El Hombre Politico

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 Conceptos de Aristóteles sobre el hombre político y las condiciones del orden democrático.

 1.La sociología política


• El trasfondo intelectual
• Conflicto de clases y consenso, Marx y Tocqueville
• Burocracia y democracia: Weber y Michels
• Investigación contemporánea
• Votación
 Movimientos políticos
 La política de la burocracia
 El gobierno interno de las organizaciones voluntarias
 Instituciones integradoras

• PRIMERA PARTE
LAS CONDICIONES DEL ORDEN DEMOCRATICO
 2. Desarrollo económico y democracia
• Desarrollo económico en Europa y América
• Desarrollo económico y lucha de clases
• La política del desarrollo económico rápido
• Apéndice metodológico.

3. Conflicto social, legitimidad y democracia


• Legitimidad y democracia
• Sistema de gobierno
• Retos contemporáneos: comunismo y nacionalismo
 4. Autoritarismo de la clase obrera
• La democracia de las clases bajas
• Las religiones extremistas y las clases bajas
• La situación social de las clases bajas
• Perspectivas de las clases bajas
• Estructura de un individuo autoritario
• El extremismo como alternativa: la prueba de una hipótesis
• Modelos históricas y acción democrática

 5. Fascismo: izquierda, derecho y centro


 El fascismo y la clase media como extremismo populistas
 Alemania
 Austria
 Italia
 Francia
 Italia
 Los Estados Unidos: el marcarthismo como extremismo populistas
 Peronismo. El fascismo de la clase baja
 Las bases sociales del fascismo
“El hombre político”
Los sistemas políticos contemporáneos constituyen una parte integrante del orden
social. Los científicos, psicólogos, sociólogos y antropólogos políticos se están
dando cuenta de que los procesos políticos deben ser estudiados como
componentes específicos de relaciones sociológicas y psicológicas más amplias.
En el centro de la reflexión se encuentra el problema principal del que se ocupa
este libro, la democracia como característica propia de los sistemas sociales

En esta obra, “El hombre político. Las bases sociales de la democracia”,


Seymour M. Lipset (1988) examina la democracia como una característica de la
sociedad humana utilizando un cuidadoso análisis de los registros de votación y de
las encuestas públicas de opinión de todo el mundo, Lipset explora las condiciones
necesarias para la democracia en naciones y organizaciones; las correlaciones
entre la participación política y comportamiento del voto; y los orígenes y el apoyo
actual para movimientos y valores tanto prodemocrático como antidemocrático.
El libro examina los diversos fenómenos de la lucha de clases, política izquierdista,
inestabilidad política y el microcosmo político de los sindicatos.
“El hombre político”

 “El hombre político” ofrece una mezcla ingeniosa de datos


empíricos, perspectiva histórica y cuidadosa reflexión.
Cualquiera que esté interesado en la dinámica interna del
proceso democrático o en las causas y consecuencias del
comportamiento político humano encontrará las
observaciones de Lipset (1959) de un valor incalculable.
 En la exposición se expresa unas reflexiones acerca
de la primera parte del tema “El hombre político” y se
comenta una interpretación sobre conceptos de
Aristóteles sobre el hombre político y las condiciones del
orden democrático, la sociología política, desarrollo
económico y democracia, Conflicto social, legitimidad y
democracia, autoritarismo de la clase obrera y Fascismo:
izquierda, derecho y centro.
 La tesis central es las bases sociales de la política
Conceptos de Aristóteles sobre el
hombre político y las condiciones del
orden democrático.

El autor Seymour M. Lipset


(1988) inicia citando a Aristóteles:
“el hombre es, por naturaleza, un
animal político. La naturaleza ha
implantado en todos los hombres un
instinto social, y no obstante quien
primero fundó el Estado fue el
mayor de los benefactores.
Conceptos de Aristóteles sobre el
hombre político
 Puesto que el hombre, una vez perfeccionado, es el
mejor de los animales, más separado de la ley y la justicia
es el peor de todos; ya que la injusticia armada es la más
peligrosa, y el hombre se halla equipado al nacer, de
armas concebidas para ser empleadas con inteligencia
virtud, y que puede utilizar para los peores objetivos.

 Por lo cual, si no posee virtud es el más sacrílego y el


más salvaje de los animales, y el más provisto de lujuria y
gula. Pero la justicia es el vínculo de los hombres dentro de
los Estados, puesto que la administración de justicia, que
consiste en la determinación de lo que es justo, es el
principio del orden dentro de la sociedad política.
Conceptos de Aristóteles sobre el
hombre político
 El Estado se halla constituido por muchos individuos. Una
multitud es mejor colaboradora y es mejor juez de muchas
cosas que un individuo cualquiera. Además, la mayoría es
menos corruptible que la minoría.
 De este modo es evidente que la mejor comunidad
política se halla formada por ciudadanos de la clase media,
y que los Estados Unidos en lo que esta clase es numerosa
se prestan a ser administrados (…).
 Grande es, pues, la fortuna de un Estado en el cual los
ciudadanos posean una propiedad moderada y suficiente ,
puesto que donde algunos poseen mucho, y los demás
nada, puede surgir una democracia extrema o una
oligarquía pura; o puede desarrollarse una tiranía partir de
cualquiera de ambos extremos, pero no es tan probable
que surjan de las constituciones medias y de aquellas que
le son afines
1. La sociología política
 Se preocupa del análisis de las
condiciones sociales que configuran
la democracia. Una democracia
estable requiere la manifestación de
un conflicto o una división, de
manera que existan: una lucha por
las posiciones directivas; exigencia a
los partidos que se hallan en el poder
y cambios de los que gobiernan;
El trasfondo intelectual
 Las crisis de la reforma y la revolución industrial que anunciaron la
sociedad moderna, también dieron existencia a la sociología política. La
desintegración de una sociedad tradicional, la diferencia entre la sociedad
y el Estado. También suscito el siguiente problema: Cómo puede una
sociedad enfrentarse a un continuo conflicto entre sus miembros y
grupos, y mantener, sin embargo, la cohesión social y la legitimidad de la
autoridad estatal?

 La escisión entre gobernantes absolutista del siglo XVII y la


burguesía en ascenso aclaró las distinciones entre hombre y ciudadano,
sociedad y Estado. Tales distinciones constituyeron tanto la causa como la
consecuencia de la crisis sobre legitimidad del Estado, que algunos
comenzaban a cuestionar y otros a negar. Bodin, en el siglo XVII, formuló
por primera vez el principio de la soberanía del Estado sobre otras
instituciones dentro de los límites de la nación, para justificar la primacía
del Estado, particularmente en una época de conflictos religiosos.

 Cierto número de filósofos – Hobbes, Locke y Rousseau entre ellos-


intentaron, cada uno a su modo, resolver el problema básico: la
necesidad de consenso secular que pudiera sustituir la solución religiosa de
la Edad Media, y superar la escisión entre la sociedad y el Estado.
El trasfondo intelectual
 Los padres de la sociología política del siglo XIX tomaros partido en el
asunto. Saint-Simon, Proudhon y Marx se hallaban de parte de la
sociedad: para ellos el Estado tenía que ser limitado y controlado por la
sociedad o bien abolido. En el otro bando se hallaban Hegel, Lorenz von
Stein y otros, quienes consideraban que la solución residía en la
subordinación de los elementos dispares de la sociedad a la soberanía del
Estado.
 La sociología política parece haber superado esta controversia. La cuestión
fue formulad de manera errónea. El error consistía en tratar al Estado y la
sociedad como a dos organismos independientes y averiguar cual de ellos
era más importante o preferible.

 Los sociólogos políticos alegan actualmente que el Estado es tan


sólo una entre muchas instituciones políticas, y que éstas últimas
constituyen únicamente una entre los muchos conjuntos de instituciones
sociales; que las relaciones entre tales instituciones y grupos de
instituciones constituyen el tema de la sociología general, y que las
relaciones entre las instituciones políticas y las demás configura el ámbito
específico de la sociología política.

El trasfondo intelectual
 Talcott Parsons – quizá el más importante teórico de la sociología
contemporánea-, sugirió que el estudio de la política no puede ser
“tratado en términos de un esquema conceptual específicamente
especializado (…) precisamente por la razón de que el problema del
sistema político del sistema social constituye un foco para la integración
de todos sus componentes y no de una clase específicamente diferenciada.

 El dilema –el equilibrio adecuado entre el conflicto y el consenso-


continúa, constituye el problema central de que trata este libro.

 Hasta hace poco tiempo, los sociólogos se ocupaban más del estudio de las
condiciones que producen la división que de la determinación de los
requisitos del consenso político.

 Las deducciones se hacen más evidente si se consideran a los cuatro (4)


grandes escritores europeos cuyas ideas constituyen, en líneas
generales la base de la sociología política: Marx, Tocqueville, Weber y
Michels
Conflicto de clases y consenso,
Marx y Tocqueville
 Después de la Revolución Francesa los problemas de
conflicto de clases versus consenso comenzaron a
destacarse. Los revolucionarios, naturalmente empeñados
en continuar el conflicto, y los conservadores, en mantener
la estabilidad social. Pero, durante muchos años, pocos
fueron los hombres que analizaron las condiciones bajo las
que el conflicto de clases y consenso eran o podían ser
mantenidos en equilibrio.

 El portavoz más coherente del enfoque según el cual el


conflicto de clases era el interés central en el estudio de la
política fue Karl Marx.
 Alexis de Tocqueville, por otra parte, fue el primer gran
representante de la idea de que la democracia implica un
equilibrio entre las fuerzas de conflicto y consenso
Conflicto de clases y consenso,
Marx y Tocqueville
 Para Marx, una sociedad compleja podría caracterizarse ya sea por un
conflicto constante (aun cuando fuera suprimido) o por el consenso, pero
no por una combinación de ambos. Consideró el conflicto y el consenso
como alternativas más bien que como tendencias divergentes que podían
equilibrarse. Por otra parte, relegó el consenso, la armonía y la integración
al futuro comunista (utópico); por otro lado, consideró el conflicto y el
absolutismo como el gran acontecimiento de la historia en la época
situada entre el primitivo comunismo y el éxito futuro de la revolución
proletaria.

