Apuntes Tema 5

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GRADO EN RELACIONES LABORALES Y RECURSOS HUMANOS

ECONOMÍA

TEMA 5. EL SECTOR MONETARIO

1. DINERO Y ACTIVOS FINANCIEROS.


Estamos acostumbrados a manejar dinero todos los días, pero, ¿nos hemos preguntado
alguna vez qué es el dinero? El primer paso para saber lo que es el dinero es analizar para qué
sirve. El dinero tiene tres funciones fundamentales:
a) Es un medio de cambio de aceptación generalizada. El dinero sirve para realizar
transacciones. Permite comprar bienes y servicios y todo el mundo lo acepta como forma
de pago. Este es uno de los motivos por el que las personas mantienen una parte de su
riqueza en forma de dinero, aunque con ello no obtengan rentabilidad alguna.
b) El dinero es la unidad de cuenta. Los precios de los bienes están expresados generalmente
en unidades monetarias (precios absolutos) y no en unidades de otros bienes (precios
relativos).
c) El dinero sirve como depósito de valor. Si no se desea consumir hoy lo ganado, es posible
mantener el ahorro en forma de dinero aplazando la compra al futuro.
En el lenguaje coloquial se utiliza la palabra dinero con unos significados que, a veces,
son distintos a aquellos que define la economía. Por ejemplo, se usa como sinónimo de
riqueza. Si se dice de alguien que tiene mucho dinero, todos entienden que es muy rico. Pero
estos dos conceptos no son necesariamente equivalentes. Una persona puede ser muy rica y
tener poco dinero. ¿Cómo? Manteniendo su riqueza en otros activos distintos del dinero:
tierras, inmuebles, acciones, bonos, etc. El dinero es solamente una de las formas de mantener
la riqueza, pero hay otras. Las personas muy ricas suelen tener, proporcionalmente, poco
dinero, ya que la mayor parte de su riqueza está colocada en otros activos más rentables.

Tipos de dinero a lo largo de la historia.


El dinero aparece en la antigüedad remota como una forma de superar los problemas
que acarreaba el trueque o intercambio directo de unas mercancías por otras. A medida que
las economías se vuelven más complejas y el número de bienes se multiplica, es cada vez más
difícil que se verifique la coincidencia de deseos de las dos partes que intervienen en el
intercambio si este se realiza en forma de trueque. Esta situación exige que haya algún bien
que todos acepten como pago en sus intercambios, surgiendo así el dinero mercancía. Esta
función la han desempeñado distintos bienes a lo largo de la historia, por ejemplo, la sal
(salario proviene de sal). El dinero mercancía se caracteriza por tener un valor intrínseco o
material que coincide con el valor que representa.
Además de la sal, otros bienes como el tabaco, la plata, y sobre todo el oro fueron
utilizados como dinero mercancía. Se trataban de bienes que resultasen relativamente escasos
(para mantener su valor), no perecederos, de alguna manera divisibles (para facilitar el
cambio) y no muy voluminosos. En el caso del oro, y con el fin de garantizar la pureza del
material, las autoridades comenzaron a acuñarlo (distribuirlo en porciones con el sello del
monarca o la autoridad feudal) en forma de monedas que expresaban un determinado valor.
Como la característica fundamental del dinero mercancía era que su valor material coincidía
con el valor que representaba, era posible comprar la misma cantidad de bienes con la moneda
de oro que fundiendo la moneda e intercambiando el metal resultante.
A pesar de todo, el oro resultaba un dinero incómodo por el elevado peso del metal. La
gente comenzó a percatarse de que podía mantener el oro depositado en alguna institución o
persona que garantizase su seguridad y pagar con un papel canjeable por una determinada
cantidad de oro. Estos depositarios de oro se convertirían con el tiempo en bancos. El receptor

