This paper discusses a reinterpretation of the role played by micro-units (i.e., the set of own-a... more This paper discusses a reinterpretation of the role played by micro-units (i.e., the set of own-account workers, unpaid family workers, and wage workers in units of less than five workers) in contemporary capitalism, through the combined use of the notions of the reserve army of labor and the petty commodity production. Statistics from Mexico show that there are flows between this sector, medium and large units, unemployment, and inactivity so that their intersection with the reserve army of labor is verified.
espanolEste articulo discute, en forma resumida, la trayectoria de la subcontratacion y el trasla... more espanolEste articulo discute, en forma resumida, la trayectoria de la subcontratacion y el traslado al exterior de la produccion y los servicios nacionales, asi como la consolidacion de las llamadas cadenas productivas y de valor. Por la via de un recuento historico, se muestra que estos procesos siguen la logica empresarial de lograr una mayor rentabilidad, con menores costos directos e indirectos, estos ultimos bajo la forma de impuestos y costos laborales como los que imponen los sindicatos al exigir limites a las ganancias netas de las empresas. El articulo detalla algunos elementos relativos a como los recientes cambios productivos y organizacionales se ven acentuados por una serie de avances en la tecnologia, especialmente en el transporte, la tecnologia de la informacion y las comunicaciones. Asi, es posible mostrar los cambios y continuidades en las formas de subcontratacion a lo largo de la evolucion del capitalismo, logrando identificar el camino seguido por las empresas p...
… y Estudios del Trabajo: Nuevos enfoques. México, …, 2006
El estudio de los fenómenos de precariedad laboral que se observan en el mundo en general y en Am... more El estudio de los fenómenos de precariedad laboral que se observan en el mundo en general y en América Latina en particular, frecuentemente se ha llevado a cabo mediante el recurso a la noción de Sector Informal Urbano (SIU). Así, para hacer referencia a los micronegocios y en particular al trabajo por cuenta propia, se habla de que forman parte de la informalidad. Y aquí surge la primera interrogante, ¿cuál es la definición precisa del término? Desde su aparición en la literatura de los problemas ocupacionales, al inicio de los años setenta, se han propuesto numerosas definiciones. Cada una de ellas hace énfasis en ciertos aspectos qué, como se verá más adelante en este capítulo, llegan a transformarse en verdaderas oposiciones entre las múltiples maneras de definir al SIU. Una de las características que marca este debate, en general y en particular en América Latina, es la de oscilar entre discusiones que pretenden ser teóricas y argumentos de corte pragmático u operativo. Las variadas acepciones de sector informal. La primera vez que aparece la noción doble formal/informal en la literatura académica es a principios de los años setenta, como resultado de un estudio llevado a cabo en Ghana por Keith Hart. En él se introduce la noción de oportunidades de ingreso formales e informales para estudiar la ocupación en el medio urbano de dicho país, en particular entre los estratos de población de menores ingresos y "múltiples ocupaciones". Hart hace una distinción entre lo formal y lo informal a partir la identificación del primero con el empleo asalariado, y del segundo con el empleo por cuenta propia (Hart, 1971). Al año siguiente, la misión de la OIT encargada de un estudio sobre el empleo en Kenia, estudio llevado a cabo en el marco del Programa Mundial del Empleo, adopta el concepto 1 , al tiempo que le adiciona otros atributos. La definición de actividades informales que se registra en el reporte de esta misión es la siguiente:
Revista Latinoamericana de Estudios del Trabajo, 2008
De bi do a los cam bios eco nó mi cos ini cia dos en los años se ten ta, en Eu ro pa (Cai re, 198... more De bi do a los cam bios eco nó mi cos ini cia dos en los años se ten ta, en Eu ro pa (Cai re, 1982) se ini ció el de ba te so bre el tra ba jo pre ca rio, así como sus si mi li tu des y di fe ren cias res pec to del em pleo no es tán dar. En Amé ri ca La ti na esta dis cu sión da ini cio con el tra ba jo de Cór do va (1985). En Mé xi co, no obs tan te, la no ción de pre ca rie dad la bo ral sólo ha ad qui ri do re le van cia en años re cien tes. En este tex to te ne mos el propó si to de ana li zar cuál es el al can ce de la pre ca rie dad del em pleo en Méxi co. Esto es, da dos los ras gos que his tó ri ca men te han de li nea do la estruc tu ra del em pleo y las re la cio nes la bo ra les en el país, la pre gun ta es en qué me di da se pue de dar cuen ta de un pro ce so de pre ca ri za ción del tra ba jo en Mé xi co du ran te las úl ti mas dé ca das. Pues to que el em pleo pre ca rio se de fi ne en tér mi nos del cum plimien to o no de la re gu la ción del Esta do so bre las con di cio nes de la ven ta y uso de la fuer za de tra ba jo, éste di fie re de país a país. La re gu la ción pue de ser eje cu ta da di rec ta men te, a tra vés de la le gis la ción la bo ral, o indi rec ta men te, a tra vés de otras re glas ga ran ti za das por la in ter ven ción es ta tal, ta les como los acuer dos co lec ti vos (Mars hall, 1992).