 La concepción de Marx sobre la futura sociedad armónica tuvo


derivaciones significativas para su perspectiva sociológica. El sistema
político que proyectó no era una democracia institucionalizada, sino la
anarquía. Ello significaba el fin de la división del trabajo, puesto que la
eliminación de la diferenciación de las funciones en las esferas económicas
de la vida eliminaría, de acuerdo con Marx la fuente principal de conflicto
social. Esta afirmación describe una de las condiciones básicas de la
sociedad comunista, puesto que el comunismo “es la eliminación de todas
las fuentes sociales de diferencias, aun de la distinción entre ciudad y
campo.”
Conflicto de clases y consenso,
Marx y Tocqueville
 Ya que el consenso es imposible dentro de una sociedad
estratificada, dominada por una clase explotadora. El
interés de Marx consistía en un análisis de los factores que
dan lugar al poder de las fuerzas en litigio.

 La teoría de Marx no daba cabida a la democracia bajo


el comunismo. Posee tan solo dos tipos sociales (ideales
inexistentes) que se excluyen: una sociedad de constante
conflicto de clase (destructivo de la dignidad humana y
debe ser destruido) y una sociedad de completa de
armonía (liberada de las fuentes de conflicto y por lo tanto,
no tiene necesidad de instituciones democráticas, tales
como los resguardos contra el poder del Estado, la división
de poderes, las protecciones que confieren las garantías
jurídicas, una constitución o “declaración de derechos”.
(ver consecuencias de la Revolución Rusa)
Conflicto de clases y consenso,
Marx y Tocqueville
 A primera vista, la teoría de Tocqueville parece
similar a la de Marx, ya que ambos destacan la
solidaridad de las unidades sociales y la
necesidad del conflicto entre ellas. (Para Marx las
unidades eran clases; para Tocqueville consistían
en comunidades locales y organizaciones
voluntarias.)
 Sin embargo, Tocqueville, a diferencia de Marx,
prefirió deliberadamente hacer resaltar aquellos
aspectos de las unidades sociales que podían
mantener la división y el consenso político al
mismo tiempo.
Conflicto de clases y consenso,
Marx y Tocqueville
 La preocupación de Tocqueville por un sistema político pluralista resultó de
su interpretación de las tendencias de la sociedad moderna. La
industrialización, la burocratización y el nacionalismo, que atraían a las
clases inferiores hacia la política, minaban también los centros locales más
pequeños de autoridad y concentraban el poder en el Estado leviatán.
Tocqueville temía que el conflicto social desapareciera debido a que
habría un solo centro del poder – el Estado- para oponerse al cual ningún
grupo sería suficientemente fuerte. Ya no existiría ninguna competencia
política porque no habría bases sociales que la sustentaran.

 Además, Tocqueville temía que el consenso también fuera socavado


en la sociedad de masas. El individuo atomizado, abandonado a sus
propias fuerzas, sin pertenencia a una unidad social políticamente
significativa, carecería del interés suficiente para participar en la política,
o aun para aceptar el régimen. La política no solo no ofrecía esperanzas,
sino que estaría desprovista de significado. La apatía mina el consenso, y
esta fue la actitud de las masas para con el Estado que Tocqueville
consideraba como el resultado de una sociedad burocrática.
Conflicto de clases y consenso,
Marx y Tocqueville
 El estudio de Tocqueville de los Estados Unidos le
sugirió dos (2) instituciones que podrían combatir
al nuevo leviatán: el autogobierno local y las
 Asociaciones voluntarias. La participación en tales
instituciones le pareció ser condición para la
estabilidad del sistema democrático. Mediante la
diseminación de las ideas y la creación de
consenso entre sus miembros, se transforman en
la base del conflicto entre una organización y
otra. Y, en el proceso también limitan el poder
central, crean centros nuevos y autónomos de
poder para que compitan con él y cooperan para
la capacitación política de líderes potenciales de
la oposición.
Conflicto de clases y consenso,
Marx y Tocqueville
 Los enfoques de Tocqueville y Marx no dieron como resultado
análisis contradictorios de las funciones de las diversas
instituciones sociales, aunque sirvieron realmente para
valoraciones muy diversas.

 La afirmación de Marx de que la religión es el “opio de las masas”


establece un reconocimiento de su función integradora.
Tocqueville reconoció también la cualidad “opiácea” de la religión:
“Luego la religión constituye otra forma de esperanza”. Para Marx,
la religión era una fuente de engaño destinada a los estratos
inferiores, un mecanismo para ajustarlos a su destino de vida e
impedirles reconocer sus verdaderos intereses de clase.

 Tocqueville, por el contrario, observó que la necesidad de un


credo religioso crecía en proporción directa con la libertad
política. Cuando menos coercitivas y dictatoriales se tornaban las
instituciones políticas de una sociedad, tanto más necesitaba ésta
un sistema de creencias sagradas para ayudar a restringir las
actividades de los gobernantes y los gobernados.
Burocracia y democracia:
Weber y Michels
 Al usar los conceptos de Weber, Lipset señala que durante la consolidación
de los Estados nuevos la legitimidad carismática surge de manera casi
natural y espontánea, por lo que su calidad resulta prácticamente
definitoria en la conformación de las nuevas instituciones políticas. Sin
embargo, su intervención también produce una excesiva dependencia
política de una sola persona y puede sentar las bases de un gobierno
autoritario y tiránico8. En toda la historia política posrevolucionaria
mexicana se depende de una sola persona para que las ruedas del tren
caminen: el presidente de la República.

 Pero Lipset indica que en muchas ocasiones el diseño constitucional de un


sistema democrático es relegado a un segundo plano. En general, la
principal razón estriba en considerar que sea cual sea el diseño, la
estructura institucional se adaptará de alguna u otra manera a las
condiciones particulares de dicha sociedad. No obstante, se han dado
casos en los que un diseño constitucional inapropiado ha contribuido al
derrumbe o debilitamiento de diversos sistemas democráticos, lo que
muestra que el diseño constitucional y la estructura institucional, si
importan, deben ir de la mano y cambiar conjuntamente, por lo que
requieren atención y cuidado.
Burocracia y democracia:
Weber y Michels
 Si uno de los intereses permanentes de la sociología política –la
división y el consenso- fue vinculado a los nombres de Marx y
Tocqueville, otro de ellos – el estudio de la burocracia – se
identifica con la obra de Max Weber y Robert Michels. Los dos
problemas están estrechamente relacionados, puesto que la
burocracia constituye uno de los medios principales para la
creación y el mantenimiento del consenso y, al mismo tiempo,
una de las fuentes principales de las fuerzas que quebrantan la
integración.
 La diferencia entre Marx y Tocqueville, que hacen hincapié
en el consenso y en la lucha de clases, y la existente entre Weber
y Michels, que se preocupan por el cumplimiento o la violación de
los valores mediante la burocracia, representan una adaptación
del pensamiento social a las etapas subsiguientes de la revolución
industrial. Muchos filósofos sociales del siglo XIX estaban
preocupados por los efectos disgregadores que la revolución
industrial ejercía sobre la sociedad, y por la posibilidad de
alcanzar estructuras políticas democráticas
Investigación contemporánea
 Votación
 Movimientos políticos
 La política de la burocracia
 El gobierno interno de las
organizaciones voluntarias
 Instituciones integradoras
Votación
 La votación es el mecanismo clave del consenso dentro de la
sociedad democrática. Los estudiosos de las elecciones se
interesaban en la relación entre un tipo de división-los partidos
políticos y otros tipos tales como la base, la ocupación, la religión,
el grupo étnico. Fueron raramente concebidos como estudios de
consenso.
 Sugiere el estudio de los aspectos integradores del
comportamiento electoral, es decir, la comprensión de la
democracia como sistema.
 Opina que una democracia estable requiere: una situación en la
cual los partidos políticos incluyan partidarios provenientes de
muchos sectores de la población; partidos que posean lideres
provenientes de muchos sectores de la población.
 Sugiere el estudiar el problema del acuerdo en las decisiones
entre distintos grupos y en las divisiones de partidos.
 De modo similar, el problema de la participación política puede ser
considerado de maneras diferentes, según se interese por la
división o por el consenso
Votación
 La paradoja (pág. 30) de que no siempre un nivel
muy alto de participación es bueno para la democracia,
la noción de que el extremismo solo adquiere importancia
en los países pobres (pág. 54) y especialmente donde la
industrialización se produce rápidamente (pág. 60)
son ejemplos de hallazgos firmemente establecidos.

Pero además el libro está repleto de observaciones,


citas y comentarios, adecuados para desencadenar
discusiones y reflexiones sobre temas fundamentales.
Votación
Y esa acción catalítica en el pensamiento del lector es,
a mi juicio, lo más valioso de la obra.
Movimientos políticos

 El estudio de los movimientos reformistas y extremistas


constituye un amplio sector esencial de la sociología política
estadounidense. Los científicos sociales estadounidense no se
interesan por estudiar los partidos tradicionales y conservadores.

 Existen más títulos en los catálogos de biblioteca bajo


“Partido Laborista Británico” que bajo “Partido Conservador”.
Los movimientos y las fuerzas conservadoras y los filósofos de
igual tendencia (como Burke, Bonard y De Maistre), y los
problemas de integración y la cohesión quedaron virtualmente
descuidados hasta hace poco tiempo.

 De modo similar, la mayoría de los estudios sobre los


movimientos fascista y comunista hacen resaltar los factores que
crean y sustentan el extremismo, más bien que aquellos que los
reducen, dentro de las democracias estables.
La política de la burocracia

 En un gran número de estudios fueron mantenido: el acento puesto por Weber sobre la burocracia
y el poder como elementos de estructuras organizacionales formales a gran escala, y su
sistematización de los rasgos básicos inherentes a una organización burocrática. Pero la sociología
política prestó poca atención a su análisis del la relación entre el desarrollo del poder estatal
burocrático centralizado y la decadencia de la democracia.