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del papel podía pagar también con él en lugar de hacerlo en efectivo: había nacido el dinero
fiduciario que se caracteriza porque su valor material (papel) es muy inferior a lo que se
puede comprar con él.
Pronto las autoridades emiten ese papel (billetes) como una promesa de pago en oro
(dinero legal). Todas las personas aceptaban este dinero legal porque sabían que en cualquier
momento podían ir al depositario y canjearlo por oro (el oro era el activo que, en esos
momentos, respaldaba al dinero legal). Además, las autoridades comenzaron a promulgar
leyes y disposiciones que establecían la obligatoriedad de aceptar este dinero como cobro de
deudas. La cantidad de papel moneda que se podía emitir estaba limitada por las
disponibilidades de oro.
Tiempo después las autoridades anulan la convertibilidad del dinero legal en oro y
comienzan a respaldar el dinero con otros activos distintos (por ejemplo, créditos a entidades,
títulos financieros, moneda extranjera, etc.). A pesar de ello, los billetes se siguen aceptando
en los intercambios, primero porque es obligatorio por ley y, en segundo lugar, y más
importante, por una cuestión de confianza, ya que aceptamos que nos paguen con billetes
porque confiamos en que nos aceptarán esos mismos billetes en una compra posterior. La
palabra fiduciario significaría “basado en la confianza”.
Hoy en día las cosas son todavía más complicadas. La mayor parte de las
transacciones de cierta entidad no implican intercambio alguno de monedas y billetes (se paga
con tarjetas, transferencias bancarias, cheques, etc.) sino meros apuntes en cuentas abiertas en
entidades de crédito. Se llevan a cabo a través del dinero bancario, que está formado por las
cuentas y depósitos que los particulares abren en los bancos. Estas cuentas tienen, desde el
punto de vista económico, unas características parecidas a las de las monedas y billetes y
pueden servir para realizar pagos. Por ello se consideran también dinero. Hoy en día la
cantidad total de dinero está formada por dinero legal y dinero bancario.
Tipos de dinero:
a) Dinero mercancía: su valor intrínseco coincide con su valor representativo
b) Dinero fiduciario: su valor intrínseco es inferior a su valor representativo
1. Dinero legal: son las monedas y billetes
2. Dinero bancario: cuentas o depósitos en los bancos, que sirven para realizar pagos.
El dinero como activo financiero.
Un activo es cualquier forma de mantener la riqueza. El dinero es un activo, pero no es
el único. Los activos se dividen en reales y financieros. Los activos reales son aquellos
materiales y tangibles: edificios, tierras, maquinaria, medios de transporte, viviendas, etc. Los
activos financieros no son tangibles. Son documentos en los que personas o instituciones
reconocen una deuda con el poseedor. Estos documentos constituyen un pasivo para el que lo
emitió (debe esa cantidad), pero un activo para el que lo posee (le deben esa cantidad).
Ejemplos de activos financieros son: las letras de cambio, las acciones, las obligaciones, los
títulos de la deuda pública, las cuentas bancarias o las monedas y billetes.
Los activos se diferencian entre sí y se clasifican según su liquidez, su riesgo y su
rentabilidad.
La liquidez mide la facilidad con la que un activo puede convertirse en dinero sin
incurrir en costes o pérdidas. Un inmueble es un activo poco líquido, mientras que los billetes
son pura liquidez.
La rentabilidad es el interés que ofrece el activo, es decir, lo que se puede ganar por
cada euro asignado a ese activo. Existen activos que pueden ser muy rentables (por ejemplo,
las acciones), otros muy poco rentables (las cuentas bancarias), mientras que de las monedas y
billetes no puede obtenerse rentabilidad.

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El riesgo mide la inseguridad de un activo para recuperar lo asignado a él y su
rendimiento. Los billetes y monedas tienen bajo riesgo, aunque no nulo. Si se mantiene una
buena parte de la riqueza en forma de billetes, se corre el riesgo de sufrir un robo o una
pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación. Por el contrario, las acciones son activos
bastante arriesgados, ya que su valor está sujeto a grandes oscilaciones.
Haciendo una clasificación de los activos, los más líquidos también suelen ser los
menos arriesgados y los menos rentables. Por el contrario, los menos líquidos son también los
más arriesgados y más rentables. Esto es lógico, pues si la rentabilidad de los activos más
seguros fuese la misma que la de los activos más arriesgados, nadie mantendría estos últimos.
Por tanto, los activos más arriesgados deben ofrecer una rentabilidad mayor para que la gente
los adquiera.
2. LA DEMANDA Y LA OFERTA MONETARIA.
La demanda de dinero
Las personas deben tomar la decisión de asignar su riqueza entre los muchos activos
reales y financieros existentes. Esta decisión de denomina selección de cartera, siendo la
cartera la composición de la riqueza de una persona. Uno de los activos que forma parte de
esta cartera es el dinero. Se denomina demanda de dinero a la cantidad de riqueza que los
individuos desean mantener en forma de dinero. No es la cantidad de dinero que los
individuos desean comprar (no tendría sentido), ni lo que desean ganar (no confundir con
renta), ni lo ricos que les gustaría ser (no confundir dinero con riqueza).
Si el dinero no tiene rentabilidad, ¿por qué los individuos mantienen una parte de su
riqueza en forma de dinero? Por dos motivos. El primero de ellos porque, como hemos visto,
el dinero es el único activo que se acepta de forma generalizada para transacciones. Si quiere
comprar bienes y servicios, el individuo necesita tener una parte de su riqueza en forma de
dinero. En este caso se dice que el individuo mantiene dinero para transacciones. El segundo
de los motivos tiene que ver con las decisiones que toman las personas sobre la asignación de
su riqueza entre los diferentes activos atendiendo a la remuneración de cada uno de ellos y al
riesgo. En este caso se habla de la demanda de dinero como activo.
La demanda de dinero para transacciones está relacionada con la primera de las
funciones del dinero, esto es, servir como medio de cambio. Si un individuo mantiene toda su
riqueza en forma de acciones, bonos o inmuebles, no podrá realizar ninguna compra hasta que
no las convierta en dinero. Ahora bien, una propiedad importante es que, ya que este dinero se
utiliza para comprar, al decidir la demanda de dinero lo que importa al individuo no es el
valor nominal del dinero sino lo que puede comprar con ese dinero. ¿Qué ocurriría si
aumentase el nivel general de precios en un 10%? Que para poder comprar lo mismo que
antes, los individuos necesitarían un 10% más. Así, la demanda nominal de dinero aumenta en
la misma proporción que el nivel general de precios. Para convertir una magnitud nominal en
una magnitud real dividimos entre el nivel general de precios. Por tanto, la demanda real de
dinero puede calcularse como el cociente entre la demanda nominal de dinero y el nivel
general de precios:
Demanda nominal de dinero
Demanda real de dinero 
P
Al aumentar el nivel general de precios en una determinada proporción, la demanda
nominal de dinero aumenta en la misma proporción. Por tanto, el cociente entre la demanda
nominal de dinero y el nivel general de precios no cambiaría. Esto significa que la variación
de los precios no afecta a la demanda de dinero en términos reales, solo a la expresada en
términos nominales. Se dice entonces que la demanda de dinero real es una demanda de
saldos reales, ya que los sujetos la deciden en función de lo que puede comprar el dinero.

