Doc 1541869824
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Registrados los actuados ante este tribunal, se dispuso
delegar la dirección de la investigación al Sr. Fiscal Federal de Tres de
Febrero, de conformidad con lo normado por el art. 196 del CPPN.
Luego de producir distintas diligencias, el Representante
del Ministerio Público Fiscal presentó el dictamen glosado a fs.
1223/1236, en el consignó que atento al cuadro probatorio recabado en
la presente pesquisa, se había reunido el estado de sospecha requerido
por el artículo 294 del CPPN para convocar a Martín Luciano Poderti a
prestar declaración indagatoria, en orden al evento aquí pesquisado,
que resulta encuadrable "prima facie" en el delito de peculado (art. 261
del CP).
Así las cosas, indagado que fue el encausado Poderti es que
corresponde resolver su situación procesal.
II- Acción atribuida a Martín Luciano Poderti, y su
responsable autoría:
En los términos previstos por el art. 306 del CPPN, se tiene
por acreditado “prima facie” que Martín Luciano Poderti en fecha
incierta, pero entre los días 26 de diciembre de 2019 y 9 de febrero de
2023, intervino en la sustracción de 144 monedas de oro, entre ellas 59
piezas de oro identificadas como “KRUGERRAND”; 2 piezas de oro
que representan moneda CIEN SOLES–PERÚ; 28 como “ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS” que representan 50 pesos mexicanos; 54
piezas de oro correspondiente a moneda libra (soberano) con la imagen
de un hombre a caballo; y 1 pieza de oro correspondiente a una
moneda de 100 Yuanes, cuya custodia le fuera confiada en razón de su
cargo, que fueran secuestradas entre otros efectos, en fecha 14 de
noviembre de 2017, en el marco de la causa nro. FSM 5237/2014, y
resguardados en la caja de seguridad nro. 8-44 de la sucursal San Isidro
del Banco de la Nación Argentina, que fuera contratada a la orden del
Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional nro. 1 de San Isidro,
donde inicialmente tramitó dicho sumario, y tras la inhibición de la
jueza a cargo de ese tribunal, se traspasó la titularidad de la caja de
seguridad al Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional nro. 2 de
San Isidro, a nombre del Dr. Lino Mirabelli y del encausado, quien el
día 10 de diciembre de 2019, compareció a la aludida sede bancaria,
junto con Marcelo Pablo Becerra, titular de la Secretaría nro. 1 del
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seis (6) monedas doradas con la inscripción “Krugerland”; ciento
treinta y cuatro (134) monedas doradas con la imagen de un hombre a
caballo; una (1) moneda plateada con la imagen de la estatua de la
libertad; tres (3) anillos; un (1) reloj con la inscripción “Rolex”; y tres
(3) lingotes dorados que poseían adjuntos certificados con la
inscripción “Credit Suisse” nros. 497672, 497679 y 106055.
Expuso que luego procedió a obtener fotografías de los
elementos detallados con su teléfono celular las cuales se adjuntaron a
la constancia.
Surge del acta que su horario de arribo a la sucursal fue
aproximadamente a las 10 hs.
Expresó que dado que en principio los valores hallados no
tendrían correlación con aquellos que surgían de las constancias de la
causa, luego de colocar los efectos nuevamente en la caja de seguridad
de mención y proceder a su cierre con el personal bancario, sin
retirarse del sector de las cajas de seguridad que se hallaba separado
por una reja del resto de la sucursal bancaria, se comunicó
telefónicamente con el Dr. Federico Díaz, secretario a cargo de la
Secretaría nro. 5 del juzgado, el cual se apersonó en la entidad bancaria
alrededor de las 12 hs., y constató su salida de ese sector, y además
verificó que al egresar solo portaba objetos personales que detalló en
una acta que labró al efecto (fs. 1 y fs. 124/439 del Sistema Lex 100).
2) Constancia de fecha 9/4/2024, elaborada por el Dr.
Federico Díaz, en la que expuso que a las 12 hs. aproximadamente, se
constituyó en la sucursal San Isidro del Banco de la Nación Argentina,
más precisamente en el sector de cajas de seguridad, situado en el
primer subsuelo, donde constató que el Dr. Matías Pietronave se
encontraba reja de por medio, es decir dentro del aludido sector de
cajas de seguridad.
Surge de dicha acta que el mencionado Pietronave salió de
ese lugar con una hoja en su mano y sin elemento de valor alguno, y
que sin perderlo de vista se dirigieron al vehículo asignado al juzgado
donde le exhibió sus pertenencias que resultaron todas personales.
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También se incautaron tres (3) barras de color dorado con la
inscripción “CREDIT SUISSE 100G FINE GOLD 999.9”, series 497679,
497672, y 106055, respectivamente, con sus respectivos certificados;
una (1) moneda dorada con inscripción año 1985; veintitrés (23)
monedas doradas que rezan “50 pesos 375G oro puro 1821 1947” y al
dorso “Estados Unidos Mexicanos”; dos (2) monedas doradas con la
inscripción “CIEN SOLES ORO GRS. 42.1264 DE ORO FINO año
1962”, y al dorso “REPUBLICA PERUANA NUEVEDECIMOS
FINOS”; ocho (8) monedas doradas con la inscripción
“KRUGERRAND 1983 FYNGOUD 1OZ FINE GOLD” y al dorso “SUID
-AFRIKA- SOUTH AFRICA”; sesenta y cuatro (64) monedas doradas
con la figura de un hombre sobre un caballo de distintos años,
identificadas como Secuestro nro. 1”. (fs. 1 y fs. 124/439 del Sistema
Lex 100).
5) Proveído de fecha 15/11/2017 y certificado, en los que
lucen descriptos los efectos secuestrados de forma coincidente con lo
anteriormente detallado en los puntos 3) y 4) del presente resolutorio (
fs. 1 y fs. 124/439 del Sistema Lex 100).
6) Informe labrado por el Banco Ciudad de Buenos Aires,
presentado por el Dr. Celso Farías, en su carácter de apoderado de tal
entidad bancaria, del cual surge que analizados los bienes descriptos
precedentemente arrojaron un valor de $2.653.134.
Cabe destacar que en tal estudio se consignó puntualmente
que las monedas incautadas resultaban de oro de diferentes kilates y
pesos (fs. 1 y fs. 124/439 del Sistema Lex 100).