 Los estudiosos que siguieron las hipótesis de Weber separaron el estudio de la burocracia del de la
organización política e incluyeron todo tipo de organizaciones: hospitales, fábricas, sindicatos

 Estas investigaciones demostraron, como Weber mismo lo reconoció, que existen tensiones y
conflictos constantes, sistemáticamente determinados, dentro de las organizaciones burocráticas,
que originan desviaciones de los ideales burocráticos de “eficiencia racional” “jerarquía “y
“neutralidad “

 La norma de neutralidad burocrática (según la cual un miembro de la burocracia es más un experto


imparcial que una parte interesada) se elaboró a partir de los requisitos de un sistema político
democrático. Ésta norma posibilita la continuidad del gobierno democrático durante un cambio en
los cargos políticos.

 La burocracia en el gobierno reduce las tensiones de la lucha partidaria, tiende a reducir los
conflictos, utiliza criterios objetivos como base para resolver conflictos y capacita a las instituciones
burocráticas para desempeñar papeles de mediadores. De tal modo, las prácticas burocráticas
fortalecen el consenso democrático
El gobierno interno de las
organizaciones voluntarias
 Michels, a diferencia de Weber, inspiró pocos estudios
posteriores. En su mayor parte, sus ideas se atizaron con
propósitos descriptivos o para levantar polémicas que denuncian a
las organizaciones como antidemocráticas.

 Ningún sociólogo norteamericano consideró digno de valor el


examen sobre la validez general de su teoría de la oligarquía a la
luz de las diferencias entre la vida del Partido Socialista Alemán,
como aquel la describiera en Political Parties, y la de los dos
principales partidos estadounidenses.

 Está claro que el partidismo constante, los cambios relativamente


rápidos en el liderazgo y la ausencia de una estructura de poder
central caracterizan a los partidos norteamericanos, en contraste
con el Partido Socialdemócrata de la Alemania anterior a la
Primera Guerra Mundial. En los Estados Unidos, solo las
organizaciones, como los sindicatos obreros o las sociedades
profesionales, poseen estructuras internas semejantes a las
descritas por Michels como necesarias para los partidos políticos.
El gobierno interno de las
organizaciones voluntarias
 Tocqueville escribió acerca de la
contribución de varias asociaciones
organizadas oligárquicamente para el
mantenimiento de las tensiones y
consensos democráticos, y algunos
autores posteriores arguyeron que la
ausencia de la democracia interna no
interesa, ya que las organizaciones
voluntarias desempeñan una función
representativa

Instituciones integradoras
 En esta obra, Lipset sugiere
esencialmente que la sociología de
la política vuelva sobre el problema
formulado por Tocqueville: los
requisitos y consecuencias sociales
de la democracia, utilizando el
método que él empleara con tanto
éxito: el análisis comparativo
Primera parte:
Las condiciones del orden democrático

 2. Desarrollo económico y democracia

 3. Conflicto social, legitimidad y democracia

 4.Autoritarismo de la clase obrera

 5. Fascismo: izquierda, derecho y centro


Desarrollo económico y
democracia
 El primero en formalizar y medir en forma sistemática la relación
entre desarrollo económico y democracia fue Lipset.

 En el primer párrafo de su ya clásico libro Lipset señalaba que


"una de las principales preocupaciones de la sociología política
consiste en un análisis de las condiciones sociales que configuran
la democracia".

 Lipset establece su hipótesis más conocida: "Cuanto más


próspera sea una nación, tanto mayores son las posibilidades de
que se mantendrá una democracia".

 Mediante medidas de industrialización, educación y urbanización


Lipset muestra la fuerte relación entre desarrollo económico (y
social dada alguna de sus medidas) y democracia.
Desarrollo económico y democracia
 La democracia en una sociedad compleja puede definirse como un sistema
político que suministra oportunidades constitucionales regulares para el
cambio de los dirigentes gobernantes, y un mecanismo social que permite a la
mayor parte posible de la población influir sobre las decisiones más
importantes, mediante la elección entre contendientes para los cargos
públicos.

 Esta definición extractada del trabajo de Joseph Schumpeter y Max Weber,


implica cierto número de condiciones específicas:
 1) una “fórmula política“ o cuerpo de creencias que especifican que
instituciones -partidos políticos, una prensa libre, etc.- son legitimas
(aceptadas por todos como adecuadas);
 2) un conjunto de lideres políticos en funciones, y
 3) uno o más conjuntos de lideres políticos reconocidos que intentan obtener
cargos.

 Este capítulo y el siguiente consideraran dos de las características de


una sociedad, que pesan enormemente sobre el problema de la democracia
estable: el desarrollo económico y la legitimidad, o el grado en que las
instituciones son valorada en si mismas y consideradas justas y adecuadas
Desarrollo económico y
democracia
 Luego, comparó dentro de cada grupo los
tipos de regímenes, respecto a un rango
de indicadores correspondientes a
desarrollo socioeconómico, tales como:
nivel de ingresos, comunicaciones, grado
de industrialización, grado de educación y
nivel de urbanización. Con ello, comprobó
que los países más democráticos,
correspondientes a cada grupo, exhibían
niveles medios de desarrollo más elevados
que los menos democráticos.
Desarrollo económico en Europa
y América
 El ensayo de Seymour Lipset “Some social requisites of
democracy: Economic development and political legitimacy”
(1959), encendió uno de los temas más debatidos por la
comunidad científica de la ciencia política, la importancia de
los factores económicos en la legitimidad democrática1
 Lipset, para probar su tesis sobre el impacto
económico en la legitimidad, clasificó países de
Latinoamérica, Europa y democracias angloparlantes,
dividiéndolos en dos grupos: Europa, América del Norte,
Australia y Nueva Zelanda, respecto de los cuales distinguió
“democracias estables” versus “democracias inestables y
dictaduras”, y un segundo grupo compuesto por países de
América Latina, distinguiendo “democracias y dictaduras
inestables” versus “dictaduras estables”.
Desarrollo económico en Europa
y América
 Luego, comparó dentro de cada grupo los tipos
de regímenes, respecto a un rango de indicadores
correspondientes a desarrollo socioeconómico,
tales como: nivel de ingresos, comunicaciones,
grado de industrialización, grado de educación y
nivel de urbanización. Con ello, comprobó que los
países más democráticos, correspondientes a
cada grupo, exhibían niveles medios de desarrollo
más elevados que los menos democráticos.
 Indudablemente, este estudio fue un gran avance
para la naciente corriente de investigaciones
empíricas.
Desarrollo económico y
lucha de clases
 Como el desarrollo económico produce mayores ingresos,
una seguridad económica mayor y la difusión de la
enseñanza superior, determina ampliamente la forma de la
“lucha de clases”, al permitir a los que en los estratos
inferiores durante más tiempo perspectivas y enfoques de
la vida política más complejos y graduales.
 En los dos países más ricos, los Estados Unidos y Canadá,
los partidos comunistas son casi inexistentes y los partidos
socialistas nunca fueron capaces de establecerse como
fuerzas dominantes. Significa que existe una diferencia
relativamente pequeña entre los niveles de vida de las
clases sociales adyacentes.
 Un aumento de la riqueza y de la educación contribuye
también a la democracia, al aumentar la orientación de las
clases bajas hacia varias presiones que reducen su
enrolamiento en determinadas ideologías y las hacen
menos receptivas a las extremistas.
Desarrollo económico y
lucha de clases
 Una clase media numerosa modera el conflicto al gratificar a los
partidos moderados y democráticos y al condenar a los grupos
extremistas. Cuanto más pobre es el país mayor será el acento
puesto sobre el nepotismo (apoyo de los parientes y amigos). Y
esto, a su vez, reduce la posibilidad de desarrollar la burocracia
eficiente que un Estado democrático moderno necesita.
 Las organizaciones intermedias que actúan como fuentes de
un poder compensatorio parecen estar asociadas de manera
similar a la riqueza nacional. Tocqueville y otros exponentes de lo
que llegó a conocerse como teoría de “sociedad de masas”
argumentaban que un país exento de la multitud de
organizaciones relativamente independientes del poder central es
en potencia tan altamente dictatorial como revolucionario.
 …Los hombres que pertenecen a asociaciones están en mejores
condiciones que otros de proporcionar una respuesta democrática
a cuestiones concernientes a la tolerancia y a los sistemas
políticos, de votar o de participar activamente en la política
La política del desarrollo
económico rápido
 La asociación entre el desarrollo económico y la democracia ha conducido a muchos
estadistas y comentaristas políticos occidentales a concluir que el problema político
básico de la actualidad está producido por la presión para lograr una industrialización
rápida. Si solamente las naciones subdesarrolladas pueden ser colocadas con éxito
en la vía de la alta productividad, se sigue que se puede derrotar la mayor amenaza
a las democracias recientemente establecidas: sus comunistas internos.
 Por desgracia para ésta teoría, el extremismo político que se apoya en las
clases más bajas, y el comunismo en particular, no se encuentran solamente en los
países de bajo nivel de renta, sino también en las naciones recientemente
industrializadas. En Europa septentrional, en la primera mitad del siglo XX, allí donde
la industrialización se producía rápidamente, introduciendo discontinuidades agudas
entre la situación preindustrial y la industrial, surgían movimientos de la clase
obrera, en general más extremista.
 La Revolución Rusa constituye la ilustración más significativa de la relación
entre la rápida industrialización y el extremismo de la clase obrera. En la Rusia
zarista la población industrial pasó de 16 millones en 1897 a 26 millones en 1913.
 Un tipo diferente de extremismo, basado en las clases de pequeños
empresarios (tanto urbanas como rurales) surgió en los sectores menos
desarrollados y a menudo culturalmente más atrasados de las sociedades más
industrializadas. La base social del fascismo clásico parece tener su punto de partida
en la constante vulnerabilidad de una parte de la clase media, particularmente los
pequeños comerciantes y los granjeros, al gran capitalismo y a un movimiento
poderoso de la clase obrera.
La política del desarrollo
económico rápido
 Es obvio que las condiciones relacionadas con la estabilidad
democrática, que trata Lipset, se encuentran más fácilmente en
los países del noroeste de Europa y sus descendientes de habla
inglesa de América y Australia; además, Weber sugirió que una
concatenación histórica única de elementos produjo tanto la
democracia como el capitalismo en esta zona.
 Según reza el argumento básico, el desarrollo económico
capitalista conoció sus mayores oportunidades en una sociedad
protestante y creó la clase burguesa, cuya existencia fue tanto un
catalizador como una condición necesaria para la democracia. El
hecho de que el protestantismo destacara la responsabilidad
individual promovió el surgimiento de valores democráticos en
estos países y dio como resultado un alineamiento de la burguesía
frente al trono, que preservó la monarquía y extendió la
aceptación de la democracia entre los estratos conservadores.
 Se pregunta Lipset, si algún aspecto de este conjunto
interrelacionado de desarrollo económico, protestantismo,
monarquía, cambio político gradual, legalidad y democracia es
fundamental, pero el hecho es que el conjunto se mantiene unido.
Apéndice metodológico.
 El enfoque de este capítulo es diferente de
algunos otros estudios que intentaron
tratar los fenómenos sociales en el nivel
de la sociedad total y aclara algunos de los
postulados metodológicos que están en la
base de esta presentación.
 Las características complejas de un
sistema social, tal como la democracia, el
grado de burocratización, el tipo de
sistema de estratificación, por lo general
han sido tratadas con un enfoque
reduccionista o de “tipo ideal”.
Apéndice metodológico
 El primero de ellos, es decir, el enfoque
reduccionista descarta la posibilidad de
considerar estas características como atributos
del sistema y sostiene que las cualidades de las
acciones individuales constituyen la suma y
sustancia de las categorías sociológicas. Para esta
escuela de pensamiento reduccionista, el alcance
de las actitudes democráticas o de la conducta
burocrática, o la cantidad y tipos de prestigio, o
las categorías de poder, constituyen la esencia
del significado de los atributos de la democracia,
burocracia o clase.
Apéndice metodológico
 El enfoque del “tipo ideal” parte de un supuesto similar, pero alcanza una
conclusión opuesta. El supuesto similar consiste en que las sociedades
constituyen un orden complejo de fenómenos, que exhiben tal grado de
contradicción interna que las generalizaciones sobre ellas como un todo
deben constituir, necesariamente, una representación construidas de
elementos seleccionados, que se origina en las preocupaciones y
perspectivas particulares del hombre de ciencia. La conclusión opuesta
afirma que abstracciones del orden de democracia o burocracia no posee
necesariamente conexión con Estados o cualidades de los sistemas sociales
complejos que realmente existen, sino que abarcan serie de atributos que
se hallan interrelacionados lógicamente, pero no son, en un todo,
características de ninguna sociedad existente.
 Un ejemplo lo constituye el concepto de Weber sobre la burocracia, que
abarca un conjunto de cargos que no se encuentran “ocupados” por el
titular, legajos de documentos conservados permanentemente, deberes
especificados funcionalmente, etc.; tal es la definición vulgar de la
democracia en la ciencia política, que postula decisiones políticas
individuales basadas en un conocimiento racional de los propios fines y
de la situación política fáctica.
Apéndice metodológico
 El enfoque ideal también destaca el concepto de que las
características complejas de un sistema total poseen una causa y
consecuencias sumamente multivariadas (esto constituye un
supuesto metodológico para guiar la investigación y no un punto
sustancial), en la medida en que las características (democracia,
burocracia y la urbanización) poseen algún grado de autonomía
dentro del sistema.
 El diagrama no esta concebido como un modelo completo de
las condiciones sociales generales asociadas a la aparición de la
democracia, sino una manera de esclarecer la cuestión
metodológica a que se refiere al carácter multivariable de las
relaciones dentro de un sistema social total.
 En consecuencia, en un sistema multivariable el foco puede
residir en cualquier elemento sin la implicación de llegar a una
teoría completa de las condiciones necesarias y suficientes de la
aparición de la democracia (sistema de clases abiertas) y sus
consecuencias (como la burocracia).
Apéndice metodológico.
 La paradoja (pág. 30) de que no siempre un nivel
muy alto de participación es bueno para la
democracia, la noción de que el extremismo solo
adquiere importancia en los países pobres (pág.
54) y especialmente donde la industrialización se
produce rápidamente (pág. 60) son ejemplos de
hallazgos firmemente establecidos. Pero además
el libro está repleto de observaciones, citas y
comentarios, adecuados para desencadenar
discusiones y reflexiones sobre temas
fundamentales. Y esa acción catalítica en el
pensamiento del lector es, a mi juicio, lo más
valioso de la obra.
3. Conflicto social, legitimidad y
democracia
 Legitimidad y democracia
 La estabilidad de cualquier democracia dada depende no solamente
del desarrollo económico, sino también de la eficacia y la legitimidad de su
sistema político. La eficacia significa verdadera actuación, el grado el que
el sistema satisface las funciones básicas de gobierno tales como las
consideran la mayoría de la población y grupos poderosos como los son
las altas finanzas o las fuerzas armadas.