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La variable principal que influye sobre la demanda de dinero para transacciones es la
renta real: cuanto mayor sea la renta de una familia mayores serán sus compras y mayor su
demanda de saldos reales.
La demanda de dinero como activo constituye la segunda causa para que los
individuos demanden dinero. Como sabemos, el dinero es también un depósito de valor y,
como tal, da origen a una demanda de dinero como activo financiero al decidir los agentes
económicos mantener una cartera de activos diversificada. Este motivo para demandar dinero
se debe a que ante una gran incertidumbre el dinero plenamente líquido es el activo más
seguro; por esta razón, también se llama demanda de dinero por preferencia por la liquidez.
Los individuos, al actuar como inversores, desean tener los activos que generan mayores
rendimientos. Pero, dado que el rendimiento de la mayoría de los activos es incierto, no es
aconsejable invertir en un único activo de alto rendimiento y elevado riesgo.
Determinantes de la demanda de dinero
Cualquiera que sea el motivo para demandar dinero, cuando los individuos mantienen
una parte de su riqueza en forma de dinero, están renunciando a la rentabilidad que podrían
obtener si destinasen esa parte de la riqueza a otros activos rentables, ya que el dinero no
ofrece rentabilidad. Así, el coste de oportunidad de mantener dinero es el tipo de interés de los
activos alternativos, ya que es aquello a lo que se está renunciando. Por tanto, la demanda de
dinero tiene un coste que es el tipo de interés.
¿Qué sucede si aumenta el tipo de interés? Los individuos perciben que ahora resulta
más caro mantener dinero, ya que su coste de oportunidad es más elevado. Por ello, reducirán
su demanda de dinero. Por tanto, si tomamos la demanda de dinero real agregada de todos los
individuos se observa que es decreciente con el tipo de interés.

Demanda de Saldos Reales

Cantidad real de dinero


La oferta monetaria
El proceso de creación de dinero legal: la base monetaria
Hemos visto que las personas desean mantener una parte de su riqueza en forma de
dinero, pero ¿cómo se crea el dinero y cuánto dinero circula? y ¿todo el mundo puede
mantener en forma de dinero la parte de la riqueza que desea?
Cuando repasamos la historia del dinero, vimos que el uso de pedazos de papel
(billetes), que implican un compromiso de pago en oro, tenía ventajas sobre la utilización del
propio oro. Estas ventajas estaban relacionadas con el menor peso y mayor facilidad de
manejo de los billetes. Pronto se comprobó que resultaba más cómodo que los propios
depositarios del oro, que se habían convertido en bancos privados, emitiesen estos billetes
(previa concesión legal) como contrapartida a la cantidad de oro que poseían. En estas
condiciones, ¿qué cantidad de billetes podían emitirse? Tan solo podían emitir billetes por el
valor del oro que poseían estos bancos. El siguiente paso consistió en autorizar solamente a un
banco la emisión de billetes, por lo que comenzamos a hablar de banco emisor o Banco
Central que, en la mayor parte de los países, pasó a ser propiedad del Estado.

