TEMA 1 Instituciones Políticas 24-25

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TEMA 1.

El proceso de
integración europea
1.- Origen y proceso de creación de las Comunidades Europeas
de creación de las Comunidades europeas, se ha de realizar un análisis
histórico y económico de las diferentes etapas que han conformado el
actual mapa político económico europeo.
a)La década de los años 50:
La creación de las Comunidades Europeas
Podemos iniciar el estudio de lo que es hoy la Unión Europea (UE) con
la celebración con participación de los países europeos del Congreso de
La Haya de 1948, en el cual se articularon ambiciosas propuestas, pero
también se hicieron patente los dos enfoques teóricos diferentes sobre
el futuro de las relaciones entre los estados europeos occidentales:
1)De un lado, liderados por Gran Bretaña, estaban los que impulsaban
relaciones de cooperación intergubernamental permanentes entre los
estados que no afectaran significativamente a la soberanía de los
participantes.
2)Del otro, liderados por el denominado eje franco-belga, los
partidarios de una integración de tipo federal más partidarios de la
cesión de soberanía de los estados, que plantearon la convocatoria de
una asamblea constituyente europea
La creación del Consejo Europa, organización internacional (OI) de
cooperación interestatal con fines generales-salvo los de carácter
militar o de seguridad- que aún pervive en nuestros días y cuyo
Estatuto se firmó en Londres el 5 de mayo de 1949, respondía al
modelo europeísta intergubernamental auspiciado por Gran Bretaña
Esta OI tenía unos objetivos de tipo legislativo y político que no se
correspondían con las necesidades inmediatas del entorno europeo.
Esta situación provocó que un grupo de Estados decidieran realizar la
denominada Declaración del 9 de mayo de 1950, a través de la cual el
Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Robert Schuman, anunció a la
opinión pública internacional el pacto entre franceses y alemanes para
poner en común la producción del carbón y del acero bajo una autoridad
supranacional.
Se materializó con la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del
Acero (CECA) en 1951, que respondía más a las ideas federalistas sobre la
unión de Europa.
Se trataba por tanto de construir Europa paso a paso, quedando este
objetivo plasmado en el discurso histórico de Schuman, que se conoce
como Declaración Schuman que inspiró esta idea:
“Europa no se hará de golpe, ni en una construcción de conjunto, se hará
por medio de realizaciones concretas, creando una solidaridad de hecho”.
Esta Declaración supuso la puesta en marcha de un proceso que concluiría con
la unificación económica y política de Europa.
Como se mencionó anteriormente, del desarrollo de aquella Declaración nació
la primera Comunidad Europea, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero
(CECA), según el Tratado firmado en París el 18 de abril de 1951 en el que
participaron seis países de la Europea occidental:
Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo (Tratado de la
Comunidad Europea del Carbón y del Acero-TCECA-).
La CECA se constituyó definitivamente con la entrada en vigor del TCECA, el 23
de septiembre de 1952, y Jean Monnet fue nombrado primer presidente de la
Alta Autoridad de la organización, órgano equiparable a la actual Comisión
Europea.
No olvidar que la participación de la República Federal de Alemania y de Francia
proporcionaba a este paso de un valor altamente simbólico:
la voluntad de avanzar rápidamente en la reconciliación política de una Europa
que sólo hacia seis años que había dejado atrás una guerra cruel.
El Tratado permitió establecer las bases de la arquitectura comunitaria al crear
un organismo ejecutivo conocido como «Alta Autoridad», una Asamblea
Parlamentaria, un Consejo de Ministros, un Tribunal de Justicia y un Comité
Consultivo.
Celebrado con una duración prevista de 50 años con arreglo a su artículo 97, el
Tratado CECA expiró el 23 de julio de 2002.
De conformidad con el Protocolo (nº37) anexo a los Tratados (Tratado de la
Unión Europea y Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea), el valor
neto del patrimonio de la CECA en el momento de su disolución se destinó a la
investigación en los sectores relacionados con la industria del carbón y del
acero a través de un fondo y de un programa de investigación en estos ámbitos.
Bajo el modelo de aquel Tratado y tras superarse algunas dificultades se
firmarían los:
Tratados de Roma de 25 de marzo de 1957 que establecían la Comunidad
Económica Europea o Mercado Común (CEE), y la Comunidad Europea de la
Energía Atómica (EURATOM).
A diferencia del Tratado CECA, los Tratados de Roma se celebraron «por
un período de tiempo ilimitado» (artículo 240 del Tratado CEE y artículo
208 del Tratado CEEA), lo que les confirió un carácter
cuasiconstitucional.
Desde entonces hasta la actualidad, la evolución del proceso de
construcción europeo ha respondido, de manera esquemática, al
equilibrio cambiante entre las dos visiones presentes desde un primer
momento en el impulso de la integración europea:
una corriente de tipo federalista y
otra más tradicional de carácter soberanista.
Los seis países fundadores fueron Alemania, Bélgica, Francia, Italia,
Luxemburgo y los Países Bajos.
