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VICARIATO APOSTOLICO DEL BENI

CELEBRACIÓN DEL SACRAMENTO DE LA

CONFIRMACIÓN

MONICIÓN DE ENTRADA:

Buenos días hermanos y hermanas. Estamos aquí para

celebrar la Confirmación de los jóvenes de nuestra comunidad
parroquial de “NUESTRA SEÑORA DE FATIMA”, este hecho es
un motivo de alegría. Es un signo de que nuestra Iglesia
avanza y fortalece su camino de fe, de esperanza y de amor.
Que la celebración de hoy sea un paso más en este camino;
especialmente para estos jóvenes que recibirán la
Confirmación del don del Espíritu Santo que les fue dado en
su Bautismo, un Don al que ellos quieren responder en el
compromiso cristiano de cada día. Y que lo sea también para
todos nosotros, porque todos deseamos ser más fieles al
Evangelio de Jesucristo.
Puestos de pie iniciamos nuestra celebración cantando….

El Obispo inicia la Santa Misa con la señal de la cruz y el saludo.

C. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

El pueblo responde: Amén.

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C. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y
la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.

El pueblo responde: Y con tu espíritu.

Párroco:
Queridos Hermanos, hoy nuestra comunidad eclesial está de
fiesta por el sacramento de la confirmación. Nuestro Obispo
Vicario Apostólico del Beni: Monseñor Aurelio Pesoa Ribera
OFM, que va a administrar este importante sacramento
a nuestros jóvenes aquí presentes, acompañados de sus
padrinos y familiares. Queremos dar la bienvenida a todos
ustedes hermanos en Cristo y nos disponemos a celebrar con
gozo esta importante celebración.

ACTO PENITENCIAL: Para que la presencia activa del

Espíritu Santo sea plena y eficaz, purifiquemos
nuestros corazones poniendo ante la mirada de Dios
nuestra debilidad de hombres y mujeres pecadores.
(Breve silencio)

1º Te pedimos perdón, Señor, por la ceguera que nos impide

verte, y por la pereza para caminar contigo, y por la sordera a
tu Palabra. Señor ten piedad

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2º Te pedimos perdón, Señor, por nuestra comodidad, por
nuestra incomprensión hacia los demás, por nuestro egoísmo,
por nuestra superficialidad. Cristo ten piedad

3º Te pedimos perdón, Señor, por los dioses que nos

fabricamos, por la rutina que nos aprisiona, por no dejar a tu
Espíritu Santo actuar en nosotros. Señor ten piedad
C. Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

Obispo:
Proclamemos ahora el himno de alabanza a nuestro
Dios, y cantemos a Jesucristo, el Hijo de Dios, el único
Señor, el único camino, y al Espíritu Santo dador de
Vida.

Gloria

ORACIÓN COLECTA:
CUMPLE, SEÑOR, TU PROMESA Y ENVÍANOS TU
ESPÍRITU SANTO, PARA QUE PODAMOS DAR
TESTIMONIO ANTE EL MUNDO CON NUESTRA VIDA,
DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR,
QUE VIVE Y REINA CONTIGO EN LA UNIDAD DEL
ESPÍRITU SANTO Y ES DIOS, POR LOS SIGLOS.
AMÉN.
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 LITURGIA DE LA PALABRA
(El Obispo se sienta en la Sede y se le entrega la Mitra).

Elegir las lecturas de anexos

Monición. -
1ra lectura
Salmo Responsorial
Monición. -
2da lectura

Aclamación al Evangelio
Monición. -

Se acercan turibulo y naveta, el Obispo hecha incienso al turíbulo, luego da la

bendición al diácono o sacerdote que va proclamar el Evangelio. El Obispo
entrega la Mitra y al mismo tiempo recibe el Báculo.

Evangelio

Terminada la Proclamación del Evangelio, el Obispo entrega el Báculo.

PRESENTACIÓN DE LOS QUE VAN A SER CONFIRMADOS

Después del Evangelio, el Obispo y los concelebrantes se sientan. Entonces el
Párroco u otro presbítero o diácono, o bien el catequista que preparó a los
confirmandos, presenta al Obispo a los que han de ser confirmados, según las
costumbres del lugar.

