QUE SON LAS TICS

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¿QUE SON LAS TICS?

Son las tecnologías de la Información y Comunicación, es decir, son aquellas herramientas


computacionales e informáticas que procesan, sintetizan, recuperan y presentan
información representada de la más variada forma. Es un conjunto de herramienta,
soportes y canales para el tratamiento y acceso a la información, para dar forma, registrar,
almacenar y difundir contenidos digitalizados.
Para todo tipo de aplicaciones educativas, las TIC’s son medios y no fines. Por lo tanto, son
instrumentos y materiales de construcción que facilitan el aprendizaje, el desarrollo de
habilidades y distintas formas de aprender, estilos y ritmos de los aprendices.

SOCIEDAD DE LA INFORMACION Y EL CONOCIMIENTO:

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación forman parte de la cultura


tecnológica que nos rodea y con la que debemos convivir. El uso extensivo y cada vez más
integrado de las TIC es una característica y factor de cambio de la sociedad actual.
Sus principales aportaciones a las actividades humanas es que nos facilitan la realización
de nuestros trabajos porque, sean éstos los que sean, siempre requieren una cierta
información para realizarlo, un determinado proceso de datos y a menudo también la
comunicación con otras personas; y esto es precisamente lo que nos ofrecen las TICs: fácil
acceso a todo tipo de información, especialmente a través de la televisión e Internet, así
como a CD’s, DVD, etc.
A través de la Internet podemos comunicarnos instantáneamente con personas de
cualquier parte del mundo, incluso el idioma ya no es una barrera, ya que a través de
programas informáticos, o en la misma Internet, podemos encontrar traductores que nos
trasladan la información en segundos al idioma que deseemos. Con el uso de los equipos
adecuados se puede captar cualquier información y convertirla a cualquier formato para
almacenarla o distribuirla.
La Internet nos permite hacer casi todo lo que hacemos en el mundo real, en una realidad
virtual, y además nos permite desarrollar nuevas actividades, contactar con foros y
personas de todo el mundo, localizar inmediatamente cualquier tipo de información.

Las TICs agrupan un conjunto de sistemas necesarios para administrar la información, y


especialmente los ordenadores y programas necesarios para convertirla, almacenarla,
administrarla, transmitirla y encontrarla.

La revolución tecnológica que vive la humanidad actualmente es debida en buena parte a


los avances significativos en las tecnologías de la información y la comunicación. Los
grandes cambios que caracterizan esencialmente esta nueva sociedad son: la
generalización del uso de las tecnologías, las redes de comunicación, el rápido
desenvolvimiento tecnológico y científico y la globalización de la información.

La introducción de estas tecnologías implica un cambio de nuestra sociedad. Se habla


de sociedad de la información. Se trata de un cambio en profundidad de la propia
sociedad. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación designan a la vez un
conjunto de innovaciones tecnológicas pero también las herramientas que permiten una
redefinición radical del funcionamiento de la sociedad.

La expansión de las tecnologías de la información y la comunicación basadas en la


microelectrónica, la informática, la robótica y las redes de comunicaciones se esta
produciendo a gran velocidad en todos los ámbitos socioeconómicos y de las actividades
humanas configurando la nombrada Sociedad de la información. La sociedad de la
información es aquella en la cual las tecnologías que facilitan la creación, distribución y
manipulación de la información juegan un papel esencial en las actividades sociales,
culturales y económicas. La noción de sociedad de la información ha sido inspirada por los
programas de desarrollo de los países industrializados y el término ha tenido una
connotación más bien política que teórica, pues a menudo se presenta como una
aspiración estratégica que permitiría superar el estancamiento social.

El término Sociedad de la Información


Las sociedades de la información emergen de la implantación de las tecnologías de
información y comunicación (TIC) en la cotidianidad de las relaciones sociales, culturales y
económicas en el seno de una comunidad, y de forma más amplia, eliminando las barreras
del espacio y el tiempo en ellas, facilitando una comunicación ubicua y asíncrona.
La eficacia de estas nuevas tecnologías -actuando sobre elementos básicos de la persona
como el habla, el recuerdo o el aprendizaje-, modifica en muchos sentidos la forma en la
que es posible desarrollar muchas actividades propias de la sociedad moderna.
La diferencia de la sociedad del conocimiento y la sociedad de la información es que la
información no es lo mismo que el conocimiento, siendo la información un instrumento
del conocimiento, se compone de hechos y sucesos, son aquellos elementos que
obedecen principalmente a interés comerciales. El conocimiento es aquel que puede ser
comprendido por cualquier mente humana razonable, se define como la interpretación de
dichos hechos dentro de un contexto, encaminada a alguna finalidad.
LAS TIC Y LA EDUCACIÓN

