Amador Martos
Filósofo, investigador y escritor.
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Con el surgimiento de la razón en la edad moderna y el posterior capitalismo, la realidad histórico-social ha devenido en una deconstrucción del “nosotros” en “yoes” egocéntricos y, así, la realidad socio-psicológica ha concluido en una fragmentación de la conciencia individual y su disociación de la conciencia colectiva: ahí reside el gran fracaso epistemológico de la filosofía occidental. Para revertir ese colapso del Kosmos, Ken Wilber mediante su teoría de los cuatro cuadrantes, nos ilustra para salvar dicho abismo cultural, la crisis medioambiental y entrever la futura evolución del mundo mediante una intuición moral básica.
Ken Wilber, considerado como el “Einstein de la conciencia”, nos alumbra sobre dos modos de saber -racionalidad versus espiritualidad-, y nos permite vislumbrar una integración entre la epistemología de lo conmensurable y la hermenéutica de lo inconmensurable como condición para trascender los viejos paradigmas de la humanidad hacia nuevos paradigmas sustentados en la filosofía transpersonal como disciplina que estudia la espiritualidad y su relación con la ciencia así como los estudios de la conciencia.
Así, la filosofía transpersonal se constituye en una filosofía alternativa al capitalismo y en un fundamento epistemológico para una educación transracional que implemente la razón con el corazón pues, el saber sin amor, es puro egoísmo y la causa de tanto sufrimiento en este mundo.
1 - La teoría de la cultura y la cuestión étíca
2 - La cuestión antropológica
3 - La cuestión epistemológica
4 - La educación como una cuestión de sentido
Esta obra postula la integración del saber científico (epistemología de lo conmensurable) con la perenne espiritualidad (hermenéutica de lo inconmensurable), una síntesis respectivamente de la razón con el espíritu en un ejercicio de trascendencia desde la no dualidad, lo cual conlleva aprehenderse a uno mismo como conciencia de unidad mediante una auténtica intuición espiritual.
Esos dos modos de saber así aprehendidos mediante la intuición espiritual, posibilitan una síntesis entre la filosofía y la espiritualidad como condición para salvar el abismo cultural de la humanidad. Para tal finalidad, el autor recurre a tres inconmensurables pensadores: Platón, Kant y Wilber. Las Tres Grandes categorías platónicas -la Verdad, la Belleza y la Bondad- que fueron respectivamente diferenciadas por Kant mediante sus Tres críticas (“ello”, “yo” y “nosotros”), requieren imperativamente de una integración entre la naturaleza, la conciencia y la cultura.
La intuición moral básica argumentada por Ken Wilber se constituye como una necesaria cuestión ética para la integración del “ello”, “yo” y “nosotros” y, consecuentemente, en una ética epistémica dentro de un marco de una episteme transracional para salvar así el abismo cultural de la humanidad; dicho de otro modo, se argumenta una antropología filosófica que permita trascender la brecha epistemológica entre la racionalidad y la espiritualidad mediante una renovada interpretación de la historia del pensamiento, su ciencia y la propia espiritualidad pero, eminentemente, desde un revisionismo de la psicología cognitiva y educativa.
Esta obra reivindica una antropología filosófica que contemple a la filosofía transpersonal de Ken Wilber como disciplina que estudia a la espiritualidad y su relación con la ciencia así como los estudios de la conciencia, lo cual implica una reconstrucción epistemológica desde la sabiduría perenne para lograr la sanación trascendental del ser humano mediante una educación transracional que implemente la razón con el corazón. Así, la filosofía transpersonal y la educación transracional se vislumbran como una condición sine qua non para trascender a la crisis de conciencia en la que está inmersa la filosofía occidental.
El interés filosófico de la obra se centra en desentrañar un mapa cognitivo que sirva de guía para los diferentes niveles de la conciencia y, al mismo tiempo, ayude a transcender el ego limitado e individualista. La obra recoge denuncias contra los dioses plutocráticos, los abusos de poder, los falsos mitos de la propaganda, la ontología existencial ilusoria, la cesión de libertad personal, el declive ecológico, los desequilibrios sociales y territoriales. Mas no se queda en alegato sino que formula alternativas dotado de una voz sosegada y resiliente, de múltiples lecturas y experiencias.
Social y políticamente, PODEMOS es un incipiente cambio de conciencia desde el yo al nosotros, desde el ego al espíritu colectivo. Pero de un modo científico y filosófico, es necesario construir ese nuevo mundo donde todos quepamos bajo los auspicios del imperativo categórico propuesto por el inconmensurable Kant. Este cambio de paradigma pensativo implica una renovada visión de la vida y de nuestro lugar en el universo, en suma, una reconstrucción epistemológica que propone un empoderamiento del ser humano al modo cognitivo como fue descrito por el insigne Platón en su alegoría el Mito de la Caverna.
