America Latina y El Caribe
America Latina y El Caribe
America Latina y El Caribe
AÑO TASA DE
DESEMPLEO
2018 3.60%
2019 3.10%
2020 4.50%
2021 3.80%
2022 3.20%
PERSPECTIVA PARA EL AÑO 2023
El deterioro de las finanzas públicas fue resultado de la adopción de una política fiscal expansiva en un entorno
caracterizado por una pronunciada reducción de los ingresos. El déficit primario, que en 2019 fue equivalente al
2,0% del PIB, alcanzó un 5,1% del PIB.
En 2020, los ingresos totales se redujeron un 5,3% en términos reales. La disminución se originó en las caídas
registradas en la recaudación del impuesto selectivo a los bienes (−9,9%), el impuesto al comercio exterior (−18,8%)
y, en menor medida, el impuesto sobre el valor agregado (IVA) (−1,8%). El gasto corriente, por su parte, creció un
13,5% en términos reales, mientras que la inversión pública aumentó un 20,2% en términos reales. Los rubros con
mayor incidencia en el crecimiento del gasto corriente fueron las prestaciones sociales (56,1% real) y los servicios
personales (4,7% real).
Hasta abril de 2021, se observa una mejoría de las finanzas públicas, con un incremento del 18,8% real en los
ingresos, impulsado por la recuperación de los ingresos tributarios y una reducción del 3,6% real en el gasto
corriente.
Con la finalidad de fortalecer la recaudación, al comienzo de 2021 se estableció la obligación de pagar IVA sobre la
venta de autos usados, así como un impuesto del 8% sobre las ganancias derivadas de apuestas y juegos de azar.
Aunque la inversión acumulada entre enero y abril es inferior a la observada en el mismo período de 2020, esto se
debe a la base de comparación relativamente alta. En mayo de 2021, el saldo de la deuda pública total se ubicó en
un nivel equivalente al 34% del PIB.
GASTO PÚBLICO
POLÍTICA MONETARIA
INFLACIÓN
TIPO DE CAMBIO
POLÍTICA FISCAL:
Se duplicó inicialmente el pago a 400 reales (US$ 77 al cambio actual). En este tramo
final del mandato, ha vuelto a subir el monto en una maniobra que ha sido señalada
como propagandística, pero también suicida, considerando el impacto en las cuentas
públicas.
Dar la gasolina a un precio barato.
Este 30 de octubre se conocerán los resultados de la segunda vuelta.
GASTO PÚBLICO
POLÍTICA MONETARIA
En agosto de 2020, con la pandemia, la tasa SELIC cayó al 2,0% anual, al acelerarse la trayectoria descendente que comenzara en julio de
2019, cuando la tasa estaba en un 6,5% anual. Ese proceso se revirtió en marzo de 2021 con un nuevo ciclo de aumentos de la tasa SELIC
frente a las presiones de la inflación. A fines de junio, la tasa SELIC era del 4,25%, con perspectivas de seguir aumentando según lo que se
resolviera en las próximas reuniones del Comité de Política Monetaria (COPOM) del banco central.
El banco central actuó para aminorar el impacto de la pandemia y la abrupta paralización o reducción del nivel de actividad, buscando
incrementar el grado de liquidez en la economía con la disminución de encajes obligatorios y la flexibilización de garantías y de
requerimientos de capital por parte de los bancos. Esas medidas tuvieron un impacto de más del 16,7% del PIB. Además, se estableció una
línea de canje de 60.000 millones de dólares con la Reserva Federal de los Estados Unidos. Las medidas de política permitieron aumentar
un 15,8% el crédito ampliado disponible para empresas y familias en 2020, un incremento superior al del 9,4% observado en 2019. El foco
se puso en las microempresas y pequeñas y medianas empresas (mipymes), que registraron un incremento del 31,6% del crédito que se les
otorgó (frente a un 6,7% en 2019). Las grandes empresas, por su parte, tuvieron una evolución del 16% en el crédito (frente a un descenso
del 3,7% en 2019).
En términos del costo de las operaciones de crédito, en 2020 se observó una caída generalizada en las tasas de interés promedio. La tasa
de interés promedio anual general de crédito cayó 4,2 puntos porcentuales, al 18,4%, y el crédito de las tasas libres de riesgo se redujo
7,9 puntos porcentuales, al 25,5%, en la que además fue la menor tasa de la serie recolectada por el banco central desde 2011.