7) Constancia elaborada y suscripta por el Dr. Martín
Luciano Poderti, que da cuenta que en su carácter de secretario del
Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional nro. 2 de San Isidro,
recepcionó el expediente nro. FSM 5237/2014 procedente del Juzgado
Federal en lo Criminal y Correccional nro. 1 de San Isidro, en tanto que
a continuación luce el decreto a través del cual el Dr. Lino Mirabelli,
titular del tribunal mencionado en primer término, dispuso aceptar la
inhibición de la Dra. Sandra Arroyo Salgado, a cargo del juzgado
declinante (fs. 1 y fs. 124/439 del Sistema Lex 100).
8) Proveído de fecha 3/12/2019, suscripto por el Dr. Lino
Mirabelli, mediante el cual se ordenó la apertura de una caja de
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Asimismo, se glosó el certificado actuarial, de fecha
22/7/2024, suscripto por el Dr. Ezequiel Palazuelos de la Fiscalía
Federal de Tres de Febrero, del que surge la recepción de los originales
de la actuación labrada el 10/12/2019, por los Dres. Becerra y Poderti y
de las placas fotográficas obtenidas en el marco de la certificación de
efectos efectuada en tal oportunidad.
11) Proveído y oficio electrónico (DEO nro. 10640372)
librados en el marco de la causa nro. FSM 5237/2014, por el Tribunal
Oral en lo Criminal Federal nro. 2 de San Martín en fecha 7/8/2023, a
través de los cuales comunicó al Juzgado Federal en lo Criminal y
Correccional nro. 2 de San Isidro que con fecha 3 de mayo del 2023 se
resolvió absolver a Rodolfo Darío Tamborini, y devolverle la totalidad
de los efectos descriptos en las actas detalladas precedentemente (fs. 1
y fs. 124/439 del Sistema Lex 100).
12) Proveído de fecha 9/11/2023 en causa nro. FSM
5237/2014, mediante el cual el titular del Juzgado Federal en lo
Criminal y Correccional nro. 2 de San Isidro, ordenó que se procediera
a la devolución de la totalidad de efectos secuestrados a Tamborini (fs.
1 y fs. 124/439 del Sistema Lex 100).
13) Decreto del 7/3/2024, en expediente nro. FSM
5237/2014 del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional nro. 2 de
San Isidro, a través del cual se le requirió a la sucursal San Isidro del
Banco de la Nación, que la caja de seguridad nro. 844 cesara de estar
anotada a la orden de los Dres. Lino Mirabelli y Martín Luciano
Poderti, y quedara registrada a la orden del primero de los nombrados
y del Dr. Matías Santiago Pietronave, medida que se llevó a cabo para
poder cumplir con la devolución de efectos a Tamborini (fs. 1 y fs.
124/439 del Sistema Lex 100).
14) Decreto del 16/4/2024, en causa nro. FSM 5237/2014
del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional nro. 2 de San Isidro,
en el que se dispuso que, de conformidad con lo que surgía del acta de
fecha 9 de abril de 2024, labrada por el Dr. Pietronave, se formara
legajo a fin de procurar la búsqueda de los efectos faltantes (fs. 1 y Fs.
124/439 del Sistema Lex 100) y la constatación "in situ" por parte del
Dr. Mirabelli en la sede de la sucursal bancaria en cuestión.
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Asimismo, se dejó constancia que era todo lo que contenía
la caja de seguridad, la cual fue colocada en su espacio correspondiente
y cerrada correctamente y se extrajeron fotografías de todos los
elementos que fueron habidos.
Por último, se asentó que el Dr. Mirabelli se entrevistó con
la gerente de la mencionada sucursal bancaria, María Alejandra
Gutierrez, y ante la solicitud que le fuera formulada, aportó el registro
de los accesos a la caja de seguridad nro. 844 que constaba de veintidós
(22) impresiones de pantalla (fs. 1 y fs. 124/439 del Sistema Lex 100).
17) Plana de ingresos expedida con fecha 16/4/2024 por la
sucursal San Isidro del Banco de la Nación Argentina, que da cuenta
que desde el 12/12/2019 se registraron los siguientes ingresos a la caja
de seguridad 8-44: 1) 26/12/2019 desde 10.56 hs. hasta las 11.01 hs.; 2)
6/1/2020 desde 11.24 hs. hasta 11.30 hs.; 3) 4/2/2020 desde 11.19 hs.
hasta 11.31 hs.; 4) 11/2/2020 desde 13.48 hs. hasta 14.12 hs.; 5)
21/8/2020 desde 13.23 hs. hasta 13.46 hs.; 6) 28/4/2021 desde 14.23 hs.
hasta 14.30 hs.; 7) 29/7/2021 desde 11.48 hs. hasta 12.30 hs.; 8)
22/9/2021 desde 13.36 hs. hasta 14.05 hs.; 9) 11/1/2022 desde 17.11
hasta 17.13 hs.; 10) 15/3/2022 desde 12.21 hs. hasta 12.29 hs.; 11)
3/5/2022 desde 12.06 hs. hasta 12.17 hs.; 12) 12/8/2022 desde 10.21 hs.
hasta 10.31 hs.; 13) 5/9/2022 desde 11.17 hs. hasta 11.23 hs.; 14)
14/9/2022 desde 13.04 hs. hasta 13.09 hs.; 15) 2/11/2022 desde 11.05
hs. hasta 11.10 hs. 16) 28/12/2022 desde 11.49 hs. hasta 11.55 hs. 17)
30/12/2022 desde 10.27 hs. hasta 11.15 hs.; 18) 27/1/2023 desde 14.15
hs. hasta 14.26 hs.; 19) 9/2/2023 desde 10.06 hs. hasta 10.13 hs.; 20)
9/4/2024 desde 10.48 hs. hasta 11:55 hs.; 21) 16/4/2024 desde 13:46 hs.
hasta 14.10 hs. (fs. 1 y fs. 124/439 del Sistema Lex 100).
18) Planillas libradas por la sucursal bancaria de mención
que reflejan los movimientos descriptos en el párrafo que precede, y
de las que surge que los primeros diecinueve (19) ingresos fueron
efectuados por el titular del DNI nro. 24.588.248 y CUIL nro. 20
-24588248-4, mientras que el ingreso 20) lo realizó el titular del DNI
nro. 21.953.782 y CUIL nro. 20-21953782-5; y el 21), lo concretaron el
anteriormente sindicado y el titular del DNI 21.732.220 y CUIL nro. 20
-21732220-1 (fs. 1 y fs. 124/439 del Sistema Lex 100).