Sin embargo, ese incipiente espíritu que pareció emerger con el 15M, fue cooptado por Pablo Iglesias y sus acólitos, despreciando así a los aproximadamente mil candidatos al Consejo Ciudadano de PODEMOS mediante la imposición de un rodillo anti-democrático propio de la casta que tanto ha criticado el autócrata con coleta.
No obstante la desilusión para muchos ciudadanos por esa actitud del macho alfa de PODEMOS, esta obra describe e interpreta el cambio de conciencia que está experimentando la humanidad y que afecta a las diversas instancias sociales: la economía, la política, la ciencia, la filosofía, la educación y la moralidad, poniéndonos por tanto a las puertas de un segundo renacimiento humanístico.
La tradicional filosofía occidental, mediante Kant, produjo la diferenciación de la conciencia (“yo”), la moral (“nosotros”) y la naturaleza (“ello”) a través de sus Tres críticas. La imperiosa integración de esas tres esferas cognitivas, que los postmodernos llevan buscando sin éxito, puede ser posible mediante la trascendencia de la conciencia personal (ego) hacia una conciencia transpersonal (transcendencia del ego). Esta emergencia holística y epistemológica propugnada por la filosofía transpersonal y la psicología transpersonal, al aunar la racionalidad con la espiritualidad, invoca hacia un segundo renacimiento humanístico como conciencia colectiva socialmente reflejada en el altermundismo.
Así, Capitalismo y conciencia, es una obra epistemológica acerca de la relación entre la conciencia colectiva (“nosotros”) y la conciencia subjetiva de las personas (“yo”) y, ello, con una finalidad pedagógica para las futuras generaciones mediante una hermenéutica histórica que posibilita aprehender las bases filosóficas, sociológicas y psicológicas para un nuevo rumbo que debería emprender la humanidad en el inicio de este siglo XXI.
Sin embargo, la imposición de un Nuevo Orden Mundial por parte de una oligarquía plutocrática no es fruto de ideas imaginarias sino de una meticulosa planificación por parte de la élite minoritaria, la cual controla el mundo a través de las estructuras de poder económicas, financieras, políticas y mediáticas. El mundo está controlado por unos peligrosos psicópatas, y denunciar ello es también un objetivo de esta obra.
Con el surgimiento de la razón en la edad moderna y el posterior capitalismo, la realidad histórico-social ha devenido en una deconstrucción del “nosotros” en “yoes” egocéntricos y, así, la realidad socio-psicológica ha concluido en una fragmentación de la conciencia individual y su disociación de la conciencia colectiva: ahí reside el gran fracaso epistemológico de la filosofía occidental. Para revertir ese colapso del Kosmos, Ken Wilber mediante su teoría de los cuatro cuadrantes, nos ilustra para salvar dicho abismo cultural, la crisis medioambiental y entrever la futura evolución del mundo mediante una intuición moral básica.
Ken Wilber, considerado como el “Einstein de la conciencia”, nos alumbra sobre dos modos de saber -racionalidad versus espiritualidad-, y nos permite vislumbrar una integración entre la epistemología de lo conmensurable y la hermenéutica de lo inconmensurable como condición para trascender los viejos paradigmas de la humanidad hacia nuevos paradigmas sustentados en la filosofía transpersonal como disciplina que estudia la espiritualidad y su relación con la ciencia así como los estudios de la conciencia.
Así, la filosofía transpersonal se constituye en una filosofía alternativa al capitalismo y en un fundamento epistemológico para una educación transracional que implemente la razón con el corazón pues, el saber sin amor, es puro egoísmo y la causa de tanto sufrimiento en este mundo.
1 - La teoría de la cultura y la cuestión étíca
2 - La cuestión antropológica
3 - La cuestión epistemológica
4 - La educación como una cuestión de sentido
Esta obra postula la integración del saber científico (epistemología de lo conmensurable) con la perenne espiritualidad (hermenéutica de lo inconmensurable), una síntesis respectivamente de la razón con el espíritu en un ejercicio de trascendencia desde la no dualidad, lo cual conlleva aprehenderse a uno mismo como conciencia de unidad mediante una auténtica intuición espiritual.
Esos dos modos de saber así aprehendidos mediante la intuición espiritual, posibilitan una síntesis entre la filosofía y la espiritualidad como condición para salvar el abismo cultural de la humanidad. Para tal finalidad, el autor recurre a tres inconmensurables pensadores: Platón, Kant y Wilber. Las Tres Grandes categorías platónicas -la Verdad, la Belleza y la Bondad- que fueron respectivamente diferenciadas por Kant mediante sus Tres críticas (“ello”, “yo” y “nosotros”), requieren imperativamente de una integración entre la naturaleza, la conciencia y la cultura.