En los agregados monetarios, la base monetaria aumentó un 29,6% en 2020 (frente a un 4,8% en 2019) y los medios de pago se elevaron un
39,1% (frente a un 9,1% en 2019).
En el primer semestre de 2021, la recuperación económica trajo aparejados cambios en las relaciones de crédito. Las operaciones de
crédito a las familias continuaron expandiéndose y alcanzaron tasas del 18,2% en 12 meses, en comparación con el 16,3% anotado en el
período terminado en junio. A su vez, el crecimiento del crédito a las empresas se desaceleró al pasar del 21,8% en 2020 al 14,8% en los
12 meses hasta junio de 2021. Las tasas de interés en el primer semestre volvieron a subir acompañando el movimiento de la tasa SELIC.
La tasa de interés promedio general en junio de 2021 fue del 19,9%, 1,5 puntos porcentuales por encima de la registrada en diciembre de
2020. La tasa promedio en operaciones libres se elevó al 28,3%, 2,8 puntos porcentuales por encima del mínimo observado en diciembre
de 2020 del 25,5%.
TASA DE INTERÉS
TASA DE DESEMPLEO
PERSPECTIVA PARA EL AÑO 2023
Con el objetivo de retornar a una senda gradual de reducción del déficit las
autoridades han elaborado un nuevo plan fiscal. El plan prevé alcanzar un
superávit primario del 1% del PIB en 2023 y situar la deuda pública en una
trayectoria descendente (Cuadro 1). Este plan fiscal está enmarcado dentro
de la negociación para acceder a asistencia financiera del Fondo Monetario
Internacional a través del “Extended Fund Facility” (FMI, 2021), lo cual
facilitaría hacer frente a necesidades de financiación del gobierno que
alcanzan 13,5% del PIB en 2021. El plan está acompañado por un mayor
acceso a financiamiento externo a través de organismos multilaterales, que se
espera contribuya a reducir el gasto en intereses del gobierno y atenué la
presión sobre las tasas de interés domésticas, lo cual ayudaría a revitalizar la
inversión y el crecimiento.
GASTO PÚBLICO
POLÍTICA MONETARIA
a Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR), aumentó en 50 puntos base
la Tasa de Política Monetaria (TPM), con lo cual se elevó de 8.50% a 9,00% anual.
Esta tasa es usada como referente por las entidades financieras para ajustar sus propias
tasas, por lo que se espera que el incremento encarecerá las deudas que la población
tiene con estas.
Además, la entidad fijó la tasa de interés bruta de los depósitos electrónicos a un día
plazo (DON) en 6,79% anual. Ambos ajustes rigen a partir de hoy.
TASA DE INTERÉS
Costa Rica ha subido sus tipos de
interés 0,5 puntos, desde el 8,5%
hasta el 9% anual.
Los tipos de interés son una de las
herramientas más importantes,
utilizadas por los bancos centrales,
para llevar a cabo su política
monetaria.
Una subida de los tipos de interés
sirve para frenar la inflación y
proteger la divisa.
Éste cambio es el primero que se
produce desde el 15 de
septiembre de 2022, cuando el
Banco Central subió los tipos de
interés 1 puntos, hasta los 8,5%.
TASA DE DESEMPLEO
Se espera que el crecimiento se modere a 2,9 por ciento en 2023, reflejando el desafiante
entorno externo, pero debería recuperarse a alrededor de 3,2 por ciento en 2024 respaldado por
los dinámicos sectores exportadores de Costa Rica.
La inflación está contrarrestando los efectos del crecimiento económico y poniendo bajo presión
el poder adquisitivo de los grupos de menores ingresos. A pesar de las medidas de asistencia
social compensatorias, se prevé que la pobreza (línea de US$6,85, PPA de 2017) aumente
modestamente al 14,4 % en 2022.
A medida que la inflación se estabilice y las condiciones del mercado laboral mejoren impulsadas
por el crecimiento en el sector de servicios, se espera que la tasa de pobreza disminuya en 2023 y
luego se estabilice en alrededor del 13,8 por ciento en 2024. La pobreza podría reducirse aún más
con la implementación de medidas de asistencia social específicas para grupos históricamente
desfavorecidos y aquellos que viven por debajo del umbral de la pobreza.