Desde un prisma histórico, el proceso de integración europea, ha
tenido, fundamentalmente, cinco ejes de evolución hasta el presente:
la ampliación continuada de los estados participantes en el proceso de
integración,
el incremento progresivo de las materias sometidas a cooperación por
parte de los estados participantes,
la unificación progresiva de su marco institucional y la expansión de su
estructura orgánica,
la extensión de los ámbitos de acción normativa regidos mediante la
regla de decisión por mayoría y
la democratización gradual de su funcionamiento político.
b)La década de los años 60: La crisis política de las Comunidades Europeas
El éxito del Mercado Común animó al Reino Unido a solicitar su adhesión a esta OI, sin
embargo, por dos veces consecutivas el General De Gaulle vetaría la entrada de Gran
Bretaña en la organización europea, l
Gran Bretaña se unió con otros países europeos (Austria, Dinamarca, Noruega, Portugal,
Suecia y Suiza) para crear la AELC ( Asociación Europea del Libre Comercio), también
conocida como EFTA, el 4 de enero de 1960 por el Convenio de Estocolmo, organización
internacional de carácter económico que hacía la competencia a las Comunidades Europeas.
La postura del General De Gaulle, defensora del modelo clásico de cooperación
intergubernamental, consagrada en la denominada “Europa de las Patrias”, provocó la crisis
de las Comunidades Europeas, al vetar Francia su funcionamiento por los problemas
generados por los desacuerdos en la financiación de la Política Agrícola Común (PAC) y las
votaciones por unanimidad.
Abandono de los representantes franceses de las instituciones europeas provocando la
denominada “Crisis de la silla vacía”.
Paralización de las decisiones para las que se requería la unanimidad.
La crisis originada a mediados de 1965 se prolongó durante dos meses y finalmente se
produjo el denominada Compromiso de Luxemburgo en enero de 1966, tras el cual se
mantendría:
El Principio de unanimidad cuando los Gobiernos entendieran que sus intereses vitales
estuvieran en juego.
Sistema de mayoría simple o cualificada para el resto de las materias.
Por otra parte, el 8 de abril de 1965 se firmó el Tratado de Fusión de los Ejecutivos de las
Comunidades Europeas (Tratado de Bruselas), que entró en vigor en 1967.
Racionalización de las funciones de un ejecutivo europeo único en lugar de la dispersión de
las instituciones en cada una de las Comunidades Europeas (CECA, CEE y EURATOM).
La crisis suscitada por las inflexibles posiciones francesas, finalizó con la entrada de
Georges Pompidou, quien puso en marcha la Cumbre de La Haya de 1969 en la que se
reunieron los Jefes de Estado o de Gobierno de los países parte de las Comunidades
Europeas, definiendo las tres grandes líneas de avance de esta organización:
La ampliación de las Comunidades Europeas.
La consolidación del Mercado Común
La puesta en marcha de nuevas iniciativas entre las que destacaba la Unión Económica y
Monetaria.
c)La década de los años 70: El relanzamiento de las Comunidades y la
Cooperación Política
Con estos nuevos objetivos los Estados de las Comunidades Europeas
aprobaron el 22 de marzo de 1971 el Plan Werner destinado a conseguir la
Unión Económica y Monetaria.
Sin embargo, este proyecto fracasó por la gran crisis que se produjo en estos
años por la caída de la libra esterlina y del dólar, así como por la crisis del
petróleo (1973).
En 1971 igualmente se celebró la Cumbre de La Haya en la que se decidió la
incorporación de Gran Bretaña, Dinamarca e Irlanda a las Comunidades
Europeas naciendo oficialmente la denominada “Europa de los nueve” el 1 de
enero de 1973.
La Cumbre de La Haya abrió el procedimiento de consultas regulares en
materia de política exterior por el cual cada Estado se comprometía a no fijar
definitivamente su posición en relaciones exteriores, sin haber consultado a
los demás, naciendo así el germen de la futura Cooperación Política.
La práctica de la celebración de las denominadas “Cumbres” o reuniones
de Jefes de Estado o de Gobierno en el seno de las Comunidades
Europeas, dieron lugar a la creación de una nueva institución (que no se
consolidaría hasta 1986) denominada Consejo Europeo,
Su primera reunión se celebró en 1975 con una periodicidad bianual (cada
6 meses), y que ha sido durante todos estos años el gran instrumento para
el impulso y el desarrollo de los proyectos de Unión Europea.
Es en 1975 cuando surge en Europa otra Organización Internacional
paralela a las Comunidades Europeas, la actual OSCE (Organización para la
Seguridad y Cooperación Europea) que tuvo su origen en la en la
Conferencia sobre seguridad y cooperación en Europa de Helsinki.
Se creó con la finalidad de establecer una nueva dimensión geopolítica y
un marco paneuropeo de seguridad, basada especialmente en la
cooperación y en la resolución pacífica de los conflictos.
En 1976 el Informe Tindemans (Leo Tindemans era el primer ministro
belga), establecía el reforzamiento de las instituciones comunitarias, así
como dos nuevos avances:
El nacimiento del Sistema Monetario Europeo que entró en vigor el 13
de enero de 1979 poniendo en marcha la creación de una “cesta” de
monedas nacionales denominado ECU ( Unidad de Cuenta Europea).
La elección del Parlamento por sufragio universal directo que permitió
la celebración de las primeras elecciones europeas en junio de 1979
eligiéndose 410 miembros de la Asamblea Europea.
d) La década de los años 80: El camino hacia la Unión Europea.
La década de los años 80 inicia un periodo de grandes cambios
mundiales que van a tener repercusión en la configuración del espacio
europeo:
-El reconocimiento del Sindicato Solidaridad en Polonia supuso la
apertura de una brecha en la compacta Europa del Este.
-Estados Unidos implanta una línea dura con una política económica
neoliberal y una iniciativa de defensa estratégica denominada “Guerra
de las estrellas”.
-La URSS inicia una política de reestructuración del sistema y de
apertura hacia el exterior que culmina con la disolución de la URSS.