Para todo tipo de aplicaciones educativas, las TIC son medios y no fines. Es decir, son
herramientas y materiales de construcción que facilitan el aprendizaje, el desarrollo de
habilidades y distintas formas de aprender, estilos y ritmos de los aprendices. Del mismo
modo, la tecnología es utilizada tanto para acercar al aprendiz al mundo, como el mundo
al aprendiz.

En las sociedades actuales, la productividad dependerá del desarrollo de nuevas


tecnologías, las cuales permitirían al hombre hacer menos y pensar más o, quizás, pensar
menos.

Las TICs son causa y consecuencia de las transformaciones estructurales que favorecen la
transición de las sociedades industrializadas del mundo globalizado a sociedades de la
información.

Todas las personas, sin ningún tipo de distinción, tendrán el poder efectivo de crear,
recibir, compartir y utilizar la información y el conocimiento en cualquier medio de
información, prescindiendo de las fronteras. Es decir, todas las personas que tengan
acceso a las tecnologías, lo cual dependerá, en buena medida, de sus condiciones
económico-sociales particulares.

Los progresos de la ciencia han sido muy rápidos en los países desarrollados; en cambio,
en los países subdesarrollados su adquisición es tan lenta que cada día la diferencia entre
dos tipos de países se hace más grande. Dicho retraso contribuye a mantener e incluso a
agravar la situación de dependencia de los países subdesarrollados con respecto a los
desarrollados. Está claro que entre la ciencia, la tecnología y la sociedad existe una
estrecha relación. En nuestros tiempos todo depende de la ciencia y la tecnología, todo
está basado en la tecnología. Y cada día que pasa esta dependencia se hace mayor,
algunos piensan que llegará el momento en que esta dependencia será tan amplia que
entonces seremos manejados por la tecnología.

Actualmente la irrupción y desarrollo de las nuevas tecnologías están conformando una


serie de cambios estructurales, a nivel económico, laboral, social, educativo, político, de
relaciones.
EL IMPACTO DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN EN EL MUNDO EDUCATIVO

Esta emergente sociedad de la información, impulsada por un vertiginoso avance


científico en un marco socioeconómico neoliberal-globalizador y sustentada por el uso
generalizado de las potentes y versátiles tecnologías de la información y la
comunicación (TIC), conlleva cambios que alcanzan todos los ámbitos de la actividad
humana. Sus efectos se manifiestan de manera muy especial en las actividades laborales y
en el mundo educativo, donde todo debe ser revisado: desde la razón de ser de la escuela
y demás instituciones educativas, hasta la formación básica que precisamos las personas,
la forma de enseñar y de aprender, las infraestructuras y los medios que utilizamos para
ello, la estructura organizativa de los centros y su cultura...

En este marco, Aviram (2002) identifica tres posibles reacciones de los centros docentes
para adaptarse a las TIC y al nuevo contexto cultural

- Escenario tecnócrata. Las escuelas se adaptan realizando simplemente pequeños


ajustes: en primer lugar la introducción de la "alfabetización digital" de los estudiantes en
el curriculum (aprender SOBRE las TIC) y luego progresivamente la utilización las TIC
como instrumento para la productividad para el proceso de la información, fuente de
información y proveedor de materiales didácticos (aprender DE las TIC)..
- Escenario reformista. Se dan los tres niveles de integración de las TIC que apuntan José
María Martín Patiño, Jesús Beltrán Llera y Luz Pérez (2003): los dos anteriores (aprender
SOBRE las TIC y aprender DE las TIC) y además se introducen en las prácticas docentes
nuevos métodos de enseñanza/aprendizaje constructivistas que contemplan el uso de las
TIC como instrumento cognitivo (aprender CON las TIC) y para la realización de actividades
interdisciplinarias y colaborativas.
- Escenario holístico: los centros llevan a cabo una profunda reestructuración de todos sus
elementos. Como indica MAJÓ (2003) "la escuela y el sistema educativo no solamente
tienen que enseñar las nuevas tecnologías, no sólo tienen que seguir enseñando materias
a través de las nuevas tecnologías, sino que estas nuevas tecnologías aparte de producir
unos cambios en la escuela producen un cambio en el entorno y, como la escuela lo que
pretende es preparar a la gente para este entorno, si éste cambia, la actividad de la
escuela tiene que cambiar".

