Incurable

Había dos médicos: uno, pequeñito y con las piernas torcidas, acompañaba con su hosca mirada a los pacientes. El otro era finísimo, tenía unos labios brillates como tijeras y una nariz como el filo de un cuchillo... ¿Es él!

Me lancé hacia él como si fuera su hermano y, ante su perfil afilado, le hablé del insomnio, de los sueños, de las sombras y del mundo amarillo. Sus labios-tijera refulgían. Sonrió.

-¡Mal asunto el suyo! Por lo visto, se le ha formado el alma.

¿El alma? Era una palabra extraña, antigua, olvidada hace mucho tiempo. A veces hablábamos de "llegar al alma", "desalmado", "con el alma en vilo", eso sí... Pero "alma" a secas...

-Es... muy peligroso -balbuceé.

-Incurable -zanjó el doctor de los lábios-tijeras.

-Pero... en esencia, ¿de que se trata? Creo que... no me lo puedo imaginar.

-Pues mire... ¿Cómo explicárselo...? Usted es matemático, ¿no?

-Sí.

-Piense en un plano o una superficie. Por ejemplo, en este espejo. Los dos estamos en esa superficie, el sol hace que entornemos los ojos, vemos saltar una chispa azulada y también la fugaz sombra de un aerotransportador. Sólo en esa superficie y por un instante.
Pero imagínese que, a causa del calor, esa impenetrable superficie, de pronto, se ablanda y ya nada puede deslizarse por ella: todo puede penetrar en su interior, en el mundo cristalino, donde echamos un vistazo lleno de curiosidad, como niños. Le aseguro que los niños no son tan tontos.
El plano a adquirido volumen, se ha convertido en un cuerpo, en un mundo. Y esto ocurre en el interior del espejo, donde hay un sol y un torbellino provocado por la hélice del aerotransportador, sus labios temblorosos y los de otra persona más. Compréndame: el frío espejo refleja los objetos, pero el otro los absorbe, y de todo ello queda una huella para toda la vida. Puede que alguna vez haya visto en un rostro una arruga muy finita, pero bien visible. No obstante, la recordara siempre. Alguna vez habrá oído caer una gota en medio del silencio. También ahora la vuelve a oír...

-Sí, sí, es verdad -contesté, tomándole de la mano-. He podido oír como gotea el grifo de un lavabo, cómo caen lentamente las gotas en medio del silencio. Sé que no olvidaré nunca ese sonido. Sin embargo, ¿por qué sale de repente el alma? Yo no tenía alma, y de pronto...
¿Por que nadie la tiene y yo sí?

"Nosotros"
Evgueni Ivánovich Zamiátin
Ed. Akal / Básica de Bolsillo

(Edit:

Vergüenza me da admitirlo, ^^U pero ultimamente no he dibujado del natural nada de nada, para intentar remediarlo me he hecho una galeria en Flirck para ir colgando mis dibujos del natural, intentare actualizarlo minimo cada semana... pero tampoco puedo prometer nada... :-S )