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21) Decreto de fecha 17/4/2024, a través el cual el Dr. Lino
Mirabelli, titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional
nro. 2 de San Isidro, ordenó una intensa búsqueda de los valores que se
hallaban resguardados en la caja de seguridad nro. 844, como así
también el envío de un correo electrónico a la sucursal San Isidro del
Banco de la Nación Argentina, a fin de solicitar los registros de
ingresos a la aludida caja de seguridad, y la obtención de testimonios
de lo actuado, y su remisión a la CFASM, ante la posible comisión de
un delito de acción pública (fs. 124/439 del Sistema Lex 100).
22) Declaración testimonial de María Alejandra Gutiérrez,
en la que aclaró que no resultaba la gerente de la sucursal San Isidro
del Banco de la Nación Argentina, sino que tal cargo lo ostentaba
Alejandro Paredes y que cuando el gerente no se encontraba en
función, suscribía la declarante, en razón del orden jerárquico.
Al ser preguntada para que explique el procedimiento para
el acceso al sector de cajas de seguridad, expuso que la persona que se
presentaba en tal sector para ingresar debía exhibir inexorablemente el
DNI en forma física, no se admitía el digital, y se controlaba que
coincidiera tanto la fotografía como la firma que lucían en el cartular.
Refirió que también se chequeaba que el ejemplar del DNI
exhibido coincidiera con aquel registrado al momento de la
contratación de la caja de seguridad, y que la persona efectivamente
resultare ser el titular de la caja.
Agregó que antiguamente existía la figura del autorizado
para acceder a la caja de seguridad, más, en razón de una serie de
modificaciones internas del banco, ello ya no era posible, solo accedían
los titulares.
Destacó que ello ocurría cuando se trataba de personas
físicas, mientras que en el caso de personas jurídicas titulares de una
caja de seguridad, al momento de su contratación se definía, en
función del estatuto de cada empresa, quién sería la persona que
accedería.
Al ser consultada para que indique cómo era el proceso en
el caso de cajas de seguridad contratadas a la orden de un juzgado,
respondió que al momento de la contratación, el juez debía especificar
quién sería la persona designada para el acceso.
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correspondiente, donde las personas que querían acceder completaban
el formulario que antes se señalara.
Dijo que no estaba segura de cuánto tiempo se conservaban
las filmaciones de las cámaras de seguridad, pero que sabía que se
guardaban por poco tiempo, por menos de un mes (fs. 29/116 del
Sistema Lex 100).
23) Boletas de acceso de las que se desprende que Martín
Luciano Poderti –DNI nro. 24.588.248- ingresó a la caja de seguridad
cuerpo 8 nro. 44, en las fechas y horarios indicados en el punto 17) del
presente resolutorio, en las oportunidades identificadas con los
números del 1) al 19), las cuales se encuentran rubricadas por el
ingresante (fs. 29/116 del Sistema Lex 100).
24) Plana RENAPER que da cuenta que Martín Luciano
Poderti resulta titular del matrícula DNI nro. 24.588.248 (fs. 29/116 del
Sistema Lex 100).
25) Informe suscripto por Damián Falcone -jefe de
tasadores de la Coordinación de subastas y pignoraticio del Banco
Ciudad- que obra como actualización de valuación, expedido con fecha
4/6/2024, del que se desprende que cincuenta y nueve (59) piezas de
oro, de título promedio 22 kilates por densidad, “Krugerrand”, con un
peso total aproximado de 2001,8 gramos le corresponde una valuación
de $100.954.758; veintiocho (28) piezas de oro, de título promedio 22
kilates por densidad, “50 pesos mexicanos”, con un peso total
aproximado de 1165,2 gramos le corresponde una valuación de
$58.763.354,70; cincuenta y cuatro (54) piezas de oro, de título
promedio 22 kilates por densidad, “monedas libra soberano”, con un
peso total aproximado de 429,8 gramos le corresponde una valuación
de $21.675.669,30; dos (2) piezas de oro, de título promedio 22 kilates
por densidad, “100 soles peruanos”, con un peso total aproximado de
93,4 gramos le corresponde una valuación de $4.710.347,87; una (1)
pieza de oro, de título promedio 24 kilates por densidad, “100 yuanes”,
con un peso total aproximado de 31,1 gramos le corresponde una
valuación de $1.845.217,74 (fs. 1081/1222 del Sistema Lex 100).
26) Acta que da cuenta de la presentación de los Dres.
Matías Santiago Pietronave y Gonzalo Luis Coelho el día 5/6/2024,
ante la sucursal San Isidro del Banco de la Nación Argentina,
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Pietronave en la sucursal San Isidro del Banco de la Nación Argentina,
y que a las 10.15 hs., el mencionado Dr. Pietronave ingresó a la caja de
seguridad nro. 8-44, y en tal ocasión portaba su DNI nro. 21.953782, su
teléfono celular marca Motorola, sus anteojos, una llave de vehículo
automotor, un paquete de cigarrillos marca Camel, un encendedor, dos
biromes negras y varias hojas de papel, sin que llevara consigo
elemento de valor alguno.
Asimismo, se dejó constancia que siendo las 12.59 hs., el
Dr. Pietronave egresó de tal sector, y en la antesala le exhibió sus
pertenencias, y constató que se trataban de aquellas mismas con la que
había ingresado, y que no llevaba consigo elemento de valor alguno.
(fs. 1081/1222 del Sistema Lex 100).
28) Certificado suscripto por Luciana Turrin –Secretaria
ante la CAFSM- del que se desprende que Martín Luciano Poderti
desde el 31/3/2010 se desempeñó como Secretario de Juzgado
contratado (Resoluciones 614/10, 1679/10509/10 y 929/11 CSJN), y
que resultó efectivizado el 28/6/2011 en igual cargo –Secretario de
primera instancia ante el Juzgado Federal en lo Criminal y
Correccional nro. 2 de San Isidro-, mediante Acordada nro. 185/11 de
tal tribunal de alzada (fs. 1081/1222 del Sistema Lex 100).
29) Actuaciones que dan cuenta de la adscripción de
Martín Luciano Poderti, al Tribunal Oral en lo Criminal Federal nro. 1
de San Martín, con fecha 18 de enero de 2023, situación que fue
resuelta por la CSJN el día 7/3/2023 mediante Resolución nro.
287/2023 (fs. 1081/1222 del Sistema Lex 100).