 La legitimidad implica la capacidad del sistema para engendrar y


mantener la creencia de que las instituciones políticas existentes son las
más apropiadas para la sociedad.

 Hasta que punto los sistemas políticos democráticos contemporáneos


son legítimos, depende, en gran parte de las formas en que se resolvieron
los acontecimientos claves que dividieron históricamente la sociedad.

 Mientras que la eficacia es instrumental, la legitimidad es evaluativa.


Los grupos consideran un sistema político como legítimo o ilegítimo según
la manera en que sus valores concuerden con los propios.
Legitimidad y democracia
 La legitimidad, en y por si misma, puede estar asociada con
muchas formas de organización política, inclusive las
opresivas,

 Las sociedades feudales, antes de advenimiento del


industrialismo, gozaban de la lealtad básica de la mayoría
de sus miembros.

 Las crisis de la legitimidad constituyen fundamentalmente


un fenómeno histórico reciente, subsiguiente a la aparición
de profundas divergencias entre grupos que se hallan
capacitados, debido a la comunicación de masas, para
organizarse en torno de valores diferentes a los que
previamente eran considerados como los únicos aceptables.
Legitimidad y democracia
 Una crisis de legitimidad es una crisis de cambio
social. Por lo tanto deben buscarse sus raíces en
el carácter del cambio de la sociedad moderna.

 Las crisis de legitimidad ocurren durante una


transición hacia una nueva estructura social, si
 1) el status de las principales instituciones
conservadoras se halla amenazado durante el
período de cambio estructural.
 2) los principales grupos de la sociedad no tienen
acceso al sistema político en el período de
transición o por lo menos tan pronto como
desarrollan exigencias políticas.
Legitimidad y conflicto
 La amenaza constante de que los conflictos de grupos que
constituyen el nervio de la democracia puedan hacerse tan
consistentes como para amenazar con la desintegración de
la sociedad, es inherente a todos los sistemas
democráticos. En consecuencia, las condiciones que sirven
para moderar la intensidad de la lucha partidaria se
encuentran entre los requisitos clave del gobierno
democrático.

 Puesto que la existencia de un estado moderado de


conflicto es, en efecto, otra manera de definir una
democracia legitima, no es sorprendente que los principales
factores determinantes de estado tan favorable estén
estrechamente relacionados con los que producen
legitimidad, considerados en términos de continuidades de
símbolos y status.
Legitimidad y conflicto
 En los tiempos modernos surgieron tres (3) problemas
principales en las naciones occidentales: 1) el lugar de la
iglesia y/o varias religiones dentro de la nación; 2) la
admisión de los estratos inferiores particularmente los
obreros, en la “ciudadanía” política y económica completa,
mediante el sufragio universal y el derecho a los convenios
colectivos; y 3) el conflicto continuo por la distribución de
la renta nacional.
 La reducción de las tensiones, cada una a su tiempo,
contribuye a un sistema político estable. Los hombres y los
partidos llegan a diferir unos de otros, no simplemente en
las formas de plantear los problemas corrientes, sino en los
enfoques fundamentales y opuestos. Esto significa que
consideran la victoria política de sus adversarios como una
gran amenaza moral y, como resultado de ello, todo el
sistema carece de integración efectiva de valores.
Legitimidad y conflicto
 El lugar de la Iglesia en la sociedad fue resuelto en la
mayoría de las naciones protestante en los siglos XVIII y
XIX. En Estados Unidos, la Iglesia fue separad del Estado.
El problema de la ciudadanía también fue resuelto de varias
maneras. Los Estados Unidos y Gran Bretaña acordaron el
sufragio a los trabajadores en el siglo XIX. En países como
Suecia, que se resistieron hasta los comienzos del siglo X,
la lucha por la ciudadanía se combino con el socialismo,
como movimiento político, produciéndose de este modo un
socialismo revolucionario (no de reforma gradual).

 Las condiciones para un gobierno estable democrático se


relacionan con las bases de la diversidad. Cuando se
entremezcla un número de divergencias históricas y se crea
la base de la política ideológica, la democracia será
inestable y débil, puesto que por definición tal política no
incluye el concepto de tolerancia.
Legitimidad y conflicto
 Los partidos con tales ideologías totalitarias intentan crear lo que el
investigador germanoamericano de la política Sigmund Neumann ha llamado
ambiente “ integrado”, en el cual las vidas de los miembros están encerradas
dentro de actividades conectadas ideológicamente. Estas actividades se
basan en el supuesto del partido de que es importante aislar a sus
seguidores de las falsedades expresadas por lo no creyentes.

 Neumann sugirió la necesidad de una distinción analítica básica entre


partidos de representación, que fortifican la democracia (cuya función es
asegurarse votos en los periodos de elecciones), y los partidos de
integración, que la debilitan (se preocupan en moldear al mundo según su
filosofía básica). La situación austriaca ilustra la manera en que el proceso
electoral se frustra cuando cuando la mayoría del electorado queda
confinado dentro de los partidos de integración.