Dentro de las Comunidades Europeas Grecia ingresa en 1980 dentro de
la organización constituyéndose la “Europa de los diez”, haciéndola en
1986 España y Portugal pasando a ser la “Europa de los doce”.
Mientras tanto, el más ambicioso de todos los proyectos de creación
de una Unión política, el llamado Proyecto de Tratado “Spinelli” de
Unión Europea era adoptado por el Parlamento Europeo el 14 de enero
de 1984.
En él se presentaba un cuadro institucional único y reconocía al
Parlamento Europeo un poder de codecisión en materia legislativa y
presupuestaria.
Esto no dejó de ser un proyecto que debido a la presión por los
cambios y reformas dio lugar a la apertura de una Conferencia
intergubernamental en septiembre de 1985, bajo la idea de modificar
los Tratados, llegándose a la elaboración del Acta Única Europea (AUE)
que entró en vigor en febrero de 1986.
El AUE supuso la primera reforma importante de los Tratados
constitutivos de las Comunidades Europeas destacando entre otros:
La institucionalización del Consejo Europeo.
La extensión del uso de la mayoría cualificada sobre la unanimidad.
El establecimiento del procedimiento de cooperación entre el
Parlamento Europeo y el Consejo.
La creación del Mercado Interior en contraposición a Mercado Común
La creación del Título III de Cooperación en Política Exterior.
Como se puede observar el AUE supuso finalmente la toma en
consideración de una serie de medidas que se venían solicitando desde
los años 60.
La década de los años 80 terminó con la caída del Muro de Berlín la
noche del 9 al 10 de noviembre de 1989, lo que presagiaba el
desarrollo de una ampliación de las Comunidades Europeas con los
países del Este.
Se inició así una política exterior de Acuerdos comerciales con estos
países, mientras que Alemania Oriental se integraba en las
Comunidades Europeas tras el Tratado de Unificación de Alemania el 31
de agosto de 1990 por el cual se reestablecía la unidad alemana.
d)La década de los años 90: Los Tratados de la Unión Europea
Los Consejos Europeos de los primeros años de la década de los años 90
apelaban al proceso de democratización política y al cambio económico
de los países de Europa del Este, al tiempo que la OSCE creaba en la
“Carta de París para una nueva Europa” firmada en noviembre de 1990
por 34 jefes de Estado y de Gobierno, el fin de la confrontación y división
de Europa.
En esta etapa de avance adquiere plena madurez el Convenio de
Schengen de 1985.
Reforzado en 1990 con la participación de diversos países europeos, que
tenía como objetivo suprimir cualquier clase de control sobre las
fronteras, estableciendo una estrecha colaboración en:
el campo de la seguridad jurídica,
inmigración y
armonización de las legislaciones.
Al tiempo que continuaba el proceso hacia la Unión Económica y Monetaria, cuya
primera etapa del total de tres comenzó el 1 de julio de 1990, los Consejos
Europeos pusieron en marcha dos Conferencias Intergubernamentales en 1991:
Una para la Unión Política y
Otra para la Unión Económica y Monetaria que tuvieron como resultado el
nacimiento de un nuevo Tratado comunitario:
El Tratado de la Unión Europea (TUE) firmado en Maastricht el 7 de febrero de
1992, y en el que se delimitaban junto al pilar comunitario, dos pilares
intergubernamentales:
La Política Exterior y de Seguridad Común ( PESC) y
La Política de Justicia e Interior ( JAI), al tiempo que se desarrollaban ampliamente
las competencias y políticas de la Unión Europea y se ponía en marcha el
procedimiento de codecisión legislativa entre el Parlamento y el Consejo.
El Tratado entró en vigor el 1 de noviembre de 1993 sustituyéndose la
denominación de las Comunidades Europeas por el de la Unión Europea.
En 1995 se incorporaron como nuevos miembros Austria, Suecia y
Finlandia instaurándose así la “Europa de los Quince”.
De nuevo, en este avance imparable, la necesidad de afrontar las
reformas institucionales dio lugar:
Convocatoria de la Conferencia Intergubernamental de 1996,
Tratado de Ámsterdam, que entró en vigor en 1999 en el que se
articulaba un espacio de libertad, seguridad y justicia que hizo que gran
parte de la materia del Tercer Pilar ( JAI) se comunitarizara,
reforzándose por otro lado el poder legislativo del Parlamento Europeo.
El Tratado de Ámsterdam fue recibido con grandes críticas ya que no
dio soluciones a las reformas institucionales necesarias para una nueva
ampliación masiva de países del este.
Génesis de la Carta de Derechos Fundamentales, cuya elaboración se
acordó en el Consejo Europeo de julio de 1999.
e)Los comienzos de la primera década del siglo XXI: Hacia la Unidad de
Europa. La Constitución Europea
A pesar de que la Carta de Estambul aprobada en 1999 en el seno de la
OSCE ofrecía para Europa el inicio de un siglo XXI implantado en un
área libre, democrática, integrada y más capacitada para vivir en paz,
prosperidad y seguridad, la realidad es que nos enfrentamos a un
periodo de luces y sombras.
La elección de Vladimir Putin como Presidente de la Federación de
Rusia permitía entrever la distensión internacional acompañado de un
proceso de colaboración y entendimiento, en el que la Unión Europea
apoyaría las reformas emprendidas por el Gobierno ruso y la puesta en
marcha de un Estado moderno y democrático en Rusia.
Dentro de la Unión Europea se firmó un nuevo Tratado en 2001, el Tratado de
Niza, que incluyó la modificación de las instituciones para permitir la
ampliación de la Unión.
