Tercer Mandamiento
Tercer Mandamiento
Tercer Mandamiento
¿Y cómo santificar el
domingo y las fiestas de
guardar? Principalmente
asistiendo a la Santa Misa.
La Misa es el acto más
grande de adoración y culto
que podemos ofrecer a
Dios en la tierra. Al igual
que los primeros cristianos,
nos reunimos alrededor del
altar y del sacerdote -que
representa a Jesucristo-
para celebrar el santo
sacrificio de la Misa.
4. La obligación de oír Misa en domingos y día de precepto
La Iglesia ha impuesto la
obligación de oír Misa entera
todos los domingos y fiestas
de guardar.
El que no asiste a Misa
comete pecado mortal, a no
ser que esté dispensado: es
el caso de un enfermo o el
que cuida del enfermo, o si
tiene que recorrer una
distancia larga, etc.; es decir,
siempre que haya una causa
justa y grave. Si se tiene
duda, debemos preguntar.
La Iglesia puede imponer esta
obligación porque tiene
autoridad para dictar leyes, y
no pretende otra cosa que
ayudarnos a cumplir realmente
la voluntad de Dios.
5. Cómo asistir a la Misa
El precepto obliga a oír
Misa entera el mismo
domingo y día de fiesta -o
la víspera-, siguiendo el
curso de la celebración
con piedad y atención.
Por eso hay que llegar
puntuales, escuchar con
atención las lecturas y la
homilía, estando recogidos
y atentos para participar
en la Misa.