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Párroco:

Monseñor Aurelio Pesoa Ribera OFM, estos jóvenes

recibieron el sacramento del bautismo con la promesa
de que serían educados en la fe y que un día recibirían
la Confirmación, la plenitud del Espíritu Santo. Ese fue
el compromiso de sus padres y padrinos. En mí nombre
y de los catequistas, quienes les hemos acompañado en
este proceso de crecimiento en la fe, le presento a
estos jóvenes y ante la comunidad aquí reunida, (y ante
usted Monseñor) con el convencimiento de que están
preparados para recibir este Sacramento.

Obispo: ¿Sabes si todos han sido preparados

convenientemente para recibir con fe y decisión este
Sacramento?

Párroco:
Me consta que todos han recibido una catequesis adecuada,
se han preparado con la oración y la caridad; y están
decididos a renovar sus compromisos bautismales para ser
fieles testigos de Cristo Jesús.

Obispo: Demos gracias a Dios nuestro Padre, que ha

querido fortalecer con sus dones a estos hijos suyos, a

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quienes admito gozoso al sacramento de la
Confirmación. Y pido a esta comunidad de creyentes
que, unidos a la fe, pidan a Dios por estos jóvenes que
van a confirmar libremente su Bautismo.

HOMILÍA:

LITURGIA DE LA CONFIRMACIÓN

RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO

(Se encienden las velas)

Terminada la homilía, el Obispo, con Mitra y Báculo, interroga a los

confirmandos, que están de pie.

Obispo: Queridos jóvenes, puesto que la Confirmación

que van a recibir los anima a dar testimonio de Jesús y
de su Evangelio dentro y fuera de la comunidad
cristiana, es preciso que manifiesten, en primer lugar,
su compromiso de luchar contra el mal en todas sus
manifestaciones como el mismo Jesús lo hizo. Por eso
les Pregunto.

Obispo: ¿Renuncian al pecado, para vivir en la libertad

de los hijos de Dios?

Confirmando: Si, renuncio. (en voz alta responden y levantan sus velas)

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Obispo: ¿Renuncian a todas las seducciones del mal,
para que no domine en ustedes el pecado?

Confirmando: Si, renuncio. (en voz alta responden y levantan sus velas)

Obispo: ¿Renuncian a Satanás, origen y padre del

pecado?

Confirmando: Si, renuncio. (en voz alta responden y levantan sus velas)

Obispo: ¿Creen en Dios, Padre Todopoderoso, creador

del cielo y de la tierra?

Confirmando: Si, creo. (en voz alta responden y levantan sus velas)

Obispo: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro

Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue
sepultado, resucito de entre los muertos, y está
sentado a la derecha del Padre?

Confirmando: Si, creo. (en voz alta responden y levantan sus velas)

Obispo: ¿Creen en el Espíritu Santo, Señor y dador de

vida, que hoy les será comunicado de un modo
singular por el sacramento de la Confirmación, como
fue dado a los Apóstoles el día de Pentecostés?

Confirmando: Si, creo. (en voz alta responden y levantan sus velas)
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Obispo: ¿Creen en La Santa Iglesia Católica, en la
comunión de los Santos, en el perdón de los pecados,
en la resurrección de los muertos, y en la vida eterna?

Confirmando: Si, creo. (en voz alta responden y levantan sus velas)

Obispo:

ESTA ES NUESTRA FE. ESTA ES LA FE DE LA IGLESIA, QUE

NOS GLORIAMOS DE PROFESAR EN CRISTO JESÚS
SEÑOR NUESTRO. AMEN.
Los confirmandos apagan las velas.

(En este momento Se invita a los padrinos colocarse detrás de sus ahijados)

I M P O S I C I Ó N DE M A N O S

Monición:
El día de Pentecostés, los apóstoles recibieron una presencia
muy especial del Espíritu Santo. Los obispos, sus
continuadores, trasmiten desde entonces el Espíritu Santo
como un don personal por medio del sacramento de la
Confirmación, que ahora va a comenzar con la imposición de
las manos del obispo. La imposición de las manos es uno de
los gestos que aparecen habitualmente en la historia de la
salvación y en la liturgia para indicar la transmisión de un
poder, o de una fuerza o de unos derechos.
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A continuación, el Obispo, deja el báculo y la mitra, de pie y mirando al pueblo
dice la siguiente monición:

Obispo:

Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso y

pidámosle que derrame el Espíritu Santo sobre estos
hijos de adopción que renacieron ya a la vida eterna
en el Bautismo, para que los fortalezca con la
abundancia de sus dones, los consagre con su unción
espiritual y haga de ellos imagen perfecta de
Jesucristo.
Todos oran en silencio unos instantes.