Escasos resultados muy técnicos y limitados, que generaron una reflexión sobre
la necesidad de cambiar el modelo de realización de la reforma de los Tratados,
realizando un salto cualitativo en la construcción de la Unión Europea.
Por otra parte, y previo al Consejo de Niza, se aprobaba el 7 de diciembre de
2000 la Carta de Derechos Fundamentales, en la que se proclamaba un
compendio de valores y principios del ciudadano europeo cuya incardinación en
los Tratados se resolverá con el Tratado de Lisboa
El 1 de enero de 2002 se producía la histórica entrada en vigor de la moneda
única europea, el Euro, puesta en circulación en 12 de los países miembros de
la UE ( salvo en Reino Unido, Dinamarca y Suecia).
Actualmente ,de los países que conforman la UE, hay siete estados miembros
cuya moneda no es el euro:
Bulgaria, Chequia, Dinamarca, Hungría, Polonia, Rumania y Suecia.
Todo ello suponía una amplia cooperación en materias económicas,
energéticas, de seguridad nuclear y de justicia e interior.
Los conflictos con la Europa suroriental también se podían considerar
cerrados con la creación de programas de cooperación y ayuda
comunitaria firmados bajos los objetivos de implantación de la
democracia, reconciliación y cooperación regional.
Así mismo Europa reforzaba sus relaciones con el eje asiático en
encuentros con Japón y China reforzando la colaboración en los
ámbitos económicos, políticos y comerciales.
Lo que no se esperaba era la irrupción del terrorismo internacional que
con los atentados del 11-S y del 11-M obligaban al establecimiento de
un proceso firme de acción contra la nueva amenaza del mundo.
En el año 2004 se produjo la nueva ampliación europea con la adhesión
de 10 nuevos Estados:
Polonia, Hungría, Chequia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania,
Eslovaquia, Chipre y Malta, configurándose la “Europa de los veinticinco”.
En el año 2007 se produjo incorporación con Rumania y Bulgaria,
creándose la “Europa de los veintisiete”.
En el año 2013 ( 1 de julio) Croacia se convirtió en el miembro 28 de la
Unión Europea.
Estas tres últimas fases de ampliación tienen un gran significado
histórico-político.
Los nuevos miembros ( Chequia, Hungría, Polonia, Bulgaria,etc) se
quedaron, tras la Segunda Guerra Mundial, al margen del modelo
económico y político liberal impulsado en la Europa occidental bajo la
influencia de Estados Unidos.
Como reacción al fracaso de la Constitución y siendo conscientes que
Europa no puede pararse, el 13 de diciembre de 2007 se firmó el
Tratado de Lisboa que entró en vigor el 1 de diciembre de 2009 tras ser
ratificado por cada uno de los Estados miembros ( el último país en
aceptar el texto fue la república checa que tuvo que superar una
consulta en el Tribunal constitucional).
Este nuevo texto constitucional mantiene los Principios democráticos y
el carácter vinculante de la Carta de Derechos Humanos, si bien las
reformas introducidas se refieren a la alusión a la palabra
“Constitución” en su texto, y la eliminación de los símbolos de la UE
(bandera, himno y divisa), así como en una remodelación de las
instituciones para adaptarlas a la nueva Europa ampliada.
La adhesión de estos estados a la UE cicatriza el corte que marcó la
anterior división de Europa en dos bloques ideológicamente
enfrentados (democracia liberal vs comunismo) desde finales de los
años 40 del siglo pasado.
El gran salto legislativo se debía producir con la aprobación por todos
los Estados de un nuevo Tratado, que sustituiría a todos los demás y
que supondría la culminación política europea. Se trataba del Tratado
constitucional de la Unión Europea llamado Constitución Europea,
firmado en Roma el 29 de octubre de 2004 que sin embargo no llegó a
ver la luz antes las negativas en los referéndums de Francia y Países
Bajos.
2.- Objetivos y funciones
La evolución de los objetivos y funciones de la Comunidad Europea (CE) se
produce tanto en los aspectos económicos como en los políticos, si bien a pesar
de que los objetivos políticos estuvieron presentes en los orígenes de las
Comunidades Europeas, los Tratados Constitutivos anteriores al AUE sólo
reflejaban los objetivos económicos.
Ha sido la práctica de la Comunidad y de sus Estados Miembros (EEMM) los que
han dado lugar a la incorporación de los aspectos políticos en los Tratados,
especialmente a partir del AUE y del Tratado de la UE de 1992
a)La integración económica
Los objetivos económicos de la Comunidad Europea se incorporaron en el artº
2 del Tratado CEE preveyendo dos vías para su consolidación:
El establecimiento de un mercado común, entendiendo como tal el tratamiento
de la producción y de los intercambios de bienes y servicios que existen en la
Comunidad como si se tratara de un mercado nacional.
Para poner en práctica dichos objetivos, el Tratado CEE previó una serie de
medidas tales como:
El establecimiento de las libertades comunitarias:
Libre circulación de mercancías, libre circulación de trabajadores, libertad de
establecimiento y libre circulación de capitales.
El establecimiento de políticas comunes: La política agrícola común (PAC) y
la política común de transportes.
La implantación de una serie de medidas complementarias junto con las
políticas económicas de los EEMM: Normas sobre competencia, política
comercial común y política social.