TIC y educación

El sistema educativo no puede quedar al margen de los nuevos cambios. Debe atender a
la formación de los nuevos ciudadanos y la incorporación de las nuevas tecnologías ha de
hacerse con la perspectiva de favorecer los aprendizajes y facilitar los medios que
sustenten el desarrollo de los conocimientos y de las competencias necesarias para la
inserción social y profesional de calidad. Debe también evitar que la brecha digital genere
capaz de marginación como resultado de la alfabetización digital.

Las nuevas tecnologías pueden emplearse en el sistema educativo en tres maneras


distintas: como objeto de aprendizaje, como medio para aprender y como apoyo al
aprendizaje.

- Objeto de aprendizaje: Es la llamada alfabetización digital de los alumnos, todos


deben adquirir las competencias básicas en el uso de las TIC; permiten que se
familiaricen con el ordenador y adquieran las competencias necesarias para hacer
del mismo un instrumento útil a lo largo de los estudios, en el mundo laboral o en
la formación continua.
- Medio para aprender: se considera que las tecnologías son utilizadas como un
medio de aprendizaje cuando es una herramienta al servicio de la formación a
distancia, no presencial y del autoaprendizaje o son ejercicios de repetición, curso
en línea a través de internet, videoconferencias, etcétera.
- Apoyo al aprendizaje: es donde las tecnologías encuentran su verdadero sitio en la
enseñanza. Entendidas así, las tecnologías se hayan pedagógicamente integradas
en el proceso de aprendizaje, tienen su sitio en el aula, responden a unas
necesidades de formación más prácticas y son empleadas de forma cotidiana. Se
debe aprovechar las nuevas posibilidades didácticas que ofrecen las TIC para lograr
que los alumnos realicen mejores aprendizajes y se reduzca el fracaso escolar.

EL RETO DE ENSEÑAR FRENTE A LA CULTURA MEDIÁTICA


Pamela Vestfrid
Universidad Nacional de La Plata (Argentina)
Introducción
La intención de este artículo es aportar a la reflexión de una problemática que
transcurre actualmente en la institución escolar, su distanciamiento de la
cotidianeidad de los niños y jóvenes. Estos sujetos son portadores de otros saberes
que rebasan la tradicional cultura escolar y se forman también a partir del contacto
con los medios de comunicación como la televisión y la computadora. De allí, urge la
necesidad que se reconozcan las características de las nuevas subjetividades que se
han constituido en la sociedad a partir de los últimos veinte años.
Asimismo, se propone sistematizar las diferentes posturas que desde la escuela se han
mantenido en vinculación con los medios: ignorándolos, retomándolos acríticamente
o promoviendo una educación en medios. Esta última línea superadora postula el rol
estratégico que deben asumir los docentes para promover en sus alumnos
capacidades que les permitan ejercer un consumo crítico de medios, pero también el
lograr desarrollarse en tanto productores de medios, generando productos
comunicacionales en los que puedan hacer circular su voz.

