Danza - Revista de la Universidad
Danza - Revista de la Universidad
Danza - Revista de la Universidad
DANZA
NÚM. 914, NUEVA ÉPOCA
¿Te perdiste una edición previa? $50 ISSN 0185 1330
DANZA
POPULISMOS
ROBOTS
HONGOS
¿Cuál ha sido la historia de la danza
LA CALLE en la Universidad? ¿Cómo hizo “La
EXTRACTIVISMO Singla” para bailar flamenco sin
ESCUELA poder escucharlo? ¿De qué forma
influyó un relato histórico de
CENTROAMÉRICA Neruda en el Taller Coreográfico
EXTRA-TERRESTRE de la UNAM? ¿Qué es el dancehall?
MUERTE
Carlo A. Altamirano Allende • Erick
COMUNIDAD
Baena Crespo • Stephanie Brewster
EZLN R. • Alberto Dallal • Roberto Frías
DESIGUALDAD Renata García Rivera • Omar Fabián
EL MAR González Salinas • Claudia Hernández
de Valle-Arizpe • Richard Holden
ENFERMEDAD
Bárbara Jacobs • Carla Lamoyi
INTELIGENCIA ARTIFICIAL Valeria List • Ernesto Lumbreras
ESPÍAS Laura Sofía Rivero • Laura Elena
OLIMPIADAS Román García • Abraham Sapién
Martín Solares • Gertrude Stein
VIAJES
Karina Terán Buendía • Raquel Tibol
9 770185 133008
RECTOR DIRECTOR
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Miguel Armando López Leyva
Julia Santibáñez INVESTIGACIÓN Y CUIDADO EDITORIAL
Alejandro Cruz Atienza Laura Ímaz Álvarez Icaza
Tatiana Cuevas DISEÑO Y COMPOSICIÓN TIPOGRÁFICA
Jacobo Dayán Rafael Olvera Albavera
Cinthya García Leyva
UNIDAD ADMINISTRATIVA
Nashieli Ramírez Hernández Yazmín Romero Velasco
IMAGEN DE PORTADA: TALLER COREOGRÁFICO DE LA UNAM, PROPITIA SYDERA, COREOGRAFÍA DE DIEGO VÁZQUEZ,
SALA MIGUEL COVARRUBIAS, CCU, 2018. FOTOGRAFÍA DE LILIANA VELÁZQUEZ, AGENCIA ISÓPTICA. CORTESÍA DEL
ACERVO DE LA DIRECCIÓN DE DANZA DE LA UNAM.
IMAGEN DE CAMISA: NOTACIÓN DE DANZA DE RAOUL-AUGER FEUILLET (RECUEIL DE DANSES COMPOSÉES PAR M. PECOUR,
PARÍS, 1700).
Investigación iconográfica: Dulce Aguirre
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Revista de la Universidad de México, año 7, número 914, noviembre de 2024, es una publicación mensual numerada edita
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tipo Prensa Plana, con papel bond de 105 gr. para los interiores y cartulina sulfatada de doce puntos para los forros.
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Álvaro Obregón, Ciudad de México.
¡Bailen! ¡Bailen!
Si no, estamos perdidos.
Pina Bausch
ÍNDICE
47 LA ENCARNACIÓN
DE UNA SOSPECHA:
LA ENCRUCIJADA
ENTRE DANZA,
4 EDITORIAL PEDAGOGÍA Y SALUD
Karina Terán Buendía
ALAMBIQUE
OTROS
MUNDOS
4
El mercado, bailarina y coreógrafa, Gloria Contreras. Fotografía del archivo de la artista.
5
Una pierna para Neruda, Domingo Rubio, 2024.
GLORIA CONTRERAS:
TRES OBRAS MAESTRAS
Gregorio Luke
Allí al pie de montañas crueles, entre el olor a sangre recién vertida y pól
vora quemada, a su Alteza Serenísima le fue cortada la pierna que comenzaba
a gangrenarse y cuando ya se había descartado el peligro de muerte, sobre
vino una batalla inesperada e insólita. El cirujano estaba a punto de echar
al tacho de la basura aquel miembro cercenado, cuando un político lo impi
dió, diciéndole: “¿Va usted a tirar así no más este fragmento del cuerpo de su
alteza? Esta pierna ejecutó innumerables proezas y conquistó tantos lau
reles como el resto del cuerpo del general, hay que tener más respeto”. El ci
7
rujano decidió meter la pierna en un frasco de ron y destruyeron el único y maravilloso mo
alcohol. Se formó el partido de la pierna y otro numento en honor y gloria de una pierna”. En
en contra. Prevaleció la ortodoxia, la ciencia fue tonces, Neruda concluye:
derrotada y se ordenó el primer monumento fu
neral a una pierna. A Fernand Léger le gustaba mucho este cuen
to. En todas partes me pedía: “Maintenant ra-
Luego Neruda cuenta que estupendos ar conte-nous cette histoire de la jambe”.1 Quería que
tesanos plasmaron en cerámica la historia y yo la escribiera y se hiciera de ella un ballet. Fer
las hazañas de la “heroica extremidad” en un nand Léger se propuso concebir el decorado y
monumento piramidal; al mismo tiempo, se los trajes para esta historia fantástica. Yo nun
organizaron grandes exequias. El ministro de ca la escribí, pero ahora lo hago, ya muerto mi
guerra hizo un panegírico de la pierna. Vein gran amigo y gran pintor de Francia, se la de
tiún cañonazos y marchas militares finaliza dico a su memoria.
ron el entierro singular. Pasó el tiempo y el
pueblo, harto de la tiranía, la miseria y la farsa, El título de la crónica histórica de Neruda
irrumpió con violencia en todas partes. Gran es “Una pierna para Fernand Léger”. Gloria Con
des avalanchas se precipitaron hacia el antiguo
cementerio de Santa Paula, en donde “derriba 1
“Ahora cuéntanos esa historia de la pierna.”
George Balanchine y Gloria Contreras en la Gala Panamericana del New York City Ballet, 20 de enero de 1960.
Fotografía de Martha Swope. Cortesía de Gregorio Luke.
historia mexicana, resuelto a la perfección tan Lo primero que cambió Gloria Contreras en
to técnica como dancísticamente. Un ballet su lago de los cisnes es la caracterización del
completamente nuestro. ave humanizada: “Los cisnes —decía Gloria—
son animales salvajes, no muñecas. En esta
UN NUEVO LAGO DE LOS CISNES danza quise recrear el espíritu de este ma
Gloria Contreras condujo toda su carrera en jestuoso animal, que puede atravesar conti
rebeldía ante el repertorio clásico romántico nentes, volando a cincuenta kilómetros por
del que, justamente, El lago de los cisnes es el hora. Por eso, en lugar de posiciones estáticas
ejemplo más acabado. Muchas de las grandes y líneas convencionales, en nuestra versión los
compañías de ballet lo tienen en su colección cisnes están siempre en movimiento y sus
y el sueño de toda bailarina es encarnar al cis cuerpos hacen formaciones inspiradas en los
ne. Sin embargo, con frecuencia la obra se ha patrones de vuelo de las aves”. Pero la diferen
convertido en un espectáculo fastuoso y un cia más importante es que, en la versión de
torneo circense, donde se aplaude el virtuo Contreras, el cisne blanco (Odette) y el cisne
sismo de los solistas. negro (Odile) son interpretados por bailari
Dos experiencias animaron a Contreras a nas distintas, lo que hace más clara e intere
crear en 2013, casi a los ochenta años, su pro sante la historia, pues los personajes pueden
pia versión. Por un lado, influyó la observación enfrentarse en un mismo momento.
de las aves. Gloria había instalado alpisteros en En el argumento utilizado por Contreras,
los balcones de su recámara y pasaba horas Odette y sus compañeras han sido converti
viendo volar a los pájaros. Por otro lado, recor das en cisnes por un brujo (Rothbart) y sólo
daba las conversaciones con sus maestros ru recuperan su forma humana en la noche. En
sos en Nueva York. Le decían que en la Rusia una expedición de caza, el príncipe (Sigfrido)
imperial, las prima ballerinas eran, con frecuen llega al lago encantado y se enamora de Odette,
cia, amantes del Zar y, por lo tanto, tenían más quien le informa que para romper el hechizo
poder que los coreógrafos. Una de estas divas es necesario el amor verdadero. El príncipe le
El lago de los cisnes, coreografía de Gloria Contreras, bailarinas del Taller Coreográfico de la UNAM. Fotografía de Héctor Rivera.
El lago de los cisnes, coreografía de Gloria Contreras, bailarines del Taller Coreográfico de la UNAM. Fotografía de Héctor Rivera.
LEER DANZA(NDO).
UN RETRATO DE ISADORA DUNCAN
FRAGMENTOS
Gertrude Stein
[...]
[...]
16
Oskar Schlemmer, bocetos para el diseño de vestuario, Ballet Triádico, 1922 .
[...]
[...]
María Pagés, Óyeme con los ojos, coreografía de María Pagés, sala Miguel Covarrubias,
CCU, 2018. Archivo Danza UNAM, agencia Isóptica. Fotografía de Gloria Minauro.
23
ticas son asombrosas: más de cincuenta años ñía Nacional de Danza, además de extranje
de labor ininterrumpida, ciento doce tempo ros como la Martha Graham Dance Company,
radas, dos funciones semanales con diferen Twyla Tharp o Mario Maya.
tes programas presentados a lo largo de nue Esta fórmula, ideada por Moya, fue una
ve meses de cada año. pieza fundamental en las políticas de gestión
El área encargada de la danza en la UNAM y difusión de la danza en las administracio
regulaba al Taller y al Ballet Folklórico, pero nes subsecuentes. Por ejemplo, Sonia Orne
era necesaria una oficina rectora que conjun las —bailarina del Ballet Folklórico de Amalia
tara a las compañías. Así, entre 1976 y 1980, Hernández y, luego, responsable de progra
nació el Centro Cultural Universitario (CCU), mación con Moya— ahondó en la creación de
que refrescó la oferta de cultura en el sur de públicos mediante el acercamiento a las fa
la Ciudad de México. cultades, la impartición de conferencias y una
A la par, en 1979, se creó el Departamento mayor atención a los talleres durante su ges
de Danza, ubicado en la Sala Miguel Covarru tión (1985-1986). Retomó los propósitos de dar
bias, con Colombia Moya como titular. Moya, continuidad a la formación profesional de los
alumna de Nellie y Gloria Campobello y de bailarines y apoyar el desarrollo de las com
Magda Montoya, tenía una visión integral: las pañías universitarias. En esta época el De
funciones de danza nacional e internacional, partamento se integró a la Dirección de Tea
de corte folklórico o contemporáneo, convivi tro y Danza.
rían con las actividades de los jóvenes baila A Ornelas le siguió Lydia Romero (1986-
rines y coreógrafos. Además se impartirían 1988), protagonista de una longeva carrera
talleres para todo público, se celebrarían en como bailarina, coreógrafa y maestra, egresa
cuentros, exposiciones y conferencias, y se ela da del Seminario de Danza Contemporánea
borarían libros y productos audiovisuales. del Ballet Nacional y creadora de la compañía
Se trataba, en suma, de un proyecto exhaus El cuerpo mutable. Romero catapultó, por me
tivo que resultó ser crucial para la explosión de dio de una serie de estrenos y temporadas, lo
grupos que conformarían la escena de la dan que entonces hacían las compañías más pro
za en México. En la Sala Covarrubias se pre positivas. Así convirtió a Danza UNAM en un
sentaron Barro Rojo, Utopía, UX Onodanza y atractivo escaparate de la actividad profesio
Antares; compañías relacionadas con la UNAM, nal. También se enfocó en dar un mayor im
como Danza Libre Universitaria o la Compa pulso a los talleres.
ñía de Danza Folklórica; grupos nacionales Después de Romero, Rosario Manzanos
de gran trayectoria como el Ballet Nacional de tomó las riendas de Danza UNAM (1989-1993).
México, el Ballet Independiente y la Compa Su perfil era ecléctico: tras formarse en la Es
Taller Coreográfico de la UNAM, Réquiem, coreografía de Gloria Contreras, sala Miguel Covarrubias CCU, 2024.
Archivo Danza UNAM, agencia Isóptica. Fotografía de Gloria Minauro.
Taller Coreográfico de la UNAM, Enigma, coreografía de Irina Marcano. Fotografía de Juan Rodrigo Becerra Acosta.
32
dad de Nueva York. En estos días preparo un
texto sobre Martha Graham. Entonces, siem
pre vuelvo a escribir sobre danza; no de ma
nera regular, pero el impulso está ahí. En las
raras ocasiones en que no estoy inmersa en un
proyecto, vuelvo a ello de inmediato. Es una
presencia constante.
GAC: La disciplina de la danza es rigurosa,
supone muchas horas de ejercicio y una buena
dosis de fortaleza mental para sobrellevarla.
¿Cómo lo experimentaste tú?
AG: Hay algo que es muy importante en la
danza moderna. Quien entra allí quiere ser
parte de la vanguardia, en general, del arte.
Fue mi caso. Y yo no me iba a conformar con
ser una segundona de algún lado, entonces
viví la danza con pasión, aunque con una dis
ciplina férrea. Si me preguntas qué he llevado
de la danza a mi trabajo como reportera, te di Aykut Eke, Mujer en vestido rojo sin mangas, 2019. Unsplash ©.
ría que ha sido la disciplina de hierro. Al mis
mo tiempo, una va con la sensación de “voy a rales. Alguien que no tiene sentido del ritmo
hacer lo más original, voy a romper los moldes nunca llegará a ser un pianista exitoso. De la
tradicionales; de lo contrario, no tengo sufi misma manera, quien no tiene suficiente fle
ciente talento”. Hay mucha tensión. Si algo me xibilidad, fuerza y resistencia muscular o ca
aportó al arte de la reportería es esa volun pacidad de proyección, no va a destacar en la
tad de empujar siempre un poquito más. danza. Por otro lado, se puede tener todo eso
GAC: En La Habana en un espejo,1 quizás e incluso ser un gran bailarín o bailarina y no
tu libro más íntimo, la referencia al cuerpo tener éxito. El cuerpo es un elemento, pero
es una constante. Escribes: “había dentro de también hay otros dos o tres factores: buena
mí una presencia dramática de enorme fuerza salud, disciplina, suerte, estar cerca de perso
y proyección […] pero estaba dolorosamente nas que quieran darte un impulso. Todo eso
consciente de mis limitaciones físicas —los cuenta.
pies planos, la insuficiente rotación del fémur GAC: Nada más complejo para una mujer
en la cuenca de la pelvis— […]. Era un hecho, que mirarse al espejo para descubrir, muchas
jamás alcanzaría el virtuosismo técnico”. veces, sus defectos o limitaciones. La danza
AG: El cuerpo es un tema central. La danza te enfrenta contigo misma en una disyuntiva
exige, no sólo disciplina, sino aptitudes natu entre lo que quieres y lo que puedes lograr con
esa única arma que tienes: el cuerpo.
