,000 de barris por dia.
Então, restam como explicações plausíveis para o aumento da oferta mundial de petróleo, que
resultou na queda do preço do barril, duas hipóteses:
a) Dumping – promovido para matar a concorrência do óleo e gaz de xisto.
b) Jogada estratégica para criar dificuldade económica a países com forte concentração da
receita do petróleo no total das exportações.
Dentre ambas, a primeira hipótese é que foi testada, tendo em conta o método observacional e
os dados recolhidos.
3. O caso específico de Angola:
A propósito da crise económica e financeira em Angola, verifica-se um desequilíbrio das
receitas para o Orçamento Geral do Estado, onde são notáveis as consequências resultantes da
falta de fontes alternativas para responder aos actuais desafios, cuja baixa do preço do petróleo
no mercado internacional é a principal causa, sem esquecer o facto de que, a incompetência na
gestão dos fundos públicos e a falta de visão futura contribuíram para o agravamento desta
crise. Há cerca de quatro anos que Angola vem sentindo os efeitos deste fenómeno mundial. A
crise entorpeceu o motor da sua economia. Governantes, empresários e população em geral são
de opinião haja uma diversificação de fontes de receitas após anos de “comodismo”.
Nos anos anteriores à crise económico-financeira de 2016, aconteceram factos a nível do
sistema financeiro mundial que indicavam a possibilidade de uma provável crise económica.
No entanto, houve uma negligência na atenção que as autoridades de supervisão deveriam
prestar aos sinais da crise. No caso da não materialização do Plano Nacional de
Desenvolvimento 2013 – 2017 (PND), economia “pouco” diversificada, baixo incentivo aos
investidores (nacionais e expatriados), burocracia em excesso na Administração Pública, etc.
Esta omissão das autoridades foi seguida pelo governo angolano e instituições afins. Como o
sistema económico-financeiro angolano infelizmente é fechado, com sérias dificuldades em
disponibilizar informações de âmbito da produção nacional e financeira à população em geral.
Por exemplo, Angola surge na posição 179 entre 189 países estudados (a África do Sul surge
na 41ª posição, a Namíbia em 98ª e Moçambique em 139ª) no ranking sobre a facilidade de
desenvolver um negócio9. Quer dizer que Angola é um dos países do mundo com um nível
muito elevado de burocracia, que tem dificultado a boa prática de negócio.
- Fortalecer e proteger o que existe, adoptando políticas e práticas que beneficiem as micro,
pequenas e médias empresas nacionais, sem descorar as expatriadas, dar continuidade aos
programas e aprender com a experiência, programas de fomento ao Empreendedorismo ligado
ao Balcão Único do Empreendedor, (BUE) e o Centro Local de Empreendedorismo e Serviços
de Emprego (CLESE) Crédito de Campanha Agrícola, têm um enorme potencial para contribuir
na diversificação da economia, se forem implementados com continuidade e seguindo boas
práticas de gestão. O que possa correr mal nestes programas poderá resultar de erros de
concepção ou de implementação. Identificar esses erros e corrigi-los, mantendo a continuidade,
é fundamental para a actividade económica local.
- Criar um ambiente favorável às empresas na base de políticas que deverão contribuir para um
ambiente legal e financeiro estável (previsível) e favorável à formalização e sustentabilidade
das actividades económicas.
- Criar uma política de aquisição ou compras de alimentação para os programas de merenda
escolar, estabelecimentos hospitalares, unidades militares e outras instituições do Estado de
forma descentralizada junto dos produtores e empresários locais.
- O sector agrícola deverá merecer uma atenção especial. Este sector agrega um considerável
número de famílias e tem um papel central na segurança alimentar do país.
9
Publicado no relatório da Doing Business 2015.
2. Presta serviços que são procurados. O sector informal deve por isso ser apoiado a evoluir
para a formalização, gerando receitas fiscais e melhorando a qualidade dos seus serviços
e o bem-estar das populações.
4. Conclusão.
A crise que é referida é simultaneamente causa e efeito da crise global e que se tem manifestado
violentamente sobre as condições de vida das populações, que têm experimentado uma
degradação constante desde os primeiros sintomas.
A crise económico-financeira apresenta indicadores macroeconómicos negativos, com
contracção das actividades, altos níveis de desemprego e aumento da pobreza, no caso
específico de Angola. Trata-se na realidade de uma crise generalizada com quebra de todos os
índices, ou de situações que afectam os sectores da economia.