La cultura escolar
La institución escolar continúa basándose en los principios que le dieron identidad en
sus comienzos: homogeneidad, jerarquización, sistematicidad, orden y secuencia
lineal. Sin embargo, el contexto en el cual dicha institución se inserta ha cambiado
radicalmente, pero la escuela permanece inmutable.
Los niños empiezan a recibir un tratamiento diferencial en la modernidad cuando se
los distingue de los adultos debido a su carácter de “incompletud”. La infancia se
concibe como una etapa de transición y formación para la vida adulta.
En el marco de la constitución de las nuevas sociedades, era necesario organizar
instituciones capaces de producir un efecto formativo y “normalizador” sobre una
niñez que, por sus pertenencias familiares, poseía diversidades sociales y culturales.
De este modo, se consolida la escuela como un dispositivo creado por la pedagogía
moderna y los Estados nacionales para “normalizar” la infancia y modelar a los
futuros ciudadanos.
La función de la institución escolar era lograr que los alumnos hablen de cierta
manera, se sienten en lugares preestablecidos, sigan ritmos de aprendizaje prefijados,
participen de los rituales colectivos, acaten la autoridad docente, sean obedientes,
higiénicos y aplicados.
Si bien, el Estado sancionó leyes de obligatoriedad escolar, la acción de la escuela se
legitimaba en la fuerte asociación existente entre familia y escuela. Las familias
percibían que la escuela “servía” porque orientaba a sus hijos a través del esfuerzo
hacia un futuro mejor.
La escuela se convirtió en el ámbito privilegiado de acceso a la cultura “legítima” a
través de la transmisión y reproducción de determinados conocimientos, dejando
fuera de las aulas las manifestaciones propias de las culturas populares. La cultura
escolar se centra en la enseñanza de la escritura y la lectura, y los libros de texto son
los instrumentos fundamentales para la transmisión de conocimientos y valores.
El dispositivo escolar se sustentaba además en una relación inmodificable y
asimétrica entre maestro y alumno. El lugar del docente era el del adulto que sabe
frente a un niño-alumno que no sabe o posee conocimientos vulgares que debe
superar.
Según Susana Bermúdez a partir de los años 70, en el contexto de crisis económica y
debilitamiento del Estado de Bienestar, la utopía “igualadora” se fue desmoronando.
La escuela no lograba generar el ascenso social esperado, pero asimismo se la
responsabilizaba de reproducir las diferencias sociales.
En este marco, la cultura escolar pretende mantener sus rituales, pero estos ya no
generan la carga simbólica de antaño, frente a alumnos que son, desde muy pequeños,
socializados por un entorno massmediático.

La cultura mediática
Las nuevas generaciones viven una experiencia cultural nueva, desarrollan una
percepción caracterizada por la celeridad y fragmentación de los discursos
audiovisuales y multimediales. Así, los niños y jóvenes circulan por un universo
cultural que se rige por una lógica y valores muy disímiles a los que legitima la cultura
escolar. Se produce un quiebre entre las vivencias que los alumnos experimentan
fuera de la escuela y el modelo escolar de transmisión de conocimientos. Los
estudiantes son portadores de culturas diversas, poseen otros lenguajes y saberes
que, habitualmente, no son reconocidos en el ámbito escolar.
El interrogante clave que plantea Susana Bermúdez frente a la problemática
mencionada es pensar si es posible reducir la distancia cada vez más grande entre la
cultura escolar y la cultura mediática, reconociendo que ambas constituyen en la
actualidad el espacio común de la formación de las subjetividades.
En las últimas décadas, el avance del mercado y la “cultura del consumo” modificaron
el proceso de socialización infantil fundado en la alianza escuela/familia. En la
actualidad, los niños empiezan a ser interpelados por los medios y el mercado antes
de ingresar a la escuela y, a diferencia de lo que ocurría en los principios de la
escolarización, los chicos poseen una experiencia cognitiva desarrollada a través de la
interacción con las nuevas agencias de conocimiento. No obstante, es necesario
conceptualizar el consumo como un proceso más complejo que el simple acto
compulsivo de adquirir objetos. Considerar los consumos culturales implica encauzar
la mirada en los procesos y las prácticas de apropiación simbólica que realizan los
sujetos inmersos en una cultura, en donde el mercado no sólo promueve la
diversificación de bienes y servicios, además establece modos de identificación a
través de la posesión y uso de los objetos y crea expectativas en relación con lo que no
se tiene.
De esta forma, la “cultura del consumo”, transmitida por los medios, invade la
cotidianeidad con imágenes y publicidades de productos, generando nuevas prácticas
culturales que trastocan el lugar social asignado a la infancia en la sociedad moderna,
cuyos integrantes son interpelados en tanto potenciales clientes.
Para aquellos que no pueden consumir, les espera la “invisibilidad social”, la exclusión
y la marginalidad. Más allá del consumo material, se instaura un consumo simbólico
que determina pertenencias, comportamientos y distinciones sociales.
La nueva forma de pedagogización de la infancia se basa en la redituable alianza entre
mercado y medios. El mercado necesita crear un entorno donde los objetos adquieran
“valor”, se vuelvan “deseables” para los millones de chicos que pueden tenerlos y
también para los que no pueden adquirirlos.
Mientras que la escuela tradicional anhelaba a la homogenización y la construcción de
una identidad única, el mercado agudiza la fragmentación social, segmentando
audiencias, diversificando la oferta de productos y mercaderías de acuerdo con
gustos, intereses, edades, nivel adquisitivo, etcétera. Frente al desmoronamiento de
los referentes tradicionales que cohesionaban la vida social como la familia, la escuela
y la Nación, surgen las distintas “tribus urbanas” que se aglomeran en torno a
consumos, gustos, experiencias y adscripciones identitarias específicas, delimitando
espacios diferenciales y desiguales.
En estos nuevos procesos de socialización, el grupo de pares cobra importancia
central en la transferencia de códigos y reglas; con los amigos se aprende y se crean
comunidades de sentido compartido. De esta manera, los jóvenes se organizan sin la
intermediación de adultos o instituciones educativas, que suelen negar la existencia
de otros lenguajes y modos de apropiación distintos a los reconocidos por la
institución escolar.
Según Susana Bermúdez, frente a las diversas maneras de ser niño, niña, adolescente,
joven, la escuela suele reaccionar de forma conservadora, considerando
negativamente las múltiples manifestaciones culturales, culpabilizando a los medios
por influir en el imaginario infantil y a las familias por haber abandonado la alianza.

