Me siento un poco extraña al pisar de nuevo mi casa virtual…
casi tanto, como ha supuesto volver al quehacer diario
y a la rutina,
después de más de dos meses alejada de todo…
Enero se despidió con la caída de mi madre,
que le ocasionó rotura de cadera,
eso supuso un cambio en mi vida...
Unos días de hospitalización
y un par de meses de recuperación para ella...
(afortunadamente está ya bastante bien)
Para mi, una excedencia en el trabajo
y dedicación plena a cuidar a mis padres…
con poco tiempo para visitar los blogs amigos
y con menos para hacer una entrada.
Hoy, después de la vuelta al trabajo
…a casa…
me siento tranquila
y con ganas de volver también a este espacio…
Quiero dar la gracias a aquellas personas que me extrañaron y me mandaron mensaje,
y especial a mi amiga Fer,
que generosa me ofreció su apoyo y cariño
...que largos son los brazos de la amistad,
que cruzan mares...
Estos días han sido menos arduos
y más llevaderos gracias
a los whatsapps de mis amigas del foro…
de mis compis de trabajo…
al apoyo mis amigos y de mi familia…
sobre todo a marido,
que ha aguantado todas mis neuras,
sin olvidar los besos curativos que me da Héctor…
...las camisetas que lucen madre e hijo,
son mi ultima manualidad...
para promocionar la página web sobre terapia con perros
que ha abierto Irene...
por si el tema os interesa os dejo el enlace
Que bueno es que te quieran…
espero leeros de nuevo por aquí a tod@s...
pasaré a saludar a los viej@s amig@s
y a conocer a los nuevos.
*Las fotos las he ido haciendo a ratos, como terapia,
momento relax que diríamos...
Estos días ha muerto uno de mis escritores favoritos...
Eduardo Galeano
sirva como pequeño homenaje,
algunas de sus palabras:
Uno escribe para despistar a la muerte y estrangular los fantasmas que por dentro lo acosan.
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte;
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano. Ojalá podamos ser desobedientes cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común