Estos objetivos evolucionaron en las diferentes reformas de los Tratados
constitutivos, así por ejemplo en el AUE se cambió el concepto de:
“Mercado Común” a “Mercado Interior” lo que supuso la creación de un
espacio sin fronteras interiores de tipo físico, técnico y fiscal
Por otro lado, supuso la creación de nuevas acciones comunitarias como por
ejemplo: la investigación, el desarrollo tecnológico, el medio ambiente y la
política regional.
Avance en las políticas ya implantadas con anterioridad como por ejemplo en
política económica y monetaria y en política social.
El TUE (1992) dio un paso más y avanzó desde el “Mercado Interior” al
establecimiento de una “Unión Económica y Monetaria”, ampliando también el
listado de materias comunitarias:
Industria, energía, la protección de la salud, los consumidores y la política de
cooperación al desarrollo.
En resumen: la Unión Europea persigue “promover el progreso económico y
social, y un acto nivel de empleo y conseguir un desarrollo equilibrado y
sostenible” a través de:
Un espacio sin fronteras interiores.
El fortalecimiento de la cohesión económica y social.
b)Unión política
Los objetivos políticos de la CE se manifestaron en 1968 en el momento
de realizarse la unión aduanera, si bien no fue desarrollado por las
instituciones comunitarias.
Lo más próximo a la realización política fueron las reuniones periódicas
de los jefes de Estado y de Gobierno de los EEMM que comenzaron en
1969 y culminarían años más tarde en el denominado Consejo Europeo
recogido en el AUE.
Co el TUE en 1992, se consagra la unidad política de Europa a través de:
La creación de la ciudadanía europea
La reforma de las instituciones comunitarias buscando un
funcionamiento democrático
La intensificación de la cooperación política entre los Estados miembros
(PESC)
La cooperación en materia de Justicia y los Asuntos de Interior (JAI)
En resumen: los objetivos políticos que persigue la UE son:
El reforzamiento de la protección de los derechos de los nacionales de
los Estados miembros.
La creación de una ciudadanía europea.
La reafirmación de la identidad europea mediante el desarrollo de la
PESC.
La cooperación de los EEMM en el ámbito JAI.
c)Objetivos jurídicos
Aunque no aparecen explícitamente recogidos en el texto de los Tratados, la
Unión tiene como objetivo jurídico mantener y alimentar el acervo
comunitario.
El acervo comprende la base común de derechos y obligaciones que vincula
al conjunto de los países de la UE, como miembros de la UE, está en
constante evolución y engloba:
el contenido, los principios y los objetivos políticos de los Tratados.
legislación adoptada en aplicación de los tratados y la jurisprudencia del
TJUE.
declaraciones y resoluciones adoptadas en el marco de la UE
los actos en materia de PESC
los actos acordados en materia de justicia e interior
los acuerdos internacionales celebrados por la UE y los celebrados por los
países de la UE entre sí en el ámbito de las actividades de la UE.
3.- Ampliación de la Unión Europea
La ampliación de la CE se ha desarrollado en varias etapas uniéndose a los EEMM
originarios (Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo, Bélgica y Países Bajos) otros
países europeos.
La primera adhesión se produjo en 1973 por parte del Reino Unido, Dinamarca e
Irlanda.
Posteriormente lo hizo Grecia en 1981
España y Portugal en 1986, quedando así reforzado el flanco Sur de la Comunidad.
La incorporación en 1995 de tres nuevos Estados que fueron Austria, Finlandia y
Suecia.
Los acontecimientos históricos, acelerados por la caída del muro de Berlín,
hicieron que en el Consejo Europeo de Copenhague de junio de 1993 se aprobara
la admisión de os países asociados de la Europa Central y Oriental.
Se establecieron tres criterios que fueron:
el político, el económico y el jurídico (admisión del acervo comunitario) que los
países candidatos debían cumplir antes de la adhesión.
En 2004 la ampliación más importante de toda su historia con la
incorporación de diez nuevos Estados:
República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia, los Estados bálticos
Estonia, Letonia, Lituania), una de las Repúblicas de la antigua
Yugoslavia (Eslovenia) y dos países mediterráneos (Chipre y Malta).
Esta macro incorporación fue complementada con la entrada de
Rumanía y Bulgaria en 2007.
El resultado del nuevo mapa europeo fue la intensificación de la
cooperación transfronteriza y regional, especialmente con Rusia.
Entre los países que actualmente son candidatos a la adhesión a la Unión Europea
encontramos a:
Albania, República de Macedonia del Norte, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Serbia y
Turquía, país éste que es miembro de la OTAN y del Consejo de Europa, y además tiene
un acuerdo de asociación con la CE desde 1964, y Kosovo.
El caso de Turquía es bastante paradójico ya que disfruta de la condición de país
candidato desde la reunión del Consejo Europeo de Helsinki de 1999.
En octubre de 2005 se iniciaron las negociaciones para su adhesión, aunque su reciente
crisis constitucional en dos etapas: primero fue la fracasada asonada militar de julio de
2016 y luego la purga institucional ordenada por el Presidente Erdogan, con el objetivo
de seguir la tendencia política en curso al autoritarismo e islamización del país.
Estas políticas tienen su reflejo en la supresión de maestros públicos de orientación laica
y sustitución por otros más ideologizados, cierra masivo de medios de comunicación
críticos, persecución de opositores, reestructuración del ejército para hacerlo más afín a
su figura, creación de una guardia pretoriana, eliminación de la división de poderes con el
cese de centenares de jueces, bloqueo y control de las redes sociales, etc.
Todo lo descrito anteriormente alejan indefinidamente su entrada la UE.
