antologia maya

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LITERATURA MAYA

El término literatura maya es aquella que fue escrita


en una lengua maya por un maya con conceptos
fundamentalmente mayas No se abarcan sólo textos
coloniales considerados tradicionalmente como
literatura maya, sino también los textos
contemporáneos escritos en lengua maya por gente
de dicho pueblo.
La literatura maya desapareció cuando los españoles
llegaron en el siglo XVI a la Península del Yucatán e
impusieron la religión católica, que junto con la
regulación impuesta por la Inquisicion, todas las
manifestaciones escritas por los mayas de antaño
fueron quemadas por ser consideradas obras
heréticas y manifestaciones del diablo La guerra de
Castas entre 1847 y 1901, iniciada durante
la República de Yucatán también supuso gran
destrucción.Algunos códices sobrevivieron como
el Maya de México, conservándose otros en algunas
de las principales bibliotecas del continente
europeo, Madrid, Par
ís, Dresd e.
La herencia cultural recibida de los mayas incluye
inscripciones en jarrones y vasijas, tambièn, escritos
en las paredes y estelas. Los textos son divrsos:
poesías donde se entralazan historias del cilo y la
tierra, acertijos para probar la dignidad de los
políticos, conjuros para tratar enfermedades e
historias de la creación. Además, se encuentran
relatos de la invasión española desde la perspectiva
de los mayas.

Las traducciones hechas a esta importante


produccion artística han develado una vibrante
civilización antigua. Todavia hay mucha materia
pendiente por resolver en relacion a la literatura
maya. Debiso a sus complejo sistema de escritura,
estas aún no han sido descifrada completamente.
Origen e historia
Los mayas ocupaban los territorios del sur de Mexico
(chiapas, Yucatán y Tabasco) Guatemala y el
noroeste de El Salvador y Honduras.
Estaban organizados en Clanes y con patriarcado.El
padre representaba la mayor autoridad y era
denominado “yum” El conjunto de clanes formaba la
tribu y la confederación de tribus era regida por un
consejo de ancianos. A su vez habia un jefe
hereditario que gobernaba cada estado.

La sociedad se dividia en :
 Nobles (caciques)
 Sacerdotes(a cargo de sacrificios, predicciones,
ofrendas, etc)
 Pueblo (trabajadores de la construccion y las
labores agrícolas)
 Esclavos(Clase Social mas baja)
Su escritura consistía en un sistema de símbolos tipo
jeroglífico y el primer sistema de escritura de América

