Mechi es empleada del Centro de Gestión y Participación de Parque Chacabuco, y debe mantener y actualizar el archivo de chicos perdidos y desaparecidos en la ciudad de Buenos Aires. Un trabajo monótono al que, para peor, lleva adelante en una oficina ubicada debajo de la autopista, es decir, envuelta en un ruido incesante. Hasta que algo Vanadis, una chica desaparecida a los catorce años por la que, debido a su belleza y a su extraño nombre, Mechi se había interesado particularmente, un día aparece. Y será la primera de una lista de chicos que vuelven después de haber estado ausentes durante años. Pero hay un estos chicos reaparecen exactamente en las mismas condiciones —con la misma edad, la misma contextura física y hasta la misma ropa— en que se encontraban el día de su desaparición.
Mariana Enriquez (Buenos Aires, 1973) es una periodista y escritora argentina.
Se recibió de Licenciada en Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata. Se ha desempeñado profesionalmente como periodista y columnista en medios gráficos, como el suplemento Radar del diario Página/12 (donde es sub-editora) y las revistas TXT, La mano, La mujer de mi vida y El Guardián. También participó en radio, como columnista en el programa Gente de a pie, por Radio Nacional.
Trabajó como jurado en concursos literarios y dictó talleres de escritura en la Fundación Tomás Eloy Martínez
Mariana Enriquez is a writer and editor based in Buenos Aires. She is the author of the novel Our Share of Night and has published two story collections in English, Things We Lost in the Fire and The Dangers of Smoking in Bed , which was a finalist for the International Booker Prize, the Kirkus Prize, the Ray Bradbury Prize for Science Fiction, Fantasy, & Speculative Fiction, and the Los Angeles Times Book Prize in Fiction.
Es Mariana Enríquez y esa sola razón es suficiente para refugiarse en sus letras y no poder ser objetivo con ella. Amor eterno a todo lo que escriba esta mujer.
Que decir, Mariana Enriquez tiene una pluma magnífica y es bien sabido que es de las voces actuales más fuertes dentro del género de terror. Y vaya que este libro cumplió con ser terrorífico.
¿Se imaginan que todos los casos de niños desaparecidos se resolvieran en un solo día? Así es, la premisa de esta historia va que un día todos aparecen al mismo tiempo. Las familias están contentas por tenerlos de regreso después de días/meses/años. Hasta que pasan unos días y empiezan a regresarlos diciendo "Esta no es mi hija", "Creo que me equivoqué, se parece a mi hijo pero definitivo no es él". Para saber por qué, deberán leerlo.
Me encanta que aunque al principio puede ser tedioso y lento, cuando agarra ritmo se vuelve como una bola de nieve de la que solo quieres ver cómo va creciendo. Aunque me sigue medio frustrando que sus finales sean abiertos, pero comprendo que es su estilo.
En fin, joyita que se lee en menos de una hora y que me hace querer seguir leyendo a la autora.
La tapa del libro no le hace justicia para nada. Es una novela corta de misterio que se lee de un tirón. Trata en segundo plano, como si fuera algo muy normal que no sorprende a nadie, la desaparición de menores de diferentes edades. La trata de personas, la prostitución, los niños de la calle, las drogas, la violencia, la pedofilia, entre otros abusos aberrantes.
Parece que lo normal es que pasen esas cosas y que haya tantos cuerpos violentados y desaparecidos. Esa realidad "tranquiliza" o domestica a la sociedad, por decirlo de alguna manera. El problema es si esos cuerpos invisibilizados empiezan a volver y a hacerse visibles.
No voy a revelar la trama, es un relato muy atrapante, significativo y estremecedor.
Me gusta el estilo de Mariana Enríquez. No soy muy aficionada al terror, pero su mirada es más realista y local. Ya había leído "Las cosas que perdimos en el fuego" y me había sorprendido también. Sin dudas, voy por más libros de esta autora. La recomiendo.
Me acuerdo de que cuando leí “Chicos que faltan” —uno de los cuentos de Los peligros de fumar en la cama que más me gustó—, me dejó con la sensación de que esa historia se prestaba para algo más largo. Y en algún momento leí que Enriquez pensó lo mismo, así que decidió ampliar el cuento para convertirlo en esta novela corta (que quizás todavía es muy corta).
