Ediciones Unitierra by Wendy Monserrat
La lucha como mujeres zapatistas que somos, 2020
Después del Encuentro Internacional de Mujeres al que nos convocaron las compañeras zapatistas en... more Después del Encuentro Internacional de Mujeres al que nos convocaron las compañeras zapatistas en 2019, las mujeres de Oaxaca que acudimos nos sentimos impulsadas a seguirnos organizando. Con este impulso, desde Ediciones Unitierra, decidimos publicar este compilado en donde encontrarás "La ley de mujeres zapatistas", así como las convocatorias y palabras de clausura de los encuentros de 2028 y 20129 en territorio zapatistas, en donde las compañeras zapatistas nos han dejado esperanza.
P R E S E N T A C I Ó N
Ser un bosque de mujeres diversas es la invitación que nos hacen las mujeres zapatistas. Encontrarnos, no sólo a pesar de nuestras diferencias, sino incluso con ellas, teniendo en la mente y el corazón un solo propósito: al igual que el bosque, preservar la vida.
Después de un año difícil, sin podernos reunir en territorio zapatista como en los años anteriores, creemos que es momento de recordar que nuestro acuerdo más importante es vivir, por eso decidimos realizar esta compilación inspirada en los encuentros de mujeres que luchan.
Queremos organizarnos, juntar nuestros dolores, nuestras rabias, pero también nuestros más profundos anhelos y nuestras alegrías. Queremos detener las violencias que diariamente nos aquejan, queremos dejar de adivinar quién será la siguiente. No más.
Llevamos años esperando a que llegue la justicia, la libertad, la paz. Sabemos ahora que no va a llegar, porque nadie la conseguirá si no somos nosotras mismas, desde los lugares donde estemos, desde las luchas que tengamos. Soñamos con otro mundo posible y lo estamos construyendo. Lo haremos nosotras mismas, como mujeres que somos, organizando nuestras rabias, respetando nuestras diferencias y compartiendo nuestras esperanzas.
Al igual que las zapatistas, creemos que la diferencia no es debilidad, sino una fuerza poderosa. Sabemos que no lucharemos todas de la misma forma ni en los mismos espacios, tampoco esperamos que unas luchen por otras o hablen por otras, porque cada una tiene su voz, su tiempo y su espacio, pero queremos luchar juntas y organizadas, tejernos desde la raíz. Aunque nuestras ramas se encuentren y separen, nuestras raíces se tejen desde lo profundo, porque es ahí donde resguardan la vida.
Es momento de mantener encendida la velita que nos dieron, de caminar con las enseñanzas aprendidas, de mostrar que podemos construir desde nuestros espacios y nuestras geografías, desde nuestro tiempo; el tiempo de las mujeres que luchan.
Está en nuestras manos la posibilidad de propiciar nuestros encuentros, nuestros acuerdos y continuar nuestras luchas. Viviremos, porque hemos sobrevivido ya a cinco mil años de patriarcado, a quinientos años de conquista. Hoy más que nunca seguimos vivas, a 27 años de la guerra contra el olvido.
Mujeres de la ciudad, mujeres del campo, mujeres del sur, del norte, del poniente y del oriente, mujeres medicina, mujeres canto, mujeres sabias, mujeres silencio, mujeres rabia, juntemos nuestras velas, hagamos luz, seamos fogata. Seamos la llama que transforma y construye el mundo nuevo.
Desde el valle de Oaxaca, Unitierra Ediciones.
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Ediciones Unitierra by Wendy Monserrat
P R E S E N T A C I Ó N
Ser un bosque de mujeres diversas es la invitación que nos hacen las mujeres zapatistas. Encontrarnos, no sólo a pesar de nuestras diferencias, sino incluso con ellas, teniendo en la mente y el corazón un solo propósito: al igual que el bosque, preservar la vida.
Después de un año difícil, sin podernos reunir en territorio zapatista como en los años anteriores, creemos que es momento de recordar que nuestro acuerdo más importante es vivir, por eso decidimos realizar esta compilación inspirada en los encuentros de mujeres que luchan.
Queremos organizarnos, juntar nuestros dolores, nuestras rabias, pero también nuestros más profundos anhelos y nuestras alegrías. Queremos detener las violencias que diariamente nos aquejan, queremos dejar de adivinar quién será la siguiente. No más.