Escribieron sus libros con un papel fabricado con


fibras vegetales y se escribían en una larga tira que
se doblaba sobre si misma muchas veces.
Los libros de la Literatura Maya que se conocen, son
de temas religiosos y mitológicos y no son de fácil
interpretación. Hacen continua alusión a su historia,
su religión, y la ciencia de su época, con un profundo
sentido patriótico y poético.
Uso del alfabeto latino
Tambien, la literatura maya presenta otro cambio en
su tematica. Esta vez motivada por la destrucción de
libros sagrados, Entonces, algunos nobles mayas,
educados por los fraile españoles, comienzan a
escribir en su propia lengua utilizando el alfabeto
latino.
Entre las principales obras se pueden citar:
1."El Libro de Chilam Balam" es uno de los más
famosos, pues refleja la desesperación del aborigen
por la invasión de los conquistadores. Se hallaron
varias versiones de esta obra, con contenidos
distintos según el pueblo que la hubiera escrito, pues
se hacían diferentes versiones en los distintos clanes.
Pero por su contenido de diversos temas: religiosos,
históricos, literarios, sobre astronomía y calendarios,
se puede apreciar toda la sabiduría del pueblo maya.
Se cree que sus autores fueron sacerdotes que
transcribieron manuscritos sagrados, a los que
acotaron noticias locales y elementos de la historia de
cada lugar. Eran considerados libros sagrados y se
los leía en ocasiones especiales. Las copias que se
conservan no son las originales, son transcripciones
de alrededor del siglo XVI.
2.El "Popol Vuh", "Las antiguas Historias del
Quiché", el más conocido, es el libro sagrado de los
indígenas quichés que habitaban en la zona de
Guatemala. Se explica el origen del mundo y de los
indígenas mayas. También se relata la historia de
todos los soberanos. Se puede señalar que hay allí
una conjunción de religión, mitología, historia,
costumbres y leyendas.
Es esencialmente una descripción del conjunto de
tradiciones mayas de quienes habitaban la región
guatemalteca; pero también, aparecen agregadas
algunas ideas cristianas, lo que hace suponer que el
autor conocía a misioneros católicos.
No se conoce el nombre del autor, pero por datos
investigados del contenido de la obra, se supone que
ha sido escrito hacia 1544. Fue escrito originalmente
en piel de venado, posteriormente trascripto en 1542
al latín por Fray Alonso del Portillo de Noreña. La
versión española fue realizada sobre este último texto
en el siglo XVIII (1701) por el fraile dominico
Francisco Ximénez que se había establecido en
Santo Tomás Chichicastenango. "Popol Vuh" lo llamó
un estudioso de temas americanistas, que en el siglo
XIX lo tradujo al francés, Charles Etienne Brasseur de
Bourbourg.
El significado de los términos que conforman el
nombre es:
 Popol: Palabra maya que significa reunión,
comunidad, casa común y junta.
 Vuh: Libro, papel, árbol de cuya corteza se hacía
el papel.
El libro Popol Vuh se divide en cuatro partes:
 La primera habla de cómo los dioses crearon el
mundo y los hombres.

 La segunda habla del nacimiento y de la vida de


Hunahpú y Ixbalanqué.

 La tercera contiene el mito de crear los primeros


hombres de maíz y como adoraron y sirvieron
los cuatro dioses quien los crearon.

 La cuarta habla sobre la formación de las tribus


quichés y sus relaciones con otras tribus.
3.El "Rabinal Achí": Se ha conservado esta pieza
dramática escrita en el pueblo quiché y que trata
sobre la rivalidad entre dos ciudades-estados, y la
captura y muerte de un guerrero notorio.

4.Los "Anales de los Cakchiqueles" es una


conjunción de datos históricos, mitológicos y
religiosos, escrito en lengua maya y caracteres
latinos.
LEYENDA LA PIEL DEL VENADO
Cuenta una leyenda que hace mucho, mucho
tiempo, el venado no tenía la piel como la tiene ahora.
De hecho, su piel era pálida, lo que hacía que fuera
un blanco fácil para los cazadores.

Un día, un pequeño ciervo bebía de un arroyo


cuando escuchó los disparos de unos cazadores que
acababan de verlo. Salió corriendo y consiguió llegar
hasta una cueva. Entró en ella malherido y tuvo la
suerte de encontrarse con tres genios buenos, que
curaron su pata y decidieron ayudarlo.
Cuando el venado se terminó de curar de sus
heridas, se despidió de los genios muy agradecido,
pero uno de ellos le dijo:
– ¡Espera! No te vayas aún. Te concederemos un
deseo. Pide lo que quieras….
El pequeño ciervo no se lo pensó dos veces:
– Deseo que todos los de mi especie puedan estar
más protegidos frente a los peligros y el hombre.
Entonces, uno de los genios tomó un poco de tierra y
la echó por encima del animal, mientras otro miraba
hacia arriba y pedía a los rayos del sol que cambiaran
el color de su piel. Entonces, la piel del ciervo se fue
oscureciendo y llenando de pequeñas manchas,
hasta tomar el aspecto del Mayab, el color de la tierra
y el de la entrada a las cuevas.
A partir de entonces, los hombres ya no pudieron ver
con tanta facilidad al venado y éste pudo protegerse
mejor de los peligros.
LA FLOR DE LOTO

Cuentan que hace mucho, muchísimo tiempo, en la


selva del Mayab, había un reino muy hermoso, con
un príncipe llamado Chacdziedzib. Su nombre
significaba ‘pájaro cardenal’.
El joven estaba enamorado profundamente de la hija
del guardián del Cenote sagrado, una hermosa
joven de nombre Nicté-Há, que significaba ‘Flor de
loto’.

