Unidad III. Ciclos Biogeoquimicos y Contaminción
Unidad III. Ciclos Biogeoquimicos y Contaminción
Unidad III. Ciclos Biogeoquimicos y Contaminción
Contaminación
JISSEL OKSANA PACHECO AGUIRRE
¿Qué son los ciclos
biogeoquímicos?
Un ciclo se refiere al intercambio de nutrientes de un ser vivo con el ambiente o de éste con
los organismos. Por ejemplo, el agua que se utiliza para beber pudo haber sido parte de una
nube o resultado de la transpiración de algún ser vivo. Se conoce como ciclos biogeoquímicos
o ciclos de la materia a los circuitos de intercambio de elementos químicos entre los seres
vivos y el ambiente que los rodea, mediante una serie de procesos de transporte, producción y
descomposición. Su nombre proviene de los prefijos griegos bio, “vida”, y geo, “tierra”.
Los ciclos biogeoquímicos varían según las propiedades del elemento involucrado y, por lo
tanto, involucran a distintas formas de vida también.
La energía fluye, pero la materia se
recicla.
La energía fluye direccionalmente a través de los ecosistemas de
la Tierra; generalmente entra en forma de luz solar y sale en forma
de calor. Sin embargo, los componentes químicos que forman a
los seres vivos son diferentes: se reciclan.
¿Qué significa eso? Por una parte, que los átomos de tu cuerpo no
son nuevecitos. Por el contrario, han estado reciclándose a través
de la biósfera por mucho, mucho tiempo, y han formado parte de
muchos organismos y compuestos no vivos en el trayecto. Puedes
creer o no en la reencarnación como concepto espiritual, ¡pero no
hay duda que los átomos de tu cuerpo han sido parte de una
enorme cantidad de cosas vivas y no vivas a lo largo de los años!
Los seis elementos más comunes en las moléculas orgánicas -
carbono, nitrógeno, hidrógeno, oxígeno, fósforo y azufre- toman una
variedad de formas químicas. Se pueden almacenar por periodos
largos o cortos en la atmósfera, en la tierra, en el agua o por debajo
de la superficie terrestre, así como en los cuerpos de los seres vivos.
Los procesos geológicos, como el desgaste de las rocas, la erosión,
el escurrimiento de agua y la subducción de las placas continentales,
juegan un papel en este reciclaje de materiales, así como la
interacción entre los organismos.
La forma como un elemento, o en algunos casos un compuesto como
el agua, se mueve entre sus diversas formas y lugares vivos y no
vivos, se conoce como un ciclo biogeoquímico. Este nombre refleja
la importancia de la química y la geología, así como la biología, en
ayudarnos a entender estos ciclos.
¿Por qué los ciclos biogeoquímicos son
fundamentales para la vida?
El agua, que contiene hidrógeno y oxígeno, es esencial para los seres vivos.
El agua compone más de la mitad de nuestros cuerpos, pero los humanos no podemos vivir solo de agua. Hay otros elementos esenciales
que mantienen en funcionamiento a nuestros cuerpos y son parte de los ciclos biogeoquímicos:
◦ El carbono se encuentra en todas las macromoléculas orgánicas y es también un componente fundamental de los combustibles fósiles.
◦ El nitrógeno es necesario para nuestro ADN, ARN y nuestras proteínas, y es fundamental para la agricultura humana.
◦ El fósforo es un componente clave para el ADN y ARN y es uno de los ingredientes principales, junto con el nitrógeno, en los
fertilizantes artificiales que se usan en la agricultura.
◦ El azufre es fundamental en la estructura de las proteínas y se libera a la atmósfera al quemar combustibles fósiles.
Los ciclos biogeoquímicos son los responsables de que los elementos químicos vitales sean reciclados, pues de otro modo se agotarían
debido a lo que la vida sobre el planeta sería imposible. Son los distintos mecanismos que tiene la naturaleza para hacer circular la
materia de unos seres vivos a otros permitiendo que siempre esté disponible. Ninguno de los nutrientes que un ser vivo requiere estará
en su interior para siempre. Todos deberán ser devueltos al medio ambiente para que puedan ser reutilizados por otros.
Tipos de ciclos biogeoquímicos
Hidrológicos. Aquellos en los que interviene el ciclo del agua o ciclo hidrológico, que sirve
de agente de transporte para los elementos de un lugar el agua circula entre el océano, la
atmósfera, la tierra y los organismos vivos, este ciclo además distribuye el calor solar sobre
la superficie del planeta. El propio ciclo del agua puede ser incluido en esta categoría.
