Prisi6n y desengafio de amor: dos topoi de la ret6rica amorosa en Quevedo y en Soto de Rojas por ... more Prisi6n y desengafio de amor: dos topoi de la ret6rica amorosa en Quevedo y en Soto de Rojas por Lfa SCHWARTZ (Dartmouth College) En el corpus de Ia poesfa amorosa de Quevedo -unas 219 composiciones, segun Ia edici6n de Blecua, de las cuales 133 proceden del Parnaso, editado por Gonzalez de Salas-destaca un subconjunto significative en el que Quevedo reelabora imagenes t6picas del amor como fuerza que sujeta al arnante, y de Ia que este no puede o no quiere desasirse. Conslruye asf conceptos basados en Ia relaci6n metaf6rica de los lexemas amor con prisi6n, cadenas, /azos, y enamorado con prisionero. Estos conceptos son constitutivos no s6lo de varios de los cincuenta y seis poemas del Canta sola a Lisi, en Ia edici6n de Gonzalez de Salas, sino de otros dedicados a diversos sujetos en Ia primera secci6n de Erato y en Las tres musas, y configuran lo que Lore Terracini defmiria como un «microgenero» de Ia poesfa amorosa en Quevedo'. En todos ellos se representa el amor como perdida de Ia libertad; quien aherroja ai amante es, unas veces, Ia amada, que, por ello, recibe Ia designaci6n de tirana, u, otras veces, el Amor, emoci6n que es, a Ia vez, deidad mito16gica, Eros-Cupido2. Estos conceptos quevedianos, que varfan imagenes caracterfsticas de los c6digos de Ia poesfa arnorosa aurea, suelen relacionarse, generalmente, con antecedentes italianos. En su tesis doctoral sobre el Canta sola a Lisi, de 1991 , Santiago FernAndez Mosquera sc basa en el ya imprescindible repcrtorio de Pilar Manero para localizar posibles fuentes en el Canzoniere de Petrarca, en textos de tradici6n petrarquista, transmitidos fundamentalmente en los conocidos florilegios de Ia segunda I Vid. su «Crista/, no marfll, en ' Mientras por compctir con tu cabcllo'», en 1/omenaje a Ana Marfa Barrenechea, Madrid, 1984, pp. 341-353, en los que designa as! a los sonetos del carpe diem. 2 Cito los textos de Ia poesfa amorosa segun Ia edici6n de· don los~ Manuel Blecua, Obra poetica, Madrid, Castalia. 1969. comparandolos con Ia edici6n de Gonzalez de Salas, EL PARNASSO ESPANOL MONTE EN DOS CVMBRES DNIDIDO, CON LAS NVEVE MVSAS CASTEUANAS, Madrid, 1648 (utilizo el ejemplar de Ia Biblioteca Menendez Pelayo de Santander) y Ia edici6n de Pedro Aldrete de LAS TRES MVSAS VLTIMAS CASTELLANAS, SEGVNDA CVMBRE DEL PARNASO ESPANOL DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS, Madrid, 1670. Para los poemas que reelaboran estos conceptos en el CanJa sola a Lisi, vid. los que Uevan, en Ia edici6n de Blecua, los nllmeros 442, 459, 461, 468, 472, 474, 478, 483, 486, 491, 508, 509; entre los que cantan diversos sujetos, me referir~ a
La poesfa amorosa de Quevedo, como es bien sabido, fue transmitida, en su gran mayorfa, en dos ed... more La poesfa amorosa de Quevedo, como es bien sabido, fue transmitida, en su gran mayorfa, en dos ediciones p6stumas: El Parnaso Espafiol, editada por Gonzalez de Salas en 1648, y Las Tres Musas, que sac6 a la luz su sobrino, Pedro Aldrete, en 1670. Estudiada ya en detalle la disposici6n de la princeps por Fernandez Mosquera y evaluadas las intervenciones de su primer editor, entre otros, por James 0. Crosby y Alfonso Rey, s6lo recordare aquf que la cuarta Musa del Parnaso, Erato, estaba dividida en dos secciones: en Ia primera, se incluian cincuenta sonetos, siete madrigales, una silva, tres idilios, tres canciones, quintillas, una letrilla, redondillas y un conjunto de romances, en los que el poeta se dirige a diferentes receptores femeninos : Floris, Floralba, Amarili, Flora, Silene, etc. La segunda secci6n, que constituye un mini-cancionero petrarquista, dirigido aLisi, se titula: ERATO, ILAMISMAMVSA IV. I CANTA, CON SINGULARIDAD, VNA PASSION I AMOROSA y abarca cincuenta y un sonetos, un madrigal y cuatro idilios 1 • I. ELl PARNASSO ESPANOL.I MONTE EN DOS CVMBRES DfVlDIDO.I CON LAS I NVEVE MVSAS CASTELLANAS, I Donde se contienen I POESIAS I DE DON FRANCISCO DE QVEVEDO SENOR DE LA VILLA DE LA TORRE DE IVAN ABAD .