Porém, pretendeu-se neste trabalho proporcionar de forma muito sintética, mas objectiva e
estruturante, uma familiarização com os principais sectores a ter na análise das variáveis
4.1. Recomendações.
Para todos efeitos recomenda-se ao Governo Angolano, uma melhor fundamentação das opções
feitas e das dotações atribuídas a cada rubrica na proposta do Orçamento Geral do Estado
(OGE), reduzindo os valores destinados a despesas ou serviços não especificados. É
compreensível que cada sector tenha uma percentagem para acomodar “imprevistos”, mas essa
percentagem não deverá ultrapassar os cinco por cento do orçamento do sector. Em particular,
a informação sobre a aquisição de bens e serviços, continua a carecer de maior transparência.
Aconselha-se, igualmente ao governo de Angola, maior coerência em ter o OGE como uma
peça de concretização de programa político, que passa pelo reforço da utilização de
instrumentos que permitam maior eficácia na execução orçamental e no controlo da despesa,
assegurando um efectivo combate a impunidade e a corrupção.
Sugere-se também a apresentação regular e atempada da conta geral do Estado para aprovação
da Assembleia Nacional e para que o tribunal de contas cumpra o seu papel de auditoria as
contas.
Orienta-se ao mesmo órgão acima referenciado, que entre as grandes prioridades na execução
figure o investimento na agricultura e na assistência técnica ao sector, bem como a reabilitação
de estradas (vias de acesso) secundárias e terciárias, pois, sem as quais a produção agrícola e o
Bibliografia
Vivaz Bandeira1
Resumo
A queixa ao Provedor de Justiça é de grande relevância no contexto do estado democrático e de
direito, pois traduz a possibilidade que o cidadão tem de fazer valer os seus direitos e interesses
legítimos em caso de serem violados pela Administração Pública. O presente artigo resultou de
uma pesquisa bibliográfica que inclui a doutrina jurídico-administrativa, a Lei nº 04/06 de 28
de Abril e a Lei nº 05/06 de 28 de Abril, com objectivo de enquadrar a queixa ao Provedor de
Justiça no quadro classificativo das garantias administrativa dos particulares. Os resultados
revelaram que essa garantia pertence ao grupo das garantias administrativas dos particulares,
sendo considerada difusa ou “independente”, pelo facto de poder ser accionada tanto antes
quanto depois da existência de actos ou omissões da Administração Pública, lesantes da Lei ou
dos direitos e interesses legítimos dos particulares.
Abstract
1
Jurista. Mestrando em Sociologia pela Faculdade de Ciências Sociais da Universidade Agostinho Neto (UAN).
Actualmente, é docente universitário no Instituto Superior de Ciências da Saúde (ISCISA) da UAN.
Introdução
O Provedor de Justiça é um órgão oriundo dos países nórdicos onde tem o nome de
“ombudsman”, concretamente, na Suécia, onde foi pela primeira vez institucionalizado, em
1809 e difundido sob outras designações e conformações, para Dinamarca, Nova Zelândia e,
A queixa ao Provedor de Justiça é uma garantia administrativa dos particulares que consiste
em levar ao conhecimento do Provedor de Justiça, os actos ou omissões da Administração
Pública, lesantes da legalidade objectiva ou dos direitos e interesses legítimos dos particulares,
afim de que ele (o Provedor de Justiça) possa dirigir as recomendações necessárias para prevenir
e reparar as injustiças.
Deste conceito afloram três aspectos essenciais para a sua compreensão e enquadramento. Em
primeiro lugar, a queixa ao Provedor de Justiça é uma garantia administrativa dos particulares.