• Gaseosos. Aquellos en los que interviene la atmósfera para el transporte de los elementos
químicos del ciclo. Los nutrientes circulan principalmente entre la atmósfera y los
organismos vivos con frecuencia de horas o días. Ejemplos de ciclos gaseosos son el
CARBONO, el NITRÓGENO y OXÍGENO.
El ciclo del agua es un proceso vital porque determina que haya vida en el planeta y, además, permite conservar los ecosistemas.
El movimiento constante del agua es responsable de regular los climas, distribuir las precipitaciones, modificar la temperatura de
los océanos, erosionar los terrenos y transportar todo tipo de sustancias de un lugar a otro.
Gracias a este ciclo, el agua está disponible para ser aprovechada por los seres vivos, que la obtienen de los cursos de agua o de la
tierra. Además, le permite al ser humano practicar actividades como la agricultura, la ganadería, la minería y la industria.
Del total de agua en el mundo, solo el 3 % es agua dulce (que es la que puede ser consumida por los seres vivos) y el resto es agua
salada que proviene de los océanos.
Impacto ambiental de las
alteraciones del ciclo del agua
El ciclo del agua es un ciclo natural que se mantiene constante, lo que implica que el agua no puede
crearse ni eliminarse: el planeta siempre cuenta con la misma cantidad de agua que se transforma y
desplaza. Sin embargo, existen factores humanos que pueden afectar el correcto funcionamiento de
este ciclo.
Dentro de las causas más destacadas está el cambio climático, que es el aumento de las temperaturas
en la Tierra. Este fenómeno produce el alza de la temperatura del agua de ríos, lagos y mares, el
incremento de las precipitaciones y de las sequías, el derretimiento de los glaciares y el aumento del
nivel de los océanos. Todas estas consecuencias que trae la subida de temperaturas modifican la
manera en la que el agua se distribuye en el planeta.
Existen otras causas que afectan el desarrollo del ciclo, entre las que están: la tala indiscriminada de
bosques, la erosión de los suelos, la extracción de agua y la urbanización. Estas prácticas alteran el
normal ciclo hidrológico y traen consecuencias como inundaciones y sequías.
Debido a que un porcentaje muy pequeño del agua disponible es apta para el consumo humano, su
escasez y dificultad de obtención son dos aspectos que se deben tener en cuenta. Para ello, los
Estados deben fomentar prácticas de manejo del agua que apunten a reducir su consumo, evitar su
contaminación y gestionar de forma responsable este recurso para que pueda estar disponible para la
población mundial del presente y del futuro.
¿Cómo se distribuye el agua en el planeta
Tierra?
El agua en el planeta se distribuye, según sus estados, de la siguiente manera:
En estado líquido. Un 71 % de la superficie terrestre está cubierta por agua líquida,
de la cual el 97 % es agua salada que forma los océanos. Solo el 3 % es agua dulce
que se encuentra en los ríos, arroyos, lagos, lagunas y acuíferos.
En estado sólido. Una fracción del agua en la Tierra está en estado sólido, es decir,
acumulada como hielo. Los glaciares y casquetes polares, ubicados principalmente
en Groenlandia, en la cima de las montañas, en la Antártida y en el Mar Glacial
Ártico, ocupan el 10 % de la superficie del planeta y representan el 69 % del agua
dulce disponible.
En estado gaseoso. Una fracción menor de agua está en estado gaseoso, como vapor
de agua, y forma parte de la atmósfera.
Ciclo del nitrógeno
El ciclo del nitrógeno es el circuito
biogeoquímico que suministra nitrógeno a los
seres vivos y lo mantiene circulando en la
biósfera. El nitrógeno que forma parte de la
atmósfera en forma de N2 no puede ser utilizado
por los animales y las plantas y, por esta razón,
es necesario un mecanismo para convertir el N2 a
formas utilizables. De este mecanismo son
responsables algunas bacterias. Así, el ciclo del
nitrógeno está compuesto por procesos bióticos y
abióticos. El ion amonio (NH4+) y el ion nitrato
(NO3–) forman algunas de las presentaciones
(utilizables por los animales y las plantas) más
importantes de este elemento en el ciclo, así
como el nitrógeno diatómico en estado gaseoso
(N2).