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Supongamos el caso de un Banco Central que emite billetes canjeables por oro. Este
banco, con unos activos en oro de 1.000 millones, puede emitir billetes por valor de esos
1.000 millones. Los billetes son un activo para el que los posee, pero son un pasivo para el
Banco Central porque suponen una deuda con los particulares. Éstos pueden exigir el pago de
esa deuda en oro al canjear los billetes. El valor total de los pasivos monetarios del Banco
Central es lo que se denomina Base monetaria (BM).
Balance del Banco Central en un sistema de billetes canjeables por oro
ACTIVO PASIVO
Oro = 1.000 millones Billetes = 1.000 millones

Para ampliar la base monetaria en 100 millones adicionales, el banco tendría ampliar
sus activos comprando 100 millones en oro que se financiará con la emisión de billetes con un
valor de 100 millones. Por tanto, la base monetaria se amplía cuando aumentan los activos
que respaldan los billetes, esto es, cuando el Banco Central compra oro.
Balance del Banco Central en un sistema de billetes canjeables por oro
ACTIVO PASIVO
Oro = 1.000 + 100 = 1.100 millones Billetes = 1.100 millones

Sin embargo, el Banco Central pronto se da cuenta de que puede emitir más base
monetaria que oro posee ya que, ante la generalización del intercambio con billetes, la gente
no suele canjear los billetes por oro. El Banco Central comienza a emitir billetes respaldados
con otros activos distintos del oro: el Banco Central podría conceder préstamos a otros bancos
(por ejemplo, por valor de 4.500 millones), comprar activos financieros (por ejemplo, títulos
de deuda pública por valor de 3.500 millones) o comprar moneda de otros países, es decir,
divisas (por ejemplo, por valor de 1.500 millones). En este caso, el Banco Central debería
emitir monedas y billetes (base monetaria) por valor de 9.500 millones para financiar estos
nuevos activos. Añadidos a los 1.100 que respaldaba el oro llevan a que el Banco Central
tenga unos activos y unos pasivos totales por valor de 10.600 millones.
Balance del Banco Central en un sistema de billetes respaldados por diferentes tipos de activos
ACTIVO PASIVO
Oro = 1.100 millones Monedas y billetes = 10.600 mll
Préstamo neto al sistema bancario = 4.500 mll
Títulos = 3.500 millones
Divisas = 1.500 millones

El siguiente paso consiste en eliminar la convertibilidad de los billetes en oro, de esa


forma no hace falta tener oro para emitir billetes, puesto que éstos pueden estar respaldados
solamente por otros activos. A pesar de ello, los bancos centrales siguen manteniendo una
parte (pequeña) de sus activos en oro. Por lo tanto, la base monetaria está constituida por los
pasivos monetarios del BC: básicamente billetes que han sido emitidos.
En resumen, el BC crea base monetaria por medio de un proceso en el que convierte
unos activos no monetarios en billetes. El Banco Central puede ampliar la base monetaria
incrementando los activos que posee, es decir, comprando más activos a cambio de nuevo
dinero emitido, de esta manera habrá más dinero en circulación. Por ejemplo, puede aumentar
los créditos o préstamos que concede a los bancos comerciales o comprar más títulos
financieros. Por el contrario, puede reducir la base monetaria disminuyendo préstamos y
vendiendo títulos o divisas. En este caso, recibirá billetes emitidos con anterioridad, que
dejarán de circular.

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Los activos que respaldan la base monetaria se denominan fuentes de creación de
base monetaria y son, principalmente, las reservas de divisas, los préstamos al sistema
bancario y los títulos financieros.
Como consecuencia de la emisión de billetes respaldados en activos financieros, junto
con la desaparición de la convertibilidad de los billetes en oro, la cantidad de dinero en
circulación no depende ya de las disponibilidades de oro y se convierte en una materia de
decisión política. Los bancos centrales podrían, por tanto, emitir toda la moneda que deseen.
Sin embargo, el abuso del volumen de masa monetaria emitida, en la mayor parte de las
ocasiones en forma de préstamos al Estado para financiar su déficit fiscal, lleva a enormes
inflaciones, por lo que se hizo necesario conseguir un sistema en el que los bancos centrales
fueran independientes del poder político y fijar unas reglas de política económica que
determinen cuál es la cantidad de dinero óptima que los bancos centrales deben lanzar al
mercado.
La creación de dinero bancario.
Como ya hemos visto, en la actualidad el dinero que se utiliza no se limita a las
monedas y billetes, de hecho, el grueso de las transacciones se realiza a través de métodos que
no requieren el intercambio de monedas y billetes: se paga con tarjetas, cheques,
transferencias bancarias. Estas nuevas formas de pago son apuntes contables que realizan los
bancos comerciales privados. Los bancos son empresas que intermedian en los mercados
financieros canalizando fondos de los ahorradores a los particulares y empresas que utilizan
ese ahorro. Las personas realizan depósitos en los bancos y estos utilizan esos recursos para
conceder créditos o préstamos a quien lo solicita.
Un depósito es una anotación que refleja la deuda que el banco contrae con el titular.
Es, por tanto, un pasivo para el banco y un activo para el individuo. Los depósitos son activos
muy líquidos, ya que es fácil y rápido convertirlos en monedas y billetes. Por otra parte, las
tarjetas, cheques o transferencias no son más que órdenes para modificar el estado de las
cuentas o depósitos. Puesto que estos depósitos o cuentas sirven para realizar transacciones
sin que medie intercambio de monedas y billetes, los depósitos de los particulares en los
bancos se consideran dinero que, al ser creado por los bancos, se denomina dinero bancario.
La actividad de los bancos y la creación de dinero bancario hace necesario distinguir
dos magnitudes monetarias: la base monetaria y la oferta monetaria.
Podemos utilizar un sencillo ejemplo para explicar la creación de dinero bancario,
supongamos que Pedro tiene 1.000 € en billetes mientras que Juan no tiene dinero. En este
caso la cantidad de dinero total es 1.000 €. Pedro guarda 200 € en billetes y deposita el resto
en un banco. De los 800 € que ha depositado el banco guarda 16 € en la caja para mantener
una liquidez que puede ser necesaria y concede un crédito a Juan con los 784 € restantes, que
son retirados en efectivo. Después de esta operación, Pedro sigue teniendo 1.000 €, 200 en
efectivo y 800 en depósitos y Juan tiene 784 € en billetes, la cantidad de dinero total ha
aumentado, ahora es de 1.784 €. Esto no quiere decir que la riqueza sea mayor, Juan sigue
teniendo la misma riqueza porque los 784 € que tiene ahora se compensan con la deuda que
ha adquirido. Lo único que ha ocurrido es que el banco con su actividad ha creado dinero,
medios de pago, liquidez. El proceso se repetirá si Juan deposita una parte de los 784 € en el
banco.
Como acabamos de ver en el ejemplo, cuando los bancos reciben un depósito en
efectivo, guardan una parte de este efectivo en sus cajas. Esta parte guardada por los bancos
se denomina activos de caja (AC) o reservas líquidas y sirve para suministrar efectivo a los
clientes que lo desean. El resto del dinero legal (monedas y billetes) queda en manos de los
particulares, sirviendo para realizar transacciones, y se llama efectivo en manos de los
particulares (EMP)