Después el Obispo con mitra, impone las manos sobre todos los
confirmandos.

Obispo:

DIOS TODOPODEROSO, PADRE DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO, QUE REGENERASTE, POR EL AGUA Y EL
ESPÍRITU SANTO A ESTOS SIERVOS TUYOS Y LOS
LIBRASTE DEL PECADO: ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN
Y ENVÍA SOBRE ELLOS EL ESPÍRITU SANTO, LLÉNALOS
DE ESPÍRITU DE SABIDURÍA Y DE INTELIGENCIA, DE
ESPÍRITU DE CONSEJO Y FORTALEZA, DE ESPÍRITU DE

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CIENCIA Y DE PIEDAD; Y CÓLMALOS DEL ESPÍRITU DE
TU SANTO TEMOR.

Por Nuestro Señor Jesucristo.

Amén.

UNCIÓN CON EL SANTO CRISMA

Monición:
Llegamos al momento cumbre de la celebración. A
continuación, el obispo los marcará con la cruz gloriosa de
Cristo para significar que son propiedad del Señor. Los ungirá
con el óleo perfumado. Ser crismado es lo mismo que ser
Cristo, ser Mesías, ser ungido. Ello conforma la misma misión
que el Señor: dar testimonio de la verdad y ser, por el buen
olor de las buenas obras, fermento de santidad en el mundo.
Se acercan al Obispo los confirmandos, o bien el propio Obispo con la Mitra
puesta, va pasando ante cada uno de ellos. El padrino coloca su mano derecha
sobre el hombro del confirmando y dice al Obispo el nombre del presentado, a
no ser que el mismo confirmando diga su nombre. El Obispo moja el dedo
pulgar de su mano derecha en el santo Crisma y hace con él la señal de la cruz
sobre la frente del confirmando diciendo:

Nombre ……, recibe por esta señal el Don del Espíritu

Santo.

Y el confirmando responde: Amén. (en voz alta responden)

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El Obispo añade: La paz sea contigo.

El confirmando responde: Y con tu espíritu. (en voz alta

responden)

Terminada la unción el Obispo se lava las manos.

Mientras dura la unción de los confirmandos puede cantarse algún canto

apropiado.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

A CONTINUACIÓN, EL OBISPO, DE PIE Y SIN MITRA, HACE LA MONICIÓN PARA LA ORACIÓN
UNIVERSAL.

Oremos a Dios Padre bueno, y ya que es una la fe, la

esperanza y el amor, que el Espíritu Santo ha
infundido en nosotros, que nuestra oración sea
también unánime ante la presencia de nuestro Padre
común. Después de cada petición diremos:

Envíanos Señor tu Espíritu.

1. Por La Iglesia de Jesucristo para que experimente cada día
un nuevo Pentecostés y pueda realizar su misión de anunciar
el Evangelio en el mundo. Oremos

2. Por los pueblos que sufren la injusticia, la guerra y la

violencia, para que el Espíritu Santo les conceda el don de La
Paz, inspire a los gobernantes y a todos los ciudadanos

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sentimientos pacíficos y sustituyan la fuerza de las armas por
el diálogo y la reconciliación. Oremos

3. Por nuestros padres y padrinos, para que con su palabra y

ejemplo ayuden a seguir fielmente a Cristo a estos
confirmados, de cuya fe se han hecho responsables. Oremos.

4. Por los catequistas, especialmente por los que nos han

acompañado durante este año en nuestro proceso de
crecimiento en la fe para que el Espíritu Santo les siga
animando y sosteniendo en su misión. Oremos.

5. Por los jóvenes del mundo, en especial por los que hoy
confirmamos nuestra fe, para que permanezcamos fieles al
compromiso que hemos adquirido ante la comunidad
cristiana, y para que seamos sal y luz en la vida de cada día.
Oremos.