Nuevas subjetividades y consumos mediáticos

Numerosos especialistas que analizan la cultura contemporánea se refieren a las


nuevas generaciones nacidas y formadas en el contexto de la cultura mediática a
través de la expresión “generación multimedia” o “generación del mouse”. Otros
prefieren utilizar la categoría de “nativos digitales” y diferenciarlos de los
“inmigrantes digitales”.
Se suele hacer referencia a una primera alfabetización, centrada en el libro y la cultura
impresa, y luego a una segunda alfabetización que abarca las múltiples escrituras que
conforman el mundo audiovisual e informático. Dichas modificaciones no implican el
reemplazo de un modo de leer por otro, sino la compleja articulación de uno y de otro.
De acuerdo con la mirada de Roxana Morduchowicz, es por esta multiplicidad de
escrituras que transcurre hoy la construcción de ciudadanos que puedan leer
productos comunicacionales pertenecientes a cualquier tipo de lenguaje
comunicacional.
En ese sentido, muchos especialistas agregan que tras el advenimiento de los medios
de comunicación, la cultura popular y las nuevas tecnologías se produce un doble
fenómeno: por una parte, el saber ya no se encuentra sólo en el libro, los niños y
jóvenes pueden acceder a mucha información por fuera de ese formato; y por otro
lado, la destemporalización, lo cual implica que no hay edades para aprender ni un
horario fijo, sino que en la actualidad el aprendizaje se desarrolla a toda hora y todo el
tiempo debido a la presencia permanente de los medios en la vida cotidiana.
Como consecuencia, la escuela ya no posee el monopolio del saber y muchos maestros
se amparan en el libro porque se sienten allí menos interpelados por un universo de
significaciones que no siempre pueden decodificar. Para los niños y jóvenes los
medios constituyen una actividad recreativa pero también se erige como una fuente
de información. Los medios influyen sobre la manera en que los chicos perciben la
realidad e interactúan con el entorno. Los chicos y jóvenes circulan por un mundo de
dinamismo, de fragmentación, de inmediatez; en el que todo es simultáneo.
Roxana Morduchowicz expresa que aunque la escuela mantenga una relación
reticente en relación con la cultura popular, para los niños y jóvenes éste es uno de los
pocos espacios que, en su propia percepción, les pertenece y en el cual sienten que se
habla de ellos y a ellos. La cultura popular, entendida como aquella que construyen los
medios de comunicación, la música, el cine y otras expresiones, es para muchos niños
y jóvenes el lugar desde el cual dan sentido a su propia identidad.
Morduchowicz, quien ha analizado el consumo mediático de niños y jóvenes, postula
como característica central la simultaneidad. Actualmente, los chicos pueden navegar
por internet, mirar TV, escuchar música y hacer la tarea al mismo tiempo. Así,
describe una generación que razona y aprende de manera diferente de como lo hacen
los adultos, lo que se convierte en un nuevo desafío para padres y educadores.
Además, señala en vinculación con el consumo simultáneo de los medios, que los
medios no se sustituyen ni se excluyen, sino que se complementan y se suman. Es
decir, un joven que pasa varias horas en la computadora, no deja de lado ni la
televisión ni la lectura de un libro.
Contrariamente a la idea que afirma que los medios masivos de comunicación no
educan, algunos autores plantean una perspectiva opuesta. Sostienen que la televisión
le enseña a los niños y jóvenes contenidos y comportamientos. Ejemplos de
contenidos como la contaminación, tipos de dinosaurios, etcétera. Y conocimientos
relativos a comportamientos sociales como saludar, sentarse en la mesa, etcétera. Así,
los medios son educativos porque influyen sobre lo que los niños aprenden y sobre la
manera en que aprenden.
En cuanto al análisis de los consumos mediáticos de los niños y jóvenes, una variable
clave a tener en cuenta es la clase social de pertenencia que permite ciertos accesos y
clausura otros. Según Morduchowicz la televisión es el medio de comunicación con
mayor presencia en los sectores populares. Dichas familias no tienen la posibilidad de
adquirir el periódico y prácticamente no escuchan la radio en su casa. En estos
hogares, la televisión suele encenderse a la mañana y se apaga muy tarde en la noche.
Los miembros de la familia viven en general en una sola habitación y la pantalla ocupa
un lugar central en un espacio reducido.
En los sectores bajos la televisión está presente a lo largo de la jornada. Y mirar
televisión carece de una significación negativa, porque es ella la que les permite
incorporar nuevos saberes, prácticas y aprendizajes. Además, por razones económicas
no cuentan con la posibilidad de realizar otros consumos mediáticos o actividades
recreativas en su tiempo libre.
En ese sentido, Morduchowicz resalta que para los niños y jóvenes de bajos recursos
la televisión desarrolla una importante “función compensatoria”, que no se reduce a la
sustitución de actividades lúdicas a las que no tienen acceso. La televisión cumple en
estos contextos un importante papel social. Cuando los barrios en los que viven son
peligrosos, o cuando tienen que quedarse en sus casas para atender a sus hermanos
más pequeños, la televisión es el nexo con ese mundo al cual no acceden sino a través
de la pantalla.
En oposición, en las familias de sectores medios, la televisión está encendida para ver
programas determinados en horarios concretos y no participa de los rituales
familiares. Además, es un consumo privado y solitario, ya que muchos niños y jóvenes
poseen los aparatos de televisión en sus habitaciones, lo cual conlleva a que no
compartan ni conversen con sus familiares sobre los consumos mediáticos que
realizan. Su relación con la televisión es más reticente. Se la acusa de ocupar el lugar
de actividades más productivas como leer, practicar un deporte o jugar con amigos.