Chicos reportados como desaparecidos, que quizás escaparon de casa, fueron secuestrados o se daban por muertos, empiezan a aparecer en ciertos parques de Buenos Aires. Pero no son uno o dos, sino muchos. Y hay algo extraño en ese regreso, porque los chicos tienen la misma apariencia que cuando desaparecieron: la misma ropa e incluso la misma edad. Además, algunos de ellos habían sido declarados muertos, sus padres habían reconocido sus cadáveres. Y hay un problema más: a la alegría inicial por el reencuentro le sigue un desconcierto inquietante que pronto se convierte en miedo. “Eso no es nuestra hija”, dice una de las madres. “Me equivoqué. Se parece mucho, pero no es mi hija”, dice otra.
Al final, lo único que queda claro es que eso que empezó a aparecer en los parques no son, no pueden ser, los chicos desaparecidos.
Es un relato interesante en el que se encuentran algunos de los lugares propios de la obra de Enríquez… pero empieza mejor de lo que acaba y no me parece que esté demasiado bien rematado. Creo que otros de sus relatos habrían merecido más que este una versión extendida. Lo que destaca, a mi parecer, es el interesante retrato de la marginalidad y la delincuencia en los márgenes de la ciudad.
Debo aclarar que por lo general no disfruto de los finales abiertos, pero es este caso no le di tanta importancia, me gustó la narrativa, la atmósfera y esos tintes oscuros, me gusta que logra transmitir esa sensación inquietante.
Nuevamente como en anteriores relatos, la autora logra una crítica social y plasma la insensibilidad a problemas como la prostitución, violencia, tráfico de personas, pornografía y muchos más.
La autora teje la trama hasta transformarse en una historia de terror, este caso, no sé quién me causó más escalofrío si los propios jóvenes o el actuar de los adultos, bastante escabroso todo…
Un argumento cuya premisa recuerda al de algunas series/películas: un grupo personas desaparecidas por diversos motivos, vuelven al cabo de los años sin que el tiempo parezca haber pasado para ellas. Es un relato bastante entretenido aunque termina sin dar demasiadas explicaciones.
4.5 WOW. hermanas q locura de historia 🙏🏻🙏🏻🙏🏻 me hubiese gustado mas indagación por parte de la protagonista porque yo soy re curiosa y quería saber más pero es una locura. me lo leí en un periquete y para un primer pseudo acercamiento a mariana enriquez es muy muy interesante. bancamos mucho!!!!
De lo más chingón que he leído este año. El problema es que yo creía que era una novela. Estaba bien entrado pensando que hasta me iba a tener que desvelar porque era casi imposible dejar de leer y nada que se acaba de repente. Es tan breve que da tristeza. Sobre todo porque parece que es difícil conseguir más de la autora acá en México. Pero en hora buena que alguien en Latinoamérica quiera reclamar el género de terror. Sobre todo porque Mariana Enríquez lo hace muy muy bien.
Mariana Enríquez "Yüzleşmediklerimiz döner dolaşır, kabusumuz olur" demeye devam ediyor. Büyük romanı "Nuestra parte de noche"nin izlerini burada sürmek çok güzeldi. Çocukluk, istismar, terk edilişler, geri dönüşler, dönemeyişler, kalıtım, ne kadar da Mariana Enríquez bir kitap.
En esto que se parece más a un relato largo que a una novela corta, la autora cuenta los hechos que se suceden una vez que los chicos denunciados como perdidos comienzan a aparecer (presuntamente) sanos y salvos en Buenos Aires.
Enríquez siempre se las arregla para narrar historias terroríficas manipulando la realidad, las cosas comunes y corrientes, sin recurrir a elementos burdos del género. Y me encanta.