30) Certificado suscripto por el Dr. Agustín Solari,
Secretario ante la CFASM, del que surge que Martín Luciano Poderti,
hizo uso de las siguientes licencias: 11/12/19 (razones particulares); 12
y 13/3/20 (razones particulares); del 17 al 20/11/20 (compensatoria);
del 14 al 30/12/20 (compensatoria), 23 y 24/9/21 (razones
particulares); 17 y 20/12/21 (razones particulares); 8, 11, 12, y 13 de
abril de 2022 (compensatoria); del 1/11/22 al 9/12/22
(compensatoria); del 15 al 23 de diciembre de 2022, y del 26 al 30 de
diciembre de 2022; y del 1º al 26 de febrero de 2023 (compensatoria)
–fs. 2186/2325-.
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Argentina, Matías Pietronave –secretario del Juzgado Federal en lo
Criminal y Correccional nro. 2 de San Isidro-, Ezequiel Palazuelos-
secretario de la Fiscalía Federal en lo Criminal y Correccional de Tres
de Febrero-, el Dr. Alejandro Daniel Bisbal por la defensa de Martín
Luciano Poderti, y Carlos Enrique Aller Atucha, perito designado para
la realización del examen de las cerraduras de la caja de seguridad nro.
8-44.
Luce detallado que, a las 10.20 hs., ingresaron al sector
designado como “recinto caja de seguridad”, y que se sumaron al acto,
Jorge Marcelo Moyano Crespo, quien manifestó ser empleado de la
sucursal bancaria de mención y encargado del sector antes descripto,
como así también Daniel Hernán Gurruchaga, empleado cerrajero de la
casa central del Banco de la Nación Argentina.
Se dejó constancia que a las 10.25 hs., se dio comienzo a la
apertura de la caja de seguridad en cuestión, para lo cual introdujeron
las llaves el Dr. Pietronave, y Moyano Crespo, en representación del
banco.
Asimismo, se indicó que inmediatamente Aller Atucha
comenzó a examinar las cerraduras en cuestión, tarea que finalizó a las
10.27 hs., luego de lo cual la caja de seguridad quedó correctamente
cerrada.
A la vez, se detalló que en ningún momento mientras duró
el acto, el gabinete que se encontraba dentro de la caja de seguridad
fue retirado de su lugar, por lo que ninguno de los intervinientes tuvo
acceso a su contenido.
Luce señalado que a las 10.28 hs. se retiraron del recinto
“cajas de seguridad”, y que el perito designado informó que realizaría
su informe, y lo remitiría a la fiscalía federal interviniente (fs.
2446/2465 del Sistema Lex 100)
33) Informe labrado Carlos Enrique Alller Atucha, del cual
se desprende que el día 8 de octubre de 2024, realizó el peritaje que le
fuera encomendado sobre la puerta y cerradura de la caja de seguridad
nro. 44, sector 8 de la sucursal San Isidro del Banco de la Nación
Argentina.
Expuso que la puerta en cuestión no presentaba ninguna
marca de haber sido forzada para su apertura.
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robar, dejara algunas, máxime si incluso quedaron elementos de mayor
valor, como por ejemplo, lingotes de oro, un reloj marca Rolex, y
algunos anillos.
Por otra parte, sostuvo que no había ninguna diligencia en
el expediente tendiente a establecer en qué circunstancias y cuándo
devolvió las llaves de la caja de seguridad bancaria en cuestión.
Dijo que sólo constaba un informe del secretario que lo
reemplazó, el Dr. Matías Nicholson que daba cuenta que esas llaves se
encontraban en el interior de un sobre, en el armario donde se
guardaban los legajos de identidad reservada en la oficina del
secretario.
Expresó que hasta que prestó funciones en ese Juzgado
Federal nro. 2 de San Isidro, no había caja de seguridad y lo que fungía
como lugar de resguardo de los efectos, era un armario de dos puertas
de madera, que tenía una llave minúscula que se encontraba a
disposición del personal de la secretaría, en el primer cajón del lado
izquierdo del que era su escritorio.
Mencionó que, en varias oportunidades, había encontrado
a su arribo, ese armario abierto, situación que lo había instado a llamar
la atención al personal de la secretaría.
Agregó que allí, se guardaba, salvo dinero y droga,
cualquier tipo de documentación afectada a expedientes, cds, teléfonos
celulares, armas y cualquier otro efecto que se secuestrara.
Al volver sobre el tema de las llaves de la caja de
seguridad, manifestó que las devolvió un año y un mes antes de
detectado el faltante, ante el primer requerimiento que le fue cursado
por el habilitado del juzgado, Martín Ochoa.
En tal sentido, explicó que por audio de la aplicación
WhatsApp, de fecha 9/3/2023 Ochoa le preguntó si le había entregado
a Matías Nicholson esas llaves, a lo que le respondió que se las
alcanzaba sin problema, lo que hizo al lunes siguiente.
Al respecto, si bien no recordó si se las entregó a María
Andrea Caminos o a Martín Ochoa, en la puerta del juzgado, aclaró
que ni se bajó del auto y no se labró acta, porque mediaba la confianza.
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Alegó que no buscó ganar tiempo, no puso ninguna
evasiva para devolver las llaves, ni ningún otro acto que pudiera ser
revelador de la acción delictiva que se le imputa.
Manifestó que Matías Pietronave, Federico Díaz y el Dr.
Mirabelli, fueron a su jura, y a dos de ellos los conocía desde hacía 20
años, en tanto que incluso el Dr. Mirabelli firmó el acta de posesión del
cargo de juez.
Al respecto, señaló que resultaba impensado que si hubiera
cometido el delito que se le imputa, hubiera tenido la frialdad de
convocarlos en un momento tan importante para el declarante.
Por otra parte, reconoció como propias las firmas
impuestas en cada formulario de ingreso a la caja de seguridad, como
así también haber consignado de su puño y letra el horario de ingreso,
sólo en algunas ocasiones.
Refirió que había formularios que daban cuenta que estuvo
50 minutos o una hora, y eso nunca había pasado. Aclaró que como
máximo, permaneció en el sector 25 minutos y señalizó, al serle
exhibidas las planillas originales, cuales eran las grafías que no
reconocía como propias, entre las cuales a veces estaba la sigla DNI, o
el número consignado, y en otras ocasiones, las correspondientes a los
horarios de ingreso y egreso.