1
Alma Guillermoprieto, La Habana en un espejo, Literatura
AG: La gente piensa que el espejo es un ins
Mondadori, México, 2004. trumento de la vanidad, pero en realidad es
una herramienta para la crítica despiadada. tregó a fondo. Esa sensación de estar comple
Últimamente he pensado que yo no era tan tamente comprometida en cuerpo y alma es
mala como creía. Si Merce Cunningham me algo que normalmente encuentras en el amor,
invitó a dar clases, a ver los ensayos; si Martha en el sexo, pero también la experimentas al
Graham, cuando me corrigió en una clase, lo participar con cada célula de tu cuerpo en la
hizo con suavidad; si bailé con Twyla Tharp, danza.
es que no era tan mala. Pero a mí el espejo no GAC: En tu labor periodística, la danza y la
me dijo eso. Entonces, hay que saber usar el música ocupan un lugar primordial. En Samba,
espejo para corregirse y no para destruirse. tu primer libro, narras los intríngulis del Car
GAC: ¿Qué te decía el espejo? naval de Río de Janeiro, donde las mafias, el
AG: Que todo me fallaba. Todo. Que nada en racismo y el machismo, operan tras bambali
mí se prestaba para ese arte. Ahora pienso que nas. Sin embargo, la danza también es desaho
el espejo no me decía la verdad. go. ¿Reconoces ahí una vía de escape para so
GAC: “Martha Graham repetía que para brevivir a la barbarie?
bailar es necesario el dolor. Quería formar a AG: Absolutamente. Frederick Douglass, uno
sus alumnas garantizándoles el sufrimien de los grandes abolicionistas de la esclavitud
to”, apuntas en La Habana en un espejo. —nació esclavo, fue esclavo y llegó a ser el per
AG: Y lo ejercía sobre sí misma. Era despia sonaje político más importante de Europa y
dada. Ahora, yo creo que el dolor real surge de Estados Unidos—, dijo algo que me impresio
esa duda constante de “¿voy a ser lo suficien nó profundamente: “La comunidad negra no
temente buena? ¿Se van a fijar en mí? ¿Me van crea su música y su danza a partir de la alegría,
a reconocer?”. Es un sufrimiento muy profun sino para crear un espacio de alegría”. Eso es
do. En cambio, el dolor del esfuerzo físico es el Carnaval de Río y todos los festivales afro
maravilloso, porque significa que una se en caribeños. Son espacios de alegría para sobre
FRAGMENTOS
Claudia Hernández de Valle-Arizpe
38
Vaslav Nijinsky con el traje creado por León Bakst para Le Spectre de la Rose, en el Royal Opera House,
1911. Library of Congress ©.
DOSSIER 39 FRAGMENTOS
LOS LIBROS: DISPOSITIVOS DE ENCUENTRO,
DISPOSITIVOS DE ESCUCHA, DISPOSITIVOS
DE ESCRITURA
Josefina Zuain
40
briendo de polvo. Una envasadora gigante re
cubre delicadamente cada libro, preparándolo
para permanecer en estanterías abarrotadas
de diversas piezas editoriales provenientes de
diferentes épocas.
Allí crecí; sin embargo, siempre pensé que
no iba a dedicarme a nada vinculado con la
empresa familiar. Desde la adolescencia hice
muchas cosas que parecía que me alejaban de
ella, pero que, en realidad, me fueron llevan
do de vuelta, incluso hasta tener hoy mi pro
pio (aunque pequeño) depósito de libros.
Entre mis veinte y mis treinta —justo an
tes de pasar por un cáncer que fue un partea
guas de la relación que mantenía con mi cuer
po (o conmigo o con el mundo en general)—,
me dediqué a la danza y a la historia del arte.
Entrenaba diariamente mientras cursaba la
Licenciatura en Artes en la Universidad de
Buenos Aires y llevaba una suerte de carrera Henri de Toulouse-Lautrec, Loïe Fuller en Folies-Bergère,
artística mutante en la que vendía cuadros, cu 1893 .
raba muestras, hacía performances, tenía un
colectivo de ruidismo y de circuit bending, en tos textos no suelen publicarse, pero también
tre otras prácticas absurdas y divertidísimas. sabía, gracias a mis estudios en historia del
A partir de 2010 me acerqué al ámbito de arte, que “los papelitos” de lxs artistas tienen
la escritura con un taller que impartí durante un valor creciente en el mercado y que, una
una década. El espacio estaba pensado para vez museificados, comienzan a circular en el
transmitir herramientas útiles que sirvieran mundo editorial.
para armar textos de gestión (dossiers, pro Sentía que algo empezaba a consolidarse;
yectos, statements y biografías). Con los años algo que aglutinaba las lógicas de funciona
empezó a preocuparme que las escrituras bu miento de las danzas, los documentos, las pu
rocratizadas y administrativas obturaban no blicaciones y las diferentes formas de escribir.
sólo el tiempo de dedicación a otros modos de Mi proyecto se fue afinando. De la danza
escribir (a)cerca de las prácticas, sino que ade me interesaba todo, así que me (con)centré
más limitaban la posibilidad de validación de en ella y, al acercarme a pensar las relaciones
este otro tipo de textos, lo que terminaba in entre danza y escritura, fue bastante eviden
visibilizando materiales que yo consideraba te que había que hacer un primer gran des
de mayor valor y consistencia. plazamiento sobre el asunto de la notación.
Como consecuencia de los años que pasé re Históricamente, esta cuestión ha protagoni
visando las estanterías de papá, sabía que cier zado los debates en torno a la danza y sus mo
bros, se hace insoslayable su relación con las ella ha estado presente. Creamos esa pieza rara y singular
que fue Leer danza(ndo); compilamos junto a Marina Tampini
liturgias de la Antigüedad y de la Edad Me Improvisación en danza: traducciones y distorsiones; edité un libro
dia. Este tipo de obras dan cuenta de la im de su autoría Ella (no) es Loie Fuller; y sacamos adelante dos
traducciones: Sabiduría de las lianas de Dénètem Touam Bona,
portancia de los ritos en nuestros comporta y Ecosmáticas, una obra que originalmente Marie compiló en
mientos y de los modos en que se relacionan francés junto a Joanne Clavel e Isabelle Ginot.
47
que, en proximidad con la danza, tienen el descentralizar la pedagogía de la danza, abor
deseo común de libertad. No hay que perder dando las cuestiones de ésta pero en torno a la
de vista que el punto de partida es la danza coreografía. Reflexiona sobre “el énfasis dado,
como acontecimiento liberador de las corpo por décadas, en la formación de bailarinas y
ralidades. Sin embargo, en el camino, al prac bailarines” en la Ciudad de México. En el CICO
ticarla, es donde se ha hecho lo contrario con imparte la materia de filosofía. Según refie
les cuerpes; es decir, forzarles. Y así es como re, en esta escuela el estudiante de coreogra
la disciplina pedagógica se ha distanciado fía encuerpa una cultura de danza urbana y
de la salud. aprende técnicas somáticas, caracterizadas
por centrarse en la vivencia. Actualmente hay
CENTRO DE INVESTIGACIÓN un boom en torno a estas técnicas que, sin em
COREOGRÁFICA bargo, no son nuevas. Entre las precursoras
Me reuní con Javier Contreras, quien es do están el método Feldenkrais e Ideokinesis, de
cente y quien ha hecho algo muy valioso al Mabel Elsworth Todd, surgidas en la primera
mitad del siglo XX. Al comentarle que éstas
se enfocan en la práctica consciente de movi
mientos cotidianos, responde: “Ahora se en
tiende que eso es clave [en la danza]”. Y re
flexiona con relación al código lingüístico “ir
más allá”, muy usado en la pedagogía de la
danza: “Existe un esfuerzo, si se le pide [al in
térprete] que vaya ‘más allá’ y éste accede. Y,
de cierta manera, [el código] puede volverse
riesgoso para la salud”.
Además, Contreras nos alienta a pensar en
torno a los términos “cuerpos reales” o “cuer
pos ideales” que tanto se escuchan en el gre
mio. El paradigma de la modernidad en Mé
xico ha estado caracterizado por un canon de
perfección de les cuerpes y en la danza se ha
ligado el virtuosismo técnico al repertorio y a
la coreografía. Para él, este canon “de la blan
quitud” ha permitido una comunicación con
el mundo: “En México se tiene que bailar ge
nial. Si vamos a Hungría o a Alemania, que
nos digan que bailamos como los dioses. Y se
ha bailado, aquí, como dioses y diosas”.
Pero, ¿ha cambiado, en obras de danza con
Kiyochika Kobayashi, un bailarín acróbata callejero
(o’shishi ruso) entretiene a los niños japoneses,
temporánea, ese canon en la posmodernidad,
ca. 1904-1905. Library of Congress ©. en términos de fisicalidad y coreografía? En
de: “Federica Folco y Sofía Lans Cross, de Uru dad liberadora maravillosa, pero su pedago
guay. Ellas andan en danza comunitaria, del gía no ha tenido nada que ver”.
goce, del encuentro. [Proponen] sudar juntos, Haciendo memoria con él sobre el Me too
bailar y disfrutar, colectivamente”. A ese rum como un fenómeno social que combatió la vio
bo coreográfico en el que la corporalidad no es lencia normalizada, reconoce que el activismo
llevada al extremo, se puede añadir a Magda de las alumnas de la Academia de la Danza
lena Leite y Aníbal Conde, también urugua Mexicana tuvo impacto en el tema del acoso
yes, y a les mexicanes Katia Castañeda, An sexual que algunes estudiantes han vivido de
drea Chirinos, Evoé Sotelo, Tania Solomonoff, parte de sus docentes. En 2021 realizaron una
Aura Arreola, Coral Montejano, Laura Ríos y protesta que incluyó una presentación en la
Esparta Martínez. Específicamente, Mariana explanada del Palacio de Bellas Artes en la que
Arteaga y la agrupación Foco al Aire son re la danza se afirmó como expresión emanci
presentativos del goce y la colectividad. padora.
Debido a lo importante que ha sido la ma Con honestidad, Contreras nos revela que
terialidad del cuerpe en la disciplina, con cier hubo un caso de abuso que involucró a un alum
ta distancia de la modernidad podemos ubicar no y dos alumnas, en el CICO, y que se resolvió
ciertas violencias normalizadas en la pedago expulsando al alumno. Pero antes se hizo un
gía de la danza. Javier Contreras señala al círculo de reflexión en torno a las masculini
gunas prácticas dentro de los salones duran dades, acompañado por el maestro Taniel Mo
te el siglo XX: “Se sabía cuándo comenzaba la rales. Añade que el episodio de acoso “fue una
clase, pero no cuándo terminaba y, durante un experiencia traumática” para las alumnas y
ensayo, si alguien se equivocaba, se repetía la escuela en general. Sin embargo, después
toda la obra porque debía salir perfecta”. “las cosas se tranquilizaron muchísimo en el
Por experiencia propia, como maestro en la interior del CICO, con esa expulsión”. Desde
Escuela del Ballet Nacional de México —fun su punto de vista, la medida que se tomó en
Friedrich Albert Zorn, coreografía para la danza española Cachucha, 1836 3.0.
Andrés Marín Jarque, Dansa tradicional valenciana, 2015. Museu Valencià d’Etnologia 3.0.
54
Nos quitamos los zapatos para bailar. Mis pies se deslizaban como lijas
por el tablao. Los marcajes se volvían ásperos, la suela logra darles sua
vidad a las mudanzas. Para el vivo de pies, levantar el talón era difícil.
El ejercicio era descalzo para escuchar el rasgueo de la guitarra, con
movedor pero imperceptible con los tacones. Me pareció extraño que
lo más natural, el pie desnudo, se volviera artificial en su desuso, que el
recurso fabricado resultara la comodidad, el hábito. Es igual con las
ideas imparables, aparentemente naturales, y la mente al fondo, conti
nua y en silencio.
Estos poemas pertenecen a La vida abierta (UNAM, México, 2019), ganador del Premio de Poesía
Joven UNAM 2019. Se reproducen con autorización de la autora.
U nos pantalones rotos ondean bajo el cielo de Barcelona. Unos pies des
calzos golpean la arena de un barrio de barracas. Una melena negra
y una mascada roja percuten el aire que sube desde la ciudad hasta la
colina habitada. Un cuerpo atraviesa la cortina invisible que sus bra
zos, inmensos, deslizan.
Es Antonia Singla Contreras, conocida en el mundo del flamenco como
Antoñita “La Singla”. Sus manos florean el polvo. Sacude su falda negra
con puntos blancos. Ladea su cabeza como si dijera “no” mientras avan
za. Alza el pecho, la mirada. Chasquea los dedos y vuelve a florear las
manos, ahora en la sombra.
Ha cumplido catorce años. Interpreta, en Los Tarantos (1963), a Sole,
hija de la protagonista, representada por Carmen Amaya. El film es una
adaptación de Romeo y Julieta; la historia de dos familias gitanas riva
les. Fue nominada al Óscar a la mejor película de habla no inglesa en
1963, año en que ganó 8 ½ de Federico Fellini. El rodaje se realizó en el
barrio natal de las dos bailaoras, el Somorrostro, en la periferia barce
lonesa, donde la comunidad romaní levantaba clandestinamente barra
cas con madera, cartón y metal por la noche para que la policía no pu
diera detener la construcción de sus viviendas. Era una zona sin luz ni
agua junto a una playa que lucía negra porque Barcelona era una ciu
dad “de espaldas al mar”: lo usaban como vertedero sin ningún reparo.