Los demás no veían con buenos ojos esta unión entre


un noble y una mujer de tal condición… Hasta el gran
Cenote Sagrado decidió que el príncipe debía
casarse con la hija de algún rey, no con la humilde
Nicté-Há. Y para evitar esta unión, convocó a los
grandes nobles del lugar. Entre todos decidieron que
la muchacha debía morir para terminar con aquel
‘absurdo’ amor.
Pero uno de los sirvientes del príncipe había oído
todo, y fue a contárselo a Chacdziedzib, quien decidió
mandar al mejor de sus guerreros en busca de la
joven. Su intención era llevarla al palacio y casarse
de inmediato con ella. Pero el guerrero fue asesinado
y nunca llegó a la vivienda de la joven.
De nuevo el sirviente del príncipe se enteró de
aquella desgracia y se la comunicó a su amo, quien
decidió ir él mismo a por su amada.
Cuando llegó a su vivienda, la encontró junto al
Cenote Sagrado, y al abrazarla, una flecha que partió
de la oscuridad, se clavó en su pecho, provocándole
la muerte de inmediato.
La joven cayó al agua del Cenote y el príncipe,
muerto de dolor, se dejó caer con el corazón roto al
mismo lugar donde estaba su amada, dejando como
estela un charco de sangre.
Pero los dioses, que lo habían visto todo, enviaron al
Señor de las aguas y al Señor de los pájaros para
ayudarles. El Señor de las aguas llegó hasta las
profundidades y encontró el de Nicté-Há. Lo
transformó en una preciosa flor de loto. Y el Señor de
los pájaros encontró el cuerpo del príncipe, y
transformó a Chacdziedzib en un pájaro cardenal.
Por eso, cuando despunta el alba, el pequeño pájaro
cardenal se posa sobre la hermosa flor de loto y no
deja de cantar hermosas melodías de amor.
LA SERPIENTE ALADA
Cuenta una leyenda que hace mucho tiempo, vivía en
la zona en donde ahora se encuentra el hermoso
cenote de Chen Ha un joven con su mujer. El chico,
había vivido hasta hacía poco con sus padres, un
poco más abajo. Pero al conocer a la muchacha, se
casó y comenzó a vivir por su cuenta.
Al chico no le iba nada mal el cultivo, y consiguió vivir
con holgura, además de tener alimento de sobra.
Pero su padre murió, y su madre quedó viuda.
La viuda comenzó a tener problemas para mantener
sus sembrados y pronto se quedó sin alimento. Así
que subió a casa de su hijo a pedirle un poco de
maíz. Su hijo le dio un poco, pero protestó bastante al
hacerlo. Y a los pocos días, al ver que su madre
regresaba a por más, escondió todo lo que tenía y le
dijo que no le quedaba maíz para darle.
La pobre mujer se fue muy apenada, consciente de
que su hijo le mentía, ya que se podía ver desde
fuera el campo próspero, repleto de mazorcas.
Ante este gesto, los dioses decidieron castigar al
chico, abriendo un profundo cenote en donde estaba
su casa. La vivienda se hundió en las aguas, y el
chico fue convertido en una serpiente con alas.
Se cuenta que en las noches de luna llena, se puede
ver en ocasiones a la serpiente alada volar por la
zona del cenote sin descanso, y que en días en los
que el agua del cenote de Chen Ha están cristalinas,
pueden intuirse en el fondo algunos restos de la
vivienda.
LOS DUENDES ALUXES
Hace muchísimos años, según los mayas, los dioses
crearon a todos los seres de la Naturaleza, y cuando
terminaron, pensaron que alguien debía vigilar y
cuidar de ellos, incluidas las plantas. Así que debían
pensar en uno seres especiales, con habilidades
sobrehumanas.
Los dioses, después de pensar y pensar, decidieron
encargar este trabajo a los chamanes, los hombres
más sabios de la selva. Ellos comenzaron a crear con
barro cada viernes diferentes partes de los futuros
guardianes de la Naturaleza, con paciencia y mucho
esmero. En total tardaron siete semanas en crear
uno.