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Por tanto, la base monetaria (BM) puede dividirse en dos partes: la que queda
guardada en las cajas de los bancos (AC) y la que circula entre los particulares (EMP).
BM = AC + EMP
Por otra parte, la cantidad de dinero en circulación u oferta monetaria (OM) incluye
la cantidad de depósitos que han realizado los particulares en los bancos (D) más la parte del
dinero legal que circula (EMP).
OM = D + EMP
Como ya hemos visto, el Banco Central controla la base monetaria y también puede
controlar la oferta monetaria a partir de la base monetaria. Para ello, necesitamos saber
cuántos depósitos pueden crearse a partir de una determinada cantidad de dinero legal y esto
lo conseguiremos analizando el comportamiento de los individuos y de los bancos.
Lo primero que hemos visto es las personas suelen quedarse con un parte de su riqueza
en forma de dinero. Pero ahora que hemos distinguido dos tipos de dinero hay que tener en
cuenta que las personas reparten su dinero entre efectivo y depósitos. De hecho, mantienen la
mayor parte de su dinero en forma de depósitos en los bancos, pero conservan una parte en
efectivo para realizar las transacciones cotidianas. En nuestro ejemplo, Pedro mantiene 200 €
en efectivo y 800 € en depósitos.
El cociente entre el efectivo y los depósitos que mantienen las personas se denomina
relación efectivo/depósitos (e) y es una decisión de los individuos. La relación efectivo
depósitos se calcula:
Efectivo en manos de los particulares EMP
Relación efectivo /depósitos (e)  
Depósitos D
por tanto, EMP = e ∙ D.
En el ejemplo, Pedro mantenía 200 € en efectivo y 800 en depósitos. La relación
efectivo/depósitos sería 0,25:
EMP 200
e   0,25
D 800
Por otra parte, hemos visto que los bancos intermedian en los mercados financieros
canalizando el ahorro desde unas personas o empresas a otras. Esta labor de intermediación se
compone de dos actividades:
a) La primera consiste en captar depósitos, remunerándolos con un tipo de interés, esta
captación de depósitos se conoce como operaciones de pasivo de los bancos, y el
interés que reciben los depositantes se denomina interés de pasivo, además, éstos
reciben también una serie de servicios relacionados con la liquidez que proporcionan
las cuentas: cobro de nóminas, domiciliación de recibos, posibilidad de pagos con
cheques o tarjetas.
b) La segunda consiste en prestar (conceder créditos) a otras personas o empresas con los
fondos obtenidos: estas son las operaciones de activo de los bancos. Los que reciben
los créditos deben pagar por ellos un tipo de interés de activo. La diferencia entre el
tipo de interés de activo y el de pasivo se denomina margen de intermediación y
refleja los costes de funcionamiento de los bancos y sus beneficios.
Por otra parte, hemos visto que los bancos, al recibir un depósito, retienen una parte
del efectivo en forma líquida y prestan el resto. En realidad, los bancos convierten los
depósitos en dos activos distintos:
a) Los activos de caja (AC), o reservas líquidas que son muy líquidos, pero con baja
rentabilidad y están formados por monedas y billetes.