En 1966, el Somorrostro fue desaparecido violentamente en vísperas de
una visita del dictador Francisco Franco.
57
En una escena de la película, “La Singla” co: una aproximación histórica—, derivado de
juega en la orilla del mar, a contraluz, con un las tonás, los cantes flamencos más antiguos,
amigo. Dibuja olas con su cadera y un ave con florecidos en el siglo XVIII, procedentes de los
sus palmas. Él dice “te convido brillantina” y romances populares “aflamencados”, es decir,
ambos se dirigen al centro de la ciudad para dotados de un tono más íntimo y dramático.
comprarla. La vendedora pregunta: “¿Dónde Audazmente, Vicente Escudero creó, en 1940,
os la pongo?”; los niños señalan sus coroni el baile de la seguiriya, palo que se consideraba
llas para recibir los polvos brillantes y salen a litúrgico. Lo inventó “a fuerza de meditación y
la calle a bailar. “La Singla” zapatea descalza estudio”; decía que “si se baila la seguiriya, hay
con un virtuosismo que sólo pueden poseer que hacerlo con el corazón y sin respirar. O,
quienes han crecido en el seno de una fami mejor aún, ha de ser el propio corazón el que no
lia romaní. permita que se respire”, relatan los autores.
Antonia era sorda. Contrajo una meningitis Sin embargo, lo que hizo bailar a “La Singla”
a los ocho días de su nacimiento que causó da no fue un impulso vano, ni una técnica apren
ños irreparables en la estructura del oído. Sus dida, ni la imitación de su madre o de su abue
vecinos la apodaron “La Múa”, pues aprendió la. Ni siquiera su sordera, pobreza, silencio o
a hablar hasta los ocho años, de forma autóno desolación, como algunos han establecido. Por
ma, poniéndose un lápiz entre los labios. supuesto, sus vivencias formaron el carácter
Cualquiera que ha visto bailar a “La Sin de su danza. Pero, en términos del cante jondo
gla” se pregunta por la conexión de esta ge y la tradición gitana andaluza, lo que hizo bai
nia con el compás, sistema métrico fundamen lar a “La Singla” con esa fuerza, poder y magia,
tal de la música flamenca que define el marco fue el duende que habita la corriente oscura,
dentro del cual se ejecuta el ritmo y forma la que hace hervir el pulso entre la niebla, que
base de los patrones melódicos y expresivos no se predice ni controla, que transmuta el
de cada uno de sus palos, es decir, el carácter de cuerpo, que aproxima la fuente y el que surge
cada estilo formal. El compás es esencial para de “sonidos negros”. Federico García Lorca des
mantener la cohesión y comunicación entre cribió así a este duende: “[es aquel que] quema
cante, baile y toque. la sangre como un trópico de vidrios, que agi
Rosa, la madre de Antonia, contaba que la ta, que rechaza toda la dulce geometría apren
niña pasaba muchas horas haciendo muecas dida, que rompe los estilos, que se apoya en el
frente al espejo y comunicándose en un len dolor humano que no tiene consuelo”.1 El duen
guaje secreto con una amiga imaginaria. Un de hace honor a una de las teorías del origen de
día empezó a bailar, moviendo los brazos y la palabra “flamenco”: navaja andaluza con for
golpeando muy fuerte el suelo para sentir las ma de media luna y mango de hueso.
vibraciones. Aprendió el ritmo observando a su Alguna vez, un periodista le preguntó a “La
madre, que chasqueaba los dedos frente a sus Singla” cómo bailaba sin escuchar. Ella res
ojos, marcando el compás de la seguiriya, un pondió: “Coraje”.
baile “seco y ritual, pausado y ceremonioso [...],
pleno de solemnidad” —según cuentan José 1
Federico García Lorca, Juego y teoría del duende, Biblioteca
Luis Navarro y Eulalia Pablo en El baile flamen- Virtual Universal, 2003, p. 4.
Antonia nació cerca de 1948, aunque se des grabaciones de audio y, por supuesto, informa
conoce la fecha exacta. Su infancia en el Somo ción relevante sobre sus orígenes y su trayec
rrostro fue solitaria, a pesar de formar parte toria. “La Singla” comenzó a bailar en su barrio
de una comunidad con dinámicas sociales es y tuvo éxito ante la audiencia más exigente:
trechas. Cuando era niña, su padre abando el auténtico público gitano. La fotógrafa bar
nó a su familia y su madre los sacó adelante celonesa Isabel Steva, conocida artísticamen
vendiendo fruta en los mercados. te como Colita, capturó distintos momentos
Su historia y aportación al flamenco per de la bailaora. Ella cuenta que Paco Revés, un
manecieron en el olvido durante más de cua pintor retratista de gitanos, vio danzar a “La
renta años; en el auge de su trayectoria, desa Singla” y comenzó a promover su trabajo en
pareció misteriosamente no sólo de todos los los grupos intelectuales de Barcelona. El gui
escenarios, sino de su círculo social. Antes de tarrista flamenco Peret la acompañaba en el
cumplir los treinta, nadie supo más de la fa toque. Entonces, la bailaora se hizo de segui
mosa bailaora gitana. Hasta que, en 2023, la dores y amigos que la apoyaban en su carrera.
cineasta española Paloma Zapata estrenó su Su madre asistía con ella a los eventos.
documental La Singla, donde comparte la in En una serie de fotografías, Colita retrata a
vestigación más detallada que se ha realiza Antonia a la orilla del mar. La bailaora, de unos
do sobre Antoñita y emprende una búsqueda quince años, apila rocas planas más grandes
después de enterarse que aún vive, contrario que su mano; tiene un pie sobre la arena seca
a lo que se creía. y otro entre la espuma. Detrás de ella, un gru
El documental revela material de archivo po de gente platica bajo el sol. Cerca hay bar
como videos, fotografías, notas de periódico, cas y la estructura rota de un puente.
lifas, con el tablao flamenco en el sótano. Para ficción y documental sobre la joven bailaora,
ese momento, Antoñita ya tenía presencia en titulada Die Geschichte der Antonita Singla (La
los periódicos madrileños, Salvador Dalí y su historia de Antonita Singla). La perspectiva era
esposa Gala la invitaban a pasar tiempo en su exotista: presentaba su historia haciendo én
casa de Portlligat, convivía frecuentemente fasis en el contexto de marginación. Por ejem
con Marcel Duchamp y fue retratada por el plo, en una escena la madre le dice: “¿Tienes
artista Joan Miró. En su documental, Paloma hambre? Entonces baila”. El film contiene mo
Zapata cuenta que el poeta francés Jean Coc mentos sumamente memorables donde la ar
teau escribió: “‘La Singla’ escupe fuego por la tista danza con un brío y un pulso que sacu
boca y lo apaga con los pies”. den a los espectadores.
Entonces, Banegas invitó a la bailaora a ser El año siguiente, Lippmann & Rau organizó
la artista protagónica de Los Califas. Apare el primer Festival Flamenco Gitano en Berlín,
ció de la mano de su padre, que nunca se se cuya figura principal era “La Singla”, quien
paraba de ella. Como no llevaba guitarrista, bailó acompañada de Paco de Lucía y Cama
le asignaron a Pepín Salazar, que había toca rón de la Isla, considerados los mejores músi
do antes con la bailaora Pilar López. Antonia cos flamencos de todas las épocas. Entre los
superó las expectativas. La noticia llegó a los registros del Festival, hay un video de la jo
oídos de Horst Lippmann, músico y promotor ven con el gran cantaor El Lebrijano, quien
alemán de jazz, quien había creado junto a su decía: “Los días que yo canto con duende no
socio Fritz Rau una de las compañías más hay quien pueda conmigo”. 4 Singla Contreras
importantes de Europa, Lippmann & Rau, que interpreta un martinete al ritmo del eco me
presentaba cada año el American Folk Blues tálico de los golpes del mazo en el yunque,
Festival. mezclados con el profundo lamento o, mejor
En 1964 la compañía realizó, con la dirección
de Günther Sauer, una película híbrida entre 4
García Lorca, op. cit., 2003, p. 2.
65
artístico? Me interesa, en específico, el gremio ral, se desempeñan en lo económico de forma
de los bailarines de danza contemporánea, de independiente. Un trabajo digno puede ser
bido a que sus especificidades lo hacen más asalariado, desde la independencia, incluso
propenso a alejarse de lo que denominamos puede ser desempeñado en la informalidad.
un trabajo digno o decente. Bajo este lente, las condiciones laborales cen
Desde que se convirtió en un área de desem trales para alcanzar esta dignidad abarcan,
peño artístico especializado, la danza contem en un primer momento, tres dimensiones: la
poránea no ha sido asimilada por la concep boral, contractual y ocupacional. Otras capas
ción del trabajo como actividad productiva y de comprensión involucran las condiciones so
ha sobrevivido mediante la idea del artista ciales, las trayectorias laborales y educativas,
puro, que obra sin más fines que el arte. Por la perspectiva de género, la relación entre la
otro lado, desde la lógica laboral, un trabajo condición laboral y el poder; el perfil social,
es toda aquella actividad asalariada (incluso actividad específica dentro del campo, la di
pagada de una forma que no involucre la mo mensión educativa y formativa (tipos de for
neda), cuyo objetivo es producir bienes o ser mación y perfeccionamiento formal), la aso
vicios para satisfacer necesidades humanas. ciatividad, la felicidad y la salud mental. Es
A través de esta producción se construyen y decir, al hablar de las condiciones laborales de
accionan una trama de relaciones sociales me los campos artísticos no debe hacerse desde
diante una red de productores, personal de un enfoque trivial focalizado en el acceso a la
apoyo, distribuidores y público; se configuran salud.
estrategias diversas para la generación de in Entonces, ¿en qué condiciones laborales
gresos (autofinanciación, patrocinio, venta, opera el campo de la danza contemporánea?
intermediación) y se dan, como en otras ramas En primer lugar, tiene como centro de las inte
laborales, mecanismos de cooperación y di racciones la tercerización, lo zafral y la pro
visión del trabajo. Por lo tanto, la creación ar ductividad. El de la danza contemporánea es
tística sí es un trabajo. Sin embargo, no com un esquema triádico —o incluso más amplio—
parte características con la mayoría de los o tercerizado donde participan múltiples ac
empleos ordinarios (jornada de ocho horas, tores que inciden directa o indirectamente en
lugar de trabajo fijo, por mencionar algunas). los diversos elementos que constituyen las
Entonces, ¿cómo nombrar lo laboral en la dan condiciones laborales de los creadores de este
za contemporánea? Un concepto que lo per campo: el funcionario de cultura, el programa
mite es el de trabajo digno o decente, pues dor de un espacio o festival, el dueño de un es
arropa todas las heterogeneidades en las que pacio independiente, el cliente privado, el con
se encuentran bailarines, coreógrafos y demás sumidor o público, entre otros. Con frecuencia,
trabajadores del sector artístico que, en gene es un empleo zafral, es decir, el trabajo es tem
Xuan Nguyen, hombre con disfraz de conejo saltando cerca de un muro de hierba verde, 2018. Unsplash ©.
nes indignas: creadores independientes sin historia de consolidación del gremio, en el que
ninguna seguridad social y laboral, ya sea en coreógrafos y bailarines debían dedicarse a la
términos de asistencia médica, riesgos labo docencia para subsistir. Sin embargo, hoy en
rales, embarazo, jubilación, vacaciones, espa día el contexto global demanda más servicios
cio laboral adecuado, relaciones justas entre en el ámbito artístico; de forma que se dupli
sus pares y los patrones, autonomía y posibi can, triplican o cuadruplican las actividades del
lidades de formación. Esto ocurre incluso si los campo: hay coreógrafos-bailarines, gestores-
trabajadores de danza trabajan con un coreó iluminadores-vestuaristas, docentes-investi
grafo o una compañía de manera permanente. gadores, críticos-promotores-representantes
El carácter discontinuo de la actividad blo y asesores que son funcionarios culturales. Un
quea el acceso a los derechos sociales; este fe agente puede realizar entre dos y seis activida
nómeno también se apoya en la ausencia de des al mismo tiempo o de forma intermiten
contratos, porque el profesional de la danza se te. Y en el caso de los coreógrafos consagra
adscribe a la figura de prestador de servicios. dos, éstos ejercen muchos roles (iluminación,
Sin embargo, esta figura desdibuja las relacio vestuario, musicalización; incluso bailan) en
nes laborales y los derechos y obligaciones mu los proyectos en los que participan, como par
tuas por la lógica naturalizada que se da en te de una estrategia que resulta en mayores
tre coreógrafos, bailarines y demás creativos, ingresos y más poder.
donde lo más importante es la creación y sa El pluriempleo es inherente al campo ar
tisfacción personal. tístico. Implica la realización de diversos tra
Otro de los supuestos laborales de la danza bajos que no son considerados, por algunos
es la multiactividad. Ésta es resultado de la sectores de la danza, como parte de la voca
Alimentado por el viento, por bidones de nafta y por bombas incendiarias, el fuego
redujo en poco tiempo el espléndido edificio a un enorme brasero, alrededor del
cual los fascistas trenzaban, como atacados de delirio, una danza infernal.
Domenico Saudino, Sotto il segno del littorio: La genesi del fascismo
71
El lugar: la cima pedregosa del Angel’s Peak.
Su tarea: interpretar el mayor drama de nues
tro tiempo a ritmo de danza. Sobre su forma
sinuosa y saltarina se alzaba un símbolo que na
die podía pasar por alto: la nube pálida y cre
ciente de una bomba atómica que acababa de
explotar a 40 millas de distancia.
