2do Avance Monografia
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Tema:
“Crisis Económicas en Egipto (2do avance)”
Integrantes:
Ayasta Cornetero, Miguel Angel.
Cumpa Bances, José Daniel.
Purihuaman Vidaurre, Héctor.
Vidal Taboada, Stalin.
Docente:
M.S.C Bracamonte Lévano, Edgar.
2021 - I
INTRODUCCIÓN
El imperio egipcio se desarrolló a las orillas del río Nilo a lo largo de casi tres mil años, en este periodo de tiempo
los egipcios crearon una brillante civilización, cuyas características básicas se mantuvieron con escasos cambios a
lo largo de los siglos, su configuración geográfica del valle del Nilo tuvo como consecuencia una historia
singular, Egipto constituyó una unidad político-económica anterior a la de los pueblos de su entorno. Dicha
unidad, forjada por la orientación de la vida social hacia el agua y la agricultura, supuso, por el contacto íntimo
entre las tribus ribereñas, una uniformidad de lengua, religión y moral, que, dado su aislamiento territorial,
perduró durante milenios; la influencia del Nilo en la civilización egipcia fue decisiva. La necesidad de regular el
curso del río y sus crecidas anuales (de junio a septiembre) obligó a los egipcios a construir canalizaciones, a
organizar los trabajos del ciclo agrícola mediante un poder político centralizado y a estudiar el curso de los astros
para prevenir los cambios estacionales.
Problemática
• OBJETIVO GENERAL:
Precisar el influjo ambiental a partir de los cambios climáticos que originó el colapso del Imperio
Antiguo de Egipto.
• OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Determinar las evidencias encontradas durante el Imperio Antiguo Egipcio.
Investigar los posibles factores climáticos que influenciaron en las crisis.
Referir las consecuencias del cambio climático durante esa época.
Hipótesis
Se puede decir que el clima, o más bien el cambio climático, fue una de las causas que originó la aparición y
también el colapso de la civilización egipcia durante el periodo del Imperio Antiguo en el valle del Nilo; este
clima se caracterizó por las escasas lluvias, de entre 100 y 200 milímetros al año, y la extrema sequedad del
aire. Hacia el año 2000 antes de nuestra era el Sáhara era, casi tan árido como lo es hoy en día. Así pues, el
valle y el delta del Nilo quedaron como vestigios de lo que en su día fue la región y se convirtieron en la
única fuente de agua que atrajo a sus habitantes, pues era el único lugar de esa árida región en el que era
posible la vida, ya que, gracias a la presencia del agua, contaban, entre otros recursos, con plantas y peces.
Antecedentes
García (2019) manifiesta que el cambio climático, tema actual de gran polémica, debió controlar en el pasado el
desarrollo y extensión de las distintas civilizaciones, las cuales se fueron adaptando con el paso de los siglos a los
eventos climáticos, abandonando los sitios originales y desarrollándose en otras ciudades con mejores condiciones
ambientales.
García (2019) nos dice que la construcción de los grandes monumentos antiguos, requirió condiciones climáticas
particulares, que favoreciera el aspecto físico de la fuerza humana en el trabajo, para tener la máxima
eficiencia. Igualmente, los grandes monumentos debieron contar con un proyecto, que involucraban profesiones
de arquitectura, ingeniería, matemática y la astrología. Así mismo toda la planificación del personal requerido,
tanto técnico como obreros, áreas habitacionales, convivencia social y la generación de alimentos, fueron la base
para la terminación de las grandes obras medidas en tiempo de décadas y abarcando generaciones.
Roselló (2012) manifiesta: La teoría de que una sequía intensa y simultánea en todo el Mediterráneo Oriental y
zonas adyacentes causó el colapso de varias civilizaciones fue formulada por primera vez en 1971. Su autora
databa la primera edad oscura entre el 2.200 A.C. y el final de la VI dinastía en Egipto. En ese momento y
siguiendo el estudio, una sociedad muy estable habría caído en la anarquía al mismo tiempo en que caía el
Imperio Acadio, y Biblos así como otros lugares del área sirio-palestina eran destruidos o abandonados. Troya II
fue incendiada, y el sur y el oeste de Anatolia fueron afectados por una catástrofe que no tendría precedente
hasta el final de la Edad de Bronce. La destrucción general fue acompañada de un declive de la cultura
material, y los emplazamientos habitados disminuyeron considerablemente. Bell también incluía en este proceso
el declive de la civilización del Valle del Indo. La teoría fue ampliamente aceptada.
Marco Teórico
DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN: se usará un enfoque cualitativo por lo que la información con la que
se va a trabajar se la desarrollará enfocado en el espacio de las Ciencias Sociales.