Resumen: El texto examina los cambios en la segregación sectorial por sexo en Brasil y México, en... more Resumen: El texto examina los cambios en la segregación sectorial por sexo en Brasil y México, entre los años 1995 y 2004. Al tratarse de dos países con un nivel de desarrollo económico semejante, es posible identificar procesos comunes, así como diferencias, lo que nos ayuda a precisar el peso de otros elementos en el nivel de segregación. Para este fin se utiliza un índice, llamado de Karmel-MacLachlan, que permite estudiar la manera en que evoluciona la segregación laboral, a lo largo de un cierto período, por medio de una descomposición de las diferencias entre los valores del índice en dos momentos del tiempo.
especially since the North American Free Trade Agreement (NAFTA) went into effect in 1994, a high... more especially since the North American Free Trade Agreement (NAFTA) went into effect in 1994, a highly contested economic model that gives pride of place to foreign investors and external markets has governed the decisions of policy-makers in Mexico. This model has performed poorly in the creation of high-quality jobs, and erratically in the provision of decent incomes for workers. This should come as no surprise. The country has attempted to build an exportoriented economy on the supposed advantage provided by the low wages of most of its workers—a model characterized by its critics as a global “race to the bottom.” Country after country has joined the race for export-oriented jobs by providing lower and lower labor standards. This pernicious international competition has led to the decline of wages, benefits, working conditions and the ability to organize. The model has brought benefits to large firms, the financial sector and an evershrinking layer of high-income administrative and professional workers, but not to the vast majority of working people. At this point in its history, Mexico should be undertaking a profound transformation of its development project, searching, above all, to bring about a sustained growth of production and income along with significant improvements in the quality of life. This should be carried out through policies that seek to better integrate production for export into the country’s domestic productive structure, to stimulate and coordinate private and public economic activity, and to develop a deeper and more extensive democracy that allows for universal participation in the country’s development process. Indeed, a declared objective of NAFTA negotiators during the early 1990s was the creation of an agreement that would guarantee the sustained economic growth of the United States, Canada and, most crucially, Mexico. The agreement’s signers declared their hope that the jobs available to Mexican workers would grow in number, in quality and in levels of remuneration. Instead, for workers, we’ve seen that the growth propelled by exports is more an illusion than a reality. The growth model put in place by NAFTA was not new. The first attempts to create a low-wage, export-oriented industrial structure in Mexico occurred during the 1960s. Structured around a nascent maquila sector, the goal was to transform the country into an exporter of consumer goods and intermediate goods (materials produced for the purpose of being used in a new production process).1 But intermediate goods, rather than becoming an export base, became one of the country’s major imports. Mexico’s manufactured exports were, for the most part, products that required significant amounts of imported inputs. Over the past two decades, this need has deepened, making Mexico extraordinarily dependent on imports in order to grow. This is the hallmark of maquila production. Maquiladoras assemble final products from intermediate goods typically produced abroad. The vast majority of maquila inputs—the cloth of apparel manufacturing, for example—comes from outside the country, frequently from another branch of the same company that owns the JULY AUGUST 2005
This paper discusses a reinterpretation of the role played by micro-units (i.e., the set of own-a... more This paper discusses a reinterpretation of the role played by micro-units (i.e., the set of own-account workers, unpaid family workers, and wage workers in units of less than five workers) in contemporary capitalism, through the combined use of the notions of the reserve army of labor and the petty commodity production. Statistics from Mexico show that there are flows between this sector, medium and large units, unemployment, and inactivity so that their intersection with the reserve army of labor is verified.