Es uno de los ciclos biogeoquímicos más importantes para el equilibrio de la vida ya que el nitrógeno (N) es
un elemento químico sumamente abundante en la composición de la materia orgánica y en la atmósfera
terrestre (78 % de su volumen).
En este ciclo se encuentran interrelacionados los diferentes niveles de seres vivos, autótrofos y heterótrofos,
los minúsculos organismos descomponedores de la materia orgánica, y el inmenso volumen de nitrógeno de
la atmósfera.
Fijación
El nitrógeno atmosférico se convierte en óxidos de
nitrógeno por la acción de los rayos, lo que ayuda a su
incorporación a los suelos. Por otra parte, este elemento
gaseoso es fijado por las bacterias y otros procariontes
mediante procesos metabólicos diversos, que lo convierten
en distintos compuestos aprovechables, como el amoníaco
(NH3) y el ion amonio (NH4+). Estos microorganismos se
pueden hallar en el suelo y el agua, o bien como
simbiontes de las plantas. Dichas moléculas nitrogenadas
son aprovechadas por las plantas, que componen con ellos
diversas moléculas orgánicas.
Amonificación
Siguiendo el orden de la cadena trófica,
el nitrógeno en las plantas pasa a los
animales herbívoros y luego a los
carnívoros, esparciéndose entre los
distintos eslabones de la pirámide
alimentaria. El exceso de nitrógeno es
expulsado de sus cuerpos mediante la
orina, rica en amoníaco, volviendo así al
suelo para continuar con el ciclo.
Nitrificación
El amoníaco del suelo proveniente de la orina de los animales o de la acción de las bacterias fijadoras sirve
de alimento a otro tipo de microorganismos de acción nitrificante, o sea, que descomponen el amoníaco y lo
oxidan a nitritos (NO2–), y luego los nitritos se oxidan a nitratos (NO3–).
Desnitrificación
Estos compuestos sirven, a su vez, de alimento a otro tipo de procariontes, esta vez de metabolismo
desnitrificante, o sea, que descomponen los iones nitrito y nitrato, y obtienen energía para vivir y liberando
de vuelta a la atmósfera el nitrógeno en estado gaseoso, para que el ciclo pueda recomenzar.
Importancia del ciclo del nitrógeno
El ciclo del nitrógeno es un circuito vital para la existencia de la
vida tal y como la conocemos, ya que las formas de vida como
los animales, las plantas e incluso el ser humano somos
incapaces de fijar el nitrógeno a partir de su forma gaseosa (N2),
a pesar de que lo necesitamos enormemente para producir
aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos y ADN.
El carbono en el mundo existe en distintas formas y ámbitos: en las reservas minerales de carbono bajo
tierra, en forma de carbono inorgánico disuelto en el agua del mar, en el dióxido de carbono en la atmósfera
(producto de emisiones volcánicas o de la respiración de los seres vivientes), en los procesos de
descomposición de la materia orgánica en pantanos y otros terrenos.
A grandes rasgos, las reservas de carbono son: el
carbono atmosférico, el contenido en el cuerpo de los
seres vivos en la biósfera (incluidos los seres marinos
y acuáticos), el carbono disuelto en el agua del mar y
depositado en el fondo de los océanos, y los depósitos
minerales de la corteza terrestre, incluidos los
depósitos de petróleo y otros hidrocarburos.
Las rutas de intercambio entre esos
depósitos son:
Los procesos de fermentación y descomposición. Los grandes depósitos de materia orgánica son ricos en
carbono y en organismos que viven de la descomposición y transformación de dicha materia, obteniendo
energía a cambio y liberando gases a la atmósfera como el metano (CH4) o el CO2.
La respiración
y la
fotosíntesis.
Junto con otros procesos bióticos
metabólicos, estos procesos liberan
y capturan respectivamente dióxido
de carbono de la atmósfera, como
subproducto o insumo de sus rutas
bioquímicas. El carbono del CO2
se absorbe por las plantas y se
libera junto con vapor de agua
durante la respiración animal.
El intercambio
gaseoso oceánico.
El agua de los océanos se evapora por la acción del
sol, como lo establece el ciclo hídrico. En dicho
proceso, el vapor de agua producido y liberado a la
atmósfera también propicia el intercambio de gases
entre la atmósfera y el océano, lo que permite que el
carbono se disuelva en el agua, donde es fijado por el
plancton fotosintético.