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b) Los créditos (C) que los bancos conceden a los particulares que lo solicitan. Estos son
unos activos poco líquidos, ya que no pueden ser convertidos en dinero hasta que no
venza el plazo al que se prestó, pero son más rentables, ya que su rentabilidad es el
tipo de interés de activo del banco.
Para decidir qué parte retienen los bancos en forma líquida y qué parte prestan deben
valorar la consecución de dos objetivos:
1) El banco debe buscar la rentabilidad para sus accionistas. Esto llevaría a los
directivos del banco a convertir los depósitos recibidos en créditos, que son los activos
rentables
2) El banco también tiene que garantizar su liquidez, es decir, tiene que mantener la
cantidad de dinero suficiente para hacer frente a las demandas de efectivo de los
depositantes, lo que le llevará a desear mantener en forma líquida una parte de los
depósitos.
Pero, además, los bancos comerciales están obligados por las autoridades a guardar en
forma de activos de caja o reservas un porcentaje de los depósitos que reciben. Este
porcentaje se denomina coeficiente de caja o coeficiente de reservas mínimas (α) y es fijado
por el Banco Central para garantizar a los depositantes la opción de convertir sus depósitos en
efectivo.
Activos de caja AC
Coeficiente de caja ( )  
Depósitos D
por tanto, AC = α ∙ D
Recordamos que en el ejemplo que hemos utilizado, el banco guardaba 16 euros del
depósito de 800 que había realizado Pedro, por lo tanto, el coeficiente de caja sería:
AC 16
   0,02
D 800

Balance del Banco comercial


ACTIVO PASIVO
Activos de caja (AC) = 16 Depósitos (D) = 800
Créditos (C) = 784

La pregunta a la que debemos responder ahora es cuántos depósitos pueden crearse a


partir de una determinada cantidad de monedas y billetes. Vamos a ver como la cantidad
máxima de depósitos que pueden crearse con una determinada cantidad de monedas y billetes
está limitada por la relación efectivo/depósitos y por el coeficiente de caja.
Hemos visto, en el ejemplo, que Pedro guardaba 200 € de los 1.000 € que tenía en
efectivo y depositaba los 800 € restantes en el banco, éste guardaba 16 € en su caja y prestaba
784€ a Juan. Pero aquí no termina el proceso, Juan utilizará este dinero para pagar por bienes
o servicios, las personas que reciben este dinero como pago, vuelven a tomar la decisión de
mantener una parte en efectivo y otra en depósitos y el proceso vuelve a comenzar. Sin
embargo, como cada vez los individuos retienen una parte de los billetes en forma de efectivo
en manos de los particulares (EMP) y los bancos van reteniendo otra parte en forma de
activos de caja (AC), el proceso se irá agotando poco a poco hasta finalmente detenerse.
¿Qué volumen de depósitos (D) se crea finalmente? Para comprobarlo utilizamos la
fórmula de la base monetaria y de las expresiones de la relación efectivo/depósitos y del
coeficiente de caja:

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BM = AC + EMP
AC = α ∙ D
EMP = e ∙ D
Sustituyendo las dos últimas en la primera se llega a:
BM = α ∙ D + e ∙ D
y, despejando los depósitos:

BM 1.000
D   3.703 ,70
  e 0,02  0,25
Acabamos de ver que la cantidad de depósitos que pueden crearse está limitada por la
base monetaria, el coeficiente de caja y la relación efectivo/depósitos. Vamos a ver ahora que
la oferta monetaria está limitada por las mismas variables. Para ello partimos de las
expresiones de la oferta monetaria y de la base monetaria para deducir la relación que hay
entre ellas:
OM = D + EMP
BM = AC + EMP
Dividiendo la expresión de la OM entre la expresión de la BM tenemos
OM D  EMP

BM AC  EMP
y, dividiendo el numerador y el denominador entre D:
D EMP

OM
 D D  1 e
BM AC

EMP  e
D D
por tanto:
OM 1  e 1 e
 OM  BM
BM   e  e

1+e
La fracción es el multiplicador monetario
α+e
El multiplicador monetario nos indica la cantidad de oferta monetaria que puede
crearse por cada unidad de base monetaria.
En nuestro ejemplo, a partir de los 1.000 euros de base monetaria podríamos calcular
la oferta monetaria total que se crearía:

1  0,25
OM  1000  4,63  1000  4.630
0,02  0,25
En este caso, el multiplicador monetario es 4,63, es decir, por cada euro de base
monetaria pueden crearse 4,63 euros de oferta monetaria.
Si consideramos incrementos (∆) el multiplicador sirve para calcular el crecimiento de
la OM cuando cambia la BM:
1 e
 OM    BM
 e