Isto significa que ela se efectiva no seio da própria administração, da Administração Pública
independente – o Provedor de Justiça; em segundo lugar, a queixa ao Provedor de Justiça
consiste em levar ao conhecimento do Provedor de Justiça os actos ou omissões da
Administração Pública lesantes da legalidade objectiva ou dos direitos e interesses legítimos
dos particulares. Aqui vale lembrar que, não são só os direitos e interesses legítimos dos
particulares que com a queixa ao Provedor de Justiça se visa salvaguardar, mas também a
legalidade objectiva (ou seja, visa-se assegurar o cumprimento da lei) ofendida pela má
administração, além de que não são só os actos, mas também as omissões da Administração (ou
seja aquelas situações em que a Administração mantém-se em silêncio ou de “braços cruzados”
quando tem o dever legal de agir, com isso permitindo ilegalidades ou violações reiteradas aos
direitos e interesses legítimos dos particulares); em terceiro lugar, com a queixa ao Provedor
de Justiça espera-se que o Provedor de Justiça dirija as recomendações necessárias para
prevenir e reparar as injustiças. Os particulares, ao fazerem a queixa, impulsionam aquela
entidade a agir (investigando e emitindo recomendações) no sentido de reparar as injustiças –
mas, não significa isto que o Provedor só age impulsionado pela queixa, pois, ele pode agir
quando convier (por exemplo, em caso de flagrante situações que violem a legalidade objectiva
bem como os direitos e interesses legítimos dos particulares ou ainda livremente no âmbito da
A queixa ao Provedor de Justiça decorre, repare-se, do direito de queixa a que o artigo 73º da
Constituição faz alusão. É o direito de defesa dos seus direitos (ou seja, o direito de fazer alguma
coisa para a defesa dos seus direitos), que os particulares exercem quando dirigem ao Provedor
de Justiça uma queixa – esta é, pelo menos, a interpretação que se tem do artigo atrás referido,
especialmente, quando refere que “todos têm o direito de apresentar […] queixas, para a defesa
dos seus direitos, da Constituição, das leis ou do interesse geral, bem como o direito de ser
informados em prazo razoável sobre o resultado da respectiva apreciação”.
Mas, é no nº 4 do artigo 192º da Constituição que se encontra consagrada a queixa ao Provedor
de Justiça, porquanto dispõe que “os cidadãos e as pessoas colectivas podem apresentar à
Provedoria de Justiça queixas por acções ou omissões dos poderes públicos […]”.
Há, na legislação ordinária, esta importante garantia administrativa que encontra sua
consagração nos artigos 3º, 22º, 23º, 24º, 28º e 29º da LEPJ, bem como nos artigos 11º e 12º da
LOPJ.
No plano processual, tudo começa com a queixa ao provedor de justiça. Esta pode ser feita
pelos cidadãos (individual ou colectivamente considerados) ou pelas pessoas colectivas (artigos
192º da CRA e 3º da LEPJ) e serve de iniciativa ao procedimento, pois, é também com base na
queixa que o Provedor de Justiça exerce as suas funções, salvo excepções previstas no nº 2 do
artigo 3º da LEPJ.
Conclusões
O estudo sobre as garantias administrativas dos particulares revela-se de maior relevância, pois,
coloca a céu aberto as “verdades” sobre a atribuição de determinados poderes aos particulares
que, uma vez exercidos, servem para fazer valer seus direitos e interesses legítimos contra o
exercício deficiente do poder administrativo.
As garantias administrativas dos particulares constituem o complexo conjunto de mecanismos
que a ordem jurídica coloca à disposição para prevenir e/ou sancionar, através da actuação dos
órgãos da própria Administração Pública, as violações do direito objectivo e as ofensas aos seus
direitos e interesses legalmente protegidos. É neste grupo de garantias que se pode enquadrar a
queixa ao Provedor de Justiça.
Conclui-se que a queixa ao Provedor de Justiça é a expressão dos avanços conseguidos pela
humanidade, no domínio da justiça administrativa e consequentemente dos direitos humanos.
Essa garantia que consiste em levar ao conhecimento do Provedor de Justiça, os actos ou
omissões dos poderes públicos, lesantes da legalidade objectiva e subjectiva, afim de que ele (o
Provedor de Justiça), possa dirigir as recomendações necessárias para prevenir e reparar
injustiças.
A queixa ao Provedor de Justiça é, no quadro classificativo das garantias administrativas dos
particulares, uma garantia administrativa independente. Independente das garantias políticas
(que se efectivam nos órgãos políticos do Estado) e das garantias contenciosas (que se efectivam
Bibliografia
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Resumo
Esta conferência teve como propósito reflectir com os formados pelo Instituto Superior
Politécnico Sol Nascente do Huambo, sobre o papel do académico na sociedade angolana hoje.
Onde o autor começou por ler o texto com o título: a sétima maravilha de Angola, tirado do
livro de Pinto (2017), onde apresentou-se a forma como as pessoas são mau tratadas nas
instituições públicas e privadas; onde apresentou-se também as características do profissional
“light” à luz de Rojas (sd). Baseando-se no método de conceptualização, problematização e a
argumentação, o académico concluiu que: quando o assunto é o atendimento ao público na
sociedade angolana hoje, o que se assiste é triste. Daí que há uma necessidade URGENTE da
mudança da consciência do dever dos profissionais.