Los procesos de
sedimentación
Tanto en la tierra como en el mar, el excedente
de carbono en la materia orgánica en
descomposición, que no es captado y procesado
por las formas de vida descomponedoras, va a
apilarse y sedimentar en el fondo de los océanos
o en las diversas capas de la corteza terrestre,
donde forma fósiles, depósitos de hidrocarburos
o sedimentos reactivos.
La combustión natural o por mano de
la humanidad
Los procesos industriales humanos y los incendios
forestales espontáneos deben ser tomados en
cuenta en el ciclo del carbono, ya que son
responsables del incremento anual de carbono en la
atmósfera, en forma de gases de invernadero. Esto
se debe a la quema de combustibles fósiles, a la
liberación de gases orgánicos producto de la
industria humana, o a las eventuales emisiones
naturales volcánicas.
Todos estos procesos se dan al mismo tiempo y constituyen un ciclo de balance delicado, que permite al
carbono circular en distintos entornos y como parte de sustancias de muy distinta índole. Una interrupción
de este circuito significa el empobrecimiento de numerosos ámbitos vitales y, posiblemente, el fin de la vida
tal y como la conocemos.
Cómo funciona el
ciclo del carbono:
El ciclo del carbono se puede dividir
en las siguientes partes: producción,
síntesis y fijado. La producción se basa
en los procesos que emiten carbono.
La síntesis, es la retirada de carbono
de la atmósfera y transformación en
moléculas más complejas. Por último,
la parte del fijado es donde se queda
atrapado este elemento.
1. Producción
de carbono
En la producción de carbono, la biosfera
exhala en el proceso de respiración
CO2; y en los de descomposición y
fermentación expulsa CO2 y CH4. Por
otro lado, la hidrosfera emite el CO2
que posee disuelto al aumentar la
temperatura, por las variaciones
térmicas. Así mismo, la litosfera
desprende CO2 durante las erupciones
volcánicas al liberarse el carbono
presente en minerales y rocas.
2. Síntesis de carbono
La síntesis es realizada por los organismos fotosintéticos (plantas,
algas y ciertas bacterias). Durante la fotosíntesis, la combinación de
CO2, agua y energía lumínica es transformado en materia orgánica y
oxígeno. En este proceso, el CO2 inorgánico es transformado en un
compuesto orgánico más asimilable para los seres vivos. Por otro
lado, la formación de corteza terrestre a través de calizas y dolomías
en aguas poco profundas, por la acumulación de esqueletos
orgánicos, también acaba retirando el carbono.
3. Fijado de carbono
El fijado de carbono se almacena en los sumideros de carbono. Estos son
depósitos naturales o artificiales que capturan y almacenan carbono de la
atmósfera. Dentro de los naturales se encuentran los océanos, la biomasa vegetal
y animal, el permafrost, las rocas sedimentarias calizas (ciclos geológicos de
carbono) y los yacimientos de recursos fósiles (carbón, petróleo, gas natural e
hidratos de metano). La destrucción de estos depósitos aumenta la concentración
de carbono en la atmósfera.
Teniendo en cuenta las diferentes fases del ciclo rápido del oxígeno, este
elemento pasa por todos los seres vivos de forma cíclica.
Proceso: Ciclo
lento del oxígeno
El ciclo lento del oxígeno pasa por
el ciclo hidrológico, además de la
oxidación y descomposición.
Ciclo hidrológico
El agua de los mares, lagos, ríos y demás cuerpos de
agua se evapora con el paso del tiempo. Este vapor
de agua contiene partículas de hidrógeno y oxígeno
(H2O). Al llegar a la atmósfera, parte del vapor de
agua condensa y cae en forma de precipitaciones. No
obstante, la radiación solar rompe algunas partículas
de agua, dejando oxígeno libre en la atmósfera, el
cual puede quedar en forma de oxígeno molecular
(O2) u ozono (O3). Esta reacción se conoce como
fotólisis del agua.
Oxidación
El oxígeno presente en la atmósfera, litósfera
e hidrósfera reacciona con minerales y
compuestos, combinándose con ellos. Estas
moléculas oxidadas, con el paso del tiempo,
reaccionan con otras o se deshacen, dejando
así oxígeno molecular libre.
Descomposición
Los seres vivos que mueren son
descompuestos principalmente por
bacterias y hongos. Para realizar esta
descomposición, se usa oxígeno,
además de otras moléculas, y se suelta
dióxido de carbono (CO2).