***
Podemos decir sin ninguna sorpresa que, al
menos en Occidente, la danza y el baile se per
ciben como espacios de libertad, de alegría, de
encuentro comunitario; son espacios en los que
podemos dejar atrás nuestros problemas coti
dianos y entregarnos a la abstracción del cuer
po, en los que podemos entrar en contacto con
zapatilla de satén. Tras ella, en el fondo del un ser más primordial, más puro, más primi
valle, un estruendo irreconocible y un deste tivo y más libre de la opresión que implica la
llo enceguecedor dan paso a una brisa cáli vida moderna. La danza, ya ocurra en un tea
da y a la formación de una nube en forma de tro, en la cima de una montaña o en una fies
hongo: es una explosión atómica. ta, es el camino a la alegría y también una de
No hay mucha información sobre esta se sus manifestaciones más directas.
sión fotográfica, salvo la denominación del pro Pero esta representación no está libre de
grama de pruebas atómicas del que fue parte, problemas. Entender la danza exclusivamen
Operation Upshot-Knothole, el nombre de la te como un espacio para la libertad, la alegría
bailarina y algunos otros detalles. La serie de y la belleza es verla con condescendencia. Ver
fotografías circuló en el periódico Oakland Tri- la como la encarnación de un estado más puro
bune el 28 de junio de 1953 con el título “Angel’s y primitivo del ser es comparable al reduccio
Dance” y con una nota que reza: nismo que en su momento se hizo del “buen
salvaje”: un campo (o un pueblo) que sólo es
A más de 6 mil pies de altura sobre los cañones capaz de bondad en su primigenia inocencia
del oeste, una joven bailó recientemente lo que y que hay que proteger, educar y guiar. Por
podría ser el baile del siglo. Su nombre: Sally un lado, esta simplificación le resta al baile la
McCloskey, corista del lujoso Hotel Sands de fuerza que debe reivindicarse —quienes nos
Las Vegas. dedicamos a la danza sabemos que la posee—
***
Las coreografías de masas de los nazis son,
por supuesto, la muestra de la capacidad que
tiene un régimen para simbolizar la homoge
neidad social bajo un líder supremo. Es impor
tante recordar, por ejemplo, que Rudolf von
Laban, conocido por sus composiciones mul
titudinarias, cumplió un papel importante en
el gobierno de Hitler al estandarizar la educa
ción y la estética de la danza a lo largo y ancho
de Alemania. En 1933, aún antes de cualquier
directriz nazi, Laban expulsó a todes les niñes
“no arios” de la escuela de ballet de la Ópera
del Estado de Berlín para mantener la danza
moderna como un género específicamente ger
mano.1 En Fascismo fascinante, Susan Sontag
sugiere la importancia de la coreografía para
Leni Riefenstahl (quien, por cierto, empezó
1
Lilian Karina y Marion Kant, Hitler’s Dancers: German Modern
Dance and the Third Reich, Berghahn Books, New York, 2004, p. 16.
dente en el resto del mundo, función que opera cual no está exento de problemáticas. Por ejemplo, han formado
parte de las políticas de homogeneización de los Estados nación,
de varias maneras. La primera es que estable pero también les han otorgado herramientas a los pueblos
ce como única danza legítima la suya, lo que para defender su autonomía y mantener vivas sus culturas. En
este sentido, no querría, de ninguna manera, equiparar estas
puede apreciarse en la proliferación mundial prácticas, en general, con las danzas del mal, aunque pudiera
de escuelas profesionales durante los siglos XX haber casos frontera.
1. SE ABRE EL TELÓN
El habla y la escritura son danzas discretas que brotan de la boca y de
las manos, pero al teorizar, a menudo nos olvidamos de las bases bio
lógicas y corporales sobre las cuales se ancla nuestro pensamiento. En
este texto reflexionaremos acerca del significado que producimos a tra
vés del movimiento de nuestros cuerpos; es decir, aquella materia que
nos constituye como personas y que no meramente ocupa espacio, como
otros objetos, sino que palpita, pulsa y piensa.
El presente escrito trata específicamente sobre la sintaxis de los ele
mentos de la danza. Siguiendo la oración “colorless green ideas sleep
furiously” de Noam Chomsky, que desarrolla en su trabajo Syntactic
Structures (1957), analizaremos cómo la danza genera sentido a partir de
sus propios bloques estructurales. Así como Chomsky explicita las es
tructuras del lenguaje que lo constituyen, el baile también genera men
sajes y, a través de su propia sintaxis, permite que el movimiento abra
vetas de significado.
Iremos de lo simple a lo complejo, estableciendo una analogía entre
la comunicación verbal, proposicional y la corporal cárnica. En este sen
tido, la lengua usa palabras y el cuerpo gestos. Revisaremos las simili
tudes y después las diferencias. La reflexión de estas páginas se gene
ró de la mano de la coreógrafa Claudia Lavista, así como del proceso de
montaje de su obra, Óxido, durante nuestra estancia Fulbright-García
Robles, en la Universidad de Texas, Austin, a inicios del año presente.
77
Afortunadamente, bastan dos personas con la rencia de que el primero se ancla en el movi
misma curiosidad para comenzar un diálogo; miento del cuerpo y no en la transmisión del
con un puñado se crea una coreografía. sonido. Sin embargo, también hay una dife
rencia crucial.
2. PRIMER ACTO: EL GESTO A saber, el significado en el gesto tiene una
Y LA PALABRA estrecha relación con la acción que lo produ
Consideraremos al gesto y a la palabra como ce. El signo, aquello con lo que se hace refe
las unidades mínimas de significado de la dan rencia, y el significado, eso a lo que referimos,
za y de la comunicación proposicional. Una se entrelazan. Si te empujo, en la acción mis
primera similitud entre ellas es que, tanto el ma se halla el significado. Esta acción expre
gesto como el lenguaje oral (y escrito), depen sa una distancia entre los individuos involu
den fuertemente de la expresión que surge del crados. Por el contrario, si me acerco, expreso
cuerpo, de la carne que movemos para expre el deseo de proximidad con el otro. El gesto,
sar una intención. entonces, suele representar lo que significa,
Los gestos nos remiten a un sistema de co como una onomatopeya expresada en movi
municación animal. Decimos sí o no, a partir miento. Por el contrario, las palabras no evocan
de ellos; podemos acercarnos o alejarnos. Igual icónicamente su significado, el término “tibu
mente, logramos entendernos con otras espe rón”, por ejemplo, no significa, en sí mismo,
cies a partir de ciertos movimientos. Mi perro un peligro.
Lucrecio se agacha y me hace una reverencia El uso de palabras nos permite expresar
para invitarme a jugar. Le respondo con el mis algo que no se encuentra en el código mismo.
mo ademán y comenzamos a perseguirnos. La El significado puede estar lejos del significan
reverencia, el inclinarse, es una forma inten te. Por ejemplo, “blanco” está escrito en negro.
cional de decir que podemos reducirnos, achi Esto se ilustra en el vocablo “palabra” que tie
carnos, que no vamos a atacar, pero que es ne similitud con “parábola”, una trayectoria
tamos dispuestos a movernos en relación al que une dos puntos, pero no los conecta con
otro. Si lo pensamos respecto a la gran histo una línea recta, sino que hace una curva. De
ria evolutiva, ambos mamíferos somos más se este modo, como si fuera el movimiento de una
mejantes que diferentes; en esencia, somos un flecha, significar nos traslada desde el signo
mono conviviendo con un lobo. hasta el significado. Las palabras son unida
El lenguaje de señas también es gestual. des de significado que, al juntarse, pueden
Aunque no lo hayamos estudiado, lo utilizamos formar estructuras más complejas que nos
todo el tiempo. Decimos “espera”, “ven”, “gra remiten a un significado lejos de ellas. El len
cias”, “de nada”, “hola” y “adiós” con las manos. guaje, al referir, abre un espacio entre lo es
Así también, los gestos faciales nos permiten crito y lo descrito.
transmitir información. Sin éstos, la ironía, el Sin embargo, hay excepciones. Dentro de la
sarcasmo, así como muchas formas de picar comunicación verbal, existe una subcategoría
día y otras sutilezas serían difíciles de trans que vale la pena mencionar: los verbos per
mitir. Visto desde esta perspectiva, el gesto y formativos. Se trata de aquellos cuya acción
la palabra oral son muy similares, con la dife se realiza en cuanto son pronunciados, como
Retrato de la bailarina y actriz Loie Fuller sentada en una silla de piedra, mirando abajo con vestido blanco, 1896.
Library of Congress ©.
cen a las palabras. Sin embargo, el gesto es la verbos y adjetivos) y cada una tiene un uso
acción con un plan, lleva un mensaje, una in distinto, habríamos de considerar las distin
tención específica y es el bloque básico para la tas funciones de los gestos en danza. Así, tal
construcción comunicativa en danza. El men vez, podríamos tener una comprensión más
saje que se transmite al danzar es un movi precisa de los mensajes que se desean transmi
miento cargado de significado, como el puño tir mediante el movimiento, pues, como con
que se levanta para pedir silencio o la mano que tinuaremos observando, el lenguaje dancísti
se agita para decir adiós. co posee posibilidades expresivas de las que
Así como cuando la poesía usa las palabras carecen los lenguajes verbal y escrito.
de manera expresiva y concienzuda, la danza
utiliza la ejecución del movimiento con fines 3. SEGUNDO ACTO: LA FRASE
profundamente comunicativos. Los gestos se CORPORAL Y LA ORACIÓN
vuelven el eje crucial para la comunicación Al enfocarnos en el siguiente nivel de estudio
consciente con la audiencia, lo cual no des de la lengua, el sintáctico, nos confrontamos
carta, por supuesto, que en la vida cotidiana con tres opciones. Podríamos hablar de sen
también haya gestos involuntarios o incons tencias, enunciados u oraciones. Las senten
cientes, que expresan algo y que son inter cias refieren, a menudo, a los mandatos jurídi
pretables. cos, mientras que un enunciado indica, por lo
Por otro lado, del mismo modo que existe general, algo que no tiene un propósito deter
una clasificación de las funciones de las pala minado. Por su parte, las oraciones y su ver
bras a nivel sintáctico (artículos, sustantivos, bo “orar” nos invitan a pensar en el aspecto
Retrato de la bailarina y actriz Loie Fuller de pie, mirando a la izquierda y regando las flores desde una concha, 1896.
Library of Congress ©.
Podría decir que las interrogantes sobre la cultura dancehall —en es
pecífico en torno al fenómeno de la dancehall queen—, me vinieron
desde el cuerpo, de la curiosidad por saber cómo una danza nacida en
Kingston era impartida por una maestra caleña en Buenos Aires. So
bre todo me interesaba el desplazamiento de una cultura fuera de su
territorio original y su potencia de transmisión por medio de la músi
ca y el movimiento.
Antes de siquiera saber que el dancehall había nacido en los barrios
populares de Kingston, en Jamaica, intenté replicar los pasos, seguir el
ritmo de la música y aprender los nombres de los movimientos que dic
taban las letras cantadas en patois,1 de las que no entendía nada, por
supuesto. Lo que más me sorprendió del estilo dancehall queen es que se
trata de un baile interpretado sólo por mujeres y cuyos movimientos
se enfocan en la pelvis, las caderas y el culo y hacen referencia explicí
ta al sexo; movimientos deslumbrantes, veloces y difíciles, gimnásti
1
Patois, patuá o patwa jamaicano es un idioma criollo con el que la mayoría de la población se comunica.
85
Mientras bailaba, la colombiana
pasaba la lengua por encima de
sus dientes y fruncía, amenazante, Cuando busqué más información sobre la
el ceño. Aquel baile me atrapó. historia del dancehall —una palabra que en
globa un género musical, un estilo de baile, el
cos, hechos para impresionar y seducir al es espacio en el que se baila y hasta un estilo de
pectador. vida— me di cuenta de que sólo había visto a
En 2019, mientras vivía en Argentina, me mujeres argentinas y colombianas, en su ma
inscribí a una escuela de danzas urbanas don yoría blancas, interpretar ese baile de origen
de enseñaban twerk al ritmo de cumbia villera.2 negro, y de que no había mucha información
Cuando la maestra faltó porque se lesionó la en español.
rodilla, la encargada nos preguntó a las alum El famoso selector de discos Ricky Trooper
nas si queríamos reponer la clase después o dijo: “El dancehall es un mundo en sí mismo.
si preferíamos integrarnos a la de dancehall Nadie puede explicar el dancehall. Nadie. [...]
queen, impartida en el mismo horario por la El dancehall en el extranjero es diferente a la
colombiana Anita Clavijo Gutiérrez, alias Ani escena del barrio local. Tienes que venir a Ja
ta DHQ.3 Algunas chicas, con cara de terror, ne maica y experimentarlo”. 4 Estas palabras ins
garon con la cabeza. Yo, además de hacer el tigadoras fueron el motivo por el que contacté,
ridículo, no tenía nada que perder. en el 2020, a la profesora Donna P. Hope, res
En esa primera clase, Anita nos explicó que ponsable del Dancehall Archive and Research
siddung —sit down— implicaba sentarse sobre Initiative, para proponerle coeditar un libro
un pene imaginario y simular coger de vaque —que finalmente se llamó: Dancehall Queen:
rita. Se puede ejecutar de distintas maneras, Erotic Subversion / Subversión Erótica—, y por
unas más acrobáticas que otras: en cuclillas el que viajé a Jamaica en agosto del 2023 para
y dando sentones en el piso o con las piernas documentar el International Dancehall Queen
abiertas levantando la cadera para azotar el Competition en Montego Bay. Un interés que
suelo con un golpe de la pelvis. Mientras bai había nacido en el movimiento, no podía que
laba, la colombiana pasaba la lengua por en darse sólo en la información que encontraba
cima de sus dientes y fruncía, amenazante, el en los libros y la web. Tenía que sudar, tomar
ceño. Aquel baile me atrapó. Wine and guh dung, clases en la calle, comer platillos locales (pat-
tik-tok, puppy-tale (mi favorito), dig it, headtop, ties, por ejemplo), beber ron, ir al museo de Bob
cada movimiento era más difícil que el ante Marley y salir de fiesta tratando de imitar el
rior. Los aprendía mientras me preguntaba fashion style del queen, es decir, poca ropa.
de dónde venían esos pasos y en qué contex Lo primero que hice en Kingston fue tomar
to se practicaban. agua de coco, directo del fruto, por invitación
de mi anfitriona, la profesora Hope. Por la no
2
La cumbia villera, originada a finales de los noventa, es un che, acompañadas del artista General B, sali
subgénero de cumbia nacida en las villas, o barrios populares mos a la primera fiesta de la jornada: Wapping
de Argentina.