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El Banco Central puede, por tanto, afectar a la OM por dos vías. En primer lugar,
cambiando la BM (captando nuevos activos a cambio de billetes o reduciendo sus activos y
recogiendo dinero del sistema). En segundo lugar, modificando el coeficiente de caja.
Es importante observar cómo, para la misma cantidad de monedas y billetes (BM), se
pueden crear más depósitos cuanto menor sean el coeficiente de caja (α) y la relación
efectivo/depósitos (e), ya que estos dos coeficientes se encuentran en el denominador de la
fracción. El motivo es que cuanto menor sea el coeficiente de caja, menos tienen que retener
los bancos y más créditos pueden conceder y cuanto menor sea la relación efectivo/depósitos
menos billetes quedarán fuera del proceso de expansión monetaria.
La demanda y la oferta de dinero
Hasta ahora hemos estudiado por un lado la demanda de dinero, esto es, la cantidad de
riqueza que los individuos desean mantener en forma de dinero, y por otra, la oferta monetaria
o cantidad de dinero en circulación. Vamos a ver ahora que a través de estos dos conceptos
podemos determinar el tipo de interés a corto plazo. El tipo de interés es el precio que se
paga por tomar dinero prestado durante un periodo de tiempo determinado. A corto plazo el
tipo de interés se determina en el mercado de dinero, que es el mercado en el que se prestan
fondos a corto plazo.
Como hemos visto, la oferta nominal de dinero es objeto de la decisión política del
Banco Central, por lo tanto, es independiente del tipo de interés. Puesto que el Banco Central
determina la oferta nominal de dinero, para un nivel de precios dado, el Banco Central
también determina la oferta de dinero en términos reales (OM/P).
Por lo que respecta a la demanda de dinero, ya explicamos que, si consideramos
constante el nivel de precios, la cantidad demandada de saldos reales es mayor cuanto menor
es el tipo de interés, es decir, cuanto menor es el coste de oportunidad de mantener dinero.
Bajo estos supuestos el equilibrio en el mercado de dinero se alcanza en un punto en
que la cantidad demandada de saldos reales es igual a la ofrecida.

r
OM/P

re
Demanda de Saldos Reales

Cantidad real de dinero

El equilibrio lo que nos indica es que los individuos desean tener justamente el dinero
que tienen cuando el tipo de interés es el de equilibrio. El dinero que hay en circulación, el
que tienen las personas, lo determina la oferta real de dinero.
Si las autoridades modifican la oferta monetaria nominal, manteniéndose los precios
constantes, esto tendrá efectos sobre el tipo de interés. Vamos a considerar un aumento y una
disminución de la oferta monetaria nominal.
a) Disminución de la oferta monetaria nominal. Si el BC reduce la oferta monetaria
nominal, manteniéndose los precios constantes, la oferta monetaria real se desplaza a la
izquierda.

10
OM´/P
r
OM/P

r1
r0
Demanda de Saldos Reales

Cantidad real de dinero


En esta situación, al tipo de interés inicial, habría un exceso de demanda de dinero, por lo
que, el tipo de interés tendería a subir para llegar de nuevo al equilibrio.
b) Incremento de la oferta monetaria nominal. Si el BC aumenta la oferta monetaria
nominal, manteniéndose los precios constantes, la oferta monetaria real se desplaza a la
derecha. Al tipo de interés inicial, habría un exceso de oferta de dinero, lo que haría que
el tipo de interés tienda a bajar para llegar de nuevo al equilibrio.
OM/P
r
OM´/P

r0
r1
Demanda de Saldos Reales

Cantidad real de dinero

Efectos de la variación de la oferta monetaria sobre el sistema macroeconómico.


Como vimos en el tema 3, la política monetaria está constituida por aquellas medidas
por parte del Banco Central consistentes en el control y modificación de la oferta monetaria.
Vamos a ver ahora como la variación de la oferta monetaria tiene repercusiones sobre la
demanda agregada.
Si, dado un nivel de precios, el Banco Central sigue una política monetaria expansiva,
es decir, aumenta la oferta de dinero nominal, acabamos de ver que la oferta de dinero real se
desplazará hacia la derecha y el tipo de interés se reducirá. La bajada del tipo de interés hace
aumentar el consumo y la inversión, y como el consumo y la inversión son componentes de la
demanda agregada, también aumentará ésta. Gráficamente la DA se desplazará a la derecha.

P1

DA´

DA

Y1 Y2 Y

11
Por tanto, el aumento de la cantidad de dinero provoca, en primer lugar, una bajada de
los tipos de interés, y seguidamente, eleva la demanda agregada y la producción de equilibrio.
En este proceso, también conocido como mecanismo de transmisión monetaria, el tipo de
interés es la variable bisagra que comunica el efecto recibido desde el mercado de dinero
proyectándolo sobre el mercado de bienes hacia el consumo y la inversión y, vía
multiplicador, hacia la renta.
En caso de que se siguiera una política monetaria restrictiva reduciendo la oferta
monetaria nominal y, suponiendo de nuevo que los precios permanecen constantes, la curva
de oferta de dinero real se desplazará hacia la izquierda y los tipos de interés se
incrementarán, lo que reducirá el consumo y la inversión y, con ellos, la demanda agregada.
Gráficamente la DA se desplazará a la izquierda.
P