Macedonia cuenta con la condición de candidato desde diciembre de
2005. La Comisión Europea recomendó por primera vez iniciar las
negociaciones de adhesión con la República de Macedonia del Norte en
octubre de 2009.
En 2015 y 2016, la recomendación se condicionó a la aplicación
continuada del Acuerdo de Pržino y a avances sustanciales en la
aplicación de las «prioridades de reforma urgentes».
En junio de 2018, el Consejo adoptó unas Conclusiones en las que
acordó responder positivamente a los avances realizados por la
República de Macedonia del Norte y marcar la senda para la apertura
de negociaciones de adhesión en junio de 2019, en función de los
avances realizados en determinados ámbitos clave, como la reforma
judicial, la reforma de los servicios de inteligencia y de seguridad y la
reforma de la administración pública.
El 24 de marzo de 2020, los ministros de Asuntos Europeos dieron su
acuerdo político al inicio de las negociaciones de adhesión con Albania
(candidata desde 2014) y la República de Macedonia del Norte.
El 25 de marzo se adoptaron formalmente, por procedimiento escrito,
las Conclusiones sobre la ampliación y el Proceso de Estabilización y
Asociación. El 26 de marzo de 2020, los miembros del Consejo Europeo
refrendaron las Conclusiones.
Montenegro fue reconocido oficialmente como candidato en diciembre
de 2010, cuatro años después de su declaración de independencia.
En marzo de 2012, Serbia obtuvo la consideración de país candidato y
en 2014 empezaron las negociaciones.
Vemos como la UE está inmersa en un nuevo capítulo de ampliaciones
en la zona de los Balcanes occidentales, segura de que los países
citados tienen vocación y capacidad de convertirse en miembros de la
unión, una vez cumplidas las transformaciones requeridas.
4.- Requisitos, procedimiento e instrumentos de adhesión a la Unión Europea
Al “selecto club” de la UE se entra si se cumplen unos requisitos
predeterminados y a través de un procedimiento establecido en el art.49 TUE.
a)Requisitos
La UE es una Organización Internacional (OI) de integración económica
entendiendo como tal la asociación voluntaria de Estados, establecida por
acuerdo internacional, dotada de órganos permanentes, propios e
independientes y con voluntad jurídica propia.
Para poder pertenecer a esta OI es necesario cumplir con una serie de
requisitos que actualmente están en el artº 49-1 del TUE :
Artículo 49-1
“Cualquier Estado europeo que respete los valores mencionados en el artículo
2 y se comprometa a promoverlos podrá solicitar el ingreso como miembro en
la Unión. …”
El primero de los requisitos es que ha de tratarse de un Estado europeo,
lo que no queda cubierto con el criterio geográficos, sino que también
hay que tener en cuenta factores históricos y culturales.
El segundo requisito implica respetar y promover los valores señalados
en el art.2 TUE :
Respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, estado
de derecho y respeto a los derechos humanos y las libertades
fundamentales, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a
las minorías.
Estos dos requisitos ofrecen una imagen clara de la idiosincrasia que
impulsa la UE:
Por una parte, la UE es una agrupación de acceso restringido por razones
territoriale e ideológicas y,
por otra, establece y extiende una identidad europea común, de aspectos
mínimos, que ha de ser compartida por todos los candidatos.
Ser un "Estado europeo" implica dos materias. Primera, la parte
sustantiva, que sólo los Estados pueden solicitar ser miembros de la UE.
Segunda, la parte adjetiva, que no cualquier estado puede tener la
condición de europeidad.
El carácter europeo se puede establecer por criterios como la situación
geográfica del territorio del estado candidato, pero también por otros
factores complementarios como la cultura o la historia.
Estos criterios impiden que la UE se pueda convertir
en una organización de carácter universal, como la ONU, pero deja
abierta la posibilidad de adhesión de algunos países situados en la
frontera entre el continente europeo y el continente asiático.
La condición que hace referencia al hecho de que el candidato acate los
valores de:
respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado
de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos
de las personas pertenecientes a minorías revela la ideología política
básica con que tienen que comulgar los que quieran entrar a formar
parte de la UE.
La Unión quiere ser un polo de atracción para todos los países
europeos que opten por la democracia y el respeto de los derechos
humanos fundamentales, como marco indispensable para el ejercicio
de los poderes públicos.
A los requisitos explicitados en el art. 49 TUE han de añadirse otros que se
encuentran implícitos y que se han ido implantado por la práctica de la UE.
En gran medida, su interpretación y desarrollo (del art.49) apareció
reflejado en los llamados Criterios de Copenhague, aprobados por el
Consejo Europeo en 1993, con el fin de conducir las futuras adhesiones de
los Países de la Europa Central y Oriental (PECO).
Los Criterios de Copenhaguen son:
a)Políticos. El candidato tiene que dotar de estabilidad a sus instituciones
democráticas, para que sean capaces de garantizar el respeto a los
derechos humanos fundamentales y la protección de los derechos de las
minorías.
Esta regla es capital para que el Consejo decida el inicio de negociaciones
con un país candidato y puede dar lugar a la paralización si está en curso
b)Económicos.
El candidato tiene que mostrar una capacidad real de funcionamiento
como economía de mercado.
Es necesario que éste cumpla con un grado aceptable de convergencia
económica, de un nivel de desarrollo apto, y tiene que disfrutar de un
marco financiero y monetario saludable que le permita asumir la presión
que la libre competencia ejercerá al entrar en el mercado único europeo.
c)Jurídicos o técnicos.