3
La siglas DHQ se usan como abreviación de dancehall queen.
Aunque hay toda una polémica sobre esto, ya que varias
personas importantes del medio, como Dancehall Queen Carlene, 4
Epígrafe del libro Wake the Town and Tell the People: Dancehall
argumentan que este título solo puede usarse tras ganar un culture in Jamaica, de Norman C. Stolzoff, Duke University Press,
concurso. Durham, 2013.
DHQ Shisha (Francia) durante el International Dancehall Queen Contest de 2022. Fotografía de Carla Lamoyi.
DHQ Mia Kiss (Bulgaria) durante el International Dancehall Queen Contest de 2022. Fotografía de Carla Lamoyi.
Revista de la Universidad de México [entonces Universidad de México], vol. VI, núm. 67, julio de 1952, p. 19.
94
PA N Ó P T I C O
EL OFICIO
116
ficado de una obra nos hacen perdernos del Esa es mi primera contradeclaración al mun
falso pero insustituible deslumbramiento de la do. El lenguaje es una criatura libre, viva, y va
primera experiencia, de ese momento adánico adonde quiere. Dice lo que quiere, habla como
en que la palabra es un talismán y el mundo un quiere. Y yo quiero asir al lenguaje para hablar
recipiente donde caben todas nuestras fanta de lo que ocurre o se oculta, de lo que existe
sías”. Entender el significado del diccionario o aún no ha nacido. El principio número uno
fue para mí la forma de arribar a la madurez, de lo que escribo, piensa siempre: quiero asir
afirmé entonces, y lo sigo afirmando hoy. Y al lenguaje sin apresarlo, dejándolo correr li
aunque leer es también un paulatino proceso bre y ligero. Dejarlo habitar un espacio que
de aprender a llamar al pan, pan y al vino, vino, muchas veces no es sólo el espacio de la len
algunas veces veo la conquista de esa cima gua. También lo es del idioma. El espacio del
como un edén perdido. Un edén que se recupe lenguaje oral tan vasto y tan cambiante. Tan
ra, sin embargo, cuando accedemos a la poesía. dispuesto a brincar siempre como una astu
Alfonso Reyes no pensaba de forma distin ta liebre y a invadir el terreno en el que vas
ta. Porque para él la palabra adquiere su máxi pasando por donde menos lo esperas. Por mu
ma dimensión en la poesía, y la poesía “es el chas razones, a veces me interesa que el len
baile del habla”, según nos dice. guaje suene como suena aquí. Es decir, en el
Multifacética, misteriosa, iconoclasta. In territorio inmenso de la lengua española pero
clasificable. Inaprensible, por encima de todo, al mismo tiempo en la específica región que
así es la palabra poética. Como la vida. Reacia habito, que habitamos, y que enriquece la len
a tener un solo sentido, a andar por un solo gua porque dota de una carga única a lo di
camino, porque a cada minuto éste cambia y cho por estas latitudes.
se escapa. “Si ya la vida es cosa que huye”, dice
Reyes, “la poesía leve y alada es más inasible”, II
pues es espíritu y es soplo. La palabra poética En un acto descolonizador a priori, es decir,
es todo lo que querramos que sea, es remedio antes de que la palabra descolonizar se usa
y es veneno. Poiesis: creación. Es todo menos ra como moneda de cambio de todos los días,
lenguaje fijado. “Sea, pues, bienvenido el des Alfonso Reyes aplaudió la actitud y la litera
ajuste”, dice Reyes, “ese desajuste al cual de tura de Juan Ruiz de Alarcón. “Alarcón… po
bemos la poesía”. seía el secreto de oponerse sin choque, de des
Por lo tanto, “adiós formas fijas, adiós al en viarse sin arrancarse y de negar sin ofender,
gorro de que tal o cual locución extraña no que expresaba con su don humorístico” o con
puede decirse en nuestra lengua, adiós a los “una acción divertida mucho más que [con]
letrados que en su anhelo de fijar las formas, una prédica moral”. Alarcón “pone en solfa
matan el lenguaje”. Sí: eso lo dijo Reyes sien toda la ampulosidad del honor y el valor y
do él tan letrado. Y añadió: “En la pronuncia con sencillez da ejemplo de una virtud, un
ción vulgar descubro los movimientos del len temple, una filosofía y de una capacidad de
guaje, vivo, y en cada dislate […] persigo lo que traspasar las nieblas de lo convencional” (ver
podrá ser nuestra lengua culta del porvenir” “Letras de la Nueva España” y “Visión de Aná
(Curiosidades de coleccionista). huac”).
quilos ya vuelta escarabajo sólo piensa en lle ción de las fábulas, Reyes también habla de
gar al trabajo y seguir la vida de todos los días. ese chiste generalizado que dicta que quien no
Josefina Vicens se vestía de torero, y lo dis se casa, se arrepentirá de vivir soltero, y el que
frutaba muchísimo. Disfrutaba mostrar esa se casa, de vivir casado. “Esto no tiene que
foto y ver la perplejidad del sujeto sorprendido. ver con la cultura griega”, decía Reyes, y sin
embargo, añade, “ese chiste lo decía ya Sócra
III tes según testimonio de Diógenes Laercio”.
Me interesa la Historia con altas y con minús La humanidad convive y se mezcla hace mu
culas, me interesa el chiste, el chisme, la his chos siglos a través de sus fábulas. Y Reyes
toria oral. Me interesan los cuentos en sus fue, sobre todo, un fabulador y un recolector
dos acepciones: de cotilleo o de anécdota. Me de fábulas.
interesan los mitos que son una forma elabo Tal vez sea él mismo el más grande fabula
rada del cuento. dor de la primera mitad del siglo XX en Méxi
Hay cuentos que nos hemos contado entre co. Su fábula más grande y exquisita fue la
todos. Y este asunto, el hecho de que por toda que hizo jugando y mezclando todo el cono
la Tierra se hayan esparcido distintas versio cimiento que tuvo a mano: de la cultura helé
nes y una serie de valores contenidos en los nica a los enciclopedistas y de ahí a la mo
cuentos, a Reyes lo intrigaba. ¿Por qué debe dernidad. Como una Wikipedia precoz, un
mos ser escépticos? Reyes cita la fábula de la buscador de Google mucho antes de que so
lechera por la cual todos sabemos que no hay ñáramos que esto existiría y que el conoci
que pecar de optimistas de antemano, y al ci miento cruzado sería la nueva y futura for
tar el estudio de Max Müller sobre la emigra ma de escribir, Reyes fue de la alta cultura a
están desfallecientes. Es decir, si están siendo Si tenían autoridad, no tenían juventud. Si te
torturadas, a punto de morir o muertas, inclu nían inteligencia, carecían de sentido del hu
so, pueden hablar. Desde el más allá pueden mor. Si una mujer es convencional, es tonta,
hablar. Pero en la gran mayoría de ejemplos pero si es controvertida, es estúpida: no tie
literarios las mujeres están obligadas a callar. ne sentido común. Tarada, insensata, imper
Y las que no se callan, las callan. De manera tinente, puta. No es lo que una mujer diga lo
ejemplar, Beard cita el caso de Telémaco, man que provoca el insulto, sino el hecho de que
dando callar a su madre, Penélope. diga lo que está diciendo. Que no se calle. En
Para tener un breve panorama del ejercicio muchos países y muchos ámbitos ésta sigue
del poder que se ha infligido a través de la re siendo la norma. Ya sabemos hasta dónde ha
presentación, bástenos por hoy acudir a los escalado el enojo fuera de los libros, en la vida.
refranes, esos pequeños agujeros negros que Pero una cosa es matarlas en la realidad y
condensan la potencia de un ideario que ha otra distinta en la ficción.
operado por siglos. En literatura, la cuestión hasta hace poco
He aquí unas joyas recogidas de la bibliote era menos truculenta, más sencilla. Para ca
ca Cervantes. Procedamos a su definición. Para llar a una mujer bastaba con enamorarla, con
empezar, todas las mujeres son parlanchinas: convertirla en la Amada inmóvil. En el objeto
“Ni al perro que mear ni a la mujer que ha de deseo. “Me gustas cuando callas porque es
blar, nunca les ha de faltar.” tás como ausente.” Hoy varios memes del mo
“La cabra, donde nace, la oveja, donde pase, vimiento #MeToo dicen “Neruda: cállate tú”.
y la mujer, donde hable.” Pero estar calladita era apetecible, era sexy.
“Truchas y mujeres, por la boca se pierden.” Calladita y ronroneando como gato manso. Ca
Las mujeres son también celosas, avarien lladita y cosiendo o bordando, como en las pin
tas, caprichosas, melindrosas, mudables todas turas del XIX, y esperando al marido, como en
123
Una de las misiones imposibles
para un narrador de ficciones
consiste en tratar de contar una tan a la construcción de ficciones pensemos
historia usando exclusivamente en la siguiente frase de Yehuda Amijai en su
el tiempo futuro. poema “Tarde de una alegría serena”:1
Pero si este recurso contribuye a crear la Estoy parado en el lugar donde una vez amé.
sensación de que percibimos la historia en el Llueve.
instante mismo en que sucede, si bien nos hace La lluvia es mi casa.
creer que el autor logró liberarse del filtro del
estilo, el presente no es el tiempo más apto Si te fijas bien no todo está en presente: a
para contar ciertos hechos o situaciones, en mitad de la primera frase hay un rizoma que
la medida en que infla y expande detalles o se desprende, se sumerge en los recuerdos y
sensaciones que sería mejor resumir, a fin de usa el pasado, como si para mejor sumergir
no entorpecer la fluidez de la historia, y per nos en el planeta del pasado debiéramos em
mitirle que se mueva a mayor velocidad. A ve plear el pretérito, sus acciones que parecen
ces el presente también otorga una nitidez pe concluir con la fuerza de un machetazo. Tra
culiar a elementos que sería mejor presentar ducida al pasado, esa frase dejaría de lado al
como inciertos, a veces presta excesiva aten gunos recursos y retomaría otros:
ción a detalles sin relevancia, cuando es la am
bigüedad o la certeza lo que buscamos. Estuve parado en el lugar donde una vez amé.
Escribe Gérard Génette que una de las mi Llovió. La lluvia era mi casa.
siones imposibles para un narrador de ficcio
nes consiste en tratar de contar una historia Ahora tiene sabor a informe preciso pero
usando exclusivamente el tiempo futuro. Pero sin gracia de lo que ya ocurrió. Como si el na
hay quién lo logra, al menos parcialmente. Pen rrador fuera un observador de sus propias ca
semos en el final de El halcón maltés (1930), tástrofes: un antropólogo o un robot insensible
cuando el detective Sam Spade le augura a al cual no le afectaran los descalabros amoro
Brigid que vivirán un romance durante cier sos. Si trasladamos todo, incluso el rizoma, al
to tiempo y después ella decidirá matarlo a él tiempo futuro, la frase empeora:
también e irse a otra ciudad. Este recurso, que
ocurre en el punto más alto de ciertas ficciones, Estaré parado en el lugar donde una vez ama-
puede verse en una serie de selectas novelas ré. Lloverá. La lluvia será mi casa.
policiacas, cuyo remate desborda las líneas fi
nales del libro y nos obliga a imaginar el desti Aunque la primera frase suena ridícula de
no de esos personajes muchos años después. tan artificial y elaborada —nadie habla así,
Dos tiempos verbales que parecen servir vaya, excepto en las malas ficciones— y a pe
como el clutch de las velocidades son el copre sar de que ese “lloverá” tiene algo de tiránico
térito y el pospretérito. Basta examinar al azar y absurdo, debemos aceptar que la tercera par
cualquier relato de ficción para comprobar
1
En Yehuda Amijai, Mira, tuvimos más que la vida (nuevos poemas
cuán útiles son, cuánto nos ayudan a crear las escogidos); selección, traducción y prólogo de Claudia Kerik,
narraciones. Para ilustrar mejor qué le apor Elefanta Editorial, México, 2019, p. 118.
AFROAMERICANOS EN LA
CDMX: LA OTRA CARA DE
LA GENTRIFICACIÓN GRINGA
Erick Baena Crespo
127
ilustrada con la fotografía de una familia aris lienzo, un mural con motivos prehispánicos
tócrata afroamericana, elegantemente vesti celebra la riqueza de la cultura afrodescen
da con atuendos del siglo XIX. Cerca de la en diente. En estas calles aún no aparecen las pin
trada del local, una playera empotrada en la tas con leyendas del tipo “Gringo Go Home”.
pared atrae la atención por su original estam Todo lo contrario: se respira un ambiente de
pado: el rostro del rapero Snoop Dogg incrus camaradería entre nacionales y extranjeros.
tado sobre el cuerpo de san Judas Tadeo. La —¿Tú también eres periodista? —me pre
emblemática bandera del Distrito de Colum gunta Tiara, con una sonrisa en el rostro. Aún
bia, en Washington, la ciudad natal de Tiara, le resulta un tanto inusual la atención de los
adorna la pared frontal. medios.