P1

DA
DA´

Y2 Y1 Y

En este momento, podemos comprender mejor el efecto tipo de interés (página 5 del
tema 4) que, junto con el efecto riqueza real y el efecto comercio exterior, explica la
pendiente negativa de la demanda agregada.
Si aumenta el nivel de precios, manteniéndose lo demás constante, disminuye la oferta
monetaria real y tiende a aumentar el tipo de interés.
OM/P´
r OM/P

r1
r0
Demanda de Saldos Reales

Cantidad real de dinero


Al aumentar el tipo de interés, disminuye la inversión y el consumo de bienes
duraderos y por tanto la DA, en este caso, como lo que inicialmente ha cambiado es el nivel
de precios, nos movemos a lo largo de la DA.
P

P1

P0
DA

Y1 Y0 Y

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3. EL BANCO CENTRAL EUROPEO Y LA POLÍTICA MONETARIA.
El Tratado de la Unión Europea atribuye al Sistema Europeo de Bancos Centrales
(SEBC) las funciones de diseño y ejecución de la política monetaria de los países que
conforman el área del euro. El SEBC está constituido por el Banco Central Europeo (BCE) y
por todos los bancos centrales nacionales de los países de la Unión Europea, incluidos los de
los Estados miembros que no formen parte, inicialmente, de la unión económica y monetaria.
Los bancos centrales nacionales de la Unión Europea tienen ciertas funciones y una
participación en los órganos de gobierno del BCE, esa participación es mayor o menor
dependiendo de que formen parte de la zona del euro o no.
En la zona del euro, el BCE ha determinado tres instrumentos de política monetaria: el
coeficiente de caja, las operaciones de mercado abierto y las facilidades permanentes, de
crédito y de depósito. El primero actúa sobre la oferta monetaria a través del multiplicador
monetario y los otros dos a través de la base monetaria.
1. El coeficiente de caja o coeficiente de reservas mínimas. El BCE tiene la potestad de
imponer a los bancos ciertas condiciones para garantizar la solvencia y estabilidad de sistema
financiero. Una de ellas es el establecimiento de un coeficiente de caja, que, ya sabemos, es
una cantidad mínima de activos líquidos que los bancos deben mantener como porcentaje de
los depósitos de los particulares. Si el BCE disminuyese el coeficiente de caja, el
multiplicador monetario aumentaría, y para la misma base monetaria, se crearía una oferta
monetaria mayor. Esto ocurriría porque los bancos deberían retener menos efectivo por cada
euro depositado con lo que pueden conceder más créditos, con ello, podrían crearse más
depósitos y seguir con el proceso de creación de dinero. Un incremento del coeficiente de caja
daría lugar al efecto contrario.
2. Las operaciones de mercado abierto. El BCE interviene en los mercados financieros
comprando o vendiendo activos financieros a los bancos comerciales.
a. Cuando el BCE compra activos financieros está incrementando sus activos y pagando con
nuevo dinero que pasa a formar parte de la base monetaria. Los bancos comerciales poseen
entonces más liquidez para conceder créditos a los particulares y se inicia de nuevo el
proceso por el que se multiplican los depósitos, aumentando la oferta monetaria.
b. Cuando el BCE vende títulos o activos financieros está disminuyendo sus activos y
cobrando con dinero que retira de la circulación. De este modo, se reduce la base
monetaria, los bancos comerciales tendrán menos liquidez y deberán disminuir los créditos
y los depósitos, reduciéndose la oferta monetaria.
3. Las facilidades permanentes. Los bancos comerciales sufren, en ciertas ocasiones, escasez
de liquidez a muy corto plazo, que no pueden cubrir tomando prestado de otros bancos en el
mercado interbancario, que es aquel mercado en el que unos bancos prestan a otros. Otras
veces se encuentran con el problema contrario, es decir, un exceso de liquidez a muy corto
plazo, que no consiguen prestar. El BCE dispone entonces de un mecanismo para que los
bancos con escasez de liquidez puedan tomar prestado a un día y para que los bancos con
exceso de liquidez puedan depositar, también a un día, en el propio BCE. Cuando los bancos
recurren al préstamo de las facilidades permanentes, se dice que el BCE se ha convertido en
prestamista de última instancia, ya que, al ser el tipo de interés que se cobra por esta
operación superior al tipo oficial, los bancos recurrirán a este mecanismo cuando no tengan
otra opción mejor. Por su parte, el tipo de interés que el BCE paga por los depósitos recogidos
en las facilidades permanentes es inferior al tipo oficial. En este caso el BCE actúa como
prestatario de última instancia.
Las facilidades permanentes constituyen un mecanismo por el que el BCE intenta
controlar los tipos de interés a muy corto plazo del mercado interbancario, manteniéndolos
dentro de una banda en la que el límite superior es el tipo de interés de la facilidad
permanente de préstamo y el límite inferior el tipo de interés de la facilidad permanente de
depósito.

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