CANAIMA

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 43

“CANAIMA”

1965-1966
-Abuelo, nos encanto el cuento ese que

nos contaste anoche sobre la “Expedición

Atlantis de 1984”, tan solos los

aventureros hacen esas hazañas de venir

desde Tenerife en Las Canarias para La

Guaira en Venezuela atravesando el océano

Atlántico en una primitiva balsa de madera

con tan solo una vela de propulsión a viento.


-Pues pongan atención que les tengo otro

cuento de la vuelta al mundo en un velero

donde un primo hermano de tu bisabuelo

Humberto Gutiérrez Redondo el médico, su

primo le dio la vuelta al mundo en un velero

viejito de 1933, que compró y acondiciono

junto a otros tres locatos más.


-Eso abuelito, cuéntanos ese cuento no

sabíamos que teníamos un familiar

aventurero.

-Bueno la historia comienza más o menos

así por el año de 1965 dos jóvenes

marineros capitanes de barco tuvieron la

idea de darle la vuelta al mundo, ellos hacían

viajes de mercantes y compraban mapas,

obtenían las notificaciones de las rutas y


corrientes marinas y vientos en una ruta que

hipotéticamente que elaboraron saliendo de

La Guaira en Venezuela, luego Barranquilla

en Colombia para pasar el canal de Panamá y

entrar al océano Pacífico y llegar al otro

extremo, del Pacifico cruzar el canal de

Suez, luego navegar por el mar

Mediterráneo para salir por el estrecho de

Gibraltar con rumbo a Venezuela.


-Una idea que los obsesionaba a los dos

capitanes de la marina mercante desde

muchos años atrás, Antonio Moreno y

Joaquín García, estos dos buscaban a otros

jóvenes para que los acompañara en la

aventura.

-Estando en la búsqueda de candidatos

en un fiesta de la época conocieron a un

joven llamado José Ford, que le gustaba el


mar y era un experto submarinista, este a

su vez conocía a un gocho llamado Gregorio

José Redondo con el cual tenia amistad y un

día le propusieron la idea, pero como los

tres eran digamos unos pela pela, tan

limpios que no tenían el dinero para

financiar la aventura.

-Convencieron Gregorio José que tenia

varios camiones y era un comerciante a


parte de ser buen conocedor de la

carreteras y la aventura le gusto la idea,

pero digamos de mar no sabían

absolutamente nada y hasta se mareo

cuando lo invitaron por primera vez a dar

una vuelta por el mar en una lancha por allá

en Puerto Cabello, pero como buen gocho

dijo pa´lante que pa´tras espantan, me

unos ustedes en la aventura, lo que se de

navegación es lo que manejo en mis camiones

no me pierdo en las carreteras.


-Todos los cuatro empezaron la cruzada

en buscar financiamiento y nada por el

sector público y menos por el privado les

dijeron que con locatos como ellos ni a la

esquina, bueno al final Gregorio José puso

60.000 bolívares de esos que si valían y eran

de plata con ese dinero compraron un viejo

velero construido por el año 1933 se lo

compraron a un velerista de nombre Carlos

Berger en Tanaguarena, con un casco de

apenas 5 milímetros de espesor que


presentaba cierto deterioro como oxido en

el casco al cual fueron raspando, arreglando

y pintando en el trascurso de los meses

hasta comprar dos velas nuevas, además

compraron cartas de navegación, brújulas,

sextante, binoculares, aparejos para el

velero, de igual manera equipos de pesca y

llenaron esa despensa de comida enlatados

para varios meses y equipo para pescar,

pinturas, lubricantes y lo acondicionaron

para la travesía en los distintos reglones de


la embarcación, trabajos que realizaron en

un astillero en Puerto cabello donde les

dejaron espacio para sus reparaciones.

-Por cierto, sacaron sus pasaportes

vigentes y la cedula marina a Antonio

Moreno como Capitán de la embarcación,

Joaquín García como timonel, José Ford

como marinero de primera y el primo

Gregorio José que no sabía nada de la


marina, lo pusieron que él era el aceitero y

pintor del velero.

-Nos contó que fueron a buscar

financiamiento a la oficina de un club de

yates en Caracas a hablar con el señor

Abelardo Raidi, entonces periodista jefe

de las páginas deportivas de “El Nacional”,

para ver si a través de algún medio de


comunicación podía conseguirnos algo y nos

dijo:

“Mira muchachos aquí nadie te va a

ayudar”.

-Bueno ya resinados nos dijo que nos

fuimos como dicen con una mano adelante y

otra atrás a iniciar la aventura que empezó

una mañana del día martes 16 de febrero de


1965, zarparon de La Guaira encomendase

Gregorio José a la Virgen del Carmen la

patrona de los marineros.