Un grupo de extranjeros y mexicanos se le
vanta a bailar la música de Kumbia Boruka. ***
Esta noche Joyce Musicolor domina la cabi Entre 1821 y 1865, alrededor de cuatro mil es
na del DJ con su mezcla de ritmos tropicales. clavos afroamericanos cruzaron el río Bravo
Afuera, justo en la intersección de Mitla y Cale en busca de refugio en México.1 Dos siglos des
ta, sobre la pared curva que se ha usado como pués, ante el ascenso del supremacismo blan
co, especialmente con la llegada de Donald
Trump al poder en 2016, los afroamericanos
han vuelto a migrar hacia el sur. Jené Ethe
ridge es una de ellos. Su madre es originaria
de Iztapalapa, desde donde emigró a los Esta
dos Unidos hace tres décadas. Uno de los re
cuerdos más vívidos de la infancia de Jené, que
transcurrió en Portland, Oregon, es el de su
madre cantándole “Las mañanitas”. Cree que
eso pudo haber influido en su pasión por la
música. Jené comienza a hablar en inglés cada
vez que intenta expresar algo en español, la
lengua que le enseñó su madre, pero cuyas pa
labras muchas veces se le escapan. Llegó a Mé
xico durante la pandemia, a principios de 2021,
buscando reconectar con su cultura y mejorar
su español. “Planeaba quedarme seis meses,
pero ya han pasado tres años y medio”, cuenta.
En Estados Unidos, donde la competencia
es feroz, le resultó más difícil destacar como
DJ: “Allá, el mercado está saturado”. En Méxi
1
De acuerdo con María Camila Díaz Casas, investigadora del
Centro de Estudios Afrodescendientes de la Universidad
Restaurante Blaxicocina. Fotografía de Erick Baena Crespo, 2024. Javeriana en Bogotá, Colombia.
comisos de inversión en bienes raíces (Fibras), llón que hace las veces de sala de espera para
ha tenido un impacto significativo en la con los comensales. Tiara se sienta y me dice: “Ok,
figuración urbana de la ciudad. Estos fideico let’s begin”.
misos transforman los bienes inmuebles en ac Ella llegó a la Ciudad de México en marzo
tivos financieros que se comercializan en la de 2021. Su plan era pasar de tres a cinco me
Bolsa de Valores. Este fenómeno ha propicia ses en el país. “Pero terminé quedándome por
do el encarecimiento de la vivienda y del sue que disfruté el estilo de vida. Ya hablaba espa
lo urbano, haciendo imposible para la población ñol, conocí a mi novio... la vida simplemente
local adquirir una vivienda en gran parte de encajó.” Tiara y Gil llevan tres años juntos. Gil
la ciudad. Además, muchos de los nuevos de del Valle es un hombre alto, de 43 años, con
sarrollos inmobiliarios permanecen vacíos, no barba y cabello a rape. Es el gerente de Blaxi
porque sean un fracaso, sino porque están di cocina. Gil se disculpa, entra al restaurante y
señados más como activos financieros que se dirige a la cocina.
para satisfacer las necesidades habitaciona En esta ocasión, Tiara opta por responder
les. La falta de políticas públicas que regulen en inglés para “expresarse con más claridad”.
adecuadamente este fenómeno ha contribui En enero de 2022, perdió su trabajo: hasta en
do a la expulsión de residentes y a la creación tonces era productora de pódcast en Spotify,
de un mercado excluyente y especulativo. donde trabajaba como nómada digital. Tras
su despido, decidió explorar proyectos de au
*** toempleo. Empezó a organizar comidas en la
Un avión surca el cielo en la colonia Narvarte. azotea de su casa, a las que invitaba a sus ve
El ruido de sus motores interrumpe mi con cinos y amigos más cercanos. Buscaba medir
versación con Tiara. Estamos afuera de Bla la aceptación de su cocina entre sus compa
xicocina. Tiara llega acompañada de Gil, su triotas. Una vez llegaron más de setenta per
pareja. sonas. Días después, mientras paseaba por el
—Ayer tuvimos mucha gente y fue un día Parque Las Américas, se detuvo al ver un car
de locos —me explica él, mientras me ofrece tel que anunciaba: “Se renta”. Meses después,
una cerveza. Después abre el local y saca el si en ese local, nació Blaxicocina.
DIVERSIDAD E INCLUSIÓN
PARA UNA MEJOR CIENCIA
Carlo A. Altamirano Allende
133
En 2022, se documentó que el 96 %
de los participantes en los estudios
de asociación del genoma completo ideas “fuera de la caja”, es decir, nuevas apro
eran de ascendencia europea. ximaciones para resolver problemas.
La falta de diversidad en las ciencias tam
Además de estas barreras, los sesgos cog bién ha ocasionado problemas de salud públi
nitivos inconscientes alteran nuestra forma de ca, porque las enfermedades no afectan por
percibir y lidiar con la diversidad. Un análisis igual a todos los pacientes. La manera en que
de LinkedIn demostró que es más probable un virus o un tipo de cáncer afecta a un indi
que los reclutadores busquen candidatos hom viduo es resultado de muchos factores, como
bres que mujeres.1 Lo mismo se ha observado la edad, los genes y el entorno social, y el ni
en el ámbito científico. Es habitual que los in vel de respuesta de su organismo a los medi
tegrantes de los comités de contratación, de camentos depende de ellos. Por eso, no incluir
evaluación y de asignación de fondos favo un espectro representativo de diversos gru
rezcan a quienes lucen como ellos. Sin reglas, pos raciales en los estudios clínicos conduce
medidas y protocolos claros que eliminen o al desarrollo de tratamientos médicos que
atenúen estos sesgos, la falta de diversidad se no necesariamente serán los más efectivos
perpetúa tanto en los trabajos en general como para todos. Esta omisión tiene consecuen
en la ciencia en particular. cias económicas onerosas. Los autores de un
La exclusión de las mujeres en la ciencia es estudio demostraron que si las investigacio
quizá el fenómeno más analizado, pero la dis nes clínicas no hubieran tenido sesgos racia
criminación de otras personas, basada en des les y étnicos, el gobierno estadounidense se
igualdades estructurales, también ha sido ple habría ahorrado más de 1.2 billones de dóla
namente estudiada y documentada. Sabemos res entre 2003 y 2006 en el desarrollo de me
que quienes cuentan con un alto capital cien dicamentos, terapias y atención clínica2.
tífico o cultural gozan de un acceso mayor a la La atención de la ciencia pública se ha en
educación y a las carreras científicas. De ma focado en atender enfermedades que padece
nera más específica, se ha investigado la ex predominantemente la gente blanca. Por ejem
clusión en términos de etnia, género, orienta plo, en el campo de la genética, gran parte de
ción sexual, cultura, edad, discapacidad, nivel las investigaciones que han obtenido mayores
socioeconómico e, incluso, por la lengua habla avances se han centrado en personas de ascen
da y escrita de quienes participan en la acti dencia europea. En 2022, se documentó que
vidad científica. el 96 % de los participantes en los estudios de
Para la ciencia, este problema es grave y per asociación del genoma completo eran de ascen
verso. Una comunidad diversa ayuda a com dencia europea, mientras que los latinoame
prender el mundo desde diferentes puntos de ricanos representaron el 0.23 % y los africanos
vista y, por ende, a analizar y entender fenó sólo el 0.09 %. La falta de representación en
menos de manera más completa y a formular dichas investigaciones, las cuales buscan va
preguntas distintas con metodologías y solu riantes genéticas asociadas al riesgo de enfer
ciones más pertinentes. La diversidad aporta
2
Sam Oh, Joshua Galanter, Neeta Thakur et al., “Diversity in
1
Deanne Tockey y Maria Ignatova, Gender Insights Report: How Clinical and Biomedical Research: A Promise Yet to Be Fulfilled”,
Women Find Jobs Differently, LinkedIn Talent Solutions, s. f., p. 10. Plos Medicine, 2015, vol. 12, núm. 12.
3
Katherine W. Phillips, “How Diversity Makes Us Smarter”, Scientific
American, 1 de octubre de 2014 y Talia H. Swartz, “The Science
and Value of Diversity: Closing the Gaps in Our Understanding of
Charles Le Brun, Dieciséis caras expresando las pasiones Inclusion and Diversity”, The Journal of Infectious Diseases, 2019,
humanas, 1821. Wellcome Collection . vol. 15, núm. 220, suplemento 2, pp. 33-44.
MUNDOS
1
Citlalli Costilla, Belleza e higiene. La publicidad de productos para la piel en
El Mundo Ilustrado, 1895-1908, tesis de Maestría en Historia, Instituto Mora, 2016.
137
de que la belleza más deseable y admirable es
aquella relacionada con la blancura del cutis.
Los anuncios del tónico blanqueador Agua de
Juvencio, en La Independencia Médica, asegu
raban que las mujeres más bellas de la histo
ria tuvieron un cutis de alabastro.
142 CRÍTICA
con una luz de inquietante expectación. La plata de la luna como un
atajo a la herida de la infancia o de la despedida, camino de apariciones
y exorcismos: “un recinto blanco por el que deambulo,/ un muro al que
le pido más umbrales/ para atravesar su aire/ y volver enjoyada con la
luz de la luna/ a la noche cimarrona”.
Dividido en tres apartados, “Mármol creciente”, “Mármol lleno” y
“Mármol negro”, este libro se construye bajo la premisa de un todo
unitario, pero también alude a la progresión de las fases de la luna, el
avance gradual de la luz hasta alcanzar la plenitud luminosa que lue
go desciende a la oscuridad total. Este último movimiento es una ele
gía a la madre: catorce poemas que permiten a la poeta encontrarse
con su origen, interpretar símbolos premo
nitorios de la pérdida, tender puentes entre
el pasado doméstico de la familia y las preo
cupaciones del día a día. En la poesía mexi
cana, el tema de la pérdida de la figura ma
terna reúne una breve colección de piezas
de singular hondura expresiva, casi todas
exentas del desgarramiento que exponen ha
bitualmente las elegías dedicadas al padre.
En la manera sutil y serena de abordar la
muerte de la madre, de mostrar arqueolo
gías y simbologías íntimas como sucede en
“Doña Luz” de Jaime Sabines, Oscura pala-
bra de José Carlos Becerra y El mar del otro
lado de Vicente Quirarte, reconozco los em
plazamientos de esta sección del volumen:
“Durante el sueño te encuentro joven y ocu
pada frente a/ un cuaderno/ sumando y res
tando por mí./ yo estoy debajo de la mesa y
observo tus piernas,/ logro arrastrarme tor
pemente/ y lleno mis brazos con tu cuerpo
cálido y antiguo”. En otro momento, Clau
dia Berrueto, en una suerte de relevo gene
racional, trama el reencuentro de su hija con
su madre, es decir, posibilita la comunión
de la nieta con la abuela a partir de un ves
tido hallado en el ropero de la difunta: “So
fía,/ aún en el vértigo de tener el mismo cuer Francisco de Goya, Saturno devorando a su hijo,
po de su abuela,/ se quedó dormida con el 1820-1823. Wikimedia Commons .
CRÍTICA 143
Annie Spratt, un hombre montando una tabla de snowboard por una pendiente cubierta
de nieve, 2024. Unsplash ©.
144 CRÍTICA
vez que, en la obra del argentino, la desconfianza ante el poder de la
palabra para enunciar empata con las convicciones de la poeta mexi
cana. Es verdad que el autor de Poesía vertical pondera una indagato
ria filosófica donde lo vivencial resulta una deriva, un pretexto tan
gencial. En cambio, para Claudia Berrueto el apremio vital se resuelve
al interior del lenguaje mismo, en sus claudicaciones y en las imposi
bilidades de las palabras: “me deshago de mis aparejos de transeúnte
en la cocina/ y me siento a respirar la paz de mis ceniceros”.
Tanto en “Mármol creciente” como en “Mármol lleno” hace su apa
rición la condición animal del ser humano, la supremacía del instinto
sobre la razón, la criatura esencial de la existencia: “¿en qué plaza se
quedó tu siamés canino?”. A veces este desdoblamiento surge por lo que
parece una metamorfosis o derivado del mito del nahual: “toda la no
che la brisa de los ladridos humedeció el patio/ [...] al anochecer/ em
pecé a ladrar./ mi hocico es la noche”. El efecto de la luna trasciende a
las mareas y los seres vivos y es también liberador de la conciencia, es
tímulo para avanzar más allá de convenciones lógicas y morales: “los
animales de la distancia me miran desde su imposible pelaje/ vienen
a lamer mi cama/ sus cuerpos largos y delgados/ como vértebras del
aire/ me declaran parte de la manada”.
En el paisaje nocturno de Bajo el mármol lunar los colores que sobre
salen en la mayoría de los poemas son el blanco y el negro, una paleta
cromática binaria como otros aspectos del libro. Binarios, no mani
queos, conviene precisar. No es casual que en la poesía de Claudia Be
rrueto aparezcan homenajes a Charles Chaplin y a Buster Keaton, es
trellas de la cinematografía silente, por supuesto, en blanco y negro.
También rinde tributo a Emilio “el Indio” Fernández por su película
Maclovia (1948), que tuvo en los roles estelares a María Félix, Columba
Domínguez y Pedro Armendáriz. Noche y niebla. Sombras y ecos. Con
fluencia de los vivos con los muertos. Pasajes que bien podrían apare
cer en un poema de Edgar Allan Poe donde el amor y la muerte respi
ran el mismo aire: “Te recuerdo mirando un ataúd roto y vacío/ en el
Panteón de Dolores./ las estatuas persiguieron nuestras sombras ese
día/ y fueron tantos los muertos que nos mostraron su hospitalidad”.
O, también, como en “la capilla oceánica” del poema de López Velarde,
el más allá intemporal se reúne con el aquí y el ahora: “a tu lado soñé
a mi madre;/ bajo el agua la visitamos en su comedor,/ nos reflejamos
en la vitrina./ en tu cuerpo se calcaba mi mano aun sin tocarte./ care
cíamos de peso”. Por todo ello es que, en este libro, la luna es página y,
al mismo tiempo, escritura insumisa y convulsa.
CRÍTICA 145
LO QUE HICIMOS EN LA CAMA.
UNA HISTORIA HORIZONTAL
BRIAN FAGAN Y NADIA DURRANI
146 CRÍTICA
de la alcoba. Valgan algunas muestras seleccionadas entre las cente
nas de apuntes valiosos que reposan en esta obra.