Obispo:

SEÑOR DIOS NUESTRO, QUE DISTE A LOS APÓSTOLES

EL ESPÍRITU SANTO, Y QUISISTE QUE POR ELLOS Y SUS
SUCESORES FUERA TRANSMITIDO A TODOS LOS
FIELES, ATIENDE NUESTRAS SÚPLICAS Y CONCÉDENOS
QUE LO QUE TU AMOR REALIZÓ EN LOS COMIENZOS
DE LA IGLESIA, SE REALICE TAMBIÉN HOY EN EL

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CORAZÓN DE LOS CREYENTES. POR CRISTO NUESTRO
SEÑOR. /AMÉN.

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS: Presentamos al Señor nuestras

ofrendas. Lo hacemos con cariño y gratitud conscientes de
que todo cuanto somos y tenemos lo hemos recibido de su
bondad.

Crucifijo: Presentamos este crucifijo como signo del amor

hasta el extremo de Jesús por cada uno/a de nosotras/os.
Amor que ha sido hoy plenamente derramado en ellos por el
Espíritu Santo.

La Luz: Señor te presentamos esta luz como símbolo de la

presencia de muestro espíritu, permite que siempre nos
ilumine a nosotros y a nuestros hermanos.

Flores: Señor te presentamos este ramo de flores como

símbolo de nuestra alegría de ver a nuestros hijos recibiendo
este sacramento, y al saber que tú estás con todos y cada uno
de ellos.

Pan y Vino: Te presentamos Señor el Pan y el Vino y con ello

nuestra comunidad y nuestra sociedad a todos sus hombres y
mujeres, a sus jóvenes y niños.
Este pan y este vino se conviertan en el cuerpo y la sangre de
Jesús, el entrego su vida a favor de la unidad, que hoy nos
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transforme a todos nosotros, que nos haga testigos tuyos,
que nos llene de su amor, para que nuestro país vivamos en
paz, viviendo la vida siendo distintos.

Cantamos No:

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

RECIBE, SEÑOR, LAS OFRENDAS DE ESTOS HIJOS

TUYOS, CONFIGURADOS HOY MÁS PERFECTAMENTE
CON CRISTO, QUE CON SU MUERTE NOS MERECIÓ EL
DON DEL ESPÍRITU; Y CONCÉDELES QUE LA
PARTICIPACIÓN EN LA EUCARISTÍA, MEMORIAL DE LA
PASCUA DEL SEÑOR, LES IMPULSE A DAR TESTIMONIO
DE JESUCRISTO TU HIJO. QUE VIVE Y REINA POR LOS
SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMÉN

Después el diácono o un concelebrante toma el solideo del Obispo y lo entrega

al ministro.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

BENDICE, SEÑOR, SIN CESAR A ESTOS HIJOS TUYOS,
QUE HAS CONSAGRADO CON LA UNCIÓN DEL ESPÍRITU
SANTO Y ALIMENTADO CON EL SACRAMENTO DE TU
HIJO, PARA QUE SUPEREN TODAS LAS ADVERSIDADES,
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ALEGREN A TU IGLESIA CON LA SANTIDAD DE SU VIDA,
Y CON SU TRABAJO Y CON SU AMOR LA EXTIENDAN
POR TODO EL MUNDO.

Por Jesucristo, nuestro Señor. /Amén

PALABRAS DE AGRADECIMIENTOS

- POR UN PADRE DE FAMILIA

- POR UN CATEQUIZANDO
- POR UN CATEQUISTA

RITOS DE CONCLUSIÓN

BENDICIÓN FINAL
Los recién confirmados y la asamblea presente se pone de pie ante el Obispo.
Este a su vez, de pie con mitra dice:

El Obispo: El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

Luego, el Obispo, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice:

Dios, Padre todopoderoso, que los adoptó como hijos,
haciéndolos renacer del agua y del Espíritu Santo, los
bendiga y los haga siempre dignos de su amor.

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R. Amén.

El Hijo unigénito de Dios, que prometió que el Espíritu

de verdad estaría siempre en la Iglesia, los bendiga y
los fortalezca.

R. Amén.

El Espíritu Santo, que encendió en el corazón de los

discípulos el fuego del amor, los bendiga y,
congregándolos en la unidad, los conduzca a los gozos
del reino eterno.

R. Amén.

El Obispo recibe el báculo y, a continuación, añade:

Padre ✠, Hijo ✠ y Espíritu ✠ Santo,

Y la bendición de Dios todopoderoso,

descienda sobre ustedes.

R. Amén.

Y se despide al pueblo de la forma acostumbrada.

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