Almas Adulteras
Almas Adulteras
Almas Adulteras
Santiago 4
1- ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es
de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
¿Cuales son las tres tendencias mas fuertes que heredamos de satanás
y Adán? Ezequiel 28: 5,6,7 el egoísmo es la raíz de todos los males.
Orgullo (soberbia), Envidia, y Vanidad
2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar;
combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís
•Salmos 62:5,8
•Alguien ha dicho que las oraciones son un esfuerzo de parte del suplicante para que Dios cambie su parecer. Muchos no hacen esfuerzo
alguno para descubrir lo que Dios quiere, aunque están muy seguros de lo que ellos quieren. Su oración es realmente: "Cámbiese tu
voluntad", no "Hágase tu voluntad". Luchan con Dios. Agonizan en oración. Exigen de Dios lo que ellos creen que debe hacerse. No se les
ocurre que lo primero que han de descubrir es si Dios quiere realmente que tengan lo que tanto desean. Debieran preguntar: ¿Es para mi
bien? ¿Es la voluntad de Dios? ¿Ha llegado el momento en que debe ser hecho? ¿Hay algo que yo debo hacer primero? ¿Estoy realmente
dispuesto a someterlo todo a Dios de tal manera que si no me da lo que deseo, estaré satisfecho y le daré gracias por lo que me dé; o estoy
realmente más decidido a obtener lo que quiero que a averiguar la voluntad de Dios? Tal vez sea bueno enumerar algunas cosas que no es
la oración. No es un sustituto del trabajo. Un cristiano que arrostra un problema difícil tiene derecho a pedir la ayuda de Dios y esperar que
él responderá. Pero esto no lo excusa de trabajar arduamente. Dios fortalecerá el intelecto, vigorizará la mente; pero no aceptará la oración
como sustituto del esfuerzo mental ni ayudará a los perezosos. Los que son capaces de aprender la tabla de multiplicar, y tienen
oportunidad de hacerlo, no deben rehuir el esfuerzo necesario, confiando que por la oración Dios hará innecesario para ellos el ejercicio
mental. En la mayoría de los casos, el trabajo y la oración van juntos. Ninguno de los dos basta por sí mismo. El blanco de la oración no
consiste meramente en lograr que Dios haga algo que queremos. Algunos aplican métodos mundanales y tienen una filosofía mundanal
acerca de la oración. Han aprendido que en cuanto concierne al mundo, para obtener algo deben ir a buscarlo, y dan por sentado que para
obtener algo de Dios debemos ir a buscarlo. Obran como si Dios no estuviese dispuesto a conceder su petición sin hacerse rogar mucho, y
parecen creer que por la persistencia pueden obtener de Dios lo que de otra manera no les daría. Toman como ejemplo suyo a la viuda
importuna, y no parecen comprender que se nos da esta parábola para demostrar lo que Dios no es. Nadie puede obtener de Dios lo que
desea, simplemente importunándolo sin cesar. Es necesario recalcar que Dios no es el juez injusto. Es un Padre, más dispuesto a dar buenas
dádivas a sus hijos de lo que ellos están dispuestos a recibirlas. La insistencia importuna no es lo que prevalece para con Dios. No debe, sin
embargo, embargo, predominar la impresión de que no hay necesidad de luchar en la oración, o que necesitamos solamente mencionar de
una vez por todas a Dios lo que queremos recibir. La oración no es tan sencilla como esto.
3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para
gastar en vuestros deleites
• En cierta ocasión, Santiago y Juan presentaron por medio de su madre la petición de que se les
permitiera ocupar las más altas posiciones de honor en el reino de Cristo. El Salvador contestó:
“No sabéis lo que pedís”. Marcos 10:38. ¡Cuán poco entendemos muchos de nosotros la
verdadera importancia de nuestras oraciones! Jesús conocía el sacrificio infinito que costaría
adquirir esa gloria, cuando “por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el
oprobio”. Hebreos 12:2. Ese gozo consistía en ver almas salvadas por su humillación, su agonía, y
el derramamiento de su sangre. {ECFP 54.4}
• Esta era la gloria que Cristo había de recibir, y que estos dos discípulos habían solicitado que se les
permitiera compartir. Jesús les preguntó: “¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados
del bautismo con que yo soy bautizado? Ellos dijeron: Podemos”. Marcos 10:38, 39. {ECFP 55.1}
• ¡Cuán poco comprendían ellos lo que significaba ese bautismo! “A la verdad, del vaso que yo
bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a
mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado”.
Marcos 10:39, 40. {ECFP 55.2}
4 !!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es
enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del
mundo, se constituye enemigo de Dios.
• Leer CBA de EGW Mateo 6:24; Oseas 4:12; 5:4; 9:1
• La infidelidad a Cristo de que la iglesia se hizo culpable al dejar enfriarse la confianza y el amor que a él le
unieran, y al permitir que el apego a las cosas mundanas llenase su alma, es comparada a la violación del
voto matrimonial. El pecado que Israel cometió al apartarse del Señor está representado bajo esta figura; y el
amor maravilloso de Dios que ese pueblo despreció, está descrito de modo conmovedor: “Te di juramento y
entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor; y viniste a ser mía”. “Y fuiste sumamente hermosa, y
prosperaste hasta llegar a dignidad real. Y salió tu renombre entre las naciones, en atención a tu hermosura,
la cual era perfecta, a causa de mis adornos que yo había puesto sobre ti [...]. Mas pusiste tu confianza en tu
hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre”. “Así como una mujer es desleal a su marido, así
vosotros habéis sido desleales para conmigo, oh casa de Israel, dice Jehová”. “¡Ah, mujer adúltera, que en vez
de tu marido admites los extraños!” Ezequiel 16:8, 13-15, 32; Jeremías 3:20 (VM). {CS 379.1}
• En el Nuevo Testamento se hace uso de un lenguaje muy parecido para con los cristianos profesos que
buscan la amistad del mundo más que el favor de Dios. El apóstol Santiago dice: “¡Almas adúlteras! ¿no
sabéis acaso que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Aquel pues que quisiere ser amigo del
mundo, se hace enemigo de Dios”. Santiago 4:4 (VM). {CS 379.2}
Comentario Biblico Adventista – EGW Santiago 4:4
Mateo 6: 24 (Luc. 16: 13; Sant. 4: 4). Los
vacilantes son aliados de Satanás.-
[Se cita Mat. 6: 24.] Los que comienzan a medias su vida cristiana, al final se
encontrarán enteramente del lado del enemigo, no importa cuáles hayan sido sus
primeras intenciones. Y el ser apóstata, traidor a la causa de Dios, es más grave que la
muerte, pues significa la pérdida de la vida eterna.
Los hombres y mujeres vacilantes son los mejores aliados de Satanás. Son hipócritas,
no importa cuán favorable sea la opinión que tengan de sí mismos. Todos los que son
leales a Dios y a la verdad deben mantenerse firmemente de parte de lo correcto
porque es correcto. Juntarse con los que no son consagrados, y aún ser leales a la
verdad, es sencillamente imposible. No podemos unirnos con los que se complacen a
sí mismos, que se ocupan de planes mundanales, sin perder nuestra relación con el
Consejero celestial. Podemos recuperarnos de la trampa del enemigo, pero quedamos
lastimados y heridos, y se ha empequeñecido nuestra vida espiritual (RH 19-4-1898).