La educaci6n de los j6venes, en los siglos XVI y XVII, se centro en torno al aprendizaje de la l6... more La educaci6n de los j6venes, en los siglos XVI y XVII, se centro en torno al aprendizaje de la l6gica y la ret6rica, y a la incorporaci6n de tesoros de sententiae, exempla, adagia y proverbios, emblemas, jeroglfficos y fabulas, acufiadas en el rico acervo de las literaturas griega y latina que los humanistas del Renacimiento difundieron en ediciones de obras completas yen antologfas, libros de loci communes, enciclopedias y miscelaneas, lecciones y adversaria. En un completo estudio publicado en 1996, Ann Moss ha trazado la trayectoria que, desde la tardfa Edad Media h asta fin es del XVII, tuvo la redacci6n y publicaci6n de numerosos libros de topoi sobre los que se apoy6 la pedagogfa de los humanistas en el ambito europeo. 1 En su reciente y magnifica edici6n de El discreto, de Baltasar G racian, Aurora Egido ha vuelto a demostrar como el aprendizaje de la cultura clasica se completaba con la recomendada recopilaci6n de estas citas en cartapacios escolares o codices excerptorii. En efecto, se instaba a los alumnos a recoger fragmentos de textos grecolatinos para utilizarlos en sus trabajos escritos en prosa o en verso.
El exito del formalismo, de las variantes estructuralistas que se expandieron en la decada de los... more El exito del formalismo, de las variantes estructuralistas que se expandieron en la decada de los aiios sesenta y de las teorias que propugnaban enfoques inmanentes para el estudio de la literatura condujo, inevitablemente, a la problematizacion de las practicas hermeneuticas de caracter positivista que se habfan impuesto a partir del siglo pasado. Una concepcion diferente del lenguaje literario, de los fen6menos de la creaci6n artfstica y de la cuestion de la intencionalidad del autor llevo a defender la autonomfa el texto artfstico, a expensas de su relaci6n con la cultura en la que habfa sido escrito.
El estudio de Ia cultura literaria del siglo XVII, anticipada ya en algunos casas a partir de fin... more El estudio de Ia cultura literaria del siglo XVII, anticipada ya en algunos casas a partir de fines del XVI, exigio y exige Ia lecrura de Ia importance obra d e Baltasar Gracian , por un lado, de sus escriros ftlosoficos y El Criticon, en los que desarrollo su vision del mundo y su adhesion al neoesroicismo; por el o rro, de su tratado sabre Ia retorica y las tecnicas a utilizar para Ia consrruccion d e conceptos, d e agudezas. Estudiado en escuela yen universidad, sus texros adquirieron nuevas rcsonancias a partir del afio 200 I , es deci r, desde los fesrejos de celebracion del aniversario de su nacimiento. Se inicio entonces el extenso periodo d e reconsideracion de su obra que habria aun de afectar Ia recepcion de OtrOS autores hoy llamados barrocos. Nuevas y excele ntes ediciones de rodo el corpus, de gran rigor filologico, dieron
El movimiento neoestoico iniciado en el siglo XVI se consolidó en Europa en el XVII tras la publi... more El movimiento neoestoico iniciado en el siglo XVI se consolidó en Europa en el XVII tras la publicación de De constantia de Justo Lipsio en 1584. Su adaptación de los principios morales de esta escuela filosófica helenista desarrollada desde el siglo III a.C. fue, pues, punto de partida para quienes intentaron conciliarla con el cristianismo, apoyándose en tendencias ya presentes en algunos padres de la iglesia como san Agustín, san Jerónimo, san Ambrosio o Tertuliano, sobre los que volvió el mismo Lipsio en su lectura interpretativa de la obra de Séneca. Otros neoestoicos como Guillaume du Vair se interesaron aun más por la obra de Epicteto, que tradujo al francés hacia 1586 además de publicar Philosophie morale des Stoïques y De la Constance (1594). Estos se leyeron en España así como la traducción del manual que hizo Pierre de Boufflers, edición bilingüe aparecida en 1632 que Quevedo cita en su versión del Encheiridion. 1 Las enseñanzas de la ética estoica, pensaban, permitirían superar los efectos nefastos de la violencia generada por los conflictos religiosos y otros desarrollos políticos europeos que se extendieron desde mediados del XVI hasta el final de la guerra de los treinta años de 1648. Ello implicaba, pues, demostrar que esta moral derivada de la tradición grecolatina, independiente de preceptos religiosos, era aceptable aun para un público cristiano.
