Control Prenatal-Nom
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Por ello se busca contribuir al cumplimiento de dos de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio
que el Gobierno de México hizo suyos, junto con 189 países más, al adoptar la Declaración del
Milenio en el año 2000, hasta el 2015 la atención materna y perinatal basada en el objetivo 4, que
corresponde a disminuir la mortalidad de los niños menores de cinco años, en dos terceras partes
entre 1990 y 2015, y el 5 que es "Mejorar la Salud Materna", con el 5.A, que se refiere a reducir la
mortalidad materna en tres cuartas partes entre 1990 y 2015, y lograr la cobertura universal de
asistencia al parto, actualmente orientamos las acciones a la nueva Estrategia Mundial para la
salud de la Mujer, la Niñez y la adolescencia 2016-2030, que tiene como objetivo lograr el más alto
nivel de salud para todas la mujeres, los niños y adolescentes transformar el futuro y garantizar
que cada recién nacido, la madre y el niño no sólo sobreviva, sino que prospere.
3. Reducir los riesgos que afectan la salud de la población en cualquier actividad de su vida;
4. Cerrar las brechas existentes en salud entre diferentes grupos sociales y regiones del país;
la mortalidad materna que se redujo a menos de la mitad entre 1990 y 2011 (al pasar de 89 a 43
defunciones de mujeres por cada 100,000 nacidos vivos). No obstante, este indicador se encuentra
lejos de alcanzar la meta de 22 defunciones propuesta para 2015, como parte de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio.
En este contexto, se incorporan a esta Norma aspectos relevantes enfocados a la salud materna y
a la prevención de la morbimortalidad materna y perinatal, mediante intervenciones previas a que
una mujer decida embarazarse, así como durante su embarazo, parto y puerperio y establecer el
manejo del autocuidado como una acción de corresponsabilidad para enlazar con el personal de
salud, por lo que adquiere importancia el mejorar la calidad de la atención prenatal desde el
periodo preconcepcional, es decir, que se realice una valoración correcta del riesgo reproductivo
en mujeres con enfermedades concomitantes y en adolescentes; promover la planificación
familiar, la detección temprana de diabetes gestacional mediante la realización de tamiz de
glucosa.
Así mismo, se enfatiza sobre las ventajas de la lactancia materna y el espaciamiento de los
embarazos a través de la adopción de un método anticonceptivo posparto.
Las intervenciones que se desarrollan para alcanzar la maternidad segura son: planificación
familiar, atención preconcepcional, prenatal, parto limpio y seguro, puerperio y los cuidados
obstétricos esenciales.
En caso de una complicación no diagnosticada de manera oportuna y que ésta evolucione a una
forma severa, se establece, al igual que en otras normas internacionales vigentes, que la atención
de urgencias
obstétricas es una prioridad todos los días del año y que el personal de salud debe informar con
oportunidad a la mujer embarazada y a sus familiares desde la primera consulta prenatal, y
refiriéndola a los establecimientos para la atención médica de las instituciones públicas del
Sistema Nacional de Salud que atienden urgencias obstétricas, sea o no derechohabiente de
alguna de ellas
En la visita preconcepcional, se debe brindar información sobre los cuidados de la persona recién
nacida, lactancia, tamiz metabólico neonatal, estimulación temprana y aplicación de vacunas,
prevención de enfermedades diarreicas y respiratorias.
Toda mujer en edad reproductiva que desee embarazarse, debe acudir de preferencia
acompañada de su pareja al establecimiento para la atención médica, para recibir asesoría médica
sobre el riesgo reproductivo, idealmente tres meses antes de intentar el embarazo. En este
periodo es importante iniciar la suplementación de ácido fólico para la prevención de defectos del
tubo neural y continuarla durante el embarazo.
Elaborar y registrar la historia clínica en un expediente, carnet perinatal o la guía básica para la
mujer embarazada (ver Apéndice J Normativo, de esta Norma), debiendo tener los siguientes
apartados:
Toda mujer que resulte positiva a VIH o sífilis, debe ser enviada inmediatamente al segundo nivel
de atención, o establecimientos para la atención médica especializados.
Estudios de gabinete:
- Ultrasonido o ultrasonografía
Promover que la embarazada de bajo riesgo reciba como mínimo cinco consultas prenatales,
iniciando preferentemente en las primeras 8 semanas de gestación y/o prueba positiva de
embarazo atendiendo al siguiente calendario:
4ª: semana 22
5ª: semana 28
6ª: semana 32
Promover que se realice un ultrasonido obstétrico en cada trimestre del embarazo por personal
capacitado, para determinar el bienestar materno y fetal de manera intencionada. El primero
entre las semanas 11 a 13.6, mediante el cual se establezca la vitalidad, edad gestacional y número
de fetos que se están gestando; el segundo entre las 18 y 22 semanas y el tercero, entre las 29 y
30 semanas o más de gestación.
A todas las mujeres embarazadas se debe realizar la prueba de detección para DG entre la semana
24 y 28 del embarazo, aunque las mujeres con mayor riesgo pueden ser estudiadas desde antes.
Para detectar la restricción del crecimiento intrauterino se debe realizar periódica y
sistemáticamente el seguimiento del incremento del peso materno, altura del fondo uterino
(Apéndice A Normativo, de esta Norma), y del estudio ultrasonográfico, realizado
preferentemente en etapas tempranas del embarazo (antes de las 20 semanas de gestación). En
caso de sospechar restricción del crecimiento del feto, se debe confirmar el diagnóstico, clasificar,
establecer el manejo y el seguimiento en el segundo o tercer nivel de atención