espanolEste articulo discute, en forma resumida, la trayectoria de la subcontratacion y el trasla... more espanolEste articulo discute, en forma resumida, la trayectoria de la subcontratacion y el traslado al exterior de la produccion y los servicios nacionales, asi como la consolidacion de las llamadas cadenas productivas y de valor. Por la via de un recuento historico, se muestra que estos procesos siguen la logica empresarial de lograr una mayor rentabilidad, con menores costos directos e indirectos, estos ultimos bajo la forma de impuestos y costos laborales como los que imponen los sindicatos al exigir limites a las ganancias netas de las empresas. El articulo detalla algunos elementos relativos a como los recientes cambios productivos y organizacionales se ven acentuados por una serie de avances en la tecnologia, especialmente en el transporte, la tecnologia de la informacion y las comunicaciones. Asi, es posible mostrar los cambios y continuidades en las formas de subcontratacion a lo largo de la evolucion del capitalismo, logrando identificar el camino seguido por las empresas p...
… y Estudios del Trabajo: Nuevos enfoques. México, …, 2006
El estudio de los fenómenos de precariedad laboral que se observan en el mundo en general y en Am... more El estudio de los fenómenos de precariedad laboral que se observan en el mundo en general y en América Latina en particular, frecuentemente se ha llevado a cabo mediante el recurso a la noción de Sector Informal Urbano (SIU). Así, para hacer referencia a los micronegocios y en particular al trabajo por cuenta propia, se habla de que forman parte de la informalidad. Y aquí surge la primera interrogante, ¿cuál es la definición precisa del término? Desde su aparición en la literatura de los problemas ocupacionales, al inicio de los años setenta, se han propuesto numerosas definiciones. Cada una de ellas hace énfasis en ciertos aspectos qué, como se verá más adelante en este capítulo, llegan a transformarse en verdaderas oposiciones entre las múltiples maneras de definir al SIU. Una de las características que marca este debate, en general y en particular en América Latina, es la de oscilar entre discusiones que pretenden ser teóricas y argumentos de corte pragmático u operativo. Las variadas acepciones de sector informal. La primera vez que aparece la noción doble formal/informal en la literatura académica es a principios de los años setenta, como resultado de un estudio llevado a cabo en Ghana por Keith Hart. En él se introduce la noción de oportunidades de ingreso formales e informales para estudiar la ocupación en el medio urbano de dicho país, en particular entre los estratos de población de menores ingresos y "múltiples ocupaciones". Hart hace una distinción entre lo formal y lo informal a partir la identificación del primero con el empleo asalariado, y del segundo con el empleo por cuenta propia (Hart, 1971). Al año siguiente, la misión de la OIT encargada de un estudio sobre el empleo en Kenia, estudio llevado a cabo en el marco del Programa Mundial del Empleo, adopta el concepto 1 , al tiempo que le adiciona otros atributos. La definición de actividades informales que se registra en el reporte de esta misión es la siguiente:
Revista Latinoamericana de Estudios del Trabajo, 2008
De bi do a los cam bios eco nó mi cos ini cia dos en los años se ten ta, en Eu ro pa (Cai re, 198... more De bi do a los cam bios eco nó mi cos ini cia dos en los años se ten ta, en Eu ro pa (Cai re, 1982) se ini ció el de ba te so bre el tra ba jo pre ca rio, así como sus si mi li tu des y di fe ren cias res pec to del em pleo no es tán dar. En Amé ri ca La ti na esta dis cu sión da ini cio con el tra ba jo de Cór do va (1985). En Mé xi co, no obs tan te, la no ción de pre ca rie dad la bo ral sólo ha ad qui ri do re le van cia en años re cien tes. En este tex to te ne mos el propó si to de ana li zar cuál es el al can ce de la pre ca rie dad del em pleo en Méxi co. Esto es, da dos los ras gos que his tó ri ca men te han de li nea do la estruc tu ra del em pleo y las re la cio nes la bo ra les en el país, la pre gun ta es en qué me di da se pue de dar cuen ta de un pro ce so de pre ca ri za ción del tra ba jo en Mé xi co du ran te las úl ti mas dé ca das. Pues to que el em pleo pre ca rio se de fi ne en tér mi nos del cum plimien to o no de la re gu la ción del Esta do so bre las con di cio nes de la ven ta y uso de la fuer za de tra ba jo, éste di fie re de país a país. La re gu la ción pue de ser eje cu ta da di rec ta men te, a tra vés de la le gis la ción la bo ral, o indi rec ta men te, a tra vés de otras re glas ga ran ti za das por la in ter ven ción es ta tal, ta les como los acuer dos co lec ti vos (Mars hall, 1992).