Primero crearon los pies, muy parecidos a los de las


lagartijas, para que pudieran correr mucho y rápido
por todos los terrenos, y que nadie pudiera
escucharlos. Cocieron con barro los pies y los dejaron
secar.
Las piernas las hicieron con carne de venado. De
esta forma, serían los más rápidos.
En el estómago añadieron maíz, para que nunca
pasaran hambre, y en el pecho, un corazón creado a
partir de uno de paloma y otro de jaguar. Así, serían
tiernos como estas aves pero valientes y con
coraje como los felinos de la selva.
Llegó el turno de los brazos. Para crearlos, los
chamanes usaron carne de mono. Así se aseguraban
de que pudieran ser ágiles y de que tuvieran la
capacidad de trepar por los árboles.
El rostro tendría apariencia de ancianos. Los ojos,
serían como los de la lechuza. Así que los aluxes
podían ver en la oscuridad Y lo que más les costó a
los chamanes fue ponerse de acuerdo en qué voz
tendrían. Así, como no se decidían, al final le
otorgaron a los aluxes todas las voces de la selva
juntas. Contentos por el resultado, los chamanes
pedían en cada ceremonia dedicada a los dioses que
otorgaran vida a sus duendes, y éstos salían
corriendo al bosque, en donde se escondían ante los
ojos de los humanos para trabajar en secreto, aunque
de vez en cuando les encanta gastar bromas y hacer
alguna que otra travesura.
Así que ya sabes: si andando por la selva escuchas
un extraño sonido que imita al de varios animales
juntos, pero no ves a nadie, tal vez sea un Aluxe. No
les gusta mostrarse ante nadie, salvo a los niños, con
quienes les encanta jugar.
EL ECLIPSE Y EL ZOMPOPO
Hace mucho, pero mucho tiempo, en época del
pueblo maya, las hormigas trabajaban cada día sin
descanso, de forma rutinaria pero precisa. Cortaban
trocitos de hoja, se llevaban granos de maíz caídos
en el suelo… todas en fila, ordenadas y dirigidas de
forma milimétrica.
Pero una de esas hormigas rojizas, llamadas
zompopos allí, era diferente. Tenía curiosidad por
comprender el mundo que le rodeaba, más allá de su
eterna fila hacia el hormiguero. Le gustaba saltarse
de vez en cuando las normas para subir hasta lo más
alto del árbol y contemplar el sol. Desde allí todo se
veía
enorme.

Un día, la hormiga miró al sol y se preguntó:


– ¿Cómo podría yo llegar hasta allí?
Le pareció que el sol podría ser un lugar hermoso.
¡Brillaba tanto! Entonces, vio a una guacamaya entre
las ramas y le preguntó:
– Perdona, guacamaya, ¿tú sabes cómo llegar al
sol? Y el ave, todo fanfarrón, respondió:
– ¡Por supuesto! Yo puedo volar y he visitado el sol
muchas veces.
La hormiga se quedó pensando que entonces ella
también podría llegar hasta allí. ¡Parecía una
aventura emocionante!
Pero la guacamaya le dijo entre risas:
– ¿Cómo vas a ir tú hasta el sol? ¡Si eres una
hormiga! las hormigas recogen granos de maíz y
trigo, trepan a los árboles y cortan hojas en forma de
media luna.. Esa es tu misión en la vida.
La hormiga se entristeció. Pensó que tal vez la
guacamaya tenía razón. Pero al llegar al hormiguero
quiso preguntar de nuevo a otra hormiga, compañera
de fila:
– ¿Sabes? - le dijo- Estoy cansada de hacer siempre
lo mismo… quiero llegar hasta el sol.
– ¿Al sol? - repitió extrañada su amiga- ¡Estás loca!
¿Cómo vas a hacer eso? Nosotras solo podemos
escalar árboles…
Bien, pensó la hormiga. Si nadie va a
acompañarme, lo haré yo sola. Al día siguiente se fue
en busca del árbol más alto de toda la selva. Era tan
gigantesco que tardó más de un día en llegar a su
copa. Pero alcanzó la última de sus ramas, y a pesar
del cansancio al fin contempló como quería al sol…
tan cerca de él que pensó que de un salto podría
alcanzarlo. Así que saltó y llegó hasta allí y al posarse
sobre él, hizo como hacía con las hojas, le mordió.
Todos los animales de la selva sintieron entonces
que algo extraño había pasado. De pronto la luz era
diferente, más tenue. Y sobre el suelo se proyectaba
la misma sombra que deja la luna decreciente. Se
asustaron un poco, pero al rato el sol volvió a
recuperar su forma y la pequeña y osada hormiga,
premiada por su valentía: a partir de entonces fue
convertida por los dioses en un lucero que acompaña
al sol todas las mañanas.
Eso sí… de vez en cuando a la pequeña hormiga le
vuelve a entrar el impulso de morder el sol, y ese día
la tierra entera pierde algunos minutos de día.
EL PERRO FIEL
Había una vez un hombre tan pobre, tan pobre, que
siempre estaba enfadado y terminaba pagando sus
males con su perro, al que maltrataba con frecuencia.

Kakasbal, el espíritu del mal, vio aquello como una


oportunidad. Un día se presentó ante el animal y le
dijo:
– Veo que tu amo te trata mal. No mereces eso. Si
quieres, yo te puedo ayudar a escapar de él.
– Oh, no- respondió el animal- ¡Debo serle fiel!
– Pero él no te lo paga como es debido…
– Lo sé, pero le debo fidelidad.
– Nunca te lo agradecerá…
Tanto insistió el demonio que al final el perro accedió.
Y dime, Kakasbal, ¿qué debo de hacer a cambio? –
preguntó entonces el perro.
– Debes entregarme tu alma.
El perro le dijo entonces:
– Te entregaré mi alma si consigues contar cuántos
pelos tengo.
El demonio comenzó a contar sus pelos desde la
cabeza, pero al llegar a los pelos de la cola, el perro
se acordó de la fidelidad prometida a su amo y dio un
salto.
– Si te mueves, no podré contar- protestó el demonio.
Y comenzó de nuevo.
Pero cada vez que llegaba al final, el perro se
revolvía y el demonio perdía la cuenta. Así hasta
cincuenta veces. Y Kaskabal, cansado, le dijo:
– Deja, ya veo que no lo conseguiré nunca.
Además, acabas de darme una lección… Acabo de
entender que es un millón de veces más fácil comprar
el alma de un hombre que el de un perro.
LAS TRECE COSAS
Cuentan los más ancianos que hace mucho, pero que
mucho tiempo, existía un volcán gigantesco al que
todos llamaban Ch’man. Era el volcán Tajumulco, y
los habitantes de aquel lugar pensaban que sostenía
el cielo y que sobre él reinaban todos los dioses.