Llevamos años esperando a que llegue la justicia, la libertad, la paz. Sabemos ahora que no va a llegar, porque nadie la conseguirá si no somos nosotras mismas, desde los lugares donde estemos, desde las luchas que tengamos. Soñamos con otro mundo posible y lo estamos construyendo. Lo haremos nosotras mismas, como mujeres que somos, organizando nuestras rabias, respetando nuestras diferencias y compartiendo nuestras esperanzas.
Al igual que las zapatistas, creemos que la diferencia no es debilidad, sino una fuerza poderosa. Sabemos que no lucharemos todas de la misma forma ni en los mismos espacios, tampoco esperamos que unas luchen por otras o hablen por otras, porque cada una tiene su voz, su tiempo y su espacio, pero queremos luchar juntas y organizadas, tejernos desde la raíz. Aunque nuestras ramas se encuentren y separen, nuestras raíces se tejen desde lo profundo, porque es ahí donde resguardan la vida.
Es momento de mantener encendida la velita que nos dieron, de caminar con las enseñanzas aprendidas, de mostrar que podemos construir desde nuestros espacios y nuestras geografías, desde nuestro tiempo; el tiempo de las mujeres que luchan.
Está en nuestras manos la posibilidad de propiciar nuestros encuentros, nuestros acuerdos y continuar nuestras luchas. Viviremos, porque hemos sobrevivido ya a cinco mil años de patriarcado, a quinientos años de conquista. Hoy más que nunca seguimos vivas, a 27 años de la guerra contra el olvido.
Mujeres de la ciudad, mujeres del campo, mujeres del sur, del norte, del poniente y del oriente, mujeres medicina, mujeres canto, mujeres sabias, mujeres silencio, mujeres rabia, juntemos nuestras velas, hagamos luz, seamos fogata. Seamos la llama que transforma y construye el mundo nuevo.
Desde el valle de Oaxaca, Unitierra Ediciones.
P R E S E N T A C I Ó N
Ser un bosque de mujeres diversas es la invitación que nos hacen las mujeres zapatistas. Encontrarnos, no sólo a pesar de nuestras diferencias, sino incluso con ellas, teniendo en la mente y el corazón un solo propósito: al igual que el bosque, preservar la vida.
Después de un año difícil, sin podernos reunir en territorio zapatista como en los años anteriores, creemos que es momento de recordar que nuestro acuerdo más importante es vivir, por eso decidimos realizar esta compilación inspirada en los encuentros de mujeres que luchan.
Queremos organizarnos, juntar nuestros dolores, nuestras rabias, pero también nuestros más profundos anhelos y nuestras alegrías. Queremos detener las violencias que diariamente nos aquejan, queremos dejar de adivinar quién será la siguiente. No más.
Llevamos años esperando a que llegue la justicia, la libertad, la paz. Sabemos ahora que no va a llegar, porque nadie la conseguirá si no somos nosotras mismas, desde los lugares donde estemos, desde las luchas que tengamos. Soñamos con otro mundo posible y lo estamos construyendo. Lo haremos nosotras mismas, como mujeres que somos, organizando nuestras rabias, respetando nuestras diferencias y compartiendo nuestras esperanzas.
Al igual que las zapatistas, creemos que la diferencia no es debilidad, sino una fuerza poderosa. Sabemos que no lucharemos todas de la misma forma ni en los mismos espacios, tampoco esperamos que unas luchen por otras o hablen por otras, porque cada una tiene su voz, su tiempo y su espacio, pero queremos luchar juntas y organizadas, tejernos desde la raíz. Aunque nuestras ramas se encuentren y separen, nuestras raíces se tejen desde lo profundo, porque es ahí donde resguardan la vida.
Es momento de mantener encendida la velita que nos dieron, de caminar con las enseñanzas aprendidas, de mostrar que podemos construir desde nuestros espacios y nuestras geografías, desde nuestro tiempo; el tiempo de las mujeres que luchan.
Está en nuestras manos la posibilidad de propiciar nuestros encuentros, nuestros acuerdos y continuar nuestras luchas. Viviremos, porque hemos sobrevivido ya a cinco mil años de patriarcado, a quinientos años de conquista. Hoy más que nunca seguimos vivas, a 27 años de la guerra contra el olvido.
Mujeres de la ciudad, mujeres del campo, mujeres del sur, del norte, del poniente y del oriente, mujeres medicina, mujeres canto, mujeres sabias, mujeres silencio, mujeres rabia, juntemos nuestras velas, hagamos luz, seamos fogata. Seamos la llama que transforma y construye el mundo nuevo.
Desde el valle de Oaxaca, Unitierra Ediciones.