 Por eso Lipset dice en pág. 75: «Naturalmente, las iglesias católica y
calvinista holandesa no son «democráticas» en la esfera de la religión.
Insisten en que solo existe una verdad, del mismo modo que los comunistas
y fascistas lo hacen en política». Muchos problemas políticos que podrían ser
fácilmente zanjados se ven reforzados por los problemas religiosos, y no
pueden ser resueltos.
Sistema de gobierno
 Si las bases cruzadas de la divergencia
configuran una democracia más viva, se
desprende que, si los demás factores
permanecen constantes, los sistemas
bipartidarios son mejores que los
multipartidarios, que la elección de
funcionarios sobre una base territorial es
preferible a la representación proporcional,
y el federalismo es superior al Estado
unitario. Por supuesto, ha habido y existen
democracias estables con sistemas
multipartitidarios, representación
proporcional y un Estado unitario.
Sistema de gobierno
 El argumento a favor del sistema bipartidarios descansa en el
supuesto de que, en una sociedad compleja, los partidos deben
ser necesariamente amplias coaliciones que no sirvan a los
intereses de un grupo mayoritario, y no deben ser partidos de
integración, sino que deben tratar de ganar apoyo entre los grupos
que predominantemente son aliados del partido de la oposición..
Los partidos: Conservador británico o Republicano de los Estados
Unidos, por ejemplo, no deben contender básicamente con los
obreros manuales, ya que una gran parte de sus votos deben
provenir de ellos. Los `partidos. Demócratas y Laborista se
enfrentan con un problema similar con respecto a las clases
medias.
 Los partidos que nunca se orientan hacia la obtención de una
mayoría tratan de ganar el mayor apoyo electoral posible partiendo
de una base estrecha: un partido “de los trabajadores acentuará
los intereses de la clase trabajadora. Para estos partidos
fragmentarios, las elecciones, en lugar de constituir ocasiones para
la busca de la base de apoyo lo más amplia posible por medio del
convencimiento de grupos divergentes pero que poseen intereses
comunes.
Sistema de gobierno
 La proposición de que la representación
proporcional más bien debilita que
fortifica la democracia descansa sobre el
análisis de las diferencias entre la
situación multipartidaria y la de partido
mayoritario. Si es cierto, como se sugirió
anteriormente, que la existencia de
muchos partidos acentúa las diferencias y
reduce el consenso, en tal caso, cualquier
sistema electoral que aumente la
posibilidad de que haya más partidos, en
lugar de menos, sirve malamente a la
democracia.
Sistema de gobierno
 El federalismo aumenta las oportunidades de
múltiples fuentes de desavenencia al agregar
intereses y valores regionales a los otros que
atraviesan la estructura social. notable
excepción: cuando el federalismo divide a un país
por la demarcación de la diferencia básica: por
ejemplo, entre diferentes áreas étnicas, religiosas
lingüísticas, como sucede en la India y en
Canadá.
 Lipset destaca que no considera esos
aspectos de la estructura política como esenciales
para los sistemas democráticos.
Retos contemporáneos:
comunismo y nacionalismo
 Con relación a la izquierda, derecha. Como muchos autores siguen considerando que
estos rótulos son fundamentales en política, conviene echar un vistazo panorámico a
lo que dice Lipset a ese respecto: el rasgo característico de las democracias
occidentales estables de mediados del siglo XX es que se hallan en una fase de de
“postpolítica”, es decir, existe relativamente poca diferencia entre la izquierda y la
derecha democrática; los socialistas son moderados, y los conservadores aceptan el
Estado de prosperidad (pág. 80). Esta situación refleja el hecho de que en estos
países los trabajadores han ganado su lucha por la ciudadanía completa.

 Los representantes de los estratos inferiores forman parte actualmente de los grupos
gobernantes, y son miembros de las asociaciones. La conclusión básica de la
revolución industrial, la incorporación de los trabajadores al cuerpo político legítimo,
ha sido establecida.

 La actual conclusión interna clave son los convenios colectivos a pesar de las
diferencias en la división de la producción total dentro del marco de un Estado de
prosperidad keynesiana, y tales conclusiones no requieren ni precipitan ningún tipo
de extremismo. Sin embargo, aunque la clase obrera de las democracias
occidentales está incorporada a la sociedad, todavía posee predisposiciones
autoritarias que, bajo ciertas condiciones parecen apoyar los movimientos políticos y
religiosos extremistas. Los orígenes de estas predisposiciones se tratan en el capítulo
4.
Retos contemporáneos:
comunismo y nacionalismo
 En la mayor parte de Europa latina y oriental, la lucha por
la integración de la clase obrera dentro del cuerpo político
no se planteó antes de que los comunistas aparecieran en
escena, y éste hecho cambió drásticamente el juego
político. Los comunistas (que tienen la creencia que no
pueden asegurar sus propósitos por medios democráticos)
no pudieron ser absorbidos por el sistema, de la manera en
que lo fueron los socialistas.
 América Latina, económicamente desarrollada como Asia,
está políticamente más cerca de la Europa del siglo pasado
(XIX). La mayoría de los países latinoamericanos se
transformó en Estados independientes antes de la aparición
de la industrialización y de las ideologías marxistas, y de
esta manera contienen reductos de conservadurismo
tradicional. El sector rural es a menudo apolítico o
tradicional, y los movimientos izquierdistas se aseguran
apoyo fundamentalmente en el proletariado industrial.
4. Autoritarismo de la clase
obrera
 La verificación gradual de que en la sociedad
moderna es más posible que los movimientos
extremistas e intolerantes se hallen basados en
las clases inferiores que en las clases medias y
superiores ha planteado un dilema trágico a
aquellos intelectuales de la izquierda
democrática, que en su oportunidad consideraron
que el proletariado era necesariamente una
fuerza de libertad, igualdad racial y progreso
social. Los ejemplos de los sindicatos nazis, así
como los de Salazar y Perón …han convencido
finalmente de esto aun a aquellos que se resistían
a admitirlo, sobre la única base de la
degeneración totalitaria del comunismo.
4. Autoritarismo de la clase
obrera
 Ofrece en detalle la perspectiva de “Len” a modo de preludio de un
examen analítico de los elementos autoritarios de la situación de la clase
baja en la sociedad moderna.
 «Tales demostraciones, asombrosamente manifiestas del prejuicio étnico
de la clase obrera y de su apoyo a los movimientos políticos totalitarios,
fueron parangonadas en estudios realizados sobre la opinión pública, la
religión, las normas familiares y la estructura de la personalidad.

 Muchos de estos estudios sugieren que la manera de vivir de la clase baja


produce individuos con enfoques rígidos e intolerantes en lo que respecta a
la política.» «(...)

 En algunas naciones los grupos trabajadores se han señalado como el


sector más nacionalista de la población. En algunas se colocaron en
primera línea en la lucha contra la consecución de derechos iguales para
los grupos minoritarios, y trataron de limitar la inmigración o de imponer
normas raciales en países de inmigración abierta» (pág. 85).

 La evidencia como la teoría sugiere que los estratos inferiores son


relativamente más autoritarios
La democracia de las clases
bajas
 Los estratos más pobres son en todas partes más liberales o izquierdistas
en cuestiones económicas; favorecen las medidas estatales por un mayor
bienestar, por mayores salarios, impuestos proporcionales a los ingresos,
apoyo a los sindicatos. Pero cuando el liberalismo es definido en términos
no económico, como apoyo a las libertades , internacionalismo, etc.,la
correlación se invierte. Los más acomodaos son más liberales , los más
pobres son más intolerantes.

 Esta descripción se opone a la creencia marxista acerca de que la «clase


obrera» tenga alguna misión o destino especial, que beneficiaría a toda la
Humanidad. «Los estratos más pobres son en todas partes más liberales o
izquierdistas en cuestiones económicas; favorecen medidas estatales por
un mayor bienestar, por mayores salarios, impuestos proporcionales a los
ingresos, apoyo a los sindicatos, etc. Pero cuando el liberalismo es definido
en términos no económicos, como apoyo a las libertades,
internacionalismo, &c., la correlación se invierte. Los más acomodados son
más liberales, los más pobres son los más intolerantes» (pág. 88).
La democracia de las clases
bajas
 Algunos considerarán cínica la renuncia a la socialización de
la industria. Pero tal vez ese político haya comprendido que
funciona mejor en manos privadas. Lo compara con los
objetivos del movimiento cristiano, lo que, además de
señalar la naturaleza religiosa de la ideología, muestra que
toda ideología necesita mitos. Estas ideas provienen de
Sorel (1907) le influyeron profundamente en el fascismo y
en el comunismo. (ref. 10)(pág. 89):