La institución escolar y su rol como formadora en relación con los medios

Los educadores han tenido a lo largo del tiempo distintas posturas en torno a los
medios masivos de comunicación. Una de las reacciones ha sido defensiva,
vislumbrando a los medios en tanto amenaza. La acusación principal se vinculaba con
la masificación del saber. Los medios difundían a todas las clases conocimientos que
tradicionalmente constituían un privilegio para unos pocos. Asimismo, el lenguaje
audiovisual es conceptualizado de una manera marginal en relación con la cultura
impresa. Por último, se postulaba que los receptores pasivos eran manipulados por las
ideas que los emisores transmitían a través de los medios.
Otra actitud hacia los medios desde la escuela ha sido el retomarlos, pero sin ejercer
ningún tipo de crítica o análisis sobre las ideas y representaciones que a través de
ellos se difunden sobre diferentes problemáticas como el rol de la mujer, el ser joven,
el trabajo, la idea de belleza, etcétera.
A partir de estas dos posiciones, Morduchowicz propone una tercera, “la aceptación
crítica”, que consiste en no condenar ni de idealizar a los medios. Éstos no son ni
buenos ni malos, encierran contradicciones y lo único que no se puede hacer desde la
escuela es ignorarlos. Esto constituye el sentido de lo que se denomina “una educación
en medios”.
Esta postura superadora comprende dos cuestiones. Por un lado, que desde la
institución escolar se forme a los niños y adolescentes para que puedan analizar y
evaluar los medios, teniendo en cuenta su utilización, su historia, las representaciones
que transmiten, los accesos de los diferentes grupos sociales, entre otras cuestiones
relevantes. En segundo lugar, que los niños y jóvenes además de desarrollarse en
tanto receptores críticos puedan transformarse también en productores culturales,
transmitiendo sus opiniones a través de experiencias educativas que impliquen la
realización de productos comunicacionales como una revista digital o impresa, un
programa de radio, un blog, entre otros.
Integración de las TIC: por una pedagogía activa y constructivista