Explicó que hizo esas referencias, para dar cuenta que la
registración del ingreso a la caja de seguridad podía resultar falible, y
que cuando una persona iba mucho al banco y era conocida, se
relajaban los controles.
Expresó que fue a ese banco, durante 22 años en forma
ininterrumpida, y que desconocía, durante todo el tiempo que tuvo en
su poder las llaves de acceso a la caja de seguridad, cuántas personas
ingresaron durante esos casi 4 años, al sector de cajas de seguridad de
la sucursal San Isidro del BNA, y si existieron o no, otros faltantes en
otras cajas y si hubo personal externo, como ser cerrajeros u otros que
hubieran podido ser convocados por el Banco para reparar alguna caja
o llave.
Por otra parte, refirió que ingresó a la caja de seguridad a
fin de resguardar información sensible, de expedientes graves,
complejos y que podían tener repercusión mediática y judicial.
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determinaron que la verdadera filiación era Horacio Albo Sardiñas,
ciudadano cubano que había sido condenado en Italia por un hecho de
narcotráfico, por lo que se amplió su indagatoria y se lo procesó con el
verdadero nombre.
Agregó que paralelamente, se profundizó la investigación
hacia eslabones internacionales y que el nombrado fue condenado en
el Tribunal Oral con la filiación correcta.
Indicó que en forma contemporánea, ingresó al juzgado
una denuncia penal que había formulado Malena Galmarini por
amenazas que habría sufrido ella y su familia, dentro de los cuales
estaba el entonces presidente de la Cámara de Diputados de la Nación,
Dr. Sergio Tomás Massa.
Recordó que ese expediente había llegado por
incompetencia de la justicia provincial, se habían producido
muchísimos allanamientos, se habían secuestrados un montón de
teléfonos y había que procesar toda esa información porque las
amenazas se habían instrumentado por redes sociales.
Dijo que fueron con el Dr. Mirabelli a la Honorable Cámara
de Diputados de la Nación a tomarle declaración al diputado Massa, y
el Dr. Mirabelli había dispuesto absoluta reserva en el manejo de la
información, lo que retransmitió a los instructores del expediente.
Sostuvo que la denunciante, ya querellante, estaba muy
preocupada por ese expediente porque temía por su familia a raíz de
las amenazas recibidas y que se los instó a trabajar con celeridad y
precisión, al punto tal que se dictó auto de procesamiento de algunos
imputados.
Expresó que el cuadro de relacionamiento de imputados y
teléfonos con la entidad de las amenazas le llevó meses hacerlo, porque
había que determinar qué mensaje tenía un carácter amenazante y cual
no, y cual sólo se trataba de meras opiniones.
Agregó que otro expediente importante de ese momento,
donde guardó información en la caja de seguridad era el FSM
245/2020 caratulado: “Martín Aroldo Fusari s/ inf. ley 23737”.
Señaló que el nombrado era chamán y realizaba rituales
donde se consumía un veneno extraído de un sapo de México,
actividad ilegal que realizaba en Argentina, Paraguay y Uruguay.
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resto de los elementos que mencionó de las otras causas, en la caja de
seguridad en cuestión.
Refirió que era un cuerpo y medio de expediente judicial, y
que el último recuerdo que tenía de ese sumario fue que llegó de la
fiscalía un pedido de archivo de la causa, y que motivó una charla con
el juez respecto de que si la vía procesal escogida era la adecuada
porque sostenía que había que sobreseer y no archivar en tanto existía
una imputación concreta a persona determinada.
Adujo que otro expediente que en su momento tuvo gran
repercusión en el juzgado fue uno de narcotráfico que había ingresado
por derivación de llamadas de la línea 0800 del municipio de San
Isidro, y lo fue a ver al juez, el secretario de seguridad, porque
supuestamente se había denunciado un domicilio donde se acopiaba la
totalidad de la droga que ingresaba a la Villa Santa Rita de San Isidro,
y se habían denunciado los principales puntos de venta.
Alegó que ese hecho tenía relación con una investigación
en curso del juzgado que se remontaba al año 2016, que se había
trabajado con la PFA, en la que se había allanado con suerte dispar.
Manifestó que lo concreto fue que se unificaron ambos
expedientes y se lo trabajó con tres fuerzas federales, en distintas
oportunidades.
Recordó que también el Dr. Mirabelli les pidió al instructor
del expediente y al declarante, que se realizara una labor minuciosa y
detallada para lograr avances en la instrucción, toda vez que se trataba
de una denuncia que reeditaba una vieja.
Agregó que de esa causa, guardaba cuadro de relaciones,
domicilios, puntos de venta, datos de teléfonos, y que la razón de ser
del cambio de las fuerzas intervinientes fue que ninguna confiaba en la
otra y había magros resultados de las investigaciones practicadas.
Así las cosas, explicó que la reseña de expedientes
efectuada era la razón de ser de sus ingresos a la caja de seguridad.
Asimismo, aclaró que su último ingreso a la caja en cuestión tuvo por
objeto retirar todos esos papeles, y los pendrives, toda vez que ya
estaba trabajando en el TOF nro. 1 de San Martín.
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Indicó que tenía tres vehículos, uno marca Audi Q7 modelo
2013, recibido como parte de pago por la venta de la casa de su padre
que obtuvo en herencia.
Detalló que el rodado marca Fiat 500, se lo compró a un
amigo en 10 cuotas, y era utilizado por sus hijos, y el último, era una
camioneta familiar marca Lifan MyWay que adquirió en el año 2018.
Aclaró que no tenía bienes inmuebles a su nombre, ni cajas
de seguridad, ni cuentas en el exterior, y que tampoco su ex mujer y
ningunos de sus hijos.
Al ser consultado dijo que no anotició de sus ingresos al
juez del juzgado en el que trabajó, Dr. Mirabelli.
Expuso que por consejo que de sus abogados no contestaría
preguntas del tribunal ni de la Fiscalía y que se reservaba tal derecho
para cuando la prueba que se iba a solicitar estuviera producida.
Mencionó que no deseaba aportar la clave de su teléfono,
ya que no tenía garantías de que se fuera a preservar la información
contenida, y que no se precisó conforme fuera peticionado el objeto de
extracción de información.
Ahora bien, concluida la reseña de la prueba acumulada y
el descargo efectuado, considero que por los fundamentos que a
continuación expondré, debe tenerse en principio acreditada la
intervención de Martín Luciano Poderti en el hecho disvalioso
descripto en el punto II- de los presentes considerandos.