 «Sorel es consciente de la analogía entre «el socialismo


revolucionario así concebido y la religión»; y en pág. 93:
«Sorel aprendió de Le Bon que la «muchedumbre» es
fundamentalmente conservadora...» «Motor intelectual,
emocional y psicológico de un marxismo reformado y
heroico, la teoría de los mitos encuentra su expresión
concreta en la violencia proletaria».
Las religiones extremistas y las
clases bajas
 Ciertamente, los partidos que ofrecen un futuro maravilloso, solo
requieren fe, ya que sus utopías son religiones. En cuanto al odio,
recuerda palabras de Hitler (ref. 8, pág. 70): «Sobre todo»,
manifestó {en 1926 ante el Hamburger Nationalklub} «uno tiene
que desechar la idea de que se puede satisfacer a las masas con
conceptos ideológicos. La comprensión constituye una plataforma
poco firme para las masas. La única emoción estable es el odio».
 Política y religión
 «Y tal como la de los comunistas, su organización {Testigos de
Jehová} es jerárquica y altamente autoritaria (...)» «En un cierto
número de países se han observado conexiones directas entre las
raíces sociales del extremismo político y religioso. En la Rusia
zarista, el joven Trotsky reconoció la relación y reclutó con éxito a
los primeros miembros de la clase trabajadora del Sindicato de los
Trabajadores del Sur de Rusia (organización marxista
revolucionaria algo anterior a 1900) entre los miembros de sectas
religiosas» (pág. 93).
La situación social de las clases
bajas
 Los partidos extremistas pretenden cambiar
radicalmente a la sociedad y al hombre (crear un
«Hombre Nuevo», objetivo tanto de comunistas
como de nazis). Son partículas componentes de
la antigua corriente milenarista. El milenarismo
(ref. 9) arranca desde los Apocalipsis, las
fantasías de Lactancio (s. IV), emergiendo luego
con Tanchelmo (1112) y muy especialmente
Joaquín de Fiore (1145-1202): «el inventor del
nuevo sistema profético, el cual iba a ser el que
mayor influencia ejercería en Europa hasta la
aparición del marxismo» (pág. 97).
La situación social de las clases
bajas
 Y en pág. 108: «En su exégesis de las Escrituras, Joaquín
de Fiore elaboró una interpretación de la historia como un
ascenso en tres edades sucesivas (...).» «A largo plazo, la
influencia indirecta de las especulaciones de Joaquín de
Fiore pueden detectarse hasta el presente (...) por
ejemplo, en las teorías de la evolución histórica expuesta
por los filósofos idealistas alemanes –Lessing, Schelling,
Fichte y en cierta medida Hegel–; en la idea de Augusto
Comte sobre la historia como un ascenso de la fase
teológica, a través de la metafísica, hasta la fase científica;
y también a dialéctica marxista de las tres etapas del
comunismo primitivo , la sociedad de clases y el
comunismo final que ha de ser el reino de la libertad y en
el que desaparecerá el Estado.
La situación social de las clases
bajas
 Muchos elementos contribuyen a la predisposición
autoritaria en los individuos de la clase baja. Algunos de los
más importantes son. Una instrucción insuficiente, poca
participación en las organizaciones políticas o voluntarias
de cualquier tipo, pocas lecturas, ocupaciones aisladas,
inseguridad económica y normas familiares autoritarias.
 Estos elementos están relacionados entre sí, pero no son
idénticos.
 Y no es menos cierto –aunque sí paradójico– que la frase «El
Tercer Reich», acuñada por primera vez en 1923 por el publicista
Moeller van den Bruck y después adoptada como el nombre de
aquel «nuevo orden» que se suponía iba a durar mil años, hubiera
tenido poca importancia emocional si la fantasía de una tercera y
más gloriosa dispensación no hubiera, durante siglos, penetrado
en el bagaje común de la mitología europea».
Perspectivas de las clases bajas
 La aceptación de las normas de la democracia exige un alto nivel
de refinamiento y de seguridad del yo. Cuanto menos sofisticado y
estable sea un individuo tanto más es posible que no llegue a
comprender la tolerancia subyacente racional de aquellos con
quienes no está de acuerdo, y que halle dificultad en comprender
o tolerar una imagen gradual del cambio político.
 Algunos estudios que enfocan la vida y la cultura de la
clase trabajadora han puesto de relieve los componentes
diferentes de una perspectiva no sofisticada: una gran
sugestionabilidad, la ausencia de un sentido del pasado y del
futuro (una falta de perspectiva amplia), incapacidad de abarcar
un punto de vista complejo, mayor dificultad para abstraer a
partir de la experiencia concreta y falta de imaginación (“acción
repetida” interior de la experiencia concreta.
 Cada uno de ellos fue destacado como características de un
status bajo,
 Todas estas cualidades forman parte de las complejas bases
psicológicas del autoritarismo
Estructura de un individuo
autoritario
 En resumen, es posible que el individuo de la clase baja haya estado
expuesto al castigo, a la falta de amor y a una atmósfera general de
tensión y agresión desde su primera infancia
 Su formación educacional es menor que la de las personas que poseen un
status socioeconómico más alto. Al abandonar los estudios relativamente
pronto no consiguen estimular sus intereses intelectuales.
 Desde su primera infancia ha buscado gratificaciones inmediatas en lugar
de emprender actividades que habrían reportado recompensas a largo
plazo..
 Todas estas características producen una tendencia a afrontar la
política y las relaciones personales en término de blanco y negro, un deseo
de acción inmediata, una impaciencia en la conversación y la discusión una
carencia de interés por las organizaciones que posean una perspectiva a
largo plazo y una disposición a seguir a los lideres que ofrezcan una
interpretación demoníaca de las fuerzas del mal (tanto las religiosas como
las políticas) que conspiran contra él
 Estos factores pueden bajo cierta condiciones predisponer a los individuos
a apoyar los movimientos extremistas, asimismo, pueden ocasionar una
retirada total de la actividad y preocupación política bajo otras
condiciones
El extremismo como alternativa:
la prueba de una hipótesis
 La propuesta de que la falta de un marco de referencia rico
y complejo constituye la variable esencial que conecta el
status bajo con una predisposición hacia el extremismo no
sugiere necesariamente que los estratos bajos sea
autoritarios; implica que, a igualdad se otros factores,
escogerán la alternativa menos compleja.
 En efecto, es el caso en lugares en que el Partido
Comunista es un pequeño partido (electoralmente
insignificante) que compite contra un gran partido
reformista (Partido laborista británico, o el New Deal
norteamericano), como en Inglaterra, los Estados unidos,
Suecia, noruega, India y otros países. Estos últimos
partidos representan una forma más simple y aseguran una
reparación de injusticias o un mejoramiento de de
condiciones sociales
Modelos históricos y
acción democrática
 A pesar de las tendencias profundamente antidemocráticas de los grupos
de la clase baja, las organizaciones y los movimientos políticos de los
trabajadores en los países democráticos más industrializados han
apoyado tanto el progresismo económico como el político. Las
organizaciones obreras, los sindicatos y los partidos políticos
desempeñaron un papel importante en la extensión de la democracia
política en el siglo XIX y a comienzos del siglo XX.
 Sin embargo, estas luchas por la obtención de la libertad política por
parte de los trabajadores, como las de la clase media que les precedieron
tuvieron lugar en el contexto de una lucha por la obtención de derechos
económicos.
 La libertad de asociación y de expresión, junto con el sufragio universal,
fueron armas necesarias en la batalla por un mejor nivel de vida, por la
seguridad social, por un horario se trabajo más corto, etc. Las clases
superiores se resistieron a la extensión de la libertad política, como parte
de su defensa de los privilegios económicos y sociales.
 La democracia social organizada defiende las libertades civiles, el
sufragio universal, la libertad de organización y de oposición las cuales
influyen sobre sus partidarios
Modelos históricos y
acción democrática
 «La doctrina de Calvino de la predeterminación, como lo señala
Tawney, representó la misma función para la burguesía del siglo
XVIII que la teoría de Marx de la inevitabilidad del socialismo para
el proletariado del siglo XIX. Ambos «asentaron su virtud, lo
mejor posible, en aguda antítesis con los vicios del orden
establecido, lo peor posible, enseñaron a sus adeptos a sentir que
constituían un pueblo elegido, los hicieron conscientes de su gran
destino en lo providencial y resueltos a realizarlo» (pág. 109, nota
72).
 La necesidad de cohesión interna ante el temor y la desconfianza
paranoica en «los de fuera», es la base del nacionalismo y de la
creencia en ser «el pueblo elegido». «El ejemplo clásico de un
partido fascista revolucionario, lo constituye, por supuesto, el
partido nacionalsocialista de los trabajadores, dirigido por Adolf
Hitler. Para los estudiosos marxistas, ese partido representaba la
última etapa del capitalismo, que ganó el poder con el objeto de
mantener las instituciones tambaleantes del capitalismo» (pág.
120).
5. Fascismo: izquierda, derecha
y centro
 El fascismo y la clase media
 Parece dar por sentado que «fascista» y «nazi» son lo
mismo. Ambos tenían un führer, eran nacionalistas y
empleaban la violencia. Pero la violencia nazi era
enormemente mayor que la fascista. Y el nazismo era
racista, a diferencia del fascismo. Mucho más similar al
nazismo era el comunismo, que utilizaba aún mayor nivel
de violencia y exterminó a millones de personas, entre ellos
los kulaks. Los marxistas, con su obsesión por la visión
clasista, no pudieron encontrar una explicación teórica del
nazismo y en la práctica ayudaron a su crecimiento. «(...)
varios marxistas han intentado demostrar que el
movimiento {nazi}fue desde el comienzo «alentado,
nutrido, mantenido y subvencionado por la gran burguesía,
por los grandes hacendados financieros e industriales
{Palme Dutt}. Los estudios más recientes sugieren que la
verdad es lo contrario» (pág. 128).
Alemania
 El ejemplo clásico de un partido fascista revolucionario lo constituye, por
supuesto, el Partido Obrero Nacionalsocialista Alemán o partido nazi,
dirigido por Adolf Hitler. Para los estudiosos marxistas, ese partido
representaba la última etapa del capitalismo, que ganó el poder con el
objeto de mantener las instituciones tambaleantes del capitalismo. Ya que
los nazis tomaron el poder (desde 1933) con anterioridad a la existencia
de encuesta de la opinión publica, Lipset se remite a los registros de los
votos totales, para ubicar su apoyo social.
 El fascismo clásico se dirige a los mismos elementos que apoyan el
liberalismo, entonces los anteriores partidarios de éste último habrían
proporcionado apoyo a los nazis. Así pareciera confirma el cuadro 1 de
pág 121 de una estadística electoral del Reich alemán entre 1928 y 1933.
 Al surgir el nazismo, los partidos centristas burgueses y liberales,
apoyados en los elementos menos tradicionalistas de la sociedad alemana
- pequeños comerciantes y trabajadores de oficina – se desmoronaron
totalmente. Entre 1928 y1932, estos partidos perdieron aproximadamente
el 80% de su electorado. El único partido centrista que mantuvo el apoyo
de los votantes en forma proporcionada fue el Partido Católico del Centro.
Los partidos marxistas, los socialistas y los comunistas perdieron una
décima parte de su electorado.
Alemania
 Un examen de los cambios acaecido entre los partidos no marxistas sugiere que los
nazis se impusieron más ampliamente entre los partidos liberales de la clase media,
que eran los anteriores baluartes de la República de Weimar (En noviembre de
1918 el emperador Guillermo II, falto de apoyo, tuvo que abdicar; de inmediato, se
proclamó la República. La nueva república alemana, que se conocía con el nombre de
República de Weimar porque la constitución se aprobó en esta ciudad).
 Entre estos partidos, el que retrocedió más considerablemente fue el
Wirtschafspartei, que representaba a los pequeños comerciantes y artesanos. El
opositor de de Weiman, nacionalista del ala derecha, el Partido Nacional Alemán del
Pueblo (DNVP) (que tuvo más apoyo femenino que cualquier otro partido con
excepción del Partido Católico del centro), fue el único de los partidos no marxista y
no católico que retuvo mas de la mitad de la proporción que en 1928 tenía el
electorado total.
 Los datos sugieren que los nazis debilitaron más a los conservadores en aquellas
zonas (de la frontera oriental de Alemania) en que el nacionalismo constituía su
mayor fuente de poder. Mientras que los conservadores retuvieron la mayoría de sus
votantes en regiones que no habían sufrido por las anexiones impuesta por Versalles.
 Además de los partidos liberales, existía otro grupo de partidos alemanes,
apoyados en el Mittel-stand, cuyos partidarios se pasaron casi en masa a los nazis;
eran llamados “federalistas” o partidos de autonomía regional (se oponían a la
unificación de Alemania)
Alemania
 El atractivo que tenían los nazis para aquellos elementos de la sociedad alemana que se hallaban
resentidos por el poder y cultura de las grandes ciudades se refleja también en el éxito de los nazis
obtuviera en las pequeñas comunidades. Tras el crac de 1929. Los capitalistas norteamericanos
repatriaron el capital invertido en Alemania, lo cual ocasionó la quiebra de muchas empresas
alemanas, y por consiguiente, la aparición de un amplio número de parados. Hitler supo
aprovecharse del descontento popular.
 En resumen, el votante nazi típico ideal de 1932, estaba constituido por un protestante,
trabajados independiente de la clase media, que vivía en una granja o en una pequeña comunidad,
y que había votado anteriormente por un partido político centrista o regionalista, que se oponía
fuertemente al poder e influencia de las grandes empresas y de los grandes sindicatos