Quel est le statut des noms des genres? […] les termes génériques ont un statut bâtard. Ils ne so... more Quel est le statut des noms des genres? […] les termes génériques ont un statut bâtard. Ils ne sont pas de purs termes analythiques qu'on appliquerait de l'éxtérieur à l'histoire des textes, mais font, à des degrées divers, partie de cette histoire même. Le terme roman, par example, n'est pas un concept théorique correspondant à une definition nominale acceptée par l'ensemble des théoriciens littéraires de notre époque mais d'abord et avant tout un terme accolé à des époques diverses à des textes divers, par des auteurs, des éditeurs et des critiques divers.
Iniciaba Estacio su Consolatio ad Claudium Etruscum invocando a la deidad Pietas, con el ruego de... more Iniciaba Estacio su Consolatio ad Claudium Etruscum invocando a la deidad Pietas, con el ruego de que consolase a un padre que había perdido a su hijo. Invitaba a dioses y hombres inocentes y puros a la ceremonia de sus exequias. Excluía, en cambio, a quienes eran culpables de algún crimen secreto, a quienes temblarían un día frente al 'inflexible Eaco y su urna infernal'. 1 Adeste dique hominesque sacris. Procul hinc, procul ite nocentes, si cui corde nefas tacitum fessique senectus longa patris, si quis pulsatae conscius umquam matris et inferna rigidum timet Aeacon urna: insontes costosque uoco.
Las normas de!lfenus demonstrativum en Ia retorica clasica propiciaban la representacion de perso... more Las normas de!lfenus demonstrativum en Ia retorica clasica propiciaban la representacion de personajes segun Ia dialectica del elogio y el vituperio, o/ftcia ambos que ya Quintiliano habl.a descrito basandose en fuentes griegas y que reiterarian los tratadistas del Renacimiento y del Barroco 1 • Los objetos del elogio y del vituperio podl.an ser hombres, dioses, animales o seres inanimados pero lo que determinaba el tipo de representacion a desarrollar era Ia perspectiva adoptada por el orador, o mas tarde por el escritor, para estructurar su discurso. Si de alabanza de lo bello y honesto se trataba, el objetivo era despertar Ia admiracion del oyente o del lector por la figura descrita; si de critica de lo feo o deshonesto, su rechazo. La determinacion de lo hermoso y de lo feo podia basarse, por Otra parte, en criterios eticos, con los que se juzgaba Ja relacion entre lo bello y lo bueno, y las diversas clases en las que podian dividirse. Las teorias fllograficas del Renacimiento problematizarian el principia de la identidad de lo bello y lo bueno, comparando las definiciones platonicas del amor con las aristotelicas. Asi se observa en la Theotogia Ptatonica y en Sopra to amore de Marsilio Ficino, y en los numerosos tratados de divulgacion que se sucedieron durante el siglo XVI. en los que se volveria sobre esta cuestion filosofica 2 .