Ello así, a partir de la descripción de la totalidad de la
prueba reunida, que será analizada a la luz de la sana crítica.
Al respecto, es dable recordar, dado que resulta aplicable al
supuesto en trato, lo sostenido por la Excma. Cámara Federal de
Apelaciones de San Martín, en cuanto a la valoración de las pruebas.
En tal sentido, ha dicho la Alzada que: “...el cuadro probatorio se
hallaba constituido por una serie de indicios y pruebas directas que,
valoradas en conjunto, autorizan a resolver en los términos en que se
ha de decidir tomando como base que aquéllos configuran un
elemento accesorio que requiere relevancia al advertirse que tienen
conexión unos con otros. Así, ha de valorarse la prueba en forma
global, ya que la incertidumbre que pueda caber mediante el análisis
apartado de cada una, podrá superarse a través de una evaluación
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Dicha afirmación encuentra sustento en la prueba
reseñada, que de seguido valoraré.
En primer término, cabe mencionar que la materialidad del
hecho en trato se ve comprobada, a partir de la constatación del
faltante de las monedas en cuestión, detectado por el Dr. Matías
Pietronave, el 9/4/2024, en el marco de las diligencias dispuestas a fin
de proceder a la devolución de efectos oportunamente secuestrados a
Rodolfo Tamborini en la causa nro. FSM 5237/2014.
Las mismas se hallaban resguardadas en la caja de
seguridad 8-44 de la sucursal San Isidro del Banco de la Nación
Argentina, a la que a partir del día 10/12/2019 sólo tenían acceso el
encausado y el Dr. Mirabelli, circunstancia que a los efectos de la
devolución de los elementos en cuestión, se modificó el día 7/3/2024
cuando el titular del Juzgado Federal nro. 2 de San Isidro, designó al
Dr. Pietronave en reemplazo de Poderti.
El motivo por el cual Matías Pietronave tuvo acceso a la
caja de seguridad nro. 8-44 siempre estuvo claro. Se presentó a fin de
cumplimentar con una orden del Juez, que dispuso devolver a Rodolfo
Tamborini, los efectos oportunamente secuestrados que se encontraban
en esa caja, es decir, su ingreso a la caja de seguridad encontró
fundamento en una orden previa del magistrado.
Conforme surge de las actas labradas, y se puede observar
en las filmaciones, tras detectar el faltante el Dr. Pietronave, guardó la
caja en su espacio con la asistencia del empleado bancario y
permaneció en el mencionado sector de Cajas de Seguridad separado
por una reja del resto de la sucursal bancaria, hasta que arribó el Dr.
Federico Díaz -titular de la Secretaría nro. 5- que procedió a constatar
que Pietronave sólo portaba elementos personales.
A esta altura, corresponde destacar que en las actas
descriptas en los puntos 3 y 4 de la prueba se detallaron las monedas
doradas incautadas en las oficinas de Tamborini sitas en la CABA, en
el marco de la causa nro. FSM 5237/2014 (284 monedas doradas y 1
plateada), en tanto que el Dr. Pietronave dejó constancia que el día
9/4/2024, sólo halló en la caja de seguridad nro. 8-44 en cuestión, un
total de 140 monedas doradas y 1 plateada, por lo que se detectó el
faltante de 144 monedas doradas.
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Así las cosas, se cuenta con las planillas donde quedaron
registrados los accesos a la caja de seguridad en cuestión, a partir del
10/12/2019, de las cuales surgen 19 ingresos efectuados por el titular
del DNI nro. 24.588.248, Martín Luciano Poderti, lo que por otra parte,
fue confirmado por el nombrado al momento de prestar declaración
indagatoria, oportunidad en la que reconoció como de su puño y letra
las rúbricas a él atribuidas. En tanto que luego del último ingreso de
Poderti, ingresó Pietrovane el 9/4/2024, fecha en la que detectó el
faltante de las monedas.
Dichos ingresos además, cabe aclarar, tampoco fueron
comunicados al titular del Juzgado en el que tramitaba el expediente,
Dr. Lino Mirabelli.
También destaco como muy relevante, la circunstancia de
que Poderti accedió en 4 ocasiones a la caja de seguridad en cuestión,
encontrándose en uso de licencia compensatoria, en las siguientes
fechas, a saber; 2/11/2022, 28/12/2022, 30/12/2022 y 9/2/2023 en
tanto que también lo hizo el día 27/1/2023, en plena feria judicial, sin
que se haya informado que trabajaría en ese mes de enero.
Incluso resulta sugestivo además, que haya ingresado en
dos oportunidades, con posterioridad a solicitar la adscripción a otro
tribunal -18/1/2023- y como dijera, encontrándose de licencia y en la
feria judicial.
En virtud de lo expuesto, surge con claridad que Poderti,
en su calidad de funcionario a cargo de la Secretaría nro. 6 del Juzgado
Federal en lo Criminal y Correccional nro. 2 de San Isidro, tenía la
custodia de los efectos resguardados en la caja de seguridad 8-44,
poseía las llaves de ingreso a la misma, era la persona autorizada para
el acceso y fue el único que ingresó en varias oportunidades, antes que
se detectara el faltante de las 144 monedas de oro. Ello, sin que esos
accesos estuvieran justificados en el expediente en el marco del cual se
secuestraron los efectos, ni comunicados al juez de la causa, conforme
los propios dichos de Poderti al prestar declaración indagatoria.
Párrafo aparte merece el prolijo accionar del Dr.
Pietronave, quien al advertir que faltaban efectos en la caja de
seguridad 8-44, permaneció en el sector de cajas de seguridad del
banco, sin traspasar las rejas, hasta la llegada del Dr. Díaz, quien
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características descriptas, lo que lo motivó a reservarla en la caja de
seguridad en cuestión.
Afirmó que el primero de los sucesos acaeció el 17/8/2017,
en tanto que ingresó a la caja de seguridad, después del traspaso por
primera vez el 26/12/2019, es decir aproximadamente 2 años y 4
meses después.
Asimismo, el siguiente hecho ocurrió el 23/11/2022,
cuando ya había ingresado 15 veces.
Del análisis de las fechas descriptas precedentemente,
surge que si el motivo habría sido resguardar documentación de
causas sensibles, lo cierto es que lo realizó por primera vez, a más de 2
años después de sufrido el primer robo, lo que a todas luces, no parece
una justificación válida, en tanto que resulta sugestivo que siendo
secretario desde 31/3/2010, surja la necesidad de guardar papeles de
trabajo en un lugar seguro, días después de haber tomado posesión de
las llaves de la caja de seguridad 8-44.