El candidato ha de tener la capacidad de asumir las obligaciones derivadas
de ser miembro de la Unión y ratificar los objetivos políticos, económicos y
monetarios.
En 1995, el Consejo Europeo celebrado en Madrid indicó además que el
nuevo estado miembro debe tener un marco jurídico y unas estructuras
administrativas y judiciales que le permita aplicar y cumplir
adecuadamente el conjunto del acervo normativo, administrativo y
b)El procedimiento de adhesión
El procedimiento de adhesión está igualmente previsto en el artº 49 del
TUE a través de un cauce de naturaleza institucional (participan las
instituciones) y convencional (intervienen los EEMM a través de la firma
de un Tratado).
Las fases del proceso son:
1)Se inicia con la petición de ingreso del estado dirigida al Consejo, que
se comunica al Parlamento Europeo y a los Parlamentos nacionales.
2)Con un dictamen previo no vinculante de la Comisión y previa
aprobación del Parlamento Europeo por mayoría de los miembros que
lo conforman, el Consejo valora la solicitud y decide por unanimidad el
inicio de las negociaciones sobre las condiciones de admisión. Ejemplo:
Gran Bretaña y UE en 1962 y 1967.
3)Las negociaciones, por parte de la UE, son llevadas a cabo por la Comisión,
que deberá respetar el mandato de negociación adoptado por el Consejo.
Para ordenar las negociaciones, éstas se desarrollan en capítulos temáticos. La
Comisión deberá informar al Consejo y al Parlamento Europeo sobre el
transcurso de las negociaciones a través de informes de seguimiento.
Se tienen que acordar un total de 35 capítulos de negociación. Se ordenan por
temáticas:
1. Libre circulación de mercancías;
2. Libre circulación de trabajadores;
3. Derecho de establecimiento y libre prestación de servicios;
4. Libre circulación de capitales;
5. Contratación pública, etc.
El último capítulo en cerrarse es el institucional: número de parlamentarios que
le corresponden en el Parlamento Europeo, etc.
4)Los resultados de la negociación, una vez cerrados todos los capítulos
del acervo, se incorporan al proyecto de Tratado de adhesión, que
aprueba el Consejo por unanimidad, tras preguntar a la Comisión y
conseguir el dictamen conforme del Parlamento Europeo.
5)En último lugar, los representantes de los Estados miembros y el
estado candidato firman el Tratado de adhesión, que a continuación se
somete a la ratificación de todos los estados contratantes, de acuerdo
con sus respectivas normas constitucionales.
Tenemos como ejemplo el caso de Noruega.
Debido al sistema de ratificación de tratados que tiene este país, se ha
quedado en dos ocasiones a las puertas de la adhesión.
Primero en 1972 y después en 1994.
El Gobierno noruego, en ambas ocasiones, no pudo ratificar el tratado
de adhesión ya que el ordenamiento jurídico de Noruega obliga antes
de dar este paso, aprobar la ratificación mediante referéndum.
El pueblo noruego desautorizó las dos veces a sus autoridades,
rechazando la adhesión a la Unión Europea.
La reflexión que podemos hacernos tras analizar el procedimiento de
adhesión es que el futuro de la Unión depende de la voluntad política
de todos los Estados miembros-menos importante resulta la del
candidato, una vez decide solicitar su adhesión-y que está fuertemente
sometido a los avatares políticos nacionales e internacionales visto el
alargamiento en el tiempo de todo el proceso negociador.
El estado europeo que no es miembro tiene que querer serlo. Las
instituciones de la UE han de valorar la capacidad real de serlo y
también la conveniencia política para la Unión.
Así mismo todos los miembros individualmente, del primero al último,
deben querer que forme parte de la Unión dado que la ampliación
queda sometida a la ratificación final por parte de todos y cada uno
de ellos, en el último tramo del trámite.
c) Los instrumentos en los que se formaliza la adhesión son:
Formalmente, los requisitos de la adhesión se reflejan en una serie de
instrumentos o textos normativos.
Están integrados, básicamente por el Tratado de adhesión y el Acta
relativa a las condiciones de adhesión, que es un anexo al Tratado de
adhesión y forma parte de éste. Los dos instrumentos de adhesión
sirven para:
Definir los principios que rigen la incorporación.
Determinar las normas de aplicación temporal y espacial del derecho
de la UE
Proceder a las adaptaciones necesarias de los tratados y de los actos
del derecho de la Unión en vigor antes de que se haga efectiva la
adhesión.
Fijar las derogaciones, las suspensiones temporales y las medidas
transitorias que especifican el carácter progresivo de la adhesión.
Por lo tanto, se puede afirmar que los instrumentos de adhesión
redefinen cuestiones institucionales, teniendo en cuenta la
participación del nuevo miembro.
Pero también, en términos más coloquiales, establece un “calendario
de aterrizaje” suave del nuevo miembro a la UE, que protege de
manera ponderada los intereses de los miembros antiguos y del recién
llegado.
Para todas las ampliaciones se establece un calendario que
gradualmente conduce al final del período transitorio a la aplicación
plena del derecho de la Unión Europea ( libertades, PAC, medio
ambiente, etc) para el nuevo miembro.
5. La adhesión de España a la UE
España, silicitó su incoriporación a la Unión el 28 de julio de 1977, en
plena transición de la dictadura a la democracia.
Tras complicadas negociaciones el 12 de junio de 1985 se firmó el
Tratado de adhesión.
La adhesión se materializó el 1 de enero de 1986. Como consecuencia
del impacto demográfico, político, económico y social que generó la
incorporación a las Comunidades, el período de transición hacia la
plena aplicación del derecho europeo en nuestro país fue largo y no
finalizó hasta el 31 de diciembre de 1995.