Prisi6n y desengafio de amor: dos topoi de la ret6rica amorosa en Quevedo y en Soto de Rojas por ... more Prisi6n y desengafio de amor: dos topoi de la ret6rica amorosa en Quevedo y en Soto de Rojas por Lfa SCHWARTZ (Dartmouth College) En el corpus de Ia poesfa amorosa de Quevedo -unas 219 composiciones, segun Ia edici6n de Blecua, de las cuales 133 proceden del Parnaso, editado por Gonzalez de Salas-destaca un subconjunto significative en el que Quevedo reelabora imagenes t6picas del amor como fuerza que sujeta al arnante, y de Ia que este no puede o no quiere desasirse. Conslruye asf conceptos basados en Ia relaci6n metaf6rica de los lexemas amor con prisi6n, cadenas, /azos, y enamorado con prisionero. Estos conceptos son constitutivos no s6lo de varios de los cincuenta y seis poemas del Canta sola a Lisi, en Ia edici6n de Gonzalez de Salas, sino de otros dedicados a diversos sujetos en Ia primera secci6n de Erato y en Las tres musas, y configuran lo que Lore Terracini defmiria como un «microgenero» de Ia poesfa amorosa en Quevedo'. En todos ellos se representa el amor como perdida de Ia libertad; quien aherroja ai amante es, unas veces, Ia amada, que, por ello, recibe Ia designaci6n de tirana, u, otras veces, el Amor, emoci6n que es, a Ia vez, deidad mito16gica, Eros-Cupido2. Estos conceptos quevedianos, que varfan imagenes caracterfsticas de los c6digos de Ia poesfa arnorosa aurea, suelen relacionarse, generalmente, con antecedentes italianos. En su tesis doctoral sobre el Canta sola a Lisi, de 1991 , Santiago FernAndez Mosquera sc basa en el ya imprescindible repcrtorio de Pilar Manero para localizar posibles fuentes en el Canzoniere de Petrarca, en textos de tradici6n petrarquista, transmitidos fundamentalmente en los conocidos florilegios de Ia segunda I Vid. su «Crista/, no marfll, en ' Mientras por compctir con tu cabcllo'», en 1/omenaje a Ana Marfa Barrenechea, Madrid, 1984, pp. 341-353, en los que designa as! a los sonetos del carpe diem. 2 Cito los textos de Ia poesfa amorosa segun Ia edici6n de· don los~ Manuel Blecua, Obra poetica, Madrid, Castalia. 1969. comparandolos con Ia edici6n de Gonzalez de Salas, EL PARNASSO ESPANOL MONTE EN DOS CVMBRES DNIDIDO, CON LAS NVEVE MVSAS CASTEUANAS, Madrid, 1648 (utilizo el ejemplar de Ia Biblioteca Menendez Pelayo de Santander) y Ia edici6n de Pedro Aldrete de LAS TRES MVSAS VLTIMAS CASTELLANAS, SEGVNDA CVMBRE DEL PARNASO ESPANOL DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS, Madrid, 1670. Para los poemas que reelaboran estos conceptos en el CanJa sola a Lisi, vid. los que Uevan, en Ia edici6n de Blecua, los nllmeros 442, 459, 461, 468, 472, 474, 478, 483, 486, 491, 508, 509; entre los que cantan diversos sujetos, me referir~ a
La poesfa amorosa de Quevedo, como es bien sabido, fue transmitida, en su gran mayorfa, en dos ed... more La poesfa amorosa de Quevedo, como es bien sabido, fue transmitida, en su gran mayorfa, en dos ediciones p6stumas: El Parnaso Espafiol, editada por Gonzalez de Salas en 1648, y Las Tres Musas, que sac6 a la luz su sobrino, Pedro Aldrete, en 1670. Estudiada ya en detalle la disposici6n de la princeps por Fernandez Mosquera y evaluadas las intervenciones de su primer editor, entre otros, por James 0. Crosby y Alfonso Rey, s6lo recordare aquf que la cuarta Musa del Parnaso, Erato, estaba dividida en dos secciones: en Ia primera, se incluian cincuenta sonetos, siete madrigales, una silva, tres idilios, tres canciones, quintillas, una letrilla, redondillas y un conjunto de romances, en los que el poeta se dirige a diferentes receptores femeninos : Floris, Floralba, Amarili, Flora, Silene, etc. La segunda secci6n, que constituye un mini-cancionero petrarquista, dirigido aLisi, se titula: ERATO, ILAMISMAMVSA IV. I CANTA, CON SINGULARIDAD, VNA PASSION I AMOROSA y abarca cincuenta y un sonetos, un madrigal y cuatro idilios 1 • I. ELl PARNASSO ESPANOL.I MONTE EN DOS CVMBRES DfVlDIDO.I CON LAS I NVEVE MVSAS CASTELLANAS, I Donde se contienen I POESIAS I DE DON FRANCISCO DE QVEVEDO SENOR DE LA VILLA DE LA TORRE DE IVAN ABAD .