Mi primera incursión con esta autora y ha sido muy placentera. El argumento me recuerda a alguna serie. Me resulta interesante el desarrollo del mismo en tan pocas páginas, no carece de nada. Por una cuestión de gusto personal, el final no fue de mi total agrado, pero eso es sumamente subjetivo. Seguiré leyendo a la autora.
estoy segura de que había leído este libro antes en algún momento hace mucho tiempo, pero nada. good old mariana enríquez, me dejó temblando y con una sensación de angustia que es esa que me hizo adicta a leerla, no me deja de parecer increíble la cantidad de emoción que puede generar un relato tan corto.
Nadie narra los horrores de Buenos Aires como Mariana que los retuerce para convertirlos en estos relatos tan escalofriantes como atrapantes, verosímiles, de esa cotidianeidad que nadie quiere ver, de la que nadie quiere hablar y peor, de la que nadie quiere hacerse cargo.
Una novelita corta que es más bien una versión estirada de un cuento aparecido en su colección "Los peligros de fumar en la cama". Lo estirado se nota en los tres cuartos del libro donde el suspenso se alargó todo lo posible y la resolución se hace desear. El fuerte de Enríquez no son las conclusiones, los giros finales ni los finales en sí, sino la atmósfera de extrañeza que construye a lo largo de sus relatos. Esta novelita es un claro ejemplo de ello, con un final insatisfactorio incluso como para el tropo de "te dejo esto paranormal establecido y me fugo" que tiene a veces el terror victoriano mezclado con conurbano bonaerense.
La historia de los "Chicos que vuelven" me recuerda a la serie francesa Les Revenants y a la adaptación estadounidense The Returned. Personas, en este caso niños y jóvenes, que han sido declaradas como muertas desde hace muchos años empiezan a reaparecer. Lo que pasa a ser "normal" a la sociedad. Está ambientada en Argentina y va en el tono de escritura de Enríquez: suspenso y miedo.
¿Qué es mejor? ¿La ausencia o la presencia que no se comprende?
Es un cuento, un relato breve con vetas fantásticas o de terror, alargado para que sea un libro, nada nuevo, ni original, entretenido para leer en el colectivo o en alguna sala de espera, nada más. Enriquez tiene cosas mejores. No hay mucho más que decir sobre este libro.
El año 2010 Mariana Enríquez publicó en @editorial_eduvim esta novela breve que gira en torno al misterio de una serie de niños desaparecidos que comienzan a reaparecer años después en plazas de Buenos Aires en las mismas condiciones. Pareciera que el tiempo no hubiese pasado. Merchi trabaja en el registro de chicos perdidos del Centro y Gestión del Parque Chacabuco, donde le toca conocer de primera fuente tanto los dramas familiares al momento de crear un expediente por la desaparición de un menor como también la estupefacción con la que las personas se empiezan a enfrentar con este increíble fenómeno. Quienes estén adentrándose en el mundo de Enriquez encontrarán una novela con todo su sello.
“(...) pero en sus diez años como empleada del Gobierno de la Ciudad, era la primera vez que su trabajo le gustaba. Desde que ella estaba a cargo -hacía casi dos años- el archivo recibía elogios exaltados Y eso a pesar de que tenía un valor sólo documental: los expedientes importantes, los que hacían movilizar a policías e investigadores tras las pistas de los chicos estaban en comisarías y fiscalías. El suyo era más inútil, una especie de memoria en perpetuo crecimiento pero sin capacidad de acción”.
me encantó :-) más que 4 estrellas, diría que es 4.5 porque el final lo sentí un poco abrupto, rápido. cuando me di cuenta de que había terminado tuve que volver a leer la última parte para procesar que no había más. fuera de eso “chicos que vuelven” es otra increíble historia de Enriquez que a través de un lenguaje crudo logra esa tensión y horror que no te permite parar de leer a la vez que sientes, inmerso en la incomodidad y el miedo, como si los personajes pudieran observarte (las ilustraciones geniales también, muy acorde con el relato)
Una buena historia que te mantiene completamente enganchada y con el corazón en un puño. Todo el rato necesitas saber más y más y justo cuando está en el punto más alto, a mi modo de ver, finaliza el relato y se queda cojo y completamente desinflado. Una pena porque me ha pasado ya con varios relatos de Enríquez y empiezo a pensar que tal vez su literatura no sea para mí.