Un día, los más ancianos vieron volar a un


pájaro carpintero que volaba desde la cima del volcán
y llegaba con algo de alimento en el pico.
– ¿Habéis visto? – dijo uno de ellos. Arriba, en la
cima de Ch’man debe haber comida. ¿Y si subimos a
buscarla?
Se formó un grupo de personas decididas a averiguar
qué tesoros guardaba el volcán. Pidieron permiso al
dios de Ch’man y subieron por la ladera con decisión.
Según subían, los hombres notaron que cada vez
hacía más y más frío. Al acostarse por la noche,
pidieron a los dioses protección y para su
sorpresa, un intenso calor les rodeó, gracias a una
llama que comenzó a arder junto a ellos. Algo que,
por cierto, jamás habían visto antes. Al día siguiente
el fuego se había apagado, pero los hombres dieron
gracias a los dioses por haberles protegido del frío.

A la mañana siguiente, los hombres continuaron el


camino, y con paciencia, llegaron hasta la cima del
volcán. Entonces vieron llegar al pájaro carpintero,
que en un instante desapareció entre las rocas.
– Pero… ¿Por dónde entró? – se extrañaron los
hombres.
Entonces, uno de ellos se fijó en
unos zompopos (unas hormigas) que salían con
pequeños granos de maíz de entre unas rocas.
¡Está detrás de esas rocas! – dijo uno de los ancianos
que subieron la montaña.
Los hombres consiguieron mover las piedras y de
pronto se abrió un enorme hueco en donde
encontraron las trece cosas que necesitaban para
vivir: maíz, frijol, chile, cacao, semillas, aire, café,
plantas medicinales, agua, animales, metales, jarras y
hasta el fuego con el que se abrigaron por la noche.
LA TRISTEZA DEL MAYA
Un día los animales se acercaron a un Maya y le
dijeron:
—No queremos verte triste, pídenos lo que quieras y
lo tendrás.
El Maya dijo:
—Quiero ser feliz.
La lechuza respondió:
— ¿Quién sabe lo que es la felicidad? Pídenos cosas
más humanas.
—Bueno añadió el hombre—, quiero tener buena
vista.
El zopilote le dijo:
—Tendrás la mía.
—Quiero ser fuerte.
El jaguar le dijo:
—Serás fuerte como yo.
—Quiero caminar sin
cansarme.
El venado le dijo:
—Te daré mis piernas.
—Quiero adivinar la llegada de las lluvias.
El ruiseñor le dijo:
—Te avisaré con mi canto.
—Quiero ser astuto.
El zorro le dijo:
—Te enseñaré a serlo.
—Quiero trepar a los árboles.
La ardilla le dijo:
—Te daré mis uñas.
—Quiero conocer las plantas medicinales.
La serpiente le dijo:
— ¡Ah, eso es cosa mía, porque yo conozco todas las
plantas! Te las marcaré en el campo.
Y al oír esto último, el Maya se alejó.
Entonces, la lechuza dijo a los animales:
—El hombre ahora sabe más cosas y puede hacer
más cosas, pero siempre estará triste.
Y la chachalaca se puso a gritar:
— ¡Pobres animales! ¡Pobres animales!
LA CREACION DEL HOMBRE
Cuenta la cultura maya que, al comienzo de todos los
tiempos, no existía la Tierra ni tampoco los hombres
ni los animales. Solo los Progenitores, con su
imponente presencia y enfundados en plumas de
colores. Ellos residían en el cosmos y la Tierra era
solo oscuridad cubierta de agua clara.
Los Progenitores pensaron en cambiar esto. Después
de mucho meditar, decidieron crear a partir de la
oscuridad algo nuevo. Retiraron parte del agua para
que apareciera la tierra, y ordenaron a la oscuridad
ceder ante la luz del día.
De la neblina de la noche fueron apareciendo valles,
colinas, ríos y poco después árboles y vegetación.
Los Progenitores estaban muy contentos de lo que
habían creado. Añadieron después poco a poco a los
animales pequeños, y a los aluxes, los guardianes de
los bosques. Y tras ellos, los animales más grandes:
los tigres, los elefantes, los ciervos…
Pero todo estaba en silencio y decidieron entonces
darles voces a cada uno de ellos. Sin embargo, todas
esas criaturas gritaban, chillaban o cantaban, pero no
eran capaces de hablar.
– Está muy bien lo que hemos creado- dijo uno de los
Progenitores- Pero todos estos animales no pueden
mencionar nuestros nombres ni pueden adorarnos.
Debemos crear otro animal capaz de hacer esto.
Pensaron entonces los Progenitores que debía ser
similar a ellos para que pudieran hablar y pensar. Lo
intentaron con barro, pero era una masa débil que se
deshacía. Y a pesar de ello consiguieron que hablara,
pero no podía pensar.
Entonces intentaron hacerlos con madera, para que
fueran más fuertes. Efectivamente podían moverse,
hablar, pero carecían de sabiduría, entendimiento y
memoria.
– No se podrán acordar de nosotros- protestó uno de
los Progenitores.
– De acuerdo- dijo otro de ellos- nos desharemos de
ellos y probaremos algo diferente.
Y dicen que los Progenitores consiguieron
deshacerse de los hombres de madera, pero que de
su descendencia surgieron los monos que hoy
pueblan los bosques.
Así que esa noche los Progenitores se juntaron para
pensar qué podían usar para crear al hombre y al
amanecer, vieron sobre la Tierra las doradas
mazorcas de maíz que crecían fuertes y decidieron
usarlas para su empeño: mazorcas blancas y
mazorcas amarillas. Con ellas crearon a los hombres
y a las mujeres y enseguida vieron que eran curiosos,
que aprendían, que evolucionaban, que tenían
memoria y que eran capaces de hablar y
comunicarse entre ellos. Y al fin se dieron por