La educaci6n de los j6venes, en los siglos XVI y XVII, se centro en torno al aprendizaje de la l6... more La educaci6n de los j6venes, en los siglos XVI y XVII, se centro en torno al aprendizaje de la l6gica y la ret6rica, y a la incorporaci6n de tesoros de sententiae, exempla, adagia y proverbios, emblemas, jeroglfficos y fabulas, acufiadas en el rico acervo de las literaturas griega y latina que los humanistas del Renacimiento difundieron en ediciones de obras completas yen antologfas, libros de loci communes, enciclopedias y miscelaneas, lecciones y adversaria. En un completo estudio publicado en 1996, Ann Moss ha trazado la trayectoria que, desde la tardfa Edad Media h asta fin es del XVII, tuvo la redacci6n y publicaci6n de numerosos libros de topoi sobre los que se apoy6 la pedagogfa de los humanistas en el ambito europeo. 1 En su reciente y magnifica edici6n de El discreto, de Baltasar G racian, Aurora Egido ha vuelto a demostrar como el aprendizaje de la cultura clasica se completaba con la recomendada recopilaci6n de estas citas en cartapacios escolares o codices excerptorii. En efecto, se instaba a los alumnos a recoger fragmentos de textos grecolatinos para utilizarlos en sus trabajos escritos en prosa o en verso.
El exito del formalismo, de las variantes estructuralistas que se expandieron en la decada de los... more El exito del formalismo, de las variantes estructuralistas que se expandieron en la decada de los aiios sesenta y de las teorias que propugnaban enfoques inmanentes para el estudio de la literatura condujo, inevitablemente, a la problematizacion de las practicas hermeneuticas de caracter positivista que se habfan impuesto a partir del siglo pasado. Una concepcion diferente del lenguaje literario, de los fen6menos de la creaci6n artfstica y de la cuestion de la intencionalidad del autor llevo a defender la autonomfa el texto artfstico, a expensas de su relaci6n con la cultura en la que habfa sido escrito.
El estudio de Ia cultura literaria del siglo XVII, anticipada ya en algunos casas a partir de fin... more El estudio de Ia cultura literaria del siglo XVII, anticipada ya en algunos casas a partir de fines del XVI, exigio y exige Ia lecrura de Ia importance obra d e Baltasar Gracian , por un lado, de sus escriros ftlosoficos y El Criticon, en los que desarrollo su vision del mundo y su adhesion al neoesroicismo; por el o rro, de su tratado sabre Ia retorica y las tecnicas a utilizar para Ia consrruccion d e conceptos, d e agudezas. Estudiado en escuela yen universidad, sus texros adquirieron nuevas rcsonancias a partir del afio 200 I , es deci r, desde los fesrejos de celebracion del aniversario de su nacimiento. Se inicio entonces el extenso periodo d e reconsideracion de su obra que habria aun de afectar Ia recepcion de OtrOS autores hoy llamados barrocos. Nuevas y excele ntes ediciones de rodo el corpus, de gran rigor filologico, dieron
El movimiento neoestoico iniciado en el siglo XVI se consolidó en Europa en el XVII tras la publi... more El movimiento neoestoico iniciado en el siglo XVI se consolidó en Europa en el XVII tras la publicación de De constantia de Justo Lipsio en 1584. Su adaptación de los principios morales de esta escuela filosófica helenista desarrollada desde el siglo III a.C. fue, pues, punto de partida para quienes intentaron conciliarla con el cristianismo, apoyándose en tendencias ya presentes en algunos padres de la iglesia como san Agustín, san Jerónimo, san Ambrosio o Tertuliano, sobre los que volvió el mismo Lipsio en su lectura interpretativa de la obra de Séneca. Otros neoestoicos como Guillaume du Vair se interesaron aun más por la obra de Epicteto, que tradujo al francés hacia 1586 además de publicar Philosophie morale des Stoïques y De la Constance (1594). Estos se leyeron en España así como la traducción del manual que hizo Pierre de Boufflers, edición bilingüe aparecida en 1632 que Quevedo cita en su versión del Encheiridion. 1 Las enseñanzas de la ética estoica, pensaban, permitirían superar los efectos nefastos de la violencia generada por los conflictos religiosos y otros desarrollos políticos europeos que se extendieron desde mediados del XVI hasta el final de la guerra de los treinta años de 1648. Ello implicaba, pues, demostrar que esta moral derivada de la tradición grecolatina, independiente de preceptos religiosos, era aceptable aun para un público cristiano.