 Observaciones sobre los alemanes no votantes .


 Quizá el argumento más importante contra la tesis de que el nazismo se desarrolló como
movimiento de la pequeña burguesía liberal (como varios marxistas han intentado demostrar)
consistió en la indicación de los datos de votos del gran avance del poderío nazi residía en los
anteriores no votantes entre las dos elecciones, hecho que condujo a la conclusión de que el gran
avance de los nazis provenía de los tradicionalmente apáticos y de los jóvenes que votaban por
primera vez.
 Esta tesis pone en tela de juicio el análisis de clases que se ha hecho sobre el nazismo y
contradice las generalizaciones acerca del crecimiento de nuevos movimientos sociales, que fueron
presentadas en la exposición acerca del autoritarismo de la clase trabajadora.
 Ese análisis sugería que los sectores más olvidados y apáticos (personas inseguras, ignorantes) de
la población pueden ser ganados para la acción política por los partidos extremistas y autoritarios,
solamente después de que tales partidos se hayan convertido en movimientos importantes, y no
mientras se encuentren en su periodo temprano de aparición
Austria
 En 1918, tras la derrota en la Gran Guerra y la desmembración del
Imperio, se crea la República de Austria Alemana que abarcaba
todas las regiones de lengua alemana, siendo modificada por los
vencedores de la I Guerra Mundial en el Tratado de Saint-Germain-
en-Laye y convirtiéndose en la República de Austria, que abarcaba
solo la mitad de la población germánica, una república
parlamentaria, que tuvo una vida caracterizada por la permanente
crisis económica, política y social. En 1934, el canciller Engelbert
Dollfuss estableció una dictadura conservadora, el Austrofascismo,
que no pudo hacer frente al empuje anexionista de la Alemania
nazi.
 Austria fue anexionada por el III Reich en 1938 (el Anschluss)
pasando a ser el Ostmark dentro de la Alemania Nazi. Tras la
derrota de los Nazis, las fuerzas aliadas ocuparon Austria al final
de la Segunda Guerra Mundial hasta 1955, año en que el país
volvió a ser plenamente independiente con la condición de que
permaneciera neutral. Tras el colapso del comunismo en la Europa
del Este, Austria incrementó su participación en los asuntos
europeos. En 1995 se convirtió en miembro de la Unión Europea y
en 1999 adoptó el sistema monetario europeo.
Italia
 Resulta difícil analizar la historia política italiana en términos de los tres (3) tipos de
política antidemocrática, debido a la manera especial en que el fascismo llegó
originariamente al poder (en 192, la Marcha sobre Roma (octubre de 1922), que
consistió en la llegada a esta ciudad de miles de fascistas procedentes de todos los
rincones del país. El rey, impresionado por la fuerza del fascismo, nombró a
Mussolini jefe de gobierno. En calidad de movimiento, se inició como partido
neosocialista, quizá más dentro de la tradición del peronismo, pero conducido por un
gran oportunista, aprovechó todas las ocasiones que se le presentaron para
asegurarse el apoyo de los diversos estratos sociales. Pareció que su ideología iba
dirigida hacia las clases medias anticlericales, pero desde 1929 se avino con el
Vaticano y firmó el primer concordato de la historia de la Italia unificada.
 Durante el período en que detentó el poder, el fascismo italiano representó una
coalición entre el tradicionalismo antidemocrático y el autoritarismo populista de la
clase media, dirigida contra los sectores revolucionarios izquierdistas de las
poblaciones urbanas y rurales (del valle del río Po, evocado como “la cuna del
movimiento fascista”
 Los dos componentes de la coalición fascista se separaron durante la guerra, el
sector más conservador concluyó la paz con las potencias occidentales, y la parte
más genuinamente fascista luchando como aliada de los nazis. Después que terminó
la guerra, continuaron actuando en la política italiana dos (2) movimientos no
marxistas: los monárquicos (de una mejor posición económica, mayores y religiosos
y de sexo femenino) y los neofascistas (el Movimiento Sociale Italiano MSI) con
ideología de extremismo del ala derecha y de los centristas. Estos partidos difieren
uno de otro de una manera comparable a las diferencias existentes entre los
gaullistas y los poujadista, o entre la derecha alemana y los nazis.
Francia
 Con anterioridad a la sublevación argelina de mayo de 1958, la Francia de posguerra
había presenciado el desarrollo de dos (2) movimientos relativamente amplios, cada
uno de los cuales fue rotulado como fascista por sus opositores – el Rassemblement
du Peuple Français RPF, gaullista y la Union de Défense des Commerçants et
Artisans UDCA, conocido más generalmente como movimiento poujudista.
 Cuando los poujudistas obtuvieron un gran margen (alrededor del 10%) en las
elecciones de 1956 y reemplazaron temporalmente a los gaullistas en su carácter de
principales enemigos “derechistas” de de la República, éste hecho sugirió a algunos
observadores que Poujade había heredado el apoyo que De Gaulle había perdido
cunado disolvió el RPF y se retiró a Colombey-les-deux-Eglises para esperar ser
vuelto a llamar por el pueblo francés.
 Sin embargo, las ideologías de ambos caudillos y sus movimientos eran
sumamente divergentes. De Gaulle era un conservador clásico (identificado con la
monarquía y la Iglesia), creía en las realidades tradicionales del derecho francés.
Abogaba por un régimen conservador estable y poder ejecutivo poderoso. En su
llamamiento para la reconstrucción de Francia, De Gaulle nunca enfrentó lo
intereses de una clase con otra; ni él ni su movimiento trataron nunca de ganar el
apoyo de las clases medias mediante la idea de que sus intereses estaban
amenazados por las grandes empresas y los bancos, o por los sindicatos. Más bien
De Gaulle se identificaba a sí mismo con todo lo que hizo progresar a Francia como
nación.
Francia
 Con anterioridad a la sublevación argelina de mayo de 1958, la Francia de posguerra
había presenciado el desarrollo de dos (2) movimientos relativamente amplios, cada
uno de los cuales fue rotulado como fascista por sus opositores – el Rassemblement
du Peuple Français RPF, gaullista y la Union de Défense des Commerçants et
Artisans UDCA, conocido más generalmente como movimiento poujudista.
 Cuando los poujudistas obtuvieron un gran margen (alrededor del 10%) en las
elecciones de 1956 y reemplazaron temporalmente a los gaullistas en su carácter de
principales enemigos “derechistas” de de la República, éste hecho sugirió a algunos
observadores que Poujade había heredado el apoyo que De Gaulle había perdido
cunado disolvió el RPF y se retiró a Colombey-les-deux-Eglises para esperar ser
vuelto a llamar por el pueblo francés.
 Sin embargo, las ideologías de ambos caudillos y sus movimientos eran
sumamente divergentes. De Gaulle era un conservador clásico (identificado con la
monarquía y la Iglesia), creía en las realidades tradicionales del derecho francés.
Abogaba por un régimen conservador estable y poder ejecutivo poderoso. En su
llamamiento para la reconstrucción de Francia, De Gaulle nunca enfrentó lo
intereses de una clase con otra; ni él ni su movimiento trataron nunca de ganar el
apoyo de las clases medias mediante la idea de que sus intereses estaban
amenazados por las grandes empresas y los bancos, o por los sindicatos. Más bien
De Gaulle se identificaba a sí mismo con todo lo que hizo progresar a Francia como
nación.
Francia
 De acuerdo a las encuestas (pág. 142), los
caracteres ideológicos del gaullismo y del
poujudismo y los atributos sociales de sus
partidarios indican que la diferenciación entre el
autoritarismo conservador (de derecha) y el
liberal (centrista), que ayudan a explicar los
orígenes sociales del nazismo, es también útil
para la interpretación de la política francesa de
posguerra. Pero los estratos conservadores y
liberales dieron lugar a grandes movimientos
sociales que censuraban al régimen
parlamentario de la Cuarta República, y que eran
antimarxistas y extremadamente nacionalistas.
Pero el uno fue básicamente conservador, y el
otro, revolucionario en el sentido populista.
Italia
 Resulta difícil analizar la historia política italiana en términos de los tres (3) tipos de
política antidemocrática, debido a la manera especial en que el fascismo llegó
originariamente al poder (en 192, la Marcha sobre Roma (octubre de 1922), que
consistió en la llegada a esta ciudad de miles de fascistas procedentes de todos los
rincones del país. El rey, impresionado por la fuerza del fascismo, nombró a
Mussolini jefe de gobierno. En calidad de movimiento, se inició como partido
neosocialista, quizá más dentro de la tradición del peronismo, pero conducido por un
gran oportunista, aprovechó todas las ocasiones que se le presentaron para
asegurarse el apoyo de los diversos estratos sociales. Pareció que su ideología iba
dirigida hacia las clases medias anticlericales, pero desde 1929 se avino con el
Vaticano y firmó el primer concordato de la historia de la Italia unificada.
 Durante el período en que detentó el poder, el fascismo italiano representó
una coalición entre el tradicionalismo antidemocrático y el autoritarismo populista de
la clase media, dirigida contra los sectores revolucionarios izquierdistas de las
poblaciones urbanas y rurales (del valle del río Po, evocado como “la cuna del
movimiento fascista”
 Los dos componentes de la coalición fascista se separaron durante la guerra,
el sector más conservador concluyó la paz con las potencias occidentales, y la parte
más genuinamente fascista luchando como aliada de los nazis. Después que terminó
la guerra, continuaron actuando en la política italiana dos (2) movimientos no
marxistas: los monárquicos (de una mejor posición económica, mayores y religiosos
y de sexo femenino) y los neofascistas (el Movimiento Sociale Italiano MSI) con
ideología de extremismo del ala derecha y de los centristas. Estos partidos difieren
uno de otro de una manera comparable a las diferencias existentes entre los
gaullistas y los poujadista, o entre la derecha alemana y los nazis.
Los Estados Unidos: el
maccarthismo como extremismo
populistas
 En los Estados Unidos existió también la tradición de un fuerte
movimiento liberal destinado a proteger la posición social y
económica del pequeño agricultor independiente o del
comerciante urbano, que constituyen históricamente una parte de
la izquierda democrática.