Así también, lo expuesto en relación al estado del
mobiliario de la Secretaría nro. 6 del Juzgado Federal en lo Criminal y
Correccional nro. 2 de San Isidro, en el que tampoco resulta lógico que
Poderti justifique sus accesos a la caja de seguridad.
La pregunta que se impone entonces es, dónde guardó la
documentación que entendía sensible durante los nueve años que fue
secretario antes de ingresar a la caja de seguridad del Banco de la
Nación Argentina, si entendía que el mueble que tenía a disposición no
era seguro.
Todo lo narrado además, choca con la confianza alegada
por Poderti en las labores que realizaba con los funcionarios y
empleados del juzgado en el que trabajaba.
Resalto también, que la caja de seguridad la había
contratado un juzgado distinto a aquel en el que cumplía funciones el
causante, con el fin de resguardar valores de la causa nro. FSM
5237/2014, por lo que no se explica como válido, que hubiera accedido
a la misma con el fin detallado.
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La circunstancia que señaló Poderti en cuanto a que los
horarios de ingreso y egreso que se consignaron en las boletas de
acceso a la caja de seguridad, en algunos casos no eran los reales, y que
de ello podía derivarse lo falible de la registración de los ingresos, a
criterio del suscripto no puede sostenerse, máxime si se tiene en cuenta
lo expresado por la agente Gutiérrez en cuanto a los controles que se
llevaban a cabo al ingreso al sector en cuestión. A la caja nro.8-44, sólo
podían acceder Poderti y Mirabelli y posteriormente, Pietronave,
mediante la exhibición de DNI y estampado de firma, y no otras
personas, que además no estaban autorizadas y no contaban con llaves
de acceso.
Pensar que estos controles pueden relajarse en el sector de
cajas de seguridad de un banco, porque puedan presentarse personas
conocidas por la entidad financiera, es una afirmación sin sustento
alguno, que en definitiva implica quitar toda confianza en el sistema de
seguridad bancaria, en la que se confió para resguardar efectos de un
secuestro y según los dichos del causante, también papeles de trabajo
de causas sensibles.
Cualquier inconveniente en la caja de seguridad en
cuestión, hubiese sido comunicada a Poderti y al Dr. Mirabelli en
forma inmediata, sin que resulte relevante establecer cuántas personas
ingresaron al sector de cajas de seguridad mientras el causante tuvo las
llaves, o si hubo otros faltantes en otras cajas o si hubo cerrajeros
convocados para arreglar otras cajas.
Ningún indicio existe de que terceras personas, no
autorizadas, sin dejar registro de acceso, hubiesen ingresado a la caja
de seguridad 8-44, y a criterio del suscripto el causante deja traslucir
esa posibilidad al solo efecto de sembrar dudas que permitan deslindar
su responsabilidad.
Por otro lado, se cuenta como ya señalé, con el informe
labrado por Aller Atucha, del que surge que la cerradura de la caja en
cuestión estaba en perfectas condiciones de funcionamiento, sin marcas
de haber sido forzada.
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debía preservar? ¿Dónde habría quedado todo eso que con tanta recelo
resguardaba, vinculado a expedientes en cuya instrucción ya no
intervenía?
Por otra parte, la circunstancia de que no se haya verificado
un incremento injustificado del patrimonio conforme lo alegado por
Poderti, tampoco resulta un argumento de defensa válida, toda vez
que el provecho de lo sustraído, pudo haber sido perfectamente
gastado, incluso sería lógico que a fin de no ser descubierto, o levantar
sospechas, el patrimonio de aquel no se viera acrecentado.
Por otro lado, Poderti no explica cómo la "gente" que le
quiere hacer daño habría sustraído las monedas de oro que tenía bajo
su custodia, ni cómo los robos de los que fue víctima y la formación de
este expediente tendrían relación con su actividad profesional y ello,
con la sustracción pesquisada.
A esta altura, entiendo que las pruebas acumuladas
resultan suficientes a fin de avanzar en los términos del art. 306 del
CPPN conforme fuera valorado.
Además, he de señalar que sin perjuicio de que el Sr. Fiscal,
a cargo de la dirección de la instrucción, evaluó la pertinencia y
utilidad de las medidas solicitadas por la defensa de Poderti, es
opinión del suscripto que las mismas no modificarían, el cuadro
cargoso reunido en contra del causante.
Así las cosas, todo lo expuesto conforma un cuadro de
cargo suficiente para tener por acreditada, con el grado provisorio de
esta etapa, la autoría y responsabilidad que en el suceso, le cabe a
Martín Luciano Poderti.
IV- Calificación legal:
El hecho descripto al inicio por el cual deberá responder el
nombrado Poderti, en carácter de autor penalmente responsable,
constituye el delito de peculado –sustracción de caudales públicos-,
previsto y penado en el art. 261 -1er. párrafo- del Código Penal.
Conforme lo ha sostenido la Alzada: “Debe recordarse que las
diversas formas de malversación que comprende el capítulo VII del Título XI,
tienden a proteger el normal y regular desarrollo de la actividad patrimonial
de la administración. Por lo tanto, las disposiciones del capítulo de referencia
no miran la seguridad de los bienes como tales -interés propio de los delitos
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A partir de las constancias obrantes en el sumario, se pudo
establecer que en razón del cargo que ostentaba Poderti -secretario a
cargo de la Secretaría nro. 6 del Juzgado Federal en lo Criminal y
Correccional nro. 2 de San Isidro- éste tenía bajo su tutela la custodia
de la totalidad de las monedas de oro que habían sido incautadas en el
marco de los allanamientos dispuestos en la causa nro. FSM 5237/2014,
secuestros documentados mediante las actas de fecha 14/11/2017.
Recuérdese lo expuesto en relación a lo oportunamente
dispuesto por el Dr. Lino Mirabelli, que en su carácter de juez a cargo
del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional nro. 2 de San Isidro
ordenó que la caja de seguridad nro. 8-44 de la sucursal San Isidro del
Banco de la Nación Argentina quedara anotada a su disposición y de
Martín Luciano Poderti, a quien se le entregaron las llaves de la misma.
Así, los efectos allí reservados, pasaron a estar en custodia
de Poderti, circunstancia que se materializó con el traspaso llevado a
cabo el día 10/12/2019.