El capítulo dedicado al dormir es uno de los más atractivos. Acos
tumbrados a la actual industria del sueño que se afana en encontrar
las camas más mullidas, las almohadas más esponjosas, las pastillas
más efectivas para descansar las ocho horas que nos dictan como obli
gatorias, resulta verdaderamente asombroso ver cómo distan las cos
tumbres antiguas de las nuestras. Los lechos más arcaicos que conoce
mos, según nos dicen Fagan y Durrani, no estaban elevados ni tampoco
al ras del piso, sino hundidos en él: fueron cavados hace setenta mil
años en el suelo de las cuevas. Y no sólo hemos dormido horizontalmen
te, existen comunidades que se entregan al descanso en cuclillas. Antes
de que la invención de la luz eléctrica hiciera perpetuo el sol, las perso
nas dormían durante dos periodos de tres o cuatro horas que se veían
interrumpidos por una vigilia dedicada a la oración, el quehacer, el sexo
o el crimen. Algunos especialistas afirman que, si regresáramos a ese
sueño bifásico, no tendríamos tantas dificultades para recuperar nues
tra energía, por muy contraintuitivo que nos parezca ahora.
Aunque haya habido formas distintas para distribuir las horas de
descanso, en todas las épocas han existido personas preocupadas por
conciliar el sueño. Hay remedios usados hoy en día que datan de perio
dos antiquísimos. Uno de ellos es la valeriana, que toma su nombre de
Publio Licinio Valeriano, emperador de Roma, quien la defendió a capa
y espada de quienes se oponían a su uso. Los egipcios, por su parte,
recomendaban un brebaje hecho de opio, lavanda y manzanilla. No
obstante, a la par de estos buscadores, siempre han existido los detrac
tores del sueño: aquellos que lo ven como una señal de debilidad y hol
gazanería. Alejandro Magno y Napoleón fueron admirados por su es
caso dormir, lo cual se consideraba una muestra de masculinidad y
poder. Y si hoy nos preciamos de ser grandes consumidores de café
para paliar el furor al que nos obligan las demandas de la productivi
dad, lejos nos encontramos de alcanzar el récord de Voltaire, cuyas
obras debemos gracias a que, según dicen, dormía sólo cuatro horas
y tomaba cuarenta tazas de café por día.
Alarmante y pasmoso resulta el capítulo sobre el parto, otro de los
mejores apartados de Lo que hicimos en la cama. Sorprende saber que
las griegas de la Antigüedad eran inculpadas por la fealdad de sus hi
jos y, por lo mismo, les estaba prohibido ver monos estando encintas
para evitar parir adefesios. O que, según relata Estrabón en su Geogra-
fía, el reposo postparto en los ibéricos no lo realizaba la mujer, sino el
CRÍTICA 147
hombre, cuya esposa cuidaba de él. Otros apuntes resultan más que
descorazonadores: como enterarnos de que los analgésicos fueron ile
gales en la Inglaterra de los Tudor, después de la Reforma, por lo cual
muchas mujeres tuvieron que dar a luz sin ayuda de los fármacos; y
era tan alta la tasa de mortalidad entre las embarazadas que fue una
costumbre retratarlas para conservar su memoria en caso de que fa
llecieran.
Página tras página, el libro convierte la cama en un detonante para
la libre asociación de ideas. No es una historia cronológica, pues hace
saltos en el tiempo e, incluso, divagaciones que le permiten tocar las
fronteras del ensayo literario. El capítulo dedicado a la cama como lecho
mortuorio se anima a hacer un brevísimo repaso por las últimas pa
labras de personajes célebres —como Sócrates, Stalin y Churchill—
que complacería al Mark Twain de “Last Words of Great Men”. La hol
gura con la cual está escrito Lo que hicimos en la cama permite que
sus autores hagan algunas confesiones personales esporádicas: afir
man que, por fines de investigación, decidieron intentar el método
“Miracle Morning”, que invita a levantarse a las cinco de la mañana;
nunca antes, dicen, fueron tan productivos, pero después de una sema
na se dieron cuenta de que no era una opción sostenible para sus esti
los de vida.
Eso sí, al libro se le puede reprochar que la estructura no cronoló
gica, el entusiasmo de sus autores y cierto descuido los lleva a repetir
algunos datos. Por ejemplo: definitivamente, pasma saber que los es
cribas llevaban un acucioso registro de cada momento en la vida se
xual del emperador chino, pero una sola mención de este hecho hu
biera bastado para que los lectores no olvidáramos tan perturbadora
información. Dado que Fagan y Durrani son investigadores en univer
sidades de Estados Unidos e Inglaterra, el libro hace un gran acopio
de datos pertenecientes al ámbito angloparlante. Esto, más que un
demérito, pienso, puede tomarse como una invitación a seguir escri
biendo sobre estos asuntos tan recreativos como didácticos en otras
latitudes. Ya Salvador Novo lanzaba una provocación al señalar la sun
tuosidad y exuberancia de las camas de Carlota, Maximiliano y Por
firio Díaz o al hablar de aquella donde murió Juárez. Pero la pregunta
sigue abierta: ¿qué dicen de nuestros próceres, caudillos y villanos aque
llos lugares donde pasaban sus horas de sueño?
Lo que hicimos en la cama es una lectura idónea para satisfacer nues
tra curiosidad antropológica. Nos permite contemplar el mundo des
de el relativismo: recordamos que nuestros usos son unos entre miles.
148 CRÍTICA
Es así como desactivamos la forma rutinaria con la que vemos nues
tro entorno para sorprendernos de lo que podría parecernos insigni
ficante. No se pregunta qué tanto podemos decir de un objeto como la
cama, sino qué dice ese objeto de la experiencia humana a lo largo de
los siglos. Es, por tanto, un libro que toma a un mueble como móvil
de investigación, pero que pronto termina por convertirse en una rica
historia de nuestra intimidad y vulnerabilidad.
Chesterton abogaba por el “noble arte de quedarse en la cama” por
que se imaginaba que únicamente al encontrarse tumbado con la vis
ta fija en el techo, un artista como Miguel Ángel pudo imaginar cómo
reconstruir los orígenes del mundo en la bóveda de la Capilla Sixtina.
Aunque no necesitemos razones para disfrutar de nuestros colchones
más allá del amanecer, como aseguraba el ensayista inglés, el libro de
Fagan y Durrani es un excelente pretexto para suspender la marcha
de los días y gozar de la cama como sitio de lectura. Hacer de ella una
planicie desde donde también podemos peregrinar por diversas épo
cas y regiones sin tener que levantarnos nunca.
Vishnu reclinado sobre la serpiente Shesha, ca. 1775-1800. The Walters Art Museum .
CRÍTICA 149
FRAGMENTOS COMO RESIDENCIA
SERGIO RAÚL ARROYO
LÍNEAS DE UN ROMBO
Eduardo Vázquez Martín
150 CRÍTICA
lidades y, sin remedio, cosas rotas y dispersas que van del templo a la
ruina, del cuerpo al hueso, de la vasija al tepalcate. Todo lo cual convier
te al arte mismo, a su creación y, sobre todo, a su interpretación, en un
ejercicio arqueológico. El ensayista Sergio Raúl Arroyo interpreta así
su propia ars poetica:
CRÍTICA 151
Por eso pienso que la poesía de David Huerta es para Arroyo la gran
puerta que lleva al etnólogo hacia el lenguaje poético, pues le permite
al científico social reconocer la posibilidad de una voz, la suya. La voz
poética de Arroyo no porta los salvoconductos del romanticismo ni del
modernismo, tampoco los del surrealismo ni los de nuestra primera
modernidad; no alza sus velas para que las insufle el aliento de las
musas ni las dispone ante el fuego destructor y salvífico de las revolu
ciones vanguardistas, sino que ancla su nave en medio de la tormen
ta, pues no desea salir de ella ni transformar el mundo, sino entender
su naturaleza y su sentido.
En este libro de Sergio Raúl Arroyo encontramos una relación con
la poesía que, desde la segunda mitad del siglo XX mexicano, ha en
contrado asidero en Gerardo Deniz, aquel gran traductor, semiólogo y
mitólogo, químico y músico (aunque sin ningún título universitario),
experto en abrir los ojos en medio del derrumbe (otra vez Paz, qué re
medio) y que ha tenido en David Huerta al más aventajado de sus he
rederos, pero cuyo eco alcanza la obra de otros poetas, como la del uru
guayo Eduardo Milán o la del chintolo Josué Ramírez.
Podemos decir que, a diferencia de Pablo Neruda, la residencia de
Arroyo no está en la tierra, sino en la palabra y en la imagen, es decir,
en el arte. Pero decir esto es demasiado amplio y ambiguo. Demos en
tonces algunas coordenadas para localizar, si no un territorio de lin
des precisos, por lo menos un conjunto de parcelas, que son, en pala
bras del propio autor, “piezas significativas de un vasto rompecabezas”.
Para empezar, el poeta asegura habitar una fotografía que Diane Ar
bus tomó en 1962: primera declaración de principios digna de Rimbaud:
yo soy otro, en este caso “el niño con piernas de fideo/ —granada en
mano—/ (que) amaga al mundo”. Tras reconocerse en ese espejo de
fragilidad y furia, el poeta convoca al antropólogo del arte:
152 CRÍTICA
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CRÍTICA 153
ta y nuestro antropólogo, hay que reconocérselo, ha tomado el riesgo
de la poesía, es decir, de la incertidumbre. Y así es como termina rin
diéndose frente a la única realidad que, a sus ojos, parece conservar los
rasgos esenciales del origen de la vida: la mujer; específicamente, la
madre y la abuela. Sólo frente a ellas el poeta percibe el vínculo que lo
une a la naturaleza; su única residencia en la tierra es esa carne, a la
que sólo las palabras le otorgan existencia en la página y la nombra
Cuca, Rosario, Julia. Sobre esos seres llueve todavía y el sol descansa,
y “en su planeta/ casi siempre es demasiado tarde”, pero aún desde “el
fondo del océano/ su índice señala una parvada/ que dota de luz al
firmamento”.
Sergio Raúl Arroyo ha escrito un gran libro de poesía que nadie es
peraba de él porque la poesía es eso: lo inesperado. El antropólogo, el
crítico, el ciudadano, el funcionario cultural, el intelectual, decide ha
blar desde el poema: el sitio de la transparencia y de la vulnerabilidad.
Es tal la vulnerabilidad del poeta que, aun cuando se coloca detrás de
la máscara de otros poetas —como lo hace también Francisco Her
nández, a quien dedica un poema donde el austriaco Trakl penetra el
“navío tropical” del veracruzano—, Arroyo no deja de convocar al an
tropólogo y al crítico, al ensayista que también es, para escribir su pro
pio prólogo, donde se propone explicar (e incluso justificar) al poeta en
que se ha convertido. De manera que el intelectual decide acompañar
al poeta a los terrenos de incertidumbre donde la poesía, sin embargo,
está irremediablemente desnuda, donde nadie puede traducirla si no es
a través de la poesía misma, porque es un lenguaje autosuficiente: no
la luz sobre lo arcano, sino el enigma mismo.
El esfuerzo es impecable; mucho mejor de lo que yo puedo expresar.
Además, estos poemas pueden vivir sin la protección de su progenitor,
porque la libertad es el gran regalo que todo creador ofrece a sus cria
turas. Fragmentos como residencia es una joya poética, porque la poesía
ejerce aquí su indiscutible señorío en el reino de las palabras y puede
prescindir del ensayista que también es el autor. Si el ensayo introduc
torio de Fragmentos como residencia fuera indispensable para enten
der este libro, yo preferiría que Sergio Raúl, y sólo él, escribiera sobre
su propia obra. Si me propongo hacerlo yo es porque en su libro estoy
ante la palabra emancipada, ante una rebeldía que emerge del mundo
y la literatura para comunicarnos que es posible ir más allá de la ra
zón, no contra la razón sino con ella, pero más allá: ahí donde la pala
bra deja de pertenecer a quien la escribe para ser, como decía Stépha
ne Mallarmé, el habla de la tribu.
154 CRÍTICA
FUEGO INTERIOR: RÉQUIEM
PARA KATIA Y MAURICE KRAFFT
WERNER HERZOG
EL DESPERTAR DE LA TIERRA
Stephanie Brewster R.
1
Catherine Joséphine Conrad.
Fotograma de Fuego interior: réquiem para Katia y Maurice Krafft, 2022, Werner Herzog.
CRÍTICA 155
Katia filma a Maurice y Maurice a Katia. Los vemos cerca, demasiado
cerca, de los volcanes y el magma, pero parecen estar tranquilos. En
tonces ocurre una erupción apenas a unos metros: Herzog nos dice que
se trata de un flujo piroclástico de 537 °C y pasa a 645 kilómetros por
hora detrás de los Krafft. El 3 de junio de 1991, después de veinticinco
años de estudiar juntos estos fenómenos impredecibles, mientras filma
ban a las faldas del monte Unzen, en Japón, Katia y Maurice fueron
devorados por el flujo piroclástico del volcán. Ella tenía 49 años, él 45.
Asombrado por la historia y las imágenes de los Krafft, Herzog com
pone un réquiem cinematográfico para la pareja de vulcanólogos, en el
que los observamos, pero pocas veces los oímos hablar. Al inicio del do
cumental, un plano abierto nos muestra una pared monumental de lava
frente a la que Katia camina mientras percibimos de fondo el “Introi
to y Kyrie” de la hermosa misa de Réquiem de Gabriel Fauré. Conforme
el realizador nos traslada a las distintas zonas geográficas a donde via
jó la pareja en busca de volcanes activos, escuchamos el Stabat mater
de Ernst Reijseger,2 la Misa en si menor de Bach, el Réquiem de Verdi, la
ópera Tristán e Isolda de Wagner y las canciones Es demasiado tarde y
Tú lo decidiste de Ana Gabriel. Como es usual en los filmes de Herzog,
él mismo relata la historia. En cuanto al minucioso trabajo de montaje,
lo hace junto con su editor Marco Capalbo. Una vez montadas las se
cuencias, Herzog escribe a mano lo que narrará sobre las imágenes, gra
ba el texto con ayuda de un micrófono y prueba el resultado sobre el
material. A veces corta su texto; otras veces, las imágenes.