-Con anterioridad él había visitado a mi

papá en San Cristóbal y se había despedido

de todos los de la familia Redondo y

recuerdo que almorzó en la casa y le

prometió papá que en cada puerto que

llegara, le iba a enviar una tarjeta postal o


carta para que la reuniera como recuerdo de

la aventurera que iba a realizar, para esa

época yo era un niño tenía apenas 12 años y

estaba fascinado con el relato de l viaje que

iba a hacer y con las postales que iba a

mandar yo las coleccione todas las que nos

llegaron.

-Abuelito ¿Que son esas postales que

hablas?
-Bueno en esos años de los ’60 postal era

una tarjeta con una foto por un lado y por el

contrario estaba la dirección de

destinatario y del remitente, se escribía un

mensaje y no tenía sobre, se le pegaba una

estampilla que era el correo más barato que

había ya que la cartas selladas y cerradas

tradicionales valían mucho más, si venia del


exterior por avión, barco o terrestre de

acuerdo al destino y de donde provenía.

-Por estas tarjetas papá se enteraban a

donde llegaban y cuál era el próximo puerto

y una que otra anécdota de ese tramo.

-En la primera escala llegaron a

Barranquilla, pero no se habían reportado

por un daño en el radiotransmisor, luego


subsanada la avería de la radio, llegaron

Panamá cruzando el canal y al salir estaban

ya en el Océano Pacífico de allí comenzaría

el tramo mas largo y peligroso del viaje.

-Desde allí navegaron hasta las islas

Galápagos del Ecuador, luego hacia recalar

en las Islas Marquesas, Hiva-Oa este tramo

fue el más largo y solitario, ni aves se veían

fueron 42 días de navegación sin ver nada


solo mar, cielo de día y en las noches

totalmente despejadas observando las

estrellas y constelaciones con los

binoculares, pues ni luces de barcos veían

por esta fuera de la ruta de ellos.

-En Hiva-Oa nos escribió mientras

acondicionaban nuevamente el velero fueron

a ver la tumba de Eugène Henri Paul

Gauguin, conocido como Paul Gauguin, fue un


famoso pintor posimpresionista nacido el 7

de junio de 1848 en París, Francia

reconocido después de su fallecimiento el 8

de mayo de 1903, Hiva´Oa, Hiva Oa, en la

Polinesia francesa.

-Luego de reponer fuerzas zarpamos

nuevamente hacia Bora Bora, Samoa,

Fidjii, islas Salomón en Guadalcanal, donde

se observaban restos de embarcaciones y


aviones averiados en los enfrentamientos

de los combates aeronavales de japoneses y

norteamericanos, Port Moresby, Estrecho

de Torres, Darwin, Dili, Jakarta,

Singapur y Indonesia y a muchos otros

puertos a donde llegaron.

-Por cierto, en una tarjeta que envió

decía que una mañana un avión paso rasante

al velero dio la vuelta y les disparo una


ráfaga de las ametralladoras con la suerte

que las balas pegaron en las velas que las

perforaron y unas pocas en el casco menos

mal que sobre la línea de flotación después

el avión se fue no supimos por qué nos

disparó, pero después nos enteramos de un

zaperoco que tenía el Ahmed Sukarno

presidente de Indonesia con países no

alineados del cual era participe.


-En otra tarjeta postal que no llegó en

esta nos decía que en esos lados del mundo

donde casi nadie habla español si acaso

inglés, un día conocieron a un colombiano en

un puerto que amablemente se prestó, para

enseñarles de la ciudad y conocer varios

lugares de la buena vida, mejor dicho de la

mala vida, pero al final en un descuido de

ellos el colombiano subió al Canaima y les

robo ocho mil dólares que tenían guardados

y desapareció, nos engañó y robo como a


unos pendejos que éramos ante la picardía

del tal ladino colombiano.

-Por cierto, en una carta que recibimos

de Singapur nos refirió.

“Que en Singapur, el oficial a cargo

de las fuerzas inglesas, un Mariscal del

Aire de la RAF, no le podía creer que

estaban dándole la vuelta al mundo por la


bandera toda desteñida por las

inclemencias del tiempo y sol no aceptó a

las primeras de cambio sino después de

ver nuestra documentación y bitácora del

velero ya que para ellos los únicos

aventureros del mar eran los inglesas y

tal cual francés luego se mostró muy

amable y nos brindó todas las atenciones

a unos entrépitos navegantes venezolanos”


-En otro de los tramos mas peligrosos lo

pasaron en el océano Índico, próximo a las

islas del Gran Nicobar, una tormenta

monzónica los golpeo que casi nos hunde con

las olas y los fuertes vientos.