La introducción de las tecnologías dela información y la comunicación en educación y en el


sistema educativo reglado no es tarea fácil. La escuela siempre va detrás de la sociedad y
hay un desfase evidente entre el uso que se hace de ellas a nivel general, en las diversas
actividades sociales y económicas cotidianas y el que se hace en las escuelas. Existen
resistencias al cambio en la institución escolar, miedo a perder el control por parte de los
profesores y falta de dominio de las nuevas tecnologías, dificultad para ajustar el rol
tradicional de la nueva realidad, etcétera. Además, los cambios en este terreno se
suceden a una velocidad vertiginosa, no dando demasiado tiempo para reflexionar sobre
las posibilidades y consecuencias de su introducción en el aula. Todo ello ralentiza y
dificulta la integración.

Sin embargo, lo cierto es que, paulatinamente, se va produciendo la introducción de las


nuevas tecnologías, una introducción que induce cambios y que presenta ventajas en
comparación con los recursos utilizados por la enseñanza tradicional:

 Flexibilidad instruccional: mediante las nuevas tecnologías se puede adaptar a las


posibilidades y necesidades individuales permitiendo una enseñanza más
personalizada y el desarrollo de procesos de aprendizaje más constructivos y
creativos.
 Complementariedad de códigos: la información multimedia llega por diversos
canales sensoriales y se aprende mejor lo que se ve, se oye y se hace.
 Aumento de la motivación: los estudiantes se sienten más motivados haciendo uso
de las nuevas tecnologías.
 Desarrollo de actividades colaborativas y cooperativas: el uso adecuado de las TIC
potencia el trabajo cooperativo entre los alumnos del grupo y también con otros a
través de la red.
Y también riesgos e inconvenientes, que deben ser previstos para un uso óptimo. Entre
ellos habría que destacar:
 La pseudoinformación: disponer de mucha información no significa estar mas
informado si no se ha dotado al sujeto de herramientas para seleccionar la
información y para analizarla críticamente separando lo relevante de lo accesorio,
tendencioso o manipulador.
 La saturación de la información: la sobrecarga de información puede producir un
efecto de saturación cognitiva, que impediría el aprendizaje.
 La dependencia tecnológica: darle mayor valor al “saber cómo” que al “saber que o
por qué”.
Para aprovechar las oportunidades y evitar los riesgos, se postula una pedagogía de tipo
cognitivista y constructivista que integre las aportaciones de la teoría socio cultural. La
información no es conocimiento, es el sustrato, la materia prima, necesaria pero no
suficiente, y es la educación la que transforma la información en conocimiento. Se trata de
arbitrar los medios pedagógicos necesarios para pasar de la “sociedad dela información” a
la “sociedad del conocimiento”.

¿Cuál es la ruta pedagógica adecuada para ello? Una pedagogía constructivista, una
pedagogía que utiliza estrategias para relacionar, combinar y transformar los
conocimientos, una pedagogía que responde a una modelo de verdad a descubrir,
centrado en la búsqueda, la indagación, la curiosidad, la exploración y la imaginación. Ello
supone rediseñar la educación lo que exige:
- Instaurar la “sociedad del aprendizaje”, el aprendizaje permanente.
- Replantear el papel del profesor, que ve reducida la exigencia de trasmitir
contenidos y que debe poner el énfasis en el diseño de situaciones instruccionales
pertinentes, ejerciendo una autentica tutorización y seguimiento del proceso de
aprendizaje del estudiante desde la perspectiva de la atención a la diversidad.
- Revisar el papel del alumno que debe aprender a ser el conductor de su propio
proceso de aprendizaje con la mediación necesaria del profesor, lo que exige
adquirir las habilidades, destrezas y estrategias necesarias para el manejo de las
nuevas tecnologías, para la toma de decisiones y para la elección de la propia ruta
de aprendizaje.
- Utilizar nuevos materiales para el aprendizaje; como tutoriales multimedia, base
de datos on- line, bibliotecas electrónicas, simulaciones, hipertextos, etcétera.
- Reconsiderar también el papel del contexto; nuevos entornos de aprendizajes,
nuevas “comunidades de aprendizaje” apoyadas en las nuevas tecnologías que
favorecen la socialización y que permite ensayar nuevos modelos educativos que
complementen los ya disponibles.