EL CLIMA DE EGIPTO
El Nilo transcurre a lo largo de 6.671 km y se abastece de dos fuentes principales: las tierras altas de
Etiopía y la Meseta Ecuatorial. La contribución de Etiopía incluye el Nilo Azul y el Atbara. El Nilo Blanco
nace en el lago Victoria y otros lagos ecuatoriales, zona de elevada pluviometría. Los dos ríos, el Nilo
Blanco y el Azul se unen en Jartum. El Nilo Azul proporciona el 86% del caudal anual del río.
En el Valle del Nilo que discurre entre Egipto y Sudán se pueden distinguir varios tipos de clima según la
clasificación de Köppen: el de la costa mediterránea (semiárido) en la zona del Delta, y el que afecta al
curso del río, desértico (árido).
La lluvia se genera en África por la entrada de masas de aire tropical marítimo procedente de los océanos
Atlántico e Índico. El aire marítimo cercano al Ecuador se carga de humedad y forma el cinturón de aire
húmedo de la Zona de Convergencia Intertropical (ITCZ), que determina la zona de máxima
precipitación. En julio, la ITCZ se desplaza hacia el norte del Ecuador en un movimiento estacional, y las
montañas de Etiopía experimentan la estación lluviosa de julio a octubre cuando el húmedo flujo de viento
del sur trae las lluvias. En la costa mediterránea la dinámica es diferente: el límite del aire cálido marítimo
que se ha calentado recorriendo el Mediterráneo y el aire cálido y seco sahariano forman el frente
mediterráneo, que es el responsable de las lluvias en la costa mediterránea egipcia en invierno.
Fuentes Textuales
Alrededor de 3.300 A.C. los egipcios empezaron a registrar datos acerca de la crecida anual del Nilo. Entre
mediados de julio y octubre tenía lugar la inundación en el Valle a causa de las lluvias causadas por el
monzón en Etiopía. Las aguas alcanzaban su nivel máximo a mediados de agosto y el nivel del río
permanecía estacionario a lo largo de 3 semanas10. A finales de octubre se retiraban las aguas y alcanzaban
el nivel mínimo hacia mayo. El conocimiento de la crecida era de vital importancia, por lo que ingeniaron
diversos métodos de medida. La serie más larga de medidas de que se dispone fue realizada en el Nilómetro
de Roda, que registró anualmente durante 700 años la altura de la inundación entre los siglos VII y XV de
nuestra era y hoy nos permite estudiar la tendencia a largo plazo de los niveles del Nilo (figura 1).
Los registros más antiguos de la crecida de los que se dispone se
hallan en la PIEDRA DE PALERMO, que cuenta con datos de la
altura de la inundación desde la primera dinastía hasta el principio
de la V. Los datos se han representado en la figura 2. Si bien hay
que tener presente que se trata de una serie temporal discontinua,
se aprecia el descenso gradual de la inundación a lo largo del Reino
Antiguo con una reducción de cerca del 50% a lo largo del periodo
considerado. Los altos niveles de inundación en la I dinastía son
seguidos de un descenso progresivo hasta mediados de la II
dinastía, seguido de un periodo donde la inundación permanece
constante hasta la V dinastía.
Fuentes Materiales
Los sedimentos del Delta del Nilo son proxy data para los cambios paleoclimáticos en África, ya que los
cambios climáticos históricos quedan reflejados en las tasas de contribución del Nilo Blanco y Azul. El
incremento en la proporción de sedimentos del Nilo Azul, el principal beneficiario de la actividad del
monzón en las tierras de Etiopía, se relaciona con niveles bajos de la crecida como la acontecida entre 2.500
y 2.200 A.C. (a mayor incremento de sedimento del Nilo Azul, menor crecida). La relación entre los isótopos
87Sr/86Sr en los sedimentos es un marcador del cuarzo que aporta el Nilo Blanco, mientras el aporte del
Nilo Azul y el cauce del Atbara desde las tierras altas etiópicas consiste en rocas volcánicas terciarias. Los
índices de 87Sr/86Sr y de Ti/Al en una columna de sedimento (core) bien datada del Delta, muestran una
clara correspondencia con los cambios acontecidos en la crecida del Nilo a lo largo de 7.000 años.
La cronología de las concentraciones de polen combinadas
con las tasas de sedimentación de cada periodo permite
establecer periodos de sequía. El análisis de las secuencias de
polen efectuadas en Burundi y Etiopía atestiguan una
recesión considerable de la masa arbórea hace 3.650 años
(calibrados con radiocarbono). Este episodio seco también se
documenta en las tierras altas de Uganda y en el lago
Victoria. Sin embargo, como advierte Bottema37, los
registros paleobotánicos arrojan resultados muy diversos en
relación al cambio climático del tercer milenio. Algunos
sondeos de los lagos de Asia occidental indican un declive
abrupto en el polen arbóreo ca. 2.200- 1.950 A.C., y sin
embargo no hay evidencia de sequía súbita o continuada en
los registros de Oriente Próximo. La reducción en las lluvias
anuales que se detecta en el norte de Mesopotamia pudo
afectar únicamente a los cultivos anuales y no a plantas o
árboles más longevos, según este autor.