Resumen: El texto examina los cambios en la segregación sectorial por sexo en Brasil y México, en... more Resumen: El texto examina los cambios en la segregación sectorial por sexo en Brasil y México, entre los años 1995 y 2004. Al tratarse de dos países con un nivel de desarrollo económico semejante, es posible identificar procesos comunes, así como diferencias, lo que nos ayuda a precisar el peso de otros elementos en el nivel de segregación. Para este fin se utiliza un índice, llamado de Karmel-MacLachlan, que permite estudiar la manera en que evoluciona la segregación laboral, a lo largo de un cierto período, por medio de una descomposición de las diferencias entre los valores del índice en dos momentos del tiempo.
especially since the North American Free Trade Agreement (NAFTA) went into effect in 1994, a high... more especially since the North American Free Trade Agreement (NAFTA) went into effect in 1994, a highly contested economic model that gives pride of place to foreign investors and external markets has governed the decisions of policy-makers in Mexico. This model has performed poorly in the creation of high-quality jobs, and erratically in the provision of decent incomes for workers. This should come as no surprise. The country has attempted to build an exportoriented economy on the supposed advantage provided by the low wages of most of its workers—a model characterized by its critics as a global “race to the bottom.” Country after country has joined the race for export-oriented jobs by providing lower and lower labor standards. This pernicious international competition has led to the decline of wages, benefits, working conditions and the ability to organize. The model has brought benefits to large firms, the financial sector and an evershrinking layer of high-income administrative and professional workers, but not to the vast majority of working people. At this point in its history, Mexico should be undertaking a profound transformation of its development project, searching, above all, to bring about a sustained growth of production and income along with significant improvements in the quality of life. This should be carried out through policies that seek to better integrate production for export into the country’s domestic productive structure, to stimulate and coordinate private and public economic activity, and to develop a deeper and more extensive democracy that allows for universal participation in the country’s development process. Indeed, a declared objective of NAFTA negotiators during the early 1990s was the creation of an agreement that would guarantee the sustained economic growth of the United States, Canada and, most crucially, Mexico. The agreement’s signers declared their hope that the jobs available to Mexican workers would grow in number, in quality and in levels of remuneration. Instead, for workers, we’ve seen that the growth propelled by exports is more an illusion than a reality. The growth model put in place by NAFTA was not new. The first attempts to create a low-wage, export-oriented industrial structure in Mexico occurred during the 1960s. Structured around a nascent maquila sector, the goal was to transform the country into an exporter of consumer goods and intermediate goods (materials produced for the purpose of being used in a new production process).1 But intermediate goods, rather than becoming an export base, became one of the country’s major imports. Mexico’s manufactured exports were, for the most part, products that required significant amounts of imported inputs. Over the past two decades, this need has deepened, making Mexico extraordinarily dependent on imports in order to grow. This is the hallmark of maquila production. Maquiladoras assemble final products from intermediate goods typically produced abroad. The vast majority of maquila inputs—the cloth of apparel manufacturing, for example—comes from outside the country, frequently from another branch of the same company that owns the JULY AUGUST 2005
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Papers by Carlos Salas