Testimonio
Un personaje de una novela de Mario Puzo lo dice claramente: desconfío de todo escritor que sea extrovertido. No explica la razón de esta desconfianza y por eso yo me lo pregunto ¿un buen escritor puede ser extrovertido? Este mismo personaje de la novela es escritor y es introvertido, por lo que deduzco que su convencimiento tiene que ver más con su situación personal que con la realidad general.
Pero la duda sigue ahí, para escribir, o ampliando la cuestión, para crear ¿hay que ser introvertido? Un introvertido es aquella persona, animal o cosa que tiende a la soledad y a no expresar fácilmente sus sentimientos. Salvo cuando crea, creo. Un introvertido es el que se nutre más de su propia realidad y su propio mundo y no necesita a los demás.
Se puede ordeñar un alma con resultados impredecibles. El introvertido hace eso. Ordeña su alma y él es el primer asombrado de lo que sale de su ubre mental. Sueños, pesadillas. Anhelos, esperanzas. Mentiras, fábulas. Al fondo un río negro, era su vida, escribe él conmovido por lo que se le ocurre.
—¿Qué tal está tu esposa?
— Carísima.
Es un diálogo de la película Asalto en París. Nada. Una nadería. Esto no tiene que ver nada con lo que estoy escribiendo y con lo que escribe el escritor introvertido pero es que por muy introvertido que sea el escritor vive rodeado de inconsecuentes y a veces estas tonterías que ha visto y oído vienen a su cabeza de escritor maldito.
Pero, ay, no es tontería, no, piensa el escritor con tristeza. Si el escritor introvertido tiene éxito tendrá dinero y se casará. Una mujer siempre es necesaria. Y como no tendrá tiempo para ser un buen compañero y atenderla como es debido (porque es introvertido y porque tiene que escribir) la mujer querrá compensar ese desapego con otras actividades que siempre cuestan dinero. Carísima, dice en voz alta.
¿Un buen escritor puede ser extrovertido? volvemos al principio. La voluntad de hacer algo tendría que ser suficiente.
Paulo Girnaldo, crítico literario