Con una economía pequeña y abierta, Costa Rica es altamente vulnerable a los choques externos,
incluidas las presiones inflacionarias globales y condiciones financieras más estrictas. Todo esto
aumenta los costos de los alimentos y la energía y agrega presiones financieras; con lo cual se
genera mayor incertidumbre en las perspectivas económicas tanto a nivel macro como familiar.
CHILE
PBI: El PIB durante el segundo trimestre del
año 2022, se ha manteniedo constante
respecto l trimestre anterior.
Minero silvícola
Agropecuario pesca
transporte
XN = (X - M)
act. de servicios
comercio
PRESUPUESTO 2022: U$ 82, 135 milllones de dólares
PRESUPUESTO 2023:
REACTIVAR LA
ECONOMÍA:
INVERSIÓN
PÚBLICA
TASA DE
DELINCUENCIA
RECUPERACIÓN DEL
EMPLEO
INYECCIÓN DE beneficiaria a las
DINERO mujeres
TIPO DE CAMBIO
MINERO
En junio - 2022, la inflación se situaba en niveles bajos (1,9% interanual), respaldada por la
sólida producción interna de alimentos, la vinculación de facto del boliviano al dólar de EE.UU.
Bolivia enfrenta también riesgos derivados de los cambios en las condiciones financieras
externas asociados con el ciclo de austeridad mundial. Aunque parece que el sector financiero
se encuentra en un estado satisfactorio tras la pandemia, todavía podrían aparecer
vulnerabilidades gestadas durante el período de moratorias generalizadas de los préstamos.
PRESUPUESTO 2022: 305.954 millones pesos
bolivianos
El gobierno nacional a través del TGN,
garantiza los recursos necesarios para el
abastecimiento de combustibles a precios
subvencionados en el mercado interno,
contribuyendo a la soberanía alimentaria y
al crecimiento económico del país,
asimismo, beneficia de manera directa a
sectores sociales vulnerables.
Según el informe del Banco Mundial "Nuevos enfoques para cerrar la brecha fiscal", las
economías de América Latina y el Caribe crecerán de media más de lo esperado en
2022.
TIPO DE CAMBIO: 152,500 +1,500(+0,99%)
VARIACIONES PORCENTUALES DEL PIB
PANAMÁ
PBI
A raíz del Covid-19 el gobierno ha aprobado un Plan de la Reactivación de la Economía que supone un
aumento considerable del gasto social, el cual se ha financiado con recurso a deuda (multilateral y
de bonos internacionales) y postergando gran parte de los proyectos de inversión pública.
El plan contempla acciones dirigidas a hacer frente a las necesidades del sistema de salud, a
mantener la liquidez del Sistema bancario panameño, y a programas dedicados sobre todo a la
supervivencia de las PYMES panameñas y la protección de los grupos de población con mayor
vulnerabilidad económica y social a través de fondos solidarios.
La urgencia desatada por el Covid-19 ha hecho que el gobierno panameño tenga que hacer frente a
una serie de desembolsos excepcionales, pero los analistas coinciden en que dada la magnitud de la
crisis económica que ha hecho saltar el peso de la deuda en 20 puntos porcentuales en un año hasta
cerca del 70%, y llevar el grado de inversión al último escalón, el gobierno panameño tendrá que
plantearse mecanismos para consolidar nuevamente la situación fiscal.
Hay amplias posibilidades de mejora en el área de presupuestación a medio plazo, control de
ejecución y transparencia, para evitar casos como el reconocimiento de deudas flotantes no
registradas que tuvo lugar en 2019 o la ausencia de una contabilidad fidedigna del sistema de las
cotizaciones sociales
GASTO PÚBLICO
La tasa de variación anual del IPC en Uruguay en abril de 2022 ha sido del
9,4%, con lo que se repite el dato del mes anterior. La variación mensual
del IPC (Índice de Precios al Consumo) ha sido del 0,5%, de forma que la
inflación acumulada en 2022 es del 4,9%.
Fuente : Banco Mundial
Hay que destacar la subida del 2,5% de los precios de Transporte, hasta
situarse su tasa interanual en el 13,8%, que contrasta con el descenso de
los precios de Ocio y Cultura del -0,2%, y una variación interanual del
6,7%.