PALAVRAS-CHAVE: Académico e sociedade angolana.
O autor começou a conferência da semana académica, nestes termos:
Excelência Senhor Prof. Doutor Inácio Valentim, Director Geral do Instituto Superior
Politécnico Sol Nascente do Huambo,
Excelência Prof. Doutor Lucas da Piedade Cassinda, Director Geral Adjunto para área
Académica do Instituto Superior Politécnico Sol Nascente do Huambo,
Excelência Prof. Doutor Adelino Sajombe, Director Geral Adjunto para área Científica do
Instituto Superior Politécnico Sol Nascente do Huambo, Digníssimo corpo docente e discente
deste Instituo,
Minhas senhoras e meus senhores!
Gostaria em primeiro lugar saudar e felicitar todos os formados que hoje, depois de muito
sacrifício, empenho, dedicação e muita paciência, receberão seus diplomas dentro de poucos
1
Doutor em Ciências Pedagogicas pela Universidade Marta Abreu- Cuba. Docente da Escola Superior Pedagógica
do Bié- Angola. [email protected]
O livro, escreve na Introdução Ana Luísa Mendes da Silva, enfermeira de profissão, tem
como finalidade “deixar ao mundo o exemplo de entrega e dedicação à causa Missionária” (p.
18). A escrita do livro nasceu após a autora ter visitado, durante o verão de 2014, com os filhos,
o Seminário de Portalegre, local onde viveu os últimos anos “D. Manuel Nunes Gabriel [1912-
1996], simplesmente o tio bispo, é assim que me lembro dele. Recordo com saudade os
momentos com ele passados durante a minha infância e adolescência. Os passeios a Sintra no
seu Volkswagen branco, as férias passadas na Fundada, especialmente o Natal em que se
reuniam sobrinhos e sobrinhos-netos, lembro-me da construção do presépio e da missa do Galo
celebrada em sua casa para a família e os vizinhos.” (p. 17).
Manuel Nunes Gabriel foi filho de agricultores católicos. Nasceu no dia 20 de dezembro
de 1912, no Fouto, freguesia de Fundada, concelho de Vila de Rei, que na altura fazia parte da
diocese de Portalegre, criada em 1550, e desde 1956 passou a designar-se diocese Portalegre-
Castelo Branco. Com 10 anos de idade, em novembro de 1923, com ajuda do Dr. José de
Oliveira Xavier, “o qual pagava as suas despesas e de outros seminaristas” (p. 21) ingressou no
Seminário de Gavião (aberto em 1920 e encerrado na década de 50), onde estudou e teve
conhecimento da atividade missionária no atual território angolano da Congregação do Espírito
Santo e do Imaculado Coração de Maria, conhecidos também por Espiritanos. Frequentou,
também, o Seminário de Cucujães e de Portalegre, onde concluiu o curso de Teologia, em 1933,
com 16 valores. Como não tinha idade canónica para ser ordenado sacerdote “requereu a sua
1
Centro de Literatura e Culturas Lusófonas e Europeias, Universidade de Lisboa, Lisboa, Portugal.
2. Têm que ser inéditos e não mais de 20 páginas, notas de pé de páginas incluídas.
4. O envio de artigo deverá ser acompanhado por um abstract no idioma original do artigo e
em inglês e no mínimo com três palavras-chave.
5. O formato das letras é Times New Roman 12, justificado e com 1,5 de espaço.
6. Os textos devem ser enviados em formato Word Perfect ou em Word para o PC.
7. Os artigos enviados devem ser assinados pelos autores que também deverão indicar os seus
graus académicos e filiação institucional.
10. Os títulos dos artigos devem estar na língua original e em caso de necessidade em inglês.
LIVROS ELECTRÓNICOS:
As citas devem começar com o primeiro e último nome do (s) autor (es), título do livro
electrónico (em itálico), editor, data de publicação, número da página citada. Endereço Web
(Disponível a data da consulta).
1. Os artigos devem ser enviados para o e-mail da revista ou do Director nos prazos indicados.
3. Os autores dos artigos são responsáveis pela sua revisão ortográfica e gramatical.