satisfechos.
EL PERRO Y KASKABAL

Cuenta la leyenda que había un hombre que siempre


vivía de mal humor y nunca perdía la ocasión de
maltratar a su perro, quien era muy infeliz.
Un espíritu del mal, llamado Kakasbal, observó la
situación y detectó que podía sacar mucho provecho
de esto y de la rabia que seguramente sentía el perro
contra el hombre. Por lo que un día se le apareció al
perro y entablaron esta conversación:
Kakasbal: ¿Te veo triste, te sucede algo?
Perro: Cómo no voy a estarlo si mi amo me pega y
me maltrata cada vez que puede.
Kakasbal: Los he estado observando y sé que te trata
muy mal. ¿Por qué no lo abandonas?
Perro: Porque él es mi amo y debo serle fiel.

Kakasbal: Pero si necesitas ayuda, yo podría


ayudarte a escapar.

Perro: No. Nunca lo abandonaré.


Kakasbal: Pero nunca va a valorar tu fidelidad. Ni si
quiera te lo va a agradecer.
Perro: Pero siempre le seré fiel.

Kakasbal continuó insistiendo por un largo rato, por lo


que el perro decidió quitárselo de encima diciéndole:

Perro: Me has convencido. ¿Qué debo hacer?

Kakasbal: Es muy fácil, solo debes entregarme tu


alma.

Perro: ¿Qué obtendré si te la doy?


Kakasbal: Lo que tu desees.
Perro: Entonces quiero que me des un hueso por
cada pelo de mi cuerpo.
Kakasbal: Está bien, acepto.
Perro: Entonces empieza a contar.

Kakasbal empezó a contar los pelos del perro pero


cuando llego a la cola el perro recordó la fidelidad que
debía a su amo y pegó un salto, haciendo que
Kakasbal perdiera la cuenta.
Kakasbal: ¿Por qué te mueves?

Perro: Las pulgas hacen que me dé comezón y no


puedo dejar de moverme. Vuelve a empezar.

Kakasbal tuvo que empezar una y otra vez, hasta


llegar a cien veces. Al fin Kakasbal dijo:
No cuento más. Me has engañado, pero me has dado
una lección. Ahora sé que es más fácil comprar el
alma de un hombre que el alma de un perro
LEYENDA

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