Piedras Calientes
Piedras Calientes
Piedras Calientes
PIEDRAS CALIENTES
Realizar el masaje
Técnicas de masaje
indicaciones:
Dolor
Relajación
Puntos de acupresion
EFECTOS
El calor de las piedras penetra en la piel para estimular la
convencional.
Parte1
Reunir los materiales
•Consigue o compra las piedras.
• Piedras de basalto
• Deben ser sumamente lisas
1.La cantidad de piedras que debes tener puede variar entre 20 y 30; sin embargo,
algunos masajistas profesionales suelen tener más de 45 o 60. Como mínimo, debes
contar con dos piedras ovales de aproximadamente 20 cm (8 pulgadas) de largo por
15 cm (6 pulgadas) de ancho, siete que entren en la palma de tu mano y 8 pequeñas
del tamaño de un huevo o de una cuarta.
Acondiciona tu espacio.
Una camilla para masajes,
Una vez que hayas determinado dónde
vas a realizar el masaje, deberás
extender una sábana limpia o una toalla
gruesa sobre la cual el cliente pueda
acostarse.
Para crear una atmósfera
verdaderamente relajante, enciende
algunas velas de aromaterapia.
Las fragancias relajantes como la
lavanda, eucalipto y vainilla ayudarán al
cliente a sumergirse en la experiencia
del masaje.
Asimismo, puedes poner un poco de
música clásica tranquila o sonidos de
lluvia para enriquecer el ambiente.
•Calienta las piedras. Lo ideal
sería que alistes las piedras de
30 a 60 minutos antes de
empezar la sesión.
•Además, debes aplicar un
poco de aceite para masajes
sobre cada una de las piedras
antes de usarlas.
•De ser necesario, cubre al cliente.
Antes de empezar el masaje,
consulta con el cliente y asegúrate
de que se sienta cómodo con la
temperatura de las piedras. Cada
persona va a reaccionar de manera
diferente frente a las temperaturas
diversas, y tu intención no es que se
quemen. Para evitar esto, lo mejor
es colocar una sábana o una toalla y
luego poner las piedras encima.
1.Ten en cuenta que el calor de
las piedras puede tardar de 3 a 4
minutos en penetrar a la piel.
PARTE2
REALIZAR EL MASAJE
•Alinea las piedras a lo largo de la
columna. Antes de comenzar el
masaje debes colocar, ya sea una
hilera de piedras grandes donde la
columna del cliente se va a apoyar
o, poner dos filas de piedras
pequeñas a cada uno de los lados.
Luego, coloca una sábana más
sobre estas piedras. Después,
pídele al cliente que se acueste
sobre ellas mirando hacia arriba. No
las saques hasta que la persona
deba darse vuelta
•Coloca cuatro piedras pequeñas sobre
el rostro del cliente.
•Una vez que se haya puesto cómodo,
deberás tomar cuatro de las piedras más
pequeñas y ponerlas sobre las zonas de
acupresión del rostro.
•Coloca una en la frente, otra debajo de
los labios y una a cada lado de las
mejillas.
•Evita usar aceite en esas piedras, ya
que este puede obstruir los poros o irritar
la piel.
•Utiliza piedras de medianas a
grandes a lo largo del esternón,
clavícula y en las manos. El tamaño
de las piedras puede variar de
acuerdo a la talla y contextura de la
persona. No obstante, pon una o
más piedras a ambos lados de la
clavícula, dos grandes a lo largo del
esternón y dos del tamaño de tu
palma en las manos. No es
necesario que la persona las sujete,
en lugar de eso, debe sostenerlas
ligeramente y permanecer
totalmente relajado.
•Utiliza una piedra del tamaño de la
palma de la mano para masajear el resto
del cuerpo. Una vez que hayas colocado
todas las piedras en la parte de adelante,
toma una del tamaño de tu palma y
aplícale aceite. Luego, recorre las fibras
musculares de la cabeza a los pies para
masajear cualquier nudo que haya
quedado. Asimismo, debes tomarte un
tiempo para darle masaje a las piedras
que previamente colocaste sobre la piel.
Cuando termines, podrás retirarlas todas.
•Pídele al cliente que se voltee. Una
vez que hayas masajeado la parte de
adelante, pídele al cliente que se dé
vuelta y que se eche boca abajo. Este
es un buen momento para retirar las
primeras piedras que colocaste antes
de que se acostara. Además, puedes
tomarte un momento y cambiar la
sábana o la toalla para mantener todo
limpio.
1.Asimismo, asegúrate de
cambiar las piedras, de tal forma
que permanezcan calientes.
•Coloca unas piedras en las escápulas, la
parte posterior de las rótulas y entre los
dedos del pie. Escoge las piedras más
grandes para las escápulas y la parte de
atrás de las rótulas. En el caso de los
dedos del pie, coloca una piedra pequeña
entre cada uno de ellos. Luego, envuelve
cada pie con una toalla para que las
piedras se mantengan en su lugar y para
mantener el calor.[6]
•Después de colocar estas piedras, toma
una del tamaño de tu palma, aplícale
aceite y úsala para masajear todo el
cuerpo de la cabeza a los pies, mientras
retiras las piedras que acomodaste
anteriormente
PARTE 3