HOMEOSTASIS e HISTOLOGIA
HOMEOSTASIS e HISTOLOGIA
HOMEOSTASIS e HISTOLOGIA
histologia, homeostasis.
Profesora: Lizzette Angélica Martínez Cantoran
HOMEOSTASIS:
¿QUÉ ES LA HOMEOSTASIS?
La homeostasis es el equilibrio que se produce en un medio interno. También
conocido como “homeostasia”, consiste en la tendencia que posee cualquier
sistema, incluyendo los seres vivos, a adaptarse a los cambios y mantener un
ambiente interno estable y constante.
Este equilibrio se produce a partir de respuestas adaptativas que tienen como
finalidad preservar la salud. La homeostasis se lleva adelante a partir de los
procesos de retroalimentación y de control. Cuando se genera un desequilibrio
dentro del organismo, esos dos procesos permiten recuperar el equilibrio perdido.
La homeostasis se caracteriza por su continuidad, para lo cual necesita de los
procesos de registro y regulación de diversos parámetros. Además, su eficiencia
varía a lo largo del paso del tiempo en los seres vivos.
En los organismos, la homeostasis depende tanto del medio externo (el vínculo
entre el ser vivo y el medio ambiente en el que se encuentra) como del medio
interno (la generación y eliminación de determinadas sustancias o desechos).
Los procesos de homeostasis se observan ante diversas situaciones, como, por
ejemplo:
Transpiración. En este proceso se registra la secreción de sustancias líquidas sobre
la piel. La evaporación de esas sustancias ayuda a refrescar al organismo y a reducir
el incremento de la temperatura interna.
Respiración. Como la respiración es una actividad involuntaria, el sistema nervioso
debe intervenir para mantener su equilibrio. Así se garantizan los niveles de
oxígeno que el organismo necesita para mantenerse con vida.
Huir del sol. Ante una exposición solar extrema que puede registrarse, por ejemplo,
en un desierto, los animales de sangre fría se refugian en espacios frescos. Esta
respuesta ayuda a disminuir la temperatura corporal.
Regulación de la presión arterial. En este caso, el equilibrio se produce a partir de
una señal que el corazón le envía al cerebro luego de detectar algún cambio en la
presión arterial. Si la presión es muy baja, el corazón deberá acelerarla mientras
que si es muy alta, deberá disminuirla.
Aceleración de la respiración. Este proceso tiene como objetivo incrementar la
cantidad de aire respirado. Esto se activa, por ejemplo, cuando una persona hace
actividad física o deporte, lo cual reduce los niveles de oxígeno en sangre. También
puede ponerse en marcha cuando el organismo se encuentra inmerso en un
ambiente con baja concentración de oxígeno. Durante este proceso de equilibro no
solo se acelera la respiración, sino que también aumenta la velocidad de los latidos
del corazón y sube la presión sanguínea. Todo esto mejora la irrigación de la sangre
oxigenada.
Mantenimiento de los niveles de glucosa. En este caso, el proceso de equilibrio
aspira a mantener los niveles de glucosa adecuados para que el ser humano
permanezca sano. Ante niveles muy elevados de glucosa, el páncreas libera insulina
mientras que si esos niveles se encuentran muy bajos, el hígado transforma el
glucógeno de la sangre en glucosa.
Niveles de agua. En los seres vivos el agua representa un porcentaje importante de
su composición, por lo que mantener su equilibrio es vital. Su equilibrio se
mantiene para evitar que el exceso de agua haga explotar a las células o que, por
falta de agua, esas mismas células reduzcan su tamaño.
Regulación del pH sanguíneo. La homeostasis se produce, en este caso, a partir del
desecho de ácidos que ponen en peligro el nivel adecuado de acidez en sangre. El
desecho se genera a través del control bioquímico y de diferentes sistemas de
vigilancia.
Temblor. Este proceso de homeostasis se produce cuando el organismo registra
una baja en la temperatura ambiental, que se contrarresta con un temblor de la
musculatura.
Sistema urinario. Este sistema es el que se encarga de eliminar, a través de la orina,
las toxinas en sangre que afectan a la homeostasis.