TIPO DE CAMBIO
POLÍTICA FISCAL:
Desde el punto de vista de la política fiscal, el déficit comenzó a incrementarse en 2016, como consecuencia de la
desaceleración económica, la crisis argentina y la consiguiente caída en los ingresos fiscales, llegando en 2019 a un -4,7%, la cifra
más alta desde los años 90. El anterior Gobierno había intentado aplicar una política fiscal restrictiva, con medidas de
consolidación fiscal por el lado de los ingresos y de los gastos, aunque con escasos resultados pues el déficit pasó del 4,15 en
2018 a 4,7% en 2019. El principal motivo fue que, pese a la restricción de la inversión pública, había poco margen para reducir el
gasto corriente de salarios y el gasto social en un año electoral.
En 2020, con la llegada del nuevo Gobierno, la política fiscal debería haber estado marcada por la austeridad (reducción del
gasto público principalmente) con un enfoque dirigido a dinamizar la actividad económica y generar empleo, pero con la llegada
de la crisis del Covid-19 se retrasaron esos objetivos, al aprobarse de urgencia una serie de líneas de ayuda social. El paquete
completo de Covid-19 en 2020 tuvo un coste estimado en 1.217M USD, lo que equivale al 2,3% del PIB (unos 711M USD del
fondo Covid-19 y el resto pasivos contingentes por garantías dadas para préstamos empresariales). Como consecuencia de ello, el
déficit alcanzó el -5,8% del PIB.
En 2021, la política fiscal fue contractiva y se cerró con un déficit del 4,4% del PIB y en 2022, se ha producido un importante
proceso de consolidación fiscal, con el déficit situado en el 2,6% del PIB, la cifra más baja en muchos años.
La presión tributaria como porcentaje del PIB en Uruguay fue del 26,6% en 2020, superior al promedio de América Latina y el
Caribe (21,9%) aunque por debajo del promedio de la OCDE (33,5%). La mayor parte de los ingresos provino del IVA (26,3%) y de
cotizaciones a la seguridad social (25%). El IVA tiene una proporción superior en la recaudación a la del promedio OCDE (20%),
mientras que los impuestos sobre la renta de las personas representan en torno al 15%, un porcentaje muy inferior al de la OCDE
(23%). La tasa básica del IVA es del 22%, existiendo una tasa mínima del 10% aplicable solo a ciertos productos y servicios. El
impuesto sobre sociedades se denomina IRAE.
GASTO PÚBLICO
De acuerdo con el BCU, la actual política monetaria en Uruguay puede definirse como un esquema de metas de
inflación basado en tasas de interés. La variable principal de referencia es la tasa del mercado de dinero interbancario a
1 día de plazo (hasta 2020 se usaba un agregado monetario).
La inflación se ha situado desde 2020 hasta agosto de 2022 por encima del rango objetivo del 3 al 7%, por lo que el
Banco central aumentó la tasa de política monetaria de referencia hasta el 10,25% en agosto de 2022. La tasa de
política monetaria se fijó en el 4,5% en 2020 y en 2021 se subió primero medio punto (hasta el 5%), otro cuarto en
octubre (5,25) para cerrar el año en 5,75%, tras la última subida en noviembre. Durante el 2022 ha sufrido nuevos
incrementos hasta situarse en 10,25%. El BCE quiere llevar la inflación al rango central, entre el 3 y el 6% (nuevo rango
objetivo a partir de septiembre de 2022) pero el objetivo está lejos pues a agosto de 2022 se sitúa en el 9,95%, si bien
es cierto que hay una tendencia inflacionista a nivel mundial. La inflación en Uruguay es una de las más elevadas de
Latinoamérica (la mayoría de países están generalmente por debajo del 5%), aunque lejos de Argentina o Venezuela.
Para lograr dicha meta, el gobierno ha llevado a cabo acciones como las reducciones de IVA a determinados productos,
la exoneración de IVA a la tira de asado y ajustes de las tarifas de combustibles.
Cabe destacar que, desde mediados de 2018, se ha producido una depreciación nominal del peso uruguayo frente al
dólar de un 60%. Actualmente, se encuentra en torno a 41 pesos.
El tipo de cambio efectivo real ha acentuado su tendencia a la baja exhibida en el trimestre previo, al apreciarse en
promedio un 4,8% entre ambas mediciones. Esta evolución estuvo determinada por un encarecimiento generalizado
frente a los socios de la extra-región, al tiempo que se registró un abaratamiento relativo frente a los socios regionales.
TASA DE INTERÉS TASA DE DESEMPLEO
7,3 9,5
Uruguay ha subido sus tipos de interés 0,5 puntos,
desde el 10,25% hasta el 10,75% anual.