Políticamente, que España se integrara en la UE significó su
reencuentro con una Europa de la cual se había mantenido aislada.
Desde un punto de vista jurídico, es bueno hacer ciertas matizaciones
técnicas que confirman la relevación jurídica del momento.
El art.93 de la Constitución Española (1978) había previsto la posibilidad de
otorgar a una organización internacional el ejercicio de competencias
soberanas derivadas de la Constitución.
Si bien, este artículo se redactó pensando en la adhesión futura de España a
la CEE, no ha sido un obstáculo para su utilización en la celebración de algún
otro tratado.
Las Cortes autorizaron al gobierno español la adhesión a las Comunidades
mediante la LO 10/1985, de 2 de agosto de 1985, aprobada por unanimidad.
Se asumió que las Comunidades son organizaciones internacionales dotadas
de poderes legislativos, ejecutivos y judiciales que conllevan tener que ceder
el ejercicio de competencias soberanas.
El mismo precepto constitucional ( art.93), reguló las ratificaciones sucesivas
de las reformas de los tratados constitutivos de las Comunidades y de la UE,
cada vez que las modificaciones implicaron una nueva atribución del ejercicio
de competencias soberanas a las instituciones de la Unión Europea.
6.El estatus de Estado miembro
Ser miembro de la UE supone una serie de derechos y obligaciones como
miembros de una OI intergubernamental. Esto supone que los Estados son los
sujetos de esta Organización, y por tanto son los que dirigen el proceso de
integración europea, conservan la iniciativa para la reforma de los Tratados y
ratifican en base a su derecho interno los acuerdos relativos a las nuevas
ampliaciones.
Entre los derechos y obligaciones de los miembros de la UE destaca:
1.- El respeto a la identidad nacional de sus EEMM; recogida en el artº 6 del
TUE. Esto significa que los sujetos de la UE son los Estados por lo que no
existe el concepto jurídico de “pueblo europeo”.
Así mismo la UE contribuirá a poner de relieve el patrimonio cultural común,
pero lo hará promoviendo las culturas de los Estados miembros, y respetando
su diversidad nacional y regional.
No obstante, la identidad nacional tiene como límite político la existencia de
2.- Del respeto de la identidad nacional surge el Principio de autonomía
institucional y procedimental según el cual, la aplicación del Derecho
Comunitario y de la UE por parte de los Estados, se hace de acuerdo
con la estructura, procedimientos y competencias propios de sus
ordenamientos nacionales.
No obstante, este Principio se encuentra limitado por los principios de
primacía y efecto directo del Derecho comunitario, ya que la aplicación
del Derecho nacional no debe afectar al alcance ni a la eficacia del
Derecho comunitario.
3.- Los EEMM así mismo, participan de la estructura institucional ya que
el poder de decisión se ha atribuido con carácter general al Consejo
que es la institución intergubernamental por excelencia.
Así mismo los EEMM son sujetos privilegiados en los recursos que se
presentan ante el TJUE.
4.- Como contraparte a estos derechos que tienen los EEMM, la UE tiene
poder disciplinario por lo que está habilitada para imponer sanciones a los
EEMM en caso de incumplimiento de las obligaciones como miembros de
dicha OI.
El contenido de las sanciones puede ser la suspensión de determinados
derechos (por ejemplo: la suspensión del derecho de voto del
representante del Gobierno en cuestión), si bien las obligaciones como
EEMM continuarán vigentes; o el pago de una multa coercitiva.
No se contempla la expulsión que sería la sanción extrema.
5.- Los EEMM tienen también una serie de obligaciones que se pueden
resumir en un deber de lealtad comunitaria por el cual los EEMM tienen el
deber de cumplir las obligaciones derivadas de su pertenencia a esta OI
según establezcan en cada caso las disposiciones de los Tratados o las
reglas que se deriven del sistema general. ( Ejemplo: los EEMM deben dar
todo tipo de información a la Comisión para que ésta pueda cumplir con
su deber de control del Derecho comunitario).
7. RETIRADA DE LA UNIÓN EUROPEA
Hasta la entrada en vigor del Tratado de Lisboa no existía ninguna
normativa que reconociese expresamente el derecho a desvincularse de
esta asociación.
El art.50 del Tratado regula el procedimiento que se seguirá en el caso de
que cualquier estado miembro manifieste al Consejo Europeo su
voluntad de dejar de formar parte de la organización.
Con esta nueva disposición se acaba con una laguna existente desde el
principio del proceso de construcción europea sobre cómo se debería
proceder ante la retirada de un miembro.
Cuando se produzca esta circunstancia, la UE deberá negociar un acuerdo
con el Estado en cuestión en el que se regulará no sólo las condiciones de
la retirada, sino también las futuras relaciones entre ambas partes.
La retirada será efectiva, salvo pacto en contrario alcanzado por
unanimidad, cuando entre en vigor el acuerdo o en su defecto a los dos
años de la notificación de dicha retirada al Consejo Europeo.
La retirada supone la pérdida definitiva de la condición de miembro,
por lo que el propio art.50 TUE establece que si este Estado solicita la
entrada a la UE se deberá seguir de nuevo el procedimiento de
adhesión previsto en el art.49 del mismo tratado.
De esta forma se pretende evitar situaciones de “ida y vuelta” más
propias del oportunismo político que de una decisión ponderada las
consecuencias que tiene para un estado su pertenencia o no a la UE.

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