Entonces, se desprende sin esfuerzo que la función de éste
era la de recepcionar, cuidar, guardar, custodiar, y conservar, todos los
elementos reservados en la referida caja de seguridad.
Establecida su competencia funcional en relación a los
efectos en cuestión, en razón de su cargo, he de señalar que detectado
el faltante conforme fuera descripto, la acción de Poderti, en virtud de
las valoraciones efectuadas “ut supra”, encuadra en el verbo típico
“sustraer”, que remite a la idea que el objeto fue separado de la esfera
de la administración pública en la que legalmente se encontraba.
Tal como lo sostiene la doctrina, su conducta implicó poner
el bien fuera del alcance de la custodia en que fue colocado y lo
relevante fue que lo apartó sin perjuicio de la existencia o no de una
finalidad en particular, y sin resultar necesario para la configuración
típica que el sujeto activo se haya enriquecido personalmente a través
de dicha sustracción. (Andrés, José D’ Alessio, “Código Penal de la
Nación, Comentado y Anotado”, Tomo II, Editorial La Ley, pág. 1298).
“A los fines del artículo 261 del Código Penal, la expresión
“sustraer” no exige apoderamiento ni apropiación, siendo suficiente la
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violación de la custodia” (CNCCorr., sala VI, 24-4-95, “D., C.”, C.D. J.A.)”
–Revista de Derecho Penal, Delitos contra la administración Pública –I, pág.
422, ED. Rubinzal-Culzoni-.
Así, el delito en cuestión encuentra consumación con sólo
haber sustraído Poderti las ciento cuarenta y cuatro monedas de oro de
la totalidad que se hallaban bajo su custodia, extremo acreditado
“prima facie” en autos a partir de las constancias “ut supra” valoradas,
a las que me remito a fin de evitar reiteraciones.
En el contexto descripto, el epigrafiado no podía
desconocer el carácter de los bienes y la vinculación funcional que lo
unía a éstos, sin perjuicio de lo cual, tuvo la voluntad de separar los
efectos faltantes de la caja de seguridad en cuestión, de la esfera de
custodia en las que se encontraban.
Así las cosas, se presentan dos situaciones que el tipo penal
en estudio requiere: que el imputado sea un funcionario público y que
se encuentre en una especial relación funcional con el bien cuya
sustracción se investiga, circunstancia de plena aplicación para el
evento aquí pesquisado.
En vista que la conducta endilgada al encausado supera el
examen de tipicidad, entiendo que tanto la materialidad del injusto
como la responsabilidad que le cabe al encartado, se ven por el
momento acreditadas satisfactoriamente por lo que habré de decretar
el procesamiento de Martín Luciano Poderti, al considerarlo "prima
facie" autor penalmente responsable del delito precedentemente
señalado.
V- Medidas Cautelares:
A los fines de merituar la medida cautelar de naturaleza
personal prevista en el art. 312 del C.P.P.N., al evaluar que el
encausado Martín Luciano Poderti no registra antecedentes penales
–ver informe del Registro Nacional de Reincidencia incorporado en el
Sistema Lex 100 a través del DEO correspondiente- y la escala punitiva
prevista para el delito que se le imputa, he de mantener la libertad del
nombrado (conf. art. 310 del C.P.P.N.), toda vez que en caso de recaer
condena en las presentes actuaciones, ésta podría ser de ejecución
condicional.
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Por lo demás, tampoco se advierten circunstancias a partir
de las cuales se pueda presumir que intentará entorpecer la
investigación o fugarse, en los términos del art. 319 del CPPN y arts.
221 y 222 del CPPF, por lo que no se impondrá ninguna de las medidas
de coerción estipuladas en el art. 210 del CFPP.
En cuanto al monto del embargo a decretar respecto del
imputado, adelanto que mantendré la suma oportunamente fijada
mediante resolutorio de fecha 3/7/2024, la que considero suficiente
teniendo en cuenta los parámetros establecidos en los arts. 518 y 533
del CPPN.
En tal sentido, cabe recordar que la primera normativa
mencionada impone al juez que ordene el embargo de los bienes del
imputado al dictar el auto de procesamiento, a fin de garantizar la
pena pecuniaria, la indemnización civil y las costas.
En relación al primer rubro a considerar, la previsión de
pena pecuniaria para el delito imputado permite al juez aumentar el
mínimo legal, la segunda categoría, en su caso, depende de la cantidad
de personas legitimadas a solicitar resarcimientos, así como la índole o
la gravedad de lo que debiera ser reparado.
Además, debe atenderse a las costas del proceso. Tal como
lo establece el art. 533 del código de forma, éstas consisten en el pago
de la tasa de justicia, los honorarios devengados por los abogados,
procuradores y peritos y los demás gastos que se hubieran originado
por la tramitación de la causa, circunstancias a valorar a la hora de fijar
la suma a dar a embargo.
Así, si bien no se establecen topes a la fijación del monto,
éste debe derivar del análisis de diferentes elementos objetivos de cada
caso en particular. En tal sentido, también se ha dicho, por ejemplo,
que la fijación del monto se supedita al mayor o menor grado de
compromiso en las maniobras (Francisco J. D´Albora, Código Procesal
Penal de la Nación, Edit. Abeledo Perrot, pág. 928, Edic. 8va.).
Al respecto, debe adunarse que, conforme la Ley 27.423, la
regulación de honorarios mínima por la actuación hasta la clausura de
la instrucción asciende a 15 UMA, mientras que hasta la sentencia es de
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Ante todo lo reseñado y valorado, entiendo corresponde y
así;
RESUELVO:
I- DECRETAR el PROCESAMIENTO de MARTÍN
LUCIANO PODERTI, de las demás condiciones personales obrantes
en autos, por estimarlo “prima facie” autor penalmente responsable
del delito de malversación de caudales públicos, por el que fuera
indagado (arts. 45 y 261 -1er. párrafo- del CP, y art. 306 del CPPN).
II- Mantener la libertad que goza el nombrado Poderti (art.
310 del CPPN).
III- Mantener el embargo dispuesto con fecha 3/7/2024
sobre el dinero o demás bienes del procesado Poderti, por la suma de
pesos ciento noventa millones ($ 190.000.000), en los términos del art.
518 del CPPN.
IV- Fórmese legajo de personalidad del encausado.
Tómese razón, notifíquese y firme, remítanse testimonios al
Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, en el marco
del expediente CM 103/2024.
Ante mí:
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