La intuición moral básica argumentada por Ken Wilber se constituye como una necesaria cuestión ética para la integración del “ello”, “yo” y “nosotros” y, consecuentemente, en una ética epistémica dentro de un marco de una episteme transracional para salvar así el abismo cultural de la humanidad; dicho de otro modo, se argumenta una antropología filosófica que permita trascender la brecha epistemológica entre la racionalidad y la espiritualidad mediante una renovada interpretación de la historia del pensamiento, su ciencia y la propia espiritualidad pero, eminentemente, desde un revisionismo de la psicología cognitiva y educativa.
Esta obra reivindica una antropología filosófica que contemple a la filosofía transpersonal de Ken Wilber como disciplina que estudia a la espiritualidad y su relación con la ciencia así como los estudios de la conciencia, lo cual implica una reconstrucción epistemológica desde la sabiduría perenne para lograr la sanación trascendental del ser humano mediante una educación transracional que implemente la razón con el corazón. Así, la filosofía transpersonal y la educación transracional se vislumbran como una condición sine qua non para trascender a la crisis de conciencia en la que está inmersa la filosofía occidental.
El interés filosófico de la obra se centra en desentrañar un mapa cognitivo que sirva de guía para los diferentes niveles de la conciencia y, al mismo tiempo, ayude a transcender el ego limitado e individualista. La obra recoge denuncias contra los dioses plutocráticos, los abusos de poder, los falsos mitos de la propaganda, la ontología existencial ilusoria, la cesión de libertad personal, el declive ecológico, los desequilibrios sociales y territoriales. Mas no se queda en alegato sino que formula alternativas dotado de una voz sosegada y resiliente, de múltiples lecturas y experiencias.
Social y políticamente, PODEMOS es un incipiente cambio de conciencia desde el yo al nosotros, desde el ego al espíritu colectivo. Pero de un modo científico y filosófico, es necesario construir ese nuevo mundo donde todos quepamos bajo los auspicios del imperativo categórico propuesto por el inconmensurable Kant. Este cambio de paradigma pensativo implica una renovada visión de la vida y de nuestro lugar en el universo, en suma, una reconstrucción epistemológica que propone un empoderamiento del ser humano al modo cognitivo como fue descrito por el insigne Platón en su alegoría el Mito de la Caverna.
Sin embargo, ese incipiente espíritu que pareció emerger con el 15M, fue cooptado por Pablo Iglesias y sus acólitos, despreciando así a los aproximadamente mil candidatos al Consejo Ciudadano de PODEMOS mediante la imposición de un rodillo anti-democrático propio de la casta que tanto ha criticado el autócrata con coleta.
No obstante la desilusión para muchos ciudadanos por esa actitud del macho alfa de PODEMOS, esta obra describe e interpreta el cambio de conciencia que está experimentando la humanidad y que afecta a las diversas instancias sociales: la economía, la política, la ciencia, la filosofía, la educación y la moralidad, poniéndonos por tanto a las puertas de un segundo renacimiento humanístico.
La tradicional filosofía occidental, mediante Kant, produjo la diferenciación de la conciencia (“yo”), la moral (“nosotros”) y la naturaleza (“ello”) a través de sus Tres críticas. La imperiosa integración de esas tres esferas cognitivas, que los postmodernos llevan buscando sin éxito, puede ser posible mediante la trascendencia de la conciencia personal (ego) hacia una conciencia transpersonal (transcendencia del ego). Esta emergencia holística y epistemológica propugnada por la filosofía transpersonal y la psicología transpersonal, al aunar la racionalidad con la espiritualidad, invoca hacia un segundo renacimiento humanístico como conciencia colectiva socialmente reflejada en el altermundismo.
Así, Capitalismo y conciencia, es una obra epistemológica acerca de la relación entre la conciencia colectiva (“nosotros”) y la conciencia subjetiva de las personas (“yo”) y, ello, con una finalidad pedagógica para las futuras generaciones mediante una hermenéutica histórica que posibilita aprehender las bases filosóficas, sociológicas y psicológicas para un nuevo rumbo que debería emprender la humanidad en el inicio de este siglo XXI.
Sin embargo, la imposición de un Nuevo Orden Mundial por parte de una oligarquía plutocrática no es fruto de ideas imaginarias sino de una meticulosa planificación por parte de la élite minoritaria, la cual controla el mundo a través de las estructuras de poder económicas, financieras, políticas y mediáticas. El mundo está controlado por unos peligrosos psicópatas, y denunciar ello es también un objetivo de esta obra.