Tras revisar treinta de las doscientas horas del material filmado por
la pareja de vulcanólogos, Herzog elige las imágenes que más le gus
tan, así como algunas de las cuatrocientas mil fotografías tomadas por
Katia. No es la primera vez que el realizador alemán muestra, tanto en
ficción como en documental, personajes temerarios o protagonistas que
se enfrentan a la implacable naturaleza. Tampoco es la primera vez
que se interesa en los volcanes y en sus estudiosos. Pocos años antes
de crear Fuego interior, dirigió Dentro del volcán (2016), un documental
en el que, junto con el vulcanólogo Clive Oppenheimer, explora algu
nos activos en Indonesia, Etiopía, Islandia y Corea del Norte. Con esta
película buscaba dar a conocer el impacto destructivo de estas forma
ciones geológicas y entender las prácticas espirituales indígenas rela
cionadas con ellas. Entonces Herzog ya sabía lo que era estar cerca de
2
Ernst Reijseger es un chelista y compositor que trabaja con músicos sardos, turcos, senegaleses,
iraníes y argentinos. Ha colaborado en otras películas con Herzog.
156 CRÍTICA
Bernd Dittrich, Volcán Poás, Costa Rica, 2022. Unsplash ©.
CRÍTICA 157
una pregunta trivial: en Ante el dolor de los
demás, Susan Sontag ensaya el conflicto éti
co de tomar imágenes que registran el dolor
que otros padecen.
El realizador alemán y sus camarógrafos
continúan su camino hacia el cráter; el piso
está ardiendo y el volcán emana gases tóxi
cos.3 Saben que se aproxima la erupción que
arrasará con todo, incluyéndolos. ¿Cuándo su
cederá? Quizá en horas o en minutos. Por la
noche un temblor sacude estrepitosamente
toda la isla y le arrebata el sueño al equipo de
cineastas, que permanecieron ahí un total
de diez días. Sin embargo, en contra de lo que
predijeron la ciencia, los sismógrafos y todos
los aparatos de medición, el volcán no estalló
y la población pudo regresar. La naturaleza
es tan impredecible.
Años después, durante la filmación de Den-
tro del volcán, Herzog se entera de la existen
cia del material grabado por aquella singular
Carles Rabada, una vista aérea de un flujo de lava en el
pareja de vulcanólogos. Viaja a Nancy, Fran
océano, 2022. Unsplash ©. cia, donde se encontraban los archivos antes
de ser adquiridos por la productora suiza Ti
tan Films en 2022, y fascinado por la osadía y las imágenes de los Krafft,
busca financiamiento para realizar un documental. Tras dos años y
medio de investigar y conseguir recursos, se estrena otro documen
tal sobre la pareja: Volcanes: la tragedia de Katia y Maurice Krafft (Sara
Dosa, 2022). Todavía en la batalla por conseguir presupuesto, Herzog
(¡incluso él debe luchar para adquirir fondos!) logró que Titan Films
le diera acceso al material, sin cobrarle derechos, a cambio de que la
compañía formara parte de la producción —y de las regalías, de ser el
caso—. Herzog aceptó el trato y así nació Fuego interior: réquiem para
Katia y Maurice Krafft.
Con una cercanía audaz, la pareja grabó imágenes espectaculares de
volcanes y Herzog, cineasta autodidacta como ellos, nos enseña cómo
se van transformando: primero hacen videos amateurs o turísticos y
3
Antes de llegar a la isla, Herzog propuso ir solo con la cámara para no arriesgar a los camarógrafos.
Sin embargo, éstos decidieron acompañarlo.
158 CRÍTICA
luego realizan tomas cinematográficas de gran belleza y destrucción,
mucho más estilizadas. El realizador afirma que Katia y Maurice pa
san de investigar como científicos a mirar y registrar como artistas.
Casi siempre que filman, algo sumamente peligroso ocurre a su alre
dedor. En una toma abierta, Maurice camina frente a un muro gigan
te de lava. En la siguiente toma, Katia camina muy cerca de un cráter
dentro del cual fluye un mar ígneo de tonos morados, anaranjados y
rojos, y estira sobre la lava un aparato para medir los gases; trozos del
suelo se desprenden; la temperatura alcanza mil doscientos grados
Celsius. Como espectadora, albergo un solo deseo: que no se descuaje
el piso sobre el que Katia anda. Más adelante, vemos tomas nocturnas
en las que todo está sumergido en la oscuridad salvo por el río naran
ja de magma. Luego vienen varios planos cerrados de lava, burbujas y
flujos píricos. En otro lugar, la cámara está cerca de un precipicio, avan
za por una larga carretera rota, con el vacío a su lado; Katia debe haber
sostenido a Maurice para poder filmar esta toma o viceversa.
Con el paso del tiempo, las imágenes parecen salidas de una pelícu
la de ciencia ficción o de un sueño. Kubrick y Tarkovski se habrían ma
ravillado. Las emociones que produce esta película —y que van de la
fascinación a la angustia— son extremas. ¿Por qué estos vulcanólogos
no sienten miedo? ¿Por qué no usaron un lente gran angular? La cáma
ra de cine de 16mm que utilizaron los Krafft es ligera, permite moverse
rápidamente y era menos costosa. La ventaja de este tipo de cámara es
la calidad estética, la versatilidad en distintas condiciones de ilumina
ción y entornos cambiantes. La película 16mm estaba hecha de un ace
tato no combustible, a diferencia de la película de 35mm cuyo nitrato
de celulosa era altamente inflamable. Sus rostros rojos, quemados por
la cercanía del fuego y manchados de ceniza y sudor transmiten cal
ma. Katia le toma una foto a Maurice mientras un gran flujo piroclás
tico se levanta detrás de él. Ambos se toman su tiempo para filmar,
hasta que se les termina el material de la cámara. ¿Fue su apasionado
conocimiento de los volcanes lo que encegueció toda su cautela?
Los volcanes son uno de los lugares donde se origina la vida, pero
también acaban con todo lo que tocan. Las imágenes de Katia y Mau
rice no captan únicamente la belleza de estas formaciones abrasado
ras, sino también las catástrofes que provocan. Es el caso del Nevado
del Ruiz en Colombia. En 1985 el glaciar del volcán colapsó junto con la
lava y se formó un lahar: una avalancha mortal de lodo, agua y lava, que
arrasó con veinte mil de los veintinueve mil habitantes que vivían en
el pueblo de Armero. En esa ocasión, los Krafft filmaron tanto a los so
CRÍTICA 159
brevivientes como a las personas y el ganado que quedaron atrapados
en los lahares. Su rescate era imposible y morían lentamente. 4 Si tan
sólo hubieran caminado doscientos metros cuesta arriba, probablemen
te habrían sobrevivido. Si no se les previno fue porque las autoridades
desatendieron las advertencias de los vulcanólogos. Esta experiencia
marcó profundamente a los Krafft: los volvió aún más temerarios en
su acercamiento a los volcanes porque querían que el mundo cobrara
conciencia de ellos.
Durante la erupción del volcán Una Una en Indonesia, en 1983, el día
se volvió noche. Los Krafft nos muestran cómo los pobladores se cubrie
ron la cabeza con bolsas de papel o de plástico, con hoyos a la altura de
los ojos y la nariz para protegerse de los gases. No consigo olvidar la
imagen de una madre con sus dos niñas pequeñas, las tres llevan bolsas
en la cabeza y un perro pasa a su lado. Debido a que los Krafft estuvie
ron tan cerca de estos fenómenos, lograron visibilizar, y luego grabar,
pues incluyeron aparatos de sonido, lo que ocurre hasta sus últimas
consecuencias. El material que nos dejaron, junto con el guion y la na
rración de Herzog, y la edición de Marco Capalbo, constituyen un lega
do audiovisual que enriquece el conocimiento del mundo natural con
imágenes únicas que aún nos deja un sinfín de interrogantes.
El cine de Herzog, permeado por una mirada filosófica, una infinita
curiosidad y la conciencia de un universo despiadado, nos lleva siem
pre a pensar, entre otras cosas, en el sentido de la vida y de la muerte.
A mí me sobrecoge la pasión de Herzog, pues en su filmografía se acer
ca a ciertos abismos que conllevan riesgos inconcebibles como en el
documental Grizzly Man (2005) sobre un ecologista que vivió y se filmó
en medio de osos grizzly y murió devorado por uno de ellos (hay cier
tas semejanzas con la historia de los Krafft). O la locura que fue filmar
Fitzcarraldo (1982), donde un apasionado de la ópera quiere construir
un teatro en la selva amazónica peruana, para lo cual debe transpor
tar un barco de trescientas veinte toneladas a través de una montaña,
logrando una de las imágenes más icónicas e inolvidables del cine y uno
de los rodajes más complicados de la historia.5 Reflexionar sobre Her
zog, sus películas y protagonistas nos lleva a pensar en cuáles son los
límites de la creación cinematográfica.
4
Recordé la historia y la fotografía publicada en National Geographic de Omayra Sánchez, una niña de
doce años del pueblo de Armero. La mitad de su cuerpo quedó atrapada dentro del lahar. Murió tres
días más tarde pues el equipo de rescate no llegó a tiempo para salvarla.
5
Imperdible el making off de Fitzcarraldo, Un montón de sueños (Burden of Dreams, Les Blank, USA,
1982). En este documental vemos lo que Herzog es capaz de arriesgar para hacer una película.
160 CRÍTICA
NUESTROS AUTORES
Guadalupe Carlo A.
Alonso Altamirano Erick
Coratella Allende Baena Crespo
161
Claudia
Hernández de Richard Bárbara
Valle-Arizpe Holden Jacobs
(Ciudad de México, 1963) es poeta, fue un bailarín, coreógrafo (Ciudad de México, 1947) es una
ensayista y licenciada en Letras y estudioso de la danza escritora, poeta, ensayista y
Hispánicas por la UNAM . Ha ganado estadounidense. Fue director traductora mexicana. En 1987
los premios Nacional de Poesía fundador del Tucson Civic Ballet obtuvo el Premio Xavier
Efraín Huerta, Iberoamericano de entre 1967 y 1972; más tarde fue Villaurrutia por su novela Las hojas
Poesía Jaime Sabines para Obra el coreógrafo residente de la muertas. Entre sus libros se
Publicada y Sor Juana Inés de la Ópera de Arizona. Sus escritos encuentran Adiós humanidad
Cruz del Bicentenario. Ha sido aparecieron en publicaciones (2000), Nin reír (2009), Lunas
tutora de Jóvenes Creadores del como Dance Magazine y Opera (2010) y Rumbo al exilio final (2019).
Fonca y miembro del SNCA . News.
es artista visual, investigadora, (Puebla, 1990) escribe poesía y es un conferencista mexicano que
editora y escritora. Ha expuesto dibuja. Su libro La vida abierta explora la historia, el arte, la danza,
individual y colectivamente en ganó el Premio de Poesía Joven de el cine y la música mexicana. Ha
México y en el extranjero. Dirige la UNAM . Ha publicado Calgary sido director del Museo de Arte
FIEBRE Ediciones y escribe sobre y Dos veces esto. Fue becaria del Latinoamericano en California,
los procesos colectivos de Fonca, de la T.S. Eliot Summer primer secretario de la Embajada
memoria, el erotismo, el baile, School y del programa Ellipsis del de México en Washington,
el BDSM y los grupos de mujeres British Council. Es doctorante en agregado cultural de México en
en México. Literatura Latinoamericana por Los Ángeles y promotor del Taller
la UNAM . Coreográfico de la UNAM.
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Laura Elena Abraham Martín
Román García Sapién Solares
es madre, investigadora, es investigador en el Centro es novelista y ensayista. En
docente y gestora. Coordina de Investigaciones en Ciencias septiembre apareció una nueva
el Observatorio de Políticas Cognitivas (CINCCO), doctor en novela suya que mezcla el relato
Culturales y el Laboratorio Filosofía por la Sorbona y la policial con elementos de la
comunitario de infancias de la Universidad de Glasgow, literatura fantástica: Cómo vi a la
UACM . Sus ejes de investigación licenciado y posdoctor en Filosofía Mujer Desnuda cuando entraba en
son los derechos y las políticas por la UNAM . Ocupó la Cátedra el bosque (Penguin Random
culturales con enfoque Fulbright-García Robles de House), y que cierra la trilogía que
comunitario y las condiciones Estudios de México en la comenzó con Catorce colmillos.
laborales de creadores. Universidad de Texas, Austin.
(1874-1946) fue una poeta, es artista del cuerpo, escritora, fue una crítica, historiadora del
novelista, dramaturga y pedagoga e investigadora en los arte y promotora cultural. Condujo
coleccionista de arte ámbitos del performance, la danza los programas del Canal 11: La
estadounidense. En 1903 se mudó contemporánea, el periodismo y la Plática y la crítica y Aproximaciones.
a París, donde formó un salón de educación. Actualmente, investiga Fue condecorada con el Premio de
arte al que asistieron Pablo sobre la danza en México, sus Periodismo Cultural Fernando
Picasso, Ernest Hemingway y potencias históricas y comunitarias. Benítez, la Medalla de Oro de
Henri Matisse, entre otras figuras En 2014 recibió el premio Domicilio Bellas Artes y el doctorado honoris
célebres. Su obra más famosa es Conocido del CCUT. causa por la UAM .
La autobiografía de Alice B. Toklas.
fue un escritor, poeta y filósofo (Ciudad de México, 1962) es poeta es bailarina twerkera, vive en
francés. Es considerado uno de y ensayista. Miembro fundador de el bosque, escribe, colecciona
los autores más importantes del las revistas Viceversa y Laberinto imágenes de cul0s y edita libros de
siglo XX . Entre sus obras poéticas Urbano. Ha colaborado en las danza. Es directora de 2da En Papel,
destacan La velada con Monsieur revistas Artes de México, El Buscón, editorial especializada en contenidos
Teste (1896) y La joven Parca Letra Internacional y Vuelta. Es el relacionados con la danza. En 2009
(1917). Sus textos filosóficos actual coordinador ejecutivo del creó cuadernosdedanza.com.ar,
reflexionaron acerca de la danza, Colegio de San Ildefonso. una plataforma virtual que
la arquitectura y el medio ambiente. almacena escritura entre, acerca
de y desde la danza.
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