Luego del esfuerzo fiscal que supuso la crisis sanitaria provocada por el
COVID-19, en 2021 las finanzas públicas se orientaron hacia un proceso de
consolidación. La mejora considerable de los ingresos, junto a una
racionalización del gasto, tuvieron como resultado una reducción del déficit
del gobierno central el cual pasó de 7.9 % del PIB en 2020 a 2.9 % en 2021.
En este sentido, los ingresos fiscales se incrementaron en 33.0 % en términos
interanuales, mientras que las erogaciones se expandieron en 0.3 % respecto
al año anterior, y se destaca una reactivación del gasto de capital en el
último trimestre del año. La evolución favorable de las recaudaciones se ha
mantenido en los primeros meses de 2022, y en enero-abril los ingresos
fiscales se expandieron en 15.7 % interanual, alcanzando RD$307,587.4
millones, por encima de lo contemplado en el Presupuesto Nacional.
GASTO PÚBLICO
La ejecución del gasto de la Administración Central durante el 2021 totalizó
RD$922,345.9 millones, lo cual representa un 17.1% del PIB. Al añadir a dicha
partida los RD$82,287.3 millones destinados a la inversión bruta en activos no
financieros, se obtiene que la erogación total ascendió a RD$1,004,633.2
millones, equivalentes a 18.6% del PIB. Al descomponer las erogaciones de
acuerdo con su participación, la remuneración a los empleados representó un
23.5 % de la erogación total, los intereses 16.7 %, las donaciones 17.9 %, el
uso de bienes y servicios 11.2 % y el resto de las partidas un 30.7 %.
POLÍTICA MONETARIA
Luego de implementar un plan de estímulo que propició una recuperación más rápida de
lo previsto de la demanda interna (ver recuadro 4), el BCRD inició un plan gradual de
normalización de la política monetaria a finales de 2021. En consonancia con el ciclo de
aumentos de tasas de interés a nivel internacional, el BCRD — luego de incrementar la
Tasa de Política Monetario en 150 p.bs. en las reuniones de noviembre y diciembre de
2021—, realizó nuevos incrementos, en las reuniones de enero y marzo del presente
año, de 50 p.bs. cada vez, un aumento de 100 p.bs. en la reunión de mayo, y un
aumento de 75 p.bs. en la reunión de junio, para una tasa de interés de referencia de
7.25 % anual.
El corredor de tasas de interés se mantuvo definido como TPM ± 50 p.bs., de modo que
la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (repos a 1 día) se ubicó en
7.75 % anual, y la tasa de depósitos remunerados (overnight) en 6.75 % anual.
Adicionalmente, el BCRD ha reducido de manera importante el excedente de liquidez
del sistema financiero, a través de operaciones de mercado abierto y del retorno
gradual de los recursos que habían sido otorgados durante la pandemia.
TASA DE INTERÉS TASA DE DESEMPLEO
La política fiscal tuvo un sesgo expansivo en 2020. El gasto primario aumentó un 15%
interanual en términos reales, impulsado por un amplio paquete de medidas
económicas destinadas a proteger el empleo, las empresas y los sectores más
vulnerables en el marco de la crisis del COVID-19. Las prestaciones sociales y los
subsidios a la energía fueron los componentes del gasto que más crecieron en el
acumulado anual (un 18% y un 62% interanual, respectivamente, en términos reales).
Con una reducción interanual de los ingresos del 13% en términos reales, el déficit
primario fue equivalente al 6,4% del PIB, muy superior al déficit del 0,4% del PIB del
año anterior. Por otro lado, los egresos por intereses presentaron una caída
interanual de un 47% en términos reales, a raíz de la interrupción de los pagos
durante la renegociación de la deuda pública. Con esta evolución, el déficit
financiero ascendió a un 8,3% del PIB, superando el 3,8% del PIB registrado en 2019.
b) La política monetaria
c) La política cambiaria
Al igual que ocurrió con los agregados monetarios, en 2020 se
registró una disminución del ritmo de depreciación experimentado
por el bolívar respecto del dólar, al pasar de una depreciación del
tipo de cambio oficial del 7.205% entre diciembre de 2018 y
diciembre de 2019 a una depreciación del 2.274% durante 2020.
POLÍTICA ECONÓMICA:
HONDURAS - Indicadores
PBI