Características del ciclo
del oxígeno
El oxígeno, como elemento químico, se encuentra en abundancia y en diversas
combinaciones químicas en la naturaleza. Su forma más común son el oxígeno
molecular en forma de gas (O2), el dióxido de carbono (CO2) y el agua (H2O).
El ciclo del oxígeno se caracteriza por formar parte de otros como el ciclo del
carbono y el ciclo hidrológico. El dióxido de carbono tiene el oxígeno como uno
de los elementos, y el agua está formada por partículas de oxígeno e hidrógeno.
El ciclo del oxígeno pasa por varias capas o esferas de la Tierra. La mayor parte
de las interacciones del oxígeno con otras moléculas o seres vivos sucede en la
atmósfera, litósfera, hidrósfera y biósfera.
En la atmósfera, una parte del oxígeno se convierte en O3, que forma la capa de ozono
que protege nuestro planeta de la radiación solar ultravioleta; pero también en el
peligroso ozono troposférico.
Y en los cuerpos de agua (mares, ríos, lagos y océanos), el oxígeno disuelto también es
tomado por los organismos aerobios. Aquí, el oxígeno condiciona las propiedades rédox
de los sistemas acuáticos. Oxida materia biorgánica dando dióxido de carbono y agua.
Cuando su nivel es muy bajo, ya sea por la proliferación de bacterias o algas que lo
consumen todo, por contaminación u otra razón, aparece lo que se llama hipoxia, en la
que apenas hay vida acuática.
Ciclo del fósforo
El ciclo del fósforo o ciclo fosfórico es el circuito que describe el movimiento de
este elemento químico dentro de un ecosistema determinado. El fósforo (P) es un
elemento no metálico, multivalente y sumamente reactivo. Se encuentra en la
naturaleza en diversos sedimentos rocosos inorgánicos y en el cuerpo de los seres
vivientes, en los que forma parte vital aunque a baja escala.
El ciclo del fósforo forma parte de los ciclos biogeoquímicos, en los que la vida y los
elementos inorgánicos mantienen un balance para que diversos elementos químicos
sean reciclados. Este ciclo no sería posible en rápidos términos sin las cadenas
tróficas de los distintos ecosistemas.
Sin embargo, en comparación con los ciclos del nitrógeno, el carbono o el agua, se
trata de un ciclo sumamente lento, ya que el fósforo no forma compuestos volátiles
que puedan desplazarse con facilidad del agua a la atmósfera y de allí de vuelta a la
tierra, de donde es originario.
Las plantas también cumplen un rol vital en la fijación y transmisión del fósforo,
como se verá cuando analicemos sus distintas etapas.
Importancia del
fósforo
El fósforo es un elemento abundante en
minerales terrestres. Aunque juega un rol
indispensable en los seres vivos, está poco
presente en el cuerpo de los seres vivos.. Forma
parte de las macromoléculas de mayor
importancia, como el ADN, el ARN o el ATP
(adenosín trifosfato).
El ciclo del fósforo puede verse alterado en gran medida por las
intromisiones humanas. Por un lado, la liberación de fósforo por la acción
minera puede aumentar la presencia de este material en la superficie
terrestre, dado que su extracción por vías naturales erosivas habría tomado
miles de años más.
Estos fosfatos pasan a través del suelo a los vegetales, y de estos a los
animales que se alimentan de las plantas o de otros animales que los
hayan obtenido, y son devueltos al suelo a través de sus excrecencias.
2. Por medio de este proceso, las plantas reducen los sulfatos en sulfuros.
3. Una vez en las plantas y en los vegetales, el azufre pasa al organismo de los animales
herbívoros cuando éstos se alimentan.
5. Cuando los animales carnívoros mueren, sus cuerpos quedan en el suelo y los
organismos descomponedores (bacterias y hongos), convierten sus restos animales
nuevamente en sulfato a medida que los desintegran y los reducen en partículas
orgánicas.
6. El azufre presente en los aminoácidos de los cadáveres de los animales pasa al suelo,
que posteriormente se transforma en sulfuro de hidrógeno gracias a las bacterias y, de
esta manera, se enriquece y nutre nuevamente el suelo.
7. En este proceso el azufre se oxida para producir el sulfato, que será otra vez absorbido
por las plantas por medio de sus raíces. De esta manera se inicia otra vez el ciclo.
El azufre también llega a los suelos a través de
las heces de los animales, luego de su
descomposición.