Bacigalupi, por ay udarme a descartar escenas. Maureen, Robin, Holly y Sarah, siempre estáis ahí ... more Bacigalupi, por ay udarme a descartar escenas. Maureen, Robin, Holly y Sarah, siempre estáis ahí para aguantar mis protestas, sois unas estrellas. Gracias a Martange por ay udarme con el francés, y a mis fans indonesios por la declaración de Magnus a Alec. Way ne Miller, como siempre, me ay udó con las traducciones de latín, y Aspasia Diafa y Rachel Kary me echaron una mano con el griego clásico. Recibí una ay uda impagable de mi agente, Barry Goldblatt, mi editora, Karen Wojty la, y de su cómplice, Emily Fabre. Gracias a Cliff Nielson y a Russell Gordon, por la bonita portada, y al equipo de Simon and Schuster y Walker Books por realizar el resto de la magia. Ciudad de las almas perdidas fue escrita con el programa Scrivener, en la ciudad francesa de Goult. PRIMERA PARTE MÁS ÁNGEL MALO El amor es un espíritu familiar, el amor es un demonio; no hay más ángel malo que el amor. WILLIAM SHAKESPEARE, Trabajos de amor perdidos. DOS SEMANAS DESPUÉS 1 EL ÚLTIMO CONSEJO-¿Cuánto crees que tardará el veredicto?-preguntó Clary. No tenía ni idea de cuánto tiempo llevaban esperando, pero le parecían horas. No había relojes en el dormitorio negro y rosa intenso de Isabelle, sólo montones de ropa; columnas de libros; pilas de armas, y una cómoda rebosante de maquillaje brillante, pinceles usados y cajones abiertos donde se derramaban braguitas de encaje, medias finas y boas de plumas. Tenía cierto aire a la estética de los bastidores de La jaula de las locas, pero durante las dos últimas semanas, Clary había pasado el tiempo suficiente entre aquella reluciente confusión para comenzar a encontrarla reconfortante. Isabelle, junto a la ventana con Iglesia en brazos, acariciaba distraída la cabeza del gato. Iglesia la miraba con torvos ojos amarillos. Al otro lado de la ventana, una tormenta de noviembre estaba en pleno apogeo, y la lluvia resbalaba por el vidrio como si fuera barniz.-No mucho más-contestó Isabelle lentamente. No llevaba maquillaje, lo que la hacía parecer más joven, y sus oscuros ojos más grandes. Clary, sentada en la cama de Izzy entre un montón de revistas y una repiqueteante pila de cuchillos serafines, tragó saliva con fuerza para sacarse el sabor amargo que le subía por la garganta. « Vuelvo en seguida. Cinco minutos». Eso había sido lo último que le había dicho al chico que amaba más que nada en el mundo. En ese momento pensaba que tal vez fuera lo último que hablaran. Clary recordaba perfectamente ese momento. El jardín del tejado. La cristalina noche de octubre, con las estrellas ardiendo de un blanco helado en un despejado cielo negro. Las piedras del pavimento marcadas con runas negras, salpicadas de icor y sangre. La boca de Jace sobre la suy a, lo único cálido en un mundo tembloroso de frío. Colgarse el anillo Morgenstern del cuello. « El amor que mueve el sol y todas las otras estrellas». Volverse para buscarlo con la mirada mientras el ascensor se la llevaba, arrastrándola de nuevo hacia las sombras del edificio. Se había reunido con los otros en el vestíbulo; había abrazado a su madre, a Luke y a Simon, pero parte de ella, como siempre, se había quedado con Jace, flotando sobre la ciudad en aquel tejado, los dos solos en la fría y brillante ciudad eléctrica. Mary se y Kadir fueron los que entraron en el ascensor para reunirse con Jace en el tejado y ver los restos del ritual de Lilith. Pasaron otros diez minutos antes de que Mary se regresara, sola. Cuando las puertas se abrieron y Clary vio su rostro, blanco, serio y agitado, lo supo.
Esta amarga lengua conozco tus calles, ciudad bienamada, conozco los demonios y los ángeles que s... more Esta amarga lengua conozco tus calles, ciudad bienamada, conozco los demonios y los ángeles que se congregan y se posan en tus ramas igual que pájaros. Te conozco, río, como si fluyeras por mi corazón. Soy tu hija guerrera. Hay letras hechas de tu cuerpo igual que una fuente está hecha de agua. Hay lenguas de las que tú eres el anteproyecto y a medida que las hablamos la ciudad se alza.
Consciente del singular poder de Tessa, el Magister sigue tras sus pasos, dispuesto a acabar con ... more Consciente del singular poder de Tessa, el Magister sigue tras sus pasos, dispuesto a acabar con los Cazadores de Sombras. Los culpa de una desgracia que destrozó su vida. Tessa, junto al bello y autodestructivo Will y el dulce y devoto Jem, iniciará un viaje que los llevará no sólo a descubrir la terrible tragedia de su enemigo, sino también el secreto familiar que esconde la verdadera identidad de la chica. La magia es peligrosa, pero el amor lo es todavía más.
