Analisis de La Casa de Malaparte Arq
Analisis de La Casa de Malaparte Arq
Analisis de La Casa de Malaparte Arq
– ARQ.ADALBERTO LIBERA
Adalberto Libera.- (Villa Lagarina, cerca de Trento, 16 de julio de 1903 –
1963) fue uno de los más Representativos arquitectos italianos,
del movimiento moderno italiano, que no debe confundirse con el
movimiento racionalista italiano, con el que tuvo sólo una breve relación.
Casa Malaparte esté situado en una península rocosa precipitada que se adentra en el
Mediterráneo, millas de la civilización. Posado 99 pasos por encima de las olas, es accesible
por barco solo cuando el mar esta en calma. Escritor Curzio Malaparte deseaba vivir a1
margen de la sociedad burguesa, y pasaba horas encima de su patio barrido por' el viento»
contemplando su escritura. Después de su muerte, la casa fue abandonada. Su espectacular
escalera apareció mas tarde en la película de Godard Moody 1963, el desprecio, con Brigitte
Bardot.
"Hoy vivo en una isla en una casa dura, la melancolía, y severa que yo he construido solo
solitario en un acantilado que cuelga sobre el mar." - Curzio Malaparte
...siempre me ha emocionado esta enigmática casa, refugio extremo
proyectado sobre el mar, cuya inmensidad e intemporalidad forman parte
de un paisaje que se proyecta en su interior.
De esta forma es un error asignar el proyecto a Libera pues para el propio Curzio
Malaparte, el arquitecto tan solo firmó unos planos.
La Casa Malaparte estuvo abandonada durante mucho tiempo tras la muerte de
Curzio Malaparte. Muy dañada por el tiempo y por el vandalismo, perdió incluso
su suntuosa estufa de cerámica antes de realizarse un largo y costoso programa
de restauración en los años 1980-90.
Fue dejada en herencia por el escritor a la República Popular de China. El
legado fue impugnado por la familia de Malaparte. Fue su sobrino-nieto,
Niccolo Rositani, el artífice de la restauración y preservación de esta
arquitectura excepcional, en la que numerosos empresarios italianos han
participado.
Curzio Malaparte encargo la obra a Libera a principios de 1938. Este realizo un
proyecto esquemático que fue presentado poco después para poder obtener la
licencia de obras: una autorización rápida y discreta mediante la intervención de algún
alto cargo.
En esta total indiferencia del espacio superior hacia la residencia subyacente reside la
clave para comprender la casa. Árida y roma por fuera, renuncia a funciones y signos
efímeros. Franquea, enlaza, domina. Prolongación artificial del enclave, forma expresiva
de un acto de asentamiento primario. Piedra de toque, como el «midi le juste» que separa
dos momentos y mide las alternancias cíclicas.
Es extraño, pero podría pensarse, incluso, que lo que se ve sea 5610 la parte
emergente, solar, de la casa y que el resto se adentrara, ahondando, en el cuerpo de la
roca, hacia abajo, hasta el mar, a través de recovecos y grutas, entre paredes
tornasoladas y bóvedas jaspeadas: exactamente igual que en la mítica conexión entre
la Grotta Azzurra y la Villa imperial de Damecuta, brote de audaces infraestructuras en
la linde imposible.
El vinculo de casa Malaparte con la morada de Tiberio es sutil: lo
que perdura en estas ruinas —más allá de la pérdida de las
funciones, de la decoración, en parte de la estructura— es el
programa constructivo basado en el. predominio de la arquitectura
«de apoyo» sobre la residencia. En Villa Jovis y más claramente, en
Damecuta, la función de habitar queda constreñida en espacios
cerrados, escondidos. Es secundaria.
Los elementos de conexión con el paraje son los protagonistas: la
logia-ambulativo(l),los miradores, bordes edificados del acantilado,
miden lo temerario del acto de ocupación.
Espacios de la «prestancia» en los que el programa prevalece sobre
el diseño. Las mismas características estén presentes en la casa
Malaparte.
Las gradas y el solárium, que forman un todo, carecen de pretil. Un realce del
borde, una moldura, marca el perímetro sobre el precipicio. La relación con la
naturaleza no edificable del lugar queda acentuada por este «olvido funcional»:
e1 carácter ritual prevalece sobre el doméstico, acogedor.
Pero en el juego de las analogías existe otro vinculo para la casa Malaparte. Un
vinculo de la memoria; el recuerdo de la estancia del escritor en Lipari.
La acrópolis de la isla que se yergue entre los dos mares, el carácter sagrado de la larga escalinata
de acceso, la árida disposición de los objetos arquitectónicos sobre el plano artificial, lo imperturbable
como «medida» de la volubilidad de la naturaleza circundante, son recuerdos que adquieren forma en
la «casa como yo» de Capri.
La casa se desarrolla en tres planos por debajo de las gradas, luego en dos; por último, en la parte
final en un plano único: la residencia en el plano principal, una hospedería en el intermedio, algunas
dependencias de servicio en el mas bajo.
El plano principal, dispuesto en su totalidad por debajo del solárium, 5e subdivide en dos partes
iguales (cada una de igual longitud a la de la escalinata): la primera parte la ocupa el amplio vestíbulo
—sala, la segunda los
dormitorios, los cuartos de baño y el estudio.
El programa funcional se basa en un eje de penetración principal cortado por ejes
secundarios y en una progresiva segregación de los ambientes, y concluye en el estudio,
Sancta Sanctorum de la casa.
El elemento paradigmático de la planta es una «T» invertida, colocada entre la sala y los
dormitorios: las dos direcciones de desarrollo se evidencian en el desdoblamiento de las
puertas en el fondo y en las dos ventanas de los extremos del estrecho espacio transversal.
El amplio vestíbulo—sala, pavimentado con losas de piedra gris dispuestas en opus
incertum, se llena con la gran chimenea en cuyo interior se abre una ventana pequeña,
sellada con un bloque de cristal de Yena. En invierno, el sol bajo del atardecer mezcla su luz
con la de la llama. En las paredes laterales, cuatro enormes ventanas, levemente separadas
del suelo, abarcan todo el arco del paisaje.
La Casa Malaparte hoy