-Luego otro momentos de más tensión

fue cuando pasaban por el mar Rojo la ruta

a seguir era demasiado angosta aparte de

estar toda congestionada con los tanqueros


y otros mercantes provenientes que iban o

venían del canal de Suez, a toda máquina

huyendo del conflicto armado en la zona

esto nos obligaba a navegar alejados de las

costas, en algunas oportunidades tan cerca

de los grandes buques que las olas que

levantaban nos bañaban y pasaban por

encima, todo esto por estos conflictos

bélicos que habían por la zona y por parte

de piratas que abordaban los buques,

robaban y hasta cobraban rescate, por fin


al pasar este tramo del viaje ya se volvió

turístico al ya entrar en el mar

Mediterráneo.

-Nos refirió Gregorio José por cartas y

tarjetas que pasaron las islas griegas vieron

y visitaron esas construcciones antiguas de

los griegos y el mediterráneo italiano,

francés y español.
-Pasaron por a Casablanca y luego a Las

Canarias, ya listos para cruzar el Atlántico

ya nos sentíamos que estábamos terminado

el viaje y fue cuando otra tormenta tropical

de gran magnitud nos golpeo que casi nos

hunde.

-Gregorio José nos dijo que la tormenta

fue tan grande que a los tres días de haber

zarpado estábamos en el mismo sitio sin


avanzar todavía teníamos a las islas

Canarias a la vista ya cuando amaino un poco

cambiamos el rumbo e ir hacia islas de Cabo

Verde donde nos reabastecimos

nuevamente de comida y agua para zarparon

hacia Venezuela.

-Ya navegamos sin más novedades

llegamos a Barbados y allí, para nuestra


sorpresa, nos esperaban unos periodistas

de periódico “El Nacional”.

-Y nos enteramos que el viaje había sido

cubierto desde el principio hasta el final por

ese diario, por notas a cargo del periodista

Longobardo Lozada Roa y los periodistas

enviados a Barbados fueron el fotógrafo

Grillo y el reportero Omar Pérez.


-Este último se vino con nosotros en el

tramo final, escribió unas reseñas y unas

crónicas del viaje con el nombre de “El

polizón del Canaima”.

-Omar Pérez nos convenció de la

importancia que tenía nuestra expedición

para el país y, por sugerencia suya, paramos

en isla La Tortuga a hacer tiempo para


llegar a La Guaira las tres de la tarde del

domingo 6 de diciembre de 1966.

-Ese domingo fue apoteósico el

recibimiento en La Guaira con más de quince

mil guaireños y navegantes que acudieron al

recibimiento muchas lanchas y peñeros nos

acompañaron hasta el muelle donde estaba

la radio, televisión, periodistas reporteros

fotógrafos y personalidades del mundo de


la marina como de personas esperándonos

en el terminal de pasajeros.

-Allí mismo en el muelle el comandante

General de la Marina nos condecoró con la

Orden del Mérito Naval.

-Nos llevaron hasta la Escuela Náutica y

recuerdo en Catia la Mar la enorme cantidad


de gente que había agolpada en las aceras a

lo largo de nuestro recorrido.

-Todo termino feliz, fueron dos años de

navegación dándoles la vuelta al mundo en un

velero.

-Abuelito ¿Y del velero Canaima que

fue de él?
-Bueno como todo en este país se olvida

el “Canaima” no tuvo fue tan afortunado.

Antonio Moreno
-De él Antonio Moreno sólo conserva el

timón y un salvavidas con el nombre del

velero colgado en la pared de su casa.

-Mucho después de múltiples ofertas

gubernamentales para comprar el

“Canaima” y llevarlo a un museo que no se

concretaron nunca para ser expuesto en el

Museo del Transporte y en el Museo Naval,

y para inaugurar el Museo Náutico terminó


exhibido en el estacionamiento del hotel

Macuto Sheraton por muchos años.

-Donde algún genio lo convirtió en un

matero lleno de matas de helechos durante

el deslave de 1999, sobrevivió como a las

tormentas y después a pesar de ser un

matero náutico le hicieron mantenimiento

de pintura a esa quilla hasta que el Jodierno

Robolucionario, con VENETUR, en su afán


de destrucción, hace 6 años le pasaron un

tractor por encima y lo botaron como

chatarra triste historia para un coloso del

mar.

-Tan solo queda el recuerdo de su

travesía hace 58 años atrás y de sus

marineros que ya rondan por los 80 años o

un poco más.
-Del primo Gregorio José la última vez

que supe de él estaba enviando camarones

para Miami a donde luego se mudó a vivir

tranquilo los años dorados de la vida hace

muchos años atrás.

-Abuelo, muy bueno este cuento.

-Sí abuelito, yo como que quiero ser

aventurero y volar a Marte.


¡El velero que le dio la vuelta al mundo…!

https://getinkspired.com/story/491713/canaima
Los cuentos de aquí, allá y del más allá

Max, Mateo y el abuelo

Gabriel Gutiérrez

“El Abuelo”

e-mail: [email protected]

También podría gustarte