Activación del sistema linfático. El sistema linfático se activa cuando algún virus o
bacteria ingresa en el organismo. En estas circunstancias, el sistema linfático
contraataca a esos virus o bacterias para garantizar la salud del organismo.
Exposición al sol. Este proceso de homeostasis se registra en los reptiles, que
carecen de la capacidad de regular su temperatura interna de manera autónoma.
Por esta incapacidad, los animales de sangre fría se exponen al sol y eso los ayuda a
energizar sus metabolismos y a aumentar su temperatura corporal.
Control del calcio. En este proceso de equilibrio las paratiroides liberan hormonas
para incrementar los niveles de calcio, y para reducirlo fijan el calcio en los huesos.
TIPOS DE HOMEOSTASIS
Frente a las interacciones que el organismo mantiene con el medio ambiente en el
que se encuentra, se pueden identificar tres tipos de respuestas:
Regulación. Ante una modificación en el ambiente, el organismo dispara acciones
compensatorias para mantener el ambiente interno medianamente constante.
Evitación. Este proceso de equilibrio busca reducir el impacto de las
transformaciones del ambiente en el organismo a través de mecanismos de escape
comportamental para evitar cambios ambientales temporales o ambientales.
Conformidad. Durante este proceso de equilibrio, el organismo cambia a la par de
las modificaciones que se registran en el medio ambiente.
IMPORTANCIA DE LA HOMEOSTASIS
Gracias a que la homeostasis aspira a la búsqueda del equilibrio es que los
organismos no entran en estado de entropía, es decir, de caos.
Si los procesos de homeostasis por algún motivo fallan, se produce la enfermedad
o muerte del organismo. Si el organismo no logra mantener sus parámetros
biológicos dentro de los límites de la normalidad, se produce una enfermedad que
puede derivar en la muerte del organismo en cuestión.
QUÉ ES LA HISTOLOGÍA?
La histología es una disciplina que forma parte de la biología y examina los
tejidos de los organismos a través de un microscopio para conocer su
estructura y sus funciones. También se la denomina “anatomía microscópica”
o “micro anatomía”. La palabra histología proviene del griego, histo que
significa “tejido” y logos, que significa “conocimiento”.
Marcello Malpighi, anatomista y biólogo italiano, es considerado el fundador
de la histología por haber sido el primero en examinar células vivas a través
de un microscopio a comienzos del siglo XVII. Malpighi fue quien descubrió la
existencia de unidades pequeñas dentro de los tejidos, denominadas células.
La histología estudia la estructura microscópica de los tejidos, es decir,
agrupaciones complejas de células organizadas para cumplir una función
determinada. El ser humano, por ejemplo, se origina a partir de la fusión de
dos células: un óvulo y un espermatozoide. Ambas células, a su vez, luego se
dividen de manera repetida para formar nuevas células que conforman los
diferentes tejidos, órganos y sistemas del cuerpo humano. Los exámenes
histológicos permiten conocer cómo se organizan, interrelacionan y
funcionan los diversos componentes del organismo.
Los exámenes histológicos brindan aportes importantes para:
La histopatología. Es la parte de la histología que examina muestras de tejido
tomadas de un organismo enfermo para conocer más sobre las posibles
causas de la enfermedad y brindar un diagnóstico más preciso.
Las investigaciones forenses y las autopsias. El análisis de los tejidos
biológicos, mediante técnicas especiales, pueden esclarecer las causas de
muertes inesperadas y proporcionar pruebas científicas a disposición de la
justicia.
La arqueología. Mediante el examen de las células y los tejidos biológicos
encontrados en restos recuperados de las antiguas sociedades, se puede
obtener información sobre su historia.
La educación. Las técnicas básicas de la histología se enseñan en los talleres
de laboratorio para introducir a los alumnos en el concepto de
microestructuras de los distintos organismos.
Desde la biología general se reconoce la existencia de dos grupos de
organismos: las plantas vasculares (del reino plantae) y los animales (del
reino animal). A partir de esa distinción, la histología se subdivide en
histología vegetal y en histología animal para categorizar los diferentes
tejidos.