Bacigalupi, por ay udarme a descartar escenas. Maureen, Robin, Holly y Sarah, siempre estáis ahí ... more Bacigalupi, por ay udarme a descartar escenas. Maureen, Robin, Holly y Sarah, siempre estáis ahí para aguantar mis protestas, sois unas estrellas. Gracias a Martange por ay udarme con el francés, y a mis fans indonesios por la declaración de Magnus a Alec. Way ne Miller, como siempre, me ay udó con las traducciones de latín, y Aspasia Diafa y Rachel Kary me echaron una mano con el griego clásico. Recibí una ay uda impagable de mi agente, Barry Goldblatt, mi editora, Karen Wojty la, y de su cómplice, Emily Fabre. Gracias a Cliff Nielson y a Russell Gordon, por la bonita portada, y al equipo de Simon and Schuster y Walker Books por realizar el resto de la magia. Ciudad de las almas perdidas fue escrita con el programa Scrivener, en la ciudad francesa de Goult. PRIMERA PARTE MÁS ÁNGEL MALO El amor es un espíritu familiar, el amor es un demonio; no hay más ángel malo que el amor. WILLIAM SHAKESPEARE, Trabajos de amor perdidos. DOS SEMANAS DESPUÉS 1 EL ÚLTIMO CONSEJO-¿Cuánto crees que tardará el veredicto?-preguntó Clary. No tenía ni idea de cuánto tiempo llevaban esperando, pero le parecían horas. No había relojes en el dormitorio negro y rosa intenso de Isabelle, sólo montones de ropa; columnas de libros; pilas de armas, y una cómoda rebosante de maquillaje brillante, pinceles usados y cajones abiertos donde se derramaban braguitas de encaje, medias finas y boas de plumas. Tenía cierto aire a la estética de los bastidores de La jaula de las locas, pero durante las dos últimas semanas, Clary había pasado el tiempo suficiente entre aquella reluciente confusión para comenzar a encontrarla reconfortante. Isabelle, junto a la ventana con Iglesia en brazos, acariciaba distraída la cabeza del gato. Iglesia la miraba con torvos ojos amarillos. Al otro lado de la ventana, una tormenta de noviembre estaba en pleno apogeo, y la lluvia resbalaba por el vidrio como si fuera barniz.-No mucho más-contestó Isabelle lentamente. No llevaba maquillaje, lo que la hacía parecer más joven, y sus oscuros ojos más grandes. Clary, sentada en la cama de Izzy entre un montón de revistas y una repiqueteante pila de cuchillos serafines, tragó saliva con fuerza para sacarse el sabor amargo que le subía por la garganta. « Vuelvo en seguida. Cinco minutos». Eso había sido lo último que le había dicho al chico que amaba más que nada en el mundo. En ese momento pensaba que tal vez fuera lo último que hablaran. Clary recordaba perfectamente ese momento. El jardín del tejado. La cristalina noche de octubre, con las estrellas ardiendo de un blanco helado en un despejado cielo negro. Las piedras del pavimento marcadas con runas negras, salpicadas de icor y sangre. La boca de Jace sobre la suy a, lo único cálido en un mundo tembloroso de frío. Colgarse el anillo Morgenstern del cuello. « El amor que mueve el sol y todas las otras estrellas». Volverse para buscarlo con la mirada mientras el ascensor se la llevaba, arrastrándola de nuevo hacia las sombras del edificio. Se había reunido con los otros en el vestíbulo; había abrazado a su madre, a Luke y a Simon, pero parte de ella, como siempre, se había quedado con Jace, flotando sobre la ciudad en aquel tejado, los dos solos en la fría y brillante ciudad eléctrica. Mary se y Kadir fueron los que entraron en el ascensor para reunirse con Jace en el tejado y ver los restos del ritual de Lilith. Pasaron otros diez minutos antes de que Mary se regresara, sola. Cuando las puertas se abrieron y Clary vio su rostro, blanco, serio y agitado, lo supo.
Esta amarga lengua conozco tus calles, ciudad bienamada, conozco los demonios y los ángeles que s... more Esta amarga lengua conozco tus calles, ciudad bienamada, conozco los demonios y los ángeles que se congregan y se posan en tus ramas igual que pájaros. Te conozco, río, como si fluyeras por mi corazón. Soy tu hija guerrera. Hay letras hechas de tu cuerpo igual que una fuente está hecha de agua. Hay lenguas de las que tú eres el anteproyecto y a medida que las hablamos la ciudad se alza.
Consciente del singular poder de Tessa, el Magister sigue tras sus pasos, dispuesto a acabar con ... more Consciente del singular poder de Tessa, el Magister sigue tras sus pasos, dispuesto a acabar con los Cazadores de Sombras. Los culpa de una desgracia que destrozó su vida. Tessa, junto al bello y autodestructivo Will y el dulce y devoto Jem, iniciará un viaje que los llevará no sólo a descubrir la terrible tragedia de su enemigo, sino también el secreto familiar que esconde la verdadera identidad de la chica. La magia es peligrosa, pero el amor lo es todavía más.
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