Quel est le statut des noms des genres? […] les termes génériques ont un statut bâtard. Ils ne so... more Quel est le statut des noms des genres? […] les termes génériques ont un statut bâtard. Ils ne sont pas de purs termes analythiques qu'on appliquerait de l'éxtérieur à l'histoire des textes, mais font, à des degrées divers, partie de cette histoire même. Le terme roman, par example, n'est pas un concept théorique correspondant à une definition nominale acceptée par l'ensemble des théoriciens littéraires de notre époque mais d'abord et avant tout un terme accolé à des époques diverses à des textes divers, par des auteurs, des éditeurs et des critiques divers.
Iniciaba Estacio su Consolatio ad Claudium Etruscum invocando a la deidad Pietas, con el ruego de... more Iniciaba Estacio su Consolatio ad Claudium Etruscum invocando a la deidad Pietas, con el ruego de que consolase a un padre que había perdido a su hijo. Invitaba a dioses y hombres inocentes y puros a la ceremonia de sus exequias. Excluía, en cambio, a quienes eran culpables de algún crimen secreto, a quienes temblarían un día frente al 'inflexible Eaco y su urna infernal'. 1 Adeste dique hominesque sacris. Procul hinc, procul ite nocentes, si cui corde nefas tacitum fessique senectus longa patris, si quis pulsatae conscius umquam matris et inferna rigidum timet Aeacon urna: insontes costosque uoco.
Las normas de!lfenus demonstrativum en Ia retorica clasica propiciaban la representacion de perso... more Las normas de!lfenus demonstrativum en Ia retorica clasica propiciaban la representacion de personajes segun Ia dialectica del elogio y el vituperio, o/ftcia ambos que ya Quintiliano habl.a descrito basandose en fuentes griegas y que reiterarian los tratadistas del Renacimiento y del Barroco 1 • Los objetos del elogio y del vituperio podl.an ser hombres, dioses, animales o seres inanimados pero lo que determinaba el tipo de representacion a desarrollar era Ia perspectiva adoptada por el orador, o mas tarde por el escritor, para estructurar su discurso. Si de alabanza de lo bello y honesto se trataba, el objetivo era despertar Ia admiracion del oyente o del lector por la figura descrita; si de critica de lo feo o deshonesto, su rechazo. La determinacion de lo hermoso y de lo feo podia basarse, por Otra parte, en criterios eticos, con los que se juzgaba Ja relacion entre lo bello y lo bueno, y las diversas clases en las que podian dividirse. Las teorias fllograficas del Renacimiento problematizarian el principia de la identidad de lo bello y lo bueno, comparando las definiciones platonicas del amor con las aristotelicas. Asi se observa en la Theotogia Ptatonica y en Sopra to amore de Marsilio Ficino, y en los numerosos tratados de divulgacion que se sucedieron durante el siglo XVI. en los que se volveria sobre esta cuestion filosofica 2 .
Uploads
Papers by Lía Schwartz