La puesta en práctica de las TIC en educación

Aunque muchas de las opciones presentadas se entrecruzan (una publicación multimedia


puede publicarse en internet, el correo electrónico puede integrarse de diferentes
actividades), las examinaremos una por una para poder hacer un primer acercamiento
desde el punto de vista de su utilidad educativa.
a) Internet como fuente general de información: Jorge Coderh y Montse Guitert,
destacan el interés de internet como herramienta de investigación y de
interacción: “Internet constituye una importante herramienta de investigación y
permite la interacción a un doble nivel; entre personas y con los contenidos. Ello
facilita que pueda desarrollarse más fácilmente un proceso de aprendizaje
cooperativo centrado en la búsqueda, tratamiento, procesamiento y presentación
de la información”.
b) El correo electrónico como medio de comunicación: el correo electrónico se ha
convertido en la gran herramienta telemática para la comunicación interpersonal.
Como herramienta educativa, se halla integrada en proyectos sistemáticos de
colaboración a distancia, pero también en prácticamente cualquier uso que se
requiera la comunicación entre docentes o alumnos en lugares distantes.
c) El procesador de texto como herramienta de aprendizaje: aunque ampliamente
utilizado por cualquier persona que maneje un ordenador, incluido el alumnado, al
procesador de texto no se le dedica mucha atención didáctica. Sin embargo,
creemos que ha de considerarse una herramienta pedagógica de primer orden si
aprovechamos sus potencialidades, y para ello no es necesario más que un
conocimiento técnico elemental. Por supuesto el mayor conocimiento de un
programa aumenta sus posibilidades, pero más allá del acabado escrito, las
funciones de corrección-mejora, comunicación y colaboración se pueden aplicar
con un dominio mínimo del procesador de texto. En cualquier área en que la
palabra sea importante el procesador de texto puede cumplir varias funciones de
cara al aprendizaje:
- Como herramienta que mejora la presentación de lo escrito y su integración con
las imágenes.
- Como herramienta de reelaboración y de aprendizaje a través de la corrección-
mejora de lo realizado.
- Como instrumento de mejora de la comunicación, ya que la utilización de un
procesador de texto y su impresión posterior mejora la facilidad de lectura y la
realización de copias.
- Como instrumento colaborativo para la realización de tareas
d) El aprendizaje colaborativo en comunidades virtuales. Según Jaime Sánchez una
comunidad virtual es un grupo de usuarios que interactúan intensivamente a
través de algún medio. Es una agregación social que emerge de la red cuando un
conjunto de personas llevan a cabo discusiones públicas con una cierta extensión
y regularidad, con suficiente sentido humano para formar tejidos de relaciones
personales en el ciberespacio. No emerge automáticamente, sino que requiere de
un tiempo, de muchas interacciones, de metas y experiencias compartidas, así
como también de una entidad de grupo.
Aunque no es necesario llegar a constituir una comunidad virtual para realizar
experiencias de aprendizajes telemático colaborativo, es en ella donde la
colaboración dirigida al aprendizaje alcanza un nivel más profundo.
e) Webquest. la Webquest es una guía de actividad plasmada en una página Web y
que orienta al alumnado, a través de una serie de pasos, en la búsqueda de
información y en su reelaboración, sobre un tema concreto. La información
generalmente estará extraída de otras páginas Web.
f) Elaboración de presentaciones multimedia. Las presentaciones multimedia
pueden ser aplicaciones de tipo comercial o elaboradas por el profesorado
destinadas a ser utilizadas por el alumnado. Sin embargo, nos interesa ahora,
siguiendo la línea de interés en la actividad de quienes aprenden, la realización por
parte del alumnado de dichas presentaciones o aplicaciones.
g) Programas para la creación de materiales educativos. Estos materiales son
pensados para que el profesor realice materiales educativos, además de que no
debemos olvidar que las herramientas genéricas de creación de páginas HTML, de
textos, etcétera; son ampliamente utilizadas para crear material educativo.

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