 Una expresión reciente del extremismo populista en los


Estados Unidos la constituyó el macarthismo. El senador Joseph
McCarthy no poseía partido, ni siquiera organización, pero
durante algunos años (1950 a 1956) organizó la escena política
norteamericana, denunciando (listas negras contra personas
sospechosas de «comunismo») a las fuerzas de la izquierda – los
demócratas del New Deal (Nuevo trato, Roosevelt 1933) – como
traidores o cómplices de traidores, respaldados por el enemigo
tradicional del populismo, la clase alta del este del país.
Los Estados Unidos: el
maccarthismo como extremismo
populistas
 Al igual que el poujadismo (1953, extrema derecha, movimiento político y
sindical en Francia), el macarthismo y el liberalismo (sistema filosófico,
político y económico; desarrolla libertades individuales en un Estado de
derecho para lograr el progreso) del siglo XIX, constituyen
fundamentalmente las reacciones de los pequeños comerciantes.

 Pero mientras McCarthy se atraía a los partidarios tradicionales del


populismo norteamericano, los principales defensores del orden
establecido se unieron finalmente para derrotarlo (denunciaron el proceso
como una "caza de brujas" y llevó al destacado dramaturgo Arthur Miller
a escribir su famosa obra Las brujas de Salem (1953). Como se ha
tratado de indicar, el conservadurismo norteamericano y las grandes
empresas (trusts, ferrocarriles y bancos) resistieron a McCarthy

 Por extensión, el término se aplica a veces de forma genérica para


aquellas situaciones donde se acusa a un gobierno de perseguir a los
oponentes políticos o no respetar los derechos civiles en nombre de la
seguridad nacional.
Los Estados Unidos: el
maccarthismo como extremismo
populistas
 Lipset en pág. 146 opina: al tratar de los cinco (5) movimientos
nacionales del macarthismo y del poujadismo en la misma sección
con el fascismo italiano y con el nazismo alemán y austriaco no se
pretende sugerir que esos movimientos se habrían convertido en
dictaduras ni sus jefes hubieran alcanzado el poder.

 Lo que si se sugiere es que estos movimientos, al igual que los


otros movimientos que se dirigen a las clases medias
independientes urbanas y rurales, eran en gran parte producto de
las frustraciones insolubles de los que se sienten arrancados de
las tendencias fundamentales de la sociedad moderna, es decir,
de cuando en cuando, y de acuerdo con varios factores históricos
específicos, su descontento los lleva a aceptar diversas ideologías
irracionales de protesta – regionalismo, racismo,
supernacionalismo, anticosmopolitismo, macarthismo, fascismo.
Peronismo. El fascismo de la
clase baja
 El tercer tipo de movimiento social que fue descrito a menudo como fascista es el
peronismo, movimiento e ideología que se constituyó en torno a Juan Domingo Perón
(*Lobos, Argentina, 8 de octubre de 1895 – †Olivos, 1 de julio de 1974), Presidente
de la Nación Argentina en tres ocasiones desde 1946 hasta 1955. A diferencia de las
tendencias antidemocráticas del ala derecha, que se apoyaban en los estratos más
acomodados y tradicionalistas, y de aquellas tendencias llamadas fascismo
“verdadero” – autoritarismo centrista apoyado en las clases medias liberales,
fundamentalmente los trabajadores independientes -, el peronismo, como los
partidos marxistas, se orientó hacia las clases más pobres, principalmente los
trabajadores urbanos y la población rural más empobrecida.

 El peronismo posee una ideología del Estado fuerte, totalmente similar a la


abogada por Mussolini. Posee un fuerte contenido populista antiparlamentario,
destacando que el poder del partido y el dirigente se derivan directamente del pueblo
y que el parlamentarismo se convierte en gobiernote políticos incompetentes y
corrompidos. Comparte con el autoritarismo del ala derecha y centrista una fuerte
inclinación nacionalista y atribuye muchas de las dificultades a las que se enfrenta el
país a los extranjeros – los financieros internacionales y otros-; y, al igual que las
otras dos formas de extremismo, glorifica la posición de las fuerzas armadas.

 Sin embargo, el peronismo se diferencia de los otros movimientos en su


orientación positiva con respecto a los obreros, los sindicatos y la lucha de clases.
Peronismo.
El fascismo de la clase baja
 El tercer tipo de movimiento social que fue descrito a
menudo como fascista es el peronismo, movimiento e
ideología que se constituyó en torno a Juan Domingo Perón
(*Lobos, Argentina, 8 de octubre de 1895 – †Olivos, 1 de
julio de 1974), Presidente de la Nación Argentina en tres
ocasiones desde 1946 hasta 1955. A diferencia de las
tendencias antidemocráticas del ala derecha, que se
apoyaban en los estratos más acomodados y
tradicionalistas, y de aquellas tendencias llamadas fascismo
“verdadero” – autoritarismo centrista apoyado en las clases
medias liberales, fundamentalmente los trabajadores
independientes -, el peronismo, como los partidos
marxistas, se orientó hacia las clases más pobres,
principalmente los trabajadores urbanos y la población
rural más empobrecida.
Peronismo.
El fascismo de la clase baja
 El peronismo posee una ideología del Estado fuerte,
totalmente similar a la abogada por Mussolini. Posee un
fuerte contenido populista antiparlamentario, destacando
que el poder del partido y el dirigente se derivan
directamente del pueblo y que el parlamentarismo se
convierte en gobiernote políticos incompetentes y
corrompidos.
 Comparte con el autoritarismo del ala derecha y centrista
una fuerte inclinación nacionalista y atribuye muchas de las
dificultades a las que se enfrenta el país a los extranjeros –
los financieros internacionales y otros-; y, al igual que las
otras dos formas de extremismo, glorifica la posición de las
fuerzas armadas.

 Sin embargo, el peronismo se diferencia de los otros


movimientos en su orientación positiva con respecto a los
obreros, los sindicatos y la lucha de clases.
Las bases sociales del fascismo
 Es curioso el reconocer derecha e izquierda en los
extremismos y al mismo tiempo, como se observa,
reconocer que prácticamente no hay diferencias entre
ambas (y un paso más llevaría a afirmar que no son
conceptos políticos). Se quisiera destacar el concepto de
«bases sociales» (de las ideologías, grupos y partidos)
porque luego muestra lo dudoso del mismo: «Si se
considera el peronismo como una variante del fascismo, es,
en ese caso, un fascismo de izquierda, porque se apoya en
los estratos sociales que de otra manera se volcarían al
socialismo o al comunismo, como válvula de escape de sus
frustraciones.» «(...) Los políticos, del mismo modo que los
eruditos, han considerado estos movimientos como
representación de los extremos del espectro político, y
califican, por lo tanto, al comunismo como la extrema
izquierda, y al fascismo como la extrema derecha» (pág.
149.)
CONCLUSIONES
 El libro El Hombre Político fue publicado inicialmente en 1959 y
hoy sigue siendo un valioso manantial para la comprensión de los
fenómenos políticos.
 Lipset ofrece, con apoyo estadístico, varias importantes pistas
sobre los actores que orientan el voto de los ciudadanos. Muestra
que prácticamente no hay diferencia entre «derecha» e
«izquierda», pero se resiste a abandonar esos conceptos. Utiliza la
palabra «clase» para designar grupos de similar nivel económico,
no por su función productiva. No se puede ser globalmente «de
izquierda». En algunos aspectos se es de izquierda y en otras de
derecha (y esos conceptos son metapolíticos, no son categorías
políticas). La verdadera oposición tiene lugar entre democracia
política y totalitarismo. Por lo tanto el continuum o «espectro»
político abarca sólo a los partidos democráticos. El status y la
ideología son decisivos en la intención de voto. Las ideologías son
religiones (sin Dios) y están alimentadas por el antiguo
milenarismo que renace periódicamente en ellas.

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